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Metodología
y Técnicos del
Trabajo Intelectual
Papeles para un manual y selección de lextos

COMPILADORES:

161201
1 8 8 / METODOLOGÍA Y TÉCNICAS DEL TRABAJO INTELECTUAL

IV.l. TEXTOS PARA EL ANÁLISIS


IV. 1.2. Texto 2:

T u r c a t t i, Dante

La Historia Oral en el Uruguay:


estado de la cuestión
Ponencia presentada al Congreso Interamericano de Historia Oral,
Rio de Janeiro, 1998

E n s e ñ a r e in d a g a r a c e r c a d e l a n e c e s id a d d e l o s
TESTIMONIOS ORALES; TRATAMIENTO CIENTÍFICO DE LAS FUENTES

Al tiempo de advertir la necesidad de ir a las fuentes orales para el estudio del pasado inme­
diato, debe recordarse que no se trata de profundizar en pormenorizados análisis de historia
aplicada, que constituyen el campo de otras disciplinas.
En este sentido coincidimos con Fraser cuando señala el referirse a los diversos significa­
dos referidos a la Historia Oral: "Este término se presta a confusión porque parece que quiere
ser una disciplina distinta, como la Historia Económica, cuando de hecho es una técnica para
la Investigación histórica” (FRASER, Ronald. "La Historia Oral como Historia desde abajo,
en: Ruiz Torres, Pedro. “La historiografía”. Madrid, Marcial Pons, 1993, pág. 80).
Incluso algunos de los que utilizan actualmente la técnica prefieren no apelar al término
usual, habiendo más bien de LIFE STORIES -relatos de vida-. “Por mi parte, creo que el
término más adecuado sería Fuentes Orales” (FRASER; lbíd). Este camino no ha sido casi
transitado en nuestro país de manera sistemática.
Entendemos que el proceso de Investigación social que implican las técnicas de oralidad,
impone al mismo tiempo:
a) la búsqueda de lo característico, de lo individual, para proceder luego a extraer los
elementos comunes de lo colectivo;
b) la íntima relación del presente respecto del pasado a indagar;
c) la impronta, el protagonismo del historiador en relación al objeto de la investigación;
d) la compleja trama de lazos entre el entrevistador y el entrevistado en un proceso de
relacionamiento con numerosas peculiaridades.
La entrevista se convierte en el hecho trascendente de estas técnicas, porque como dice
Thompson: “Para los historiadores el paso del tiempo siempre fue básico, y la distinción
UNIDAD 4: LAS TÉCNICAS DE LA INVESTIGACIÓN / 1 8 9

entre encuesta masiva e historia de vida no fue nunca tan importante. El uso directo de la
entrevista, la búsqueda de testimonios orales en su propio terreno, representó la innovación
clave, los historiadores no son puristas de la metodología sino que actúan como las urracas:
ante un problema dado se agarran a cualquier evidencia que pueden descubrir y le sacan el
máximo provecho (Thompson, Paul. “Historias de vida en el análisis del cambio social” en
Marinas, José M. y Santamarina, Cristina. “La historia oral: métodos y experiencias», Ma­
drid, Ed. Debate, pág. 60.
En los años recientes los historiadores han explorado el pasado a través de los testimonios
orales. Nosotros ahora percibimos la importancia de la estructura narrativa, imaginación y
mito acerca del pasado. En este proceso de reconstrucción, sin embargo, algunos aspectos de la
memoria colectiva están en peligro de desaparecer. Se ha investigado la dimensión subjetiva de
la memoria y el rol crítico de la experiencia. Nuestra personal percepción de la experiencia
puede ser definida con recuerdos individuales como hechos reales. Esta experiencia puede
incluir la memoria de emociones fuertes, que deben ser reevaluadas y recontextualizadas.

