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Asignatura:

Derecho Civil 4

Tema:
Tema 2

Facilitador:
LIC. RAFAEL E. MIESES CASTILLO M.A,

Participante:
Kelvin de Jesús Sánchez Vargas

Matricula:
100036018
Elabore un ensayo argumentativo con los puntos más relevantes de los
elementos indicados a continuación:

La Devolución de las Sucesiones.

El heredero puede aceptar la sucesión, lo cual en principio en irrevocable, a menos


que la hubiere aceptado por alguno de los elementos que vician el consentimiento
en cuyo caso puede revocar su decisión (Articulo 783 Código Civil). Es la
transmisión de los derechos hereditarios al grado siguiente, por falta del grado
anterior, o a otra línea por falta de la primera (Articulo 733 Código civil). Se usa
también para designar la adjudicación de una herencia o tutela o determinadas
personas.

Los órdenes sucesorios.

Nuestro Código Civil establece en los artículos 731 y siguientes que hay tres
órdenes de herederos o sucesores: los hijos y descendientes, los ascendientes y los
colaterales. Pero el artículo 748 del mismo código expresa: Cuando los padres de
una persona fallecida sin descendencia le han sobrevivido, si aquella dejó hermanos
o hermanas o descendientes de estos, la sucesión se divide en dos porciones
iguales de las cuales únicamente se concede una al padre y a la madre que deben
subdividirla entre sí por partes iguales. La otra mitad pertenece a los hermanos o
hermanas o descendientes de estos. De modo que el contenido de lo que disponen
los artículos mencionados se impone una recomposición para los órdenes
sucesorales a la luz de las disposiciones sucesorales del Código Civil Dominicano,
sean los siguientes: Los hijos y descendientes. Conforme lo establece el artículo 735
del referido Código, la proximidad de parentesco se gradúa por el número de
generaciones y cada generación se llama grado. Aasimismo el artículo siguiente
establece que la serie de los grados forma la línea y se agrega que se llama línea
recta la serie de los grados entre personas que descienden unas de otras y que la
línea recta se divide en recta descendiente y recta ascendiente” En otro artículo, el
737, se dispone que en la línea recta se cuentan tantos grados como generaciones
hay entre las personas. Así tenemos que el hijo con respecto a su padre está en el
primer grado, el nieto en el segundo y en ese mismo orden recíprocamente están el
padre y el abuelo, respecto a sus hijos y nietos.

Los colaterales Privilegiados.

Son los hermanos y las hermanas del difunto y los descendientes de estos que
suceden por representación. Se excluyen a los colaterales ordinarios como son tíos
y sobrinos y concurren con los ascendientes privilegiados en caso de éstos
sobrevivan al decujus. Cuando los hermanos suceden, la partición se hace en dos
líneas, la de los uterinos y la de los consanguíneos, cada una de las cuales recibirá
la mitad. Los hermanos carnales se encuentran en ambas líneas a la vez y por lo
tanto sucederán en doble proporción que los demás. Si hay hermanos en una sola
línea, estos reciben íntegramente la herencia, con exclusión de cualquier pariente de
la otra línea.

Reglas de La Fente.

