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Los peinados de moda no tienen edad y sí personalidad. Es decir, a medida que un hombre o una
mujer madura, no por ello deja de atreverse con peinados de moda, cortes extremos, colores,
movimientos, si como persona siempre le ha atraído este estilo marcado de llevar sus cabellos.
En general, las personas adaptan el estilo de llevar su cabello a los de su ambiente y su etapa de la
vida: eligen aquellos peinados de moda que les gustan en las personas semejantes que les roden o
que les atrae de la ficción, y les parecen adecuados. Los cambios en su pelo les hacen buscar nuevas
referencias: en la coloración al salir canas, en los cortes al empezar a perder volumen, en los estilos
al no poder llevar más melena porque se ha tornado lacia.
Peinados de moda: sí o no
Los tipos perfeccionistas no son reacios a probar y cambiar sus cortes de cabello siempre que se
realicen teniendo en cuenta la salud de su pelo o las recomendaciones de su peluquero de confianza.
Por el contrario, las personalidades generosas y atentas a los demás suelen mantener su estilo
porque tienden a despreocuparse de sí mismos, para los que nunca tienen tiempo.
Las personas de acción o de clara vocación social suelen ser las más adictas a los peinados de moda,
a los que consideran indispensables para cuidar su imagen personal, tan importante para ellos. Les
gusta sorprender, cambiar, llevar lo de la temporada para imponer respeto, poder, capacidad o aquel
valor más relevante en su vida.
Las personalidades artísticas y sensibles también suelen adorar los cambios en la forma de llevar su
pelo, aunque suelen obedecer a impulsos o situaciones puntuales de su vida. Un cambio en su
peinado suele ser un premio a un logro personal o de consolación para una pérdida sentimental.
A los frágiles o temerosos no les suele gustar apostar por los peinados de moda porque prefieren
pasar desapercibidos, a no ser que tales opciones sean discretas o se ajusten a su fisonomía sin
llamar la atención.
Las extrovertidas encuentran de lo más excitante probar con nuevos peinados, colores y formas, y
no se arredran ante los desastres sino que saben sacarles partido imaginativamente.
A las de fuerte personalidad no les gusta que les digan lo que tienen que llevar o hacer por lo que
tenderán a mostrar un comportamiento errático, a tenor de sus impulsos, sus avatares vitales o de la
búsqueda del placer, que tanto les importa.
Los tranquilos y perezosos no tienen nada en contra pero no acostumbran a encontrar tiempo para ir
a por un peinado de moda, que no es tan vital como el dedicar el merecido tiempo al descanso
después de trabajar.
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