Está en la página 1de 6

Trastorno del espectro autista (TEA): es un tipo de trastorno del neurodesarrollo de

aparición temprana. Se caracteriza por tener diferentes dificultades como el déficit para
establecer relaciones sociales, dificultades para su comunicación y trastornos mentales y de
comportamiento. Los trastornos de neurodesarrollo se originan biológicamente, por lo que
no se adquieren durante el ciclo vital.
Discapacidad intelectual: se entienden como aquellas limitaciones en el funcionamiento
intelectual y en la conducta adaptiva. Es una enfermedad que suele desaparecer antes de los
18 años, por lo tanto, está ligada al desarrollo.
Discapacidad visual: en esta categoría vamos a encontrar diversos oculares y capacidades
visuales que generan una pérdida de la visión hasta distinto grados de pérdida de esta
última, conocida como Baja visión. Está capacidad tiene distintas causas, de ahí puede ser
adquirida o se pueden desarrollar.
Sordoceguera: en esta discapacidad se presentan aquellas personas que presentan una
alteración auditiva y visual parcial o en su totalidad. Esta discapacidad resulta de la
combinación de dos tipos de déficits sensoriales, que obtienen como consecuencia
dificultades en la comunicación, orientación espacial, movilidad y acceso a la información.
Requieren de la ayuda de intérpretes y guías.
Discapacidad física: esta categoría incluye todas aquellas de movilidad que implican
distintos segmentos del cuerpo. Las personas con esta condición presentan dificultades para
desplazarse cambiar de posición, manipular y transportar objetos, escurrir, realizar
actividades de cuidado personal, etc. Contiene distintas causas y puede ser desarrollada o
adquirida.
Discapacidad auditiva: en esta discapacidad se incluyen personas con distintos tipos de
pérdida auditiva, lo cual les genera limitaciones en la percepción de los sonidos. Sus causas
son variadas y esta discapacidad puede ser desarrollada o adquirida mediante una lesión o
accidente.
Discapacidad psicosocial: esta discapacidad incluye a todas las personas que presentan
problemas mentales, ansiedad, depresión, entre otros, que alteran el desarrollo de
actividades cotidianas. En esta discapacidad se incluyen las repercusiones en el
funcionamiento cotidiano de trastornos como la esquizofrenia, el trastorno afectivo-bipolar,
el trastorno obsesivo-compulsivo, la fobia social, el trastorno de estrés postraumático, entre
otros.
Trastornos permanentes de voz y habla: hace alusión a aquellas alteraciones de la voz,
producción de sonidos y ritmos, y la velocidad del habla, que generan dificultades en la
transmisión y comunicación de mensajes. Incluye a personas con dificultades para producir
palabras de manera oral y fluidas.
Discapacidad sistémica: Está discapacidad enmarca a las condiciones de salud que impiden
que el niño o adolescente asista regularmente al aula de clases. Incluye enfermedades
crónicas y graves como la insuficiencia renal crónica terminal, los distintos tipos de cáncer,
enfermedades cardiovasculares, óseas, neuromusculares, que no permiten que el estudiante
comparta actividades físicas que restringen su participación en la vida en sociedad.

Procesos de caracterización educativa de los estudiantes con discapacidad en el sistema