La r iq u e z a de la H is t o r ia o r a l :
LO DELICADO DEL CAMINO A TRANSITAR
Existen pues, campos de acción donde la Historia Oral aporta de manera decisiva:
1) Como Instrumento recuperador de fuentes para el estudio del pasado, se vuelve aporte
insustituible, más allá de su consabido valor intrínseco en cualquier pesquisa histórica. Ocu­
parse de la experiencia de las generaciones previas es síntoma de atención dirigida a otras
personas, ideas y sentimientos. Historias de «primera mano»: registran también un impacto
emocional que debe ser asimilado por los historiadores respecto del pasado.
Para las investigaciones en general, la Historia Oral recupera testimonios de actores de
acontecimientos o tradiciones orales transmitidas a veces durante varias generaciones. La
oralidad aporta, pues, fuentes accesorias que complementen e iluminan la documentación
escrita, y actúan en un proceso de intercambio recíproco cada vez más intenso.
2) Cuando las fuentes tradicionales son escasas o nulas, los testimonios de la índole que
nos ocupa, son indispensables y se convierten no ya en un tipo documental accesorio o igual
el comúnmente utilizado, sino en el más importante.
Por eso no sorprenden las apreciaciones de Hobsbawn, quien el tratar el tema del aporte
de los distintos tipos de fuentes señala las serias limitaciones de las técnicas orales, porque su
fundamento termina siendo ‘tan notoriamente falible paro reconstituir hechos como la me­
moria». Quizá, como señala Fraser, este autor toma de forma parcial la producción basada en
técnicas orales, basando sus conclusiones en los trabajos del período “populista” de la Histo­
ria Oral inglesa.
Si bien creemos que no pueden aplicarse dichas críticas a la fecunda producción inglesa,
tomada globalmente y menos aún a la que se desarrolló y desarrolla en otros países “pione­
ros” en este campo, los abusos existieron y todavía proiiferan. Estas formas de Historia Oral
«puede dar como resultado libros apasionantes, pero no libros de Historia” (Comentado por
FRASER; op. cit.; pág. 79)
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La técnica de la entrevista a la que recurren algunos historiadores, con la finalidad de


complementar los aportes basados en fuentes de soporte tradicional, no implica necesaria­
mente un tratamiento científico de dichas fuentes. Muchas veces da la impresión de que
dichos trabajos no constituyen, en cuanto a las características de las investigaciones y los
objetivos propuestos, sino sólo aportes de segundo orden o meramente subsidiarios.
La aplicación de las técnicas orales necesariamente implican conocimientos mínimos y
experiencias directas en el campo de la oralidad o por lo menos recurrir a los asesoramientos
del caso. La ignorancia al respecto, en nuestro medio, sobre todo la que hace referencia a los
fundamentos teóricos de la oralidad es real. Examinando determinada bibliografía vemos
que la Historia Oral se reduce a entrevistas aisladas, a veces de segunda mano, o de simples
citas. Incluso, los apéndices documentales carecen de repertorios orales.
Gran parte de los historiadores, pues, no ha transitado este camino de recuperación de la
memoria colectiva. No ha comprendido aún el irremplazable papel de estas fuentes.
e
Lo cierto es que esfuerzos encomiables, pero no coordinados, y carencias teórico-
metodológicas como las referidas antes, hacen que ricos materiales -muchas veces mal tra­
bajados- duermen encarpetados, frustrándose la proyección de una labor, que tanto podría
aportar a los historiadores y dentistas sociales del medio.
En nuestro país se dan situaciones que nos recuerden en cierta forma alguna de las expe­
riencias a las que Joutard ha hecho alusión (JOUTARD, Philippe. «Esas voces que nos
llegan del pasado”, México, F.C.E., 1986), como por ejemplo el saber distinguir con cierta
precisión los testimonios institucionales u oficiales de los de carácter individual y que refle­
jan el sentir de la comunidad (Ibíd.; págs. 260-61).
La subestimación de las tareas técnicas, de las que se cree poder prescindir, aunque se
pretenda luego hacer referencia con supuesta solvencia el manejo del Instrumental, es otro de
los factores que impiden esa incorporación a la historiografía de estos no tan “nuevos” recur­
sos. Lo que repercute, indudablemente a la hora de realizar evaluaciones metodológicas,
dirigir investigaciones o impartir enseñanzas.

