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Desatando A La Mujer Fuerte Pinkola Este S Clasissa Compress
Desatando A La Mujer Fuerte Pinkola Este S Clasissa Compress
DESATANDO A LA
MUJER FUERTE
El am or inm aculado de la
M adre B endita p o r el alm a salvaje
C l a r is s a P in k o l a E stés es
estadounidense de prim era generación, de
origen mestizo mexicano y con herencia
de las tribus m agiar y suaba; su familia está
com puesta por inmigrantes y refugiados
europeos.
DESATANDO A LA
MUJER FUERTE
El amor inmaculado de la
Madre Bendita por el alma salvaje
Título original: Untie the Strong Woman
Traducción: Sonia Veijovsky
El poema Learning to Pray the Highesl Prayer (Aprendiendo a rezar la máxima oración)
del manuscrito La Passionarla / The Brighi Angel: Collecled Poelry o f Clarissa Pinkola
Estés, 1960-2011, por la doctora Clarissa Pinkola Estés, © 2011. (Págs. 402-404), es
reproducido con permiso del propietario. Todos los derechos reservados.
El poema The Mother (La Madre), © 1945, Gwendolyn Brooks. (Págs. 269-270),
es reproducido con permiso del propietario. Todos los derechos reservados.
Primeras palabras
NUESTRA GRAN MADRE .ANCESTRAL
Bendición inicial: Totus Tuus,
te pertenezco, Madre Bendita
11
1
EL ENCUENTRO CON LA SEÑORA DE ROJO
2
CÓMO BORRARON A LA GRAN MUJER: NUESTRO PAPEL EN SU RESTAURACIÓN
Desatando a la Mujer Fuerte
27
3
ELLA ES LA INSPIRATUS PARA LAS ALMAS QUE SUFREN
El borracho y la Señora
37
4
ENAMORADA DE ELLA HUMILDE E IRREFRENABLEMENTE
5
« ILEVÁNTENSE! AUN DESPUÉS DE QUE SE DERRAME LA SANGRE»,
DICE LA CONQUISTA, NUESTRA SEÑORA DE LOS CONQUISTADOS
Masacre de los soñadores: La Madre Maíz
61
(i
«LA CAMISA DE FLECHAS»: ELLA ENSEÑA A PROTEGER
A LOS VULNERABLES, SIN EXCEPCIÓN.
¡El Memorare, recuerda!
85
LOS USOS DEL CORAZÓN ROTO: MATER DOLOROSA SIEMPRE SE INCLINA CERCA
8
MUCHOS TIPOS DE PRISIONES: LA MUJER QUE QUEDA AL ULTIMO
10
FORJADA EN EL HORNO ARDIENTE
La Virgen Negra
169
11
NADIE ES DEMASIADO MALO, DEMASIADO CRUEL O SIN ESPERANZA
De cómo las Motherfuckers se volvieron las Madres Santísimas
189
12
SIN RACISMO. SIN DISCRIMINACIÓN. NADIE ES UN «INTOCABLE»
13
SUS NOMBRES SIN CESAR
14
MADRE PIADOSA: RESTAURAR EL ALMA DESPUÉS DEL TRAUMA
Compasión después del aborto:
«Los hijos que recibió que nopudo recibir...»
247
15
EL LAZO DE NUESTRA SEÑORA... PARA SALVAR UNA VIDA
El hombre que se ahogaba
273
It»
SOSTENIÉNDOSE AL ALMA CON FUERZA
Dios no tiene manos: consolar a María, el ritual del Pésame
279
17
LA GRAN MADRE INSPIRA A LAS MADRECITAS
18
EL RECHAZO DE LO SAGRADO: AQUÍ NO HAY LUGAR PARA TI
19
CARTA A LOS JÓVENES MÍSTICOS QUE SIGUEN A LA SANTA MADRE
Nuestra Señora de Guadalupe: El sendero del Corazón Roto
331
70
LOS INMIGRANTES. TODOS SOMOS INMIGRANTES:
El. RIEGO CREATIVO QUE NO SE PUEDE SOFOCAR
Trataron de pararla en la frontera
347
10
fo e s a ta n d o a la M u jer ¿Fuerte
21
MI MADRE, TU MADRE, LA MADRE DE ELLA, LA MADRE DE ÉL, NUESTRA MADRE
La verdad sobre lo difícil que es entrar al Cielo
359
22
QUE SEAS RESGUARDADO Y PROTEGIDO HASTA QUE NOS VOLVAMOS A VER
Bendición final: ¿Acaso lo has olvidado? Soy tu Madre
363
23
PALABRAS HERMOSAS SOBRE LA MADRE
24
AYMEN, AYMEN, AYMEN... Y UNA MUJERCITA
La máxima oración
401
Notas
405
Notas al lector
413
Lista de ilustraciones/Créditos
417
índice
441
P rim e ra s p a la b ra s
N U ESTR A GRAN MADRE A N CESTRA L
B endición inicial:
Totus Tuus, te p erten ezco ,
M adre B en dita
Para la Madre Santísima, todos podemos ser amados, todas las almas
se aceptan, llevan dulzura en el corazón, son hermosas a la vista; so
m os dignos de conciencia, de ser inspirados, ayudados, consolados
y protegidos, incluso cuando otros simples humanos, tonta y ciega
mente, crean lo contrario.
Si siguiendo los senderos trazados en los cuentos de los «vie
jos creyentes», si después de que el viejo Dios Yahvé Jehová, quien
parecía ocupar una cantidad exorbitante de tiempo en crear y des
truir, llegó a nosotros, en gran contraste, el Dios del Am or, enton
ces Nuestra Santísima Madre es la Madre definitiva, que Dio a Luz
al Am or...
Ella es la Madre que ascendió entera, la Madre que ha vivido
guerras, conquistas, enrolam ientos. Es la Madre que ha sido prohi
bida, u ltrajad a, silenciada, b o m bardeada, escon d id a, a cu ch i
llada, desnudada, quemada, plastificada y desechada.
Y aun así sobrevivió, en nosotros y para nosotros, sin im por
ta r quién levantaba una m ano en su contra o intentaba m inar su
alcance infinito. Ella está inscrita en cada libro sagrado, en cada do
cumento de los m isterios y en cada pergamino que la detalla como
Viento, Fuego, Guerrera, Corazón de Oro, La que sa bey más.
Y más que nada, está inscrita en nuestras almas mismas. Nuestros
anhelos por Ella, nuestros deseos de conocerla, de que nos cambie,
de seguir su actitud de perspicacia aguda, sus m aneras protectoras,
su confianza en la bondad, todas son evidencias de que Ella existe, de
que Ella sigue viviendo como una gran fuerza en nuestro mundo aho
ra mismo, si bien no siempre perceptible, sí de manera patente.
Incluso cuando «se perdió de vista», cuando la desaparecieron mu
tonesy dictadores en las décadas de la llamada Guerra Iría, que fue en
realidad un tiempo de oscuridad destinado a destrozar la voz del alma a
través de vastos territorios, de lodos modos la soltábamos de'noel ir.
14 *?*3
í)c natalicio a la M ujer ¿Fuerte
Así, lo único que debemos hacer es llamarla con el corazón y Ella atra
vesará los muros, cruzará las aguasy pasará bajo montañas y entre ba
S* * 15
<Bendición inicial: ¥ 0tus Tuu.s, te pertenezco, M adre 'Bendita
Con este trabajo espero volverla visible para aquellos que aún no la
ven, hacer una cálida invitación a los que se han apartado y alejado
de Ella por demasiado tiem po, ayudar a calm ar un poco a los que
buscan fosilizarsu ser viviente y ayudar a com poner un poco a quie
nes fueron avergonzados por aseverar que no solo existe, sino que es
fundamental para sus seres y que ha dado forma a sus esfuerzos por
seguirla vida sagrada de modos que nutren profundamente el alma,
y que a veees no se ven de manera obvia.
Escribí este trabajo para dejar que otros más, que tanto la aman
y han estado ron Ella por toda una vida, y aquellos que llenen anlir
16 '¿*3
{Desatando a la M ujer ¿Fuerte
No lo olvides,
pues no te hemos olvidado
ni tampoco lo ha hecho ni lo hará
tu Madre más Grande.
Aymen
...que en el idioma ancestral significa
«Que así sea».
20 '¿*5
Desatando a la M ujer Fuerte
Í tanto!
Esta era la prim era ue^que veía agua gra n d e desde que dejé el
vientre de mi madre. En el sol del atardecer, las olas del Gran Lago
Michigan eran del tam año de enormes rollos de encaje rojo y am a
rillo, corrían hasta la orilla y se deshacían, pero la fuerza del encaje
era suficiente com o para impulsar fragm entos de barcos y troncos
de árboles. Traían esos grandes objetos y los golpeaban contra la
orilla, y después los sacaban suavemente de nuevo, u n ay otra vez.
Yo vengo de abuelas que hacían encaje con lo que parecían ser
cientos de bolillos e hilos que se arrastraban y, cuando vi el encaje
en las olas, quise dirigirme al lago donde imaginaba que de alguna
forma podía haber ancianas, ancianas acuosas, que hacían todo ese
encaje rojo y amarillo en las profundidades.
Así que, con el corazón rebosante y abierto, corrí directam ente
adentro del frío lago; mis botas de hule se llenaron de agua de in
mediato. Podía sentir cómo algún espíritu del agua quería arreba
tarm e las piernas.
Y ahí fue cuando la vi por primera vez, la señora del agua que venía
hacia mí. El cielo a sus espaldas, rojo por el ocaso, y un súbito pájaro
blanco del Espíritu Santo que volaba por los aires sobre su cabeza, y
al mismo tiempo una tajada de luna que ya estaba en el nublado cielo
rosa y amarillo. La señora llevaba un manto rojo con muchas, muchas
lentejuelas doradas, y en su cabeza había una hermosa corona dorada.
No puedo explicarlo: sentí que volvía a veran il pariente perdido
por mucho tiempo, al que había amado tan lo y que extrañara por
una eternidad. Me dio tanto gusto verla que intenté correr mas alia
24
•D esatando a la M u jer ¿Fuerte
hacia ella en el agua, pero me llamó: «¡No, no! No corras hacia mí.
Yo vine para correr tras de ti. ¡Voltéate, aléjate corriendo de m í!».
Ella jugaba un juego conmigo. Lo entendíy me volteé antes de que
la siguiente ola se estrellara y corrí riendo, con las botas pesadas y to
do, cayendo con las palmas de mis manos hacia abajo en el agua sin
fondo, el agua que se me metía en la nariz, pero me levanté ahogándo
me, tosiendo, corriendo arduam ente un poco más. Y corrí ladeán
dome tierra adentro, recobrando el aliento; hacía mucho frío afuera,
hacía un ardiente frío en mi cuerpo. Pero aún reía, reía, corría toda
tem blorosay me detenía para ver si la señora me alcanzaba.
Lo hacía. Corrió tras de mí, inclinándose; sus manos esponjaban
el aire a mis espaldas, como si ahuyentara a un polluelo de ganso.
Corrí más — reía, reía, con frío, más frío, temblaba más y más;
caí en la arena, riendo como si estuviera completamente borracha y
escarbando hasta incorporarme de nuevo— ; la señora corrió tras de
mí, persiguiéndome hasta lo alto de los montículos de arena m oja
da, lejos del agua grande y hasta las extensas escaleras de concreto.
M
i abuela Katerin decía que si escuchabas historias sobre
la M adre María durante nueve sem anas seguidas sin
interrupción...
O si rezabas el rosario durante nueve días seguidos sin que tu
mente divagara una sola vez...
O si caminabas hasta uno de los santuarios de Mama Marushka
en el bosque durante nueve noches seguidas: nueve por el número
de m eses que la Madre Santísima cargó al Cristo viviente antes de
parir la Luz del mundo.
Que si hacías cualquiera de estas cosas, se te aparecería la Santí
sima M adrey contestaría cualquier pregunta que tuvieras sobre cómo
vivir en la Tierra, con el alma plenamente dotada.
Pero mi abuela dijo que también había un atajo.
La necesidad.
Fuego de amor
Fuego de esperanza
Fuego de compasión
Y somos su estirpe.
tá hecho del musgo del lado norte de los árboles al atardecer. Ella,
que tiene fragm entos de estrellas atrapados en sus fieros cabellos
de plata. Su vestido es una tela tejida suave y burda con espinas y
semillas de maleza y pétalos de rosas silvestres enredados en ella...
Y tiene las m anos sucias de cultivar cosas térreas y por todo el
trabajo que hace de día y de noche junto a sus hijas e hijos trabaja
dores, y los hijos de ellos, y sus mayores, todos.
hay por lo menos una persona que dice «Nosotros no “creem os” en
Ella». O «¿Cómo puedes creer esto?».
Y contesto: «Yo no creo en Ella. Yo la conozco. Cara a cara, piel a
piel. Mi madre. Ella es mi madre. Nuestra Madre. La nuestra».
Y m uchas veces me preguntan cóm o un alm a que apenas em
pieza a estar verdaderamente con N uestra Señora puede pensar en
María, Nuestra M adre Grande. Yo digo:
Efr. v 43
Cómo entenderla, estar cerca de Ella
El b orrach o y la Señora
I a gnila de l o Cmic/tiÍHlii
38 '¿ás
desatando a la M ujer fu e rte
Aparece el borracho
Ahí fue cuando el cantero me preguntó cómo era Don Diego en rea
lidad. Quise decirle: «Se parecía a ti, pobre ángel, lucía exactam en
te com o tú, lisiado por las enfermedades y las golpizas, con largos
recuerdos desgarrados en tiras color rojo sangre, y aún así vivo de
corazón. Se veía justo tal como tú».
Pero no lo dije. No deseaba espantar a esta águila que había ate
rrizado sobre el barandal del porche con tanta confianza, así que
hablé de una verdad distinta: que en realidad, si alguien quería co
nocer cómo era el pequeño Don Diego, no debía escuchar todas esas
patrañas sobre «el buen azteca que se convirtió al cristianism o», es
decir, m ientras lo am enazaban con una espada española de acero
templado toledano.
Mejor m ira a sobrevivientes del Holocausto como Elie Wiesel;
míralo a la cara, a los ojos, a su corazón imperfectamente perfecto, y
ve el Dolor délas Eras y la Determinación del Universo en él. Mira a
cualquiera de los sobrevivientes de alguna guerra que aún hoy sub
sisten, quienes de algún modo no se derrumbaron en la dem encia,
la amargura o la ira dilecta por todo loque soportaron, pero que lo
davía ven la bondad cu los demás, todavía se esfuerzan por volver a
44 '* &
í)( salando a la Mujer ¿tuerte
Sin embargo, esas m anos fueron las m ism as que form aron un
pequeño dom o de cobre para la gruta de N uestra Señora. Esas m a
nos que rodearon un vaso de licor, una lata de cerveza o una bote
lla de whisky en vez de tocar a las personas que realmente pudieron
amarlo. Con ellas este cantero transform ó un simple pedazo de tie
rra en un diminuto pero perfecto refugio para La Señora.
Y yo seguí alim entándolo. Com ida y m ás com ida. H istorias y
más historias.
Y a medida en que Ella y su gruta cobraron más presencia en el
pequeño patio delantero de una diminuta casa azul en medio de un
barrio de casas mucho m ás grandes que la opacaban, así el corazón
y el alma del cantero salieron con más y más claridad a la superficie,
a pesar de todo lo que había estado eclipsándolo.
Conforme trabajaba, Nuestra Señora iba tomando mayor forma,
pero más aún, en sus manos, en sus manos tan capaces y tan creati
vas, se volvió m ás y m ás visible para él.
M ila g r e c i t o 4 en la gruta
Pero creo que el resto del cóm o-y-p or-q u é, como solían decir mis
bienamadas locas de negro (nuestras monjas) en referencia a lo es
piritualmente incomprensible, es «un m isterio». Quizás en parte el
milagroso cambio de ruta del cantero para dejar de beber hasta morir
era tam bién por esto: esa casita donde construim os la gruta era, tal
cual, lo que acostumbraba llamarse una casita de los sueños rotos.
Quedaban muy pocas de esas «casas de los sueños rotos» en las
calles de ese barrio. Eran casitas minúsculas en el fondo del jardín
y daban a los callejones donde se almacenaban los basureros e inci
neradores de ramas. En lugar de que las diseñara algún constructor,
estas casas de callejón estaban hechas a mano.
Por lo tanto, cada una de las que existía todavía era locamente
idiosincrática, con frecuencia con un porche para dorm ir, sin aisla
miento térm ico, y la casa entera estaba construida en una losa recta
encima del suelo sin cimientos ni sótano.
Mi diminuta casita azul de los sueños rotos estaba hecha de blo
ques de cem ento y repellada con estuco, hasta parecía ten er una
ligera sem ejanza con una señora poco atractiva que usa m ucho
maquillaje. Como plomería, esta cabañita tenía antigua tubería de
hierro negro; como no tenía sótano, la gran caldera de hierro pinta
do de color aluminio estaba prácticam ente en medio de la sala.
Con el tiempo, estas casitas construidas de forma tan extraña se
llamaron «hogar de los sueños rotos» porque hacía mucho sus due
ños planearon construir esta diminuta casa de una habitación y sin
garaje, y vivir en ella hasta que pudieran ahorrar el dinero suficiente
para construir «la casa grande» enfrente; en general, un chalé de
ladrillo de un nivel con dos habitaciones y un baño.
Pero para algunos el dinero nunca se m aterializó. Llegaron
tiempos difíciles, y nunca pudo cumplirse ese sueño de la «gran ca
sa de enfrente».
Para el cantero y para m í era evidente el paralelismo de todo
esto, que una capilla tan hermosa para Guadalupe y también tan ta
belleza del alma misma del cantero quizás solo pudieran salir a la
superficie en la Casa de los Sueños Rotos. De haberse construido
la «casa grande», no habría quedado espacio para Guadalupe ni para
'*v 49
¿i borracho y la -Señora
Podemos term inar con las cosas del mundo, term inar con aquellos
que quieren degradarnos, term inar con esas sustancias que intentan
robarnos el alma, term inar con relaciones y trabajos que nos hacen
más pequeños en lugar de expandirnos; pero ¿dónde empezaría uno
para poder term inar con Ella? ¿Cómo sabría uno que ha terminado en
serio? ¿Cuándo tenem os la edad suficiente para dejar de ser hijos de
Nuestra Madre, para term inar con la necesidad de una «m adre que
bendice» que levántalas manos sobre nuestras vidas?
Nunca.
Ese, por lo tanto, se convirtió en uno de los mensajes más daros
de Guadalupe, La Lupita, durante el tiempo en que mi herm ano y
yo dedicamos todas nuestras cicatrices a crear armazones invisibles
para la gruta, para nuestras vidas. Podríamos hacer elegantes huh
mensajes. Podríamos del inirlos con palabras ostenlimas, pero al li
50 -i-*?
desatando a la M ujer ¿Fuerte
Ma
Marna
Marni
Madre
Marno
Mommie
Makuahine
Maji
Majka
Moer
M ànaA nya
Móthair
M aman
Mdti
M ère -
Okaasan
M utter
Mor
Mari
Motina
M atka
Mother
52 ■*-**
desatando a la M ujer -h u ru
El pozo de María
4
ENAMORADA DE ELLA
H U M ILD E E IR R E FR E N A B L E M E N T E
G u adalu pe es la líder d e
las ch icas b an d a del Cielo
un pozo sagrado.
Murió y lo quemaron y después lo enterraron.
Y yo le rezo a Ella,
le rezo a Ella,
le rezo a Ella, Mío Dio, Dio Mío,
porque es ¡a m ujer más fu erte que conozco.
5
«¡L E V Á N T E N S E ! AUN D ESPU ÉS DE QUE
SE D ER RA M E LA S A N G R E », D ICE LA CON QUISTA,
N U ESTR A SEÑO RA DE LOS CONQUISTADOS
«¡Levántense! Aun
después de que se
derrame la sangre...
y en particular
e n to n ces» ,d ice La
Conquista. Nuestra
Señora de los
Conquistados
sk-ií-Aofes
Si no se puede soñar,
no se puede hacer.
¡Levántense!
No se adelanten,
sino siembren por doquier
los más hermosos,
los más salvajes sueños
que haya rugido el Alma.
A ntecedentes:
la m isteriosa vida eterna de la M adre
S o m o s p l a n t a s v e r d e s e n e s t e c a m p o d o r a d o . A p e s a r d e la m u e r t e
d e lo s s u e ñ o s o lo s s o ñ a d o r e s , a p e s a r d e l d e r r a m a m i e n t o d e s a n g r e ,
la e s e n c i a e n n o s o t r o s e s tá p r o te g id a d e a lg u n a m a n e r a , n u t r i d a d e
n u e v o p o r a lg u ie n q u e n o p u e d e s e r d e s t r u i d o . L a M a d r e , d a d o r a
d e n u e v a v i d a , s e r á l l a m a d a u n a y o t r a v e z p a r a d a r n o s v id a p o r el
a m o r y el a n h e lo q u e t i e n e la g e n te d e E lla , y p o r el a m o r y a n h e lo d e
E lla h a c ia la g e n te .
L a s n a c i o n e s m á s a ñ e j a s , la s t r i b u s m á s a n t i g u a s , s i e m p r e c o
n o c i e r o n a N u e s tr a S e ñ o r a . L a c o n o c i e r o n p o r u n o o m á s d e s u s m i
le s d e n o m b r e s .
A s í, e n C h o l u l a , e n T l a x c a l a , y e n o t r o s l a d o s d e M é x i c o , a ú n
h o y v iv e n c a m p e s i n o s p o b r e s q u e s i g u e n d e s g r a n a n d o e l m a í z a
m a n o , j u s t o c o m o lo h a c í a n s u s a n c e s t r o s p a r a la M a d r e e n s ig lo s
a n t e r i o r e s . R e c u e r d a n a la M a d r e S a n t í s i m a d e s d e a n t e s d e la
C o n q u i s t a , a n t e s d e la s u b y u g a c i ó n s a lv a je p e r p e t r a d a s o b r e lo s
p u e b lo s t r i b a l e s d e s d e 1 5 1 9 .
L o s c a m p e s i n o s v e ía n e n t o n c e s , c o m o a h o r a , la F u e r z a V ita l e n
to d o tip o d e s e m illa s c o m o b e n d ic ió n de la M a d r e q u e c u id a a t o d o s ,
que a lim e n ta a to d o s.
L a g e n t e se a f e r r ó a s u s i n t e r p r e t a c i o n e s y r e c u e r d o s d e la G r a n
M u je r , a u n q u e lo s q u e q u e r ía n e l p o d e r i n t e n t a r a n s u b v e r tir la p o
d e ro s a m e n te .
S u c e d ió a s í: h a c i a 1 5 1 9 , e n E s p a ñ a , la r e a l e z a h a b ía e x p u ls a d o a
lo s j u d í o s , o b lig a n d o a m u c h o s a c o n v e r t i r s e , c o n t r a su v o lu n ta d , e n
c r i s t i a n o s . E s p a ñ a y a h a b ía d a d o p a s o a u n a In q u is ic ió n s a n g r i e n t a .
A h o r a f i n a n c i a b a n t r i p u l a c i o n e s y n a v io s d e m a d e r a p a r a n a v e g a r
d e s d e E u r o p a h a s t a A ^ tld n , u n o d e lo s a n tig u o s n o m b r e s d e M é x ic o .
L o s c o n q u is ta d o r e s a v a n z a r o n e n t o n c e s l e n t a m e n t e c o n s u s c a b a
llo s p o r la s a g u a s r e v u e l t a s y h a s t a la c o s t a d e u n h e r m o s o p u e r t o
v irg e n en lo q u e h o y e s Y u c a t á n , M é x ic o .
Después, matando a indígenas desarmados, poniendo en con
tra a las tribus por medio del engaño, amenazándolas con privarlas
de la comida o matar a las familias asustadas si rehusaban permitir
64 ■'<jés
desatando a la M u jer-h u rle
q u e su s h ija s f u e r a n r a p t a d a s (y si s u s h ijo s se n e g a b a n a s e r r e c l u t a -
d o s ), lo s c o n q u is ta d o r e s d e s a r r o lla r o n el c lie n te lis m o p a r a c o m p r a r
l e a l t a d . L o s « s o l d a d o s » a r m a d o s d e la E u r o p a d e l « V ie jo M u n d o »
d ije ro n q u e te n ía n el d e r e c h o d e r e c l a m a r a to d o s lo s s e r e s h u m a n o s
d e la s A m é r ic a s . E n h is to r ia s p o s t e r i o r e s se h a r í a n l l a m a r « e x p l o r a
d o r e s » , p e r o d e f in itiv a m e n te n o e r a n s o lo e s o .
V in ie r o n c o n la m is ió n e x p líc ita d e a p r o p i a r s e d e t i e r r a s , r iq u e
z a m i n e r a l , o r o , p i e d r a s p r e c i o s a s , n i ñ o s , m u je r e s j ó v e n e s , in d íg e
n a s s a n o s y f u e r t e s . L le v a r o n s u m a r i a m e n t e a c a b o lo s t e r r o r i s m o s
q u e j u z g a b a n e f e c tiv o s p a r a lle v á r s e lo t o d o y d e s c o r a z o n a r el a lm a
d e la g e n te . A s í fu e m u c h o m á s fá c il e s c la v iz a r a t a n t o s fa v o r e c ie n d o
a p o c o s , p e r o e n g e n e r a l c a p t u r a n d o a c a d a a lm a s in r e s c a t e .
L o s i n v a s o r e s s e a u t o d e n o m i n a r o n c o n q u is t a d o r e s , p e r o e n
r e a l i d a d r e p r e s e n t a b a n s o lo u n m i n ú s c u l o g r u p o m e r c e n a r i o d e l
p u e b lo e n o r m e m e n t e c á lid o y c o m p a s iv o d e E s p a ñ a ; a lg u n o s d e c ía n
s e r « d e n o b le c u n a » , p e r o la m a y o r ía e r a n c a m p e s i n o s , c a s i s ie rv o s
q u e , m u c h a s v e c e s , ta m b ié n v iv ía n b a jo el y u g o d e g o b ie r n o s lo c a le s
o p reso res.
S in e m b a r g o , lo s c o n q u i s t a d o r e s n o p o d r í a n h a b e r d e r r i b a d o
p o r s í s o lo s la s c u l t u r a s a l t a m e n t e d e s a r r o l l a d a s d e la s A m é r i c a s .
A lo s m e r c e n a r i o s p r o n t o se le s u n i e r o n o le a d a s d e c l é r ig o s y o t r o s
q u e a f ir m a b a n t e n e r u n a lto e s ta tu s s o c ia l e n E s p a ñ a , G r e c ia , I ta lia
y v a r io s lu g a r e s d e E u r o p a ; t o d o s d e c ía n q u e , p o r t a n t o , te n í a n « d e
r e c h o s » s o b re lo s n a c id o s e n la s A m é r ic a s .
E n lo s s ig lo s X V I, X V I I y X V III, h o r d a s d e « c o l o n o s » c o r r i e r o n a
r e c l a m a r t i e r r a s y e s c la v o s e n la s A m é r i c a s , a f i r m a n d o s e r r e l i g i o
s o s , p e r o a l p a r e c e r s in d a r s e c u e n t a d e q u e in c lu s o e l c r u c if ijo d e
o r o m á s g r a n d e y a p a r a t o s o n o p u e d e e s c o n d e r la d e g e n e r a c ió n n i la
a v a r ic ia in s a c ia b le d e u n c o r a z ó n c o d ic io s o .
A s í, f in g ie n d o q u e s u s v a n i d a d e s e r a n d e h e c h o v i r t u d e s , m u
c h o s o p o r tu n is ta s o p r im ie r o n a lo s in d íg e n a s , a h o r a b a jo o c u p a c ió n
m i l i t a r . E n M é x ic o , a e s t a d e v a s ta c ió n a v e c e s to d a v ía se le l l a m a la
In q u is ic ió n m e x i c a n a .
F o r z a n d o su r e lig ió n s o b r e lo s in d íg e n a s , ta l c o m o h i c i e r a n c o n
lo s ju d ío s e n la E u r o p a d el V iejo M u n d o , lo s h o m b r e s y la s m u je r e s
-v » (l«5
M a s a c r e d e los s o ñ a d o r e s : l y M adri M a i;
in v a s o r e s s e e x te n d i e r o n p o r C e n t r o , S u d a m é r i c a y el C a r ib e , i n s t a
lá n d o s e a v iv ir c o n m a j e s t u o s a p e r e z a , m i e n t r a s r e p a r t í a n g o lp iz a s ,
m u tila c io n e s y c a s tig o s c r i m i n a l e s , r e c l a m a n d o a la s m u je r e s , n iñ o s
y h o m b r e s n a tiv o s c o m o s u s b ie n e s .
P o r m e d io d e l f u e g o , la e s p a d a , el m a z o y la d e f o r m a c i ó n ( d e s
tr u y e n d o a s i l a h i s t o r i a , el a r t e y la s c u ltu r a s d e la g e n t e ) , e n M é x ic o ,
c o m o e n o t r o s lu g a r e s , la s e n o r m e s b ib lio te c a s a n c e s t r a l e s , d e p o s i
t a r í a s d e la p o e s í a , la c i e n c i a , la b io lo g ía , la z o o lo g ía , lo s c a n t o s d e
fe rtilid a d , d a n z a s , h is to ria s fa m ilia re s , h is to ria s de g u e r r a , m ito
lo g ía s , i n v e n ta r io s d e a l m a c é n , c ic l o s d e l c l i m a , a s t r o n o m í a , t o d a s
la s p r o v in c ia s p e r te n e c i e n t e s p o r t r a d i c i ó n a la S a n ta M a d r e , f u e r o n
d e s tr u id a s a p r o p ó s ito . (S o lo c i n c o c ó d ic e s d e l i t e r a lm e n te m illo n e s
d e p e r g a m i n o s l o g r a r o n s o b r e v iv ir a la C o n q u is ta : d o s s o n f a c s í m i
le s y n in g u n o d e ta lla u n a s o la p a la b r a s o b r e la M a d r e n i el P a d r e d e
la V id a , n i d e l S a n to N iñ o lle v a d o e n e l c o r a z ó n p o r ¡o s in d io s , el
p u e b lo in d íg e n a , d u r a n te s ig lo s .)
Q u iz á s s e a u n a p e c u lia r id a d a b s o lu ta d e la n a t u r a l e z a h u m a n a t r a
t a r d e d ilu ir y / o n e g a r la m a s a c r e a l p o r m a y o r d e p e r s o n a s , la d e s
t r u c c i ó n d e c u l t u r a s , d e s p u é s d e l h e c h o . C o m o lo s q u e n i e g a n el
H o l o c a u s t o e n la S e g u n d a G u e r r a M u n d ia l, e n A r m e n i a , C a m b o y a ,
el a s e s i n a t o d e la s t r i b u s m a s u r i a s y s u a b a s , y lo q u e s e h iz o a lo s
k u r d o s y v a r io s c ie n to s m á s , h a y q u ie n e s h o y ta m b ié n d e s e a n b o r r a r
la m e m o r i a d e e s ta in v a s ió n a s a n g r e f r ía d e la s A m é r i c a s y e n c o n
s e c u e n c ia r e n o m b r a r el m a l c o m o « b i e n » .
P e ro e n n u e s tr o p r o p io t i e m p o , m i r a n d o la d e s t r u c c i ó n d e Z i m -
b a b u e p o r e l d i c t a d o r R o b e r t M u g a b e ; la r u i n a d e B i r m a n i a p o r el
d i c t a d o r T h a n S h w e ; el h o r r o r d e la s c o lo n iz a c io n e s e n H a i t í p o r lo s
in v a s o r e s y lu e g o el v il s a q u e o p e r p e t r a d o p o r lo s d i c t a d o r e s P a p a
D o c , B a b y D o c D u v a lie r y s u e x e s p o s a M ic h è le B e n n e t t ; al v e r en
n u e s tr a é p o c a o t r a s t i e r r a s y p u e b lo s c a s i c o m p l e t a m e n t e d e s t r u i
d o s , h e m o s a le s lig u o d o tic p r i m e r a m a n o e n n u e s t r o s d í a s , c o r r o
66 -<<*3
desatando a la M ujer Jiieiíe
h o r a d o c o n o jo s b ie n a b i e r t o s , q u e s o lo se n e c e s i t a u n p u ñ a d o de
m a t o n e s p a r a a b r u m a r y d a ñ a r a l i t e r a l m e n t e m illo n e s .
C o n o c ie n d o a s í la r e a lid a d d e la « p e o r b a je z a » d e la n a t u r a l e z a
h u m a n a , s o m o s c l a r o s t e s t i g o s e n n u e s t r o s p r o p io s t i e m p o s d e la s
p r e d e c ib le s t r e t a s t e r r o r i s t a s u s a d a s p o r lo s d i c t a d o r e s p a r a a p l a s
t a r y c o n q u i s t a r , lo s a s e s i n a t o s g r a t u i t o s d e la s a lm a s q u e i n t e n t a n
p r o t e g e r la v e r d a d y la i n o c e n c i a , s u a v a r i c i a s in o p o s i c i ó n p o r el
l u c r o y la e s c l a v i z a c i ó n d e o t r o s s e r e s h u m a n o s . L o s v ie jo s r e l a t o s
s o b r e lo s a c t o s t e r r o r í f i c o s y lo s p r o p ó s i t o s r e a le s d e t r á s d e la c o n
q u is ta d e la s A m é r i c a s d e b e n p e r m a n e c e r c o m o u n c o n ju n to b r u ta l
de h is to ria s a tro c e s y v e rd a d e ra s.
L a r e d e n c ió n d e lo s m a le s s e v e ro s n o v ie n e d e b la n q u e a r la m erd e,
el e x c r e m e n t o , s in o d e le v a n ta r la f u e r z a v ita l, le v a n ta r la y s a c a r la d e l
lo d o , el d o lo r y la s a n g r e , p a r a q u e p u e d a b r i l l a r v e r d a d e r a m e n t e d e
n u e v o y c a n t a r s e d e f o r m a p r o p ia y r e v e r e n te , c u e s te lo q u e c u e s te .
L a S a n ta M a d r e y el P u e b lo S a n to f u e r o n d e p u e s to s e n la C o n
q u i s t a , p e r o a h o r a s e v e n e n i g le s ia s m o d e r n a s p o r t o d a A m é r i c a
a u n q u e c o n n u e v o s n o m b r e s , m u c h o s d i s t i n t o s d e lo s a n c e s t r a l e s .
