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Los macrófagos, los linfocitos B y algunas células linfocíticas innatas presentan antígenos
a los linfocitos T acondicionados.
Los macrófagos y los linfocitos B, son menos eficaces que las DC presentando el
antígeno a los linfocitos T vírgenes, porque expresan cantidades menores de
moléculas coestimuladoras, incluso cuando han sido activadas.
El número de macrófagos en la linfa aferente, es relativamente bajo en
comparación con las DC y eso también limita su eficacia en la activación de los
linfocitos T.
Los macrófagos:
o Ingieren microbios y partículas de antígeno.
o Los digieren en los fagolisosomas.
o Presentan fragmento en la superficie celular en moléculas del MHC.
Los linfocitos B
o Se unen a du antígeno especifico a través de la IgM o IgD de la superficie.
o Lo interiorizan.
o Lo degradan en péptidos, que se asocian a moléculas de clase II del MHC.
En algunos animales, los genes del procesamiento de los antígenos están vinculados a
los genes del MHC
En pollos, los genes del MHC como los genes implicados en la carga de los
péptidos son polimorfos y están estrechamente vinculados a nivel génico.
Los mamíferos, un reordenamiento de los genes dio lugar a que la región
de la clase III se insertara entre las regiones de las clases I y II.
Resultado de la rotura del vínculo génico, los genes procesadores de los
antígenos de la clase I de los mamíferos, se volvieron menos polimorfos.
En las ratas, las pruebas de que los alelos de TAP están vinculados a los
alelos de la clase I que son más adecuados para recibir a los péptidos que
transportan.
Vía de CD1
Las moléculas CD1 presentan lípidos y glucolípidos
Moléculas CD1, codificadas fuera del MHC en el cromosoma 1, son una familia de
moléculas no polimorfas del MHC de la clase I que presentan lípidos y glucolípidos
a subconjuntos de linfocitos T.
Los seres humanos tienen 5 genes CD1.
Cadenas pesadas de CD1, se sintetizan en el RE.
Las moléculas de la clase I, se ensamblan con la β2-microglobulina y son
estabilizadas por las carabinas calnexina, careticulina y ERp75 durante la carga.
Los lípidos derivados del RE se cargan en las moléculas CD1 gracias a una proteína
de transferencia de lípidos llamada MTP.
Las moléculas CD1 cargadas, son transportadas a la superficie de la célula.
CD1e, es transportada a los endosomas.
Moléculas CD1, situadas en la superficie celular se interiorizan a través de motivos
situados en sus colas citoplásmicas, donde el lípido derivado del RE situado en sus
surcos de unión, es reemplazado por el antígeno lipídico interiorizado.
Proteínas de transferencia de lípidos, como CD1e, saposinas y el activador de
GM2.
Tras la carga, las moléculas CD1 se reciclan de nuevo a la superficie de la célula.
Las moléculas del MHC de la clase II, en las vías de tráfico intracelular de las
moléculas CD1 hay un reciclaje entre la membrana plasmática y los endosomas,
La vía de la clase II, la presentación de antígeno en las moléculas CD1 no mejora a
medida que la célula madura.
Coestimulación
Las señales de peligro potencian la activación de los linfocitos T.
Los linfocitos T, deben responder a la infección, pero no a las concentraciones
altas de antígeno inofensivo que pueden fluctuar en el medio.
Los tejidos mucosos del intestino, están en contacto con concentraciones altas de
antígenos alimentarios inofensivos.
La mucosa respiratoria, está en contacto con muchos antígenos transportados por
el aire, como el polen, pero las respuestas inmunitarias fuertes contra estos
antígenos no son deseables.
La activación de la APC, es una respuesta a la infección o a la presencia de
sustancias, como los constituyentes de las paredes celulares bacterianas, que son
características de la infección.
Las sustancias extrañas pueden ser invisibles para el sistema inmunitario, a
menos que vayan acompañadas de señales de peligro proporcionadas por los
receptores de reconocimiento de patrones APC.
Receptores de tipo Toll (TLR), reconoce los productos microbianos. Provocan un
aumento de la presentación de antígenos mediante la regulación del MHC y de las
moléculas de adhesión, pero también impulsan la activación de los linfocitos T al
aumentar la expresión de las moléculas coestimuladoras.