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Hechos 2:38

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Hechos 2:38

Fredy Delgado
Pastor y Teólogo
Cel. 2920266815

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Hechos 2:38

Objetivo

Este manual es una guía ordenada para la preparación previa de todo creyente
aspirante a ser bautizado en el nombre de JESUCRISTO, para el perdón de
pecados:"... y les dijo: Así está escrito… que se predicase en su NOMBRE el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando de
Jerusalén… (Lucas 24. 46-49).

Las enseñanzas contenidas en este estudio de clases bautismales solo tratan de


la compresión que el creyente aspirante debe dar en cuanto al plan de salvación
de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo y el compromiso que va adquirir una
vez bautizado siendo reconocido como hijo de Dios y miembro del cuerpo de
Cristo el cual es la iglesia de su nombre. Responsabilidades y deberes para con
su salvación de perseverar hasta el fin. Las citas Bíblicas se han escrito
textualmente para facilitar el aprendizaje de las clases bautismales sin quitarle el
objetivo fundamental el cual es hacerlo sencillo y comprensible para el nuevo
creyente.

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Hechos 2:38

“Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de Dios;
mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. (Hebreos 13:7-8).

Dedicatoria

Primeramente, a mi maestro y salvador Jesús el Cristo, mi único y verdadero


Dios.
A las iglesias Pentecostales y Apostólicas del nombre del Señor Jesús en todo el
mundo, a cada hermano por sus oraciones y por cada pastor que con sus
enseñanzas han sido de inspiración en las predicaciones recibidas y vividas en el
evangelio de salvación.

Gracias a cada país a donde llega este libro por su apoyo y lectura de cada una
de estas enseñanzas.
A mi familia querida conformada por mi amada esposa Gloria Vergara, mis hijas:
Shelby, y Sharon Delgado

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Hechos 2:38

El Proceso Para La Salvación

La salvación es para todo el mundo, pero se hace efectiva solo en aquellos que la
reciben. El nuevo nacimiento es un proceso que ocurre en el ser humano a través
de la palabra de Dios, por medio de su Espíritu Santo, que convence al pecador
que necesita arrepentirse. Existe una condición para ser salvos como dice el
señor JESUCRISTO EN SU PALABRA: "… De cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo
puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que
es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es". (Juan
3:3,6). El que no nace de nuevo no puede ver, ni entrar, en el reino de los cielos.
Jesús especifica que lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es. Dando importancia que es necesario nacer de nuevo. A
nosotros nos corresponde dar algunos pasos indispensables para que Dios nos
pueda salvar, estudiaremos muy detenidamente los procesos para ser salvos.

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Hechos 2:38

Oír La Palabra De Dios

Oír la Palabra de Dios, es el primer acto necesario para recibir el mensaje del
Altísimo, por lo que se convierte en una actitud indispensable del ser humano
para recibir las gracias y bendiciones que la palabra de Dios provee a quienes la
reciben, veamos: "Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra
alma…." (Isaías 55:3).

El profeta pone de relieve que para que viva nuestra alma y para que se
establezca un pacto, una relación duradera, un compromiso con Dios, es
necesario inclinar nuestro oído, es decir se hace imperioso oír a Dios, en este
caso mediante la predicación de su palabra.

De manera particular la persona que oye la Palabra de Dios recibe los siguientes
beneficios:

1) Oír la palabra de Dios produce fe: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la
palabra de Dios." (Romanos 10:17)

2) Oír la palabra de Dios trae paz, tranquilidad y lo más importante te libera de


todo temor: "Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin
temor del mal." (Proverbios 1:33).

3. Oír la palabra de Dios trae bendiciones sobre las visitas y hermanos asistentes:
"Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de
Jehová tu Dios." (Deuteronomio 28:2).

4. Oír la palabra de Dios es necesario para recibir el Espíritu Santo, por medio de
la fe: "Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de
la ley, o por el oír con fe?" (Gálatas 3:2).

Este oír se refiere al mensaje de salvación, las buenas nuevas, que Jesús perdono
todos nuestros pecados por su muerte en la cruz. De esta manera el oír con fe,
por la palabra que nos es predicada, produce en el creyente el nuevo nacimiento:

"Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la


palabra de Dios que vive y permanece para siempre". (I Pedro 1:23).

"El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos
primicias de sus criaturas". (Santiago 1:18).

El oír con fe, es el reflejo del arrepentimiento, la conversión y la obediencia al


evangelio. Cuando se oye con fe se hace la voluntad de Dios.

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Hechos 2:38

Creer El Evangelio

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
(Marcos 16:15,16).

“En el también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de


vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuiste sellado con el Espíritu Santo de
la promesa” (Efesios 1:13).

La palabra "evangelio" proviene del latín evangelium (buena nueva), que a la vez
se deriva del griego (eu: bien y angelion: mensajero). El evangelio es "buena nueva
de salvación" tal cual significa hoy en día, el mensaje de la cristiandad y los libros
que resaltan la vida y enseñanza de Cristo. El evangelio no son solamente los
cuatro libros del Nuevo Testamento, sino que toda la Biblia es, evangelio de Dios
para el hombre o la palabra de Dios para el hombre: El Antiguo Testamento
profetiza del "Cristo que había de venir", el Nuevo Testamento nos habla del
"Cristo que ha venido".

Así, que en evangelio es el mensaje de la palabra de Dios. Creer la Palabra de


Dios es un acto necesario para todo aquel que quiere seguir el camino de vida
eterna que ofrece nuestro Señor JESUCRISTO, ya que poner nuestra confianza en
la enseñanza divina es uno de los elementos fundamentales de la vida cristiana.
En ese sentido CREER LA PALABRA DE DIOS lo podemos definir como la actitud
del ser humano consistente en confiar ciega y profundamente en la veracidad e
incuestionabilidad de la Enseñanza Divina: "Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra." (2da. Timoteo 3:16,17).

En ese orden de ideas la Biblia nos menciona algunos aspectos por los cuales es
necesario creer la Palabra de Dios en el momento de oírla. La gran pregunta que
nos aremos es ¿Por qué es necesario creer la palabra de Dios?:

1. Porque es un mandato de Dios creerla: … "El tiempo se ha cumplido, y el reino


de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio." (San Marcos 1:15).

2. Porque es necesario para recibir la salvación: "Mas ¿qué dice? Cerca de ti está
la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que
predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación." (Romanos 10:8-
10).
3. Porque es necesario oírla y creerla para que ella sea de provecho para el
creyente: "Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como
a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los
que la oyeron. “ (Hebreos 4:2).

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Hechos 2:38

4. Porque sin fe es imposible agradar a Dios: "Pero sin fe es imposible agradar a


Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es
galardonador de los que le buscan. " (Hebreos 11:6).

5. Porque creer en el nombre de Jesús, nos hace hijos de Dios: “Mas a todos los
que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios.” (Juan 1:12).
Arrepentimiento

“Os digo, No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente (Lucas 13:3).”

“Pedro les dijo, Arrepentíos. . .” (Hechos 2:38).

El arrepentimiento es el primer hecho de fe, e incluye varios elementos


importantes: el reconocimiento del pecado, la confesión del pecado, la contrición
por el pecado, y una decisión de dejar el pecado.

Según el Diccionario Webster, arrepentirse significa “dejar el pecado y dedicarse a


la corrección de la vida de uno; sentir remordimiento o contrición; cambiar de
actitud.” La palabra griega es metanoeo, que significa literalmente “percibir
después” y “de modo que significa cambiar la actitud o el propósito de uno.” En el
Nuevo Testamento esta palabra siempre indica un cambio para lo mejor.

El arrepentimiento es una transformación radical de mente, actitud, convicción y


dirección. Es un hecho voluntario del hombre al responder a la llamada de Dios.
Denota una vuelta activa y no solo un sentir de remordimiento, o una disculpa.
Es más que una resolución o reforma moral; es una decisión espiritual y un
cambio espiritual.

Antes que alguien puede arrepentirse del pecado, primeramente, debe


comprender que es un pecador:

Jesús dijo, “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”


(Marcos 2:17).

"No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento." (Lucas


5:32).

Todos han pecado, de manera que Jesús realmente vino para el mundo entero.
Sin embargo, El declara que salvará solamente a aquellos que reconocen sus
pecados.

El pecador debe sentir remordimiento por las cosas males que ha hechos, y su
corazón debe estar quebrantado a causa de sus pecados: “Los sacrificios de Dios
son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú,
O Dios” (Salmo 51:17).

El pecador debe sentir en sí mismo un poco del desagrado de Dios, y no


solamente un dolor o remordimiento humano: “Porque la tristeza que es según

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Hechos 2:38

Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse:


pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Corintios 7:10).

El verdadero arrepentimiento surge de la tristeza que es según Dios, la cual hará


que una persona sienta remordimiento por sus pecados, que tome una decisión
de cambiar su estilo pecaminoso de vivir, y que no sienta pena de haber hecho el
cambio.

Cuando alguien se arrepiente, sentirá alegría porque está siendo restaurado a la


comunión con Dios. También hallará alivio por haber tomado su decisión y ya no
tener que enfrentar al pecado solo. Sin embargo, no debe permitir que este gozo y
este alivio le estorben de seguir adelante, porque Dios le tiene mucho más. La
parábola del hijo pródigo es un gran ejemplo de arrepentimiento, tiene todos los
elementos del arrepentimiento. En la historia, el hijo errante llegó a un
reconocimiento de su pecado y de su condición desesperada: “El, volviendo en sí”.
Entonces hizo una decisión de volver a su hogar y de buscar el perdón: “Me
levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como uno de tus jornaleros”. Al
final, él actualmente dejó el lugar donde estaba, regresó al hogar de su padre, y
confesó su pecado con contrición. Donde en Padre con su gran amor lo recibió
como él menos lo esperaba, con fiesta y regocijo: “También dijo: Un hombre tenía
dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes
que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después,
juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí
desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo
malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y
fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su
hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las
algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo:
¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí
perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado
contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a
uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba
lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su
cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya
no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el
mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y
traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi
hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a
regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la
casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó
qué era aquello. El le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el
becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería
entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo,
dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y
nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando
vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar
para él el becerro gordo. El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y
todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque
este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

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Hechos 2:38

El arrepentimiento, entonces, viene por la gracia de Dios a través de la fe.

¿Qué Significa Arrepentimiento?

Vamos a ver con textos Bíblicos el significado de un verdadero arrepentimiento:

1. un verdadero arrepentimiento nos insta a cambiar de mentalidad o de decisión:


“Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.” (Mateo 21:29).

2. Nos hace buscar de Dios y de abandonar el pecado: “He aquí, llamarás a gente
que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de
Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. Buscad a Jehová
mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su
camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá
de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más
altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos.” (Isaías 55:5-9).

3. Significa morir al pecado: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin
de que no sirvamos mas al pecado. (Romanos 6:9)”…. “Así también vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, señor
nuestro” (Romanos 6:11).

4. El arrepentimiento produce en el ser humano volver en sí: “El le dijo: Tu


hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle
recibido bueno y sano.” (Lucas 15:17),

5. Tener tristeza según Dios: “y no sólo con su venida, sino también con la
consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos
saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que
me regocijé aun más. Porque, aunque os contristé con la carta, no me pesa,
aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún
tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino
porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido
contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra
parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce
muerte. Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios,
¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué
ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios
en el asunto.” (2 corintios 7:7-11).

6. No importan las consecuencias: “Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme
como a uno de tus jornaleros.” (Lucas 15:19).