C u a n d o fu i a C h o lu la e n la d é c a d a d e 1 9 6 0 , m u c h a g e n t e a h í, c o m o
e n o t r o s lu g a r e s , r e c o n o c í a a la M a d re p o r n o m b r e s v ie jo s , n o m b r e s
n u e v o s , p o r c u a lq u ie r n o m b r e , e n r e a l i d a d , c o m o s u a m a d a M u je r
S a n ta . L a c o n o c í a n p o r q u e la c o n o c e n , s in i m p o r t a r el r o s t r o q u e le
p in te n e n c i m a , s in i m p o r t a r el a p o d o .
H a y o t r a f o r m a e n la q u e la g e n t e m a n t u v o v iv o s a la M a d r e y
a l P u e b lo S a n to e n s u m e m o r i a e n m e d i o d e la in v a s ió n . C u r i o s a
m e n t e , la C o n q u is ta d e s a r r o l l a u n r a s g o e s p e c íf ic o e n lo s p e q u e ñ o s
g r u p o s a g r e s iv o s d e c id id o s a s o m e t e r a u n p u e b lo ; c o n f r e c u e n c ia se
d e s a ta u n « f r e n e s í d e c o n s t r u c c i ó n d e e d if ic io s » . L o s in v a s o r e s b u s
c a n s o b r e s c r i b i r la c u ltu r a e x i s t e n t e , d e m o d o q u e lo s id e a le s i c ó n i -
c o s d e la g e n te s u p u e s ta m e n te se b o r r e n , se o lv id e n , y lo s v a lo r e s d e
lo s c o n q u is ta d o r e s s e a n lo s ú n ic o s v is ib le s .
H e m o s v is to e s to e n n u e s t r a e r a e n v a r io s p a í s e s , m á s n o t a b l e
m e n t e e n el f r e n e s í p o r c o n s t r u i r e d ific io s e n la A le m a n ia b a jo H i t -
l e r , e n R u m a n i a b a jo C e a u s e s c u , la U n i ó n S o v ié tic a d e s p u é s d e la
S e g u n d a G u e r r a M u n d ia l. E n c a d a u n o d e e s to s lu g a r e s se v io c ó m o
()7
M a s a c r e d e los s o ñ a d o r e s : l'¿i M a d re M a l:
u n g r u p o p e q u e ñ o o u n a s o la p e r s o n a o r d e n a b a e n o r m e s d e m o l i
c i o n e s d e f o r m a s c u l t u r a l e s d e v id a v i g e n t e s , p o r e je m p lo i n c e n
d ia n d o , in u n d a n d o , d e s m a n te la n d o g r a n ja s , tie r r a s a g r íc o la s y
e q u ip o , lle v á n d o s e y m a t a n d o g a n a d o .
E s t a s d e m o l i c i o n e s o b lig a b a n a m i g r a c i o n e s m a s i v a s d e p u e
b lo s a g r í c o l a s a la s c i u d a d e s p a r a v i v i r e n r a s c a c i e l o s c u a d r a d o s
d e c o n c r e t o s in u n p o z o c e n t r a l n i u n r í o . Se d e r r i b a r o n s a n t u a
rio s v e n e ra b le s y h e rm o s a s fo rm a s c o n s tru id a s p o r c u ltu ra s m á s
a n t i g u a s , r e e m p l a z á n d o l a s c o n lo q u e s e c o n s i d e r a b a n lo s e d i f i
c io s m á s i m p o r t a n t e s d e l « E s t a d o » , c o n la i n t e n c i ó n d e g l o r i f i c a r
u n a id e a l i m i t a d a o a u n a p e r s o n a .
L o s i n v a s o r e s e n M é x i c o y la s A m é r i c a s t a m b i é n o b l i g a r o n a
t r a b a j a r a lo s in d í g e n a s q u e q u e d a b a n , f o r z á n d o l o s a d e m o l e r s u s
te m p lo s s a g r a d o s , e s t a t u a s e m b l e m á t i c a s , f r e s c o s y e s te la s . E s to i n
c lu ía o r d e n a r a lo s tr a b a j a d o r e s e s c la v o s q u e d e s t r o z a r a n m illo n e s
d e s a n t u a r i o s , t e m p l o s , e s t a t u a s y f ig u r a s p i n t a d a s d e la M a d r e , y
r e p r e s e n t a c i o n e s a r t í s t i c a s d e s u s m ú ltip le s d o n e s a t o d o s lo s s e r e s
h u m an os.
A lo s t r a b a j a d o r e s se le s o r d e n ó q u e , e n c i m a d e e s o s s itio s e x a c
to s y lu g a r e s s a g r a d o s a n tig u o s , c o n s t r u y e r a n lo s e x tr a v a g a n t e s p a
la c io s y e d if ic io s q u e lo s in v a s o r e s q u is ie r a n , y q u e c r e a r a n e s t a t u a s
q u e r e f le ja r a n r o s t r o s e u r o p e o s e n l u g a r d e la s c a r a s d e l p u e b lo .
H o y e x i s t e u n a d u lc e i r o n í a e n e s t o , la c u a l d e b e h a c e r q u e la
M a d r e S a n t í s i m a s o n r í a s u t i l m e n t e : e n la m a y o r í a d e la s m ile s d e
ig le s ia s c o n s t r u i d a s e n é p o c a d e la C o n q u is ta c o n el t r a b a j o d e e s
c la v o s , u n o p u e d e v e r c ó m o s e a lz a n s u s m u r o s , s í. P e r o la s r a í c e s ,
la s p ie d r a s m i s m a s d e lo s c i m i e n t o s — q u e c o n f r e c u e n c i a s e a lz a n
c in c o o d ie z m e t r o s o m á s a r r i b a d e l s u e lo y t i e n e n m e t r o s d e p r o
f u n d id a d — s o n j u s t o lo s m i s m o s c i m i e n t o s c o lo c a d o s p a r a la M a d re
y su F a m i l i a , p a r a s u s t e m p lo s y s a n t u a r i o s .
E s to s c i m i e n t o s d e p ie d r a f u e r o n c o lo c a d o s c o n h e r m o s a p r e c i
sió n p o r el P u e b lo S a n to n a h u a , m u c h o a n t e s d e q u e lo s c o n q u i s t a
d o re s s e tr o p e z a r a n c o n la s A m é r ic a s .
Por eso la Madre en todos esos siglos desde la Conquista perma
necióen la base de eicnlos de miles de iglesias levantadas en todo el
68
D e s a ta n d o a la M u jer ¿fuerte
te r r i t o r i o d e la s A m é r ic a s : la S a n ta M a d r e s ig u e s ie n d o u n c im ie n to ,
la r a íz m i s m a d e lo q u e y a c e e n c im a .
L a m a y o ría de lo s o b s e rv a d o re s n o se d a n c u e n ta de q u e m u c h o a n te s
d e la C o n q u is ta el p u e b lo a z te c a , lo s m a y a s , lo s in c a s , to d o s c o n s tr u ía n
n u e v a s p irá m id e s e n c im a d e p irá m id e s v ie ja s, u n a tá c tic a d e in g e n ie ría
a p a re n te m e n te ló g ic a p a r a la esta b ilid a d d e e s tru c tu ra s ta n a lta s .
S o lo q u e lo s a n c i a n o s c o n lo s q u e h a b lé e n e s to s lu g a r e s r e v e l a
r o n q u e , a u n q u e t a m b i é n t e n í a q u e v e r c o n la i n g e n i e r í a , e l p r o p ó
s ito r e a l d e c o n s t r u i r s o b r e o t r o s e d if ic io s e n lo s v ie jo s t i e m p o s e r a
p a r a h o n r a r « lo s p i e s » ; e s d e c i r , p a r a v e n e r a r q u e lo « n u e v o » n u n c a
se p o n e e n c i m a : c r e c e d e s d e la r a íz d e lo S a n to .
A s í s e p u e d e a p r e c i a r q u e m i l e s d e ig l e s i a s d e la C o n q u is ta n o
« c u b r e n » e x a c t a m e n t e , s in o q u e e s t á n s o s t e n i d a s , a b r a z a d a s p o r la
M a d r e S a n ta , p o r s u r a íz n u tr itiv a .
Q u iz á s p u e d a n i m a g i n a r s e a lo s q u e o r d e n a r o n lo s n u e v o s e d i
f ic io s p e n s a n d o q u e e l i m i n a b a n u n a c u l t u r a q u e e n t e n d í a n c o m o
a j e n a , m i e n t r a s q u e lo s q u e c o n s t r u í a n c r e í a n q u e N u e s t r a S a n t a
M a d re es s u fic ie n te m e n te v a s ta , s u fic ie n te m e n te p ro fu n d a , c o m o
p a r a a lb e r g a r a e s e n u e v o e d ific io .
Q u iz á s u n a n tig u o c a p a t a z in d íg e n a , a u n q u e él m i s m o t a m b ié n
e r a u n e s c la v o , c o n v e n c i ó a u n c o n s t r u c t o r e s p a ñ o l p a r a q u e u s a
r a lo s v ie jo s c i m i e n t o s d e lo s t e m p l o s d e l P u e b lo S a n t o . Q u iz á s el
c o n s t r u c t o r e s p a ñ o l a c c e d ió , v ie n d o la v e n ta ja m a n if ie s ta — la e s t a
b il i d a d — y el id e a l d e t r á s d e e llo : p r e s e r v a r v a lo r e s a n c e s t r a l e s y la
d e v o c ió n a la M a d r e y s u p a r e n t e l a a l c o n s t r u i r s o b re s u fu e r z a .
A p e s a r d e t o d o , lo s p u e b lo s d e la s A m é r i c a s m a n t u v i e r o n v iv a
a la S a n ta M a d r e e n lo s c im ie n to s d e lo s e d ific io s m á s g r a n d e s , p u e s
la g e n t e c o m p r e n d i ó q u e , a l ig u a l q u e c o n u n a p l a n t a , lo q u e m á s
i m p o r t a e s la r a i g a m b r e ; lo q u e r e a l m e n t e s o s tie n e , n u t r e , d a a p o y o
a to d o , e s lo q u e e s tá b a jo t i e r r a .
N o i m p o r t a q u é o q u ié n i n t e n t e o b s t r u i r s u p a s o , c o n s t r u y a e n
c i m a d e E l l a , la e n c i e r r e d e t r á s d e u n m u r o , E lla t o d a v ía e s t á a q u í.
T o d o s lo s q u e tie n e n o jo s p a r a v e r , la v e n . T o d o s lo s q u e tie n e n o íd o s
p a r a e s c u c h a r , la e s c u c h a n .
A s í e s c o m o e s to fu e b e n d ita m e n te p r e d e s tin a d o .
' *'' <if>
M a sa c re d e los s o ñ a d o r e s : I¿j M a d re M a n
Q u iz á s s o ñ a m o s n u ev o s s u eñ o s s o lo p a r a n o s o tr o s m is m o s . P ero
es un h e c h o q u e ta m b ié n s o ñ a m o s s u e ñ o s v iejos, s u eñ o s r e c ic la d o s
q u e s o ñ a r o n o t r o s q u e v iv iero n m u c h o a n t e s d e q u e n a c ié r a m o s .
N os a s e m e j a m o s h a s t a e l m ín im o d e t a ll e a a lg u n o s d e n u e s tr o s
a n c e s tr o s d e e s ta m a n e r a : sus d o n e s y s u eñ o s n o m u riero n c u a n d o
su s v id a s f u e r o n h o r r ib le m e n t e tr u n c a d a s o d e m a s i a d o p r o n t o o
in clu so a l f i n a l d e u n a la r g a v id a.
E n t r e n u e s t r o p u e b lo , s in i m p o r t a r d e q u é g r u p o s t r i b a l e s p r o
c e d a m o s (y a lg u n o s v e n im o s d e v a r io s a la v e z ) , e n tr e t o d a la g e n te
a n c e s t r a l q u e t e n e m o s , h u b o s o ñ a d o r e s q u e s o ñ a r o n el p r e s e n t e , el
p a s a d o y el f u tu r o .
L a s llu v ia s d e d e s te llo s q u e s u s m e jo r e s s u e ñ o s y e n t e n d i
m ie n to s lib e r a r o n , e s tá n e n n o s o tr o s d e a lg u n a m a n e r a ta m b ié n :
e n i m p u l s o s , i n s p i r a c i o n e s r e p e n t i n a s , e n t o d o lo q u e a v e c e s
p a r e c e e s t a l l a r e n n o s o t r o s c o n f u e g o a d i c i o n a l p a r a h a c e r y s e r ...
y p a r a t r a e r d e v u e l t a a l a l m a d e s u ú n i c o c a m i n a r e n la t i e r r a d e
lo s m u e r t o s .
A u n q u e u n a g e n e ra c ió n d e s a p a re z c a d e e s ta T ie r r a , d e a lg u
n a m a n e r a m u c h a s d e la s e s p e r a n z a s , i d e a s y s u e ñ o s d e c a d a u n a
p a r e c e n b u s c a r t e r r e n o e n la s s ig u ie n te s . I n c lu s o si lo s d e s tr u y e n o
e n t i e r r a n , s u s m e j o r e s id e a le s a n c e s t r a l e s n o s l l a m a n a tr a v é s d e l
t i e m p o , f i l t r á n d o s e p o r el s u e lo m o d e r n o d e n u e s t r o s e r c o m o u n
p o z o a r t e s i a n o in a g o ta b le q u e d a s u s te n to a n u e s t r a e x is te n c ia .
A s í t a m b i é n s u c e d e c o n el r e c u e r d o d e la S a n ta M a d r e . L o s a n
tig u o s u s o s y b o n d a d e s t o c a n a la p u e r t a p a r a d e ja r lo s e n t r a r , p a s a n
así p o r m e d io de n o s o tr o s , y e n to n c e s p o d e m o s b u s c a r p o n e rlo s a
t r a b a j a r d e f o r m a s n u e v a s e n n u e s t r o p ro p io tie m p o .
T o d o b ie n q u e e s t e m o s b u s c a n d o t a m b i é n n o s b u s c a . T o d o b ie n
q u e a lg u n a v ez c o n o c i m o s en n u e s tr a g r a n fa m ilia h u m a n a n o s v o l
v e r á a e n c o n t r a r . L a p s iq u e e s u n u n i v e r s o p r o p i o e n el q u e n a d a
b u e n o se p ie rd e ja m á s d el to d o . C u a lq u ie r p a r t e p e r d id a o f a l t a n t c
d e lo S a g r a d o , la v o lv e re m o s a s o ñ a r d e n u e v o . S ie m p r e s o ñ a r e m o s
lo S a g r a d o olí a ve/,.
70 ''-*5
desatando a la M ujer ¿fuerte
C a s i p o r t o d a s p a r t e s d o n d e c a m i n é e n C h o lu la y lo s d im in u to s b a
r r i o s d e s u s a l r e d e d o r e s , m e in v ita r o n a e n t r a r e n c a s a s d e u n a s o la
h a b i t a c i ó n : t r e s p a r e d e s c o n u n lim p io p is o d e t i e r r a . C o m o o c u r r e
e n tr e la g e n te h u m ild e d e m u c h o s lu g a r e s d e A m é r i c a , la c u a r t a p a
r e d p o d r ía s e r u n a f lo r e c ie n te j a c a r a n d a , v i o l e n t a m e n t e m o r a d a , o
u n a o n d u la n te m o n t a ñ a a z u l e n la d is ta n c ia .
E n p e q u e ñ o s p a tio s , d u r a n te el c a l o r d e l m e d io d ía y e n t r e c o m i
d a s b a ñ a d a s d e lim ó n , s u p e lo d e v o to s q u e m u c h o s e r a n d e la S a n ta
M a d r e . A q u í ta m b ié n la c o n o c e n p o r la s n a r r a t i v a s a p ó c r if a s y a n e c
d ó tic a s q u e h a n p a s a d o p o r la t r a d i c i ó n o r a l d u r a n te s ig lo s .
A lg u n o s to d a v ía r e c u e r d a n a la M a d r e S a n tís im a c o m o X ilon en ,
a v e c e s lla m á n d o la S a n ta X ilon en , L a M a d r e d el M aíz, M a d re M a i
z a le s , M a d r e d e lo s C a m p o s d e M a íz ; a lg u n o s d e c í a n q u e e lla e s la
i m a g e n d e N u estra S e ñ o ra d e G u a d a lu p e.
A s u n c i ó n , m i d u lc e p e q u e ñ a g u ía e n lo s c a m p o s y f l o r e s d e e s a
t i e r r a , m e d ijo q u e L a M o r e n ita e s L a M u jer G ra n d e, q u e s o b re v iv ió a
la C o n q u is ta a p e s a r d e q u e t a n t o s s e r e s h u m a n o s y c o s a s n o lo c o n
s ig u ie r o n .
A c o s t a d a e n la h a b i t a c i ó n b a jo el á r b o l d o n d e d o r m í a , c o n u n
t e c h o d e h o ja s q u e d e ja b a v e r a l g u n a s e s t r e l l a s , p o d ía e s c u c h a r a
A s u n c ió n y a o t r a s a n c i a n a s y a n c i a n o s q u e « s o ñ a b a n e n v o z a l t a » ,
c o m o d e c ía n ; e n o t r a s p a la b r a s , r e c o r d a n d o c ó m o « fu e a lg u n a v e z » .
U n a d e la s h i s t o r i a s q u e m á s a m é fu e s o b r e la e s e n c i a d e N u e s tr a
S e ñ o r a d e G u a d a lu p e c a m i n a n d o e n tr e n u e s t r a g e n t e e n lo s d i v e r
s o s b a r r i o s , p o n ié n d o s e d if e r e n te s tra jes t íp ic o s , « d i s f r a c e s » , p o r
q u e c a d a b a r r io r e c o n o c í a su im a g e n d e d is tin ta m a n e r a .
A sí, e n el b o rd e d e e s te c a m in o u s a b a ytatls, m o ta s e s c a r la ta s d e e s
ta m b r e d e c a d a la d o d e la c a b e z a . E n o tr o p u e b lo al s u r d e C h o lu la , e s
ta b a cu b ie rta c o n u n v e lo p a r a p ro te g e r s e c o n t r a la s to r m e n t a s d e p o lv o
q u e se e le v a b a n en lo s c a m p o s re c ié n a ra d o s d o n d e c o n f r e c u e n c ia se le
p o d ía v e r g ir a n d o j u s t o a r r ib a d e la ti e r r a . E n o tr o e s ta b a r a p a d a , p a r a
m o s t r a r q u e se e n c o n tr a b a d e d u e lo . E n o tr o a p a r e c ía c o m p le ta m e n te
d e p ila d a , p a ra e x p r e s a r q u e n a d a c o r r u p to se p o d ía a f e r r a r a Ella.
t* v 71
Masacre de los soñadores: Xa M adre Maíz
E n v a r i a s p a r t e s la e n t e n d í a n c o m o u n a n i ñ a q u e m i r a b a h a c i a
su p r o p i a m a d r e , o t r o s e r s a n t o . E n a q u e l p u e b lo , u s a b a r u i d o s o s
c i n t u r o n e s d e c a p a r a z ó n d e t o r t u g a . E n u n o m á s , se v e s t í a d e c l e
m á tid e s , e n re d a d e ra s de b o tó n de o ro , c e m p a s ú c h il d el n a ra n ja
m á s a n a ra n ja d o . E n o tro , e sta b a p e rp e tu a m e n te e m b a ra z a d a d el
P e q u e ñ o , a v e c e s l l a m a d o El M a ñ u e lito , a v e c e s l l a m a d o e l N iñ o
Je s ú s .
E s t o , p e n s a b a y o , t e n í a t o d o e l s e n tid o p a r a e l a l m a : G r a n M u
j e r , S a n ta M a r ía , M a d r e M e r , N u estra S e ñ o r a , L a M era M e r a , e n s u
m i s e r i c o r d i a , a p a r e c e r í a d e c o r a d a , v e s tid a , s e m o s t r a r í a c o m o c a d a
a lm a e n la t i e r r a p u d ie r a , lo g r a r a m e j o r e n t e n d e r l a , c o m o la e n t e n
d ía n y e n tie n d e n e n s u s m ú ltip le s r e p r e s e n t a c i o n e s .
D is tin ta s i m á g e n e s , d i s tin to a r t e . D is tin ta s p e r s o n a s . D e c o m
p le x ió n o s c u r a , o jo s c l a r o s , o jo s o s c u r o s , p ie l d e b r o n c e , o jo s a z u le s ,
p e lir r o ja , d e p ie l b l a n c a , n a r iz g r a n d e , n a r iz p e q u e ñ a , p e r o s ie m p r e
c o n u n a c o n s t a n t e : s u s m a n o s , s ie m p r e s u s m a n o s g e n e r o s a s .
L a m is m a a lm a . L a m is m a h e rm o s a a lm a , N u e s tra M a d re . L a
m i s m a S a n t a M a d r e . L a m is m a .
¿ S a b e n q u e los s u e ñ o s n o c t u r n o s a v e c e s p a r e c e n o f r e c e r i n f o r
m a c i ó n d e s l u m b r a n t e ? S í. N o s p a s a a t o d o s . C u a n d o h e m o s
e s ta d o v ia ja n d o o p e n s a n d o , a p r e n d ie n d o o ley en d o d u ra n te
el d ía , d e r e p e n te n u estro s s u e ñ o s n o c tu r n o s p a r e c e n m á s
v iv id o s d e lo u s u a l. E s c o m o si n u e s tr o i n c o n s c ie n t e e s c o g i e r a
a l g ú n d e t a l l i t o en el q u e h e m o s e s t a d o p e n s a n d o o v ie n d o c o n
la im a g in a c ió n , y e n t o n c e s el a l m a n o s s u e ñ a el p a n o r a m a m á s
a m p lio , n o p a r a q u e p o d a m o s co n e x a c titu d « s a b e r » a lg o
m á s a l l á d e lo o b v io , s in o p a r a r e c o r d a r a lg o im p o r t a n t e p a r a el
a lm a : a v e c e s el a l m a p r o p ia ; a v e c e s el a l m a d e u n s e r a m a d o ; a
r e c e s la s a l m a s d e u n a f a m i l i a o t r i b u ; a v e c e s , q u i l a s , el a l m a
del m u n d o .
72 ''* ?
desatando a la M ujer ¿fuerte
A lg o a s í m e o c u r r i ó m i e n t r a s m a n e j a b a p o r la C a r r e t e r a P a n a
m e r i c a n a d e s d e D e n v e r, C o lo r a d o , h a s t a la p u n ta d e la se lv a d el Da
r ié n , e n P a n a m á :
H a b ía m a n e ja d o m u c h o , d e te n ié n d o m e , q u e d á n d o m e , p r o
s ig u ie n d o m i c a m i n o . E n r e a lid a d m e e s ta b a s in tie n d o m u y
t r i s t e d e e s c u c h a r p o r s e m a n a s t a n t a s v ie ja s h is to r ia s c o n u n
tra s fo n d o p ro fu n d o a c e r c a d e u n a m u e rte g ro te s c a a m a n o s
d e lo s c o n q u is ta d o r e s y d e lo s q u e v i n i e r o n c o n e llo s y d e s
p u é s p a r a e s c la v iz a r y o c u p a r .
A s í q u e , u n a n o c h e , d u r m i e n d o j u s t o a la o r i l l a d e lo s
m a i z a l e s e n la s a f u e r a s d e C h o lu la , m a i z a l e s q u e o lía n t a n
v iv id a m e n te v e r d e s , s o ñ é c o n el o t r o n o m b r e d e X i l o n e n , la
M a d r e M a íz .
N o sé si e n r e a l i d a d e s t e e r a u n n o m b r e a n t i g u o q u e el
s u e ñ o i n t e n c i o n a d o tr a d u j o a l e s p a ñ o l o u n n u e v o n o m b r e
q u e lle g ó a la t i e r r a , o u n n o m b r e a b s t r a c t o al a z a r . S o ñ é q u e
la G ra n M u je r, M a d re M a Í £ , t a m b i é n se lla m a b a L a s S ed a s,
q u e s ig n if ic a r ía a lg o a s í c o m o « C a b e llo S e d o s o ... » .
E n m i s u e ñ o , vi c ó m o L a s S ed a s e n v o lv ía c o n d e lic a d e z a
su h e r m o s o p e lo d o r a d o y h ú m e d o r o d e a n d o p o r c o m p l e t o
c a d a c i l i n d r o d e m a í z d e n t r o d e s u s h o ja s v e r d e s . E n t e n d í
e n el s u e ñ o q u e s u p e lo d e m a íz s e d o s o e r a b a l s á m i c o p a r a
lo s t i e r n o s g r a n o s , p r o te g ié n d o lo s . E lla m a n t e n í a lo s g r a n o s
j u s t o a la t e m p e r a t u r a c o r r e c t a p a r a q u e p u d ie r a n c r e c e r , e n
lu g a r d e q u e m a r s e p o r c o m p le to b a jo el so l a r d ie n te .
L a s S e d a s , d u lc e m a d r e s in d u d a p a r a la s f o r m a s m á s
p e q u e ñ a s d e v id a . U n a m a d r e t i e r n a q u e u s a b a s u p e lo s e
d o s o p a r a c o n f o r t a r y p r o t e g e r lo ju g o s o , lo q u e c r e c e , lo i n o
c e n t e , la s f r u t a s q u e a ú n n o e s t á n l i s t a s , a s í c o m o a q u e lla s
lis ta s p a r a la c o s e c h a n u tr itiv a .
E n u n m o m e n t o d e lu c id e z e n el s u e ñ o p e n s é , E s ju s t o
c o m o a l l á en c a s a . A llá d o n d e c r e c í , u n v ie jo y e n t r e c a n o
g r a n j e r o c o n c a m i o n e t a d e ja b a q u e lo s n i ñ o s c o r r i é r a m o s
p o r s u s a lto s m a i z a l e s . P e r o n o s a d v e r tía a lo s p ih u e lo s q u e
73
M a sa c re ele los s o ñ a d o r e s : Xg M a d re M aíz
n o p e lá r a m o s la s h o ja s d e la s m a z o r c a s o e s o d a ñ a r í a a la s d e
la p la n ta .
E n m i s u e ñ o p u d e m i r a r h a c i a a t r á s e n e l t i e m p o a lo s
m a iz a le s d e m i n iñ e z : t a llo s d e m a íz c o n s u s a b r ig u ito s v e r
d e s r e v e s tid o s d e s e d a a m a r i l l a p a r a e v i t a r q u e lo s q u e m a r a
el s o l, p u e s e s ta e ra su ú n ic a p r o te c c ió n p a ra n o t r a n s f o r
m a r s e , d e d u lc e s y t i e r n o s , e n s e c o s y m u e r t o s .
P e r o d e s p u é s , e n m i s u e ñ o , v i a la d u lc e X i l o n e n , n o t a n
d u lc e , n o ta n fá c il d e m i r a r , s in o q u e , e n s u s o jo s , h a b ía c i e r
t a c o m b i n a c i ó n d e a m o r y f e r o c id a d a r d i e n t e .
E lla e x te n d ía s u m a n o p a r a m o s t r a r m e a lg o . « A c é r c a t e .»
E n su p a lm a h a b ía te r r ib le b e lle z a , u n g r a n o d e m a íz d o r a d o
q u e g o te a b a b r illa n te s a n g r e r o ja .
P o d ía s e n t i r c ó m o m i c o r a z ó n s a lta b a d e d o l o r , d e e m o
c i ó n , a m b o s . C o m e n c é a e n t e n d e r e s t o : d e a lg u n a m a n e r a ,
a u n q u e e n o r m e s m a i z a l e s s e d e s t r u y e r o n e n lo s in c e n d i o s
d e la C o n q u is ta , in c lu id o s lo s g r a n o s d e s e r e s v iv o s q u e e r a n
h u m a n o s y a n im a le s , in c lu id o s lo s g r a n o s q u e e r a n p la n ta s y
f lo r e s , a u n q u e t o d o s e llo s f u e r a n d e s tr u id o s , m i e n t r a s q u e
d a r a u n g r a n o f in a l d e m a í z , e s e ú ltim o g r a n o s e r ía n u t r i d o
p o r la s a n g r e m i s m a d e la g e n te i n ju s ta m e n te s e g a d a .
E s t e ú ltim o g r a n o d e m a íz e r a d e a lg u n a m a n e r a la M a
d r e , u n a s e m illa d e m a í z e t e r n a y e l e m e n t a l q u e y a c e r í a e n
la t i e r r a y s e r ía a p l a s t a d a p o r s o ld a d o s y a ú n a s í , d e s d e e lla ,
d e s d e e s t a s o la s e m i l l a , s u r g i r í a n d ie z m il s e m i l l a s , y c a d a
u n a d e e s a s d ie z m il s e r ía s im ie n te d e d e c e n a s d e m ile s m á s .
E s t a d u p lic a c ió n q u e p r o d u c e n u e v a v id a n u n c a c e s a r ía .
L a g e n te s e r ía a lim e n ta d a . L a g e n te v o lv e ría a p r o s p e r a r .
L o q u e fu e a s e s i n a d o v o lv e r ía e n f o r m a s d a n z a n t e s , o n d u
l a n te s , f lo r e c ie n te s y p le n a s .
T o d o e s t o p o r u n a s e m i l l a n u t r i d a c o n la s a n g r e d e lo s
a s e s in a d o s .
a g r í c o l a s j u v e n i l e s . S a b ía p o r m i c r i a n z a r u r a l q u e c a d a m a z o r c a
t i e n e e n t r e s e t e c i e n t o s y o c h o c i e n t o s g r a n o s , y h a s t a el m a í z m á s
p e q u e ñ o y e n a n o tie n e p o r lo m e n o s c u a t r o c i e n t o s . ¡I m a g in e n lo q u e
p u e d e s a l i r d e u n a s e m illa d e m a íz q u e b r o t e , si p r o d u c e p o r lo m e
n o s o c h o m a z o r c a s , o s e s e n t a y c u a t r o m il s e m illa s u n a s o la p la n ta
e n u n a t e m p o r a d a d e cu ltiv o !
N o o lv id a r ía la h i s t o r i a s a n g r i e n t a , lo q u e el p o lv o m i s m o l l e
v a b a e n T l a x c a l a , C h o lu la , P u e b la . P e r o e n m i s u e ñ o , la M a d r e d e
t ie m p o s i n m e m o r i a l e s d e c ía q u e h a s t a el d e r r a m a m i e n t o d e s a n g r e
lle v a d o a c a b o p a r a a s e s i n a r t o d o lo s a g r a d o n u t r i r í a a e s t a s e m illa
m i l a g r o s a q u e a s u v e z a l i m e n t a r í a a la g e n te .
P o d ía v e r d e c i e r t o m o d o c ó m o a p lic a b a e s to a lo s lu g a r e s r o t o s
d e m i p r o p ia v id a ta m b i é n . A l m i s m o t i e m p o , p e n s a b a q u é p a s a r í a
si p u d i é r a m o s t o d o s s e r u n p o c o c o m o L a s S ed a s: c a p a c e s d e p r o
t e g e r , e n v o lv e r c o n t e r n u r a lo q u e q u e d a d e n o s o t r o s y d e lo s d e m á s
d e s p u é s d e u n la r g o p e n a r , a u n si n o s q u e d a s o lo u n a l a s t i m e r a s e -
m illita , y a d e m á s c u b ie r ta d e s a n g r e .
Q u é a c titu d t a n b r illa n te a le ja r s e d e la s r u in a s e n a lg ú n m o m e n
t o b ie n ju s t i f i c a d o y e n f o c a r s e e n lo q u e q u e d a e n s a n g r e n t a d o . P e n
sé q u e L a s S e d a s t a m b ié n m o s t r a b a q u e el f u n d a m e n t o s o b re v iv e a
tr a v é s in c lu s o d e l d e r r a m a m i e n t o d e s a n g r e , el c o r a z ó n r o t o , q u e
m a d u r a s , a b a n d o n o s , t r a i c i o n e s , s e r s e g a d o s . C o m o lo s c i m i e n t o s
d e lo s t e m p lo s s o b r e lo s q u e se c o n s t r u y e r o n ig le s ia s d e la c o n q u i s
t a , s ie m p r e e s t a r á el f u n d a m e n t o ; s ie m p r e e s t a r á la ú l t i m a s e m illa ,
p u e s r e p r e s e n t a a N u e s tr a M a d r e , L a I n e x tin g u ib le .
S egu í re z a n d o , p re g u n ta n d o : « ¿N o so m o s to d o s p e rs o n a s que
h a n s id o e n a lg ú n t i e m p o y l u g a r a p l a s t a d o s d e u n a m a n e r a o d e
o tr a , y que a ú n a s í h e m o s lo g ra d o s o p o r ta r q u e n o s tu m b e n h a s ta
q u e r e s t a s o lo u n t r o c i t o s a n g r ie n to d e n o s o t r o s ? ¿ N o h a y “ a lg ú n l u
g a r ” d e n t r o o c e r c a d e n o s o t r o s d o n d e “ a l g o ” se a lz a p a r a p r o t e g e r a
e s a ú ltim a s e m illa q u e q u e d a e n n u e s t r a s a l m a s ? » .
A l s ig u ie n te d ía le c o n t é a A s u n c i ó n y s u s c o m a d r e s m i s u e ñ o
de L a s S ed as. E s ta b a n ta n ca lla d a s, ta n so m b ría s, q u e p o r u n m o
m e n t o p e n s é q u e la s h a b ía o f e n d id o s in q u e r e r y q u e lo d e s a p r o b a
b a n . N o e r a e s o . E s ta b a n im p a c t a d a s . « ¿ Q u ié n e r e s ? » , p r e g u n ta r o n .
* * 7 5
Masacre ele los soñadores: J¿i M adre M an
« ¿ Q u ié n e r e s , e n r e a lid a d ? » , y lu e g o p r o c e d i e r o n a i g n o r a r m is b a l
b u c e o s m i e n t r a s t r a t a b a d e c o n t e s t a r u n a p r e g u n t a t a n s im p le y ta n
d ifícil. Y a e s ta b a n p la n e a n d o u n d ía d e f ie s ta p a r a L a s S e d a s .
S a b ía n j u s t o l a s c o m i d a s p e r f e c t a s : el m a íz f r e s c o c o r t a d o d e la
m a z o r c a c o n u n c u c h illo filo s o , j u g o d e g r a n a d a , a lg o d e a g r a d a b le
c h o c o l a t e , u n a r ic a m a s a p a r a p r e p a r a r u n a e s p e c ie d e t a m a l c o n la s
h o ja s d e L a s S ed a s.
