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La contra

Fabián Harari

La contra
Los enemigos de la
Revolución de Mayo, ayer y hoy

Ediciones r r
Harari, Fabián
La contra : los enemigos de la Revolución de Mayo, ayer y
hoy. - 2a ed. - Buenos Aires : RyR, 2008.
248 p. ; 20 x14 cm.

ISBN 978-987-1421-17-6
A los revolucionarios de ayer y a sus sucesores,
1. Historia Argentina. 2. Revolución de Mayo. I. Título quienes con orgullo se han dado en llamar piqueteros. A mis
CDD 982 compañeros de Razón y Revolución, por el temple y por la audacia.

©CEICS-Ediciones ryr, 2008, Buenos Aires, Argentina


Queda hecho el depósito que marca la ley 11723
Printed in Argentina- Impreso en Argentina

Se terminó de imprimir en Pavón 1625, C.P. 1870.


Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Primera edición: Ediciones ryr, marzo de 2005.
Segunda edición: Ediciones ryr, julio de 2008.
Responsable editorial: Gonzalo Sanz Cerbino
Diseño de tapa: Sebastián Cominiello
Diseño de interior: Agustina Desalvo
Traducción del latín: Prof. Josefina Nagore
www.razonyrevolucion.org.ar
editorial@razonyrevolucion.org.ar
La Revolución de Mayo sigue
siendo el campo de prueba de los historiadores
Prólogo a la segunda edición

Horacio González

La Revolución de Mayo sigue siendo el campo de prueba de los


historiadores. Este movedizo terreno permanece fresco y sugestivo para
que se ensayen utensilios conceptuales y se calibren tesis generales sobre
los cambios históricos. En lo que es una de las encrucijadas historiográficas
más densamente concurrida por obras clásicas y modernas argentinas,
Fabián Harari se atreve a un desafío considerable y brioso. Se trata
de estudiar la emergencia misma del concepto de revolución, que los
tiempos de mayo de 1810 dejan en clara evidencia en las acciones de un
sector burgués antimonopolista. Se lo percibe fundado en los perfiles de
una revolución burguesa con base en la gran propiedad agraria, que exige
libertad de comercio y llama a la acción a un conjunto de intelectuales
que daban forma a un impulso político criollo autonomista.
Concebido como una investigación que expone su polemismo desde
el propio título, Harari dirige su libro contra los historiadores que ocluyen
el sino revolucionario de Mayo, ofreciendo un primer movimiento de
debate frente al amplio abanico de divulgadores de la historia –aunque
también con Halperín Donghi o Chiaramonte- que insertos en los
aparatos pedagógicos convencionales, reiteran las necesidades íntimas
del sentido común dominante: en el opaco transcurrir de los hechos,
dicen, hubo ambigüedad de las conciencias, no revolución. La contra
ve revivir en ellos los oficios de un vasto legado de pensamientos que
no sabe ver el canto revolucionario de la burguesía en su momento de
lozanía, y les dirige sus estiletes con el amparo de los muchos saberes
acumulados en esa área de la investigación. Entre ellos, el siempre citable
Desarrollo del capitalismo en Rusia de Lenin, escrito ochenta años después
de la Revolución de Mayo y sobre la que podría arrojar su iluminación
retrospectiva.

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Pero el libro de Harari no solo traza un extenso panorama de las Agüero, Miguel Fernández de Agüero, quién le contesta a Moreno- una
fuerzas productivas en expansión desde ese fin del siglo XVIII en las evidencia palmaria de las líneas de confrontación entre los intereses
remotas tierras aún no llamadas pampas argentinas, sino que propone un sociales históricamente enfrentados.
segundo momento en que, invocando un severo latiguillo de los tiempos Sin duda, en los textos se puede seguir -en sus rupturas y silencios-
de Lenin, aunque en éste caso no de su autoría, lleva a considerar “el las líneas en las que también se escinde una sociedad. Puedo imaginar
papel del individuo en la historia”. En este caso, Harari presenta un múltiples variaciones en las que se puede realizar este fascinante ejercicio
inexorable cuadro de las filiaciones sociales de la clase revolucionaria, en torno al encuentro de las voces con las que una revolución se cobija
con sus itinerarios vitales –los de Moreno, Castelli, Saavedra, Belgrano- en los pliegues de la escritura, pero el que sostiene Harari, además de
cruzados por el hálito de una relación compleja y al mismo tiempo suscitarlas a todas ellas, se atiene al rigor del canon clásico: los hombres
clásica. Se trata de la relación entre los intereses sociales del sector al y sus pensamientos estrujados por las inclemencias prosaicas de la
que pertenecen y el lenguaje de ideas (en sus textos, argumentaciones y historia. Con su mezcla de arrojo político y valentía teórica, Harari nos
poéticas) que despliegan ellos ante sus contemporáneos. Así aparecen, devuelve los viejos episodios de la revolución de mayo a la luz de una
en este intervínculo entre las raíces sociales de las ideas y los intereses nueva oportunidad de hacerlos nuestros contemporáneos.
de clase, los conocidos desafíos para el pensamiento historiográfico.
El interesantísimo caso del poeta Lavardén, también parte de la clase
criolla, burguesa comerciante y propietaria, que Harari propone a la
consideración del lector con convincentes pinceladas, no cede en interés
a la interpretación que La contra da del célebre escrito de Mariano
Moreno en su representación de los hacendados, en los que el autor de
este libro lleno de vida y anhelante de controversias ve un documento
enteramente ligado al horizonte revolucionario de época.
Este gesto del autor de La contra en la interpretación del escrito
moreniano, así como su convicción de que no ofrece dudas la autoría
del también muy frecuentado Plan de operaciones, no por apartar otros
puntos de vista que se inspirarían en el indiscutible carácter hermético
de esos escritos para habilitar otras disquisiciones intrépidas, deja de
tener la osadía de una tesis que hace mucho tiempo no es expuesta de
un modo tan bravo y explícito entre nosotros. Más atendibles son las
aseveraciones sobre El telégrafo mercantil o sobre el propio Lavardén, lo
que coloca el libro de Harari en lo que quizás sea su verdadero plano de
actuación, una vez atravesado su pólemos fervoroso contra los historiadores
que no le dan el lugar adecuado a las evidencias recias de violencia -esas
decisiones en las que se sube la apuesta en términos de la “partera de la
historia”- en las que se encuentra el primer lenguaje de la revolución.
Creo que ese plano consiste en el tratamiento de lo que podríamos
llamar la cuestión intelectual de la revolución, sugestivo horizonte sobre
el que el libro de Harari hace un aporte convincente, especialmente
al fijar su atención en la figura del presbítero Juan Manuel de Agüero
y Echave, autor de un tremendo escrito de teología política, vigoroso
alegato a favor de la autoridad no excento de pasajes formidables, cuyo
ultramontanismo colosal desafía a sus intérpretes. La contra resalta el
interés de este texto, cerrando su promisoria tarea con el proyecto de
encontrar en los escritos contrarrevolucionarios -también el del otro
Comentario a la segunda edición

Fabián Harari

A dos años de su publicación, un libro de historia sin ningún aparato


comercial detrás, que trata sobre un proceso ocurrido hace más de 200
años y cuyo autor es marxista y, para colmo, desconocido, ha agotado
su tirada. Este hecho no es sino un pequeño y limitado síntoma de la
profunda convulsión que sufrió la conciencia de la población luego del
Argentinazo. El principal público que ha leído este trabajo se compone
de docentes, estudiantes, militantes de izquierda y combinaciones varias
de estas tres condiciones. Se ha presentado en ámbitos universitarios,
terciarios y en asambleas populares. Fue llevado a varios puntos del
país y contó con la invitación de organizaciones de izquierda de las más
variadas corrientes. Esta enumeración de sucesos habla menos de las
virtudes que pudiera tener el libro que de aquellas que ostenta el proceso
en el cual intentó intervenir. La lucha de clases no ha retrocedido sin
haber dejado de instalar el problema de la transformación y sin amenazar,
cada tanto, con volver. En estas condiciones, la comprensión de los
problemas históricos es percibida como una necesidad que impone la
intervención.
El texto no ha tenido semejante repercusión en el campo de la
historiografía que domina los claustros académicos. Se trata de un hecho
curioso, ya que la investigación que da origen al último capítulo es el
producto de un largo trabajo y presenta abundante evidencia empírica
inédita. Con todo, no se lo ha citado siquiera para denostarlo. No se
trata de desconocimiento, sino de mezquindad y temor: el estudio pone
en evidencia las serias deficiencias en los trabajos que predominan el
campo y la superficialidad con que se abordó el problema de la cultura
durante el virreinato. Se prefiere aducir ignorancia antes que impericia.
Cuando escribí el libro, tuve que aclarar que varias afirmaciones aún
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no tenían todo el peso de la evidencia. Hoy, dos años después, puedo del programa que Razón y Revolución, organización a la que pertenezco,
decir que muchas hipótesis han sido probadas. En particular, la existencia lleva adelante en su combate contra la ideología burguesa. Esto que el
de un partido de la revolución y la preponderancia de los llamados lector tiene en sus manos es, por lo tanto, el fruto de una labor conjunta
“hacendados”, que (también) hemos logrado probar que se trata de y orgánica.
burgueses. Con ello podría haber agregado más información, pero le En estos dos años recibí un sinnúmero de correos: algunas
hubiera quitado limpidez en la lectura y, con ello, obstaculizado su tarea felicitaciones, varios alientos y, también, más de una crítica. Quiero
de difusión. El corazón de la obra es la explicación de los intereses de agradecer a todos los que me escribieron y decirles que ellos, los lectores
clase y el proceso político revolucionario, y éste núcleo mantiene, a mi “apasionados”, son la savia de una tarea que por momentos parece tan
criterio, toda su vigencia. confinada y, sin embargo, es tan colectiva. Ningún arma, ningún tirador
El libro tiene dos destinatarios: un público más amplio (cualquier por más destreza que posea, tiene nada que hacer sin un buen combate,
interesado en historia argentina) y otro tal vez más específico (docentes una buena trinchera y sin compañeros que lo inviten a ocupar un lugar a
y especialistas en el período). En los primeros capítulos, ofrece una su lado. Toda mi preocupación es poder estar a la altura de lo que exige
introducción general a la Revolución de Mayo. En el último tramo, esa cálida compañía.
plantea una serie de discusiones en el seno del campo historiográfico Otra vez, no sería correcto terminar esta nueva presentación sin
en torno a la existencia de un conflicto político ideológico previo a los reiterar mi profundo agradecimiento a la profesora Josefina Nagore,
enfrentamientos de 1810, que expresa programas de clase. Se rescata Directora del Departamento de Lenguas Clásicas de la Facultad de
allí al presbítero Juan Manuel de Agüero y Echave, quien combatió la Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, quien -con suma
ideología burguesa que se desarrollaba en el Río de la Plata. Una figura amabilidad y desinteresadamente- realizó un trabajo nada sencillo:
prácticamente desconocida por la historiografía y que, sin embargo, tuvo traducir al castellano las citas del particular e indómito latín del
una importante influencia en el mundo de la cultura entre 1791 y 1802. presbítero Juan Manuel de Agüero y Echave.
De su pluma, se incluye en el Apéndice I su Discursos varios dirigidos á
conservar la autoridad de los soberanos y la fidelidad debida á sus sagradas
personas, modelo de intervención polémica contrarrevolucionaria. Ciudad de Buenos Aires, junio de 2008.
Editada en 1960 por Enrique de Gandía en su primer tomo de Historia
de las ideas políticas, aparece allí con más de 80 errores de trascripción. En
algunos casos, hasta se omiten palabras. Es la nuestra la primera edición
completa y fiel. Para redondear esta perspectiva publicamos también una
fuente más accesible, pero no por eso menos descuidada: la Representación
de los Comerciantes de Cádiz, escrita en 1809 por Miguel Fernández de
Agüero (sin parentesco con Juan Manuel). Se trata del documento que
condensa el programa político del comercio monopolista. Su objetivo
fue replicar la Representación de los Hacendados de Mariano Moreno,
quien exigía la libertad comercial y el fomento de la actividad agraria.
Ambos documentos son de fructífera utilidad para todo aquel que desee
especializarse en el período o conocerlo más de cerca.
Este libro fue pensado y elaborado en el marco del Grupo de
Investigación de la Revolución de Mayo, a partir de las investigaciones
que se realizaron en él durante sus primeros años de vida. El grupo
funciona dentro del Centro de Estudios e Investigaciones en Ciencias
Sociales (CEICS), dirigido por Eduardo Sartelli. Sobre él recayó la
responsabilidad de la dirección general de esta obra. Aunque se trató de
una de sus obligaciones militantes, no quisiera dejar de agradecerle. El
estudio de la revolución burguesa en Argentina no es sino un aspecto
Introducción

Revolución, esa palabra maldita

“Si es verdad que la historia universal es una cadena


de los esfuerzos que ha hecho el hombre
por liberarse de los privilegios, de los prejuicios y de
las idolatrías, no se comprende por qué el proletariado,
que quiere añadir otro eslabón a esa cadena,
no ha de saber cómo, y por qué y por quién ha sido
precedido, y qué provecho puede conseguir de ese saber”
Antonio Gramsci, Socialismo y cultura.

La historia argentina encierra una gran paradoja. Su clase dominan-


te ha intentado, por diversos medios, ocultar y, a la vez, sacralizar sus
propios orígenes. No hay más que recorrer los manuales escolares, los
libros de divulgación y la producción historiográfica para encontrar que
el nacimiento de la Argentina se asocia con un fenómeno llamado “Re-
volución” (al que se le agrega “de Mayo”, por el mes de su inicio). Sin
embargo, si examináramos las explicaciones que esos mismos textos dan
del proceso, encontraríamos una inquietante coincidencia: ninguno sos-
tiene la hipótesis de que se haya consumado una revolución (la honrosa
excepción es el maravilloso tomo I de la Historia Argentina de Julio V.
González). Dirigentes militares, feroces batallas y un pueblo en la plaza
vivando la deposición de las autoridades, son recreados para justificar el
orden vigente y la paz social.
En el campo académico, esta incongruencia fue evitada mediante
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la proliferación de estudios que abordan los temas más extravagantes Una clase que se proponga hacer una revolución debe conocer a su
con una sorprendente minuciosidad. Otros, con algo más de vuelo, se enemigo, debe estudiar su historia. Debe, en consecuencia, reconstruir
dedican a negar la acción revolucionaria y a desterrar el conflicto. En la la historia de la hegemonía burguesa: ¿cómo logra una clase social sur-
escuela, la consecuencia es la más rampante esquizofrenia. Un episodio gir y someter la sociedad a su imagen y semejanza? Pero ello implica el
personal puede ilustrar el asunto. 17 de agosto, primer grado. La maestra reconocimiento de la historicidad de esta experiencia que llamamos “Ar-
nos explicó quién era ese señor del cuadro con la mirada hacia el hori- gentina” y, por lo tanto, su posible caducidad. La resolución de este pro-
zonte. Nos relató la zaga de batallas que tuvo que librar para lograr nues- blema, permite zanjar debates estratégicos dentro del personal político
tra independencia. Quien escribe, entonces un niño de 7 años, decidió destinado a liderar esa transformación, eso que llamamos “izquierda”:
convertirse en el Libertador de América. Como no era muy observador, ¿ha cumplido la burguesía argentina con su revolución burguesa o aún
infirió que lo que el prohombre tenía en la mano era un palo (y no le quedan tareas pendientes? Si es éste último el caso, los trabajadores
el hasta de la bandera). Resultado: un “español” con la cabeza abierta. deberíamos asociarnos con una burguesía nacional oprimida, para com-
Confinado en la dirección, el “prócer” escuchó la advertencia de las pletar la revolución burguesa. Si es la primera, la clase obrera no tiene
autoridades del establecimiento: San Martín luchaba por la paz y, como nada que hacer con su enemigo de clase y debe erigirse en dirección
buen padre, velaba por la amistad entre los hermanos argentinos. No excluyente de un proceso revolucionario que se plantee el socialismo.
quiero hacer una defensa retrospectiva de mi acción “militar”, pero es El capítulo tres reconstruye el proceso de la revolución burguesa en Ar-
obvio que el problema no lo tenía el chico, sino los contenidos escolares. gentina e intenta una respuesta a este interrogante. Nos meteremos en
Dirigentes como San Martín, Belgrano o Mariano Moreno no son el el Río de la Plata a fines del siglo XVIII y principios del XIX y estudia-
mejor ejemplo de concordia. remos el proceso revolucionario, el nacimiento del capitalismo, la crisis
Los pedagogos que investigaron el período se dedicaron, en realidad, mundial, las clases que se enfrentan desde 1806, la naturaleza de clase de
a plantear la desmitificación de los grandes personajes. ¿Cuál es la causa la revolución y el papel de la violencia y la guerra en la transformación
de esa paradoja? La incongruencia entre la reivindicación del esfuerzo social.
creador de la sociedad burguesa y la necesidad de evitar una nueva re- Antes de abandonar el tema, nos detendremos en un problema par-
volución. La Revolución de Mayo permite explicar el capitalismo argen- ticular: el de la lucha cultural en los procesos revolucionarios. No sólo
tino como fruto de un trabajo denodado, arduo, que debe ser cuidado nos permitirá poner sobre la mesa un proceso poco estudiado y a un
y respetado. “Esta sociedad le costó mucha sangre a desinteresados pa- intelectual desconocido por la historiografía pero de una gran importan-
triotas”, es la sentencia. Por lo tanto, los argentinos deberían defender cia en el período en cuestión, sino que nos permitirá volver al comienzo
eso que demandó tanto esfuerzo. Pero, por otro lado, se afirma implí- del libro. En efecto, en el capítulo cuatro examinaremos la obra y el
citamente, sin quererlo, que la sociedad puede cambiarse, que es lícito papel en la lucha política del presbítero Juan Manuel de Agüero, un
cuestionar a las autoridades y al modo mismo en que vivimos y, lo que es contrarrevolucionario cuya defensa del orden existente en aquel enton-
más temible, que el ser humano puede ser protagonista de esos cambios ces, sonará notablemente actual. Nos demostrará, de paso, que la lucha
sin apelar a los mecanismos que impone el orden establecido. Para la cultural es, en realidad, lucha política y que divulgadores, periodistas
burguesía, la revolución es un pecado de juventud que debe esconderse e incluso doctos catedráticos, son en realidad cuadros militantes de la
a las nuevas generaciones. Ese es el mandato que reciben los intelectua- clase que hoy ocupa el poder y a los que hay que enfrentar en su propio
les burgueses dedicados al tema. En el primer capítulo haremos un breve terreno, como hicieron los revolucionarios de aquella época. Igual que
análisis sobre la forma en que lo han cumplido. Fernández de Agüero, los Félix Luna, Pacho O’Donnell, Felipe Pigna,
Planteadas las cosas científicamente, entender la Revolución de María Seoane, pero también Tulio Halperín, Hilda Sabato, Luis Alberto
Mayo permite dilucidar una serie de cuestiones vitales. En primer lugar, Romero o Mirta Lobato, forman parte de los que defienden el statu quo
se trata del estudio de las leyes que rigen la transformación social: ¿cómo y niegan la posibilidad de la revolución. Son los contrarrevolucionarios
se destruye el mundo viejo?, ¿cómo se construye el nuevo?, ¿es indispen- de hoy. A esa “contra” venimos a darle batalla, en defensa de la verdad
sable la violencia?, ¿hace falta un partido? Encrucijadas en las que se histórica y, por ende, del cambio social.
debate la clase obrera actualmente. El segundo capítulo se hace cargo del Como la producción de la “contra” moderna está al alcance de la
problema, tratando de responder a la pregunta más obvia pero menos mano en cualquier kiosco, librería o incluso la televisión, no hace falta
frecuentada: ¿qué es una revolución? darle más espacio aquí. Sí, sin embargo, resulta importante reproducir
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la obra teórica más importante de aquella “contra”, inaccesible incluso
para intelectuales académicos. Esa es la razón por la cual se incorpo-
ran como apéndices, dos textos: los Discursos varios... de Juan Manuel de
Agüero, una defensa del orden político existente, y la Representación de
Miguel de Agüero, una defensa del orden económico vigente entonces.
Ambos textos son el telón de fondo de una lucha política que involucra
desde la Representación de los hacendados hasta el Plan revolucionario de ope-
raciones, de Mariano Moreno, documentos claves de la revolución.
Nobleza obliga, debemos marcar los límites de nuestro trabajo. Bue-
na parte de las afirmaciones que se verterán en este texto ostentan el
carácter de hipótesis. Esto quiere decir que aún no hemos probado, de
forma concluyente, que las cosas hayan funcionado así. Tampoco se trata
de graciosas reflexiones “teóricas”, es decir, la exposición de un esque-
ma, puramente formal obtenido a priori y al margen del examen de la
Acerca de la divulgación, los
realidad misma. Se trata de una imagen construida a partir de fuertes
indicios que no logran dar a nuestras explicaciones el carácter de leyes, profesores universitarios
pero que señalan que la realidad apunta en esa dirección.
y los manuales de historia
La lucha por la revolución socialista incluye la lucha por la posibilidad
de la transformación social. Si bien nadie espera que le digan que el mundo
se puede cambiar para hacerlo, la conciencia de la posibilidad real de tales
cambios fortalece a los luchadores. A la inversa, los defensores del statu
quo se esmerarán por demostrar lo contrario y sembrarlo en las cabezas de
los sometidos, incluso de aquellos que, paradójicamente, se plantean como
líderes revolucionarios. Es parte del proceso de construcción de hegemonía
por toda clase dominante. De allí la necesidad de arrancar nuestro estudio
por la crítica de la “contra” moderna.