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Hechos 2:38

¿Cuándo Hay Que Arrepentirse?

a) Mientras tengamos vida y podamos ya que la muerte pone fin a la oportunidad


de hacerlo: “Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque
mejor es perro vivo que león muerto.
Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni
tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. ” (Eclesiastés 9:4-5).

b) En tanto que nuestro Dios este cercano llamándonos: “Buscad a Jehová


mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.” (Isaías 55:6).

c) Cuando él nos esté llamando: “Porque para vosotros es la promesa, y para


vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro
Dios llamare.” (Hechos 2:39)”… “Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme
aquí.” (1 Samuel 3:4).

¿Cuáles Son Los Resultados Del Arrepentimiento?

El arrepentimiento trae consigo varios bendiciones o resultados maravillosos para


nuestras vidas, el creyente recibe de partes Dios los siguientes privilegios:

1) El arrepentimiento será el primer elemento necesario para la regeneración,


ocasionando el bautismo de agua: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).

2) El arrepentimiento traerá para la vida del creyente perdón de pecados: “Así


que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que
vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19).

3) Hay gozo en los cielos: “Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios
por un pecador que se arrepiente.” (Lucas15:10)

4) Dios no se acordará de su vida pasada y sus pecados serán echados a lo más


profundo del mar: ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado
del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita
en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras
iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. (Miqueas
7:18,19).

5) la conversión viene del resultado de un arrepentimiento genuino: Es el primer


indicador de obediencia. La palabra convertir significa literalmente Hacer que
alguien o a algo se transforme en algo enteramente distinto de lo que era, la
conversión implica también una decisión consciente del hombre que implica
renunciar a la impiedad y abrazar una vida sobria justa y piadosa, en convertido
se conoce porque comienza efectuarse un cambio en su conducta y se vislumbra
el fruto del Espíritu Santo en su vida, esperando la venida del Señor Jesucristo:

“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,


enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos

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Hechos 2:38

en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza y la


manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo.” (Tito 2:11-13).

“Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22,23).

El Bautismo Cristiano

La palabra bautismo viene del latin baptismum, que a su vez viene del griego
baptismo, que significa: sumergir, zambullir, hundir en el agua. En síntesis, el
bautismo lo podemos definir como el acto de iniciación del creyente en la vida
cristiana, en el cual este se identifica de manera simbólica con Cristo en su
muerte y resurrección, a través de la inmersión y sumersión de la persona en el
agua y la invocación del nombre del Señor Jesús en su vida.

¿Cuántas clases de bautismos conocemos?

1. Por Inmersión.
2. Por Aspersión.

1) Por Inmersión: Es la acción de introducir o introducir algo en un fluido.


También se puede definir como la acción de introducir o introducirse
plenamente en un ambiente determinado. (Esta clase de bautismo fue
practicado por la iglesia primitiva).

2) Por Aspersión: Es la acción de asperjar, hisopear, rociar o esparcir en


menudas gotas un liquido, etc. (Esta clase de bautismo es practicado por
la Iglesia Católica Romana).

La gran pregunta que se desprende de estas dos formas de bautismo seria: ¿Cuál
de las dos formas es la correcta?

Primero vamos a ver la forma incorrecta: algunos han adoptado la forma de


aspersión que consiste en rociar con agua a la persona o tan solo derramar agua
sobre el candidato que va hacer bautizado utilizando el texto de Mateo 28:19 “Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”

Este texto ha confundido a muchas personas que interpretan que se debe


bautizar en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, pero si notamos el
articulo y el sustantivo “(El nombre)” ambos están en singular; además este
pasaje es dada la orden de Jesús a sus apóstoles, pero vemos que el
cumplimiento de la misma orden se cumple en hechos 2:38 que dice: “Pedro les
dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Este versículo
de Mateo 28:19 es utilizado por los que creen en un dios trino, pero en ninguna
parte de la Biblia se encuentra la palabra trinidad o santísima trinidad, ni trino,

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Hechos 2:38

pero si podemos encontrar en muchos pasajes de las sagradas escrituras gran


cantidad de personas bautizadas en el nombre de Jesucristo.
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.” (Deuteronomio 6:4).

“Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor


nuestro Dios, el Señor uno es.” (Marco 12:29).

“porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente
habían sido bautizados en el nombre de Jesús.” (Hechos 8:16).

La forma correcta: los relatos Bíblicos que se refieren al bautismo nos enseñan
que las personas que fueron bautizadas fueron sumergidas en el agua (inmersión)
y no simplemente rociadas o lavadas (aspersión).

Por ejemplo, en Hechos de los Apóstoles capítulo 8 versículos 26 al 40


encontramos que Felipe le predica el evangelio a un etiope y ese etiope acepta el
evangelio de Jesucristo manifestando su deseo de ser bautizado (ver el verso 36).
El verso 38 dice que los dos descendieron al agua y que Felipe bautizó al etiope, y
el verso 39 dice que una vez realizado el bautismo subieron del agua.

Cuando la Biblia menciona el bautismo de Jesús dice: “Y Jesús después que fue
bautizado, subió luego del agua..." (Mateo 3:16).

El apóstol Pablo también sustenta esta posición al referirse al bautismo como


una sepultura en el agua:

“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin
de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4).

“sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,


mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” Colosenses
2:12).

En resume el bautismo Cristiano consiste en una ceremonia en la cual el


creyente es sumergido en agua mientras se invoca el nombre de Jesucristo para
el perdón de sus pecados. El bautismo en el nombre de Jesús es parte
fundamental del plan de salvación establecido para la verdadera iglesia cristiana:
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38). El bautismo cristiano es un mandamiento bíblico que debe
observar toda persona que se ha arrepentido previamente de sus pecados y que
desea la salvación provista por Dios: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere, será condenado.” (Marcos 16:15,16).

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Hechos 2:38

¿Qué Nombre Se Debe Invocar En El Momento De Ser Bautizado?

Las sagradas escrituras hablan de cuatro evangelios en los cuales nuestro señor
Jesucristo dio a conocer la gran comisión Bíblica o la formula bautismal correcta:

 Mateo 28. 19 "… Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre…"

 Marcos 16.15-18 "...Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio
a toda criatura… En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas… "

 Lucas 24. 46-49 "... y les dijo: Así está escrito, que se predicase en su
nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando de Jerusalén…"

 Juan 20. 21- 23 (después de su resurrección, Jesús reitera la autoridad de


los apóstoles) "...Entonces Jesús les dijo otra vez: … Recibid el Espíritu
Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos…"

Los relatos bíblicos también nos enseñan que sobre todas las personas que
fueron bautizadas, se invocó el nombre de Jesús para el perdón de sus pecados.

Un bautismo sin la invocación del nombre de Jesús no está de acuerdo con el


modelo Bíblico y por tanto no es un Bautismo válido, cada uno de los creyentes
que fueron bautizados por los apóstoles, les fue invocado el nombre de
Jesucristo, veamos:

1. Los tres mil judíos que se añadieron a la iglesia durante la fiesta del
pentecostés fueron bautizados en el nombre de Jesús.

Debemos entender que el mandato dado por nuestro señor Jesucristo durante la
gran comisión la predicación del evangelio y el perdón de pecados es en su
nombre:

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado. Y estas señales seguirán a todos los que creen: en mi nombre……….”
(Marcos 16:16,17).

“Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en


todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” (Lucas 24:47)
Este mandamiento fue obedecido enérgicamente por los apóstoles en el momento
en que se vieron en la necesidad de bautizar a los primeros convertidos durante
aquel día de Pentecostés en que nació la iglesia. Cuando los nuevos creyentes
preguntaron a los apóstoles qué debían hacer para ser salvos:

“Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros


apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” (Hechos 2:37).

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Hechos 2:38

"Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de


Jesucristo para el perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo"
(Hechos 2:38)

"Así que, los que recibieron la palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel
día como tres mil personas" (Hechos 2:41)

Las sagradas escrituras especifican que antes de todos estos acontecimientos del
bautismo de estas tres mil personas, la gente que escucho la predicación del
apóstol Pedro procedían de todas las naciones bajo el cielo. Qué grande es esta
palabra “personas de todas las naciones bajo el cielo” lo que reafirma que el
bautismo en el nombre de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, es para todo
el mundo, es para todo el que crea en este evangelio de salvación.
Hoy muchas personas en todo el mundo que han sido engañadas practicando un
bautismo falso, unos son bautizados desde infantes (Niños), en el nombre de los
títulos Padre, hijo y espíritu santo, y no solo con esto cuando llegan a la edad del
entendimiento siguen en el engaño y deciden bautizarse en el nombre de los
títulos según Mateo 28:19.

Hoy mediante este libro, pasos indispensables para la salvación te confirmo que
el verdadero y único bautismo es el nombre de JESUCRISTO, los tres mil lo
entendieron de esta manera y aceptaron bautizarse en el nombre que es sobre
todo nombre. Les aclaro que la biblia dice que estas personas eran de todas las
razas debajo del cielo, Partos, Medos, Elamitas, y los que habitaban en
Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia. En Frigia y Panfilia,
en Egipto, y en las regiones de África mas allá de Cirene, romanos, Judíos y
Prosélitos, Cretenses, y Árabes. (Hechos 2:5-11).

No sé de qué nación de bajo el cielo eres tú, pero te digo querido amigo, usted
necesita ser bautizado en el nombre maravilloso de JESUCRISTO.

2. Los Samaritanos que creyeron a la predicación de Felipe fueron bautizados en


el nombre de Jesús.

Felipe, uno de los siete hombres piadosos escogidos para atender la obra social
con las viudas: “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos,
hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de
aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce
convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de
entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la
oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y
eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a
Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales
presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. Y
crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”
(Hechos 6:1-7), llegó a Samaria luego de la persecución ocurrida a raíz del
asesinato de Esteban y allí predicó el evangelio: "Pero cuando creyeron a Felipe,

15
Hechos 2:38

que anunciaba el evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, se


bautizaban hombres y mujeres" (Hechos 8:12).

La Biblia nos enseña que Felipe bautizó a todas aquellas personas en el nombre
de Jesús: "porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que
solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús" (Hechos 8:16).

3. Los gentiles de la casa de Cornelio fueron bautizados en el nombre de Jesús.

“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos 10:43).

“Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se


quedase por algunos días” (Hechos 10:48).

4. Los Efesios que creyeron a la predicación del apóstol Pablo fueron bautizados
en el nombre de Jesús.

“Cuando oyeron esto fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos
19:5).

5. El apóstol Pablo fue bautizado en el nombre de Jesús.

Ananías, el discípulo de Damasco que bautizó al apóstol, le dijo: “Ahora, pues


¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su
nombre” (Hechos 22:16).

6. La Iglesia de Corinto fue bautizada en el nombre de Jesús.

A causa de las divisiones que se presentaron en la iglesia de Corinto, el apóstol


Pablo les preguntó ¿Acaso está Cristo dividido? ¿Fue crucificado Pablo por
vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (1 Corintios 1:13).

Es obvio que ninguno de los Corintios fue bautizado en el nombre de Pablo y por
eso no era a Pablo a quien pertenecían. Jesucristo es quien fue crucificado y por
eso es obvio que ellos fueron bautizados en el nombre de Jesucristo. La iglesia no
pertenece ni a Pablo, ni a Silas, ni a Pedro (“Pablo, llamado a ser apóstol de
Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, a la iglesia de Dios
que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con
todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del
Señor Jesucristo. Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de
Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis
enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio
acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta
en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual
también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de
nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la
comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por
el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que

16
Hechos 2:38

no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una
misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de
vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros
contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de
Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ” (1. Corintios 1:12), pues Jesús es el Señor
de la Iglesia:

“para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas
las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual
son todas las cosas, y nosotros por medio de él.” (1 Corintios 8:6).

“un Señor, una fe, un bautismo” Efesios 4:5).