P a r a la n o c h e , y a m e h a b ía n m a n d a d o c o n u n a o r a c io n a d o r a ,
u n a r e z a n d e r a , p a r a h a c e r p l e g a r i a s p a r a L a F ie s t a d e L a s S e d a s .
N u e s tr a o r a c i ó n ib a m á s o m e n o s a s í: « S a n ta S e d a s , p o r f a v o r a y ú
d a n o s a s e n t i r o r g u l l o y d i g n id a d p o r h a b e r s o b r e v iv id o , s in i m
p o r t a r c ó m o fu e d e r r a m a d a n u e s t r a s a n g r e ; a c o n t e m p l a r la ú ltim a
s e m illa c o n c la r id a d . P o r fa v o r a y ú d a n o s a m u l t i p l i c a r t o d a b o n d a d ,
t o d a a m a b i l i d a d , t o d a p r o t e c c i ó n . A y ú d a n o s a p r o t e g e r la ú ltim a
c o s a b u e n a , q u e t o d a la d u lz u ra p u e d a c r e c e r d e s d e u n a s e m illa a
m u c h a s s e m illa s , y n o s a y u d e a to d o s» .
T a m b ié n m e p r e g u n t a b a si la s o la s e m illa d o r a d a c u b i e r t a d e s a n
g r e q u e L a s S e d a s s o s t e n í a e n s u p a l m a h a b í a s o b r e v iv id o o t r o d e
r r a m a m i e n t o d e s a n g r e a d e m á s d e la C o n q u is ta , u n o q u e d ic e n q u e
o c u r r i ó e n el c o r a z ó n d e lo q u e a lg u n o s lla m a n el M é x ic o d e la p r e
c o n q u is ta , p r e c i s a m e n t e c u a n d o lo s m a t o n e s - i n v a s o r e s d e s e m b a r
c a b a n e n la c o s t a e s te d e M é x ic o .
Se d ic e q u e o c u r r i ó u n a t r á g i c a m a t a n z a j u s t o a n t e s d e q u e lo s
e jé r c ito s d e l V ie jo M u n d o i n v a d ie r a n . E n e s e e n t o n c e s , s e c o n s i d e
r a b a q u e lo s s u e ñ o s n o c t u r n o s e r a n i n f o r m a c i ó n . L o s s u e ñ o s n o c
t u r n o s , c o m o v e m o s ta m b ié n en n u e s t r o s t i e m p o s , p u e d e n a d v e r tir ,
p u e d e n m o s t r a r c ó m o p r o te g e r . L o s s u e ñ o s n o c t u r n o s se e n te n d ía n
c o m o m e n s a je s e n v ia d o s p o r la M a d r e y e l P u e b lo S a n to , q u e a m a n
a s u s h ijo s , d e m u c h o s tip o s y to n a l i d a d e s y p ie le s . E s t o s m e n s a je s
lleg an c u a n d o las p u n ía s del a lm a se a b re n d el to d o : al d o r m i r .
76
desatando a la M ujer.fuerte
E s t a le y e n d a p e r s i s t e n t e h a b la d e u n s u c e s o h o r r e n d o d e s a ta d o
p o r el e m p e r a d o r m i s m o d e l p u e b lo a z t e c a , el c a c iq u e , el r e y - e m
p e r a d o r , M o te c u z o m a X o c o y o tz in , t a m b ié n c o n o c id o c o m o M o c t e
z u m a . L a h i s t o r i a se d e s e n v u e lv e a s í: el líd e r c e n t r a l d e lo s a z t e c a s ,
e n su a n g u s tia , d a ñ ó a lo s h ijo s d e la M a d r e a l v io le n ta r lo s s u e ñ o s .
E s c u c h e n ...
H a c e m u c h o t i e m p o , t a n l e ja n o c o m o e l h o r i z o n t e e n la s f é r t i l e s
p la n ic ie s , la a n tig u a t i e r r a m e x i c a n a e s ta b a c u b ie r ta d e v e r d e s m a i
z a l e s , u n a v a r i e d a d a n c e s t r a l d e m a íz q u e e x p l o t a b a c o n e n e r g ía y
f o r ta le z a p a r a la g e n te .
H a c e m u c h o t i e m p o , e s te m a í z s ilv e s tr e t e n í a c o l o r e s : d o r a d o ,
r o jo , a z u l, b l a n c o , n e g r o , a v e c e s g r a n o s d e m u c h o s c o l o r e s t o d o s
r e v u e lto s b a jo u n a s o la h o ja . A v e c e s lo s g r a n o s e r a n u n i f o r m e s e n
su a p a r i e n c i a , a v e c e s te n ía n f o r m a s i r r e g u la r e s p o r n a tu r a le z a .
A d if e r e n c ia d e lo s in v a s o r e s e x tr a n je r o s a ú n p o r lle g a r , q u e j u z
g a r í a n al p u e b lo n a tiv o c o m o « n o a c e p t a b l e » , el m a ñ e r a c o n s i d e
r a d o u n a G r a n M a d r e q u e n o d i s c r i m i n a b a e n c o n t r a d e s u s h ijo s ,
s in o q u e lo s a m a b a y a lim e n ta b a a t o d o s , q u ie n e s , c o m o E lla , v e n ía n
e n m u c h o s t a m a ñ o s , f o r m a s y c o lo r e s .
E n e s e t i e m p o , la M a d r e M a ñ s e c o n o c í a e n t r e a l g u n a s t r ib u s
n a h u a s o a z t e c a s a n c e s t r a l e s c o m o X i l o n e n . E n la s a g r a d a m e m o
r i a , X i l o n e n e r a e s p o s a d e T e z c a t l i p o c a , el i c o n o d e la M e m o r i a . L a
M e m o r i a y la M a d r e e s t a b a n u n id o s c o m o u n a f u e r z a , a m a d o s p o r
q u ie n e s c o n o c í a n s u s h is to r ia s . U n o s ie m p r e r e c o r d a r ía a su p ro p ia
M a d r e ; la M a d r e s ie m p r e r e c o r d a r ía a s u s h ijo s .
M o c t e z u m a , e n e s e e n t o n c e s s o b e r a n o d e la c i u d a d m á s g r a n d e
d e M é x i c o , T e n o c h titlá n , h a b ía e s t a d o e s c u c h a n d o r u m o r e s s o b r e
g u e r r e r o s d e p ie l p á lid a q u e d e s c e n d í a n c o m p l e t a m e n t e a r m a d o s
e n la c o s t a o r ie n ta l d e M é x ic o .
•w 77
Masacre de los soñadores: Madre M al :
S in e s t a r s e g u r o d e q u é h a c e r o c r e e r , el a tr ib u la d o M o c te z u m a
m a n d ó l l a m a r a lo s s o ñ a d o r e s tr ib a le s d e t o d o s lo s p u e b lo s a lo l a r
g o d e su im p e r io .
P o r t i e r r a , d e s d e c i e n t o s d e k iló m e tr o s d e d i s t a n c i a v in ie r o n lo s
s o ñ a d o r e s , v e s tid o s c o n s u s c e ñ i d o r e s , c a m p a n a s , c u e r o s , lin o s q u e
le s d ie r o n su s m a d r e s , c a p a s e m p l u m a d a s , j i c a r a s , p ie d r a s d e j a d e ;
q u ip u s , h ilo s a n u d a d o s p a r a c o n t a r ; s u s p e r g a m i n o s p a r a o r a r h e
c h o s d e c o r t e z a , s u s v a r a s p a r a c a m i n a r , b a s to n e s d e m a n d o , lo s b e
z o te s q u e le s a tr a v e s a b a n lo s la b io s , s u s p ie le s t a t u a d a s .
E s t o s v ia je r o s m u s c u lo s o s — v ie jo s , d e m e d i a n a e d a d y m u y j ó
v e n e s — s e d e j a r o n v e n i r d e s d e c a d a v a lle , c a d a v o l c á n , c a d a c u e
v a c o n u n a c a m a p o l i c r o m a d a p a r a c u r a r lo s s u f r i m i e n t o s , d e c a d a
f o r ta le z a d e p ie d r a , d e n o b le s d i n a s t í a s , d e lo s p u e b lo s p o lv o r ie n to s
m á s p o b r e s . T o d o s lle v a b a n s u e s p e jo d e s u e ñ o s .
A s í l l e g a r o n la s le g io n e s d e s o ñ a d o r e s a la c iu d a d d e i s la s f l o
t a n t e s d e l i m p e r i o m e x i c a , T e n o c h titlá n . S e p r e s e n t a r o n a n t e u n
M o c te z u m a a l t a m e n t e i n te r e s a d o y él o r d e n ó a lo s s o ñ a d o r e s q u e le
c o n t a r a n lo s s u e ñ o s q u e h u b ie r a n e s ta d o te n ie n d o s o b re la c o s a m á s
m i s t e r i o s a im a g in a b le : E l F u tu r o .
E n el c u r a n d e r is m o , la s c o s t u m b r e s a n c e s t r a l e s d e s a n a c i ó n c o n s
t a n t e m e n t e in v o lu c r a d a s e n lo s n u e v o s r e m e d io s d e s c u b ie r to s c o m o
e fe c tiv o s j u n t o c o n lo s a n t i g u o s y p r o b a d o s p o r el tie m p o , el « F u t u r o »
e n lo s s u e ñ o s p u e d e e n t e n d e r s e c o m o u n p la n o a m p lio y a b i e r t o d e
p o s ib ilid a d e s . P o r el p r e d o m i n i o d e s o ñ a d o r e s q u e v e ía n im á g e n e s
p a r e c id a s d e m a n e r a r e p e tid a , se e n te n d ía q u e u n a f a m ilia , u n g r u p o ,
u n p u e b lo , b ie n p o d r ía n lle g a r a s e g u ir u n a tr a y e c to r ia u o tr a .
L o s s o ñ a d o r e s tr i b a l e s a s u m i e r o n s u v o c a c i ó n p a r a s o ñ a r « p o r
e l p u e b lo d e e s te m u n d o » , c o m o s u s e r io c o m p r o m i s o c o n lo m á s
s a g r a d o d e lo S a g r a d o : c u i d a r , e d u c a r y p r o t e g e r la s a b id u r ía d e la s
a l m a s , a s í c o m o s u M a d re le s h a b ía e n s e ñ a d o a p r o t e g e r la s a b id u ría
d e la s p la n ta s y lo s a n im a le s .
Los soñadores tribales llevaban vidas de conducta correcta, sin
rencor ni vengan/,a, para permanecer lúcidos, en vez de obnubila
78
desatando a la M ujer ¿Fuerte
d o s , p a r a p o d e r e s c u c h a r , d e t e c t a r y v e r e n el e s p e jo d e lo s s u e ñ o s
lo s m e n s a j e s e n v ia d o s e n t r e lo s c ie lo s y la t i e r r a , p a r a c u m p l i r su
p r o m e s a d e s e r m e n s a je r o s lú c id o s .
L o s s u e ñ o s : e s te c o n ju n to d e p o r t a l e s d im in u to p e r o p o d e r o s o .
L a s p le g a r ia s d e lo s s o ñ a d o r e s p id ie r o n a ú n a la F u e n te m á s a lta q u e
s e le c o n c e d i e r a a l s o ñ a d o r la v is ió n e n s u e ñ o s , a s í c o m o u n a b o c a
d e m ie l p a r a d e c i r la v e r d a d y u n c o r a z ó n in m a c u la d o p a r a p o d e r v e r
a tr a v é s d e é l, p u e s se c o n s i d e r a al c o r a z ó n u n g r a n le n te d e c la r id a d
c a p a z d e f l o t a r s o b r e el p a s a d o , p r e s e n t e , f u tu r o , lo fin ito e in fin ito .
Y f i n a l m e n t e , lo s s o ñ a d o r e s p id ie r o n p o r t o d o e llo la g r a c i a d e r e
g i s t r a r c o n p r e c is ió n la s p o s ib ilid a d e s q u e v ie r a n e n lo s s u e ñ o s .
A u n q u e M o c t e z u m a y a h a b ía o íd o r u m o r e s d e c a m b i o s i n m e n s o s
c e r n ié n d o s e s o b re el im p e r io n a h u a , se d ic e q u e e n r e a lid a d d e s e a b a
q u e le d ije r a n lo c o n t r a r i o .
C o m o p a r t e d e la é lite g o b e r n a n t e , a n h e l a b a q u e el m u n d o q u e
h a b ía c o n s t r u i d o p o r m e d io d e f i e s t a s , a m e n a z a s , m a t r i m o n i o s y
g u e rra s n u n ca te rm in a ra .
P e r o lo s s o ñ a d o r e s t r i b a l e s e r a n a l m a s h o n e s t a s . N o p o d í a n
a p o y a r f a ls a m e n te la f a n ta s ía d e M o c te z u m a .
A l c o n t r a r i o , p e r m a n e c i e r o n fie le s a lo s s u e ñ o s q u e u n a f u e r z a
m a y o r le s o t o r g a r a . Se c u e n ta q u e le d ije ro n a M o c te z u m a q u e s o ñ a
r o n q u e él — y to d o A z t l á n — c a e r í a n , e s ta lla r ía n g r a n d e s in c e n d io s ,
e n o r m e s p ie d r a s c a e r í a n a t i e r r a , la s a n g r e c o r r e r í a y el a lm a m i s m a
d e M é x ic o s u f r ir ía e n o r m e m e n t e .
A l e s c u c h a r e s to , M o c te z u m a o r d e n ó q u e se lle v a ra a c a b o lo q u e q u i
z á s p o d r í a e n t e n d e r s e c o m o u n a h o r r e n d a d e c is ió n t o m a d a p o r u n
h o m b r e c o n u n m ie d o a b y e c to , p e n a , o rg u llo e x c e s iv o . N o d e s e a b a s e r
d e p u e s to , y q u iz á s in te n tó h a c e r a lg o q u e n in g ú n h o m b r e p u e d e : a p a
r e n t a r s e r el C r e a d o r ... p u e s t r a t ó d e d e te n e r el t i e m p o , v o lv e rlo a t r á s .
S e d ic e q u e p la n e ó c ó m o i m p e d i r q u e lo s s o ñ a d o r e s s o ñ a r a n lo
q u e él n o q u e r ía . Q u e si t a n s o lo e v ita r a q u e lo s s o ñ a d o r e s d ie r a n n
r* v. 7?)
Masacre de los soñadores: l¿i Madre Mar:
c o n o c e r a lo s g r u p o s tr i b a l e s q u e h a b ía q u e c o m e n z a r a p r e p a r a r s e
p a r a e s te e n o r m e c a m b i o , p o d r ía d e t e n e r e l fin d e s u m u n d o c o m o
a lg u n a v e z lo c o n o c ió .
E n las m ú ltip le s h is to r ia s q u e h e e s c u c h a d o s o b re e s te s u c e s o , p a r a su
p r o p ia r u i n a , M o c te z u m a h iz o lo im p e n s a b le c o n p le n a c o n c ie n c ia .
O r d e n ó la m a t a n z a d e t o d o s lo s s o ñ a d o r e s .
Se d ic e q u e M o c t e z u m a c a m i n ó e n u n la g o d e s a n g r e e n t r e lo s
c u e r p o s d e lo s s o ñ a d o r e s a s e s i n a d o s , l l o r a n d o p o r la p é r d i d a d e
« m is h e rm o s o s s o ñ a d o re s » .
P e r o m u e r t o s e s t a b a n , y a c i e n d o e n s u p r o p ia s a n g r e c o m o s u a
v e s p i e d r a s p a r d a s d e c o r a d a s e n u n r ío r o jo b r illa n te . M u e r to s q u e
d a r o n . A s e s in ó h a s t a al ú ltim o s o ñ a d o r q u e h a b la r a e n v o z a lta d e s u
s u e ñ o ... y el fin a l d e l im p e r io e r a i n m i n e n t e , u n m u n d o m u c h o m á s
d e s p ia d a d o se a b r í a , el m u n d o q u e h a s t a e n t o n c e s t o d o s c o n o c í a n
s e r ía d e s tr u id o .
M o c t e z u m a , el ú ltim o líd e r d e m u c h o s p u e b lo s d e M é x ic o , p r o
v o c ó q u e la s a n g r e r o ja d e h a s t a e l ú ltim o g e n til e i n o c e n t e s o ñ a d o r
se h u n d ie r a e n la s a r e n a s d e la c iu d a d is la . E s t a s a n g r e d e lo s s o ñ a
d o r e s se f u e b a jo t i e r r a l a r g o y t e n d i d o ; s e d ic e q u e c o r r i ó y flu y ó ,
a r r a s t r a d a p o r la s llu v ia s y lo s r ío s p o r c ie n to s y m ile s d e k iló m e tr o s .
Y n o m u y le jo s e n el tie m p o — n i m u y le jo s e n h e c t á r e a s — a v a n
z a b a n a c a b a llo h o m b r e s c e ñ id o s c o n a r m a d u r a s h e c h a s d e g u a ta d e
a lg o d ó n g r u e s a s o b r e p u e s ta c o n e s c a m a s d e c u e r o , q u e u s a b a n v a i
n a s p a r a s o s t e n e r s u s e s p a d a s h e c h a s d e a c e r o t o l e d a n o , c o n s illa s
d e c u e r o q u e r e c h i n a b a n y h e b illa s e n lo s e s t r i b o s q u e t i n t i n e a b a n .
« L o s e x t r a ñ o s » , a q u e llo s a q u ie n e s m á s t e m í a M o c te z u m a . D e c u a l
q u ie r m a n e r a a v a n z a b a n d e s d e el e s te .
I m p la c a b le m e n te .
L a m a s a c r e d e lo s s o ñ a d o r e s h iz o q u e c a d a p u e b lo e n t o d o el i m p e
rio p e r d ie r a a su s o ñ a d o r , q u ie n s o ñ a b a n o so lo p o r la s a lu d d e e llo s ,
s in o p o r lo d o s .
80
Desalando a, la ¡Mujer J ik rl<
A l m a t a r a la g e n t e s a g r a d a , M o c t e z u m a c o n tr ib u y ó a s i l e n c i a r
la s b i b l i o t e c a s e s p i r i t u a l e s v i v i e n t e s , c a m i n a n t e s y p a r l a n t e s d e l
im p e r io .
G r u p o s tr ib a le s e n t e r o s p e r d ie r o n a s u s m e n s a j e r o s , c u y a s v id a s
e s t a b a n d e d i c a d a s a p e r m a n e c e r s a c e r d o t a l m e n t e e n t r e lo m u n
d a n o y el c ie lo , p a r a p o d e r p r o p o r c io n a r im á g e n e s , a r te , m ú s ic a ,
c a n c i o n e s , i d e a s , p o e s í a , b e n d i c i o n e s , c u i d a d o s , r e s p e t o p o r la s
c o n d u c t a s c o r r e c t a s , m e d i c i n a s , m ie l d u lc e s o b r e o b le a s d e m a íz
p a r a la s p le g a r ia s .
C o m o e n o tr o s lu g a re s y tie m p o s d e n u e s tr o m u n d o , in c lu s o
a h o r a , el líd e r n o se d io c u e n ta s iq u ie r a d e q u e , a l a s e s i n a r a lo s s o
ñ a d o r e s , h a b ía d e h e c h o a p u r a d o su p r o p ia m u e r t e y la d e s u i m p e
r io , p u e s y a n o q u e d a b a n a d ie q u e s o ñ a r a n u e v a v id a . Y n a d ie m á s se
a tr e v e r ía a d e c i r q u e e llo s e r a n lo s s o ñ a d o r e s d e la M a d r e , a l m a s e n
c r e c i m i e n t o c o n r a í c e s r e s p l a n d e c i e n te s s a lid a s d i r e c t o d e la t i e r r a
d e lo s s u e ñ o s al m u n d o r e a l.
S u c e d ió : lo s c o n q u is ta d o r e s lle g a r o n c o m p l e t a m e n t e a ta v ia d o s
p a r a la b a ta lla . A u n q u e M o c te z u m a le s o f r e c ió o r o , á g a p e s , t e s o r o s
d e o b je to s y m u je r e s m á s a llá d e c u a lq u ie r c o s a q u e p u d ie r a n h a b e r
im a g in a d o , lo s m a r i n e r o s - s o l d a d o s - m a t o n e s f e s te ja r o n , a c e p t a r o n
to d o el b o tín , y d e s p u é s d ie r o n m u e r te a M o c te z u m a a h í m i s m o , d e
j a n d o q u e su c a b e z a r o d a r a h a s t a la c a lle .
E l fin d e l m u n d o p a r a m u c h o s d e lo s p u e b lo s tr ib a le s d e M é x ic o
h a b ía c o m e n z a d o e n to d o s u fla g e lo .
E s t a le y e n d a p a r e c e r í a t a n s o lo f u n e s t a s i n o f u e r a p o r e l s ím b o lo
d e e s a s a n g r e d e lo s s o ñ a d o r e s q u e s e h u n d e e n la t i e r r a y v ia ja a lo
la r g o y a n c h o .
P u e s e n s u c e s iv a s g e n e r a c i o n e s d e m e x ic a n o s , d e e s o s m i s m o s
c a m p o s s a n g r i e n t o s , e l p u e b lo t r i b a l a h o r a e s c la v iz a d o s ig u ió s in
e m b a r g o f o r ta le c ié n d o s e a ñ o t r a s a ñ o , d é c a d a t r a s d é c a d a , d ir e c ta
Hl
M a s a c r e d e los s o ñ a d o r e s : l'a M a d re A l a i ;
m e n te d é l a s a n g r e e n el s u e lo q u e se filtró h a c i a a r r ib a p a r a n u t r i r al
m aíz. L a G r a n G u e r r e r a d e l G r a n o , el g r a n o d e la G r a n M u je r , v o lv ió
a e r g u ir s e u n a y o t r a v e z .
A u n q u e d e s h u m a n i z a d o , el p u e b lo q u e c u id ó lo s c u ltiv o s h a s t a
su m a d u r e z c o m ió d e lo s m i s m o s , a li m e n t a d o s c o n la s a n g r e d e s u s
p r o p io s s o ñ a d o r e s s a g r a d o s .
M o c t e z u m a p e n s ó q u e p o d ía m a t a r e l F u t u r o a s e s i n a n d o a lo s
s o ñ a d o r e s . N o s e r ía el p r i m e r o n i el ú ltim o d i c t a d o r e n i n t e n t a r h a
c e r l o . L o s c o n q u is ta d o r e s p e n s a b a n q u e p o d ía n m a t a r a v o lu n ta d a
c u a l q u i e r a q u e s e le s o p u s i e r a . L o s q u e v i n i e r o n d e s p u é s c r e y e r o n
q u e p o d ía n m a t a r a la S a n ta M a d r e a l m a t a r la s a lm a s d e la g e n te .
P o c o s a b ía n q u e p o d í a n m a t a r a t o d o s lo s q u e e s t u v i e r a n a la
v is ta , p e r o n o a la M a d r e q u e e s ta b a d e n t r o d e l a lim e n to b á s ic o m á s
c o m ú n d e los in d io s, la s e m illa d e la v id a , el s im p le g r a n o d e m a íz .
P o r e s o , e r a « l a g e n t e » la q u e t e n í a el o r o v e r d a d e r o , la c la s e d e
o r o q u e lo s c o n q u is ta d o r e s n o p o d ía n v e r , n o p o d ía n c o r r o m p e r , n o
p o d ía n ro b a r , q u e de h e c h o n o c o d ic ia b a n , q u e d e h e c h o p a s a ro n
c o m p l e t a m e n t e p o r a lto : el g r a n o d o r a d o , e l m a íz , la M a d r e d o r a d a
q u e a h o r a e r a n u t r i d a p o r la llu v ia , m e z c l a d a c o n la s a n g r e d e r r a
m a d a y m e z c l a d a c o n la s l á g r i m a s d e la M a d r e p o r s u s h ijo s . A s í,
X ilo n e n n o fu e o lv id a d a . L a t i e r r a y el p u e b lo f u e r o n c o n q u i s t a d o s ,
p e r o la g r a n M a d r e n o p u d o s e r c o n q u is ta d a .
N o im p o r t a lo q u e t o d o s lo s d e m á s h i c i e r a n p a r a e r r a d i c a r l a , lo s
s u e ñ o s d e la g e n te c o n E lla s e g u ía n e n la s n o c h e s , in c l u s o c u a n d o
s u s i m á g e n e s y su id e a m i s m a a m e n u d o e s ta b a n p r o h ib id a s d u r a n -
te el d ía .
P e r o la p l é t o r a d e s u e ñ o s s o b r e la M a d r e s ig u ió : s e g u a r d a r o n ,
c o m p a r t i e r o n , e n t e n d i e r o n , d i s c u t i e r o n , s e a p r e n d i ó d e e llo s . L o s
s u e ñ o s d e la M a d r e v in c u la b a n a la g e n te c o n la s im á g e n e s q u e c a r
g a b a n m u c h o a n te s d e q u e lo s i n v a s o r e s lle g a r a n c a b a lg a n d o ; e s d e
c i r , c o n e c t a b a n c o n el a n tig u o C o r a z ó n I n m a c u la d o d e l M u n d o , c o n
el S a g r a d o C o r a z ó n a n c e s t r a l , a m b o s a p r e c ia d o s p o r el p u e b lo c o m o
los C o r a z o n e s d e S a n tid a d In e s tim a b le .
Desde el suelo mismo, lilla y sus soñadores siguieron regresan
do a la gente, lilla continuó volviendo y volviendo a la gente una v
82
Desatando a la M ujer ¿Puerte
o t r a v e z , m u ltip lic á n d o s e u n a y o t r a v e z , te m p o r a d a t r a s t e m p o r a d a
p a r a m o s t r a r su a m o r p e r d u r a b l e , y n u t r i e n t e , t a l c o m o u n s u e ñ o
p r o te c to r y v is io n a rio r e to r n a u n a y o tra vez p a ra in o c u la rn o s c o n
f u e rz a .
N o h a y p e r s o n a v iv a e n la t i e r r a h o y q u e n o h a y a c o m i d o el m a íz
d e lo s m á r t i r e s , el m a i ^ d e la M a d r e d e c u a lq u ie r n a c i ó n d e s t r o z a
d a p o r la g u e r r a , p u e s el m a íz d e s d e lo s t i e m p o s m á s r e m o t o s se h a
c u ltiv a d o e n c a d a t e r r e n o s o b r e el p l a n e t a c o n e x c e p c i ó n d e la A n
t á r t i d a , y q u iz á s in c l u s o a h í a n t e s d e l a d v e n im ie n to d e a lg u n a E r a
d el H ie lo h a c e m u c h o .
A s í, t o d o s lo s q u e h e m o s c o m i d o d e u n c u ltiv o d o r a d o n u t r i d o
p o r s a n g r e in o c e n te d e r r a m a d a s o b r e la t i e r r a p o d r ía m o s q u iz á s s e r
l la m a d o s a s o ñ a r p o r o t r o s a d e m á s d e n o s o t r o s m i s m o s : p a r a v e r lo
b u e n o y lo n o t a n b u e n o ; p a r a s o ñ a r id e a s , a y u d a s , e n t r a d a s , s a lid a s ,
e s p e r a n z a s q u e p u e d a n n u t r i r a la g e n te ; p a r a p r e p a r a r l a h a c ia el f u
t u r o , p e r o m á s q u e n a d a , p a ra s u s t e n t a r su s a lm a s , p a s e lo q u e p a s e .
Q u iz á s fu e e s ta le y e n d a , la M a s a c r e d e lo s S o ñ a d o r e s , n a c id a e n
el M é x ic o d e y p o s t e r i o r a C o r t é s , la q u e d io p a s o a u n o d e e s o s q u e
c o m i e r o n el g r a n o d o r a d o , u n o d e lo s p r im e r o s m ile s d e n u e v o s s o
ñ a d o r e s q u e s u r g ie r o n d e s p u é s d e d é c a d a s d e g u e r r a y d e s tr u c c ió n :
el p e q u e ñ o S a n to D on D iego, c u y o v e r d a d e r o n o m b r e e r a C u a u h t l a -
t o a t z i n , t a m b i é n c o n o c id o c o m o C u a u h té m o c , E l Á g u ila q u e h a b la .
É l e s q u ie n se s o ñ ó m á s a llá d e l C e r r o d e l T e p e y a c , d o n d e a lg u n a
v e z se le v a n tó el te m p lo d e la S a n ta M a d r e c o n la a d v o c a c ió n d e T o -
n a n t z i n , q u e s i g n if ic a b a , e n t r e m u c h o s o t r o s n o m b r e s , « H o n r a d a
A b u e la » , « R a íz V ita l d e l M a íz » y « M a d r e d e l M a íz » , « S ie te F l o r e s » ,
« M a d r e d e la s P ie d r a s P r e c i o s a s » .
A h í, e x a c t a m e n t e e n e s e m i s m o c e r r o , D o n D ie g o C u a u h t é m o c
e n t e n d i ó u n a n u e v a i d e a , u n a n u e v a a p a r i c i ó n d e la G r a n M u je r ,
q u e s e p r e s e n t ó a n t e él c o n el n o m b r e d e G u a d a lu p e . D ijo q u e E lla
lo a t r a j o c o n u n d u lc e a r o m a , y q u e c u a n d o se a c e r c ó m á s v io f lo r e s
q u e se a b r ía n y h e r m o s a s g e m a s q u e b r illa b a n e n la t i e r r a a su a l r e
d e d o r . Y su v o z y s u s p a la b r a s e r a n h e r m o s a s .
' * » ' 8.1
Masacre de los soñadores: Jjg Madre Mal:
Algunos dicen que la Madre se soñó tanto ante su gente que pu
do realm ente ser vista por un pequeño y apacible hombre m oreno,
un sobreviviente que fue subyugado pero se volvió a levantar, uno
que estuvo comiendo del grano dorado que brotó de la carne misma
de los soñadores, los m ártires, que fluyó al interior de la Madre Sa
grada y dio brillo a su piel herm osam ente colorida.
Memorare
Porque...
Ella no puede ser dañada,
.v *
pues lilla v el N iño Divino
son Eternos...
Porque...
Ella está segura
de la Divinidad de su propio Hijo
v de lo absolutam ente
im perecedero
de las enseñanzas de su Hijo...
/ * ) o s c a z a d o r e s y f o r ja d o r e s d e a r c o s d e l v ie jo p a ís e n t ie m p o s d e
m m i p a d r e y m is a b u e lo s t e n í a n la s m a n o s t o s c a s p o r el tr a b a jo
13^ . d u r o , y la s v o c e s á s p e r a s y f u e r t e s p a r a p o d e r l l a m a r s e e n tr e
e l l o s ^ T l o s c a b a l l o s a l o t r o l a d o d e r i s c o s y c a m p o s . S u s v o c e s se
te m p l a b a n c o n lo s p u r o s , lo s á s p e r o s v in o s c a s e r o s o la s p l e g a r i a s
a n c e s t r a l e s ; c o n f r e c u e n c ia u n a c o m b i n a c i ó n d e d o s o m á s d e e llo s .
L o s h o m b r e s r e p e t í a n s u s h i s t o r i a s d e s a b id u r ía e n t r e e llo s y a
lo s j ó v e n e s , u n a y o t r a v e z . C o m o c a z a d o r e s h a b ilid o s o s , c r e í a n q u e
h a b ía v a r io s i n m o r t a l e s q u e j a m á s p o d r ía n s e r m u e r t o s p o r f le c h a s ,
e n t r e e llo s el c ie r v o b l a n c o , el C o r a z ó n d e l C r e a d o r y el a m o r d e u n
p a d r e p o r su h ijo .
A d e m á s , lo s a n c i a n o s te n ía n u n a e x p r e s ió n s o b re u n a id e a o p e r
s o n a q u e h a b ía sid o in ju s ta m e n te v ilip e n d ia d a p o r lo s e s c é p tic o s . S o
b r e e s a p e r s o n a d e c ía n c o n a d m ir a c ió n : « L le v a la c a m i s a d e f le c h a s » .
E s o s ig n if ic a b a q u e , in c lu s o c u a n d o a lg u ie n h a b ía s id o a t a c a d o
p o r q u ie n s e a o p o r c u a lq u ie r c o s a , s in i m p o r t a r c ó m o o p o r q u é , el
a lm a e t e r n a n o p o d ía s e r t o c a d a . E l a lm a s e g u ía e x is tie n d o c o n v id a
p le n a m i e n t r a s r e s i s t í a , a u n b a jo u n a c a m i s a a g u je r e a d a p o r a s t a s y
v a r a s p u n z a n te s .
L a « c a m i s a d e f le c h a s » e r a c o n s i d e r a d a u n a a r m a d u r a h o n o r a
b le , h o n r o s a ; lo q u e e s i n m o r t a l n o p u e d e s e r d a ñ a d o p o r m o r t a l e s
e n c le n q u e s , s in i m p o r t a r s u e s t r u e n d o , s in i m p o r t a r s u p e r s i s t e n
c ia , s in i m p o r t a r s u a m a r g u r a , f a n a t i s m o o s e d d e p o d e r .
A s í ta m b i é n la G r a n M u je r, q u e e s la P r o t e c t o r a d e t o d o s s u s h i
j o s ; e lla ta m b ié n e s c a p ó a p e n a s d e la c e g u e r a , d e lo s h o s tig a m ie n to s y
a ta q u e s d e su ti e m p o , n o s o lo e n c o n t r a su y a s in o c o n t r a s u H ijo , E lla
s a b e . E lla e s la q u e s a b e . E lla ta m b ié n lle v a la c a m is a d e fle c h a s .
S e n o s d io u n a o r a c i ó n , u n a p l e g a r i a t a n a n c e s t r a l q u e d e f o r m a
s o r p r e n d e n t e s ig u e t e n i e n d o e c o e n la s s e n s ib ilid a d e s h u m a n a s a
tr a v é s d e l i t e r a lm e n te m ile s d e a ñ o s , d e lu g a r e s y d e p e r s o n a s . A di
•* - H7
¡ti Memorare, m m rtla !
f e r e n c i a d e la s m o d a s , e s t a o r a c i ó n lle v a t a n t a c o m p r e n s i ó n d e la s
n e c e s id a d e s m á s p r o f u n d a s d el a l m a , e s ta o r a c i ó n e s t a n c a r e n t e d el
m í n i m o d e s d é n p o r la s d e b ilid a d e s y fla q u e z a s h u m a n a s , e s t a n g e
n e r o s a c o n s u a b r a z o c á lid o p a r a t o d o s , q u e n u n c a p o d r á p a s a r d e
m o d a . C o n f ío e n q u e la s a l m a s g u e r r e r a s la s e g u ir á n m a n t e n i e n d o
v iv a p o r m ile s y m ile s d e a ñ o s m á s .