Una disputa por el cartel


El éxito editorial de los libros de Felipe Pigna y Jorge Lanata escanda-
lizó a los historiadores académicos. Que millones de argentinos abreven
el conocimiento histórico en cántaros “no profesionales” parece haber
encendido el rencor y el resentimiento. En más de un congreso, los his-
toriadores “expertos” se lamentan de que la historia la escriban un perio-
dista y un mediático profesor de secundaria. Se acusa a estos señores de
poco serios, de que sus libros no son el fruto de años de investigaciones,
de banalizar la historia y, ahí viene lo fundamental, de no pertenecer a
la “corporación” de los historiadores. Por su parte, quienes se dedican
a la divulgación acusan a los intelectuales académicos de producir un
conocimiento para unos pocos, sin trascendencia social. El caso tomó
luz pública en las acusaciones de Luis Alberto Romero, Hilda Sábato
y Mirtha Lobato contra Felipe Pigna, quien, a su vez, se defendió con
argumentos atendibles.
Sin embargo, las dos partes tienen razón y se equivocan, al mismo
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tiempo. Es cierto que Los mitos de la historia no son un tratado erudito, Hilda Sábato y Luis Alberto Romero, las caras más visibles de la po-
que Pigna no puede probar fehacientemente lo que dice y que se ocupa lémica, son los dirigentes de una camada de historiadores que desem-
de cuestiones secundarias como la corrupción institucional o las mez- barcó en los claustros universitarios en la década de 1980 y se afianzó
quindades de ciertos personajes. También es cierto que el conocimiento en un predominio casi absoluto en los años noventa. La mayoría de
académico circula en un ámbito reducido, que ha perdido contenido estos intelectuales combatió en el campo de la clase obrera en los años
polémico y que su vocación ermitaña lo hace cada día más propenso al setenta. Ante la derrota, acuden al exilio y se pasan al campo burgués. El
disparate. El problema no está en la veracidad de los argumentos. El caso alfonsinismo los encuentra en las filas de la socialdemocracia, algunos
es que la polémica está mal planteada. como funcionarios de gobierno. Sus preocupaciones historiográficas
La actividad teórica y la divulgación son dos formas distintas de pro- abandonan la problemática de la lucha de clases para concentrarse en la
ducción intelectual. Una tiene el objetivo de descubrir cómo funciona consolidación de un orden político legítimo y estable y el desarrollo de
la realidad. La otra, busca difundir esos resultados en un conjunto más un capitalismo del tipo europeo.
amplio de personas. La primera intenta descubrir leyes. Por lo tanto En el terreno de la Revolución de Mayo, la historia más tradicional
debe manejar un corpus documental muy vasto, analizar una serie de concebía la historia como fruto de los grandes hombres y de las grandes
casos, establecer patrones comunes, regularidades, para luego poder dar ideas. El desarrollo de la sociedad se circunscribía a acontecimientos de
a conocer las conclusiones. Los avances que produzca no tienen por orden político-administrativo. La nación se había originado en 1810 al
qué ser conocidos por las masas. La segunda, en cambio, se apoya en calor de grandes hazañas militares. A partir de esa fecha, la sociedad se
los descubrimientos ya existentes y los difunde a través de un lenguaje debatiría entre los defensores del orden republicano (Rivadavia o Rosas,
accesible. Para eso, debe jerarquizar las conclusiones y simplificarlas. No según el caso) y los agentes de la anarquía (Quiroga o Lavalle). La nueva
necesita tener un aparato erudito, no es ese su mérito. Eso no quiere de- camada de historiadores intentará recuperar la dimensión social. Los
cir que el divulgador no sea un profesional y un especialista en lo suyo. grandes personajes quedarán, por lo tanto, marginados. Abundarán los
Se trata de dos actividades complementarias. Ninguna más seria que la estudios sobre la economía rural y sobre las estructuras políticas.
otra, la cuestión es que se hagan bien. El énfasis en la constitución de un orden político estable y legíti-
Un ejemplo. Las leyes que rigen la explotación capitalista y la cri- mo lleva a estos historiadores a concluir que la historia de la nación
sis del sistema son sumamente complejas y le tomaron a Marx muchos argentina nace en el período 1860/1880, cuando culminan las guerras
años para descubrirlas. Tiempo también le llevó a Lenin descubrir que civiles. Los conflictos anteriores no serían más que el producto de una
en Rusia se había desarrollado el capitalismo y que la clase obrera rusa dinámica política de antiguo orden, donde prima el “arcaísmo cultural”
podía plantearse tareas de gran envergadura histórica. Su libro (muy re- y la “barbarie política”, que produce el “deterioro del estilo de conviven-
comendable) El desarrollo del capitalismo en Rusia, contiene capítulos en- cia”, según la caracterización de Tulio Halperín Donghi1. Era la forma
teros de minuciosos análisis sobre las distintas ramas de la producción. historiográfica que tomaba la ideología burguesa luego de su victoria en
Pero ese conocimiento hay que ponerlo en manos de la clase obrera. Es la guerra civil: una vez terminado el conflicto, intenta que no se reedite,
aquí donde surgen los grandes propagandistas como August Bebel, Paul por la vía de condenarlo de conjunto.
Lafargue o David Riazanof. Sin embargo, tanto los primeros como los La Revolución de Mayo, entonces, no habría sido el origen de la
segundos están construyendo una misma visión del mundo. La causa de nación, porque no logró asentar un Estado legítimo a nivel nacional.
esta división del trabajo es que, en una sociedad de clases, el acceso a la Éste es el producto tardío del lento cambio de la cultura política y de las
cultura se halla restringido a las minorías, dejando fuera, en particular, identidades regionales. Así lo expresa José Carlos Chiaramonte:
a la clase obrera. Ese desarrollo desigual da lugar a esa división necesaria
de funciones. “La consideración de la Independencia como fruto, fundamentalmente,
El núcleo del problema no está en la competencia entre el conoci- del derrumbe de los imperios ibéricos por efecto de los conflictos europeos,-
miento universitario contra los “best sellers”. Mucho menos en el título punto de vista prevaleciente, con razón, en la historiografía actual- es la que
que ostente quien escribe (periodista, abogado o arquitecto). La pregun- convierte entonces la coexistencia de esas diversas formas de identidad polí-
ta pertinente es qué tipo de interpretación del pasado ofrecen y de qué tica [la americana, la provincial y la de ciudad] en indicador de una realidad
tareas presentes son tributarios. Para ello debemos analizar la propuesta ajena aún a los sentimientos nacionales. Realidad que sólo habría de dar
de unos y otros. lugar a la formación de nuevas naciones a los largo de un período caracteri-
zado, en buena parte, por una intensa confusión al respecto.”2
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La revolución habría sido, entonces, la consecuencia de un acon- En tiempos menemistas, donde la hegemonía burguesa era tan con-
tecimiento externo que se impuso sobre una sociedad aún inmadura tundente, y con una clase obrera anémica, la revolución es desterrada
económica, política e ideológicamente. Ante el vacío de poder, de desata por completo de la historia. Se construye la idea de una imposibilidad de
una especie de anomia social. cualquier cambio social profundo o siquiera parcial. Los historiadores
En la década de 1990, esta tendencia a soslayar el hecho revolucio- académicos han vuelto a las fuentes del liberalismo argentino: Ricardo
nario se acentúa con la negación de la existencia de un programa no Levene y Ricardo Callet-Bois. Su comportamiento, desde la socialdemo-
ya burgués, sino siquiera independentista. Aunque la excusa de estas cracia hasta el liberalismo más extremo, no es sino el trayecto que han
posiciones sea el combate al viejo nacionalismo, en realidad, el Estado debido recorrer para acompañar a su clase, del tímido reformismo alfon-
nacional no deja de verse positivamente como un articulador social. La sinista a la ofensiva de los años noventa. Más de uno de ellos se ofende-
“renovación historiográfica” tan sólo cambia el creador: el liberalismo ría seriamente si decimos que se trata de una historiografía menemista.
de finales del siglo XIX creía verlo en los grupos dirigentes porteños. La Ninguno de estos historiadores simpatizó con el menemismo. Pero su
“nueva historiografía”, en el pacto de toda la sociedad. Sin embargo, los historia no deja de expresar ese momento de la dominación burguesa.
términos del debate se mantienen tal como la generación de Levene lo Pigna, en cambio, construye una historia más acorde a las necesida-
propuso: en el terreno de las ideas y de la creación de una identidad geo- des de una burguesía que ha pasado por la experiencia del Argentinazo
gráfica (la nación) por sobre las clases sociales. La nueva historiografía y debe recuperar su hegemonía. En un contexto de legitimación del per-
señala que no hay ninguna disputa de intereses reales, ni de concepcio- sonal político gobernante, a través de la apelación del espíritu contesta-
nes políticas opuestas, tan sólo se trató de distintos proyectos para llenar tario de los años setenta, Felipe Pigna decide rescatar parcialmente la
un vacío institucional. La guerra fue el resultado de la intransigencia de historiografía de ese período. En particular los trabajos de José María
las autoridades peninsulares. Rosa. Parcialmente, porque mientras Rosa intentaba explicar las causas
Los estudios políticos comenzaron a matizar la hipótesis de la existen- de la dependencia argentina a partir de la conformación de las clases
cia de una “barbarie política”, que implicaba una ruptura. En su lugar sociales6 (la lucha entre la oligarquía contra el pueblo), las explicaciones
destacaron una continuidad administrativa y la permanencia de identi- de Pigna giran en torno a las actitudes individuales.
dades políticas coloniales que iban, paulatinamente, sufriendo modifi- La historia de Pigna reivindica el hecho revolucionario y los comba-
caciones en un sentido moderno. La cultura política antigua convive, tes librados en 1810, pero los vacía de contenido y los hace derivar en
hasta 1880, con la moderna, en una lenta y suave transición3. Por su par- la conciencia nacional. En Mariano Moreno, entonces, encuentra un
te, la política va a transformarse en el análisis de los discursos, porque proyecto revolucionario, ausente en la historiografía académica: “More-
la sociedad va a convertirse en una estructura discursiva. Las relaciones no encarnaba el ideario de los sectores que encarnaban algo más que un
reales, los combates reales son expulsados del análisis histórico. Los diri- cambio administrativo, y se proponían cambios económicos y sociales
gentes revolucionarios no son más que personajes que emprenden una más profundos.”7
personal “carrera de la revolución” y son llamados “los héroes más ran- Asimismo Pigna reivindica las acciones militares y los fusilamientos:
cios del panteón nacional”, tal como se refirieron a ellos Hilda Sábato y
Mirta Lobato en el debate con Pigna4. Luis Alberto Romero sintetizó las “Los que se apuran en calificar de terroristas a Moreno, Castelli y French
posiciones en un artículo de divulgación, aparecido en 2002: se olvidan de la existencia de ese calificativo para hablar de los asesinos de
Tupac Amaru y toda su familia, de los asesinos y torturadores de los revolu-
“Los suceso de Mayo de 1810 no fueron el fruto de un plan previo sino cionarios de Chuquisaca y de La Paz, y de todos los asesinos que sembrarían
de la imprevista consecuencia de un evento lejano: el derrumbe del imperio de sangre la historia argentina.”8
español [...]. En Buenos Aires, como en cada ciudad importante en His-
panoamérica, un grupo de vecinos se hizo cargo del gobierno, de manera En este caso, Pigna no condena a la violencia en general, sino que
provisoria, sin saber bien para quién y contra quién. rescata la acción revolucionaria. Una acción que se prolonga hasta nues-
[…] De inmediato vino un largo ciclo de las guerras civiles. Al cabo de tro presente y he aquí otro mérito de Pigna, explicitar el vínculo de la
muchas batallas y de bastante barbarie, esas provincias llegaron a un acuer- explicación de los hechos históricos en función de las tareas presentes.
do mínimo para la organización de un Estado.”5 Para él, la Revolución de Mayo es importante debido a que “plantea las
cuestiones básicas no resueltas de la Argentina como la justicia, la equi-
28 29
dad, el modelo económico, la dependencia y la corrupción.”9 Las causas deben buscarse en la burguesía argentina, que no se com-
Esas son las claves de su éxito: rescata los enfrentamientos contra las porta patrióticamente como su par norteamericana o europea: “El nuevo
clases dominantes y ofrece una explicación a la situación presente. Es Estado, dominado desde estos momentos fundacionales por una clase
decir, se dedica a explotar (y profundizar) el sentido común. Por último, parasitaria, dificultará el progreso de una nación asentada en uno de los
su historia acompaña el clima ideológico kirchnerista. territorios más ricos del mundo”14. Hasta aquí, la repetición, sin fisuras,
Su rescate de la revolución cobra un sentido muy particular. En del credo revisionista.
primer lugar, tiene como objetivo “la conformación de una identidad Detrás de la reivindicación del hecho se esconde el derrotismo: las
ciudadana consciente de sus derechos con marcos legales”10 y la consoli- clases dominantes tienen el poder y siempre triunfan. Pero cabe un cues-
dación de la “identidad nacional”. La nación es la confluencia de todas tionamiento más general a la obra de Pigna: si no hubo ninguna clase
las clases sociales en torno a un objetivo común. Más explícitamente, es- social (más allá de ciertos intelectuales) interesada en cambios sociales
pecifica que los derechos deben circunscribirse a los marcos legales (que, ¿Cómo es que se puede caracterizar los enfrentamientos de 1810 como
recordemos, son siempre impuestos por la clase dominante). Así, Pigna de revolucionarios? Pigna desmiente, como vimos, que se haya produci-
rescata los enfrentamientos políticos para luego diluirlos o censurarlos. do cualquier tipo de cambio.
En segundo lugar, su revolución no es el fruto de intereses sociales, La historiografía de Pigna no se limita a la amalgama de la teoría
es decir, entre clases. Ni siquiera entre “grupos” o “sectores”, sino en- populista con la historia moral. También elude la confrontación directa
tre personajes honestos y solidarios y seres mezquinos y corruptos. Así, con la historiografía académica. De hecho, incorpora sus líneas funda-
Liniers, fue el “inventor de los bonos” y de los “ñoquis”. Nieto, se fuga mentales, en cuanto a las consecuencias sociales y políticas del proceso.
en Suipacha, “como corresponde a un sujeto de su calaña” y Saavedra En el primer lugar reproduce la hipótesis de Tulio Halperín Donghi,
representa aquellos “reaccionarios de Buenos Aires que se habían apo- acerca del traslado del poder del ámbito urbano al rural: “La caída de
derado del sueño de la revolución para convertirlos en negocios sucios, un sistema colonial basado en una metrópoli que ejercía a través de las
ofertas inconfesables a monarquías extranjeras y tratos secretos con el ciudades permitió, a partir de 1810, el surgimiento de otro sistema de po-
enemigo.”11 der con bases en el campo, y trasladó gran parte del poder de los grupos
La concepción moral e idealista de la historia puede constatarse en urbanos a los hacendados y caudillos”.15
la descripción del Cabildo Abierto de 1810: “Estaban en juego muchos En cuanto al proceso político-ideológico, sigue las líneas trazadas por
intereses nacionales y extranjeros, y las pasiones, en algunos casos legí- José Carlos Chiaramonte, quien como veíamos más arriba, negaba la
timas y en otras directamente unidas a los bolsillos, se desataron.”12 Es existencia de un proyecto nacional: “El proceso que culminó con la in-
decir que los intereses de clase, los que gobernaron el mundo desde la dependencia acentuó esas diferencias [las regionales] y se fue creando un
aparición de las primeras grandes civilizaciones, no son legítimos. Tam- concepto de nacionalidad limitado a sentirse perteneciente a una ciudad
poco lo sería una huelga, porque allí los trabajadores se movilizan por o sus alrededores y no a un país.”16
sus “bolsillos”. Las apreciaciones de Pigna suponen que un grupo de La revolución, según Pigna, fracasa en el campo económico (como
revolucionarios (Moreno, Castelli, Monteagudo y Belgrano) no se regían decían los revisionistas), en el campo político (siguiendo a Halperín), en
más que por el sentimiento de entrega al bien general y, por lo tanto, el campo ideológico (según Chiaramonte) y en la esfera personal (como
no pertenecían a ninguna clase. En los siguientes capítulos tendremos él mismo comprueba). ¿Hay una continuidad entre el escepticismo de
oportunidad de discutir estas hipótesis. la década de 1990 y el nacionalismo revisionista? Luis Alberto Romero,
Su examen de la revolución en términos individuales encuentra un en medio de la crisis y a meses del Argentinazo, parece advertir la nueva
límite: en todos los casos, la aventura revolucionaria termina mal. Mo- tarea de los intelectuales ante la nueva coyuntura: “Ese relato mítico [se
reno es envenenado y arrojado al mar. Castelli muere enfermo y proce- refiere al nacionalista] es hoy uno de los escasos soportes de la comuni-
sado. Belgrano, pobre y olvidado. La victoria será de los conservadores. dad nacional […] La subsistencia de esta comunidad nacional –histórica
La revolución fue un fracaso: “La independencia proclamada era formal y contingente, como todo lo humano- no está asegurada ni mucho me-
y exclusivamente política. En el plano económico, comenzábamos a ser nos.”17
cada vez más dependientes de nuestra gran compradora y vendedora: A pesar su enfrentamiento, las coincidencias entre el populismo de
Inglaterra […] a la dependencia económica se le agrega la dependencia Pigna y el liberalismo académico son más fuertes que sus diferencias.
política.”13 Porque ambos explican el pasado sobre tres hipótesis de cuño burgués:
30 31
el predominio de las ideas, la preeminencia de las actitudes individuales trar la similitud de su concepción. En ambos la historia argentina es la
y la autonomía del Estado. Esto significa que no hay clases (todo es un historia del fracaso: no ser Estados Unidos. Las causas están en las ideas,
problema de ideas), que cada uno obra en forma autónoma y que el o sea, en la cabeza de las personas. El supuesto es que si los dirigentes
Estado somos todos. Un canto a la sociedad burguesa. Para que no se hubieran pensado distinto, el país se hubiera desarrollado. Para ambos
desconfíe de un escritor marxista “duro”, vamos a ejemplificar. no existen procesos sociales materiales que condicionan los proyectos.
Juan Carlos Garavaglia, historiador ex marxista que se desempeña en Otra coincidencia es que escriben la historia desde el punto de vista
la Escuela de Altos Estudios de París, es considerado el más riguroso de de los individuos. En Pigna o Lanata, está plasmado en la concepción
los investigadores del período que examinamos en este libro. Ha dedi- que tienen de los próceres. Ellos son, antes que nada, ejemplos de abne-
cado los últimos veinte años a juntar padrones y censos para demostrar gación y honradez. En la historia académica, por su parte, no hay una
que no existió ninguna clase dominante en el agro argentino y mucho racionalidad del sistema. Cada “actor” opera según su propia lógica. El
menos relaciones de explotación. Su trabajo más importante, Pastores y individuo se desenvuelve en abstracción de la sociedad en la que habita.
labradores de Buenos Aires, resume el conjunto de sus investigaciones en Así, como vimos, para ambos la sociedad es una suma de personas o
torno a una pregunta: ¿Por qué la Argentina no logró un modelo de “actores”.
desarrollo comparable a los Estados Unidos o Canadá, siendo que tiene La “moderna” historia académica concibe al Estado (burgués) como
una frontera abierta? En sus conclusiones arroja la siguiente respuesta: una institución neutra, igual que sus antecesores “liberales” y católicos.
He aquí un testimonio de peso. Tulio Halperín Donghi es el historiador
“si la sociedad rioplatense fue distinta a la frontera norteamericana o más reconocido del país. En su estudio sobre las finanzas revolucionarias
canadiense, no lo fue porque no existiera una presión social sobre las tierras advierte:
fronterizas, como afirmaba Roberto Cortés Conde en su trabajo de 1968.
Lo fue porque la resolución de esa presión transitó por caminos diferentes “Estas preguntas [las que se formula Halperín] intentaban ubicar al Es-
en función de los valores imperantes en las diversas sociedades que se halla- tado en el marco de una sociedad por un camino que no era -y no sigue
ban detrás de la frontera.”18 siendo- el más usual en los análisis de nuestro pasado. Cualquiera sea la
preferencia política de quienes los emprenden, parecen apoyarse en la co-
El factor del subdesarrollo es, entonces, la ocupación en grandes nocida fórmula que hace del Estado el comité de administración de la clase
estancias (falacia que más adelante veremos) y sus causas son la cultura dominante […] sin tomar acaso suficientemente cuenta que ese Estado que
de la sociedad. Las ideas de “la sociedad” (y no de un sector de ella) lo gobierna la economía ocupa a la vez un lugar en esa economía.”20
explican todo. Las leyes del desarrollo histórico y los intereses de clase
quedan a un lado. Comparemos con la explicación del atraso que pro- Para los divulgadores, el problema no es la naturaleza del Estado sino
pone Felipe Pigna: de quién lo administra. Por eso el problema del régimen decadente es
que Liniers es corrupto y la Revolución de Mayo es la lucha de los hon-
“Las artesanías provinciales estaban en franca decadencia y sólo la in- rados contra los mezquinos.
versión y la modernización las hubiera podido transformar en verdaderas Con sus respectivos matices (Pigna es más populista y la academia
industrias, como ocurría por esa misma época en los Estados Unidos. Pero más liberal) estos propagandistas y teóricos construyen la historia a ima-
los únicos que hubieran estado en condiciones de hacer estas inversiones gen y semejanza de quien nos domina, la burguesía. Su objetivo no es
eran los terratenientes porteños y su embrionario Estado nacional. Y ningu- otro que ocultar esa dominación de clase y los intereses materiales que
no se mostraba interesado en dar ese paso, que podría haber transformado guían la acción de los dirigentes políticos. El quid de la cuestión no
nuestro país en una potencia.”19 radica en cómo se escribe la historia sino desde qué punto de vista.
Algo que se observa mejor todavía cuando se examinan los manuales
Aquí también, la responsabilidad por el subdesarrollo está en los del secundario.
proyectos de un reducido conjunto de hombres. Si lo hubieran querido,
habrían hecho una Argentina potencia. No vamos a detenernos ahora Los manuales de historia y la génesis de nuestra sociedad
en la falsedad de estas aseveraciones. Más adelante vamos a tener opor-
tunidad de señalar por qué son incorrectas. Lo que interesa aquí es mos- La Revolución de Mayo está asociada a los actos escolares, a la niñez,
32 33
al orden militar. Los dirigentes revolucionarios nos son conocidos como culo orgánico. Ambas pertenecen a la clase dominante. Ambas operan
“próceres” y su recuerdo nos trae a la memoria la disciplina, la rutina y contra los trabajadores. Es una diferencia de función: la escuela no es,
el aburrimiento del aula. De allí, que el estudio de esos años nos pueda centralmente, el espacio donde se producen las desigualdades, pero es
parecer una banalidad, una curiosidad o, peor aún, “patrioterismo”. Es allí donde se sancionan y naturalizan. Y no es una función menor: debe
que ése es el objetivo de la educación escolar: trivializar una revolución y ocultar las causas de la miseria, debe formar trabajadores no sólo hábi-
ponerla al servicio de la conservación del estado de cosas. les, sino dispuestos a y orgullosos de ser explotados. En consecuencia,
La escuela siempre fue el lugar donde depositamos las esperanzas en para quitarle a la escuela pública su manto de virtud y de igualdad hay
el futuro intelectual y laboral de nuestros hijos. Siempre se la ha visto que preguntarle: ¿qué es lo que se legitima? O dicho más científicamen-
como una vía de ascenso social. También es el espacio donde parecen te: ¿desde el punto de vista de qué clase social se examina la realidad?
materializarse los anhelos de igualdad entre los ciudadanos, más allá de Vamos, entonces, al examen de los manuales. Los manuales actuales
su origen y de su color de piel. Allí, pobres y ricos comparten un mismo son escritos por los mismos historiadores que dirigen la investigación
techo, un mismo delantal y un mismo docente. En cada provincia existe y la divulgación histórica argentina. Marcela Ternavasio escribió para
un solo programa educativo para todos los chicos, vivan donde vivan y Puerto de Palos21, Horacio Gaggero para Tinta Fresca22, Felipe Pigna
coman como coman. para A-Z23 y Luciano de Privitellio, Alejandro Cataruzza y Gustavo Paz
La Argentina ha gozado de una escuela pública, gratuita y, casi siem- para Santillana24. Igual que los manuales “antiguos”, todos son produci-
pre, laica por más de 120 años. No obstante, la brecha social entre las dos por intelectuales de la misma clase. De modo que, proviniendo de
clases se ha ampliado a niveles insospechados. Nosotros sabemos que la misma mano, sería difícil encontrar sorpresas. Sin embargo, detrás de
un niño de familia burguesa tendrá un desarrollo y unas posibilidades una continuidad profunda se esconden cambios más que interesantes.
que no tendrá el hijo de un obrero. El hijo del burgués aprenderá, más, El primer elemento que uno observa apenas compara los manuales
mejor y más rápido, porque vive bajo otras condiciones. El hijo de un desde 1949 hasta la fecha es la marginación actual del tema que nos ocu-
obrero tal vez no complete su escolaridad, porque deberá salir a buscar pa. En 1949, el clásico manual de Astolfi25 le dedica 139 páginas al pe-
trabajo, ya que su familia necesita comer. Los docentes no ganan lo sufi- ríodo que abarca desde el Virreinato hasta 1816. Los manuales de fines
ciente y no pueden capacitarse. La escuela no está fuera de la sociedad, de los ‘90, le dedican entre 7 y 11 páginas al período que va desde 1806
sino que forma parte de ella. En consecuencia, la parte no puede sancio- hasta 1820. No sólo la revolución se condensa en pocas hojas sino que
nar una igualdad de la que el todo carece. todo el período colonial virtualmente desaparece. Claro, el manual de
Una escuela es un espacio de explotación. Allí, miles de docentes en- Astolfi termina en la presidencia de Castillo y los manuales actuales lo
tregan gratuitamente parte de su esfuerzo al Estado (en las escuelas pú- hacen en la de Menem o De la Rúa. Son más de cincuenta años de histo-
blicas) o al capital (en las escuelas privadas). Sin embargo, la escuela no ria, y muy conflictiva, por cierto. La inclusión de esos cincuenta años in-
se define, exclusivamente, por ser un ámbito de expoliación. La escuela dudablemente resta páginas a la historia previa, pero el problema no es
no es una fábrica como cualquier otra. El problema de las condiciones ese. El hecho real es que una parte importante de la revolución es dejada
materiales de los alumnos y profesores (la cuestión sindical) nos puede de lado. La explicación de esta marginación no se debe exclusivamente a
hacer perder de vista un segundo conflicto, acaso más importante para la ampliación de los contenidos, sino a un cambio en la concepción de
analizar la escuela: qué es lo que allí se aprende. la historia argentina. Mientras que en los viejos manuales la Argentina
Efectivamente, es ésta la pregunta que nos sitúa en el corazón mismo surge con la revolución, en los modernos, recién aparece entre 1852 y
de la función escolar. El objetivo de la escuela es, fundamentalmente, 1880. Así, mientras que para Astolfi este período no es más que la “Or-
transmitir ideología. Ha habido sociedades en las que sus docentes no ganización institucional”, para los modernos manuales se trata de “La
eran explotados (como en la Antigüedad o en la Edad Media). Por eso, república organizada” (Puerto de Palos), “La formación del Estado y la
amén de su condición de obrero, hay que preguntarse por una segunda nación” (Santillana) y “La incorporación al mercado mundial” (A-Z). Es
característica del docente: la de formador de conciencia. No hace falta en el caso de Santillana donde queda más explícita la afirmación de que
más que observar al personal que cumple funciones escolares para veri- la historia argentina comienza en 1852. El período previo es catalogado
ficarlo: se trata de “profesores”, “maestros”, “preceptores” y “directores”. como “Los legados de la Independencia (1810-1820)” y “En busca de un
Todos cumplen una función intelectual. nuevo orden (1820-1850)” (Santillana), “Revolución, independencia y
Sin embargo, si bien la escuela no es la fábrica, tiene con ella un vín- anarquía. 1810-1820” y “Anarquía y guerra civil. 1820-1829” (Puerto de
34 35
Palos) y “Disputas por la organización del Estado” (A-Z). la revolución son la exclusión de los criollos de los cargos públicos y
El proceso de constitución de un Estado a nivel nacional es aislado el malestar económico por el monopolio comercial español. El manual
del momento revolucionario. Más bien, lo que trae la revolución es el agrega el “sentimiento innato de libertad política”31. Por lo tanto, la re-
“desorden” o, como explicita Ternavasio (haciéndose eco de Ricardo Le- volución es tan sólo el acceso de nuevos grupos raciales a la administra-
vene) la “anarquía”. La revolución, entonces, es vista en forma negativa, ción. Astolfi ubica a la Revolución de Mayo en el ciclo de revoluciones
aquello que desorganiza, que hace retroceder. Los grandes hombres no mundiales, junto con la inglesa de 1640, la norteamericana (1776) y la
serían, por lo tanto, quienes hicieron la revolución sino quienes revirtie- francesa (1789).
ron sus negativos efectos. Efectivamente, Castelli y Belgrano apenas son En el manual se consigna la aparición de los primeros periódicos
nombrados. En cambio, Mitre, Sarmiento y Alberdi ocupan un lugar y la acción intelectual de Belgrano. Así como las invasiones inglesas y
central. el decisivo proceso de militarización aparecen como antecedentes. Las
Para el manual de 1949 la sociedad colonial “se caracteriza por la guerras revolucionarias son relatadas con detalle y, si bien se omiten los
sencillez de las costumbres, inspiradas en la religión, la tradición y la dis- fusilamientos en Potosí, no se pasa por alto el ajusticiamiento de Liniers
ciplina familiar”26. Cuesta entender por qué se produjo, bajo estas con- en Córdoba. Aun en el muy católico Astolfi, la violencia está presente.
diciones, una revolución. No obstante esta armonía, la sociedad colonial Los manuales contemporáneos ostentan una notable similitud: no
estaría atravesada por diferencias de raza y clase: españoles, criollos, mu- puede comprenderse por qué hablan de revolución o qué entienden por
latos, zambos, negros, indios. La contradicción principal se encontraba ella. Todo lo que puede adivinarse es que se refieren a un cambio de
entre los criollos y los españoles: autoridades. Así, bajo el concepto de “independencia”, se hace mención
al reemplazo de autoridades nacidas y nombradas en España por un
“El antagonismo entre el ascendiente hispánico, que consideraba tran- personal político local.
sitoria su permanencia en América y soñaba con volver al ‘terruño’, y el Los manuales coinciden en señalar al libre cambio como la princi-
descendiente nativo, que amaba el lugar de su cuna considerándolo asiento pal aspiración del grupo criollo. En el caso de Ternavasio (Puerto de
definitivo.”27 Palos) se agrega la aspiración criolla a los cargos administrativos. Hasta
aquí, sin mucha diferencia con los viejos manuales. La colonia divide,
Lo que divide a la sociedad, según Astolfi, son identidades gentili- según los autores, a dos grupos: “comerciantes” y “comerciantes criollos
cias, dadas por el nacimiento. De lo cual se deduce que todos los que y productores rurales”. Se señalan las invasiones inglesas, se consigna
nacimos aquí deberíamos tener una conciencia común y quien nació en que hubo un proceso de militarización de la población y se advierte
el extranjero nunca pertenecerá a nuestra comunidad. Así, los criollos que “las milicias se convirtieron en un elemento decisivo en el futuro
“tenían, por lo general, genio vivo y afición a los esfuerzos físicos de político del Río de la Plata.”32 El proceso parecería ya decidido en 1806.
coraje y lucimiento.”28 Sin embargo los mestizos “preferían las acciones Sin embargo no se entiende las razones de tamaña afirmación. Sobre
de poco compromiso”29 y los zambos “compartían el concepto de los todo si en esos mismos manuales se pondera a Martín de Álzaga, un
mulatos, menos inteligentes y adaptables que éstos, engrosaban el nú- comerciante monopolista y un contrarrevolucionario, como el líder de
mero de vagos…”30. Cualquiera puede darse cuenta de a quién se alude la militarización.
cuando se habla de un “hombre de origen mestizo”: el “cabecita negra”, Luego de la descripción de las Invasiones Inglesas, se relatan los suce-
prototipo del obrero argentino peronista. El manual fundamenta la aso- sos europeos y la jornada del 18 de mayo, día en que llegan las noticias
ciación negro-obrero-vago. Racismo y xenofobia, dos formas de ataque de la caída de la Junta Central. Allí los “grupos revolucionarios” (según
moral a la clase obrera. La subordinación se explica por el color de la Puerto de Palos) o “grupos separatistas” (según Santillana) aprovechan
piel. No es difícil comprender, entonces, cómo aprende el niño obrero a la coyuntura.
avergonzarse de su condición. Las guerras de independencia se reducen a tres oraciones por cam-
Paradójicamente, Astolfi dice que se trata de una sociedad “llana y paña. San Martín apenas aparece. No se trata de que los “datos” de la
democrática” que, paradójicamente también, debido a su igualdad es historia “fáctica” hayan dejado paso a un análisis más conceptual. Nada
más receptiva de las ideas ilustradas de la Europa revolucionaria. Es así de eso. Tanto es así que cuesta una enormidad encontrar un balance de
que ingresan las teorías de los filósofos y economistas y las noticias so- la revolución. El manual de Santillana ensaya uno:
bre la independencia de los Estados Unidos. Las principales causas de
36 37
“La crisis de la monarquía española ocasionó en el Río de la Plata, así Plata post-colonial. Continuidades y rupturas con el Antiguo Régimen”,
como en toda América española, un vacío de poder que en el Río de la Plata en Anuario del IEHS, nº 12, Tandil, UNCPBA, pp. 109-122. Para el período
fue llenado precariamente por la Primera Junta. […] Estos nuevos gobiernos 1820-1860 véase Goldman, Noemí y Ricardo Salvatore (comps.): Caudillis-
autónomos y luego independientes, tuvieron dificultades para reemplazar mos rioplatenses. Nuevas miradas a un viejo problema, Eudeba, Buenos Aires,
el poder del rey –al que habían estado subordinadas las colonias españolas 1998.
durante siglos- por otro poder legítimo que fuera una autoridad a la vez 4
Sábato, Hilda y Mirta Lobato: “Falsos mitos y viejos héroes”, en Revista Ñ,
aceptada y respetada por todos”33 31 de diciembre de 2005 (extraído de versión digital www.clarin.com/suple-
mentos/cultura/2005/12/31/u-01116107.htm)
Este es uno de los pocos pasajes en los que puede leerse qué entien- 5
Romero, Luis Alberto: “Una brecha que debe ser cerrada”, en Clarín, 24 de
den los manuales por revolución: la creación de una nueva legitimidad. mayo de 2002, p. 37.
En los manuales (antiguos y nuevos) no se habla de “clases sociales” 6
Vide Rosa, José María, Rivadavia y el imperialismo financiero, Peña Lillo edi-
sino de “grupos”, definidos por su actividad y sin que se vislumbre un tor, Buenos Aires, 1986 (1 era. ed, 1964).
hilo orgánico entre ellos. Como las clases no existen, tampoco existe la 7
Pigna, Felipe: Los mitos de la historia argentina, Grupo Editorial Norma, Bue-
explotación. La sociedad, entonces, deja de ser un conjunto de relacio- nos Aires, 2004, p. 322.
nes sociales para convertirse en un agregado de individuos. Tampoco 8
Idem, p. 253.
llega a entenderse cómo de los disgustos del sector criollo se pasa a la 9
Ibidem, p. 218.
guerra civil. El proceso de maduración, las distintas estrategias que fue 10
Ibidem, p. 13.
adquiriendo la clase y la construcción de un partido revolucionario son 11
Ibidem, p. 293.
omitidos. Así, la construcción de la sociedad carece de un antecedente 12
Ibidem, p. 230.
revolucionario. Las revoluciones son, más bien, hechos negativos e inex- 13
Ibidem, pp. 405 y 407.
plicables que cuesta tiempo y esfuerzo revertir. Por último, los únicos 14
Ibidem, p. 406.
cambios que merecen el nombre de revolucionarios son aquellos en los 15
Ibidem, pp. 251-252.
que la autoridad gobierna con una legitimidad más democrática. Ni se 16
Ibidem, p. 251.
sueñe con que el poder cambie sus fundamentos o que la sociedad se 17
Romero, Luis Alberto, op. cit.
transforme por completo. 18
Garavaglia, Juan Carlos: Pastores y labradores de Buenos Aires. Un historia agra-
Los manuales, entonces, no se distinguen del punto de vista de la ria de la campaña bonaerense 1700-1830, Ed. De la Flor, Buenos Aires, 1999,
producción historiográfica que prevalece en los ámbitos académicos. p. 375.
Sencillamente, porque están hechos por los mismos intelectuales y des- 19
Pigna, Felipe: Los mitos…op. cit., p. 406.
de el punto de vista de la clase dominante. Su función es inculcar las 20
Halperín Donghi, Tulio: Guerra y Finanzas en los orígenes del Estado argentino
ideas de la burguesía en toda la población. La principal de ellas es que la (1791-1850), Ed. Belgrano, Buenos Aires, 1982, pp. 9-10.
revolución es imposible y si finalmente sucede, será peor. Combatiremos 21
Ternavasio, Marcela, et al., Historia argentina contemporánea, Puerto de Pa-
esta idea en los capítulos que siguen. los, Buenos Aires, 2001.
22
Geggero, Horacio (coord.), Ciencias Sociales 9, Tinta Fresca, Buenos Aires,
2005.
Notas 23
Pigna, Felipe (coord.), Historia. La argentina contemporánea, A-Z editora,
Buenos Aires, 2001.
1
Halperín Donghi, Tulio: Revolución y Guerra. Formación de una elite dirigente 24
Cattaruza, Alejandro, et.al.: Historia de la Argentina contemporánea, Santilla-
en la argentina criolla, Siglo XXI, Bueno Aires, 1972, pp. 396, 399 y 400 na, Buenos Aires, 1998.
respectivamente. 25
Astolfi, José: Curso de Historia Argentina, Kapeluz, Buenos Aires, 1949.
2
Chiaramonte, José Carlos: “Formas de identidad política en el Río de la 26
Idem, p. 85.
Plata luego de 1810”, en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana 27
Ibidem, p. 65.
“Dr. E. Ravignani”, Tercera serie, nº 1, 1er. Semestre de 1989, p. 73. 28
Ibidem, p. 65.
3
Vide González Bernaldo, Pilar: “La ‘identidad nacional’ en el Río de la 29
Ibidem, p. 66.
38
30
Ibidem, p. 66.
31
Ibidem, p. 113.
32
Cattaruza, Alejandro, et .al.: Historia de la Argentina contemporánea, op. cit.,
p. 35.
33
Idem, p. 39.

Cuando los siglos se hacen


horas: ¿qué es una revolución?
Uno de los problemas más serios, a la hora de discutir sobre un fenó-
meno histórico, es la persistente negativa de la historiografía académica
dominante a definir los términos que utilizan. Normalmente, las revolu-
ciones están atadas a fechas: 25 de mayo de 1810, 25 de octubre de 1917,
14 de julio de 1789. Tanto es así que se identifica a la revolución con los
acontecimientos de esos días. Lo que antecede se estudia como “causas”
y los años siguientes son las “consecuencias”. Parece que todo se hizo
en un día, a lo sumo en unos años. Lo que lleva a dos conclusiones
extremas: la revolución puede hacerse en un día o, ante la falta de una
coyuntura similar, la revolución es imposible.
La enseñanza de la revolución presenta un segundo obstáculo, acaso
más escabroso. El fenómeno suele asociarse con un cambio de autorida-
des a través de la violencia. Tenemos en la historia cientos de ejemplos
a los que se los llama “revolución” por ser, sencillamente, un cuestio-
namiento violento a las autoridades. En la historia argentina está la re-
volución de los orilleros de 1811, la revolución de 1828 (al mando de
Dorrego), la revolución de 1890 y el 17 de octubre de 1945, por citar
algunos ejemplos. No se puede avanzar en la clarificación del asunto si
no se someten los conceptos a una definición rigurosa. Preguntémonos,
entonces…

¿Qué es lo que constituye un fenómeno revolucionario?