Esta regla establece que cuando no existe el orden de los descendientes, es decir,
ni el padre ni la madre, ni colaterales privilegiados, que son los hermanos del difunto
siguiendo el orden de los ascendientes, se debe hacer aplicación de una regla
esencial de la Fente o división de la sucesión entre las líneas paterna y materna.
Para la aplicación de dicha regla, es necesario tener en consideración lo siguiente: la
regla de líneas tiene aplicación cuando la herencia recae en ascendientes que no
son ni el padre, ni la madre, sino otros ascendientes como abuelos, bisabuelos en
concurrencia con los colaterales ordinarios. De manera que interpretando el artículo
733 tendremos que “La Herencia perteneciente a ascendientes y colaterales se
divide en dos partes iguales, una para los parientes de la línea paterna y otro para
los de la línea materna, y continua el texto del indicado artículo estableciendo que
los parientes uterinos o consanguíneos no son excluidos por los carnales, pero no
toman parte más que en su línea, excepto en los casos previstos en el artículo 752
del referido código, relativo a las porciones asignadas en función de las líneas”. Y en
la parte infine dispone el artículo 733 que los parientes carnales adquieren en las
dos líneas y se agrega que no hay devolución de una a otra línea, sino cuando no se
halla ascendiente ni colateral alguno en una de ella. Esta regla consiste en la línea
para transmisión de bienes. Es una figura jurídica que permite señalar la línea
paterna y la línea materna en la que se va a dividir la sucesión cuando al difunto no
le sobreviven ni descendientes ni ascendientes privilegiados ni colaterales
privilegiados ni los descendientes de estos. Entonces, se da cuando solo concurren
ascendientes y colaterales ordinarios. El ascendiente de grado más próximo tiene
derecho a la mitad, designada a su línea, con exclusión de todos los demás. Los
ascendientes del mismo grado sucederán por cabezas.

Condiciones para que el cónyuge pueda suceder.

El cónyuge superviviente ejerce sus derechos sucesorales independientemente del


régimen por el que se casó, sin embargo, no tiene la saisine, por lo que debe de
solicitar la toma de posesión de los bienes de la sucesión al Tribunal de Primera
Instancia o Cámara Civil correspondiente donde se haya abierto la sucesión. El
tribunal no podrá fallar sino después de hacer tres anuncios por la prensa y fijar
edictos en las formas acostumbradas y después de haber oído al fiscal. Además,
debe de poner sellos y hacer inventario del modo que está establecido para aceptar
la sucesión y también debe de fijar fianza bastante para asegurar su restitución, por
si se llegara a presentar un heredero del difunto en el plazo de tres años. Pasado
este plazo se cancelara la fianza. Hay que destacar que si el cónyuge superviviente
o la administración de bienes del Estado, no cumplen con las disposiciones antes
mencionadas y llegara a aparecer herederos pudiera ser demandado en daños y
perjuicio a los herederos. Condiciones para el cónyuge suceder:

1. Que el cónyuge fallecido no haya dejado herederos ni sucesores.

2. Que el matrimonio no se haya disuelto.

3. Que el matrimonio sea válido.

4. Que el cónyuge fallecido no haya dispuesto de sus bienes, ni haya desheredado a


su cónyuge y no le haya donado o legado en vida una parte equivalente a un
usufructo.
5. Que el cónyuge superviviente no haya caído en una cláusula de exclusión.

El Estado como Sucesor.

Para muchos el Estado no se considera un sucesor y los bienes que terminaría


recibiendo el Estado en ausencia de herederos constituiría más bien una regalía,
entre otras cosas, porque los objetos que no tienen dueños de todos modos
pertenecen al Estado. Sin embargo, el Código Civil considera al Estado un sucesor
irregular y en este sentido debe de realizar todas las gestiones que corresponden a
un sucesor irregular (las mismas del cónyuge y que se le aplique). La sucesión de
una persona fallecida recae entre los herederos, sucesores y legatarios. La ley 108-
05 de Registro inmobiliario contiene las disposiciones relativas a la competencia que
la ley le atribuye a la Jurisdicción Inmobiliaria para conocer y decidir sobre la
determinación de herederos y al tenor de lo establecido en una parte de las
disposiciones del Código Civil Dominicano se clasifica a los herederos de tal forma
que se comienza haciendo una distinción entre estos herederos. En tal sentido se
establece que hay herederos que son considerados como continuadores de la
persona del difunto o expresado de otra forma, tan pronto como se abre la sucesión
estos quedan como dueños de los bienes que componen la masa sucesoral de
pleno derecho. Estos herederos que están provistos de lo que la doctrina ha
denominado la saisine, quiere decir, el que ejerce los derechos y acciones del
difunto como jurídicamente se le llama, por ser aquel de cuya sucesión se trata, sin
acudir a la autoridad pública. Por el contrario, los sucesores que no tienen la saisine
no pueden tomar los bienes sucesorales hasta que no son puestos en posesión por
la autoridad judicial correspondiente y se denominan sucesores irregulares, esto es
el cónyuge sobreviviente, el Estado, así como los extraños a la sucesión es decir, los
legatarios y coparticipes. Artículo 768.- A falta de cónyuge superviviente recaerá la
sucesión en el Estado

La Sucesión Anómala.

