Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |2
Kagerou Daze VI
-over the dimension-
Ilustraciones: Shidu
Traducción:
Amelia, Callie
www.namelesssense.wordpress.com/
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |3
INDÍCE
Daze 1 ........................................................................... 4
Lost Days 1 .................................................................. 11
Lost Days 2 .................................................................. 24
Lost Days 3 .................................................................. 31
Lost Days 4 .................................................................. 40
Lost Days 5 .................................................................. 47
Lost Days 6 .................................................................. 59
Lost Days 7 .................................................................. 73
Lost Days 8 .................................................................. 78
Daze 2 ......................................................................... 82
Epílogo “La Historia Donde Tus Ojos No Deberían Ir” 86
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |4
Daze 1
—¿Qué se supone que hago viendo televisión?
Murmuré sin dirigirme a nadie, sentado frente a una televisión análoga que parecía
estar puesta ahí sin ninguna razón.
Mi mente no se siente mareada. No tengo memoria de haberme ido a dormir, ni
creo haber perdido la conciencia o algo por el estilo.
...No, no se trata de eso. Si lo pienso bien, no soy capaz de recordar nada de nada.
¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Y por qué estaba mirando a esta TV? Cualquiera sea la
razón, encontré imposible recordarlo.
No solo fallé al tratar de recordar algo sobre el programa que supuestamente he
estado mirando, en realidad no había nada en mi memoria sobre nada que haya pasado
antes de haber hablado recién. Como si alguien hubiese estado controlando mi cerebro,
removiendo mis recuerdos antes que pudiese aferrarme a ellos.
Devolví mi mente distraída a la pantalla que estaba ante mí. Estaban pasando una
serie de palabras; como si de los créditos de una película se tratase, subiendo junto a una
gentil pero distorsionada melodía de violín, sonando de fondo.
Si ese es el caso, ¿Entonces habré estado viendo alguna película?
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |5
...La verdad dudo mucho que algo así haya pasado. En primer lugar, nunca me han
interesado las películas. Las más recientes que podía recordar, son cosas como las
adaptaciones de animes con "Tiernas chicas de pelea" que daban los domingos por la
mañana. Por esa razón, el que haya estado indefinidamente viendo los créditos enfrente a
mí, bueno, era difícil de imaginar. Sin importar cuánto tiempo libre haya tenido en mi vida
—y, hablo en serio, tenía un montón— esto me parecía una increíble pérdida de tiempo.
Si lo que estoy viendo son créditos, entonces antes hubo un tipo de, película
también. Y tuve que haberla visto por la cantidad de minutos que haya durado, pero… ¿Qué
era lo que había visto?
—Agh, ni siquiera puedo recordar algo tan simple como eso. Aparte, ¿Dónde se
supone que estoy...?
Oh, claro. Buena idea, yo mismo. Podría empezar por descubrir al menos dónde
estoy parado. ¿Qué había cerca que me pueda dar algún indicio? Algún tipo de edificio,
ventana, o alguna persona, cualquier cosa ayudaría. Bueno, el haber salido de mi cuarto ya
era bastante imposible para empezar, creo.
Esos pensamientos viajaban por mi mente mientras movía mi cabeza, tratando de
obtener alguna idea de mis alrededores… solo para encontrarme con algo que me hizo
dudar de mi propia mirada.
—...Tiene que ser una broma.
Estirándose por lo que parecían ser cientos de millas… había un mundo de blanco
puro. Se me hacía imposible ver qué tan lejos el mundo seguía así.
No había gente ni edificios; ni siquiera un mísero árbol a la vista. Nada que hiciera
distinguir la separación entre cielo y tierra, y definitivamente no había nada como un sol o
luna. No podía ver ni mi propia sombra.
Además de mi persona y el todavía frente a mí aparato análogo desgastado, todo en
frente mío, detrás mío, a mi izquierda, derecha, arriba, abajo —todo lo que podía ver—
estaba envuelto en un simple y único tono de blanco.
Era una escena sin compasión, completamente irreal —lo único que pude hacer fue
temblar.
Recordé el miedo a la oscuridad que sentía cuando niño. Esta blancura se presentaba
como lo opuesto, pero tenía el mismo efecto en mi sentir. Quizás incluso peor.
Al menos en la oscuridad, podía imaginar la existencia de algo bueno por ahí, alguna
esperanza a la que aferrarse. Un sentido de expectación. Lo único malo era que no podía
ver nada.
Aquí, en cambio —no había nada. Este claro, blanco escenario; esta “nada”, hacía
de sentimientos como la esperanza cosas imposibles.
La desesperanza nubló toda mi mente, no pude encontrar ninguna base que me
explicase toda esta cadena de eventos. No solo no podía recordar nada sobre haber venido
aquí, sino que ninguna otra persona podía verse en ningún lugar cercano. Y aunque tratara
de irme lejos de aquí, para escapar, no tenía hacia dónde ir sin marcas en el terreno, ni ideas
sobre cómo llegar a mi destino. Lo único que veía era un constante blanco, blanco, blanco
—entregándome nada aparte de un cruel caos.
¿Qué ocurre con este lugar? ¿Podría alguien siquiera hacer este lugar tan gigante, y
más allá de la comprensión? De ninguna manera. Simplemente no era posible.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |6
Pero por lo que veo, esto no se asemeja ni a una “creación” en primer lugar. Era
simplemente un vasto espacio vacío, provisto de cualquier indicio natural o incluso artificial.
Lo que me deja con sólo una explicación lógica, que sería que me he…
—¡Demonios, joder! ¡Como esto sea lo que creo…!
Mi voz tembló mientras intentaba traer mi mente exasperada de vuelta en sí.
No. No saco nada de intentar pensar racionalmente sobre un mundo tan irreal y
abstracto. ¿Qué sacaría de aquello? Nunca encontraría la respuesta.
Por ahora, necesito empezar a buscar. Tiene que haber algo; en algún lado, de lo que
la esperanza de encontrar una salida se pueda sustentar. ¿Pero existe algo? ¿Cualquier
cosa? ¿Cómo se supone que salga de esta tierra de locura? No, debe haber una pista en por
aquí cerca…
La primera cosa con la que me topé fue; por supuesto, la televisión análoga que
estaba aún frente a mí.
La única esperanza que podía encontrar en este lugar era esta cosa, que ni siquiera
me importaba. Mi mente tenía sed de información, sin importar qué tan ridícula fuese. Con
las pocas expectaciones que tenía, acerqué mis ojos a la pantalla —y vi mis esperanzas
esfumarse por lo que sólo podía describirse como desesperación en forma textual.
—¿Qué idioma es este...?
Los créditos que subían por la pantalla estaban compuestos de una mezcla extraña
e indescriptible de palabras, como si alguien hubiese tomado idiomas de varias culturas, las
juntara en alguna licuadora de comida, y publicase los resultados. Di lo mejor de mí para
tratar descifrarlos, poniendo toda mi capacidad mental en la acción. Pero no había nada
consistente ni regular en ninguna parte. Siempre me he sentido afín cuando de idiomas se
trata, pero esto no me daba ni para empezar.
Solté un cansado suspiro y me senté en lo que apenas se podía comparar a un suelo.
Mirando de nuevo a mi alrededor, seguí sin ver gente. Ni nada, además del set de
televisión.
Lo último que podía recordar, era haber estado en mi cuarto, perdiendo el tiempo
en mi computador… creo. ¿Será eso verdad? era todo lo que podía recordar, y aun así mi
memoria estaba borrosa. De todas formas, al menos puedo asegurar que no salí de mi casa.
Esta tele y sus créditos… ¿Cuál será su significado?
Mirar a la pantalla me hacía sentir, cada vez más, que he estado mirando… algo en
ella. Con un significado que me parecía importante.
Partes de esta “película” me hicieron reír, logré pensar, y otras partes fueron más
solemnes, casi melancólicas. Estos pequeños fragmentos de memoria que aparecieron en
mi mente —desaparecieron al instante.
Por supuesto. Al menos ahora no tengo dudas. Si estaba mirando la… lo que sea que
estuvo antes de estos créditos.
Pero hay algo que me incomoda sobre ese “lo que sea que estuvo antes”...
Por razones más allá de mi entendimiento, no podía recordar nada de su trama ni
aspectos principales, como si todo estuviese cubierto de neblina. ¿Por qué me estoy
olvidando de la parte más importante de esto?
—Acaso… quizás, ¿Se trata de algo que no quiero recordar?
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |7
Apenas dije ese pensamiento en voz alta, encontré palabras dentro del enredo que
sí era capaz de leer. Me abalancé sobre la televisión, pegado a la pantalla para no perderlas.
Mi primer brillo de esperanza. Por instinto, las leí en voz alta:
—Veamos… ¿”Protagonizando… Shintaro… Kisaragi”?
En toda mi vida, nunca me encontré con alguien que se llamara igual a mí. Y aunque
lo hubiese hecho, no hay manera de que aparezca justo en este momento. No en este tipo
de situación.
No había un error. La estrella del programa estaba bajo… mi nombre.
¿Así que estuve de actor principal? Sí, claro. Nunca he estado ni cerca de un estudio
de grabación, mucho menos actuado en una película.
¿Entonces quizás algo que no sea una película? ¿Pero qué más podría tener créditos
como estos? Programas de televisión, dramas, anime… nada en lo que recuerde haberme
registrado. Además, nunca tendría la oportunidad de presentarme en algo así.
Sí, esto no tiene sentido. La única cosa en la que sería capaz de actuar es… mi propia
vida, y nada más.
Mi propia… ¿vida…?
—...No.
No. No, no. ¡No!
No puede ser eso. Estoy soñando. Sí, eso es todo, ¡Estoy teniendo un mal sueño y ya!
El escalofrío que recorrió mi cuerpo, mi respiración cortada —todo era parte de la pesadilla.
Sí. No pueden haber "créditos" a mi vida. ¡No pueden haber…!
—¿Qué demonios es esta idiotez...? ¡Maldita sea!
Me paré y rápidamente pateé la televisión para decirle lo que pensaba al respecto.
Mi pierna dio en el blanco, con fuerza suficiente para romperme un hueso.
Y a pesar de eso… ¿Qué está pasando? No me duele nada, ¿Y no estoy sangrando?
Ok. Ahora me estoy asustando. No entiendo nada de lo que pasa. Mi ansiedad
amenaza con matarme. Pero a pesar de todo… ¿Por qué no estoy llorando?
¿Qué demonios me está pasando? ¿Por qué no puedo recordar nada? ¿Siquiera soy
"Shintaro Kisaragi"?
Por favor. Quien sea. Solo díganme.
¿Qué me pasará ahora?
¿Voy a desaparecer?
¿Esto significa que todo se acabó?
¿O esto va a seguir así para siempre hasta el infinito? ¿Así es cómo será esto? ¿Yo,
solo, en este vacío para siempre…?
...Agh. Cualquier cosa menos eso. Este es el peor sueño de todos.
Me sentí listo para perder la cabeza. Si esto es un sueño, que alguien me despierte
de una vez… rápido…
—...Cálmate de una vez, Shintaro.
...Una voz.
La voz que escuché de la nada logró que los circuitos sobrecalentados de mi cerebro
se congelaran en su lugar. Sí, lo repentino me sorprendió demasiado, pero la verdadera
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |8
razón por la que quedé tan helado fue porque el dueño de la voz era la última persona que
esperaba que me llamara.
Siguiendo a la voz, un agudo, tono electrónico comenzó a sonar en intervalos
regulares. Seguía sonando con eco y a un mismo ritmo constante, con la frialdad de una
máquina. Algo sobre el ruido… Me es bastante familiar. Era el sonido usado en los
programas de TV para representar el pulso de alguien en cama.
¿Algún tipo de electrocardiograma...? Lo he escuchado quién sabe cuántas veces
antes. Cuando mi abuelo quedó hospitalizado. Cuando mi hermana casi se ahoga en el
océano. Eso, y una vez más.
Levantando mi cabeza para poner atención de nuevo, me encontré con una puerta
metálica que apareció de la nada, un poco más adelante de donde me encontraba. No había
ninguna pared alrededor —era solo una puerta, erguida ahí entre la nada.
Si es que seguía teniendo todos mis tornillos bien puestos, o si mi mente finalmente
había decidido ponerme a prueba, no lo sabía —en un escenario como este no sentí el más
mínimo shock o sorpresa.
Miré de más cerca a la puerta.
¿Dirigía a un cuarto de operación, quizás? Había una panel con luces rojas sobre la
puerta que me recordaba a los de los hospitales que indican que hay una cirugía en proceso.
Entre esto y la voz que acabo de escuchar…
—¿...Estás bien con que entre?
...Era la única interpretación a la que podía llegar.
La voz de recién me era definitivamente conocida. No había manera, pensé, que
pudiera ser cualquier tipo que no sea quien me imaginé.
Si ese era el caso —tan irónico como fuera— el hecho de que esto sea una puerta
de hospital tendría sentido de repente. Pero… ¿Era algo así siquiera posible?
Quiero decir, si pudiese volver a verlo, lo amaría. Había un montón de cosas de las
que tenemos que hablar. Durante los últimos dos años, me lamenté no poder ser capaz de
escuchar lo que él de verdad tenía que decir, o decirle lo que de verdad quería. ¿Qué fue lo
que pasó en ese día hace dos años atrás? ¿Por qué fui el único que quedó atrás? La pregunta
me carcomía constantemente.
Si esta es mi gran oportunidad para hablarle otra vez…
—...Abre.
En el momento en que mis palabras sonaron frente a la puerta, se escuchó un clic y
la luz roja del panel se apagó. Al mismo tiempo, la puerta de metal se abrió sin hacer ruido.
Lo primero que noté fue el olor. Ese inconfundible olor antiséptico característico de
cada esquina de un hospital sopló a través de la puerta semiabierta.
Lo siguiente que entró a mi vista fue una vasta e incontable cantidad de bolsas de
suero, repartidas entre todo el espacio de blanco puro. Los innumerables tubos de plástico
estaban todos ligados a bolsas distintas, llenas de un líquido incoloro, pero a pesar de esto,
todos se dirigían a un mismo punto fuera de mi rango de visión. Eran entre docenas, incluso
cientos, haciendo el cuadro parecer una especie de telaraña enredada.
Y al fondo de cada tubo… había algo que no podía ver desde la entrada. Juzgando
por la dirección por la que venía el sonido del electrocardiograma, debía venir del mismo
lugar al otro lado de las bolsas.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - |9
... Aunque una cascada de estas y otras preguntas destellaron en mi mente, la única
que reflexivamente logró salir de mis labios fue algo mucho más casual.
—¿Hace cuánto que no nos vemos, Haruka?
—...Um, hace largo tiempo, supongo, ¿cierto?
Haruka Kokonose, un estudiante un año escolar sobre el mío, sentado en su cama,
su voz tan suave como siempre.
...Algo así no debiese ser posible, pero ahí estaba —justo ahí— despierto.
—Um, Yo… ehh...
Mi voz tembló a más no poder. ¿Quién podría culparme? No tenía ningún tema
repentino que pudiese usar para una conversación casual con él. Haruka tuvo que haberlo
notado, ya que fue él el siguiente en hablar:
—Es fácil ponerse nervioso después de tanto tiempo, ¿no? Digo, nunca siquiera soñé
con la posibilidad de encontrarnos de nuevo de esta forma.
—¡Oh! T-tú también, ¿eh? Me siento igual.
Haruka respondió con un silencioso «Sí... », y bajó la mirada, su cara demostrando
un poco de tristeza.
...El silencio volvió demasiado pronto. No podría adivinar la cantidad de tiempo que
llevaba sin hablarle a alguien. Mi mente parecía recordar haberle hablado a mi hermana
hace un poco, pero además de eso, no tenía ni un solo, ni roto recuerdo de interactuar con
otro ser humano.
Ese era el tipo de chico que era. Y significaba que no había forma de que pudiese
mantener esta conversación en marcha por mi cuenta.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 10
—...Um. Así que, ¡Hay un montón de cosas de las que te quería hablar! Como dónde
estamos, y, y cosas así...
Como era de esperar, eso salió más fuerte de lo que pretendí. Al menos mi voz tuvo
el buen juicio de no rebotar mucho en las paredes.
Asumiendo que hay paredes en primer lugar, lo que —ahora que lo pienso— no
había.
Pero Haruka no actuó sorprendido para nada. En vez de eso, miró hacia abajo un
poco abatido.
—Así que no recuerdas nada después de todo lo que pasó, ¿no? No te olvidaste de…
bueno, todos, ¿cierto?
¿Todo lo que pasó? ¿Todos? No recordaba nada. ¿A qué “todos” se refería?
—Uhmm… Lo siento, no creo que recuerda nada en realidad.
