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Importancia del sector privado

El sector privado desempeña un rol importante en el desarrollo de la


economía de mercado, puesto que es el principal generador de empleos e
inversión.

Además de fomentar el crecimiento económico y la reducción de la


pobreza, podría desempeñar un papel mucho más activo para el bienestar
social.

Está claro que el sector privado es la fuerza impulsora del desarrollo


económico, pese a los obstáculos que enfrenta, ampliamente conocidos.

Muchos de ellos están fuera del alcance de las empresas porque


pertenecen al ámbito de las políticas públicas.

Sin lugar a dudas, el sector privado necesita la formulación de políticas


industriales que mejoren el entorno general de los negocios y favorezcan
el crecimiento, esto es, el acceso a mercados nacionalese internacionales,a
la información relacionada con los negocios, servicios de asistencia
técnica y financiamiento.

El sector privado costarricense está constituido principalmente por micro-,


pequeñas y medianas empresas, que generan trabajos calificados,
contribuyendo a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las
mujeres,respaldandola integración en las cadenas de valor locales,
nacionales, e internacionales.
El rol del Gobierno en el desarrollo del sector empresarial es esencial,
pues debe establecer los lineamientos bajo los cuales las empresas
operan.

Estas reglas del juego deben asegurar la existencia de mercados


competitivos y ofrecer un marco jurídico y normativo adecuado.

El marco regulatorio constituye una parte fundamental de las reglas del


juego que rigen el desarrollo del sector privado. El Gobierno, y sus tres
poderes, debe promover un marco regulatorio que genere un buen
ambiente de negocios en términos de costo, tiempo ytrámites.

Si los procesos regulatorios se simplifican y se hacen más transparentes,


facilitarían la constitución de empresas, fomentando el crecimiento
económico, favoreciendo la formalidad, incrementando la recaudación
fiscal y reduciendo la corrupción.

El sector privado puede y debe desempeñar un papel mucho más activo


en el desarrollo y puede participar, mediante la innovación, en la
producción de bienes y servicios que mejoren la calidad de vida de la
población.

La iniciativa privada también puede, mediante procesos de licitación,


colaborar con la construcción de infraestructura pública, puede actuar
como contratista de proyectos financiados por el gobierno para construir
carreteras, puentes, ferrocarriles y otros.

Finalmente, para contribuir a la prosperidad del país, el sector privado


depende de la provisión de servicios públicos de calidad, comouna fuerte
infraestructura social y física (salud y educación, carreteras,
comunicaciones, etcétera) que generen condiciones para el pleno
desarrollo.

Since the creation of the original Millennium Development Goals in 2000,


the crucial role played by the private sector in delivering economic, social
and environmental development has become better understood. In fact,
the private sector in every country is simply the community at work and,
as a part of that community, business today comprehends its impacts
better than ever before. Its influence on economic and social
development, respect for the environment, and efficiently and effectively
managing resources represents an important contribution to the well-
being of its communities.

However, the private sector cannot act alone. Governments have the main
responsibility for providing the legislative and regulatory environment
that enables businesses to play their part. Vital issues such as open trade
policy, sound and stable governance, infrastructure investment, economic
and monetary policy, tax and social protection structures, and the costs of
doing business must be balanced by governments in a way that gives the
private sector the ability and incentive to act.

Take job creation, one of the biggest development challenges anywhere


in the world. To meet this challenge, more employers are needed. Existing
enterprises cannot absorb the market entrants of today, let alone those in
the future. This means that more entrepreneurs are required – people with
ideas, drive and a willingness to take risks. How helpful is the business and
regulatory environment in your country when people take the decision to
start a new business? How helpful is the legal process in registering and
sustaining a business? How adapted is your education system in providing
would-be entrepreneurs with the skill-set needed to be enterprise and
employment creators?

In reality few countries do those things well and in Africa, South Asia,
South East Asia and Latin America the environment is often quite hostile
to such initiatives. If any of the sustainable development goals are going
to have any kind of chance to deliver for our populations beyond 2015,
the area of private-sector development and enterprise growth must also
be supported by governments. Jobs are the best way out of poverty. We
need good jobs – formal-sector jobs through formal sector enterprises,
jobs that fit the needs of the modern economy, jobs that through their
taxes contribute to the means of development in any country.

If one stands back and looks at the goals we set for our societies, the
private sector is the main engine of economic growth. It is the base upon
which social development, education, health care and social-security
systems rely. Let the private sector it do its job!

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