Está en la página 1de 23

La resistencia de los trabajadores a la última dictadura militar.

Un aporte a su conceptualización
Daniel DICÓSIMO
Avances del Cesor, V. XII, Nº 13, Segundo semestre 2015, pp. 71-93.
ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580 - http://web2.rosario-conicet.gov.ar/ojs/index.php/AvancesCesor/index
El contenido de este artículo se encuentra bajo licencia Creative Commons 4.0.

La resistencia de los trabajadores a la última dictadura


militar. Un aporte a su conceptualización

Worker resistance to the last military dictatorship.


A contribution to its conceptualization

Daniel Dicósimo
Instituto de Estudios Históricos-Sociales
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
(Argentina)
daniel.dicosimo@speedy.com.ar

Resumen

El objetivo de este artículo es repensar el concepto de “resistencia” como sinónimo de conductas no


consensuales de los trabajadores durante el período de la última dictadura cívico-militar en la Argentina,
tanto respecto a las políticas económicas y laborales de la misma como a las directivas patronales en el
lugar de trabajo. En los estudios existentes es común encontrar una definición flexible de resistencia que
comprende algunas formas de comportamientos no consensuales hacia aquella última. Esto tiene una
ventaja que consiste en desmitificar dichas conductas, pero no es del todo inclusiva ya que quedan afuera
las actitudes propias del “escape” o la “obediencia condicionada.” En este artículo nos proponemos evaluar
distintas alternativas conceptuales, que nos acerquen a resolver este problema, considerando algunos de los
textos clásicos y los aportes más recientes sobre el tema.

Palabras Clave: Resistencia - Trabajadores - Dictadura

71
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

Abstract

The objective of this article is to rethink the concept of “resistance” as a synonymous of non-consensual
behaviors undertaken by workers during the last period of civic-military dictatorship in Argentina. This
includes both acts taken against the economic and labor policies as well as the employer policies in the
workplace. In the existing studies, we found flexible definitions of “resistance” as forms of non-consensual
behaviors. This involves an advantage: to demystify these behaviors. However, it has also a disadvantage:
it does not include attitudes of “escape” or “conditional obedience”. In this article we propose to evaluate
different conceptual alternatives that bring us closer to solving this problem. We will consider both classical
texts as well as the most recent contributions on the topic.

Key Words: Resistance - Workers - Dictatorship

•••

Introducción La última dictadura militar en Argentina


se caracterizó, entre otras cosas, por realizar
El objetivo de este artículo es repensar el un gran esfuerzo disciplinador en los campos
concepto de resistencia como sinónimo de laboral y sindical, con el propósito de neutralizar
conductas no consensuales de los trabajadores un sector popular organizado y activado
durante el período de la última dictadura políticamente. Desde los primeros gobiernos
cívico-militar en la Argentina, tanto respecto peronistas una clase obrera “indisciplinada”,
a las políticas económicas y laborales de la con fuerte identidad política y un movimiento
misma como a las directivas patronales en el sindical poderoso, habían frustrado los intentos
lugar de trabajo. En los estudios históricos de modernización económica de gobiernos
existentes es común encontrar una definición civiles y militares.1 Si en el pasado los militares
flexible de resistencia que comprende algunas habían valorado el encuadramiento político
formas de comportamientos no consensuales y sindical de los trabajadores como un dique
hacia esta última. Esto tiene una ventaja que
consiste en desmitificar dichas conductas, 1. O’ DONNELL, Guillermo, Modernización y
pero no es del todo inclusiva ya que quedan autoritarismo, Paidós, Buenos Aires, 1972. Para las
afuera las actitudes propias del “escape” o la preocupaciones de los empresarios sobre la disciplina
“obediencia condicionada.” En este artículo laboral ver: SIMONASSI, Silvia, “Productividad y
disciplina en las fábricas metalúrgicas del Gran Rosario:
nos proponemos evaluar distintas alternativas Una mirada desde el periódico de la Asociación de
conceptuales, que nos acerquen a resolver este Industriales Metalúrgicos de Rosario, 1974-1981”, en
problema, considerando algunos de los textos Papeles de trabajo, Rosario, 1996, Nº 3 y SIMONASSI,
clásicos y los aportes más recientes sobre el Silvia, “Conflictividad laboral y políticas disciplinarias en
la industria metalúrgica de la ciudad de Rosario, 1973-
tema. 1976”, en Anuario IEHS, Tandil, 2007, Nº 22.
72
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

contra el comunismo, en 1976 su perspectiva ‘subsidiario’ a aquél concebido como garante


era otra: la politización radical de los jóvenes de derechos sociales, planificador y regulador
y la aparición de un sindicalismo combativo del capitalismo”.4 Las medidas draconianas de
con el Cordobazo (1969) parecían advertir que la dictadura formaban parte de la “Estrategia
el peronismo también podía ser un caldo de Nacional Contrasubversiva”, adoptada por los
cultivo para ideologías “subversivas”.2 mandos militares en septiembre de 1975 y
pensada para lo que se consideraba una guerra.
Sin embargo, la respuesta del Estado a Aunque hoy en día es injustificable considerar
estos nuevos desafíos, que se agravaron con que en la coyuntura previa al golpe de estado
la militarización que algunas agrupaciones se desarrollaba un conflicto bélico, el ejército
de izquierda imprimieron a su acción sindical encontró en esa supuesta guerra el objetivo y la
en las fábricas, comenzó antes del golpe de legitimación del régimen autoritario.5
1976.3 Agitando los fantasmas de la “guerrilla
industrial” y de un “complot” contra la industria La ofensiva militar contra los delegados y
pesada, el gobierno de Isabel Martínez de las comisiones internas identificadas como
Perón puso en práctica una represión extrema, “delincuentes subversivos” fue justificada por la
con asesinatos y secuestros de dirigentes supuesta existencia de una “guerrilla industrial”
y activistas sindicales combativos. En esta o “terrorismo de empresa”, que había ganado
perspectiva, la “guerra contra la subversión” en notoriedad a partir de la campaña de las
las fábricas desencadenada después del 24 de organizaciones armadas para insertarse en
marzo de 1976 no fue un fenómeno totalmente los lugares de trabajo, entre 1974 y 1975. En
inédito sino un salto cualitativo y cuantitativo consecuencia, el ejército ocupó las fábricas
con respecto al ensayo de los dos años previos. donde existían comisiones internas activas y
persiguió sistemáticamente a sus miembros,
El uso del terror estatal y para-estatal instalando allí mismo centros de inteligencia,
en el mundo del trabajo era, en la visión de redes de informantes y lugares clandestinos de
los militares y empresarios golpistas, una detención y tortura.6 La libertad con que actuó
condición necesaria para llevar a cabo con
éxito un proyecto más integral, que perseguía 4. NOVARO, Marcos y PALERMO, Vicente, La
“refundar el ethos de la sociedad: restablecer dictadura militar…, Op. Cit., p. 37.
una concepción economicista, individualista y
5. ÁGUILA, Gabriela, Dictadura, represión y sociedad
atomista de la ciudadanía y de la vida social, en Rosario, 1976/1983. Un estudio sobre la represión y los
la primacía de lo jerárquico y competitivo por comportamientos y actitudes sociales en dictadura, Prometeo,
sobre lo solidario, reemplazar con un Estado Buenos Aires, 2008.
6. Sobre los operativos militares contra la organización
2. NOVARO, Marcos y PALERMO, Vicente, La sindical en las fábricas y la persecución, arresto y
dictadura militar 1976-1983. Del golpe de Estado a la desaparición de delegados, activistas y dirigentes
restauración democrática, Paidós, Buenos Aires, 2003. sindicales combativos puede leerse: CIEZA, Daniel,
El componente anti sindical del Terrorismo de Estado,
3. BASUALDO, Victoria y LORENZ, Federico, Cuadernos del Archivo Nacional de la Memoria Nº
“Trabajadores en la década del setenta en Argentina: 3, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la
perspectivas y propuestas a partir de dos estudios de Nación, Buenos Aires, 2012; LORENZ, Federico,
caso”, ponencia presentada en X Jornadas Interescuelas y Los zapatos de Carlito. Una historia de los trabajadores
Departamentos de Historia, Rosario, 2005. navales de Tigre en la década del setenta, Norma, Buenos
73
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

