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Yagyu Munenori.

Libro 2º: La
Espada que da la
Vida 1º parte

Percibir las habilidades


y las intensiones
“Tal vez exista un
centenar de fintas y posiciones
de la espada, pero tú ganas
sólo con una”. El fin último en
esto es percibir las habilidades y
las intensiones.

Aún si se enseña y se
aprende un centenar o un millar
de modalidades de esgrima,
incluyendo todo tipo de
posiciones del cuerpo y de la
espada, lo que se considera el
centro de la cuestión es la
percepción de las habilidades y
las intensiones únicamente.

Aún si tu oponente sabe un centenar de fintas y tú también


las conoces, el punto decisivo radica exclusivamente en la
percepción de las habilidades y las intensiones.

Dado que esto se trasmite en secreto, no se pone por


escrito, sino en palabras codificadas.
El ritmo de la
existencia y la no-
existencia
y la existencia simultánea
de lo existente y lo no
existente

Estas expresiones se
refieren a la costumbre de
usar los términos existencia y
no-existencia en relación con
las habilidades y las
intensiones. Cuando estas
últimas son evidentes, son
existentes; cuando se
disimulan son no existentes.
Este esconder y revelar
la “existencia y no-
existencia” alude a las
percepciones de las
habilidades e intensiones.
Están depositadas en la mano
que empuña la espada.

En el budismo existen análisis de la existencia y la no-


existencia; aquí nosotros utilizamos estos términos de manera
análoga. La gente común ve lo que existe, pero no lo que no
existe.

En la percepción de las habilidades y de las intensiones,


vemos en forma simultánea lo existente y lo no existente. El
hecho es que la existencia y la no-existencia, ambas, están allí.
Cuando hay existencia, tú golpeas lo existente; cuando hay no-
existencia, tú golpeas lo no existente. También tú golpeas lo no
existente sin esperar que comience a existir, y golpeas lo
existente sin esperar su no-existencia. Por lo tanto, se dice que
ambas, existencia y no-existencia, están allí.
En un comentario a
la obra clásica de Lao
Tzu existe algo
llamado “siempre
existente, siempre no
existente”. La existencia
está allí siempre, y la
no-existencia también
está presente
igualmente. Cuando se
la disimula, la existencia
se vuelve no-existencia;
cuando es revelada, la
no-existencia deviene
existencia.

Por ejemplo,
cuando un pato flota en
la superficie del agua,
está “presente”; cuando
se zambulle bajo el
agua, está “ausente”.
De manera que, aun
cuando pensamos que
algo existe, una vez que
Lao Tzu
ha sido ocultado, es no-
existente. Y aun cuando
pensamos que algo es
no-existente, cuando ha
sido revelado, existe.
Por lo tanto la existencia
y la no-existencia
significan tan solo
ocultamiento y
manifestación de lo que
esencialmente es lo
mismo. De esta manera,
existencia y no-
existencia están
siempre allí.
En el budismo se habla de no-existencia fundamental.
Cuando alguien muere, lo existente se oculta. Cuando un niño
nace, lo no-existente se ve manifestado. La realidad es la misma.

Hay existencia y no-existencia en la mano que empuña la


espada. Esto se transmite en secreto; es lo que se llama
percepción de habilidad e intención. Cuando has escondido tu
mano, lo que tienes en ella está oculto. Cuando abres tu mano, lo
que no está en ella es revelado.

Aún de este modo, sin una transmisión personal, estas


palabras son difíciles de comprender.

Cuando hay existencia,


tienes que verla y acertarle.
Cuando hay no-existencia,
deberías ver esta no-
existencia y acertarle
igualmente. Es por ello que
decimos que tanto la
existencia como la no-
existencia existen por igual.

Lo que se llama
existencia es no-existente. Lo
que se llama no-existente
existe. Existencia y no-
existencia no son dos cosas
separadas.

