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CON GANAS DE RENUNCIAR

JUAN 15:4-5
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Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar
fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de
mí nada podéis hacer.
Renunciar: Abandonar voluntariamente una cosa que se posee o algo a lo
que se tiene derecho. Desistir de hacer lo que se proyectaba o deseaba
hacer.
Abandonar: Dejar sola o sin atención ni cuidado a una persona, animal o
cosa.

Hace un tiempo veía un culto por internet, y cuando el predicador invitó a

rendir su vida a Cristo un hermano entre la iglesia, saco un pañuelo un
pañuelo blanco, luego otro y luego otro y comenzaron a agitarlo en el aire,
con lágrimas en sus mejillas rindiendo sus vidas a Dios.
Esto me hizo recordar a una película de batallas y guerras que vi una vez
también, donde una de los dos bandos llevaba una gran bandera blanca,
que indicaba rendición, paz, renunciaban a toda lucha y se sometían por
completo al otro ejército, al rey del otro bando.
En la biblia hay algunos pasajes donde nos narra que hubo hombres a los
cuales Dios les pidió cosas, y debido a lo arduo de la labor o la
circunstancia tan difícil que se presentaba no deseaban hacerlo, y, por el
contrario, querían RENUNCIAR.
Intentemos recordar, a quien se le pidió que hiciera algo y dijo no.
El primero que recordamos tan conocido fue JONAS
No obstante, después de hacerlo, estuvo un tiempo muy, muy molesto.
Jonás 4:1-10

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Quizá ustedes nunca han sentido un enfado como ese, por tanto, les
cuesta entender porque Jonás se enfada de ese modo y quiere dejarlo todo
por una ira como esa y llega a hablar así.
Hay personas que no suelen enfadarse mucho si no que tienden más a la
tristeza y melancolía.
Jeremías 20:7…. 15
En el verso 15 jeremías repite las palabras de Job, así es su dolor, y
tristeza.

Podemos pensar que, al ser personas espirituales, no pasamos por esas

circunstancias, pero vemos quienes eran Jonás y Jeremías, y mientras
estemos en esta vida, tendremos que lidiar con el hombre natural.
1 corintios 15:46
Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el
espiritual.
¿Que nos provoca el deseo de Renuncia?
¿Cuándo tenemos un empleo que puede hacer que deseemos renunciar?
1. Que hallan cambios en los acuerdos del contrato
a. Tiempo, el horario
b. Las labores a desempeñar
c. El trato
d. El sueldo
2. Cuestiones personales
a. Salud
b. Situación familiar
Cuando llegamos a un acuerdo de entregar nuestra vida a Dios, al inicio
del año, todos los aquí presentes, así como los que están en casa
propusimos en nuestro corazón unos ajustes de crecimiento.
Y nos encontramos hoy haciendo cálculos, balances, para ver que ajustes
nos son necesarios hacer.

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Cada que se acerca un final de año, se nos presenta una oportunidad para
cerrar un ciclo, y podríamos usar este momento para analizar si debemos
rendirnos en algo, abandonar alguna posición.
Para la gloria de Dios, he llegado a sentir tanto el enfado de Jonás como la
tristeza de Jeremías, y digo Gloria de Dios, porque su palabra me enseña
que cuando me halle en pruebas me goce, y he visto tan oscuro por
delante que me he sentido como ellos, y he deseado rendirme.
Y Dios en su infinita misericordia me ha mostrado una rendición perfecta.
Rendirme A SUS PIES.
Han cargado ustedes durante un largo tiempo una necesidad que sientan
que ya no pueden humanamente soportar?, que llegan a pensar que
realmente Dios debe hacer algo pronto o mejor que se los lleve? ¿Qué es
insostenible?
Algo así era lo que sentíamos Jonás, Jeremías y yo.
Puede sonar muy cliché, y la idea de darle el control total de tu vida a otra
persona es totalmente contraria a la cultura de hoy, ya que no queremos
que nadie nos diga lo que tenemos o no tenemos que hacer.

Pero, paradójicamente, nunca seremos realmente libres HASTA QUE NO

NOS HAYAMOS ENTREGADO TOTALMENTE A LA PALABRA Y A LA
VOLUNTAD DE DIOS. Cuanto más te entregues a Él, más descubrirás,
que Jesús tiene TU MEJOR INTERÉS EN MENTE, y que Su voluntad es
buena y aceptable y perfecta.