en ese espacio pone en evidencia que tuvo la No eran considerados un enemigo inmediato
colaboración activa de muchos empresarios.7 para los golpistas y su encarcelamiento, en
Tanto si hubo o no complicidad en la represión, algunos casos durante varios años, perseguía
las empresas aprovecharon la oportunidad el objetivo de neutralizarlos y de poner en
de recuperar el control absoluto sobre sus evidencia ante la sociedad, y en particular
establecimientos, sus planteles obreros y la ante los trabajadores, hasta dónde estaban
producción. dispuestos a llegar los militares para garantizar
el éxito del nuevo régimen.8
A ello contribuiría el ataque de la dictadura
contra el movimiento sindical y la legislación A la detención de dirigentes “moderados”,
antiobrera y antisindical que elaboró durante el le siguió, en la búsqueda de disciplinar al
período. En las primeras horas de la madrugada sindicalismo, la intervención de algunas de sus
del 24 de marzo de 1976, se desplegó un principales organizaciones. Desde el primer día
inmenso operativo militar, en algunos lugares del nuevo régimen, una serie de órdenes de la
ya había comenzado antes de la medianoche, Junta Militar y de resoluciones del Ministerio
destinado a detener a los dirigentes de la de Trabajo dispusieron la designación de
Confederación General del Trabajo (CGT), interventores militares a cargo de la CGT
las 62 Organizaciones Peronistas (62 OP) y los y de unos cuarenta sindicatos. Asimismo
sindicatos. En una orden secreta del comando se disolvieron las 62 OP. Entre los gremios
del Ejército, emitida en febrero de ese año, los más relevantes intervenidos estaban la Unión
sindicalistas no identificados con las izquierdas Obrera Metalúrgica de la República Argentina,
habían sido clasificados como “enemigos la Unión Obrera de la Construcción de la
potenciales”. Las detenciones, por lo tanto, República Argentina, la Asociación Obrera
estaban justificadas bajo el cargo de corrupción. Textil, el Sindicato de Mecánicos y Afines
del Transporte Automotor, la Federación
Aires, 2007; BARRAGÁN, Ivonne, “Para el bien de la
de Obreros y Empleados de la Industria
Nación. Gestión militar de empresas estatales, prácticas
de integración y represión de la fuerza de trabajo Azucarera, la Unión Ferroviaria, la Asociación
desde la perspectiva de caso. El Astillero Río Santiago, Bancaria de la República Argentina, entre
1973-1976”, en Avances del Cesor, Rosario, 2013, Nº otros.
10. Disponible en: <http://web2.rosario-conicet.gov.
ar/ojs/index.php/AvancesCesor/article/view/v10a03>;
Por otra parte, la actividad de las
BITRÁN, Rafael y SCHNEIDER, Alejandro,
“Dinámica social y clase trabajadora durante la dictadura organizaciones no intervenidas quedaba
militar de 1976-1983. Estudio de la zona norte del Gran limitada a la administración de las obras
Buenos Aires en particular de las fábricas Del Carlo y sociales, se prohibían las asambleas, huelgas
Ford Motors”, en RODRÍGUES, Leoncio Martins y
y negociaciones salariales, y el mandato de
otros, Nuevas tendencias en el sindicalismo: Argentina y
Brasil, Biblos - Simón Rodríguez, Buenos Aires, 1992; sus autoridades estaba sujeto a la prórroga
BASUALDO, Victoria, “Complicidad patronal-militar que otorgaba el Ministerio de Trabajo.
en la última dictadura argentina: los casos de Acindar, La renovación de la misma, cuando se
Astarsa, Dálmine-Siderca, Ford, Ledesma y Mercedes
cumplía el plazo de vigencia del mandato,
Benz”, en Suplemento especial Revista Engranajes,
Buenos Aires, 2006, Nº 5, FETIA.
7. BASUALDO, Victoria, “Complicidad patronal…”, 8. NOVARO, Marcos y PALERMO, Vicente, La
Op. Cit. dictadura militar…, Op. Cit., p. 22.
74
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

estaría condicionada a un comportamiento El crecimiento de la productividad, en


“responsable” respecto de la producción, dócil sectores como el automotriz, el autopartista,
ante la autoridad empresaria y complaciente el de motores y otros, debe atribuirse no a la
frente al régimen militar. En los primeros innovación tecnológica sino al desempleo,
seis meses del régimen militar, el marco que se comenzó a notar a partir de 1979, y al
normativo e institucional de funcionamiento aumento del ritmo de trabajo y de la duración
del sindicalismo fue alterado unilateralmente, de la jornada de trabajo, forzados por la
con la derogación, la suspensión y la reforma coerción estatal y la recuperación del control
de las leyes laborales fundamentales, como patronal en las fábricas.11 Otro factor a tener en
la de Contrato de Trabajo, Convenciones cuenta es el consentimiento y la colaboración
Colectivas, Asociaciones Profesionales y obras de muchos trabajadores en la intensificación
Sociales.9 del trabajo. Es necesario estudiar sin prejuicios
los motivos de ese comportamiento, tan poco
El cambio en el equilibrio de poder en los considerado en la historia “heroica” de la
lugares de trabajo se manifestó inmediatamente resistencia obrera a la dictadura.12
en la aplicación de una serie de medidas
elementales de disciplina, con el objetivo Ante el golpe de estado y la caída del
de disminuir radicalmente el ausentismo, el gobierno peronista, la respuesta de la mayoría
incumplimiento de horarios, el “vagabundeo” de los trabajadores fue el repliegue, la parálisis
dentro y fuera de la planta, etc. Si bien esas y la pasividad. La ausencia de una movilización
medidas provocaron un aumento inmediato de rápida y masiva es atribuible al desprestigio
la productividad, la recuperación del “poder de profundo del gobierno de Isabel Martínez
dirección” fue aprovechado por los empresarios de Perón, a las divisiones y disputas entre las
para realizar cambios más profundos en la
organización del trabajo, revirtiendo avances represiva de los trabajadores del Astillero Río Santiago
recientes de los trabajadores en materia de durante la última dictadura militar.”, ponencia presentada
seguridad e higiene, regímenes especiales en IV Seminario Internacional Políticas de la Memoria:
Ampliación del campo de los derechos humanos. Memoria
de horarios y remuneraciones o removiendo y perspectivas, Centro Cultural de la Memoria Haroldo
obstáculos más antiguos y resistentes a la Conti, Buenos Aires, 2011. Disponible en: <http://
intensificación del trabajo, como la jornada conti.derhuman.jus.gov.ar/2011/10/mesa_1/barragan_
laboral de ocho horas o las pausas para el mesa_1.pdf>; DICÓSIMO, Daniel. “Indisciplina y
consentimiento en la industria bonaerense durante la
descanso.10 última dictadura militar. Los casos de Loma Negra
Barker y Metalúrgica Tandil”, en Sociohistórica. Cuadernos
9. Ver detalle en FERNÁNDEZ, Arturo, Las prácticas del CISH, La Plata, 2008, Nº 23/24.
sociales del sindicalismo, Centro Editor de América Latina,
Buenos Aires, 1984, p. 60. 11. BECCARIA, Luis y YOGUEL, Gabriel, “Apuntes
sobre la evolución del empleo industrial en el período
10. Sobre la contraofensiva patronal ver GRESORES, 1973-1984”, en Desarrollo Económico, Buenos Aires, 1988,
Gabriela, “Conflictos obreros en la industria frigorífica V. XXVII, Nº 108.
bajo la dictadura militar: La huelga larga de Swift de
Berisso”, en Ciclos, Buenos Aires, 2001, Año XI, V. IX, 12. DICÓSIMO, Daniel, “ ‘La delgada línea roja’.
Nº 22; ABÓS, Álvaro, Las organizaciones sindicales y el Conflicto y consentimiento en las relaciones laborales
poder militar (1976-83), CEAL, Buenos Aires, 1984; (1976-83)”, en Revista Historia Regional de la Sección
BARRAGÁN, Ivonne, “La represión a la organización Historia del Instituto Superior del Profesorado Nº 3
sindical de base en una fábrica estatal. La experiencia “Eduardo Lafferière”, Villa Constitución, 2012, Nº 30.
75
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

expresiones políticas y sindicales de la clase Estas características formaron parte de


trabajadora, que se registraban ya antes del la primera etapa de los conflictos, que unos
golpe militar: entre las diversas corrientes autores recortan desde el 24 de marzo de 1976
de izquierda y el peronismo ortodoxo, entre al 27 de abril de 1979 y otros la extienden a
el clasismo y el sindicalismo de liberación mediados del año 1981, por la primera huelga
de Agustín Tosco e, incluso, entre “rebeldes” general en el primer caso y por los tempranos
y “verticalistas” dentro del sindicalismo indicios de crisis del régimen, que obligaría
peronista. a cambiar sus políticas hacia los trabajadores
y el movimiento sindical, en el segundo
No obstante, en los sectores más calificados caso.14 El rasgo fragmentario, defensivo y no
y organizados de la clase obrera, como el de siempre abierto del conflicto en esta primera
la industria automotriz, el metalúrgico y el de etapa puede atribuirse a varias razones, la más
las usinas eléctricas, las “medidas de fuerza” evidente es la intensidad y extensión inéditas
no desaparecieron completamente.13 Tres de la represión. Otra razón es la decisión
conflictos emblemáticos del segundo semestre tomada por el Ministerio de Economía de
de 1976 fueron el de Del Carlo (Metalúrgica anular las comisiones paritarias y otorgar a
Béccar), el de Ford Motors (General Pacheco) las empresas un margen de “flexibilidad” para
y de la empresa Servicios Eléctricos del decidir el nivel salarial de su mano de obra, lo
Gran Buenos Aires (SEGBA) en la Ciudad cual trasladará la discusión al ámbito de las
de Buenos Aires. Esos episodios tienen plantas fabriles.15
algunos rasgos comunes con otros conflictos
del período y nos permiten caracterizar la La principal motivación de los conflictos
conflictividad en los primeros años del Proceso: fue salarial, un 61,5% del total de casos
sus protagonistas eran trabajadores calificados contabilizados por Ricardo Falcón, pero hubo
y con una larga tradición de organización otras causas como las condiciones de trabajo
sindical; las acciones que realizaron mostraban y la falta o disminución del trabajo, 12,6% y
una creativa combinación de medidas de 11% respectivamente, y más lejos la defensa
fuerza históricas con otras nuevas, adaptadas al de la organización sindical, 7,4%, el rechazo
contexto represivo. El conflicto podía expresarse de las represalias patronales, 2,8%, la defensa
abiertamente pero también pasar a los actos contra la represión estatal, 2,5%, y los reclamos
de sabotaje cuando las fuerzas de seguridad
intervenían y golpeaban a los organizadores. 14. FALCON, Ricardo, “La resistencia obrera a
Los hechos de protesta y reclamo tuvieron un la dictadura militar (una reescritura de un texto
contemporáneo a los acontecimientos)”, en QUIROGA,
alcance limitado a establecimientos aislados o
Hugo y TCACH, César (compiladores) A veinte años del
a conjuntos locales o regionales; el motivo de golpe. Con memoria democrática, Homo Sapiens Ediciones,
los mismos era, en la mayoría de los casos, la Buenos Aires, 1996.
defensa de la condición obrera ganada en los 15. PALOMINO, Héctor, “Los cambios en el mundo
años anteriores al golpe de estado. del trabajo y los dilemas sindicales”, en SURIANO, Juan
(director) Dictadura y democracia (1976-2001), Colección
Nueva Historia Argentina, Sudamericana, Buenos Aires,
2005; FALCÓN, Ricardo, “La resistencia obrera…”, Op.
13. POZZI, Pablo, Oposición obrera a la dictadura, Cit.; BASUALDO, Victoria, “Complicidad patronal…”,
Contrapunto, Buenos Aires, 1988, p.71. Op. Cit.
76
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