Si percibimos erróneamente la existencia y la no-existencia


de las habilidades e intensiones, aunque usemos eficientemente
cientos de técnicas, no alcanzaremos la victoria. Todas las artes
marciales llegan a la consumación en este único paso.
La luna en el agua
y su reflejo

Existe cierta distancia


entre tú y tu adversario, en la
cual su espada no te alcanza.
Tú empleas las artes
marciales desde el exterior
de dicho espacio.

Acercarse al adversario penetrando en su espacio o


deslizándose en él de denomina “la luna en el agua”,
semejándose a la luna que envía su reflejo a una masa de agua.

Uno debería comprometerse con el oponente solo


habiendo establecido en su mente con anterioridad un
campo teórico de “luna en el agua”, aun antes de enfrentarlo.
La medida exacta de este espacio se transmite por tradición oral.

La espada en reposo
(En este caso la referencia a la espada en reposo es a
un estado potencial para actuar, bien con los recursos o
posibilidades latentes en un individuo, un grupo o situación en
que nos encontremos).

La espada en reposo es un asunto de extrema


importancia. Existe en uno mismo un modo de portar la
espada como un arma tranquila; en lo que se refiere a uno
mismo, el ideograma que se utiliza para
espada (ken) en “espada en reposo” se escribe y se interpreta
como “espada”. Aunque se mueva a la derecha o a la
izquierda, en tanto que la espada no haya perdido su estado
de potencialidad, es correcto el uso del ideograma para el
término espada.
Nuevamente, cuando se hace referencia a los adversarios
del ideograma ken (espada) debería escribirse y entenderse
como el término ken que se utiliza para “ver”. Dado que uno tiene
que ver con claridad la posición de las espadas en reposo en el
momento de lanzarse al ataque, el ver es esencial. De este modo,
tiene sentido la utilización del ideograma ken para “ver”.

Explicación de los
caracteres utilizados
para “en reposo”
Los ideogramas utilizados
en la expresión “espada en
reposo” significan
literalmente “espíritu” y “maravilla
”. El espíritu esta en el interior,
la maravilla se manifiesta
exteriormente; esto se llama un
milagro inescrutable. Por
ejemplo, gracias a que existe en
el interior de un árbol el espíritu
del árbol, sus flores se abren
irradiando su perfume, se torna
verde, florecen sus ramas y
hojas; esto es lo que se llama la
maravilla.

Si tratas de encontrar el espíritu del árbol serruchando


su madera, no verás nada; sin embargo, si no fuera por el
espíritu, el follaje y las flores no brotarían. Lo mismo sucede
con el espíritu del hombre; aunque abriendo el cuerpo no se
encuentra nada que pueda ser llamado el espíritu, es en la virtud
de la existencia de aquél en tu interior por lo que puedes realizar
diversas acciones.

Cuando puedes estabilizar el espíritu en situaciones en las


que las espadas están en reposo, todo tipo de maravillas
aparecen en las manos y en los pies, haciendo florecer las flores
de la batalla.
El espíritu es el amo de
la mente. El espíritu mora en
el interior, empleando la mente
en el exterior. Más aún, esta
mente emplea energía
psíquica. Si esta mente se
demora en un lugar cuando
emplea la energía psíquica en
actividades exteriores al
servicio del espíritu, su función
es deficiente. Por lo tanto es
esencial asegurarse que la
mente no se fije en punto
alguno.

Por ejemplo, si el dueño


de la casa envía un siervo a
cumplir una diligencia y el
sirviente se demora donde fue
enviado y no regresa, será
echado de menos para cumplir
otros servicios. De igual
manera, si tu mente se
detiene en las cosas y no
regresa a su estado original,
tu habilidad marcial
decrecerá.

Por esta razón, este tema de la no fijación de la mente en un


punto se aplica en todas las cosas, no solamente en las artes
marciales.

Existe dos compresiones: la del espíritu y la de la mente.


Paso
Tu paso no debería ser ni
muy rápido ni muy lento;
deberías de dar tus pasos de
un modo tranquilo y natural.