—¿No? Eso creí… Bueno, ¿Por dónde debería empezar?
Haruka estaba actuando como si supiese algo. Quería extraer tanta información
como pudiese de él… o esa era mi intención, al menos. Pero no pude llevarme a apurarlo
tanto, tampoco.
Siempre había sido así. Haruka solía correr a su propio ritmo. En algún momento lo
llamé “Zona horaria estándar Haruka” en mi mente, en ese entonces. Nunca me molestó en
absoluto.
—...Sabes, Yo… yo siempre he querido preguntarte algo sobre… ti.
Ugh. No sirvo de nada. Apenas puedo poner una oración a funcionar. La gente solía
regañarme todo el tiempo por lo malo y quizás cruel que era con la gente, y ahora mírenme.
Es como si mi lengua estuviese atrofiada por falta de uso.
—Bueno, gracias. — Dijo Haruka a modo de disculpa. —Hay algo que necesito que
tengas claro antes, eso sí. Es una historia larga, pero...
Y entonces empezó a contar una historia del pasado, una que tomó más tiempo del
que esperé que tomara.
Su voz era tan clara como lo fue hace dos años atrás —en ese verano en el que murió.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 11
Días Perdidos 1
Verano.
Pasé un bolígrafo por mis dedos sin hacer nada mientras miraba con desgana el patio
de la escuela desde mi lugar junto a la ventana. Los tenues colores del otoño habían
comenzado a profundizarse, sus sombras se cernían cada vez más, convirtiendo las hojas
de los árboles caducifolios a través del césped delantero en un deslumbrante tono rojo.
El otoño es siempre la estación más colorida del año, y por eso, me gusta más que
nada.
El claro cielo azul estaba marcado aquí y allá con esponjosas nubes blancas como
algodón de azúcar, mientras que los suaves rayos de sol que asomaban ya no alardeaban
de su fuerza veraniega...
¿Adónde fue el verano este año, de todos modos? Es como si se hubiera ido en un
abrir y cerrar de ojos.
Todos los años, la cuestión de cuándo terminaba exactamente el verano me
cautivaba.
Algunas personas lo consideran a mediados de agosto, al final de las vacaciones de
Obon. Otros esperan hasta que finaliza el mes, para declararlo oficialmente como una cosa
del pasado. Incluso otros, especialmente de mi edad, lo relacionan con el final de las
vacaciones de verano, mientras que otros simplemente tienen una visión vaga de “cada vez
que hace más frío”. Hay personas que incluso lo consideran terminado cuando las cigarras
dejan de chillar desde sus puestos de vigilancia en los árboles.
Teniendo en cuenta todos estos puntos que las personas usan para marcar el final
del verano, parece sensato que todos tengan su propia definición de lo que realmente es el
verano en primer lugar.
Pensé en esto: incluso si algún político de carrera subiera al podio y dijera: «El verano
termina a esta hora en este día en este mes», aun así dependería del clima, y de las
costumbres locales. Nunca llegaría a ninguna parte. Nadie haría caso a tal duro golpe. Sé
con certeza que yo no lo haría.
Entonces, ¿qué significa realmente el verano para mí? Tampoco tuve muchas
oportunidades de salir durante éste. Algo sobre la temporada simplemente nunca parece
hacer clic conmigo.
Sin embargo, sería bueno si pudiera salir y divertirme un poco más el próximo verano.
Tal vez a la orilla del mar o algo así. Con amigos.
O acampar también sería bueno. No me gusta la sensación de los insectos zumbando
a mi alrededor, pero si todos preparamos un poco de curry y arroz alrededor del fuego,
apuesto a que sería realmente especial.
Si realmente pudiera liberarme y disfrutar todo lo que el verano tiene para ofrecer...
tal vez eso me ayudaría a encontrarlo. Mi propio verano.
El año que viene, ¿eh...? Suena un poco lejano.
…Ah bueno. Simplemente no pensemos en eso.
Ya pues. Tengo otras cosas en las que tengo que pensar de todos modos. Además,
ya son las tres de la tarde...
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 12
Espera. ¿Tres?
... ¿Huhhh? Tres de la tarde. ¡¿ya?! Oh mierda, ¿qué voy a hacer? ¡El sexto período
está por terminar! Ugh ¡No he llegado a ninguna parte con esto...! Todo bien. Todo bien.
Solo cálmate, y...
—Entonces, ¿pensaste en algunos enemigos para nosotros? ¡¿Algo que se sentirá
realmente bien para cortar?!
—Uh...
El tranquilo Salón de Preparación de la Ciencia fue sacudido de repente por una voz
estridente. Agitada era el término correcto para eso, era bastante ruidosa. ¿Cuál era su
problema? Se suponía que estábamos en medio de la clase.
Mientras reflexionaba sobre esto, me volví hacia el escritorio del maestro para
encontrar a mi instructor de aula, Tateyama-sensei, desplomado sobre él, roncando con
todas sus fuerzas. Era lo que había imaginado, la verdad.
Pero teniendo en cuenta que nuestra clase constaba de exactamente dos
estudiantes, eso solo significaba una cosa: solo quedaba una salida para quejarse y
continuar.
Resignándome a mi destino, me volví hacia la voz. La chica sentada a mi lado, con el
pelo negro recogido en coletas, me devolvió la mirada con una sonrisa traviesa.
Sus ojos algo almendrados estaban acompañados por algunas ojeras bastante
oscuras en la parte inferior. Podía escuchar débilmente música rock saliendo de los
auriculares alrededor de su cuello.
Takane Enomoto. Mi única compañera de clase.
La llamo mi “compañera de clase”, pero lo esencial detrás de esto era en realidad un
poco complejo. Técnicamente, se suponía que debía estar en la clase E, y Takane debería
haber estado en la Clase B. No deberíamos haber asistido a ninguna de las mismas clases.
Pero aquí estábamos, nuestros escritorios juntos: todo porque ambos teníamos una cierta
“enfermedad” y porque esto era “educación especial”.
Takane tenía una enfermedad rara que aparentemente la hacía quedarse dormida
al instante, sin previo aviso. Fuera lo que fuese, era lo suficientemente grave como para
reasignarla a esta clase. No es que ella realmente lo haya mencionado, y no es que alguna
vez me haya molestado en preguntarle al respecto, así que eso era todo lo que sabía.
Pero con una cara tan traviesa como la de Takane, sabía lo que vendría después. Esa
cara surgía solo cuando encontraba un punto débil, un pedazo suave de carne expuesta que
podía apuñalar.
Lo sabía porque tenía una idea bastante decente de cuál era mi punto débil. Takane,
tal vez sintiendo el pánico desplegándose dentro de mi cabeza, me pidió una respuesta.
—Hey, ya sabes, estoy bastante segura de que dijiste que dibujarías los gráficos para
los enemigos hoy, ¿verdad? ¿Cómo va eso? No me digas que no has dibujado nada hasta
ahora.
Aparté mis ojos de su mirada traviesa y miré el papel de dibujo en mis manos. No
contenía a ninguno de los “enemigos” que ella solicitó, ni ninguna otra evidencia de que
aún hubiera tocado el lápiz.
¿Y por qué la habría? No tenía memoria de dibujar nada en primer lugar. Si hubiera
alguna obra de arte allí abajo, habría sido el más sorprendido de todos.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 13
pagó su propio boleto para el concierto ya que no era estudiante en ese momento. Si eso
la motivó a unirse a nuestra escuela o no, no podría decirlo.
Y ahora estábamos a medio camino con el período de construcción del festival. Cada
clase tenía cuarto, quinto y sexto períodos libres de usarlos para lo que quisieran durante
estas dos semanas, así que una vez que terminaba el almuerzo, los pasillos cobraban vida
con los estudiantes preparando puestos de comida u otras estructuras. La última semana
antes del festival se veía a muchos cursos cesando por completo o poniendo un esfuerzo
simbólico, libres de la mayoría de sus clases para dedicar todo su día escolar al trabajo del
festival.
La mayoría de las clases normales, de todos modos.
Dado que la nuestra se encontraba en circunstancias algo diferentes, dependía de
nosotros como individuos si nos uníamos a cosas como el festival o la reunión escolar. Eso
estaba fuera de consideración por nuestros problemas de salud, por supuesto, pero como
estudiantes, de todos modos, no éramos exactamente los participantes más ansiosos en los
eventos escolares. Tampoco había forma de que intentáramos participar de manera
proactiva en este evento. Al principio ni siquiera se registró en la mente de Takane, y cuando
dijo «Realmente no quiero participar», pensé que eso sería el final.
Mis expectativas, al menos, era que eso era normal en nuestra clase, que no
tendríamos que preocuparnos por la preparación de ningún tipo de festival. Ese era el plan
inicial, al menos. Pensé que nuestras principales preocupaciones serían en qué orden
visitaríamos todos los puestos o cuántas porciones me permitiría de cada uno de los
vendedores de alimentos.
Hasta ayer por la mañana, de todos modos, no tenía ningún plan de ser forzado de
repente a construir un puesto de madera contrachapada y encontrar algún tipo de plato
barato que pudiera vender con un gran margen de beneficio.
—Bueno, supongo que no puedo culparte solo a ti por esto—, ofreció Takane a
regañadientes —Realmente es culpa de nuestro maestro, ¿sabes? Sacando todo esto de la
nada.
Señaló con el dedo a Tateyama-sensei, todavía extendido sobre su escritorio.
Algo en mí quería decir «Sé que se llama dedo índice, pero no tienes que señalarlo
tan fuerte», pero me aguanté con una sonrisa irónica.
Eso es porque, en general, estaba de acuerdo con Takane. La razón por la que
tuvimos que pensar en algo con tan poco tiempo de aviso mayormente tenía que ver con el
acto cobarde que Tateyama-sensei hizo el otro día.
—¡Ugh! ¿Por qué tenemos que aguantar a Tateyama-sensei tratando de ganar un
montón de puntos buenos para él? El hecho de que quiera impresionar al Director no
significa que haya tenido que decir: «¡Oh, vamos a sorprenderte!». Hablar de elevar las
expectativas sin ninguna buena razón. Por ejemplo, si no hemos hecho nada para
prepararnos, ¡no actuemos como si fuéramos los dioses supremos del universo!
Takane sacudió su escritorio para enfatizar su diatriba de alto decibelio. Sentí la
necesidad de calmarla.
—Bueno, no sé, estoy deseando que llegue. Además, es muy divertido trabajar en
esto así.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 15
de veinte personajes enemigos que aparecerían en el juego, y hasta ahora había dibujado
exactamente cero.
Dos horas desde la una en punto, y todavía no había hecho nada más que mirar mi
papel de dibujo. Si ni siquiera podía dibujar un personaje, veinte antes del final del día no
era más que un sueño imposible.
Pero… simplemente no podía.
No podía dibujar.
No era que fuera malo dibujando. Pensé era bastante bueno, en realidad, cuando se
trataba de paisajes y cosas. Pero tratar de encontrar personajes, o cualquier cosa que
coincidiera con la palabra clave “enemigo” como con la que estaba trabajando, parecía
crear un bloqueo mental.
Todos estos gemidos y quejidos dirigidos a mí mismo llevaron a un Takane
exasperado a pincharme de nuevo.
—¿Qué, ni siquiera puedes dibujar a un chico malo?
—Supongo que no puedo, de verdad. No juego mucho videojuegos como estos, así
que es un poco difícil imaginar cómo deberían ser estos enemigos.
Traté de ser honesto con ella, pero Takane respondió con un ligero suspiro y un dedo
apuntando directamente hacia mí.
—Mira, no importa cómo se vean. Siempre y cuando parezca que sería divertido
volarlos, todo está bien. Los juegos tienen que ver con aliviar el estrés de todos modos, así
que la idea aquí es diseñar personajes para ayudar con eso. ¿Me entiendes?
No entendí lo divertido de volar a alguien, pero incluso un no jugador como yo podía
ver la lógica en la explicación de Takane. Tateyama-sensei dijo que ella era una especie de
genio en los juegos de disparos en 3-D, y ahora podía creerlo.
Pero yo no tenía experiencia con juegos de disparos, mucho menos con volar cosas.
No tenía forma de averiguar qué tipo de enemigos se verían buenos para llenar de balas.
—Hmm... Entonces, ¿qué tipo de enemigos suelen aparecer en este tipo de juegos?
—Bueno, por ejemplo… en términos de algunos de los tiradores más populares, no
sé… ¿cómo zombis?
Zombis.
La simple palabra fue suficiente para hacerme estremecer. Me hizo recordar esta
película de terror y pánico cargada de zombis que vi en la televisión hace un tiempo. Caray,
eso había sido aterrador. Todos estos aldeanos, indefensos contra la multitud de muertos
vivientes que salieron de sus tumbas y formaron hordas gigantes… y luego…
—Uh, lo siento, Takane, pero… algo además que eso sería bueno…
—¿Huh? ¿Cuál es el problema con los z-zombis? ¿Tienes algún problema con ellos?
—No es un problema, pero… quiero decir, los zombis z no existen en la vida real, por
lo que es un poco difícil imaginar cómo son… y esas cosas.
Takane levantó una ceja ante mi doloroso intento de defensa, pero no por mucho
tiempo. Pronto, levantó la vista, de repente se dio cuenta de algo, y me señaló con el dedo
otra vez.
—Bueno, ¿por qué no los basas en animales y eso? Quiero decir, los monstruos en
los videojuegos generalmente están inspirados en partes de animales y otras cosas.
—¿Animales monstruosos…? Hmm Tal vez podría hacer eso.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 17
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 18
El concepto me recordó al anime que pasan en la televisión por las tardes, el que es
sobre ese niño y los monstruos que salen volando de las cápsulas que arroja. Me gustaba
cómo los más pequeños se transformaban en más grandes, o algunas veces se combinarían
para formar monstruos más complejos. Recordé estar enamorado de ese show cuando era
niño. De hecho, ¿no dibujaba básicamente nada más que las criaturas de ese anime en ese
entonces? Sí. También se me ocurrieron algunas bestias originales.
…Esto podría funcionar. Si a ella no le importaba que criaturas como esa fueran los
enemigos en este juego, podría pensar en algunas ideas. De hecho, tal vez veinte en una
sola tarde no era un sueño después de todo.
—Sí... Gracias, Takane. ¡Creo que puedo hacer algo con eso!
Puse mi puño en el aire. Takane resopló con aprobación en respuesta.
—Bueno, ¡adelante! No puede haber problemas que arruinen nuestro festival, ya
sabes.
Nuestro plan para el festival escolar era crear una especie de juego de disparos
competitivo. En lugar de intentar alcanzar un cierto total de puntos, los retadores
intentarían acumular una puntuación más alta que el campeón de la clase, es decir, Takane.
La razón por la que optamos por estas reglas fue porque solo teníamos un premio
para regalar: un solo espécimen raro de pez oceánico en el que Tateyama-sensei gastó todo
el presupuesto del festival. Con eso en mente, si incluso un solo retador ganara, ese sería el
final de nuestro evento. Se convertiría en un festival escolar sombrío muy rápido si eso
sucediera.
Esto significaba que no podíamos permitirnos regalar nuestro premio hasta el final
del festival. Pero si establecíamos los requisitos demasiado altos, el potencial de quejas de
los clientes me molestarían.
De ahí surgió la idea “competitiva” de Takane. Como ella dijo, «Si una linda chica
como yo es su oponente, nadie va a quejarse tanto de perder». Desde un punto de vista
social, tenía razón, supuse. Eso todavía significaba que todo terminaría si perdía, pero
Takane tenía tanta confianza en sus habilidades que, mientras no fuera fácil con nadie,
nunca perdería. Eso afirmó ella, de todos modos.
Entonces, realmente, la atmósfera alrededor de la clase en ese momento era, más
o menos, «Podemos pasar todo el día contando las cosas que nos están volviendo locos,
pero eso no ayudará a que se hagan».
Teníamos que hacer un juego de disparos en una semana para el festival escolar. No
teníamos tiempo y muy pocas personas para trabajar. Pensé que era ridículo incluso
intentarlo, pero era extraño cómo me sentía al respecto: Me emocionaba totalmente.
—Sí… Hagamos de este el mejor espectáculo que podamos, Takane.
—Bueno, duh. Eso es lo único que podemos hacer.
Takane me sonrió. Podía sentir mis propios labios haciendo lo mismo.
—…Oh, claro—, continuó, aplaudiendo de repente. Claramente recordó algo u otro
mientras me miraba, —¿Cómo deberíamos llamar a esto, de todos modos? Dijiste que lo
pensarías ayer.