1 LO S EXPERIENCIAS MADURAS: EL MUNDO ANGLOSAJÓN

En los trabajos previos a la iniciación del proyecto, se trató de obtener el máximo fruto
del contacto con la bibliografía especializada, particularmente la originada en Inglaterra. El
acercamiento a modalidades de trabajo en el medio estadounidense, ha influido decisiva­
mente en la tarea que se está llevando a cabo. Fueron fuentes de inspiración revistas como
“Oral History” y “History Today”. La obra bibliográfica de Rob Pefks ha sido de consulta
frecuente. La estadía de quien suscribe en los National Sound Archives de Londres contribu­
yó asimismo a despertar inquietudes y entusiasmos.
Se han convertido en un desafío determinadas experiencias que se tuvo la oportunidad de
apreciar en Inglaterra en proyectos vinculados con el intercambio generacional y con la inte­
gración de diversos grupos de inmigrantes a determinadas zonas de Londres. En ese sentido,
publicaciones de divulgación de Hammersmith and Fullham Community History (dirigida
por Sav Kyriacou) y *Age Exchange” (Pam Schweitzer), constituyeron para quien suscribe
un precedente válido tanto en lo referente a aspectos instrumentales como eda presentación
de los resultados. Pero por sobre todo, por lo que anima a las instituciones en que dichos
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investigadores trabajan: la preocupación por la comunidad a la que sirven, entre otras cosas
con las publicaciones emanadas de la misma comunidad.

L a e n s e ñ a n z a d e l a s t é c n ic a s d e H is t o r ia l O r a l e n M o n t e v id e o

La enseñanza de Técnicas de la Oralidad forma parte del programa de la asignatura


Técnicas de la Investigación Histórica. En los últimos años se ha priorizado dicha unidad,
lográndose integrar a los estudiantes al trabajo de campo sobre la base de la temática que hoy
se propone.
Ciertamente la Historia Oral tiene también un sentido didáctico respecto de las jóvenes
generaciones a los efectos de comparar sus propias experiencias, y confrontar las concepcio­
nes y formas prácticas acerca de la familia y la vida laboral.
Los aspectos teóricos y metodológicos y luego los referidos a las técnicas de trabajo,
constituyen etapas del aprendizaje. La preparación del cuestionario, con su marco histórico,
la realización de la entrevista, la desgrabación de la misma, son tareas que los equipos forma­
dos al efecto vienen desarrollando año a año.
Se ha conformado un archivo de fuentes de significativa importancia, que ya cuenta con
unas ciento cincuenta grabaciones y sus correspondientes desgrabaciones, el que se acre­
cienta con entrevistas del equipo de trabajo del Departamento de Historiología.
Se han realizado tres seminarios de Historia Oral, correspondientes al final de la carrera
(7o y 8o semestre de la Licenciatura en Ciencias Históricas), en los que además de obtener
testimonios, los estudiantes Interpretan fuentes del Archivo, realizando el trabajo de las mis­
mas con la coordinación del suscrito. Hay que agregar que éstas también se integran al
Archivo de Oralidad.

