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Jennifer Guevara
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49
propuesta@flacso.org.ar
ISSN 1995- 7785
ARGENTINA
2018
Jóvenes Investigadores
Los docentes orientadores en el practicum: límites y posibilidades
para su participación como formadores, por Jennifer Guevara.
Propuesta Educativa Número 49 – Año 27 – Jun. 2018 – Vol.1 – Págs. 94 a 103
Los docentes orientadores en el practicum: límites y
posibilidades para su participación como formadores
JENNIFER GUEVARA*
cular que las diferencia tanto de las tres centrales han sido bautizados la separación de la formación y la
instancias de enseñanza directiva como la “tríada de las prácticas” que práctica docente en dos institucio-
dentro de un salón de clase, como comprende a los docentes en for- nes con objetivos diferenciados. A
de los procesos informales de socia- mación o practicantes; a los docen- partir de entonces, la participación
lización laboral (Douglas, 2014). tes orientadores -también llamados de los orientadores ha dependido
coformadores, tutores o mentores- más bien de los arreglos institucio-
En el caso de la preparación de los que reciben a los practicantes en nales y de los vínculos personales
docentes, el practicum se remonta a sus salones de clase; y a los profeso- de los profesores de práctica con las
los inicios de la institucionalización res de prácticas -también llamados escuelas.
de la formación inicial. Con varia- supervisores-, quienes en general
das denominaciones -prácticas, están a cargo del espacio curricular Hoy, los lineamientos curriculares
residencias, pasantías, entre otras- de práctica. (CFE, 2007), reconocen a las escue-
es una experiencia que organiza y las asociadas como espacios de
acompaña las primeras inmersio- El rol de los dos formadores de la formación. Los docentes orientado-
nes de los futuros docentes en los tríada -docentes orientadores y res se sitúan entonces como nexo
salones de clase, en general bajo la profesores de práctica-, así como su entre la escuela asociada, el grupo
supervisión y la guía de maestros y grado de participación en el proce- de clase de la escuela y los practi-
* Dra. en Educación, Universidad de San Andrés; Lic. en Ciencias de la Educación, Universidad de San Andrés; Beca-
ria doctoral; CONICET-UdeSA. E-mail: jguevara@udesa.edu.ar
Propuesta Educativa, Año 27, Nro. 49, págs. 94 a 103, Junio de 2018
Los docentes orientadores en el practicum: límites y posibilidades para su participación como formadores
Propuesta Educativa, Año 27, Nro. 49, págs. 94 a 103, Junio de 2018
Jennifer Guevara
La indagación en terreno duró dos por estos meses vamos a usar al-
años e incluyó dieciocho entrevis- Lugares asumidos y adjudicados cohol”, y listo. Y ella el primer día
tas no estructuradas -once a profe- de las docentes orientadoras en de residencia agarró y les fue a la-
soras de práctica y seis a docentes los espacios de práctica: caleidos- var (…); entonces, le digo “la ver-
orientadoras-; conversaciones in- copio de figuras. dad que no, porque me observas-
formales con distintos actores insti- te y te di la razón por la cual no
tucionales y aproximadamente 150 Los lugares ocupados por las do- lo estoy haciendo. Cuando tenés
horas de observación participante centes orientadoras no permiten chicos a cargo, no hay otra, tenés
en los espacios de práctica y en re- ser organizados en clave de grados una responsabilidad civil. Enton-
uniones y eventos institucionales. o intensidades de participación. Tal ces la residente [me contesta] (…)
La observación de los talleres, las como mostraremos a continuación, “pero yo estoy a cargo del grupo
instancias que organizan y jerar- la variabilidad de los lugares asu- ahora”, y le dije “no. Estás a cargo
quizan las prácticas docentes en midos y adjudicados nos permite, de las actividades, pero a cargo
Argentina, supuso la asistencia tan- en todo caso, delinear un calei- del grupo estoy yo, la responsa-
to a la totalidad de los encuentros doscopio de figuras que configu- bilidad civil la tengo yo. Entonces,
semanales en la institución forma- ran un abanico de oportunidades si yo te doy una explicación de
dora como a algunas instituciones y obstáculos para la formación de por qué hago esto o por qué no
asociadas. De esta manera, además las practicantes. En este sentido, las lo hago, tenés que escucharme”.
