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Hechos 2:38
Fredy Delgado
Pastor y Teólogo
Cel. 2920266815
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Hechos 2:38
Objetivo
Este manual es una guía ordenada para la preparación previa de todo creyente
aspirante a ser bautizado en el nombre de JESUCRISTO, para el perdón de
pecados:"... y les dijo: Así está escrito… que se predicase en su NOMBRE el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando de
Jerusalén… (Lucas 24. 46-49).
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Hechos 2:38
“Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de Dios;
mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. (Hebreos 13:7-8).
Dedicatoria
Gracias a cada país a donde llega este libro por su apoyo y lectura de cada una
de estas enseñanzas.
A mi familia querida conformada por mi amada esposa Gloria Vergara, mis hijas:
Shelby, y Sharon Delgado
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Hechos 2:38
La salvación es para todo el mundo, pero se hace efectiva solo en aquellos que la
reciben. El nuevo nacimiento es un proceso que ocurre en el ser humano a través
de la palabra de Dios, por medio de su Espíritu Santo, que convence al pecador
que necesita arrepentirse. Existe una condición para ser salvos como dice el
señor JESUCRISTO EN SU PALABRA: "… De cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo
puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que
es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es". (Juan
3:3,6). El que no nace de nuevo no puede ver, ni entrar, en el reino de los cielos.
Jesús especifica que lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es. Dando importancia que es necesario nacer de nuevo. A
nosotros nos corresponde dar algunos pasos indispensables para que Dios nos
pueda salvar, estudiaremos muy detenidamente los procesos para ser salvos.
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Hechos 2:38
Oír la Palabra de Dios, es el primer acto necesario para recibir el mensaje del
Altísimo, por lo que se convierte en una actitud indispensable del ser humano
para recibir las gracias y bendiciones que la palabra de Dios provee a quienes la
reciben, veamos: "Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra
alma…." (Isaías 55:3).
El profeta pone de relieve que para que viva nuestra alma y para que se
establezca un pacto, una relación duradera, un compromiso con Dios, es
necesario inclinar nuestro oído, es decir se hace imperioso oír a Dios, en este
caso mediante la predicación de su palabra.
De manera particular la persona que oye la Palabra de Dios recibe los siguientes
beneficios:
1) Oír la palabra de Dios produce fe: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la
palabra de Dios." (Romanos 10:17)
3. Oír la palabra de Dios trae bendiciones sobre las visitas y hermanos asistentes:
"Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de
Jehová tu Dios." (Deuteronomio 28:2).
4. Oír la palabra de Dios es necesario para recibir el Espíritu Santo, por medio de
la fe: "Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de
la ley, o por el oír con fe?" (Gálatas 3:2).
Este oír se refiere al mensaje de salvación, las buenas nuevas, que Jesús perdono
todos nuestros pecados por su muerte en la cruz. De esta manera el oír con fe,
por la palabra que nos es predicada, produce en el creyente el nuevo nacimiento:
"El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos
primicias de sus criaturas". (Santiago 1:18).
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Hechos 2:38
Creer El Evangelio
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
(Marcos 16:15,16).
La palabra "evangelio" proviene del latín evangelium (buena nueva), que a la vez
se deriva del griego (eu: bien y angelion: mensajero). El evangelio es "buena nueva
de salvación" tal cual significa hoy en día, el mensaje de la cristiandad y los libros
que resaltan la vida y enseñanza de Cristo. El evangelio no son solamente los
cuatro libros del Nuevo Testamento, sino que toda la Biblia es, evangelio de Dios
para el hombre o la palabra de Dios para el hombre: El Antiguo Testamento
profetiza del "Cristo que había de venir", el Nuevo Testamento nos habla del
"Cristo que ha venido".
En ese orden de ideas la Biblia nos menciona algunos aspectos por los cuales es
necesario creer la Palabra de Dios en el momento de oírla. La gran pregunta que
nos aremos es ¿Por qué es necesario creer la palabra de Dios?:
2. Porque es necesario para recibir la salvación: "Mas ¿qué dice? Cerca de ti está
la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que
predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación." (Romanos 10:8-
10).
3. Porque es necesario oírla y creerla para que ella sea de provecho para el
creyente: "Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como
a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los
que la oyeron. “ (Hebreos 4:2).
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5. Porque creer en el nombre de Jesús, nos hace hijos de Dios: “Mas a todos los
que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios.” (Juan 1:12).
Arrepentimiento
“Os digo, No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente (Lucas 13:3).”
Todos han pecado, de manera que Jesús realmente vino para el mundo entero.
Sin embargo, El declara que salvará solamente a aquellos que reconocen sus
pecados.
El pecador debe sentir remordimiento por las cosas males que ha hechos, y su
corazón debe estar quebrantado a causa de sus pecados: “Los sacrificios de Dios
son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú,
O Dios” (Salmo 51:17).
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2. Nos hace buscar de Dios y de abandonar el pecado: “He aquí, llamarás a gente
que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de
Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. Buscad a Jehová
mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su
camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá
de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más
altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos.” (Isaías 55:5-9).