No es bueno ir
demasiado lejos o demasiado
cerca: toma el término medio;
si avanzas demasiado rápido
significa que estás asustado y
agitado. Cuando vas
demasiado lento significa que
estás atemorizado e
intimidado.

El estado ideal es aquel en el cual no estás molesto en


absoluto.

En general las personas parpadean cuando algo pasa


rozándolas muy cerca de los ojos. Esto es normal, y el hecho de
parpadear no significa que uno esté molesto. De modo parecido,
si alguien agita ante tus ojos algo para sorprenderte y tú no
parpadeas para nada, eso significa que estás molesto.

Evitar deliberadamente el parpadeo es índice de una mente


más inquieta que el parpadear.

La mente imperturbable o inmóvil es normal. Si algo te salta


a los ojos, parpadeas. Este es el estado de no-reacción. El punto
esencial es no perder el estado normal de la mente. Tratar de no
moverse es ya haberse movido. Moverse es un principio de
inmovilidad.

Es conveniente dar los pasos de un modo normal, en una


actitud normal de la mente. Esta es la etapa en que ni tu
apariencia ni tu mente se alteran.
El primer principio
La actitud mental en
un encuentro es como al
enfrentar una lanza. ¿Qué
hacer si no tienes
espada?

“El primer
principio” es una palabra
del código de las artes
marciales. En el contexto
general del arte de la
guerra significa ser
independiente en todo
sentido.

Es importante lo que sucede cuando uno está muy


presionado. “El primer principio” significa que te mantienes
claro mentalmente, con gran atención y asegurándote de no
caer en aprietos sin estar preparado.

La atención concentrada que se ejercita en un duelo de


espadas, cara a cara, cuando la estocada de tu oponente casi te
alcanza o cuando te arrojan una lanza dentro del ámbito de
seguridad, es llamada el “primer principio”.

Esta atención concentrada se ejerce en situaciones tales


como cuando uno se ve arrinconado contra la pared. Esta
situación debe entenderse como la más crítica y difícil.

Cuando no tienes espada, el ámbito de seguridad es casi


imposible de mantener si fijas los ojos en un sitio, dejas que la
mente se apague a las cosas y eres incapaz de mantener un
estado de alerta sostenido.

Atesora estas cosas en el espíritu es llamado el “primer


principio”, algo que se mantiene secreto.
La distancia de
treinta centímetros a
ambos lados
Cuando ambas espadas
tiene el mismo tamaño, la
atención deberá concentrarse
del mismo modo que al no
tener espada.

Las armas están a treinta


centímetros del cuerpo a cada
lado. Con la distancia de
treinta centímetros, puedes
deslizarte y esquivar el golpe.
Es peligroso disminuir esa
distancia.

Esta es la
suprema. La
primera espada
“Esta es la
suprema” es un modo de
referirse a lo que se ha
consumado por
completo. “La primera
espada” no se refiere
literalmente a un arma
blanca; ésta es una
expresión en código que
indica anticipar los
movimientos del
oponente. La expresión “la
primera espada
crítica” significa que ver la
intensión de los
oponentes es la primera
espada en el sentido más
completo.

Si llamamos primera espada a la percepción de los


impulsos y las acciones apenas esbozadas por el adversario,
comprendemos como segunda espada el arma que ataca de
acuerdo a las acciones del mismo.

Con este fundamento se trabaja de diversas maneras.


Percibir habilidades e intensiones, la luna en el agua, la espada
potencial, y la enfermedad hacen cuatro; agregando las acciones
de las manos y los pies, son cinco. Esto se conoce como “cinco
observaciones, un ver”.

Percibir habilidades e
intenciones se llama “un ver”.
Los otros cuatro se mantienen
en la mente, y por
consiguiente se llama
observaciones. La percepción
por medio de los ojos, la
percepción con la mente se
llama observación. Esto
significa contemplación en la
mente.