E s ta p le g a ria es u n g rito a la M a d re S a n tís im a en c u a lq u ie r
m o m e n t o e n q u e la s f le c h a s d e l d a ñ o v u e le n h a c i a n o s o t r o s , h a c i a
E l l a , h a c i a la s e n s e ñ a n z a s y a c c i o n e s d e A m o r e t e r n o q u e s e g u im o s
y l i t e r a l m e n t e l u c h a m o s p o r r e p r e s e n t a r e n e s t e m u n d o . Q u ie n e s
a p r e n d i m o s e s ta h e r m o s a o r a c i ó n e n n u e s t r a n iñ e z la t e n e m o s c o
m o n u e s t r a s e ñ a l, c o n t o d o el c o r a z ó n , a la S a n ta M a d r e d e q u e e s
t a m o s e s c a p a n d o d e g r a n p e lig r o , y q u e m i e n t r a s h u im o s h a c i a E lla ,
c r e e m o s q u e n u e s t r o lla m a d o d e p r o t e c c i ó n y a u x ilio — p o r m e d io s
h u m a n o s y u ltra m u n d a n o s— se rá e scu ch ad o .
D e n i ñ o s e n te n d im o s q u e u n a v e z q u e d á b a m o s e s te g r i t o m o r t a l
p o d í a m o s , c o n t o d a c o n f i a n z a , e s p e r a r q u e d e a lg u n a m a n e r a l l e
g a r a la a y u d a e s p ir itu a l y h u m a n a a n o s o t r o s p a r a r e s t a ñ a r n u e s t r o
s a n g ra d o , a r r e g la r n u e s tro s c o ra z o n e s a s u s ta d o s , p ro te g e rn o s i n
c o n d i c i o n a l m e n t e d e m a n e r a s p a lp a b le s y p l a n t a r s e e n t r e n o s o t r o s
y lo in ju s to .
H e re z a d o a m á s n o p o d e r d u ra n te m o m e n to s d e g ra n d e s trib u la
c io n e s y s u f r i m i e n t o s e n m i v id a y a l s e r v i c i o d e la s v id a s d e o t r o s
que b a ta lla n ta m b ié n , p e rs o n a s que c o n o z c o y co m p le to s d e s c o n o
c id o s a q u ie n e s s ie n to q u e e n a lg u n a p a r t e d e l m u n d o e s t á n o r a n d o
p o r s o c o r r o y f o r ta le z a . C o n f o r m e e n v e je z c o , m á s s ie n to , m e n o s h a
b lo y m á s r e z o , d e t a n t a s y t a n d is tin ta s m a n e r a s .
Y sin e m b a r g o n o lo s c o n f u n d ir é . A p e s a r d e l h e c h o d e q u e s i e m
p re , s ie m p r e , s ie m p r e lle g ó a y u d a d e la s t á b a t m á ter, « la m a d r e q u e
m in e a a b a n d o n a r á su p u e s to » , a p e s a r d e q u e N u e s tra M a d re s ie m
88
desatando a la M ujer ¿Fuerte
p re e s t á c o n n o s o t r o s p a r a a y u d a r n o s y « a y u d a r n o s a a y u d a r » a lo s
p o b r e s , a lo s q u e f u e r o n p a t e a d o s a la o r illa d e la c a r r e t e r a , a p e s a r
d e l h e c h o d e q u e la a y u d a e s p ir itu a l lle g ó p a r a p e r m i t i r n o s p r o t e
g e r la s v e r d a d e r a s b e lle z a s y el p o r t e m a j e s t u o s o d e la n a t u r a l e z a ,
d e n u e s t r a s a l m a s , d e la s h e r m o s a s b e n d ic io n e s d e n u e s t r o m u n d o
c o r p ó r e o , a v e c e s lo s m is m o s s e r e s h u m a n o s n o s fa lla b a n . Su a y u d a ,
su e n t r e g a d e p r o t e c c i ó n in e q u ív o c a , n o l le g a r o n s u s t a n c ia l m e n t e .
E n l u g a r d e s e r t e s t i g o s y a y u d a n te s , se a le ja r o n , o si n o , o f r e c i e r o n
c o m o r e m e d io s o lo p o lv o .
Q u iz á s e s te f e n ó m e n o o c u r r a p o r q u e , c o m o r a z a h u m a n a , t o d a
v ía n o e s t a m o s c o m p l e t a m e n t e f o r m a d o s , n o e s t a m o s d e s p i e r t o s ,
n o s p a s a m o s d e lis to s c u a n d o i n t e n t a m o s « t o m a r p o s i c i ó n » a c e r c a
d e o t r o s , s in c o n o c e r la lín e a c l a r a y b r illa n te q u e h a y e n t r e el a m o r
s a n tif ic a d o p o r o t r o s , a d if e r e n c ia d e l a m o r s im p lif ic a d o .
A u n q u e v iv im o s e n el s ig lo X X I , q u iz á s s ig a m o s e n t ie m p o s a n
t e d i l u v i a n o s e n a lg ú n r i n c ó n o s c u r o d e l c e r e b r o d o n d e , c o m o al
p r in c ip io d e la p a r á b o l a d e l B u e n S a m a r i t a n o , lo s v ia je r o s y p r e l a
d o s le d a n la e s p a ld a f r í a m e n t e y c r u z a n al o t r o la d o d e la c a lle p a r a
e v i t a r a e s a a lm a m e d io a s e s i n a d a y g o lp e a d a , t i r a d a e n el b a r r a n c o
y s a n g r a n t e . E s a a n tig u a h is to r ia c u e n ta la d e c is ió n e s c a lo f r ia n te d e
d e j a r m o r i r a « lo s d e u n a tr ib u q u e n o e s la d e u n o » , d e ja r q u e lo s
h e r id o s s a lg a n a flo te y b a ta lle n s o lo s .
Q u iz á s to d a v ía c a r g a m o s t o d o s e n e x c e s o u n v ie jo r a s g o a n im a l
n o c u e s t i o n a d o s e g ú n el c u a l, s in p e n s a r o in v e s tig a r , la s p r e s u n t a s
c r i a t u r a s a lf a , lo s líd e r e s d e u n a m a n a d a , s e s e p a r a n d e lo s h e r id o s
p o r q u e el « e s c a l ó n m á s a lto d e la s c r i a t u r a s » , p o r la e x t r a ñ a r a z ó n
q u e s e a , v e a lo s q u e n e c e s i t a n a lg o c o m o « m á s b a jo s » o « m e n o r e s » ,
o « p e lig r o s o s p a r a la j e r a r q u í a » d e a lg u n a m a n e r a r e le v a n te .
Q u iz á s e s p o r e s t o t a m b i é n q u e , c u a n d o lo s h u m a n o s s e a lz a n
p o r e n c i m a d e e s e i n s t i n t o e l e m e n t a l d e s o lo p r e s e r v a r s e a s í
m i s m o s y a lo s « s e m e j a n t e s » e n u n a j e r a r q u í a , y e n l u g a r d e e llo
o fre c e n re s p u e s ta s e in te rv e n c io n e s p ia d o s a s , in c lin á n d o s e d e c i
d i d a m e n t e p a r a a t e n d e r , d e f e n d e r y p r o t e g e r a lo s v u l n e r a b l e s ,
o s a c á n d o l o s a d e l a n t e a u n l u g a r s e g u r o , c o m o h i z o el v i a j e r o d e
S a m a ría , e n to n c e s e so s c o ra z o n e s y a lm a s d e s p ie rto s p a re ce n
• > ' ' 89
¡ t i M e m o r a r e , re c íte n la !
a ú n m á s m i l a g r o s o s y m u y a l t a m e n t e e v o l u c i o n a d o s e n la a s u n
ció n d el v e rd a d e ro tra b a jo d el a lm a en la tie r r a . E s t a r a te n to a
la s a l m a s v i v a s , q u e r e s p i r a n , d e lo s d e m á s , t o d a s l a s a l m a s ; n o
s i e m p r e y a n t e t o d o e l r e b a ñ i t o p r o p i o , n i la c u l t u r a d e l m o m e n t o
c o n su r a n c i o m e t a b o l i s m o p o l í t i c o , s in o a l a l m a v iv a c o n n e c e s i
d ad d e c o n s u e lo , fo rta le z a y p ro te c c ió n fé rre a .
S in e m b a r g o , si b ie n lo s h u m a n o s a v e c e s a ú n q u e d a n m a l u n o s
c o n o t r o s , p e s e a to d o , el g r ito d e e s ta o r a c i ó n se v ie r te h a c i a el U n i
v e r s o , ll a m a n d o a u n a c o n c i e n c i a p le n a y u n e f e c to t o t a l e n lo s q u e
e s t á n h e r i d o s . L a c r e e n c i a d e t r á s d e e s to e s q u e , si u n o e s d e e s p e
r a n z a y f e , t i e n e v e r d a d e r a e x p e c t a t i v a d e q u e v e n d r á el b ie n , y si
o r a m o s e s t a o r a c i ó n , ll o r a m o s e s te lla n to , s u p lic a m o s e s t a s ú p lic a ,
c u e s te lo q u e c u e s te (n o c o m o p a t é t i c a s c r i a t u r a s r a s t r e r a s , s in o c o
m o q u ie n e s r u g e n a n te la i n j u s t i c i a ) , h a b r á u n e f e c t o , y e n u n b u e n
s e n t i d o , e n y p a r a o t r o s s e r e s h u m a n o s . A u n q u e el l l a m a d o e s u n
g r ito d e s o c o r r o a la M a d r e , es al m i s m o t i e m p o u n lla m a d o s in c e r o
a i n t e r r u m p i r el s u e ñ o d e la s p e r s o n a s q u e n o s r o d e a n .
La oración ancestral
E s c r i t a e n la tín a n tig u o , la in te n c ió n d e e s ta o r a c ió n e r a r o m p e r el c o
r a z ó n . .. p a r a a b r ir lo . E s u n g r ito d e a y u d a , e n a la b a n z a a n u e s t r a M a
d r e e je m p la r : u n a c t o d e fe p a r a q u e p o d a m o s p e r m a n e c e r v iv o s e n lo
m u n d a n a l y e n el m i s t e r i o , e n a m b o s . L a o r a c ió n lla m a a to d o s a d e s
p e r t a r p a r a c o m p o r t a r s e , p e n s a r y a m a r c o m o lo h a c e la S a n ta M a d re :
c o n la c o n c ie n c ia m á s p le n a , la e x p e c ta tiv a m á s p le n a , u n a c o m p r e n
s ió n m u c h o m á s p le n a , u n a v o lu n ta d m u c h o m á s p le n a d e a c t u a r p a r a
a y u d a r a l a l m a , e n la p r o p o r c i ó n h u m a n a m á s b r illa n te y e fe c tiv a q u e
p o d a m o s l o g r a r . T e n e r m u c h a m e n o s f r i a l d a d , m u c h a m á s c a lid e z
h a c i a u n o m i s m o y lo s d e m á s ; m u c h a m á s i n t u i c i ó n , m u c h a m e n o s
c e g u e r a h a c ia lo q u e r e a l m e n t e im p o r t a e n el C ie lo . L a o r a c i ó n se l l a
m a M e m o r a r e , q u e s ig n ific a «¡R ecu erd a!» , y d ic e a sí:
90 ' í -jés
desatando a la M ujer ¿Fuerte
5*.Sr -t-jfcí
Memorare
E s t a p a l a b r a , M e m o r a r e , e s c o g i d a c o m o la p r i m e r a p a l a b r a e n la
p r i m e r a lín e a d e la o r a c i ó n , n o s ig n if ic a v u é lv e te a t r á s y b u s c a a lg ú n
in s u ls o r e c u e r d o , s é d e p a r e c e r liv ia n o . N o e s u n e s f u e r z o d é b il p o r
re co rd a r.
N o , e s te M e m o r a r e s ig n if ic a : ¡R ecu erd a! ¡D esp ierta! E s u n a o r
d e n d e s d e el a l m a p a r a q u e r e c u e r d e s q u ié n e r e s y q u é p o d e r e s n a
c ie r o n d e n t r o d e t i ; q u e tú e r e s el h ijo , la h ija d e la M a d r e S a n tís im a .
E s t e M e m o r a r e e s u n a o r a c i ó n p a r a a c u d i r a E lla q u e d a r í a s u v id a
p o r u n n iñ o ; E lla q u e e n s e ñ a , a y u d a , i n te r c e d e p o r el e s p í r i t u - n i ñ o ;
E lla q u e c l a r a m e n t e l l a m a a lo s q u e t i e n e n o íd o s p a r a e s c u c h a r y
o jo s p a r a v e r la n e c e s i d a d d e l n i ñ o y s u s d o n e s , y la s tr i b u l a c i o n e s
d e l n i ñ o ; y la s i n te r v e n c io n e s n e c e s a r i a s d e lo s p o d e r e s m a y o r e s d e
f o r m a t a n t o h u m a n a c o m o a n g é l i c a , e n n o m b r e d e l n i ñ o , a m b a s lo
a n te s p o s ib le y p a r a el la r g o p la z o .
I n c lu s o c u a n d o la G r a n M u je r lle v a la « c a m i s a d e f l e c h a s » q u e
le fu e i m p u e s t a v i o l e n t a m e n t e p o r la r i d i c u l i z a c i ó n , e l d e s d é n , el
o p r o b io d e la c u l t u r a d o m i n a n t e p o r s u p o s t u r a s in t r e g u a d e p r o
t e g e r a t o d a s la s a l m a s v u ln e r a b le s d e la t i e r r a , E lla s ig u e a p e s a r d e
t o d o p r o t e g i e n d o e i n t e r c e d i e n d o p o r el e s p ír itu d e l n iñ o e n t o d a s
la s a l m a s , d e to d a s la s e d a d e s .
t*w f)|
iti Memoran %reel leniti!
A E lla n o se le p u e d e h a c e r d a ñ o . L o q u e r e p r e s e n t a n o p u e d e s e r
d a ñ a d o . L a s e n s e ñ a n z a s d e s u D iv in o N i ñ o n o p u e d e n s e r a fe c ta d a s . E s
u n o rz u e lo e n el ojo d e lo s q u e c r e e n q u e d e b e n a c t u a r e n c o n t r a d e e s te
o d e a q u e l p a r a p r o te g e r la . E lla n o n e c e s ita p r o te c c ió n . E lla e s e te r n a .
Q u ie n e s n e c e s ita n p r o te c c ió n , q u ie n e s s ie m p r e re q u ie r e n p r o t e c
c ió n y j u s t i c i a , s o n la s a l m a s d e s u s h ijo s t e r r e n a l e s y v u ln e r a b le s , s in
i m p o r t a r su e d a d . E l H ijo m i s m o d e la G r a n M u je r lo d ijo s in r o d e o s :
L o q u e h a g a s a l m á s p e q u e ñ o d e n o s o tr o s , m e lo h a c e s a Mí.
D e e s a m a n e r a , la M a d r e q u e u s a la « c a m i s a d e f l e c h a s » n o s
e n s e ñ a q u e el l u g a r p a r a t o d a s la s a l m a s e s b a jo la a r m a d u r a d e s u
m a n t o e s t r e l l a d o , a c u n a d o s j u n t o a s u p r e c i o s o N iñ ito . E lla a s u m e
la p r o t e c c i ó n d e to d o s.
A s í q u e , a p e s a r d e lo s d e f e c to s h u m a n o s , lo s p r o p io s y / o d e lo s
d e m á s , s e g u im o s e n t o n a n d o el M e m o r a r e p a r a q u e t o d o s , lo s q u e
v e n , lo s q u e v e n a m e d i a s y lo s q u e a ú n n o v e n , lo s q u e e s c u c h a n
y lo s q u e n o , lo s d e c o r a z ó n p l e n o y lo s q u e n o s o n e x a c t a m e n t e
d e s p i a d a d o s s i n o , q u iz á s m á s p r e c i s a m e n t e , lo s q u e - n o - t i e n e n -
a ú n - e l - c o r a z ó n - p l e n o , te n g a n to d o s ap o y o de fo rm a s q u e p u e d a n
a y u d a rlo s y , a n o s o t r o s , a e s t a r e n t e r o s d e n u e v o . A t o d o s s e n o s e n
tie n d e c o m o d ig n o s d e c o m p r e n s i ó n y m i s e r i c o r d i a . C o n la M a d r e
S a n tís im a , n a d ie q u e d a f u e r a .
A q u í e s t á ta m b i é n la o r a c i ó n e n la tín a n tig u o :
M em o rare
E n la tín , M e m o r a r e n o s o lo s ig n if ic a r e c o r d a r v a g a m e n t e , s in o c o
n o c e r l a c o n el c o ra z ó n , l l a m a r c o n el co r a z ó n , c e n t r a r s e e n r e c o r d a r
el e s p ír itu d e l n iñ o h u m a n o y la M a t e r M a g n a ... c o n el co ra z ó n .
E s t e n o e s u n g r i t o a la M a d r e S a n t í s i m a p a r a q u e n o s r e c u e r
d e , s in o u n m a n d a t o a n o s o t r o s m i s m o s p a r a q u e la r e c o r d e m o s : su
i n v e n c ib ilid a d , s u f i r m e z a p o r n o s o t r o s , s u s c u a l i d a d e s g u e r r e r a s
p r o t e c t o r a s h a c i a lo s n i ñ o s , h a c i a la s a l m a s e n c u a lq u ie r a d e n o s o
t r o s q u e a f i r m a m o s s e g u irla e n m e n t e , id e a s y a c c i o n e s ... E lla , s ie n
d o y h a b ie n d o c o m p r o b a d o s e r d ía t r a s d ía la m á x i m a p r o t e c t o r a d e
q u ie n e s n o t i e n e n d e f e n s o r c o n t r a la s i n t r u s i o n e s , b u r l a s , d a ñ o s y
e x p lo ta c io n e s .
« ¡A c o r d a o s !» s ig n ific a q u e h ay qu e e s fo r z a r s e p o r s e r c o m o
E lla , p u e s E lla t e n í a s o lo e s t o s p r o p ó s i t o s e x t r e m o s e n la v id a : c u i
d a r y a c o m p a ñ a r , y a p o y a r y e s t a r c o n el N iñ o d e la D iv in id a d , y c o n
a q u e llo s e n la t i e r r a q u e s o n t a m b i é n s u s h ijo s , s in i m p o r t a r s u a n
c i a n i d a d , s in i m p o r t a r s u j u v e n t u d . E lla p e r m a n e c e c o m o c o r a z ó n
q u e e s c u c h a , a s e s o r a c o n f ia b le , b á ls a m o c u r a tiv o , c a m p e o n a d e lo s
e s tá n d a re s ju s to s d el a lm a , a c tu a n d o s ie m p re c o m o p r o te c to r a de
lo s a g r e d id o s .
E n la tín , e s ta o r a c i ó n lla m a V irg o a la S a n ta M a d r e . E s t o n o s i g
n if ic a t a n s o lo q u e s e a d e a lg u n a m a n e r a v a g a m e n te « d o n c e l l e s c a » ,
s in o q u e tie n e t a m b i é n la c u a lid a d d e l virgu ltu m , la n a t u r a l e z a y la
f o r m a f le x ib le s q u e s e e n c u e n t r a n e n la s r a m a s d e lo s á r b o le s j ó v e
n e s q u e s ie m p r e p r o t e g e n a lo s l í d e r e s , lo s t r o n c o s c e n t r a l e s d e lo s
á r b o le s .
E l fle x ib le virgultu m se p u e d e d o b la r s in r o m p e r s e , d o b la r s e p a
r a c u i d a r y v o lv e r r á p i d a m e n t e a la n a t u r a l e z a s a n a y la f o r m a d a d a
p o r el C r e a d o r , p a s e lo q u e p a s e . E s t a c u a lid a d la p o s e e m o s n o s o t r o s
ta m b ié n : el virgultu m d e N u e s tr a S e ñ o r a tie n e u n a v a s t a p r e s e n c i a ,
y n o s o t r o s t e n e m o s lo m i s m o p e r o e n p r o p o r c i ó n h u m a n a : la en
•*'' 93
¡t i M e m o r a r e , n n u r d ii!
p a c id a d d e d o b la rn o s p a r a p r o te g e r y r e c u p e ra rn o s de in m e d ia to ,
r e c o r d a r la f o r m a o r ig in a l d e n u e s t r a a lm a .
A q u í, a u d itu m se re f ie r e a la id e a d e q u e « n u n c a se oyó d e c i r » q u e
la M a d r e , n i q u ie n e s l u c h a n p o r lle v a r su e s e n c i a p r o t e c t o r a c o n d e
n u e d o , n o d ie r a n r e s p u e s ta a lo s n e c e s ita d o s . P e ro ta m b ié n la p a la b ra
a u d it, e n o t r o s e n tid o , s e g ú n la o r a c i ó n , e s u n a s ú p lic a p o r s e r e s c u
c h a d o y , e n s e g u n d o lu g a r , s e r a y u d a d o y p r o t e g i d o . N o s o lo s e p id e
s e r e s c u c h a d o , s in o t a m b i é n e v a lu a d o , a u d i t a d o , q u e s e e s c u c h e la
p u r e z a d e t o n o , la c l a r i d a d e n el g r i t o y , e n u n s e n tid o m á s a m p lio ,
s e a tr e v e a p e d ir p r o t e c c i ó n c o m o u n d e r e c h o d e n a c i m i e n t o . A u d e o
a u d e r e a u su s s u m , a r m a r s e d e v a lo r p a r a p e d ir a y u d a , e s p e r a n d o e n
p le n o re c ib ir la : la M a d re M a ría es la M a d re d e l N iñ o d el A m o r q u e p o r
a n t o n o m a s i a n e c e s ita b a s e r p r o te g id o d e lo s la d r o n e s , e x p lo ta d o r e s
y o tr o s d a ñ o s e s p ir itu a le s . L a M a d r e M a r ía e s p o r e x c e le n c ia la g u a r -
d ia n a d e l a lm a lle n a d e a m o r c a s i ir r e f r e n a b le p o r to d a la b o n d a d .
Su e x p e r ie n c ia c o m o S a n ta M a d r e p r o t e c t o r a d e l N iñ o d e l A m o r ,
g a n a d a a p u ls o , e s n u e s t r a e x p e r i e n c i a c o m o m a d r e c i t a s r e s p e c t o
d e la s v u ln e r a b ilid a d e s d e n t r o d e n o s o t r o s y d e lo s d e m á s , y e n e s
p e c ia l la s q u e s e e n c u e n t r a n e n lo s e s p í r i t u s - n i ñ o s d e lo s o t r o s , i n
g e n u o s , a s u s ta d o s , s in e x p e r ie n c ia , i n c a p a c e s .
D e e s t e m o d o , d e b id o a n u e s t r o c o m p r o m i s o c o n E l l a , a p r e n
d e m o s a s e r m a d r e s p r o t e c t o r a s d e m a n e r a s o p o r t u n a s , c o m o E lla
t a m b i é n , s o lo q u e c o n f o r m a h u m a n a .
S aecu lu m , q u e se r e l a c i o n a c o n la p a la b r a s a ec u lo , s ig n if ic a q u e
« n u n c a e n n u e s t r o s t i e m p o s » n o s h a r e h u s a d o j a m á s , n u n c a e n el
zeitg eist, el e s p ír itu d e la é p o c a , t a n le jo s c o m o p u e d a n lle g a r n u e s
t r a s p e q u e ñ a s m e n te s e n u n e s f u e r z o p o r i m a g i n a r n u e s t r a v id a m á s
t e m p r a n a . N u n c a h a h a b id o u n m o m e n t o e n q u e la S a n ta M a d r e n o
c a r g a r a el e s t a n d a r t e d e la p r o t e c c i ó n a lo s v u l n e r a b l e s ; d e h e c h o ,
E lla d e fie n d e s u jfr a g ia - s u jfr a g a t io , es d e c i r , s ie m p r e v o t a a n u e s
tro fa v o r, p a r a a p o y a rn o s , c o m o si n o s p o s tu lá r a m o s c o m o c a n d i
d a to s y el su y o f u e r a el ú n ic o v o to q u e c u e n t a . E s in c u e s tio n a b le q u e
E lla e s tá a h í p o r n o s o t r o s e n c u a n to a lm a s v a lio s a s y p r e c io s a s .
E n c u a n t o a la p a la b r a « p e c a d o » , p e c c a tu m e n l a t í n , s ig n if ic a
c o m e t e r un e r r o r p o r e je m p lo , un e r r o r d e j u i c i o , o e r r a r , t o m a r el
94 '•***
desatando a la M ujer ¿Fuerte
c a m i n o e q u iv o c a d o p o r u n a c c i d e n t e d e p e r c e p c i ó n o , c o m o o c u r r e
c o n fre c u e n c ia , p o r d e c is ió n . « P e c a d o » e s cu a lq u ie r c o s a q u e a l e
j a a u n a p e r s o n a d e lo s p r i n c i p i o s r a d i a n t e s q u e e s t á n e n el c e n t r o
d e l a l m a . S in e llo s e n el c e n t r o — lo q u e m u c h o s d e n o s o t r o s l l a
m a m o s « C r e a d o r » — e s ta m o s h u é rfa n o s e n c ie rto s e n tid o , p e r d e
m o s el r a d a r y el s o n a r p a ra sa b e r c ó m o p ro c e d e r c o m o a lm a s en
u n m u n d o e n g a ñ o s o , p u e s la s c o s a s n o s i e m p r e s o n c o m o p a r e c e n
e n la s u p e r f ic ie . Y a q u e n o s o m o s s e r e s p e r f e c t o s t o d a v ía , p o d e m o s
c a e r e n u n e s t a d o d e s c e n t r a d o , p o r n u e s t r a p r o p ia v o lu n ta d q u iz á s ,
p e ro m á s a m e n u d o d e sp u é s d e s e r p e rs u a d id o s in g e n u a m e n te , o
p o r s e d u c c i ó n , d e a l e j a r n o s d e l A m o r I n f in ito e n d i r e c c i ó n a a lg o
f a l s i f i c a d o , a lg o q u e d e m a n e r a t o r c i d a n o s c o l o c a e n o t r a c o s a n i
r e m o ta m e n te e te rn a en fu n d a m e n to y m u c h o m á s a m a ñ a d a y lim i
t a d a p o r el e g o .
A s í q u e , e n el g r i t o a la S a n ta M a d r e , u n o a p a r e c e t i r a d o , d e s
c e n t r a d o y lle n o d e p e s a r ; p e s a r e n el s e n t i d o d e s e n t i r p r o f u n d o
a g o b i o , c o m o u n g r a n b a r c o e s c o r a d o , c o n la p r o a a b i e r t a y r o t a ,
al q u e s e m e t e el a g u a . E l p e s a r y el p e c a d o n o s o n m a l d i c i o n e s n i
c o n c l u s i o n e s q u e s u p o n e n u n d e f e c to d e u n a l m a ; al c o n t r a r i o , s o n
s e ñ a le s d e q u e u n a l m a e s t á l a s t i m a d a y n e c e s i t a q u e la le v a n te n y
la r e e n d e r e c e n . S o n s e ñ a le s d e q u e e s ta a l m a , q u e r e c ib ió e s ta s h e
r i d a s d e la m a n e r a q u e s e a , n e c e s i t a c u id a d o , p u r if ic a c ió n y a y u d a .
P o r m e d io d e u n s e n c illo r ito s a g r a d o , y p r i n c i p a l m e n t e a tr a v é s d e
u n a a m o r o s a r e a f i r m a c i ó n d e la c o n c ie n c ia c o n « la F u e n te sin f u e n
t e » , el a l m a s e r e a c o m o d a c o m o u n a j o y a e n el c e n t r o o t r a v e z . L a
c u r a c i ó n y el re e q u ilib r io p u e d e n o c u r r i r e n t o n c e s ; p o r p a r te d e lo s
q u e e s t á n e n el C ie lo , y d e n t r o y p o r c o n d u c t o d e lo s q u e e s t á n e n la
T ie r r a . N o u n o s u o t r o s , s in o to d o s .
C urro, e n e s te r e z o d e l M e m o ra re, s ig n if ic a c u i d a r , p o n e r a t e n
c i ó n , m o r t i f i c a r s e c o n y h a c i a e s t a a l m a h e r i d a h a s t a q u e la s i
t u a c i ó n s e r e s u e l v a , h a s t a q u e la p e r s o n a a s u s t a d a y l a s t i m a d a , el
a lm a ta n p r o f u n d a m e n te s u frie n te e s té r e s ta u r a d a , re c u p e r a d a .
S ig n ific a v e r q u e u n a s o lu c ió n c o m p le ta se e n tie n d e e s p iritu a l y
c o n c r e t a m e n t e , y se a p lic a h a s t a q u e se r e s t a u r a la to ta lid a d .
i* V ()5
iSI Memorare, rea «rila!
Uno podría preguntarse por qué y cómo una plegaria puede perm a
necer viva y con la esencia intacta de varias m aneras durante casi
mil años, quizás m ás. El M em orare seguram ente surgió durante
tiempos de gran tensión para niños, mujeres y hombres que no es
taban protegidos por alguno o ninguno de los lados en súbitos m o
m entos de terro r y durante las guerras desatadas por reyes, papas,
sultanes y caciques tribales.
Se dice que B ern ard de C lairvaux, un m onje fran cés cuyos
escritos se rem on tan al año 1120, fue quien registró partes del
M em orare. Adem ás, se cuenta que otro m onje tam bién llam ado
B ern ard , el padre Claude B ernard, quien vivió en el siglo XVII y
atendía a los que eran acusados y encarcelados falsam en te, fue
quien disem inó aún m ás el M em orare. A m i p arecer, en esta
amplia aplicación que hizo Bernard, el M em orare ponía a la Santa
M adre com o la «am iga de los que no tienen am ig o s», la leal y
siempre despierta am iga verdadera del alm a.
Tam bién en esos tiem p os lejanos, cuando el M em orare se
estaba com poniendo en la trad ició n oral y en la escrita, había
grupos indígenas tribales por toda Asia y sobre los U rales euro
peos, los Cárpatos y los Alpes, que estaban siendo coaccionados
por varias facciones políticas, federaciones de señores feudales,
reyes salvajes y papas para que bajaran de sus magníficos caballos
y m ejor se establecieran en el trabajo del cam po, en relaciones de
siervo/terrateniente, en realidad obligándolos a convertirse en la
fuerza laboral esclava de los ricos y privilegiados, conform ada por
hom bres, mujeres y niños fortalecidos por el clima. Para m uchas
p erson as del cam po y el bosque no había opción: ten ían que
som eterse a un nuevo orden o serían asesinados.
También comenzaron las Cruzadas: se desataron nueve guerras
y conlragiicrras, causando la muerte de una gran parte de la pobla
ción mundial.
96 -*aÉa
Úesatando a la M ujer /Alerte
Si gritas en voz alta las palabras del M emorare, puedes oír que no es
«solo una oración»; es un conjuro, lo que significa que está hecho
literalmente para cantarse en voz alta. El Memorare conserva en las
palabras latinas, en cualquier idioma al que se traduzca, una fuerte
cadencia musical, un sonido que recuerda mucho más a las torm en
tas de arena, los estribos balanceándose, el rechinido de las sillas de
m ontar de m adera. Tiene un ritmo que recuerda mucho más al trote
y el galope, al m ovimiento de las cortinas de una carpa, al sonido
de los que escapan, que a alguien que cam ina con firmeza dentro y
fuera de los edificios sin que lo molesten.
Así, el M emorare es una plegaria para los tiempos rudos, para el
que conoce los tiempos rudos como la palma de su m ano, un grito
a la que lleva «la cam isa de flechas», la que carga en sus brazos al
Niño eterno, a la que tiene antes que nada un corazón radiante de
valentía... y de Amor, igualmente.
Aprendem os tanto, tanto de quien viene a ayudarnos com o de
quien no lo hace. Aprendem os que podem os perm anecer alertas
y fieles con y dentro de la Santa Madre. Podemos esforzarnos en
ir a ayudar a los dem ás en sus tribulaciones, en ocasiones para
•* ' 97
¡81 Memorare, recuerda!
Camisa de flechas
(Y una m ujercita...)'
7
LOS USOS D EL CORAZÓN ROTO:
MATER DOLOROSA SIEM PR E SE INCLINA C ER CA
..D icen las ancianas de la familia que las em puñaduras dé las espadas
que atraviesan el corazón de Nuestra Señora... tienen la m ism a forma
que los sépalos rizados que protegen a los botones de las rosas...
que con las oraciones y el tiem po, cada empuñadura de espada se
abrirá en siete fragantes rosas, floreciendo una y otra vez, pues el
sufrim iento trae la lluvia de las lágrim as, pues la lluvia de lágrim as
riega la tierra, pues está garantizado que la humedad
en la tierra seca de nuestro ser hará nacer nueva vida.
ck »«•'í-séa
Mater Dolorosa: El corazón puro
«N uestra Señora
detrás del Muro»
«Esta M es por la Madre que salta por encim a de los Muros de los m undos
102
f)(. sotando a la M ujer ¿fuerte
C
uando un sistema de justicia que a veces es injusto manda a
una madre a la cárcely la separa así de sus hijos amados, hay
un gran terrem oto del corazón y del alma.
Hay también el mismo tipo de desconsuelo y de estrem ecim ien
to de la vida entera cuando mandan a hijos bienamados a la cárcel,
y por tanto los separan de sus am orosos e indefensos padres y m a
dres, herm anos, hermanas y amigos.
Cuando envían a un m iembro de la familia a prisión, de algu
na m anera se encarcela también a la familia entera y a todos los se
res queridos. Así, a todos se les pone en el camino rudo. Durante el
tiempo que dura la sentencia, los corazones, mentes y almas de los
que se am an entre sí, están todos juntos en la cárcel, y están todos
juntos en un peregrinaje.
Pero con frecuencia tam bién hay ángeles extraños que salen
de la orilla del camino para ofrecer suficiente socorro que perm ita
a los encarcelados seguir adelante durante varios kilómetros. Esta
cohorte de almas logrará llegar. Levantarán sus cabezas aun cuan
do sus corazones estén caídos. Nuestra Señora cam ina con todos.
Nuestra Señora no olvida a nadie, incluso cuando no se le puede ver.
Ella está ahí, protegiendo y amando a todos; Ella tiene las palabras
que más le importan al alma acongojada: Me quedaré contigo.
