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Facultad de derecho
Programa de derecho
Área de fundamentación científica e investigativa
Asignatura: Epistemología de la investigación jurídica y socio jurídica
Profesor: Julián Osorio Valencia
Grupo: 2-06
Febrero, marzo y abril de 2018
Introducción
1
Harold Laski, El liberalismo europeo, trad. de Victoriano Miguélez, México, Fondo de Cultura Económica,
1981, p. 76.
2
Por lo que toca al Parlamento inglés, interesa observar que la estructura bicameral data del año 1341,
cuando la nobleza y el clero fueron convocados para integrar la Cámara Alta y los burgueses y caballeros
para integrar la Cámara Baja. Para el siglo XVI, la primera recibió el nombre de Cámara de los Lores y la
segunda Cámara de los Comunes. La Cámara de los Lores tiene dos clases de miembros: lores espirituales (el
En este contexto nos interesa la historia de la Inglaterra del siglo XVII, que tiene
que ver con el creciente poder del parlamento en contraste con el correlativo
debilitamiento del poder real. Se trató de un fenómeno político que se aprecia en el
tránsito de un Parlamento, convocado por decisión unilateral del monarca, a un cuerpo
legislativo y de control, capaz de reunirse por derecho propio y con vocación de
permanencia.
En lo económico, este siglo se caracterizó porque la corriente mercantilista que se
extendió en Europa, estuvo al servicio del absolutismo (España, Francia y Alemania),
mientras que en Inglaterra sus aires no tuvieron el mismo sentido ni el mismo alcance. En
efecto, la impronta individualista puritana se hizo extensiva a las Actas de Navegación, de
mitad del siglo XVII, en cuya expedición y génesis fue definitivo el papel de Oliver
Cromwell. En estas actas se prohibió el comercio con las colonias inglesas con el concurso
de barcos de bandera extranjera y se centralizó, en la metrópoli, todo lo atinente a las
políticas económicas e industriales de las colonias. Estas medidas fortalecieron el poderío
naviero de Inglaterra, desplazando a Holanda en su papel de líder de la navegación y el
comercio.
La armonía del credo individualista puritano con las aspiraciones de los burgueses
halló su origen en el individualismo. El puritanismo, con su crítica a la hipocresía de los
ritos episcopales y a las personificaciones de toda clase de vejámenes contra su profesión
de fe y sus valores, por las jerarquías políticas y eclesiásticas, apeló al papel que debe
asumir el individuo, desde su interior y en la vida cotidiana, para procurar la salvación y
exaltó el trabajo y el aprovechamiento del tiempo como pautas fundamentales de la
moral y la vida ética.
Desde este horizonte de sentido se concretó la crisis de una tradición
parlamentaria al servicio de los monarcas para dar paso a lo que se conoce como el
Parlamento Modelo, en el cual tomó cuerpo la premisa según la cual “lo que a todos
afecta debe ser aprobado por todos”. Proposición que llevó al correlativo debilitamiento
del poder real, en un escenario de enfrentamiento permanente de los monarcas con el
Parlamento. En 1625, con la muerte de Jacobo I y el advenimiento de su hijo Carlos I, de
tendencia absolutista; este, comprometido con costosos enfrentamientos con España, y
ante la negativa de ayuda o respaldo mediante la creación de tributos para la guerra,
siguió el legado de su padre, y creó impuestos sin mediar el voto parlamentario, a pesar
de estar plenamente consolidada la costumbre de convocar el Parlamento, integrado por
representantes de la nobleza, el clero y las ciudades, con miras a obtener su
consentimiento para recaudar impuestos.
Esta crisis de autoridad entre la monarquía y el Parlamento permitió que tomara
cuerpo la apropiación del evangelio puritano (opuesto a la jerarquía episcopal) en la
génesis del ideario liberal, según los planteamientos de Theodore de Beze, discípulo de
Calvino:
Yo digo, pues, que los pueblos no surgen de las autoridades, y que los
pueblos, a los que les ha correspondido dejarse gobernar por un príncipe
o por alguno de los señores elegidos, son más antiguos que sus
autoridades y, por consiguiente, no son creados por sus autoridades,
clero) y lores temporales (los nobles).
sino al contrario: los magistrados son creados para el pueblo, como el
tutor para el pupilo y no el pupilo para el tutor, y el pastor para el
rebaño y no el rebaño para el pastor.3
Este planteamiento prohijador de cosmovisiones de estructuras “de abajo hacia
arriba” se proyecta en el constitucionalismo liberal de Europa y América. El
reconocimiento del individuo en el que hacer cotidiano o en la actividad política tomado
del puritanismo, reclamo de sus fieles una decidida vocación al trabajo y una vida de
valores y virtudes orientada por la honestidad y el orden, en contraste con los excesos de
la realeza y el episcopado.
La propiedad, entendida en el amplio sentido de la individualidad, de la persona
como tal y no solo de sus bienes, en el ámbito de la vida activa y del trabajo, como
dictados de la moral, pasó a ser, bajo su égida, el gran paradigma de la vida social. Y el
radio de acción de su prédica, el espacio natural para la defensa de sus principios, no
podía ser otro que el parlamento.
La tesis luterana y calvinista sobre la naturaleza corrupta del hombre, derivada de
la caída de Adán, fue acogida por los puritanos en Europa y América, en el ámbito
político, para estructurar el ejercicio del poder mediante separación en ramas, en un
contexto de pesos y contra pesos, (propuesto por Locke en su segundo ensayo sobre el
gobierno civil)
6
Thomas Hobbes, Leviatán, Trad. Sánchez Sarto, Madrid, 1983, p. 213.
7
Ibíd. p. 179
parte no entraña ningún catecismo revolucionario, porque si en algo insiste, de principio a
fin es en la obediencia pasiva y la proscripción del derecho de resistencia.