7. La iglesia en Gálatas fueron bautizados en el nombre de Jesucristo.

En esta carta del apóstol Pablo a la iglesia de Galacia les dice que el evangelio
anunciado por él, no es según hombre, pues el no lo recibió de hombre alguno,
sino por revelación de JESUCRISTO. (Gálatas 1:11,12).
Él, le dice que en el Judaísmo aventajaba a muchos siendo un hombre celoso de
las tradiciones que le enseñaron sus padres, pero que una vez conoció la verdad
abandono esas costumbres y decidió ser bautizado en el nombre de Jesucristo,
tal como los había bautizados a ellos, que estaban revestidos por medio del
bautismo en el nombre de JESUCRISTO: “porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestido” (Gálatas 3:27).

No dice los nombres como si hablase de muchos, sino de uno; el cual es Cristo.
“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y
a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno. Y a tu simiente,
la cual es Cristo” (Gálatas 3:16).

8. La Iglesia en Roma, todos los creyentes fueron bautizados en el nombre de


nuestro señor JESUCRISTO.

El bautismo en el nombre de Jesucristo también es para los romanos. La iglesia


que está en Roma, recibe una carta del apóstol Pablo donde les dice que una vez
ellos habían sido bautizado en el nombre de Jesucristo, en ninguna manera
debían seguir en el pecado, ya que este bautismo tenía un significado muy
importante y es la sepultura del viejo hombre pecador, por tal motivo ellos debían
vivir o andar en la nueva vida. Porque los que hemos muerto al pecado, mediante
el bautismo en el nombre de JESUCRISTO, ¿Como viviremos en él?: ¿O no sabéis
que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados
en su muerte?

9. Todos los verdaderos creyentes hemos sido bautizados en el nombre de Jesús


para el perdón de los pecados. “…mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1.
Corintios 6:11).

10. La iglesia apostólica siempre ha puesto en alto el nombre de Jesús.

17
Hechos 2:38

Era tanta la admiración y el aprecio que los apóstoles sentían por el nombre de
Jesús que aún en momentos angustiosos, ellos se sentían orgullosos de poner en
alto el santo nombre de Jesús. "Y poniéndolos en medio, les preguntaron: ¿Con
qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho esto? Entonces Pedro, lleno del
Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que
hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué
manera éste haya sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de
Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis
y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra
presencia sano. Este JESÚS es la piedra reprobada por vosotros los edificadores,
la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque
no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos... (Hechos 4:7-12).

¿Qué Significa Ser Bautizado En El Nombre De Jesús?

Toda persona que se haya bautizado en el nombre de nuestro señor Jesucristo


debe tener una imagen clara de su valor y significado. Es importante tener
seriedad del compromiso adquirido con nuestro gran Dios y salvador Jesucristo,
porque las consecuencias a que se exponen que se vuelvan del santo
mandamiento que nos fue invocado: “¿Cómo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande? (Hebreos 2:3). Por eso es importante
tener en cuenta los siguientes puntos:

1. Por medio del bautismo ratificamos que aceptamos a Jesús como nuestro
único Salvador, Señor y Dios:

“Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro
dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.” (Oseas 13:4).

“Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.” (Isaías 43:11).

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12).

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros


estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En él
también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de
vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados
con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la
fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” (Colosenses 2:9,12).

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la
justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la
nuestra:” (2. Pedro 1:1).

“Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino


eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (2 Pedro 1:11).

18
Hechos 2:38

“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador


Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (2 Pedro
3:18).

2. El bautismo es la parte del Plan de Salvación neotestamentario en el cual


experimentamos el nacimiento del agua (o lavamiento de la regeneración)
por la pura misericordia de Dios.

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado.” (Marcos 16:16)

“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).

“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo” (Tito 3:5)

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de


Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38)

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21)

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se
echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos;
mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1.
Corintios 6:9-11).

3. Por medio del bautismo nos identificamos con la muerte de Cristo y con su
resurrección.

“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:3,4).

“sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,


mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” Colosenses
2:12).

4. En el bautismo “crucificamos” y sepultamos a nuestro “viejo hombre” que


estaba cargado de maldad, a fin de andar en vida nueva.

19
Hechos 2:38

“Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así


también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo
hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” (Romanos 6:5-6).

“si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad
que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el
espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la
justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4:21-24).

“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:9-10).

5. En el bautismo Dios realiza la circuncisión espiritual, y por tanto es una


señal del pacto de Dios con su iglesia.

“En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar


de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados
con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la
fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando
muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida
juntamente con él, perdonándoos todos los pecados” (Colosenses 2:11-13).

“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.” (Filipenses 3:3).

6. Dios lava los pecados en el bautismo por medio de su precioso y santo


nombre, el nombre de Jesús.

“y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en


todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” (Lucas 24:47).

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de


Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38).

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)

“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre.” (Hechos 10:43).

“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Hechos 2:21).

“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre.” (Hechos 22:16).

20
Hechos 2:38

“Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios.” (1 Corintios 6:11).

“Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados
por su nombre.” (1 Juan 2:12).

7. En el bautismo recibimos la potestad de ser hechos hijos de Dios y somos


llamados el pueblo del nombre:

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de
ellos pueblo para su nombre.”(Hechos 15:14).

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos,


y miembros de la familia de Dios,” (Efesios 2:19).

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de
quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14,15).

8. En el bautismo nos vestimos de Cristo, lo que nos identifica como


Cristianos, esta es una identidad maravillosa que solo nuestro Dios nos
da. Revestido, cubierto, tiene apariencia de “Cristo”. Olor a “Cristo”. El que
Teniendo la ropa de Cristo, también recibe su “olor” y su identificación.
“porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos.” (Gálatas 3:27).

¿Cuáles Son Las Razones Por Las Que Debemos Ser Bautizados En El
Nombre De Jesús?

Toda persona debe saber y tener claro las razones por las cuales debe ser
bautizado en el nombre que es sobre todo nombre, para esto se hace necesario
conocer los siguientes antecedentes:

1. Porque el bautismo fue instituido por el señor Jesucristo para todos los
seres humanos como requisito para la salvación:

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
(Marcos 16:15,16).

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21).

2. Una de las mayores razones es porque el señor Jesucristo lo práctico y nos


dio ejemplo:

21
Hechos 2:38

“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas
Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda
justicia. Entonces le dejó” (Mateo 3:13,15).

3. Porque el bautismo es indispensable para la salvación pues forma parte de


los requisitos que debe llenar, todo aquel que aspire entrar en el Reino de
los Cielos.

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de


nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (Juan 3:3.)

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de


Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38).

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21).

4. Porque por medio del bautismo sepultamos nuestra vida de pecado y


resucitamos para una vida nueva, con la que nos identificamos con la
muerte, sepultura de nuestro señor Jesucristo.

“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos
plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo
seremos en la de su resurrección” (Romanos 6:3,5).

¿Para Qué Sirve Ser Bautizado En El Nombre De Jesús?

Si las personas de este mundo entendieran los beneficios y los muchos privilegios
que recibe aquel que se bautiza en el nombre de Jesucristo, sería como el día de
pentecostés que se bautizaron como tres mil personas en una sola predicación:
“Así, que los que recibieron su palabra fueron bautizados y se añadieron aquel
día como tres mil personas” (Hechos2 2:41… “Todos los que habían creído
estaban juntos, y tenían en común todas las cosas” (Hechos 2:44).

A continuación enumerare las que considero más significativas:

1. El bautismo en el nombre de nuestro señor Jesucristo sirve para el perdón


de los pecados:

“y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en


todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” (Lucas 24:47).

22
Hechos 2:38

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de


Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38).

“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre.” (Hechos 22:16).

“para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”


(Efesios 5:26).

2. El bautismo en el nombre de nuestro señor Jesucristo, sirve para


mantener una “Buena conciencia” delante de Dios, aunque no quita las
inmundicias de la carne:

“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo” (Tito 3:5).

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21).

3. Ser bautizado en el nombre de Jesucristo, sirve para indicar que se ha


muerto al pecado, al mundo, al viejo hombre y que ha resucitado a una
nueva vida con y en Jesucristo.

“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin
de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él
en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente
con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más
al pecado. ” (Romanos 6:4,6).

“sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,


mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” (Colosenses
2:12).

4. Cuando nos bautizamos en el nombre de Jesucristo nos vestimos de él.


Debemos cuidar este vestido.

“porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos.” (Gálatas 3:27).

“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas,
para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.” (Apocalipsis 16:15).

5. El bautismo en el nombre de Jesucristo sirve para ser salvos y no ser


condenados:

23
Hechos 2:38

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado.” (Marcos 16:16).

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo,” (1 Pedro 3:21).

“sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,


mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros,
estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida
juntamente con él, perdonándoos todos los pecados” (Colosenses 2:12,13).

6. El bautismo en nombre de Jesucristo sirve para ser hijos de Dios:

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

7. De ser extranjeros y advenedizos a ser miembros de la Familia de Dios:


“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19).

8. De tener una actitud negativa frente al evangelio a ser predicadores de


este: “Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, y no era conocido de
vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; solamente oían decir:
Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro
tiempo asolaba.
Y glorificaban a Dios en mí.” (Gálatas 1:21-24)

24
Hechos 2:38

El Bautismo Del Espíritu Santo

Texto clave: “Vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no


muchos días” (Hechos 1:5).

La promesa cumplida: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a


hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4).

La promesa es para todos: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros


hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios
llamare” (Hechos. 2:39).

Dios derramaría de su Espíritu: “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre


toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.” Joel 2:28.

El bautismo del Espíritu es el medio por el cual recibimos a Jesucristo en


nuestras vidas. No hay ninguna separación entre Jesucristo y el Espíritu Santo,
porque el Espíritu Santo es el Espíritu de Cristo: “Mas vosotros no vivís según la
carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si
alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” (Romanos 8:9).

El Señor Jesús mora en nosotros por medio del Espíritu:

“para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder
en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor” (Efesios 3:16-17).

“El Señor es el Espíritu” y el Espíritu Santo es “el Espíritu del Señor” (2 Corintios
3:17-18).

Es imposible recibir a Jesucristo en una ocasión y recibir el Espíritu en otra,


porque hay un solo Espíritu:

“un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma


esperanza de vuestra vocación un Señor, una fe, un bautismo,
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” (Efesios
4:4-6)

“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.” (1 Corintios 12:13).

Uno es el bautismo que hace el ministro y otro es el bautismo que hace el


Espíritu Santo, esto lo confirmamos en el libro de Hechos 8: 12 -17, dice: “12 Pero
25
Hechos 2:38

cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el


nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
13 También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con

Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había

recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;


15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu

Santo;
16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente

habían sido bautizados en el nombre de Jesús.


17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.”

Cuando somos bautizados con el Espíritu, recibimos a Cristo en nuestras vidas.

Jesús no fundó la iglesia neotestamentaria durante Su ministerio terrenal, sino


habló de la iglesia en el tiempo futuro: “Sobre esta roca edificaré mi iglesia”
(Mateo 16:18).

Él dijo a los discípulos poco antes Su ascensión que “se predicase en su nombre
el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén” (San Lucas 24:47).

Él les dijo que esperaran en Jerusalén hasta que recibieran el bautismo del
Espíritu Santo. El Espíritu les daría poder y entonces llegarían a ser testigos:

“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos


vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo
alto.” (Lucas 24:49).

“Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los
varones era como cinco mil. Aconteció al día siguiente, que se reunieron en
Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás,
y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos
sacerdotes; y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en
qué nombre, habéis hecho vosotros esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu
Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:” (Hechos 4:1-8).

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:
!!Abba, Padre!” (Romanos 8:14,15).

Recibir el Espíritu Santo es indispensable para el servicio a Dios, si un creyente


bautizado en el nombre de Jesucristo no ha tenido el privilegio de ser lleno del
Espíritu Santo con la manifestación de hablar en nuevas lenguas no puede servir

26
Hechos 2:38

en el altar, por eso hay que pedirle a Dios en la fe que lo llene de su poder, la
biblia dice:

“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la
tierra.” (Hechos 1:8).

