Está en la página 1de 3

Palacio de Najas

Tienes un mensaje nuevo (último cambio).


Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Palacio de Najas
Al trabajo en Bici Nº 99 (14648488783).jpg
Palacio de Najas.
Localización
País Ecuador
Ubicación Quito, Ecuador
Información general
Nombres anteriores Villa Susana
Palacio Najas-Delavelle
Usos Palacio
Estilo Bellas Artes
Inicio 1922
Finalización 1925
Construcción 1925
Propietario Gobierno de Ecuador
Diseño y construcción
Arquitecto Francisco Durini
Otros Alfonso Calderón Moreno
restauración alrededor de 1935
Patrimonio Nacional de Ecuador
[editar datos en Wikidata]
El Palacio de Najas es el nombre del complejo que sirve de sede de la Cancillería
de la República del Ecuador. Su parte más antigua es un palacete de estilo
ecléctico, pero cuyas características predominantes lo ubican en el Bellas Artes
francés. Su denominación responde al apellido de la familia de Constantino Najas,
quien mandó a construir el palacete original en los primeros años de la década de
1920. Está ubicado en el flanco occidental de la parroquia de La Mariscal, en el
centro norte de la ciudad de Quito.

Índice
1 Historia
1.1 Residencia Najas-Delavelle: la Villa Susana
1.2 Residencia presidencial
1.3 El Palacio de Najas: sede del Ministerio de Relaciones Exteriores
2 Características arquitectónicas
2.1 Salón de los Próceres
2.2 Salón del Consejo de Embajadores
2.3 Salón de los Espejos
2.4 Salón Eugenio Espejo
2.5 Dependencias de servicio y jardines
2.6 Patrimonio nacional
3 Referencias
4 Véase también
5 Enlaces externos
Historia
A inicios del siglo XX, las clases económicamente dominantes de Quito se
desplazaron desde el Centro Histórico hacia la zona norte; siendo el barrio
Mariscal Sucre, denominado así desde 1922 en conmemoración al Centenario de la
Batalla de Pichincha, el que se convirtió en el principal foco de atracción de este
exclusivo y pudiente sector social. Las villas o chalés al estilo francés, inglés o
italiano marcaron el estilo arquitectónico de La Mariscal, producidas en general
por ingenieros y arquitectos nacionales y extranjeros1 La zona se caracterizó por
ser ejemplo de modernidad al adoptar los distintos repertorios formales del
eclecticismo e historicismo, así como rasgos del Bellas Artes francés, que se
plasmaron en villas paladinas, castillos neomedievales, palacios neorenacentistas y
neoclásicos; persiguiendo la meta de la ciudad jardín.2

Residencia Najas-Delavelle: la Villa Susana

Dibujo del proyecto del Palacio de Najas (vista hacia la avenida 10 de agosto).
Francisco Durini Cáceres (1923).

Fachada noroccidental y jardines del Palacio de Najas (1930).


La construcción inicial, que tiene lugar en el sector entonces denominado Llano
Grande, fue encargada por un rico comerciante sirio de nombre Constantino Najas,
casado con la dama francesa Susane Delavelle, quienes decidieron radicarse en la
ciudad de Quito tras la primera gran oleada migratoria hacia América como
consecuencia de la I Guerra Mundial, y donde el hábil empresario expandió sus
negocios también al sector financiero.31 La obra fue diseñada y construida por el
arquitecto Francisco Durini Cáceres, que para la década de 1920 era el más afamado
de la ciudad y entre cuyas obras se encuentran el Monumento a los Héroes del 10 de
agosto de 1809, en la Plaza Grande, el edificio del Banco Central en el Centro
Histórico y varios palacetes para las más aristocráticas familias quiteñas, que
habían decidido mudarse al mismo sector que los Najas. Varios bocetos de este
diseño se encuentran actualmente en los archivos del Fondo Durini del Museo de la
Ciudad, y en cuyas inscripciones se puede apreciar que el nombre que se ocupó para
el proyecto fue el de "Villa Susana", en honor a la esposa de Constantino.

El diseño original del edificio presenta claros rasgos del Bellas Artes, como la
mansarda en el tejado, la ornamentación de las fachadas, la simetría, un patio de
honor Cour d'honneur en la entrada de los jardines (actualmente la entrada
principal para el canciller y los diplomáticos extranjeros), y otros detalles de la
escuela francesa del siglo XIX.

La parte que se conserva del edificio original es muy similar en estilo al Palacio
San Martín sede ceremonial de la Cancillería argentina en Buenos Aires.

Coincide este edificio con el período de expansión que experimenta Quito hacia el
norte de la ciudad colonial, época en la cual desempeñan un significativo papel
arquitectos como Giacomo Radiconcini, Augusto Ridder, Emilio Peynol, Enrique
Pasquel, el mismo Francisco Durini Cáceres, entre otros; que contribuyen, en un muy
corto período, a recrear en forma definitiva el nuevo entorno de la capital
ecuatoriana, que por primera vez ensayaba una línea arquitectónica diferente a la
tradicional de corte colonial, que se había desarrollado con especial dedicatoria
en iglesias y conventos, para dar paso así, a la nueva arquitectura civil
palaciega.4

Otro ejemplo de los nuevos estilos que adoptó la aristocracia quiteña de fines del
siglo XIX y principios del XX es el cercano Palacio de La Circasiana o Palacio
Jijón-Caamaño, que, en cambio, tiene un diseño más propio de una villa renacentista
italiana o paladiana que del estilo afrancesado del Palacio de Najas.

Sin embargo, es la señora Susane Delavelle, gran entusiasta del arte, quien
embelleció el Palacio por dentro con su buen gusto en los acabados y en la selecta
colección de obras de arte que decoraban las estancias y habitaciones, muchas de
las cuales fueron adquiridas por el Gobierno del Ecuador cuando compró el Palacio,
y por lo tanto aún continúan allí. Fue ella quien también ordenó el diseño de los
jardines, de la gran escalinatas de mármol para acceder al segundo piso y de las
chimeneas ornamentales que subsisten hasta la actualidad. Convirtiendo a la Villa
Susana en un verdadero Palacio, que comenzó a ser conocido desde aquella época con
el nombre que ha llegado hasta nuestros días.4

Residencia presidencial
Existen también datos referenciales, que dan cuenta de que esta hermosa edificación
fue arrendada por la Presidencia de la República y utilizada durante la segunda
mitad de la década de 1930, como residencia de los presidentes Federico Páez,
Alberto Enríquez Gallo y Manuel Borrero; época en la que sus ocupantes debieron
incorporar en su interior algunas obras de arte provenientes, muy posiblemente, del
Palacio de Carondelet. Los presidentes ecuatorianos no vivían en el Palacio de
Gobierno porque desde el siglo XIX que su uso era solo administrativo. Estos mismos
testimonios recogen información acerca de la única restauración efectuada en el
Palacio por parte del Arquitecto Alfonso Calderón Moreno.5

También podría gustarte