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La Etica
La Etica
LA ETICA:
b.) Psicoanálisis:
Una corriente psicológica que ha tenido influencia en la ética es el
psicoanálisis, fundado por Segismundo Freud (1856-1939). El psicoanálisis
ofrece descubrimientos valiosos para la ética, como el relacionado con el papel
de la motivación inconsciente en la conducta humana, que permite discriminar
los actos morales de loa amorales (o indiferentes a la moral).
El psicoanálisis es una teoría que trata de explicar los mecanismos psíquicos
del ser humano. Esta teoría desemboca en el campo de la psiquiatría. El
psicoanálisis –dice Freud- constituye un especial tratamiento de los enfermos
de neurosis.
Al explicar los mecanismos de la conciencia, Freud distingue tres -3- zonas
fundamentales:
1. El Yo: es propiamente la conciencia, la organización coherente de los
procesos psíquicos, integradora principalmente de la conciencia. El yo
es el encargado de establecer contacto con la realidad y relacionar el
organismo con el medio ambiente circundante (realidad social y cultural).
Intenta canalizar el impulso primordial del ello y dar satisfacción a las
necesidades que este tiene planteadas, armonizándolas entre sí y con la
realidad circundante. Controla las funciones de la memoria y el
pensamiento y es capaz de postergar la satisfacción de las necesidades
planteadas en el ello de acuerdo con las posibilidades reales. Se rige por
el principio de realidad, o sea la realidad exterior al individuo, conjunto
de normas, costumbres, instituciones, etc.
2. El ello: el ello, o inconsciente, es la zona más interesante de la
conciencia, y a la que Freud dedica minuciosos estudios. El ello está
formado por un conjunto de fuerzas, impulsos o tendencias
inconscientes, funciona al margen de nuestra voluntad y se expresa sin
una intención consciente. Freud la llamó una caldera de energía en
ebullición. Está regido por el principio del placer, el cual busca la
satisfacción total e inmediata de los impulsos instintivos, aunque sean
contradictorios y en desacuerdo con la realidad.
3. El súper yo: es el ideal del yo; las bases de su formación se encuentran
en la vida infantil. Está formado por los valores y normas morales
adquiridas a lo largo de la educación; es una especie de conciencia
moral inconsciente que entra en conflicto con el yo o consciente
provocando remordimientos y conflictos morales.
El súper yo tiene como función el aprobar o rechazar actos,
pensamientos, impulsos provenientes del ello; la relación del supero –yo
es, pues, una relación muy conflictiva.
c.) Sociología:
Esta ciencia fue creada por Augusto Comte (1798-1875) quien, tomando como
modelo las ciencias positivas, la concibió como una especie de física social que
se encargaría de reducir leyes científicas a uniformidades, el en apariencia
abigarrado conjunto de los fenómenos sociales.
La sociología estudia el comportamiento del hombre como ser social en el
marco de unas relaciones dadas. Ahora bien, la ética no puede desarrollarse
sin tomar en cuenta los resultados de esta ciencia, ya que el hombre es
esencialmente un ser social, vive circunscrito en la sociedad y recibe de ella un
sistema de valores morales. Sin embargo, la moral no es absolutamente un
producto social, ya que también el factor individual es decisivo. La tendencia
denominada sicologismo ético que pretende reducir la ética a una rama de la
sociología parte de la tesis que afirma que la sociedad impone al individuo
tanto sus costumbres como sus creencias.
Según el sicologismo, el hecho moral es simplemente un hecho social, cuyo
estudio compete directamente a la sociología.
d.) Antropología e Historia:
La antropología e historia son ciencias que definitivamente no pueden
desvincularse de la ética. Si la ética tiene como punto de referencia al hombre,
es obvio que la antropología, como estudio del hombre, le proporciona una
base fundamental. La antropología social tiene, entre sus capítulos, el estudio
de la moral de los pueblos y culturas ya extinguidas. Este conocimiento es, sin
duda, de gran interés para la ética, la cual debe tener conocimiento objetivo y
realista del fenómeno moral. Para tener elementos objetivos que le permitan
comprender la experiencia moral con toda su plenitud, la ética debe partir de
los hechos históricos; debe conocer, por ejemplo, el desarrollo de la moral
egipcia, china, homérica, etc.
La etnología, la historia y la Antropología, muestran que todos los pueblos han
tenido un ideal moral. Estas ciencias ilustran a la ética sobre los cambios que
ha sufrido la moral desde sus orígenes.
En la medida que la ética se base en la historia, en la antropología y en
ciencias semejantes, se purgara de elementos apriorísticos y carentes de
objetividad.
La ética tiene un carácter teórico, también está interesada en el cumplimiento
efectivo de los valores morales, en la manera como la humanidad ha asimilado
y transformado la moral (lo que se denomina la moralidad). Esto no lo puede
enseñar más que la Historia: estudio de la conducta humana. Puede decirse
que la historia es el material de laboratorio para el ético o filosófico de la moral.
El filósofo de la moral necesita estar íntimamente vinculado con la humanidad,
conocerla hasta donde las ciencias se lo permiten.
e.) Teoría del Derecho:
Una ciencia bastante cercana a la ética es la teoría del derecho, entendida
como ciencia y no como mero conjuntos de leyes jurídicas. La ética y el
derecho son ciencias normativas, es decir, tienen como objeto estudiar normas.
Sin embargo, hay una distinción fundamental entre ética y derecho por la
naturaleza de las normas que estudian. La ética estudia normas morales, las
cuales para que sean tales, se requieren la aceptación libre y consciente; en
cambio, el derecho estudia normas jurídicas que se caracterizan por se
coercibles o impuestas por medio de la fuerza, sin que intervenga
necesariamente la libertad del sujeto para su cumplimiento. Las normas
jurídicas se imponen en forma autoritaria; mientras que las morales, no.
El derecho es heterónomo, es decir, prescrito por una fuerza extraña; se
impone al individuo prescindiendo de su libre asentamiento. En cambio, el acto
moral es autónomo, prescrito por sí mismo, tomando como base la libertad
humana.
La Ética y la Axiología