“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio,


llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”
(Hechos 6:3).

En conclusión, debemos nacer del agua y del Espíritu para poder entrar al reino
de los cielos, el Señor Jesús lo advirtió, él dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” San
Juan 3:5.

La invitación es que busque ser bautizado por el Señor Jesús, pues él es quien
bautiza con el Espíritu Santo, la biblia dice: “Yo a la verdad os bautizo en agua
para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de
llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” San
Mateo 3:11.

Mi Señor Jesús les bendiga

27
Hechos 2:38

La Santidad y La Perseverancia

Todo creyente bautizado en el nombre de Jesucristo debe entender que ha sido


lavado, ya ha sido santificado y justificado por nuestro Dios. Por lo tanto, debe
perfeccionar la santidad en el temor de Dios, porque tenemos unas maravillosas
promesas que debemos cuidar limpiándonos de toda contaminación de la carne,
pues no nos ha llamado nuestro Dios a inmundicia, sino a santificación. Ahora
tenemos que ser santos en toda nuestra manera de vivir. La santidad se debe
reflejar en todas las áreas de nuestra vida. Ante todo, el cristiano tiene que
escoger vivir un estilo de vida que le agrade a Dios, no a su carne. Debemos
renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, viviendo en este siglo sobria,
justa y piadosamente (Tito 2:12). Así que la santidad es la renuncia de un estilo
de vida para abrazar otro totalmente diferente.

"Y esto erais algunos; más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro
Dios" (1ª Corintios 6:11).

"Así que amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios". (2 Corintios 7:1).

"porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,


enseñando que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en
este siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:11-12).

¿Qué Es La Santidad?

Todas las personas nacidas de nuevo entran en una relación santa con Dios. La
Biblia se refiere a todo creyente usando la denominación santo. Se refiere a "los
santos" por lo menos 55 veces en el Nuevo Testamento. En el sentido de ser
separado y apartado al servicio de Dios, todo creyente es un santo. Vivir
piadosamente debe caracterizar la vida de todo hijo del Señor, y debemos vivir de
acuerdo con el modelo y ejemplo dado en la palabra de Dios.

"Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado ni se
halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían no respondía con maldición,
cuando padecía no amenazaba sino que encomendaba la causa al que juzga
justamente;" (1ª Pedro 2:21-23).

"Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos
12:14).

Dios manda a Su pueblo a ser santos en toda su conducta porque El es santo,


todos los creyentes bautizados en el nombre de Jesucristo deben obedecer este
mandamiento para: agradar a Dios, pues le pertenecen, comunicar a Cristo a
otros y beneficiarse ahora y por la eternidad:

28
Hechos 2:38

"Siendo como aquel que os llamó es Santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos porque yo soy santo. Y si
invocáis por padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de
cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación, sabiendo
que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosa corruptible como oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1ª
Pedro 1:15-19).

El seguir la santidad requiere un esfuerzo personal; no es automático. El


Cristiano debe rendirse a la operación del Espíritu de Dios y debe implementar
activamente los principios espirituales:

“Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le habían oído hablar
palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. Y soliviantaron al pueblo, a los
ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al
concilio. Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar
palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; pues le hemos oído
decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres
que nos dio Moisés. Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al
fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.” (Romanos 6:11-
15).

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi


presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra
salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12).
“Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con
diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.” (2 Pedro 3:14).

La santidad tiene los siguientes propósitos:

 Separarse del mundo: "Salid de en medio de ellos, "apartaos" (2 Corintios


6:17).

 Apartarse a Dios: "...presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,


agradable a Dios..." (Romanos 12:1).
 Salimos del mundo (el propósito de negación) y nos presentemos a Dios (el
propósito positivo). Dios siempre balancea un negativo con un positivo.

En resumen, la santidad significa imitar a Cristo, ser como nuestro señor


Jesucristo. La persona santa no gratificará a los deseos de la naturaleza
pecaminosa, sino que se vestirá de la personalidad y la mente de Cristo:

“sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
(Romanos 13:14).

“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros” (Gálatas 4:19).

29
Hechos 2:38

La santidad es una parte íntegra de la salvación del hombre entero del poder y de
los efectos del pecado. Es un privilegio gozoso; parte de la vida abundante; una
bendición de la gracia de Dios; una gloriosa vida de libertad y poder. La vida de
santidad cumple con la intención y el diseño original de Dios para la humanidad.
Para el creyente lleno del Espíritu que realmente ama a Dios, la santidad es la
forma normal por cierto, la única manera de vivir. La santidad es la esencia de la
vida Cristiana.

Respecto a la PERSEVERANCIA Jesús nos dice que no seamos como los que
retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma.
“El que persevere…” no volviendo atrás, no apartándose del camino angosto
(Mateo7:13).
Es muy importante obedecer al evangelio: Oír, creer, arrepentirse, confesar a
Cristo, ser bautizado en el nombre de Jesucristo. Pero también Jesús dice, “Sé
fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”, (Apoc. 2:10). “Perseverar”,
continuar en o con, persistir (2 Tim. 3:14), permanecer, durar hasta el fin de la
vida. La Biblia habla de los fieles… y también de los que desechan la fe,
naufragaron en cuanto a la fe, se desviaron de la verdad, etc.

La consigna o principio de Dios para los creyentes de su nombre es Perseverar


hasta el fin:

"Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. " (Mateo 24:13).

"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. " (Hebreos
12:14).

Como humanos que somos todos fallamos y cometemos errores. Un error no es el


fin de la vida cristiana. No fuimos llamados para ser vencidos sino para vencer al
mundo:
"No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. " (Romanos 12:21).

"Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree
que Jesús es el Hijo de Dios?" (1 Juan 5:4,5).

"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis


aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo " (Juan 16:33).

Si cometemos una falta, todo no termina allí. Podemos buscar el perdón por
medio del arrepentimiento y seguir adelante.

"Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).

"Tú, enemiga mía, no te alegres de mi, porque aunque caí, me levantaré; aunque
more en tinieblas, Jehová será mi luz" (Miqueas 7:8)

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Hechos 2:38

"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere
pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo Y él es la
propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo (1 Juan 2:1-2).

En conclusión, la perseverancia la definiremos mediante estos cuatro puntos; el


cual hay que tener en cuenta, veamos:

1. No retroceder nunca: Esta es una de las principales cualidades que debe tener
un luchador batallador, nunca mirar el pasado:

“Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el
reino de Dios”. Debe tener los ojos “puestos en Jesús”. (Lucas. 9:62).
“No somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la
preservación del alma” (Hebreos. 10:39).

2. Pensemos en las consecuencias de no perseverar hasta el fin. ¿Si Pablo no


hubiera perseverado? Sobre todo, ¿si Cristo no hubiera perseverado? ¿Dónde
estaríamos? Perseverar tiene sus recompensas: Vida eterna he inmortalidad:
“Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?”…
“Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los
celestiales, y otra la de los terrenales”… “Así también está escrito: Fue hecho el
primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.”… “Pero
esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios,
ni la corrupción hereda la incorrupción.”… “Porque es necesario que esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”…
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra
del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (1
Corintios 15:35-58).

3. El que persevera…” ve las cosas más claras, no desea estar como los que
están condenados en el Hades: se preocupa por el alma, dispuesto a obedecer,
hace todo para evitar el tormento eterno.

Dios lo tendrá como un valiente y será parte de su reino celestial dándole la


corona de vida por su fidelidad: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de
la vida”, (Apoc. 2:10).

Dios sea bendiciendo tu vida y recuerda que es importante perseverar ya que la


salvación se puede perder.

La salvación es el principal tema de la Sagradas Escrituras, y se define como una


eterna liberación espiritual. Dios vino encarnado en el hijo para dar libertad a su
pueblo, de la opresión del maligno, el dijo: << Decid a los de corazón apocado:
Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago;
Dios mismo vendrá, y os salvará>> Isaías 35:4.

Una de las grandes inquietudes de Dios para venir a salvarnos fue la pregunta
¿Ahora qué hago aquí? Es decir que hago aquí en mi trono, si mi pueblo está
siendo sometido a servir al maligno, el los hace sufrir. El decidió venir, veamos:

31
Hechos 2:38

<< Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado
injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y
continuamente es blasfemado mi nombre todo el día>> Isaías 52:5.

No solo dijo que vendría personalmente, el también manifestó las señales de su


venida: << Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos
se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del
mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad>>
Isaías 35:5-6.

Dios mismo vino al mundo en la persona de Cristo, pero los suyos no pudieron
creer que Dios dejara su trono de gloria para venir personalmente a salvar al
mundo: << Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este
mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le
conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron>> Juan 1:9-11. Y las señales
le fueron manifiestas a Juan el Bautista cuando dijo: << Id, haced saber a Juan
lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son
limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es
anunciado el evangelio>> Mateo 11:2.

La realidad es que muchos no han creído que Jesús es la manifestación de Dios,


ellos no han entendido las señales: << Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de
cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque
comisteis el pan y os saciasteis>> Juan 6:26.

Esta es una realidad expresada por el mismo Jesús, muchas personas solo lo
buscan por un milagro físico, alimento, necesidad material o por sentirse bien.
Pero no han creído que Jesús es la manifestación del mismo Dios, a pesar de las
señales la gente no cree: << Pero a pesar de que había hecho tantas señales
delante de ellos, no creían en él>> Juan 12:37. Lo cierto es que la salvación es
para todo el mundo, pero ella se hace efectiva es en los que creen en el nombre de
Jesús, los que invocan su nombre en las aguas del bautismo para salvación,
veamos:

<< Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios>> Juan 1:12.

<< Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo>>
Hechos 2:38.

<< De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre… Y mandó bautizarles en el nombre
del Señor Jesús.>> Hechos 10:43-48.

<< Porque: TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO. >>
Romanos 10:13.

Hermanos y amigos la salvación fue dada por nuestro Dios a todos los que creen
en su nombre. El carcelero de Felipos hizo una gran pregunta a Pablo y a Silas, el

32
Hechos 2:38

dijo: Que debo hacer para ser salvo, la respuesta fue: Cree en el señor Jesucristo
y será salvo tú y tu casa << Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos
dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa>> Hechos 16:30-
31.

Cuando alguien cree en el nombre de Jesús, la persona en cuestión debe invocar


el nombre de Jesús en las aguas bautismales, usted no debe decir que cree en
Dios y orar en el nombre de Jesús, para ser salvo. Lo importante es que si crees
en el nombre de Dios debes invocar su nombre en las aguas bautismales, para
ser limpio o lavado de todos los pecados. El Carcelero de Felipos creyó en el
nombre de Jesús, y estuvo que invocar su nombre en las aguas del bautismo esa
misma hora de la noche: << Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche,
les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos>> Hechos
16:33.

Él y su familia se bautizaron para SALVACIÓN, según la respuesta de su


pregunta, el cual quería ser salvo con toda su familia.

Lo cierto es que estos son solo los principales pasos para ser salvo, para poder
perseverar, para obtener un objetivo y mirar solo hacia Jesús.

Ahora si podemos responder la pregunta: ¿Se puede perder la salvación?

Lógicamente que sí, las escrituras mencionan aquellos cristianos que se


apartaron de la fe, es decir quitaron la mirada del objetivo, que es Jesús, para
seguir los deseos engañosos del mundo u hicieron ofrenda al Espíritu Santo.

Estas personas fueron: Ananías y Safira, Alejandro el calderero, Figelo y


Hermógenes. Todos ellos perdieron la salvación:

<<Más evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la


impiedad. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y
Fileto, que se desviaron de la verdad…>> (2 Timoteo 2:16-18).

<<Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague


conforme a sus hechos>> 2 Timoteo 4:14.

