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MANSEDUMBRE
La palabra mansedumbre tiene sus equivalentes en el griego “praotes”
y en el hebreo anvá, derivándose del latín “mansetudine” a su vez
proveniente de “mansus” que significa quietud, refiriéndose a aquella
tranquilidad espiritual que controla las emociones, al ser humano que
no se desborda.
la virtud del que es de trato suave, tarda mucho en airarse.
Mansedumbre es la virtud que modera la ira y sus efectos, es una
forma de templanza, que evita todo movimiento desordenado de
resentimiento por el comportamiento de otro.

Mansedumbre
Agar le cuesta obedecer a Sara su señora. Gen 16:6-11 (leer)
 No quiero ser manso, quiero hacer valer mis derechos, van a creer
que soy tonta.
 Exigir que me respeten, si no arruinaría lo que he logrado como
mujer, la gente me pisotearía.
Jesús nos ha dado ejemplo: Él dice así en Mateo 11:28-29
28 
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.
29 
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

 El fruto del Espíritu es mansedumbre,

 Mansedumbre es poder bajo control, manso no quiere decir débil.
Ser manso es tener un poder sereno, denuedo, dignidad de carácter, es
ser fuerte, pero al mismo tiempo humilde.
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Jesús dijo venid y aprended de mí, llevad mi yugo. Él se hace cargo de

nuestro espíritu terco, rebelde, antagónico y nos enseña a llevar su
yugo.
La biblia nos dice en Números 12:3
Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que
 

había sobre la tierra.

Éxodo 32:20
20 
Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió
hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a
los hijos de Israel.
Moisés quema, pulveriza el becerro de oro que había hecho el pueblo,
y lo echa en el agua luego se lo dio a beber.
Moisés era manso, tenía fuerza y autoridad.
Nosotros confundimos mansedumbre con debilidad.
La palabra mansedumbre en el original se puede traducir por Fuerza
bajo control, justo la palabra manso es la que utilizamos para referirnos
a un animal salvaje que ha sido domesticado, y se puede tener control
sobre él.
Un caballo tiene brío, pero sin o es domesticado su fuerza lo llevara a la
destrucción.
Mateo 5:5
 
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Una fuerza muy grande es el fuego, y es útil siempre que se tenga bajo
control, sabemos que el fuego es una bendición, así como tu vida es
bendición para los demás, pero solo va a transcender si entramos en
una era de mansedumbre, nuestra vida necesita límites, para no herir a
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los que nos rodean, la familia, en la iglesia, en el trabajo, en el diario

vivir.

Moisés muestra su mansedumbre

Números 12: 1-3 y 6-10 y verso 13

1.María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que

había tomado; porque él había tomado mujer cusita.
2 
Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado
también por nosotros? Y lo oyó Jehová.
3 
Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que
había sobre la tierra.

___ 6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros
profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.
7 
No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.
8 
Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la
apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra
mi siervo Moisés?
9 
Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue.
10 
Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa
como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.

____ 13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que

la sanes ahora.

Al María y Aron haber hablado mal de moisés ocasionaron un retraso al

pueblo de una semana.
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Ocasionaron el enojo de Dios, pero Moisés no se puso a pensar si había

un culpable, María era su hermana y la amaba, y clamó a Dios “te
ruego oh Dios que la sanes ahora”.
El amor nunca deja de ser.
1 corintios 13:4-8
4 
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece;
5 
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6 
no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
7 
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 
El amor nunca deja de ser;

La verdad es que se parece mucho al fruto de la mansedumbre.

La mansedumbre es desprendida, no trata de adelantarse en la fila del
supermercado, no hace a un lado a los demás a empujones, prefiere a
otro en lugar de a sí misma, y acepta lo que pueda sin quejarse.
La mansedumbre es parienta cercana del AMOR.
Aprendemos mansedumbre a través del sufrimiento, cuando alguien
nos hace daño es difícil, pero tenemos que aprender a perdonar.
Efesios 4:26-32 (leer)
26 
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 
ni deis lugar al diablo.
28 
El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo
que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece
necesidad.
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29 
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados
para el día de la redención.
31 
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia,
y toda malicia.
32 
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Hay muchas situaciones en las que se requiere mansedumbre, en las

parejas hay un sin número de reproches;
- Nunca recoges tu ropa
- Nunca levantas la tapa del inodoro
- Nunca sacas las cosas de los bolsillos
- Es que no me entiende
- Estoy cansada, aburrida.
Anécdota
Después de una airada discusión entre esposos el hombre colocó una
tabla de canto al os largo del centro de la cama matrimonial, a fin de
que quedaran separados, noche tras noche dormían como santos
guardando la amargura en el corazón.
Cierta noche escucharon un mensaje sobre el perdón, los dos sintieron
la necesidad de reconciliarse, perderse perdón y comenzar de nuevo.
Cuando se acostaron esa noche la mujer se acercó un poquito
pensando en iniciar la comunicación, pero él dijo:
- ¿EMPUJASTE LA TABLA?
- No yo no la empujé
- claro que la empujaste; se me cayó encima, lo hiciste a propósito.
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Y nuevamente se volvió a abrir esa horrible llaga, llevó mucho tiempo

curarla porque la mansedumbre brillaba por su ausencia en la relación.
Parece ridículo o gracioso, pero es realidad en muchos hogares. No se
ponga el sol sobre vuestro enojo, hable no grite, sea mansa, doble la
cerviz y pida perdón y perdone.
Verá como la situación cambia y resuelve situaciones.
Personas que viven en la misma casa y dejan de hablarse días.
Tenemos que aprender a calarnos sin silenciarnos, debemos mantener
abierta la comunicación y discutir las cosas con mansedumbre.
La mansedumbre es probablemente el fruto del Espíritu que más hace
falta en el hogar.
Colosenses 3:21
 
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
Dice que los padres no deben exasperar a sus hijos hasta el punto que
terminan desalentados.
“tenemos que pedir perdón”
Efesios 4:1-3

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la

vocación con que fuisteis llamados,
2 
con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor,
3 
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

Pablo nos dice que guardemos la unidad en el Espíritu.

Santiago 1:21
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Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid

con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras
almas.
1 Pedro 3:13-15
13 
¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?
14 
Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados
sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,
15 
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os
demande razón de la esperanza que hay en vosotros.