Siento que todos me miran a mi alrededor, esperando el momento exacto donde
cometa un error, y aunque todos piensan de mi ser la mejor, yo solo me siento como la peor. Muchos dicen que soy buena en algo ya que alguna vez, o tal vez varias, me salieron bien algunas cosas, pero a ciencia cierta cuando me preguntan, en mi cabeza solo queda una especie de pared blanca, esperando un recuerdo que me pueda confirmar que realmente soy buena en algo, pero este nunca llega, llenándome de dudas y de inseguridades. Me miro al espejo y solo veo una persona vacía, sin nada en especial, sin pasiones, sin cosas en que resalte por su excelencia, sin nada por lo que pueda ser identificada o dejar una huella en los demás. Solo siento que soy una persona más que le han salido varias cosas bien tal vez por suerte o casualidad. Indudablemente puedo ver las características que resaltan en los demás y me llama mucho la atención como cada persona tiene algo que lo hace ser único, pero llego a mí y lo único que encuentro es vacío, aspectos negativos de mi personalidad y una gran pregunta que resalta en mi conciencia ¿Sera que no soy buena en nada? ¿Sera que no tengo ningún talento? Se que no soy la única que siente así ¿Sera que es algo característico de los hombres en esta época contemporánea? Si hablamos del personalismo, esta nos dice que “el hombre es una persona que se gobierna a sí misma por su inteligencia y su voluntad, que el hombre no existe simplemente como ser físico. Posee en sí una existencia más rica y más noble, la sobre existencia espiritual propia del conocimiento y del amor”. Esto nos indica que todos contamos con algo especial, yo lo puedo probar porque lo veo en los demás, pero no puedo entonces explicar por qué yo no cuento con una, ¿o es que no soy capaz de reconocer dentro de mí misma lo que me hace especial? Si nos damos cuenta en nuestra rutina, encontramos que hay días con picos de seguridad y confianza para hacer las cosas, demostrándonos que evidentemente, si tenemos algo especial, pero siempre llegan recuerdos donde cometo un error o las personas que son mucho mejor y derrumba toda la seguridad, es decir, la seguridad es una idea pragmática. Ya que el pragmatismo considera que las ideas son provisionales y están siempre sujetas al cambio, explicando de esta forma por que presentamos cambios tan repentinos de seguridad a confusión, temor o incluso resignación. En este orden de ideas la siguiente pregunta que se genera es ¿que ocasiona este sentimiento?, esa inseguridad constante de mis habilidades que me nubla la vista y no me permite atreverme a hacer algo que puedo ser capaz pero no me es creíble hacerlo por mí misma. Por un lado, puede ser el falsacionismo que abunda en el hombre contemporáneo, que nos dice que no es que sea cierto que no cuento con ninguna habilidad en especial, si no que no ha llegado una idea o muestra empírica que me permita refutarla. Pero yo no creo esto firmemente porque si no como explico que las personas a mi alrededor logran captar ciertas habilidades en mí y aunque me las hagan saber y demuestren con hechos, no es suficiente para convencerme a mí misma de que las tengo y por el contrario siempre busco una forma de desvanecer ese positivismo y volver al mismo punto del vacío. Considero que si buscamos dentro del historicismo del problema esto es producto de los estereotipos creados en la sociedad, que con ayuda del humanismo en ella presente han buscado desde la antigüedad llevar a todos los hombres por una sola vía hacia un hombre ideal. Pero no se dan cuenta que esta idea solo está causando la formación de seres inseguros, inconscientes de su potencial desaprovechado y completamente alejados de lo que debería ser un hombre ideal en sí. Alejado de estereotipos, libre de llevar un proceso diferente hacia el éxito y aceptando los errores. El señalamiento cuando hay un error y la idealización de la perfección, han hecho que una persona como yo, como tú y como todos se sienta frustrado al darse cuenta que no le salió algo como lo esperaba y descartamos inmediatamente la idea de haber encontrado algo que por fin llene ese vacío, porque creemos que un error es sinónimo de fracaso, sin darnos cuenta que incluso hasta las mentes más brillantes se equivocan y es parte de un proceso para llegar a la meta, porque incluso las personas más talentosas necesitan practica y errores para ser triunfadores. Por esto hoy culpo a la sociedad y a una formación basada en algo perfecto inalcanzable, de haberme creado inseguridades que hacen desaprovechar mis posibles habilidades, por culpa de una duda implantada en mi cabeza que hoy es muy difícil borrarme.