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No creáis que he venido a traer paz sobre la tierra.

No he venido a traer paz, sino espada


Mateo 10:34

Recibid el yelmo de la salvación


y la espada del Espíritu
Efesios 6:17

La voz de cada ser humano


es la espada que lo protege
o la Espada que lo derriba.
Alfred Tennyson, Harold

Mi riqueza está aquí: La espada, la lanza


y el escudo que protege el pecho
Ateneo, 230 d.C.

Su locura era tal que no le importó


retener ni si quiera su espada.
Ariosto, Orlando furioso

Presentación
La Espada de la Vida es un antiguo texto chino perteneciente a una serie de enseñanzas que han
permanecido sin traducir ni publicar por siglos, siendo tan sólo accesibles a practicantes de kung fu
que llegan a cierto nivel de avance.

Aun así, ciertos fragmentos de estas enseñaznas han visto la luz a lo largo de la historia. El más
famoso de éstos es quizá el Kibalión, que enumera siete de los preceptos básicos de la Espada de
la Vida, y que son atribuidos a un maestro egipcio conocido como Hermes, que en su tiempo tuvo
contacto con los maestros chinos y llevó parte de ese conocimiento al antiguo Egipto.

Por desgracia, éste y algunos otros trozos de la Espada de la Vida han sido dados a conocer en
forma más bien difusa y con una coherencia parcial, por ser incompletos y carecer de la
coherencia total del texto original.

Sin embargo, hace poco Víctor Ruy y un servidor, tras años de entrenamiento, hemos tenido la
suerte de acceder a este texto por tanto tiempo ignorado por la mayoría y, por merced a un
permiso especial, podemos hoy presentar este libro, que es una traducción directa de una parte
del texto original en chang sang (el idioma antiguo que luego dio origen al chino y al sánscrito),
acompañada con breves comentarios y explicaciones.

Por ahora, el libro completa seguirá permaneciendo accesible tan sólo para los practicantes
avanzados, pero creemos que la actual traducción, no sólo será de gran interés para los que
apenas se adentran en el estudio de la filosofía oriental, sino para aquéllos que ya están
familiarizados con los conceptos básicos y avanzados de la misma, y que desean adentrarse aún
más en esta inagotable fuente de sabiduría y riqueza interior.
Las sentencias de la Espada de la Vida aparecen en forma de afirmaciones cortas y escuetas, como
en el Libro del Tao, y están al principio de cada página, en letra oscura. En un intento de
dilucidarlas y hacerlas más accesibles hemos usado varios apoyos para los comentarios, yendo
desde analogías científicas hasta referencias bíblicas y de otros textos canónicos, cuentos o
poemas cortos, citas de poetas y filósofos, etc.

Agradecemos a nuestro maestra César Omar García Ruan por esta oportunidad, y es nuestro más
sincero deseo que estas líneas sean como semillas que puedan encontrar entre nuestros lectores
de un campo dispuesto a la siembra.

Para más información acerca de la práctica y filosofía del Kung Fu:

Víctor Ruy Quijano/ Alfonso Araujo email: klaishu@yahoo.com

Monterrey, N.L. , Septiembre de 1998


La Espada de la Vida – Sentencias.
Detrás de todo gran hombre hay una gran espada.

La forma es lo que hace que eso sea eso


El vacío posee más gravedad que la materia.
La forma engendra materia, y la materia forma.
Cuando la forma alcanza su perfección, es uno con el vacío.

La utilidad de la espada está en su forma.


El corte de la espada es uno solo.

Todo es mente.
Así como todo es mente, todo es Dios.
El cuerpo de Dios existe.
Por lo tanto, todo es ilusión, pero existe el espíritu.

Como es arriba, es abajo.


Como es arriba es más arriba y como es abajo es por debajo.
Hay que están arriba y que no están abajo,
cosas que están abajo y que no están arriba.
Dentro de esto, hay cosas que trascienden y cosas que descienden.
Hay cosas que no están ni arriba ni abajo.

La dualidad es una parte del todo. En el todo existe la dualidad.


El todo es uno consigo mismo.
Dios es cuaternario.

Todo en el universo tiene un ritmo dado,


Pero hay cosas que rompen el ritmo establecido.
Hay cosas que poseen un ritmo único.

Todo en el universo posee vibración. Aún en la quietud hay movimiento.


El vacío absoluto existe: la cesación del movimiento.
Hay cosas en movimiento que no poseen vibración.

Existe un principio femenino y un principio masculino.


Existe un principio femenino puro.
Existe un principio masculino puro.

La espada más poderosa es la enfundada.


Un guerrero utiliza cualquier objeto como arma, y lo convierte en espada.
La Batalla (poema)
Pongan en mi féretro una Espada,
porque he guerreado por la libertad.
Heinrich Heine

El guerrero se recoge consigo mismo


antes de la batalla.
Siente la espada en su costado, innegable en su funda.
La mano toca la empuñadura.

Tras un espacio de tiempo


tan sólo definible por el guerrero
el brazo, la mano, la espada
se funden
y el acero es blandido, fuera de su lugar,
magnífico y refulgente al sol.

Los ojos ausentes de cólera,


cada fibra del cuerpo en alerta
las manos aferran la espada
y esperan.
Esperan y vigilan el mínimo movimiento
de su aterrador contrincante.
Un espejo con voluntad propia.
Aliento contenido mientas la vida pende de un hilo.

El golpe debe ser exacto


y fatal, haciendo que se expanda
cada palmo de cuerpo y alma.

El alma del guerrero toca el Cielo


y sus pies descienden a lo profundo
en el golpe
que corta su enemigo por el medio.
¡Sacad la espada y limpiadla de la sangre
que la ha contaminado!
Metal virgen extraído de la montaña remota
y forjada en el fuego y el agua helada.
Golpes
y refinamientos incesantes
en un crisol riguroso
hasta haber llegado aquí,
y haber sido empuñada en la batalla.

Profanada
y realizada.
Pues, ¿cómo ha una espada de probarse?

Ahora el guerrero observa el cuerpo caído


observa mientras la espada atenta
espera y vigila
en el momento de mayor peligro.
No estará seguro de la victoria
sino hasta contemplar el último aliento
saliendo de ese cuerpo herido.

Ha muerto.
El espejo está roto.
Y el guerrero aspira profundamente
el aire frío del campo de batalla
Con lentitud su cuerpo abandona la tensión de hierro
y la espada, el brazo, la mano
vuelven por sí mismo a la funda
que paciente ha esperado su regreso.

El círculo se ha cerrado.
La espada duerme,
volviendo a su pureza original,
limpia de sangre y de batallas
trascendida.
El guerrero se da cuenta
de que la espada no debió haber salido
de su lugar
Mas esta conciencia que lo asalta
tan sólo ha sido posible
tras la jornada penosa
en donde casi pierda la vida.

La Espada ha regresado.

Descansa en un silencio digno y distante.


El guerrero no es más.
No olvidéis.

Detrás de todo gran hombre hay una gran espada.

Se ha dicho que la historia de la espada es la historia de la humanidad. Y es que la espada no sólo


es la más antigua y más universal de las armas, sino que ha sido símbolo del espíritu del guerrero a
lo largo de la historia.