educativo formal: la persona en desarrollo
Un reto que se plantea al sistema educativo actualmente, es la caracterización educativa de
los estudiantes con discapacidad. Más allá de los diagnósticos que aporta el sector salud, los
maestros no cuentan con mayores herramientas para elaborar dichas caracterizaciones.
En la educación formal es fundamental que se realicen procesos de caracterización
educativa. Pues por medio de la descripción cualitativa que el docente de apoyo realice,
con la ayuda de los docentes de aula, este puede recoger un perfil de fortalezas,
limitaciones y necesidades del estudiante con discapacidad.
Como docentes debemos saber que no todo se reduce al diagnóstico clínico, si bien es
cierto este es un insumo, pero no trata ni acota todos los elementos que debe contener una
caracterización educativa del estudiante. En este sentido, los procesos de caracterización
educativa deben realizarse en el marco de una comprensión más amplia de lo humano, y no
centrada en el déficit.
Para ello, es importante retomar tres modelos específicos del funcionamiento humano, de
forma tal que el docente de apoyo y los maestros de aula puedan realizar procesos de
caracterización integrales, esto es, que les permitan obtener un conocimiento amplio y
suficiente de quién es su estudiante con discapacidad, cuál es su historia de vida y qué
necesita para aprender y desarrollarse.
Los modelos propuestos son los siguientes:
 modelo multidimensional del funcionamiento humano, propuesto por la
Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo
(AAIDD) (2011);

Según este modelo, el término de funcionamiento humano comporta cada una de las
particularidades de las personas, pero además del entorno y el ambiente en el cual se
desenvuelven.
Este modelo contempla 5 magnitudes que permiten caracterizar a lo cual se llama
funcionamiento humano, e añade la iniciativa de apoyo, como todo eso que cualquiera
necesita para dearrollarse con éxito y alcanzar bienestar
las dimensiones a las que alude este modelo, enriquecidas con otros aportes, tienen la
posibilidad de caracterizarse como se muestra a continuación:
- Dimensión de conducta adaptativa
- Dimensión de habilidades intelectuales
- Dimensión de salud
- Dimensión de participación
- Dimensión de contexto

 modelo de calidad de vida desarrollado por Schalock y Verdugo (2002, 2012);

la calidad de vida se ha convertido en un concepto fundamental para caracterizar a


estudiantes con distintas discapacidades y determinar las necesidades de apoyo que
estos precisan, teniendo en cuenta cada uno de los factores tanto ambientales como
personales que influyen en esta. Para esto es necesario tomar en cuenta algunos
objetivos que cumple la percepción de la calidad de vida de los estudiantes con
discapacidad:
(a) permite identificar las necesidades de apoyo y las preferencias e intereses de los
individuos;
(b) proporciona una guía para la planificación de los recursos y estrategias que precisa
cada persona, y así elaborar programas de intervención.
(c) realizar un seguimiento y monitoreo al uso de dichos recursos y valorar su eficacia
y pertinencia (Verdugo, Gómez, Arias y cols., 2013).
Por todo esto, se ha adoptado este modelo de calidad de vida ya que, es el que ha
logrado más amplia aceptación en la comunidad académica y profesional a nivel
mundial. Este modelos nos muestra el concepto de calidad de vida en ocho
dimensiones, en las cuales es posible reconocer “las aspiraciones y necesidades de cada
individuo, definidas y valoradas personalmente y por sus cuidadores”. Estas
dimensiones son:
1. Bienestar emocional
2. Bienestar físico
3. Bienestar material
4. Relaciones interpersonales
5. Derechos
6. Inclusión social
7. Autodeterminación
8. Desarrollo personal
 modelo de capacidades de Nussbaum (2005, 2011).

Para los procesos de caracterización educativa de los alumnos con discapacidad, este
modelo aporta una interesante definición de capacidad que ayuda a centrar el foco en
las fortalezas y las potencialidades de los alumnos.
En esta medida, la capacidad no es una habilidad pasiva e inmodificable que radica en
el centro de un sujeto; por otro lado, tiene relación con destrezas que mutan y cambian
una y otra vez y, además, incluye cada una de las maneras de actuación que tienen la
posibilidad de generarse una vez que el individuo entra en contacto con diferentes
ambientes.
En este modelo las personas tienen la libertad de elegir qué funcionamientos quisieran
favorecer y cuáles no. De aquí surge la capacidad combinada; quien es el resultado de
las interacciones entre los atributos personales de alguien (p. ej.: rasgos de
personalidad, habilidades intelectuales, conocimientos, estado de salud, autoestima,
etc.) y los ambientes a los que está expuesto.
La relación que pueda establecerse entre un atributo concreto y un entorno particular
dará lugar a una capacidad combinada, diferente de otras.
Desde esta perspectiva, las limitaciones significativas propias de una discapacidad
pueden originar la emergencia de distintas capacidades combinadas que podrían
denominarse capacidades diferenciales, esto es, propias de ciertas personas en
ambientes particulares.