Oh. Si, lo hice. Olvidé decirle… Saqué un fólder de mi bolso y le di a Takane una sola
hoja de papel de dibujo.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 19
—¿Huh? ¿Qué es eso…? ¡Whoa! Dibujaste un logo? ¡Wow, realmente puedes hacer
cosas como esta! Um, veamos…
Había pasado gran parte de la noche anterior pensando en un título adecuado, pero
ahora que lo pensaba, Takane sería la primera persona en decirlo en voz alta.
¿Cómo sonaría, saliendo de su boca? Me excitó un poco.
Sosteniendo el papel hacia arriba, con la música rock todavía filtrándose alrededor
de su cuello, Takane lo intentó.
—…Actor de los auriculares.
Ella no lo parecía, pero en realidad podías emocionarla con bastante facilidad. Salivé
al pensar en qué tipo de reacción tendría ella. Solo imaginar la expresión de sorpresa en su
rostro hizo que mis mejillas se sonrojaran un poco. Todavía tenía que darme un cumplido,
pero tal vez este portafolio cambiaría su opinión un poco.
Reflexionar sobre esto me llenó de jugos creativos a pesar de lo tarde que era. Cierto.
Es hora de acabar al último chico. Mi respiración se aceleró cuando pasé a la siguiente
página de la enciclopedia.
—…Huh. Eso es raro.
La página se había detenido en una vaca. Ya cubrí eso con “Heiferheave”, número
once, así que eso no iba a funcionar. ¿Me salté una página cuando no estaba prestando
atención? Volví la página de nuevo, pero ya había usado el oso en esa para mi híbrido “Bear-
Rilla” (número tres), por lo que tampoco iba a funcionar.
…Espera.
Golpeado por un inquietante presentimiento, acerqué la enciclopedia y me volví a
la tabla de contenido, escaneando la lista de animales por página. Perro, halcón, cerdo,
tortuga. ¡Dahh! ¡Lo sabía!
—Aw, cielos, ya hice referencia a todos los animales aquí…
Bueno, eso fue descuidado de mi parte. Todavía tenía un monstruo que hacer, pero
había usado todos los animales de este libro como referencia. ¿Ahora qué? Ya me había
declarado a mí mismo que tenía que dibujar veinte monstruos antes de parar. No podía
simplemente decir “Lo siento, no puedo hacerlo” ahora.
Además, se suponía que el monstruo final sería el último jefe, por así decirlo. Una
criatura más fuerte que cualquiera de los personajes que la precedieron. No podría abordar
esto de la misma manera que los demás.
Ugh, si hubiera sabido que esto iba a suceder, no hubiera sido tan entusiasta acerca
de combinar características de diferentes animales en cada uno. Quiero decir, vamos, ¿Bear-
Rilla? ¿Por qué no me quedé con uno u otro?
Mientras mi mente bajaba en espiral por este insensato pozo de inseguridad,
escuché un tono de llamada en la habitación. Al girar, vi mi teléfono parpadear desde la
mitad de la cama. Me apresuré a recogerlo y volví a mirar el reloj de pared. Todavía la una
de la madrugada ¿Quién llamaría a esta hora?
Llevé el teléfono a mi oído, sin molestarme en verificar el número.
—¿Um, hola?
—Oh, me imaginé que estarías despierto. Lo siento, por llamar tan tarde.
Era Tateyama-sensei. No parecía demasiado nervioso, pero todavía había un poco
de incomodidad. Me senté en la cama y estiré un poco las piernas para ponerme cómodo.
—Oh, no, está bien… pero ¿pasa algo?
—¿Mm? Bueno, eh, algo sobre el festival escolar— Sonaba evasivo. ¿”Algo” sobre el
festival? ¿Qué? Antes de que pudiera preguntar, se lanzó directamente a contar su historia
—Oye, escuché de Takane que tú también estabas trabajando hasta tarde anoche, ¿eh?
Entonces… eh, pensé que tal vez estabas presionándote de nuevo esta noche.
Oh. Esa clase de cosas. Intenté sonar lo más brillante posible en respuesta.
—No, no, no es nada difícil. De hecho, es muy divertido, parece que mi cuerpo se
mueve solo.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 21
Tampoco era una mentira. Así era exactamente como quería describir lo bien que
iban las cosas. Pero también sabía que ese no era el punto principal de la pregunta de mi
maestro.
Como se esperaba, Tateyama-sensei continuó, claramente teniendo problemas para
encontrar las palabras correctas para enmarcar llegar al tema.
—Bueno, sí, pero no tiene sentido destruir tu cuerpo por esto, ¿sabes? Si quieres
disfrutar el día del festival, es importante que descanses cuando…
—…Realmente no tiene que preocuparse, Tateyama-sensei—, lo interrumpí antes
de que pudiera terminar. En lugar de responder, mi maestro dio un pequeño suspiro.
El silencio continuó por un momento, haciendo que el segundero del reloj pareciera
aún más fuerte de lo habitual. El ritmo bien regulado de su clic, clic, clic fue un poco
espeluznante. No sé cómo o cuándo eso comenzó, pero lo hizo.
Hablando de segundos, logré calcularlo en el fondo de mi mente una vez. Solo me
quedaban unos 30 millones de segundos. Uno pensaría que sonaba como mucho tiempo,
pero era extraño lo difícil que es estimar la duración del tiempo a menos que lo
experimentaras por ti mismo.
Ugh, ya es tarde. No podía mantenerlo en el teléfono para siempre. Decidí
simplemente decirle a Tateyama-sensei directamente lo que quería.
—Quiero decir, ya sea que descanse o no, me queda un año antes de morir.
Mi enfermedad ciertamente le gustaba seguir un horario, al menos.
Cuando mató a mi madre, aparentemente esperó hasta el momento exacto en que
los médicos dijeron que lo haría en su diagnóstico. Y dijeron “un año”, así que pensé, oye,
eso es justamente por lo que quería esperar también. Por ahora, al menos, nada de eso me
hizo quejarme o llorar por mi destino. Probablemente tenía que agradecer a mi padre por
eso.
Mi padre era un tipo bastante excéntrico.
Trabajaba en un laboratorio de investigación u otro, y por lo que yo sabía, él siempre
iba por la vida directamente y sin límites, sin mentir, sin bromas, nada de eso. Pero aun así
fue una gran sorpresa cuando se me acercó, cuando tenía diez años, me miró con la cara
seria y dijo, «Probablemente vas a morir dentro de seis años».
Aún vivíamos juntos, nosotros dos, pero mi padre estaba tan ocupado con el trabajo
que rara vez nos veíamos mucho. Entonces, un ayudante que vivía en casa manejaba las
cosas como comida y viajes al hospital para mí.
Eso era todo lo que sabía sobre mi padre, en realidad, pero por lo que había
escuchado, mi padre había comenzado a volverse un poco… “extraño”, como decía la gente,
cuando murió mi madre.
Pensando en todas esas cosas, seguro, admito que suena como si hubiera vivido una
vida bastante solitaria. Lo pasé mucho solo y todavía hay muchas cosas de las que soy
totalmente incapaz.
Tenía más que mi parte justa de mujeres de mediana edad que nunca había
conocido antes de derramar lágrimas y decirme cosas como “pobre, pobre niño”, así que
imaginé que eso era probablemente lo que la mayoría de la gente pensaba de mí.
Pero realmente, no pensaba que mi vida fuera tan mala.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 22
Días Perdidos 2
Habían pasado unos diez minutos desde que comencé a caminar por el sendero, que
estaba cargado con una colorida variedad de hojas rojas y amarillas. La sensación de crujir
bajo cada paso era muy refrescante.
Llevaba una bolsa de viaje bastante pesada, pero entre las hojas y el clima agradable,
no podría haberme sentido mejor, tanto en mente como en cuerpo.
Era un día libre agradable, pero no me dirigía a algún tipo de spa o resort idílico.
Apenas me había topado con alguien más, de hecho. En un vecindario tan tranquilo como
este, la mayoría de las personas que vi estaban en sus años dorados. Asintiendo
amablemente a cada uno de ellos, esquivé un cochecito de bebé que avanzaba mientras
avanzaba hacia la casa de Tateyama-sensei.
Teníamos solo seis días para el festival escolar, y había acordado quedarme en casa
de Tateyama-sensei como una especie de sesión improvisada de “momentos cruciales”.
El razonamiento era simple. Mi maestro tenía la computadora y los accesorios
necesarios para escanear, colorear y editar los gráficos del juego.
Tateyama-sensei mencionó que solía hacer juegos “independientes” durante un
punto olvidado en el pasado, y de cualquier manera, nunca podría permitirme todo el
equipo para trabajar en esto. Así que se lo pedí prestado, pero no podía llevar exactamente
esas cosas a casa conmigo, y de todos modos sería grosero.
Una vez que comenzamos a hablar sobre la fotografía de Takane, terminamos
desviándonos en todo tipo de otros temas. Finalmente, nuestros planes aumentaron lo
suficiente como para garantizar una pijamada laboral.
—Umm, gira a la derecha en la oficina de correos…
Al doblar la esquina en una pequeña oficina de correos, como me indicó mi maestro,
fui recibido por la fuerza del sol de otoño, previamente bloqueado por los árboles que
bordeaban el sendero. Era otoño, pero si seguía caminando directamente bajo la luz del sol,
podría ser suficiente para broncearme. No es que me importara. Siempre he querido un
poco más de color en mi piel, pero nunca tuve muchas oportunidades de trabajar en ello.
Las ruedas rodantes de mi maleta se sacudieron mientras continuaba, llegando
finalmente al parque que Tateyama-sensei me dijo que buscara. Mirando por encima de la
cerca baja que lo rodeaba, en medio del cajón de arena, el tobogán, los columpios y el resto
del equipo del patio de recreo, encontré un conjunto de barras de gimnasia con soportes
en forma de gorilas.
El adorable, abrazable Bear-Rilla que creé anoche pasó por mi mente. Una vez que
este festival terminara, ¿qué iba a hacer con todos estos personajes? Tendría que pensar
en eso. Después de todo el amor que derramé en ellos me parecía un poco triste olvidarlos
sin volver a ver la luz del día. Tal vez podría hacer algunos botones de personajes a partir de
su imagen y pasarlos en la escuela. Eso podría funcionar.
Despidiéndome de las barras de gorilas, me volví hacia la acera. Según las
instrucciones que tenía, la casa de Tateyama-sensei daba a este parque. Me hubiera
detenido para orientarme, pero había tan poca gente alrededor que seguí avanzando
mientras evaluaba las casas a mi alrededor.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 25
Describió su casa solo en forma de palabras, pero cuando la encontré, no había lugar
a dudas. Tenía que ser el lugar.
—…Sí, esta es la única casa de ladrillo rojo, de todos modos.
Al revisar la placa de identificación junto a la puerta, vi que decía TATEYAMA. Sin
perder el ritmo, toqué el timbre al lado de la puerta principal. Sonó un ding-dong electrónico.
Siempre tuve problemas con momentos como estos. Era tan raro para mí visitar las casas
de otras personas que no pude evitar moverme, mi cuerpo buscando algún tipo de
liberación de la tensión en el aire.
Pero mientras esperaba diez segundos… veinte segundos… treinta segundos, no
tenía la impresión de que alguien fuera a abrir la puerta.
Eso es raro. Estoy bastante seguro de que me dijo la otra noche que llegaría tarde
debido a algunas reuniones, pero que su hija saldría a saludarme.
Parecía grosero de mi parte, pero me asomé por una de las ventanas delanteras.
Sería una cosa si las cortinas estuvieran cerradas, pero si no, tal vez podría ver lo que estaba
sucediendo adentro. Por supuesto, tan soleado como estaba, dudaba que pudiera ver algo
a través del resplandor.
Desde mi punto de vista, pude ver tres ventanas arriba, y en el primer piso…
…Alguien está ahí.
En la ventana del extremo derecho del primer piso, había una figura, una que se
parecía a una joven con el pelo largo. Ella me miraba fijamente.
¿Cuánto tiempo me había estado mirando? Tenía que ser consciente de que estaba
aquí, pero no se movía ni una pulgada.
—¡Ah… Ahhhhhh!
Cuando me di cuenta de esto, grité como si estuviera en una escena de película de
terror y me encontré cayendo de espaldas. A medida que el dolor de mis caderas se
registraba en mi cabeza, mi cerebro en pánico comenzó a evocar todo tipo de escenarios
horribles. ¿Quién era esa chica? ¿La hija del señor Tateyama? ¿Cómo es que no abrió la
puerta entonces? ¿Qué pasa con ella? Ooh, pero si ella es su hija. Al menos tengo que
saludarla. No puedo sentarme aquí delante de su casa para siempre. Probablemente debería
levantarme, al menos…
—¡Whoa! ¡Ella se ha ido!
Solo había quitado los ojos de la ventana por un momento, justo cuando perdí el
equilibrio. Ni siquiera pudo haber sido un segundo. Eso fue todo lo que necesitó para que
la silueta congelada de la niña junto a la ventana desapareciera sin dejar rastro. Podía sentir
algo estremeciéndose en mi pecho, una sensación de miedo diferente al susto de salto
anterior.
Entonces sentí algo vibrando en mi bolsillo.
—¡Aaaaagghhh!
Mis sentidos ya estaban al límite, así que este pequeño ataque de zumbidos
alrededor de mi cintura fue todo lo que me tomó gritar una vez más. En términos de
volumen, podría haber sido aún más fuerte que antes. La posterior comprensión de que era
mi teléfono celular me hizo sentir una vergüenza insoportable. Realmente tengo que
disculparme con los vecinos por actuar como un bicho raro.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 26
¿Quién hizo esto? ¿Y por qué? Intenté al menos fingir pensarlo, pero en este
momento, solo un sospechoso potencial apareció en mi mente.
Esa chica. La hija de Tateyama-sensei.
Todavía no tenía idea de por qué, pero debo haber hecho algo para molestarla. No
me importó que ella me rechazara tanto antes, ¿pero encerrarme en una habitación como
esta? Eso era algo malo.
Además, ni siquiera sabía lo que había hecho mal. Odiar a alguien que nunca has
conocido me pareció injusto. ¿Cuál era su motivación?
Me senté allí un rato, angustiado por la pregunta, cuando escuché pasos.
Mi cuerpo saltó ante la repentina visita. ¿Quién es? Espero que sea su esposa, al
menos. ¡Tengo que salir de aquí!
—¡Umm, disculpe!— Traté de gritar —¡¿Podrías abrir esta puerta?! No soy un
intruso ni nada. ¡Por favor!
Los pasos se detuvieron de inmediato. Luego, como si giraran en su lugar, se
acercaron a la sala de libros en la que estaba. Parecía que al fin iba a salir.
Pero ¿y si era su hija? Si ella me encerró aquí, sería extraño que me dejara libre
nuevamente. Entonces, ¿era su esposa? No pensé que ella estuviera en casa todavía…
De repente, escuché el ka-chunk de antes otra vez. Salté lejos de la puerta justo a
tiempo cuando se abrió hacia adentro, solo para encontrarme cara a cara con una niña en
pijama. Se frotó los ojos, como si acabara de despertarse, su largo cabello negro se movía
en direcciones extrañas aquí y allá. No parecía mucho más joven que yo. ¿Era esta su hija
después de todo?
—Dios, ¿te callas? ¿¡De qué estás hablando!? Además, papá dijo que no deberías
entrar en…
La chica aparentemente tenía toda la intención de gritarme al principio, pero cuando
me miró, se detuvo y me lanzó una mirada incrédula.
—¿Uh, Shuu… ya…?
—¿Sh-Shuuya…? ¿Qué quieres decir?
Casi me encogí bajo su mirada amenazante.
—Uh…—, respondió ella, congelándose en su lugar.
Entonces, ¿es esta su hija, o qué...? Tenía que ser, situacionalmente hablando, pero
ella no parecía coincidir con la chica de la ventana antes. Esa chica tenía una silueta parcial,
pero entre el largo del cabello y la estructura facial, se veía… diferente.
Además, esta chica…
—Um ... ¿te desperté?— pregunté.
—Yo…—, comenzó la niña, con el rostro enrojecido —Yo ... ja-ja-ja…— Entonces, sin
previo aviso, ella salió corriendo a toda velocidad.
—¡¿Eh?! Oye, espera… ¡¿Qué estás haciendo?!
Negándose a escuchar, la niña bajó las escaleras a toda velocidad con una fuerza
asombrosa.
Salté de la habitación con la esperanza de perseguirla, pero me encontré detenido
por el grito de un chico abajo.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 29
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 30
Días Perdidos 3
El cuarto en el segundo piso estaba calentado por el sol de la tarde.
Guiado a una habitación de invitados, la «habitación que se suponía te iban a
enseñar», como dijo Ayano, me di el gusto de tomar un té caliente. El tazón en el centro de
la mesa de madera estaba rodeado con una selección de galletas, cada una envuelta
individualmente de manera exquisita.