En la Biblia se habla de la Espada de Dios, y de la Espada Sagrada. Para los guerreros orientales, la
espada era una manifestación del espíritu, una prolongación de sí mismos, y un símbolo sagrado.
En el Islam, el más alto título de valentía era Sayf Ullah – espada de Allah.

En las leyendas escandinavas, Odín, señor de la tierra de Asgard, dio al mundo una estirpe de
héroes sin par. A ellos se les entregó la famosa espada Balmung, cuyo nombre quiere obligación.
Fue empuñada por Sigmund y por su orgullo se perdió, quedando fragmentada en una batalla. Sin
embargo, Sigfried, su hijo, funde los pedazos (el símbolo de trascender los errores del pasado) y
crea una espada nueva y más fuerte, a la que llama Cantora, y que más adelante será usada por
Percival (conocido también como Valiente) en sus cruzadas en busca del Grial.

En las leyendas bretonas, a Arturo se le entrega la espada Excalibur, que significa hecho de hierro,
el metal que tratado en la fragua, pasa de su forma grosera al acero resplandeciente. Arturo reina
con ella hasta que en la justa con Lancelot del Lago queda fragmentada, y es entonces repuesta
por la Espada del Lago, símbolo de la fuerza tranquila y madura.

En todas las tradiciones se cuenta de espadas famosas, como la de Carlomagno (Jubilosa) y las de
sus paladines: Durindana, la espada de Roldán, que originalmente perteneció a Héctor de Troya;
Fusberta, la espada de Rinaldo de Montalbán; Belisarda, del príncipe Rogero de Italia; y Cortana, la
espada de Ogier de Dinamarca. Podemos ver con el nombre de la espada describe alguna
característica o inspiración de su poseedor, como Zú’l-Fikar (el que divide), la espada bífida de
Mahoma.
Desde tiempos inmemoriales, la espada, la reina de las armas, creadora y destructora, “forjaba la
historia, hacía las naciones y daba forma al mundo”. La paradoja que afirma que “sin guerra, no
habría Bien” se refiere a la guerra interna y el consecuente salto espiritual que se libra en el
interior del guerrero, cuando se hace consciente de que de cada una de sus acciones depende su
vida, y de que cada minuto puede ser el último minuto, haciéndolo pasar a un alto nivel de
conciencia de su existir. Tal vez a esto se refiere Voltaire cuando menciona que “un rey escoge a
un grupo de hombres sin ocupación, los viste con paño azul y les da sombreros de lana magra,
hace que volteen a izquierda y derecha, y marcha con ellos a la gloria”. Esto es, que cada quien, en
un momento determinado, tiene la oportunidad de ir y trascender su existencia cotidiana,
blandiendo la espada del espíritu.

En las tradiciones china y japonesa, así como en el medioevo europeo, existe la digna ocupación
del caballero andante, sin otro código que el de la virtud y el honor. En las manos de un caballero,
la espada no conocía otro destino que el de la libertad, exaltada por un sentimiento de auto
respeto, dignidad y lealtad a los principios de justicia. La espada caballeresca fue el símbolo eterno
de aquello más respetado por el hombre: el valor y la libertad.

Grandes hombres que al punto de tocar la historia de la humanidad, alzaron la espada


trascendiendo en su historia.

En el contexto filosófico de la Espada de la Vida, las alusiones a la guerra y a las características de


la espada como arma, se refieren a estados internos de la conciencia, que, como el metal, es
probada en el fuego y la batalla por conquistarse a sí mismo. La espada es el espíritu que es
probado y depurado.

Como ejemplo, los antiguos forjadores de espadas japonesas se sometían a períodos de


purificación y ayuno antes de darse a la tarea de crear una espada, y el proceso era un ritual largo
y complejo, no sólo metalúrgico, sino también del estado interno del forjador.

La forma es lo que hace que eso sea eso.


Por la forma, la espada es la unidad, al estar unido no puede haber separación. La separación
surge cuando la espada parte.

Un hombre alcanza su unidad cuando se hace consciente de su forma. Como la espada que se forja
a base de hierro. El hombre se forja en base a voluntad, eliminando los vacíos dentro de sí mismo
y concentrando su espíritu. El carbón se desmorona en la mano, pero la presión que lo compacta a
lo largo del tiempo lo puede reestructurar en forma de diamante.

Un hombre puede tener muchos agregados: genético, sociocultural, educativo, y puede perder su
esencia a causa de todos éstos. Como legado tenemos cada uno nuestra herencia, pero a la vez es
nuestra atadura, nuestra cárcel que nos condiciona y nos dirige.

Mediante la plenitud de la forma llegamos a la reestructuración de la herencia y de los agregados


del hombre, cuando el cuerpo se vuelve uno con el espíritu, y es la conciencia la que toma el lugar
de la inercia.
Un necio come una manzana. Un sabio come una manzana.
Desde fuera, pueden parecer iguales
a los ojos que no penetran

La diferencia entre Karma y Dharma


es la misma que entre conciencia e inconciencia

El que llena un espacio, el que simplemente sigue su destino


porque no tiene más opción
es como aquél que permite que la corriente del río lo arrastre a su antojo.

No así aquél que está consciente de su forma


y lleva a cabo su misión de forma deliberada
y está en su lugar exacto porque sabe que así debe de ser.

Y sin embargo, en esta acción, en este nadar a contracorriente


como el salmón,
existe el desapego del sabio:
el salmón no busca la gloria
pero sabe que tras la fatiga del recorrido
llegará a su Origen.

Farol de una esquina

El Poste se halla firmemente sujeto al suelo de concreto


por gruesos e inflexibles pernos de acero;
la luz fue puesta un día y se extinguirá en un tiempo.

Muy pocos pasos cruzan el área iluminada por este tubo de vacío
que cada noche produce la misma luz.
pero ha sido puesto aquí, en este lugar poco transitado
y aquí debe alumbrar.

No hay a quién cupar,


el farol seguirá alumbrando aunque nadie quiera caminar por esta calle.
Mientras, la mirada se complace
en la luciérnaga que sigue su vuelo
zigzaguente entre la noche de árboles

Entre este lugar y el cielo no existe atajo alguno.


El vacío posee más gravedad que la materia.
Toda materia tiene una masa determinada, que varía según los constituyentes atómicos. Sin
embargo la mayor parte del átomo es vacío. Entonces, ¿quién genera la gravedad?

Por ejemplo, cuando se tiene una esfera y se le vacía el aire dentro, llegará a un punto en donde
las paredes se colapsarán. Pero si la resistencia del material es tal que no se colapse tan rápido, se
llega a un grado en donde hay un efecto de imantación, en donde las cosas ajenas a la esfera se
ven atraídas hacia ella. La atracción de la esfera aumenta al aumentar su vacío.

El vacío puede ser llenado, y hacia él fluye la materia.

El hombre está en lo alto de una montaña,


contemplando sin parpadear
el vacío que lo llama

El espíritu es vacío.
Está vacío de deseo,
de agregados materiales, de necesidad.
El espíritu es puro, y sin embargo todo la abarca:
todo cabe en él.
Se extiende y no deja nada fuera de sí.