3. Significa morir al pecado: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin
de que no sirvamos mas al pecado. (Romanos 6:9)”…. “Así también vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, señor
nuestro” (Romanos 6:11).
5. Tener tristeza según Dios: “y no sólo con su venida, sino también con la
consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos
saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que
me regocijé aun más. Porque, aunque os contristé con la carta, no me pesa,
aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún
tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino
porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido
contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra
parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce
muerte. Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios,
¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué
ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios
en el asunto.” (2 corintios 7:7-11).
6. No importan las consecuencias: “Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme
como a uno de tus jornaleros.” (Lucas 15:19).
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3) Hay gozo en los cielos: “Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios
por un pecador que se arrepiente.” (Lucas15:10)
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“Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22,23).
El Bautismo Cristiano
La palabra bautismo viene del latin baptismum, que a su vez viene del griego
baptismo, que significa: sumergir, zambullir, hundir en el agua. En síntesis, el
bautismo lo podemos definir como el acto de iniciación del creyente en la vida
cristiana, en el cual este se identifica de manera simbólica con Cristo en su
muerte y resurrección, a través de la inmersión y sumersión de la persona en el
agua y la invocación del nombre del Señor Jesús en su vida.
1. Por Inmersión.
2. Por Aspersión.
La gran pregunta que se desprende de estas dos formas de bautismo seria: ¿Cuál
de las dos formas es la correcta?
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“porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente
habían sido bautizados en el nombre de Jesús.” (Hechos 8:16).
La forma correcta: los relatos Bíblicos que se refieren al bautismo nos enseñan
que las personas que fueron bautizadas fueron sumergidas en el agua (inmersión)
y no simplemente rociadas o lavadas (aspersión).
Cuando la Biblia menciona el bautismo de Jesús dice: “Y Jesús después que fue
bautizado, subió luego del agua..." (Mateo 3:16).
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin
de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4).
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Las sagradas escrituras hablan de cuatro evangelios en los cuales nuestro señor
Jesucristo dio a conocer la gran comisión Bíblica o la formula bautismal correcta:
Mateo 28. 19 "… Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre…"
Marcos 16.15-18 "...Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio
a toda criatura… En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas… "
Lucas 24. 46-49 "... y les dijo: Así está escrito, que se predicase en su
nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando de Jerusalén…"
Los relatos bíblicos también nos enseñan que sobre todas las personas que
fueron bautizadas, se invocó el nombre de Jesús para el perdón de sus pecados.
1. Los tres mil judíos que se añadieron a la iglesia durante la fiesta del
pentecostés fueron bautizados en el nombre de Jesús.
Debemos entender que el mandato dado por nuestro señor Jesucristo durante la
gran comisión la predicación del evangelio y el perdón de pecados es en su
nombre:
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado. Y estas señales seguirán a todos los que creen: en mi nombre……….”
(Marcos 16:16,17).
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"Así que, los que recibieron la palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel
día como tres mil personas" (Hechos 2:41)
Las sagradas escrituras especifican que antes de todos estos acontecimientos del
bautismo de estas tres mil personas, la gente que escucho la predicación del
apóstol Pedro procedían de todas las naciones bajo el cielo. Qué grande es esta
palabra “personas de todas las naciones bajo el cielo” lo que reafirma que el
bautismo en el nombre de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, es para todo
el mundo, es para todo el que crea en este evangelio de salvación.
Hoy muchas personas en todo el mundo que han sido engañadas practicando un
bautismo falso, unos son bautizados desde infantes (Niños), en el nombre de los
títulos Padre, hijo y espíritu santo, y no solo con esto cuando llegan a la edad del
entendimiento siguen en el engaño y deciden bautizarse en el nombre de los
títulos según Mateo 28:19.
Hoy mediante este libro, pasos indispensables para la salvación te confirmo que
el verdadero y único bautismo es el nombre de JESUCRISTO, los tres mil lo
entendieron de esta manera y aceptaron bautizarse en el nombre que es sobre
todo nombre. Les aclaro que la biblia dice que estas personas eran de todas las
razas debajo del cielo, Partos, Medos, Elamitas, y los que habitaban en
Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia. En Frigia y Panfilia,
en Egipto, y en las regiones de África mas allá de Cirene, romanos, Judíos y
Prosélitos, Cretenses, y Árabes. (Hechos 2:5-11).
No sé de qué nación de bajo el cielo eres tú, pero te digo querido amigo, usted
necesita ser bautizado en el nombre maravilloso de JESUCRISTO.
Felipe, uno de los siete hombres piadosos escogidos para atender la obra social
con las viudas: “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos,
hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de
aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce
convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de
entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la
oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y
eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a
Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales
presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. Y
crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”
(Hechos 6:1-7), llegó a Samaria luego de la persecución ocurrida a raíz del
asesinato de Esteban y allí predicó el evangelio: "Pero cuando creyeron a Felipe,
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La Biblia nos enseña que Felipe bautizó a todas aquellas personas en el nombre
de Jesús: "porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que
solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús" (Hechos 8:16).