E#c «3
Santa Madre:
lastimado , estoy lastimado
por los míos y
para los míos.
Madre Queridísima
por favor coloca Tu
m ano tranquilizante sobre mi mano
encima de mi corazón asustado.
104
desatando a la M ujer ¿Fuerte
Cuenta conmigo
Mi Señora, cuenta lentamente
1.. .2 ...3 ... y... 4,
1.. .2 ...3 ... y... 4,
Este es mi deseo
para mi propia alma,
y para el alma
de mi ser amado encarcelado.
Madre Queridísima
por favor coloca Tu
mano tranquilizante sobre mi mano
encima de mi corazón asustado.
Cuenta conmigo
Señora Mía, cuenta lentamente
conmigo por favor...
Sincroniza el latido de mi corazón con el tuyo
1.. .2 ...3 ... y... 4,
1.. . 2... 3... y... 4...
Con el pasar de los siglos, no solo los inocentes y los pobres, los ile
trados y los justos, los líderes de una nueva vida, no nada más aque
llos que cometieron errores no mortíferos, pero que de todos modos
fueron a dar tras las rejas, sino tam bién las imágenes de la Santa
Madre han sido atacadas y encerradas tras barrotes y muros.
Esta obstrucción y encarcelamiento de las representaciones de la
Santa Madre ocurrió en cada nación invadida u ocupada por dictadores;
en tierras ancestrales y modernas que ahora se conocen como la Repú
blica Checa, Eslovaquia, Hungría, Francia, Rumania, Rusia, extensiones
enteras en el Medioy Lejano Oriente, toda Asia, África, naciones isleñas,
naciones montañosas, naciones oceánicas, los países del norte. Donde
quiera que hubiera gente y tierra, los iconosylas obras de arte de la Santa
Madre fueron profanados, cubiertos, clavados en las paredes, cortados,
dañadosa propósil» >, Iirados, arrancados, prohibidos pordicladores.
106 -i ti
Desatando a la M ujer ¿fuerte
para conseguir esto van de la m ano con hablar verdades herm osas,
hacer rituales de purificación y de reconsagración, y m uchos agre
gan a estos sus propias ornam entaciones, palabras y acciones inspi
radoras, que tienen significado para ellos.
Una vez restaurado el sentido de lo sagrado, que puede ser y será
restaurado para quienes lo buscan con corazón sincero, es posible
la recuperación total de la Santa Madre de las m aneras que m ejor
entienda cada quien, las más humildes y que más cam bien la vida.
¿Y cóm o em pezar? Haz tu trabajo a conciencia, sigue haciéndo
lo. Trabaja con los que tienes enfrente y te conocen, que te quieren y
tienen cerca a la Santa Madre. Sigue adelante. ¿Y en cuanto a los que
quieren borrar a la Santa Madre? Yo sugeriría que en cualquier oca
sión que alguien te pregunte para quién o dónde trabajas, digas: «Yo
trabajo para la Santa Madre». Si te preguntan con qué empresa estás,
muestra reserva, ofrece una sonrisa tranquilay di: «Estoy con Ella».
Aquí está también un prayercito, una pequeña oración-bendición
que ahora desearía pronunciar sobre ustedes, un prayercito que escribí
hace años en medio de algunos de los desafíos más difíciles de mi pro
pia vida. Se lo ofrezco como sanación, no importa qué muros los rodeen
o a sus seres amados, no importa qué devastaciones hayan ocurrido,
no importa dentro de qué prisiones hayan sido arrojados, sin importar
dónde estén encerrados sus seres amados, sin importar nada.
Es este. A ustedes los colocaría dentro del círculo de la corona de
hojas verdes y flores blancas de Nuestra Señora que rodea su Inm a
culado Corazón, y luego muy suavemente diría estas palabras sobre
sus corazones quizás cansados, sus espíritus desaliñados, y sus al
m as sinceras y radiantemente perdurables: recuerden, ningún m u
ro contra lo Sagrado nos puede alejar de lo Sagrado.
suelo más sagrado, por lo tanto arrebatándole otra vez la fuerza que
viene directam ente de años de dedicación y santidad guardados en
cualquier lugar santo durante décadasy a veces miles de años.
Al cerrar los lugares sagrados de reunión, el régim en crea una
sensación de asedio constante para la gente; es justo lo que nece
sitan los que quieren controlar a las m asas. Entonces se vuelven
una especie de beduinos, desplazando y desplazando sus tiendas de
cam paña, buscando para reunirse un refugio que pocas veces en
cuentran. Inevitablemente, algunos de los menos intuitivos com en
zarán a separarse y decir: «Quizás nuestros señores tienen razón en
tratarn os tan mal. ¿No sería m ejor si fuéramos m ás amables, más
conciliadores, aunque nuestros amos no lo sean?». Cuando la gente
bajo sus amos comienza a tem er, disgustarse, sospechar los unos de
los otros, esto separa al herm ano del herm ano, a la herm ana de la
herm ana. Esta falta de solidaridad y coalición es buena señal para
la dictadura de que permanecerá en el poder.
Este régim en, al igual que los vastos im perios de Rom a antes de
él, como el imperio británico, el imperio egipcio, como Gengis Kan,
com o los reyes de España, todos se apoderaron de tan ta tierra y
dom inaron con arrogancia a tanta gente, que los m onarcas au to -
proclam ados de cada uno ya no pudieron supervisar, gravar, usar,
explotar, controlar a todas las millones de mentes que se extendían
sobre miles y miles de kilómetros cuadrados, pues ahí había mucho
menos de «los de arriba» que gente.
Así, ese tipo de «com unism o» tam bién se convirtió en lo que
cualquier otro régimen dictatorial: com o el cuervo en las fábulas de
Esopo, que metió su largo pico en una botella de vidrio y glotona
mente agarró todas las uvas que pudo. Pero ahora el buche lo tenía
tan expandido que el cuervo no podía sacar ni su pico ni las uvas de
la botella sin tirar la mayoría de ellas y volver a cerrar el pico. Así
también fue con este régimen.
La dictadura, durante décadas emocionalmente lisiada y endu
recida de corazón, que repartía ayudas y favores injustamente solo
en su círculo interno, haciendo espectáculos para turistas con ni
ños que obsequiaban flores y cantaban viejas canciones folklóricas,
m ientras que a otros se les ordenaba que siguieran violentando los
bosques, los ríos, los cam pos de cultivo y hasta el m ism o aire del
cielo, y todo eso m ientras encarcelaban, rechazaban, desaparecían
a cualquier alm a que hablara con la verdad — suavizándose incluso
un poco hacia el final, pero demasiado tarde como para que pudiera
salir alguna continuidad de ello— , así también el régimen quedó li
siado económicamente.
Cuando cayó el régimen, el muro cayó con él.
130
desatando a la M ujer Jiu rU
dres y com padres, con largos chales con flecos que se m ecían, ro
sarios que se columpiaban y nuestras oraciones en español e inglés.
Nuestros humildísimos viejos y viejas, con sus mejores som bre
ros gauchos y mantillas hechas jirones se esforzaron por avanzar
con sus bastones y sillas de ruedas. Nuestros viejos se mantuvieron
al paso; sus largos cabellos plateados volaban en el viento y su ropa
mejicana/mexicana vividamente colorida y bordada resplandecía a
la luz del sol. Era muy hermoso, y todos pedían también que por fa
vor los hombres de poder permitieran que los que por tanto tiempo
han amado el arte sagrado de Nuestra Señora volvieran a verla. Ple
namente. Sin restricciones. Y sin muros.
Pero no, no se otorgó la petición. El arzobispo dijo que al párro
co local le correspondía la decisión de hacer lo que deseara. Que era
«un asunto de la parroquia». Y el padre dijo que tenía la aprobación
del arzobispo. Y así uno apoyaba al otro, pero no respondían a las
preguntas de la gente. Así, a muchos todavía no se les permitía en
tender las decisiones y razones para el muro. Los medios estuvieron
presentes ese día con cám aras y reporteros, pero el personal de la
vicaría les prohibió a todos que entraran en la propiedad del arzo
bispo, quien había enviado una carta a los manifestantes pacíficos,
diciendo que el hecho de acudir a los medios no iba a llevar sus pe
ticiones más lejos. Pero las cám aras siguieron rodando del otro lado
de las bardas y los reporteros entrevistaron a muchos de los ancia
nos después en la banqueta.2 Y los que amaban el mural sagrado de
Nuestra Señora todavía estaban afligidos y profundamente descon
certados sobre por qué a nadie parecía importarle que ahora La Se
ñora se encontrara atrás de una pared hecha por el hombre.
Extrañam ente, además de encarcelar a la Santa Madre, ya fuera
que se hiciera conscientemente con ese significado o no, la remode
lación del área del altar también requirió repentinamente la compra
de un trono de piedra gris muy grande para que los curas se senta
ran en él durante la misa, m ientras que antes, durante muchas dé
cadas, solo hubo unas sillas de espalda recta tom adas del com edor
de la abuelita de alguien, y que am orosam ente se m antenían lim
pias y brillantes al estilo de la calidad artesanal del lugar, al que los
**'' 141
«JSuestra Señora detrás del Muro»
ron que veían revivir la profecía de Santayana en voz del que gritaba:
«Quienes no recuerdan su historia están condenados a repetirla».3
Pero es un fenómeno extraño: la gran pasión espiritual a m enu
do se levanta desde la farsa.
Algo de ese día me recordó mi m inisterio en la cárcel durante
décadas. Me di cuenta no solo de que Nuestra Señora en verdad es
taba en una cárcel hecha de yeso, tablarroca, clavos y lodo aplicado
encima por albañiles contratados, sino que uno podría preguntarse:
¿y si la idea de eliminar este tipo de arte sacro herm oso fuera ade
m ás, de alguna forma, algún tipo de prisión propia, una donde cier
tam ente se lucha por ser fiel, pero todavía sin un corazón abierto y
lo suficientemente agrandado como para incluir a todas las almas,
y no solo a algunas? En una herm osa oración, Angelus Silesius le
pidió al Creador que lo quebrara, que abriera su corazón para que
pudiera llevar m ás del Ser a todos lados, y hacia todos. Que así sea
también para todos nosotros.
Pero hemos visto una y otra vez en la historia que no hay persona ni
evento que pueda destruir por mucho los llamados enviados por los
santos y el Creador y la Santa Madre al alma de la gente. Hagan lo
que hagan los demás, la gente sigue anhelando a la Madre y a todo
lo Sagrado y lo Divino. Como hem os constatado a lo largo de las
épocas, los dictadores no pueden quitar ni destrozar en los jóvenes,
los mayores y los ancianos los recuerdos de lo sagrado; todos serán
heredados a sus hijos y nietos... quienes recordarán cóm o fueron
tratad os —o m altratados en el tiem p o— sus padres y abuelos en
térm inos de todas las cuestiones de humanidad y decencia.
Pero dada la historia de subversión de las m anifestaciones del
Espíritu Santo que revientan con nuevas ideas, nuevo brío y nueva
vida, a pesar de cualquier errónea o incluso cruel ruptura de rela
ciones de mucho tiempo, de revueltas planeadas con precisión, en
cubrim ientos y ocultam ientos puestos sobre los significados, que
dividen a la comunidad en lugar de entretejerla con la intención de
sanarla, de hacerla brillar completa... a pesar de cualquier corrosión
, •-* ‘ 14.4
«JMuestra Señora detrás del Mam-
Pues recu erden, por ejem plo, que aunque hasta el asesino Jo sé
Staliny su devoto círculo interno de m atones intentaron b orrar a
la Santa M adre a través de Asia, Rusia y gran parte de Europa del
Este hasta donde pudieron, así com o algunos de los talibanes de
Afganistán intentaron borrar por medio de explosiones de pólvora,
literalmente, a los ancestrales Budas de piedra tallados en las m on
tañas de Bamiyan, curiosamente destruyendo las enormes escultu
ras pero dejando intactas sus venerables siluetas com pletas en las
faldas de la m ontaña: no hay Buda, solo la silueta del Buda, incluso
más m isterioso y entrañable que anteriorm ente. Recuerden, como
les mencioné antes, y de nuevo es cierto: cuando lo Sagrado se entie
rra en lugar de que viva sobre la superficie, a menudo es incluso más
irresistible, pues entonces se percibe como un tesoro enterrado.
Así que los esfuerzos por clausurar a Nuestra Señora siguen en el
mundo: incluso por medio de intentos que se hicierony se hacen en
varias culturas, pretendiendo moler hasta el polvo la veneración de lo
que está detrás délas pinturas, murales, estatuas, petroglifos, cairas
o m ontículos, grutas sonoras, altares de piedra... la gran fuerza de
Nuestra Madre, de lo Sagrado, de cualquier m anera perdura.
Y aún m ás, cuando ha sido aplastada, raptada, borrada, cu
bierta, Ella, como cualquier otra Persona Santa, se va por debajo,
volviéndose aún m ás fuerte, com o un río que ruge y se mueve ver
tiginosam ente bajo la superficie, llegando después al cuenco en el
fondo de los rápidos clase 4 , golpeandoy llenando m ientras vuelve
a explotar, y de nuevo de vuelta a la superficie, e incluso con más
poder, más brío que antes.
144
desatando a la M ujer ¿Fuerte
Así que, irónicamente, como en los viejos tiempos, como ahora, por
los que están en la cárcel, por los que están libres, sin im portar qué
fue destruido, qué se hizo estallar, qué se subvirtió, los que am an
siguen aventurándose a su m anera, en un conm ovedor peregrinar
cuando pueden, donde pueden, como pueden.
En la cuestión de la construcción de un m uro sobre el heroico
mural de Nuestra Señora de Guadalupe, que en cierto sentido m an
dó a La Señora a la cárcel, del m ismo m odo, como los que am an a
los suyos que son llevados a penitenciarías verdaderas, a institucio
nes cerradas, prisiones federales, cárceles municipales, los que los
am an, verdaderamente los am an... toda la gente, por su deber como
almas leales y espíritus am orosos, tienen el deber de ir a visitar a los
encarcelados.
Así también con Nuestra Señora. Consideramos que las visitas a los
enfermos o encarcelados son una alta promesa espiritual que se ha
ce y se cumple. H asta que, recientem ente, los adm inistradores de
la iglesia dejaron de perm itir visitas, los fieles que anhelaban verla
venían a visitarla con frecuencia, llevándole sustento, haciéndole
com pañía en su soledad. De esta m anera, el gigantesco espíritu de
la Santa Madre Detrás del Muro se trató igual que las visitas que h a
cen los parientes y amigos a sus seres amados en la cárcel. Es!a es
► h w 145
una vieja tradición entre los latinos y otros viejos creyentes: nunca
abandonar a las almas que están encarceladas.
Por un periodo muy co rto , los adm inistradores de la p a rro
quia indicaron, irónicam ente con las m ism as palabras que usan
los celadores de la cárcel con las familias y los amigos de la gente
que está tras las rejas, que podíam os « ir a ver» a N uestra Señora
d etrás del m uro. Pero solo de vez en cu an d o, y no cuando lo
deseábam os, y no cuando podíam os organizam os con todo lo que
significa cuidar de nuestros hijos, nietos, m ayores, conservar el
empleo y tra e r ropa relativam ente limpia, andar bien peinados y
m an ten erla cordura. Más bien, solo cuando los que están a cargo
lo decían. N ada m ás así podíam os ir de visita, durante los h o ra
rios erráticos en que lo perm itían.
Entonces no únicam ente es N uestra Señora la que está en la
cárcel. No es solo una prisionera de verdad que está cum pliendo
su condena en prisión. A la familia de un ser amado tam bién se le
esposa y se le reprim e. Vengan nada más cuando nosotros les de
cim os, no cuando ustedes quieran. Hagan lo que nosotros especi
ficamos, no lo que les dictan su corazón y su alma. ¿Amas a tu ser
amado? Pues solamente podrás demostrarlo cuando se te indique.
Nosotros los viejos creyentes nos acostumbramos a que, durante
décadas, nos dieran la libertad de sentarnos con El Cristo, el Santo
Niño, la Sagrada Familia, Nuestra Señora, en cualquier m om ento.
Siempre éram os bienvenidos y las iglesias estaban abiertas para
cualquier pena o necesidad de socorro del Creador y de los santitos.
Pero ahora, aunque podíamos visitar todavía a Nuestra Señora, co
m o es nuestra antigua costumbre de visitar a los encarcelados, so
lo se perm itía por periodos brevísimos antes de que lo prohibieran
por completo. Y no podías traer una cám ara para tomarle una foto a
Nuestra Señora para recordarla. Estaba prohibido. No podías dejar
le flores atrás del m uro/clóset. Al final también eso se prohibió. No
te podías parar ahí y leerle una carta, ni enseñarle una obra de arte
que algún niño realizó para hacerle compañía. Tampoco nos deja
ban tocarla. Nada más verla, como si estuviera detrás de una barrera
de plásl ico. ( lomo cu la cárcel.
146 '* ^
Úesatando a la M ujer ¿Fuerte
rricadas o dividir. Como m adres verdaderas van todos los días con
los oídos pendientes del latido del corazón de la fam ilia, siempre
viendo cóm o le está yendo a todos. Los que encabezan familias de
creyentes no olvidan los dolores de cabeza y del corazón y lo recon
fortante de la vida parroquial familiar cotidiana.
Y como nosotras las m adres de familia también sabemos: la m a
dre m arca la pauta para todos en la mesa. La madre m arca la pauta
para la familia entera. Si da consejos amables; si es am arga y resen
tida; si está tan ocupada tratando de subir por la escala laboral en
lugar de estar cerca de sus hijos; si es de apoyo en lugar de rencoro
sa; si es receptiva y ayuda felizmente de formas reales, o está llena
de lugares comunes, promesas rotas, y repite el cliché de que «tengo
las m anos atad as», en lugar de resolver de verdad los problemas,
guiada por su corazón roto e intuitivo; si se mueve en el am or, siem
pre en el am or, no solo moviendo la boca con la palabra «am or» de
forma m anipuladora; si tiene una suave fiereza en ella; si no tiene
ataques de resentimiento porque insiste en recordarles a todos que
deben preocuparse por ella, antes incluso que ocuparse de su propia
alm a; si está dedicada a aprender y enseñar en lugar de am onestar
y castigar, esto último es una m anera segura de tener siempre a los
demás «en m en os»; si una madre hace que su mesa sea una de bien
venida, entonces sus hijos tendrán m ás posibilidades de crecer y
ayudar a otros a crecer, de nutrirse y nutrir a otros, de ser aceptados
y aceptar a otros, de serle fiel a lo más sagrado en unoy en los dem ásy
amarlo y tenerle lealtad.
Pero si no, como ha ocurrido a lo largo de la historia, atestigua
mos que los esfuerzos por borrar verdaderos seres humanos biena
mados al desdeñary cubrir lo sagrado como «tumbas sin nom bre»,
solo han provocado que las m adresy los padres, los herm anosy las
herm anas, los am ores y amigos de los ilesa parecidos busquen sin
tregua a sus propios Santos, sin parar. Por todo el mundo, es un im
perativo de la psique tener este tipo de lealtad de familia sanguínea
con los seres amados y con los Sanios bienamados. Las sentencias,
decretos y órdenes en contra de lo sagrado no pueden subvertir esta
clase de pureza que una Fuerza Mayor da, esta afirmación: «jamás
151
«Muestra Señora cidras del Muro"
irse, sino seguir adelante con el amor más ñero, hasta prevalecer. Y en
todo, m ás que nada, se lleva un corazón de am or por los encarcelados.
Mi padre solía decir que las batallas que vale la pena luchar son las que
se hacen por, y no contra algo. A lo que se refería no era a luchar con
tra otras alm as, sino pelear para reunir a la mayor cantidad posible de
ellas bajo la «carpa de bendición» de Nuestra Señora.
Incluso los que están presos por sus visiones, sus com prensiones,
sus conocimientos, crean sólidamente. Lo vemos a partir de los dia
rios espirituales de hombres y mujeres encarcelados que a menudo
escriben desde la prisión que su captura también se volvió parte de
su cam ino espiritual para crear m ensajes de libertad y valentía, no
nada m ás para m antener su cordura, sino para el m undo. En ese
sentido, si uno lo viera así, la cárcel podría ser a veces una verdad es
piritual repentina, mucho más destacable que cuando una persona
está libre pero tiene un enfoque bastante más difuso.
Aunque muchos atribuyen la revolución a las batallas y las pero
ratas y las estrategias, más que eso, mucho, mucho m ás que eso, las
alianzas verdaderas y sinceras se form an por la creatividad en m a
sa, con todos sus millones de variantes. Un alma trem endam ente
creativa en ese aspecto fue el reverendo Martin Luther King, quien
estableció lo que entiendo como «los cuatro pasos para la revolución
creativa» en su Carta desde 1a cárcel de Birmingham, donde había
157
«-Nuestra Señora detrás del Muro»
Sin im portar cuántos giros haya dado esta «rem odelación», como
exparroquiana, todavía creo que este tema no tiene que ser el «lo to
mas o lo dejas» de ningún cura ni prelado. Hay otro camino. Se lla
m a «El Cam ino», del que nos habló El Cristo Rey. «El Camino» no
excluye al arte sagrado ni a la gente sensible, ni a Su Madre, ni a sus
hijos que la am an justo como era. Incluye a todas las almas. Incluye
ver a todas las almas. Incluye a los líderes que curan y ayudan. Y es
por este resultado, este tipo de restauración, incluso más que por el
mural en sí, que rezo... todos pueden unirse en esta oración de res
tauración de todos nosotros, y para todos nosotros, creo yo.
M ientras escribo esto, la parroquia sigue sin responder llam a
das que preguntan y a veces ruegan poder ir a visitar a Nuestra Se
ñora detrás del m uro, pues no olvidamos a los que están solos. Pero
casi todos fuimos criados con estas palabras del dulce Jesús, Hijo de
María, redactadas por el joven escriba Mateo en tiempos remotos. El
Niño de María le dice a Sus seguidores:
En verdad os digo
que cuando no hicieron esas cosas
por los más pequeños,
rnloiuvs tampoco lo hicieron por mí.
160 -'**
desatando a la M ujer fu e rte
M ientras tan to, Nuestra Señora está com pletam ente a la vista en
nuestros corazones y en nuestras almas, pues a semejanza del amor
entre los familiares que tienen parientes en la cárcel, ningún muro
puede separar al am or del Amor.
Sabemos dónde está, como el rad ar del corazón entre los que
están encarcelados juntos, uno tras los barrotes y los otros aleja
dos por circunstancias más allá de su control... siempre sabemos
dónde está Nuestra Señora; como el Amor mismo, no puede ser re
tenida por barrotes ni por muros, lilla está en este m om ento, bajo
tierra, juntando energía, y fluye hacia todas partes... por medio de
nosotros. En todos lados está cuidando, para alimentar a los demás
espiritualmente, para saciar la sed espiritual de los seres humanos,
inclinándose para dar calor a lo que se enfrió en el espíritu, para
sanar el corazón, para acom pañar de cerca al espíritu encarcelado,
en particular a aquellos con quienes ahora comparte un destino: las
almas en las prisiones de verdad.
Ella es por eso Nuestra Madre y la Madre de todos los Cautivos.
Ella es la Madre de los Libres, lisia Madre Detrás del Muro y, toda
vía, Ella sigue siendo: la Madre Inconquistable de lodos.
161
«JSuestra Señora detrás del Muro»
En la cárcel.
Fuera de la cárcel.
Ella esta in tacta y no puede ser borrada,
pues Ella es nuestra.
Y nosotros, tú y yo,
somos definitivamente suyos.
Todos nosotros.
Todos.
Un h om bre
lla m a d o M aría
Nuestra Señora
que brilla en
!?' •m m . - y . v,
la oscuridad.
estallando
las esvásticas
I de vuelta a su
significado: Dios
de Amor.
Mi tío se escapó por la colina detrás del granero con una cobi
ja para caballos encim a de sus hombros delgados; él la había tejido
con gruesa lana roja y negra y blanca que su m adre había peinado,
hilado y teñido.
Mi tío se escondió en el bosque. Esperó y esperó, pues era de día
y no se atrevía a cruzar ningún camino de terracería.
De repente se escuchó el gran quejido de un m otor. Dice mi tío
que de repente se sintió m areado, como la vez que fue al m ercado y
pasó un circo viajero con un hombre tan fuerte que podía hacer a los
niños girar en círculos por largo tiempo a cambio de un centavo.
Mientras el corazón le latía con fuerza, vio cómo dos soldados na
zis detuvieron su auto para hacer sus necesidades en el bosque.
Dice que todos sabemos antes de m orir cuándo em pezam os a
hacerlo, pues de repente ya no sentía las piernas y las manos. Quizás
ya me dispararon, pensó mi tío, y todavía no se ve la sangre.
Comenzó a rezary rezar a Nuestra Señora con tanta fuerza, dice,
que era com o si «hiciera señales de hum o» para que Ella pudiera
verlo y viniera a ayudarlo.
Su oración de «pequeñas palabras» era algo así:
Ayúdame Marushka,
Ayúdame.
Ayúdame.
Ayúdame, por favor.
Por favor, por favor, por favor Señora Marushka...
¡Ayúdame!
La Virgen N egra
chos otorgados para honrar a la madre natal, la madre con la más ín
tima relación de «no separación» de su cuerpo, espíritu, alma, mente
y corazón con sus hijos, ni en el caso de su «am adoy pequeño preso»
dentro de su vientre, el bebé en gestación. Y esta es una descripción
apropiada, una forma física de entender nuestra relación con la Santa
Madre: a nosotros también nos sostiene, flotando de iday vuelta en
el océano rojo y nutriente y en la floreciente oscuridad dentro de Ella.
Así, estos también son nombres para la Santa Madre en las he
rencias m agiar y Latina: Egy sótét boru n oy La M orena, «la h e r
m osa de piel oscura». Con frecuencia uno encuentra este apelativo
también en los pueblos donde hay personas gitanas, árabes, africa
nas, nativas, españolas y demás linajes por consanguinidad.
A la Madre Santísima además se le llama a veces Szuzanyám fe-
kete y también La Virgen Negra, en referencia a una que puede ser
un poco o m ucho m ás oscura que otras vírgenes, las cuales a m e
nudo se representan con cabello rubio, ojos divinamente claros y
herm osa piel pálida. Nuestros mayores notaron varias veces que la
Madre Santísima, La Madre Negra, había estado a la intemperie, y
no adentro. Al estar afuera, al aire libre, el sol la había besado. Así,
se volvió aún más hermosa con su piel morena y de tonos negros.
Parece ser que se mencionó a la Mujer Negra de Belleza Santa en
palabras sagradas mucho antes de que conociéramos las múltiples es
tatuas e imágenes de las Vírgenes Oscuras colocadas en iglesias, cate
drales, basílicas, templos y cuevas alrededor del mundo. Esto se trató
mucho antes, en el «Cantar de los cantares» de Salomón, un hermoso
poema de dos amantes que se hablan el uno al otro de sus considera
ciones sobre la belleza física y sexual de su contraparte, pero más aún
la espiritual, todas entretejidasy no una separada de las demás:
La esposa es negra,
morena por sus labores
en el viñedo.
Se dice de la esposa, esta esposa herm osísim a, del color negro azu
lado del atard ecer, que tenía pechos com o «dos ciervos jóvenes,
•*' ,175
f'li Virgen, N'vgm
Negra
Negra porque
ha sido besada
por el sol.
Nuestra Señora es tanto el sol
que besa,
como la que es besada.
« ... para satisfacer la fe. [Más bien] Son las feas, o scu rasy
ancestrales vírgenes griegas... las que siempre se reconocie
ron com o m ilagrosas; y hasta “el día de hoy”, dice Kugler,
“el vendedor de lim onada napolitano no perm ite que se
coloque en su caseta otra que la m adona griega form al, de
semblante verde olivo y cabeza cubierta con un velo ” ».
«Lo m ism o sucede en Rusia. D ichas im ágenes, en las
que no hay ningún intento de representación [de lo] real o
ideal... la Madona más herm osa de Rafael o Tiziano no te n
dría el efecto similar. El m ismo Guido, quien pintaba h er
m osas vírgenes, iba cada sábado a rezar ante la pequeña
=*'' .177
('£ Virgen -Negra
irradia, revela las cosas escondidas, form as, colores creatu ralesy
otras cuestiones que no se ven a la luz del día.
Se puede decir que este es uno de los valores asombrosos que se
asignan a la Virgen Negra; se cree que Ella es capaz de ver, saber y
ayudar en lo que al principio no resulta obvio a la luz de todos los
días. Por lo tanto, varios de los que mucho la estiman creen que Ella
interviene y nos ayuda a sanar en un nivel que rebasa lo mundano.
Entre sus devotos, la Virgen Negra tam bién es entendida como
alguien que se encuentra en la línea divisoria entre la conciencia des
pierta y la conciencia del sueño... como si tuviera pleno derecho de
ciudadanía en dos naciones, dos realidades, dos puntos de vista sobre
todo en todas partes; donde un lado a menudo está mucho más orien
tado hacia fuera, como ocurre con la extroversióny las cuestiones im
portantes. El otro lado es mucho más revelador de la psique interior, y
de asuntosy configuraciones escondidos allíyde ese modo: las raíces
más profundas de la materia, la base real para sanar, escuchar, ser.
A menudo se ruega a la Virgen Negra junto con su Divino Niñito
Negro para sanar el alma de una persona hasta lo más profundo de
sus huesos, para revelar el problema desde la raíz, para otorgar al
espíritu humillado la bendición profunda que tanto se necesita para
reparar y volver a surgir, en formas que tienen el más hondo signifi
cado para el individuo.
La Virgen Negra, en todas sus representaciones, se conoce co
mo la sanadora de los lisiados, la sanadora de las mujeres dañadas,
de los hombres heridos y de los niños lastimados y m altratados. La
Virgen Negra no tiene nada de superficial; es otra m adre afable y
tiern a, la m adre m ás alerta y que m ás cuida, la m adre m as fiera
y protectora, y la madre que cura a los que tienen las peores heridas.
Y m ás allá de eso, tiene una tercera perspectiva, la m ás santa de
todas, en la que las perspectivas opuestas del interior y del exterior
se reúnen: y justo ahí, en esa unión, la Virgen Negra se yergue, ab
sorbiendo los dos mundos, lo mundano de hechos observables y el
mundo del Espíritu profundamente creativo, intuitivo y emergente.
En nuestra herencia m estiza existe un nombre para este co n
cepto que contiene mucho del esfuerzo por ver hacia ambos lados.
181
ía Virgen -Negra
a todos los lados, a todas las cosas: ver con los ojos bien abiertos en
todas direcciones, manteniendo unido a lo fem eninoy lo masculino
(aveces conocidos como el foijadory la chispa), lo lejano y lo cerca
no, lo santo y lo que aún no está formado, la virtud y m ás de eso que
aún no está formado, la tierray el cosm os, el agua y el fuego, los c a
minos que llevan al sufrimiento y los que llevan a la revolución que
trae liberación y felicidad. Esta palabra es Ometeotl.
Esta sagrada palabra náhuatl, que se entiende de m uchas m a
neras distintas, en esencia se refiere a la fuerza que está m ás allá de
las imágenes y las representaciones únicamente: es decir, «El Todo»
creado, el universo conocidoy desconocido. Se dice que «el todo» es
tá también —de alguna m anera, en alguna m edida— dentro de c a
da uno de nosotros. Que nacimos así, plenamente vivos y dotados de
alma al ser y ver todos los mundos: Ometeotl. Al escuchar del Gran
Espíritu, Creador, Fuente sin fuente, Dios Padre, Mujer Santa, un an
tiguo azteca lo resumiría todo en una palabra sagrada: Ometeotl.
En este sentido, en su «luz negra» que revela lo que no se puede
ver con la sola luz del día, la Virgen Negra se puede entender como
la que nos convoca a recordar que lo Eterno no solo es todo lo que
nos rodea, sino también una chispa dentro de nosotros, un terreno
en nuestro interior. Como he estudiado su imagen de tan tas m a
neras, y su herm osa negritud significa m ucho m ás que el color, lo
puedo ver en un sentido más pleno a la luz que arroja la oscuridad;
la Virgen Negra es una m adre que tam bién está consciente de las
dificultades que nos ocurren en y a partir de la oscuridad del desco
nocimiento, la inconsciencia, la ignoranciay la inocencia.
Las tribulaciones a la luz del día pueden considerarse comunes y
corrientes y no necesitan intuiciones de «luz negra»: se me ponchó
una llanta, mi herm ana no me habló y dijo que lo haría, mi vestido
se rasgó con el m arco de la puerta; en contraste, los «asuntos noc
turnos» pueden ocurrir de repente, m isteriosam ente, a veces quizás
parecería que de m anera mágica, bajo la cubierta del inconsciente,
o estallando a partir de él. De repente uno «sabe» que no se pue
de quedar. De premio uno «sabe» que debe iraquí o acullá en plena
santidad en la oscuridad.
182 ' ' «
desatando a la M ujer fu e rte
era com o ellos. El polvo bendice al polvo. La querían con ellos, dijo
el padre, en lugar de que se elevara por encima de ellos. Querían una
m adre con la que pudieran hablar, a quien pudieran am ar y que los
am ara de vuelta.
Me enamoré de las verdades que contó el padre, pero en especial
de que com partiera conmigo, una simple niña, su am or por Nuestra
Señora en su infancia. Sentí que mi corazón de niña y su corazón
de niño se encontraron dentro del Inmaculado Corazón de la Madre
Santísima.
Muchos años después, ahora que el padre seguram ente se en
cuentra en el «Cielo de un irlandés de dos puños que cuenta chis
tes, ofrece amistad a los pobres y trabaja arduam ente», pienso que
todos, a alguna edad, hemos llegado a tener intuiciones sobre di
minutas capillas sagradas m uchas veces colocadas en nuestros co
razones, después del mínimo intercambio de palabras y cortesía con
almas que practican sus consagraciones a diario, no solo sus votos
sino sus anhelos y sus entendimientos de la luz sagrada que lo ilu
mina todo.
Así, después de mi visita a nuestro párroco —quien estaba re
pleto de un élan vital, un ímpetu vital, por Nuestra Señora— y de
nuevo en casa, en las noches de verano, en mi pequeña habitación
con mi pequeña Virgen Negra, ahora adecuadamente bendecida, la
volví una diminuta y brillante m ujer-luz nocturna.