de las seis docentes orientadoras distintas configuraciones tienen su (Entrevista a Florencia, docente
entrevistadas, observamos y con- propio mensaje regulativo, en tanto orientadora)
versamos con otras doce orienta- transmiten una determinada jerar-
doras en acción en los jardines y quía de terrenos, saberes y actores. La percepción de desacreditación
nos fueron referidas de manera re- que expresa Florencia roza lo íntimo
petida en los espacios de taller en de su tarea y, al hacerlo, refleja su
la institución formadora. doble lealtad: hacia la practicante y
La docente desacreditada su formación y hacia los niños que
El análisis se construyó a partir tiene a cargo. Al entrar en contradic-
de una estrategia de codificación “La primera figura deriva de una ción, la segunda es más poderosa:
96 abierta que evitó partir de catego- desacreditación propia y adjudi- de alguna manera, la desacredita-
rías definidas de antemano. El traba- cada del potencial formador de ción percibida la aleja de la posibi-
jo de codificación se complementó las orientadoras. No son pocas lidad de ofrecer oportunidades de
con estrategias de codificación axial las que se sienten relegadas por formación a la practicante.
y llevó a explorar su representación sus pares: “…le dan mucha bolilla
en figuras inspiradas en tipos o mo- las profesoras a los señalamien- Esto también se manifiesta en los
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delos ideales a partir de un proceso tos que uno hace. (…) En ningún dichos y acciones de las profesoras
de abstracción simple (Sánchez de momento pasa que la profesora de práctica, entre quienes la desa-
Puerta Trujillo, 2006). En este senti- de residencia diga ‘bueno, seño, creditación asume dos formas. La
do, la construcción de las figuras im- usted que es la maestra de sala, primera se asocia a un modo de in-
plicó una acentuación intencional ¿cómo la ve…?’ Quizás porque terpretar las situaciones conflictivas
de algunas características que per- no nos consideran aptas…” (En- que emergen entre orientadoras y
miten un acercamiento en mayor trevista a Yésica, docente orien- practicantes:
profundidad a los lugares asumidos tadora).
y adjudicados a las docentes orien- “…se genera conflicto porque
tadoras. La sensación de ser desacreditada hay así como recelo, se juegan
puede inferirse de la última frase del fantasías en relación al poder,
“A diferencia de otras tipologías, extracto, en la que Yésica confiesa ¿no? … Por ejemplo (…) la maes-
las figuras construidas -tal como que las profesoras de práctica du- tra de sala de 3 tenía una acti-
los tipos ideales-no aspiran a dan de su idoneidad. En otras oca- tud muy recelosa de la mirada
construir un abanico exhausti- siones, las orientadoras perciben del otro. Entonces ella quería no
vo y excluyente, sino iluminar ser desacreditadas no solo como ser modelo sino ser la modelo,
-mediante la acentuación de formadoras, sino también como do- entonces todo lo que hacían las
ciertos valores típicos- el análisis centes de sala: chicas estaba por debajo de lo es-
y favorecer el desarrollo de hipó- perado… “(Entrevista a Mariela,
tesis (Sánchez de Puerta Trujillo, “Ya en sala de cinco ellos van profesora de práctica).
2006).” solos al baño y no abrían las ca-
nillas de agua caliente, entonces Practicante: …ayer la maestra
venían con las manos congela- me interrumpió la actividad para
das; y entonces, les dije “bueno, que se pongan las camperas.