La razón por la cual no llamamos a esto cuatro


observaciones y un ver sino cinco observaciones, es debido a que
utilizamos cinco observaciones como un término global, de las
cuales una (percibir habilidades e intenciones) es llamado “un
ver”.

Entonces tenemos cinco aspectos: percibir habilidades e


intenciones; la luna en el agua; la espada en
reposo; enfermedad; cuerpo, manos y pies. Cuatro de ellos se
observan en la mente, en tanto que la percepción de habilidades
e intenciones se ve con los ojos y es llamada “un ver”.
Yagyu Munenori. Libro 2: La
Espada que da la Vida, 2 parte

Análisis de la luna en el agua; la espada en


reposo; enfermedad; cuerpo, manos y pies

La luna en el agua es una cuestión de elegir la disposición


física de un duelo. La espada en reposo es una cuestión de elegir
la propia ubicación. Cuerpo, manos y pies se refiere a vigilar lo
que hace el adversario y los propios movimientos. La finalidad de
liberarse de la enfermedad es percibir habilidades e intenciones.
Por consiguiente, el primer paso es percibir la existencia o la no-
existencia de habilidades e intensiones. Las otras cuatro son
generalidades.

La finalidad de liberarse de la enfermedad es percibir


habilidades e intensiones. Hasta que no te liberes de la
enfermedad estarás distraído y no podrás ver. Cuando no puedes
ver, pierdes.

Enfermedad significa la enfermedad de la mente.


Enfermedad de la mente significa que la mente remolonea aquí y
allá. Uno debería asegurarse de que la mente no se quede
retenida en el punto en el que uno ha descargado el golpe de la
espada. Se trata de renunciar a la mente sin abandonarla.

Movimientos
Si un adversario te
enfrenta con la punta de
su espada hacia ti,
atácalo cuando él
levanta el arma. Cuando
tu intensión sea golpear
a tu adversario, déjalo
que intente herirte. En el
momento en que tu
adversario se lance
sobre ti, tendrás la
misma oportunidad de
alcanzarlo.

El ámbito de seguridad
Toma una posición dentro de tu ámbito de seguridad; luego
concéntrate en el estado de tu mente.

Cuando intentes tomar una posición, si tu adversario ya lo ha


hecho, hazla tuya.

En la medida en que la distancia no cambie, aunque tu


adversario o tú mismo se aproximen más de un metro, la
distancia entre ambos se mantendrá igual.

Si los otros ya han tomado posiciones, lo mejor será dejarlos


por el momento. No es conveniente dejarse envolver demasiado
tratando de lograr una buena posición. Mantén el cuerpo liviano.

Maniobrar
La acción de los pies y la
disposición del cuerpo no
deberán interferir con la
ubicación de la espada en
reposo. Esta determinación
deberá ser tenida en cuenta
todo el tiempo, aun desde
antes de enfrentarse al duelo.
Ver la espada en reposo. Distinción en tres
niveles
Ver con la mente es lo básico. Es a causa de ver desde la
mente que los ojos también perciben. Por lo tanto, el ver con los
ojos está subordinado al ver con la mente. El nivel siguiente es
ver con el cuerpo, los pies y las manos.

Ver con el cuerpo, los pies y las manos significa que éstos
no pierden de vista la espada en reposo de tu adversario. El ver
con la mente tiene la finalidad de ver con los ojos. Ver con los
ojos significa apuntar tus manos a tus pies al lugar en donde está
la espada en reposo de tu adversario.

La mente es como
la luna en el agua,
el cuerpo es como
una imagen en el
espejo
El sentido de estas
expresiones aplicadas a las
artes marciales es el
siguiente: el agua refleja
una imagen de la luna, el
espejo refleja la imagen del
cuerpo de una persona. La
reflexión de las cosas en la
mente humana es como el
reflejo de la luna en el agua,
que se refleja
instantáneamente.