Cualquier cosa empaquetada así tenía que ser elegante. Mejor no me atraganto
como lo hago con las bolsas de papas fritas de tamaño normal que a veces me como, eso es
lo que me dije a mí mismo, de todos modos. Pero cielos, estas galletas sabían fabulosas.
Traté de detenerme, pero era una tarea aparentemente insuperable.
Así que comencé a hablar de cualquier cosa y de todo, haciendo todo lo posible por
ocupar mi boca con algo además de la comida.
—Cielos, sin embargo, ¡qué sorpresa! No tenía idea de que Tateyama-sensei tenía
cuatro hijos… Entonces, ¿fue este niño “Shuuya” el que me encerró en esa habitación antes?
—Sí…—, dijo Ayano, sentada frente a mí —Ciertamente. Oh, no sé cómo
disculparme contigo…— Entonces ella inclinó la cabeza.
Quedar encerrado fue un shock, sin duda, pero no estaba herido ni nada, y no podía
reunir las ganas para enojarme por eso. Quiero decir, ¿había estado enojado por algo en mi
vida hasta ahora? Realmente no lo creo.
—¡Jajaja! Oh, está bien, está bien. Fue algo así como mi propia misión de
supervivencia personal, en cierto modo. Nunca antes me habían encerrado en una
habitación así, ¡así que fue algo emocionante, incluso!
—¿Uh? ¿Supervi…? ¡Ah, ja, ja, ja…!
Y así la conversación continuó incómodamente.
Había pasado aproximadamente media hora desde mi escape de la biblioteca. Ayano
se había cambiado su pijama por un vestido blanco con un cárdigan beige en la parte
superior. Al volver a mirarla, me di cuenta de que Ayano no se parecía mucho a Tateyama-
sensei. Desde su cabello hasta sus ojos oscuros y su nariz, me imaginé que debería ser
parecida al lado de la familia de su madre.
—Sin embargo, supongo que soy yo quien tiene que disculparse: irrumpir así para
que podamos trabajar en nuestro proyecto del festival escolar…
—¡Oh, no te preocupes por eso! Papá casi nunca hace que los estudiantes visiten la
casa así, así que me alegro de verte. A veces puede ser un lugar muy animado, así que…
Ayano hizo una pausa, mirando al espacio por un momento.
—También puede ser un poco peligroso—, agregó, —pero…
Rara vez había sido un huésped, pero aun así, no esperaba este tipo de advertencia
en nuestra primera reunión. ¿Estaba hablando de más “travesuras” de sus hermanos?
Considerando mi experiencia en la biblioteca, eso parecía bastante plausible. A juzgar por
cómo se veía cuando la vi por primera vez, parecía que habían hecho sufrir mucho a Ayano.
Tal vez solo están en esa incómoda etapa rebelde. Como hijo único, me pareció fascinante.
—Oye, ¿crees que pueda saludar a tus hermanos? Me quedaré aquí unos días, así
que mejor me presento…
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 32
Ayano hizo una pausa y me miró directamente a los ojos, como si me advirtiera en
silencio que no se tolerarían respuestas deshonestas. Me tensé bajo su mirada fulminante,
preparándome mentalmente para responder cualquier petición que ella tuviera. Estaba
interrumpiendo el almuerzo por esto, después de todo. ¿Qué podría ser?
Mi postura rígida hizo que Ayano me mirara de nuevo, burlona. Entonces ella habló.
—…Um, ¿justo ahora, estabas pensando en algo sucio?
Sentí como un golpe de cuerpo directo a mi pecho sin protección. Mi corazón latía
con miedo.
—¿S-S-Sucio? ¡¿Qué pregunta es esa, Ayano?!
Quiero decir, yo… estaba pensando un poco en ella, sí. ¡Pero nada sucio! ¡Estoy
siendo acusado por un crimen que no cometí!
…En el siguiente momento, sin embargo, recuperé la compostura. Ayano no es una
especie de maga. No es que ella pudiera leer mi mente. “Justo ahora” debe haberse referido
a antes de que llamara a la puerta. ¿Tal vez mientras estábamos hablando…?
—¿Por qué estás actuando tan nervioso…? ¡Estoy empezando a sospechar! Estabas
teniendo pensamientos sucios sobre mí cuando estábamos hablando, ¡¿no?!
Los ojos de Ayano estaban pegados a los míos. Entonces ella estaba hablando de
nuestra conversación. Cielos, y aquí estaba yo volviéndome loco por la idea de que ella
leyera mi mente desde el primer piso. Bueno, eso es bueno, al menos…
¡Espera! ¡No, no es! ¿Qué quiere decir ella, estaba pensando pensamientos sucios?
¿Yo? ¡¿Sobre ella?! ¡No tenía ninguna intención de ello! La acusación fue suficiente para
hacerme saltar a la acción para defenderme.
—¡Tú, tienes la idea equivocada! Quiero decir, Ayano, ¿qué te pasa? ¿Qué hice para
hacerte pensar eso?
—¡No fue nada de eso! Ustedes son todos una manada de lobos, ¿no es así?
¿Qué estaba diciendo?
Sus palabras eran casi incoherentes, pero esta Ayano ahora estaba prácticamente
en mi cara, abruptamente adquiriendo un tono mucho más enojado. Ugh, ¿qué le ha
pasado? Parecía tan amable y educada hasta ahora. Hablando sobre trastorno de
personalidad múltiple.
Pero… ¿cómo debería responder? No es como si negarlo fuera a hacer que me
creyera… Ah, joder. Solo preguntemos.
—Umm… Entonces, ¿qué podría hacer para que me perdones?
—¿Qué podrías hacer…?
La pregunta sometió a Ayano al silencio. Ella pensó por un momento.
—Bueno, solo prométeme que no me mirarás y volverás a tener pensamientos
sucios. Te perdonaré entonces.
—Mira, realmente, no hice nada como-
—¡Solo prométemelo!
Ayano le dio un golpe a la mesa.
¡Ahh! ¡Pongamos todo sobre la mesa! Cerré los ojos y grité a medias, —Ugghh, está
bien! ¡Nunca más volveré a tener pensamientos sucios sobre ti! ¡Lo prometo!
Oof, ¿qué estoy diciendo ahora?
—Bueno. Esa es una promesa, ¿de acuerdo?
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 37
Ayano me sonrió. Después de ese arrebato intimidante, fue un poco difícil alegrarme
por su sonrisa. Ella se puso de pie triunfante, —Está bien, bueno, lamento molestarte—,
dijo, tarareando para sí misma mientras salía de la habitación.
Creo que fue la primera vez en mi vida que alguien dijo «Lamento molestarte» y
desee responder, «Sí, espero que lo estés».
Una vez que se cerró la puerta, reinó el silencio. Me dejó solo una vez más.
¿Qué fue todo eso justo ahora? Fue un shock, me quedé sentado aturdido por unos
momentos. Ayano… pensé que era una chica agradable y elegante. No tenía idea de que
ella también tenía ese lado. Definitivamente no había sido una especie de broma. ¿Tal vez
estaba lidiando con un estrés realmente terrible? Ella actuó como si sus hermanos hicieran
las cosas difíciles para ella. ¿Tal vez esa era la causa?
Observé la pared por un momento, reflexionando sobre su extraño comportamiento,
cuando otro golpe llegó a la puerta.
—¡Hyah…!
Me puse de pie, sorprendido una vez más. Asustándome a muerte dos veces en el
mismo día por golpes en la puerta… ¿Qué me está pasando hoy? Es Ayano otra vez, ¿no?
¡Tiene que ser…!
—Disculpa.
Era Ayano.
Me dio una mirada en blanco, notando lo congelado que estaba, la cara tensa en
anticipación de lo que se avecinaba.
—Um, ¿pasa algo?
—No, nada, de verdad. ¡Jaja!
Traté de forzar una sonrisa. No funcionó muy bien. ¿Con cuál Ayano estaba tratando
aquí? ¿Cómo podría ser toda sonrisas conmigo después de lo que sucedió hace un
momento?
—¿No?... Bueno. Lamento hacerte esperar tanto tiempo para el almuerzo. No había
mucho en el refrigerador, así que salí corriendo a tomar algunas cosas…
Luego levantó la bandeja a sus pies y la llevó sin esfuerzo a la mesa. En el momento
en que lo dejó, el olor de algo agridulce entró en mis fosas nasales.
—Traté de comprar un tazón de arroz al estilo chino, pero espero que se adapte a
tu paladar…
—Oh, claro. Definitivamente… ¡Te lo prometo!
Mi cara rígida se aflojó, estallando en una sonrisa forzosa. No tenía sentido dejar
que esto se enfríe. Inmediatamente tomé mis palillos y junté mis manos.
—Gracias por hacer esto por-
…Espera un segundo.
La comprensión repentina me hizo parar. Ayano me miró a la cara con una mirada
preocupada.
—¿Pasa algo, Haruka? ¿No es de tu gusto?
—Oh, no, no, esto es genial. Yo solo, ehh…
Sabía exactamente lo que me estaba molestando. Pero no me haría ningún bien
mantenerme callado al respecto. Decidí hacer la pregunta.
—¿Dijiste que saliste a recoger algunos ingredientes, Ayano?
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 38
Entonces, la “cosa extraña” de la que había estado hablando era una hermana
gemela, ¿eh? Bueno, eso aclaraba la confusión, al menos. Ayano era una buena chica
después de todo.
…Ahora, entonces.
Me acomodé frente a mi tazón de arroz chino ahora frío.
—¡Aquí vamos!
Justo cuando estaba a punto de empezar, escuché un grito abajo. Supongo que
Ayano no pudo contenerse.
Mientras disfrutaba el arroz no demasiado blando ni demasiado duro, me pregunté
por qué el grito había venido de un chico en lugar de una chica.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 40
Días Perdidos 4
—Cielos, que suerte tengo…
Era la una de la mañana. Casi todo el vecindario estaba dormido. En el momento en
que regresé de la tienda, abrí mi bolsa de plástico y sonreí de oreja a oreja. Contenía una
variedad de bocadillos y bebidas, así como dos pequeñas tazas de pudín de natilla.
“Pequeñas” hace que suene de baja calidad, pero con el pudín de la tienda, pequeño
significa buena calidad. ¿Por qué dos, sin embargo? Simple: tenían una pequeña lotería en
el mostrador y gané una copa gratis.
No podía creer lo afortunado que era. Casi nunca ganaba rifas o cosas así, pero tal
vez algún tipo de poder recién descubierto se estaba dando a conocer en mi cerebro. Buen
trabajo a mí mismo.
Realmente se sentía genial, ganar un premio tan increíble después de hacer compras
por un valor de aproximadamente mil yenes. ¿Cómo ganaban dinero las tiendas haciendo
cosas como esta? La idea me preocupó un poco, pero no estaba a punto de devolver mi
premio, así que en lugar de eso le susurré «Gracias» al empleado en agradecimiento.
Nos quedaban dos días para el festival escolar, y mi pequeña pijamada para
desarrolladores de juegos estaba llegando rápidamente a su final. De hecho, como ya había
terminado con el trabajo de colorear Bear-Rilla y el resto de mi zoológico, todo lo que me
quedaba por hacer era dibujar algunos fondos más. La parte del “clímax” involucraba
principalmente a Tateyama-sensei, quien había estado sin dormir todo el tiempo. Escuchar
los gemidos nocturnos desde su escritorio siempre me hacía sentir culpable, de alguna
manera, pero realmente no podía ayudarlo con su trabajo de programación.
En cambio, he sido nuestro proveedor oficial de alimentos y bebidas durante los
últimos días. También me daba la oportunidad de conseguir mi cena, por lo que todos
ganábamos. ¿Es así como se usa ese término? No sé. Supongo que no importa.
Sin embargo, no quería sentarme allí sin hacer nada. Tateyama-sensei me había
pedido café y estaba a punto de conseguirlo. Me quité los zapatos y me dirigí por el pasillo.
No estaba tan lejos de la escalera, así que no me molesté en encender una luz, manteniendo
mi mano contra la pared mientras avanzaba.
El resto de la familia ya tenía que estar durmiendo. No quería despertarlos, así que
hice todo lo posible para no hacer ruido. Lentamente, con cuidado, me arrastré y, al hacerlo,
pasé por la puerta con el cartel de HABITACIÓN DE LOS NIÑOS. Por un momento, los
acontecimientos de mi primer día pasaron por mi mente: quedar encerrado en la librería,
acusado de poseer una mente sucia. Eso fue hace cuatro días ya. El tiempo vuela.
Curiosamente, todo ese tiempo, nunca volví a encontrarme con ninguno de los
hermanos de Ayano. Pasé la mayor parte de mi tiempo encerrado en mi habitación, pero
parecía extraño que nunca nos viéramos ni un poco, a pesar de que estábamos en la misma
casa. Tuvieron que ir a la escuela durante estos cuatro días, y estoy bastante seguro de que
habíamos estado compartiendo un baño…
Subí las escaleras lentamente, teniendo cuidado de no hacer ningún crujido,
mientras mi mente se detenía en estos misteriosos hermanos.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 41
Todavía dolía un poco, pero considerando lo lloroso que estaba el niño, decidí no
pensar en ello. —Sí, no hay problema—, le dije, sonriendo de la manera más amigable y
atractiva que pude, —¿Entonces eres el hermano de Ayano?
El niño parecía un poco asustado por la pregunta, pero asintió rápidamente.
—S-sí, lo estoy, pero… ¿vas a reportarle esto a ella?
En el momento en que hizo la pregunta, comenzó a temblar.
¿Reportarle? No era como si estuviéramos en el campo de entrenamiento. Pero a
juzgar por su actitud, probablemente no querría estar cerca de Ayano cuando estaba
enojada. Ella hizo que su hermano gritara en mi primer día aquí, después de todo. Mejor…
tenía eso en cuenta.
—¡No, claro que no! Um, solo quería saludarte, ya que no te había visto antes…—Le
extendí una mano amiga —Mi nombre es Haruka Kokonose. ¿Cuál es el tuyo?"
El niño movió su hámster a su otra mano para sacudir la mía.
—Um, es Kousuke. Hola.
Ese nombre levantó una bandera en mi memoria. Ayano mencionó un “Shuuya” en
mi primer día aquí, estaba bastante seguro. Uno de ellos tenía que ser mayor que el otro.
¿Era Kousuke o Shuuya? Empecé a sentir curiosidad.
Kousuke se levantó y comenzó a inclinarse nuevamente. —Um, voy a bajar las
escaleras. De nuevo, lamento mucho haberte asustado tan tarde— ¿Iría a la cama, tal vez?
Era muy tarde. Quería hablar con él un poco más… pero probablemente estaba cansado.
Quizás la próxima vez.
—Seguro. Bueno…
...¿O tal vez no? Nunca sabes. Una extraña sensación de anticipación me hizo
detener a mitad de la frase. ¿Realmente necesitaba ocupar su tiempo así? Ooh, pero
realmente debería preguntar ahora que tengo la oportunidad. Ooh, pero tampoco es bueno
para mí entrometerme en asuntos familiares.
Aun así, una pequeña charla no haría daño a nadie, ¿verdad?
—¿K-Kousuke?
—…¿Sí?
Kousuke me dirigió una mirada perpleja. Recogí la bolsa de la tienda a mi lado y
saqué un artículo.
—¿Te gusta la natilla?
—Yo… ¡no creo haber comido algo tan bueno antes! ¡Por lo general solo como los
que vienen en paquetes de tres, así que…!
Kousuke, sentado frente a mí en el escritorio, parecía estar en un estado de pura
felicidad. No tan rápido, Kousuke. Esos tres paquetes tampoco deberían ser ignorados. Hay
una especie de atractivo universal para ellos. Llegarás a eso algún día. Mientras entonaba
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 43
mentalmente estas palabras de iluminación para mí, me llevé otra cucharada de pudín a los
labios. Yumm.
Tateyama-sensei parecía bastante sorprendido cuando le llevé su café, Kousuke
siguiéndome justo detrás. De la forma en que lo expresó, los tres niños de los que Ayano
era hermana mayor, eran todos muy tímidos con los extraños, casi nunca se hacían amigos
de personas que no conocían. Esto pareció avergonzar un poco a Kousuke, pero ahora
entendí por qué prácticamente nunca los veía.
—Sin embargo, ese chico realmente te quiere, ¿eh?
Hanao el hámster descansaba en silencio sobre el hombro de Kousuke. Parecía
totalmente sereno, ya no era una amenaza para mis pies.
—¡Je, je! Sí, somos muy buenos amigos—, dijo Kousuke, dándole a Hanao algunas
palmaditas en la espalda. Él se estiró apreciativamente en respuesta.
—¿Entonces estás aquí para trabajar en la presentación de tu festival, Kokonose?