Comencemos por el principio. Acordamos que se trata de un proce-
so de transformación, hay algo de la sociedad que varía. Pero no se trata
de un simple cambio de gobierno ni de formas culturales, ni de aspectos
de la economía. Es la misma naturaleza de la sociedad la que cambia.
41
42 43
Tamaña mutación es el producto de la reformulación de las relaciones En tiempos normales los enfrentamientos tienen como protagonistas a
que sostienen a la sociedad como tal. Se trata de los lazos que reprodu- elementos reducidos, ya sea del personal político de la clase dominante o
cen la vida misma: las relaciones sociales de producción. Estas afirmaciones de elementos de clases antagónicas. Lo que se debate, inmediatamente,
suponen otras dos: que la sociedad es una estructura jerarquizada donde no es el funcionamiento mismo de la sociedad, sino sus aspectos parcia-
ciertos vínculos determinan a otros y que las relaciones que rigen la les. Pero la revolución implica que, en algún momento, la convulsión
producción son las que condicionan al resto de las manifestaciones de sacuda a toda la población, porque lo que se está poniendo en juego es
la vida social. Explicar esto nos llevaría un largo capítulo. Se han escrito cómo será la vida futura.
libros sobre este problema. Vamos aquí a soslayar el debate1. El caso es Los enfrentamientos revolucionarios suponen un alto nivel de vio-
que las revoluciones han construido nuevas relaciones en todas las esfe- lencia. No obstante, un episodio de suma violencia no garantiza que es-
ras sociales, desde la política hasta la cultural. Pero una revolución sólo temos en presencia de un fenómeno revolucionario. Puede haber conspi-
merece ese nombre si altera las relaciones económicas. raciones, guerras y disputas entre fracciones de la clase dominante, cada
Volviendo entonces, podemos decir que la revolución implica una cual más sangrienta, sin que esté en juego el sistema mismo. Las guerras
transformación en las relaciones de producción. Una revolución es una mundiales, por ejemplo, constituyen la mayor sangría que presenció la
transformación social consciente. Es decir, mediada por el elemento po- humanidad y, sin embargo, ninguna de las fuerzas combatientes apelaba
lítico. Eso quiere decir que una revolución no surge espontáneamente. al cambio social. Es más, luego de la Segunda se reunieron en Yalta para
Toma décadas de preparación. Quien quiera tomar el poder debe prepa- garantizar la estabilidad del sistema.
rarse para hacerlo. Nos queda, todavía, develar el primer problema: ¿cómo situar crono-
Es así que una revolución, para triunfar, debe tomar no el poder sino lógicamente una revolución? ¿En el instante de la toma del poder? ¿Al
el Estado. Poder hay (como bien decía Michel Foucault) en todos lados. término de la guerra civil? Se trata de una cuestión compleja. Una revo-
Desde un padre sobre el hijo hasta el de un perro con su dueño, pasando lución es un fenómeno que esconde varios procesos. En primer lugar, no
por la relación maestro-alumno. Pero el problema no es el poder sino el sucede en cualquier momento y/o en cualquier lugar. Una sociedad que
Estado (como bien se equivocaba Foucault), el instrumento de domina- goza de buena salud es poco accesible a impugnaciones a su funciona-
ción social por excelencia, la reserva más sensible de la clase dominante y miento. Mientras la organización económica sea una condición para el
la herramienta para la transformación social. Porque el poder no es algo desarrollo de las fuerzas productivas, las embestidas difícilmente logren
que siempre nos será ajeno (como también erraba Foucault) y de lo que su objetivo. Así es como en 1848, en Francia, la clase obrera integra una
nos conviene mantenernos alejados, sino algo de lo que hay que apode- alianza revolucionaria cuyo destino será el fracaso. El resultado fue, efec-
rarse si no queremos que el mundo permanezca tal y como está. tivamente, un feroz retroceso de la clase obrera. Marx, agudo observador
Una revolución tiene, como premisa, una clase interesada en trans- de los acontecimientos, concluye que no era el momento de una revo-
formar la organización social a fin de poder dar rienda suelta a su de- lución proletaria, ya que el capitalismo francés aún no había dado todo
sarrollo. No basta con que se halle constreñida en el viejo armazón. de sí. En términos semejantes, había desaconsejado la insurrección de
Hace falta que comprenda sus tareas y se disponga a realizarlas. Una 1871, la que dio origen a la Comuna de Paris. Aunque, una vez lanzada,
revolución supone la existencia de un Sujeto histórico: una clase cuyo la apoyó hasta el final.
avance se opone a la constitución misma de la sociedad (el elemento Pero llega un momento en el que las fuerzas productivas presionan
estructural), consciente de su situación y dispuesta al enfrentamiento (el sobre las relaciones en las que se asienta la humanidad. En el siglo XVIII,
elemento político). El sujeto, entonces, resume en sí los atributos objeti- el desarrollo del mercado mundial y de la producción en masa chocaba
vos y subjetivos. Es sujeto porque comprende y transforma. con relaciones de servidumbre, impuestos al tráfico y el trabajo gremial.
Pero una clase revolucionaria no opera en el vacío. La existencia de Hoy día, la meteórica socialización de las relaciones sociales presiona
una sociedad de clases presupone que hay alguien que custodia su fun- sobre la propiedad privada de los medios de producción y de vida. La
cionamiento en detrimento de otros. Por lo tanto, la transformación aparición de esa contradicción es el inicio de una época revolucionaria.
implica un enfrentamiento. Como lo que está en juego es la vida misma Es la tierra donde va a florecer el cambio. No quiere decir que se haya
de las clases (de eso se trata una revolución) es lógico que cada uno de desatado una crisis terminal, sino que el sistema ya no puede asegurar
los términos apele al resto de las clases y fracciones de clase. El resultado el desarrollo de las clases enfrentadas y, por lo tanto, toda estrategia
es la formación de alianzas que recorren y desgarran todo el tejido social. que tienda a la reforma tiene pocas posibilidades de éxito. La sociedad
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comienza a excluir a una parte de sí misma. observar las repercusiones de la revolución francesa y de la revolución
Se trata de una tendencia de conjunto. En Europa, la decadencia del rusa, que provocaron conmociones alrededor del globo. A su vez, una
feudalismo puede datarse a partir de finales del siglo XVI y principios derrota histórica puede provocar serias heridas allí donde la revolución
del XVII, que dieron origen a fuertes convulsiones. Dos de ellas deriva- parecía afianzarse. El fracaso de la revolución en Alemania y en Francia
ron en una revolución. En Inglaterra (1640) y en los Países bajos (1572). en la década del ’20 proporcionó las condiciones para el triunfo del
Hoy día, asistimos a un fenómeno similar a partir de la crisis capitalista Termidor soviético.
mundial. Esta época tiene una duración de décadas y suele variar su Bien, pero hay un momento en el cual toda esta acumulación de
intensidad. Muchas veces puede cerrarse momentáneamente a partir de tensiones encuentran cauce en el terreno militar: la toma del poder.
la destrucción de fuerzas productivas, lo que vuelve a darle aire a las Allí, cuando las clases van al enfrentamiento final, decimos que estamos
relaciones sociales de producción. ante una situación revolucionaria. Se trata de días. Para llegar a esa ins-
¿Cuándo se cierra esa época? Cuando la revolución cumple con sus tancia la clase revolucionaria, previamente, debió: a) tomar la dirección
tareas. Cuando se vuelve innecesaria. La época de la revolución burguesa de una basta alianza y b) haber logrado concentrar todas sus fuerzas en
se cierra cuando la expansión de las relaciones capitalistas despliega toda un núcleo capaz de hacerle frente a la fuerza organizada del Estado. Ese
su potencia, lo que supone la aparición histórica de la clase obrera. La poder centralizado de la clase se expresa en la autoridad de su partido. Y
época de la revolución socialista se cierra con la desaparición de las cla- la autoridad de su partido se expresa en la confianza depositada en una
ses sociales. Por eso, una revolución no puede juzgarse por los resultados dirección visible (Cromwell, Robespierre, Lenin). La situación revolu-
más inmediatos (la guerra, la dictadura) sino por los logros históricos cionaria se conforma con la constitución de una aceitada maquinaria y
que le deja a la humanidad. la máxima debilidad de la clase en el poder. Un error de cálculo en esta
El proceso revolucionario es algo más específico. Más local o regional. instancia puede tirar por la borda años de preparación. Por eso, muchas
Implica la incapacidad de la clase dominante para mantener su domi- veces suele aludirse a la actividad decisiva de tal o cual dirigente. Porque,
nación y el surgimiento de una estrategia revolucionaria en el seno de justamente, la gran mayoría de la sociedad puso en sus manos, por unos
la clase destinada a dirigir la transformación. Los lazos sociales que sus- momentos, los destinos de sus vidas.
tentan la sociedad se quiebran y quienes dominan no pueden mantener La revolución es, entonces, un fenómeno necesario y no contingen-
una unidad. La clase dominante pierde su hegemonía, esa capacidad te. De la época a la situación, el centro del problema se va desplazando de
para gobernar con el consentimiento de toda la población y para impo- la economía a la política y, de allí, hacia las acciones individuales. Eso no
ner disciplina en sus filas. Es decir, la constitución misma de la sociedad quiere decir que, en el momento más álgido, la economía esté ausente.
es la que está en discusión. Se abre la oportunidad para la transforma- Sucede que se halla incorporada en la acción política. Contrariamente a
ción social. Se trata del salto de la crisis de cantidad en calidad. En el lo que se piensa, en la situación la totalidad social se resume en un núcleo
fondo de la crisis económica irrumpe la crisis político-ideológica. Esta para poder transformarse. Vemos así que las estructuras económicas,
crisis hegemónica se abre, generalmente, con la bancarrota del Estado políticas e ideológicas no siempre caminan por senderos separados, ni
y con conspiraciones de las distintas fracciones de la clase dominante ostentan una tendencia innata a la confluencia. La distinción de estos
contra el gobierno de turno, en un desesperado intento por acaudillar momentos es sumamente importante, no sólo para el análisis sino tam-
una salida2. En este período, la clase revolucionaria, o una parte de ella, bién para la acción. La confusión de estos términos ha llevado a más
abandona las esperanzas en las reformas. de un descalabro. Para los fines de este apartado, es importante que se
Un proceso revolucionario puede durar años, hasta que el poder retengan estos términos porque son el instrumental con el que vamos
cambie de manos o hasta que la clase dominante restablezca su hege- a desmenuzar el problema de la Revolución de Mayo. A esta altura, el
monía. Ese proceso puede sufrir retrocesos, sin llegar a cerrarse, en el lector se preguntará cuándo hablaremos de Saavedra y Belgrano. Le pido
caso de que la clase dominante logre detener el desbarranque y estabili- un poco de paciencia. Primero, vamos a examinar, brevemente, qué es
zar la situación. Como dijimos más arriba, los procesos no se detonan una revolución burguesa (se trata de averiguar si aquí sucedió una) y, a
en todos lados (lo que no quiere decir que no afecte al sistema en su continuación, sí nos meteremos de lleno en el convulsionado Río de la
conjunto), sino en los ámbitos más sensibles. Sin embargo, aunque su Plata de comienzos del siglo XIX.
aparición sea muy desigual, una victoria de magnitud provoca la aparición
de crisis de dominación en lugares que parecían más resguardados. Basta
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La creación del mundo (burgués) proceso revolucionario. Pero, a diferencia de Inglaterra, aquí la nobleza
era una clase más fuerte y no había concedido ninguna reforma sustan-
La clase que hoy hostiga a todo luchador, que exige el respeto del sta- cial en el régimen de producción. La revolución debió ser más intransi-
tu quo y que pregona que siempre habrá injusticia fue, en algún momen- gente y apoyarse más en el elemento plebeyo que su antecesora.
to, joven. Vivía oprimida y tenía un mundo por conquistar. Nacida en el Una vez en el Estado, la burguesía reorganizó la sociedad. Construyó
comercio feudal, encontraba trabas aduaneras y fiscales para el desarro- un Estado nacional. Suprimió las aduanas interiores, los particularis-
llo de los intercambios, producto de la proliferación de jurisdicciones. mos y estableció una moneda única. Reordenó el agro, expropió a los
Interesada en la producción a gran escala, hallaba que los campesinos campesinos y concentró las propiedades para aplicar mejoras técnicas.
imponían los ritmos al ser los propietarios de los medios de producción Asimismo, esos mismos campesinos fueron tomados como trabajadores
o acceder a recursos vitales. Como los burgueses no eran nobles, no “libres” (de toda propiedad y medio de vida), sea en el campo o en las
tenían tampoco rentas para extraer. Por otro lado, en la producción ur- nacientes manufacturas urbanas. Los gremios fueron suprimidos y los
bana predominaban los gremios, donde el maestro imponía las normas aprendices se convirtieron en proletarios por un salario que se limitó
del oficio (sumamente calificado) y elegía quiénes entraban a trabajar y a reproducir su existencia. Las propiedades de la Iglesia fueron expro-
quiénes no. piadas para ponerlas a producir al burgués modo. Esa es la razón del
En un principio intentó salidas individuales: burgueses que acce- ateísmo de la naciente burguesía. Una vez pasado el enfrentamiento, se
dieron a la nobleza vía casamiento, pedidos de gracias extraordinarias le permitió al clero actuar como brazo ideológico del Estado. Por último,
(como los judíos o extranjeros). Luego, su integración al Estado tomó la la nueva clase en el poder intentó expandir su área de influencia más allá
forma más colectiva a través del pedido de reformas, como las de Turgot de sus fronteras. Obviamente, mediante la guerra.
en Francia o Gálvez en España. Se suprimen algunas barreras, se erige Como decíamos en el acápite anterior, suele utilizarse el término
una flota comercial, se crea una burocracia y se integra a los intelectuales “revolución industrial” para designar las transformaciones ocurridas en
burgueses al servicio público. Surgieron así los absolutismos. Tal es así, Inglaterra a fines del siglo XVIII. Historiadores muy prestigiosos como
que muchos historiadores terminan negando la necesidad de la revolu- Eric Hobsbawm sostienen la diferencia entre esta “revolución”, econó-
ción y buscan las causas en enconos personales o en las ideas políticas. mica, y la ocurrida en Francia, política3. Ese análisis pierde de vista el
Paradójicamente, el desarrollo de la burguesía desnudó los límites de período revolucionario, la época. Esos cambios son la condensación de
la sociedad feudal. En 1550, la corona inglesa accedió a la expropiación una serie de transformaciones que emprende la burguesía inglesa una
de las tierras de la Iglesia, construyó una compañía de comercio marí- vez en el poder. Por lo tanto, la “revolución industrial” es parte del ciclo
timo y avanzó tímidamente en la expropiación de campesinos. Sin em- de la revolución inglesa del siglo XVII, es una de sus consecuencias.
bargo, las necesidades de expansión de la burguesía inglesa excedieron La revolución burguesa, como decíamos, debe crear un Estado na-
los marcos de una compañía que monopolizaba las acciones. Pretendía cional. Eso supone la centralización de las funciones estatales, con la
hacerse con la totalidad de las tierras expropiadas y avanzar con una ex- expansión de la burocracia y la división del trabajo. Un Estado enérgico
propiación que dejaba a muchos nobles sin sus rentas. La fracción más es un instrumento necesario para una sociedad cuya clase dominante
débil de la nobleza evitó la quiebra reconvirtiendo sus explotaciones. En no ostenta una naturaleza militar (como los esclavistas o la nobleza) y
1640 estalló la crisis y la burguesía tomó el poder, apoyada por una parte que tiende a concentrar a los explotados. El hecho de que la burguesía
de la nobleza y por el conjunto de las clases explotadas. no sea una clase “militar” implica, también, que no puede resolver los
En Francia se produjo un fenómeno similar, pero que adquirió una conflictos internos por la vía de la violencia. La expansión de actividades
dinámica más radical. De 1720 a 1780, el país es protagonista de la ma- lleva a la necesidad de una regulación de todas ellas: pesos, medidas,
yor expansión económica que había conocido hasta entonces. Pero los legislaciones. A su vez, la producción requiere de mano de obra míni-
gremios urbanos, los derechos señoriales, la sujeción de mano de obra mamente adiestrada, que sepa leer, escribir, reconocer los números y
campesina y las aduanas interiores no tardaron en mostrar los límites una disciplina corporal para estar gran parte de su vida en una fábrica.
que encerraba el feudalismo al desarrollo burgués. La guerra con Inglate- El 90% de la población europea, compuesta por campesinos, carecía de
rra en Norteamérica (donde Francia defendió a las 13 colonias) llevó a la estas habilidades. Eso también exige más Estado. En fin, la revolución
corona a la bancarrota económica. La burguesía, que vino sosteniendo burguesa es una revolución nacional en su doble carácter. Es realizada
el esfuerzo bélico, se negó a pagar los platos rotos. Entonces, se inicia un por casi la totalidad de la sociedad, en ese ámbito específico, y su objeti-
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vo es la creación de un Estado nacional que defienda los intereses de la Provisional Gubernativa (más conocida como Primera Junta). Corne-
clase dominante. lio es un propietario rural. Tiene campos en San Isidro y Las Conchas
No toda transformación capitalista requiere de un fenómeno revo- (hoy San Fernando). Su padre, don Santiago, había sido un gran terra-
lucionario. En Italia, Alemania o en África la transición hacia el capita- teniente de Arrecifes. Integró el Gremio de los Hacendados y la Junta de
lismo recorrió senderos distintos. En los dos primeros casos, la nobleza Temporalidades4. En 1791 lideró una expedición a las Salinas Grandes
decadente comparte el poder con la burguesía. Mientras estas clases se con el objetivo de conseguir el insumo básico para salar carnes. Corne-
mimetizan, la aristocracia se ocupa de la administración del Estado. Sur- lio, sin embargo, no heredó las propiedades del padre, sino las de su
ge una transición más o menos pacífica y desde las alturas. Antonio Gra- suegro, más suculentas, llamadas El rincón de Cabrera. “Rincón” se le
msci llamó a este fenómeno “revolución pasiva”. En África o en la India, decía a las preciadas tierras que tenían la gracia de situarse entre dos ríos
el capitalismo se abrió paso a través de las armas de los colonizadores eu- (o entre un río y un arroyo). La dichosa confluencia facilitaba el control
ropeos. Allí surgió también una burguesía nativa, que nunca se interesó del ganado. En sus tierras, no sólo se practicaba la ganadería sino la
en ninguna revolución burguesa. En primer lugar porque no hacía falta agricultura. Él mismo se jacta de ser un experto en la administración de
construir relaciones que ya regían y en segundo porque una fracción de la estancia y de sacar, en una cosecha, tres veces lo que necesita para la
la misma se asoció con los capitales extranjeros. Su interés es, en deter- reproducción de la estancia.
minadas circunstancias, pelear un mejor lugar en el mercado mundial. Tomemos otro nombre: Castelli, el representante de la junta en el
Para ello, puede llegar a enfrentarse con el imperialismo arrastrando a Alto Perú. También propietario agrario en San Isidro. Tenía casa y ha-
la clase obrera con la promesa de reformas. Por eso no parece pertinente cienda, que fueron rematados a su muerte. Juan Manuel de Pueyrredón,
referirse a los procesos de descolonización como “revoluciones anticolo- otro propietario agrario. Juan Hipólito Vieytes, morenista, enviado a la
niales”. No son revoluciones. Son guerras capitalistas. Y ahora sí, vamos expedición del Alto Perú e integrante de la Sociedad Patriótica, con pro-
a lo que nos toca. piedad en Areco. Manuel Belgrano, propietario en Las Conchas. Su pa-
dre había sido miembro del Gremio de los Hacendados. Los hermanos
Pampa cabrera: ¿hubo alguna revolución en Mayo? Irigoyen, todos grandes propietarios rurales. Los Rocha, propietarios en
la villa de Luján. Los Illescas, linaje de terratenientes de Morón. Nicolás y
Para examinar el fenómeno revolucionario en el Río de la Plata te- Saturnino Rodríguez Peña, los precursores de la independencia, quienes
nemos dos opciones: un relato cronológico desde el siglo XVII hasta crearon el primer partido político revolucionario, también propietarios.
la revolución o desmenuzar los problemas según su orden lógico. Esta En su “chacra” se decide la revolución. Todo un síntoma: la revolución
segunda opción supone un recorrido desde las variables más fuertemen- se decide en un establecimiento ganadero. Continuemos: Domingo Ba-
te determinantes hasta los factores coyunturales, de la economía a la savilbaso, Esteban Romero, Agustín Pío Elía, todos propietarios rurales.
política. Como el lector ya debe estar sospechando, elegimos la última. No son conocidos, pero protagonizan las acciones revolucionaras desde
Procuraremos proceder, antes que como narradores, como investigado- 1806 y son parte de la oficialidad del ejército revolucionario. Matías
res, como detectives. Es importante, entonces, recordar cada dato. El Balbastro, propietario rural. Su primo, el director supremo Carlos de
lector podrá hacer sus propias asociaciones. Nosotros propondremos las Alvear, es descendiente de don Diego, uno de los mayores exportadores
nuestras. de cueros de la colonia. Vicente López y Planes, el creador del himno,
La primera incógnita, la más acuciante, es si efectivamente fue una también propietario rural. Martín Rodríguez, otro propietario rural.
revolución. Como sabemos, esta supone, antes que nada, un sujeto revo- José Gervasio Artigas, propietario de la estancia de Chamizo, en la ban-
lucionario. Para dilucidar su existencia o su ausencia, hay que examinar da oriental y abastecedor de las barrancas de su padre. Por último, el
dos problemas: a) la naturaleza de las clases que se enfrentan en 1810 y b) “padre de la patria”, José de San Martín. ¿Acaso no provenía de una fa-
la magnitud de las trasformaciones que lleva a cabo la revolución. milia humilde? Sí, pero al venir a Buenos Aires se incorporó a la familia
Vamos al primer problema. Lo que debemos hacer es averiguar a qué de don Antonio José de Escalada (el propietario rural más importante e
clase pertenecieron los revolucionarios y cuál es el programa que em- influyente del momento) y doña Tomasa de la Quintana, casándose con
puñaron. Comencemos por el dirigente más importante de esos años, su Remedios, una niña de catorce años con la salud frágil.
Cornelio Saavedra, comandante del Cuerpo de Patricios, la organiza- ¿Y quiénes son los que defienden a sangre y fuego al Estado colonial?
ción revolucionaria que lidera el movimiento, y presidente de la Junta Martin de Álzaga, Gaspar de Santa Coloma, Diego de Agüero, Miguel
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Fernández de Agüero, Francisco de Neyra y Arellano, Pablo Villarino, “Estas campañas producen anualmente un millón de cueros, sin las de-
Pedro Baliño de Laya. Se trata de comerciantes monopolistas que res- más pieles, granos y sebo, que son tan apreciables al comerciante extranjero;
ponden al comercio entre Buenos Aires y Cádiz. Son agentes de casas llenas todas nuestras barracas, sin oportunidad para una activa exportación,
de comercio españolas que gozan del privilegio de comerciar monopóli- ha resultado un residuo ingente, que ocupando los capitales de nuestros
camente con Buenos Aires. Es decir que pueden poner los precios que comerciantes les imposibilita o retrae nuevas compras, y no pudiendo éstas
consideren convenientes. Esta dinámica distorsiona el intercambio entre fijarse en un buen precio para el hacendado que vende, si no es a medida
valores equivalentes, ya que se le impone un precio en forma artificial, que la continuada exportación hace escasear el fruto, o aumenta el número
política, que no corresponde al tiempo de trabajo incorporado a la mer- de los concurrentes que lo compran, decae precisamente el lastimoso estado
cancía, es decir, a la ley del valor que por entonces comenzaba a dominar en que hoy se halla, desfalleciendo el agricultor hasta abandonar un trabajo
el mercado mundial. Esas mercancías, en su mayor parte, tampoco eran que no le indemniza los afanes y gastos que le cuesta.”5
de fabricación peninsular. Eran compradas a las potencias europeas y
revendidas en Buenos Aires. Esta clase debía remitir parte de sus ganan- Mariano Moreno está pidiendo algo tan pedestre (y tan importante
cias a quienes permitían semejante enajenación de valores. Los agentes para el desarrollo) como la libertad para exportar la producción de los
enviaban parte de sus ganancias a España. Asimismo, la administración establecimientos pampeanos. El monopolio, como dijimos, no permitía
debía enviar remesas en metálico a la Corona. la valorización de los cueros ya que el comprador ponía el precio de las
Bien, de un lado tenemos que esta fuerza revolucionaria es una alian- mercancías europeas que intercambiaba. ¿Pero no existía el contraban-
za donde predomina la propiedad rural. Lo que no quiere decir que do? ¿Cómo puede aludirse a un monopolio que no se respeta? La intro-
sea el único elemento de la alianza. En el lado contrario, nos encontra- ducción ilegal era parte del sistema, la parte oculta:
mos con comerciantes que responden al sistema feudal español y que
se basan en fueros especiales que emanan del mismo. Pero aún puede “Habiendo negociaciones inglesas en nuestras valizas y habiendo comer-
objetarse que no puede efectuarse una ecuación mecánica entre la ex- ciantes en esta ciudad, entrarán aquellas, a pesar de las más severas prohibi-
tracción del personal político y el programa de la fuerza social. Es una ciones, y la vigilancia del gobierno no servirá sino para encarecer el efecto
objeción parcialmente acertada. Parcialmente, porque el hecho de que por los dobles embarazos que deben allanarse a su introducción.[…] Esos
los propietarios agrarios se vean arrastrados a la acción política, en la mismos que tanto declaman por el cumplimiento de las prohibiciones lega-
que se pone en juego su vida, es un indicio inequívoco de que su misma les, introducirán clandestinamente gruesas negociaciones, el objeto de la ley
reproducción está en juego. Pero tiene un acierto: una clase puede ver quedará burlado, el erario sin fondos y los frutos sin la estimación que en el
su reproducción en peligro, pero engrosar una alianza bajo la dirección propuesto arreglo deben adquirir.”6
de otro programa.
¿Cómo examinar un programa? A través de los reclamos que una El contrabando depreciaba los precios de los cueros a favor de las
clase hace y a través de las acciones que despliega. Es tiempo, entonces, manufacturas inglesas, cuyos comerciantes debían costear los gastos de
de examinar qué fue lo que se discutió en los momentos decisivos, qué corrupción. Los comerciantes de la ruta de Cádiz, en cambio, se be-
salida propuso cada uno de los bandos y qué acciones llevó la clase revo- neficiaban, ya sea prestando su nombre autorizado, ya sea comprando
lucionaria una vez en el poder. mercancías, cuyo precio de venta pueden luego acomodar a su gusto. En
Comencemos por las peticiones. En septiembre de 1809, llegó una el documento final de este mismo libro puede apreciarse la contestación
embarcación con bandera británica de la firma Dillon & Co. En lugar de la clase dominante, el grupo de comerciantes monopolistas:
de practicar el contrabando, se dirigió a las autoridades y solicitó el fran-
co comercio. Claro, España estaba invadida por Francia y su comercio “He dicho en 1er lugar que, abierta la puerta á estos dominios al comer-
paralizado. Inmediatamente, todas las organizaciones se pronunciaron: cio inglés, va a consumarse la ruina del comercio nacional y, especialmente,
el Cabildo, el Consulado (tribunal comercial), el Real Consulado y Uni- del de Cádiz. Pocos convencimientos sobran para justificar este infausto
versidad de Cargadores de Indias de Cádiz y el Gremio de los Hacenda- pronóstico. ¿Por qué, cual será el comerciante español que pueda prosperar
dos. Éste último eligió para que lo represente a un personaje singular: al lado de los comerciantes ingleses? Cualquier expedición que venga de los
Mariano Moreno, quien fuera el más decidido revolucionario. El futuro puertos habilitados de nuestra península no ofrecerá á los interesados sino
secretario de la Junta expone: quebrantos y quiebras. Los ingleses nos darán, en estos países, sus efectos en
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la mitad del justo precio por que se compran hoy en las plazas comerciales reses. Su dirección intelectual recae en el revolucionario más dinámico.
de España. Y estos perjuicios no serán ciertamente momentáneos ó por Por lo tanto, podemos decir que se trata de una clase que posee cierta
poco tiempo. Pues, aun cuando sólo dure la libertad de comercio por dos conciencia de sus intereses. Decimos “cierta” porque tan sólo tenemos
años -como lo propone el Real Consulado en su informe-, sobre este tiempo dos conflictos en años de extrema crisis. Pero no se puede soslayar que
para que nos veamos abarrotados de sus efectos para muchos años, por la semejante organización y argumentos no se construyen en horas. Así, es
multitud de expediciones que en tal caso recabarían en nuestros puertos. que debemos remontarnos en el tiempo para averiguar si estas interven-
Reflexione ahora, vuestra excelencia, cual será, en toda esta época lastimosa, ciones son un rayo en el cielo sereno o representan el punto de llegada
la situación de nuestros negociantes nacionales. Escarmentados por sus re- de una larga evolución política.
petidos quebrantos habrán, necesariamente, de abandonar su giro y comu- El primer dato parece terminante: el Gremio de los Hacendados data
nicación mercantil con estas provincias y, para no sufrir mayores quiebras, ó de 1775, antes aún de que se erigiera el Virreinato del Río de la Plata.
habrán de estarse mano sobre mano…”7 La organización se constituye con delegados de cada partido votados
por los propietarios. La iniciativa corre por cuenta de Juan Manuel de
Lo curioso del documento es que el representante reconoce la práctica Lavardén, un intelectual muy particular del que nos ocuparemos más
de alterar los precios. Su justificación provoca la derivación política del adelante. Los delegados discuten sobre los problemas comunes y reali-
asunto: somos todos españoles y no podemos permitir que quiebren las ca- zan un informe. Allí, vuelcan sus propuestas de reformas. Desde 1775
sas de la madre patria. La respuesta parece cantada, aunque no se profiera hasta 1809 el Gremio realiza 16 juntas9. Los reclamos son invariables. Se
abiertamente (aún). Sin embargo, un año antes (1808), el mismo Mariano pide por su reconocimiento en el Estado, por ventajas comerciales (con
Moreno, en un alegato de un juicio por alquileres, se toma el atrevimiento el tiempo se pedirá el libre comercio) y por el “arreglo” de la campaña.
de deslizar la perjudicial vinculación entre las restricciones económicas y Esto último quiere decir la expulsión de propietarios precarios, la pro-
la relación colonial: visión de mano de obra y la seguridad de la frontera contra el indígena.
En su primera reunión, habían pedido directamente a la corona la co-
“Se ha creído un argumento poderoso para sujetar a los propietarios de laboración para instalar saladeros. España debía asegurar el mercado y
Buenos Aires a las mismas condiciones que sufren los propietarios de las la provisión de sal y artesanos que fabriquen toneles. La corona envió
casas de Madrid. Y yo creo que, en un concepto legal, es tan inconducente a artesanos y dispuso del envío de sal. Pero los artesanos venían con un
la ordenanza de Madrid, como lo sería un fuero particular de Aragón, un es- estatuto gremial que hacía imposible su contratación, la sal se encarecía
tatuto de Dinamarca, o una ley de Noruega […] Así, el privilegio de Madrid por los efectos del monopolio y, por último, España no aseguraba sus
ni aun debiera nombrarse en Buenos Aires, cuando se habla en un concepto embarcaciones. Un fracaso.
legal y de justicia.”8 Hasta 1790, los debates más puntuales giraban sobre el problema
del abasto de carne a la ciudad y su precio. Pero, a partir de esa fecha, el
Moreno defendía el derecho del futuro suegro de San Martín, don tema excluyente pasó a ser el comercio de cueros. El puerto de Buenos
José Antonio Escalada, a desalojar a un inquilino. Las leyes feudales cas- Aires carecía de muelle. A diferencia de Montevideo, nuestra capital tie-
tellanas ponían serios obstáculos a la libre disposición de la propiedad. ne aguas muy poco profundas, por lo que no pueden acceder al puerto
Moreno, en cambio, quiere asegurar la propiedad privada, sin restriccio- barcos de gran porte. Mientras el estado de la técnica impedía construir
nes. “Déjese al propietario la libertad de pedir, que a la vista de su ga- grandes fragatas y el comercio porteño fuera reducido, el problema no
nancia se tomará por negocio edificar…”, argumenta. Como las leyes del estaba planteado. Pero al incrementarse el comercio de 150.000 cueros
reino no contemplan el interés burgués, justo le parece a los burgueses de 1753 a 1.400.000 cueros en 1783 el problema pasa a ser acuciante. El
(Moreno y Escalada) tratar esa legislación como extranjera. Estado promete hacer un muelle, pero lo suspende por falta de fondos.
A esta altura, y con los datos que tenemos, podemos deducir una En realidad las autoridades preferían mantener la dificultad de acceso
serie de conclusiones parciales y desmentir algunos mitos que rondan en a un puerto codiciado por potencias militares. La cuestión fue que las
los claustros académicos. Es falso que los propietarios rurales fueran un naves debían anclar lejos del puerto y descargar en botes.
grupo políticamente inactivo, sin conciencia de sus intereses y sin peso La campaña estaba poblada por asentamientos precarios y pequeñas
social alguno hasta 1820. En primer lugar, encontramos que los propie- producciones. El Gremio pide una fuerte legislación contra los “vagos”.
tarios rurales ostentan una fuerte organización para defender sus inte- Todo aquel que no pudiera probar propiedad legal (la mayoría de la po-
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blación rural) debía ostentar el permiso del patrón (la famosa “papeleta a las huestes de Bolívar, de quien fue un íntimo colaborador.
de conchabo”). Caso contrario, lo esperaba la cárcel o la milicia. Sin El Semanario mantuvo la tónica de su predecesor. Hizo un especial
embargo esta legislación nunca se llevó a cabo por falta de recursos para hincapié en la liberación del comercio del trigo y en la supresión de
costear un aparato represivo. barreras interiores. Así, se publica, en 1806, la carta de un lector anó-
El Gremio tuvo varios enfrentamientos con los comerciantes, ya que nimo. En realidad, se trataba de una fórmula por la cual el editor o un
estos compraban cueros robados para bajar el precio. Los propietarios de colaborador podían escribir más libremente y no ser sometido a juicio.
ganado querían que se respetase su propiedad. Ninguna de sus muchas He aquí lo que dice:
peticiones fue aceptada, a excepción de la solicitud de que se levanten las
restricciones para que puedan incorporarse a los organismos de admi- “La libre y no interrumpida circulación del tráfico interior abarata los
nistración. La corona, por pedido de Manuel Belgrano, accedió en 1798 frutos, establece la abundancia y es la fuente perenne de la opulencia de un
a que el Consulado de Comercio estuviera formado por partes iguales territorio: el nuestro, que por su planicie, apenas se halla cortado por uno
entre comerciantes habilitados y hacendados. sí otro arroyuelo de miserable caudal, jamás debía oponer el menor estorbo
No fue el Gremio el único portavoz de esta incipiente burguesía. a la libre circulación de sus preciosas producciones. Y si en el día tocamos
Supo sumar a su causa a notables intelectuales. Así, Cabello y Mesa, Juan tan de cerca este funesto inconveniente, más creo ser obra de la negligencia
Hipólito Vieytes, Manuel José de Lavardén, Juan José Castelli y Manuel y la desidia.”12
Belgrano constituyen una Sociedad Patriótica, Literaria y Económica. Su fin
era promover el desarrollo económico de la agricultura y la ganadería. La En los artículos pueden verse los llamados a corregir cauces de los
Sociedad se da un órgano de difusión, el Telégrafo Mercantil, rural, político, ríos para establecer una navegación interior. Ese fue uno de los secretos
económico e historiógrafo, el segundo periódico que se editó en el país.10 de las colonias norteamericanas: situadas en unas costas navegables, el
Desde sus páginas se alentaba el progreso técnico. En los pocos números Missisipi y sus afluentes garantizaban los intercambios. La circulación
que vieron la luz del día, se insistía con la reconversión de las estancias mercantil no es tan sólo obra de una legislación. Tiene que tener una
en saladeros. Se hacía énfasis en la pesca de la ballena y el bacalao, como base material para operar.
incentivo para tener una flota mercante propia. En uno de sus números Manuel José de Lavardén fue uno de los intelectuales burgueses
saluda el premio otorgado por Belgrano a un tal Francisco Arellano: más prolíficos de este grupo. De joven había sido uno de los alumnos
predilectos de Baltasar Maciel. Aquel pensador reformista se ganó la
“Por inventar una máquina para limpiar el trigo, que lo suministra des- enemistad de las autoridades y fue expulsado a raíz de una operación
pojado de toda inmundicia y polvo, en cantidad necesaria para seis asientos del autor del libro que presentamos en el primer apéndice, el contrarre-
que muelen 30 fanegas en 12 horas, ahorrando con este concepto 18 peones volucionario Juan Manuel de Agüero y Echave. Lavardén abandonó sus
que pagados a 7 pesos al mes importan 126 pesos”.11 estudios para dedicarse a las letras y a la investigación económica del Río
de la Plata. Se empapó de los libros de agricultura moderna de la época.
La Sociedad y su periódico funcionaban sin autorización alguna de En 1793 adquirió unos terrenos en la Banda Oriental, la estancia del
la corona. Su status legal se sostenía en una solicitud aún sin respuesta. Colla. Allí intentó la introducción de merinos y el perfeccionamiento
Esta no tardó en llegar. A un año de la presentación, el 19 de agosto de las razas vacunas. En 1798 ensayó levantar un saladero para proveer
de 1802, la corona manda disolver la Sociedad y clausurar el periódico. a España de 4.000 quintales. Pero un incendio (¿intencional?) impidió
Pero el grupo no se dio por vencido. Ese mismo año, el 1 de septiem- la empresa. Su socio, Tomás Antonio Romero, no quiso saber nada más
bre, Juan Hipólito Vieytes fundó el Semanario de Agricultura, Industria y del asunto. Escribió en el Telégrafo Mercantil y en el Semanario de Agricul-
Comercio. Este órgano tuvo mejor vida. Su cierre, en 1807, se debió a la tura. En sus páginas alentó la polémica con Juan Manuel de Agüero y
febril actividad revolucionaria de su director. La publicación editaba ar- Echave, el presbítero que escribió contra la Revolución Francesa. Parti-
tículos de los estudios más avanzados en producción rural como Journal cularmente, realizó una fuerte defensa de las potencialidades del pueblo
d`Economie Rurale y Annales de Arts et Manufactures. Su contacto en el de Buenos Aires. Sus escritos exigían la libertad de comercio con todos
exterior fue Francisco Antonio Zela, editor de Semanario de Agricultura y los países, una flota mercantil propia (lo que es un camino bien directo
Artes en Madrid. Zela fue desterrado al poco tiempo. Su delito fue haber a la independencia política), la entrega de tierras en la frontera sur y
publicado clandestinamente los Derechos del Hombre. Más tarde, se unió la habilitación de todos los puertos para el comercio, sobre todo el de
Ensenada. Esta última medida va a ser tomada, casi al asumir, por la
56 57
Primera Junta. éstas, o bien practicaban abortos caseros, o ahogaban a sus hijos, una
Con respecto al comercio con Cádiz, apuntó duro y a la cabeza: vez nacidos. Cuando no se apelaba a esas estrategias, simplemente se los
abandonaba a la inanición. Estamos ante una sociedad que no puede
“Después de este principio de destrucción, los comerciantes de Cádiz, encontrarle lugar a una parte de su población: ni ocupación ni comida.
precisados de costear formidables armamentos, necesitaban de mucho favor Por el contrario, la aparición de la Casa de los Niños Expósitos marca un
y muchas seguridades. Pero la exclusiva del comercio a todo suplía. Sabien- severo contraste con la situación previa. Allí los niños abandonados eran
do el valor de los metales -que se beneficiaban en América-, cualquiera que criados, educados y se los hacía trabajar. La nueva sociedad naciente, la
fuese el monto de sus gastos, con retardar los envíos e imponer a su arbitrio que crea la Casa, no puede darse el lujo de eliminar fuerza de trabajo,
a las mercancías un precio que -compensando los costos- dejase a salvo sus además de que está en condiciones de reproducirla. Antes de 1780, el
ganancias, se remediaba todo. Esta seguridad alejó la economía, que sólo estancamiento feudal derrochaba fuerzas productivas. Las nuevas rela-
subsiste a cargo del miedo de las contingencias. Los comerciantes de Cá- ciones capitalistas, con su feroz expansión, no pueden darse ese lujo.
diz se hicieron magníficos. Sus doradas naos eran a manera de palacios. Desde 1780 hasta 1810 la frontera con el indígena se mantuvo re-
Una compañía de cirujanos. Sangradores, reposteros, panaderos, y cocine- lativamente pacífica. Esto permitió la conformación de asentamientos
ros atendían a la comodidad de sus teatros flotantes. Los consumidores de cerca del Salado (cuadro 4). A estos datos deberíamos agregar que las
América debían pagarlo todo.”13 exportaciones de cueros se multiplican por cien. La explicación del
fenómeno reside en la expansión de la burguesía europea a través del
Lavardén fue el gran reformista de su tiempo y hubiese sido un mejor Atlántico. Gran Bretaña comienza a buscar mercados para sus manufac-
revolucionario. Participó en la deposición de Sobremonte. Después de turas, lo mismo Francia y los Países Bajos. Pero también es el período de
ese hecho, su rastro se nos ha perdido hasta su muerte en 1809, en alta expansión de la burguesía española, sobre todo la de las zonas norteñas.
mar, mientras traía merinos europeos para iniciar su explotación. Se Cataluña y Vizcaya fueron las regiones donde tuvo su origen el capita-
supone que una grave enfermedad lo marginó de las grandes epopeyas. lismo ibérico. Las burguesías de estos reinos van a presionar a la corona
Vemos cómo la incipiente burguesía no sólo se da un instrumento por reformas que permitan el desarrollo del comercio con las colonias.
sindical-corporativo (el Gremio de los Hacendados) sino una serie de Así, la monarquía borbónica habilita una gran cantidad de puertos en
partidos políticos que ostentan una estrategia reformista más avanzada. América y en la península. Se quiebra, entonces, el monopolio de Lima,
Por momentos esas organizaciones llegan a los bordes de impugnar el Veracruz y Sevilla. El Río de la Plata había sido la mejor salida geográfica
sistema mismo. Pero, al parecer, hasta 1806 no reciben el apoyo de toda al metal potosino. Salida que se practicaba ilegalmente. Las necesidades
la clase. de extracción de plata, el comercio internacional por Buenos Aires y las
Ahora bien: ¿a qué responden estos reclamos? ¿Expresan un movi- amenazas militares sobre el extremo sur de las colonias deciden a Carlos
miento real o son obra de unos intelectuales sin ninguna base social? III darle al Río de la Plata entidad política propia.
Alejémonos de las disputas coyunturales y observemos el movimiento Entonces, este desarrollo de las fuerzas productivas exige un cambio
de la economía en general. Fijémonos en el cuadro 1. Allí percibimos en las relaciones sociales. Los cambios propuestos ya los examinamos.
un fuerte grado de crecimiento de las fuerzas productivas a partir de la Podemos definirlos en dos consignas: libertad de circulación o puesta en
década de 1780. La población de todo el virreinato se va duplicando a lo funcionamiento de la ley del valor y el desarrollo de las relaciones capi-
largo de 32 años, fenómeno que se repite en la ciudad de Buenos Aires talistas en el agro. Entre ellas, la propiedad plena de la tierra. De 1791 a
(cuadro 2). Sin embargo, el hecho más sobresaliente es el exponencial 1810 los propietarios realizan 108 denuncias de tierras realengas, con el
crecimiento de la población en la campaña bonaerense que la multiplica objetivo de comprarlas. La superficie en disputa abarca 1.445.000 ha14.
en casi siete veces, llegando a cifras cercanas a la capital misma. Para Los gobiernos revolucionarios serán los encargados de llevar adelante
1810, casi la mitad de los habitantes de Buenos Aires se halla en el cam- estos anhelos.
po. Las cifras de la población son importantes porque expresan que hay Una vez en el poder, Belgrano difunde en su periódico Correo de
una economía capaz de sostenerla. Hay un hecho que parece trivial pero Comercio, lo que debe hacerse en el agro pampeano. En primer lugar,
expresa la transformación que se estaba viviendo. Se trata de la erección alienta la concentración de la tierra:
de la Casa de los Niños Expósitos, en 1780. En Buenos Aires primaba
el infanticidio: los blancos se aprovechaban de las negras o mulatas y “Aunque esté recibido que media legua de frente y legua y media de
58 59
fondo sea suerte de estancia, esto no debe ser regla insaciable, porque al que
tiene dos mil vacas le es bastante, pero no al que tenga seis. Y así, digo que “El que recuerda á un pueblo sus derechos primitivos para moverlo á
será ocioso, y aún perjudicial, que uno que tenga sólo tres mil cabezas de ser tan independiente como otro qualquiera del mundo, ó hace un mal, ó
ganado ocupe un terreno de cinco leguas…”15 se emplea en cosa inutil. Si uno fuese á su amigo y le dixera: que según las
leyes de la naturaleza debia alternar con los poderosos que le rodean, muy
La burguesía debe concentrar para sí los medios de producción. La poco le haría ganar con tal argumento, si ya no es que perdia con él la paz
tierra es uno de ellos. La campaña se hallaba atestada de pequeños pro- y la paciencia. Otra cosa fuera si, por saber el consejero mucho mas de eco-
pietarios con pocas cabezas de ganado. No había mejora técnica posible nomía, le demostrára que no solo podia vivir con su caudal, sino mantener
ni planificación de la producción sin una extensión de la propiedad a un tambien criados y coche”18
nivel considerable y en forma uniforme. Por eso Belgrano carga contra
los agregados: Lo que está explicando la publicación es que ninguna revolución se
hace sin una clase económicamente interesada en cambios profundos y
“A estos hombres, como pobladores perjudiciales, se les debe hacer re- que el Río de la Plata no fue la excepción. El principio independentista
unión a las fronteras, en donde hay campos realengos, para que allí a la vista debía tener como premisa una clase capaz de hacerse cargo de la hege-
de los jueces y comandantes, tengan quien les ponga arreglo y sean fiscales monía sobre la región y lanzar una acumulación sobre esa escala. Esto
de sus operaciones. Aumentándose, de este modo, las fronteras y dando, de implicaba, como premisa básica, la capacidad de sostener un Estado.
este modo, desahogo a los criadores.”16 Luego, de tener condiciones para el desarrollo burgués.
El enfrentamiento entre las fuerzas burguesas que representan el de-
Efectivamente, se piensa también en la necesidad de la expansión. sarrollo contra las feudales produce la guerra. La guerra no es sólo para
Los pobladores precarios asegurarían la frontera y desbrozarían las tie- aniquilar al enemigo de clase e instaurar la dominación sobre el resto de
rras baldías. Una vez que los terrenos se tornen productivos, será la hora la población. También será el mecanismo para rectificar el lugar de la
de removerlos, si las leyes del capitalismo no operan por sí solas. Por burguesía criolla en el mercado mundial. Esta clase había nacido tarde
último, se señala la conducta a seguir con los trabajadores: “es necesario (las burguesías en toda Europa ya estaban formadas) y su tamaño era
que los jueces los compelan. Porque de otro modo viven en la inacción, pequeño. A través de la conquista, la burguesía porteña va a intentar
contentos con tener qué comer, ya de agregados, o ya versándose mal por extender el espacio de acumulación. Por eso es que se intenta llegar has-
las proporciones que el campo promete.”17 ta Lima. Sin embargo, la tarea se mostrará demasiado elevada para los
Felipe Pigna subraya la conducta del prócer proclamando: “Las ban- ingentes recursos de una burguesía pequeña, agraria y, en ese momento,
deras de Belgrano [eran], la honestidad, la coherencia, la humildad lle- sin un desarrollo prominente. Y sin embargo, la revolución no podía de-
na de dignidad…”. Seguramente, más de un defensor de la integridad jar de jugarse el todo por el todo. Es la lógica del perdedor. Para salir del
del creador de la bandera se escandalizará al saber que proponía dejar atolladero, debe emprender caminos cada vez más osados e imposibles.
a pequeños propietarios sin un pedazo de tierra para sembrar, con el La misma lógica recorre la carrera de Bolívar. En fin, las guerras de inde-
objetivo de obligarlos a emplearse. Sin embargo, sus propuestas deben pendencia no son otra cosa que los desesperados intentos de burguesías
analizarse en virtud de los intereses de clase que expresan. Belgrano fue débiles, amén de barrer con los obstáculos feudales, de dar un paso al
un revolucionario burgués, no tenía más compromiso que con su clase. frente. Ninguna le dio el tupé (el cuero, diríamos en buen porteño). Así
La historia no es la lucha entre las cualidades morales superiores contra es como Buenos Aires pierde dos regiones sumamente ricas. La Banda
las mezquindades. Belgrano no fue más honrado que Liniers, Goyene- Oriental, la provincia que mayor desarrollo ganadero había logrado y el
che o Cisneros. Sencillamente, respondía a intereses que representaban Paraguay, productor de tabaco, la mercancía más importante después de
el futuro. Por eso es reivindicable. la plata del Potosí y los cueros. La guerra termina con la bancarrota del
El fundamento económico de las ideas revolucionarias no es una Estado.
hipótesis que este escritor marxista “ortodoxo” intenta forzar como real, Ahora bien, ¿ha cumplido sus tareas la revolución burguesa? Si ob-
para probar, una vez más el principio materialista. Son los propios re- servamos el desarrollo de la población, vemos la gran expansión de las
volucionarios los que lo admiten. Así escribía El Censor de la Revolución, fuerzas productivas. Cuarenta años más tarde, la Argentina será uno
periódico de Vicente Pazos Silva, clérigo renegado y morenista: de los primeros productores mundiales de alimentos. Si observamos el
60 61
reordenamiento de la campaña, veremos que la propiedad tiende a la local. Pero también le evitó a este el problema farmer.
concentración. Basta observar los resultados de la enfiteusis rivadaviana Hemos examinado entonces la naturaleza de la época de la revolu-
y la venta de tierras de Rosas. ción burguesa. Pero el hecho de que las fuerzas burguesas hayan presio-
Sin embargo, para medir mejor las repercusiones de la revolución, nado fuertemente sobre las relaciones feudales no explica la existencia
veamos el mapa 1. Allí podremos observar las transformaciones produ- de un fenómeno revolucionario. Eso es lo que veremos en el siguiente
cidas. La tierra cultivable crece a un ritmo muy acelerado. Para ponerlo capítulo.
en números, la ocupación de las tierras pampeanas abarcaba en 1779
unos 29.970 km2. En 1833 la ocupación efectiva llegó a 182.665. En
cincuenta y cuatro años la pampa contaba con seis veces más tierra pro-
ductiva. Y a diferencia de los Estados Unidos o Canadá, se trató de gran-
des establecimientos productivos y no de pequeños propietarios. Así es Cuadro 1
como la burguesía argentina pudo suplir su primitiva desventaja. Hay Población del Río de la Plata
historiadores que evalúan la revolución por sus primeros cinco o diez
años. Por lo tanto apartan las conmociones políticas de la expansión
ganadera de 1820. Una operación similar a la que criticábamos en Eric Año Habitantes
Hobsbawm. Este último, sin embargo, podría argüir en su favor que, 1778 230.000
entre la toma del poder y las primeras manufacturas capitalistas a gran
escala, mediaban cien años. Una revolución debe ser examinada a la luz 1810 420.000
del largo plazo. Como dijimos más arriba, se trata de transformaciones
profundas. 1839 850.000
Muchos se lamentan de que la burguesía argentina no haya logra-
do un desarrollo similar al norteamericano. Las causas estarían en la
cultura o en las ideas de ciertos dirigentes. En realidad, es muy difícil Cuadro 2
discutir sin datos muy elementales. Las trece colonias, al momento de Población de la ciudad de Buenos Aires
su independencia contaban con 3 millones de habitantes. El Río de la
Plata, dos años más tarde, con 230.000. Trece veces menos. Los Esta-
dos Unidos disfrutaban de un aceitado engranaje de comercio fluvial
y marítimo interior producto de una situación geográfica privilegiada. Año Habitantes
De Buenos Aires a Córdoba se tardaba tres semanas, en senderos escar- 1780 27.131
pados, anegados y sometidos a salteadores de caminos. Estados Unidos
tenía una flota propia. El Río de la Plata, no. En estas condiciones, las 1785 29.631
comparaciones sociológicas se aventuran al territorio del ridículo. Sin
embargo, la burguesía argentina se las arregló para superar a su par yan- 1790 32.271
qui en el terreno agrario. 1795 35.076
Nos queda una última observación, antes de pasar al proceso políti-
co. Desde Domingo Faustino Sarmiento hasta Tulio Halperín Donghi, 1800 38.071
pasando por el revisionismo, la historia ha asociado la ruralización de la 1805 41.281
economía con la barbarie. Sin embargo, como muestran los fríos núme-
ros, la expansión rural ha producido un crecimiento económico pocas 1810 56.000
veces visto en la historia argentina. A lo que hay que sumar que los perió-
dicos, los dirigentes revolucionarios y los más importantes intelectuales
han salido del seno de esa burguesía rural. Ser acreedor de una de las
densidades más bajas del mundo operó sobre el tamaño del capitalismo
62 63