“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos 10:43).
4. Los Efesios que creyeron a la predicación del apóstol Pablo fueron bautizados
en el nombre de Jesús.
“Cuando oyeron esto fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos
19:5).
Es obvio que ninguno de los Corintios fue bautizado en el nombre de Pablo y por
eso no era a Pablo a quien pertenecían. Jesucristo es quien fue crucificado y por
eso es obvio que ellos fueron bautizados en el nombre de Jesucristo. La iglesia no
pertenece ni a Pablo, ni a Silas, ni a Pedro (“Pablo, llamado a ser apóstol de
Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, a la iglesia de Dios
que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con
todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del
Señor Jesucristo. Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de
Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis
enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio
acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta
en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual
también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de
nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la
comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por
el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que
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no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una
misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de
vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros
contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de
Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ” (1. Corintios 1:12), pues Jesús es el Señor
de la Iglesia:
“para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas
las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual
son todas las cosas, y nosotros por medio de él.” (1 Corintios 8:6).
En esta carta del apóstol Pablo a la iglesia de Galacia les dice que el evangelio
anunciado por él, no es según hombre, pues el no lo recibió de hombre alguno,
sino por revelación de JESUCRISTO. (Gálatas 1:11,12).
Él, le dice que en el Judaísmo aventajaba a muchos siendo un hombre celoso de
las tradiciones que le enseñaron sus padres, pero que una vez conoció la verdad
abandono esas costumbres y decidió ser bautizado en el nombre de Jesucristo,
tal como los había bautizados a ellos, que estaban revestidos por medio del
bautismo en el nombre de JESUCRISTO: “porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestido” (Gálatas 3:27).
No dice los nombres como si hablase de muchos, sino de uno; el cual es Cristo.
“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y
a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno. Y a tu simiente,
la cual es Cristo” (Gálatas 3:16).
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Era tanta la admiración y el aprecio que los apóstoles sentían por el nombre de
Jesús que aún en momentos angustiosos, ellos se sentían orgullosos de poner en
alto el santo nombre de Jesús. "Y poniéndolos en medio, les preguntaron: ¿Con
qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho esto? Entonces Pedro, lleno del
Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que
hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué
manera éste haya sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de
Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis
y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra
presencia sano. Este JESÚS es la piedra reprobada por vosotros los edificadores,
la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque
no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos... (Hechos 4:7-12).
1. Por medio del bautismo ratificamos que aceptamos a Jesús como nuestro
único Salvador, Señor y Dios:
“Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro
dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.” (Oseas 13:4).
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12).
“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la
justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la
nuestra:” (2. Pedro 1:1).
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“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado.” (Marcos 16:16)
“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).
“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo” (Tito 3:5)
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21)
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se
echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos;
mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1.
Corintios 6:9-11).
3. Por medio del bautismo nos identificamos con la muerte de Cristo y con su
resurrección.
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:3,4).
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“si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad
que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el
espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la
justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4:21-24).
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:9-10).
“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.” (Filipenses 3:3).
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)
“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre.” (Hechos 10:43).
“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Hechos 2:21).
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre.” (Hechos 22:16).
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“Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios.” (1 Corintios 6:11).
“Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados
por su nombre.” (1 Juan 2:12).
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
“Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de
ellos pueblo para su nombre.”(Hechos 15:14).
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de
quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14,15).
¿Cuáles Son Las Razones Por Las Que Debemos Ser Bautizados En El
Nombre De Jesús?
Toda persona debe saber y tener claro las razones por las cuales debe ser
bautizado en el nombre que es sobre todo nombre, para esto se hace necesario
conocer los siguientes antecedentes:
1. Porque el bautismo fue instituido por el señor Jesucristo para todos los
seres humanos como requisito para la salvación:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
(Marcos 16:15,16).
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21).
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“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas
Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda
justicia. Entonces le dejó” (Mateo 3:13,15).
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21).
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos
plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo
seremos en la de su resurrección” (Romanos 6:3,5).
Si las personas de este mundo entendieran los beneficios y los muchos privilegios
que recibe aquel que se bautiza en el nombre de Jesucristo, sería como el día de
pentecostés que se bautizaron como tres mil personas en una sola predicación:
“Así, que los que recibieron su palabra fueron bautizados y se añadieron aquel
día como tres mil personas” (Hechos2 2:41… “Todos los que habían creído
estaban juntos, y tenían en común todas las cosas” (Hechos 2:44).
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“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre.” (Hechos 22:16).
“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo” (Tito 3:5).
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21).
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin
de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él
en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente
con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más
al pecado. ” (Romanos 6:4,6).
“porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos.” (Gálatas 3:27).
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas,
para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.” (Apocalipsis 16:15).
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“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado.” (Marcos 16:16).
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios) por la resurrección de Jesucristo,” (1 Pedro 3:21).
