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[CONTEXTUALIZACIÓN]
Immanuel Kant (1724-1804) es el filósofo más importante del siglo XVIII. Nació y murió
en Königsberg (Prusia Oriental), hoy Kaliningrado (Rusia), ciudad de la que al parecer nunca
salió. En el momento de su nacimiento reinaba Federico Guillermo I el cual convirtió a Prusia
en la tercera potencia europea. Fue educado en el pietismo, una variante del protestantismo,
que predicaba la tolerancia religiosa, algo que encajaba muy bien con los ideales ilustrados.
Dedicó toda su vida al estudio y se interesó la política de su tiempo. Fue un entusiasta de
Federico II el Grande, el “rey filósofo”, uno de los principales representantes del despotismo
ilustrado.
El siglo XVIII, en el que vive Kant, es conocido como el periodo de la Ilustración o “Siglo
de la Luces”, llamado así porque confiaban que la “luz” de la razón disiparía la “oscuridad” de
la ignorancia a la que estaba sometida el pueblo.
El movimiento ilustrado se inició en Inglaterra en el siglo XVII donde destacaron figuras
como Newton, Locke y Hume, de allí se trasladó a Francia donde alcanzó su mayor brillantez,
destacando Voltaire, Diderot, Montesquieu, Rousseau, … Desde Francia se difundió a toda
Europa, siendo Kant la figura más destacada de la Ilustración prusiana.
Kant simpatizó con los ideales de la Independencia americana y de la Revolución
francesa, que marcó el final del Antiguo Régimen. También, compartió con el movimiento
ilustrado el interés por la ciencia, la confianza en la razón y la esperanza en el futuro de la
humanidad. La Ilustración tuvo como ideales el progreso, la tolerancia y el cosmopolitismo. Sus
rasgos característicos fueron el aprecio por la razón y la libertad, así como su lucha contra el
dogmatismo, la superstición y el fanatismo.
Otro hecho que contribuyó al desarrollo de la Ilustración fue la expansión del comercio
colonial, que trajo consigo la acumulación de poder por parte de la burguesía. Como
consecuencia de lo anterior, se produce la crisis de la sociedad estamental.
Junto a lo anterior, hay que añadir el imparable avance de la ciencia, que provocó una
profunda confianza en sus posibilidades para mejorar las condiciones de vida y contribuir al
dominio de la naturaleza.
En la segunda mitad del XVIII surgirá en Alemania un movimiento cultural de breve
duración, pero de gran importancia, el movimiento prerromántico “Tormenta y Empuje”, que
reivindicará el poder de los sentimientos y las pasiones frente al valor predominante de la
razón que defendían los ilustrados. Las dos figuras más destacadas de este movimiento son
Goethe y Schiller.
En el ámbito de la filosofía, señalar que, durante este periodo, en las universidades
prusianas predominaba el racionalismo dogmático de Wolff que defendía la metafísica como
una ciencia independiente. Kant, que lee a Hume, introduce el empirismo británico en Prusia,
y, gracias a su lectura que le hace despertar de “su sueño dogmático”, criticará la visión que
concebía a la Metafísica como ciencia.
Su obra se suele dividir en dos grupos: los estudios precríticos y los críticos. Al periodo
de las críticas pertenecen sus obras más destacadas.