Avance de la frontera 1750-1826.


Cuadro 3 Según mapa de Londres de 1824
Población de la campaña de Buenos Aires

Año Habitantes
1744 6.033
1778 12.925
1815 41.764
1836 91.331

Cuadro 4
Población de los pueblos fronterizos de Buenos Aires*

Año Habitantes
1781 2.249
1782 2.086
1798 6.440

*Chascomús, Pilar, San Miguel del Monte, Luján, Salto, San Francisco
de Rojas y Carmen de Areco.

Fuentes: Garavaglia, Juan Carlos: Pastores y labradores de Buenos Aires. Un


historia agraria de la campaña bonaerense 1700-1830, De la Flor, Buenos
Aires, 1999; Comadrán Ruiz, Jorge: Evolución demográfica argentina duran-
te el período hispano (1535-1810), Eudeba, Buenos Aires, 1969 y Kossok,
Manfred: El virreinato del Río de la Plata, Hyspamérica, Buenos Aires, Fuente: Garavaglia, Juan Carlos: Pastores y labradores de Buenos Aires. Un
1985. historia agraria de la campaña bonaerense 1700-1830, De la Flor, Buenos
Aires, 1999, p. 29.
64 65
Notas 16
Idem, p. 183.
17
Ibidem, p.184.
1
Para aquellos que quieran profundizar en este aspecto, recomendamos La 18
El Censor de la Revolución, martes 25 de febrero de 1812, Edición facsimilar,
cajita infeliz, de Eduardo Sartelli (Ediciones ryr, Buenos Aires, 2005), espe- en Periódicos de la época de la Revolución de Mayo, Academia Nacional de la
cialmente el capítulo 1. Historia, Buenos Aires, 1961, p.75.
2
Para una explicación del fenómeno en relación a la Argentina de los últi-
mos años véase Sartelli, Eduardo: “En la recta final”, en Razón y Revolución
nº 9, verano de 2002; “La pausa en la tormenta”, en Razón y Revolución n°
10, primavera de 2002 y “¿Pasó algo alguna vez en Argentina?”, en El Aromo,
n° 17, diciembre de 2004, p. 7. Si se desea profundizar en los clásicos, véase
el “Prólogo” de Trotsky a su Historia de la revolución rusa y el capítulo XI, “La
dualidad de poderes”. Por último, el prólogo de Frederich Engels a La lucha
de clases en Francia, de Karl Marx.
3
Véase Hobsbawm, Eric: La era de la revolución, 1789-1848, Crítica, Buenos
Aires, 1998, Cap. 3 “La Revolución Francesa”.
4
Institución laica destinada a administrar y liquidar las propiedades y bienes
expropiados a la Compañía de Jesús en 1767.
5
Moreno, Mariano: “Representación de los Hacendados”, [1809] en Piñero,
Norberto (comp.), Escritos políticos, Talleres Gráficos Argentinos, Buenos Ai-
res, 1937, p. 123.
6
Moreno, Mariano: “Representación...”, en Piñero, Norberto (comp.), op.
cit., pp. 116-117.
7
Fernández de Agüero, Miguel: Representación del Real Consulado Universidad
de Cargadores á Indias de Cádiz, en el Apéndice II de este mismo libro.
8
Moreno, Mariano: “Alegato ante la Audiencia de Buenos Aires en favor de
don José Antonio Escalada, sobre lanzamiento de un inquilino”, en Piñero,
Norberto (comp.), op.cit., pp.101-102.
9
Para un análisis exhaustivo del Gremio de los Hacendados, véase Azcuy
Ameghino, Eduardo: “Juntas, apoderados y gremio”, en idem: La otra histo-
ria, Imago Mundi, Buenos Aires, 2002, pp.91-139.
10
El primero se llamó “Gazeta de Buenos Aires” y fue editado en 1764.
11
En Telégrafo Mercantil, T II, n° 12, 9 de septiembre de 1801, citado en Wein-
berg, Félix (comp.), Antecedentes económicos de la Revolución de Mayo, Raigal,
Buenos Aires, 1956, p.86.
12
Citado en Weinberg, Félix (comp.): op. cit., p.98.
13
Lavardén, Manuel José: Nuevo aspecto del comercio en el Río de la Plata,
[1801], edición al cuidado de Enrique Wedovoy, Raigal, Buenos Aires, 1955,
p.121.
14
Para una profundización del problema véase Azcuy Ameghino, Eduardo:
“El inicio de la expansión terrateniente”, en Azcuy Ameghino, Eduardo:
op. cit..
15
Belgrano, Manuel: Escritos Económicos, Círculo Militar, Buenos Aires,
1963, p. 181.
El proceso político
de la Revolución de Mayo
“Me decía: ‘[...] El sosiego que he disfrutado hasta aquí,
en medio de mi familia y de mis libros, será interrumpido.
Pero nada de esto es capaz de embarazarme un punto,
si es cierto que la voluntad general me llama a tomar
parte en la dirección de su causa. Si mi persona es necesaria,
yo no puedo negar a mi patria el sacrificio de mi tranquilidad
individual, de mis tareas, de mi fortuna y aún de mi vida.’”
Manuel Moreno, Memorias de Mariano Moreno (1812)

Hemos visto ya qué es una revolución, cómo se produce la revolución


burguesa y por qué decimos que la de Mayo es una de ellas. No hemos,
todavía, desplegado el proceso político concreto en que se desarrollaron,
bajo la forma de lucha de clases, aquellos procesos más generales de los
que hablamos en el capítulo anterior. A ello está dedicado este capítulo.

