La alimentación es la actividad mediante la que tomamos del mundo
exterior una serie de sustancias necesarias para poder nutrirnos. Estas sustancias están contenidas en los alimentos que componen nuestra dieta. Sin alimentación no hay vida y sin una buena nutrición no hay salud. Una buena alimentación es imprescindible para desarrollarnos plenamente, conservar la salud y la vitalidad y mantener un óptimo rendimiento tanto físico como intelectual. Por eso es muy recomendable reflexionar frente a lo que comemos, sobre el tiempo que le dedicamos en nuestra acelerada vida y empezar a tomar decisiones más acertadas.
2. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR ALIMENTACIÓN SALUDABLE?
La alimentación saludable es aquella que aporta a cada individuo todos
los nutrientes necesarios para cubrir sus necesidades fisiologicas, en las diferentes etapas de la vida (infancia, adolescencia, edad adulta y envejecimiento), y en situación de salud. Ten en cuenta que este apartado hace referencia a la alimentación saludable en general, y lo puedes utilizar como base en tu alimentación diaria. En caso de presentar síntomas específicos relacionados con la enfermedad o el tratamiento, debes dirigirte al apartado de recomendaciones dietéticas específicas. Cada persona tiene unos requerimientos nutricionales en función de su edad, sexo, talla, actividad física que desarrolla y estado de salud o enfermedad. 3. ¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBE DE TENER UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE? Una dieta saludable tiene que reunir las características siguientes: Tiene que ser completa: debe aportar todos los nutrientes que necesita el organismo: hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua. Tiene que ser equilibrada: los nutrientes deben estar repartidos guardando una proporción entre sí. Así, los hidratos de carbono (CHO) han de suponer entre un 55 y un 60% de las kcal totales al día; las grasas, entre un 25 y un 30%; y las proteínas, entre un 12 y un 15%. Tiene que ser suficiente: la cantidad de alimentos ha de ser la adecuada para mantener el peso dentro de los rangos de normalidad y, en los niños, lograr un crecimiento y desarrollo proporcional. Tiene que ser adaptada a la edad, al sexo, a la talla, a la actividad física que se realiza, al trabajo que desarrolla la persona y a su estado de salud. Tiene que ser variada: debe contener diferentes alimentos de cada uno de los grupos (lácteos, frutas, verduras y hortalizas, cereales, legumbres, carnes y aves, pescados, etc.), no solo porque con ello será más agradable, sino porque, a mayor variedad, habrá también una mayor seguridad de garantizar todos los nutrientes necesarios. 4. LA ASEPCIA ALIMENTARIA La dieta de alta seguridad alimentaria no es una dieta totalmente estéril, pero tiene como objetivo reducir al máximo los patógenos procedentes de los alimentos y bebidas. Para ello, evitaremos alimentos que pueden contener microorganismos y debemos de seguir unas pautas de manipulación y preparación de los alimentos para conseguir la inocuidad de los alimentos que se consumen, especialmente en personas con el sistema inmunitario debilitado. Al realizar la compra: Leer atentamente las etiquetas para comprobar que no se ha superado la fecha de caducidad. Separar las carnes, aves, pescados y mariscos crudos del resto de alimentos. En los alimentos enlatados, asegurarse de que no tienen abolladuras, grietas o tapas abultadas. Comprar frutas y verduras que no estén dañadas o magulladas. Cómo limpiar los alimentos: En primer lugar, hay que lavarse las manos con agua tibia y jabón al menos durante 20 segundos antes y después de manipular los alimentos, y después de ir al baño o tocar animales domésticos. Lavar las tablas de cortar, platos, utensilios y superficies con agua caliente y jabón después de preparar productos con carnes, aves y pescados crudos y antes de preparar cualquier alimento que no necesite cocción; o usar el lavavajillas. Lavar las frutas y las verduras crudas con vinagre y enjuagarlas bien. Usar preferiblemente toallas de papel para limpiar las superficies de la cocina. En alimentos enlatados, lavar las tapas antes de abrirlos. Es muy importante separar alimentos crudos de los alimentos cocinados: Separar las carnes, aves, pescados, mariscos y huevos crudos de otros alimentos en el carro de la compra y las bolsas de la compra, en el frigorífico y en el momento de la preparación de las comidas. A la hora de cocinar: Asegurar que se alcanzan temperaturas elevadas en el interior de la pieza de carne, pescado o marisco. Cocinar los huevos hasta que las yemas y las claras estén perfectamente hechas y los mariscos de concha hasta que esta se abra. Calentar los alimentos ya preparados (salchichas, embutidos, etc.) a elevada temperatura y las salsas y sopas hasta temperatura de ebullición y no recalentar más de una vez. Descongelar los alimentos en el frigorífico, o en agua fría o microondas si se van a cocinar inmediatamente, nunca a temperatura ambiente y nunca volver a congelar.
5. BENEFICIOS DE COMER SANO
¿Estás aprendiendo acerca de qué es la alimentación saludable? Estos son los motivos por los que este tipo de alimentación es la mejor elección.
Proteges a tu cuerpo de la desnutrición.
Previenes el desarrollo de enfermedades no transmisibles. Reduces los factores de riesgo para tu salud. Previenes el sobrepeso y la obesidad. Ten en cuenta que los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida; la lactancia materna favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo; además, puede proporcionar beneficios a largo plazo, entre ellos la reducción del riesgo de sobrepeso y obesidad y de enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida. Nunca olvides hay que beber de 1,5 a 2 litros de agua al día.