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Pero faltaba un montón todavía cación”. Y decile “aparte, como la “ay, si tenés más cosas me inte-
para la salida. Después se que- profesora la tuvo mucho de ase- resa porque yo no lo trabajo, vi
dan abajo sin hacer nada… sora a Analía Rodríguez…”, yo les que la residente lo hizo y vi que
digo para que no te cuestione de- los chicos se entusiasmaron, en-
Profesora de práctica: bueno, masiado…” (Observación, Taller tonces si tenés algo…”. Para mí
claramente ella tiene un tema de de práctica, octubre de 2014). eso fue como una situación casi
ansiedad. (Observación, Taller ideal…” (Entrevista a Mónica,
de práctica, mayo de 2015) En los fragmentos se evidencia la profesora de práctica)
promoción de lo que denominamos
El tipo de interpretaciones que pre- “tácticas evasoras”. En particular, las Desde la mirada de Mónica, la in-
dominan en los fragmentos privi- profesoras sugieren que las practi- mersión de las practicantes supon-
legian lo subjetivo e intersubjetivo cantes atribuyan las razones de un dría, para la docente orientadora,
por sobre lo pedagógico y las con- determinado curso de acción a las una instancia de actualización aca-
diciones institucionales en las que directivas o amenazas de un terce- démica mediante la incorporación
acontecen los hechos. Las acciones ro, en lugar de esgrimir argumentos de novedades.
de las orientadoras no comprendi- pedagógicos o intentar contextuali-
das por las practicantes o las profe- zar la situación. En una conversación en el taller,
soras de prácticas son interpretadas en el marco de las devoluciones a
por estas últimas como fantasías de De esta manera, la figura de la des- una estudiante que había realizado
poder, signos de ansiedad, celos acreditación parece limitar las po- una actividad de dramatización, se
profesionales, necesidad de control, sibilidades de formación para las reproduce un comentario de la do-
dificultad de establecer vínculos so- practicantes. Además de las opor- cente orientadora:
ciales sanos, entre otras. tunidades perdidas, la figura de la
docente desacreditada, en general, “…yo creo que a [la maestra] le
En segundo lugar, la desacredita- y las interpretaciones subjetivas y las sirvió la presencia de ustedes.
ción se evidencia en que algunas tácticas evasoras, en particular, trans- (…) quédense tranquilas que
profesoras de práctica instruyen a miten una jerarquía de terrenos, ac- creo que generaron en ella el bi-
las practicantes sobre cómo mane- tores y saberes (Bernstein, 1993). En chito ese de probar algo distinto.
jar las situaciones de disenso con las relación a lo primero, el mensaje re- Cuando yo estaba en sala tenía 97
docentes orientadoras. Las palabras gulativo ubica a la institución forma- compañeras que decían: “no
de Gloria resultan ilustrativas de dora por sobre la institución escolar, [quiero recibir practicantes]” (…).
esta modalidad: “hay maestras con posicionando a esta última en el lu- Por eso siempre me interesó tra-
las que es muy difícil (…) y tenés que gar de la carencia y el no saber. bajar acá, porque yo veía como
ser muy hábil para ocupar el espacio”. que las chicas de acá venían y yo
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Jennifer Guevara
las practicantes en el lugar de llevar que se esperaba, armamos un equipo a la profesora, porque nosotras
consigo propuestas pedagógicas no- de trabajo” (Entrevista a Melina, do- las vemos todo el tiempo y ellas,
vedosas a docentes que no reciben cente orientadora). Melina explica con suerte, las ven un ratito en la
formación permanente (Mattsson, que su vínculo de compañerismo semana…” (Entrevista a Marina,
Eilertsen & Vidar Rorrison, 2011). con la practicante fue posible por el docente orientadora)
alto grado de preparación de la úl-
En términos de formación, la figu- tima. En su diferenciación entre re- Marina asume que su lugar es de re-
ra de la orientadora como aprendiz sidente y compañera, Melina arroja colectar información para transferir-
permite distintas interpretaciones. En luz sobre su concepción de su tarea: la a su par, adoptando así una posi-
principio, parece invertir la lógica de mientras que frente a la residente ción observante. Este lugar asumido
la formación, en tanto serían las orien- su función podría implicar algún por muchas docentes orientadoras
tadoras quienes se harían de nuevos tipo de compromiso formativo o de es también adjudicado por sus pa-
saberes. Si bien aquí no pareciera ha- apuntalamiento, frente a una com- res formadoras:
ber lugar para la transmisión de sabe- pañera su relación es de paridad.