en torno al comedor de planta, 2,2%. Los tres salvaje y de un Estado que “interviene” en
primeros motivos pueden explicarse como una las relaciones laborales no ya para regularlas,
reacción a los esfuerzos del gobierno militar como había ocurrido hasta 1976, sino para
por estabilizar la economía. Como resultado apoyar la recuperación y consolidación del
de ese esfuerzo el salario real industrial cayó control empresario sobre el proceso de trabajo,
un 32% sólo en el segundo trimestre de 1976, por ejemplo con la flexibilización salarial,
debido a la eliminación de todo control de la correlación de fuerzas se había vuelto
precios y al congelamiento de los salarios, desfavorable.
y se recuperó con un ritmo más lento en
la manufactura que en otros sectores de la La vigencia de una nueva legislación
economía, probablemente porque el control laboral anti-obrera y la casi eliminación de las
salarial se aplicaba en forma más estricta en las estructuras sindicales en la empresa, tuvieron
diferentes ramas de la misma.16 como consecuencia la alteración de una
de las formas del conflicto, el denominado
En este período las formas del conflicto se “institucionalizado”, es decir aquél que recibía
adaptaron al contexto de fuerte represión. A las algún reconocimiento institucional a través
tradicionales huelgas, quites de colaboración, de un acuerdo formal o una práctica aceptada
trabajo a reglamento y petitorios, se agregaron tradicionalmente, que no ha alcanzado el status
adaptaciones como el “trabajo a tristeza”, de regla o norma. Ahora la institucionalización
la “huelga de la sopa”, “aplaudidas” y otras. de un conflicto pasaba por la práctica
Estas formas adaptadas muestran algunas consuetudinaria, informal, y ésta dependía
características comunes: corta duración, de la estrategia empresaria y su evaluación
extensión limitada, permanencia en los lugares de la coyuntura. El Estado ya no regulaba el
de trabajo y desarrollo intermitente. Resulta conflicto sino que dejaba a los empresarios
significativa la articulación de prácticas aplicar su voluntad y su conveniencia: en
abiertas de protesta, como las huelgas, muchos casos de la negociación se pasaba a
con los “conflictos no dirigidos”, como los la represión y viceversa. Entonces el sabotaje
sabotajes.17 En el contexto de una represión se transformaba en algo parecido a lo que
Edwards y Scullion denominan “conflicto no
dirigido”, es decir una conducta concreta que
16. DIEGUEZ, Héctor y GERCHUNOFF, Pablo, “La
dinámica del mercado laboral urbano en la Argentina, no es abiertamente conflictiva porque tiene
1976-1981”, en Desarrollo Económico, Buenos Aires, 1984, como objeto ejercer presión pero no encuentra
V. XXIV, p. 9. disponibles las instituciones formales que
17. DICOSIMO, Daniel y CARMINATI, Andrés, controlan, regulan y procesan los conflictos.18
“Sabotaje a la dictadura. Un estudio de las formas de
sabotaje industrial durante la última dictadura militar En el año 1979, se observa una transición
en el Gran Rosario y el Centro Sudeste bonaerense entre la primera etapa de conflictos
(1976-1983)”, en Anuario IEHS, Tandil, 2013, Nº 28;
CARMINATI, Andrés, “1978: reflujo, crisis y sabotaje. “moleculares” y la segunda, que llegará hasta
Conflictos obreros en el “Gran Rosario” durante la última
dictadura militar”, ponencia presentada en II Workshop 18. EDWARDS, Paul y SCULLION, Hugh, La
Historia de las relaciones laborales en la Argentina del organización social del conflicto laboral. Control y resistencia
siglo XX, Rosario, 2012, p. 9; POZZI, Pablo, Oposición en la fábrica, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
obrera…, Op. Cit., p. 81. Madrid, 1982.
77
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

1983, de centralización y coordinación otro que pretendía relevar y comprender las


nacional de las medidas de fuerza, a cargo de experiencias de los trabajadores dentro y fuera
la Comisión Nacional de los 25 (CN 25), que del lugar de trabajo.
luego adoptaría la denominación tradicional de
CGT Brasil y finalmente de CGT República De esos primeros estudios, destacan los de
Argentina. A partir de fines de 1979, la Pablo Pozzi y Ricardo Falcón, ya citados en
economía real se deterioró sin pausa, debido páginas anteriores, por su carácter pionero en
a la reforma financiera de 1978 y el estímulo el tratamiento del tema de la resistencia obrera
que la misma supuso para las importaciones, y sindical. El primero de ellos tiene el mérito
y al impacto destructivo de dos devaluaciones de haber adoptado un enfoque centrado en
sucesivas, en abril y junio de 1981, lo que las prácticas “subterráneas” a nivel del lugar
generó un incremento de los quebrantos y el de trabajo, medidas de protesta y presión
desempleo. En ese contexto, el motivo de los encubiertas, e introducido el interés por la
conflictos experimentó un cambio: si bien el experiencia de la resistencia como objeto de
salarial siguió encabezando las estadísticas, estudio.19 El segundo es, al mismo tiempo,
como en el período anterior, a partir de una valiosa síntesis de la conflictividad laboral
1980 aumentaron aquéllos causados por del período 1976-1981, y un acercamiento a
suspensiones y despidos debidos a la recesión y los actores, las motivaciones y las formas de
en defensa de las fuentes de trabajo. Mientras los conflictos que se desarrollaron a un nivel
en el primer caso la forma de lucha era sacar micro, en los lugares de trabajo.
el conflicto a la calle, con movilizaciones y
concentraciones, que buscaban despertar la Durante la década de 1990 escasearon los
solidaridad de otros sectores, en el segundo estudios sobre este tema, pero tuvo lugar un
fueron los tradicionales paros y, en menor fenómeno que los influiría más adelante:
medida, la toma pacífica de las plantas. se constituyó el campo de la historia de los
trabajadores, que tiene como objeto de estudio
a los trabajadores como sujeto histórico.
Este es recuperado por los historiadores al
considerar las relaciones de producción y las
tradiciones, sistemas de valores, ideas y formas
La resistencia en la historiografía institucionales que se originan de la experiencia
sobre los trabajadores en el escenario del cotidiano laboral.20 Desde el
inicio del nuevo siglo, un número importante
El comportamiento de la clase trabajadora
durante la dictadura militar, y en particular 19. El libro de Pozzi fue uno de los primeros, junto al
los conflictos laborales, aparecieron como de Arturo Fernández, en superar la tesis de la pasividad
obrera, propuesta por Francisco Delich en 1982, según
tema y problema en la historiografía con la cual una serie de factores (desregulación salarial, feroz
la recuperación de la Democracia. Este fue represión, desocupación) hicieron de este el período de
un momento de transición entre un campo mayor desmovilización sindical desde 1955.
que tradicionalmente se había ocupado del 20. LOBATO, Mirta Zaida, La vida en las fábricas.
movimiento obrero, sus orientaciones político- Trabajo, protesta y política en una comunidad obrera, Berisso
ideológicas y sus dirigentes más notorios, y (1904-1970), Prometeo libros/Entrepasados, Buenos
Aires, 2001.
78
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

de artículos y ponencias, en comparación En la mayoría de estos estudios, todas las