<<Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales
son Figelo y Hermógenes>> 2 Timoteo 1:15.

<<Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?... Y Pedro le dijo: ¿Por qué
convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los
que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti>> Hechos 5:3 y 9.

¿Perdieron Ananías y Safira la salvación que habían adquirido?

Para responder esta pregunta podemos leer con mucho cuidado en siguiente
texto: “Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres,
también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; Más el

33
Hechos 2:38

que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de
Dios. Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado;
mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.” (Lucas
8:8-10).

Las Sagradas Escrituras describe muchas personas que fracasaron en su vida


Espiritual, desperdiciando el llamamiento y elección que Dios les había dado para
que fueran parte de su pueblo y lograrán su salvación eterna, ellos se desligaron
de Jesús: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia
habéis caído” (Gálatas 5:4).

¿Qué significa “desligasteis”?

Desligarse, es decir, separarse, romper las ligaduras que atan, distanciándose;


desvincularse; despegarse. Me desligo de Fulano. O sea, me aparto de él.

Estaba unido a él, compartiendo y colaborando con él, pero ya no, pues me
desligué de él. Estas personas se desligaron de Jesús, lo abandonaron y se
entregado nuevamente al mundo: “Porque si pecáremos voluntariamente después
de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los
pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de
devorar a los adversarios.” (Hebreos 10:26-27).

Hermanos (as):

Es importante cuidar, ocuparnos, no descuidar la salvación, este es uno de


nuestros principales requisitos advertidos por Dios: “… ocupaos en vuestra
salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12). Pienso y creo que la salvación si
se puede perder si nos descuidamos y le fallamos a Dios.

Nadie puede escapar del castigo de Dios, de su ira si descuidamos esta salvación
tan grande: << Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las
cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por
medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa
retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue
confirmada por los que oyeron>> Hebreos 2:1-3. La palabra deslizar significa
resbalas, escurrirse, escaparse, escabullirse de un lugar. Toda desobediencia
recibe su justo pago, nadie podrá escapar de la ira de Dios.
Quiero resumir este tema con estas palabras del apóstol amado Juan que dijo:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” (Apocalipsis 3:21). La verdad
es que son muchas las luchas que tenemos como cristianos, son muchas las
tribulaciones que tenemos que pasar, angustias, aflicciones, enfermedades,
problemas de toda clase. PERO ante todo esto somos más que vencedores: << Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados. porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que

34
Hechos 2:38

justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por
nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución,
o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti
somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes,
en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna
otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro>> Romanos 8:28.39.
Hay que perseverar en esta salvación, Dios nos ha dado la victoria en su nombre,
solo que no seamos confiados, porque hay uno que anda como león rugiente
buscando destruirte, buscando despojarte de la salvación y del galardón que Dios
tiene preparado para los que venzan. Persiste en ir a los cultos, persiste en ir a la
congregación de los salvos, no te dejes de congregar, no te descuides como los
que ya no le dan importancia a los cultos, los que creen que de todas manera van
hacer salvos ¡CUIDADO!
JESÜS nos advierte que hay que mantenernos firmes en nuestra esperanza de
salvación, la Escritura dice: <<Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de
nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos,
como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca>> Hebreos 10:23.25.
Esta es una advertencia: “NO DEJES DE CONGREGARTE” no seas como aquellos
que pecan deliberadamente después de haber conocido la verdad, a ellos les
espera la ira de Dios, leamos: <<Porque si pecáremos voluntariamente después de
haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los
pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de
devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o
de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que
merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del
pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues
conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra
vez: El Señor juzgará a su pueblo. !!Horrenda cosa es caer en manos del Dios
vivo!>> Hebreos 10:26:31.

Solo los que venzan estarán con Jesús y serán coronados, si esto es así que se
espera para los que fracasaron, pues las Sagradas Escrituras dicen que una
horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego: !Horrenda cosa es caer en
manos del Dios vivo!

Les invito a que sigamos la carrera de nuestra fe, acabemos esta carrera
victoriosos para que podamos decir: << He peleado la buena batalla, he terminado
la carrera, he guardado la fe. >> 2 Timoteo 4:7.

Mi Dios Jesús les siga bendiciendo

35
Hechos 2:38

El LEVITA O MINISTRO (Ley). En este tiempo de la gracia es tipo del PASTOR O


MINISTRO

Un levita es un ministro de Dios, un pastor es un ministro de Dios.


Es uno que es llamado para servir a tiempo completo a su Dios: “Y he aquí que yo
he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de
su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión.” Números
21:18.

La tienda de reunión también llamado tabernáculo del testimonio, es tipo del sitio
del sitio donde se adora a Dios, la iglesia, lugar donde se congrega el pueblo de
Dios, donde ministra el pastor. En el antiguo testamento llamado al pastor, levita,
sacerdote, también llamado obispo, etc.

“Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni


heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él
comerán. No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad,
como él les ha dicho. Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo,
de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla,
las quijadas y el cuajar. Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las
primicias de la lana de tus ovejas le darás; porque le ha escogido Jehová tu Dios
de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de
Jehová, él y sus hijos para siempre. Y cuando saliere un levita de alguna de tus
ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de
su alma al lugar que Jehová escogiere, ministrará en el nombre de Jehová su
Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren allí delante de Jehová.
Igual ración a la de los otros comerá, además de sus patrimonios.” (Deuteronomio
18:1-8).

“Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,” 1 Timoteo 3:2.

Todo creyente debe sujetarse a su ministro: “Obedeced a vuestros pastores, y


sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar
cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es
provechoso.” Hebreos 13:7.

¿Quiénes reciben los diezmos?

Los reciben los hombres mortales: La escritura por medio del apóstol Pablo
especifica que los Diezmos desde la antigüedad lo reciben los hombres mortales,
aunque usted querido hermano se los entrega es a Dios: “Y aquí ciertamente
reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de
que vive.” (“Hebreos 7:8). Dios testifica que usted los entrego fue a él, porque
Jesús es el que vive.

El creyente es exhortado a dar el diezmo, no por una norma, no por obligación


impuesta,
¿Por qué debe darlo?

36
Hechos 2:38

Hay muchas razones por las cuales usted debe dar el diezmo a Dios, en la fe de
Abraham, en la ley y en el presente en el pacto de la gracia, y quiero que usted
querido hermano las lea muy bien, veamos:

El diezmo era entregado en su totalidad a los Levitas para el sostén de ellos y del
culto: Referente al Antiguo Testamento los Diezmos, aunque son para Dios, estos
los reciben las personas encargadas, en este caso los recibían los Levitas: “Y he
aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por
su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.
Y no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para que no
lleven pecado por el cual mueran. Mas los levitas harán el servicio del
tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para
vuestros descendientes; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel. Porque a
los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a
Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán
heredad. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Así hablarás a los levitas, y les dirás:
Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por
vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el
diezmo de los diezmos. Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y
como producto del lagar. Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de
todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la
ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón. De todos vuestros dones ofreceréis toda
ofrenda a Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser
consagrada. Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado a los
levitas como producto de la era, y como producto del lagar. Y lo comeréis en
cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; pues es vuestra remuneración por
vuestro ministerio en el tabernáculo de reunión. Y no llevaréis pecado por ello,
cuando hubiereis ofrecido la mejor parte de él; y no contaminaréis las cosas
santas de los hijos de Israel, y no moriréis.” (Deuteronomio 18:22-32). Como les
estoy mostrando por medio de este texto los Levitas eran los encargados de
administrar los diezmos, en este tiempo presente los Levitas son los pastores
quienes son los encargados de administrar los bienes de Dios, y así como sucedía
en aquel tiempo, Dios te dice en este tiempo no vayas a desampara a tu pastor:
“Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.”
(Deuteronomio 12:19). El LEVITA en este tiempo de la gracia es tipo del PASTOR.
Esta práctica decaía a veces, mereciendo amonestación: Esta amonestación era
para los que dejaban de diezmar como pasa hoy en día, hay muchos hermanos
que dejan desamparado al pastor y Dios les tenía que advertir lo mal que estaban
haciendo:

“Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén, que diese la porción a los
sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicasen a la ley de Jehová. Y cuando este
edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino,
aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra: trajeron asimismo en abundancia
los diezmos de todas las cosas. También los hijos de Israel y de Judá, que
habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las
vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que
habían prometido a Jehová su Dios, y los depositaron en montones. En el mes
tercero comenzaron a formar aquellos montones, y terminaron en el mes séptimo.
Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron a

37
Hechos 2:38

Jehová, y a su pueblo Israel. Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas


acerca de esos montones. Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le
contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos
comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho: porque Jehová ha
bendecido su pueblo, y ha quedado esta abundancia de provisiones. Entonces
mandó Ezequías que preparasen cámaras en la casa de Jehová; y las prepararon.
Y en ellas depositaron las primicias y los diezmos y las cosas consagradas,
fielmente; y dieron cargo de ello al levita Conanías, el principal, y Simei su
hermano fue el segundo.” (2 Crónicas 31:4-12).

“Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los
ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios?
Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En
vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la
nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento
en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré
las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los
ejércitos.” (Malaquías 3:17-19).

Aunque muchos cristianos dicen que ya no hay leyes, les cuento mis hermanos
que todavía existen las leyes y hay que cumplirlas. Dios dejo mandamientos y las
leyes que existen, existen porque Dios permitió que existieran.
A muchos cristianos les gusta cumplir las leyes del mundo, solo porque si deja de
cumplirlas recibirán su justo pago, cuanto más crees tú que recibirás el pago
justo de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo.

Estas amonestaciones solían ser oídas y obedecidas, para que los levitas se
dedicaran a su trabajo: Espero que tu también querido hermano si no estás
diezmando escuche la voz de advertencia de Dios, da lo que es de Dios a los
pastores, este es un mandato de Dios, veamos: “Mandó también al pueblo que
habitaba en Jerusalén, que diese la porción a los sacerdotes y levitas, para que
ellos se dedicasen a la ley de Jehová.” (2 Crónicas 31:4). Para que ellos se
dedicaran a la palabra de Dios, como pasa hoy en día con el pastor de tu iglesia,
el vive de lo que tu das a Dios.

El pago del diezmo continúo en el tiempo de Jesucristo: Cuando nuestro Dios y


salvador Jesucristo se presento en la carne el no dijo que esto terminaba aquí, el
se agrado de los que diezmaban, el estaba de acuerdo con esta práctica de
bendición, veamos:

“Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza,
y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin
dejar aquello.” (Lucas 11:42).

“ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.” (Lucas 18:12).