Este tipo de sucesión se rige por reglas distintas a las del derecho sucesoral. En
estos casos, una determinada persona recibe bienes antes de la muerte de otra
persona a título gratuito. Ese objeto retorna bajo ciertas condiciones luego de la
muerte del donatario a la persona de la cual proviene (donante) y a veces a sus
descendientes. La reversión que opera en estos casos a veces puede ser
convencional o legal. La reversión convencional tiene lugar por efecto de una
condición resolutoria que resulta ser en este caso la muerte de la persona
beneficiada antes de que el donante muera. En cambio, la reversión legal es un
verdadero derecho de sucesión. El Código Civil establece los cambios de reversión
legal que son los siguientes:

1. El adoptado que muere sin dejar descendencia. (Artículo 357 Código Civil).

2. Se aplica la reversión legal en relación a ciertas cosas que han sido cedidas a
hijos e hijas y descendientes que mueren sin dejar descendencia. (Artículo 747
Código Civil). Artículo 747.- Los ascendientes heredan, con exclusión de los demás,
cuando se trate de cosas cedidas por ellos a sus hijos y descendientes muertos sin
descendencia, siempre que aquéllas existan en naturaleza en la sucesión. Si los
objetos expresados hubiesen sido enajenados, recibirán los ascendientes el importe
a que pudieran ascender; también suceden en la acción de reversión, que pueda
tener el donatario.

La existencia de una sucesión anómala no excluye la sucesión ordinaria, porque una


persona puede al morir dejar una sucesión ordinaria, pero por ciertas circunstancias
de su vida también dejar una sucesión anómala y ambas sucesiones se abren
conjuntamente.

Ejemplo: Andrés le dona a su hija Julia una casa, pero Julia muere sin dejar
descendientes. La casa vuelve al patrimonio de Andrés.

¿La colación produce la sucesión anómala?

Precisamente la sucesión anómala incluye la colación.

El procedimiento relativo a la apertura de una sucesión exige, entre otras cosas, lo


siguiente:

1. La calidad de la persona que debe intentarla. Entre estas podemos mencionar a


los herederos, legatarios del decujus, compradores de derechos sucesorales y
compradores que no hayan registrado las ventas que les hizo el finado cuyos
herederos no las contradicen.

2. La forma de iniciarla es mediante una instancia de la parte con calidad, anexando


todas las pruebas que justifiquen dicha solicitud.

3. Entre las pruebas a aportar se encuentran:

Acta de defunción.

Las actas de nacimiento de los herederos (as).

Las actas de matrimonio o un testamento, si los hubiere.

Además, los certificados de las propiedades.

El acta de notoriedad, la cual también puede contener la determinación de


herederos. Certificados bancarios.

Pruebas de bienes o efectos mobiliarios y.

La solicitud de liquidación de los impuestos sucesorales.

“El que inicie el procedimiento de apertura de una sucesión debe cerciorarse del
momento que debe producir la declaración sucesoral tendente al pago de los
impuestos al Estado, a los fines de evitar pagos excesivos o que a sus clientes se
les impongan las sanciones que las leyes prevén para los casos de declaración
tardías en los pagos de impuestos.

El abogado debe preparar minuciosamente todos los documentos que sirven de


base a la sucesión para hacer a tiempo los pagos de impuestos o estar en
condiciones de solicitar una prórroga del plazo que fija la ley. Previamente se tiene
que depositar la declaración en el plazo fijado y si es necesario entonces se solicita
la prórroga al organismo encargado de los cobros, que en la República Dominicana
es la Dirección General de Impuestos Internos.”

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