res de tipo experiencia y situados, sí “A mí sí me interesa tener la mi-
pareciera haberlo para los ligados a la Este lugar supone simetría y, en oca- rada de la maestra porque es la
novedad. Igualmente, el lugar del do- siones, cuando esta no se constata, que está todo el tiempo y mu-
cente aprendiz puede abrir la puerta a la dimisión del lugar de la forma- chas veces (…) me alertan sobre
oportunidades de formación horizon- ción: “…formar una docente no es mi algunas cuestiones (…) que a mí
tales, es decir, en los que la práctica rol… yo la ayudé (…) pero bueno, la después me interesa trabajar con
sea un tiempo y un espacio de apren- responsabilidad con respecto a su for- las chicas… Este año pasó que
dizaje tanto para la orientadora como mación no me corresponde a mí sino una maestra me dijo: “mirá, solo
para la practicante, siempre y cuando a su profe de prácticas” (Entrevista a prepara los materiales los días
este lugar no esté acompañado ni te- Laura, docente orientadora). Podría- que vos vas a venir, los demás
ñido de cierta desvalorización o desa- mos alegar que existe una relación días no”. Bueno, ese tipo de infor-
creditación. Así, respecto del mensaje entre la expectativa de conformar mación para mí es relevante…”
regulativo, la jerarquía de terrenos, un vínculo de compañerismo y (Entrevista a Mariela, profesora
actores y saberes podría ubicar a las simetría con las practicantes y el de práctica)
98 orientadoras en una posición de pa- desentendimiento de su formación
ridad respecto de las practicantes lo cuando no hay paridad efectiva, es Asimismo, algunas profesoras de
que, si bien dificulta la transmisión decir, cuando se detecta que toda- práctica esperan que las orientado-
de saberes de tipo experiencial -que vía son docentes en formación. En ras informen a las practicantes so-
suponen cierta asimetría entre el ex- estos casos, Laura no se reconoce bre los niños y el grupo. En sus talle-
perto y el aprendiz- pueden abrir ca- como quien debe proveerla y relega res Gloria repite con frecuencia: “la
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mino o la circulación de otro tipo de la tarea en su par formadora. maestra sabe y para nosotros es fuen-
saberes, específicamente los ligados te de información (…). Hablen con la
a la actualización pedagógica y aca- maestra, ella conoce a los niños mejor
démica. que nosotras” (Observación, Taller de
La docente informante práctica, mayo de 2015). Esta es una
percepción extendida que se funda,
Las docentes orientadoras presen- sobre todo, en la brevedad de la in-
La docente compañera cian la totalidad de las actividades mersión de la práctica, que conlleva
e interacciones cotidianas duran- recurrir a las orientadoras para obte-
La figura del compañerismo alude te el tiempo de inmersión de las ner información que permite ajustar
al posicionamiento de las docentes practicantes. Esto las pone en una las propuestas de enseñanza al gru-
orientadoras como compañeras de posición propicia para convertirse po específico. Esto es consistente
las practicantes y a la expectativa en fuente de información para las con la categorización que presen-
de las profesoras de práctica de profesoras de práctica sobre el des- tan Clarkeet al. (2014) en su revisión
que se constituyan en parejas pe- empeño de las practicantes. Así lo de literatura sobre las funciones los
dagógicas de las primeras. Así, para expresa Marina: docentes orientadores. Según sus
algunas orientadoras, la práctica se hallazgos, los profesores de práctica
constituye en una instancia de tra- “Yo veo que (…) [las practicantes] suelen esperar que sus pares den un
bajo colaborativo sin intencionali- preparan todo para el momento orden al caos percibido por los prac-
dad formativa ni distinciones entre que viene la profesora a observar. ticantes proveyendo información
experta y novata: “…la [practicante] (…) Y es como en el momento relevante sobre el contexto.
que me tocó a mí (…) fue más una [de la observación] la residente
compañera que una residente porque hace ¡guau! (…) Yo esas cosas En términos formativos, Las orienta-
realmente estaba bien al nivel de lo siento que se las tengo que decir doras informantes desaprovechan,
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Los docentes orientadores en el practicum: límites y posibilidades para su participación como formadores
en cierta medida, las posibilidades binarios: bien y mal, facilitador y ob- La docente formadora
formativas propias del lugar que turador, ejemplo y contraejemplo.