Creo que Ayano dijo que era pasado mañana.
—Uh, uh. Es el gran festival escolar anual. También puedes visitarlo si quieres,
Kousuke. Hay un montón de puestos de comida y cosas así, y es como una gran fiesta cada
año.
Kousuke sacudió tristemente su cabeza ante la invitación —Gracias… pero mejor no.
No puedo estar con muchas personas en un solo lugar. Hay algunas cosas que tengo que
hacer ese día también.
La idea pareció deprimir activamente a Kousuke. Tateyama-sensei solo habló de lo
tímidos que eran, ¿no? Probablemente debería haber sido un poco más considerado. Abrí
la boca para tratar de pasar por alto el tema, pero Kousuke me adelantó.
—Oh, pero Ayano y… y los otros dos dijeron que irían.
—¿Oh enserio? ¡¿Todos ellos?!
Eso fue un poco sorprendente. En realidad, más que un poco. Mucho. Estaba
convencido de que me odiaban. ¿Pero realmente iban a ir? ¡Woow! La idea me excitó al
instante.
—¡Bueno, eso es realmente genial!— Le sonreí —Me emociona aún más para hacer
esto bien, ¿sabes?
Kousuke me devolvió la sonrisa —Si. Yo también te apoyaré. Realmente, si no tuviera
esas cosas que hacer, habría intentado ir un rato.
—Oh, sí, lo mencionaste. ¿Qué tipo de cosas, sin embargo? ¿Algo difícil?
—Algo así—, dijo Kousuke —Voy a una entrevista de trabajo para ser repartidor a
tiempo parcial. Hay un lugar que contratará niños de mi edad, y tengo que conseguirlo.
Ya veo. Por un momento, parecía bastante convincente. Pero Kousuke no podía
haber tenido más de trece o catorce años. No era una edad que la mayoría de la gente
recomendara que los niños comenzaran a trabajar. ¿Por qué estaba haciendo el esfuerzo?
La pregunta me pareció difícil de hacer, pero Kousuke, adivinando mis sentimientos,
continuó.
—Siento que realmente tengo que cambiar. Mamá está muerta, y todos los demás
están trabajando muy duro… No puedo actuar como cobarde por el resto de mi vida.
Luego se quedó en silencio, notando mi reacción a esto.
...Entonces, um, espera un minuto. ¿Qué acaba de decir Kousuke?
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 44
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 45
«Mamá está muerta»... Es decir, ¿la esposa de Tateyama-sensei? Eso era una locura.
Mi maestro nunca mencionó una palabra de eso. Y desde que me uní a la escuela, desde
siempre, en verdad, desde que lo he conocido, nunca lo he visto demostrar una punzada de
tristeza. Incluso cuando entramos en el segundo semestre, él era el mismo de siempre.
—…¿Ella falleció? ¿La esposa de Tateyama-sensei?
Kousuke pareció sorprendido por la pregunta.
—¿Papá nunca te lo dijo?
Asentí en silencio. Kousuke suspiró, como si lo hubiera visto venir.
—Sí, supongo que no le gusta que la gente lo vea actuar triste y todo eso… Ni siquiera
lloró por eso delante de nosotros. Estoy seguro de que no quería que se preocuparan por
él, Kokonose— ¿Eso era todo? ¿Estaba sonriendo y riendo todos los días simplemente como
una especie de engaño? ¿Estaba realmente llorando donde nadie podía verlo?
Una imagen de mi maestro sonriente apareció en mi mente. El pensamiento me
deprimió.
—…Supongo que estamos haciendo pasar mucho a nuestro maestro, ¿no?
Kousuke sacudió la cabeza.
—No, no lo creo. Papá habla mucho de ti, Kokonose. Dijo que eras su “orgullo y
alegría” y esas cosas.
Escuchar eso me hizo querer llorar, pero me contuve por el bien de Kousuke.
—Bueno ... Wow. Cielos, sería bueno que me lo dijera alguna vez
—Estaba bastante borracho en ese momento—, agregó Kousuke con una sonrisa.
Borracho, ¿eh? No tuve muchos problemas para imaginar esa escena.
Entonces Kousuke aplaudió al acordarse de algo —¡Oh! Cierto. Cielos, papá
realmente lo hizo esa tarde. Seguía poniéndose más borracho, y le dijo a Ayano, algo como,
«Lo traeré alguna vez para que puedas ser su novia» y esas cosas. A pesar de que papá dijo
que moriría si alguna vez se escapaba con alguien.
Kousuke sonrió al recordarlo, pero fue un gran shock para mí. Los acontecimientos
del primer día en la casa de Tateyama volvieron a mi memoria.
—¡Jajaja! Eso es, eh… bastante loco, sí. Ja…
—Sí, ¿no? Y todos los demás también lo tomaron en serio, como, «¡Te protegeremos
de ese tipo, Ayano!» Y… ¿Kokonose?
Ouch. Kousuke no estaba en la habitación en aquel entonces, supongo, pero esa
misión de “proteger” a Ayano de mí… creo que realmente la llevaron a cabo. En una forma
realmente física, también. Bueno, tengan la seguridad, Shuuya y quien sea que fuera. Nunca
volveré a pensar de manera incorrecta en Ayano. Probablemente.
Incapaz de soportar la incomodidad, decidí dirigir nuestra pequeña conferencia de
natillas hacia su final.
—B-bueno, Kousuke, se está haciendo muy tarde. ¿Qué tal si dormimos un poco?
—¿Huh? Oh, tienes razón Ya son las dos. Lo siento si te mantuve despierto.
Levantó el recipiente de su pudín y se levantó. Hanao se ajustó flexiblemente a este
movimiento repentino, permaneciendo firmemente sobre su hombro. Huh, realmente eran
buenos amigos.
Me puse de pie para despedirlo —Oh, está bien—, dijo.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 46
Días Perdidos 5
El sol poniente arrojó una deslumbrante variedad de colores en el silencioso pueblo
fantasma.
El lugar descuidado estaba desprovisto de los seres humanos que alguna vez
gobernaron sobre él. Todo lo que quedaba eran los horribles y terroríficos “monstruos”,
evolucionando en bestias todopoderosas que ahora eran los gobernantes supremos de la
tierra. A estos monstruos les tomó solo un mes causar estragos en todas las criaturas del
mundo, sus formas musculosas y feroces no ofrecían piedad mientras arrasaban la tierra…
o eso creían.
Pero una niña sola sobrevivió a la carnicería.
Un disparo resonó en el aire, en un destello anaranjado que coincidía con el cielo del
atardecer. El monstruo “Bear-Rilla” que casi llegaba al cañón de su arma explotó, sangre y
carne cayendo como confeti sobre el pavimento.
Una sola garra enorme atravesó el torrente de sangre, dirigida directamente a la
cabeza de la niña. Ella la esquivó justo a tiempo, ajustando con calma el agarre de su arma.
El Meowtarus atacando a la niña perdió el equilibrio después del ataque, dejando al
descubierto su pecho desprotegido. Ella respondió inmediatamente sin piedad, apuntando
con su arma al estómago del monstruo y apretando el gatillo. El plomo se abrió camino
hasta sus entrañas, y con un grito, el Meowtarus se desvaneció.
La niña, salpicada de sangre, lanzó una mirada hacia el antiguo distrito comercial.
Una horda de monstruos merodeadores avanzó hacia ella, babeando y gritando mientras lo
hacían. Tomándose un momento para recuperar el aliento, la niña giró su arma. El cartucho
vacío salió volando, chocando contra el pavimento. En el momento en que cargó el nuevo,
apuntó su arma hacia los monstruos y habló.
—¿Qué tal si los vuelo a todos en pedazos, eh…?
Con un fuerte estallido, su arma comenzó a escupir fuego. Sus disparos, en ráfagas
de uno o dos, atravesaron la horda como un láser guiado por computadora, convirtiéndolos
a todos en trozos de carne roja.
La niña sonrió malvadamente. A pesar de estar irremediablemente superada en
número, ella era la imagen perfecta de serenidad. Y justo cuando el ejército de monstruos
aparentemente infinito comenzó a aburrirla, el último disparo de la niña hizo que el final de
la guerra floreciera en la calle empapada de sangre…
Suspiré ante la hazaña aparentemente perfecta del juego que tenía lugar ante mí
mientras el monólogo continuaba en mi mente.
— Lightning Dancer Ene.
…Había visto allí otro lado de Takane que no sabía existía.
*
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 48
Si. Estoy de acuerdo. Ese también fue un buen partido. Solo mirar desde un lado me
puso la piel de gallina.
Pronto, el público comenzó a susurrar para sí mismo «¡Soy el próximo!» «¡No,
déjame retarla en la próxima…!» Fue una vista impresionante. Toda la base de fans de
Takane debe haber estado en el salón.
Aparentemente, todo esto comenzó porque nuestro primer invitado sabía sobre
Takane y les contó a todos sus amigos en la red sobre el festival escolar.
Una vez que se enteraron del evento, los fanáticos de todo el país de Takane
irrumpieron en nuestra escuela para tener la oportunidad de competir contra ella. Así es
como sucedió todo esto. Bueno, tal vez no “de todo el país”, pero se sentía de esa manera.
En medio de la charla, le di la señal a la siguiente persona y lo guié al asiento del
retador. Después de un breve resumen de las reglas de Takane, el juego comenzó y la
audiencia instantáneamente se quedó en silencio.
Esta tensión… es como ver un evento deportivo en vivo.
No sabía de esto, ya que nunca antes había visto a alguien jugar, pero no tenía idea
de que los videojuegos competitivos pudieran ser tan emocionantes. ¿Tenían muchos
campeonatos como este? Me encantaría ver uno alguna vez.
—¡Whoa, mierda! ¡El tiempo!
Ups, estaba tan ensimismado en el calor del momento que olvidé mi propio trabajo.
De mala gana aparté la vista de la pantalla del juego y miré el reloj y la cantidad de personas
en la audiencia.
Justo como temía, teníamos menos de quince minutos antes del final del festival. No
había forma de que a todos en la sala se les permitiera una partida con Takane, actualmente
recibiendo aplausos una vez más después de otro estallido. Esta guerra constante debe
haberla cansado por ahora. Me acerqué para darle un poco más de espacio para respirar
entre las partidas, usando mi nuevo nombre para ella en este reino.
—¿Todavía estás bien, Ene ?! Vamos a cerrar en diez minutos, ¡así que aguanta!
Takane murmuró algo en respuesta, pero no pude distinguir entre la música del
juego y el clamor de la audiencia que nos rodeaba.
En cuanto al tiempo restante, teníamos espacio para dos, quizás tres jugadores más.
Si avanzáramos junto con nuestro plan, Takane necesitaría producir un “ganador” para
nosotros en breve. El propósito de esto no era establecer la leyenda de Takane como un
monolito inmejorable. Alguien necesitaba volver a casa hoy con ese espécimen de pez en
sus manos.
Takane dijo que perder en algún momento durante la segunda mitad del día
ayudaría a mantener las cosas emocionantes. Sin embargo, ¿todavía recordaba eso? Ya no
estaba tan seguro. Ella estaba en modo Lightning Dancer en este momento, tanto que te
haría llorar. Quizás lo único en lo que estaba pensando era en cómo cazar a su próximo
oponente y exprimirle cada gota de vida.
Eso sería una muy mala noticia. Pero tampoco quería arruinar su concentración
molestándola demasiadas veces… Estaba empezando a inquietarme un poco, inseguro de
qué táctica tomar, cuando alguien golpeó una mano en mi hombro y una voz susurrante
llegó mi oído.
—¡Disculpa, Haruka!
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 50
Me di vuelta para encontrar a Ayano de pie allí. Kousuke mencionó que vendría,
pero finalmente verla en persona me llenó de felicidad. Ahora que lo pienso, mencionó que
sus otros hermanos también vendrían, ¿no? ¿Alguna vez aparecerían?
—¡Ayano! Lo siento, estoy siendo arrastrado en un millón de direcciones en este
momento…
—No, no, lamento aparecer cuando estás tan ocupado—, respondió ella,
observando a su alrededor —Llevando a cabo una escena bastante exitosa, ¿eh? ¡Esto es
toda una sorpresa!
—Tú lo dijiste. También estoy bastante sorprendido. Recibimos muchos más
visitantes de los que esperábamos. Lo siento, Ayano, no estoy seguro de que pueda
meterte…
Solo nos quedaba un poco de tiempo y muchos competidores esperaban. Las
posibilidades de Ayano de conseguir un partido eran escasas. Incliné mi cabeza hacia ella
con pesar, pero ella solo sonrió, presumiblemente esperando estar decepcionada.
—Oh, estaré bien. El chico con el que vine está en la fila para jugar, así que ella puede
jugar con él…
Apartó sus ojos de mí y se volvió hacia alguien al lado de Takane. Allí vi a un niño con
una sudadera roja mirando fijamente la pantalla. A diferencia de la mayoría de nuestros
retadores actuales, no parecía tener ninguna pasión por los videojuegos, pero dada su
posición en la fila, era probable que fuera el próximo en enfrentarse a Takane.
—Estamos en la misma clase en la escuela—, explicó Ayano, aparentemente
inquieta por algo, —No quería venir sola al festival, así que lo invité, y él… bueno, dijo que
sí, supongo. Y cuando digo que lo “invité”, es solo eso, ¿de acuerdo? Nada raro o algo así…
... Um, sí. Seguro. Puedo leerte como un libro, Ayano. Estuve a punto de burlarme de
ella y decirle «¡Ja, ja!» pero me detuve justo a tiempo, no queriendo sonar como un imbécil.
Mientras conversábamos, el chico de la sudadera con sudadera roja se sentó en el
asiento del retador. Era nuestro primer concursante más joven en demasiado tiempo.
Incluso Takane parecía un poco asombrada.
Espera. Esto podría funcionar bastante bien, en cuanto al tiempo. Si Takane jugaba
como siempre, seguramente iba a arrastrar a este tipo. Eso probablemente lo haría ver
bastante soso frente a Ayano, y… um, eso probablemente no sería bueno para él, pensé.
Vamos a convencer a Takane para perder el juego a propósito. Ya es hora de que
hagamos eso de todos modos, así que… sí. Suena como un plan para mí. No hay tiempo
como el presente tampoco. Toqué rápidamente a Takane en el hombro, una vez más
llamándola el único nombre apropiado para ella ahora.
—Ene… lamento interrumpirte mientras estás concentrada, pero es mejor que
entreguemos nuestro premio antes de que tengamos que cerrar. ¿Te importaría mucho si
dejas que este chico te gane…?
Takane fijó su mirada en el chico de la capucha. Después de todo el trabajo duro que
hizo hoy, tener que decirle esto al final honestamente no me hacía sentir demasiado bien.
Pero nuestro objetivo hoy era hacer el mejor “tiro al blanco” que pudiéramos, y eso también
significaba mantener contentos a nuestros clientes.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 51
Los dos, iluminados por la luz de la pantalla, parecían presencias lejanas. Todo lo que
pude hacer fue pararme detrás de ellos, mirándolos con ojos envidiosos.
*
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 57
Había espacios comunes repartidos por la escuela con fines festivos. Elegimos un
banco simple en el lado norte del primer piso, no lejos de la entrada principal, para
sentarnos y tomar un descanzo.
—…Ooh, esto es bueno.
El niño con sudadera, que se presentó como Shintaro Kisaragi, miró amorosamente
su lata. Era como si nunca hubiera probado un refresco antes. Le di una mirada inquisitiva.
—No hay nada tan raro al respecto, ¿verdad?
No lo había. De hecho, estaba bebiendo la marca de refrescos más conocida del
mundo. ¿Cómo diablos no la conocía?
—Bueno, sabía sobre ella y todo—, respondió Shintaro, sonando un poco herido —
Simplemente nunca la probé porque no me gustan demasiado esas cosas azucaradas.
—¡Oh ya veo!— Sonreí, —supongo que acabas de hacer un nuevo descubrimiento.
—Supongo que sí—, dijo Shintaro, ya sin interés en el tema.
—¿Entonces quieres que le dé esto a Ayano?
Shintaro miró el espécimen a nuestros pies.
Finalmente logré que lo aceptara, aunque honestamente comencé a lamentar haber
mencionado el nombre de Ayano.
—Creo que estaría feliz de tenerlo, pero… lo siento. Si ella dice que no lo quiere,
podemos tomarlo de vuelta.
—Ahhh, está bien. Incluso si no lo hace, tengo una hermana a la que le gustan cosas
raras como esta, así que se la daré.
Shintaro se levantó y arrojó su lata vacía en un bote de basura al lado del banco.
Hmm, es un niño bastante agradable después de todo, ¿no? No sé qué hizo para provocar a
Takane tan mal. También es un muy buen jugador. ¿De dónde vino, de todos modos? Decidí
enviar un par de señales.