Si haces del mundo tu carruaje,


¿qué queda por llevar?
Si haces del cielo tu cobijo
¿en dónde estarás desprotegido?
La forma engendra materia, y la materia forma.
El mundo recibe la energía en contornos y formas distintas. De estas entidades amorfas se
estructura la materia, creando lo que se percibe como formas.

La energía es materia, pero es a través de las formas como se cosifica y se estructura el universo

De un modelo atómico simple, se llegan a formar mundos enteros: las combinaciones son infinitas.
La materia inerte se perfecciona hasta llegar al espíritu y la conciencia, su forma de estructuración
más elevada, y que se hace independiente de ella.

El sueño es la sombra de la realidad diurna


la realidad diurna es la sombra de la idea
la idea es la sombra del sueño.
Todas las cosas se encierran en un ciclo
pero aquél que se hace consciente
puede romper el ciclo y permitir que el espíritu ascienda

Platón concebía un mundo ideal o arquetípico, que llamaba Tropos Uranos, en donde se
encontraban los “moldes” de las cosas, que luego tomaban forma material en el mundo visible

Así como la ley humana es sólo una sombra de la justicia, el mundo material visible es una sombra
del mundo ideal o arquetípico.

De la misma forma, en la tradición judeocristiana, Adán, el primer hombre, es formado a imagen


de un molde espiritual, que en los escritos hebreos es el Adam Kadmón, u hombre celeste.

Nada en este mundo está solo.


Por una ley divina todas las cosas
se mezclan unas en las otras.

Percy B. Shelley

Cuando la forma alcanza su perfección, es uno con el vacío.


En el vacío está la utilidad del vaso,
y es el vacío lo que hace habitable la casa.
El vacío de la espada se presenta en su forma.
Al alcanzar la perfección de su forma,
la espada es uno con el vacío.

Cuando la perfección se realiza, forma y vacío son indisolubles. Así el Buda, que al llegar a la
iluminación encierra el vacío infinito dentro de un cuerpo material finito. Las fronteras ya no son
de importancia, y todas las cosas son una y la misma, pues el aliento divino, al ser reconocido
dentro de sí mismo, puede ser reconocido en toda la Creación.
Imaginemos un paisaje hecho de oro. El arroyo, los árboles, las bestias y las montañas, las aves y el
viento, son todos de oro: oro líquido, oro sólido, polvo de oro…

El observador que despierta es ve a sí mismo hecho de oro, y ya no hay nada más, que la misma
esencia que da vida a todas las formas.

Aquél que quiere sacar la espada es un principiante


aquél que puede sacar la espada es un experto
aquél que es la espada misma es un Maestro

Risuke Otake

El alquimista hace un trazo en el papel


que va uniendo puntos invisibles y predispuestos

un dibujo que colorea después con paciencia infinita

en el silencio de la noche
en silencio trae el barro
que va tomando forma entre sus dedos
copiando la pintura,
mientras
el horno respira fuego
esperando aceptar la forma hecha de tierra
para fijar su esencia

la mañana trae el frío


que endurece para siempre la escultura: una flauta.

Sopla en ella y le da vida.

La segunda noche
el alquimista hace un trazo en el papel,
algún día intentará dibujar su propio rostro.

La utilidad de la espada está en su forma.


En la espada, forma y vacío son uno.

Lenta, muy lentamente


el metal se derrite
para llenar el molde.

En el vacío está la utilidad,


la esencia.
En la forma se consuma la plenitud.
¿De qué está hecha la forma
si no de energía?

Materializada
condensada
un vacío infinito
que ha hecho una estructura
de forma perfecta.

La espada es el vacío
que ha cobrado vida
con un propósito.

La espada debe ser empuñada.

El corte de la espada es uno solo.


En el corte de la espada no hay mecanicidad, fluye y es uno solo con el vacío. Una ametralladora
nunca será más rápida que la espada. Los disparos, aún el primero, implican una mecanicidad, el
acto de detenerse y frenar el impulso.

El corte de la espada fluye con el vacío; no hay tiempo ni espacio, tan sólo la espada.
Una y eterna.

Tiempo:
la línea donde la forma y la materia
convergen y se complementan.

En un lugar abstracto, fuera del tiempo está el concepto, sin principio ni fin.

Espíritu, infunde tu luz al que empuña la espada


y crea un mundo paralelo:
una perpendicular a la cruel línea del Tiempo

en donde pueda existir ese Eterno que intuye,


con su corazón transportado en la batalla.

El movimiento se detiene al fundirse en el Silencio


cuando la Espada corta,
cuando la Espada es él.

¿Dónde podrá esconderse del Tiempo


la joya más preciosa?
¿Qué mano poderosa podrá detener su paso,
quién podrá impedir que arruine la Belleza?
¡Ah! Nadie, a menos que valga este milagro:
que en esta negra tinta
pueda aún mi amor seguir brillando.

Shakespeare, Time and Love (Sonetos)

Todo es mente.
La mente reside en nosotros, fluye y refluye de forma incesante. Como una ilusión existe dentro y
fuera de nosotros, y como una ilusión se esfuma al instante.

Los bloqueos y limitantes que nos expone nuestra mente nos frenan, porque no entendemos la
extensión de ésta.

Los pensamientos están ahí de manera constante, creando el mundo y reafirmándolo, protegiendo
el ego y la personalidad, que son máscaras de que las que se sirve el espíritu para actuar en el
mundo material. Sin embargo, después de un tiempo, se confunde la máscara con la realidad, y se
olvida el espíritu.

Como la espada, la mente se adiestra. Una mente sin memoria ni concentración, está dispersa y
fácilmente se perderá, pues está lejos del concientizar.

La mente debe dominarse, como el cuerpo, y concentrase hacia direcciones específicas, dirigida
por la voluntad.

La Razón es el arma más elevada, la única a la que el demonio no


tiene acceso.

Entonces, se debe de recordar para evocar la pureza original.


El recuerdo comienza el cambio.
La memoria precede al entendimiento.

Del costado de Miguel pendía,


como un resplandeciente zodiaco,
la espada, terror de Satanás.

John Milton, El paraíso Perdido

El nombre de Miguel significa ¿quién como Dios?


La pregunta a la que el demonio
por no tener acceso a la razón
no puede responder.

En el mundo físico es útil el cuerpo


en el mundo de las ideas es útil la mente.
En ambos planos la instrucción es ardua,
pero el secreto se esconde
en el portal que comunica ambas partes.
Así como todo es mente, todo es Dios.
La mente es ilusión, y aunque el mundo es ilusión, existe Dios. Un Dios que es conciencia más allá
de la mente y más allá de este mundo. La mente se esfuma, pero Dios es eterno. No ha nacido en
esta Tierra, ni es un producto de nuestra mente. Existente antes de todas las cosas, ha
permanecido y permanecerá; aún después de que la mente se esfume.

La mente percibe el mundo, y lo recrea a su gusto,


discriminando.
Acepta unas cosas, y rechaza otras.
De este modo, crea un mundo sesgado,
y olvida el milagro de la existencia.
El niño aún no comprende esto, y por ello
puede percibir más allá de la miopía del adulto.