ocupan. En este sentido, se limitan El “mal” modelo es el que orienta En contadas ocasiones, las docentes
a apuntalar y jerarquizar de las do- la formación en una dirección con- orientadoras se ubican en un lugar
centes de práctica, y se posicionan traria a la que ella como profesora -o les es adjudicado uno- nítida-
en un lugar de vigilancia más que de de práctica prefiere. A partir de los mente formador:
enseñanza. Esto último no pareciera fragmentos podemos argumentar
favorecer que las practicantes cons- que el supuesto que subyace a estas “…yo soy una maestra vieja ya,
truyan un vínculo pedagógico con oposiciones tajantes es la existencia entonces lo mío es ayudarlas
ellas, en tanto se sienten vigiladas de un modelo ideal de ser docente. en todo lo que se puede (…) In-
antes que acompañadas, guiadas Tal como alertan Lunenberg, Kor- clusive, [a una practicante] yo
y orientadas. Esto se potencia en thagen & Swennen (2007), muchas le marqué cosas en forma per-
tanto las docentes orientadoras no veces los formadores se constituyen sonal diciéndole “mirá, a mí me
cuenten con una posición formali- en modelos aunque no sea esta su parece que…”. Cuando vi que
zada ni un salario asociado a su po- intención. (…) [la practicante] no llegaba
sición en las prácticas. La salida de la a resolver, no llegaba a poner…
figura de la informante no solo de- En términos de formación, la adju- (…) [Entonces] le dije un montón
pende de la voluntad individual de dicación del lugar de antimodelo a de veces “despreocupate porque
las formadoras, sino también de la docentes en ejercicio que poseen no es mi idea aplazarte, si es por
institucionalización del papel de las una acreditación para realizar su eso, tenés la práctica aprobada.
orientadoras y el emparejamiento tarea supone, en términos regulati- Ahora, si esto te suma nervios,
de sus funciones con las profesoras vos, una fuerte desvalorización del dejalo de lado. Vamos para ade-
de práctica. oficio docente y del saber que le es lante a trabajar y a aprender…”.”
propio. Pero además, el problema (Entrevista a Malena, docente
radica en la naturaleza propia de lo orientadora)
modélico. Cuando existe un modelo
La docente modelo ideal -libre de defecto- o un anti- Malena se percibe como una “maes-
modelo se desvanece su potencial tra vieja”, lo que podemos interpretar
La figura de la docente modelo, formador: en lugar de inspirar y es- como una referencia a su experiencia 99
habitualmente adjudicada pero no timular la imaginación y la creación, docente y a la idea de que la expe-
asumida, suele poseer connotacio- los modelos impolutos y los antimo- riencia trae aparejada cierta respon-
nes tanto positivas como negativas delos promueven, por la positiva o sabilidad de formar a otros. Malena
para las profesoras de práctica: por la negativa, la imitación y la re- manifiesta su intento por desplazar
petición (Alliaud, 2009). de la escena las cuestiones ligadas
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La concepción de Silvina alude a la que van desde la desacreditación Las figuras anteriores no son neu-
dimensión formativa de las orienta- hasta la formación. En el terreno, tras en términos de formación. Por
doras: define el papel de la docente estas figuras no son mutualmente un lado, ofrecen oportunidades
orientadora en clave de interven- excluyentes ni, probablemente, ex- diferenciales de preparación a las
ción y reconoce el criterio de las haustivas en su totalidad. Por un lado, practicantes. Si bien no podemos
formadoras para decidir cuándo no solo una docente orientadora puede clasificarlas en términos de grados o
intervenir. Aquí, el papel formativo asumir más de un posicionamiento intensidades de participación, cada
de las docentes orientadoras no se -por ejemplo, según la profesora de una de ellas favorece distintos tipos
solaparía con el de la profesora de práctica con la que se encuentre tra- y oportunidades de formación para
práctica, sino que sería complemen- bajando podría posicionarse como las practicantes. Así, quienes se en-
tario, por su cercanía a la práctica desacreditada y como formadora-. cuentran con una docente que ocu-
cotidiana y a la observación diaria Por otro, existen numerosas ocasio- pa un papel formador poseen más
del proceso de las practicantes. nes en que las figuras asumidas y oportunidades de aprendizaje que