a la escasez anterior, fueron publicados o medidas de fuerza en el lugar de trabajo y
presentados en encuentros científicos.21 en las calles, como las huelgas, el “trabajo
a reglamento” y tantas otras, ya fueran
Los estudios de estos veinte años tienen tradicionales o nuevas, han sido incluidas en
en común varios elementos teórico- el término resistencia. La amplitud del mismo
metodológicos: comparten la preocupación por pareciera tener la ventaja de desmitificar el
definir su objeto de estudio, los trabajadores, fenómeno, si no lo hiciéramos ¿no caeríamos en
no ya desde categorías muy generales y una suerte de mitificación de los protagonistas
homogéneas, sino a través del proceso por el de esas acciones?, ¿en considerar como héroes
cual se han constituido como un actor colectivo. a quienes participaron de un conflicto o en
Asimismo se observa un interés centrado, no oportunistas a los que aceptaron los beneficios
en la construcción de síntesis, sino en recortes de las prácticas paternalistas de algunas
espaciales y temporales acotados a una región, empresas?
ciudad, sector de producción o empresa, así
como a una coyuntura o acontecimiento en Sin embargo, el uso del término no es tan
particular. Por último, hay un esfuerzo por inclusivo como parece: si bien en los estudios
incorporar fuentes más o menos novedosas que, sobre el mundo del trabajo en este período el
aunque controversiales como los documentos concepto no ha tenido nunca el carácter heroico
producidos por los organismos estatales de que otras historiografías, como la francesa, le
inteligencia y represión durante la dictadura, han atribuido, sí se ha privilegiado su uso para
permitan superar los vacíos de información referirse a conductas activas de oposición a la
existentes. dictadura y a las directivas unilaterales de las
empresas. Tanto los que miraron el tema desde
un enfoque contractualista e hicieron hincapié
21. Además de los estudios ya citados puede verse: RÍOS, en la pérdida de derechos legales o adquiridos
Sabrina, “Trabajadores durante la dictadura militar que sufrieron los trabajadores durante la
(1976-1983). Prácticas y memorias desde un estudio de dictadura, o los que adoptaron una perspectiva
caso”, ponencia presentada en XI Jornadas Interescuelas
/ Departamentos de Historia, UNT, Tucumán, 2007; relacional del poder y se centraron en el
DICÓSIMO, Daniel, “Experiencias productivas, visión reforzamiento del dispositivo disciplinario
del mundo y unidad obrera. El proceso de trabajo como en el lugar de trabajo, han privilegiado la
dimensión explicativa de los conflictos laborales”, en resistencia como reacción, contragolpe o, al
H-industria. Revista de historia de la industria argentina
y latinoamericana, Buenos Aires, 2009, Año 3, Nº menos, defensa activa.22
4. Disponible en:<http://ojs.econ.uba.ar/ojs/index.
php/H-ind/article/view/454/837>) y DICÓSIMO, El predominio en los estudios históricos de
Daniel, “Dirigentes sindicales, racionalización y las medidas de fuerza como sinónimos de esa
conflictos durante la última dictadura militar”, en oposición no es casual, ya que muchos de ellos
Entrepasados, Revista de Historia, Buenos Aires, 2006,
Nº 29; SCHNEIDER, Alejandro, “’Ladran Sancho...’ no han considerado las actitudes pasivas de
Dictadura y clase obrera en la zona norte del Gran inconformismo o inadaptación al nuevo orden,
Buenos Aires”, en POZZI, Pablo, CAMARERO,
Hernán y SCHNEIDER, Alejandro (compiladores) De
la Revolución Libertadora al Menemismo. Historia social y 22. El trabajo de Ricardo Falcón podría situarse en el
política argentina, Imago Mundi, Buenos Aires, 2003. primer enfoque y el de Pablo Pozzi, en el segundo.
79
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

y mucho menos se ha explorado si existió Reorganización Nacional. En la dimensión


una “zona gris” entre la resistencia, entendida específica de las fábricas, “la resistencia de
como contragolpe, y el consenso. Por “zona los obreros representaba en efecto un desafío
gris” nos referimos, valga la aclaración, a todo implícito a ciertos aspectos fundamentales de
un espectro de conductas y actitudes que la organización de la producción capitalista;
expresan rechazo, desacuerdo y desobediencia particularmente en lo que se refiere a la
respecto de algunos de los principios y los necesidad de readecuar el aparato económico
métodos de la dictadura militar y de los a la concentración y la competencia
empresarios pero, aún así, lo hacen de modo internacional a través del aumento de la tasa
“discreto”, no militante, ocasional y parcial, de explotación”.24
alternando con acuerdos, consentimientos
e, incluso, identificación con otros aspectos En casi todos los estudios sobre la
del régimen. El objetivo de este artículo es resistencia esta aparece como una serie de
reflexionar sobre estas cuestiones y proponer intentos, exitosos o fracasados, de construir
un enfoque analítico para aproximarnos a esa un contra poder obrero en el espacio donde se
“zona gris” de la resistencia. Antes de presentar impone el poder de la burguesía, el lugar de la
algunas preguntas y propuestas para orientar producción. A nuestro modo de ver el análisis
futuras investigaciones, daremos una rápida más elaborado y provocativo en ese sentido
mirada sobre el carácter que se ha atribuido a sigue siendo el de Pozzi, en las nociones de
la resistencia en la historiografía clásica y más lucha por el control del proceso de trabajo y
reciente. de relaciones de fuerza contrarias al poder.
En su interpretación, el poder disciplinador
En los estudios históricos de los últimos del gobierno militar penetra hasta el espacio
treinta años no hay unanimidad sobre de la producción, donde refuerza las prácticas
el carácter del fenómeno denominado tayloristas de la Organización Científica del
“resistencia”. Falcón considera que tuvo un Trabajo (OCT), y es ahí donde se plantea
carácter molecular y defensivo, reveló una gran una de las batallas más decisivas de la lucha
capacidad de adaptación de la clase obrera, pero de clases.
fue insuficiente para evitar un cercenamiento
coyuntural profundo de la actividad sindical Las reivindicaciones levantadas por los
y una serie de modificaciones estructurales obreros, señala Pozzi, trascienden lo salarial
en su composición.23 Pozzi, a su vez, reconoce y apuntan contra aspectos centrales de la
que los conflictos laborales del período fueron explotación del trabajo: la “prescindibilidad”,
defensivos y reivindicativos, pero afirma que la productividad, la autoridad del capataz,
en otro plano tuvieron un profundo significado la organización sindical, etc. En particular el
político porque impidieron a la gran burguesía cuestionamiento a la autoridad del capataz
monopólica resolver la crisis orgánica del revela la intención de desafiar el poder
capitalismo argentino y, por consiguiente, disciplinador de las empresas y luchar por
determinaron el fracaso del Proyecto de el control del proceso de producción. En
las luchas por el control de la producción se
23. FALCON, Ricardo, “La resistencia…”, Op. Cit., p.
137. 24. POZZI, Pablo, Oposición obrera…, Op. Cit., p. 69.
80
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

expresa el proyecto de sociedad de la clase guarnición militar permanente.


obrera, no con un discurso explícito sino en
forma embrionaria. Ese proyecto, sostiene Si bien en los primeros trabajos de Barragán
Pozzi, tiene puntos de contacto “con un la ausencia de oposición obrera durante la
proyecto socialista”. En resumen, el control y la dictadura es atribuida exclusivamente a la
autodeterminación obreras sobre la producción intensidad y alcance de la represión estatal y
fueron las formas en que se expresó un contra para-estatal, en textos más recientes la autora
poder, una anti-disciplina, en las relaciones introduce otras dimensiones para interpretar
sociales de producción, que impediría a la ese comportamiento. En efecto, la estrategia
dictadura militar resolver la crisis orgánica de empresarial parece haber sido un factor
la sociedad argentina. coadyuvante a la desaparición de los conflictos.
La dirección del astillero, en la cual tenía
En estudios más recientes, sigue vigente esta importante participación la Marina de Guerra,
noción de la resistencia como un despliegue combinaba la violencia explícita con acciones
de fuerzas que se contraponen, en los lugares tendientes a la negociación y la cooperación
de trabajo, a las relaciones de poder que con su personal obrero ya antes del golpe
atraviesan tanto el dispositivo disciplinario de estado. El antecedente más lejano de esa
como a los cuerpos de los trabajadores. A orientación es la construcción, en los primeros
veces aparece implícita, supuesta, en los casos años setenta, de “una fuerte identificación de
en que la resistencia no fue posible debido a los trabajadores con la empresa a partir de una
una correlación negativa entre represión y relación laboral beneficiosa en un contexto de
organización sindical. Uno de esos estudios fuerte ordenamiento jerárquico de la fuerza de
es el de Ivonne Barragán sobre el Astillero de trabajo, basada en una organización estamental
Río Santiago (Ensenada), que reconstruye el por el nivel de capacitación técnica, tiempo
entramado de la violencia estatal y para-estatal de permanencia en la fábrica y de disciplina
con una forma específica de organización del militarizada”, lo cual “puede interpretarse
trabajo, propia de una empresa estatal.25 En como una modalidad del paternalismo
dicho astillero se inició el mismo día del golpe industrial de rasgos peculiares”.26
de estado una larga serie de arrestos, secuestros
y desapariciones, que lo llevaron a alcanzar Sin embargo, el recurso de la coerción se
el trágico récord de ser el establecimiento volvió una tendencia creciente, en espejo
industrial con más desaparecidos de la con la dinámica del ciclo ampliado de
Argentina. Un gran número de las víctimas conflicto protagonizado por sus trabajadores
pertenecían a las diferentes agrupaciones y por la aparición de agrupaciones sindicales
políticas y sindicales constituidas en el astillero combativas en el establecimiento. Entre 1975
en los primeros años setenta. La intensa y el 24 de marzo de 1976 la negociación y
represión fue complementada con un estricto la cooperación se entremezclaron cada vez
control diario sobre los documentos y las más con la violencia explícita, que terminaría
pertenencias del personal, que realizaba una condicionando no solo las negociaciones