Si discriminas, aunque fuere un poco


el Cielo y la Tierra se separarán infinitamente.

Shin- Jin Mei

Así, en donde hay unidad, la mente ve multiplicidad.


Y en la simplicidad crea complejos laberintos.

Cuando la mente alcanza el silencio


se hace una con el espíritu.
Siendo uno para actuar,
puede manifestarse y trascender la existencia.
Los ojos se abren,
y la propia voluntad
se hace una con la voluntad del cielo
pues el corazón ve dentro de sí
el corazón divino.

Este hombre se encuentra libre de bandos serviles,


libre de la esperanza de subir y del miedo de caer.

Sir H. Wotton

El cuerpo de Dios existe.


La materia inconsciente está alejada de Dios; así también el hombre inconsciente. Tan sólo a
través del perfeccionamiento constante por el camino de la Salvación se llega a Dios.

La materia consciente es divina, ya que Dios reside allí. Esta es la razón de por qué nuestro cuerpo
es un templo sagrado, y es por esto que la salud es una bendición.

Es importante dominar a la mente, de la misma forma que dominamos a las bestias salvajes, sin
embargo el cuerpo es más fácil de dominar que la mente. El cuerpo físico viene antes que el
mental y no por eso es menos divino.

Cristo lo expone muy claro:


Tomad este pan que es mi cuerpo. El cuerpo de Dios existe.

Cuerpo de Dios, espíritu de la Tierra


tocándose como el horizonte y el cielo.

Encontrar lo sagrado en lo cotidiano:


existe la divinidad en cada paso consciente,
en cada respiración en donde el corazón está presente.

Levantarse cada nuevo día es un acto sagrado.


Y tomar el azadón o la espada:
libertad de elección,
necesidad de elección del que despierta.

El día transcurre como un rito


impregnado de santidad por cada acción realizada.
La conciencia camina a lo largo del día
junto con el sol y los astros en el cielo.

En sus tumbas sin nombre, los amantes reposan.


Miles de corazones afanosos caminan cerca,
mientras los suyos para siempre descansan.

H.W. Longfellow, Un cuento de Acadia

Por lo tanto, todo es ilusión, pero existe el espíritu.


El espíritu es todo, es el vacío que nos une a Dios, el impulso que nos lleva a concientizar.

Independiente del cuerpo y la mente, existe el espíritu. Aun cuando niño, la mente y el cuerpo
están en desarrollo; sin embargo el espíritu nos guía.

El niño se avergüenza de sus malas conductas. Oye malas palabras y se avergüenza; y mayor es la
vergüenza y la culpa al decirlas por primera vez. Ve conductas reprobables en los mayores y
empieza el conflicto dentro de sí. El espíritu es puro y sabe discernir, pero el problema surge
cuando lo bloqueamos o nos canalizamos hacia la destrucción: una vez que se hace algo impropio
por primera vez, resulta más fácil hacerlo las veces siguientes, y así hasta que el espíritu termina
por adormecerse.

La sociedad propicia este adormecimiento, propiciando conductas destructivas e incluso


ensalzándolas y proponiéndolas como modelo a seguir. Entonces perdemos nuestra individualidad
en el torrente social y deambulamos sin dirección.
El espíritu lo sabe.
Aunque capas sobre capas de inmundicia
recubran el alma y emboten los sentidos
la conciencia, en su retiro silencioso, observa.

El hombre bulle por despertar


como de un mal sueño
pero lo retarda, temeroso
pues sabe que el arrepentimiento,
el hacerse consciente y responsable de su pasado
para poder dejarlo atrás
trae consigo una carga de dolor que lo amedrenta.

¡Sacad la espada y cortad el nudo inmisericorde


antes de que el peso os ahogue!

¡Espíritu eterno de la mente sin cadenas!


Más resplandeciente en las mazmorras, Libertad.

Lord Byron, El Castillo de Chillon

Como es arriba, es abajo.


Existe una relación de correspondencia entre el mundo terrenal y el mundo celeste. Las cosas
superiores se reflejan en las inferiores. Aquél que conoce los cielos, los usa de guía. Aquél que
conoce las vías del mundo, las ve reflejadas en muchas partes, y puede actuar con seguridad.

Pero por otra parte, esta es la ley más baja del ciclo de correspondencia, que nos predispone a una
fatalidad inconsciente. La astrología vulgar expone esta ley, que da la pauta para disculpar
nuestros errores, basados en la regencia de los astros.

Existe el destino, pero también existe el libre albedrío. Sin embargo, para poder ponerlo en
práctica, primero se necesita conocer las barreras que en ese momento tratan de limitarnos, para
poder romperlas.

En el Talmud (Shabbat 156 a), Dios le dice a Abram que mire a los cielos y le pregunte qué ve.
Abram contesta que en los cielos está escrito: no tendré descendencia.

Entonces Dios sacó a Abram y lo colocó por encima de la bóveda celeste, y le preguntó de nuevo
que veía.

Y vió Abram entonces que estaba escrito: seré padre de una gran nación.

Y su nombre cambió a Abraham, que significa “Dios te conduce”.

La verdadera fuerza
se encuentra en la cárcel,
Aprisionado, el hombre conoce el alcance de sus fuerzas
y conociendo su prisión palmo por palmo
puede encontrar un camino hacia la libertad.
En el despertar
el hombre se da cuenta que la prisión se ha disuelto
confundiéndose con el leve viento que lo envuelve
en mitad del valle.

Los golpes del martillo caen rápidos y constantes


¡hasta que el hierro por fin se convierte en acero!
Ahora empezará el largo Día del Descanso,
pues la Tierra de Eterna Dicha me llama

Hoang Ta Tie

Como es arriba es más arriba


y como es abajo es por debajo.
Un árbol crece por su naturaleza implícita. Empieza por una semilla y sin embargo hay tantas
variedades de semillas que dan lugar a todo tipo de plantas y árboles distintos.

Un rosal y un pino: ambos empiezan pequeños pero el pino continúa su proceso y llega a crecer
más alto. Hay cosas que están arriba y hay cosas que están más arriba.

El cielo espiritual se refleja en la bóveda celesta,


y el hombre sabio puede leer en él;
los astros son guía para el marinero.

Los infiernos reflejan sus pasiones en la tierra,


y su indicación errada es seguida por el necio.

Hay arriba y más arriba, lo sutil;


hay abajo y más abajo, la densidad oscura.

Las esencias se manifiestan y encarnan,


el sabio usa el discernimiento
para encontrar las relaciones
y actuar en consecuencia.
Al asomarse a un pozo de agua
a veces se pueden contemplar las nubes.

Cuenta la leyenda que un león y un jabalí peleaban por un trozo de carne en medio del desierto.
Ambos llegaron a estar fatigados y heridos por la lucha, cuando de pronto el león vio sombras
flotando sobre la arena. Alzó su vista y vio buitres describiendo círculos en lo alto. Los buitres
observaban con paciencia, esperando la conclusión de la inútil batalla. El león hizo ver esto al
jabalí, que ofreció compartir el trozo de carne. Habiendo terminado, se alejaron de aquél lugar.
Hemos hecho descender de lo alto el Hierro;
en él hay un mal terrible,
pero también hay utilidad para los hombres.
Os lo ha dado para saber
quién de vosotros lo asistirá como su apóstol.