—Aunque, sabes, eras realmente bueno en ese juego. ¿Juegas en competiciones o
algo así?
—¿Huh? Oh, solo estaba perdiendo el tiempo. Todo lo que tenía que hacer era
disparar a los enemigos cuando aparecían en la pantalla. Es bastante fácil.
Wow. Sí, él y Takane nunca serán compatibles. Algo así como el aceite y el agua, de
hecho.
—¿S-sí…? Bueno, fue realmente impresionante. Quiero decir, lograr lo que hiciste…
estoy realmente un poco celoso. Estoy seguro de que no puedo hacer nada así…
…Ups. ¿Ahora qué? Estaba empezando a sentirme frustrado conmigo mismo de
nuevo. Maldición, soy un idiota. ¿Por qué estoy celoso? Nunca podría jugar como ellos.
Pero… oooh, eso fue genial. Si pudiera jugar como Shintaro, entonces quizás Takane
y yo podríamos…
—¿Uh?— Shintaro parecía sorprendido —Bueno, si quieres hacer eso, ¿por qué no?
—¿Eh?
—Solo digo que si quieres jugar juegos en línea o lo que sea, solo haz lo que quieras.
No es como si alguien te detuviera, ¿verdad?
—Bueno, no, pero…
Shintaro suspiró y se rascó la cabeza, —Así que hazlo—, repitió. —Has lo que quieras.
Si quieres, podría presentarte algunos muy buenos… juegos…
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 58
Los sentimientos que corrían por mi mente probablemente estaban escritos en toda
mi cara. La expresión de sorpresa de Shintaro “Uh-oh, qué he hecho ahora” lo hizo bastante
obvio.
Eran las cuatro de la tarde. Justo cuando alguien en el megáfono anunció que el
festival había terminado, me puse de pie y hablé tan claro como pude.
—¡Si! ¡Por favor! ¡Me encantaría eso!
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 59
Días Perdidos 6
—Huh. ¿Así es como se hicieron amigos? Un aula, el atardecer… Eso es bastante
romántico.
—¡No tienes que hacerlo sonar tan asqueroso! No es que haya pasado algo.
—Aw, ¿cuál es el problema?
El no haber gastado nada del dinero que me regalaron durante los últimos días de
Año Nuevo me resultó en una cantidad bastante decente de ahorros. Lo que me permitió
comprar una PC mucho mejor de lo que esperaba.
Tener una computadora me hizo darme cuenta una vez más de lo útil que era el
Internet. Podías jugar mientras usabas el chat de voz para hablar con personas sin teléfono,
y todo era gratis también. Asombroso.
Estaba usando el software que Shintaro me había dicho que descargara para hablar
con él. ¿Pero era esto realmente algo bueno? No íbamos a sacar a la compañía telefónica
del negocio, ¿verdad? Estaba un poco preocupado por eso.
Habían pasado varios meses desde el festival escolar.
Desde ese día, Shintaro y yo habíamos vuelto un ritual nocturno el jugar en línea
juntos. Era la primera vez que hacía algo así, pero los encontré increíblemente interesantes
y asombrosamente divertidos cuanto más me metía en ellos.
Siempre imaginé los videojuegos como estas cosas que jugabas solo, pero los juegos
en línea eran como mundos virtuales, lugares donde podías interactuar con personas y
competir con ellas en tiempo real desde cualquier parte del mundo. Algunos eran novatos
como yo, y otros eran ermitaños de montaña virtuales que pasaron años perfeccionando su
oficio. Trabajar en mis propias habilidades y enfrentarme a estos oponentes sin rostro se
sentía menos como un juego y más como interactuar con una cultura diferente.
Rápidamente lo encontré increíblemente adictivo.
En estos días, pasaba casi todas las noches en línea, jugando Dead Bullet -1989-
(territorio de Takane) y una variedad de otros. Mezclé mis opciones porque Shintaro me lo
dijo. «Serás menos unidimensional de esa manera», dijo, «Te hará un mejor jugador».
Quizás por eso, estaba construyendo un récord bastante decente para mí en Dead
Bullet. Mi nombre, "Konoha", estaba empezando a recibir un pequeño reconocimiento cada
vez que aparecía en el lobby. Shintaro, por otro lado, nunca lo jugaba. El juego me ayudó a
superar mi miedo a los zombis para siempre, pero aparentemente su caso de fobia a los
muertos vivientes era mucho más grave que el mío.
—Sin embargo, te has vuelto realmente bueno, ¿verdad? En este punto, apuesto a
que subirías en la clasificación para casi cualquier juego que hayas probado.
—¿Huh? ¿C-crees que sí? Bueno, eso es solo porque has sido un buen maestro para
mí, Shintaro.
—¿Maestro? No creo que realmente te haya enseñado nada. Oh, oye, vienen más
calamares.
En el momento en que Shintaro mencionó eso, las ventanas de la mansión que se
alzaba en la pantalla se hicieron añicos, y un enjambre de extraterrestres con tentáculos se
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 60
arrastraron fuera de cada una. En otras palabras, los “calamares” que mencionó. Envolví
mis dedos alrededor de mi controlador y con calma comencé a dispararles.
Hoy estábamos jugando Pumpkin Shooter, un juego gratuito con tema de Halloween.
Elegías tu propio personaje de entre una bruja, un hombre lobo, una especie de
Frankenstein, y así sucesivamente, luego luchabas para defender la Tierra contra una
enorme invasión alienígena. Un poco débil en la trama, tal vez, pero verlo en acción era
emocionante. Me encantaba.
Al jugarlo, tenías la idea de que los desarrolladores adoptaron un enfoque bastante
directo. Si los monstruos dan miedo y los extraterrestres dan miedo, entonces mezclarlos
debería dar súper doble de miedo. Aún así, a Shintaro le gustaba. “Profundo”, lo llamó.
Por cierto, Ghoulish Gourd, la mascota de facto del juego tenía un poder bastante
inútil por defecto, pero si no te importaba ir bombardeando por micro transacciones, él
volaría a la horda alienígena más cercana y explotaría. Este espíritu de lucha desinteresado
significaba que los jugadores universalmente lo llamaban “la bomba de calabaza”.
Eso no me importaba tanto como Shintaro mencionando que “me había vuelto
realmente bueno”. Recibir elogios de Shintaro era un logro en sí mismo. Esto me emocionó
mientras disparaba unas pocas salvas más a la próxima ola de calamares.
—Ya sabes, si sigues así, tal vez incluso podrías vencerla la próxima vez. ¿Cómo se
llamaba ella? ¿Enomoto?
—¿Huh? Oh, de ninguna manera Takane sigue siendo demasiado dura para mí, je,
je, je…
—¿Eso crees? No sé. Realmente tienes tus movimientos por bien camino en estos
días. Creo que tienes al menos una oportunidad de pelear. ¿Por qué no la desafías a un
duelo?
Es fácil para ti decirlo. ¿Pero Takane (bueno, Ene, en verdad)? Ella estaba en un nivel
completamente diferente. Había visto videos de ella en torneos competitivos, y lo que vi
me hizo dudar de que tuviera alguna oportunidad.
No es que no pudiera enfrentarla, por supuesto. Quiero decir, perdería, pero
siempre podría intentar distraerla de todos modos. Pero aún no quería hacerlo. ¿Por qué
no? Bueno…
—Déjame adivinar. Tienes miedo de que si pierdes realmente mal contra ella, ella
nunca volverá a jugar contigo, ¿verdad?
Bingo. Se sentía como si uno de los calamares en pantalla hubiera envuelto un
tentáculo alrededor de mi corazón.
—Bueno, eso… eso es… parte de eso, pero… Oh, todo está bien, ¿de acuerdo? ¡Le
preguntaré cuando tenga ganas! ¡Dame un respiro!
—Sí, sí. No es como si fuera de mi incumbencia de todos modos… Más calamares.
La advertencia fue seguida por el sonido de una puerta abriéndose. No desde el
juego, sino desde la habitación de Shintaro, a través de mis auriculares. Entonces, la voz de
una niña. Empecé a ponerme un poco nervioso.
—Oye, hermano, ¿puedo hablar contigo un segundo?
—¿Huh? Cielos, ¿eres estúpida o algo así? ¡Te dije que llamaras antes de entrar!
Estoy un poco ocupado en este momento…
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 61
—¡Oh! ¡Estás jugando ese juego con los calamares! ¡Genial! ¡Yo también quiero
jugar al calamar!
¡Oh! Esta debería ser la hermana pequeña de Shintaro de la que había oído hablar.
Dijo que a ella le gustaban las cosas “extrañas”, ¿no es así…?
—¡Estos calamares son muuuy lindos!
Sí. Tenía que ser ella. ¿Pero qué quería? ¿Algo relacionado con Shintaro? —Puedes
finalizar la llamada si quieres—, le dije. Sin respuesta. Ya debe haberse quitado los
auriculares.
—Mira, estoy jugando con alguien ahora mismo. ¿Puedes irte? Me estas molestando.
—¿Qué hay con eso? ¿Cómo es que estás dispuesto a jugar con algún extraño, pero
no conmigo? ¿Qué hay de malo en mí, eh?
—Bien, bueno, uno, ¡eres una mala perdedora! Empiezas a llorar y golpearme y esas
cosas. ¡Eso no es exactamente divertido para mí, ya sabes, el aguantarte!
Cielos, Shintaro. Demasiado lejos, ¿no? Como esperaba, la voz de su hermana
comenzó a temblar. No estaba gritando aún, pero me di cuenta de que estaba enojada.
—¿Es eso lo que quieres? Pues bien. No jugaré ningún juego contigo en absoluto.
¡Nunca! ¡Para toda mi vida!
—Sí, haz lo que quieras. No me importa Pero si vuelves más tarde y pides jugar, no
esperes que te diga que sí.
¡Oh Shintaro! ¡Eso es solo ser malo! ¡Harás llorar a tu hermana! Agudicé los oídos
para descubrir qué pasaría después. Después de un par de sorbos, ella respondió, su voz
casi en un susurro:
—Yo, en realidad me detuve en un arcade en el camino a casa de la escuela hoy.
Quería practicar un poco. El propietario salió y me preguntó si quería participar en un evento
que celebrarán la próxima semana. Dijo que le gustaba mi voz, y que tal vez podría ser una
gran estrella y esas cosas… Estaba un poco nerviosa por eso, así que sentí que debería
preguntarte primero…
—¡¿Huuuh?! ¿Qué demonios pasa con eso? ¿Quiere que subas al escenario o algo
así? No hay forma de que puedas…
—¡Pero ya he decidido hacerlo! ¡¡Ya no necesito escucharte, hermano!!
Entonces, el golpe de una puerta hizo eco en mis oídos.
—¡Oye! ¡Momo!— Shintaro gritó al final, pero no hubo respuesta. El audio se quedó
en silencio por un momento. ¿La estaba persiguiendo? Parecía posible, pero por el ruido de
fondo que pude captar, sonó como si estuviera sentado allí, sin saber qué hacer a
continuación. Después de un rato, lo escuché decir “Oh” suavemente y levantar sus
auriculares nuevamente.
—…Uh, lo siento. Olvidé que todavía estábamos en una llamada.
—Oh no hay problema. Cielos, tu hermana, aunque…
Él no respondió al principio. Tal vez estaba pensando en algo. Decidí seguir adelante.
—Um, ¿tal vez deberías tratar de discutir esto con tus padres o algo así…?
Parecía un movimiento inteligente de hacer, a juzgar por su conversación.
—No—, comenzó Shintaro, —Si le dijera a mis padres que fue a un arcade,
probablemente la castigarían para siempre. Además, no puedo soportar cada una de sus
rabietas. Si lo hiciera, como… todo esto no sería…
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 62
hacia el escenario principal, al parecer. Si Momo estuviera en este lugar, supongo que allí la
encontraríamos.
—Haruka, esto está fuera de control. Si Momo se pone en el escenario frente a esta
gran multitud, ella va a…
Shintaro colocó una mano en su frente con angustia.
—S-sí, sé lo que quieres decir. ¿Cuánto tiempo tenemos hasta que comience el
evento?… ¿Veinte minutos?
—¿Todavía faltan veinte minutos ?! Agh… nh… ¡M-Momo! ¡Momoooo!
—Whoa! ¡Relájate, Shintaro!... ¡Oh! Lo siento, estoy bien! No, soy un tipo raro ni
nada…
Resultó que Momo fue elegida para unirse a un evento importante en un arcade y
centro de entretenimiento enorme, uno de los más grandes en el área. Supuse que
debutarían una versión arcade de Pumpkin Shooter, el juego que estábamos jugando no
hace mucho tiempo, y todo el lugar ya estaba en modo fiesta… Bueno, no solo en modo
fiesta. Todo el lugar. Era una fiesta.
Esto se debió en parte a que, tomando prestado el tema de Halloween del juego, el
evento también era un concurso de disfraces. Tenías que usar uno para entrar, lo que solo
hacía las cosas más difíciles. No estábamos ni cerca de Halloween en el calendario, así que
pensé que no habría tantos participantes. Cielos, estaba equivocado. Esto me hizo dar
cuenta, una vez más, de lo poco que realmente sabía sobre el mundo.
Como sea, esa era la razón por la cual todos en el arcade estaban vestidos como un
monstruo u otro. Esto incluía a Shintaro y a mí, por supuesto, ya que hicimos nuestra tarea
en el evento por adelantado. Él era Drácula, y yo era Frankenstein. Hace poco nos tomamos
una foto, pero para ser sinceros, éramos casi terriblemente perfectos para nuestros papeles.
Pero si esto iba a ser una especie de mega evento, ¿por qué el propietario del arcade
le pidió a una chica que se paseaba por las máquinas participar? Tenía problemas para
entender lo que estaba pensando. Quizás Momo tenía algún tipo de habilidad especial para
hipnotizar a las personas con un vistazo. No lo sé. Podría ser un gran malentendido por
parte de Momo, y si lo fuera, no habría daño, no habría una falta. Solamente conseguiría
que Shintaro la llevara de vuelta a casa, y estaría bien.
Por otro lado, si ella realmente iba a ser la presentadora de este evento, estaba un
poco preocupado. Todo dependía de la naturaleza del trabajo, por supuesto, pero en el
peor de los casos, sus padres, o la policía, podrían necesitar involucrarse.
De cualquier manera, antes de que las cosas se pusieran demasiado difíciles,
necesitábamos encontrar a Momo.
—Haruka… ¿tienes sed…?
Miré a mi alrededor para encontrar a Shintaro que me hablaba, suave como un
zumbido. Toda la gente que nos rodeaba hacía que el calor fuera incómodo. Podía entender
a qué se refería.
—Sí, pero… ¡Mira, mira la línea! ¡Probablemente tendremos que esperar media hora
para comprar cualquier cosa…!
—Ugghh… Tienes que estar bromeando…
Shintaro bajó la cabeza, sin fuerzas. La luz ya había desaparecido de sus ojos. Oops.
Si esto sigue así, Shintaro tendrá problemas antes que Momo.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 64
Entre esta enorme multitud y todos con disfraces, tratar de encontrar a alguien en
este momento era una tontería. Recordé lo que mi amigo me dijo antes.
—Shintaro, ¿dijiste que la viste hace unos minutos…?
—Si. Creo que era ella, pero ...
—¿Sabes qué tipo de traje llevaba puesto? ¡Puedo buscarla!
Shintaro sacudió la cabeza, —No, no lo sé. Ni siquiera la he visto desde la pelea que
tuvimos…
—¿Huh? Entonces, ¿cómo sabías que era ella en medio de esta multitud?
—Oh, fácil. Solo busca a la persona con el disfraz más loco en la habitación.
La forma en que lo expresó sugería que pensaba que era la cosa más obvia del
mundo.
¿El “disfraz más loco”? Eso era un poco una cuestión de opinión personal, ¿no?
Realmente no podía usar eso como punto de partida para mi búsqueda. No supe cómo
responder, así que levanté la cabeza un par de veces, tratando de detectar el disfraz más
extraño que pude. Parecía una idea tonta, pero…
…Whoa ¿Qué es ese atuendo loco?
—…¡Espera, la tengo! Sh-Shintaro, encontré a alguien realmente loco. ¿Qué pasa
con eso? Hay patas de cerdo que salen de su cabeza…
—¡Oh, gracias a Dios! ¡Esa es ella! Vamos.
—¿Vamos? ¡¿Tenemos que acercarnos a esa cosa?!
Frente a este disfraz, literalmente el disfraz más loco del planeta podía sentir cada
vello de mi cuerpo erizarse. Era como si me hubieran echado una especie de maldición. Solo
acercarme me hizo temer por mi vida.