Tomé un frasco para conservas y le hice agujeros en la tapa con
un martillo y un desarm ador, «para respirar». Entonces, justo an
tes de la hora de dorm ir, corría con mi cam isón y buscaba entre
las espireas, las lilas y los árboles frutales; sin duda me veía com o
un espectro salido de un gran incendio, soltado en la noche. Muy
suavem ente, con m ucha delicadeza, capturaba luciérnagas, esas
pequeñas portadoras de linternas voladoras, tan herm osas, que se
iluminan con una luz tan dorada. En nuestra familia las conside
rábamos santitos que venían a iluminar la oscuridad por nosotros.
Así provista de santitos, colocaba el frasco sobre el librero de
mi cuarto en la oscuridad de la noche. Como vivíamos «hasta el fin
del m undo», donde no había ni faroles en la calle en aquella época,
* *' IH5
./Ja Virgen .Negra
tfc v •>**3
Oración para ver
Que recordemos
lo sagrada
que es su «Fundidora de Luz»,
lo profundamente incubados que estam os
en la Santa Madre,
nosotros, los hijos
de la Mujer Santa
de piel oscura
que no le teme
a ninguna oscuridad.
PRIMERA PARTE
Esta era la oración que creé y probé desde que era niña. A lgu
nas veces podía estar a la altura de mis propias súplicas, a veces
no, pero el punto era seguir tratan d o de vivir cerca del corazón
sagrado de la Santa Madre.
Era mi prim er día de trabajo en la cárcel. Iba por prim era vez
com o la flam ante consejera y m aestra de tres clases de educación
carcelaria para adolescentes: Poesía, Cocina y Sexualidad H um a
na. Tenía veintiséis años, y los presos tenían entre doce y dieciocho.
Estaban en una «institución cerrada», como se les llamaba oficial
m ente, y los burócratas los llamaban «CHINS», que por sus siglas
en inglés significaba «niños con necesidad de supervisión». E sta
ban tras las rejas por robo, drogas, o por ser fugitivos crónicos. Al
gunos eran un peligro para sí m ism os, otros eran un peligro para
los demás. Me dijeron que muchos eran duros y fríos como piedras.
Pero cuando m iré a mi alrededor lo que vi fueron, en su mayoría,
niños con el corazón roto, solo niños.
Una vez que pasé el timbre de seguridad llegué a la «sala com ún»,
y me vi rodeada de «chicas mirlo», como llegué a llamarlas de cariño.
A menudo las niñas llevaban demasiado tiempo encarceladas y m os
traban las intuiciones agudas que son el resultado de estar en guardia
emocional en todo momento. Tenían una curiosidad sana, pero lam
191
í)e cómo las Motlierfuckers se volvieron las Madres Santísimas
bién un nerviosismo que las hacía arm ar revuelo con el m enor cambio
de rutina, de expresión facial o tono de voz en los demás.
Los 18 mirlos que tenía bajo mi instrucción trataron de intim i
darme de inmediato. En la primera clase, la de Cocina, una pelea de
comida se volvió una locura. Dejé que siguiera por un rato. En reali
dad solo era como una pelea de almohadas.
Pero esas chicas con tatuajes que subían y bajaban por sus brazos y
piernas, uñas pintadas de negro con tinta de escrituray labial negro, me
dieron la espalda literalmentey graznaron como cuervos cuando sugerí
que pusiéramos más atención a la elaboración de rollos de canela.
Las niñas estaban más interesadas en aventarse bolas dulces y
pegajosas de m asa y en vaciarle harina en la cabeza a las demás. No
les interesaba escucharm e en toda mi seriedad de pueblerina del
estado de Indiana m ientras trataba de decirles cómo toda nuestra
harina, huevos, m antequilla, canela y caña de azúcar vienen de la
tierra por medio del trabajo conjunto de los seres hum anos y las
criaturas; ¿acaso no es una bendición?
Com enzaron a ulularytodo se puso un poco feo. Me insultaron
con nombres a los que estaba acostum brada hace mucho, pero solo
en «la ruta de los fugitivos». Allá en los cam posyjunto a los ríos h a
bía niños con el corazón rotoy medio enloquecidos, y a veces adultos
también, que pasábamos las noches juntos, todos desesperados por
alejarnos de algo o de alguien malo. El lenguaje no era muy refinado.
Así que ahora, en la cocina, entre blancas nubes de polvo y gro
serías flotando en el aire, pensé que debería seguir enseñando a
tientas y ofrecerles a las niñas algo que me había llegado en otros
mom entos de la vida cuando algunos no atienden por distracción.
Cité palabras sagradas y com encé diciendo: «Esta historia que les
estoy con tan d o — sobre cóm o dim inutos insectos m ordisquean
las raíces de las plantas para que los nutrientes de la lluvia puedan
filtrarse, para que la planta crezca y así los hum anos puedan ali
mentarse de ellas solo leí puede escuchar el que tenga oídos para
escuchar; so lo la puede nerqu ¡en tenga ojos puro oer...».
192
desatando a la M ujer fu erte
¿Qué hace que una cárcel sea una cárcel? En parte es la privación
total y la degradación de los sentidos. La cárcel es un lugar donde
las tres com idas diarias son de colores pálidos y ajados: los ali
m entos de m ala calidad y sobrecocidos ni se parecen a los co lo
res que se encuentran en la naturaleza fresca y vibrante. El pollo
seboso flotaba en lagos de g rasa granulada. El atún desm enu
zado venía en latas de un galón y traía un grueso sudario blanco
de m ayonesa b arata. Las salchichas em badurnadas de m anteca
yacían arru g ad as. La «crem a de ch am p iñ on es» estab a hecha
con tazas de h arina blanca para espesarla y era tan p arecida al
engrudo que hasta podías voltear tu cuchara al revés y la sopa no
se caía. Los frijoles al horno estaban tan resecos que tenías que
desportillarlos de las charolas de aluminio.
La cárcel es un lugar donde no hay privacidad de maneras extra
ñas: no hay libertad para alejarte del ruido; no puedes dejar de escu
char a los otros llorar, gritar, maldecir, m ear. No puedes no oler. No
puedes no probar el olor de las heces de los demás.
í* ' 193
<Úe cómo las Motheijuckers se volvieron las M adres tantísim as
Pero tam bién en la cárcel hay una ruta aérea secreta que está co m
pletam ente abierta, y esa ruta aérea se construye con cada actitud
del alm a, que sostiene que el espíritu, com o un herm oso pájaro,
puede volar a cualquier parte, plenamente vivo, se pueda ver o no.
Ese espíritu nunca podrá ser enjaulado. Jam ás.
Así, en la clase de Poesía con mis chicas m irlo, en m om entos
tranquilos, pude enseñarles sobre el «Pájaro de pájaros», lo que al
gunos llaman espíritu y es para otros el herm oso y femenino Espí
ritu Santo, ese espíritu imperecedero, con frecuencia representado
como una paloma blanca; El que puede volar entre los barrotesy es
capar por las ventanas; El que nunca podrá ser enjaulado.
No conseguí la atención embelesada de las chicas en la clase de
Cocina, pero en la de Poesía estaban casi com pletam ente quietas
mientras les leía sobre las místicas mujeres santas: Catalina de Sie
na, Teresa de Ávila, Sor Juana, Matilde de Magdeburgo.
Todas estas poetas ancestrales gritaban con fuerza, cada una a
su m anera, que en cualquier prisión solo el cuerpo está detrás de los
barrotes y candados, sí, pero el espíritu salvaje lleno del fuego y el
am or del Creador y de toda la Creación tiene la libertad de ir y venir
como y adonde quiera, a pesar de cualquier reja de hierro.
Me dijeron cuando llegué a la cárcel que las niñas a las que les
enseñaría tenían en su mayoría inteligencia «b aja-n o rm al». No
me am ilané. Lo había escuchado antes; eso es lo que las m aestras
decían de m í hace m ucho, y de otros que venían de fam ilias de
inm igrantes o refugiados. Por el contrario, mis chicas mirlo co m
prendían la poesía m ística perfectam ente. Después de que les leí
lo que escribieron las santas m ujeres, las niñas hicieron relatos
sobre pájaros y libertad ahora, y sobre ese «algún día» que llega
ría cuando tuvieran la libertad de dejar la «institución». Podía ver
el alm a en sus palabras, aun cuando m uchas tenían mala o rto
grafía y las líneas de su caligrafía corrían chuecas por la página
**'' 195
í)e cómo las Motheijuclcers se volvieron las Madres laniísimas
rayada. Pero vi tam bién que escribían justo com o vuela un pájaro:
en libertad.
Y se lo dije: «Ningún pájaro vuela en línea recta; suben y bajan,
se van de lado, y ningún pájaro, incluyéndome a m í, tiene buena or
tografía». (Y aquí les conté un poco sobre mis propias dificultades
para aprender a leer y escribir, y cóm o los otros me ridiculizaban.)
«Pero por favor observen - l e s dije— , que la gente del mundo que
habla seriamente sobre ser un verdadero ser humano, en general no
se imaginan a la ortografía y la caligrafía perfecta como a lo que más
quisieran aspirar en la vida.»
No, mucha gente de todo el mundo m ira a los pájaros y dice que
quiere ser libre... como ellos, elevarse como lo hacen los pájaros.
Las niñas escucharon con tal intensidad que varios m aestros
que p asaron durante n uestra clase de Poesía preguntaron d es
pués qué diantres estuve enseñando. Nunca habían visto a estas
estruendosas y muy jóvenes adultas tan calladas.
Lo que les había estado enseñando a las chicas mirlo era solo es
to: una simple premisa sagrada de que todos nacem os bien defini
dos en la conciencia de que el espíritu es libre, pase lo que pase, y
que la cultura y quizás otra gente pueden m entirnos sobre m uchas
cosas, pero hay una verdad más clara: podemos crecer y volvernos
libres, incluso cuando estam os en prisiones de muchos tipos o de
cualquier clase. Tenemos las cinco cosas necesarias para perm ane
cer libres p ara siempre: Amor, Corazón, Im aginación, Espíritu y
Alma; y todas estas son simplemente otra forma de decir alas.
Todos los argum entos, la «alh araca», como algunos la llam arían,
pararon. Simplemente pararon. Un latido. Otro.
Después risas. Burlas. Me dieron la espalda. Unos cuantos ges
tos vulgares con las manos que las chicas ya sabían que yo conside
raba como aburridamente predecibles y poco originales.
—Está bien, está bien —dije—: Un p ar de semanas, denm e un
par de sem anas para transformar la palabra fucker como por arte
de magia delante de sus narices. Les mostraré lo que en realidad
dice la palabra fucker.
—Ajá, ajá — dijeron. Y cam biaron el tem a, parloteando sobre
cómo Carlos se e sca p ó la sem ana pasada y no lo habían vuelto a
traer al bote todavía. Y que si no era lo m áximo por haberse escapa
doy blablablá, tristeza cubierta de risa que no era júbilo, sino algo
mucho m ás desolado.
Tome su «Ajá, a já» como un «Sí, adelante, solo Inlenla ensenar
nos algo».
204
((desatando a la M ujer fu e rte
Y así, esa noche entré en una consulta devota, triste, casi deses
peranzada con Nuestra Señora. Caminé con ella por la carretera en
la que pasaban zumbando ocho carriles de autos cerca de un viejo
viaducto. Para cuando hube andado un kilómetro y medio en los za
patos de las chicas mirlo, mis zapatos, los zapatos de Ella, percibí
que Nuestra Señora me decía que todas podíamos ganar, y me dio a
historia para la primera letra d e /ic k e r, la historia verdadera de la /.
SEGUNDA PARTE
f
r
Y m ientras les contaba del pastor que sale a la torm enta para traer al
cordero asustado, al principio las chicas estaban inquietas, después
se fueron callando. Luego se dieron codazos, soltaban risas forzadas
y estridentes, nada relacionadas con lo que acababan de escuchar.
Una especie de burla, pero mucho más breve que cuando llegué por
primera vez a la cárcel de niños.
Es extraño cómo los seres humanos que tienen miedo de ser reales
ante los corazones ajenos, temen represalias por el hecho de ser. Con
frecuencia ríen cuando tienen miedo... o cuando se conmueven.
De nuevo la letra/
Esa noche, cam iné otra vez por la lateral de la carretera de ocho c a
rriles. Nuestra Señora dijo:
— Eso estuvo bien. Pero hay más. Más letras. Más oportunida
des; más cambios.
sfcv 205
í)e cómo las Mother/uckers se volvieron las M adres Santísimas
Y m ientras les contaba del pastor que sale a la torm enta para traer al
cordero asustado, al principio las chicas estaban inquietas, después
se fueron callando. Luego se dieron codazos, soltaban risas forzadas
y estridentes, nada relacionadas con lo que acababan de escuchar.
Una especie de burla, pero mucho más breve que cuando llegué por
primera vez a la cárcel de niños.
Es extraño cóm o los seres hum anos que tienen miedo de ser reales
ante los corazones ajenos, temen represalias por el hecho de ser. Con
frecuencia ríen cuando tienen m iedo... o cuando se conmueven.
De nuevo la letra/
La letra u
Seguí entonces:
-C o n s id e re n la letra u en la palabra jucker. Esta u en realidad
es un sol roto al que se le ve tan solo un rayito hasta abajo porque
m ucha gente ha olvidado la verdadera historia de la vida preciosa
que brilla com o un sol. Pero como este sol en realidad le pertenece
a la Gran Mujer de la que les he estado hablando, ahora se ven sus
otros rayos también. Vean, así... Recordando.
u
0
»¿Se acu erd an de que el C reador sopló hacia el vacío oscuro
y gritó: “¡H ágase la luz!”? Para n osotros en la T ierra, esa fue la
estrella que llam am os Sol Es de Ella. El Sol pertenece a la Mujer.
Ella puede estar en el fuego sin quem arse, y reparte am or en lugar
de ira. Siempre da calidez. Su nom bre especial es Ella que brilla
como el Sol.»
Las chicas querían saber cómo alguien puede irradiar tanto ca
lor sin destruir todo a su alrededor. Me dio gusto que preguntaran.
Platicamos y platicamos sobre cómo otra gente puede escribir sobre
ti con su fuego iracundo y cómo eso te puede prender fuego y enton
ces mandarles a ellos o a otros un fuego destructor.
O, podrías elegir crear en vez de destruir, no im porta qué tan
destructivos sean los demás. Mejor puedes enfrentar al Sol del alma
y devolver fuego, sí, pero como rayos de Amor.
Hubo unas cuantas risitas nerviosas. Unos cuantos «Si, lo que
digas». Pero se corrió la voz, y más y m ás niñas vinieron a nuestras
clases cuando estaban en su «rato de descanso». No venían por lo
religioso. Querían escuchar historias. Las historias eran, en todo
caso, del río de las antiguas ideas e ideales religiosos. Pero no de u no
2 ()f)
De cómo las Motheijbickers se volvieron las M adres -Santísimas
La letra e
Los cuentos se filtran entre los m undos. N osotros tam bién. Nos
m antendrem os juntos. Nos inclinaremos para limpiarle la cara, pa
ra consolar al atorm entado. No importa quién diga que hacerlo va
en contra de las reglas.
Ellas entendieron de inmediato. No hubo burlas ni com porta
m ientos tontos. Solo estuvieron calladas y verdaderam ente bon
d ad osas. E n to n ces, m ien tras las ch icas m irlo silenciosam en te
recogían la cocina, el fragante arom a del pan ferm entado subía. Y
subía.
212 -¿-jfcs
desatando a la M ujer -Fuerte
La letra k
Esa noche, antes de la hora de dorm ir con el último ángelus del día,
le pregunté a la Madre:
—¿Qué haré con esta k? Esta letra parece muy difícil. Y la k pa
rece perm anentem ente com plicada, con esas piernas y brazos que
van en todas direcciones.
La m añana siguiente ya tenía una respuesta; desperté sabiéndo
lo. La voz de la Madre fue clara.
Estábamos en clase de Poesía. Les dije a las chicas:
—Tengo un poeta para ustedes con respecto a la letra k en la pa
labra fucker.
Quisiera poder expresar lo abiertas que estaban ahora las expre
siones de las chicas, cómo parecían pajaritos que esperan el retorno
de sus padres con comida para el nido. Les conté que había traído para
ellas un poeta cuyo nombre comienza con k: Kerouac. Lúe católico,
después budista, después católico. Escribió sobre cómo se burlaban
de lo mejor de lo mejor en una sociedad pesadillesca. Y sobre cómo el
automóvil había acaparado la piedad que le pertenece al alma.
Les explique como dos almas, acusadas de ser ladrones, fueron cru
cificadas a cada lado del Dios del Amor. De cómo un ladrón se bur
laba del Dios del Am or y cóm o el otro protegía al Dios del Amor,
dieiéndole al hombre que se burlaba: «¿Qué te pasa, no puedes ver
la Divinidad Santa cuando está enfrente de ti?». Entonces, el ladrón
protector le preguntó al Dios del Amor si él, el presunto ladrón, po
dría jam ás ser perdonado.
Se decía en viejas historias étnicas de mi familia que los solda
dos romanos que hacían todas las crucifixiones se burlaron también
de esa petición tan sentida. Pero el hombre que pidió perdón lo re
cibió de inmediato del Dios del Amor. Ese que antes era visto como
«solo un criminal» y nada m ás, fue conocido después como Dimas,
el Buen Ladrón.
Las chicas asentían y asentían a cada paso de la historia. Que
rían saber cual era la culpa de cada uno de los crucificados. «No
lo sabemos, ¿o sí? M uchas veces nos crucifican por ser distintos,
¿no?». Asentían. «¿Por proteger a los m ás débiles?» Asentían más!
«¿Por tratar de proteger a otros? ¿Por robar un sentido de identidad
que es bueno y honorable, pero que otros insisten que no m erece
mos? ¿Por decir una verdad dura?» Síysí. Sin resistencia.
Para el sincero que pide perdón, no hay sentencia de muerte; eso era
algo que los seres humanos imponían sobre otros seres humanos,
Para el alma vel esniVil n. m ra nnipn lo nía«, i,.,,......................... i .
214
Úesatando a la M ujer fu e rte
¿Acabamos?
Es extraño, ¿verdad?, que sea el fuego creativo del viaje lo que más le
importe al espíritu.
Le pregunté a mis jóvenes adultas que cada vez menos parecían
seres inmaduros:
— ¿En qué quieren que se conviertan las otras dos letras? ¿Qué
historias piensan ustedes que deberíamos relacionar con ellas?
En seguida, esto fue lo que decidimos juntas.
La letra e
\» /
En los días siguientes, un solo ojo tatuado hecho con la letra e com en
zó a aparecer en los brazos de las chicas y en sus piernas y en sus cua
dernos rayados. Un ojo azul, uno café, uno asiático, un ojo único.
No dije nada, de la m ism a m anera en que sabes que no debes
decir nada cuando un águila aterriza repentinam ente en tu porche.
Pero sentí felicidad hasta los huesos. Sabía que las chicas entendían
que a veces te conviertes en lo que usas. A veces tam bién usas por
fuera eso que te volviste.
217
cl)e cómo las Motherjuckers se volvieron las Madres S<iiiIIh¡iihih
La letra r
y sus herm osos arom as de incienso. Y otra vez. Que la Rosa Mística
nunca dejará de alzarse nuevamente.
Llevé rosas silvestres a la clase de Cocina, rosas que yo sabía
que no habían sido rociadas con venenos. Cortam os con ternura
la parte blanca del pétalo que mis abuelas me enseñaron no eran
tan ricas. A hora solo quedaba la parte dulce de los pétalos. Los
usam os para darle un sabor delicado a nuestro simple helado de
vainilla industrializado que llegaba a la cárcel en grandes cilin
dros de cartón beige; estaba tan duro que prácticam ente necesi
tabas un serrucho para cortarlo.
Pero lo logramos. Y m ientras eso sucedía, las chicas decidieron
que la r al final de la recién acuñada palabra M other se convertiría
en las rosas de la Madre Santísima: la dulzura de la nueva vida y la
libertad de crecer en libertad. Verdaderamente libres.
Y ahora, años después, soy m ucho más vieja, y mis chicas mirlo de
hace tanto tiempo tienen ya cuarenta y cincuenta años, y la mayo
ría vuela en libertad. Solo me gustaría mencionarles aquí, queridas
almas valientes que leen mis palabras, las palabras de lilla... (pie si
veo uno de los símbolos de abajo en su cuerpo, en su ropa, en sus
222 ^
desatando a la M ujer ¿Fuerte
todos los días; para todo el m undo, no solo una parte, no solo los
que han sido «certificados».
Llam am os a estos m iembros Las Marías. Si tienes inclinación
por Ella, si deseas una orientación m ás profunda, m ayor que la
m undana, si tem es que algo muy precioso se pierda o algo desea
do no cristalice, si tienes una esperanza de curación para otros que
sufren, si quieres conocer a su radiante Niño de Amor, si necesitas
una señal, una guía, una palabra amable, un trago de agua en el lar
go cam ino, por favor ven y únete a nosotras en esta congregación
invisible pero palpable.
No por nada Ella es llamada «Torre de Marfil» y «Torre de Luz».
Levántate, acércate; hay una Señora que te espera, una Señora que
sabe tu nombre y conoce de m emoria la m anera de entrar y las m a
neras de avanzar.
La gente me pregunta a menudo cómo le rezo. Tengo mil oracio
nes que me han dado el desierto y la tierra, la sangre derramada in
justam ente, el contar las caries en las muelas de la Muerte, pero hay
una sola plegaria a la que vuelvo con Nuestra Señora una y otra vez,
pues es la única plegaria que hasta ahora me dio Ella en persona.
Es extrañam ente dulce, ¿verdad?, que alguien que escribe ta n
to y cam ina junto a Nuestra Señora pidiéndole durante estas siete
décadas de mi vida que por favor me otorgue palabras suficientes
para ayudar y sanar a otros —aun cuando pedía para mí, pensando
que quizás llegaría al menos un párrafo, quizás hasta una página— ,
fuera esto lo que llegó.
Es entonces que te invito profundam ente a unirte a mí en esta
oración, la que sigue, para que la oremos juntos, aunque la oración
personal que me dio Nuestra Señora tiene solo una palabra:
Enséñame.
Enséñame.
Porfavor muéstrame. Porfavor edúcame.
Aymen.
Aymen.
Aymen.
L etan ía de la M adre
C arretera: cán tico de sus
n om bres rad ian tes
2 4 0 '-**
(Desatando a la M ujer,fuerte
tísima.
M uchas p ersonas creen que las A m éricas tienen solo gente
nativa de cada nación. Es cierto; hay m uchos indígenas. Pero las
Am éricas tam bién están repletas de m igrantes, inm igrantes, des
cendientes de la Conquista, gente interracial, gente que llegó como
esclava, gente que escapa de algo, gente que vio una oportunidad o
vio belleza, o se enamoró o encontró un refugio.
Y así, las Américas están llenas de morenos, criollos, mestizos,
ladinos, reuersos, españoles, africanos, toluqueños, tlaxcaltecas,
lacandones, santodomingueños de los Colorados, italianos, portu
gueses, griegos, alemanes, austríacos, chinos, japoneses, franceses,
estadounidenses, quichés, m am es, misquitos, cunas y tantas otras
tribus de todas partes del m undo; m uchas viven a lo largo de esta
241
/ ’etanía de la M adre ( ‘a m ura
Fue así que cerca de m uchas aldeas diminutas de techos de paja, es
taban junto a la carretera ancianas de delgados brazos, algo así cómo
los Ents de Tolkien, los árboles que m archan en el bosque. Parecían
arrastrar sus raíces largas y coloridas detrás mientras caminaban con
sus faldas tejidas color azul m arinoy esas blusas que estallaban en h i-
biscos color duraznoy naranjay rojo, y brillantes rosas de veinte péta
los bien abiertas, todas entretejidas con hojasy pájaros.
Las ancianas eran hilanderas, tejedoras, las reinas de la tela y
del bordado de las Américas. Con frecuencia peinaban sus brillan
tes, blancas trenzas, justo com o las niñas de las aldeas, am arrán
dolas con largos listones de colores que daban un aire eternam ente
joven hasta a las jefas tribales más ancianas.
Las viejas, las ancianas, veían a la Madre Carretera com o el lu
gar para desplegarse. Así que desenrollaban sus trozos de tela em
papada de color m orado profundo y rojo oscuro y café corteza que
alguna vez fueron de un blanco puro, cuando por prim era vez las
tejieron en sus telares.
Pero ahora, habiendo apenas m acerado suficiente cantidad en
el tinte hirviendo para poder dar y ofrecer después tela nueva a casi
toda la aldea, ese lienzo, hecho con aditivos de plantas que se sa
be producen una tintura amarilla, y otras que contienen tanino pa
ra teñir de un color café suave, y de insectos que entregan sus jugos
corporales para transform ar el agua caliente en un denso color vio
leta (y a veces usando un brillante color «que no se encuentra en la
naturaleza», un tinte de anilina que algún vendedor ambulante tra
jo), ahora las ancianas necesitaban solo una cosa m ás...
Un lugar para desenrollar los humeantes rollos de tela, un lugar
para colocar cubetas y tina tras tina de agua fría para poner la tela
adentro y fijar el tinte. Necesitaban un sitio para echar un puñado
de sal en las tinas que ayudara tam bién a retener los colores, y la
Madre Carretera era el aliviadero perfecto para esto.
Después, esas inismasaneianas bordarían ferozmente sobre los
largos Imípi/es (hlnsas que llegan a las rodillas) un Jardín del llddn
244 * * *
desatando a la M ujer fu e rte
Así, este cam ino a lo largo de las Am éricas es para m uchos no so
lo mundano sino sagrado también. Mientras manejaba, pensaba en
todos los brazos, espaldas y piernas que la construyeron. Esta c a
rretera en Centro y Sudamérica fue construida y mantenida muchas
veces por la leva.
Esto significa que el gobierno obligó a la gente de las aldeas,
muchos de ellos de baja estatura, a construir la carretera. Había que
ver el mantenimiento de la carretera por la leva: hombres indígenas
bajitos con sus coloridos trajes tradicionales, escarbando, usando
como palas los azadones, nivelando de rodillas la superficie con ta
blones en las m anos, acomodando los bloques y vertiendo el chapo
pote sobre piedras.
En ese sentido, el camino está hecho a m anoy con arduos traba
jos, y por eso la Madre Carretera en realidad no le pertenece al go
bierno sino a aquellos cuyos huesos la construyeron, y a la Hermosa
Señora. Hay tantos que han nombrado trocitos de la carretera con
nombres como estos, que traducidos dicen algo así:
ck-v-..xj(a
Nuestra Madre,
Portal del Cielo,
¡estrella del Océano,
Trono de la Montaña,
le pido que me presente»
246
desatando a la M ujer Mierte
(y una mujercita.)
14
M ADRE PIADOSA: RESTAURAR E L ALMA
D ESP U ÉS D EL TRAUMA
Hay quienes di cen que los que abortaron no son dignos ni de sanación
ni cuidados, o que «lo que pasó, pasó». Esto no es cierto. La pérdi
da de la vida es la perdida de la vida. Exigirle a una persona herida
250
Úesatando a la M ujer ¿Fuerte
Una vez, hace mucho, un hombre que caminaba solo sin una
guía protectora fue atacado y golpeado hasta quedar cubierto
de m oretones y sangre, y yacía sangrando m ortalm ente a la
orilla del camino.
Compasión después <lcl aborto
No es uno o el otro:
m ás bien, cuidar a am bos y a todos
Mis prim eras palabras para los que preguntan: una madre y un pa
dre con un embarazo «no planeado según la medida del ego, pero
sí por una fuerza mayor» y/o padres o abuelos de adultos jóvenes o
hijos ya crecidos que de repente están «esperando bebé», son estas:
no se asusten. Respiren. Mantengan el corazón brillante y en calma.
Pensemos, no solo sintamos. Escuchemos todas las voces.
Les propongo que podemos, dentro de su sistema de creencias,
concentrarnos en la influencia tranquilizante de un poder mayor. Para
muchos, este es o puede serla Madre Piadosa. Así, podemos alentara
cada persona involucrada a darse tiempo espiritual , no nada m á s tiem-
po pragmático para pensar bien las cosas, tiempo suficiente pai a pedii
mi
C o m p a s ió n d esp u és d el ahurlu
vientres, nom bram os, atesoram os, por quienes nos alim entam os,
a quienes protegimos, comprendimos como una Vida nuevay real,
por quienes tem erosa pero felizmente sufrimos para traerlos vivos
al mundo, casi siempre sin compañía de ningún tipo, dando a luz en
hospitales de la caridad. La mayoría de nosotras, jóvenes madres pri
merizas, dimos a luz solas y en soledad. Pero no nos tocó quedarnos
con nuestros propios hijos, nuestros preciosos, preciosos hijos. No
pudimos quedarnos con los Amores de nuestras vidas.
En lugar de ello, porque «el m om ento no era el adecuado», se
nos llevó a una estrecha acera que nos condujo a cada joven madre,
con frecuencia en la pobreza, al mismo sitio: una pérdida perdura
ble, una eterna lastimadura en el corazón.
¿Olvidar a nuestros hijos? ¡Nunca! Recuerdas a los hijos que re
cibiste que no pudiste recibir...
En el poema de la señorita Brooks hay resonancias entre la en
trega forzosa del hijo propio y la experiencia de trágica pérdida de
un bebé que sufren otras mujeres, y el poema en sí, que en realidad
es acerca de sus abortos.
La señorita Brooks y yo nos hablam os al oído durante las dos
horas que duró el vuelo y coincidim os en que era claro para cual
quier corazón educado que la pérdida de la vida es la pérdida de la
vida. Y esa pérdida puede ocurrir de tantas m aneras, incluido el fac
tor «X », que significa que nadie puede saber después de una muerte
súbita o aborto espontáneo, por ejemplo, por qué la vida no «pegó»
o no pudo quedarse con nosotros en la Tierra.
La señorita Brooks fue muy amable y expresiva. Aunque yo era
m uyjoven entonces, de veintitantos años, y ella tenía la edad que
yo tengo ahora —en la séptima década— , y aunque su situación era
distinta de la mía, entendió que la vida era Vida, de verdad y cierta,
y que la pérdida de vida, del contacto mejilla con mejilla con un niño
precioso en cualquier forma, causaba profunda tristeza.
La Madre4
por Gwendolyn Brooks
Aquí estam os, en este rinconcito del m undo, muy lejos del farfu
llo y el torbellino de la gente que discute quién tiene o no la razón,
muy lejos de cualquier conferencia institucional, sea de obispos o
corporativa, religiosa u otra a la que lamentablemente no se invita
ni se perm ite hablar a La que sabe, la mujer que podría enseñar de
esa m anera a quienes nunca podrán conocer las intimidades de la
maternidad en todas sus medidas, tanto mundanas como sagradas:
muy lejos de la cultura secular en la que solo los mismos viejos zán
ganos reciben el micrófonoy sus palabras predecibles exhiben agre
sión, y no el progreso del pensamiento al servicio del alma... lejos de
los vociferadores y agresores verbales en las banquetas públicas, y
lejos de la gente que chupa la energía gritándole a los que conside
ran pecadores, lejos de los que confunden alzarse sobre principios
espirituales con abofetear las almas de quienes los rodean...
M ientras escribo este capítulo, sigo pensando que desearía que
hubiera una m anera de expresar todo lo que es buena medicina, to
«**' 271
Compasión desptics del uhnrtu
El h om bre que se a h o g a b a
j ‘ •ar**
--- ■
¿Recuerda el desconocido
a una niña de cabello negro
que gritó pidiendo que lo ayudaran
y que no paraba?
¿Recuerda haber visto
el lazo brillante
de la Gran Mujer
volando sobre las aguas,
y recuerda
las m anos invisibles
que lo sostuvieron
por encima del agua
hasta que llegó la ayuda...?
16
SO ST EN IÉN D O SE AL ALMA CON FU ER ZA
Ó dice que Dios no tiene manos. Por eso, dicen también los viejos,
se nos dieron las m anos para traer, proteger, consolar, sanar
y anim ar a toda la Creación. En los ancestrales rituales a la San
ta Madre existe asimismo un tiempo de imposición literal de m a
nos sobre su cuerpo, para poder consolar, proteger, anim ar, curar y
ayudar a traer a la afligida Madre otra vezde vuelta a la vida.
Este ritual no es solo para Nuestra Señora. Es para enseñarnos
tam bién a im poner las manos unos sobre otros, porque quizás al
gún día caigamos y nos aprisione un largo dolor. ¿No es cierto para
casi todos que llega un m om ento en la vida en que parece que está
ocurriendo la anticreación?
Se abre la puerta al infierno, un viento enorme nos empuja hacia
atrás com o la llam arada de una explosión trem enda; con gran es
truendo se cierra una alta puerta carcelaria de hierro tras nosotros.
Estam os atrapados en un descenso repentino y brutal.
La escalera que lleva hacia abajo no sostiene nuestro peso. Los
travesaños se separan violentam ente. G ritam os. Nadie escucha.
Nadie viene. Y caemos de cabeza, golpeando la parte tierna del espí
ritu y del alma contra los peñascos más lacerantes.
Este penoso descenso desafía toda dulzura en nosotros. Puede
hacer que mascullemos que lo único que nos ayudará a superarlo es
endurecernos y amargarnos. Nos encontram os no solo en una lucha
por volver a la vida, sino en una batalla por m antener el alma enrai
zada a nuestros dones más grandes, en la cercanía a la Fuente sin
fuente: la fuerza creativa y la inocencia.
Lucham os por resistirn o s a ten er que ren u n ciar a n u estras
naturalezas tiern as. Peleamos por no convertirnos en cadáveres
vivientes sin em ociones, duros, implacables y congelados, que re
chazan el am or y sus potenciales y que más bien lideran con el cora
zón del tem or, el ojo de la ira o con la m ano insensible del control, o
con todos ellos.
Así que no se nos jala —es una palabra dem asiado am able— ;
más bien, se nos arrastra poruña oscuridad larga, intensa, solitaria.
Los espacios son demasiado pequeños para descansar totalm ente
©¿os no tiene m anos: consolar a María, el ritual del ÍVh<hm!
estirados; nos vemos forzados a cam inar, con los pies ampollados,
tram os demasiado extensos para cubrirlos en un solo día, y sin te
ner un mapa claro de la ruta.