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
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“para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder
en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor” (Efesios 3:16-17).
“El Señor es el Espíritu” y el Espíritu Santo es “el Espíritu del Señor” (2 Corintios
3:17-18).
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.” (1 Corintios 12:13).
Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había
Santo;
16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente
Él dijo a los discípulos poco antes Su ascensión que “se predicase en su nombre
el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén” (San Lucas 24:47).
Él les dijo que esperaran en Jerusalén hasta que recibieran el bautismo del
Espíritu Santo. El Espíritu les daría poder y entonces llegarían a ser testigos:
“Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los
varones era como cinco mil. Aconteció al día siguiente, que se reunieron en
Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás,
y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos
sacerdotes; y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en
qué nombre, habéis hecho vosotros esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu
Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:” (Hechos 4:1-8).
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:
!!Abba, Padre!” (Romanos 8:14,15).
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Hechos 2:38
en el altar, por eso hay que pedirle a Dios en la fe que lo llene de su poder, la
biblia dice:
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la
tierra.” (Hechos 1:8).
En conclusión, debemos nacer del agua y del Espíritu para poder entrar al reino
de los cielos, el Señor Jesús lo advirtió, él dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” San
Juan 3:5.
La invitación es que busque ser bautizado por el Señor Jesús, pues él es quien
bautiza con el Espíritu Santo, la biblia dice: “Yo a la verdad os bautizo en agua
para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de
llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” San
Mateo 3:11.
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Hechos 2:38
La Santidad y La Perseverancia
"Y esto erais algunos; más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro
Dios" (1ª Corintios 6:11).
"Así que amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios". (2 Corintios 7:1).
¿Qué Es La Santidad?
Todas las personas nacidas de nuevo entran en una relación santa con Dios. La
Biblia se refiere a todo creyente usando la denominación santo. Se refiere a "los
santos" por lo menos 55 veces en el Nuevo Testamento. En el sentido de ser
separado y apartado al servicio de Dios, todo creyente es un santo. Vivir
piadosamente debe caracterizar la vida de todo hijo del Señor, y debemos vivir de
acuerdo con el modelo y ejemplo dado en la palabra de Dios.
"Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado ni se
halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían no respondía con maldición,
cuando padecía no amenazaba sino que encomendaba la causa al que juzga
justamente;" (1ª Pedro 2:21-23).
"Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos
12:14).
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Hechos 2:38
"Siendo como aquel que os llamó es Santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos porque yo soy santo. Y si
invocáis por padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de
cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación, sabiendo
que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosa corruptible como oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1ª
Pedro 1:15-19).
“Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le habían oído hablar
palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. Y soliviantaron al pueblo, a los
ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al
concilio. Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar
palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; pues le hemos oído
decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres
que nos dio Moisés. Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al
fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.” (Romanos 6:11-
15).
“sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
(Romanos 13:14).
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros” (Gálatas 4:19).
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Hechos 2:38
La santidad es una parte íntegra de la salvación del hombre entero del poder y de
los efectos del pecado. Es un privilegio gozoso; parte de la vida abundante; una
bendición de la gracia de Dios; una gloriosa vida de libertad y poder. La vida de
santidad cumple con la intención y el diseño original de Dios para la humanidad.
Para el creyente lleno del Espíritu que realmente ama a Dios, la santidad es la
forma normal por cierto, la única manera de vivir. La santidad es la esencia de la
vida Cristiana.
Respecto a la PERSEVERANCIA Jesús nos dice que no seamos como los que
retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma.
“El que persevere…” no volviendo atrás, no apartándose del camino angosto
(Mateo7:13).
Es muy importante obedecer al evangelio: Oír, creer, arrepentirse, confesar a
Cristo, ser bautizado en el nombre de Jesucristo. Pero también Jesús dice, “Sé
fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”, (Apoc. 2:10). “Perseverar”,
continuar en o con, persistir (2 Tim. 3:14), permanecer, durar hasta el fin de la
vida. La Biblia habla de los fieles… y también de los que desechan la fe,
naufragaron en cuanto a la fe, se desviaron de la verdad, etc.
"Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. " (Mateo 24:13).
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. " (Hebreos
12:14).
"Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree
que Jesús es el Hijo de Dios?" (1 Juan 5:4,5).
Si cometemos una falta, todo no termina allí. Podemos buscar el perdón por
medio del arrepentimiento y seguir adelante.
"Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).
"Tú, enemiga mía, no te alegres de mi, porque aunque caí, me levantaré; aunque
more en tinieblas, Jehová será mi luz" (Miqueas 7:8)
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Hechos 2:38
"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere
pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo Y él es la
propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo (1 Juan 2:1-2).
1. No retroceder nunca: Esta es una de las principales cualidades que debe tener
un luchador batallador, nunca mirar el pasado:
“Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el
reino de Dios”. Debe tener los ojos “puestos en Jesús”. (Lucas. 9:62).