Pero incluso cuando dudé, Shintaro estaba atravesando a la multitud. No podía
simplemente quedarme allí, así que decidí seguirlo.
Nos las arreglamos para llegar a unos treinta pies de ella cuando el teléfono celular
en mi bolsillo comenzó a sonar. La multitud hizo incluso más difícil alcanzarlo para
recuperarlo, pero de alguna manera logré meter una mano, buscar el teléfono y acercarlo
a mis ojos.
El nombre de Takane estaba en la pantalla. Presioné el botón, preguntándome qué
pasaba.
—¿H-hola?
—¿Hola? Hola Haruka. Wow, ¿dónde estas? Suena bastante fuerte.
Entre el rugido de la multitud y la música transmitida a través de los megáfonos, el
arcade era extremadamente ruidoso. Ahuequé la parte inferior del teléfono con la mano
para tratar de bloquear cualquier sonido que pudiera.
—¡Lo siento! ¿Pero, qué pasa?
—Bueno, hoy es el cumpleaños de Ayano, así que… ¿Sabías eso?
Eso era una nueva noticia para mí.
—¡No, en absoluto! De hecho, ¿cómo lo sabes, Takane?
—Sorprendido ¿eh? En realidad, hace un tiempo que nos volvimos amigas de
mensajes de texto. ¡Ji ji ji!
Takane sonaba extrañamente feliz por esto. Enviar mensajes de texto en sí era un
nuevo término para mis oídos.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 65
—Como sea, pensé en celebrarlo hoy, pero ¿qué estás haciendo ahora?
—¡¿Eh ?! Bueno, yo, eh…
Sería fácil decirle que salí con Shintaro, pero todavía eran rivales. Si era demasiado
indiscreto al revelar eso, podría dirigirme hacia una navegación difícil. Según lo expresó
Takane, estaba organizando algún tipo de fiesta. Quería asistir, siempre y cuando fuera
después de que nos encargáramos de Momo, pero no tenía idea de cuánto tiempo tomaría.
¿Ahora qué? ¡¿Qué debería decir…?!
—…Um, lo siento. Yo, er… estoy de compras.
—¿Por qué estás hablando todo raro…? Pero, de acuerdo. Te entiendo.
¡Ugh! ¡Acabo de decir una estúpida mentira! ¡Takane, lo siento! No hay nada que
pueda hacer al respecto. Si te digo la verdad, sé que solo te pondría de mal humor de nuevo.
—…¡Oh, cierto!, hay algo más que quería preguntarte. ¿Puedo?
—¡¿Hyah?! ¡¿Qué es?!"
—Bueno…— Ella bajó la voz —Él está allí contigo, ¿no?
Dicho así, supuse que se refería a Shintaro. Asentí.
—Sí, pero ¿qué pasa?
—Bueno, supongo que Ayano también le dijo cuándo era su cumpleaños. Está
actuando realmente inquieta hoy, así que me siento un poco mal por ella, así que… Sabes,
dudo que lo haya olvidado o algo así, pero solo quería ver si tenía algún tipo de regalo para
ella. ¿Mencionó algo sobre eso?
...Si Shintaro estaba aquí ahora mismo, entonces no lo recordaba.
—¡N-no tengo idea! ¡No, ninguna en absoluto!
—…Oh. Sí, supongo que no… ¡Oh, aquí estamos!
¿”Aquí estamos”? ¿Iba a alguna parte? Ahora que lo pienso, estaba empezando a
escuchar un poco de ruido de fondo del lado de la línea de Takane también.
—De todos modos, voy a estar con Ayano un poco. ¡Ji-ji! Espero que no te arrepientas
de tu viaje de compras ahora, Haruka. ¡Si estuvieras libre, te llevaría a un lugar que te
morirías por visitar!
—¿Oh?— Estaba empezando a sentirme tremendamente culpable por todo esto —
Uh, heh-heh-heh… La próxima vez, entonces, ¿de acuerdo?
—¡No va a sucedeeeeeer!— ella me dejó caer antes de colgar.
Pude sentir la tensión de repente drenarse de mi cuerpo.
¿Por qué tuve que mentirle así? No podría haberlo manejado con menos suavidad.
Acabemos con este asunto de Momo para que pueda ir a su fiesta o lo que sea. Incluso si
llegaba un poco tarde, sabía dónde vivía Ayano, así que…
Seguí adelante hasta que vi a Shintaro parado cerca de la pared a un lado del
escenario principal del evento, con la cabeza baja. Corrí a ver cuál era el problema.
Aparentemente se había tropezado con un cable y desconectó accidentalmente el sistema
de iluminación que estaban a punto de usar para el evento. No parecía nada serio, pero uno
de los miembros del equipo del escenario estaba en medio de darle un pequeño regaño al
respecto.
Sin embargo, mi atención se centró menos en el Shintaro avergonzado y más en la
chica cerca de él, mirándolo severamente.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 66
Tenía lo que parecían pies de cerdo saliendo de su cabeza, y su atuendo era el mismo
que vi antes. Por fin, era Momo.
Una vez que el personal se fue, Momo se acercó a Shintaro y comenzó a hablar con
él sobre algo.
Lo que sea que Momo le dijo hizo que la cara de Shintaro estallara en una tristeza
miserable. Luego lo dejó allí parado, mezclándose de nuevo con la multitud.
Me apresuré hacia Shintaro y le di unas palmaditas en el hombro.
—¿Estás bien, Shintaro?
—Oh, Haruka… estoy castigado ahora…
Debe haber estado hablando de la iluminación. También irritó a Momo; eso lo sabía
sin preguntar.
—Bueno, oye, lo que está hecho está hecho, ¿de acuerdo? En realidad quería hablar
contigo sobre otra cosa, pero ¿qué te acaba de decir Momo?
La cara de Shintaro parecía estar vacía de toda vida mientras movía furtivamente
sus labios.
—Ella estaba como, «¿Por qué viniste aquí sí solo ibas a causarme problemas?»
Entonces ella dijo, «Nunca te llamaré mi hermano otra vez…» Je, je, je. Simplemente te hace
reír, ¿eh?
Luego se dejó caer, deslizándose contra la pared mientras caía al suelo como una
cáscara vacía.
—Yo… ya ni siquiera soy su hermano. No puedo creer esto. Ahh… Haruka, ¿cómo me
veo ahora?
Bueno… Um. Bastante desagradable, Shintaro. Bastante desagradable.
—Ugh, estoy muerto. Puedes seguir y llamarme “Shintaro, el ex hermano” de ahora
en adelante, Haruka. Jajaja…
Creo que no lo haré, gracias.
Como apodo, no podía soportar la idea.
Sin embargo, me sorprendió ver cuánto su hermana afectaba sus emociones
después de todo. No tenía hermanos ni hermanas, así que no podía simpatizar, pero incluso
yo podía ver que era difícil para él.
Me agaché junto a Shintaro y esbocé una sonrisa.
—Bueno, no tiene sentido simplemente sentarse aquí, ¿sabes? Además, tenemos
que convencer a Momo de que salga de aquí, ¿recuerdas?
—Oh… Sí, en realidad, supongo que tuvimos una idea equivocada todo el tiempo.
Mira eso…
Shintaro señaló el escenario principal. Del otro lado, una mujer vestida como un
conejito de discoteca algo provocativa saltó a la luz, acompañada por Ghoulish Gourd, la
bomba calabaza.
Una vez que estuvo al frente y al centro, la conejita le recordó alegremente a la
audiencia que ya casi era hora de inscribirse en el evento. Mirando el reloj, vi que solo
quedaban unos diez minutos hasta que las cosas comenzaran, pero no vi ningún papel para
Momo en este espectáculo. ¿Entonces tal vez ella se equivocó después de todo…?
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 67
Mientras reflexionaba sobre eso, el chico del disfraz de calabaza hizo una pose loca
y gritó “¡Puuump- kiiiin!” a la audiencia. La multitud lo adoraba. «¡Es tan lindo!» escuché a
alguien decir.
…Espera. Creo que he escuchado la voz de Ghoulish Gourd antes.
—Así que supongo que contrataron a Momo para hacer la voz de esa cosa de “pump-
kiiiin”, y eso es todo lo que hizo. Aparentemente no tenían a nadie más.
Ya veo. Ella era la gran estrella del espectáculo, en cierto modo. Su voz lo era, al
menos. Lo que significaba que todas nuestras preocupaciones sobre los percances de los
espectáculos en el escenario probablemente no sirvieron para nada.
Lo cual era genial… pero algo sobre esto todavía no cuadraba. Ya había un millón de
actores de doblaje por ahí. ¿Por qué simplemente escogerían a Momo de la calle para hacer
ese trabajo?
—Sí, ¿qué puedo decir?— Shintaro dijo, entendiendo mi preocupación —Este tipo
de cosas locas… simplemente le suceden a ella. No es normal.
Eso puede sonar duro, pero Shintaro no lo decía de mala manera. No había desprecio
ni arrepentimiento en su voz. Y además, mencionó eso antes cuando la buscábamos, sobre
su “propensión” a ser fácilmente vista. Por lo que sabía, tal vez este era realmente el estatus
quo para los dos.
Pero no era algo que tuviera la oportunidad de entender, y Shintaro no parecía
demasiado ansioso por entrar en más detalles. Decidí levantarme y dejar de pensar
pensamientos extraños.
—Bueno, al menos todo está bien. ¿Quieres hacer algo más?
—Oh, puedes hacer lo que sea. Además, ya te he hecho pasar el rato conmigo lo
suficiente. Yo solo…
Shintaro comenzó a golpearse ligeramente la cabeza contra la pared.
—Ya no soy su hermano, así que creo que voy a convertirme en una pared o algo
así… Cielos, esto es bastante sólido. Bastardo.
Oh, genial. Si sigues así, tendremos a los policías aquí por razones que no tienen nada
que ver con Momo. Y también te has olvidado por completo del cumpleaños de Ayano,
¿verdad, Shintaro? Todo lo que estás pensando es en paredes y darte una conmoción
cerebral con ellas.
¿Ahora que haré? No puedo dejarlo e irme a casa.
De repente, escuché una ovación más fuerte de la audiencia.
Miré hacia arriba, preguntándome si la calabaza finalmente había decidido explotar,
solo para encontrar que un trofeo gigante de “calamar” había aparecido detrás de él. Estaba
cubierto con una franja que decía PREMIO CAMPEÓN. Wow. De mal gusto como todo. Pero
luego recordé lo que había dicho Momo…
—¡O-oye! ¿¡Oye, Shintaro, crees que a Momo le gustaría eso como un regalo!?
La pregunta fue suficiente para que dejara de golpearse contra la pared y volviera la
vista hacia el escenario.
—Sí, tal vez… Momo realmente se vuelve loca por ese personaje, también…
La versión arcade de Pumpkin Shooter era una especie de juego de disparos en
equipo. Los dos éramos jugadores experimentados. Si nos uníamos, tal vez tendríamos una
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 68
oportunidad. El pensamiento me llenó de emoción. ¡Si! No todos los días puedo unirme a
una competencia. Vinimos hasta aquí y todo. No hará daño intentarlo.
—¡Unámonos, Shintaro! ¡No podemos dejar escapar esta oportunidad!
—Si. Si te gusta, entonces yo… Oww.
Shintaro dejó que su mano colgara mientras se levantaba. Parece que se había
torcido la muñeca cuando se enredó en el cable de la luz y se cayó.
—¿Estás… estás bien?
—Oh, por supuesto. Está bien. Vamos a darnos prisa y registrarnos…
Solo quedaban cinco minutos antes de que comenzara el evento. No había tiempo
que perder. Shintaro y yo nos zambullimos en la multitud. El mostrador de registro estaba
cerca de la entrada principal. Si nos apurábamos, podíamos llegar antes de la campana.
Mientras avanzábamos, tuve una sensación de déjà vu al pasar junto a un par de
chicas vestidas de brujas. Sin embargo, no me detuve en eso. Sus caras estaban bloqueadas
por sus grandes sombreros de todos modos.
Tan simple como eso, pero fue suficiente para hacer que la tensión se derritiera de
mis hombros.
—…Gracias. Vamos a hacerlo.
Oh cielos, así es como comienza el clímax de cada película deportiva.
Si no estuviera vestido como una especie de acosador enmascarado, habría sido uno
de los mejores momentos de mi vida.
Bueno, nadie es perfecto.
La conejita dio la señal, y el escenario de repente se oscureció.
—¿Lista para ganar esto?— Escuché a Takane decir en la oscuridad.
—¡Uh Huh!— Ayano respondió.
No. Lo sentimos, pero no estamos aquí para perder ante ti.
Justo antes de que comenzara, me volví hacia él una vez más.
—Tenemos que ganar, Shintaro.
—Sí.
Esto debe ser lo que quieren decir cuando dicen “sonreír de oreja a oreja”.
Esas fueron las únicas palabras que me vinieron a la mente cuando vi la sonrisa en
el rostro de Momo.
—¡Wow, hermano! ¿Estás realmente seguro de que puedo quedármelo?
—Cielos, no lo voy a decir de nuevo. Pero también debes agradecerle a Haruka, ¿de
acuerdo?
Momo se volvió hacia mí en respuesta —¡Muchas gracias!— dijo ella, inclinando la
cabeza profundamente.
—Está bien, está bien—, dije, tratando de contenerme mientras le devolvía la
sonrisa. Realmente no necesitaba ningún agradecimiento. El MVP 1 principal de hoy fue
Shintaro, quien se mantuvo conectado, con las manos en el control de armas todo el tiempo.
Eso, y ese calamar actualmente enterrado en los brazos de Momo también.
¿Yo? No necesitaba nada.
Me llevó un poco de tiempo volver a ponerme mi ropa normal, pero logramos salir
de la sala de juegos mientras aún estaba brillante y soleado. Vimos a algunos asistentes
disfrazados en el camino de regreso a la estación de tren. Todos parecían un poco
avergonzados.
—Haruka, aunque…
Takane me miró burlonamente.
—Si algo así estaba pasando, ¿no crees que deberías haberme dicho? Digo, la
próxima vez que me mientas, no esperes piedad.
1
Most Valuable Player: Jugador Más Valioso
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 71
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 72
Ella tenía toda la razón. No tenía nada que decir en mi defensa. Juro que nunca
volveré a mentir.
—Oh, está bien, ¿no es así, Takane? ¡Al final nos reunió a todos, al menos!
Ayano, mientras tanto, estaba de buen humor. Después de todo, no solo pudo ver a
Shintaro, sino que también tuvo la oportunidad de conocer a Momo.
Takane, mientras tanto, tenía sentimientos encontrados, incapaz de hacer otra cosa
más que asentir.
—Sí, pero… ¿Por qué escondiste que estábamos jugando contra él? ¡Eso es lo que
más me molesta!
Su dedo y sus ojos apuntaban directamente a Shintaro. Shintaro le devolvió la
mirada, listo para tomar esta pelea otra ronda.
—¿Uhh? ¿Qué te pasa, señora? Eres todo una llorona porque no puedes soportar
cómo Haruka te venció, ¿eh?
—¡¿Qué?! ¡¿Me estás tomando el pelo?! ¿Y cómo puedes llamar a eso perder?
¡Estaba sorprendida porque Haruka gritó mi nombre en el medio del partido! Además,
¿cómo es posible que digas cosas así? ¡¿Quieres que Ayano te patee el trasero?!
—¿Qué quieres de mí? ¡Me dolía la muñeca! ¡Teníamos que hacer algo! ¡Y además,
ganamos! No veo cómo te quejas de eso. ¡Eso es simplemente patético!
Las chispas volaban entre los dos mientras Momo miraba inexpresivamente.
—Momo, ¿cuál es tu comida favorita?— Ayano preguntó, tratando frenéticamente
de encontrar alguna forma, cualquier manera, de dirigir la conversación hacia aguas más
tranquilas.
—Oh, me gusta comer esas bolsas de sardinas secas—, respondió Momo. Esa
respuesta no iba a ser de mucha ayuda para Ayano, pero ahí lo tienes.
Y así continuamos, gritándonos el uno al otro, todo el camino hasta la casa de Takane.
La fiesta de cumpleaños de Ayano estaba por comenzar. Aunque un poco tarde. Me
sentí mal por hacer esperar a Kousuke y la pandilla, pero bueno. Probablemente solo
charlaríamos un poco más y lo dejaríamos ahí…
Pero luego me di cuenta.
Esta es la última vez que celebraré el cumpleaños de Ayano. Cierto. Esto no pasará
el año que viene.
Oof. ¿Por qué me olvidé de eso? Que extraño. En realidad pensé que “esto” iba a
continuar para siempre. Nunca antes me había sentido así en un momento de mi vida. ¿Por
qué…?