Avanzamos calladamente a tropezones, aceptando los golpes, y
al final ya no tratam os de defendernos. Nos tam baleam os, caemos,
nos quedamos quietos, casi muertos de corazón y m ente, muy doli
dos y con el espíritu sangrando.
via neglectus, la senda del descuido del alm a por parte de otros o
uno m ism o; la via squaleo, verse sepultado por el fango al haber
omitido observar, lim piar y renovar ;y /o la via incultus, el estado
del campo vacío pero fértil que ansia ser sembrado con semillas de
nueva vida; es a causa del tiempo transcurrido en estos arduos sen
deros que a menudo deambulamos sinuosamente de vuelta a casa.
Así también, las manos de los que velan; se considera que actúan
como las manos de Dios, para el Dios que no tiene manos.
Después de rezar un rato con rosarios que se columpian sobre
los barandales de los bancos como el musgo negro con el viento li
gero, poco a poco, cada persona cam inará, andará encorvada, se
agarrará de cosas para llegar ahí lentam ente, tam baleándose, h a
rá una genuflexión, se arrastrará sobre rodillas y m anos para p o
der llegar a María, a la gigantesca, viva, amorosa fuerza de la Santa
Madre que se levanta detrás de cualquier hermosa pintura, mural o
escultura que sirve de apertura hacia Hila.
£kv 287
íh'os no tiene manos: consolar a María, el ritual del Pe,same
Quizá8 los que velan con/y para Nuestra Señora le laven los pies
con sus lágrimas. Ellos ciertamente la tocarán, le dirán con sus pro
pias palabras cóm o entienden su penar, pues tam bién tienen su
propio dolor: por Ella, por el asesinato del Radiante Niño que llegó,
entre m uchas otras cosas, para elevar al mundo y alejarlo de los que
desdeñan a tantas almas por medio de la exclusión y ia locura por el
poder que prefiere la frialdad de corazón m ás que al Corazón como
Amor Sin Límite. Esta compasión fluye por haber sufrido dem asia
do, y se ofrece tanto por nuestras propias alm as afligidas como por
las almas desconocidas que padecen en el mundo. Nuestra creencia
es que todos somos uno. Pasamos uno al lado del otro, y si estás fe
liz, estoy feliz. Si estás triste, estoy triste.
Pero m ás que nada, cada persona pondrá sus manos en el cuer
po de la S eñora. H abrá m anos, m uchas m anos, todas al m ism o
tiempo: en su ceño, en sus mejillas, en la coronilla, acunando su ca
ra como un bebé, en sus hombros, su espalda, sus caderas, sobre su
corazón, en sus rodillas, en su vientre, en sus piernas y pies. Manos
que vierten rayos curativos de fuerza vital sobre Ella, pero también
sobre toda la gente, conocida y desconocida, que está ahí reunida en
la vigilia y en todo el mundo.
La gente le pedirá que por favor espere pacientem ente la resu
rrección de su Amado Hijo y con ello el am anecer del mundo a una
nueva conciencia, recién nacido de nuevo, y le solicitarán muy hu
mildemente recibir también una resurrección de salud, de corazón,
de mente, alma o espíritu para ellos o incluso para cualquiera de sus
seres queridos enfermos, atribulados o perdidos.
M uchas veces, un hom bre o una m ujer le susurrará a la Gran
Mujer y no escucharem os bien lo que le dice. Con frecuencia un
adolescente o niño, una anciana o anciano se derrumba llorando
m ientras se dirige a la Señora con voz quebrada o una especie de
aullido en mitad de un erial.
Yel resto, pues, podemossentircómo viaja ¡i través de nosotros
como un gran sollozo colectivo que aíremele contra los muros de la
iglesia; todos nos senli mos profundamente coi......vi.los pm estar
en «csoliigai'ile'infierno; esto rs, el liiganle (letiolüiloii, el ( inlgol.i
288 ^ ...
desatando a la M ujer'Fuerte
con las penas de los dem ás», para de alguna m anera no dejar que
nadie esté solo. Más bien, perm anecem os unidos los unos con los
otros, de formas m isteriosas.
No cien corazones, sino un corazón. No cien m entes, sino una
sola. No doscientos ojos, sino un lente poderoso que ve com o se
funden los mundos interior y exterior. No cien almas en vigilia por
los dem ás sino un tejido, sin costuras ni límites, de alm as en vela
por todos. .
Como se supone que debe ser; el modo en que son las cosas en el
terreno de todo lo que es sagrado a la m anera del Amor Sin Límites.
m ientras
I m it a t io M a r ía :
aprendem os a ser como Ella
Supongo que alguno que oyera sin mayor interés sobre todos estos
asuntos del Pésame y la uigilia con la lastimada M aría, podría d e
cir «esta gente tonta se engaña sola con una imagen».
Pero no es la estatua; es el m em oriter, recordar a alguien que
uno conoce con el corazón: esas almas devotas que tocan su m eji
lla, colocan manos compasivas en su cuerpo, rezan por y para Ella,
sienten a la ancestral y eterna Mary, M aría, M ir-yam , rem ota en
el tiem po, pero que llega directam ente ahí a su lado, ahora; su piel
tibia, sus lágrim as húm edas, su am or profundo. Es esto. No es la
estatua, esa es solo el diapasón para reconocer y resonar reverente
mente con el santo vivo.
Cualquiera que tenga a M aría en su corazón te dirá que los
consuela m ientras ellos la consuelan a Ella. Y algunos de nosotros
diríamos que, a cambio, Ella también ora con sus bendiciones y re
medios ancestrales sobre nuestras partes rotas.
No se te «despide»
porque no puedes
alcanzar a toda
la humanidad sufriente
todo el tiempo.
Sigue entonces,
como el campesino cultiva
r í- 293
* ri° tiene m anos: consolar a María , el ritual del ‘ÍVsamr
su parcela
ajuera de su puerta...
lavando las semillas,
preparando la tierra,
plantando a la profundidad correcta,
cuidando,
desyerbando,
contando los pequeños
progresos.
Así también,
cuida a los pobres de espíritu,
a los pobres de alma,
a los pobres desalud,
a los pobres de necesidad,
justo fren te a ti:
a losfamiliares enfermos,
el hombre de la calle,
la madre en el camino,
el amigo quebrado,
el niño inocente,
los desgarrados,
los extrañados,
los errabundos.
Te digo,
los que solo cuidarían
al otro lado de los océanos
y no cuidan a aquellos
que pueden lavar
que están parados
justo frente a ellos,
todum i no son com pletam ente bondadosos.
Sé que entiendes esto:
que <Icsespcrudui tiente
queremos que lo hum anidad no sufro...
y esta es una de las plegarias
m ás dignas que conocemos.
Aymen
Aymen
Aymen
L as M arias de M adr
C
omo la Gran M adre, durante cientos de años la M adre
África ha crujido bajo el peso de muchos seres humanos
que la dañaron al robar sus tesoros, crear enemistad entre
los pueblos e imponer piedras encima de sus mejores mentes y co
razones para no dejarlos crecer y convertirse en gigantes.
Pero también tengo la sensación, porque conozco a m uchas al
mas que nacieron ahí en esa tierra, de que en la M adre Africa se
enraíza un misterioso Corazón del Mundo, un Corazón de la H u
manidad que late siempre fuerte, pase lo quépase, y que es extra
ñam ente vulnerable... pero siem pre invencible; siem pre herido...
pero siempre cubierto de flores de acacia, cuya miel fluye como un
agua dulce profunda y ambarina.
Aunque la corona que se ha obligado a usar a la M adre Africa
está hecha de punzantes ram as de espino, hasta estas, debido a
su inmaculada generosidad de corazón, revientan de continuo con
flores fragantes...
Y eternam ente presentes en cualquier lugar donde hay tanta
muerte y tanta resurrección, están las Marías.
Las Marías
Los viejos creyentes les dicen «Marías» a las almas —tanto de hom
bres com o de m ujeres— profundam ente lastim adas pero, que en
lugar de am argura en el corazón tienen tal profundidad de visión
y generosidad que se sienten ganas de llorar solo por estar cerca de
ellas de nuevo, o por primera vez.
Como en otras partes del mundo, hay millones de Marías escon
didas en refugios y lugares recónditos de toda África. A diferencia de
los brutales dictadores africanos com o Robert Mugabe, Idi Amin y
otros que deliberadamente arrastraron a sus naciones a la pobreza
y las m asacres, las Marías son todos los que recuerdan y restauran
«eso de lo que realmente está hecha el alm a»; África está llena de la
2W)
f a s M a r í a s d e M a d r t ,/lfr ic a
da aldea, pues este era el más inusual de los objetos m ágicos, uno
que podría ser mágico también para nosotros: un pequeño radio de
plástico con una manivela; en realidad, un diminuto radiorreceptor
que recibía energía de... ¡el sol!
Celdas solares. Deja el pequeño radio a pleno sol durante varias
horas. Deja que «coseche el sol». Entonces, cuando llegó una tarde
preestablecida, veinte, cuarenta, cien aldeanos se pararon y se sen
taron en cuclillas en círculo para escuchar al cuentacuentos mágico
salir desde el pequeño radio en medio de ellos.
En ese tiempo, las celdas solares permitían que un radio recibiera
transmisiones de quizás hasta 2 0 minutos a la vez; así el radio repar
tía historias, hablándole a la gente en su propia m anera sencilla.
Como fue al principio lo fue otra vez, excepto por una cosa: las
viejas historias todavía eran contadas por los ancianos en los pue
blos sin radio. Pero ahora habría nuevas historias también, nuevas
historias mágicas del narrador del radio que de m anera seria y con
creta educaba a los aldeanos sobre cómo ahuyentar a los Demonios
de la Muerte. En serio.
la Madre de Toda Vida— , los que alguna vez fueron oprimidos tien
den a im itar a sus propios tiranos, causando daño a quienes están
más cerca de ellos y no son de ninguna m anera enemigos, o since
ram ente renuncian a sojuzgar.
Con el tiempo, mientras las actitudes nocivas e inhumanas pasan
de generación en generación en una cultura, quienes asumen acti
tudes degradantes hacia los demás a menudo aprenden a faltarle al
respeto a las mujeres y a otros con tanta facilidad y autoproclamada
impunidad, que ya ni siquiera notan sus propias crueldadesy exclu
siones. Así, las alm as dignas siguen siendo desterradas y dañadas
porque por generaciones se ha instituido la brutalidad dirigida en su
contra, y ven a los opresores como «ajenos», una especie de elegidos
que pueden amenazar y dañar a los demás. A menudo les toma mucho
tiempo a los oprimidos siquiera pensar/recordar que tienen un dere
cho inalienable como almas, a ser tratados con decencia.
Cuando les pregunté a mis novatos locutores africanos cuál era
el problema principal que enfrentaban sus pueblos, una de las M a
rías —un hombre gentil y enternecedor— dijo que eran los adultos
que se portaban como «niños con gran poder que no han superado
su codicia por tener toda la mantequilla del mundo».
Nos preocupamos por este tem a del «niño voraz en un cuerpo de
hombre o m ujer», ávido de poder, de influencia, de ser visto com o
im portante, que emplea la fuerza con toda la gente a su alcance y los
hace andar encogidos por el miedo, en lugar de dejarlos desenvol
verse y desarrollarse en plenitud como seres humanos, lo cual es su
derecho de nacimiento.
M ientras intentábam os com prender lo incomprensible, por lo
m enos con el corazón intacto; m ientras le dábam os vueltas a las
cuestiones tocantes a la barbarie abyecta, finalm ente decidim os
que yo tejería un relato a partir de todas las horas de sincero te s
timonio que escuché de mis amigos africanos, para poder «contar
la historia de aquello» durante todo el tiempo que tom ara contarla,
pero que tam bién fuera «tan corta com o sea n ecesario », de modo
que se pudiera escuchar entera en la radio solar con su diminuto
lapso de «tiempo de recepción». Esta es dicha narración.
=k*' 305
Jtgs Morías de Madre /ifrica
Hubiera deseado que dijera algo sobre cóm o todas las acciones
derivan de actitudes subyacentes y tácitas que niegan el respeto, las
cuales deben cuestionarse y cam biar las nocivas por unas que hagan
sonreír a la Creación y a la Santa Madre. Hubiera deseado que dijera
a las mujeres cómo protegerse m ejor teológicam ente de los hom
bres que llevan la sotana y la pompa, pero se com portan vergonzo
samente hacia las mujeres y niños.
Hubiera deseado que el Papa enum erara las ofensas comunes:
obligar a las mujeres a tener sexo. Golpearlas repetidamente, empu
jarlas, darles bofetadas, azotarlas conlos puños y con palos, romperles
loshuesosycortarlas. Llamarlas prostitutas. Esclavizarlas, sin permi
tirles una educación, obligándolas a hacer trabajos serviles para que
los hombres puedan vivir como reyes. Obligar a las mujeres y niños
a estar a disposición de las adicciones de los hombres. Hacer berrin
ches escandalosos insistiendo en que el hombre es superior cuando no
se ha ganado el estatus que falsamente dice tener. Tratar a las mujeres
y niños como propiedad que puede usarse, venderse, intercambiarse y
humillarse, como se hizo en los viejos tiempos, sin cesar.
Las palabras que consuelan son buenas, pero M aría Nuestra
Madre tam bién lleva un Corazón con Siete Espadas. Con todo res
peto, Papa, a veces es hora de sacar una espada del corazón y cortar
las m aterias enfermas para abrirlas y dejarlas a la vista de todos.
Pero puedo ver que lo que el Papa dejó fu era de sus discursos
es y seguirá siendo el enorm e y sagrado trabajo de las Marías de
Africa; lo que no se dijo y, m ás aún, quizás el Papa no supo definir
punto por punto y con claridad: el cómo hacer, el paso a paso, la de
rrota del monstruo por el alma heroica. Puedo ver, y creo que uste
des también como viejos creyentes, que el paso a paso lo llevarán las
Marías, las Marías del Corazón del Mundo.
Algunas canciones son oraciones que se elevan, como esta que sim
plemente se llama «M aría», est rila por l’ally Griffin.1 Espero que la
:hmi
■G&sMarías ele kUuliv../lfr¡ru
María
El ritual de La Posada
de «Oh, sí, a q u í ten em os
lugar p a r a ti»
La Llave1
E l C r is to : el exilio de lo sagrado
protejan de los daños que causa la sociedad con miras a restar fuerza o
desalentar a la gente hacia lo sagrado. La Posada es un ritual que bus
ca transform ar la m anera en que la cultura dominante menosprecia
lo sagrado, para recibirlo otra vez cálidamente y con los brazos abier
tos, como el abrazo entusiastay confiado de un niño.
El sagrado ritual de La Posada se basa en la historia ancestral
sobre la noche en que la Sagrada Familia intentó encontrar refugio
en una posada durante una m igración en m asa de grupos tribales:
viajeros de cabellos polvorientos que, dando tum bos por tierras
desérticas, trataban de cum plir con las dem andas del em perador
Augusto, pues había ordenado que todos volvieran a sus pueblos
natales para registrarlos en un censo y cobrarles impuestos.
El decreto del rapaz em perador llenó de dificultades a los p as
tores, granjeros y familias pobres que vivían lejos de su lugar de n a
cimiento. Tuvieron que llevarse con ellos a sus recién nacidos y las
esteras de sus enfermos y m oribundos; tuvieron que escarbar para
sacar suficiente comida; tuvieron que encontrar suficientes cobijas
para evitar que alguien se congelara en las frías noches desérticas.
Todos los viajeros esperaban de verdad —sin im portar la lenti
tud con que tuvieran que cam inar para m antener unidos a todos sus
hijos, su ganado, sus lisiados, sus ancianos que cuando estuvie
ran agotados pudieran encontrar un refugio, hasta el m ás rudimen
tario , para poder descansar.
La h isto ria de Natividad de M a ría , la Gran M ujer, es así.
Ella, que estaba em barazada de la brillante Lucecita del Mundo,
necesitaba desesperadam ente un lugar para descansar. Estaba en
su noveno m es de em barazo, y había sido zangoloteada durante
kilóm etros de terreno rudo. Como sabe cualquier m ujer que haya
pasado por un em barazo, cam in ar puede h acer que em piece el
trabajo de parto con m ás furia, lo que vuelve aún m ás necesario
el refugio: por lo m enos un árbol, un poste de m adera para equi
librarse, para poder parir.
Pero no había lugar en ninguno de los hostales en los que María,
con su gran embarazo, y su esposo, San José, rogaron que les dieran
asilo.
•*' m
& ritual de J'g fo s a d a de «Oh, sí, aquí tenemos lugar para li<
I m ita tio M a r ía :
La práctica de alum brar al Niño de la Luz cada día
No solo un día del año; más bien una práctica cotidiana de acordar
nos de otorgar el primer lugar al Amor sin barreras.
Si existe una plegaria que conm em ora al verdadero am or por el
Am or verdadero, ofrecería esta: «Creador, im prégnam e cada día
del presentey cada día del tiempo futuro; imprégname con el Niño del
Am or».
Me parece que dentro del hombre o la mujer que reza esto, o algo
parecido, comienza una suave escisión de las células del espíritu, una
división, un agregarse, sacudirse, desarrollarse justo com o en el em
barazo humano. Ocurre un aleteo que se siente como las alas de una
m ariposa que laten y se aferran al bermellón del corazón verdade
ram ente incondicional; crecen un cuerpo amable y una sutil mente
de Am or que llegarán a sery luego deberán nacer a diario. Con n o
sotros, para nosotros, por medio de nosotros.
Durante La Posada, el miedo de que am ar lo Sagrado sea de al
guna m anera peligroso o engañoso se borra al igual que las mentiras
tontas de la sociedad. El tem or de que am ar debe acapararse como
si fuera una cosa; que el am or puede enferm arte si eres demasiado
adorable o demasiado am oroso; todo este sarro se desportilla de las
cavidades del corazón.
Al convertirse en p osad a, en un paradero en el cam ino, en un
refugio en lo silvestre de nuestras propias culturas, el Amor solo es
peligroso en el m ism o sentido en que la calidez es peligrosa para
las cosas que se han mantenido demasiado congeladas en un ceño
fruncido o sonrisas altaneras.
Así que tratam os específicamente de llevar a la fuerza a los te
m ores de am or hasta el basurero, y en cambio aum entam os nues
tras acciones en el mundo que son de naturaleza h osp italaria, lo
que significa h acer gestos de bienvenida por y para el A m or. Lu
cham os para hallar y vivir en formas favorables para el Amor. Res
pondem os —incluso a las situaciones difíciles y a la gente— con
un prim er pensamiento, o por lo menos el último, de ser Amor, que
es lo contrario de ser parsimonioso.
Posada: rechazar la cultura dominante que no deja de decir que
es irreal enseñar el am or sin cadenas, cuando en realidad buscar
317
81 ritual cíala 'P o sa d a de «Oh, sí, aquí tenernos lugar futra ti•
fifcir -¿JÉ!
El rizoma eterno
Prosigue La P o sa d a
Por último
H asta que por fin term ina la búsqueda. Al fin llegamos a la última
casa, hasta el mismísimo final de una larga travesía, donde están los
que les tocó el papel de la «gente com pasiva», que acogen del frío a
los cansados viajeros.
A veces hay distintas viejitas que son las parteras en la última
casa y corren a llevar a María de los brazos y la ayudan a acom odar
se en una silla de espalda recta, de la m ejor m anera en que pueda
hacerlo una mujer con nueve meses de embarazo y en pleno trabajo
de parto que ya no puede doblarse. M aría mejor estira derechas las
piernas, los tobillos enfundados en calcetas de lana que la cubren
hasta las pantorrillas.
Esto trae muchas risas y recuerdos tímidos sobre «la vez que tenía
diez m eses de embarazo y parecía una casa», y cómo «se le rompió
la fuente, y yo tenía tanto miedo que traté de arrancar el auto con la
llave de la casa para llevarla al hospital», y otras historias sobre el na
cimiento de la luz preciosa de alguien en su propio mundo precioso.
En esta última casa se sacarán las servietas o servilletas, m ante
lería especial tan blanca como la nieve, doblada justo para este m o
m ento, y pasteles y dulces y a menudo una piñata, y habrá mucho
regocijo de que por fin hay un lugar para que descanse el alma em
barazada con Nueva Vida. Y José, el frecuentemente desconcertado
protector, recibirá felicitaciones y le darán un poco de tequila fuerte
para calm ar la ansiedad por su esposa y el pequeño Niño. Apretarán
sus brazos para felicitarlo; los bigotes se alzarán y bajarán mientras
dicen: «Cuando esperaba que naciera mi prim er hijo pensé que me
saldrían alas», y le darán a José el sillón reclinable sólidoy grande, y
pronto las caras se habrán ruborizado por la risa y por tom ar té ca
liente con chiles adentro. Para todos esta última casa será un lugar
de honor, sin im portar lo humilde que sea; se preparó este sitio para
que nazca el Niño de Luz.
De nuevo.
Ahí, en cada persona, en su corazón sollozante, feliz, exhausto,
congelado pero que se calienta otra vez.
81 ritual de P o sa d a de «Oh, sí, aquí tenemos lugai para li>
Nuestra Señora de
G uadalupe:
El sen d ero del Corazón Roto
cielo se nos cae, com o cuando hay paz alrededor, por lo menos en el
pequeño universo de uno, pues Ella está presente con m ás frecuen
cia cuando mayor necesidad hay de orden, fuerza, resistencia, una
nueva idea, ferocidad, esperanza y vitalidad.
Me escriben que a menudo parece que todo a su alrededor e s
tá en el caos absoluto, y esto les provoca gran tristeza. Yo estaría de
acuerdo por completo. Nuestras penas parecen lo suficientemente
arduas, incluso aunque las aligeren ciertas felicidades a largo plazo.
Pero ver a otras personas sufrir rompe casi cualquier corazón. Y, sin
embargo, Ella está con ustedes de forma clara, pues el tipo de vidas
que hemos tenido llevarían a bastantes a volverse insensibles, cíni
cos y m ordaces, y aun así, seguimos aquí con los corazones todavía
intactos.
Esta es una muy buena señal.
Cuando tenía siete años, los adultos que estaban en mi vida hoga
reña y escolar me dijeron que habla llegado a la «edad déla razón».
337
■ Nuestra Señora de Guadalupe: & sendero del Corazón '({oto
dos nom bres, o como una de mis am igas, María Cecilia: Virgen de
Guadalupe. En segundo lugar, ser una «virgen» significaba tratar
de se r com o Ella: brillantem ente colorida, feroz, vigilante, con la
lealtad de un buen perro.
Mi tía me había dicho que en los siguiente trece días iba a ver
trece cosas que me afectarían de por vida, cosas «que te pedirán
tu ayuda, tus m anos, tu corazón, por el resto de tu vida». E n to n
ces intenté m antener realm ente abiertos los ojos. Ella dijo: «Eres
una niñita, y todavía puedes ver lo que casi todos los mayores ya no
quieren ver: puedes ver lo que necesita tu ayuda».
En e sa sem ana vi m uchas cosas. La mayoría no eran e xtrao r
dinarias para nuestras vidasy tiempos; eran o arrebatadoram ente
hermosas o arrebatadoram ente violentas (de niña vivía en una zo
na rural poco desarrollada del medio oeste norteam ericano, y es
tos contrastes eran sin tregua la norm a). Ahí, muchos celebraban la
bellezay muchos, muchos habían caído en la violencia o resultaron
heridos por ella en sus múltiples formas.
En sus esfuerzos por repararse después de ser víctimas de la vio
lencia, varios se endurecieron; otros cayeron aún m ás bajo, otros
agacháronlas cabezas y prosiguieron resignadamente, algunos es
caparon, otros aguantaron. Cualquiera que haya vivido un terror se
mejante sabe exactam ente cómo es. Sé que bastantes de ustedes lo
entenderán.
Así que m uchas cosas vi durante esos trece días santos, para
las que me preparó mi tía. Pero una de las más sorprendentes lle
gó m ientras paseaba por un sendero de tierra entre la lejanía del
bosque. Un poco más adelante, el auto grande de un sheriff, en una
nube de polvo aún más grande, se detuvo derrapando a la orilla del
camino .Justo ahí, un poco más adentro del bosque, había un cam
pamento de lonas y palos de algunos vagabundos que regularmente
saltaban deliren de carga m ás adelante, y se quedaban por periodos
de tiempo en nuestra parte del bosque.
Creo que hay veces en que puedes oler cuando llegan las malas
intenciones, Salle deprisa en el cam pojunto al camino y me acosté
pa ra esconderme ri il re los Ia líos secos ahí. I,os ayudantes del sheri/j'
340 '***
Desatando a la M ujer fu e rte
Así que, m ’hijas y m ’hijos, estoy por cerrar esta carta a ustedes. Me
han preguntado el modo de continuar y profundizar su devoción a
Ella. Tengo una gran sensación interior de que ya lo conocen y so
lo necesitan un pequeño recordatorio. Llega m ás bien de m aneras
desordenadas, con frecuencia en una forma muy grande y muy au
daz, no recatada.
«Aymen
y con amor,
Dra. E.
2 0
LOS IN M IG RAN TES, TODOS SOMOS IN M IG RA N TES:
E L FU EG O CREATIVO QUE NO SE PU ED E SO FO CA R
Trataron de p a ra rla
en la fr o n te r a
348 ^
Desatando a la M ujer Jiierte
PRIMERA PARTE
Nadie vino.
350
desatando a la M ujer ¿Fuerte
Al día siguiente.
Nadie vino.
Al día siguiente.
Estaba perdida.
Mas no olvidada.
SEGUNDA PARTE
TERCERA PARTE
Y esperaba...
habiendo cometido el crimen de tratar de cruzar
una línea
que alguien decía que era sagrada...
una línea dibujada en la arena
a lo largo de las márgenes del río Bravo
por menos de diez hombres, hace mucho.
CUARTA PARTE
QUINTA PARTE
SEXTA PARTE
...quizás con uno de los pobres viejos que allí barrían los suelos
...quizás con uno de los jóvenes que venían a grafitear una pared
.. .quizás con un oficial que la vioy recordó otra vez el corazón generoso
...quizás con una joven m adre que no sabía si lo conseguiría, pero
viendo a Nuestra Señora del otro lado de la barda, tendida en el sue
lo pero toda dignidad, se sintió llena de una valiente gracia y supo
que después de todo lo lograría.
Efc ■' 13
— San Pedro, exijo una explicación. Mientras venía hacia acá vi a dos
soldados que temblaban por carencia de droga. Vi niñas prostitutas
que cantaban y lavaban sus alitas nuevas. Vi cómo recibían consuelo
hom bresy mujeres que destruyeron a sus hijos, a gente que todavía
m ostraba dolor y vergüenza en los ojos por las borracheras, por h a
ber cortado a la vida de la vida.
»Y qué descaro, vi a un grupo de prelados que discutía quién te
nía la razón y quién no en cuestiones de la Iglesia en la Tierra. Y...
»Me topé con una mujer que oraba una plegaria que jam ás había
escuchado en mi vida. Cantaba: “Oh, Dios, Madre Mía, santificado
sea tu nom bre”. Encontré a curas que lanzaban a sus hijos en el aire,
danzantes y juerguistas que rogaban que me uniera a ellos, y a un
tipo que hacía su propia cerveza, olía tan bien que casi me sorprendí
diciendo: “M m m ”.
»San Pedro, ¿el Cielo se fue al Infierno? En todo el Cielo hay ti
pos que estacionan sus autos modificados en el jardín delantero ce -
lestialy arreglan los m otores. Hay niñas con faldas cortas y niños
que, al ver sus ojos, sabes que han visto más de lo que deberían a su
edad.
»¡San Pedro! — estalló Dios Padre—, ¿Porqué estás permitiendo
que esta gente entre al Cielo? No son del tipo adecuado. Tenían que
ir primero al Purgatorio para que los purificaran, y algunos de ellos
necesitan muchísima purificación. No es correcto que estén aquí en
el Ciclo».
3 6 2 '« f e
Desatando a ¡a M ujer ¿Fuerte
—Mi querido Dios Padre —dijo San Pedro— , no sabes lo difícil que
es mantenerlos fuera. Pues vienen a las Puertas del Cielo, yo miro el
Libro y les digo cuál es su sentencia, y ellos me ven y dicen: «No, no,
señor San Pedro, debe haber un error. Se supone que debo venir al
Cielo. Me dijeron que aquí sería bienvenido».
Dios Padre estaba horrorizado:
—Entonces, ¿cóm o, Pedro, entran al Cielo a pesar de lo que yo
decreté y con todo y que les dijeras que no eran bienvenidos?
—Pues, Dios, verás, no es tan fácil explicarte esto. Es muy com
plicado.
—Vamos, me puedes contar, San Pedro. Soy Dios, sabes, y Dios
es una fuerza que perdona mucho en la Tierra. Me puedes decir.
—Está biennnn, Dios —dijo San Pedro— , pero no te va a gustar.
—¿Cómo que no me va a gustar? — dijo bruscam ente Dios Pa
dre— . Solamente dim eyya.
—Está bien, tú lo pediste, Dios. Esta gente llega a las puertas y
yo les digo que se vayan, y les digo que se vayan, y les digo que se
vayan... Pero dan la vuelta y entran por la puerta trasera del Cielo,
donde tu Amado Hijo y Su Madre Santísima los dejan entrar.
■
22
Q U E SEAS RESGUARDADO Y PRO TEG ID O
HASTA QUE NOS VOLVAMOS A VER
v jí -?
Para Ella:
nosotros también somos un hombrecillo, un cordel,
una escalerilla de tablas, una cola, una hoja...
' M )
Aymen
Aymen
Aymen
( V una m u je n ita.)-'
23
PALABRAS H ERM O SA S
SO BR E LA M ADRE
« L a le tra M es p o r Mi M ad re»
372 '* -**
'’%k,
Nos gusta bromear con mi hija mayor Thandi. Aunque su
familia nucleares pequeña, siempre cocina como si fu era a
alim en tar a los cinco mil de ¡a Biblia [...]. Eso me recuerda
a mi madre, quien incluso cuando pasamos por los
niom c/iliisdc lucís pobreza siempre preparaba sufieiente
380 ' fc
Desatando a la M ujer ¿fuerte
logra sanar una herida hecha por una m adre terrenal, pues ella o
él es el «hueso hueco»: solamente es el túnel. Más bien se trata de
lo que está detrtís del sanador; es decir, la fuerza de la Gran Madre
que después fluye por el pasaje bendito del instinto e intuición de la
madre humana.
te que, al com prom eterse con lo Sagrado, hay que ser curioso, no
rechazar, «aprender a apreciar y respetar estas cuestiones en y por
ellas mismas, no porque te beneficien ni te am enacen».
[...] los que avancen por el sendero espiritual [...], más allá
de ese nivel de entendimiento [de reverenciar y temer aun
legislador yjuez divino ahora] [...] llegarán a ver a Dios como
Padre, Madre, Fuente de todo ser, en otras palabras, como
Uno que trasciende todas esas imágenes. Así, Ptolomeo invita
a los que antes se vieron a sí mismos como [...] sirvientes [...],
esclavos [...], a que lleguen a apreciarse como los hijos de Dios.
En M ás allá de la f e : el evangelio secreto de Tomás, la Dra. Elaine
Pagels detalla una de las múltiples denominaciones ancestrales del
Creador com o M adre... tam bién destaca el movimiento de la co n
ciencia desde una relación de esclavo con el Creador, que en reali
dad es brutal, de miedo y sin am or, para entender el alma y la vida
propia como algo que se atesora, que se cuida con la ternura de una
Madre que es mucho más que mundana.
"%v
Occidente sigue tan desconectado de su propia tradición
mística [...]. CariJung nos advirtió que «los occidentales
no podemos ser piratas que hurtan de costas extranjeras
sabiduría que les tomó siglos desarrollar, como si nuestra
propia culturafuera “un error que ya superam os”».
Hay gran sabiduríaen las tradiciones espirituales
occidentales, pero esto precisa un nuevo nacimiento
[...]. La crisis en que nos encontramos como especie
requiere que, como especie, le demos una sacudida
a nuestras instituciones [...], las reinventemos.
El reverendo M atthew Fox, cura y teólogo de la Espiritualidad de la
Creación, en su libro Christian Mystics, 365 Readings and Medita-
tions (Místicos cristianos), uno de los treinta que ha escrito, dice: «El
cambio es necesario para nuestra supervivencia [,..]y con frecuencia
acudimos a los m ísticos en m om entos críticos com o este. Jung dijo
que “solo los m ísticos m uestran lo creativ o ...”». El reverendo Fox
sostiene que el místico no es un ave rara, sino una persona común con
intuiciones extraordinarias,y valientesy honestas investigaciones de
los misterios de nuestro Universo... y para proteger nuestro Universo.
palabras para Ella que brilla como el Sol, La Madre que es y que trae
la Luz, ya no vivimos empequeñecidos y con la conciencia cerrada.
La m áx im a oración
402
desatando a la M ujer fu e rte
Aprendí de mi abuela
—ella misma una gran y sencilla iglesia—
que si uno crea una oración de poesía
el Cielo te mandará llamar personalmente,
evitando todos los rodeos teológicos...
pues Dios aprecia mucho a los poetas.
E ra de noche,
estábamos hincados,
recitandojuntos nuestras oraciones:
tías ancianas, tíos,
m am is, papis, niños,
y lina an cian a muy anciana.
=**< 403
J'g máxima oración
Sonaba asi:
«Dios te salve, María, llena eres de gracia»,
entonamos.
Pero la abuela dijo en un susurro,
Hola, mi más sag rad a Hermana.
(Se oia como: Oh les m im as ag ra dar mana)
Estás tan colmada de la luz de Dios
(Es tan taco má en la luce rió)
Que apenas te puedo mirar.
Suaviza un poco tu lu£
para que te pueda ver más claramente, Amada.
2 D e s a t a n d o a l a M u je r F u e r t e
1 En imitación de la Madre que en la tradición antigua, sin saber cómo,
I m it a d o M a r ía .
aceptaba su destino de ser quien daría a luz a Dios. Esto también significa vivir Totus Tuus,
como totalmente suya: preguntar qué es lo que desea de nosotros, las instrucciones que
tiene para nosotros, su solución de problemas en nuestro nombre, sus sorprendentes
perspicacias, las puertas que abre, sus intercesiones ante el Creadory ante el Hijo de Ella.
2 Un ojo, d o s ojos y tres ojos es un idiosincrático cuento popular que relatan los magiares de mi
familia. Se trata de ver el mundo sin ver el alma (un ojo); ver lo que todos ven sin vincularlo a
ningún tipo de asombro (dos ojos); y ver de formas inusualmente valientes o perspicaces, es
decir, viendo los mundos del alma, espíritu y materia, todos entretejidos (tres ojos).