La ubicación de la espada en reposo se compara con el


agua, tu mente es comparada con la luna. La mente debería
reflejarse en la ubicación de la espada en reposo. El cuerpo va
donde va la mente, el cuerpo sigue a la mente.
Un espejo también se compara con la espada en reposo, en
cuyo caso estas expresiones se utilizan con el significado de
mover el cuerpo al lugar donde está la espada en reposo, como
un reflejo. El principio es no dejar que manos y pies pierdan la
ubicación de la espada en reposo.

El reflejo de la luna
sobre el agua es un
fenómeno instantáneo.
A pesar de estar tan
lejos en el espacio, la
luna proyecta su reflejo
en las aguas en el
mismo instante en que
se abren las nubes.
Este reflejo no
desciende gradualmente
desde el cielo, sino que
se proyecta
instantáneamente, en
un abrir y cerrar de ojos.
Esto es análogo a la
manera en que las
cosas se reflejan en la
mente de las personas
con la misma rapidez
con que la luna se
refleja en el agua.

Hay un pasaje en
las escrituras budistas
Kashima Shin Ryu. que dice que la mente
es tan instantánea como
la luna reflejada en el
agua o una imagen en
el espejo. El punto aquí
no es que la luna que se
refleja en el agua
parece estar allí pero no
lo está, sino que se
refiere simplemente a
proyectar un reflejo
instantáneo desde muy
lejos en el cielo. Un
cuerpo que se refleja en
el espejo, el cual
responde
instantáneamente, es
también una analogía
para esta inmediatez.

Este es el modo en
que la mente del
hombre refleja los
objetos. La mente
puede viajar tan lejos
como hasta China en un
abrir y cerrar de ojos.
Justo en el momento en
que te estás
adormeciendo, tus
sueños te llevan muy
lejos, hasta tu aldea
natal. El Buda explicaba
que estos reflejos de la
mente eran como la
luna en el agua o
imágenes en un espejo.

Estas expresiones
se aplican también a “la
luna en el agua” de las
artes marciales. Uno
debería trasferir la
mente al lugar
apropiado como la luna
se refleja en una masa
de agua.

Donde va la mente, allí va el cuerpo; de modo que, tan


pronto como comienza el lance, uno debería llevar el cuerpo al
sitio apropiado, como una imagen reflejándose en un espejo. Si
no envías tu mente de antemano como preparación, tu cuerpo no
irá.

En lo que se refiere al lugar, es “la luna en el agua”. En


términos de la persona, es “la espada en reposo”. En ambos
casos, el sentido de cambiar de sitio cuerpo, pies y manos es el
mismo.

Ataque apresurado
Un ataque apresurado es algo muy malo. Se trata de
presionar en forma agresiva únicamente, luego de haberse
preparado mentalmente de manera apropiada y luego de
haber observado la situación en profundidad una vez que el
lance haya comenzado. Es esencial no precipitarse.

Traer la mente de vuelta


El sentido de esta expresión es que cuando lanzas una
estocada y te dices que has acertado, entonces la mente se
detiene y permanece allí pensando que lo has logrado. Como la
mente no retorna luego del golpe asestado, te descuidas y
la “segunda espada” de tu adversario te alcanza. Tu iniciativa se
desdibuja, y eres rechazado por el golpe de tu oponente.

Cuando lances una estocada, no detengas tu mente en el


punto del golpe; trae tu mente de vuelta después del ataque y
observa la condición de tu adversario. El talante del oponente se
modifica cuando ha recibido una estocada; cuando uno es herido
se enoja y se llena de resentimiento. En su enojo, el adversario se
vuelve vehemente, y si no estás bien atento, serás herido.
Debes pensar en el
adversario herido como
si fuera un oso salvaje
enfurecido. Cuando eres
consciente de haber
asestado un golpe, deja
tu mente remoloneando
y por lo tanto pierdes
atención. Debes darte
cuenta de que la
energía de tu oponente
se incrementará cuando
es herido. Del mismo
modo el adversario
empezará a cuidar el
lugar donde ha sido
herido, y si tratas de
acertarle de la misma
manera, fallarás.
Cuando tú fallas, tu
adversario contraataca y
te hiere.