Caracterización educativa de los estudiantes con discapacidad. Una apuesta desde las
dimensiones y potencialidades de lo humano:
En el marco de los modelos anteriores, la caracterización educativa de los alumnos con
discapacidad se asume como un ejercicio que dejará a los profesores establecer quién es su
alumno, cuáles son sus fortalezas, restricciones y necesidades de apoyo, y de qué modo es
viable, dentro del colegio, ofrecerle superiores oportunidades para promover y potenciar su
aprendizaje y, generalmente, su calidad de vida.
Derivado de lo anterior, la caracterización es un proceso que posibilita conocer y acercarse
al alumno en cada una de sus magnitudes (intelectual, social, emocional, etcétera.). La
caracterización termina con un perfil del alumno en el cual se destacan sus fortalezas, sus
restricciones y sus necesidades de apoyo.
Hablando de perfil es un insumo sustancial para la obra del proyecto personal de ajustes
razonables (PIAR), cuya finalidad es decidir los apoyos pedagógicos que rigurosa cada
alumno, en funcionalidad de las necesidades educativas que han surgido por medio de la
caracterización. En consonancia con lo expuesto anteriormente, la caracterización educativa
debería desarrollarse en diversas magnitudes y puntos de la vida de los alumnos con
discapacidad; en ningún caso es un ejercicio diagnóstico, puesto que esto le compete al
sector salud, o un listado de las deficiencias o carencias del alumno. Por consiguiente, el
propósito de la caracterización es acotar realmente bien las fortalezas y los esfuerzos del
alumno, para saber cómo apoyarlo y qué recursos (intelectuales, sociales o afectivos) tiene
para potenciarlo a partir de ahí.

1. Contexto y vida familiar


2. Habilidades intelectuales
3. Bienestar emocional
4. Conducta adaptativa y desarrollo personal
5. Salud y bienestar físico
6. Participación e inclusión social
7. Metas de aprendizaje

Procesos de abordaje pedagógico de los estudiantes con discapacidad en el sistema


educativo formal. Hacia la construcción de los planes individuales de ajustes razonables:

Dichas tácticas permiten retomar las adaptaciones a las metas de aprendizaje que se
integran en la última magnitud de la caracterización, y de esta forma producir los apoyos
que se considere pertinente diseñar y llevar a cabo, en consecuencia, el alumno esté en
equidad de condiciones para desarrollarse plenamente en el campo estudiantil. El abordaje
pedagógico se fundamenta en la iniciativa de apoyo que, para los objetivos de este archivo,
se define como todos esos ajustes, adaptaciones, flexibilizaciones, entre otros, que
contribuyen a que un alumno con una limitación o complejidad especial cuente con los
recursos y los instrumentos para entrar a esas oportunidades que le van a permitir participar
y aprender, dentro de una enseñanza de calidad, conforme con su edad, escolaridad y
ámbito cultural. Los apoyos contribuyen a que las personas maximicen su libertad y
soberanía, “así como su productividad y unión en la comunidad” (Verdugo, 2002, p.)