38
Hechos 2:38

Esta frase de Lucas 11:42, me gusta mucho, porque es que hay cristianos que
ofrendan, pero no diezman y Jesús les dice a esta clase de personas: “Esto os era
necesario hacer, sin dejar aquello.” Es decir las dos cosas son necesarias, no
dejes de ofrendar, no dejes de diezmar.
Este es un mandato de Dios, que es el mismo Jesús, hoy los hombres tratan de
invalidarlo

Abraham daba el diezmo a Melquisedec y Melquisedec es tipo de Jesucristo: La


palabra tipo significa: "Sombra" de lo que había de venir en el nuevo testamento.
Esto representa alguna realidad espiritual futura, que se había de manifestar
plenamente tras la venida de Jesucristo.
Esto quiere decir que los quedan el diezmo en este tiempo, se lo dan es a
Jesucristo.
LEA BIEN MI HERMANO ESTE TEXTO: Hebreos 7:1-3: “Porque este Melquisedec,
rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que
volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio Abraham los
diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también
Rey de Salem, esto es, Rey de paz; sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni
tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios,
permanece sacerdote para siempre. Melquisedec significa Rey de Justicia:
Nuestro Rey de Justicia es Jesús: “He aquí que para justicia reinará un rey, y
príncipes presidirán en juicio.” (Isaías 32:1). Melquisedec significa Rey de paz:
Nuestro Rey de paz es Jesús: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y
el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero,
Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6).
Melquisedec es retrato de Jesús, nuestro sacerdote: “Así tampoco Cristo se
glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi
Hijo, Yo te he engendrado hoy.”…. “Pero estando ya presente Cristo, sumo
sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo,
no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos
cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en
el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. Porque si la sangre de
los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de
Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a
Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo? ” (Hebreos 5:5… 9:11-14).
Melquisedec Semejante al hijo de Dios y quien es el hijo de Dios, como se llama el
hijo, Jesús es Dios, usted le da los diezmo en este tiempo es a Dios, hoy el tiene
un nombre que es sobre todo nombre que se nombra en esta tierra y ese nombre
es Jesucristo este es el verdadero Dios y la vida eterna. El salmista en el salmo
110: Este Melquisedec es Jesús, el hijo de Dios. Así, que si usted querido
hermano DIEZMA EN EL PACTO DE LA GRACIA, está diezmando a JESUCRISTO,
nuestro gran Dios, nuestro salvador. Tenga la seguridad que así como Abraham,
Isaac y Jacob fueron bendecidos, usted también va hacer bendecido.
Si usted da el diezmo a nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, no solo bendice
su vida, sino que también sostiene a su LEVITA O PASTOR y la obra de Dios no
va a parar, son muchas las almas que serán salvas, solo porque su pastor hará
por tiempo completo el trabajo de dar a conocer el plan de salvación de nuestro
Dios.

39
Hechos 2:38

Lo cierto es que YO en este tiempo doy mis diezmos a mi sumo sacerdote, a mi


Dios, llamado JESÚS. Este es Melquisedec .
Esta es la porción de Dios para el ministro que trabaja en su obra cumpliéndose
el mandamiento de nuestro Dios, el dijo por medio de apóstol Pablo: ¿No sabéis
que los que desempeñan los servicios sagrados comen la comida del templo, y los
que regularmente sirven al altar, del altar reciben su parte? Así también ordenó el
Señor que los que proclaman el evangelio, vivan del evangelio.” 1 Corintios 9:14.

Dios siga bendiciendo a los que DIEZMAN.

40
Hechos 2:38

Glosario

Adoración: Es la obligación que toda la creación de Dios tiene, de darle a El todo


honor, gloria, alabanza y honra porque Él es el santo y divino Creador. La
adoración es debida solamente a Dios (Exo. 20:3; Mat. 4:10; Apoc.22:9). Jesús,
siendo Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9), recibió justamente adoración
(Mat. 2:2,11; Juan 9:35-40; Heb. 1:6).

Arrepentimiento: El arrepentimiento (griego metanoia, literalmente "cambiar de


mente") significa volverse, cambiar: en el N.T. se refiere a volverse del camino del
pecado. Somos llamados por Dios para abandonar el pecado. De hecho, Dios
manda a todos los hombres en todas partes que se arrepientan de sus pecados
(Hech. 17:30). La paciencia de Dios nos lleva al arrepentimiento (2 Ped. 3:9) como
también Su misericordia (Rom. 2:4).

Ayunar, ayuno: Ayunar es privarse de alimentos por un período determinado con


un propósito específico, a menudo espiritual. Es una práctica bíblica que
involucra el "debilitamiento" del cuerpo con el propósito de "fortalecer" el espíritu,
destinado a producir una alerta espiritual. Es interesante notar que el pecado
entró en el mundo a través de Adán y Eva por el acto de desobediencia que
consistió en comer lo que no debían (Gén. 3:6). En el N.T. se nos llama a ayunar
(Mat. 6:16). Vea también 1 Rey. 21:27; Salmo 35:13; Hechos 13:3; 2 Cor. 6:5).
Comunión: No hay una definición específica del término en el N.T.. Sin embargo,
somos llamados a la comunión unos con otros (1 Juan 1:3), con Jesús (1 Cor.
1:9), con el Padre (1 Juan 1:3), y con el Espíritu Santo (2 Cor. 13:14). La
comunión implica compartir intereses, deseos, motivaciones, emociones y
objetivos comunes. Requiere compartir tiempo en comunicarse, ocuparse uno de
otro y realizar actividades conjuntas. La noción de comunión tiene una
connotación de intimidad. Como cristianos, tenemos fraternidad ?calidad de
hermanos y por tanto comunión unos con otros debido a nuestra posición en
Cristo, ya que todos somos redimidos y compartimos un conocimiento íntimo y
personal de Jesús. Asimismo, compartimos una fe (Hechos 2:42), una esperanza
(Heb. 11:39,40), y una necesidad (2 Cor. 8:1-15).
El término griego para comunión es (koinonia). Un uso muy importante se refiere
a compartir la Cena del Señor o eucaristía (1 Cor. 10:16).

Condenación: Puede referirse tanto al acto de declarar culpable a un hacedor de


maldad, como al consecuente castigo inflingido. Sin Jesús, todos quedamos
condenados ante Dios no solamente por el pecado de Adán (Rom. 5:16-18) sino
también por nuestro propio pecado (Mat. 12:37). Sin embargo, "Ahora, pues,
ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús... porque la ley del
Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la
muerte" (Rom. 8:1-2). Los cristianos han escapado a la condenación porque son
perdonados en Cristo.

Conversión: Indica la acción de volverse del mal hacia Dios. Dios convierte
(Hechos 21:19) a los perdidos en salvos, a los no regenerados en regenerados.

41
Hechos 2:38

Esto se produce a través de la predicación del Evangelio (Rom. 10:14; 1 Cor.


15:1-4) y resulta en arrepentimiento (Hech. 26:20) y una nueva creación (2 Cor.
5:17). Hay una lista de los frutos de la conversión en Gál. 5:22-23.

Convicción: Es la obra del Espíritu Santo, por la cual una persona es capaz de
verse a sí misma como Dios la ve: culpable, mancillada, y totalmente incapaz de
salvarse a sí misma (Juan 16:8). En un incrédulo, la convicción del Espíritu
Santo revela la pecaminosidad y trae temor. En el creyente, la convicción del
Espíritu Santo trae conciencia de pecado y resulta en su confesión y limpieza.
Esta convicción el producida por el Espíritu Santo (Juan 16:8), el Evangelio
(Hech. 2:37), la conciencia (Rom. 2:15), y la Ley (Santiago 2:9). La convicción de
nuestros pecados nos lleva a la cruz. Nos muestra nuestra necesidad de perdón.

Discípulo: La palabra proviene de la misma raíz que "disciplina" y se refiere a un


alumno o seguidor de una religión, persona o movimiento. Como cristianos,
debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la Biblia, es la denominación
más frecuente de los cristianos. Seguimos en la enseñanza que Jesucristo
impartió y en el ejemplo que dio. Un discípulo es un convertido, pero no todos los
convertidos son discípulos. Como discípulos, hemos de cargar nuestra cruz cada
día (Mat. 16:24). Esto significa vivir por El y de ser necesario, morir por El (Mat.
16:25) y, desde luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de El y de nuestro
prójimo.

Elección, Elegidos: Los elegidos son aquellos llamados por Dios para salvación.
Esta elección ocurrió antes de la fundación del mundo (Efe. 1:4), y es conforme a
la voluntad de Dios, no a la del hombre (Rom. 8:29-30; 9:6-23) porque Dios es
soberano (Rom. 9:11-16). La doctrina de la elección es enfatizada por los
calvinistas, quienes asimismo sostienen la doctrina de la predestinación.

Escrituras: El término es un sinónimo de la Biblia; por tanto, se refiere, en


sentido cristiano, al conjunto de los 39 libros del A.T. y los 27 libros del N.T.
Cada uno de ellos es inspirado, libre de error, y completamente exacto en los
temas que trata. La Biblia completa, aunque escrita por muchos autores
humanos a lo largo de centurias, es completamente coherente y armónica en
todas sus enseñanzas; esto se debe a que toda la Biblia fue inspirada por Dios (2
Tim. 3:16).

Evangelio: El término es una transliteración del griego euaggelion , que significa


"buena noticia". Es la buena noticia del perdón de los pecados y la reconciliación
con Dios a través de Jesucristo. Pablo da la siguiente descripción en 1 Corintios
15:1-4: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual
también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual, asimismo, si
retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al
tercer día, conforme a las Escrituras..."
El Evangelio proviene de Dios (Gál. 1:10-12), es el poder de Dios para salvación
de todo el que cree (Rom. 1:16), es un misterio ahora revelado (Efe. 6:19), y es
42
Hechos 2:38

una fuente de esperanza (Col. 1:23), fe (Hech. 15:7), vida (1 Cor. 4:15), y paz (Efe.
6:15).

Fe: La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con dos
sentidos principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la
fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11:1).
Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios
(Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al
creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible
agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de cristianos, "El
justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo
de doctrina, o conjunto de verdades históricas y conceptuales que configuran la
fe cristiana: "me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis
ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3).

Gracia: La gracia puede definirse como el favor inmerecido, aquello que se otorga
sin mérito por parte del que lo recibe. La gracia de Dios es Su libre acción para
beneficio de toda la creación en general (gracia común o providencia) y de los
creyentes para la salvación (gracia especial o salvífica). Se distingue de la Justicia
y de la Misericordia. La justicia consiste en recibir lo que se merece; la
misericordia, en no recibir lo que se merece. Por medio de la gracia salvífica
recibimos la vida eterna, algo que obviamente no merecemos. Pero debido al amor
y la ternura de Dios manifestadas en Jesús crucificado, recibimos la gran
bendición de nuestra redención.
La gracia es el Gran Regalo Aportado por Cristo e Inmerecidamente Apropiado por
nosotros. La gracia salvífica no requiere, y de hecho descarta, todo mérito
humano. Es debida a Dios y dada por El, debido a quién es El, y no a quienes
somos nosotros. Es el medio de nuestra salvación (Efe. 2:8-9). Ya no estamos bajo
la Ley, sino bajo la gracia de Dios (Rom. 6:14). Vea también Hech. 15:11; Rom.
5:2,15-20; 2 Cor. 9:8; 12:9.

Iglesia: La palabra procede del griego ekklesia, que equivale al hebreo qahal, y
significa asamblea, congregación de los que han sido llamados. El término se
emplea en dos sentidos, a saber, la iglesia visible y la iglesia invisible. La primera
está compuesta por todos cuantos dicen ser cristianos y se congregan. La iglesia
invisible es el verdadero cuerpo de creyentes, aquellos que son verdaderamente
salvos; ningún hombre puede ver en los corazones para distinguir entre unos y
otros, por tanto la composición de la iglesia invisible sólo es conocida por Dios.
La verdadera Iglesia de Dios no es una organización terrenal con gente y edificios,
sino una entidad sobrenatural integrada por aquellos que han sido salvados por
Jesús. La Iglesia verdadera abarca todo el período de la existencia del hombre
sobre la tierra, y a toda la gente que ha sido llamada a ella. Nos hacemos
miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo, por la fe (Hechos 2:41). Somos
edificados por la Palabra de Dios (Efe. 4:15,16), disciplinados por Dios (Mat.
18:15-17), unificados en Cristo (Gál. 3:28), y santificados por el Espíritu (Efe.
5:26,27).