Traer la mente de vuelta significa traer de vuelta al cuerpo,


sin dejar que se desmorone en el punto donde has golpeado. Se
trata de traer tu mente de retorno para observar la condición de tu
oponente.

Por otra parte,


atacar repentinamente
una vez que has
acertado un golpe,
lanzándote una y otra
vez al ataque sin traer
de vuelta tu mente y sin
dejar que tu contrario
pueda siquiera girar la
cabeza, es también un
estado de la mente
extremadamente
efectivo. Esto es lo que
se conoce con la
expresión “no dejar una
brecha del ancho de un
cabello”. La idea es
seguir lanzando ataques
sin el más mínimo
intervalo entre un golpe
y el siguiente.

En los diálogos Zen, que se refieren a un campo de batalla


espiritual, la respuesta a la pregunta se da sin el más mínimo
espacio entre ambas. Si vacilas, serás sobrepasado por tu
contrincante. Entonces es claro quién gana y quién pierde.

Esto es lo que se conoce como no dejar brecha, ni siquiera


la que pudiera admitir el ancho de un cabello. Se refiere a la
celeridad de la espada en ataques repetidos.

El sentido total
de la
eliminación, el
sentido del
vacío, el sentido
de presentar la
mente
La eliminación total
significa la completa
eliminación de la
enfermedad. La
enfermedad significa
aquí la enfermedad de
la mente. Se trata de
liberarse de todas las
enfermedades de la
mente de un solo
golpe.
Las variedades de la enfermedad se describen en otra parte
de este libro. El significado general de enfermedad es morar o el
apegarse de la mente. En el budismo esto se llama aferrarse, y es
severamente rechazado. Si la mente se aferra en un sitio y se
demora en otro, no podrás ver con claridad, y sufrirás una derrota
inesperada.

La expresión “eliminación total” se refiere a la idea de que


uno debería liberarse de todas estas enfermedades en un solo
acto. El significado es que uno debería eliminar por completo toda
enfermedad y llegar a percibir “lo único”.

“Lo único” se
refiere al vacío.
El “vacío” es una
palabra en código que
debe ser enseñada en
secreto. Se refiere a la
mente del adversario.
La mente es sin forma e
inmaterial; por eso se
dice que está “vacía”.
Ver “el vacío, lo único”
significa ver en la mente
del adversario.

El budismo se
ocupa de llegar a
realizar el vacío de la
mente. Aunque muchas
personas predican que
la mente es vacía, se
dice que son pocos los
que comprenden
realmente esto.

Y en cuanto a “presentar la mente”, la mente del contrincante


se presenta en las manos que empuñan la espada. Se trata de
atacar la empuñadura del oponte aun antes de que pueda
moverse.
La “completa eliminación” se hace con el propósito de ver
ese momento del movimiento inminente. El punto es liberarse de
todas las enfermedades a la vez, y no dejar de ver el “vacío”.

La mente de un
adversario se presenta en
sus manos. Golpearlas
cuando están inmóviles se
llama herir el vacío. El
vacío no se mueve, no
tiene forma ni movimiento.
Herir el vacío significa
golpear rápidamente antes
del movimiento.

La vacuidad es el ojo
del budismo. Existe una
distinción entre el falso
vacío y el vacío real. El
vacío falso es similar a la
nada. El vacío real es la
genuina vacuidad, que es
la vacuidad de la mente. A
pesar de que la mente es
como el espacio vacío en
la medida en que es sin
forma, la mente única es el
maestro del cuerpo, de
modo que la realización
está en la mente.