H isto r l a O r a l - H i s t o r i a L o c a l

Puede que la Historia local sea uno de los ámbitos que presenta mayores flancos débiles
al intentar la recuperación de fuentes para su estudio. La carencia de medios documentales
propios, el peso del tiempo, las políticas de centralización, la incomprensión de la propia.
identidad, son algunas de las circunstancias que juegan en contra de la conservación de las
historias de las pequeñas circunscripciones.
En el caso del Uruguay, se está intentado rescatar, en la medida de lo posible, la memoria
de espacios geográficos particulares y suficientemente individualizados como para formar
parta de aquellas historias locales o regionales que la Historia tradicional no ha podido tratar
debidamente.
A pesar de la intensificación de estudios sobre temáticas regionales o locales, puede
percibirse un vacío en otros aspectos de la vida diaria, la historia menuda y el desarrollo de
las historias locales, entendidas como trayectorias de los barrios. No muchas investigaciones
han tratado de quebrar el muro de los enfoques tradicionales. Por lo mismo, las experiencias
realizadas, aunque escasas, merecen ser impulsadas.
En Montevideo, la Historia barrial ha hecho tímidos aportes. Los productos se basan, sin
embargo, en fuentes tradicionales -particularmente en prensa- y los testimonios orales habi­
tualmente no pasan de ser recopilaciones de anécdotas (aunque algún autor haya venido traba­
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jando tenazmente el tema). El Interés de estos informes está orientado más bien hacia la histo­
ria urbana y, en muchos aspectos, los mismos aparecen presididos por los enfoques típicos.
L.a historiografía regional en el Interior del país ha luchado y lucha, con empeño, por recu­
perar la historia de la parcela propia. La desatención de la Investigación tradicional hacia los
desarrollos extramuros de Montevideo, incentivo en algunos autores el espíritu regionalista y el
orgullo local. Los esfuerzos, si bien no demasiado abundantes, han dado ricos frutos sobre las
historias ciudadanos desde la colonia y el primer siglo de la Independencia. Quedan aún, poco
analizados, los años que recorren las décadas de los años ’20 hasta la actualidad.
En aquellas Investigaciones la Historia Oral ha hecho tímidos asomos, por los parámetros,
temporales predominantes. La recuperación de testimonios orales existe, sin embargo, en
varios emprendimientos particulares, pero sin llegar a convertirse en un método sistemático
de recuperación de fuentes históricas.
En el Interior del país, la documentación a estudiar es más difícil de encontrar que en
Montevideo, por el estado de los archivos municipales y por la ausencia de repositorios
descentralizados en varias esferas de acción (los de las Instituciones oficiales, de enseñanza,
Jefaturas de Policía, de la justicia; etc. fueron absorbidos por la Capital). Por otra parte,
muchas veces la papelería se deterioró o es destruyó por el desinterés en su preservación.
La oralidad, pues, redobla su valor en la historia de estas localidades o regiones del
interior del país, siendo el principal o único medio de acceso al conocimiento de temas y
tiempos que se arriesga perder definitivamente.
He aquí dos radios de acción en los cuales estamos intentando recuperar los recuerdos de
las personas, para reintroducir en las memorias ciudadanas las identidades perdidas o
desdibujadas. No pretendemos hacer historia aplicada, sino rescatar testimonios, fuentes
orales, para uso de los investigadores.
Finalmente, para ambos campos existe una razón para actuar con relativa urgencia: la
configuración del MERCOSUR exige preservar lo propio como el único modo eficiente de
integrarse a una unidad más vasta y compleja.

L O S OBJETIVOS DE LO PARTICIPACIÓN DE LOS ESTUDIANTES

Los estudiantes participan de los tres objetivos propuestos en el proyecto:


1. Tratar de devolver a la comunidad, lo que ésta a través de sus representantes ha aportado
para la reconstrucción de su pasado. Se piense en trabajos de divulgación para comple­
mentar esta finalidad, además de otros mecanismos de extensión académica al medio.
2. Archivar los documentos orales y sus soportes técnicos, de manera de hacer posible
su recuperación.
3. Posibilitar la participación de estudiantes de Técnicas de la Investigación Histórica y
de los que cursan el Seminario de Historia Oral en trabajos de campo, de forma de
lograr objetivos didácticos relacionados con el aprendizaje de dichas técnicas.

LOS GRANDES PREGUNTAS PLANTEADAS


—¿Hasta qué punto la familia se vincula y proyecta al medio local: comunidad, barrio, Insti­
tuciones representativas, incluyendo la perspectiva que plantea la temática del tiempo libre?
UNIDAD 4: LAS TÉCNICAS DE LA INVESTIGACIÓN / 193

—¿Qué sectores componen el núcleo barrial, cómo se desarrolla su relacionamiento e


