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Oramos por nuestros IVº Medios

1. INTRODUCCIÓN.

En esta semana, los IVº Medios realizarán su jornada de finalización pastoral, el cual ha sido
trabajada con mucho esmero y cariño. Ha sido un año difícil para ellos y ellas, pero del mismo
modo, un desafío que de seguro los hará más fuertes. En este tiempo queremos rezar por sus
vidas, angustías, cansancios y ansiedades, como también por sus ahnelos, esperanzas y metas. Les
invitamos a orar por estos compañeros y compañeras de comunidad, para que nuestra oración los
ayude en este tiempo de finalización de una hermosa etapa.

1.1. Canto de entrada:

Título: Sin miedo


Autor: Cristóbal fones SJ
Links: https://www.youtube.com/watch?v=SghsXohCbQA

2. MOMENTO DE ORACIÓN

Hoy queremos invitarlos a leer y dejarnos sorprender por el evangelio. En esta


oportunidad nos habla de la tempestad calmada, que quizás refleja lo que han vivido los y las
estudiantes de IVº Medios. Leamos con atenció n.

Evangelio Según san Marcos 4, 35 -41

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.»  Dejando a la
gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un
fuerte temporal y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a
popa, dormido sobre el cabezal. Lo despertaron diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que
nos hundamos?»  Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» El
viento cesó y vino una gran calma.  Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no
tenéis fe?» Se quedaron espantados, y se decían unos a otros: «¿Pero, quién es éste?
¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»

Palabra del Señor.


Reflexión:

El evangelio nos relata una situación comprometida de los discípulos. Todo produce cierto
miedo y angustia, como si las cosas se volvieran oscuras e inciertas; se levanta de pronto un fuerte
temporal y las olas rompen contra la frágil barca que se va llenando de agua. ¿Cuántas veces
hemos sentido esas olas en este año? Ante esto, se vive en el límite. Mientras tanto Jesús
“duerme” en el puesto del timonel desde donde se marca el rumbo de la nave. Jesús no se siente
amenazado, no ha perdido la paz. En cambio, nosotros si y con mucha ansiedad percibimos que las
cosas se nos van fuera de control ¿Cómo es que se desentiende Jesús? ¿Acaso no nos escucha?
¿Tan poco le importan sus seguidores?
¡Cuántas situaciones de angustia, de peligro vivimos! Incomprensión, crisis familiar o
comunitaria, fracaso en nuestros sueños, enfriamiento del compromiso, escándalos, fuerzas
incontrolables del mal, etc. A veces tenemos la sensación de estar perdidos(as), de ir a la deriva,
de haber perdido el norte... y no entendemos el silencio de Dios. 
La reacción de Jesús aún es más sorprendente: en lugar de calmarlos, animarlos,
organizarlos... los interpela: “¿Por qué son tan cobardes? ¿Aún no tienen fe?”. Una cosa
entendemos: Se trata de una crisis de fe personal y comunitaria. La fe se tambalea por lo que pasa
en el exterior y por la fragilidad personal. Es allí cuando nos damos cuenta que ante toda crisis,
siempre hay formación y una lección y que ante momentos difíciles, siempre debemos tomas
decisiones valientes. Dios ha estado con nosotros, en especial con los IVº Medios. Es seguro que
para ellos la tempestad a sido compleja, pero tenemos certeza que todo esto los ayudará a
enfrentar la vida con una madurez, por la cual estamos todos orgullosos y orgullosas.

Pregunta para reflexionar:

 ¿Estamos viviendo tiempos de miedo?


 Si tuvieramos que tomar decisiones difíciles ¿Cuáles serían? ¿Dónde estaría Dios presente
en ellas?
 ¿Cuáles son nuestras esperanzas para el futuro, después que pase esta tempestad?

Profundicemos nuestra oración

A continuación, te invitamos a realizar la siguiente actividad. Como sabemos que los IVº
Medios ya están viviendo sus últimos momentos, les invitamos a elegir una de las siguientes fotos,
luego escribirles un mensaje y finalmente publicar tu saludo a ese curso por tus RRSS. Es lo más
seguro que tienes amigos en alguno de esos cursos y que ese mensaje les ayudará a tener una
tempestad más calmada.
3. ORACIÓN FINAL.

A continuación, les invitamos a orar por estos estudiantes, para que Dios los acompañe en
su caminar.

Te doy gracias, Padre, porque me has dado hermanos y hermanas.


Todos son un regalo, un verdadero sacramento, signo sensible y eficaz de la
presencia de tu Hijo.
Dame la mirada de Jesús para contemplarlos, acompañarlos con mi plegaria y
para que ellos y ellas puedan seguir adelante
Danos un corazón para amarlos hasta el extremo, porque también yo quiero ser
para cada uno de ellos sacramento vivo de la presencia de Jesús.

Amén

San Agustín.
Ruega por nosotros.

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