Corán. Sura LVII, 25

Hay cosas que están arriba y que no están abajo,


cosas que están abajo y que no están arriba.
Dios reina en los cielos, así como el demonio reina en los infiernos. El demonio no tiene acceso al
reino de los cielos, así como Dios no está en los infiernos.

El orden está con Dios, la justicia está con Dios, la unidad está con Dios. Existe aquello que
solamente está arriba, y lo que solamente está abajo.

Fuego
alza el vuelo
y cae
para poder volar de nuevo
y disolverte en el aire;
más allá de las nubes, te fundes
con el cielo imperturbable.

El sacrificio
ha dejado cenizas tras de sí.
Dejadlas en su lugar.

En una antigua pintura tibetana se puede apreciar al buda, sentado en posición de loto, mientras
sobre su cabeza velan ángeles y criaturas celestiales. El demonio Mara, furibundo, intenta
atacarlo, arrojando a su alto nicho rayos y serpientes. Pero su sorpresa es inmensa al ver que en
aquellos altos dominios de la conciencia su poder no prevalece: cada maldición se torna en pétalos
de flores que caen sobre el regazo del iluminado.

Dentro de esto, hay cosas que trascienden


y cosas que descienden.
Los ángeles residen en los cielos, pero cuando son tocados por el pecado, descienden a los
infiernos; entonces pueden tomar forma en la materia. Desde que salen del reino de los cielos se
convierten en demonios que bajan a la tierra a tentar a través del cuerpo, a través del pecado.

En cambio, el hombre trasciende a los cielos. El ángel es un mensajero que no cruza el umbral,
sino que cuando un hombre se halla frente a las puertas del cielo (habiendo llegado a un estado de
conciencia elevado), pueden venir a comunicar la voluntad de Dios.
Entonces el hombre trasciende por sí mismo, y por su esfuerzo puede redimir a los demonios
caídos, elevándolos a su vez.

Después de la batalla,
más allá de la batalla
sus compañeros muertos
y sus enemigos disueltos en el aire
sus brazos convertidos en espadas
sin preguntas…
el espíritu de un Hombre flota sobre el campo desierto.

En la soledad el pesado uranio se desintegra, poco a poco va perdiendo sus electrones hasta que
un día no quedará nada de él. Mientras en el rugiente corazón de una estrella, a temperaturas más
allá de la imaginación, el humilde hidrógeno se fusiona para formar helio, hierro, e incluso oro. Un
alquimista admiraría esta transformación.

Porque en el fuego se prueba el oro.


Eclesiástico 2:5

Hay cosas que no están ni arriba ni abajo.


Conozco tus obras: no eres frío ni caliente
¡Ojalá fueras frío o caliente!
Así, porque eres tibio,
voy a vomitarte de mi boca.

Revelación 3:15

Nadie puede servir a dos señores


porque odiará a uno y amará al otro.

Mateo 6:24

Hay cosas que están en el limbo, cosas sin definición. Hay quienes no están ubicados ni para bien
ni para mal. Así como la tela de Penélope, lo que hacen durante el día para alabar a dios, por la
noche lo deshacen con acciones reprobables. Dudan de su identidad y se disculpan diciendo que
hay que equilibrar el bien y el mal, el yin y el yang, lo masculino y lo femenino. No se dan cuenta
de que el niño está más cerca de Dios porque el espíritu, que es puro y no ha sido reprimido,
puede discernir. Conversa el impulso y su identidad. Hasta un niño sabe por naturaleza que es
hombre o mujer, hasta que aparece un quebrantamiento externo de esa impresión.

¿En dónde está ese lugar esquivo y extremo


en donde la guerra concede el mérito supremo?
Cielo sé testigo
de esta búsqueda incesante.
Aquí, la oscuridad que me envuelve, densa.
Atravesaré la Nada,
pues más allá de la Nada,
está la guerra que confiere el honor más alto.

Por lo tanto, con la espada de la sabiduría


destruye la duda nacida de la ignorancia
de tu corazón.

Bhagavad gita, 4:42

¡Encontrarás arduo el caminar


por el filo de la navaja!

Upanishads
La dualidad es una parte del todo.
En el todo existe la dualidad.
Sólo la Espada es magnífica y terrible.
Lod. Della Vernaccia, c. 1200 d.C.

Desde el momento que existimos, implica que exista la dualidad. El Ser que despertó, se hizo
consciente de esa dualidad. Así surge el ternario, que se desarrolla en base a los complementos.
Todo esto se engloga y es uno. La división puede existir –y existe – en cualquier punto.

Tierra, cielo. La permanencia y la eternidad.


La inhalación y la exhalación forman el respirar,
unidos por vacíos transitorios.
Entre el día y la noche
las dos fronteras son mágicas:
alba y crepúsculo que multiplican el dos en cuatro.

Regocijado, el lago refleja el cielo:


el espejo que se multiplica al infinito en la creación.
La justicia y la misericordia, ambas manos
unidas en el cuerpo por la Templanza de la razón.
Entre esta orilla y la que se presenta, lejana,
el puente es tendido por aquéllos
que cuentan con la visión y la voluntad.

Un hombre sopla en el polvo:


éste se dispersa y se funde
en el cielo o en la tierra,
fuera de su vista.

No se puede concebir una negación


sin haber colocado por fundamento
la afirmación opuesta.
Emmanuel Kant
Crítica de la razón pura

Hay dos poderes en el mundo:


la espada y la pluma.
Napoleón Bonaparte

El todo es uno consigo mismo.


Esta es su creación,
y El mismo es todos los dioses.
Brihad-aranyaka Upanishad 1:4.6

El origen y el fin son uno. Después de un largo recorrido, el vajero llega a su destino. En el proceso
se perfecciona, de la misma manera que en el fuego se prueba el metal. Siendo uno, no hay
división, entonces el uno se fortalecerá ante la adversidad. El espíritu adquiere actitud; La espada
se torna en vacío.

El danzante sagrado, con sus gestos libres y llenos de gracia,


precipita la ilusión del universo:
continua creación y destrucción,
ritmo incesante de nacimiento y muerte
en balance perfecto…
cambio que es siempre transitorio, y no fundamental.
La danza es una sola,
más allá de los hermosos movimientos del danzante.

Al terminar la danza
regresa a su punto de partida.

La llave y la puerta son uno y lo mismo:


la puerta, la cerradura contiene en sí la forma de la llave.
Yahveh que toma la forma de la terra-dura.

Diez sefirot de la Nada,


su final está mezclado con su inicio
y su inicio con su final
como una flama en una tea que arde.
Porque el Señor es uno solo
y no tiene segundo.
Y ante el Uno ¿qué se podrá contar?

Sepher Yetzirah 1:7

Dios es cuaternario.
San Patricio y San Agustín explican la trinidad al exponer al Padre como fuente u origen de todo,
después éste se conjuga con el Verbo (el Hijo, o la manifestación del Padre) y surge el mundo
como una resonancia eterna de esta Voz. Este mundo lleva implícito algo que no vibra conforme a
la materia, que es el espíritu de Dios. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Sin embargo, entra un cuarto elemento para dar a lugar a la encarnación del espíritu: la
trascendencia, el YHWH (Yod He Vav He) de los Hebreos. Dios entra al hombre como cuaternario.
Se encarna y da el impulso consciente para su salvación.