25. Barragán ha presentado los resultados de su


investigación en varios trabajos que ya citamos. Ver notas 26. BARRAGÁN, Ivonne, “Para el bien de…”, Op. Cit.,
3 y 10. p. 60.
81
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

salariales sino la misma acción sindical del poder de Foucault, según la cual el poder son
posterior al golpe militar. La represión y el relaciones de fuerza que producen a los sujetos,
disciplinamiento descarnado, en el cual la los dispositivos de poder prescriben conductas,
vigilancia adquirió un rasgo extremo con adiestran los cuerpos y producen saberes. En
la presencia de una guarnición militar las fábricas esos dispositivos actúan como un
permanente en el astillero, tuvieron como conjunto de métodos que permiten “el control
resultado la ausencia de conflictos entre 1976 minucioso de las operaciones del cuerpo, que
y 1983. garantizan la sujeción constante de sus fuerzas
y les imponen una relación de docilidad-
Como señala Barragán, el grado de represión utilidad…”.28 La sujeción de los cuerpos es la
implementada en el Astillero de Río Santiago violencia que, junto a la cooperación, requiere
es un caso extremo en un marco represivo todo orden productivo;29 orden productivo
también extremo, pero esta evidencia no debería que será la piedra clave de la “red variable de
ser impedimento para buscar la manifestación relaciones de fuerza que recorre la totalidad
de algún tipo resistencia por más “discreta” que social”30 y en la que se apoya la dictadura militar
fuera. Su conclusión de que fue imposible “la para resolver la crisis orgánica del capitalismo
puesta en práctica de resistencias manifiestas argentino.
o subalternas” puede atribuirse a las fuentes
que ha consultado o que estaban disponibles En la concepción foucaultiana la resistencia
para reconstruir dicho período. En sus trabajos es inmanente al poder, “la resistencia y el
los informes de la CONADEP predominan poder se pertenecen mutuamente. El poder
sobre los testimonios obtenidos en entrevistas se pliega contra sí mismo, haciendo a la
y en los Juicios por la Verdad. O quizá se resistencia un elemento que lo constituye
deba al supuesto de que sin la politización y y hace posible, pero, por otro lado, que se
la organización que florecieron en la primera contrapone a él.”31 La resistencia es una
parte de la década de 1970 era imposible la relación de fuerza que se opone activamente
resistencia obrera. No obstante, aún en un al poder dentro del orden productivo, es una
contexto de desaparición o debilitamiento de lucha que busca abrir esos dispositivos, que los
la representación sindical, tanto oficial como niega. ¿Pero qué pasa cuando esas relaciones
alternativa, y de fortalecimiento extremo de las de fuerza son tan poderosas que reducen
estructuras disciplinarias, se puede suponer con
un sustento conceptual que la clase obrera pudo sindicales…”, Op. Cit.
haber recurrido a las prácticas, procedimientos
28. FOUCAULT, Michel, Vigilar y castigar. Nacimiento
y ardides “invisibles” que les permitieran resistir de la prisión, Siglo XXI, México, 1989, p. 141.
los ataques empresarios aún sin la capacidad
29. BARRAGÁN, Ivonne, “Para el bien de…”, Op. Cit.,
estratégica que la politización había aportado p. 57.
unos pocos años antes.
30. Juan Villarreal citado por POZZI, Pablo. Oposición
obrera…, Op. Cit., p. 23.
De forma más o menos implícita, en algunos
análisis27 está presente la concepción relacional 31. DEL VALLE ORELLANA, Nicolás, “Entre poder
y resistencia. Tras los rastros de la política en Foucault”,
en Revista Enfoques, Universidad Central de Chile, 2012,
27. Ídem, p. 57; DICÓSIMO, Daniel, “Dirigentes V. X, Nº 17, p. 162.
82
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

a la lucha, que desorganizan y debilitan el del equilibrio de poder”.35 Esta noción es


poder de la resistencia? Si nos limitamos a complementaria con la de “artes de hacer”,
ver la resistencia sólo como un contragolpe, propuesta por Michel de Certeau, que se
es posible que esta se vuelva invisible en refiere a las prácticas, procedimientos y ardides
contextos de alto nivel de represión y bajo de quienes están “atrapados en las redes de la
nivel de organización; pero quizá sea posible ‘vigilancia”, en las estructuras disciplinarias,
descubrirla si tenemos presente que Foucault y que tienden a crear dentro de las mismas
la pensaba no sólo como contragolpe sino un ambiente de “antidisciplina” que son su
también como un “escape”. Si el poder intenta contrapartida. En un equilibrio de poder
captar los distintos elementos del quehacer desfavorable y en un espacio que ha sido
social, la resistencia consiste en escapar a todo reconquistado por el otro, la táctica “no cuenta
intento de captura. En consecuencia, será un con la posibilidad de darse un proyecto global
movimiento que pretende hacer caso omiso ni de totalizar al adversario en un espacio
y ubicarse al exterior del poder.32 “Escapa de distinto, visible y capaz de hacerse objetivo.”…
algún modo a las relaciones de poder; algo que “Este no lugar le permite, sin duda, la
no es la materia prima más o menos dócil o movilidad, pero con una docilidad respecto a
reacia, sino que es el movimiento centrífugo, la los azares del tiempo, para tomar al vuelo las
energía inversa, la escapada”.33 posibilidades que ofrece el instante”… “En
suma, la táctica es un arte del débil”.36
La resistencia como “escape” no toma el
carácter y la forma del conflicto laboral abierto Vale aclarar que lo dicho hasta aquí no
sino el de la indisciplina o de la “infrapolítica”, equivale a considerar que en el mundo real del
como la entiende James Scott: “una gran trabajo las actitudes propias del contragolpe o
variedad de formas de resistencia muy discretas del escape se manifestaron separadas unas de
que recurren a formas indirectas de expresión”.34 otras, ni que el observador podrá encontrarlas
Entre las formas de la “infrapolítica” están aisladas y claramente diferenciadas entre sí.
el discurso oculto, los rumores, las bromas Por el contrario, lo común será que coexistan,
y otras, que constituyen acciones invisibles se combinen y complementen en un mismo
o apenas públicas realizadas en contextos de episodio de resistencia, por ejemplo es posible
elevada coerción y donde las instituciones que que los sabotajes de autor individual sean parte
canalizan y procesan los conflictos no existen de un mismo proceso de conflictos colectivos.
o están momentáneamente clausuradas. Lo que se propone aquí es una “disección”
Esa invisibilidad, señala Scott, es en buena conceptual, una separación sólo válida en
medida resultado de una acción deliberada, el orden conceptual, de actitudes que en la
de “una decisión táctica que está consciente realidad histórica forman parte de procesos
dinámicos y complejos.

32. Ídem, p. 163. 35. Ibídem.

33. FOUCAULT, Michel, Un diálogo sobre el poder y otras 36. DE CERTEAU, Michel, La invención de lo
conversaciones, Alianza, Madrid, 2008, p. 93. cotidiano. 1. Artes de hacer, Universidad Iberoamericana-
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
34. SCOTT, James, Los dominados y el arte de la resistencia, Occidente-Centro Francés de Estudios Mexicanos y
Era, México, 2004, p. 44. Centroamericanos, México, 1996, pp. 54-55.
83
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

Por otra parte, el carácter de la resistencia los conflictos de la fábrica Metalúrgica Tandil,
se vuelve difuso y ambiguo cuando aparece una fundidora de autopartes “cautiva” de
en espacios productivos organizados según Renault Argentina.38
programas de incentivación del trabajo, a
través de diversos medios como las primas y En dicho establecimiento los programas
otros, que tenían el consentimiento de los de incentivos con cuotas complementarias
trabajadores. En esos casos, éstos desarrollaban y primas habían sido introducidos en las
un interés particular por la continuidad de secciones de fusión, noyería y moldeo
los mismos, basado tanto en los beneficios ya en 1956, cuatro años antes que se
económicos del aumento de la productividad institucionalizaran en el Convenio Colectivo
como en una serie de valores derivados de la de Trabajo de la industria metalúrgica de
experiencia del taller, como el aprecio por la 1960. En el año 1978, la empresa redujo en la
destreza y la resistencia física, el cumplimiento sección noyería la aplicación de un régimen de
de metas, el orgullo de dominar los secretos seis horas y plus salarial por insalubridad a sólo
de operaciones en apariencia simples, entre dos puestos de trabajo, que habían impuesto
otros. La participación en este tipo de trabajo los trabajadores en 1975, restaurando la
se convertía en un fin en sí mismo y, como ha jornada laboral de ocho horas para el resto. El
señalado Michel Burawoy, generaba un espacio sindicato propuso cumplir el horario habitual
de acuerdo con la empresa respecto a las pautas y permanecer en el puesto de trabajo el tiempo
de aumento de la productividad.37 restante, pero los noyeros decidieron parar por
tiempo indeterminado. Durante el mes de julio
No obstante, esto no significaba otorgar de 1978, éstos se mantuvieron en la sección sin
consenso a la apropiación del trabajo no trabajar y cuando les prohibieron ingresar a la
retribuido por los empresarios, lo que marca planta se reunieron en la puerta de entrada. El
la diferencia entre consentimiento y consenso, 2 de agosto, ante el rumor de que la empresa
ni para introducir cambios unilaterales en los despediría a una parte de los operarios en
programas de incentivos. Por el contrario, conflicto, la mayoría aceptó el nuevo horario
el conflicto reaparecía cada vez que los a cambio de un plus salarial del 20%. Un
trabajadores involucrados veían disminuir grupo de veinticinco operarios lo rechazaron y
su control sobre las condiciones que les fueron despedidos por “inadaptación” al nuevo
permitía cumplir las cuotas complementarias régimen laboral.
y obtener las primas correspondientes. Para
comprender la ambigüedad existente en este Al declararse el conflicto no había
comportamiento nos referiremos brevemente unanimidad entre los noyeros sobre la validez
a un caso que hemos estudiado para nuestra del régimen de jornada reducida, debido a la
tesis doctoral y sobre el que escribimos en diversidad de condiciones y medio ambiente
varias oportunidades: el de los trabajadores y
38. Presentamos este caso extensamente en DICÓSIMO,
Daniel, “La delgada línea roja…”, Op. Cit. (Este artículo
37. BURAWOY, Michael, El consentimiento en fue reproducido en el dossier on line del Programa Inter
la producción. Los cambios del proceso productivo en Universitario de Historia Política coordinado por Daniel
el capitalismo monopolista, Ministerio de Trabajo y Lvovich: <http://www. historiapolitica.com/dossier/
Seguridad Social, Madrid, 1989. actitudes-sociales-dictadura>).
84
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