inserción en la colectividad, teniendo en cuenta en especial la incidencia de los inmigrantes
y sus descendientes, Incluyendo el aporte de quienes se trasladan del Interior?
—¿Hasta qué punto la fábrica, la empresa, el negocio mayorista o minorista se constituyen
en foco de irradiación el barrio y cómo la familia de los obreros y empleados se ve influenciada
y condicionada por éstos? ¿Cuáles son las características más notorias de este proceso?
El curso comienza con una exposición teórica acerca de las características y evolución
de las técnicas orales, en especial de la Historia Oral
Los estudiantes participan activamente realizando aportes de tipo analítico de la biblio­
grafía relacionada con dicha problemática, apreciando así los aspectos teórico-metodológicos
y técnicos que implica la oralidad.
Es de hacer notar que este “debate” se profundiza en el Seminario, en el que se requiere
haber cursado las disciplinas teórico-metodológicas, Historia del Uruguay (Siglo XX) y dos
de las introducciones a las Ciencias Sociales.
Se expone luego un panorama general de la Historia Oral en Latinoamérica y en los
principales centros de Investigación del mundo.
Los alumnos preparan luego el marco histórico, para pasar a los aspectos técnico-
metodológicos vinculados con el cuestionario y la entrevista.
Aunque se aplica el criterio de “un entrevistador, un entrevistado”, se forman equipos en
los que los estudiantes se reparten las tareas, incluso la entrevista.
Los docentes: titular, asistente y ayudante, acompañan el proceso desde el momento de la
elección del entrevistado.
El producto final en este curso es un trabajo que incluye el marco histórico con la crono­
logía correspondiente, la hoja de datos, ficha técnica, y la desgrabación de la entrevista, la
que es acompañada de los soportes sonoros.
En el Seminario de finales de la carrera se profundizan los aspectos teóricos. Cada
estudiantes realiza su propia entrevista y se exige un trabajo elaborado, que tiene por objeto
analizar y ordenar la desgrabación, de acuerdo a referentes temáticos.
Fruto de estos años de trabajo es el Archivo que se ha logrado formar, que está en vías de
clasificación y ordenamiento, de acuerdo a pautas archivológicas.
La divulgación no ha sido posible, aunque aspiramos a editar, entre otros productos, sin
grandes pretensiones, con la finalidad de devolver a la comunidad lo que ésta aportó.
El curso ha ido enriqueciéndose con materiales auxiliares, que ahora dan pie para la
elaboración de un manual.
La participación de los estudiantes es entusiasta y la mayor parte de los que cursa culmi­
nan su trabajo, el que generalmente se enriquece con materiales auxiliares, ya mencionados.
Se adjuntan trabajos de estudiantes del primer y segundo nivel.

P r o y e c c ió n d e l a a c t i v i d a d d o c e n t e
Se está extendiendo a localidades del Interior del país. A partir de cursillos breves. La
idea es la de conformar núcleos comunitarios, que pueden con un instrumenta! básico, re­
construir las identidades locales.
194 / METODOLOGÍA Y TÉCNICAS DEL TRABAJO INTELECTUAL

Las experiencia de Salto -a unos 450 kms. de Montevideo- ha dejado en evidencia, no sólo
el interés, sino la acuciante necesidad de los lugareños respecto de la recuperación de identidades.
No es momento de extendemos, pero quien conoce la realidad de este país macrocéfalo, donde la
mitad de los habitantes reside en la capital, puede entender esta búsqueda desesperada.
El Uruguay, el país más pequeño de América del Sur, se encuentra rodeado por Brasil y
Argentina y casi no posee población rural. La historia de su independencia, aclararía mejor
las cosas.
Más cerca de Montevideo, en Fray Bentos (Dpto. de Río Negro), podría eventualmente
crearse otro núcleo próximamente.
Problemas a superar en la instrumentación del curso respecto de los objetivos planteados
a) Preparación del equipo de trabajo en cada etapa. Para esta tarea es necesario contar
con tres ayudantes de investigación.
b) Elaboración del cuestionario y programación de cada entrevista.
c) Entrevista y realización de tareas auxiliares. Carencia de medios técnicos que debe
subsanarse: grabadoras, casettes; etc.
d) Obtención de materiales anexos, desgrabación y aspectos técnicos ficha, hoja de datos,
ficha técnica. Exige disponibilidad de disquetes, ficheros, materiales de escritorio; etc.
e) Poner mayor énfasis en la crítica de la entrevista.
f) Elaboración de los productos a que se alude en cada etapa.
g) Archivo de los materiales y elaboración del inventario correspondiente.
h) La necesidad de la toma de conciencia de la necesidad de la publicación de los pro­
ductos: materiales teóricos, de apoyo el curso, sobre todo las selecciones de fuentes y
fascículos de extensión a la comunidad.
Desgraciadamente no se ha podido concretar un proyecto conjunto Universidad-Munici­
pio de Montevideo, que apuntaba a la recuperación de las identidades barriales.
También se hace necesario recibir asesoramiento de los Centros de Oralidad, como el de
la Universidad de Columbia y los National Sound Archives, que ya nos han prestado apoyo.
En cuanto a materiales auxiliares, es Importante poseer material gráfico necesario para
acompañar las publicaciones. Asimismo la posibilidad de registro visual de las entrevistas y
la colaboración para el caso del Dpto. de Antropología Social y Cultural de la Facultad.
Para la recepción de información internacional, se hace imprescindible continuar la sus­
cripción a las revistas «Oral History”, “History Today», “Tradición y Fuente Oral’ y otras
relacionadas con la temática.