43
Hechos 2:38

Infierno: El infierno es el lugar del futuro castigo eterno de los condenados,


incluyendo a Satanás y sus ángeles caídos. Hay varias palabras que suelen
traducirse "infierno" en la Biblia: Hades, un término griego, es la morada de los
muertos que comprende el estado intermedio, entre la muerte y la resurrección
(vea Mat. 11:23; 16:18; Hechos 11:27; 1 Cor. 15:55; Apoc. 1:18, 6:8).
Corresponde aproximadamente al hebreo Sheol , el lugar de los muertos (no la
tumba, que corresponde al hebreo keber y al griego mnema). A esta morada
intermedia van tanto justos (Salmo 16:10, 30:3; Isa 38:10) como impíos (Núm.
16:33; Job 24:19; Salmo 9:17). Gehenna , palabra griega que corresponde al
hebreo ge-hinnom, "valle de Hinom" (Jos. 15:8). Era un lugar donde antaño se
hacían sacrificios de niños y otras cosas abominables. Asimismo, también fue
una fosa común donde los cuerpos eran arrojados y quemados (2 Rey. 23:13,14).
Posteriormente se empleó para designar el lugar de eterno castigo; Jesús mismo
la usó en este sentido (Mat. 5:22,29,30; Mar 9:43; Luc. 12:5). Normalmente se
traduce "infierno", y en Mat 5:22 el Señor lo llama "infierno de fuego" (gehenna
tou pyros). El infierno es un lugar de fuego eterno (Mat. 25:41; Apoc. 19:20). Fue
originalmente preparado para el diablo y sus ángeles (Mat 25:41). Será,
efectivamente, la morada eterna de los ángeles rebeldes (2 Ped. 2:4), pero también
de todo hombre que rehúse arrepentirse y reconciliarse con Dios por medio de
Cristo (Apoc. 20:15; 21:8). Esto ocurrirá en el juicio final, donde asimismo la
muerte y el Hades serán abolidos (Apoc. 20:14). Algunos cristianos y muchos
sectarios (por ejemplo, los Testigos de Jehová) rechazan la noción de un lugar de
castigo eterno; hay que recordarles que, según la Biblia, quien más habló del
tema de la condenación eterna fue nuestro Señor Jesucristo mismo; si no
aceptamos creer lo que nos advierte sobre este asunto, ?cómo podemos tomar
seriamente el resto de su enseñanza?

Inspiración: Es la acción por la cual Dios guió a los autores humanos de la


Biblia; la doctrina de la inspiración establece que la redacción de las Escrituras
se realizó bajo la influencia directa de Dios. Esto no significa negar el estilo propio
de cada autor humano y de cada libro de la Biblia. Dios no anuló la personalidad
de Sus siervos, sino que más bien la empleó para Su propósito de revelarse a Sí
mismo a través de la obra de ellos. En consecuencia, la Biblia está libre de
errores y presenta con exactitud y autoridad la enseñanza de Dios (2 Tim 3:16).
Como tal, es una revelación que proporciona, de la fuente suprema que es Dios
mismo, un conocimiento adecuado de Dios, la creación, el hombre, la salvación y
el futuro. Nos muestra el plan de salvación a través de Jesucristo, y el hecho de
que no podemos salvarnos sino por El.
El argumento más fuerte a favor de la inspiración divina de la Biblia proviene del
examen de las profecías del A.T. concernientes a Jesús y cumplidas en el N.T.
(Luc. 24:27-45). Debido a que la Biblia es inspirada, sus palabras son
inquebrantables y verdaderas (Juan 10: 34-36), eternas (Matt. 24:35; 1 Ped 1: 22-
25), enteramente confiables (Salmo 119:160), vivas y capaces de penetrar el
corazón del hombre (Heb. 4:12). Por esta razón, la inspirada Palabra de Dios
realizará todo lo que El se ha propuesto (Isa. 55:11).

Ira: Bíblicamente, es el juicio divino sobre el pecado y los pecadores. No significa


meramente una actitud impulsiva de Dios ante la impiedad, sino que connota el
odio, la repulsión, y la indignación de Dios ante el mal. Dios es amor por

44
Hechos 2:38

naturaleza (1 Juan 4:16); no obstante, en Su justicia debe castigar el pecado. La


ejecución de este castigo es llamada la ira de Dios. Se manifestará en su temible
plenitud en el final Día del Juicio, cuando aquellos que hayan rechazado la
salvación serán enviados al lago de fuego para su eterno castigo (Mat. 25:31-46;
Apoc. 20:11-15). Además, está presentemente manifestada en menor medida
contra los inicuos (Rom. 1:18-32) en el endurecimiento de sus corazones.
La ira se describe como la furia de Dios (Núm. 32:10-13), como siendo acumulada
(Rom. 2:5-8), y como muy grande (Zac. 7:12). La liberación del creyente de la ira
de Dios es a través de la expiación de Cristo (Rom. 5:8-10). "Dios no nos ha
dispuesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo" (1 Tes. 5:9).

Juicio: La palabra juicio (griego krima) se refiere al acto de evaluar las acciones
de alguien; por extensión se refiere asimismo al castigo o condena resultante de
dicho acto. Existen varios juicios mencionados en el N.T.: El juicio de los pecados
del creyente (Juan 5:24), el juicio de la persona del creyente (1 Cor. 11:31,32), el
juicio de las obras del creyente (2 Cor. 5:10), el juicio de las naciones (Mat. 25:31-
46), y el juicio universal (Apoc. 20:11-15). Probablemente estos dos últimos sean
un mismo juicio.
No hay juicio para el cristiano con respecto a su salvación (Rom. 8:1). Fuimos
juzgados en Cristo, en la cruz, hace casi 20000 años. Sin embargo, como
cristianos seremos juzgados según nuestras obras (1 Cor 3: 10-15; 2 Cor. 5:10),
muy posiblemente con grados variables de recompensa. Sin embargo, cabe
reiterar que este juicio de nuestras obras no afecta el hecho ya consumado de
nuestra salvación.

Justo, Justicia: La justicia consiste en hacer lo correcto, y en un contexto legal


en dar las debidas recompensas o castigos. Es justo, pues, que cada uno reciba lo
que merece. Dios es misericordioso, pero también es justo (Deut. 32:4, recto) y
debe castigar el pecado. Merced a la gracia de Dios, la justicia cayó sobre Su Hijo,
de modo que la misericordia nos beneficiase a nosotros, los que creemos en
Cristo.

Manifestación. Manifestar algo significa “mostrar, revelar, estrenar, hacer


evidente, o hacer claro.” Una manifestación es un hecho o un ejemplo de
manifestar.
Primera de Timoteo 3:16 dice, “Dios fue manifestado en carne.” Este libro usa la
palabra manifestación para describir cualquier método, modo, papel, o relación
por lo cual Dios se revela a Sí mismo al hombre. Así entonces, el Padre, el Hijo, y
el Espíritu Santo son manifestaciones de Dios más bien que personas, porque la
palabra personas contiene connotaciones extrabíblicas de personalidades
individualizadas que la palabra manifiestación no contiene.

Mal: Puede definirse como la rebelión en contra de Dios. Es aquello contrario a la


voluntad de Dios. Existen males naturales (diluvios, tormentas, hambrunas, etc.)
y males morales (adulterio, homicidio, idolatría, etc.). Los males naturales son
una consecuencia de los males morales. El pecado de Adán hizo que el pecado
entrase en el mundo y permitiera diluvios, tormentas, hambrunas, etc. El mal se

45
Hechos 2:38

originó con la rebelión de Satanás (Isa. 14:12-14 Eze. 28:11-19) pero es


continuado y perpetuado por el hombre (Mat. 15:18-19).

Mediación, Mediador: Un mediador es alguien que interviene entre dos partes,


que las aproxima y facilita su reconciliación. La palabra "mediador" no figura
como tal en el A.T., pero sí el concepto. Dios entregó la Ley a través de un
mediador, Moisés (Gál. 3:19), quien fue un tipo del mediador definitivo y
verdadero, Jesús. La palabra mediador (griego µ , mesites) ocurre sólo unas pocas
veces en el N.T.: 1 Tim. 2:5; Heb. 8:6; 9:15; 12:24. Es en el N.T. que la verdadera
naturaleza de la mediación es entendida en la persona de Jesucristo. El es el
mediador de un mejor pacto (Heb. 8:6). Jesús fue capaz de tornarse nuestro
mediador al hacerse hombre (Juan 1:1,14) y morir como nuestro sustituto (1 Ped.
1:18,19; 2:24). Así, El nos reconcilió con Dios (Efe. 2:16).

Mesías: Es la transliteración de la palabra hebrea que significa "ungido" . Es el


equivalente del término neotestamentario "cristo", que significa lo mismo. Jesús,
como el Mesías, fue ungido por Dios (Mat. 3:16) para llevar a cabo su triple
ministerio de Profeta, Sacerdote y Rey. Como el Mesías, ha librado al creyente de
las ataduras del pecado y le ha dado vida eterna. En tal sentido, el Mesías es un
Libertador, ya que nos ha liberado. El Mesías fue prometido ya en el A.T. como
proveniente de la descendencia de la mujer (Gén. 3:15).

Misericordia: La misericordia es la disposición a no ejecutar la justicia cuando


ésta es punitiva, el acto de condonar un merecido castigo. Debido a nuestra
pecaminosidad merecemos la muerte y eterna separación de Dios (Rom. 6:23; Isa.
59:2), pero el mismo Dios proveyó la expiación por nuestro pecado, y de esa
manera nos mostró Su misericordia. Es decir que Dios no entrega al cristiano a la
consecuencia natural del pecado de éste, la cual es la condenación. Es por la
misericordia de Dios que Cristo "se hizo pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y
cargó sobre Sí el castigo que merecíamos (Isa. 53:4-5). De este modo, nos salvó de
la condenación. Dios nos salvó según Su misericordia (Tito 3:5) y se nos llama a
practicar nosotros mismos la misericordia, como un don de Dios (Rom. 12:8).
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Heb. 4:16).

Monoteísmo: Del griego monos, uno y theos, Dios. La creencia de que existió,
existe y existirá un único Dios en todo el universo. No hubo dios alguno antes
que El, ni lo habrá después de El. La Biblia enseña claramente el monoteísmo:
Deut. 6:4; Isa 43:10; 44: 6-8, 45:5,14,18, 21-22; 46:9; 47:8, etc. La Biblia enseña
el monoteísmo estricto. Solo tres religiones importantes del mundo son
monoteístas: el judaísmo, el cristianismo, e islam. Los judíos y los musulmanes
ven la doctrina de la trinidad como un rechazamiento del verdadero monoteísmo.
Los creyentes de la Unicidad también rechazan al trinitarismo como un abandono
del monoteísmo bíblico.

Necio: En la Biblia, quien odia o desprecia a Dios; una persona moralmente


débil, quien desoye los consejos de los sabios y utiliza lo que Dios le ha dado con
fines egoístas. Es lujurioso (Prov. 7:22), haragán (Ecle. 10:15), no teme a Dios
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Hechos 2:38

(Prov. 14:1), odia el conocimiento (Prov. 1:22), y es justo en su propia opinión


(Prov. 12:15). Como cristianos, hemos de evitar la necedad (Efe. 5:4). Vea también
Ecle. 7:25; Prov. 3:35, 10:8.

Ocultismo: El ocultismo (de "oculto") pretende emplear para el provecho propio


fuerzas que están escondidas del común de los hombres pero que pueden ser
utilizadas si se sabe cómo. Involucra prácticas condenadas por Dios, como la
astrología (Isa. 47:13), el hacer maleficios (Deut. 18:11), la consulta de espíritus
(Deut. 18:11), la magia (Gén. 41:8), la hechicería (Exo. 22:8), la brujería (Deut.
18:10), y el espiritismo (Deut. 18:11).
Las prácticas ocultas como el empleo de tablas "Ouija", la adivinación por naipes
de Tarot, los horóscopos, y las sesiones espiritistas deben ser completamente
evitadas por los cristianos, pues además de ser peligrosas para la salud mental y
espiritual, son una abominación ante Dios. Por el contrario, el rechazo abierto de
tales cosas es una manifestación de una conversión sincera a la Palabra del
Señor (Hech. 19:18-20).