“No somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la
preservación del alma” (Hebreos. 10:39).
3. El que persevera…” ve las cosas más claras, no desea estar como los que
están condenados en el Hades: se preocupa por el alma, dispuesto a obedecer,
hace todo para evitar el tormento eterno.
Una de las grandes inquietudes de Dios para venir a salvarnos fue la pregunta
¿Ahora qué hago aquí? Es decir que hago aquí en mi trono, si mi pueblo está
siendo sometido a servir al maligno, el los hace sufrir. El decidió venir, veamos:
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Hechos 2:38
<< Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado
injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y
continuamente es blasfemado mi nombre todo el día>> Isaías 52:5.
Dios mismo vino al mundo en la persona de Cristo, pero los suyos no pudieron
creer que Dios dejara su trono de gloria para venir personalmente a salvar al
mundo: << Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este
mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le
conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron>> Juan 1:9-11. Y las señales
le fueron manifiestas a Juan el Bautista cuando dijo: << Id, haced saber a Juan
lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son
limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es
anunciado el evangelio>> Mateo 11:2.
Esta es una realidad expresada por el mismo Jesús, muchas personas solo lo
buscan por un milagro físico, alimento, necesidad material o por sentirse bien.
Pero no han creído que Jesús es la manifestación del mismo Dios, a pesar de las
señales la gente no cree: << Pero a pesar de que había hecho tantas señales
delante de ellos, no creían en él>> Juan 12:37. Lo cierto es que la salvación es
para todo el mundo, pero ella se hace efectiva es en los que creen en el nombre de
Jesús, los que invocan su nombre en las aguas del bautismo para salvación,
veamos:
<< Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios>> Juan 1:12.
<< Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo>>
Hechos 2:38.
<< De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre… Y mandó bautizarles en el nombre
del Señor Jesús.>> Hechos 10:43-48.
<< Porque: TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO. >>
Romanos 10:13.
Hermanos y amigos la salvación fue dada por nuestro Dios a todos los que creen
en su nombre. El carcelero de Felipos hizo una gran pregunta a Pablo y a Silas, el
32
Hechos 2:38
dijo: Que debo hacer para ser salvo, la respuesta fue: Cree en el señor Jesucristo
y será salvo tú y tu casa << Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos
dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa>> Hechos 16:30-
31.
Lo cierto es que estos son solo los principales pasos para ser salvo, para poder
perseverar, para obtener un objetivo y mirar solo hacia Jesús.
<<Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales
son Figelo y Hermógenes>> 2 Timoteo 1:15.
<<Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?... Y Pedro le dijo: ¿Por qué
convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los
que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti>> Hechos 5:3 y 9.
Para responder esta pregunta podemos leer con mucho cuidado en siguiente
texto: “Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres,
también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; Más el
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Hechos 2:38
que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de
Dios. Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado;
mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.” (Lucas
8:8-10).
Estaba unido a él, compartiendo y colaborando con él, pero ya no, pues me
desligué de él. Estas personas se desligaron de Jesús, lo abandonaron y se
entregado nuevamente al mundo: “Porque si pecáremos voluntariamente después
de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los
pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de
devorar a los adversarios.” (Hebreos 10:26-27).
Hermanos (as):
Nadie puede escapar del castigo de Dios, de su ira si descuidamos esta salvación
tan grande: << Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las
cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por
medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa
retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue
confirmada por los que oyeron>> Hebreos 2:1-3. La palabra deslizar significa
resbalas, escurrirse, escaparse, escabullirse de un lugar. Toda desobediencia
recibe su justo pago, nadie podrá escapar de la ira de Dios.
Quiero resumir este tema con estas palabras del apóstol amado Juan que dijo:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” (Apocalipsis 3:21). La verdad
es que son muchas las luchas que tenemos como cristianos, son muchas las
tribulaciones que tenemos que pasar, angustias, aflicciones, enfermedades,
problemas de toda clase. PERO ante todo esto somos más que vencedores: << Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados. porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que
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Hechos 2:38
justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por
nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución,
o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti
somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes,
en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna
otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro>> Romanos 8:28.39.
Hay que perseverar en esta salvación, Dios nos ha dado la victoria en su nombre,
solo que no seamos confiados, porque hay uno que anda como león rugiente
buscando destruirte, buscando despojarte de la salvación y del galardón que Dios
tiene preparado para los que venzan. Persiste en ir a los cultos, persiste en ir a la
congregación de los salvos, no te dejes de congregar, no te descuides como los
que ya no le dan importancia a los cultos, los que creen que de todas manera van
hacer salvos ¡CUIDADO!
JESÜS nos advierte que hay que mantenernos firmes en nuestra esperanza de
salvación, la Escritura dice: <<Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de
nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos,
como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca>> Hebreos 10:23.25.