Dios concibe al hombre y le da voluntad para que busque el albedrío. Si no hay conciencia de la
forma, de lo que somos, no puede existir el libre albedrío, tan sólo la inercia. Dios existe como
cuaternario ante el hombre consciente. Y es a través de esto que entra el espíritu en el cuerpo de
la Tierra, cuando el Verbo se hace carne.

Brahma de cuatro rostros


me muestras el camino
donde, esquivo, te escondes y te muestras.

Cada rostro, una prueba, una oportunidad de verte,


de ver una parte de mí reflejada por tu gloria.
Aliente, obstáculo, libertad o cadena
en cada paso tal vez te encuentre.

Uno, llama primigenia.


Dos, la expansión que da lugar a todas las cosas
Tres, la unión.
Cuatro, el retorno.

Cuatro estaciones llenan la extensión del año,


cuatro estaciones en la mente del hombre.
John Keats

Todo en el universo tiene un ritmo dado.


Todo lo que sigue un proceso tiene un ritmo dado. Una mosca mueve sus alas a una velocidad que
nos parece muy alta, pero a la vez, para la mosca el día es una eternidad. Su vida transcurre en un
abrir y cerrar de ojos. Gesta y se desarrolla rápidamente, pero de la misma manera decae.

Un hombre se gesta y se desarrolla. Algunos de forma rápida, otros lentamente. El ritmo de las
cosas nos dan el tiempo de su proceso. Un ritmo puede ser cambiante, algunas veces armónico y
otras inarmónico.

Dentro de un recital, el músico se adapta a un ritmo, pero el ritmo varía según las piezas que toca,
las circunstancias denotarán la variación del ritmo, y a pesar de tocar la misma pieza, el ritmo
nunca es exactamente igual.

Libres danzan las notas:


salen del cautiverio
de pulmones y flauta
En su aletear, se funden en el ritmo del día que transcurre
ajeno a mí,
inherente a mí.

La melodía lleva la cadencia


de ese lago, y de esos montes
sin quererlo.
¿Quién me ha enseñado a soplar
a través de este carrizo humilde?
Tan sólo me uno a la sinfonía que escucho por doquier.

El viento lleva los sonidos


el viento suena a respirar de ojos cerrados
y a canto de grillos y cigarras.

El mundo subatómico está hecho de ritmo,


movimiento y cambio continuo.
Sin embargo, no es arbitrario ni caótico.
Fritjof Capra, El Tao de la Física

Pero hay cosas que rompen el ritmo establecido.


Aquello que rompe el ritmo de las cosas está fuera del círculo original. Es algo no contemplado y
por lo tanto no descrito.

Llega imponiendo un nuevo ritmo o una nueva conducta. Así, el ritmo de las cosas es modificable.

La evolución
adapta los seres, crea formas nuevas
y llena el mundo de ritmos cambiantes y multiformes.

Una larga sucesión de hechos invisibles


con el tiempo produce una consecuencia que trastorna y cambia el
mundo.
El necio le llama azar
el sabio se da cuenta del fluir de las cosas.

La voluntad
se impone sobre la inercia,
rompiendo el estatus quo y trayendo un orden nuevo
La espada del valiente
hace caer la torre decadente
para poder construir de nueva cuenta.

Se había predicho que aquél que deshiciera el nudo gordiano


– que ataba la parte frontal del carro de tiro -
gobernaría sobre un imperio sin par.
Muchos lo intentaron, de tierras vecinas y lejanas,
sus esfuerzos siempre infructuosos.
hasta que Alejandro el Macedonio llegó, y sacando su espada
de un tajo cortó por la mitad aquél nudo impenetrable.

Hay cosas que poseen un ritmo único.


Hay cosas que poseen ritmos repetitivos, y otras que no.

El número Pi = 3.13159 posee un ritmo único: no repite secuencias de cifras, sino que amalgama el
conjunto numérico hasta el infinito

He. La H del hebreo.

Pi, valor numérico de profundidad insondable.

He representa el fuego que se refleja,


que se ve a sí mismo y se hace consciente.
Y en este reflejo se manifiesta
y da lugar a la infinita variedad.
La llama original expandida en el mundo.

Pi: la relación entre la línea y el círculo que la contiene.


La línea que puede tocar ambos extremos a la vez,
y que girando lo abarca todo.
Se puede calcular hasta el infinito:
una relación que genera una sucesión inabarcable,
infinita, de números.
3.13159

Tres veces, más un poco. Y en ese poco indefinible por completo,


inexpresable por completo, es en donde se encierra el misterio.
Un ritmo único.
Lo concreto que genera lo infinito.
El umbral parece poca cosa:
el umbral en donde el ritmo cambia
casi siempre pasa desapercibido.

Todo en el universo posee vibración.


Aún en la quietud hay movimiento.
Por toda la tierra salió su sonido,
y hasta los extremos de la tierra sus expresiones.
Romanos 10:18

Vida es movimiento. Aquello que vive posee una vibración y un sonido característico. Esla base de
la meditación bhakti, o devoción a uno mismo.

El bhakti se halla a través de la luz, el sonido y la vibración que producimos. Teniendo esto,
estamos conscientes de nuestra propia naturaleza y nos encaminamos hacia la salvación, o
trascendencia del alma.

Las cuerdas del arpa forman puentes sobre la madera.


Los dedos, en un suave movimiento crean la vibración
que lo llena todo
reflejando tan sólo la fuente invisible del sonido.
Cuando retorne el silencio la música estará lejos, tocando aún.
Todos los mundos se hacen uno en este instante.

Los dedos continúan su danza


y abren el portal con delicadeza.

Todas las cosas están hechas de átomos


que danzan produciendo sonido
Cada átomo canta su canción y produce formas.
A. David-Neel, Tibetan Journey

El vacío absoluto existe. La cesación del movimiento.


Así como hay vida, hay cesación de vida. Donde la temperatura alcanza los 0 grados Kelvin, el
movimiento atómico se detiene, y se produce el colapso.

La mayor parte del átomo es vacío, por lo que no queda más que vacío en ese espacio. Las
partículas vibran, pero existen zonas en el espacio en donde no concurren, habiendo ahí cesación
de movimiento, y ausencia de vibración. Esto existe porque todo debe tener su referencia: dentro
del relativismo físico de Einstein, se propone una constante: la Luz.

Una pintura es creada trazo a trazo


escapando tan pronto el pincel se aleja.
Su significado puede permanecer,
más la tinta se desvanece
dejando sólo la ondulación.

El movimiento del pincel


que sustituye al lienzo.
El maestro pintor ha desaparecido.

Sus ojos flotan sobre el paisaje


y en cada pareja y en cada balcón,
y en cada gesto encuentra el universo para ser pintado.

Mas escapada su ansia de pintar;


la tinta y el aire se funden dulcemente
y llena sus ojos de silencio.

En la quietud imperturbable
descansa el buda.