de trabajo que predominaba en la sección y a la no existían vibraciones ni radiación.39


percepción de los trabajadores sobre la justicia
de la retribución que recibían por exponerse No obstante, es necesario para comprender
al riesgo. El subproceso de noyería había sido la resistencia inicial a la directiva empresaria
modernizado entre 1958 y 1974, al convertirse tener presente que aquélla no se basaba en
Metalúrgica Tandil en una “fundición cautiva” los efectos residuales sobre la salud, sino en
de Industrias Kaiser Argentina primero y de sus resultados económicos. Los operarios que
Renault Argentina después. Se incorporaron lideraron el conflicto integraban los programas
máquinas para elaborar noyos según el sistema de incentivación al trabajo e, inesperadamente,
de “caja caliente”, cuyas materias primas advertían que los cambios en el régimen laboral
liberaban gases agresivos al momento de la alteraban su acuerdo con la empresa respecto a
cocción, como el fenol -su componente de los beneficios de la remuneración con primas.
formaldehído afectaba el organismo humano-. Es decir que el principal motivo del conflicto
Las tareas de preparado y ensamble de noyos, no era el nuevo horario, inaceptable porque
a su vez, fueron redistribuidas alrededor de perjudicaría la salud de los trabajadores a largo
varias líneas, situadas en un sector apartado plazo, sino la disminución del control obrero
respecto a la “línea de caja caliente”, donde sobre las condiciones que permitían cumplir
las condiciones ambientales eran distintas. El las cuotas complementarias y obtener las
trabajo en esos sectores presentará a partir primas correspondientes. En resumen, había
de entonces diferencias en cuanto a la carga aumentado la incertidumbre sobre el resultado
laboral y a las condiciones ambientales. del trabajo a destajo.40

En la “línea de caja caliente”, servían La decisión empresaria ponía en duda la


máquinas con control eléctrico, el operador capacidad de los maquinistas para alcanzar las
se encargaba de iniciar e interrumpir el ciclo metas previstas, porque implicaba una sobre
de las mismas y de algunas tareas auxiliares, exigencia física y disminuía las posibilidades
como introducir la caja de noyos a la máquina de recuperación de energía muscular. La
y luego trasladarla a una cinta transportadora; resistencia física y mental se veía afectada con
el ciclo automático de la máquina no era la prolongación de la jornada de seis a ocho
regulado por éste e imprimía un ritmo veloz a horas, y con la extensión a nueve horas a partir
las tareas complementarias. La carga de trabajo de 1980, no porque los noyos fueran pesados
aumentaba por la incidencia de la radiación sino por una exposición más prolongada a la
(calor) que despedían las cajas de noyos y la
39. Testimonio de Oscar Piñón, operador en la “línea
contaminación ambiental (formaldehído). En
de caja caliente”, 1988. Pericia técnica sobre las “líneas
la “línea de preparado y ensamble de noyos”, de caja caliente” y de “preparado y ensamble de noyos”
en cambio, las tareas eran más aliviadas, realizada en 1979, en Tribunal del Trabajo de Tandil,
porque los operarios no movían cajas, ya que “Hernández Carlos y otros contra Metalúrgica Tandil
sobre cobro de haberes”, 1980, folios 190-207.
trabajaban en las piezas que llegaban sobre una
cinta transportadora, y estaban expuestos a una 40. Según Buroway, la incertidumbre que ocasionan los
menor incidencia de contaminación y ruidos, y cambios en la organización del trabajo es un importante
motivo de conflicto en los talleres incentivados.
BURAWOY, Michael, El consentimiento…, Op. Cit., p.
114.
85
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

temperatura y el gas que emitían las máquinas. médica integral sin cargo, proveeduría al
Como denunciaba el sindicato ante el costo, transporte gratuito, en muchos casos
Ministerio de Trabajo, estos cambios obligarían vivienda y electricidad sin cargo, becas para
a “un esfuerzo físico sobrehumano, máxime los hijos del personal que estudian, clubes
y asistencia social en general. Como dato
considerando que muchas de las secciones
ilustrativo debemos señalar que de los
rozan el límite de lo insalubre...”.41 La protesta, 38 ingenieros que trabajan en la planta
entonces, no representaba una impugnación de Loma Negra, la mayoría son hijos de
de la naturaleza capitalista del trabajo en la obreros de la empresa… Es notable la
industria ni un reclamo consecuente por el identificación total del personal con la
perjuicio causado a la salud de los trabajadores, empresa, a punto tal que podría decirse que
que fue acallado con el otorgamiento de un siente a la misma un poco como cosa propia
adicional al salario, sino una reafirmación del y viven en el sentido amplio del términos
interés de los trabajadores por participar de los los aciertos y el progreso, así como sufren y
realmente se preocupan por los problemas e
programas de trabajo por primas y de lo que
inconvenientes.42
consideraban su derecho a negociar sus pautas
con la empresa. Es probable que el diagnóstico policial
haya sido dictado por la misma empresa,
Por último, un espacio laboral donde la
que ha terminado creyendo ciegamente en
resistencia es esquiva y tan ambigua como
su propio discurso sobre la “gran familia”
en el anterior lo constituyen aquellas fábricas
que ha constituido con su plantel de obreros,
organizadas y administradas según los
empleados e ingenieros. En el mismo aparece,
principios y las prácticas del paternalismo
además, una interpretación del sabotaje como
industrial. En oportunidad de un atentado
conflicto, pero ¿de qué conflicto está hablando
contra un horno en la fábrica Loma Negra
la empresa?, veamos otra cita del informe
de Olavarría, en febrero de 1979, el informe
policial:
policial retrataba la aparente “paz social”
reinante en la misma: Si bien no queda margen de duda de que
se trata de un hecho intencional (aún
En los casi 40 años de existencia de la admitiendo como posibilidad que el hecho
empresa nunca existió un conflicto laboral, narrado se haya producido por efectos de
posiblemente el origen de este hecho la vibración normal de funcionamiento)
de por sí extraordinario se encuentre en resulta difícil identificar a él o los autores,
las condiciones excepcionales ofrecidas como asimismo sus móviles, ya que la
por la firma, dado que no sólo perciben empresa abona salarios superiores a los
muy buenos salarios, que en todo caso se fijados por el Estado; contempla situaciones
encuentran entre los mejores del país, sino de tipo familiar, casos de asistencia médica
que existen una serie de ventajas accesorias especial o de urgencia a esposa e hijos de
para el empleado, tales como atención trabajadores, que son llevados a Capital
Federal por cuenta de la empresa; construye
41. Nota de la Unión Obrera Metalúrgica, seccional barrios de vivienda, etc. Tampoco existen
Tandil, al Ministerio de Trabajo, delegación Tandil, en o se han producido medidas que pudieran
Tribunal del Trabajo de Tandil, “Indemnización por
despido, Romero Néstor y otros contra Metalúrgica 42. Comisión Provincial por la Memoria, Archivo
Tandil”, 1980. DIPPBA, Mesa B, Carpeta 86, Legajo 89, folio 92.
86
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