El camino hacia el poder


La acción revolucionaria en el Río de la Plata recoge una serie de
precedentes en los primeros enfrentamientos con dirección criolla en
América. Podríamos citar la insurrección de Socorro en Nueva Granada
en 1780, las distintas peticiones al gobierno de Gran Bretaña en Nueva
España y la acción de Antonio Nariño y Francisco Miranda. Sin embar-
go, vamos a omitir aquí estos antecedentes para situarnos en Buenos
Aires.
Las primeras organizaciones políticas burguesas surgen a imitación
de las logias europeas. Los partidos burgueses, bajo la dominación feu-
dal, tienen ese carácter carbonario y masón. La burguesía, como clase
69
70 71
explotadora, no consiente en llamar a las masas hacia la política a menos Silva Cordeiro. Fue denunciada por el obispo pero salvada con la com-
que sea extremadamente necesario. La Revolución Francesa ejerce una plicidad de la virreina. En 1806 Saturnino Rodríguez Peña y Manuel
fuerte influencia en los círculos intelectuales. Se propaga a través de Aniceto Padilla fundaron Estrella del Sur, una logia con claros fines inde-
los barcos comerciales franceses. La atracción tuvo que producir algún pendentistas. Este grupo adquirió mayor organicidad en sus acciones y
efecto visible porque el Virrey Arredondo, en 1790, emite un bando pro- evitó ser descubierto. Unos años más tarde Saturnino inició relaciones
hibiendo los pasquines revolucionarios y la compra de negros de barcos con Francisco Miranda y su Logia de los Caballeros Racionales, también
franceses. En 1791, se confisca al Conde de Liniers (el hermano de San- denominada Logia Lautaro. En esta logia se van a formar San Martín,
tiago) un papel en que tiene el objeto de difundir los acontecimientos Alvear, Zapiola, José Miguel Carrera, Bernardo de O´Higgins y Floren-
en Francia. cio Terrada, entre otros. Rodríguez Peña se convierte en agente de la
En 1793 España, en alianza con Inglaterra, declara la guerra al gobier- logia para el Río de la Plata.
no jacobino. Aquí, se intensifican las persecuciones contra los “afrance- La importancia de estas organizaciones no puede medirse en el
sados”. Son rastrilladas las ciudades de La Paz, Corrientes y Salta. En tiempo que les ha tocado vivir. Son escuelas de cuadros, de dirigentes
Córdoba, se arresta al agitador José María Caballero, natural de Nueva revolucionarios. Su efectividad sólo puede calibrarse en procesos de ca-
España. En Buenos Aires se sospechaba que se estuviera armando una racterísticas revolucionarias. Preparan a un individuo durante toda su
conspiración para levantar a los esclavos como base para la toma del vida para tener que actuar unos pocos, pero decisivos, años. Tal es el
poder. Por lo tanto se le encomendó a Martín Álzaga el patrullaje de caso de San Martín o Rodríguez Peña. Por otro lado, estas logias de-
las calles y la investigación de las denuncias sobre unos conspirados. muestran la diversidad de organizaciones que responden a la burguesía
Efectivamente, Álzaga descubre una organización destinada a reiterar la criolla. No sólo organizaciones corporativas, culturales y políticas, sino
aventura francesa. Se trata de Luis Dumont, Andrés Despland, Antonio la combinación de partidos legales e ilegales. En ese contexto debemos
Gallardo, Juan Palorio, Manuel Sustaeta y Carlos José Bloud. El grupo situar el libro de Juan Manuel de Agüero y Echave, Discursos varios, que
estaba a cargo de Santiago Antonini, a quien se le encontró un pasquín editamos en el Apéndice I. Se trata de un intelectual que comienza a
con la leyenda “Viva la livertá”, hoy famosa imagen en los libros de tex- percibir el embrión de un movimiento de vastos alcances. Pero también
tos. Se reunían en la chacra de Santiago de Liniers. Álzaga desbarató al de una agitación muy presente. Sus interlocutores no están en Europa,
grupo. Intentó dos veces eludir el juicio por la vía de extraer una confe- sino aquí mismo.
sión a Antonini valiéndose de tormentos. No pudo conseguirlo. El reo En 1806 se desata la tormenta y se da inicio al proceso revoluciona-
no abrió la boca. Todos fueron condenados y extraditados a España, a rio. En Europa, España, aliada a Napoleón, pierde casi toda su flota en
excepción de Manuel Sustaeta, quien recobró la libertad. En el lugar del Trafalgar, a manos de Gran Bretaña. El comercio con las colonias queda
encuentro se confiscó un pasquín con la siguiente leyenda: paralizado. En junio, Buenos Aires es tomada por el ejército de Su Ma-
jestad y el nuevo gobernador, Beresford, recibe el homenaje de las corpo-
“Viva la libertad raciones. Sobremonte, como todos sabemos, dispara hacia Córdoba. Sin
Martin Alsaga dentro de un año yras a la embargo, la población está armada. Durante la invasión saquearon los
Guillotina tu y cuantos andan en averiguaciones arsenales. De hecho, los hacendados intentan una reconquista al mando
Y tus bienes seran para la conbencion Americana, etc. de Perdriel y Pueyrredón, un levantamiento preparado en los campos del
Biva, Bibá, Biva la livertad, la livertad, la livertad primero. El ejército inglés logra imponerse pero no desarmar a los insu-
Doscientos mil fusiles bendran rrectos. Liniers, que había estado en Buenos Aires, sabía el estado de
Y doz mil oficiales franceses situación. Todo lo que tuvo que hacer es concentrar su poder de fuego
La Nacion Francesa Thomara satisfaccion en el fuerte. La población armada realizó el resto.
Costara arroyos de sangre Una vez rechazado el invasor se produce una verdadera sublevación
Ya se da aviso a Paris”1 popular. En medio de un Cabildo Abierto, sin restricciones, se desti-
tuye al Virrey Sobremonte y se nombra Virrey interino a Liniers. Sin
Estos movimientos, esporádicos, algo ingenuos y muy dispersos van el consentimiento del rey, se quita un funcionario que está bajo la au-
dando paso a organizaciones más definidas y estables. En 1804 apareció toridad directa del monarca y se nombra una nueva autoridad que no
la primera logia masónica fechada. Estaba a cargo del portugués Juan es siquiera española. La clase dominante ha perdido la conducción de
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la sociedad. La clase revolucionaria todavía no cae en la cuenta de lo son muy importantes, porque nos están diciendo que la revolución no
que ha sucedido. Resultado: se cuela un Bonaparte, que se eleva por estaba resuelta en 1806 ni tuvo como fundamento los vínculos de vecin-
sobre el equilibrio momentáneo de fuerzas. Un reo de lesa majestad, dad. Tuvo que operar, en la recta final, un cambio de dirección, mediada
un funcionario menor que inició una reconquista sin autorización, un por una disputa. Fueron el desarrollo de la lucha de clases y el trabajo
desconocido hasta entonces. político del estado mayor revolucionario los que llevaron a buen puerto
Inmediatamente se intenta dar un cauce institucional al armamento ese proceso.
de las masas. Se convoca a la formación de milicias según la región de El Cuerpo de Patricios constituyó la organización político-militar
origen: Patricios (de Buenos Aires), Arribeños (de las provincias “de arri- más importante. Poseía 1.200 efectivos -divididos en tres regimientos-
ba”), Castas (pardos, negros y mulatos), Vizcaínos, Catalanes, Gallegos, cuando una milicia promedio tenía entre 300 y 500. Su comandante no
Cántabros y Andaluces. Además se formaron cuerpos ad-hoc a partir de era otro que Cornelio Saavedra, el estanciero. Lo secundaban Viamonte,
iniciativas particulares como los Húsares, de Juan Martín de Pueyrre- Eustaquio Antonio Díaz Vélez, Juan Hipólito Vieytes, Vicente López y
dón. En todos los casos, los oficiales fueron elegidos por los soldados. Planes, los hermanos Perdriel, Francisco Pico. En total, casi la mitad
Belgrano relató, muy vivamente, cómo tuvo que intervenir para que la de sus integrantes eran propietarios agrarios. Sin embargo, el cuerpo
elección recayera en Saavedra. no respondía a un solo mando. Su tercer regimiento, al mando de don
La clase dominante había resignado el monopolio de la fuerza ma- José Domingo Urién, era favorable a las fuerzas contrarrevolucionarias
terial y moral. La burguesía había reunido en sus manos una parte con- y, como veremos más adelante, intentó un golpe contra la dirección ge-
siderable del poder. Se trataba de un régimen de dualidad de poderes o neral. Lo que importa retener aquí es que las organizaciones no eran
doble poder.2 La clase dominante debía reconstruir al Estado por la vía homogéneas, sino que estaban atravesadas por los distintos programas.
de liquidar a la fuerza revolucionaria. Esta debía lograr unificar un mo- La homogeneización al interior de las organizaciones fue el resultado de
vimiento aún disperso y darle una cabeza y una dirección visible, antes un proceso de lucha.
de asestar el golpe. Una sociedad no soporta mucho tiempo un doble El alejamiento de la amenaza inglesa dio rienda suelta a los enfren-
comando, más bien tiende a su concentración. Es decir no se trata de tamientos. La alianza contrarrevolucionaria agrupaba al cuerpo de Viz-
una coexistencia. caínos, Catalanes, Gallegos y parte de los Andaluces. La revolucionaria
El fenómeno fue denominado como militarización revolucionaria a Patricios, Húsares, Arribeños y Cántabros. Las milicias peninsulares
debido a que casi toda la población masculina activa está enrolada en enviaron una petición para que se disuelvan las milicias criollas. Se ofre-
una milicia. De 40.000 habitantes, la mitad eran mujeres. Nos quedan cían, a cambio, para realizar el servicio en forma gratuita. Sin embargo,
20.000. A esa cifra se debe quitar los menores de 14, los mayores de 45 Liniers bloqueó tal resolución.
y los inválidos. Nos debe quedar una suma cercana a las 10.000 perso- En 1808, la Península fue tomada por Napoleón y, mientras Fernan-
nas. Las milicias completaban un total de 8.000. Podemos decir que el do VII apoyó al Emperador, la aristocracia española realizó una alianza
pueblo estaba en armas. Según los historiadores, la formación de grupos con la burguesía para rechazar al invasor. Se constituyen Juntas en cada
armados daba una superioridad al elemento criollo, debido a su peso de- reino con una Junta Central en Sevilla. Las juntas representan el des-
mográfico. El mismo Halperín Donghi dice que “ganaron status como conocimiento de la autoridad (en el caso de la península, Napoleón)
resultado de su superioridad numérica en sus filas.”3 Por irreverencia, y la construcción de una alternativa por fuera de los cauces del Estado
por necedad o por espíritu científico, me dediqué a contar la cantidad (en España, el francés). Esta crisis orgánica producida del otro lado del
de soldados y oficiales al mando de peninsulares y criollos. El resultado Atlántico, aceleró los enfrentamientos en el Río de la Plata. Se desarro-
fue sorprendente: los comandantes peninsulares dirigen, en conjunto, lló en el virreinato un proceso de formación de juntas que condujo a
una fuerza de 3998 hombres y los criollos una de 29744. La mayor can- la creación de la Junta Provisional Gubernativa en mayo de 1810. Ésta
tidad de la tropa se hallaba, en 1806, al mando de comandantes leales (mal llamada “Primera”) estuvo antecedida de cuatro intentos juntistas
al régimen colonial. Son oficiales a los que se los va a encontrar en fracasados.
la contrarrevolución. La excepción es Pedro Cerviño, dirigente revolu- El primer paso, la detonación del mecanismo, lo produjo nada me-
cionario, Comandante del Tercio de Gallegos. Sin embargo, Cerviño nos que la contrarrevolución. Parece curioso pero es una característica
va a perder la dirección del Tercio en 1808 a manos de Jacobo Varela, de los procesos revolucionarios. En Francia, por ejemplo, fue la nobleza
dirigente contrarrevolucionario, expropiado luego de 1810. Estos datos quien se enfrentó a Luis XVI y convocó a Estados Generales. La primer
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Junta del proceso la conforma Francisco Javier Elío, en Montevideo. prepararon un golpe de estado para el día de las elecciones, de modo
Elío, gobernador de Montevideo y aliado de Álzaga, presentó una de anticiparse a la maniobra. Para eso, se aprestaron por dos vías: dis-
petición para que Liniers sea removido de su cargo. Liniers lo invita a pusieron a sus tropas leales al combate (el Tercio de Vizcaínos, el de
presentar su caso en Buenos Aires. Mientras durara su alegato, Mon- Catalanes, el de Andaluces y el de Gallegos) y entraron en negociaciones
tevideo iba a ser gobernada interinamente por Juan Ángel Michelena, con don José Domingo Urién -comandante del IIIº Regimiento de Pa-
aliado del virrey. Elío olió la maniobra y se negó a traspasar el mando. tricios- para que apoyara el movimiento y se encargara de la eliminación
Convocó a Cabildo Abierto y el 21 de septiembre de 1808 se creó una física de Saavedra. El 1 de enero de 1809, el Cabildo toma la iniciativa:
Junta. Ésta mandó un emisario para pedir instrucciones a la Junta de coloca sus tropas en la Plaza de la Victoria (hoy Plaza de Mayo) y, con
Sevilla. La junta contrarrevolucionaria mantuvo a Montevideo fuera del esa demostración de fuerza destituye a Liniers con el argumento de que
dominio de Buenos Aires hasta julio de 1809. es un agente del bonapartismo (recordemos que el Río de la Plata se
A un mes de la constitución de la junta oriental, la contrarrevolución declara leal a las juntas y en guerra con Francia). Acto seguido, decide
intenta realizar el mismo golpe en Buenos Aires. Las milicias que obede- constituirse en una junta leal a la Junta Central y la de Montevideo.
cían a los mandos contrarios a cualquier cambio (Gallegos, Catalanes, Liniers, en plena sala capitular, firma su renuncia.
Vizcaínos), al mando de Martín Álzaga proyectaban un golpe de estado Sin embargo, las fuerzas revolucionarias también se habían prepara-
para el 17 de octubre de 1808. Sin embargo, la conspiración no pudo dar do para el enfrentamiento. De hecho, Saavedra y Viamonte (su mano
siquiera el primer paso. El día estipulado, el Cuerpo de Patricios, al tan- derecha) habían dispuesto el acuartelamiento de los Patricios y de to-
to de los preparativos, esperaba a su enemigo acuartelado y listo para el das las milicias leales (Arribeños, Castas, Húsares). Asimismo, habían
combate. El mando reaccionario tuvo que suspender la maniobra hasta logrado el apoyo del cuerpo de peninsular de Cántabros y de una parte
mejor oportunidad. Ésta llegó el 1 de enero de 1809, lo que constituyó del Tercio de Andaluces. Por su parte, la dirección de Patricios había
lo que llamamos el segundo intento juntista, en la medida en que se desbaratado la conspiración contrarrevolucionaria en el propio cuerpo,
llega a un combate real. Pasemos a revisar los hechos. neutralizando a la mitad del IIIº Regimiento y evitando el asesinato de
Martín de Álzaga, Gaspar de Santa Coloma y Diego de Agüero, co- Saavedra. Así, cuando la plaza estuvo tomada por tropas peninsulares,
merciantes monopolistas y dirigentes de la contrarrevolución, tenían su las fuerzas revolucionarias salieron al ruedo y las pusieron en fuga.
centro de acción en el Cabildo. Los grupos revolucionarios se proponían Liniers fue obligado a retirar su renuncia y a reasumir su cargo. Se
la conquista, o al menos la neutralización, de ese centro de poder. Para emitió un decreto que prescribía la disolución de las milicias peninsula-
eso se ejerció presión sobre Liniers para que, el 1 de enero de 1809, uti- res (aunque estas se mantuvieron activas ilegalmente). El IIIº Regimien-
lizara sus atributos legales para proponer a Bernardino Rivadavia como to de Patricios fue suprimido y, por fuerte presión de los comandantes
alférez y a Cornelio Saavedra como alcalde (el cargo municipal más im- revolucionarios, se inició juicio a los dirigentes de la conspiración, entre
portante). ellos Martín de Álzaga, que fue confinado a Carmen de Patagones y
Todos los 1 de enero se realizaban elecciones para las autoridades rescatado por Elío quien lo acogió en Montevideo.
del Cabildo. Éstas se efectuaban con el voto de los capitulares salientes, Contrariamente a los que podríamos haber supuesto, los dos pri-
quienes elegían a sus sucesores. Sin embargo, el virrey tenía la facultad meros intentos juntistas son protagonizados por las fuerzas contrarrevo-
de proponer sus propios candidatos y, obviamente, de presionar para lucionarias. La razón es que en 1806 se había alcanzado un equilibrio
su designación. El Cabildo porteño de 1808, si bien estaba dominado entre las clases. Liniers expresaba esa paridad de fuerzas. La clase domi-
por los comerciantes monopolistas, no era un cuerpo monolítico. No nante, para no perecer, debía cerrar ese proceso por la vía de quebrar el
todos los regidores eran decididos partidarios del vínculo colonial. A equilibrio y recuperar el poder de fuerza, en concreto, el monopolio de
modo de hipótesis, cabe suponer que los grupos revolucionarios conta- la violencia. Esta tarea suponía la destitución de Liniers y la disolución
ban con algún apoyo, o por lo menos, con más de un elemento neutral. de las milicias. La avanzada no podía demorarse porque la crisis se agra-
De cualquier manera, la propuesta del virrey -incorporar a dos dirigentes vaba con el paso del tiempo y se preveía una derrota total de la resisten-
revolucionarios- iba a causar un fuerte conflicto al centro de poder de cia española a Napoleón. Durante la segunda mitad de 1808, el contexto
la reacción. se mostró más propicio para el golpe, ya que la Junta Central de Sevilla
El Cabildo ya estaba avisado del intento desde hacía tiempo. Así, conseguía las primeras victorias sobre el ejército francés. Por su parte,
bajo la dirección de Martín de Álzaga, los comerciantes monopolistas en esta etapa, las fuerzas revolucionarias operaron menos abiertamente
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(intento de ingresar al Cabildo) y defendiendo las posiciones adquiridas. Volvamos a la capital, a junio de 1809. Los juicios que los comandan-
La derrota de las embestidas enemigas le facilitó nuevos avances. tes de las milicias le hicieron emprender a Liniers contra los dirigentes
Como vimos, las organizaciones militares no ostentaban ninguna contrarrevolucionarios y la amenazante Junta de Montevideo decidieron
homogeneidad política. Los programas (revolucionario y contrarrevo- a la Junta Central de Sevilla por el recambio de autoridades de Buenos
lucionario) atravesaron a las principales organizaciones. El proceso de Aires. El objetivo era romper el equilibrio y restablecer la dominación
lucha aceleró la depuración, sobre todo en las filas revolucionarias. Es colonial. Se envió, a tal efecto, a Baltasar Hidalgo de Cisneros, como
decir, que el programa no se encarna, espontáneamente, de una vez y nuevo virrey, en reemplazo de Liniers. Cisneros vino con el plan de li-
para siempre. Debe efectivizarse en el transcurso de los enfrentamientos, quidar la experiencia revolucionaria y restablecer el poder de fuego del
debe ganar aliados y consolidar una dirección. Estado. Para ello, trajo consigo los nombramientos de Vicente Nieto y
De aquí en más, la iniciativa va a pasar a las fuerzas revolucionarias. Javier Elío como autoridades para Buenos Aires. Sin embargo, enterados
Las dos primeras en una región con un fuerte peso económico, pero de las nuevas noticias, los revolucionarios se negaron a recibir al Virrey.
lejos del centro político. La que le sigue, es la que conocemos como Cisneros tuvo que desembarcar en Colonia y esperar a que la situación
Revolución de Mayo. se apacigüe. Liniers acudió a su encuentro para garantizarle su ayuda. En
La tercera junta, entonces, tuvo lugar en Chuquisaca, el 25 de mayo Buenos Aires, la insurgencia esperaba al nuevo virrey con los cañones
de 1809. Chuquisaca era un núcleo económico del Alto Perú, pero, más prestos en puerto y apuntando al río. El Cabildo comentó alarmado los
que nada, se destacaba por ser un centro de irradiación intelectual a tra- preparativos militares y las requisas a las propiedades peninsulares:
vés de su Universidad. El conflicto surgió entre La Audiencia, el Cabildo “Que en la orden general del once se había mandado estuviesen prontas
y José Manuel de Goyeneche, enviado de la Junta de Sevilla, con pliegos en sus cuarteles todas las Tropas, y que al toque de genérala concurriesen los
de la Infanta Carlota. Lo que parecía una disputa entre poderes locales Cuerpos con sus respectivos Comandantes u Oficiales á los puestos designa-
derivó en una intervención popular a favor de la Audiencia, pidiendo la dos para formar la carrera por donde debe pasar el Excelentísimo Señor Cis-
expulsión de Goyeneche. Entre los líderes de la insurrección se encon- neros desde el desembarcadero: Que se dice haber dado orden estrecha los
traba Bernardo de Monteagudo. El levantamiento fue reprimido por Comandantes para que todos los rebajados de sus respectivos Cuerpos sin
Vicente Nieto. Los miembros de la Audiencia fueron deportados. excepción estén listos en sus cuarteles al tiro de cañón y toque de Genérala
La cuarta junta logró un salto en calidad. El 16 de julio de 1809, el para recibir al nuevo Virrey con los cartuchos que puedan, y que el de Pa-
pueblo de la Paz, junto con las milicias y el Cabildo, depuso al goberna- tricios ha mandado lleve cada uno de los suyos cincuenta y los dos cañones
dor y al obispo: se formó entonces la Junta Tuitiva de La Paz o Protectora mas sobre los que tenían de antemano […]Que en el día se ha empezado un
de los Derechos del Rey y del Pueblo. La Junta intentó organizar un prolijo registro en las Casas de los individuos que eran de los tercios de Gali-
ejército propio, los caciques ofrecieron sus servicios militares. Bajo el li- cia, Vizcaya, y Cataluña para la saca de Armas, cuya comisión la desempeña
derazgo de Pedro Domingo Murillo, y con la destacada participación de con escolta competente el Sargento Mayor de Plaza quien ha acreditado su
Bernardo de Monteagudo, la revolución paceña proclamó: “ya es tiempo celo en la del Capitán Bladés como en la de Don Pablo Villarino, de que
en fin de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colo- pueden resultar los desastres que se temen por instantes.”6
nias, adquiridas sin el menor título y conservadas con la mayor tiranía
e injusticia.”5 Cisneros, a poco de asumir, envió a las milicias criollas en La revolución estaba ejercitando la implementación de su régimen.
expedición para reprimir el levantamiento. Pero, en el camino, los solda- Muchos dirigentes de sus filas se disponían a desencadenar la guerra
dos porteños se negaron a verter la sangre de los sublevados. Entonces civil. Sin embargo, Saavedra y Pueyrredón consideraron que no era el
fue el Virrey Abascal quien debió hacerse cargo. Desde Lima mandó momento. “Esperemos a que las brevas estén maduras”, dijo Saavedra.
4.500 efectivos para que se unan a Goyeneche. La represión fue feroz. “Hay que contar con el pueblo”, dijo Pueyrredón. Se trataba solidificar
Monteagudo fue puesto en prisión. Las noticias llegaron a Buenos Aires, la organización y esperar una inminente caída de la Junta Central. Toda
escandalizando a la población que mostró sus simpatías con los revolu- dualidad de poderes esconde una guerra civil, el arte de la insurrección
cionarios. Esta junta da un salto político respecto a de Chuquisaca, no consiste en saber cuándo desatarla abiertamente.
sólo es más radical sino que se desata en un núcleo económico y político Cisneros asumió, tal como se había convenido. Logró rearmar las mi-
más importante. Entremos ahora en el proceso que va a llevar a la insu- licias peninsulares e indultar a los conspiradores del 1 de enero de 1809.
rrección del 25 de mayo de 1810. A pocos meses de su mandato, trazó a su hombre de confianza el siguien-
te panorama de las circunstancias en las que debió tomar el poder:
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“Divididos los ánimos de las primeras autoridades y principales vecinos, den, a un tiempo, reivindicar los primeros ejércitos nacionales y repudiar
que arrastravan recíprocamente á las demas clases, formaban dos partidos la “violencia” de los años setenta. Para ellos, esta sociedad es un bien a
que siempre opuestos en ideas, en opiniones y en intereses, havian hecho defender. Otros, más pacifistas, condenan a todas las revoluciones como
trascendental esta desunion á las demas ciudades del virreynato” 7. el fruto de la intolerancia y como fuente del despotismo. Claro, para los
defensores del derecho universal a la vida, la historia humana comienza
Como vimos anteriormente, Cisneros tuvo que hacer frente al recla- en el siglo XX. El problema sobre cómo la sociedad burguesa y el régi-
mo del libre comercio con Gran Bretaña. El nuevo virrey ya no era due- men democrático llegaron a ser lo que son es cosa que no les interesa.
ño de la situación y en España se temía la caída del último bastión de re- Bueno, si leyeran algún libro sobre el origen de sus reivindicaciones (y
sistencia a Napoleón, la última fuente de legitimidad de las autoridades hay muchos), encontrarían que la famosa Declaración de los Derechos del
coloniales. Efectivamente, el 18 de mayo un barco inglés trae la noticia Hombre y del Ciudadano fue promulgada por el gobierno del terror jacobi-
de la caída de la última junta peninsular. Los dirigentes revolucionarios no en 1793. Ese mismo gobierno, que hizo trabajar a destajo a la guilloti-
obligaron al virrey a convocar un Cabildo Abierto. Los cuerpos armados na, fue el que practicó las primeras elecciones por voto universal directo.
realizaron piquetes en la Plaza de la Victoria (hoy Mayo), con el fin de Fue ese régimen el que le dio a la humanidad una prueba irrefutable de
excluir a varios de los invitados cuyo voto descontaban adverso. Se apro- la falsedad de la divinidad de las instituciones monárquicas, al cortarle
bó por mayoría la destitución del Virrey. Sin embargo los cabildantes la cabeza a su rey.
desconocieron lo votado y eligieron una junta encabezada por Cisneros. Debido a que el uso de la fuerza, en el proceso que estamos estudian-
Los cuarteles trinaban. Se vuelve a convocar a Cabildo Abierto el 25 y do, es difícil de soslayar, el pensamiento burgués ha intentado encapsu-
allí se elige una nueva junta integrada por los revolucionarios más repre- lar y redireccionar esa realidad. Intenta limarle las aristas más peligrosas
sentativos. Al otro día estalló la guerra civil y fue necesaria una férrea al conocimiento histórico. En primer lugar, quitándole un lugar central
dictadura para que la revolución conservara el poder. a la insurrección y a la toma del poder por la fuerza. Junto con el 25 de
La Junta Provisional Gubernativa expresó ese estado mayor del Par- mayo, apareció otra efeméride patria: el 9 de julio de 1816. Ese día se
tido revolucionario, integrado por el Cuerpo de Patricios, las milicias proclamó, formalmente, la independencia de España. Se trata de un
asociadas y el grupo del Café de Marco (Mariano Moreno, Vieytes, Fren- hecho pacífico y sin grandes enfrentamientos: un conjunto de diputados
ch, Beruti). Este partido no ganó organicidad plena sino cuando llegó al se reúne en una casa en Tucumán y allí acuerda la independencia. Cla-
Estado, hasta ese entonces, sus partes operan por separado. De 1806 a ro, se omite que las elecciones habían sido digitadas por los grupos que
1810, así como la dirección burguesa debió conquistar a las masas arma- apoyaban el centralismo porteño contra la federación artiguista, cuyos
das, también esos grupos revolucionarios, que operan con una relativa y diputados estuvieron ausentes. También se soslaya que ese congreso fue
creciente confluencia, debieron ganar cohesión orgánica. un fracaso. Su constitución, la de 1819, fue rechazada y provocó un alza-
miento contra las autoridades de Buenos Aires. A diferencia del 25 de
La partera de la historia: mayo, el 9 de julio no despertó ningún festejo popular, ni permaneció en
el problema de la violencia en la revolución la memoria colectiva como un hito fundante. Lo central, sin embargo, es
que se ha conseguido colocar esta asamblea a la altura del asalto al Esta-
La revolución apeló a la fuerza de las bayonetas. No hay ninguna do. La Argentina no tiene dos fechas patrias porque los revolucionarios
transformación de ese tipo que no lo haya hecho. Pueden discutirse hayan hecho las cosas por la mitad, sino porque quienes se encargaron
muchas cosas sobre la naturaleza de la Revolución de Mayo: si fue una de diseñar las efemérides han intentado adocenar el pasado.
revolución social, si hubo lucha de clases, si cumplió su meta, si debe Una segunda operación fue “naturalizar” la guerra, despolitizarla. Es
reivindicarse, etc. Lo que queda fuera de toda duda es que implicó una una operación propia de la escuela. Se estudian las campañas, los nom-
enorme dosis de destrucción de vidas y de recursos. Desde nuestra más bres, las victorias, las derrotas y nada más. Se presenta como el combate
tierna infancia, nos enseñan el derrotero de las batallas. Aprendemos, del ejército nacional contra el español. Uno gana y otro pierde, acá y allá.
desde los primeros grados, a festejar las glorias militares. El nacimiento Lo que queda fuera del estudio es por qué una sociedad decide emplear
de la Argentina está asociado, indisolublemente, con la violencia. sus medios en organizar una máquina de destrucción. Yo fui docente pri-
Como dijimos al principio del libro, los métodos que empleó la revo- mario. Cuando intenté explicar más profundamente qué es una guerra,
lución fueron siempre un dolor de cabeza para el pensamiento burgués. siempre encontré un superior que me advertía que eran chicos y que no
Intelectuales liberales como Mariano Grondona o Natalio Botana pue-
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se les podía contar atrocidades. Yo insistía: pero les contamos las barba- dustria’. Es comprensible que las opiniones de aquellos que se beneficiaron
ridades del Holocausto o la dictadura, ¿por qué esto no? La respuesta era con este aspecto de la militarización hayan diferido substancialmente de la
que, así, corríamos el riesgo de que los chicos odiaran a Belgrano o, en de aquellos que debieron afrontar su desmesurado costo.”9
su defecto, reivindicaran a Hitler o a Videla. La conclusión a la que quie-
ren que lleguen los chicos es que la violencia, en sí misma, es repudiable. Halperín se hace eco de los peninsulares que se oponían al pueblo en
Los programas políticos son, en estos casos, secundarios. armas. Sin embargo, no explica los motivos de semejante escándalo: esas
La historiografía académica, por su parte, también ha intentado di- armas iban a utilizarse, finalmente, contra su dominio. Uno podría ha-
simular los métodos que utiliza cualquier revolución (los métodos revo- cerle una serie de observaciones a sus conclusiones. Antes de escribir ale-
lucionarios). Paul Groussac y Ricardo Levene fueron los primeros en gremente, nuestro historiador debería haber investigado las estadísticas
reivindicar a las figuras civiles frente a las militares como San Martín o de muertes y mutilaciones en las guerras. Quien escribe no las posee. Es
Belgrano (propias de Bartolomé Mitre). Moreno, en su nueva versión, una labor que no se ha hecho. Pero la hipótesis más plausible, y con ella
fue quien sentó las bases de la convivencia democrática, la figura del uno debe manejarse, es que las clases más explotadas se llevan el primer
intelectual contra el militar, la palabra contra la acción. Hasta enton- lugar en bajas en acción de combate. En una guerra, los soldados son
ces, se lo había recordado como a un jacobino y un extremista, según los que llevan la peor parte. Los oficiales deben ser preservados, porque
las mismas palabras de Cornelio Saavedra. La operación historiográfica son la dirección del ejército. Son quienes pueden llegar a reconstruirlo,
implicó negar varios de sus escritos y su obra de gobierno.8 Entre ellos, llegado el caso. Los soldados eran artesanos, esclavos y jornaleros. Los
el documento revolucionario más significativo que haya dado la historia oficiales, propietarios. El peso de la guerra lo pagaron los explotados,
argentina: el Plan de Operaciones. Más adelante nos referiremos al conte- con su propio cuerpo, para que los propietarios gozaran de un régimen
nido del Plan y a su veracidad. a su imagen y semejanza. Cuando Halperín dice que los propietarios
La historiografía moderna también se ha encargado de naturalizar el pagaban y las clases subalternas disfrutaban de su vagancia, invierte la
hecho militar. Como niega que en 1810 se haya producido un proceso relación. Belgrano relata muy detalladamente los supuestos beneficios
revolucionario, la violencia deja de ser un hecho necesario y preocupa de los soldados:
como una variable que perturba el normal desarrollo social. Por eso,
sus investigaciones buscan dilucidar por qué se perpetuó la máquina “La tropa que me vino de ésa y la de Rocamora, está toda desnuda y
de guerra, siendo que exprimían al fisco. Las respuestas son de lo más es preciso vestirla; mientras Ustedes disponen de lo conveniente, trato de
variadas, pero nunca van a la pregunta inicial: ¿al servicio de qué pro- remediarlos, como pueda, con lienzos del país. Pero aún estos son escasos:
grama se utiliza la violencia? El uso sistemático y organizado de la fuerza no es extraño ni que haya desnudez, después de haber viajado 400 leguas,
es, para ellos, un misterio. La hipótesis más profesada es la del principal casi siempre con aguas.”10
referente de la historiografía argentina, Tulio Halperín Donghi, quien
sentenció hace más de treinta años: Por otro lado, es falso que la incorporación al ejército fue plenamente
voluntaria. Abunda la información sobre las levas forzosas. Los soldados
“Cabe preguntarse por qué las clases plebeyas en la ciudad fueron tan se alistaban porque la burguesía los compelía a hacerlo. Belgrano aclara
sordas a quienes apelaban a su propio interés en contar con un gobierno que “a más de haberse desertado tantos, y de los tan buenos soldados,
ordenado y menores gastos militares. Podría pensarse que la militarización casi los más que me han quedado se hallan aún como reclutas.”11 Por lo
más que una carga les resultara una bendición […] Pero en lo que se refiere visto, los soldados no percibían los provechos de la actividad militar. La
a la redistribución de ingresos, durante ambas etapas [se refiere a 1806-1810 Junta Provisional, por su parte a pocos días de asimir (el 29 de mayo) de-
y 1810-1815] había trabajado en una sola dirección, transfiriendo riqueza de creta la leva forzosa: “Queda publicada desde este día una rigurosa leva,
los grupos sociales más elevados a los más bajos. en que seran comprendidos todos los vagos y hombres sin ocupación
[…] Si la organización interna y el papel político del ejército sufrieron conocida desde la edad de 18 años hasta la de 40 años.”12 De hecho,
cambios fundamentales después de 1810, pese a ello seguía siendo cierto, varios propietarios rurales, ante la necesidad de mano de obra, deben
como lo habían señalado los opositores a Liniers en 1809 que quienes con- prometer la protección frente a los reclutamientos.13
formaban ese ejército viven ‘de las erogaciones que han aniquilado el erario Echarle la culpa a los pobres por una empresa que no los benefició y
cuando podrían ocupar sus brazos en las artes, y hacer que progresara la in- cuyo costo pagaron con su vida es una operación típica de la burguesía
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argentina. Que lo haga un historiador, sin una sola prueba al respecto, a un héroe popular. Por eso las órdenes fueron dadas al comandante en
es preocupante. secreto. Por eso pidió que no medie juicio ni se le dé tiempo de “ruegos”,
Cuando, quien es considerado el padre de la historiografía moderna, que no serían otra cosa que arengas a la tropa y negociaciones con los
deba sacar las conclusiones del período dirá que el legado de la revo- oficiales. Liniers era muy hábil para esas cosas.
lución es la barbarización, ruralización y militarización del estilo político. Los temores de la Junta se materializaron. Liniers fue encontrado,
Sus reflexiones, a pesar de su pregonada asepsia, se enmarcan en las pero Ortiz de Ocampo entró en conversaciones con él y desistió de ajus-
preocupaciones de las décadas de 1970 y 1980 sobre la estabilidad de la ticiarlo sin juicio alguno. Temió ser el brazo de una medida impopular.
