Decálogo de la Madurez Afectiva
INMADUREZ
Afectividad Captativa: Busca cariño, se sirve de los
demás, los utiliza como cosas.
Incapacidad de ponerse " en lugar de otro ": No poder
salir de las propias casillas, visión egocéntrica de los
problemas.
Profunda esclavitud personal: Incapacidad de decidir nada
por sí mismo; dejarse llevar por las presiones sociales, por
las costumbres personales que impiden las decisiones
libres.
Descontrol emocional: Reacciones exageradas o
escasísimas ante los diversos estímulos del ambiente en
que viven. Continuos altibajos en el humor.
Desbordamiento o represión sexual: Identificación de lo
sexual con lo exclusivamente genital. Reprime todo lo
sexual como pernicioso. Se mantiene en manifestaciones
deformadas de la sexualidad. Sexualidad por exceso o
defecto.
Rechazo profundo de la propia Persona: Vive
permanentemente en un masoquismo; no acepta el propio
temperamento ni la propia forma de ser. No acepta, en lo
profundo del ser, ningún problema o condicionamiento.
Falso sentido de la realidad: Optimismo que lleva a falsear
la realidad, pesimismo que lleva a verlo todo negro: Ciclo-
timia. Incapacidad de comprender culturas o valores
distintos a los propios. Desconocimiento afectivo de los
derechos y necesidades de los demás.
Dudas y ansiedades profundas: Profundas dudas y
angustias sobre el sentido global de la propia vida.
Complejo de culpabilidad o de inferioridad. Incapacidad
para una relación normal con el entorno.
Incapacidad para proponerse metas lejanas en la vida:
No saber prescindir de las necesidades inmediatas. No
tener ideales de vida: caminar según vaya saliendo e
improvisando. Incapacidad de ilusión y esperanza.
Amargamiento: No resiste ante las dificultades, sino que
se da por vencido antes de tiempo. Ausencia de alegría, ilu-
MADUREZ
Afectividad oblativa: Se da ofrece cariño, sirve a los
demás, de persona a persona.
Capacidad empática: Saber ponerse en el lugar de otro,
poder ver las cosas desde el punto de vista de otra
persona.
Autonomía persona: Actúa según un criterio personal;
reconoce sus propios límites y los exterioriza aceptándolos
internamente o intentando luchar por cambiarlos cuando lo
cree necesario.
Suficiente control emocional: No reprime las emociones
sino que las mantiene dentro de los límites en que son
constructivas. Desarrollo de sentimientos y actitudes
positivas de cariño, benevolencia, etc.
Sexualidad integrada: Reconoce la sexualidad como un
aspecto esencial dentro de la persona humana, le da su
valor y su función dentro de la dinámica del amor y en las
relaciones con personas de otro sexo. Supera las etapas de
la Indiferencia (niñez) y de la Cosificación (adolescencia)
para llegar al descubrimiento de la persona.
Aceptación de sí mismo: Aceptación y reconocimiento de
los propios límites y valores, dentro de un clima de
satisfacción fundamental. Esto no significa tarea de la
propia construcción personal, sino aceptar como cimiento o
base la realidad personal, familiar y social, sin
disminuciones ni tapujos.
Adecuado sentido de la realidad: Realismo al percibir los
problemas y al buscar y proponer soluciones. Capacidad de
afrontar objetivamente las cosas. Conocimiento y respeto
de los derechos y necesidades de los demás, así como de la
propia responsabilidad al respecto.
Ausencia de dudas y ansiedades Profundas: Tiene
encaminado el problema del sentido propio de la vida.
Decisión sobre la actitud personal. Resolución de traumas
inmanentes de graves soluciones infantiles.
Prescinde lo inmediato y propone metas a largo alcance:
Propone metas para la propia vida. No la experimenta
exclusivamente hacia el placer inmediato; camina paso a
paso con constancia y paciencia hacia la meta propuesta.
No quema etapas.
Resiste a las frustraciones, viviendo con alegría: Hace
ánimo de las dificultades; tiene alegría e ilusión por vivir.
sión, etc.