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Estudiante: Juan Esteban Belalcazar Ortiz Código: 20181180046 Grupo:541

Taller La ciudad informal

Los asentamientos urbanos de origen informal son un fenómeno urbanístico presente en las
principales ciudades latinoamericanas, cuyos orígenes pueden remontarse a comienzos del
siglo XX con el surgimiento de algunas villas de miseria en Buenos Aires, Argentina,
siendo la más emblemática de todas el Barrio 31, localizado en el sector de El Retiro en
inmediaciones de barrios importantes de la ciudad.
El común denominador en la aparición de estos sectores marginales es la falta de
oportunidades en diferentes regiones del país y de la región, que conllevan a la inmigración
masiva de la población en busca de mejorar su calidad de vida. En Colombia, el conflicto
armado, las luchas interpartidistas y la ausencia de proyectos y programas para el
campesinado, han sido los detonantes de la expulsión de los habitantes desde las zonas
rurales hacia los centros urbanos.
Usualmente, se presentan dos tipos de urbanización informal: la pirata, característica de las
periferias, en la cual se adquieren lotes de forma ilegal y los habitantes van construyendo
sus viviendas y la invasión, en la cual la población edifica en zonas usualmente céntricas
que frecuentemente son predios propiedad del Estado y que han sido abandonados. A
menudo, la construcción de las viviendas se da con materiales de desecho o inadecuados
para edificar (plástico), sin diseños previos ni el cumplimiento de requisitos para que la
edificación sea sismorresistente. A esto se añade el hecho de que al no tener un título de
propiedad que les brinde la estabilidad y seguridad de poseer un techo propio, sumado a sus
frágiles condiciones socioeconómicas, la población tarda demasiado tiempo en invertir en
el mejoramiento estructural (ya sea mediante fortalecimiento de las viviendas a través de
materiales como cemento, o la construcción de un baño o cocina), por el miedo a perder las
inversiones realizadas.
Entre otras problemáticas que enfrentan dichos pobladores, podemos mencionar que las
personas viven en condiciones de hacinamiento y tanto los equipamientos con los que
cuenta la comunidad como las redes de servicios públicos son producto de la gestión
comunitaria, evidenciado en la utilización de mangueras para la conexión informal al
sistema de acueducto, empleadas en el barrio Villa 31 de Buenos Aires. Lo anterior
significa que en muchas ocasiones los residentes arriesgan su salud y su vida, al no tener
acceso al recurso hídrico en condiciones apropiadas para su consumo, conjuntamente con la
proliferación de vectores y enfermedades por las deficiencias en condiciones higiénicas y
de alcantarillado, la dificultad para acceder al sistema de transporte público que permita
transportarlos hacia las áreas oferentes de empleo dado que la infraestructura vial no es
óptima en éstos sectores; y por último, la ausencia de espacios verdes y lugares de
recreación y ocio que faciliten la interacción social al igual que la dinamización de la
economía en dichas zonas informales.
En la consolidación de éste tipo particular de asentamientos urbanos han intervenido
diferentes tipos de actores como lo son: la comunidad, quiénes han construido sus propias
edificaciones, se han organizado para la provisión y la gestión de servicios públicos básicos
para satisfacer sus necesidades, del mismo modo que para exigirle al Estado la legalización
de éstos barrios con el propósito de brindarle a los pobladores un título de propiedad, así
como el acceso a equipamientos y la conexión a las redes de servicios públicos de la ciudad
mejorando así su calidad de vida. De otra parte, el Estado históricamente ha estado en
conflicto con estas poblaciones debido a que no ha cumplido con sus funciones
constitucionales de garantizar bienestar, equidad, desarrollo armónico, entre otros, y sólo
hasta la década de los 80, empezó a realizar los procesos de legalización y consolidación
urbanística de éstos territorios, con un doble propósito: mitigar el descontento social pero a
su vez, en el marco de la expansión del neoliberalismo, empezar a cobrar impuestos a sus
habitantes con el fin de aumentar los ingresos estatales, de la misma manera, las empresas
de servicios públicos, las cuales atravesaron procesos de privatización, obtuvieron
beneficios al recaudar dinero proveniente de las tarifas por la prestación del servicio.
No podemos ignorar el papel que la empresa privada, en sus múltiples manifestaciones, ha
desempeñado en la consolidación de los asentamientos informales urbanos. Bien mediante
el aprovechamiento de las condiciones del mercado para su enriquecimiento, o a través de
programas y proyectos desarrollados en conjunto con la comunidad con el fin de mejorar
sus condiciones socioeconómicas y culturales, han jugado un rol importante en la evolución
y legalización de estas zonas marginales. Sin embargo, el contexto colombiano y sus
características particulares generan la presencia de nuevos actores en las ciudades del país:
los grupos armados como las guerrillas, paramilitares, bandas criminales entre otros, que
obstaculizan el bienestar de la comunidad y en muchos casos se dedican al reclutamiento de
jóvenes desesperanzados ante la falta de oportunidades para su progreso personal, quiénes
ven en la delincuencia una alternativa económica viable para aliviar sus carencias.
Los principales retos que se presentan a futuro relacionados con éste fenómeno son: la
solución de las causas estructurales que llevan a la población a concentrarse en los centros
urbanos, la reubicación de aquellos pobladores que habitan zonas de riesgo por remoción en
masa, inundaciones, erosión, o ubicados en áreas de protección ambiental, la provisión de
equipamientos y servicios públicos adecuados para su uso y disfrute por parte de los
residentes de barrios informales que les permitan mejorar su nivel de vida, la integración no
sólo física sino social y cultural con la ciudad, superando los imaginarios colectivos y la
estigmatización que acompaña a éstas zonas, a través de la construcción de políticas
públicas, en conjunto con los actores que intervienen en el surgimiento y consolidación de
los asentamientos marginales para plantear, diseñar y ejecutar soluciones a las
problemáticas que aquejan éstas áreas urbanas, materializadas en programas y proyectos
que beneficien no sólo a los pobladores locales, sino a toda la ciudad.
Bibliografía

 Torres, C. (2007). Ciudad informal colombiana. Bitácora Urbano Regional. 11 (1)


53-93. Recuperado de:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/bitacora/article/view/18631
 Banco Interamericano de Desarrollo. (2018). De asentamiento informal a barrio:
integración social y urbana de la Villa 31 en Buenos Aires. [Video]. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=AphFnyyELAc

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