(1992), Verdugo (2002), Verdugo y Gutiérrez (2009), Deutsch (2003) y Grau (2005), los
apoyos tienen la posibilidad de clasificarse de varios métodos, acorde a las fuentes de
donde provengan, su magnitud, duración y funcionalidades. Tal, los apoyos tienen la
posibilidad de provenir de diversas fuentes, de esta forma:
- De uno mismo (de las habilidades o el conocimiento que uno posee)
- De otras personas (familiares, amigos, maestros).
- De sistemas aumentativos o alternativos del aprendizaje (tableros de comunicación,
sintetizadores de voz) hechos a mano o producto de la tecnología.
- De servicios puntuales (la terapia ocupacional que recibe un estudiante fuera del
establecimiento educativo, pero contribuye a potenciar su desarrollo).
Integran, ejemplificando, atriles para labores de escritura y lectura en la situación de
individuos con discapacidad visual, uso de sistemas de comunicación opción para personas
con trastornos del espectro autista, en asignaturas o espacios con altas solicitudes
comunicativas y sociales, entre otros.

Ejemplificando, la utilización de agendas visuales para alumnos con discapacidad


intelectual o con TEA, a medida que entienden e interiorizan las rutinas, las ocupaciones y
los probables cambios del periodo educativo que permanecen cursando, o apoyos puntuales
para la transición de un nivel estudiantil a otro, o de un grado educativo a otro. Integran,
ejemplificando, servicios terapéuticos para alumnos con ciertos trastornos de ansiedad o del
estado de ánimo, la localización de un alumno con baja perspectiva en sitios específicos de
ciertas salas de clase, debido a lo cual logre entrar a la información de modo óptimo, entre
otros. Entre estas resaltan las próximas: Regulación del comportamiento: incluye todos los
apoyos que contribuyen a robustecer la puesta en marcha de las funcionalidades ejecutivas
(vinculadas con capacidades para planear y ordenar distintas actividades en pro del logro de
una meta, monitorear el propio comportamiento, inhibir respuestas inadecuadas una vez
que las labores de esta forma lo exigen, ser flexible frente a diversas solicitudes del
entorno, entre otros) (Meltzer, 2007; Belinchón, Hernández y Sotillo, 2009). Ingreso a
información: aquí se piensan todos los dispositivos (manuales o tecnológicos) que
contribuyen a que todos los alumnos logren entrar a la misma información que los otros.
Incluye los modelos lingüísticos e intérpretes (para la situación de alumnos con sordera o
sordoceguera), lupas, gafas y amplificadores de imagen (para la situación de alumnos con
baja visión), la utilización de programa especializado (p. ej.: el Jaws que traduce textos
escritos a voz electrónica para personas ciegas) y cada una de esas herramientas que
contribuyen a que todos los alumnos puedan las mismas oportunidades de ingreso a
diversos entornos estudiantiles. Compra de conocimientos específicos: tiene relación con
todos los apoyos que facilitan el aprendizaje de conocimientos específicos. Resaltan aquí la
utilización de textos facilitados o el trabajo de metodologías como la facilitación de la
lectura, para adecuar guías, talleres o documentos a personas con discapacidad intelectual,
la utilización de diccionarios de emociones o de expresiones figuradas o con doble sentido
para facilitar los procesos comunicativos de individuos con trastornos del espectro autista,
entre otros. Aprendizaje de rutinas y capacidades primordiales diarias: incluye todos los
apoyos dirigidos a automatizar capacidades de la vida cotidiana, primordiales para ajustarse
al ámbito inmediato y conseguir libertad y soberanía. Incluye diferentes sistemas de
pictogramas que facilitan el aprendizaje de rutinas simples como el vestido o la ingesta de
alimentos, el desempeño del transporte público o la mesada mensual. Los conjuntos
pedagógicos de cada establecimiento educativo, en otras palabras, el Archivo de
orientaciones técnicas, administrativas y pedagógicas para la atención educativa a alumnos
con discapacidad dentro de la enseñanza inclusiva 69 maestro de apoyo, en grupo con los
expertos del equipo interdisciplinario y los docentes de aula, definirán qué ayudas van a
proveer o a pedir para sus alumnos con discapacidad, en funcionalidad de las metas de
aprendizaje que se hayan trazado para cada uno, con sus que corresponden adaptaciones.

También podría gustarte