adjudicadas no coinciden: las condi- quienes se insertan en el aula de
El lugar de la docente formadora es ciones que estructuran el trabajo do- una docente desacreditada. Mien-
el que parece más prometedor para cente en las prácticas inciden sobre tras tanto, quienes se insertan en
potenciar el carácter formador de este punto. Asimismo, su carácter salones de clase de docentes com-
las prácticas. Por un lado, permite no exhaustivo se corresponde con pañeras o modelos acceden a otro
aprovechar el saber de la experien- la naturaleza del estudio empírico: tipo y cantidad de oportunidades
cia de las orientadoras, el lugar pri- a pesar de que el estudio de caso no formativas. En cualquier caso, cree-
vilegiado de las instituciones edu- permite extrapolar los resultados al mos que un escenario en el que la
cativas para visibilizar los saberes conjunto del universo, su aporte se formación en las prácticas suceda
situados que allí circulan y pluraliza encuentra en que permite trabajar en plural -esto es, esté a cargo de
los actores formadores en las prác- sobre una serie de situaciones a nivel más de una formadora- es benefi-
ticas. Si las formadoras son dos, las micro, meso y macro. cioso para la formación.
practicantes duplican sus oportuni-
dades de aprendizaje. En términos En líneas generales, puede decirse De alguna manera, la pluralidad
regulativos, esta figura enaltece el que las prácticas examinadas las do- podría contrarrestar el mensaje re-
100 oficio de enseñar, al posicionar a centes orientadoras cuentan con un gulativo que parece predominar en
quienes ejercen el oficio de ense- -parcial- reconocimiento simbólico el trayecto de prácticas estudiado.
ñar y a las instituciones educativas para su accionar (emplazado en la Por caso, la figura de la docente des-
como terrenos valiosos en los que normativa) no cuentan con el reco- acreditada, en general, y las inter-
existen saberes y actores de quienes nocimiento material. La ausencia de pretaciones subjetivas y las tácticas
se puede -y vale la pena- aprender. reconocimiento laboral contribuye evasoras, en particular, transmiten
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Notas
1 No obstante, las prácticas son cada vez más experiencias que exceden el acto de dar clases y se orientan a la formación en
otros aspectos de la tarea docente, tales como: el vínculo con los padres, el involucramiento con la comunidad de referencia
y las tutorías individuales. Un relevamiento de dichas actividades en distintos programas de formación puede leerse en Gue-
vara & Zacarias (2016).
2 Sin embargo, en la mayoría de las jurisdicciones, los docentes orientadores no poseen un cargo remunerado para desempe-
ñar su tarea ni un reconocimiento formal.
3 Para el autor, cada mensaje instruccional tiene su contraparte regulativa que supone la reproducción de un determinado
orden social.
4 Este artículo es parte de la tesis doctoral ¿Cómo se enseña a ser docente de educación inicial? Un estudio de caso sobre la
transmisión del oficio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, realizada en la Universidad de San Andrés, dirigida por Andrea
Alliaud y codirigida por Ángela Aisenstein.
5 Nos referiremos con el género femenino a las formadoras de las prácticas por ser mayoría en la institución estudiada.
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Los docentes orientadores en el practicum: límites y posibilidades para su participación como formadores
Resumen Abstract
El artículo identifica los distintos papeles que asumi- This article aims to describe different roles played by
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dos y adjudicados a las docentes orientadoras en el mentors in the training of pre-service teachers and
trayecto de prácticas durante la formación inicial do- identify their formative potential. These roles can either
cente (FID) y explora el potencial formativo de cada be defined by the mentors’ own perceptions of themsel-
uno de ellos. Enmarcados en la literatura anglosajona ves, or awarded to them by the supervisors. To identify
Tríada de las prácticas – Formación inicial docente Practicum triad – Initial teacher education – Practicum
– Practicum – Educación inicial – Docentes orienta- – Early childhood education – Cooperating teachers
dores
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