Oración: La oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a través de la


cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo (Rom. 8:26) nos comunicamos
con Dios. Es la forma en que presentamos nuestra confesión (1 Juan 1:9),
pedidos (1 Tim. 2:1-3), intercesiones (Sant. 5:15), acciones de gracias (Fil. 4:6),
etc., a nuestro santo Dios. Se nos manda orar (1 Tes. 5:17).
Algunos requisitos personales para la oración son un corazón puro (Salmo
66:18), fe en Cristo (Juan 14:13), y orar conforme a la voluntad de Dios (1 Juan
5:14). Podemos orar de pie (Neh. 9:5), de rodillas (Esd. 9:5), sentados (1 Crón.
17:16-27), inclinados (Exo. 34:8), y con las manos (1 Tim. 2:8).

Omnipotencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene todo
poder.
Omnipresencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El está presente
en todas partes a la vez. Debemos notar que esto es más de simplemente la
capacidad de aparecer dondequiera en cualquier momento o la capacidad de
estar en muchos lugares al mismo tiempo.

Omnisciencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene todo
conocimiento de todas las cosas, incluyendo la preciencia.

Pacto: Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo, según las costumbres del
Cercano Oriente antiguo, consta de cinco partes: 1) Identificación de las partes
involucradas, 2) Un prólogo histórico en el cual se establece el valor de la parte
dominante sobre la base de sus actos, 3) las condiciones del acuerdo, 4) las
recompensas y castigos relacionados respectivamente con el cumplimiento o la
violación del pacto y 5) formulación de los documentos en la cual cada parte
recibe una copia del acuerdo (por ejemplo, las dos tablas de piedra de los Diez
Mandamientos).
En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el hombre resultan en
nuestro beneficio. Recibimos bendiciones eternas mediante el Pacto de gracia

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Hechos 2:38

(para estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18; 26:3-5; Gál. 3:16-18;
Luc. 1:68-79; Heb. 13:20).

Pecado: El pecado es todo aquello contrario a la Ley de Dios, que expresa Su


santa voluntad. Por ejemplo, si uno miente, comete pecado. ? Por qué? Porque
Dios ha ordenado no mentir (Exo. 20:16). Al hacer lo que Dios ha prohibido, uno
peca. Además, si uno deja de hacer lo que Dios ha mandado, también peca
(Sant. 4:17). En ambos casos, el resultado es la separación eterna de Dios (Isa.
59:2). El pecado es iniquidad (1 Juan 1:3) e injusticia (1 Juan 5:17). El pecado
lleva a la ceguera espiritual (Juan 9:41) y a la muerte (Rom. 6:23).
Pablo trata del pecado en la carta a los Romanos. Allí demuestra que todos,
judíos o no judíos, están bajo el dominio del pecado (Rom. 3:9). Pablo prueba que
el pecado no es simplemente algo malo que se ha hecho, sino, básicamente, una
condición del corazón humano (Rom. 3:3:10-12). En la carta a los Efesios, Pablo
afirma que "somos por naturaleza hijos de ira" (Efe. 2:3). Sin embargo, "Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos" (Rom. 5:6).

Pentecostal: Cincuenta días después de la muerte y resurrección de nuestro


Salvador y Señor Jesucristo, Dios derramó su Espíritu Santo sobre un grupo de
gente reunida en el aposento alto en Jerusalén (Hch., cap. 2). Ese día en que la
iglesia nació, fue llamado "El día de Pentecostés (Hch. 2:1).
El apóstol Pedro predicando dijo que esta experiencia gloriosa no era sólo para
aquella generación, sino para toda persona, en cualquier tiempo y lugar que
buscara de Dios. Porque la promesa es para ustedes, y para sus hijos, y para
todos los que estén lejos (Hch. 2:39).
Nosotros nos identificamos con todo lo relacionado a ésa experiencia de recibir el
Espíritu Santo por eso la Iglesia es "PENTECOSTAL". Por lo que vivimos:
1. Una experiencia personal con Dios.
2. Poder para ser sanado, liberado de vicios, y ser transportado a una
dimensión más allá de simplemente vivir.
3. Gozo dentro de tu alma, que brota como ríos de agua viva.
4. Paz que sobrepasa todo entendimiento.
5. Conocimiento de la doctrina Apostólica; las mismas doctrinas primitivas
que practicaban los discípulos de nuestro Señor Jesucristo.

Perdón: El perdón es el acto deliberado de pasar completamente por alto una


ofensa, como si nunca hubiese existido. Es un concepto central de la fe cristiana,
como lo muestra el hecho de que existen en la Biblia tres términos hebreos y
cuatro griegos para expresar la idea de perdón. Ningún otro libro sagrado excepto
la Biblia enseña que Dios perdona completamente los pecados. En las Escrituras
se dice claramente que el perdón de Dios es tan pleno que el "olvida
completamente" nuestros pecados cuando otorga su perdón (Heb 10:17). Dios es
quien toma la iniciativa de perdonar (Col. 2:13).
Según la Biblia, existe un solo pecado por el cual Jesús dijo que no había perdón
del Padre, a saber, la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mar. 3:28; Mat. 12:32).

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Hechos 2:38

El contexto de esta declaración indica que este pecado consiste en atribuir a los
demonios o espíritus impuros lo que en realidad es obra del Espíritu Santo.
Para que el hombre reciba el perdón se requiere arrepentimiento (Luc. 17:3-4).
Para que un Dios santo otorgue el perdón, se requiere derramamiento de sangre
(Heb. 9:22; Lev. 17:11). Nuestro perdón se basa sobre el sacrificio de Cristo en la
cruz (1 Juan 1:7; 2:12). Como cristianos, se nos llama a perdonar de manera tan
plena como nosotros mismos hemos recibido el perdón de Dios (Mat 6:12; Col.
3:13).

Presciencia: Es el conocimiento anticipado de las cosas que ocurrirán; la


presciencia es un atributo de Dios. El pasado, presente y futuro son todos en un
sentido "presentes" en la mente de Dios. El habita en la eternidad (Isaías 57:15) y
tiene conocimiento infinito (Isaías 41:22,23). Por tanto conoce todas las cosas de
antemano. En el N.T. el término puede significar asimismo "causar que algo
ocurra"; vea 1 Ped 1:2,20.

Unicidad: En referencia a Dios, la Unicidad significa el estado de ser absoluta e


indivisiblemente uno, o uno de valor numérico. También, puede haber una
unicidad entre Dios y el hombre y entre el hombre y el hombre en el sentido de
unicidad de mente y de propósito. Este libro usa el término Unicidad (con
mayúscula) para significar la doctrina de que Dios es absolutamente uno en el
valor numérico, que Jesús es el Dios único, y que Dios no es una pluralidad de
personas. Así entonces la Unicidad es un término moderno básicamente
equivalente al modalismo o al monarquianismo modalístico.

Reconciliar, Reconciliación: La reconciliación involucra un cambio para bien en


la relación entre dos o más personas, antes distanciadas o enemistadas. En
teología, se refiere a un cambio de esta clase en la relación entre Dios y el
hombre. Somos por naturaleza "hijos de ira" (Efe. 2:3) y enemigos de Dios (Efe.
2:11-15). Sin embargo, "...fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su
Hijo..." (Rom. 5:10). A casa de la muerte de Jesucristo, la relación del cristiano
con Dios experimenta un cambio favorable. Nos tornamos ahora capaces de tener
comunión con El (1 Juan 1:3), lo que antes no nos era posible. Así, somos
reconciliados con El (Rom. 5:10-11). Una grave consecuencia del pecado es que
nos separa de Dios (Isa. 59:2), pero esto ha sido atacado y solucionado en la cruz;
fue logrado por Dios, en Cristo (2 Cor. 5:18).

Redención: Redimir significa rescatar a alguien de la esclavitud. A menudo


implica pagar un rescate, un precio que hace posible la redención. Los israelitas
fueron redimidos de Egipto. Nosotros fuimos redimidos del poder del pecado y de
la maldición de la Ley (Gál. 3:13) a través de Jesús (Rom. 3:24; Col. 1:14). Fuimos
comprados por un precio, que fue el del sacrificio de Jesucristo (1 Cor. 6:20;
7:23).
Tentación: La tentación es aquello que nos mueve a pecar. Dios no puede ser
tentado (Sant.1:13). En cambio, nosotros podemos ser tentados por nuestra
lujuria (Sant.1:13-15), codicia (1 Tim. 6:9), falta de examinarnos a nosotros
mismos (Gál. 6:1), y el presuntuoso orgullo de la vida (1 Juan 2:16), entre otras
causas. Dios no tienta a nadie (Sant. 1: 13), mientras que Satanás es el tentador
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por excelencia. Tuvo éxito con Eva, al hacerle primero dudar de lo que Dios había
dicho, al insinuar que El había mentido, y al excitar el apetito de la mujer (Gén.
1-6): saciaría su hambre, le daba placer y le abriría la mente. Satanás ha seguido
tentando a todos en sus deseos más primarios (comida, bebida, sexo), como en su
codicia, orgullo y ambición, para que desobedezcamos a Dios. Mucho después del
episodio del Edén, intentó el mismo procedimiento con Jesús, pero aquí fracasó
ruidosamente (Mat. 4:1-11). Jesús nos enseñó a orar para ser librados de la
tentación (Mat. 6:13) ya que el Señor es capaz de librarnos de ella (2 Ped. 2:9).
Dios no ha de permitir que seamos tentados más de lo que El sabe que podemos
resistir (1 Cor. 10:13). Por tanto, en Cristo realmente tenemos el poder de resistir
a Satanás (1 Ped. 5:18). Ya no estamos inermes, y el diablo nada puede contra
nosotros si nuestra voluntad, fortalecida por el Espíritu Santo, no cede a la
tentación.

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Hechos 2:38

Bibliografía

Biblia Devocional De Estudio. 1991


La Liga Bíblica.
La Santa Biblia. 1960
Sociedades Bíblicas En América Latina
La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)

La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman)

Reina Valera Gómez (© 2010)

Reina Valera (1909)

Sagradas Escrituras (1569)

Diccionario WEBSTER

Diccionario TEOLOGICO

Todos los escritos están apoyados con la escritura inspirada por el Espíritu Santo
y el uso de varias escrituras de los hijos de Dios, para provecho de todo aquel
creyente lector de la palabra de Dios.

FIN

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Hechos 2:38

Otros libros del mismo Autor

1. Haciendo Discípulos – HD.


2. Sobre toda Carne.
3. Pasos Indispensables para la Salvación.
4. Indiscutiblemente.
5. Doctrinas Cristianas (Tomos 1, 2 y 3).
6. El Hijo de Dios.
7. Unicidad para jóvenes.
8. El agua y el Espíritu - Los Dos Bautismos.
9. ¿Qué Creemos?
10.Las Maquinaciones de Satanás.
11. El Poder del Cristiano.
12. La Gracia.
13. El Diacono y la Diaconisa.
14. ¿Cómo ganar almas?
15. El libro Negro.
16.Las dispensaciones.
17. El camino a la inmortalidad.
18. ¿Cómo explicar el camino de la salvación?
19. Las enfermedades con propósitos.
20. Tratados metódicos 1,2 y 3.
21. Jóvenes predicadores – los 300 mensajes. (Tomos 1, 2, 3, 4,5, y 6).
22. Un Rey, un Dios y un Nombre.
23. Las Armas del Cristiano.
24. Preguntas y respuestas monoteístas.

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Hechos 2:38

25. El altar familiar (Seminario, guía de temas y coros).


26.Vida devocional (Tomos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7).
27.El diezmo y la línea de tiempo.
28.El Funeral.
29.Los mal bautizados.
30.Las muertes.
31.No sé orar.
32.Una mujer alabada por Dios.
33.Mujeres predicadoras.
34.Los pactos.
35.El Árbol de Asera o árbol de navidad.
36.Evangelismo con poder, decisión y obra.

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