Hay cosas en movimiento que no poseen vibración.


Sólo cuando hay quietud en el movimiento
puede aparecer el ritmo espiritual
que impregna el cielo y la tierra.
Ts’ai-ken T’an

Al vibrar, creamos una trayectoria ondulada. Entonces en el movimiento de un punto a otro la


distancia que recorremos aumenta, dependiendo de la longitud de la onda y de frecuencia
vibratoria. Sin embargo existe el movimiento rectilíneo. Es decir que hay cosas que se desplazan
de un punto a otro sin oscilar.

Cuando el espíritu es uno con el vacío, su movimiento es uniforme y no oscila. Mientras más nos
depuramos, cambiamos nuestra frecuencia hasta llegar a ese movimiento uniforme, desprovisto
de rodeos innecesarios. Entonces la dualidad se convierte en unidad.

El recorrido más corto entre dos puntos es la línea recta, la ausencia de fluctuación en el camino.

Cuando se desea llegar a la meta,


el camino es arduo y lleno de vicisitudes.
Parece ser que uno va de aquí para allá
sin adelantar gran cosa.

Cuando la meta se transforma


en la manera de recorrer el camino
¿dónde estaría la falla?
Si el principio y el final del camino de tocan
cada paso es la meta
y el punto más importante.
Así, la agitación cesa por sí sola.

Se cuenta de un hombre que fue a hacerse discípulo de un famoso maestro zen.


El hombre dijo,
- Maestro, quiero aquietar mi mente y quedarme aquí.
- Muéstrame tu mente, y la aquietaré. – Contestó el maestro.
El hombre, confundido ante la respuesta, se fue y regresó tres días más tarde, tras mucho pensar
en esas palabras.
- Maestro, no encuentro mi mente, no la puedo traer ante ti.
- Bien. La he aquietado para ti. – Fue la respuesta.
Existe un principio masculino y un principio femenino.
Y Dios dijo, hagamos al hombre
a nuestra imagen y semejanza.
Y los creó en su imagen,
hombre y mujer los creó.
Génesis 1:26-27

Todo hombre o mujer nacido, provino de células germinales de distinto género: una célula de la
madre y una célula del padre. Para su nacimiento los dos aportaron el germen. Pero esto no
significa que el óvulo o el esperma sean masculinos o femeninos, sino que son células
indiferenciadas, con información genética proveniente de los progenitores, y que van a dar lugar a
un nuevo ser, que se definirá en base a las características establecidas.

El principio generador masculino y femenino está en todos; un hombre puede tener hijos e hijas, y
así también una mujer. Pero la definición existe. El hijo se engendra a través de esa definición. El
ser humano no puede ser padre y madre a un tiempo.

Tal vez se pueda beber de un plato


y servir la carne en una taza

pero lo natural es que el recipiente


esté conforme con lo que ahí está dispuesto.

El plato se dispuso para la carne y la taza para la bebida.

El recipiente alcanza su plenitud


conforme al uso de su forma.

El yin y el yang son esencias opuestas pero complementarias


una es constante y débil
otra es intermitente y fuerte.
En su interacción dan origen a todas las cosas.

El principio creativo y el principio receptivo:


la semilla que cae en el surco y fertiliza la tierra.
Esta acción pone en movimiento el universo.

Existe un principio femenino puro.


Hallo la tranquilidad
en la madre que me nutre
Lao Tzu, Libro del Tao

El yin absoluto existe. Dentro del cuerpo tenemos órganos en los que predominan el yin y el yang
respectivamente, pero el órgano en sí no es masculino ni femenino. No existe hígado femenino ni
un estómago masculino, sino que simplemente son. Tampoco existen hormonas que sean
femeninas ni hormonas que sean masculinas. Las hormonas son hormonas, y tenemos todo tipo
de hormonas, pero predominan algunas en el hombre y otras en la mujer.

Aquello que llega al equilibrio llega al yin absoluto, que es la receptividad absoluta

La vida es un flujo continuo, pero dentro de éste el principio receptivo juega el papel de la
potencialidad que puede dar vida a las cosas.

Los principios se refieren a energías duales en el contexto de la generación: las cosas devienen del
Ser originalmente, pero son sus dos principios actuantes, femenino y masculino, los que
efectivamente llevan a cabo la actividad generadora. Así por ejemplo, en el Génesis se representa
a Dios separando las cosas según su naturaleza, las aguas, las tierras, el día y la noche, y por último
el ser humano.

En el principio femenino puro está Maya, que al ser fecundada por Brahma, da origen a todas las
cosas del universo. Las funciones generadora y receptora que están claramente definidas.

El estado de la Tierra es la entrega receptiva.


Así, en su amplia naturaleza, sostiene al mundo.
Sin propósito, todo lo fomenta
no hay tacha ni elogio
el éxito llega por la perseverancia y la constancia.

I ching, o Libro de las mutaciones


La Tierra sobre la Tierra (trad. Libre)

Dios dijo al agua del torrente: ¡bulle!


y al lirio de la margen: ¡embalsama!
S. Díaz Mirón

Existe un principio masculino puro.


Existe un yang absoluto, un principio creador. Hay puntos en el universo que mantienen su
vitalidad; de lo contrario el universo sufriría una muerte por entropía (dispersión del calor) al llegar
a un estado de equilibrio.

Hay puntos que no llegan al equilibrio, sino que son flujos yang que impulsan la vida del universo.
El principio generador masculino se refiere a todo aquello que denota una acción de impulso, de
rompimiento de la inercia y de acercamiento a la conciencia.

También es la semilla, que en el vientre de la tierra le confiere significado y valor trascendente,


pues la acción de ambos causa la germinación, que con el tiempo puede llegar a transformarse en
la flor sagrada, “la flor de los mil pétalos”, el florecimiento del espíritu.

Dios toma la tierra que vaga (adamah)


y de ella forma al hombre (Adam)
Génesis 1:7, Torah
En la meditación se torna en impulso
aquello que está disperso.
Los ciclos del cuerpo, normalmente descuidados,
son reconocidos y puestos de acuerdo
en una acción consciente.
Siete templos aparecen, mostrando sus puertas
que guardan secretos para el que busca.
La parte divina en el corazón del hombre es reconocida
y, deleitada, contempla a su Creador.

Pleno de fuerza es el movimiento del Cielo,


la fuerza creativa logra elevarse.

I Ching, o Libro de las mutaciones


El Cielo sobre el Cielo (trad. Libre)

La espada más poderosa es la enfundada


Así el TAO
No combate y obtiene la victoria
Lao Tzu, Libro del Tao, koan 72

El poder de la espada es mayor al no manifestarse. Como una cárcel, la funda encierra la espada
mientras su potencial va en aumento.

Al momento de salir es cuando llega a su cumbre; pero entonces hay un movimiento de freno
hasta que vuelve a enfundarse. El vencer en la no-pelea es el colmo de habilidad para un guerrero.

Entonces Sir Bedivere lanzó la espada del rey Arturo al lago


y vió salir una mano del agua que la tomó,
la blandió tres veces, y después desapareció…
Se dice que la espada y el rey esperan
el tiempo de su regreso, en el que sean necesitados.