El movimiento y el trabajo de la mente constituyen la


actividad de la mente. Cuando la mente está inactiva, está vacía;
cuando el vacío es activo, se vuelve mente. El vacío se pone en
movimiento, deviniendo mente y actividad de los pies y las
manos. Dado que tú debes golpear las manos que sostienen la
espada de tu adversario, con rapidez, antes de que se muevan,
se dice que tú debes “herir el vacío”.
A pesar de que hablamos
de “presentar la mente”, la
mente es invisible al ojo. Se
llama vacía porque es
invisible, y también se llama
vacía cuando no se mueve. A
pesar de que la mente está
presente en las manos que
empuñan la espada, ella es
invisible a los ojos. Se trata de
golpear cuando la mente está
presente en las manos pero
todavía no se ha movido.

Suponemos que esta


mente-vacío no es nada por el
hecho de ser invisible; sin
embargo, cuando la mente-
vacío se mueve, hace toda
clase de cosas. Empuña la
espada con las manos, dar
zancadas con los pies, todo
tipo de maravillas son
producto de la acción de este
vacío, de esta mente.

Es difícil comprender esta mente leyendo libros o


escuchando discursos. Las personas que escriben y las personas
que predican lo hacen basadas en escrituras religiosas
tradicionales; aquellos que han llegado a una realización en su
corazón son pocos.

Dado que todas las acciones humanas, incluso los prodigios,


son producto de la mente, esta mente está también en el
universo: la llamamos la mente del universo. Cuando esta mente
se mueve hay truenos y relámpagos, lluvia y viento; produce
efectos tales como formaciones de nubes fuera de estación y la
caída de granizo en medio del verano, causando efectos
perjudiciales a la humanidad.
Así, en el contexto
del universo, el vacío es
el señor del universo; y
en el contexto del
cuerpo humano, es el
maestro del cuerpo
humano. Al danzar, es
el maestro de danza;
actuando, es el maestro
dramático. Al disparar,
es el maestro del arco y
del cañón; al cabalgar
es el maestro del
caballo. Si hay una
desviación en el
maestro, uno no puede
cabalgar o dar en el
blanco.

Cuando la mente
ha encontrado su propio
lugar y posición en el
cuerpo, uno es libre en
todos los senderos. Es
importante encontrar
esta mente y
comprenderla.

Todos creen que han percibido y abierto su propia mente, y


que son capaces de empelarla útilmente; pero lo cierto es que
muy pocas personas han alcanzado esta mente en realidad.

Los signos de no haber alcanzado dicha realización son


evidentes para todo aquel que pueda ver.

Cuando las personas están iluminadas, todo lo que hacen,


todas sus acciones físicas serán directas. Si las personas no son
rectas, difícilmente se las podrá llamar iluminadas. La mente
recta, directa, es llamada la mente original o la mente del
Camino. La mente contaminada, desviada, es llamada falsa o
errática, y es la mentalidad humana ordinaria.
Aquellas personas que
han llegado a la realización
de su mente original y cuyas
acciones concuerdan con
dicha mente constituyen un
fenómeno fascinante. Yo no
digo esto desde mi propia
compresión. A pesar de que
diga estas palabras, para mí
es difícil tener una mente
directa y recta, y conducirme
de manera acorde con dicha
mente; sin embargo, lo
escribo así porque es el
Camino.

Aun así, en las artes marciales, la técnica no puede


perfeccionarse hasta que la mente no sea recta y el cuerpo,
manos y pies estén de acuerdo. A pesar de que nuestra
conducta cotidiana no es acorde con el Camino, en el sendero de
las artes marciales este logro del Camino es imprescindible.

A pesar de que tus acciones no se apartan de este


entendimiento, y estás de acuerdo con él en un arte en particular,
esto no se cumple cuando tratas de aplicarlo a otra cosa. El que
conoce todas las cosas y puede hacerlo todo se llama experto.
Aquellos que llegan a la maestría en un arte u oficio se llaman
maestros, pero esto no significa que sean llamados expertos.

Mente verdadera y
mente falsa
Existe un poema que dice
así:

Es la mente
qué es mente

la que confunde a la mente.

No abandones la mente,

oh, mente,

a la mente.