democracia. La pregunta que organizó estas investigaciones es la diluci- Para no hacerse cargo del problema, pidió remitir los prisioneros a Bue-
dación de las causas de la violencia política en Argentina. Halperín creyó nos Aires. Moreno escribió:
que encontraría en los orígenes de la política revolucionaria a principios
del siglo XIX las claves para una cultura política tradicional, que tiende a “Después de tantas ofertas de energía y firmeza pillaron nuestros hom-
resolver los conflictos por la fuerza. Así, podemos entender mejor hacia bres a los malvados, pero respetaron sus galones, y cagándose en las estrechí-
dónde apunta Halperín cuando estudia la militarización: es el comienzo simas órdenes de la Junta, nos los remiten presos a esta ciudad. No puede
de la cultura populista. Para perpetuarse, los dirigentes políticos entre- usted figurarse el compromiso en que nos han puesto, y si la fortuna no nos
gan dinero a las clases pobres. La economía no se desarrolla y la acción ayuda veo vacilante nuestra fortuna por este solo hecho ¿Con que confian-
directa suple a las instituciones republicanas. La violencia es la causa y la za encargaremos obras grandes a hombres que se asustan de su execución?
consecuencia del atraso político. ¿Qué seguridad tendrá la Junta en unos hombres que llaman a examen sus
El caso es que la revolución se valió del terror sistemático y organi- órdenes y suspenden la que no les acomoda? Preferiría una derrota a la des-
zado, o sea del Estado. Una vez desatada, el Consejo de Regencia (en obediencia de estos gefes.”15
España) envió a Francisco Javier Elío como nuevo virrey. Buenos Aires
lo desconoció. Las fuerzas de Montevideo, leales a España, bloquearon La Junta, en el acto, relevó a Ortiz de Ocampo del mando y nombró
el Río de la Plata. En el Alto Perú, Goyeneche preparó las fuerzas para a Juan José Castelli, quien como primera medida fusiló a los sublevados
avanzar sobre la capital. En Córdoba, Liniers centralizó el movimiento con su propia mano. El Ejército del Norte continuó su marcha hasta el
contrarrevolucionario. Por eso la Junta Provisional ordenó una campaña Alto Perú. Llegó a tomarse la cuidad y el centro minero de Potosí. El
al norte, cuya primera tarea fuera desactivar la reacción en Córdoba. Ma- comando superior del ejército implantó la ley marcial. Fueron fusilados,
riano Moreno, secretario de la Junta le entregó las instrucciones secretas entre otros, importantes dirigentes contrarrevolucionarios como Vicen-
a Ortiz de Ocampo. Allí le indicó: te Nieto, Francisco de Paula Sanz y José de Córdoba y Roxas. No es un
acto de mera voluntad, nadie quiere matar porque sí, en abstracción de
“La Junta manda que sean arcabuceados don Santiago de Liniers, don la situación que le toca vivir. Pero las antiguas formas de organización de
Juan Gutiérrez de la Concha, el Obispo de Córdoba, el Dr. Victorino Ro- la vida se resisten a morir. Hay que destruirlas. Si la vida nueva no mata,
dríguez, el Coronel Allende y el Oficial Real don Joaquín Moreno […] En la vida nueva no florece.
el momento que todos o cada uno sean pillados, sean cuales fuesen las Los ejércitos en campaña tenían como tarea imponer gobiernos lea-
circunstancias se executará esta resolución sin dar lugar a minutos que pro- les en las provincias. Algunas expresaron su adhesión. En otras, como
porcionen ruegos […] Este escarmiento debe ser la base de la estabilidad del Córdoba, hubo que fusilar a unos cuantos para imponerse. Bajo esas ca-
nuevo sistema”.14 racterísticas, no puede definirse de “espontánea” la fidelidad de las auto-
ridades provinciales. Sí hubo sinceras adhesiones del resto de las clases,
¿Por qué semejante saña? Porque Liniers era un personaje popular, pero “sincero” no significa necesariamente “espontáneo.”16 Las tropas,
que había hecho carrera liderando la reconquista y dando lugar a peticio- al llegar a las provincias, colocaron una Junta de Observación, que es la
nes de las milicias criollas, cuando tuvo las riendas del Estado (si puede que realmente se encargó del gobierno, hasta tanto no se consiguieran
decirse que las tuvo). Recuérdese que fue aclamado virrey en una asam- autoridades locales fieles, o se dispusiera un gobernador enviado de Bue-
blea popular. Su nombre daba prestigio a la causa contrarrevolucionaria, nos Aires. Esta “imposición” ha querido ser vista como una prepotencia
amén de ser la cabeza centralizadora de ella. No podía mantenérselo pre- porteña contra las provincias. En realidad no es un problema regional,
so y mucho menos remitirlo a Buenos Aires. Había que liquidarlo. Mo- sino de clase. Los funcionarios no se elegían por su origen, sino por la
reno preveía que varios soldados no iban a tener la convicción de matar
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fidelidad a un programa. obra de nuestra libertad; y en consecuencia, existiendo las circunstancias,
En Buenos Aires la represión también fue muy dura. Se sucedieron por reduplicarse más y más las necesidades y cuidados de este gobierno, se
expulsiones, expropiaciones y encarcelamientos de contrarrevoluciona- nombró una comisión secreta, para que presente un plan de proposiciones
rios en 1810. Luego de la proclamación de la Junta Gubernativa, los especulativas, que dirijan en parte, con arreglo a sus instrucciones políticas,
regimientos quedan patrullando las calles. Se establece una comisión las operaciones de su conato y deseos.”19
encargada de vigilar actividades y bienes de los contrarrevolucionarios,
que toman el nombre de pertenencias extrañas. A partir de 1811 se crea El dictamen está firmado por Cornelio Saavedra, Juan José Paso y
un Tribunal de Seguridad que patrullaba las calles en busca de activida- Manuel Belgrano. La Junta mandata la redacción del plan por la nece-
des conspirativas. En julio de 1812 se descubre una conspiración militar sidad de operar sistemáticamente y dejar de correr detrás de los hechos.
contra el gobierno revolucionario a cargo de Martín de Álzaga, junto Es la regla básica de la actividad política: comprender el movimiento de
con el betlemita fray José de las Ánimas, que incluía la participación de la realidad para intervenir en ella. Hay, en esta concepción, una idea
Goyeneche y Diego de Souza, militar portugués que amenazaba la Banda contraria a todo fatalismo: el mundo no marcha necesariamente hacia el
Oriental. Álzaga, junto a treinta dirigentes, son fusilados y colgados en la progreso. Más bien, tiende a sernos hostil, en la medida en que no ope-
Plaza pública. Allí permanecen treinta días. Santos Fortunato Ballester, remos sobre él. El fatalismo relega al ser humano a la pasividad y tiene
entonces un niño, cuenta cómo su maestro, fray Juan González, llevaba más que ver con el espíritu religioso, la apelación a una Providencia, que
diariamente a él y a sus compañeros de colegio a visitar los cadáveres con la ciencia.
colgantes. Entre ellos, particular impresión le había causado el rostro El Plan de Operaciones comienza con un reconocimiento del papel de
del padre fray José de las Ánimas destrozado por las balas.17 Desde aque- la violencia en la historia:
lla fecha, se suceden los fusilamientos de conspiradores, de vacilantes
y de desertores. Juan Manuel Beruti recuerda que en 1815 se comenzó “La moderación fuera de tiempo no es cordura, ni es una verdad; al con-
a colgar a los ajusticiados en Retiro. Un poco porque eran tiempos de trario, es una debilidad cuando se adopta un sistema que sus circunstancias
“orden” y otro poco porque había quejas por el hedor que exudaban los no lo requieren. Jamás, en ningún tiempo de revolución, se vio adoptada
cuerpos en estado de descomposición.18 Podríamos hacer una larga lista por los gobernantes la moderación ni la tolerancia; el menor pensamiento
de los fusilados, encarcelados y desterrados. Es otra operación que la de un hombre que sea contrario a un nuevo sistema, es un delito por la
historiografía ha dejado de lado, pero que rendiría interesantes frutos. influencia y por el estrago que puede causar con su ejemplo, y su castigo es
La expresión más consciente de la voluntad colectiva de los revo- irremediable.
lucionarios de 1810 es el Plan de Operaciones, redactado por Mariano Los cimientos de una nueva república nunca se han cimentado sino con
Moreno. Un programa político para el Estado revolucionario. Un decá- el rigor y el castigo, mezclado con la sangre derramada de todos aquellos
logo de acciones que debe tomar la revolución: cómo afrontar la guerra, miembros que pudieran impedir sus progresos; pudiera citar la política y los
cómo manejar la opinión pública, cómo operar con los neutrales, cómo resultados que consiguieron los principales maestros de las revoluciones…”20
seleccionar a los dirigentes, cómo obtener recursos, cómo presentarse
ante las potencias europeas y cómo provocar la sublevación en la Banda Como revolucionario, apela a quienes lo antecedieron. Se reconoce
Oriental. Un plan detallado sobre lo que debe hacerse con el poder una en una tradición común. Intenta sacar un balance de esas experiencias.
vez tomado. Como dijimos, fue redactado por Mariano Moreno. Mu- No por simple erudición: las revoluciones burguesas enfrentaron proble-
chos historiadores creen que se trata de un documento de su exclusiva mas similares y las conclusiones deducidas de las precedentes son armas
autoría, lo que explican por las diferencias en la Junta. El Plan vendría, más indispensables que cualquier fusil. Moreno advierte los métodos de
entonces, a profundizarlas. Pero la historia dice otra cosa: Moreno formó que debe valerse la revolución:
parte de una comisión a la que se le encargó la redacción de un plan para
reorganizar el Estado: ”Si moderando mis reflexiones no mostrase los pasos verdaderos de la
felicidad, sería un reo digno de la mayor execración. Y así, no debe escanda-
“En este Estado, cuando el gobierno tomó las riendas de su manejo, se lizar el sentido de mis voces de cortar cabezas, verter sangre y sacrificar a toda
vio precisado a dictar diariamente providencias eslabonadas por el acaso de costa, aún cuando tengan semejanza con las costumbres de los antropófagos
los acontecimientos que iban sucediéndose, de unos en otros, sin tener un y caribes. Y sino ¿Por qué nos pintan la libertad ciega y armada con un puñal?
plan formal que rigiese por un orden político las operaciones de la grande
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Porque ningún Estado envejecido o provincias pueden regenerarse ni cortar respecto cuando le ordena al Ortiz de Ocampo: “Tendrá especial cuida-
sus corrompidos abusos, sin verter arroyos de sangre.”21 do en precaver las deserciones, publicando un bando en que se intime
pena de vida a los desertores y ejercitando irremisiblemente este castigo
El Plan distinguía entre personajes leales, neutros y hostiles a la re- en el primero que aprehenda en este delito.”26 Por último, se trata de
volución. A los primeros hay que utilizarlos en los empleos públicos, su ejercicio sistemático, es decir, que se ajusta a un principio o siste-
darle toda la confianza y disimular sus faltas. Si se dedican a denunciar ma y “que procede con rigidez”, según nos indica el diccionario de la
traidores, hay que estimularlos, castigando aún al inocente. Había que Real Academia Española.27. Debe trazarse un plan (el programa político),
inventar premios para los patriotas, incitando a la militancia: disponerse de los medios para llevarlo a cabo (la organización) y debe
vigilarse su ejecución, para lo cual hace falta una dirección centralizada.
“Para premiar las acciones de los guerreros y adormecer con estos enga- Si observamos bien, estamos en presencia de un partido político. Gene-
ños a aquellos descontentos que nunca faltan, y exigen por su avaricia más ralmente, pensamos a los partidos como, justamente, una “parte” de la
de los que merecen. ¿Pues en qué se perjudica a la patria que un ciudadano sociedad. Así lo indica su nombre. El Estado, en cambio, suele asociarse
libre lleve el brazo lleno de escudos, ni que su nombre esté escrito en un con la representación de toda la población (que, sabemos, no es cierto).
paraje público, cuando de ello no resulta gravamen al erario?”22 Aquí, el partido es el Estado. O, mejor dicho, se hace con el Estado, lo
conquista en nombre de los intereses históricos de las mayorías (nunca
Con los enemigos no correspondía la piedad. La Junta debía seguir de todos, porque estamos frente a una guerra civil).
una conducta: “la más cruel y sanguinaria.”23 Los neutrales constituían, ¿Y tantas muertes, tantas vidas mutiladas, tanto dinero, tierras, tra-
para el Plan, “los silenciosos espectadores, que manteniendo una neu- bajadores puestos a disposición, tanto esfuerzo, para qué? ¿Acaso valió la
tralidad, son realmente los verdaderos egoístas.”24 Debía, la revolución, pena tanta sangre y tanto llanto? Valió. Como mostramos en el capítulo
garantizarles su persona y sus bienes a cambio de fidelidad, pero no 2, el desarrollo económico del Río de la Plata permitió albergar a esa
fiarse de ellos, pues su adhesión varía con la relación de fuerzas. El Plan acelerada expansión poblacional que se vive en el siglo XIX. Pero aún
proponía una dirección centralizada de la revolución. Más aún, alegaba hay más. Antes de la revolución, comprar y vender esclavos era una ac-
que en caso de que algún funcionario local lograra hacerse popular ha- tividad común. Las Provincias Unidas del Río de la Plata fue una de las
bía que trasladarlo a otra región con cualquier excusa. primeras naciones en abolir el tráfico de esclavos, en 1813. Es el primer
Con este panorama a la vista no es difícil entender por qué el Plan Estado en abolir el tributo indígena y la igualdad legal de los integrantes
de Operaciones ha sido declarado apócrifo por ciertos historiadores. No de los pueblos originarios. Así, en 1811 la Junta establece el decreto de
por todos. La historiografía de izquierda (Rodolfo Puiggrós, Sergio Bagú igualdad. En la Asamblea de 1813 estos derechos se ratificaron a escala
y Milcíades Peña) reivindicó el plan como obra de Moreno. Asimismo, nacional:
Norberto Piñero, el primero en recopilar sistemáticamente la obra de
Moreno, también atribuye el Plan a los revolucionarios. Sin embargo, “La Asamblea General sanciona el decreto expedido por la Junta Provi-
quien realmente probó su autenticidad fue Enrique Ruiz Guiñazú, quien sional Gubernativa de estas provincias en l° de septiembre de 1811, relativo
realizó pruebas históricas e ideográficas.25 Vale la pena leer su obra. a la extinción del tributo, y además derogada la mita, las encomiendas, el
La burguesía revolucionaria no hizo otra cosa que recurrir al terror yanaconazgo y el servicio personal de los indios bajo todo respecto y sin
organizado, concentrado y sistemático contra sus enemigos de clase. Eso exceptuar aun el que prestan a las iglesias y sus párrocos o ministros, siendo
es, justamente, el Estado. Organizado, porque la guerra requiere la co- la voluntad de esta Soberana corporación el que del mismo modo se les
ordinación de todos los movimientos, la especialización de las tareas, la haya y tenga a los mencionados indios de todas las Provincias unidas por
división del trabajo y la disciplina de todos sus miembros. Concentrado, hombres perfectamente libres, y en igualdad de derechos a todos los demás
porque la clase debe retener todos los medios materiales de coacción ciudadanos que las pueblan, debiendo imprimirse y publicarse este Sobera-
posibles para que no caigan en manos del enemigo. A su vez, debe cen- no decreto en todos los pueblos de las mencionadas Provincias, traducién-
tralizar la toma de decisiones en un Estado mayor (Castelli, Moreno, dose al efecto fielmente en los idiomas Guaraní, Quechua y Aymará, para
Saavedra, Monteagudo, Belgrano). No puede permitirse el lujo de dis- la común inteligencia. - Firmado.- Dr. Tomás Valle, presidente. - Hipólito
persar las resoluciones. La “autonomía” de cada miembro o grupo es Vieytes, secretario.”28
un instrumento de confusión en las filas. La Junta es muy explícita al
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Asimismo, se suprimió el uso de la tortura: en los campos del Sud resonó.
“La Asamblea general ordena la prohibición del detestable uso de los Buenos Aires se pone a la frente
tormentos, adoptados por una tirana legislación para el esclarecimiento de de los pueblos de la ínclita Unión
la verdad e investigación de los crímenes; en cuya virtud serán inutilizados y con brazon robustos desgarran
en la plaza mayor por mano del verdugo, antes del feliz día 25 de mayo, los al ibérico altivo León”
instrumentos destinados a este efecto. Firmado Juan Larrea, presidente.- Hi-
pólito Veytes, Secretario.”29 Estas estrofas, son parte del poema que hoy es el Himno Nacional
Argentino. Claro, fueron censuradas. Para la década de 1840, el fragor
Así también queda abolida la Inquisición. Si bien esta institución era de la batalla había pasado, ahora la burguesía estaba interesada en cons-
casi inexistente en el Río de la Plata, tenía cierto peso en el Alto Perú, tituir un orden estable. Vicente López comentaba a sus allegados:
en Lima y en Nueva España. La proclama sirve, entonces, para delimitar
aguas e infundir fuerzas a los grupos liberales revolucionarios en el con- “¡Cosa singular! Antes del año 1830, yo firmaba, con toda tranquilidad
tinente. No hay que olvidarse que el Vaticano rompió relaciones con el de ánimo, una sentencia de muerte, cuando el crimen capital estaba bien
gobierno revolucionario y que reconoció al gobierno nacional recién en comprobado y bien clasificado por la ley. Pero, cuando mi curiosidad me lle-
1835. Los papas Pío VII y León XII se expidieron bien claramente contra vó a imponerme en la literatura y en la filosofía que comenzó a predominar
la independencia americana en las bulas de 1816 y 1825. en los tiempos próximos a la Revolución Francesa de 1830, y me inicié en
Hay una última razón para justificar la excesiva disciplina de la revo- las doctrinas que se hacían valer contra la pena de muerte, se introdujo en
lución rioplatense. Hacia 1815, toda la América revolucionaria estaba mi conciencia una duda: una duda terrible, de si me era permitido ejecutar
en poder de la monarquía española. Venezuela había sido invadida por o no a un hombre.[…] Pero todo esto había sido conmovido dentro de mi
la flota de 15.000 hombres, enviada desde España, al mando de Mo- conciencia, y la mano ya no respondía con quietud como antes al texto de
rillo. Chile había sido tomado en la famosa batalla de Rancagua. El la ley positiva.”30
Alto Perú, perdido en el combate de Sipe-Sipe, que hace retroceder a
Rondeau hasta Salta. Sólo el Río de la Plata se hallaba en firme posesión López adjudica su nueva perspectiva, más “humana”, a sus lecturas.
de los sublevados. Buenos Aires fue el punto más sólido que tuvo la revo- Intenta atribuir a la evolución de las ideas lo que es producto de los ava-
lución americana. Una de las claves fue el enorme desarrollo político de tares de la lucha de clases. Sin embargo, nuestro poeta no es un traidor
la alianza revolucionaria. Sin un programa firme, sin una organización y a su clase. Sencillamente, ésta le dio nuevas tareas. Antes fue destruir,
sin una estricta disciplina, no se hubiese logrado sobrevivir. ahora construir y evitar que se destruya lo ya edificado. Seguramente
Al concluir la guerra civil, la burguesía se constituye en clase domi- Moreno y Castelli hubieran pregonado la quietud y el orden. Cierto,
nante. Asegurada su hegemonía, la tarea de la hora es garantizar la paz muy cierto, pero las palabras de Vicente López siguen siendo un modo
social, o sea, el desarrollo del sistema de explotación, sin resistencias. un poco miserable de virar y una puñalada por la espalda para con sus
Esta nueva coyuntura exige evitar la posibilidad de una transformación otrora camaradas que dieron la vida por la causa y por él, si hubiera
revolucionaria y una condena a los métodos que utilizan en esos casos sido necesario. Se puede ser más honesto y llamar a las cosas por su
quienes las motorizan. La burguesía en el poder expone a los otrora nombre.
dirigentes revolucionarios como nuevos adalides de la convivencia pací- Eran tiempos de la “restauración” rosista. Del rechazo a los tumultos
fica. Surgen así los “arrepentidos”, la mejor arma para desalentar nuevas que introdujo la revolución. El blanco de todas las abominaciones fue
impugnaciones. Vicente López y Planes fue uno de los más decididos Juan José Castelli, quien encarnaba más vivamente los métodos revolu-
dirigentes de la revolución. Tuvo a su cargo la represión de los enemigos. cionarios, quien había osado desafiar la autoridad clerical, quien había
Como artista, creó una obra que llamaba a la acción, infundiendo fuerza arrancado el crucifijo de la Catedral de Potosí, para luego quemarlo y
moral a los combatientes: pasearlo por la ciudad. Allí, en ese clima, es que surge la íntegra voz de
Nicolás Rodríguez Peña:
“¡El valiente argentino a las armas
corre, ardiendo con brío y valor! “Castelli no era feroz ni cruel. Castelli obraba así porque a ello estába-
El clarín de la guerra, cual trueno mos comprometidos todos. Cualquier otro, debiéndole a la patria lo que
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nos habíamos comprometido a darle, habría obrado como él. Lo habíamos Y sin embargo, la violencia no es un simple acto de voluntad. No es
jurado todos, y hombres de nuestro temple no podían echarse atrás. Re- voluntaria por varios motivos. En primer lugar, y como vimos anterior-
próchennoslo ustedes, que no han pasado por las mismas necesidades, ni mente, la guerra no se desató porque la dirección burguesa así lo quiso,
han tenido que obrar en el mismo terreno. ¡Qué fuimos crueles! ¡Vaya con sino porque la sociedad había llegado a un grado de crisis en el cual los
el cargo! Mientras tanto, ahí tienen ustedes una patria que no está ya en el problemas no podían resolverse sin quitar del medio a uno de los dos
compromiso de serlo. […] Arrójennos la culpa al rostro y gozen los resulta- términos de la contradicción. Arriba señalamos los intentos de la direc-
dos. Nosotros seremos los verdugos, sean ustedes los hombres libres”31 ción burguesa por llevar adelante una estrategia reformista. Anulada la
posibilidad de desarrollarse por ese camino, la burguesía se lanzó a la
Esas palabras, son las nuestras. conquista del poder. Y el poder se toma por la fuerza. Por otro lado, el
terror necesita, para efectivizarse, de medios materiales. En concreto:
Porque yo quiero, porque soy temible hombres dispuestos al combate, alimento, transporte, medicinas y ar-
mas. O sea: dinero, mucho dinero. Parte de las riquezas producidas por
Nos queda un interrogante más, antes de abandonar el enigma de la la sociedad deben ser entregadas a la guerra. La política sólo es posible si
violencia en la revolución. Se trata de entender qué es lo que se esconde la economía la respalda. Por eso Belgrano, desde que se lanzó al combate
detrás de la reflexión burguesa sobre el problema. Para ver cómo se lo directo, tuvo una sola idea en la cabeza:
presenta, basta ver cualquier informativo televisivo o leer la página poli-
cial de los diarios de mayor tirada. “De mis principios nadie me separa: ejército y dinero son nuestras prin-
El pensamiento burgués cataloga a la violencia como un hecho vo- cipales exigencias para salvar la Patria; ésta es la verdadera, todo lo demás es
luntario, individual y, en algunos casos, hasta irracional. Voluntario, andarse por las ramas y exponernos a ser víctimas de repente […] con dos mil
porque supone un simple acto de voluntad, una decisión: mato o no hombres buenos esto se acaba pronto, y si lo dejamos para luego, mucho me
mato. Es un problema que se origina en la cabeza de las personas. La dic- temo que se pierda para siempre.”32
tadura militar tomó la determinación de matar. Roca quiso exterminar a
los indígenas. Por lo tanto, la violencia es el fruto del libre albedrío y de Su obsesión por esos “dos mil hombres buenos” lo acompañó toda
la autodeterminación. En segundo lugar, la violencia es explicada como su vida. Nunca le llegaron. No se trató del “conservadurismo” de los
un producto individual. Cada uno es responsable de su propia decisión. gobiernos de Buenos Aires. Sencillamente, no había plata, o la naciente
La violencia se decide en la esfera personal y luego se traslada hacia cam- burguesía porteña no estaba dispuesta a financiar, indefinidamente, una
pos más amplios, no importa el número. En todo caso, es una sumatoria campaña tan arriesgada y con dudosos beneficios. Belgrano entendió
de voluntades. Pero la unidad de análisis y el límite del mismo es el ser mejor que Pigna y Lanata la esencia de las guerras: no se trataba de
humano aislado. Todo se desarrolla allí, en su cabeza y en su cuerpo. En hombres arrojados (que lo fueron), ni de la convicción de un pueblo
virtud de que es un acto voluntario e individual es que puede ser ple- (que la hubo), sino de qué recursos van a ponerse a disposición para
namente identificable en un personaje o en un grupo de personas. No hacer qué. Cuando San Martín logró conjurar el peligro realista sobre
importa el signo del acto, éste adquiere una importancia por sí mismo, las Provincias Unidas, Buenos Aires comenzó a mezquinarle los recur-
abstraído de la sociedad que le da origen. sos. ¿Por qué? Porque la burguesía porteña no tenía ya mayor interés en
El problema de la voluntad contiene ciertos elementos verdaderos. llegar a Lima.
La violencia requiere de una gran disposición personal para ejercerla. El problema del individuo en la historia. Ningún período de la his-
No cualquiera puede matar a otro ser humano. No cualquiera puede toria argentina contiene más elementos de exaltación a la persona como
ordenar una masacre. Saliendo de la esfera del individuo, emprender éste. No hace falta ejemplificar demasiado, supongo. La cuestión es que
una guerra requiere la decisión de una gran parte de la sociedad. La en esa reducción de la dinámica social a las decisiones personales hay
clase social llamada a liderar las acciones debe predisponerse para hacer- elementos de realidad y argumentos, más bien, ficticios. Es cierto que
lo. Debe organizar sus fuerzas y establecer las alianzas necesarias. Si la el curso de la revolución se decidió en varias guerras. Es cierto que los
clase no se determina a liquidar a su antagonista, perece. Por lo tanto, ejércitos dependen, en gran medida, de sus direcciones. Por lo tanto,
una revolución, una guerra civil, requiere de una dosis importante de los dirigentes tienen un peso, por derecho propio, en el desarrollo de la
voluntad colectiva. historia, en particular, en los momentos de crisis. Si Castelli no fusila
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a Liniers con su mano, tal vez la contrarrevolución hubiese triunfado, lo colocan en el centro de los lazos sociales: su capacidad de entrega, su
como en México. Sin los conocimientos y el carácter de San Martín, el firmeza, su preparación intelectual, sus conocimientos técnicos y (cuan-
regimiento que liberó el territorio y llegó hasta Lima tal vez no hubiese do no) su amor a la patria. Esas cualidades pueden existir, sin embargo,
nacido nunca. Sin embargo, esa capacidad de ciertas personas de incidir necesitan de ciertos procesos sociales para desplegarse. En primer lugar,
en forma determinante sobre el curso de los acontecimientos es el fenó- necesitan una clase interesada en la transformación social. En segundo,
meno más superficial y el resultado de un proceso social. El “prócer” no que el sistema haya agotado sus potencialidades. En tercero, que se des-
es otra cosa que un sujeto que ha anudado una gran cantidad de relacio- ate un proceso revolucionario, porque, en tiempos “normales”, no es el
nes sociales. Eso quiere decir que ha logrado ser el mejor representante curso de la historia lo que está en juego. En cuarto, que la clase revolu-
de un programa, por su capacidad para encarnarlo. El dirigente, a esa cionaria gire hacia una estrategia revolucionaria y forme su partido, en el
altura, se ha enlazado a millones de personas. Su vida deja de pertene- cual el personaje en cuestión tiene que desenvolverse. En quinto (y últi-
cer al estrecho círculo de sus allegados. Su acción repercute en todos mo) lugar, que esta clase, no sólo integre el partido sino que ponga toda
aquellos con los que se halla ligado. Por lo tanto, es un ser sumamente su confianza en una dirección reconocida. En concreto: hombres con
social, que ha transformado sus rasgos individuales en colectivos. Mu- nombre y apellido. Una enorme cantidad de procesos sociales tienen
chos hombres y mujeres, que hubieran sido buenos padres de familia en que confluir para que un individuo calificado pueda desenvolver sus
otras circunstancias, se vieron lanzados a dirigir ejércitos. Belgrano no aptitudes. Y queda aún un argumento más: el dirigente en cuestión no
pudo casarse. Castelli murió joven, pobre y enfermo. Moreno, envene- sale de un repollo. Es formado por su clase o por la enemiga. El hecho
nado en un barco. San Martín no pudo acompañar a su mujer mientras de que toda la potencialidad transformadora se concentre en unos pocos
agonizaba: estaba reorganizando el ejército para partir al Perú. Manuel hombres esconde toda una serie de transformaciones económicas, políti-
Belgrano entró en razones del problema cuando San Martín se quejaba cas e ideológicas hasta llegar al punto más alto. En síntesis, el individuo
de sus dolencias. Su amigo le advirtió: es parte importante y explicativa de la violencia, pero sólo en tanto ser
concreto, envuelto en sus relaciones sociales.
“Siento mucho que mortifiquen a usted sus achaques. Preciso es cuidar-
se y tomar precauciones para recuperar la salud y poder continuar la empre-
sa hasta concluirla. Ya usted no es de sí mismo: es de la gran causa que –no Notas
hay remedio- es a usted a quien toca ponerle fin.”33
1
Citado en Canter, Juan: “El Río de la Plata y la Revolución Francesa, 1789-
Castelli mismo, el implacable, reconoce el carácter colectivo de sus 1808”, en Levene, Ricardo (dir.), Historia de la Nación Argentina, El Ateneo,
decisiones, contrarias a las que hubiera tomado como personaje aislado. 1941, v. V, primera sección, p. 47.
En 1811, le escribe una carta personal a Feliciano Chiclana, desde Chu- 2
Véase Trotsky, León: Historia de la revolución rusa, capítulo XI: “La dualidad
quisaca. Éste le había aconsejado satisfacer las pretensiones del Gober- de poderes”.
nador de Salta de moderar sus acciones y remitir a los desterrados en el 3
Halperín Donghi, Tulio: “Militarización revolucionaria en Buenos Aires
Alto Perú. Castelli le hace ver su parecer: (1810-1815)”, en Halperín Donghi, Tulio (comp.): El ocaso del orden colonial
en Hispanoamérica, Sudamericana, Buenos Aires, 1978, p.134.
“Quisiera que usted leyese mi corazón para que no dudase cuan sensible 4
Datos reconstruidos a partir de las listas oficiales publicadas en Documentos
me ha sido la eliminación de esos hombres. Crea que el Gobierno Supremo para la Historia Argentina, Facultad de Filosofía y Letras, Buenos Aires, 1913-
me dio la lista a la que yo no agregué sino unos muy malos a juicio universal, 1919, t. XII.
y di cuenta. En el intermedio, recibí las incitativas más serias al cumplimiento 5
Citado en Ratto de Sambucetti, Susana: La Revolución de Mayo. Interpretacio-
con ampliaciones, que no me dejaron el menor arbitrio, so pena de ser mirado nes conflictivas, Siglo Veinte, Buenos Aires, 1983, p.213.
como un arbitrador perjudicial a la seguridad de la patria. Mire, pues, cómo 6
Acuerdo del 13 de julio de 1809, en Acuerdos del Excelentísimo Cabildo, libro
podré facultarle para que haga regresar a alguno, aunque sea santo.”34 LXIV, p. 523.
7
Carta de Baltasar Hidalgo de Cisneros a Benito Hermida, 18 de noviembre
Pero, contra los argumentos que socializan al individuo, aún puede de 1809, en Mayo Documental, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos
objetarse que son, fundamentalmente, sus cualidades personales las que Aires, 1963, Tomo X, p.141.
94 95
8
Véase Levene, Ricardo: Ensayo histórico sobre la Revolución de Mayo y Mariano Buenos Aires, 1960, t. XIV.
Moreno. Contribución al estudio de los aspectos político, jurídico y económico de la 27
Véase el Diccionario de la Real Academia Española, versión digital para Win-
Revolución de 1810, El Ateneo, Buenos Aires, 1949. dows.
9
Halperín Donghi: “Militarización…” op.cit., pp.157-158. 28
“Decreto del 21 de mayo de 1813”, en El Redactor de la Asamblea, 29 de
10
Carta de Manuel Belgrano a Cornelio Saavedra, Santa Rosa, 31 de ene- mayo de 1813, citado en Chiaramonte, José Carlos: Ciudades, provincias, esta-
ro de 1811, en Weinberg, Gregorio (comp.): Epistolario Belgraniano, Taurus, dos: orígenes de la Nación Argentina (1800-1846), Ariel, Buenos Aires, 1997,p.
Buenos Aires, 2001, p. 99. 422..
11
Carta a Bernardino Rivadavia, Jujuy, 3 de junio de 1812, en Weinberg, 29
“Decreto del 21 de mayo de 1813”, en El Redactor de la Asamblea, 29 de
Gregorio (comp.): Epistolario Belgraniano, op. cit., p.162. mayo de 1813, citado en Chiaramonte, José Carlos: op. cit, p. 423.
12
Artículo III del bando sobre “Cuerpos militares” de la Junta Provisinal 30
Citado por Vicente Fidel López en su Historia de la República Argentina,
Gubernativa, 29 de mayo de 1810, en Maillé. Augusto (comp.), La Revo- Lectum, Buenos Aires, 1970 (1ra edición en 1881), t. II, p.142.
lución de Mayo a través de los impresos de la época, t. I, p. 375, citado en 31
Carta de Nicolás Rodríguez Peña a Vicente Fidel López, Buenos Aires,
Garavaglia, Juan Carlos, op. cit., p. 378. 1843, citada en Vicente Fidel López: op. cit., t. II, p. 141.
13
Para una descripción puede consultarse dos obras de opuesta posición 32
Carta de Manuel Belgrano a Bernardino Rivadavia, Campo Santo, 11 de
histriográfica que coinciden en este punto: Rodríguez Molas, Ricardo, His- mayo de 1812, en Weinberg, Gregorio (comp.): Epistolario Belgraniano, op.
toria social del gaucho, CEAL, Buenos Aires, 1982, cap. 5 y Garavaglia, Juan cit., pp.159-160.
Carlos, op. cit., cap. IX. 33
“Carta de Manuel Belgrano a José de San Martín”, Tucumán, 26 de sep-
14
Instrucciones secretas dadas al Comandante del ejército del norte, citado tiembre de 1817, en Weinberg, Gregorio (comp.): Epistolario Belgraniano, op.
en Serrano, Mario Arturo: Cómo fue la revolución de los orilleros porteños, Plus cit, p. 335.
Ultra, Buenos Aires, 1972, pp. 31-32. 34
Biblioteca Nacional, Sección Manuscritos, Documento nº 5197, citado en
15
Carta de Mariano Moreno a Feliciano Chiclana, Buenos Aires, 17 de agos- Serrano, Mario Arturo: op. cit., p.57.
to de 1810, en Ruiz Guiñazú, Enrique: Epifanía de la libertad. Documentos
secretos de la Revolución de Mayo, Nova, Buenos Aires, 1952, pp.377-378.
16
El primer término se refiere a que pueden ver en la causa revolucionaria la
satisfacción de sus intereses totales o parciales. En segundo que el movimien-
to se desató sin dirección y sin un previo proceso de evolución política.
17
Carta de Santos Fortunato Vallester a Ángel Justiniano Carranza, Buenos
Aires, 20 de octubre de 1874, citado en Álzaga, Enrique Williams: Álzaga
1812, Emecé, Buenos Aires, 1968, p. 284.
18
Véase Beruti, Juan Manuel: Memorias curiosas, Emecé, Buenos Aires, 2000,
p. 254.
19
Dictamen de la Junta Provisional Gubernativa, 15 de julio de 1810, en
Moreno, Mariano: Escritos políticos, edición al cuidado de Norberto Piñero,
La Cultura Popular, Buenos Aires, 1937, p.294.
20
Moreno, Mariano: op. cit., p. 298.
21
Idem, p. 303.
22
Idem, p. 305.
23
Idem, p. 305.
24
Idem, p. 304.
25
Véase Ruiz-Guiñazú, Enrique: Epifanía de la libertad. Documentos secretos de
la Revolución de Mayo, Nova, Buenos Aires, 1952.
26
“Instrucción que deberá observar el Comandante General de la expedi-
ción a las Provincias Interiores”, en Biblioteca de Mayo, Senado de la Nación,
Lucha cultural y
conciencia burguesa
A propósito de los Discursos varios…
de Juan Manuel Fernández de Agüero y Echave
“Lo que la revolución no fue en absoluto es
un acontecimiento fortuito. Cierto que cogió
desprevenido al mundo, y sin embargo, no era sino
el complemento del más largo de los trabajos,
la terminación súbita y violenta de una obra
para la que trabajaron diez generaciones de hombres.”
Alexis de Tocqueville, El Antiguo Régimen y la Revolución