Esta es una advertencia: “NO DEJES DE CONGREGARTE” no seas como aquellos
que pecan deliberadamente después de haber conocido la verdad, a ellos les
espera la ira de Dios, leamos: <<Porque si pecáremos voluntariamente después de
haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los
pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de
devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o
de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que
merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del
pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues
conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra
vez: El Señor juzgará a su pueblo. !!Horrenda cosa es caer en manos del Dios
vivo!>> Hebreos 10:26:31.
Solo los que venzan estarán con Jesús y serán coronados, si esto es así que se
espera para los que fracasaron, pues las Sagradas Escrituras dicen que una
horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego: !Horrenda cosa es caer en
manos del Dios vivo!
Les invito a que sigamos la carrera de nuestra fe, acabemos esta carrera
victoriosos para que podamos decir: << He peleado la buena batalla, he terminado
la carrera, he guardado la fe. >> 2 Timoteo 4:7.
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Hechos 2:38
La tienda de reunión también llamado tabernáculo del testimonio, es tipo del sitio
del sitio donde se adora a Dios, la iglesia, lugar donde se congrega el pueblo de
Dios, donde ministra el pastor. En el antiguo testamento llamado al pastor, levita,
sacerdote, también llamado obispo, etc.
“Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,” 1 Timoteo 3:2.
Los reciben los hombres mortales: La escritura por medio del apóstol Pablo
especifica que los Diezmos desde la antigüedad lo reciben los hombres mortales,
aunque usted querido hermano se los entrega es a Dios: “Y aquí ciertamente
reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de
que vive.” (“Hebreos 7:8). Dios testifica que usted los entrego fue a él, porque
Jesús es el que vive.
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Hechos 2:38
Hay muchas razones por las cuales usted debe dar el diezmo a Dios, en la fe de
Abraham, en la ley y en el presente en el pacto de la gracia, y quiero que usted
querido hermano las lea muy bien, veamos:
El diezmo era entregado en su totalidad a los Levitas para el sostén de ellos y del
culto: Referente al Antiguo Testamento los Diezmos, aunque son para Dios, estos
los reciben las personas encargadas, en este caso los recibían los Levitas: “Y he
aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por
su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.
Y no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para que no
lleven pecado por el cual mueran. Mas los levitas harán el servicio del
tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para
vuestros descendientes; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel. Porque a
los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a
Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán
heredad. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Así hablarás a los levitas, y les dirás:
Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por
vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el
diezmo de los diezmos. Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y
como producto del lagar. Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de
todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la
ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón. De todos vuestros dones ofreceréis toda
ofrenda a Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser
consagrada. Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado a los
levitas como producto de la era, y como producto del lagar. Y lo comeréis en
cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; pues es vuestra remuneración por
vuestro ministerio en el tabernáculo de reunión. Y no llevaréis pecado por ello,
cuando hubiereis ofrecido la mejor parte de él; y no contaminaréis las cosas
santas de los hijos de Israel, y no moriréis.” (Deuteronomio 18:22-32). Como les
estoy mostrando por medio de este texto los Levitas eran los encargados de
administrar los diezmos, en este tiempo presente los Levitas son los pastores
quienes son los encargados de administrar los bienes de Dios, y así como sucedía
en aquel tiempo, Dios te dice en este tiempo no vayas a desampara a tu pastor:
“Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.”
(Deuteronomio 12:19). El LEVITA en este tiempo de la gracia es tipo del PASTOR.
Esta práctica decaía a veces, mereciendo amonestación: Esta amonestación era
para los que dejaban de diezmar como pasa hoy en día, hay muchos hermanos
que dejan desamparado al pastor y Dios les tenía que advertir lo mal que estaban
haciendo:
“Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén, que diese la porción a los
sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicasen a la ley de Jehová. Y cuando este
edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino,
aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra: trajeron asimismo en abundancia
los diezmos de todas las cosas. También los hijos de Israel y de Judá, que
habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las
vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que
habían prometido a Jehová su Dios, y los depositaron en montones. En el mes
tercero comenzaron a formar aquellos montones, y terminaron en el mes séptimo.
Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron a
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Hechos 2:38
“Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los
ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios?
Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En
vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la
nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento
en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré
las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los
ejércitos.” (Malaquías 3:17-19).
Aunque muchos cristianos dicen que ya no hay leyes, les cuento mis hermanos
que todavía existen las leyes y hay que cumplirlas. Dios dejo mandamientos y las
leyes que existen, existen porque Dios permitió que existieran.
A muchos cristianos les gusta cumplir las leyes del mundo, solo porque si deja de
cumplirlas recibirán su justo pago, cuanto más crees tú que recibirás el pago
justo de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo.
Estas amonestaciones solían ser oídas y obedecidas, para que los levitas se
dedicaran a su trabajo: Espero que tu también querido hermano si no estás
diezmando escuche la voz de advertencia de Dios, da lo que es de Dios a los
pastores, este es un mandato de Dios, veamos: “Mandó también al pueblo que
habitaba en Jerusalén, que diese la porción a los sacerdotes y levitas, para que
ellos se dedicasen a la ley de Jehová.” (2 Crónicas 31:4). Para que ellos se
dedicaran a la palabra de Dios, como pasa hoy en día con el pastor de tu iglesia,
el vive de lo que tu das a Dios.
“Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza,
y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin
dejar aquello.” (Lucas 11:42).
“ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.” (Lucas 18:12).
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Hechos 2:38
Esta frase de Lucas 11:42, me gusta mucho, porque es que hay cristianos que
ofrendan, pero no diezman y Jesús les dice a esta clase de personas: “Esto os era
necesario hacer, sin dejar aquello.” Es decir las dos cosas son necesarias, no
dejes de ofrendar, no dejes de diezmar.
Este es un mandato de Dios, que es el mismo Jesús, hoy los hombres tratan de
invalidarlo
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Hechos 2:38
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Hechos 2:38
Glosario
Conversión: Indica la acción de volverse del mal hacia Dios. Dios convierte
(Hechos 21:19) a los perdidos en salvos, a los no regenerados en regenerados.
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Hechos 2:38
Convicción: Es la obra del Espíritu Santo, por la cual una persona es capaz de
verse a sí misma como Dios la ve: culpable, mancillada, y totalmente incapaz de
salvarse a sí misma (Juan 16:8). En un incrédulo, la convicción del Espíritu
Santo revela la pecaminosidad y trae temor. En el creyente, la convicción del
Espíritu Santo trae conciencia de pecado y resulta en su confesión y limpieza.
Esta convicción el producida por el Espíritu Santo (Juan 16:8), el Evangelio
(Hech. 2:37), la conciencia (Rom. 2:15), y la Ley (Santiago 2:9). La convicción de
nuestros pecados nos lleva a la cruz. Nos muestra nuestra necesidad de perdón.
Elección, Elegidos: Los elegidos son aquellos llamados por Dios para salvación.
Esta elección ocurrió antes de la fundación del mundo (Efe. 1:4), y es conforme a
la voluntad de Dios, no a la del hombre (Rom. 8:29-30; 9:6-23) porque Dios es
soberano (Rom. 9:11-16). La doctrina de la elección es enfatizada por los
calvinistas, quienes asimismo sostienen la doctrina de la predestinación.
una fuente de esperanza (Col. 1:23), fe (Hech. 15:7), vida (1 Cor. 4:15), y paz (Efe.
6:15).
Fe: La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con dos
sentidos principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la
fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11:1).
Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios
(Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al
creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible
agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de cristianos, "El
justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo
de doctrina, o conjunto de verdades históricas y conceptuales que configuran la
fe cristiana: "me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis
ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3).
Gracia: La gracia puede definirse como el favor inmerecido, aquello que se otorga
sin mérito por parte del que lo recibe. La gracia de Dios es Su libre acción para
beneficio de toda la creación en general (gracia común o providencia) y de los
creyentes para la salvación (gracia especial o salvífica). Se distingue de la Justicia
y de la Misericordia. La justicia consiste en recibir lo que se merece; la
misericordia, en no recibir lo que se merece. Por medio de la gracia salvífica
recibimos la vida eterna, algo que obviamente no merecemos. Pero debido al amor
y la ternura de Dios manifestadas en Jesús crucificado, recibimos la gran
bendición de nuestra redención.
La gracia es el Gran Regalo Aportado por Cristo e Inmerecidamente Apropiado por
nosotros. La gracia salvífica no requiere, y de hecho descarta, todo mérito
humano. Es debida a Dios y dada por El, debido a quién es El, y no a quienes
somos nosotros. Es el medio de nuestra salvación (Efe. 2:8-9). Ya no estamos bajo
la Ley, sino bajo la gracia de Dios (Rom. 6:14). Vea también Hech. 15:11; Rom.
5:2,15-20; 2 Cor. 9:8; 12:9.
Iglesia: La palabra procede del griego ekklesia, que equivale al hebreo qahal, y
significa asamblea, congregación de los que han sido llamados. El término se
emplea en dos sentidos, a saber, la iglesia visible y la iglesia invisible. La primera
está compuesta por todos cuantos dicen ser cristianos y se congregan. La iglesia
invisible es el verdadero cuerpo de creyentes, aquellos que son verdaderamente
salvos; ningún hombre puede ver en los corazones para distinguir entre unos y
otros, por tanto la composición de la iglesia invisible sólo es conocida por Dios.
La verdadera Iglesia de Dios no es una organización terrenal con gente y edificios,
sino una entidad sobrenatural integrada por aquellos que han sido salvados por
Jesús. La Iglesia verdadera abarca todo el período de la existencia del hombre
sobre la tierra, y a toda la gente que ha sido llamada a ella. Nos hacemos
miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo, por la fe (Hechos 2:41). Somos
edificados por la Palabra de Dios (Efe. 4:15,16), disciplinados por Dios (Mat.
18:15-17), unificados en Cristo (Gál. 3:28), y santificados por el Espíritu (Efe.
5:26,27).