…No. No puedo permitirme pensar demasiado en esto. No puedo hacer nada al
respecto.
Hice una mueca de dolor cuando Takane me golpeó desde un lado.
Aparentemente olvidé preguntar sobre algo. Ella hinchó las mejillas, ruborizada por
el enojo. Le di una sonrisa torcida y respondí. Ayano se rio, y Shintaro, por su parte, parecía
estar divirtiéndose.
Si. No pienses en eso. Solo siéntate y disfruta de la escena que tienes delante.
Seguí adelante, radiante, mientras me decía eso a mí mismo.
Si.
Incluso cuando aparté los ojos de la desesperación que cubría todo a mi alrededor.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 73
Días Perdidos 7
Una estela solitaria de un avión se extendía por el cielo.
El mundo exterior, visto a través de la ventana de mi habitación, era un contraste
entre el azul brillante y el verde fragante que se extendía debajo.
Los llantos de los insectos, casi demasiado fuertes, sonaban agradables para mis
oídos. En algún lugar a lo largo de la línea, sucedió el verano, y ahora había echado raíces.
¿Cuánto tiempo había pasado desde ese día? ¿La primera vez que jugué
competitivamente contra ella?
…Cielos, debo estar empezando a perderme. Parece que cada día paso más y más
mirando al espacio. Supongo que es realmente cierto: si no mantienes tu cuerpo en
movimiento, tu cerebro también comienza a irse, también. Pero eso implicaría que los
atletas profesionales son todos genios, y sé que ese no es el caso.
Me senté en mi cama, dejando que mi mente reflexionara sobre esto por un
momento.
De repente, la puerta se abrió, acompañada por la alegre voz de Shintaro.
—Holaaaa… ¡Oh! Hola, Haruka, te ves muy bien hoy.
—Hola, Shintaro. Gracias por venir. ¿Hacía calor afuera?
—Oh cielos, “calor” ni siquiera comienza a describirlo—, dijo mientras se sentaba en
el suelo, agarrando su cuello y moviéndolo hacia arriba y hacia abajo para abanicar su pecho,
—Tiene que ser el día más caluroso del año hasta ahora.
No pudo haber mentido. Observé que el sudor de su frente formaba pequeños
chorros por su cuerpo, sentí un poco de pena por hacer que se esforzara.
—Y todavía tienes tu sudadera, ¿eh? Bueno al menos eres consistente en eso. No te
deshidrates ni nada, ¿de acuerdo?
—¡Jaja! Estaré bien. Oh, aquí, tengo un regalo para ti.
Shintaro sacó una caja de la bolsa de papel que llevaba. Contenía un pastel alemán
Baumkuchen. El diseño en la caja acumuló tantos recuerdos que no pude evitar reírme.
Shintaro levantó una ceja —Oh, eh, ¿no te gusta?
—¡Oh, no, es genial! No puedo esperar para probarlo.
Recordé a cuántos días de vacaciones de verano estábamos. Este era el día número…
¿diez? Sí, eso debería ser.
Shintaro ha pasado gran parte de sus vacaciones visitándome. Me sentí culpable de
tenerlo caminando hasta aquí en el calor del verano, pero, en realidad, sus visitas eran una
de las pocas cosas que me quedaban para disfrutar.
—¿Pero, este es el tipo de cosas en las que quieres gastar tu dinero, Shintaro? Pensé
que no eras un gran fanático de las cosas dulces, y compraste todo este gran pastel…
—¿Huh? Oh, estoy empezando a disfrutarlos un poco más ahora—, respondió
mientras se servía un trozo —Creo que solo estaba siendo quisquilloso, eso es todo… Ooh,
esto es bueno.
Fue un alivio verlo. Tampoco parecía que estuviera actuando.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 74
—Oye, ¿no dijiste que era la primera vez que bebías ese refresco? Recuerdo lo
gracioso que pensé que fue. No creo haber visto a nadie disfrutar de un refresco más que
tú en ese momento.
Shintaro se rascó la cabeza por vergüenza.
—¡Bueno, lo dije en serio, amigo! Realmente me sorprendió. Quiero decir, ya casi
nunca paso un día sin una lata. Supongo que te debo una por eso, Haruka.
—¿Me debes?— Me reí —Sí, supongo que me debes todas las caries que vas a tener,
Shintaro.
Shintaro se echó a reír, —¡Supongo que sí!
Aquí estábamos, simplemente pasando el rato el uno con el otro, hablando,
riéndonos.
Continuando de esta manera hizo que pareciera que, hey, podríamos ser amigos
después de todo. No sabía exactamente cómo debían definirse los “amigos”, pero si
Shintaro no era mi amigo ahora, dudaba que incluso necesitara alguno.
También pondría a Takane en mi lista de amigos.
Pero… tal vez no debería ser tan directo con eso. Si lo hago, es como si tuviera este
mal sabor de boca. Hmm… ¿Entonces qué? Tal vez realmente es… ese tipo de cosa. Pero
nunca puedo ser proactivo con cosas como esas. Como, siento que no tengo derecho a
decirlo.
…Después de todo, tenía que morir muy pronto.
Dirigí mis oídos al zumbido de los insectos.
Algo sobre la situación sugirió que sería el momento perfecto para que muriera. Si
estuviera silencioso afuera, una alfombra de nieve en el suelo, probablemente estaría
mucho más asustado.
En cambio, cada vez que me encuentro perdiéndome en mis propios pensamientos,
vuelven a mis oídos las cigarras, así como así. Es como si me gritaran constantemente:
“¡Estamos vivos! ¡Estamos vivos!”, y eso me tranquiliza mucho más sobre todas cosas.
Sin embargo, las noches seguían siendo difíciles. Una vez que comencé a pensar para
mí mismo, “Me pregunto cómo será morir”, todo terminó. Pensar en cómo estaba a punto
de entrar en ese estado del que nadie sabía mucho me provocó unas nauseas que eran
imposibles de sacudir.
Primero mi respiración se detendría. Entonces mi corazón. Mi flujo sanguíneo se
congelaría en su lugar. Entonces mi cerebro dejaría de funcionar.
Después de eso, no habrá conversaciones, ni risas, ni ver, ni oír, ni siquiera comer.
De hecho… ni siquiera podría hacer esto. Sentarme y pensar en las cosas. ¿Como seria eso?
Ni siquiera podía imaginarlo.
La idea de un estado llamado “muerte” que ni siquiera podía imaginar me asustaba
más que cualquier otra cosa.
Ahora que lo pienso, realmente creía que había algo llamado “cielo”. Allí, lejos, al
otro lado del cielo, había un lugar perfecto donde todos vivían felices para siempre. Y
también vería a Shintaro y a todos los demás allí. Solamente estaba en camino un poco
temprano.
…Pero no hay forma de que ese lugar exista realmente.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 75
¿Quién dijo que lo hacía? No es como si alguien hubiera estado allí. Todos son
mentirosos. ¡Mentirosos, mentirosos, mentirosos…!
Estaba seguro de eso. Después de que morías, no había nada más que oscuridad. Un
mundo de oscuridad y nada más, donde estabas solo…
—… ¿Haruka?
La voz de Shintaro me devolvió a la realidad. Debo haberme perdido nuevamente
en mis pensamientos. Mi corazón latía fuerte en mis oídos, mi respiración era dificultosa.
Como no pude darle una respuesta, Shintaro se levantó y se dirigió a la puerta. Debe
haber estado tratando de alertar a alguien. Agarré su brazo para detenerlo.
—Estoy bien…. ya sabes. Esto… esto todavía está bien…
—P-pero, Haruka, parece que tienes dolor…
Shintaro parecía gravemente preocupado.
Esto probablemente era malo, dada su preocupación y todo eso, pero ver eso me
hizo increíblemente feliz.
Inmediatamente me odié por eso. Perdiéndome en mis pensamientos, dejando que
me doliera, poniendo toda esta carga sobre un amigo cercano… Simplemente miserable.
Tomé varias respiraciones profundas. Podía sentir los líquidos fluir de nuevo. No es
que me quedara mucho en el camino de los “líquidos”.
Hablar me estaba empezando a doler un poco, así que me quedé callado un rato.
Shintaro tampoco dijo nada, mirando por la ventana conmigo.
El color del cielo cambió al acercarse el anochecer. El graznido de los cuervos
comenzó a superar el llanto de los insectos.
—…Seguro espero que te mejores pronto.
Shintaro solo lo soltó, su voz en un susurro. Fueron sus primeras palabras en mucho
tiempo. No estaba seguro de cómo responder.
Debería haber sido simple. Solo un pequeño “Sí, haré lo mejor que pueda” y todo
estaría bien. Pero de alguna manera, simplemente no podía sacar esas pocas palabras
ridículamente simples de mi garganta.
—…Nunca lo voy a hacer.
No podía ver la cara de Shintaro. No quería hacerlo de todos modos, y tampoco
quería mostrarle la mía.
—¿De qué estás hablando, Haruka? Hace un poco de calor últimamente, eso es todo.
Por eso es que…
—No… No, Shintaro.
Me juré a mí mismo que nunca lo diría, pero no pude encontrar una manera de evitar
que las palabras fluyeran.
—…Voy a morir. No creo que vaya a durar otro mes. Lo supe desde mucho antes de
que nos conociéramos, Shintaro.
No hubo respuesta de él. Traté de mantener la calma mientras abría la boca de
nuevo.
—Shintaro—, le dije. —Nunca he tenido un amigo tan bueno como tú en toda mi
vida. Por eso quiero que seas feliz. No importa con qué tipo de cosas malas tengas que lidiar,
quiero que vivas la vida completa que no pude.
El cielo nocturno se oscureció. La habitación estaba bañada por una luz naranja.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 76
Días Perdidos 8
Hoy, 15 de agosto, era un día perfectamente normal. Era uno bueno, pensé.
Las noticias de esta mañana decían que sería un día tranquilo. Temperaturas
completamente normales para esta temporada. Tenían toda la razón.
Así que no tenía nada de qué quejarme. Si tuviera que pensar en algo, creo que me
gustaría ver el atardecer solo una vez más, justo al final.
Ah, y si pudiera agregar algo más, unirme a ese torneo hubiera sido bueno. Pero no
hay razón para ser codicioso.
…La vida, pensé, era así de corta.
Escuché la sirena de la ambulancia y sentí un ligero golpeteo debajo de mí. Escuché
la voz de Takane mientras caía dentro y fuera de la conciencia. Probablemente eran cosas
como “Está bien” y “Aguanta” y así sucesivamente. Anteriormente, tenía tanto dolor que
era incapaz de concentrarme en otra cosa. Ahora, sin embargo, no podía sentir nada en
absoluto.
Fue divertido. No parecía que estuviera curado. Era raro, parecía que todo
simplemente había desaparecido.
Si tuviera que adivinar, la parte de mí que sentía dolor probablemente estaba
muerta. No tenía forma de confirmar esto, pero pensarlo me hizo sentir un poco solo.
Los sonidos a mi alrededor parecían resonar sin cesar en mis oídos, y pronto solo
pude captar los más pequeños matices de las palabras de Takane. ¿Qué decía ella? No lo
sabía. Aunque sonaba muy triste.
Ahhh, lo siento Takane. Lo siento mucho. He recibido mucho de ti, pero no te pude
dar nada a cambio.
Apuesto a que estás enojada por eso. Bueno, puedes estarlo, si quieres. Puedes
golpearme, incluso. Si eso te ayuda a superarlo, puedes hacer lo que quieras.
Oh, pero no te desquites demasiado con otras personas además de mí. Es posible que
te encuentres con todo tipo de personas maravillosas más adelante en la vida. Debes
tratarlas con la atención que se merecerán.
Si. Así es. Eres una chica amable y gentil, Takane. Necesitas seguir sonriendo.
Necesitas ser feliz.
Así que por favor, Takane. Para de llorar…
Una vez que los ecos finales se desvanecieron, ya no sentí nada.
Este era exactamente el tipo de silencio que más temía, pero ahora que me
enfrentaba con la peor parte, no era nada.
¿Entonces esto era “morir”?
No. Si todavía estaba pensando en cosas como esta, supongo que todavía no estaba
allí.
No vi mi vida destellar ante mis ojos, ni ninguna otra guía práctica que mostrara
dónde estaba en el proceso. De hecho, no estaba exactamente seguro de lo que estaba
pasando.
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 79
De donde vino eso? ¿Esas palabras que tan repentinamente llenaron la oscuridad?
Traté de pensarlo, pero luego mi conciencia se apagó, como si alguien desconectara
el cable.
———Mi vida ha terminado, mis sentidos han desaparecido, pero todavía estoy aquí.
¿Qué soy yo?
El espacio blanco puro se extendía a mi alrededor en todas las direcciones. Estaba
rodeado por un vertiginoso conjunto de gotas intravenosas. Estaba en una cama. Yo estaba
ahí.
No podía moverme. Era como si alguien me hubiera cosido directamente en la cama.
Todo lo que sentía allí fue mi conciencia.
Esta no era “realidad”. Yo estaba muerto.
No tardaría mucho en que eso me afectara.
Pero no importaba cómo tratara de justificarlo, esto no parecía el “cielo”. Entonces,
¿qué es…?
«He escuchado tu deseo, humano»
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 80
Daze 2
Fue una larga, larga historia, pero curiosamente, no pareció que pasara el tiempo.
Eso podría ser porque estábamos atrapados en este espacio. O tal vez fue porque
todo lo que Haruka dijo era tan nuevo que me atrapo, haciéndome olvidar sobre el paso del
tiempo.
Después de que terminó, Haruka suspiró suavemente y miró hacia mí.
—…Lo siento, que haya sido tan largo, supongo.
Sacudí mi cabeza. Traté de decir algo también, pero no pude encontrar nada decente.
Al igual que en aquel entonces, ahora que lo pienso. Cuando Haruka me reveló su
enfermedad. Entonces tampoco tenía nada para él. Me congelé.
Dos años, y no he crecido nada desde entonces.
Pero tenía que decir algo. Busqué algunas palabras y las traje a mis labios.
—Um… eso fue increíble. No puedo creer que fueras la persona detrás de Konoha…
Haruka miró hacia otro lado tímidamente, —Lo siento, no pude decírtelo del otro
lado—, se disculpó. Sin embargo, a juzgar por la historia, no creo que haya tenido la
posibilidad. Konoha tenía su propia personalidad. Él era quien movía el cuerpo de Haruka
en ese momento.
Escuchar la historia de Haruka debe haber refrescado un poco mi memoria.
Comencé a recordar las líneas generales de cómo llegué aquí.
Cómo viví los dos años desde que Haruka murió.
Me salí de la escuela. Me escondí en mi habitación. Enomoto de alguna manera se
transformó en esta bola de energía perversa y se instaló dentro de mi computadora.
Todavía no la he perdonado por eso. Entonces conocí al Mekakushi-Dan… Al pensarlo, no
podía creer que de alguna manera me hubiera olvidado de todo. Todo era tan surrealista.
Oh, sí. Me uní al Mekakushi-Dan. Y necesitaba volver rápido, para poder ayudar con
la “Estrategia de Captura del Kagerou Daze” o lo que sea.
Tenía que salir de aquí lo más rápido posible. Pero me faltaba una parte vital. Una
última cosa que aún no podía recordar.
El día que fuimos a la casa de Mary. Mis recuerdos desde el día siguiente hasta que
llegué aquí… Por alguna razón, no podía recuperarlos. Lo que me molestaba.
—…Shintaro. Al principio te dije que hay algo que necesito “aclarar”. ¿Recuerdas?
—Sí… Sí, lo mencionaste. ¿Tu historia es parte de eso?
—No, no lo es. Voy a hablar de eso ahora…
Haruka se detuvo, componiéndose, luego habló de nuevo.
—Dijiste que no recuerdas por qué viniste aquí. ¿Es eso… en verdad realmente?
¿En verdad realmente? Arqueé mis cejas.
—Uh, claro que lo es. ¿Qué, estás dudando de mí? ¿Por qué preguntas?
La cara de Haruka se oscureció de inmediato.
—Quiero decir, no hay forma de que no puedas recordar el momento en que me
miraste a la cara. No tienes que mentir para hacerme sentir mejor…
—¿Huhh? No, eh… como, realmente no sé de qué estás hablando. ¡Y más que nada,
realmente quiero saber!
K a g e r o u D a z e V I - o v e r t h e d i m e n s i o n - | 83
—Has estado actuando extraño todo este tiempo, además. Ya ves en qué clase de
extraño lugar estamos. ¿Cómo puedes actuar de manera tan tranquila? Es raro.
... Está bien, Haruka. No tienes que decirlo.
—Vamos, Shintaro. Tienes que recordarlo. Además…
…No. Por favor no lo digas. ¡No puedes…!