A p o r t e s d e e n t id a d e s I n t e r n a c io n a l e s y C o n g r e s o s

El contacto con la Asociación Internacional de Historia Oral, con la Sociedad Norteame­


ricana de Historia Oral y la concurrencia a los Congresos Internacionales, como:
- VIII Conferencia Internacional de Historia Oral, en la Universidad de Columbia,
Nueva York, 1994
Ponencia: Sobre la metodología de trabajo y fundamentación correspondiente al
estudio de la Incidencia del trabajo y la familia.
UNIDAD 4: LAS TÉCNICAS DE LA INVESTIGACIÓN / 195

- V Jornadas Interescuelas de Dpto. de Historia y Jornadas Rioplatenses Universita­


rias de Historia, realizadas en Montevideo en 1995. Ponencia: la fábrica y el barrio:
incidencia en la familia.
- IX Congreso Mundial de Historia Oral, desarrollado en la Universidad de
Gotemburgo, en 1996
Ponencia: El barrio: ámbito comunitario de proyección de la vida del obrero.
- Congreso de la Asociación Norteamericana de Historia Oral, desarrollado en Nue­
va Orleans en 1997. Ponencia: El tiempo libre en los barrios montevideanos en la
década del ’40.
Todos ellos han permitido enriquecer nuestra experiencia.

P r o y e c c ió n d e l a t a r e a e m p r e n d i d a :
CON PARTICULAR REFERENCIA A LA FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS.

Lamentablemente el estilo de trabajo en estas tierras del Sur del continente americano,
sigue siendo bastante individualista. La carencia en otros planos, se proyectan al académico
y no sólo no se reciben experiencias, sino que ni siquiera se tienen noticias de lo que hace el
colega de la misma Universidad.
Estos desencuentros, producto de realidades adversas y humanas fragilidades, son el
lamentable, aunque en cierta medida se compensan con la labor docente.
A través de la enseñanza precisamente de la técnicas orales, aspiramos a pesar de escep­
ticismos varios, que los estudiantes a la hora de realizar sus proyectos de investigación, o sus
trabajos, posean la información elemental sobre la Historia oral y sus significados en la
Historiografía contemporánea, sepan manejar el instrumental técnico y conozca los caminos
para llegar a las fuentes, en fin, para mantenerse erguido a pesar de dudas y confusiones, para
encaminarse luego ágilmente, conociendo las grandes corrientes de la Historia Oral, en rela­
ción con la Teoría de la Historia.
Si alguno de los estudiantes desea cultivar posteriormente estas técnicas de manera pre­
ferente, tendrá también allanado el punto de partida para ulteriores realizaciones.
Por ello creemos en una proyección didáctica del proyecto, cuyas metas, sencillas, son
similares con las aspiraciones que el docente pretende obtener de la enseñanza de estas técni­
cas en los cursos aludidos:
1. Permitir a los estudiantes que actúan como colaboradores, experimentar la práctica
de la entrevista, que a su vez supone un bagaje instrumental que se incorporará a sus
conocimientos y habilidades, lo que indudablemente los habilitará para el manejo de
estas técnicas, aún cuando no se especialicen en Historia Oral.
2. Esta práctica contribuirá a formar expertos en Teoría, Metodología y Técnicas de la
Oralidad, en quienes se involucren directamente en él.
3. Desde el punto de vista interdisciplinario, se esperan lograr resultados positivos del
trabajo con antropólogos y archivólogos.

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