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Hechos 2:38
Juicio: La palabra juicio (griego krima) se refiere al acto de evaluar las acciones
de alguien; por extensión se refiere asimismo al castigo o condena resultante de
dicho acto. Existen varios juicios mencionados en el N.T.: El juicio de los pecados
del creyente (Juan 5:24), el juicio de la persona del creyente (1 Cor. 11:31,32), el
juicio de las obras del creyente (2 Cor. 5:10), el juicio de las naciones (Mat. 25:31-
46), y el juicio universal (Apoc. 20:11-15). Probablemente estos dos últimos sean
un mismo juicio.
No hay juicio para el cristiano con respecto a su salvación (Rom. 8:1). Fuimos
juzgados en Cristo, en la cruz, hace casi 20000 años. Sin embargo, como
cristianos seremos juzgados según nuestras obras (1 Cor 3: 10-15; 2 Cor. 5:10),
muy posiblemente con grados variables de recompensa. Sin embargo, cabe
reiterar que este juicio de nuestras obras no afecta el hecho ya consumado de
nuestra salvación.
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Monoteísmo: Del griego monos, uno y theos, Dios. La creencia de que existió,
existe y existirá un único Dios en todo el universo. No hubo dios alguno antes
que El, ni lo habrá después de El. La Biblia enseña claramente el monoteísmo:
Deut. 6:4; Isa 43:10; 44: 6-8, 45:5,14,18, 21-22; 46:9; 47:8, etc. La Biblia enseña
el monoteísmo estricto. Solo tres religiones importantes del mundo son
monoteístas: el judaísmo, el cristianismo, e islam. Los judíos y los musulmanes
ven la doctrina de la trinidad como un rechazamiento del verdadero monoteísmo.
Los creyentes de la Unicidad también rechazan al trinitarismo como un abandono
del monoteísmo bíblico.
Omnipotencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene todo
poder.
Omnipresencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El está presente
en todas partes a la vez. Debemos notar que esto es más de simplemente la
capacidad de aparecer dondequiera en cualquier momento o la capacidad de
estar en muchos lugares al mismo tiempo.
Omnisciencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene todo
conocimiento de todas las cosas, incluyendo la preciencia.
Pacto: Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo, según las costumbres del
Cercano Oriente antiguo, consta de cinco partes: 1) Identificación de las partes
involucradas, 2) Un prólogo histórico en el cual se establece el valor de la parte
dominante sobre la base de sus actos, 3) las condiciones del acuerdo, 4) las
recompensas y castigos relacionados respectivamente con el cumplimiento o la
violación del pacto y 5) formulación de los documentos en la cual cada parte
recibe una copia del acuerdo (por ejemplo, las dos tablas de piedra de los Diez
Mandamientos).
En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el hombre resultan en
nuestro beneficio. Recibimos bendiciones eternas mediante el Pacto de gracia
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Hechos 2:38
(para estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18; 26:3-5; Gál. 3:16-18;
Luc. 1:68-79; Heb. 13:20).
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El contexto de esta declaración indica que este pecado consiste en atribuir a los
demonios o espíritus impuros lo que en realidad es obra del Espíritu Santo.
Para que el hombre reciba el perdón se requiere arrepentimiento (Luc. 17:3-4).
Para que un Dios santo otorgue el perdón, se requiere derramamiento de sangre
(Heb. 9:22; Lev. 17:11). Nuestro perdón se basa sobre el sacrificio de Cristo en la
cruz (1 Juan 1:7; 2:12). Como cristianos, se nos llama a perdonar de manera tan
plena como nosotros mismos hemos recibido el perdón de Dios (Mat 6:12; Col.
3:13).
por excelencia. Tuvo éxito con Eva, al hacerle primero dudar de lo que Dios había
dicho, al insinuar que El había mentido, y al excitar el apetito de la mujer (Gén.
1-6): saciaría su hambre, le daba placer y le abriría la mente. Satanás ha seguido
tentando a todos en sus deseos más primarios (comida, bebida, sexo), como en su
codicia, orgullo y ambición, para que desobedezcamos a Dios. Mucho después del
episodio del Edén, intentó el mismo procedimiento con Jesús, pero aquí fracasó
ruidosamente (Mat. 4:1-11). Jesús nos enseñó a orar para ser librados de la
tentación (Mat. 6:13) ya que el Señor es capaz de librarnos de ella (2 Ped. 2:9).
Dios no ha de permitir que seamos tentados más de lo que El sabe que podemos
resistir (1 Cor. 10:13). Por tanto, en Cristo realmente tenemos el poder de resistir
a Satanás (1 Ped. 5:18). Ya no estamos inermes, y el diablo nada puede contra
nosotros si nuestra voluntad, fortalecida por el Espíritu Santo, no cede a la
tentación.
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Hechos 2:38
Bibliografía
Diccionario WEBSTER
Diccionario TEOLOGICO
Todos los escritos están apoyados con la escritura inspirada por el Espíritu Santo
y el uso de varias escrituras de los hijos de Dios, para provecho de todo aquel
creyente lector de la palabra de Dios.
FIN
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