Las dos décadas que preceden a la revolución de 1810, en el Río de


la Plata, son testigos del vertiginoso desarrollo cultural de la región. El
virreinato, y en particular su capital, asisten a la proliferación de insti-
tuciones educativas y científicas. Aparecen los primeros periódicos y las
primeras sociedades literarias. Se construye el primer teatro importante:
la Casa de Comedias (1783). Es en esta época cuando se constituye un
núcleo estable de artistas con arraigo local, con un trabajo relativamente
sistemático y una producción vinculada indisolublemente a los proble-
mas políticos y económicos rioplatenses. Un proceso que puede descri-
birse como el de la génesis de una intelectualidad local.
No vamos a insistir aquí con el señalamiento del conjunto de mo-
dificaciones acaecidas en el período y terreno estudiado. Son harto co-
nocidas. La historiografía ha insistido detalladamente sobre ellas desde
su inicio.1 Sin embargo, quisiéramos señalar tres acontecimientos que
revelan la envergadura de la transformación. El primero es la creación
del Real Colegio de San Carlos (1783). Antes de su inauguración, los
intelectuales porteños debían instruirse en Córdoba, en Chile o en el
Perú. El Real Colegio permite su formación en el ámbito local, aunque
99
100 101
luego deban perfeccionarse en Chuquisaca o en Córdoba. El segundo es los intelectuales argentinos, la literatura nacional comienza en 1837.3
la creación del Tribunal del Protomedicato (1780) que se dedica a certi- Todas las producciones anteriores se consideran expresiones menores.
ficar el ejercicio de la medicina. Este organismo expresa el desarrollo de Su expreso, y tal vez poco metafórico, contenido político las desaloja del
esta actividad, al punto de que ya se torna necesario fiscalizarla. Buenos Parnaso.
Aires cuenta, para esos años, con 23 médicos sobre 35.000 habitantes, Lo que intentaremos aquí es, en primer lugar, advertir que las pregun-
aproximadamente. No es poco para una ciudad de desarrollo tardío, tas con las que trabaja la historiografía actualmente son inconducentes
en un período histórico donde la enseñanza es un bien sumamente cir- y que, por lo tanto, debe reformularse por entero el programa de investi-
cunscrito. Córdoba, por ejemplo, no cuenta con ninguno. En Buenos gación. En segundo, demostrar que ese proceso de desarrollo intelectual
Aires, hasta mediados del siglo XVIII, los enfermos debían sufrir la in- esconde un combate ideológico entre las fuerzas feudales y la naciente
tervención de clérigos o curanderos. El tercero, y más significativo, es la burguesía rioplatense. Lo que estamos proponiendo es, francamente,
construcción de una imprenta, la de los Niños Expósitos, en 1780. Hasta que aquello que se ha dado llamar “Ilustración iberoamericana”4, no es
entonces, el privilegio y monopolio de imprimir libros y folletos lo tenía sino una expresión de la lucha de clases en el terreno cultural. Para ello,
la orden de los jesuitas, en Córdoba.2 Este adelanto permite la consti- examinaremos la figura de un personaje muy poco conocido: Juan Ma-
tución de un soporte material a la producción de Buenos Aires y a la nuel de Agüero y Echave, presbítero, limeño y autor de seis obras contra
edición de obras extranjeras. Entonces, independientemente del signo la ideología burguesa. Entre ellas, la que reproducimos enteramente en
que pueda atribuírsele al fenómeno, nos encontramos con el desarrollo este libro.
de una cultura local, capaz de formar intelectuales propios y de sentar las
condiciones para el despliegue de su actividad. Lo ilustre y lo pedestre
Observando más de cerca el proceso, hay dos elementos que lo hacen
más relevante aún: por un lado, el contenido de una gran parte de esas El estudio de las ideas precisa de un recaudo común a cualquier acti-
producciones y por el otro, la trayectoria de sus intérpretes. El primero vidad científica: no dejarse encandilar por las apariencias. Su tarea con-
se refiere a las ideas llamadas “ilustradas”. Se ha escrito mucho (y en bre- siste, justamente, en develar lo que se oculta más allá de lo inmediata-
ve analizaremos qué) sobre las características “iluministas” de la produc- mente perceptible. Lamentablemente, un afán excesivamente empirista
ción intelectual rioplatense. Sin embargo, hay cierta coincidencia en que le ha impedido, a muchos historiadores del período, dar una satisfacto-
la mayoría de los escritos de la época alientan la libertad comercial, el de- ria respuesta a los interrogantes que le plantean las fuentes. El asunto
sarrollo de las producciones locales y la enseñanza del racionalismo. El se ha tornado más grave aún: en estos últimos años la reivindicación
segundo elemento da menos lugar a debates: encontramos allí a futuros de los aspectos superficiales se elevó al nivel de teoría, bajo la forma
dirigentes revolucionarios como Manuel Belgrano, Juan José Castelli, de microhistoria. Como en el resto de los campos de investigación, las
Juan Hipólito Vieytes, Nicolás Rodríguez Peña, Vicente López y Planes, reflexiones sobre la temática que nos convoca han ido ganando en do-
Esteban de Luca y Antonio Cabello y Mesa, entre otros. Entonces, estos cumentación lo que han perdido en capacidad para plantear problemas
dos elementos dan paso a un problema que, a esta altura, parece caer de significativos.
maduro: la relación entre el desarrollo cultural a fines del período colo- Las primeras reflexiones sobre los fenómenos que aquí nos ocupan,
nial y la Revolución de Mayo. En particular, la pregunta que la historio- tienen sus representantes en los intelectuales liberales de la segunda mi-
grafía ha intentado desentrañar es si el movimiento cultural representa tad del siglo XIX y principios del siglo XX. Una continuidad que abarca
o no la construcción de un programa revolucionario. Cada corriente a Juan María Gutiérrez, Vicente Fidel López, Bartolomé Mitre y Ricardo
ha dado una interpretación distinta a lo que entiende como “programa Rojas.5 Su preocupación era encontrar antecedentes de la conciencia
revolucionario”. Además, cada una de ellas le ha dado a la producción nacional, más expresamente “argentina,” en el período colonial. Su ta-
ideológica un peso distinto en la historia. No obstante, la gran mayoría rea, presentar los resultados de la acción de su clase como la natural y
de quienes se han ocupado del tema han aceptado esta formulación ini- progresiva evolución de ese espíritu “argentino.” El Estado nacional es,
cial del problema como el punto de partida de sus estudios. para ellos, la condensación de la naturaleza de las cosas y no el resultado
Curiosamente este gran despegue cultural, y su innegable relación de una guerra civil. Se suele asociar a estos autores con el nacionalismo
con las fuertes convulsiones sociales de comienzos del siglo XIX, ha sido romántico europeo6. Sin embargo, mientras el nacionalismo europeo re-
excluido del examen por parte de los estudios literarios locales. Para monta su espíritu nacional al pasado medieval, en actitud de retorno, el
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nacionalismo liberal argentino asume su conciencia como una ruptura, rosismo y en el peronismo. Por el contrario, el liberalismo es el producto
despreciando el pasado colonial como una etapa oscura de la sociedad de las reformas borbónicas, que cuaja en un grupo de letrados criollos.
y reivindicando la influencia del pensamiento iluminista europeo. No Sin embargo, la Revolución Francesa obliga a la monarquía de Carlos
reniega de la razón universal, sino que la reivindica. Esta distinción es IV a retroceder y a prestar cierto apoyo a los grupos reaccionarios. La
importante porque estos autores ligan el proceso revolucionario con el revolución, entonces, es obra de un grupo de criollos ilustrados de la
francés. Por lo cual, el proceso del despertar intelectual es émulo del que ciudad capital en alianza con los grupos rurales.
se produjo en Europa. Hasta aquí, y más allá de las diferencias, los distintos enfoques os-
El nacionalismo liberal va a encontrar una reacción por parte de la tentan dos supuestos comunes. El primero es que los programas repre-
Iglesia: los historiadores católicos y la reivindicación de la cultura co- sentan tipos sociales y permanecen estáticos a lo largo de la historia,
lonial. Entre los más destacados de esta corriente se encuentran Gui- variando sólo la forma en que se presentan. El segundo, que los procesos
llermo Furlong y Ricardo Zorraquin Becú. El clero católico, a través de sociales tienen como motor inmediato las ideas políticas. Dicho en tér-
sus intelectuales, intenta combatir la asociación entre la revolución y el minos más rigurosos: los intelectuales no representan a ningún grupo ni
laicisismo. Sus trabajos se dedican a demostrar que los revolucionarios clase social, sino que forman, con sus agrupamientos ideológicos, gru-
moderados, que habrían sido los verdaderos fundadores de la patria, pos sociales en sí mismos. La falacia del primer supuesto se evidencia
aborrecían las doctrinas francesas. Su formación debió tributo, más con una aproximación más fáctica: no puede señalarse una continuidad
bien, a la “ilustración católica”, es decir, a los trabajos del clero español inmediata entre Baltasar Maziel, protegido de Paula Sanz, y Mariano
influido por el racionalismo, pero depurándolos de toda influencia re- Moreno, quien lo manda fusilar. La segunda presunción será objeto de
volucionaria. Y he aquí una afirmación que va a concentrar las polémi- discusión más adelante.
cas historiográficas de las décadas de 1950 y 1960: los revolucionarios Tulio Halperín Donghi, en su primer trabajo de envergadura 9, in-
no se inspiraron en el contractualismo de Rousseau para despojar a las tentará desmitificar la imágen estática de la cultura colonial y descartar
autoridades coloniales, sino en la teoría de la retroversión de la sobera- la influencia de los tratadistas españoles del siglo XVI en los revolucio-
nía del Padre Suárez, elaborada en el siglo XVI. La influencia francesa narios rioplatenses. Su análisis de los principales intelectuales demuestra
existió, efectivamente, pero fue la que produjo la dictadura liberal y la que predominan las tendencias ilustradas, esto es, las que postulan el
posterior anarquía. Por esta vía se reivindica al rosismo. pacto de sociedad (Rousseau) por sobre la idea del pacto de sujeción de
Es José Luis Romero quien inaugura la historiografía moderna 7. No la tradición de las comunidades castellanas. Su intento de historizar la
por el método de análisis de fuentes (utiliza muy pocas) o por las con- ideología revolucionaria, sin embargo, adolece de ciertas insuficiencias.
clusiones de sus trabajos, sino por las preguntas que formula y la forma La presenta como una solución a la crisis de la monarquía. Por lo tan-
que tiene de resolverlas. Romero desestima las preocupaciones en torno to, la ideología de mayo no sería el producto del desarrollo ideológico
a los contenidos de la nacionalidad. Propone, en cambio, la reflexión revolucionario, sino tan sólo una reacción ante un conflicto causado
sobre las causas de la ausencia de un régimen democrático estable en la por una coyuntura externa. Cabe preguntarse en qué medida, bajo esta
Argentina. La respuesta, consigna, debe buscarse en la cultura política, hipótesis, puede hablarse de una ideología revolucionaria.
en particular, en la de los dirigentes políticos. La dinámica de la historia El trabajo no analiza, tampoco, autores trascendentales para la cons-
argentina se debate a partir de la contradicción/adecuación entre el sur- trucción del programa revolucionario, como Maziel y Manuel José de La-
gimiento de nuevos grupos sociales y el sistema institucional, que debe vardén. Por último, el carácter revolucionario del movimiento de Mayo
ampliarse cada vez más, no sin mediar grandes conflictos. estaría en el tipo de legitimidad política que se arrogan sus dirigentes.
Romero señala con particular énfasis el desarrollo de la cultura colo- Por lo tanto, la revolución implicaría tan sólo un cambio en las formas
nial, ya que, según el autor, en esta etapa se delinean las dos vertientes del discurso político.
que van a surcar los conflictos de nuestra historia: el despotismo y el Un párrafo merece la labor de Enrique Wedovoy. En un estudio ri-
liberalismo 8. El primero es instaurado tras la conquista por la dinastía guroso acerca de la obra de Lavardén, señala que estos intelectuales son
de los Austria. La ausencia de vida urbana en el siglo XVII genera un parte de la extensión de las funciones burguesas. En particular Manuel
desapego a la vida institucional y una autoridad que sólo es tenida por José de Lavardén sería un intelectual revolucionario de la burguesía mer-
tal en la medida que sepa imponerse de hecho. Esta tradición se conti- cantil 10. Así es como a fines del siglo XVIII la burguesía intenta imponer
nuará en la democracia inorgánica de las masas en el caudillismo, en el su ideología realista, utilitarista y racionalista. A estos mismos intereses
104 105
responde su neoclasicismo literario. Esta escuela, según Wedovoy, reivin- empresa particular, su interés atañe a una parte de la clase y no puede
dica el arte universal cuyo fundamento sería la razón natural. tomar la suficiente distancia para representar al todo. En esta instancia,
Quien más ha trabajado sobre la labor intelectual hacia fines de la no podemos dejar pasar dos señalamientos. Lavardén estuvo vinculado
colonia es José Carlos Chiaramonte. Sin embargo, el conjunto de su a empresas agrarias, por lo que mal podría caracterizarlo como parte
obra es más bien heterogénea. En cuarenta y cinco años de trabajo sus de una burguesía comercial. En cuanto a las salvedades que proponía
hipótesis y problemas han ido variando. Podemos dividir su trayectoria Chiaramonte -con respecto a la incompatibilidad entre las tareas téc-
en tres grandes momentos: sus primeros trabajos, a fines de los cincuen- nicas de la clase y las políticas-, debe señalarse que Belgrano, Castelli,
ta, los elaborados a fines de los setenta y los más recientes. Su primer Vicente López y Rosas eran estancieros, lo mismo que Dorrego, Urquiza
período lleva la influencia de las tesis que el comunismo prescribía para y Roca. Nadie se atrevería a desconfiar del carácter orgánico de estos
la Argentina: la revolución burguesa fracasó, perpetuando el feudalis- intelectuales.
mo. Chiaramonte lo pone en términos similares, pero no idénticos: en En sus trabajos posteriores (de fines de la década de 1970) su preocu-
Argentina no pudo desarrollarse una burguesía manufacturera, tan sólo pación va a tener como epicentro un eje, más exclusivo, en el terreno
una comercial. Por eso, el autor va a interrogarse acerca de la distancia de las ideas. Volviendo críticamente sobre sus trabajos, Chiaramonte se
que mediaba entre los intelectuales revolucionarios, su ideología y su interroga acerca de si puede, legítimamente, identificarse el movimiento
clase: cultural de fines del siglo XVIII y primeros años del XIX con la Ilustra-
ción. Su respuesta será afirmativa, pero sólo en tanto que se trata de
“Este conflicto, verdadero drama para estos hombres, consiste en poseer intelectuales influidos por el desarrollo cultural europeo, del cual toman
un bagaje ideológico notablemente maduro merced a la frecuentación del ciertos elementos susceptibles de una aplicación local. Sin embargo, es-
pensamiento europeo, pero que no encuentra el suficiente apoyo en la es- taríamos, más bien, frente a un fenómeno de préstamo cultural antes
tructura material del país. La debilidad esencial de la burguesía criolla del que a un proceso de creaciones originales. La diferencia más significa-
siglo pasado trabó constantemente la actividad de sus mejores representan- tiva entre la cultura rioplatense y la europea sería, entonces, que esta
tes hasta llevarlos al fracaso.”11 última produce intelectuales orgánicos que reflexionan sobre problemas
generales. En cambio, en el Río de la Plata, estaríamos ante produc-
Este desencuentro entre el programa de los intelectuales y las posi- ciones culturales con un carácter muy específico y con una base social
bilidades de la burguesía se resuelve en la moderación del liberalismo compuesta por grupos vinculados a formas precapitalistas12. Un cambio
y en el eclecticismo crónico de la intelectualidad argentina. La verde significativo aparece en su nueva propuesta: Belgrano y Moreno ya no
teoría debe lidiar con la gris y farragosa vida. Estos primeros trabajos, le son intelectuales burgueses, sino representantes de clases precapitalistas
permiten deducir una idea que, aunque sencilla, resulta novedosa: los que buscan dar salida a sus producciones13:
intelectuales orgánicos, los que representan al conjunto de la clase, son
el último eslabón de una cadena, cuyo inicio puede datarse a partir del “Dado el carácter del objeto que nos ocupa, el estudio de la sociedad,
año 1800. Quienes los precedieron, aunque innovadores, no pueden ser faltaba el sujeto capaz de una reflexión autónoma sobre este objeto: faltaba
considerados parte de esta genealogía debido a su fuerte sesgo concilia- una clase social socialmente madura […] Pues los grupos sociales econó-
dor y ecléctico. Entre ellos, Baltasar Maziel, el padre Feijoo y Manuel micamente poderosos […] representaban, en el mejor de los casos, grupos
José de Lavardén. Su moderación no fue sino el fruto del renovado vi- particulares –de un particularismo ya regional, ya corporativo- no suficien-
gor que adquirieron la Iglesia católica y el vínculo colonial, durante la temente soldados por el curso de la historia.”14
segunda mitad del siglo XVIII. Manuel José de Lavardén, entonces, será
analizado como un caso de “eslabón perdido” entre el eclecticismo die- Esta modificación obliga al completo replanteo de la actividad inte-
ciochesco y los intelectuales revolucionarios. lectual en las décadas anteriores a la revolución. Tradicionalmente, suele
El carácter social de la obra y la figura de Lavardén constituyen un asociarse la Ilustración con el nacimiento de la conciencia burguesa.
objeto de debate. Mientras que, para Wedovoy, el hecho de que Lavar- Como toda producción ideológica, debe tener una raigambre en la socie-
dén haya dirigido empresas comerciales lo acerca a su clase, para Chiara- dad en que se gestó. Chiaramonte, por el contrario, separa ambos con-
monte, justamente, esas actividades le impiden constituirse en un inte- ceptos. En su análisis, la Ilustración se produce sin una clase realmente
lectual orgánico. La razón que argumenta es que al formar parte de una interesada en ella, sin la clase que en Europa la forjó. La esfera de las
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ideas y la social aparecen escindidas. La historia de las ideas tendrá una un espacio de debate propio de la modernidad, independientemente del
dinámica autónoma y una explicación que debe remitirse a este mismo contenido de sus propuestas. Mientras la gran mayoría de trabajos sitúan
ámbito. No obstante, mantiene aquel diagnóstico sobre la tarea de los ese proceso a lo largo del siglo XIX, un trabajo reciente de César Díaz lo
intelectuales, elaborado en la etapa anterior: ubica hacia fines del siglo XVIII, a partir de la aparición de los primeros
periódicos y las discusiones que ellos suscitan18 .
“Esa intelectualidad ilustrada -luego romántica- parecerá subsistir, mu- No pueden desestimarse las transformaciones producidas por la am-
chas veces, más al amparo de su condición mediadora hacia los sectores pliación de los debates ni la aparición de órganos de difusión que ape-
sociales europeos, con los cuales entablan relaciones económicas, que de len a la sociedad en general. Sin embargo, la forma no puede ser más
una verdadera funcionalidad política en el medio social latinoamericano. importante que el contenido. Tanto el Telégrafo Mercantil, el Semanario de
Como habrán de testimoniarlo el fracaso de tantos planes de organización Agricultura y Comercio, como el Correo de Comercio difundían, a través de
estatal a lo largo de más de la mitad del siglo XIX.”15 sus páginas, la necesidad de un desarrollo económico que iba a mostrar-
se incompatible con el vínculo colonial. Sus peticiones a las autoridades
En su última y reciente etapa de labor intelectual, asistimos a una son, objetivamente, un enfrentamiento con ellas, máxime cuando sus
completa transformación en la perspectiva y las hipótesis de sus traba- propuestas son desoídas una y otra vez. No tiene el mismo efecto un
jos. Anteriormente, sus preocupaciones giraban alrededor de la relación periódico que defienda el orden social que aquél que lo subvierte. El
entre los intelectuales y su sociedad. En los últimos veinte años, sus Telégrafo Mercantil fue clausurado por las autoridades; es un hecho que
investigaciones se concentraron en la evolución misma del lenguaje y las merece explicarse. El que los directores de los periódicos fueran luego
identidades políticas, desde el reformismo borbónico, a la conciencia na- dirigentes revolucionarios de primera línea, también.
cional “argentina”. Si anteriormente intentaba, centralmente, dilucidar Las investigaciones de Roberto Di Stéfano, si bien se concentran en
la naturaleza del programa revolucionario, ahora su interés estará fijado la Iglesia, abarcan el período que estudiamos con una hipótesis muy
en la tardía constitución de un Estado nacional, lo que es considerado original. En sus trabajos, argumenta la inexistencia de una Iglesia y un
un fracaso (problema que no es completamente nuevo en sus estudios, Estado hasta bien entrado el siglo XIX. Ambos estarían disueltos en la
pero que ahora ocupará, explícitamente, un lugar central). Su hipótesis sociedad, ante la ausencia de un cuerpo de funcionarios estables e inde-
troncal es que la conciencia nacional no se encontraba latente en los pendientes de los intereses privados19 . Responde, esta hipótesis, a la con-
albores de la colonia, sino que es el resultado, para nada necesario, de cepción weberiana de “sociedad estamental”20. La creación del Estado,
una larga evolución política producida en siglo XIX16. Bajo el régimen bajo el período rosista, permitirá también la constitución de una Iglesia
colonial, por el contrario, se gestan una serie de identidades más amplias como cuerpo con entidad autónoma. Si estas hipótesis son ciertas, el
como la de americanos y, a la vez, más estrechas como la de pueblo o patria, movimiento cultural de fines de siglo XVIII no esconde ningún enfren-
en alusión a su ciudad, conviviendo con la más general, la de súbditos de tamiento social serio y es más bien un intento de perfeccionar el Estado
España. Obra aquí un giro de fuerte peso epistemológico: la conciencia que encontraría resistencias, no en las autoridades, sino en el ámbito
que remite a algún grupo o clase social es reemplazada por la identidad privado mismo. Para usar la expresión del autor, en las “familias” que no
gentilicia como eje de explicación. Como el desarrollo cultural de fines quieren perder el control de los funcionarios.
de siglo XVIII no cuestiona las identidades gentilicias vigentes durante En el caso del Estado, del que Di Stéfano no se ocupa21, no hay ele-
el período colonial, los debates no comportarían relevancia historiográ- mentos para sostener la ausencia de una institución estatal, toda vez que
fica. los funcionarios son seleccionados desde la metrópoli y que los sueldos
Los trabajos más recientes sobre el problema se interrogan acerca de se pagan de las arcas reales. Es el caso de la Iglesia el que se lleva los
la aparición de la “esfera pública” o “espacios públicos”17 . Estos concep- esfuerzos del autor. Su principal argumento es que la mayoría del clero
tos se refieren a los ámbitos de debate y de difusión de ideas que exceda no recibe beneficios de colisión episcopal, sino de patronatos laicos, es
las reuniones privadas o estatales, conformando una “sociedad civil”. decir, que la parte más numerosa del clero es subvencionada por parti-
Esta “esfera/espacio público” es una de las características de la transi- culares y no por las finanzas del Estado o de la curia. Por lo tanto, no
ción del “Antiguo Régimen” a la “Modernidad”. Los periódicos, los ca- deben, forzosamente, obediencia a sus superiores. Son “las familias”, las
fés, las manifestaciones, son los signos más visibles de la conformación que controlan la labor de los clérigos. Sin embargo, surgen una serie de
de esta “esfera”. Así, los intelectuales rioplatenses contribuyen a crear eclesiásticos ligados al movimiento iluminista que proponen un modelo
108 109
de cura-funcionario contrario a las prescripciones tridentinas. Se trata de como una entidad autónoma y diferenciada de la clase dominante. En
curas que estarán ligados al grupo revolucionario, como Feliciano Puey- fin, podemos decir que la historiografía tendió a descreer que en los
rredón y Ramón Vieytes. Estos intentan llevar adelante los mandatos de debates económicos y políticos suscitados, se esconda la formación del
la corona borbónica: desarrollar las parroquias rurales en la frontera. Sin programa revolucionario. Hoy día, los estudios incluso soslayan el conte-
embargo, hasta 1810 encontrarán la resistencia de los particulares. nido de los debates. En algunos casos, debido al particular énfasis en las
Varios son los inconvenientes que presentan estas hipótesis. En pri- deficiencias del desarrollo burgués y, en otros, al énfasis en la conforma-
mer lugar, Di Stéfano argumenta que los beneficios de patronato laico ción de aspectos formales (democracia, esfera pública).
abarcan a dos tercios de los clérigos. Es decir, un tercio son funcionarios Arriba señalábamos el problema de la ausencia de una definición del
estables con un sueldo garantizado por la corona. Se trata de las jerar- objeto a estudiar. Sería injusto atribuírsela a un autor en particular. En
quías mayores, por lo que puede decirse que la dirección de la Iglesia, general (y salvo la honrosa excepción de Enrique Wedovoy) los trabajos
el núcleo de la institución, está contenida en la estructura estatal. En parecen dar por resuelto el problema de precisar la naturaleza social de
segundo lugar, sus investigaciones tan sólo se refieren al clero secular, estos intelectuales que desarrollan su actividad en el terreno de la cul-
dejando de lado las órdenes regulares. La exclusión es significativa. Las tura. Así, pocos han formulado una pregunta que, por sencilla, no es
órdenes regulares administran propiedades rurales, ejercen el comercio, menos necesaria: ¿Por qué una sociedad destina una masa de recursos
dirigen los establecimientos educativos y, a diferencia del clero secular para sostener a miembros que no la reproducen materialmente? Esta
del momento, prescriben el voto de obediencia. Su influencia, poder pregunta obliga a distinguir las diversas funciones de la actividad intelec-
político y económico es mucho mayor que el del clero secular, por más tual y a ubicar a cada personaje en ellas. Para el caso que nos convoca, se
que “las familias” no quieran que sus hijos ingresen a las órdenes. abre una segunda dificultad. Pues se trata de una sociedad que financia
Hay un tercer problema, que se refiere a la conceptualización del cle- actividades que inician un proceso que desembocará en su destrucción.
ro. Es decir, poder explicar cuál es la función que cumplen los sacerdotes ¿Quiénes sostienen a estos escritores y con qué intereses? En términos
en determinada sociedad. El clérigo, por definición, es un especialista en más técnicos: ¿cuál es el fundamento social del surgimiento de intelec-
la labor intelectual22. Es cierto que el clero colonial, siguiendo el modelo tuales revolucionarios?
tridentino, no arenga desde el púlpito, no tiene inclinación a la difusión La desvalorización del vínculo entre el movimiento cultural a fines
de ideología en las masas, pero eso no significa que no ejerza funciones de la colonia y el proceso revolucionario ha llevado a que los debates po-
intelectuales de reproducción del sistema. Puede administrar una estan- líticos-literarios que se suscitaron a fines del período colonial no hayan
cia, registrar nacimientos, matrimonios y defunciones, educar, interve- sido estudiados en profundidad. Para los historiadores, se trata de una
nir en litigios o sancionar un estado de cosas. En cualquiera de los casos, actividad puramente literaria. Para los críticos literarios, de una activi-
se trata de tareas especiales que exigen una determinada formación. El dad política o que no contiene la identidad argentina (y entonces no es
sacerdote trabaja con el cerebro. Por eso está mal visto que “trabaje”, en literatura nacional). En definitiva, parece que el avance de la conciencia
el sentido de actividad muscular. Una definición de este tipo, aunque burguesa no tuvo teórico alguno que le opusiera resistencia (salvo el pa-
parezca básica, debe ser el primer paso para estudiar al clero. Es lo que dre San Alberto, en el lejano Alto Perú). Todo esto ha culminado en el
le falta a los trabajos de Di Stéfano: una delimitación del objeto acerca descuido de la principal figura que presentó batalla frente al avance de la
del cual se va a discurrir. ideología burguesa: el presbítero Juan Manuel de Agüero y Echave23.
Ahora bien, esto nos lleva a un segundo problema: ¿Para quién traba-
ja ese intelectual? Al realizar las tareas antedichas, el clero reproduce las Un luchador todo terreno
condiciones sociales existentes y, por lo tanto, opera como un brazo de
la clase dominante. Históricamente, ha ejercido funciones de adminis- Nuestro personaje nació en Lima, en 174824. Allí se recibió de Ba-
tración y de concentración del conocimiento y la educación. En el caso chiller en Leyes. En 1773 aparece como vicerrector del Colegio de San
del Río de la Plata, vemos que además ejercen funciones técnicas de la Pedro y San Pablo25, en su ciudad natal. Años más tarde, fue nombrado
clase (administración de sus estancias). A lo largo de la historia, la Iglesia capellán de Huancavelica26, aunque ignoramos el año. También parece
va a dejar las funciones técnicas y administrativas y se va a concentrar en haber ocupado el puesto de Cadete Supernumerario en el Callao, según
las funciones morales. A su vez, va a ganar en organicidad y centraliza- él mismo lo refiere27, pero se ignora la fecha. En 1786 visitó por primera
ción. Sin embargo, de este proceso no puede deducirse su instauración vez Buenos Aires, donde tuvo un fuerte altercado con Juan Baltasar Maziel.
110 111
En 1787 estaba nuevamente en Lima para acudir al acto de entrega de Agüero es un clérigo que pertenece al cuerpo estable de funcionarios
grados académicos a Mariano Carvajal y Vargas, Conde de Castillejos, a coloniales. Tiene, en particular, un singular ascendiente sobre las altas
quien le compuso unas “Octavas”28 . autoridades. Es un personaje que se mantiene muy al tanto de las no-
El 9 de mayo de 1792 desembarcó en el puerto de Montevideo. Ese vedades. Se hacía traer periódicos de España y Perú. Nos consta que en
mismo año recibe el nombramiento del Virrey Arredondo para formar Buenos Aires adquirió un libro de Hume39. Hasta donde sabemos, no
parte de la segunda partida demarcatoria de límites con Portugal, en practica el comercio, ni tiene propiedades. ¿Cuál es su actividad? Escri-
reemplazo del presbítero Bernardo Fontanes29. Sin embargo Agüero no bir, y mucho. Es el escritor más activo de la década de 1790 y uno de los
acepta el cargo alegando una enfermedad que le impide viajar30. Anto- más prolíficos del período colonial.
nio Pío de Aguiar le ofrece $400 para costear su viaje y entonces Agüero Su primera refriega data de 1786. Juan Manuel de Agüero acude a
se embarca para Buenos Aires. Sin embargo, al llegar cae enfermo y debe una ceremonia pública en la que el Virrey Marqués de Loreto, viendo
hospedarse en casa de don Ventura Fernandez de Castañeda31. En su un clérigo cargando un enfermo, abandona la pompa y da socorro al
lugar, Arredondo nombra a Pío de Aguiar, recomendado por Agüero. párroco. Baltasar Maziel compone unos versos a modo de elogio de tal
El obispo Manuel de Azamor y Ramírez, por su parte, tenía otro candi- actitud. Agüero, en respuesta, escribe dos décimas mofándose del canó-
dato: don Hermenegildo Ibáñez. Disgustado por el resultado, el obispo nigo, argumentando que sólo un “pueblo incivil” puede dar cabida a
acusó a Agüero y a Pío Aguiar del delito de simonía (compra y/o venta semejante desatino. Estas estrofas son firmadas bajo el nombre de Josef
de sacramentos)32. Agüero, por su parte le inició juicio a quien le había Demente, distribuidas en forma de panfletos y leídas por la gran mayoría
dado albergue y provisto de un médico. Argumentaba que Castañeda no de la ciudad, tal como recuerda Lavardén en su Sátira:
le había devuelto $100, que el presbítero le había prestado. El acusado,
dijo haber tomado el dinero a cuenta de los gastos en que tuvo que “Cuando escucho aplaudir por las tabernas
incurrir33. de códros trasandinos el descaro […]
Agüero y Pío de Aguiar interpusieron en 1794 y 1795 un recurso y como el vulgo bárbaro repite
de fuerza ante la Audiencia de Buenos Aires34, quien le dio el dictamen sus glosas por la calle, se persuade
favorable. Sin embargo, el obispo no obedeció la sentencia y Agüero, que con Quevedo y Góngora compite.”40
en 1796, tuvo que enviar una carta directamente a la corte en Madrid.
La respuesta no se hizo esperar: en 1797 se dicta una real orden en su El escándalo que generaron estos versos dio el toque final para que
favor35. Suponemos que, en esta empresa, tuvo el apoyo del Virrey Melo Loreto dictamine el destierro de Maziel a Montevideo. Era el desenlace
de Portugal. Ante su muerte, en Montevideo, Agüero le dedica unas Poe- de un conflicto de larga data entre ellos. Dos eran los antagonismos que
sías Fúnebres. Recién en diciembre de 1799 se ordena que se le paguen las los enfrentaban. El primero era la defensa del canónigo de la autonomía
remuneraciones atrasadas36. Sin embargo, tenemos testimonios de que, de la Iglesia secular, frente a los intentos de los funcionarios de la corona
desde 1792, recibe un regular sueldo, tal como lo manifiesta Castañeda, de someterlos a su voluntad. El segundo era el exacerbado reformismo
quejándose de que: de Maziel, quien combatió el espíritu escolástico e impuso el estudio de
las Ciencias Naturales y la Lógica en el Colegio de San Carlos. Su diseño
“Un arrojo de esta clase sería algo tolerable en un individuo que por su educativo sentó las bases de la educación de los principales revolucio-
infeliz fortuna hubiese llegado al estremo de necesitar el auxilio de otros narios. Bajo su influencia directa, se forman Manuel José de Lavardén,
para vibir; pero de ningun modo quien como el Presbítero Agüero goza de Prego de Oliver, Juan José Castelli y Juan Hipólito Vieytes, entre otros.
un sueldo bastante regular, sin otros objetos que el de su subsistencia.”37 Su principal enemigo, en ese terreno, fue Pedro Ignacio Piscarri, quien
fundó un seminario conciliar para competir con la formación racionalis-
En 1801 la corona enviaba una real orden para que “se guarde si- ta de Maziel. El destierro de este último y el hecho de que un partidario
lencio sobre esta causa, dejando a ambos capellanes en la buena fama y del exiliado, Francisco Javier Dicido y Zamudio, estuviera por tomar la
reputación que anteriormente tenían…”38 El 29 de mayo de 1802 partía dirección de su flamante institución, disuaden a Piscarri de cerrar el su
hacia España. Hasta hoy día se ignora su suerte en la península y la fecha casa de estudios41. Loreto había sometido a Baltasar Maziel a un acoso
de su muerte. político. Para lograr su aislamiento, sometió al Cabildo Eclesiástico a su
En esta primera aproximación, podemos decir que Juan Manuel de arbitrio y enjuició al principal colaborador del reformista: el arcediano
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Miguel José de Riglos. Otras alusiones son más directas y personalizadas:
La ofensa de Agüero, sin embargo, no quedó sin respuesta. Lavar-
dén, alumno predilecto del expatriado, compuso una Sátira, en agravio “Pues cualquier mulatillo palangana
al presbítero limeño. La obra tiene tres temas. En primer lugar, des- con décimas sin número remite
enmascarar al autor de los ofensivos versos. En segundo, ridiculizarlo, a su padre el marqués una banana.”
produciendo un contraste entre Lima y Buenos Aires. En tercer lugar,
desliza un espíritu opositor, soterrado, pero no por eso menos firme. El marqués es, huelga decirlo, el Virrey Loreto. El enfrentamiento
Para develar la identidad del aludido, se hace alusión a tres cualidades volverá a reeditarse en 1797, a raíz de la muerte del Virrey de Melo y
que, juntas, conforman el identikit de su oponente: la condición de Portugal en Montevideo. Juan Manuel de Agüero, como ya señalamos,
poeta, peruano y mulato. Es así como se alude a “locos de mi testa”, por le compuso un soneto, bajo el nombre de Poesías Fúnebres. El grupo que
la firma de Demente, mención que será una constante en las polémicas. reúne a Lavardén, Domingo de Azcuénaga, Casamayor y Prego de Oli-
A lo que le agrega signos que lo señalan como peruano: ver elabora una respuesta en la pluma de este último, mofándose del
poeta peruano, pero también se desliza subrepticiamente la ofensa a las
“Uno dijo al oirlas: ‘cómo huelen autoridades:
las coplas a carnero de la tierra “El coro de las musas
si no son peruleras que me enmielen’.”42 antes llenas de gala y gentileza
ahora todas confusas
El carnero es una comida típica peruana. Así, también se señalan su destruido el fulgor de su belleza
“cholonismo” (peruanismo), “viracocha” y las constantes alusiones lanzan suspiros y en su pena grave
a Lima. Aparecen también nociones que aluden a su carácter mulato piden al Dios venganza contra Echave”43.
como “berenjena”, “chimenea”, “escarabajo”, “mulatillo” y “color bru-
no”. Señala, el autor, la superioridad de Buenos Aires sobre Lima: Agüero responde con una obra titulada “Disección anatómica, o es-
pecie de análisis apologético de las Poesías fúnebres, y en contra de las
“Por acá es al revés: para que agrade críticas que como plagas de rana han llovido, pero indemnemente, sobre
el juguete más lindo de Talía el autor del impreso que novísimamente corre sin especial nota por los
es preciso que Febo lo traslade.” sabios y discretos, mas despreciado por ignorantes y tontos”. Esta obra
consta de una introducción y dos poemas, un Madrigal y unas Letrillas
“Mas de poetas de cabal estima satíricas44. En la introducción se defiende de las mofas y simula ir a que-
mucho será se cuenten do docenas jarse con Apolo. Éste, luego de escuchar sus versos, manda a que se los
como se numeren los de Lima.” queme. Sin embargo las musas salvan a dos de la hoguera, que son los
que se publican. Agüero quiere revelar que sus enemigos comulgan con
Por último, se pueden vislumbrar ciertas expresiones que rozan las la herejía y sus versos no son aceptados por el parnaso de estos intelec-
concepciones libertarias, propias de la conciencia burguesa, sumadas a tuales por cantar a Dios y a las autoridades. Por lo tanto, es para él un
la crítica a la autoridad: orgullo ser detestado por ellos. En sus Letrillas, responde los conceptos
“El pueblo que libre se gloría de la Sátira de Lavardén:
produce nobles almas que a ninguno
quisiera conceder la primacía.” “Sin enojo y sin encono
reparo, noto advierto
“Oh tú que dignamente nos gobiernas que un poeta ciego ó tuerto,
culto censor de nuestra policía entre otros de su calibre,
si el celo alguna vez con ocio alternas poetiza orgulloso y libre”45.
y llega por acaso la voz mía Agüero recibe otra contestación. Esta vez, una obra colectiva del gru-
a distraer tus atenciones…” po liderado por Lavardén. Se trata de un Aviso fúnebre: una ficción sobre
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la muerte del presbítero. Seguidamente, publican su Testamento. En estas “El hombre con sus perversos
obras abundan las referencias a su carácter limeño y se mofa sobre su tratos al cielo irritó
intención de elevarse por sobre el resto de los poetas. Así, los poemas y el cielo te concedió
toman un tono puramente jocoso y no tienen más que la alusión a la el matar hombres a versos.
credulidad de su contrincante. No obstante, no se ha prestado atención Diste la muerte a diversos
a un elemento sumamente laico: la Iglesia es el marco de lo ridículo. Como el médico mejor
El cadáver de Agüero permanece en lo alto del campanario para que Líbranos, por caridad
los feligreses lo admiren. Lo que también es una profanación al lugar de malos versos doctor”.
sagrado.
Hasta aquí, los enfrentamientos tienen un marcado tinte personal y
“Si el padre Agüero sin susto giran en torno a las formas litúrgicas o profanas de la poesía. El proble-
hasta subir a poeta ma más estrictamente político aparece todavía velado. Sin embargo, en
no paró, será muy justo el mismo año de 1799 Juan Manuel de Agüero va a editar un libro con-
ponerlo en una veleta tra la Revolución Francesa: Discursos varios dirigidos á conservar la autoridad
para que allí esté a su gusto de los soberanos y la fidelidad debida a sus sagradas personas. Es la obra que
reproducimos íntegramente aquí. Se trata del trabajo más importante
Concedida la licencia contra las doctrinas revolucionarias escrito en Buenos Aires. El enfren-
del Gobierno y de la Curia, tamiento va a tomar otro cariz a partir de la publicación del Telégrafo
a pesar de la inclemencia Mercantil, órgano de la fallida Sociedad Patriótico Literaria y Económica. Or-
del destino y de la incuria ganización que integraban Castelli, Cabello y Mesa (editor del Telégrafo),
llévese a la Residencia46”. Hipólito Vieytes y Juan Manuel de Lavardén, entre otros. En su primer
número, el editor desafía:
[…]
“Mas, ¿quienes son los enemigos que al Editor han causado tal tormen-
“Mote que servirá de epitafio: to? ¿Quienes los que han retardado la publicacion de este Periodico? ¿Quie-
nes los perturbadores de unos establecimientos en que, puede decirse con
Oh tú buen pasajero, verdad, pende interinamente la mayor ilustracion, grandeza, y prosperidad
que desde abajo miras mi esqueleto, de estas Provincias? ¿Son los sabios Argentinos? ¡Qué error! ¿Los ilustres
yo soy el padre Agüero Ciudadanos y verdaderos Patriotas? ¡Qué engaño! Son ciertos espiritus pu-
aquel famoso ingenio, aquel sujeto silanimes, ilusos y destemplados que, muy poco, ó nada comprehendian la
que escribió poesías grande utilidad de mis proyectos […] Pero que yo solicito un nuevo plan de
para envolver pimienta en pulperías”47. política, por el cual clama el público sensato, ¡Y aún me temo obstáculos!
Sí, temo a los malos, temo a aquellos hombres que desacreditarán mi celo.