crear resentimientos entre el personal, como indicador de las tensiones y los conflictos
pues si bien hace algún tiempo hubo que la agitaban.
algunos despidos, se trató de elementos
considerados perturbadores, y se les abonó
la indemnización que correspondía a cada El sabotaje durante la última dictadura ha
caso… Solo cabe pensar que ha sido un sido poco estudiado en comparación a otras
operario movido por razones puramente formas del conflicto; el libro de Pozzi es
personales, derivadas de algún resentimiento pionero en considerarlo una de las múltiples
producto de una mente anormal.43 (La cursiva formas de la resistencia. En un artículo de
es nuestra). reciente publicación, con Andrés Carminati
hemos reconstruido una serie de sabotajes,
Como vemos, en el discurso paternalista el correspondientes a las regiones del “cordón
conflicto es percibido como algo extraño y ajeno industrial del Paraná” y del centro-sudeste
a la comunidad laboral, a la “gran familia”, y bonaerense, específicamente Tandil, Olavarría
su origen, producto del resentimiento de “una y Barker.46 Siguiendo la conceptualización de
mente anormal”, es de naturaleza psicológica Paul Edwards y Hugh Scullion, diferenciamos
e individual: ni el colectivo obrero ni el a los sabotajes de la mayoría de las medidas de
sindicato aparecen como partes reconocibles fuerza, como huelgas, quites de colaboración,
del conflicto. etc., porque en estos casos, que denominamos
“conflictos abiertos”, el conflicto es reconocido
El paternalismo industrial suele elaborar
por todos los participantes y se toma una
la imagen de sus establecimientos como una
acción para expresarlo, mientras que en los
comunidad cerrada y amenazada por peligros
sabotajes, clasificados como “conflictos no
externos, ante la cual las fuentes sindicales y
dirigidos”, hay una conducta concreta pero
los testimonios orales pueden servirnos para
ésta no es abiertamente conflictiva, o sea no
indagar debajo de esa superficie aparentemente
hay motivos ni autores explícitos.47
tranquila.44 Son necesarios algunos recaudos,
porque los sindicatos de las ramas donde
predominaba esta forma de organizar el El sabotaje es una de las formas más
trabajo, como la textil o la del cemento, importantes de los “conflictos no dirigidos” y,
siguieron cooptados por la patronal o fueron al mismo tiempo, una de las más difíciles de
marginados del “sistema de fábrica con villa analizar, debido al sesgo con que las fuentes
obrera” y perdieron ascendiente, más allá de lo mencionan: expresión de una resistencia
los servicios sociales, sobre sus afiliados.45 De heroica para las publicaciones militantes,
cualquier forma el sabotaje es uno de los cabos ecos de la amenaza de la “guerrilla industrial”
sueltos que asoma en ese mundo idealizado de para los periódicos comerciales, registro de
la “gran familia” y no podemos menospreciarlo la preocupación patronal por la persistencia
de elementos “perturbadores” para la
producción en los informes policiales, escaso
43. Ibídem.
44. NEIBURG, Federico, Fábrica y Villa Obrera: historia 46. DICÓSIMO, Daniel y CARMINATI, Andrés,
social y antropología de los obreros del cemento, CEAL, “Sabotaje a la dictadura…”, Op. Cit.
Buenos Aires, 1988.
47. EDWARDS, Paul y SCULLION, Hugh, La
45. DICÓSIMO, Daniel, “Indisciplina y…”, Op. Cit. organización social…, Op. Cit.
87
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

reconocimiento en los testimonios obreros, brutalmente por el ejército sobre su nuevo y


etc. ¿Qué significa el sabotaje en este período? limitado papel de administradores de las obras
¿Fue un instrumento desesperado e ineficaz sociales por el ejército. Al mismo tiempo, el
para debilitar el orden capitalista y autoritario? gobierno de facto eliminaba o suspendía las
¿Acaso una forma de presión o de expresión normas que habían permitido hasta entonces
del descontento hacia los empresarios? poner en práctica procesos de regulación,
control y resolución de los conflictos. En estos
Teniendo en cuenta las dificultades teóricas casos el sabotaje representaba una forma de
y empíricas para caracterizarlo es importante conflicto alternativo a los “abiertos”, a través de
tener en cuenta el contexto en el que se la cual activistas en grupo o individualmente
produce, entendiendo por este no solo la adaptaban sus acciones al cierre de los canales
particular organización del trabajo de la fábrica institucionales, formales e informales.
o el taller, sino también la coyuntura política,
social y económica y la estructura social, en Llegados a este punto queremos plantear
particular lo que concierne a las relaciones algunas preguntas, que surgen del análisis
sociales y a la organización sindical vigentes en anterior y que podrían servir para orientar
el lugar de trabajo. Los sabotajes no expresaron la exploración de la “zona gris”, entre la
sentimientos de frustración o desesperación, resistencia, entendida como contragolpe, y el
originados en la incapacidad para adaptarse consenso. Una lista provisoria sería la siguiente:
al sistema industrial, como quisieron
interpretarlas los enfoques funcionalistas y 1. ¿La correlación entre nivel de
conductistas sobre el conflicto en los países la represión estatal y posibilidad
industrializados de la segunda posguerra,48 de organización colectiva limita
sino formas de acción sindical alternativas a las drásticamente la resistencia?, ¿cómo
que habían sido propias del conflicto abierto descubrir, identificar y comprender las
e institucionalizado, antes del golpe de estado conductas no consensuales y, a la vez,
de 1976. poco explícitas, en los espacios laborales
con un alto nivel de represión y un bajo
En todos los establecimientos que estudiamos nivel de organización sindical? En otras
las comisiones internas y los cuerpos de palabras, ¿qué estrategia de búsqueda
delegados habían sido desconocidos abierta debemos seguir cuando las relaciones de
o tácitamente por las empresas y advertidos fuerza en un establecimiento han sido
tan poderosas que reducen a la lucha, que
48. Una visión panorámica sobre estos enfoques desorganizan y debilitan el poder de la
en MONTES CATÓ, Juan, “Dominación en los resistencia?
lugares de trabajo y formas de expresión del conflicto:
las nuevas generaciones de trabajadores frente a las 2. ¿Es legítimo considerar al “escape”
políticas manageriales”, ponencia presentada en XXVI
como una forma de resistencia? ¿Cuál es
Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología,
Guadalajara, México, 2007. Disponible en: <http://www. la mejor forma de detectarlo y reconstruir
researchgate.net/publication/266492690_Dominacin_ sus formas? En otras palabras, ¿cómo
en_los_espacios_de_trabajo_y_formas_de_expresin_del_ podemos distinguir la indisciplina
conflicto_las_nuevas_generaciones_de_trabajadores_
como resistencia de la que no tenía
frente_a_las_polticas_manageriales>
88
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

ese propósito? ¿El sabotaje puede ser una serie de intentos, exitosos o fracasados, de
considerado en todos los casos una forma construir un contra poder obrero en el espacio
de resistencia? ¿Es posible comprenderlo donde se impone el poder de la burguesía, el
adecuadamente sin introducir el análisis lugar de la producción. En textos recientes,
de la organización del trabajo en cada y no tanto, puede apreciarse la concepción
establecimiento? relacional del poder de Foucault, según la cual
el poder son relaciones de fuerza que producen
3. ¿La resistencia puede surgir de a los sujetos, los dispositivos de poder
la “obediencia condicionada” que prescriben conductas, adiestran los cuerpos y
implica el consentimiento a las formas producen saberes. Dicha perspectiva supone
capitalistas de organizar la producción? que la resistencia es inmanente al poder, es una
¿Cómo detectar la “incertidumbre” en relación de fuerza que se opone activamente
el trabajo, que estaría en el límite entre al poder dentro del orden productivo, es
consentimiento y resistencia? una lucha que busca abrir los dispositivos
disciplinarios, que los niega.
4. ¿Es posible la resistencia en el contexto
de una organización laboral paternalista? El problema de este enfoque, cuando se
¿Qué nos dicen las formas “discretas” centra exclusivamente en la resistencia como
de resistencia, como el sabotaje, sobre la “otra cara” del poder, es que no puede
la identidad de los trabajadores de esos aprehender ni explicar las actitudes no
espacios laborales? consensuales cuando esas relaciones de fuerza
son tan poderosas que debilitan la lucha,
que desorganizan y debilitan el poder de los
trabajadores. En otras palabras, si nos limitamos
Conclusiones
a ver la resistencia solo como un contragolpe,
En la historiografía sobre los trabajadores es posible que esta se vuelva invisible en
de los últimos treinta años se ha privilegiado contextos de alto nivel de represión y bajo nivel
el uso del término resistencia para referirse a de organización. Asimismo, el carácter de la
conductas activas de oposición a la dictadura y resistencia se vuelve difuso y ambiguo cuando
a las directivas unilaterales de las empresas. En lo buscamos desde esa perspectiva en espacios
muchos casos, la resistencia implica reacción, productivos organizados según programas de
contragolpe o, al menos, defensa activa. Por incentivación del trabajo, a través de diversos
lo general no han considerado las actitudes medios como las primas y otros, que tenían
pasivas de inconformismo o inadaptación al el consentimiento de los trabajadores, y en
nuevo orden, y mucho menos se ha explorado otros administrados según los principios y las
si existió una “zona gris” entre la resistencia prácticas del paternalismo industrial.
activa y el consenso.
El desafío de los historiadores es, por lo
Una influencia determinante sobre esas tanto, ampliar el concepto de resistencia
interpretaciones ha sido la de Pozzi, en cuyo para incorporar un amplio espectro de
estudio clásico la resistencia aparece como conductas y actitudes que, más allá de
participar ocasionalmente en la construcción
89
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

de un contrapoder, expresaban rechazo,


desacuerdo y desobediencia de un modo
“discreto”, ocasional y parcial, alternando con
acuerdos y consentimientos. Un conjunto
de comportamientos situado en un ámbito
cotidiano y anónimo, que estaba muy cerca
de la “inadaptación” a las reglas del trabajo
industrial y cuya naturaleza conflictiva era,
como consecuencia, ignorada por los estudios
históricos. Estas conductas y actitudes, que
posiblemente fueron propias de la mayoría
de los trabajadores, también deberían ser
consideradas legítimamente como parte de la
resistencia.

•••

Recibido: 27- 03-2015


Aceptado: 31- 08-2015
Publicado: 21-12-2015

90
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

Bibliografía

ABÓS, Álvaro, Las organizaciones sindicales y el poder militar (1976-83), CEAL, Buenos Aires, 1984.