El primer verso alude a la mente falsa, que es mala debido a


su falsedad, y confunde a la mente original. La mente de la
segunda línea también se refiere a la mente falsa. En el tercer
verso, “mente” se refiere a la mente original, llevada a confusión
por la mente ficticia. En el cuarto verso se habla de la mente
original, y asimismo en el quinto. En la última línea, el poema se
refiere también a la mente falsa.

Este poema expresa lo verdadero y lo falso. Hay dos


mentes: la original y la falsa. Si encuentras la mente original y tus
actos van acorde a ella, todas las cosas están bien dirigidas.
Cuando esta mente original es contaminada y desviada por la
oscuridad de la mente falsa que la recubre, todos los actos en
consiguiente se distorsionan y contaminan.

La mente original y
la mente falsa no son dos
entidades distintas. La
mente original es el
“rostro original”, que está
allí antes de que tus
padres te dieran la vida;
como no tiene forma, no
tiene orígenes ni
extinción. Es el cuerpo
físico que ha sido
gestado por nuestros
padres; dado que la
mente es inmaterial y sin
forma, no podemos decir
que nuestros padres la
hayan engendrado. Es
inherente al cuerpo del
recién nacido.

A veces se dice que el Zen es una enseñanza que comunica


esta mente. Este es un Zen espurio. Mucha gente dice cosas, en
ese sentido, que no pertenecen al camino justo; por eso aquellos
considerados seguidores del Zen no son todos iguales.

Cuando hablamos de la mente falsa, nos referimos a la


energía de la sangre, que es subjetiva y personal. La energía
sanguínea es la acción de la sangre; cuando sube la sangre,
cambia el color de la cara y uno se enoja.

De igual modo, cuando


se odia aquello que se ama,
nos enojamos y nos llenamos
de rencor. Pero si otros
desprecian de igual modo lo
que nosotros despreciamos,
disfrutamos de este
sentimiento y volvemos
positivo lo erróneo.

Cuando a ciertas
personas se les hacen
regalos, los reciben con
alborozo; se deshacen en
sonrisas y la energía
sanguínea les pone un brillo
en el rostro. De este modo,
consideran correcto lo que es
equivocado.

Todos estos son estados de la mente que provienen de la


energía sanguínea de este cuerpo físico tratando con situaciones
temporales. Estos estados de la mente se denominan la mente
falsa.

Cuando esta mente ficticia surge, la mente original se


esconde, volviéndose una mente falsa; por lo tanto, lo único que
emerge son cosas malas. Es por ello que las personas iluminadas
son honorables, ya que reducen la mente ficticia por medio de la
mente original. En las personas no iluminadas, la mente original
está oculta, en tanto que la mente falsa es poderosa; por
consiguiente, actúan en el error y se construyen una mala
reputación.

A pesar que este


poema recién citado no
es demasiado especial,
expresa con claridad la
distinción entre lo falso y
lo verdadero. Todo lo
que hace con la mente
falsa es erróneo. Si
esta mente incorrecta
surge, serás derrotado
en las artes marciales,
no acertarás en el
blanco con el arco o el
cañón y no serás capaz
siquiera de cabalgar.
Actuando en el teatro o
danzando en este
estado, lo que hagas
será poco agradable de
mirar y escuchar.
Aparecerán errores en
tu discurso. Todo será
inadecuado. Si estás de
acuerdo con la mente
original, todo lo que
hagas será justo.

La gente urde falsedades, y sin embargo proclama no ser


falsa. Esta es la acción de la mente ficticia, que hace evidente lo
falso de modo inmediato. Si el corazón está lleno de verdad, el
que escucha se dará cuenta, sin necesidad de explicaciones
o racionalizaciones. La mente original no necesita
justificaciones ni excusas.

La mente falsa es la enfermedad de la mente; liberarse de


esta mente se llama liberarse de la enfermedad. Eliminada la
enfermedad, la mente es saludable. Esta mente sana se llama
mente original. Si estás de acuerdo con la mente original, te
destacarás en las artes marciales. Este principio se cumple en
todos los terrenos, sin excepción.

Yaguy Munenori.

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