Jeremias 29:11-12
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice
11 

Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que

esperáis. 12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

Lucas 14:25-27)

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25 Como grandes multitudes lo seguían, Jesús se volvió a ellos y les dijo:

26 ‘Si alguno viene a Mí, y no renuncia a su padre y a su madre, ni a su
mujer y sus hijos, ni a sus hermanos y hermanas, y ni siquiera a su propia
vida, no puede ser Mi discípulo.
Cuando Jesús les dijo que renunciaran a su familia, Él les estaba
recalcando, QUE EL AMOR POR ÉL, tiene que ser más grande que todos
los otros amores de su vida. LO QUE JESÚS LES ESTABA DICIENDO era
intensamente personal… y práctico. Él no hablaba en generalidades.
El identificó claramente las cosas que debían entregarse. Nuestras
relaciones, nuestros afectos, nuestros cuerpos físicos, nuestros derechos, y
nuestras posesiones. Ningún lazo familiar debe desviarnos del camino de
total obediencia al Señor.
Nadie mas que Dios y nosotros mismos sabemos muchas veces la
situación real, por mas que digan que entienden o que saben, y rendirnos,
abandonar el estado de apatía nos dará lo que realmente necesitamos.
Creer en Dios no es lo mismo que creerle a Dios.

Abraham le creyó a Dios, y se rindió a él, Dios le dijo a Abrahán en

Génesis 22:16-18, “POR ESO QUE HAS HECHO, de no negarme a tu
único hijo… multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo… por
cuanto atendiste Mi voz”.
Desde la época de Abrahán, la gente ha sabido, que cuando obedecen la
voz de Dios, y le entregan lo que es más preciado para ellos, ¡Dios lo
multiplica mil veces más! ABRAHÁN ENTREGÓ A SU ÚNICO HIJO, A
ISAAC, ¡CUANDO DIOS SE LO PIDIÓ!
Y al hacer eso, todos los deseos y sueños para la vida de Isaac, y hasta su
propia esperanza de tener un patrimonio importante, desaparecieron.
En ocasiones estamos ante la amenaza del horno de fuego, como
estuvieron Ananías y sus compañeros y nuestra parte natural siente el
miedo. Y muchas ganas de llorar quizá, de entristecerse, de enfadarse, de
quejarse, pero nuestra mirada no se quita de Dios, por tanto, sea la
respuesta de Dios librarnos del horno o sea dejarnos ahí nuestro paso
debe ser Rendirnos a Él, sabiendo que lo que Él haga es perfecto.
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¿Cómo van sus cálculos?

No se si usted como yo se ha preguntado porque Dios le pidió a Abraham
su hijo.
Abraham era viejo. E Isaac era su hijo legitimo. Favorito, no era el único,
tenia Ismael y también lo quería pero no era el de la promesa, asi que este
se hacer como el niño de sus ojos, casi lo idolatra. Más que bueno fue que
el amor que sentía por su hijo no nublo el amor que sentía por Dios de eso
modo no lo perdió.
Pero quizá hay cosas que usted está idolatrando, o amando más que a
Dios, porque cosas está usted renunciando a Dios, de modo que peligra su
salvación.
 Lucas 9:23-24
23 Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día,
y sígame. 24 Porque todo el que quiera salvar su vida, LA PERDERÁ, y
todo el que pierda su vida, por causa de Mí, la salvará.”
Negarnos a nosotros mismos
Si hacemos una lectura rápida, puede parecer que Jesús nos está
invitando a buscarnos «cruces»o sufrimientos que nos hagan llevar una
carga pesada, para parecernos a él en el momento de la pasión. Pero no es
a eso a lo que nos invita … felizmente. No nos pide que nos fabriquemos
sufrimientos, sino más bien que sepamos llevarlos cuando éstos se
presenten o cuando sean necesarios para bien del prójimo. ¿Cómo
podemos ni siquiera pensar en que a Jesús o al Padre les puede gustar
vernos sufrir? A ellos les gusta que seamos felices igual que a los padres
de aquí de la tierra nos gusta que lo sean nuestros hijos.
Cuando Jesús nos dice que debemos negarnos a nosotros
mismos, a lo que nos está invitando es a anteponer las
necesidades de los demás a nuestras propias necesidades,
apetencias o conveniencias. 

Si alguien desea rendirse que sea a los pies de Cristo, si desea renunciar
que sea al pecado, renovemos nuestras fuerzas porque largo camino nos
espera, y el Dios paz sabrá preparar camino para cada uno.
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