ÁGUILA, Gabriela, Dictadura, represión y sociedad en Rosario, 1976/1983. Un estudio sobre la represión y los
comportamientos y actitudes sociales en dictadura, Prometeo, Buenos Aires, 2008.

BASUALDO, Victoria y LORENZ, Federico, “Trabajadores en la década del setenta en Argentina:


perspectivas y propuestas a partir de dos estudios de caso”, ponencia presentada en X Jornadas Interescuelas
y Departamentos de Historia, Rosario, 2005.

BASUALDO, Victoria, “Complicidad patronal-militar en la última dictadura argentina: los casos de


Acindar, Astarsa, Dálmine-Siderca, Ford, Ledesma y Mercedes Benz”, en Suplemento especial Revista
Engranajes, Buenos Aires, 2006, Nº 5, FETIA.

BARRAGÁN, Ivonne, “La represión a la organización sindical de base en una fábrica estatal. La experiencia
represiva de los trabajadores del Astillero Río Santiago durante la última dictadura militar.”, ponencia
presentada en IV Seminario Internacional Políticas de la Memoria: Ampliación del campo de los derechos
humanos. Memoria y perspectivas, Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Buenos Aires, 2011.
Disponible en: <http://conti.derhuman.jus.gov.ar/2011/10/mesa_1/barragan_mesa_1.pdf>

BARRAGÁN, Ivonne, “Para el bien de la Nación. Gestión militar de empresas estatales, prácticas de
integración y represión de la fuerza de trabajo desde la perspectiva de caso. El Astillero Río Santiago,
1973-1976”, en Avances del Cesor, Rosario, 2013, Nº 10. Disponible en: <http://web2.rosario-conicet.
gov.ar/ojs/index.php/AvancesCesor/article/view/v10a03>

BECCARIA, Luis y YOGUEL, Gabriel, “Apuntes sobre la evolución del empleo industrial en el período
1973-1984”, en Desarrollo Económico, Buenos Aires, 1988, V. XXVII, 1988, Nº 108, pp. 589-605.

BITRÁN, Rafael y SCHNEIDER, Alejandro, “Dinámica social y clase trabajadora durante la dictadura
militar de 1976-1983. Estudio de la zona norte del Gran Buenos Aires en particular de las fábricas Del
Carlo y Ford Motors”, en RODRÍGUES, Leoncio Martins y otros, Nuevas tendencias en el sindicalismo:
Argentina y Brasil, Biblos - Simón Rodríguez, Buenos Aires, 1992.

BURAWOY, Michael, El consentimiento en la producción. Los cambios del proceso productivo en el capitalismo
monopolista, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1989.

CARMINATI, Andrés, “1978: reflujo, crisis y sabotaje. Conflictos obreros en el “Gran Rosario” durante
la última dictadura militar”, ponencia presentada en II Workshop Historia de las relaciones laborales en la
Argentina del siglo XX, Rosario, 2012.

CIEZA, Daniel, El componente anti sindical del Terrorismo de Estado, Cuadernos del Archivo Nacional de la
Memoria Nº 3, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Buenos Aires, 2012.

DE CERTEAU, Michel, La invención de lo cotidiano. 1. Artes de hacer, Universidad Iberoamericana-


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente-Centro Francés de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos, México, 1996.

91
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

DEL VALLE ORELLANA, Nicolás, “Entre poder y resistencia. Tras los rastros de la política en Foucault”,
en Revista Enfoques, Universidad Central de Chile, 2012, V. X, Nº 17, pp. 147-168.

DICÓSIMO, Daniel, “Dirigentes sindicales, racionalización y conflictos durante la última dictadura


militar”, en Entrepasados, Revista de Historia, Buenos Aires, 2006, Nº 29, pp. 87-105.

DICÓSIMO, Daniel. “Indisciplina y consentimiento en la industria bonaerense durante la última dictadura


militar. Los casos de Loma Negra Barker y Metalúrgica Tandil”, en Sociohistórica. Cuadernos del CISH,
La Plata, 2008, Nº 23/24, pp. 13-37.

DICÓSIMO, Daniel, “Experiencias productivas, visión del mundo y unidad obrera. El proceso de trabajo
como dimensión explicativa de los conflictos laborales”, en H-industria. Revista de historia de la industria
argentina y latinoamericana, Buenos Aires, 2009, Año 3, Nº 4. Disponible en: <http://ojs.econ.uba.ar/
ojs/index.php/H-ind/article/view/454/837>.

DICÓSIMO, Daniel, “ ‘La delgada línea roja’. Conflicto y consentimiento en las relaciones laborales (1976-
83)”, en Revista Historia Regional de la Sección Historia del Instituto Superior del Profesorado Nº 3
“Eduardo Lafferière”, Villa Constitución, 2012, Nº 30.

DICOSIMO, Daniel y CARMINATI, Andrés, “Sabotaje a la dictadura. Un estudio de las formas de


sabotaje industrial durante la última dictadura militar en el Gran Rosario y el Centro Sudeste bonaerense
(1976-1983)”, en Anuario IEHS, Tandil, 2013, Nº 28, pp. 257-278.

DIEGUEZ, Héctor y GERCHUNOFF, Pablo, “La dinámica del mercado laboral urbano en la Argentina,
1976-1981”, en Desarrollo Económico, Buenos Aires, 1984, V. XXIV, pp. 3-40.

EDWARDS, Paul y SCULLION, Hugh, La organización social del conflicto laboral. Control y resistencia en la
fábrica, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1982.

FALCÓN, Ricardo, “La resistencia obrera a la dictadura militar (una reescritura de un texto contemporáneo
a los acontecimientos)”, en QUIROGA, Hugo y TCACH, César (compiladores) A veinte años del golpe.
Con memoria democrática, Homo Sapiens Ediciones, Buenos Aires, 1996.

FERNÁNDEZ, Arturo, Las prácticas sociales del sindicalismo, Centro Editor de América Latina, Buenos
Aires, 1984.

FOUCAULT, Michel, Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Siglo XXI, México, 1989.

FOUCAULT, Michel, Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones, Alianza, Madrid, 2008.

GRESORES, Gabriela, “Conflictos obreros en la industria frigorífica bajo la dictadura militar: La huelga
larga de Swift de Berisso”, en Ciclos, Buenos Aires, 2001, Año XI, V. IX, Nº 22.

LOBATO, Mirta Zaida, La vida en las fábricas. Trabajo, protesta y política en una comunidad obrera, Berisso
(1904-1970), Prometeo libros/Entrepasados, Buenos Aires, 2001, pp. 87-108.

LORENZ, Federico, Los zapatos de Carlito. Una historia de los trabajadores navales de Tigre en la década del

92
V. XII, Nº 13 / Segundo semestre 2015 - ISSN 1514-3899 / ISSNe 2422-6580

setenta, Norma, Buenos Aires, 2007.

MONTES CATÓ, Juan, “Dominación en los lugares de trabajo y formas de expresión del conflicto: las
nuevas generaciones de trabajadores frente a las políticas manageriales”, ponencia presentada en XXVI
Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología, Guadalajara, México, 2007. Disponible en:
<http://www.researchgate.net/publication/266492690_Dominacin_en_los_espacios_de_trabajo_y_
formas_de_expresin_del_conflicto_las_nuevas_generaciones_de_trabajadores_frente_a_las_polticas_
manageriales>.

NEIBURG, Federico, Fábrica y Villa Obrera: historia social y antropología de los obreros del cemento, CEAL,
Buenos Aires, 1988.

NOVARO, Marcos y PALERMO, Vicente, La dictadura militar 1976-1983. Del golpe de Estado a la
restauración democrática, Paidós, Buenos Aires, 2003.

O’ DONNELL, Guillermo, Modernización y autoritarismo, Paidós, Buenos Aires, 1972.

PALOMINO, Héctor, “Los cambios en el mundo del trabajo y los dilemas sindicales”, en SURIANO, Juan
(director) Dictadura y democracia (1976-2001), Colección Nueva Historia Argentina, Sudamericana,
Buenos Aires, 2005.

POZZI, Pablo, Oposición obrera a la dictadura, Contrapunto, Buenos Aires, 1988.

RÍOS, Sabrina, “Trabajadores durante la dictadura militar (1976-1983). Prácticas y memorias desde
un estudio de caso”, ponencia presentada en XI Jornadas Interescuelas / Departamentos de Historia,
Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán, 2007.

SCOTT, James, Los dominados y el arte de la resistencia, Era, México, 2004.

SIMONASSI, Silvia, “Productividad y disciplina en las fábricas metalúrgicas del Gran Rosario: Una mirada
desde el periódico de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario, 1974-1981”, en Papeles de
trabajo, Rosario, 1996, Nº 3.

SIMONASSI, Silvia, “Conflictividad laboral y políticas disciplinarias en la industria metalúrgica de la


ciudad de Rosario, 1973-1976”, en Anuario IEHS, Tandil, 2007, Nº 22, pp. 465-486.

SCHNEIDER, Alejandro, “’Ladran Sancho...’ Dictadura y clase obrera en la zona norte del Gran Buenos
Aires”, en POZZI, Pablo, CAMARERO, Hernán y SCHNEIDER, Alejandro (compiladores) De la
Revolución Libertadora al Menemismo. Historia social y política argentina, Imago Mundi, Buenos Aires,
2003.

93

También podría gustarte