Geoffrey de Monmouth, Morte d’ Arthur

El maestro colocó un jarrón en lo alto de la puerta entreabierta, de modo que cayese sobre aquél
que la abriera para entrar.

A continuación llamó a su hijo mayor.


Éste se detuvo un momento antes de entrar, atisbó por la puerta, tomó el jarrón y lo colocó en
una mesa al entrar, saludando a su padre.

“Pronto será un maestro”, pensó su padre, y lo despidió.

Colocando el jarrón de nuevo, llamó a su hijo mediano.


Éste entró y el jarrón cayó de su posición, pero el joven lo atrapó en
sus manos y lo colocó en la mesa, saludando a su padre.

“Avanza rápido. Estoy complacido”, dijo para sí y lo despidió.

Por tercera vez colocó el jarrón, y llamó a su hijo menor.


Al entrar éste, el jarrón cayó sobre su cabeza, pero antes de que llegara a tocar el suelo, el joven
sacó su espada diestramente y lo partió en cuatro.

“Aún le falta mucho por aprender”, fue el pensamiento de su padre.

Un guerrero utiliza cualquier objeto como arma,


sin perder el honor.

Entonces el arma se convierte en espada. No hay


deshonra.
Al alcanzar la unidad, el guerrero es uno con el objeto.
No hay enemigo,
no existe división; tan sólo el ser.
Cualquier objeto es utilizado
como una extensión del espíritu del guerrero,
pues es su espíritu quien discierne y siente,
quien guía y actúa.

La mejor espada es la que se tiene al alcance de la mano.

El destinado para usar un arma,


cuidaría su vida
y no se haría daño a sí mismo.
Libro del Tao, Lao Tzu

Cuando hay división entre el guerrero y su arma, su espada,


existe la posibilidad de perderla
pero el que se hace uno con su espíritu,
habiéndolo forjado en el fuego y templado en el agua
como a una espada fina
no puede encontrar daño

El interior y el exterior son uno,


el objeto está dentro y fuera, es percibido por los sentidos
y sentido por el interior a un tiempo
es eso que es, y a la vez es arma.

La espada del espíritu del guerrero se proyecta en el mundo.


Éste es el honor más alto.
Es conferido por el Cielo
Y no puede ser arrebatado.

Tras muchas jornadas extenuantes y llenas de penuria, Pulo-Delhi avanza por la montaña, en
medio de la lluvia, con el arco tendido, la flecha pronta y la espada dispuesta.

Dos llamas brillan en la oscuridad. El tigre salta, y la flecha parte. Pulo arroja el arco, se cubre con
su escudo y en la diestra empuña la espada. La lucha se traba y él hunde el filo de su arma en el
cuerpo del tigre, hasta que éste cae sin vida a sus pies.

La lluvia cesa. Ante el asombro de Pulo-Delhi, el cadáver del tigre se estremece y lentamente se
transforma en una serpiente de proporciones gigantescas.

- Yano hay duda – exclama-. Siva desea mi muerte. ¡Si fuera un Dios para luchar con los Dioses!
Más, mortal miserable como soy, venderé cara mi vida.

Pulo-Delhi desnuda la espada de nuevo y se lanza a la lucha, haciendo esfuerzos inauditos por
herir al monstruo. ¡Imposible! Sus aceradas escamas son impenetrables.

Ya el reptil, aprisionándolo, empieza a ahogarlo, ya la espada se escapa de sus manos, y él, sin más
armas, rompe sus dientes mordiendo la coraza de su enemigo.

Ya el velo de la muerte se extiende ante sus ojos, cuando una flecha disparada desde las nubes
baja silbando y traspasa a la serpiente, dejándola sin vida.

Pulo-Delhi alza la vista, para contemplar maravillado a Vishnú, con el arco tendido aún, montando
sobre un cisne inmortal, de pureza sin mancha, que surca los Cielos.

Leyenda védica,
referida por G. A. Bécquer

Hay algo en el hombre


que los Dioses ven con agrado sin límite.
y a lo que incluso ellos no pueden resistirse:
el valor del guerrero,
alzándose por encima de la victoria y la derrota.

El Valor de aquél que ha llegado a un lugar más elevado,


y triunfante sobre la extensión del mundo
ha llegado más cerca de la morada celestial,
y su legítima morada.

Bibliografía y Lecturas recomendadas


La Sagrada Biblia. Edición guadalupana, 1958.
Talmud. Steinsaltz Edition. Random House, 1992
Torah: The five books of Moses. Jewish Publication Society, 1992
El Corán sagrado. M.H. Shakir (traductor). Tahrike Tarsile Qur’an, 1992
Sefer Yetzirah. Aryeh Kaplan (editor). Samuel Weiser, 1997
Bhagavad Gita. Purohit Swami (traductor). Shambala Publications, 1994
The Upanisads.F. Max Muller (traductor), Dover Pubns, 1962
Una vision del Tao. Tao King de Lao Tzu, interpretado por Víctor Ruy Quijano.
Asociación Chang Lung. 1996
I Ching, la biblia china. (Lei Yi-King. La Bible des chinois). Michel Gall, traductor. Robert Lafont, París.1980

The Book of the Sword. Sir Richard F Burton. Dover Publications, NY. 1987
Alexander of Macedon 356-323 B.C. : A Historical Biography. Peter Green. University of
California Press, 1992.
The Quest of the Holy Grail. P.M. Matarasso (traductor). Penguin Books, 1969

A first zen reader. T. Legget. C.E. Tuttle. Rutland Vermont, 1972


The Tao of Physics. Fritjof Capra. Harper Collins Publishers, Flamingo. 1982
Crítica de la razón pura. Emmanuel Kant. Editorial Porrúa. México, 1972
Science and the common understanding. J.R. Oppenheimer. Oxford University Press, 1954

Mythology. The Age of Fable, The Age of Chivalry, Legends of Charlemagne. Thomas
Bulfinch. Thomas Y. Crowell Company, 1970.
Cantar de los nibelungos. Editorial Porrúa. México, 1975
El paraíso perdido. John Milton. Editorial Porrúa. México, 1971.
Rimas, Leyendas y Narraciones. Gustavo Adolfo Bécquer. Editorial Porrúa, 1963.
Great Poems of the English language. Wallace Alvin Briggs, 1982.

El Arte de la Guerra. Sun Tzu. Oxford University Press, 1984.


The Book of Five Rings. Miyamoto Musashi, Thomas Cleary (traductor), Random House, 1993.
Hagakure: el libro del samurai. Yamamoto Tsunetomo, William Scott Wilson (traductor).
Kodansha, 1992.
Bushido: the Warriors Code. Ihazo Nitobe, Ohara Publications, 1989.
Tibetan Journey. A. David-Neel. John Lone, The Bodley Head. Londres, 1936.
Japón. Edward Seidensticker. Biblioteca universal de Life, 1963

Comunidad Chang Lung

1998 Víctor ruy Quijano, Alfonso Araujo


Reservados todos los derechos.

Primera edición. Septiembre 1998

IMPRESO EN MÉXICO
Tinta y Letra Regiomontana, S.A. de C.V.
Monterrey, N.L.
Tel. 373-9298

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