En el cuento, un ángel pone a prueba a la gente, disfrazándose de una viejecilla que
solo pide un trago de agua fresca de los «pozos más profundos» del granjero.
Para los que desdeñan su petición, la experiencia trae repentinos cambios negativos a
sus funciones corporales y a los objetos inanimados cercanos —revelando así cómo están
armados por dentro quienes desdeñan.
Quienes le traen agua con buena disposición al «ángel disfrazado» también son re
compensados por repentinos cambios hermosos en su voz, los sentidosy lo que los rodea;
estos revelan exteriormente cómo están armados por dentro, en el corazón, los que sirven.
El aspecto transformador del cuento se centra en los personajes que no reconocieron
al ingel/viejecilla la primera vez, pero que ruegan que les dé otra oportunidad de cuidarla
con más generosidad, más conciencia, la próxima vez.
A di In curia de muchos cuentos decimonónicos que fueron sobreescritos como «cuen
tos dr castigo» únicamente —«lo que pasó, pasó,y no quedan más oportunidades para
406 ■" * *
D( Halando a la M ujer ¿Fuerte
ti» —t en esta historia venerable se dan más oportunidades que nunca, pues la vieja es el
ángel de la generosidad y del amor por el alma. Ella es, por sí misma, la Gran Mujer. Mu
chas de estas viejas historias que relatamos en nuestra familia llevan en el centro a una
mujer radiante que recuerda a muchas generaciones de memorias sobre la Santa Madre
que contaban los cuentistas.
3El b o r r a c h o y la S e ñ o r a
6 ¡El Memorare, r e c u e r d a !
1 (Y u n a m u jer c ita ...): Para una explicación de este final, véase el capítulo 24, «La máxima
oración».
8 « N u e s tr a S e ñ o r a detrás d e l M uro»
1 En todo este libro utilizo las palabras L a tin o y Latina para indicar personas de muchas
partes del mundo que hablan un idioma con origen en el latín, en particular español, aun
que también portugués y otros idiomas. Los grupos mayoritarios y minoritarios se nom
bran y renombran a sí mismos de la manera que consideran adecuada en el tiempo. Así,
nos hemos llamado hispanos del norte de Nuevo México y del Valle de San Luis del Co
lorado, y m e jic a n o s /m e x ic a n o s de México, y hay otras palabras que la gente utiliza para
nombrarse cuando vienen de otras partes de Centro y Sudamérica, las islas del Caribe,
partes de Europa y África. Algunos en Estados Unidos se llaman chícanos, en referencia a
un movimiento por la justicia. Otros se llaman compasy otros más se llaman hispanics, o
hispánicos, una palabra que en realidad creó el censo gubernamental en un esfuerzo por
acuñar una palabra distintiva en la que se pudiera categorizar a mucha gente hispano
hablante por su idioma de origen. También hay cholos, uatasy natos, pachacas y otros
grupos tribales/filosóficos dentro de muchas comunidades de idioma con base en el la
tín. Con frecuencia, los grupos se nombran de forma progresiva. Al paso del tiempo, con
407
tMotas
las luchas asumidas, los desafíos al estado de cosas, las metas alcanzadas, pueden cam
biar los nombres del grupo: se agregan nuevos, sejubilan otros durante un tiempo o para
siempre. En general, los grupos prefieren nombrarse a sí mismos en lugar de que lo hagan
otros. Por eso me da gusto llamar a cada persona por cualquier filiación de corazón que
prefieran, siempre recordando que nuestra Santa Madre nos llama a todos por un único
nombre: Amado Hijo, Amada Hija.
2 Channel 9 News KUSA (filial de NBC), A year later, group still wants religious mural of
Our Lady of Guadalupe shown [Un año después, un grupo sigue pidiendo que se muestre
un mural religioso de Nuestra Señora de Guadalupe], Deborah Sherman, noviembre 23,
2010 .
Denuer Daily N ew s, Church mural frustration grows: Religious procession planned as
protest to mural being removed that has significance to Latino community [Crece la
frustración en torno al mural de la iglesia: se planea una procesión religiosa como pro
testa por retirar un mural que tiene significado para la comunidad latina], Peter Mar
cus, noviembre 23, 2010.
Denuer Daily Netas, Mural madness: Group outraged that church won’t help police inves
tigate vandalism [Furia mural: grupo indignado porque la iglesia no ayuda a la policía a
investigar acto de vandalismo], Gene Davis, marzo 11,2011.
The D en v er P ost, Faithful uprising for Virgin of Guadalupe mural’s return [Levantamien
to de los fieles por el regreso del mural de la Virgen de Guadalupe], octubre 1,2010.
The D en v er P ost, Vandalism of mural of Virgin Mary won’t be investigated [No se inves
tigará el vandalismo del mural de la Virgen Maria], Electra Draper, marzo 10,2011.
El S e m a n a r io , Wouldjesus hide his mother? [¿Escondería Jesús a Su Madre?], Magdalena
Gallegos, junio 2,2010.
El S e m a n a r io , Disrespect provokes protest [Falta de respeto provoca protesta], Ramon
Del Castillo, junio 24, 2010.
El S e m a n a r io , Straight from my heart: L a f a m i l i a [Desde mi corazón: L a f a m i li a ] , Mag
dalena Gallegos, julio 22, 2010.
El S e m a n a r io , Spirit of Guadalupe reins in community [El Espíritu de Guadalupe conduce
a la comunidad], Ramon Del Castillo, diciembre 2,2010.
El Semanario, Hiding of Guadalupe saddens community [Esconder a Guadalupe entris
tece a la comunidad], diciembre 9,2010.
El S e m a n a r io , Straight from my heart: What kind of Church is this? [Desde mi corazón:
¿Qué clase de iglesia es esta?], Magdalena Gallegos, marzo 10, 2011.
El S e m a n a r io , Straight from my heart: The last straw [Desde mi corazón: La gota que de
rramó el vaso], Magdalena Gallegos, abril 7,2011.
National C a th o lic R ep o rter, Denver Catholics fight to restore Guadalupe mural [Católi
cos de Denver luchan por restaurar el mural de Guadalupe], Dennis Coday, octubre 14,
2010 .
3 Quienes no recuerdan su historia: Abajo viene en contexto esta hermosa cita de Jorge
Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás, también conocido como George Santaya
na. Esto significa que el cambio no es progreso, a menos que retenga lo que alguna vez
fue bueno. Efectuar el cambio únicamente sin el latir del pasado es infantilizarlo todo, es
mantener a todos en la ignorancia de cuestiones nocivas que ocurrieron en el pasado y que
podrían prevenirse o atenuarse en el presente, si estuviera su memoria presente en todos.
«El p r o g r e s o , le jo s d e c o n s is tir en el c a m b io , d e p e n d e d e lo q u e r e te n e m o s . C u a n d o el
c a m b io es a b s o lu to n o q u e d a n a d ie p o r m e jo r a r y n o s e e s t a b le c e n in gu n a d irecció n p a r a
u n a posible m e jo r a : y cu a n d o la e x p e rien c ia n o se re tie n e , c o m o en tre los s a lv a je s , la in
f a n c ia es p erp etu a . L os q u e n o pueden recordare! pasado están c o n d e n a d o s a r e p e tir lo .»
4 Esta carta es una de las profecías carcelarias más poderosas que haya dado a conocer al
gimo de los <lc corazón visionario injustamente encarcelados pero que, aún así, escribían
y sacaban <lc contra bando sus palabras al mundo para ayudar a otros, sostenerlos y su
birles rl animo. Desde Nanjuan de la Cruz hasta Nelson Mandela en nuestros tiempos,
408
desatando a la M ujer ¿Fuerte
hay literalmente cientos de nombres entre los que escriben desde la cárcel, no solo en de
fensa de su caso, sino abogando por los demás para que se les sostenga, se les trate bien
y con justicia. La Carta desde la cárcel de Birmingham también se conoce como El negro
es tu hermano. Esta carta la escribió Martin Luther King, Jr. desde la cárcel municipal
de Birmingham, Alabama, el 16 de abril de 1963. Fue encarcelado ahí después de que lo
arrestaran por planear una protesta no violenta contra la segregación racial impuesta por
el gobiernoy los negocios mercantiles de la ciudad. La carta del Dr. King se sacó a escon
didas de la cárcel en un tubo de pasta dental.
La carta es una respuesta a ocho clérigos blancos de Alabama que dijeron públicamente
que estaban de acuerdo en que existieran las injusticias sociales contra los negros, pero
insistían en que la batalla contra la segregación racial se llevara a cabo amablemente tras
puertas cerradas; en otras palabras, en los tribunales y no en las calles. A la manera típica
de quienes intentan aferrarse al poder, llamaron a King un «alborotador de fuera» que
provocaba problemas donde no debía haberlos por ningún motivo. A esto King respondió:
«La injusticia en cualquier parte constituye una amenaza para la justicia en todas partes.
Nos encontramos atrapados en una ineludible red de reciprocidad, atados en un solo te
jido de destino. Cualquier cosa que afecte a uno directamente, nos afecta a todos indirec
tamente.... Quienquiera que viva dentro de Estados Unidos no puede jamás considerarse
un forastero...».
King dijo que su grupo usaba la acción directa no violenta para provocar tensiones que
obligarían a la comunidad más amplia a enfrentar el tema directamente. Esperaban crear
la tensión no violenta necesaria para el crecimiento. King respondió que sin acciones di
rectas contundentes y no violentas, nunca se alcanzarían los derechos civiles de verdad.
Los clérigos blancos consideraron que la manifestación era inoportuna. King escribió:
«Este “espera” casi siempre ha significado “nunca”». King dijo que habían esperado du
rante suficiente tiempo estos derechos otorgados por Dios, y que la «justicia demorada
por demasiado tiempo equivale a una justicia denegada».
5 Hacia adelante por Nuestra Señora: Me he sentido desconcertada, y quizás ustedes tam
bién, cuando en el transcurso de la historia vemos a bandos opuestos que afirman que
Dios está únicamente de su lado. A veces los humanicolas empequeñecemos demasiado
a Dios. Lo que prefiero entender —y es por esto que me gusta la exhortación del Dr. King
a autoexaminarse espiritualmente antes de emprender cualquier cosa— es que «Todos
estamos con Dios. Estamos con la Santa Madre». En otras palabras, elegir estar «con»
significa que hemos conseguido no involucrarnos con nada menos que la chispa divina,
sino permanecer en y estar con lo máximo de lo Máximo, lo más creativo, lo más amoroso,
lo más pacífico y lo más decidido.
12 La Gran M u je r s e n o s a p a r e c e a d ia r io
1 A veces, cuando estoy de gira en otros paísesy ciudades, la gente me pregunta sobre las
imágenes de la Madre Santísima en una tortilla, o un arcoíris que refleja su figura en
un edificio de vidrio. No creo poder medir todas las experiencias ajenas. Lo único que
sé es que Nuestra Señora se aparece en formas que tienen significado para quienes la
aprehenden.
Noto que los medios de comunicación con frecuencia ridiculizan o desdeñan este tipo
de manifestaciones, pero creo que uno tendría que hablar con la gente que encuentra un
significado ahíy ver qué piensan ellos de primera mano, y analizarlo no con el ánimo del
escéptico sino con el corazón abierto. Aveces parafraseo lo que mis abuelas decían en pa
labras como estas: «Si el mensaje es bueno, mantenlo cerca y trabaja para entenderlo. Si
sientes que no es en provecho de la bondad, entonces deséchalo y sigue avanzando. Hay
muchas paradas en estas vías de ferrocarril, muchas oportunidades de observar lo que se
puede y debe ver, pensary entender, todo por el bien del Amor».
13 L e t a n í a d e la M a d r e C a r r e te r a : c á n t i c o d e s u s n o m b r e s r a d i a n t e s
14 C o m p a s ió n d e s p u é s d e l a b o r to : « L o s hijos q u e r e c ib ió q u e n o p u d o r e c ib ir ...»
Lo que sigue es invocar la aparición de lo Sagrado, y/o por medio de la Madre Santísima
ayudar de cualquier manera que cada persona asimile mejor. Así, hay que escuchar la histo
ria de cómo sucedió todo, apreciaciones, arrepentimientos, remordimientos, sentido del yo.
Luego, un pequeño obsequio. A veces ofrezco varios artículos para que la persona elija:
un suave babero de fieltro, un pequeño recuerdo decorado con un bebé durmiendo, una
selección de tarjetas sagradas de la Santa Madre, la imagen de un pájaro, un ángel,
una mariposa; papel para escribir una carta a mano como uno decida, o escribir el nombre
del hijo de uno si así lo desea, y varias otras cosas simbólicas que uno puede escoger para
dejar abierta la puerta entre los mundos mientras habla, piensa y está de maneras en las
que el espíritu se siente llamado a hacerlo.
La persona quizás quiera hablar mucho o poco, o nada. El silencio es uno de los múl
tiples lenguajes de la Santa Madre, y todo estará bien en la quietud también. El trabajo
progresará porque se ha llamado a la santidad a aparecer, lo diga uno en voz alta o no. La
manera sencilla es con frecuencia la más significativa: plantar algo que crecerá, en memo
ria de loque es eterno; colocar un tesoro de algún tipo, un simple símbolo del amor de uno
como se desee, una carta escrita a mano, una piedra especial que simbolice la «tierra que
vuelve a la tierra» en pésame.
Uno puede arrodillarse, sentarse, pararse o bailar como uno quiera. Uno puede no en
terrar el recuerdo, sino pedirle a la Tierra que guarde con ternura esta parte de su vida, que
retenga esta dulzura y pérdida delicadamente y con amor. Lavar la herida en la esencia de
la madre, en su santa tierra. También se puede traer una imagen de la Santa Madre para
dejarla ahí o que atestigüe ese momento. Si uno llora, puede derramar sus lágrimas sobre
esa tierra, regando alguna vida vegetal o cualquier paz bendita que se le haya dado a la
tierra ahí para crecer, en nombre de todos. Uno puede nada más pedir con toda sencillez
que la Santísima Madre, que sabe qué hacer, quien siempre ha estado con nosotros, espe
rando que entremos en este momento de sanación, sepa qué hacer. Podemos solicitar a la
Santa Madre que por favor, en representación nuestra entre el Cielo y la Tierra, entregue
el mensaje justo en la dirección correcta. Podemos pedir a la Madre Santísima que nos dé
una señal de su bendición a nosotros, y a partir de ello tomarla.
3 Como dice una de mis amigas, que todos los días ve las tribulaciones y sufrimientos de ni
ños cuyos padres embarazaron a sus madres y después se fueron sin apoyarlos jamás: «Los
plantadores de semillas tienen que empezar a preocuparse de dónde caen». Es cierto. Efec
tivamente tiene lugar un diálogo específico y actual sobre estas cuestiones entre los hom
bres mayores y los jóvenes; no como sermón, sino una conversación recurrente de apoyo
y construcción del carácter con las personas a quienes esos jóvenes admiran. Pero es ne
cesario que muchos más hombres se involucren con los jóvenes; mencionaría las palabras
«millones más», y muchas menos barreras para estas discusiones. Si estas cuestiones no se
pueden tratar en la escuela con la excepción de las clases de ciencias biológicas, donde
se separan de las sensaciones y experiencias personales de los muchachos; si no se pueden
abordar en la iglesia de forma honesta y no exhortativa, ¿dónde pueden nuestros chicos
recibir estas transmisiones vitales? Mientras que las mujeres tienen su propia conciencia
o falta de ella con la que deben lidiar, aquí hablamos de los hombres en particular. Un pa
dre no tiene que ser consanguíneo, sino cualquier varón honorable que marque la pauta:
esa es la marca del hombre verdadero que no embaraza a una mujer o mujeres de forma
imprudente ni de otro modo hasta que sea esa «la intención» y tenga las capacidades para
ser un «padre para siempre» con sus hijos, y apoyarlos lo mejor que pueda. El fenómeno
de los hombres, jóvenes o no, que van por ahí desperdigando hijos entre la mayor cantidad
posible de mujeres debido a su «orgullo masculino», pero que después abandonan a los
niños y sus madres, parece ser una enfermedad espiritual profunda con un enorme costo
humano. Acaso la pregunta no sea «Qué significa ser hombre», sino «¿Qué hace que una
persona sea fiel a lo más perdurable de sí mismo, lo que no es apresurado, lo que se apoya
en terreno sagrado en primer lugar y antes que todo?». Hay muchos temas al respecto, y
siempre busco que los hombres valientes de buen corazón guíen el camino.
**• '.411
'Notas
4 La Madre, de la señorita Gwendolyn Brooks. Nacida en 1917, dejó este mundo en el año
2000. Fue la primera afroamericana en ganar el Premio Pulitzer de poesía; obtuvo una
beca Guggenheim e ingresó en el Salón de la Fama de las Mujeres Norteamericanas, entre
muchos otros honores. Pero era la mujer más práctica y sencilla que uno pudiera jamás
esperar conocer; poseía una enorme delicadeza además de unos feroces ojos de águila que
veían el panorama general y los pequeños detalles a su alrededor. Escribió muchos libros
de poesía, entre los que se encuentra Rrorizeville.
16 D i o s no t i e n e m a n o s : c o n s o la r a M a r ía , e l r itu a l d e l Pésame
1 Este pequeño testudo, este pequeño refugio como un caparazón de tortuga. El caparazón de
la tortuga, en especial las grandes tortugas marinas que llegan a la orilla de las playas
de México, se usan a veces como una gruta donde se coloca una imagen de la Mujer Grande,
la Madre Santísima. Existe una razón para esto que se puede entender arquetípicamente
como una manera de ver cómo vivir dentro y también para proteger las partes más críticas
y delicadas de la psiquey del alma....
Lo pondría así: suave por un lado, resistente y duradera por el otro: esa sería Nuestra
Señora y también su ejemplo para nosotros. El caparazón de la tortuga, el caparazón de
la estatua de mármol, el caparazón de la oración, se entienden como maneras de animar
nuestras capacidades para ver que podemos, a pesar de todo lo demás, soportar con mu
cha tenacidad los elementos corrosivos de la cultura dominante.
Este ideal también era evidente en tiempos ancestrales, pues el «testudo» era una ma
nera de armarse, con los escudos sobre la cabeza, entrelazándolos con todos los demás
soldados y soldadas, para poder correr protegidos hacia la fortificación con un “escudo de
escudos , o alejarse de las bolas de fuego y flechas que caían del cielo. Sabiduría ancestral
para las almas modernas.
17 L a s Marías de M a d r e Á fr ic a
1 Mary: Letra e interpretación de Patty Griffin. También hay versiones de Joan Baez y otros.
Con el amable permiso [de la autora],
2 Limpiando el lugar. Esto no se asemeja a lo que significa hacer la cama o lavar los platos,
quiere decir que las Marías se toman el trabajo de «limpiar el lugar», construir y levantar
lo que hace mucho tiempo, de alguna forma, se había hundido y torcido. Significa caminar
erguido con un corazón de justicia.
Exvoto del Cristo de la Llave. Las enramadas que rodean al Cristocito están llenas de
candados. Me parece que hay ocho, pues con frecuencia en el ritual de la Posada se re
chaza al Amor del Mundo ocho veces. El candado y la llave son símbolos ancestrales de
fertilidad y embarazo, no solo porque uno tiene la forma del baúl del tesoro y el otro
forma falica, sino debido a que estas son ideas antiguas de esperanza y de abrazar una
nueva vida juntos.
Hice esta obra de artey devoción como un exvoto para suplicary pedir a Nuestra Se
ñora su intercesión para la fertilidad de quienes deseaban embarazarse, los que anhela
ban un hijo pero sentían que «los dejaban fuera» o no podían «sostenerlo dentro». Me da
gusto notificar que muchos de los que han visto este exvoto, este velante, han visto res
pondidos sus anhelos. Yyo amo a este Cristocito con sus grandes ojos bien despiertos y su
vestidito y sus uñas de los pies pintadas de rojo.
Al hacer esta pieza-oración, preguntaba: ¿qué es un candado? ¿Solo sirve para mante
ner una puma cerrada de modo que lo que está adentro no se salga? Sí, pero a veces tam
bien la cerradura es por privacidad. Algunos candados tienen filigrana, son ornados, con
cadenas, pa ra muslrar que lo que está ahí es amado y atesorado. A veces es una cámara ch
aire par a c rear un v c - h I í I h i I o . una habitación con caerla presión, para que uno se achínale
412
í)( salando a la M ujer .Fuerte
gradualmente a una nueva forma de ser; por lo tanto, una vez que se iguale la presión, se
pueda nacer por otra puerta a la que se ha quitado el candado.
En inglés, locktambién significa esclusa, un breve tramo de un canal donde el nivel de
agua se puede subir o bajar por medio de compuertas, rejas y represas temporales. Se usa
para levantary bajar un navio sobre un estrecho de agua que de otra forma sería demasia
do bajo para atravesarlo.
Así que encerrar es sostener algo, abrazar algo, igualar algo, aferrarse bien a algo; y
abrir es permitir que algo viaje hacia delante, creando las condiciones justas para avanzar,
sin importar cómo esté el terreno. Y sentí que esto era un conjunto perfecto de atributos
para pedir nueva vida para quien la anhele permanentemente, del modo que sea.
También estuve pensando mientras trabajaba: ¿qué es una llave? Con frecuencia es una
forma pequeña forjada de material de la tierra, de metal. Al metal se le cortan dientes o
pequeñas alas para insertarse en el candado. Dentro de la cerradura, donde las cosas es
tán escondidas, los dientes giran los cilindros para retirar la traba que mantiene cerrada
la puerta, y el paso se cierre o se abra completamente y así pueda entrar la gente. La llave
también se usa para afinar un instrumento, y una llave [o clave] es una idea o sistema de
pensamiento aplicado para resolver un problema o descifrar un jeroglífico. Algunas llaves
son tan simples como un pasador que atraviesa dos aros para mantener cerrado el envase.
Y esto igualmente está bien. Cuando se construyen muros, key (guía) es la primera ca
pa de yeso que se coloca entre los listones para que las siguientes capas de yeso agarren
bien. Y la piedra angular —keystone— mantiene al arco en su lugar. Todas estas me pare
cieron, mientras trabajaba, buenas oraciones para rezar por lo que cualquiera necesitara
más, para hacer esta ofrenda al Santo Niñito del Amor colocado en contraste con el rojo
profundo de la rosa, un doppelganger o semejanza de las jugosas capas de nutrición in
útero; todo esto para rezar por aquellos en la Tierra que anhelan a su manera que el Niño
del Amor venga y toque sus almasy sea el suyo propio.
2 sin ser vistos... Lucas el Evangelista relata la historia del nacimiento del Niño Dios, todo
desde el punto de vista de la Madre María, diciendo que Ella sabía a quién protegía en su
interior, que Ella también veía lo Sagrado invisible cuando otros no podían... que escondió
«en su corazón» su conocimiento del Inmanente oculto (Lucas 2 -19-51).
i Nota de la Traductora: Juego de palabras intraducibie entre i (yo) y la i en la palabra mir-
acle.
22 B e n d i c i ó n f i n a l : ¿ A c a s o lo h a s o l v i d a d o ? S o y t u Madre
1 Si bien San Juan Diego se conoce también en México y otros países como Juan Diego o
Juan Diego Cuauhtlatoatzin, la autora utiliza varios términos para referirse a él como Don
Diego, Santo Don Diego, Cuauhtémoc, El Aguila que habla, entre otros.
2 Sobre el origen de esteJi nal para nuestras oraciones y bendiciones, véase el capítulo vein
ticuatro, «La máxima oración».
24 La máxima oración
* Nota de la Traductora: También es un juego de palabras. En inglés «amen» suena como
«a man», un hombre. Por eso, «un hombre... y una mujercita».
Notas al lector
Una nota sobre el arte aquí incluido
C
ada obrita de arte creada por m í para Desatando a la Mujer
Fuerte fue como un exvoto a la Santa Madre para darle gra
cias, pedirle ayuda, sustento o en su alabanza, y en favor de
algunas alm as, varias de las cuales conocía personalm ente, y otras
obras fueron hechas para personas que aún no he visto, quizás para
un alma com o tú, con necesidad de consejo, oración y sanación.
Las im ágenes que hice en m ultim edia no eran en alta resolu
ción, pues no sé cómo prepararlas, y entre mi dislexiay otros retos,
las instrucciones de algunos libros me hicieron borrosa la visión de
lo complicado que parecía todo. Así que simplemente corté, pegué y
coloreé con el equivalente a unas herram ientas infantiles.
En mi corazón deseaba materializar la oración para tratar de sa
tisfacer una posible necesidad, enviando de ese modo mis «cartas-
oraciones» al lugar donde se entregan de mano en mano entre todo
lo que es sagrado; ese sitio donde la biología y la psicología de una
persona, un lugar, y el Creador eterno pueden unirse en una sola
coincidencia. Sin embargo, las imágenes o palabras que puse en los
exvotos no tienen el enfoque nítido que aprecio y admiro en lo que
puede lograr un verdadero profesional.
Pensaba no colocar exvotos en este trabajo, pues sé que hay
quienes son a ficio n a d o s a las ilustraciones artísticasy estas podrían
414 ' < * *
í)< salando a la M ujer Mierte
G a n z -V o tiv ta fe l n
Dedicatoria
Foto: La M adunina en Milán, Italia, de Giuseppe Perego, e grazie tante: Industria Turistica
de Milán
Contenido
«La M es por María, mi Madre, mi Hermana, mi Amiga»
3 El borracho y la Señora
Obra artística: «La gruta de La Conquista», escultura heroica, fundición y cantería de Rov
Neal J
Obra artística: «El pozo de María», escultura, fuentes y cantería de Roy Neal
Fotos de Lucy Backus Malloy
10 La Virgen Negra
Collage/exvoto 1: «Ella, que no puede ser extinguida»
Collage/exvoto 2: «Sanctu, S an ctu : Paradas en los hombros de las que están paradas en los
hombros de...»
Ambos, de la Dra. C.P. Estés
14 Compasión después del aborto: «Los hijos que recibió que no pudo recibir...»
Collage/exvoto: «La Mariposa: Mariposa en vuelo, Nuestra Señora de la Nueva Vida», por la
Dra. C.P. Estés
Sobre la «mariposa en vuelo» a que hace referencia este exvoto: cuando las mujeres te
nemos unos cuatro meses de embarazo, o un poquito después, un día, de forma muy
sorprendente, sentimos un diminuto aleteo en el vientre: este es el minúsculo niño que
tenemos dentro, que se mueve dentro de nosotras. Se siente como el aleteo de una mari
posa. Y casi todas nos paramos en seco con un asombro sagrado. De mis dos embarazos,
que llegaron a término pero fueron difíciles (por muchas razones), todavía puedo recor
dar tantas décadas después dónde estaba en ese «momento de la mariposa», qué hora del
día o de la noche era, el tiempo que hacía afuera, qué había estado haciendo, qué llevaba
puesto, el estado del día, los aromas en el aire. Todo se detuvo en ese momento sagrado,
excepto por el asombro, excepto por tal maravilla. Vida. Movimiento. Sagrada. Viva. ¿En
mi cuerpo? ¿A mí, conmigo? ¿Quién venía a mí y a través de mí, comenzando con forma de
mariposa? Increíble levedad del ser.
10 Nuestra S e ñ o r a d e G u a d a lu p e : E l s e n d e r o d e l C o r a z ó n Ro t o
••I ,a leí ra M. enmn en I ii M í s l i n i » : «•> Michael I ,ovy/Shul Icrstnck
4 2 2 '«**
Desatando a la M ujer ¿Fuerte
24 La máxima oración
«La letra M es por María, Mi Madre, Mi Hermana, Mi Amiga»
Notas
Imagen: obras combinadas. © Antón Noviky LessLemon/Shutterstock
Lista de ilustraciones/Créditos
Foto: «Ganz-Votivtafeln» © Michael Kranewitter, 2007/Creative Commons Copyright
índice
Imagen: © Theo Malings/Shutterstock
Gratitud yoración
de intercesión
C
uentan una historia en nuestra familia:
Estés fue nom brada por dos gobernadores m iem bro del Colorado
State Grievance Board [Consejo de Conciliación del Estado de Co
lorado] (1 9 9 3 -2 0 0 6 ), donde fue elegida presidenta del consejo. Es
miembro del consejo del Gremio de Escritores, en Nueva York; edi
tora colaboradora para The Bloomsbury Review; y m iem bro de la
Asociación Nacional de Periodistas Hispanos. Es directora editorial
del sitio de noticias políticas 'IheModerateVoice.com y también es
cribe allí sobre noticias, política y preocupaciones espirituales. Su
columna El Río Debajo del Río se incluye en National Catholic Re
pórter, ncronline.org.
Creo que ser un agente del cambio podría resultar como si fuera
la Santa Sombra, así le decimos en nuestra familia a quien sim
plemente bendice lo que se puede bendecir, limpia lo que se pueda
limpiar, planta lo que se puede plantar y sigue adelante sin mirar
atrás al resultado. ¿Sabemos alguna vez el bien que podemos es
parcir al sembrar en laforma de una semilla, simplemente la se
milla más diminuta, quizás tirada al azar o colocada a propósito?
Probablemente no, la mayoría de las veces. A nosotros nos toca
llevar el plantador, lavar las semillas, escoger cuáles y colocarlas,
a veces una por abertura en esta o aquella tierra de labranza. A
veces, sembrar con fuerza en tierra hostil, cinco o diez semillas en
un solo agujero rocoso. Entonces nos movemos hacia el siguiente
suelo, duro, pedregoso, suave, no importa. Qué es la fe, sino que
podamos y sigamos, seguir, seguir, seguir... tropezando, dando
zancadas, no importa tanto como seguir el horizonte, que se am
plía y profundiza mientras nos volvemos mayores. El trabajo po
dría ser solo esto: la siguiente, la siguiente, verter la semilla por
la siguiente abertura, con todo el amor posible, fallando, levan
tándose, cayendo, tirando hacia delante otra vez... siguiendo a 1.a
Sembradora, Ella, la Plantadora que conoce el camino.
435
l lia biografía poco convencional
LIBROS
AUDIOLIBROS, GRABACIONES EN
VIVO Y PROGRAMAS DE ENSEÑANZA
PROFESIONAL [EN INGLÉS]
The Creative Fire: Myths and Stories about the Cycles o f Creativity
[El fuego creativo]. Boulder, Colorado: Sounds True, 1993 (au-
diocasete), 2 0 0 5 (discos com pactosy MP3).
The Gift o f Story: A Wise Tale about What Is Enough [El don de la
historia]. Boulder, Colorado: Sounds True, 1993 (audiocasete),
2 0 0 5 (discos com pactosy MP3).
Women Who Run With the Wolues: Myths and Stories about the
Wild Woman Archetype [Mujeres que corren con los lobos: m i
tos y cuentos del Arquetipo de la Mujer Salvaje]. Boulder, Colo
rado: Sounds True, 1989 (audiocasete), 2 0 0 1 (discos compactos
y MP3). Bestseller clandestino en audio, publicado antes de que
el m anuscrito completo encontrara editor.
Indice
A C
África, 298-309 camisa de flechas, 8 6,90-91,97-98
amigos africanos, 299-301 cárcel. Véase encarcelamiento
radio solar/comunitaria africana, 298- Castillo, Ana, 375
309 (Madre) Castillo, 333
visita de Benedicto XVI, 303-304, 307- catolicismo, 14,16-17
308 autenticidad de las visiones de la Madre
alcoholismo, 39-50 Santísima, 230-231
Alegría, Claribel, 394 Benedicto XVI, visita a África, 303-304,
Angelou, Maya, 373 307-308
Aquino, Tomás de, 389 Inquisición, 63-64
Aristóteles, 380 véase también Guadalupe, Nuestra
Armstrong, Karen, 372 Señora de
Arrien, Angeles, 372 vocación/llamado, 34
ataques contra la Madre Santísima, 109- Chesler, Phyllis, 376
112,118-123,132-146,143-144,152- chicas mirlo, 190-222
162,288-289,295 Chittister, Joan, 376
autenticidad de las apariciones de la Madre Cholula, 66,70-71
Santísima, 230-231 Chopra, Deepak, 386-387
Ave María, 403-404 Cielo, 360-362
aztecas, ue'ase nahuas Clairvaux, Bernard de, 95
colcha, arte sagrado, 11
B colonialismo, 63-65
Barks, Coleman, 373 compasión, 15,110,113,255,264-265,
Beckwith, Michael Bernard, 373 271-272,287
BenedictoXVI, visita a África, 303-304, comunismo, 118-132,155-156
307-308 conquistadores, 6 3 -6 4 ,6 7 ,8 0
Biblia, 360,376 consagración a La Mujer G randey la expe
Bly, Robert, 373 riencia de las «trece cosas», 338-345
Boehme, Jakob, 333 consuelo, 284-288,290-291
Borysenko,Joan, 374-375 Cuauhtlatoatzin, 4 2 ,4 3 -4 4 ,8 2 , 364,367
Bourgeault, Cynthia, 375 cultura cura, la, 137
Brooks, (Iwendolyn, 266-271,411 (nota4) curanderismo, 77
Buen Samaritnnn, 250-253
442
í)i salando a la M ujer ¿Fuerte
La cabaña
W m . Paul Young
D escubre tu don
Shajen Jo y Aziz y
Demian Lichtenstein
Paseos de sabiduría
G otham Chopra
con Deepak Chopra
M i biografìa espiritual
Dalai L am a
U N LIBRO H E C H O PARA U N ALMA COM O TÚ,
CON NECESIDAD DE CO N SEJO,
ORA CIÓ N Y SANACIÓN
E n e s t a a p r o x im a c ió n in c o m p a r a b le a la e x p r e s ió n m á x im a d e
lo f e m e n in o C la ris s a P in k o la E s té s c o m p a r te , a tr a v é s d e u n
c a le id o s c o p io d e f a s c in a n te s y c o n m o v e d o r e s r e la to s , su v ia je
p o r la v id a co n la S a n ta M a d re , ta m b ié n n o m b ra d a M a ría ,
G u a d a lu p e , la V i r g e n ... C o n e x p e r ie n c ia s d e a le g r ía , s u f r im ie n to
y m u e r t e y, p o r m e d i o d e o r a c i o n e s , p o e m a s y e m o t i v o s e x v o t o s ,
h a c e u n a c á lid a in v ita c ió n p a r a lo s q u e h a n e s ta d o a p a r ta d o s
d e E l l a y p a r a lo s q u e a m a n a la m u je r p o r t a d o r a d e m ú ltip le s
m a n if e s ta c io n e s p o r to d o el m u n d o :