En el año 1799, Agüero compone las Poesías místicas teológicas morales. […] Pero mi sacrificio está hecho y me será menos costoso que una retirada
Se ignora aún el contenido de la obra, pues no ha quedado copia ni ha infame y vergonzosa, cómplice en el apotegma falsísimo del Poeta Archiloco.
sido transcripta. Sí nos es conocida la respuesta que elabora Domin- […] Salga el Telégrafo y en breve la Sociedad Patriótica Literaria y Económica, que
go de Azcuénaga bajo el nombre de Gozos al bienaventurado doctor Juan ha de adelantar las ciencias, las artes y aquel espíritu filosófico que analiza
Manuel Fernandez de Agüero. Los gozos son un tipo de poema medieval, al hombre, lo inflama y saca de su soportación, que lo hace diligente y útil.
usado para cantar las virtudes y vidas de los santos. Aquí, Azcuénaga lo Fundense aquí ya nuevas escuelas, donde para siempre cesen aquellas voces
usa para parodiar la muerte de Agüero. Pero no puede soslayarse que bárbaras del escolasticismo…”48
también se está ridiculizando el uso de formas litúrgicas medievales. Az-
cuénaga utiliza un estilo canónico con un contenido satírico y cómico. La crítica a las autoridades no se centra en problemas puntuales,
Evoca, a su vez, el episodio del destierro de Maziel: sino que exige una reforma del programa ideológico que debe presidir
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a la sociedad, lo que puede definirse como una disputa por la dirección vez la primera de todo artista: afirmar el orgullo de su clase, afirmar la
moral. Este escrito es la introducción del editor al poema Oda al Paraná conciencia de la misma, dotarla de optimismo, hacerle ver a sus miem-
de Lavardén. Obra que va a suscitar la fuerte crítica de Agüero. Aquí se bros, y al resto de la sociedad, que la historia y el futuro los avala:
puede leer una alusión a su persona en la expresión “Poeta Archiloco”. “Por él la Agricultura
La Oda, como se sabe, canta al río, estableciendo una comparación con nuevos progresos hace,
el Nilo, como un dios. En particular se elogia su condición de creador se interna en las provincias,
de riqueza (“tus vertientes dando socorros a sedientos campos”) y se lo de la ley á los mares.
asocia con figuras paganas: Prueba es la Inglaterra
“Augusto Paraná, Sagrado Rio, de estas y otras verdades!
Primogenito ilustre Occeano, […]
que en el Carro de Nacar Refulgente, Pero, ¿y de su Nobleza,
Tirado de Caimanes, recamados Bachiller arrogante,
de verde, y Oro, vás de clima en clima quando grave me niegas
de region en region vertiendo franco ser noble el Comerciante?
suave frescor, y prodiga abundancia” 49. Entiendes por Nobleza
gastar la vida en bayles,
También se hace allí alabanza a las nuevas producciones: “la indus- en saráos, en convites,
tria popular, triunfales arcos, en que las Artes liberales lucen”. en odios, en maldades,
En el número 3 del periódico el grupo decide publicar un poema en maltratar á el pobre,
dedicado a la libertad comercial: “Oda al Comercio”. Debido al fuer- en beberle la sangre?
te contenido polémico de la obra, su autor es declarado anónimo. Sin Si por Nobleza entiendes estos rasgos infames,
embargo, tenemos razones para sospechar que se trata de un miembro de una perfidia indigna
de la Sociedad Patriótica, ya que la poesía es prologada elogiosamente no es Noble el Comerciante
por el concejo editor. Se trataba de una táctica del grupo para poder […]
difundir sus ideas y evitar represalias. En esa introducción, encontramos ¿Qué puede un qualesquiera
una fuerte crítica a la política exterior española. Junto con el monopolio hace inmemorable
comercial, es puesto en la picota el esfuerzo que deben hacer los súbditos ser noble sin ser Conde
para costear la guerra: ser noble sin ser Grande?
¿El bien comun, no es cierto,
“¿Es por ventura, modo de hacer felices á los hombres el privarlos del que es la única base
Comercio y de todo divertimento de los sentidos, sugetarlos á un estado de sobre que funda el noble
mortificacion, con el pretexto de endurecerlos para los trabajos y fatigas, y todas sus veleidades?
hacerlos capaces y propios para el servicio Militar? Por ventura, la natura- ¿Pues quién será mas util,
leza, ó la providencia determinaron á los hombres una perpetua guerra, y dime noble arrogante,
despedazarse los unos á los otros, á manera de brutos salbages?”50 tus ocios, tus locuras,
ó el util Comerciante
La poesía tiene dos objetivos: ponderar el desarrollo económico de que paga sus tributos,
las naciones capitalistas y desacreditar a la nobleza. En el primer caso, que arriesga sus caudales,
se dividen las naciones bárbaras de las civilizadas y prósperas. El libre que trata, compra, vende,
comercio y las industrias son características de las últimas, mientras que que el dinero reparte
el ocio y los vicios de los nobles son las que condenan a las naciones a la poniendolo en accion todos
pobreza. En este poema se defiende la condición del burgués: se canta al los Oficios, las Artes?”
honor de su actividad y se humilla a la nobleza. Es una de las tareas, tal Otra vez, nuestro personaje es atacado. En esta ocasión bajo el mote
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de “Bachiller arrogante”. Desconocemos si esta poesía es una respuesta el estilo de V. lo hacen tan maravilloso y extraño como los texidos de la Chi-
a algún escrito o discurso previo de Agüero. De hecho, no hay registro na. […] Ultimamente, mi venerado Maestro, la enunciada dialectica, y sus
de ningún trabajo que aluda al problema. asertos apuntalados con textos de S. Isidoro, la Sibila, Santo Tomas, Ovidio,
Juan Manuel de Agüero no va a permanecer indiferente a lo vertido y otros Autores Cirabios, Lombardos, y Godos, hacen el discurso anfibologi-
en el periódico. Nuestro personaje envía una carta anónima. Aunque no co de usted mas inexpugnable que la Plaza de Güeldres”54
ha firmado con su nombre, varios coinciden en su autoría51. Basta ver
los autores citados (Platón, Filipino, Cicerón) y las invocaciones al libro La respuesta no se hizo esperar. Agüero escribe una sátira llamada
Éxodo, alusiones que coinciden con las que se utilizan en los Discursos Conversata, en la que caricaturiza al grupo del Café de San Marco. Sin
varios. Su principal ataque es al carácter prosaico del poema: embargo, la obra es censurada por el editor. Desconocemos las tratativas
que pudo haber efectuado nuestro personaje. Lo cierto es que el Telégrafo
“Por eso se prohíbe a los cristianos el leer las ficciones de los poetas se vio obligado a publicarlas. El editor alude a la censura y al cambio de
que, por los deleites de las vanas e inútiles fábulas, excitan la mente y el criterio pero no a las razones de una y otro. La obrita de Agüero, final-
espíritu a los incentivos de cosas libidinosas. Se encuentran también en ellas mente publicada, identifica al grupo político y se mofa de que Cabello y
impiedades acerca de Dios, atribuyendo a otros la divinidad; de modo que Mesa no ostente ningún título:
verdaderamente es vergonzoso, o por mejor decir abominable en algunos
cristianos, ahora lo hagan seriamente, ahora por chanza, el llamar dioses Estudiante: ¿Que dicen de ese Papel
a Júpiter, Saturno, Hércules y otros semejantes ídolos. Porque no sólo se allá en el Café de Marcos?
inmola a los demonios ofreciéndoles los inciensos, sino también recitando
con agrado sus dichos [...] ¿Pues qué dirán e Santo Doctor, y los canonistas, Palangana: Diga la Universidad;
si oyesen en los pueblos católicos saludar al Río Paraná con Salve, llamarle porque allí hay muchos letrados.
sacro, Dios majestuoso, augusto, sagrado, y otros dislates […]? Nada más di-
rán sino que semejantes expresiones merecen, ser proscitas como gentílicas, Estudiante: Diga presto, como es eso,
escandalosas, mal sonantes y ofensivas de oídos piadosos […] hacen y fulmi- que ya las uñas me masco.
nan sus sátyras, omitiendo capciosamente las virtudes y prendas de aquellos
que censuran y reprehenden, y arrogándose arbitrariamente el nombre de Palangana: ¿Pues que ignora vuesarced
críticos y censores, siendo constante que no los impele y mueve á escribir el que á allí van hombres muy sabios?
oido de los vicios, y de las acciones, si acaso hay algunas malas, sino la rabia
y furor de la envidia, y una innata maledicencia, con la que procuran con Estudiante: Seran Doctores algunos,
esfuerzo turbas, inficionar, y manchar la fama, el nombre y la honra de las ò al menos Licenciados.
personas de caracter: lo que puntualmente se ha experimentado tiempos Palangana: Va un Academico insigne
antes en esta Ciudad; y ahora con indisimulable denuedo se ha suscitado, y que preside qualquiera acto.
renovado con algun descaro en el precitado Periódico.”52
Estudiante: ¿Y habla con algun ácierto,
La carta es reproducida por José Carlos Chiaramonte, en su estudio ó es un hablante de casco?
del período, pero sin advertir allí la identidad del autor53. Sin embargo, a
poco de recorrer las páginas de periódico, se advierte que Agüero ocupa, Palangana: El mete cuchara en todo
durante los primeros números, el lugar de blanco predilecto. Las críti- entienda, ò no entienda el caso.55
cas del presbítero suscitaron una contestación de Cabello y Mesa, en el
número 12. Puede verse que se alude directamente a nuestro personaje En el mismo número, Cabello le responde. En primer lugar, enfati-
y a su erudición: zando la identidad del “anónimo”, llamándolo de “mal agüero”. Luego
expone las razones de la censura, lo satiriza y lo invita a no enviar allí
“Finalmente, despreciando el aguero del criado conductor […] El estilo sus artículos:
fluido, las ocurrencias oportunas, y las noticias reconditas, que componen “Finalmente, ñor Anónimo, sepa vuestra merced que yo refuto sus escritos
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sin ofender su persona, ni decirle si es Abate, Doctor, ó Licenciado, ni si en Baralipton, y en Ferio,
es Limeño, Chileno, Porteño, Hotentote, ó Paraguayo, y lo que se ha su- sin que gota de sustancia
primido es su anterior vulgar Conversata, no ha sido por disposicion mia, sacase de todos ellos.
sino por la sabia censura, que regla este Periódico. Cese vuestra merced de Repliqué cinco mil veces
escribir papeles de esta clase, porque yo solo debo de impartir los que sean sobre el color de los Negros,
utiles ò agradables, ni crea vuestra merced, tampoco que este Público noble, y todos los Hotentones
é ilustrado á quien ahora le ofende gravemente, ignora tiempo ha que me temblaban en el ergo.
No quiso mi Señor Padre,
En quanto el Sol ha alumbrado que estudiase esos enredos
del un Polo al otro polo, de Algebras, ni Geometrias,
serás, fuistes, y eres bolo, ni otros tales embelecos,
y un Poetastro dementado”56. y así luego me aplicó
á la ciencia del Derecho,
Los ataques a Agüero no cesan. En noviembre de 1801, el concejo y como quien traga hubas
editor resuelve editar una sátira contra el presbítero. Suponemos que me soplaba los Digestos,
fue escrita por algún miembro de la Sociedad Patriótica, debido a la Códigos, Instituciones,
enemistad que manifiesta y a que se utilizan los mismos giros satíricos. y Autores malos y buenos,
Para irritar al canónigo peruano, se proclama que la poesía fue escrita en todos los tuve en las uñas,
Francia y traducida aquí. La referencia, suponemos, se relaciona con sus y nadita en el cerebro.
escritos contra la República. El título que se le da es “Historia del Doctor […] Estaba entonces en cama,
Buñuelo”. Tal vez se aludía a una probable obesidad del poeta limeño. hallandose muy enfermo
La obra, sin embargo, amén de agraviarlo, reivindica el conocimiento de un resfriado en los zapatos
científico y el estudio de los problemas económicos locales por sobre y en la nariz un uñero”57.
la formación clerical. Asimismo, vuelve a cuestionar la ostentación de
títulos y apellidos propia de la nobleza:
Partido, revolución y lucha intelectual
“Naci en el siglo pasado,
que no hace mucho que ha muerto La experiencia del Telégrafo Mercantil y de la Sociedad Patriótica Lite-
siglo de la ilustracion, raria, marcan la sistematización de la conciencia burguesa en el Río de
tengale Dios en el Cielo. la Plata, así como una disputa por la autoridad moral con la clase domi-
[…] Mi madre tiene por nombre nante. Sin embargo, este partido se inserta en el marco de una estrategia
Manuela de Queso fresco, reformista. Se espera aún que la monarquía borbónica profundice las
Ensalada, Pepitoria, innovaciones. Analizando la trayectoria de estos grupos políticos, resulta
Carranza, Coles, Romero, difícil no sostener la conformación de una conciencia de clase anterior
Chinchilla, Caravajal, al proceso revolucionario, si resulta llamativo que el examen de las po-
Cebolla, Tomate y Huebos lémicas no ocupe un lugar en los estudios historiográficos, más curioso
fritos, asados, en dulce aún es que quienes lo han hecho no se hayan percatado de la figura
y con todos sus compuestos. central de nuestro personaje. Como dijimos al principio, la dificultad
¡Qué apellidos tan ilustres, no es de tipo técnica (no es difícil acceder al Telégrafo o a los trabajos de
tan conocidos, tan huecos! Agüero) sino conceptual: predomina una visión armónica de la sociedad
[…] Hice en la Filosofía colonial. Sus conflictos, por consiguiente, se remiten a aspectos puntua-
extraordinarios progresos, les, sin continuidad entre ellos.
formé diez mil silogismos Por su actividad, Juan Manuel de Agüero es un intelectual al servicio
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de la perpetuación de la dominación colonial. Sus escritos combaten difusión. Olsen de Serrano Radonnet sostiene que la obra fue censurada
tanto las ideas reformistas como las revolucionarias. En particular al pri- al poco tiempo59. El motivo puede haber sido los agresivos términos que
mer intento de constitución de un partido político burgués: la Sociedad le dedica a la República Francesa, aliada política y militar de la corona.
Patriótica Literaria y Económica. Los primeros enfrentamientos litera- De hecho en 1800 Agüero escribe Carta apologética, que en contestación a
rios pierden significación si se los aísla del proceso. Los últimos, están un amigo, que escribe el autor de los “Discursos varios”. Sin embargo, el libro
disputando una concepción más general de la vida: la profana contra la debió alcanzar a algún público antes de su prohibición. El virrey Avilés,
sagrada. Puede pensarse que la primera, plasmada en la Oda al Paraná, en su memoria y a pedido de las autoridades metropolitanas, debe dar
expresa en forma artística un programa de desarrollo de las fuerzas pro- cuenta de ese escrito que pudo haber sido inconveniente para la co-
ductivas. Este poema no puede ser aislado del resto de las obras del au- yuntura que atravesaba la diplomacia española. En su descargo, niega
tor. Así como también las poesías místicas y épicas de Agüero no pueden conocerlo60.
analizarse al margen de sus escritos contra la ideología revolucionaria. El tratado tiene un claro e inmediato objetivo: combatir la posibili-
En estos años, el desarrollo de las contradicciones sociales no plantea dad de la extensión de la revolución burguesa a España. El trabajo está
concretamente aún el problema de la dirección de la sociedad. Es por dividido en seis discursos. Los primeros dos se ocupan de la legitimidad
eso que los enfrentamientos se expresan en cuestiones más generales de la autoridad monárquica y de su conservación. Los cuatro restantes,
o en reformas económicas. Pero hay una continuidad ideológica, y del del problema de la inestabilidad política: su existencia histórica, sus cau-
personal dirigente, con el movimiento revolucionario, continuidad que sas y las formas de prevenirla. Los temas son abordados de una forma
no carece de contradicciones y sobresaltos. general y, por lo demás, abstracta. Los ejemplos se remontan a los he-
Agüero es la mejor expresión de que la clase dominante se dio las chos narrados en el Antiguo Testamento y a la Antigüedad Clásica. Tan
tareas necesarias para evitar el desarrollo cultural del movimiento revolu- sólo encontramos cuatro referencias a Jesús. El rey David, en cambio, es
cionario. Este presbítero siempre tuvo acceso a las más altas dignidades. comentado en seis oportunidades. Se encuentran cuatro alusiones ex-
Sin embargo la burguesía criolla desarrolló intelectuales en todas las fun- plícitas a la Revolución Francesa, pero ninguna a la coyuntura que vive
ciones. Como vemos, en estos tempranos años, supera a su antagonista España o América. Aún así, se desliza, en cada frase, su absolutismo po-
en cantidad de intelectuales y en medios de combate. En cambio las cla- lítico y una predicción desesperada sobre los destinos de la monarquía
ses feudales deben, aquí, acudir a un intelectual formado en otro lugar, hispánica y su autoridad en las colonias.
quien emigrará hacia la corte, en busca de mejores condiciones donde El primer discurso está dedicado a exponer los fundamentos de la
desarrollar su actividad. autoridad monárquica o, como él mismo lo dice, de “la dominación”.
La formación ideológica y política de los cuadros revolucionarios y Se entabla aquí un combate contra las doctrinas pactistas o del derecho
del partido orgánico no es un elemento que se encuentre en los albores positivo. Contra el pacto de sujeción (Suárez) o de sociedad (Rousseau),
de los tiempos ni surge espontáneamente cuando la clase lo necesita. Es Agüero sostiene que la autoridad tiene un origen no sólo divino, sino
una construcción que debe pasar por varios momentos, contradicciones eterno: nace con el universo, con el primer hombre. Adán es el primer y
y en ningún lugar está inscripta su necesaria formación. La situación absoluto emperador y, de allí, la autoridad pasa a sus hijos. El caos, tan
revolucionaria puede sorprender a la clase sin las herramientas indis- citado por el contractualismo, es previo a la conformación del mundo.
pensables. La Creación, la vida sobre la tierra, la eliminan. Sin embargo, la divini-
dad del reino no lo convierte en ecuménico. Las descendencia obliga a
Los Discursos varios la partición del mundo, erigiéndose, también los reinos bárbaros. No se
encuentran, en esta obra, pretensiones de hegemonismo español ni cris-
El libro que presentamos aquí en forma completa, es el trabajo más tiano. El interés de Agüero es mucho más claro, oportuno y circunscrito:
importante de Juan Manuel de Agüero. En el año 1960 fue editada por probar la necesidad, en cualquier circunstancia, de una autoridad supre-
Enrique de Gandía, pero adoleciendo de más de cien errores de tras- ma. Así describe a los pueblos impíos: “Mas hubo tambien, entre ellos,
cripción. Su estudio preliminar es muy sucinto y se limita a resumir alguna sociedad y fórmula de justicia, qual se halla entre los ladrones.”61
algunos aspectos de la obra58. Discursos Varios… fue dedicada a la mujer El segundo discurso se ocupa de llamar a la ciega obediencia y fideli-
del virrey Arredondo y prologada por Fray Cayetano Rodríguez. El libro dad al monarca. Esa sumisión tiene un fundamento natural, no social.
llegó a imprimirse y, según las autoridades metropolitanas, tuvo alguna Quien no la acata, retrocede incluso de la condición animal, que, por
124 125
instinto, respeta a su amo o jefe de manada. Afirma, también allí, la in- El propósito de la obra, y no se deja de aclarar en cada discurso, es
demnidad real debido a su origen divino. Aunque no lo refiera, aunque evitar lo que él llama “alteraciones”, que podemos, a la luz de la coyun-
no ose siquiera pronunciar referencia alguna a la metrópoli, el desarrollo tura, traducir en “revoluciones”. Sobre ese eje, simula una discusión con
de su explicación deja vislumbrar la presencia de lo que, a esa altura, no Juan Parvo, teólogo de la Universidad de París en el siglo XII, quien
podía negarse: la impopularidad, la ineficacia y la, tal vez, pronta caída afirmaba la legitimidad y conveniencia del regicidio contra los tiranos.
de la Corte de Carlos IV, identificada con el irritante ministro Godoy. Agüero responde que la erosión de la autoridad daría paso al espíritu
En todo el discurso, Agüero no discute los criterios de evaluación de la de sedición. Dijimos “simula” porque en esa época no era habitual citar
bondad del monarca, ni en qué casos puede acusárselo de tirano (delito controversias tan lejanas. ¿Con quien discute, entonces, Agüero? Con
por el que podía debatirse su ejecución). Comprende que no vale la pena personajes muy visibles en América, quienes -pese al público recato y
semejante discusión. Nuestro autor vuelve a mostrar su capacidad para condena- se regocijaron con la noticia de la decapitación de Luis XVI.
comprender el estado de opinión general y los desafíos de la coyuntura. Con los reformistas españoles que creen que eliminando a Carlos IV y
Lo que se discute aquí es, directamente, el regicidio. Así, reflexiona: nombrando a su hijo la corona logrará enmendarse. Pero, al parecer, se
insiste con un interlocutor especial: la Iglesia y una parte de su propia
“Nosotros, apoyados en los mas solidos fundamentos, aseguramos que clase que desaprobaba una política exterior ideológicamente irritante y
el legitimo principe, por mas impía y tiranicamente que impére, no puede económicamente ruinosa. Estos sectores estaban dispuestos a dar un gol-
legitimamente ser acometido por sus subditos y vasallos, ni estos pueden, de pe. La elección de un canónigo de la Universidad de París no es azarosa.
facto, intentar ó maquinar juridicamente alguna cosa contra él, su estado, Esta institución fue la cuna de las doctrinas de primacía del Papado so-
honor, vida ó dignidad. Porque los subditos no tienen alguna jurisdicción bre la autoridad civil. Durante fines del siglo XVI y comienzos del XVII,
sobre su monarca, el que no pende de la potestad del pueblo y, por eso, no se desarrolló allí la teoría más extrema del regicidio, a partir de Juan
puede este determinar contra él, ni imperarle.”62 Boucher, Guillermo Rose y Juan de Mariana64. Agüero parece reconocer
el fastidio, pero advierte que encender la mecha puede agravar la crisis
Los ejemplos de subordinación, aún en casos extremos, no son ele- en forma irreversible.
gidos al azar: David respeta la autoridad de Saúl, aunque éste haya man- El tercer discurso está dedicado a demostrar la existencia de las alte-
dado a matar a los sacerdotes; los cristianos respetan a los emperadores raciones políticas y la historicidad de las monarquías. Se describen allí
romanos, aunque estos los manden perseguir; Teófilo ejecutó a quienes las alteraciones que han sufrido los reinos antiguos hasta constituirse
asesinaron al rey para nombrar a su padre; los profetas hebreos ordenan en las actuales naciones. La explicación más general que encuentra a la
obedecer a Nabucodonosor, quien conquistó Israel, sometió a su gente constante inestabilidad (de la más específica va a ocuparse en el próxi-
y destruyó el templo sagrado. Esta selección, sin embargo, tiene un se- mo discurso) es que estamos ante elementos terrestres, susceptibles de
gundo criterio: las dignidades religiosas deben acatar a la autoridad civil, corrupción. Su relato, sin embargo, contiene elementos que parecen
aún cuando esta haga peligrar su misión. En todo caso, los malos prínci- desmentir a necesidad de una monarquía: civilizaciones emblemáticas
pes son el castigo infligido a los pueblos por su impiedad. Por lo tanto, -como Roma, Atenas y Egipto- han mudado sus regímenes políticos y
resistir al tirano es resistir la autoridad divina. No obstante, Agüero no experimentado la república. Agüero en ningún momento rechaza la de-
ignora las crisis monárquicas, ni el derecho al regicidio. Las primeras son mocracia griega, ni el poder en manos del pueblo romano. Sencillamen-
explicadas como el castigo celestial a los tiranos, por intermediación de te, señala que siempre existen gobernantes y gobernados. ¿Qué es lo que
otro rey. Con respecto al segundo, detalla una serie de pasos para su co- reprueba entonces de las “mudanzas”? Al final de la reconstrucción de la
rrecta implementación, que la hacen prácticamente, imposible de llevar historia humana el autor se encarga de hacerlo saber:
a cabo, como por ejemplo, que no deben armarse conspiraciones, sino
operar a la luz del día. Se desliza, aquí, una limitación al origen eterno “Lo que sucederá en los tiempos futuros no lo podemos asegurar. Solo
de la monarquía. Aunque en este segundo discurso vuelve a reafirmar el si, que las calamidades presentes en el reyno de Francia, España y otras
carácter absoluto de la autoridad real, sin ninguna limitación terrestre, partes, no se que infaustas novedades y mutaciones me parece que nos están
se hace mención al pacto de sujeción: “Y aunque en algun tiempo resi- anunciando.”65
dió la potestad de Roma en el pueblo, con todo, despues que trasladó
al Principe toda la potestad, se despojó de ella de modo que no pudo La Francia contemporánea aparece representada en los vaticinios a
usarla por haberla concedido perpetuamente.” 63
126 127
Childerico: perros despedazándose, simbolizando la “flojedad” de los Aunque es llamado, “demonio”, sus acciones son benignas y dignas de
gobernantes y un pueblo sin temor a las autoridades. obedecerse. El segundo es que se refiere a los indígenas como “habita-
En el cuarto discurso, el autor analiza las causas de las transforma- dores” y al lugar como “una isla, que despues se llamó Española por sus
ciones. Como premisa, advierte la identidad entre el funcionamiento descubridores”. No se los llama “indios”, ni “idólatras”, sino con un ad-
social y el del ser humano particular. Una y otro están condenados a la jetivo que vale para cualquier europeo. Se consigna también que el lugar
muerte por el simple hecho de haber nacido, “todo lo engendrado está ha sido nombrado por los españoles, pero que no necesariamente ese
sugeto a corrupción”66. La misma naturaleza es una constelación en la deba ser su nombre. El tercer detalle, es que la conquista es vista como
que génesis y extinciones se suceden. Sin embargo, para nuestro autor, un hecho sumamente negativo: “habian de venir unos hombres barba-
esta dinámica no describe una progresión, sino un círculo. La historia es dos, vestidos, los que sujetarían el reyno por fuerza, y con un solo golpe
una constante repetición, donde difícilmente encontremos nada nuevo. de sus espadas dividirian muchos cuerpos y oprimirian á los habitadores
El término “revolución” está usado en la más antigua acepción: simbo- con gravisima servidumbre.”68
liza una rotación, el “giro”, desde donde se vuelve a empezar, siempre En el discurso quinto se examinan las acciones que deben tomarse
desde el mismo lugar. para prevenir las catástrofes. Aparece aquí una interesante ambigüedad.
¿Cuál es entonces, para el presbítero, el motor de esas “revolucio- Por un lado, todos los ejemplos, en consonancia con los otros discursos,
nes”? No la Providencia, por cierto. El autor discute aquí con las teorías hacen alusión a la idolatría, a la desobediencia de los mandatos divinos
que atribuyen las rotaciones a la trayectoria de los cuerpos celestes, ad- y a la correctora e implacable intervención celestial. Sin embargo, no se
judicándoles una puntual y predecible regularidad. Agüero señala que propone, como solución la oración, la penitencia o la mayor influencia
no se ha visto, en la historia de las monarquías, semejante precisión. de las instituciones religiosas, sino “el procurar que, con justas leyes, y
Su irregularidad, argumenta, desmiente la planificación divina y parece, con los mejores magistrados, se temperen de tal modo las costumbres de
más bien, denunciar las vicisitudes humanas. Aceptar la hipótesis de la los gobernadores y del pueblo.”69 Su apelación es a la autoridad civil y
divinidad del ciclo implicaría sancionar positivamente las revoluciones laica. Lo que le exige no es que sean más devotos, sino que se ponga fre-
acaecidas y las amenazantes. La condena, sabemos, requiere del libre al- no a los excesos. El medio no es ya el príncipe, sino las leyes y los jueces,
bedrío del acusado: “Mas á los impulsos de los designios y pensamientos que tienen a su cargo el vigilarlas. El discurso absolutista se ve influido
nuestros y á las mismas acciones los gobierna la voluntad y natural de por la primacía de las leyes, propia de Montesquieu. ¿Estamos ante un
cada uno.”67 Entonces, las causas de las alteraciones son las acciones del caso de eclecticismo? Puede ser. En todo caso, no es lo fundamental.
pueblo mismo, de su gobierno y del exterior. La dinámica se explica así: El hecho es que los acontecimientos han demostrado ya que ningún
los pueblos y/o sus gobernantes pecan; para corregir y castigar esos ma- régimen puede descansar, por mucho tiempo, en una concentración tan
les, Dios encarga una catástrofe, una invasión o una guerra civil; como exclusiva del poder. El gobierno de Carlos IV, tan similar al de Luis
resultado, el país se purifica o se extingue; surgen, así nuevos pueblos o XVI, lo confirman. Tampoco hay que olvidar que Agüero escribe desde
gobernantes purificados; en algún momento éstos vuelven a pecar. La ira América, donde la clase dominante se aferra a los cargos públicos mu-
divina, sin embargo, no es inescrutable, sino que se anuncia mediante cho más que en Europa. De todas maneras, lo que se propone no es un
predicciones y señales que pueden, y deben, percibirse. Aquí aparece sistema de Cortes, sino un cuerpo de funcionarios menores que vigilen
como imprescindible la labor de los sabios, su propia labor. las disposiciones reales.
También se desliza, en este discurso, su completo desinterés en com- Será en el último discurso, en el sexto, donde el presbítero propondrá
batir la herejía, que ya habíamos explicado como producto de su atención medidas concretas e inmediatas a tomar por el monarca. Su diagnóstico
a otras urgencias. Esto puede constatarse en los dos ejemplos propuestos es que este está rodeado de malos consejeros. La alusión a la perjudicial
de pueblos que, sabiamente, han logrado entender las señales divinas y acción de Godoy y su gente no podría ser más explícita:
tomar las debidas precauciones. El primero refiere a quienes siguieron a
Noé. El segundo, a los “habitadores” de América, a quienes se les había “Y la señal de que la república se ha de mudar ó destruir, es ver ó enten-
vaticinado la llegada perjudicial de los conquistadores. Enterados de su der que el principe aborrece y evita el consejo de los sabios y perítos. Como
futuro, se echaron a la fuga con la llegada de los barcos. Nótese tres asimismo, el vér que admite para sus consejos, para las dignidades y hono-
interesantes detalles. El primero es que la deidad indígena adquiere la res, y tiene por dignos de su trato y familiaridad á unos hombres nuevos,
capacidad para predecir y está puesta a la altura del Dios judeo- cristiano. necios, imperitos, aduladores, violentos y presuntuosos. ¿Quién, pues, á no
128 129
ser totalmente estólido, diria que una nave en medio del mar combatida rodeado de consejeros.
por todas partes de recias tempestades, podria librarse de la subversion que La segunda es su actitud laica, profana y utilitarista ante los proble-
la amenazaba con un piloto imperito, y que no ponia algun cuidado en el mas más concretos. Se invocan ejemplos bíblicos y la autoridad divina.
gobierno del timon?”70 Sin embargo, la solución de los problemas urgentes requiere de una au-
toridad laica y la atención de problemas materiales. En ningún momen-
Y es aquí también donde pide por sus intereses particulares. La pro- to Agüero propone cuidar la piedad de la población, ni destinar recursos
puesta es que el rey debe constituir un cuerpo estable de consejeros de al clero. Su absolutismo, tiene elementos ilustrados: el consejo para la
todo tipo y jerarquía. Sin desatender a ninguno y escuchando a todos, “utilidad pública”. Puede argumentarse que no se refiere a los proble-
sin distinción. Estos consejeros no tienen por qué acceder a empleos mas económicos. Es cierto, pocas veces una clase dominante en peligro
ministeriales, pues su función debe especializarse en dar consejo al rey, lo haga. La clase en el poder no está interesada en transformaciones en la
no en funciones ejecutivas. Aunque se adivina cierta mezquindad en organización económica, sino en su continuidad. En coyunturas críticas,
la solicitud, no estamos sino ante la aspiración de todo intelectual del los dirigentes reaccionarios más lúcidos ponderan la concentración del
régimen: llegar a incidir en las decisiones más generales. poder político, de forma tal de lograr la respuesta más enérgica sobre los
Se deslizan aquí también, ciertos elementos coyunturales que, al ser intentos revolucionarios o una invasión externa.
incorporados, le dan al discurso cierta complejidad. En principio, luego La tercera es el realismo. A Agüero no le preocupa la herejía, la im-
de haber manifestado la autoridad divina y única del monarca sobre piedad o la hegemonía española sobre el mundo. Sabe que esos son, en
su reino, se introduce la posibilidad de su falibilidad: “Los principes, este momento, problemas menores. Nuestro autor tiene un solo proble-
ciertamente, son hombres y no se despojan de la naturaleza humana ma y a él se remite: mantener la autoridad política en una coyuntura
por haber obtenido el principado. Y asi, deben creer que pueden errar revolucionaria. Para eso, llega a utilizar concepciones laicas, que reivin-
y engañarse como hombres.”71 Así, explica que muchas veces son vícti- dicaba el pensamiento burgués, para sostener las autoridades feudales.
mas de sus pasiones. Su origen divino debe convivir con su probable ¿Pero no habíamos visto cómo amonestaba a los intelectuales burgueses
incapacidad para gobernar solo. El segundo elemento es qué es lo que locales por su profanidad? ¿No puede argumentarse una incoherencia?
se entiende por “buen consejo”. A pesar de las invocaciones religiosas, el Sí, si se jerarquiza y se autonomiza el reino de las ideas. Sin embargo,
buen consejo no es el que corresponde a los mandamientos bíblicos sino si atendemos a los intereses de clase, podremos ver una trayectoria inta-
a la “utilidad pública”. El príncipe debe poner atención, no en la piedad chable. Combate, aquí y allá, al enemigo principal: la revolución. En el
de su pueblo, “Mas el tiempo presente amonesta considerar el mismo Río de la Plata, en el momento en el cual la lucha tiene como escenario
asunto que está entre manos. Demos caso los muros debiles, los hom- central el terreno de las ideas más generales. En la península, en un
bres timidos, la carestia del mantenimiento y otras cosas semejantes”72. momento donde hace falta una acción urgente y muy concreta. Aquí, la
Cosas bien profanas, bien concretas, bien urgentes. Iglesia puede evitar la propagación de la ideología burguesa. Allí, debe
En un examen general de la obra podríamos extraer tres conclusio- hacerse a un lado y dejar de conspirar.
nes. La primera es su fuerte regalismo y su oposición al predominio ecle-
siástico. La preeminencia del Antiguo Testamento se explica porque allí Su contexto
son los reyes o líderes civiles los que conversan directamente con Dios.
Eso es lo que explica que Moisés o David tengan una presencia mayor ¿Esta obra representa una intervención necesaria en la lucha de cla-
que Jesús, y que los apóstoles casi no sean aludidos. En esos textos, la ses o expresa, más bien, disertaciones puramente individuales tendien-
divinidad adquiere un carácter omnipresente y unitario. Resulta curio- tes a advertir sobre un problema inexistente? Tal vez el examen de la
so, pero la obra deja entrever sus dudas acerca de la tripartición divina. coyuntura política local y americana nos permita dar una respuesta. En
No se le adjudica a Jesús ninguna adjetivación divina. Eso también se el plano americano, el año de edición de los Discursos varios es testigo de
evidencia en su renuncia al ecumenismo católico y en su reivindicación dos intentos revolucionarios: la Conjuración de los Machetes en México
de la acción de las deidades paganas. El regalismo, en este contexto, es y el levantamiento de José María España y Manuel Gual en Caracas. El
el intento de apuntalar las autoridades, en vista del fracaso del papado primero, a cargo de Pedro Postilla, intentaba apoderarse del reino y ex-
de erigirse como autoridad política sobre el conjunto de Europa. Lo que pulsar a los “gachupines” (españoles). El segundo deseaba instaurar un
propone el trabajo es la concentración del poder en manos del monarca, régimen autónomo. Ambos movimientos son reprimidos. Sin embargo,
130 131
en Nueva Granada, a pesar del ajusticiamiento de España, Gual se man- período. Su examen y contexto revelan que asistimos a enfrentamientos
tuvo activo y realizó otra sublevación en 1800, que también fue sofocada. en el terreno de la cultura que anticipan el advenimiento de la crisis,
En 1799, asistimos al juicio que se le realiza en Coquimbo al presbítero ya sea a partir del desarrollo de los enfrentamientos en América, ya sea
Clemente Morán por profesar ideas revolucionarias. Avilés había presen- con la decadencia de la nobleza española en el ámbito europeo. La cla-
ciado la causa antes de asumir el cargo de virrey en Buenos Aires. se dominante estuvo presente no sólo en la fuerza material. Hubo que
En el plano local, en 1795, Buenos Aires asiste a una conspiración combatirla en todos los terrenos. De no existir conflicto alguno, la labor
política pergeñada por ciudadanos franceses. Si bien se discute la exis- de nuestro personaje no hubiera tenido lugar. Juan Manuel de Agüero
tencia de una Logia para esa fecha, lo cierto es que ese año se secuestran y Echave es la prueba más fiel de que la revolución es la maduración de
cartas a Alejandro y Agustín Duclos Guyot. En ellas se lee el reglamento un largo proceso, económico, político e ideológico. La historia, como la
de las logias Loix de Loreans y San Servans de Malo. En 1798 se funda la naturaleza, no conoce la generación espontánea.
Escuela de Náutica. En 1799, Lavardén y el alcalde de Santa Hermandad
Manuel Barrero y Bustillo piden crear una Junta para la Procuración
del Bien Común. En un principio se permite tal proyecto. Pero, adver- Notas:
tido de los peligros de imitación en otras ciudades, el virrey ordena su
levantamiento. Ese mismo año, se funda la Escuela de Dibujo con fines 1
Vide Gutiérrez, Juan María: Estudios biográficos y críticos sobre algunos poetas
industriales, que luego es clausurada por orden de la corte. Se erige la sud-americanos anteriores al siglo XIX, Buenos Aires, Imprenta del Siglo, 1865,
Cátedra de Medicina. Pedro Antonio Cerviño inaugura la Academia de y Echagüe, Juan Pablo: “El Periodismo”, en Levene (dir.), Historia de la Na-
Náutica, dependiente del Consulado, con estas palabras: “Las canas, o la ción Argentina, Academia Nacional de la Historia, El Ateneo, Buenos Aires,
autoridad suelen perpetuar las preocupaciones, la verdad no está vincu- 1940, v. IV, segunda sección, pp. 59-69.
lada a la edad ni a los empleos, el derecho a analizar pertenece a todos…” 2
Vide Canter, Juan: “La Imprenta”, en Levene (dir.), op. cit., pp.11-57.
Este discurso, sumado a la constitución de la academia, despierta la re- 3
Vide Altamirano, Carlos y Beatriz Sarlo: Ensayos argentinos. De Sarmiento a
acción del comerciante vizcaíno don Martín de Álzaga. En Montevideo, la vanguardia, Ariel, Buenos Aires, 1997.
se cuelga un Judas con la bandera tricolor francesa. El 9 de noviembre el 4
Concepto acuñado por José Carlos Chiaramonte. Vide Chiaramonte, José
capítulo provincial de los dominicos da la orden de leer, cada tres meses Carlos: La crítica ilustrada de la realidad. Economía y sociedad en el pensamiento
en los conventos de Buenos Aires, los escritos del Reverendo Maestro argentino e iberoamericano del siglo XVIII, CEAL, Buenos Aires, 1994.
General Fray Baltasar de Quiñones, condenando la ejecución de Luis 5
Es evidente que entre ellos median diferencias de interpretación. No es este
XVI y a la revolución Francesa73. el lugar para un examen más profundo del problema. Nos basta con señalar
Los años eran tensos, según conjetura José María Mariluz Urquijo74. que los lineamientos en torno a las fuentes intelectuales de la Revolución de
Miguel Lastarria, secretario del virrey Avilés señala: Mayo son sumamente convergentes.
6
Vide Halperín Donghi, Tulio: Ensayos de historiografía, Imago Mundi, Bue-
“Hubo vez en el año 1800 que nos pusieron en tanto avisado (con oca- nos Aires, 1996.
sión de haber insultado de noche a la guardia del virrey marqués de Avilés, 7
Con este término nos referimos a una fracción de intelectuales burgueses
amaneciendo pasquines de Viba la libertad) que obligó a cargar con bala que hoy día dirigen los rumbos del estudio de la Historia en Argentina.
los cañones del fuerte y palacio en que estábamos apuntándolos contra las 8
Romero, José Luis: Las ideas políticas en Argentina, FCE, Buenos Aires, 2004
avenidas.”75 (1ra. Edición, FCE, Buenos Aires, 1956), p. 13.
9
Halperín Donghi, Tulio: Tradición política española e ideología revolucionaria
Ese mismo año, se le confiscan a Francisco Antonio de Rezábal unas de Mayo, Eudeba, Buenos Aires, 1961.
pinturas que hacían alusión a la prisión del duque de Orleáns y a la 10
Wedovoy, Enrique: “Estudio preliminar”, en Lavardén, José Manuel, Nue-
decapitación de Luis XVI. Un año más tarde, a raíz de una disertación vo aspecto del comercio del Río de la Plata,[1801], Raigal, Buenos Aires, 19
ofensiva hacia la corona en Asunción, se prohibirán las disertaciones 11
Chiaramonte, José Carlos: La crítica…op. cit., p.101.
heterodoxas. 12
“Precapitalista” es un término que puede aplicarse para señalar tanto la
En conclusión, la obra que presentamos aquí, es un tratado que examina existencia de una sociedad feudal, como la de una horda primitiva.
lúcidamente los problemas y nos permite una mayor comprensión del 13
Chiaramonte, José Carlos: La crítica…op. cit., p.178.
132 133
14
Idem, pp. 174-175 (cursivas del original). 31
AGN, IX, Tribunales, leg. 16, exp. 14.
15
Idem, p .178. 32
Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires (en adelante AHPBA),
16
Vide Chiaramonte, José Carlos: Ciudades, provincias. Estados. Orígenes de 7-5-13-13.
la Nación Argentina (1800-1846), Biblioteca del Pensamiento Argentino, t. I, 33
AGN, IX, Tribunales, le. 16, exp. 14.
Ariel, Buenos Aires, 1997. 34
AHPBA, 7-5-13-12.
17
El primero es un término habermasiano y se refiere a las formas que toma 35
AGN, IX, 25-2-3.
la política en la sociedad burguesa. El segundo es acuñado por François 36
AGN, IX, 25-2-8.
Xavier Guerra, quien se opone a conferirle al concepto un anclaje de clase. 37
AGN, IX, Tribunales, leg. 16 exp. 14.
Para el primero véase Habermas, Jürgen: Historia y crítica de la opinión pública, 38
AGN, IX, 25-2-9.
Gili, México D.F., 1994; para el segundo, Guerra, François Xavier et.al.: Los 39
AGN, VII, Biblioteca Nacional, nº 32599.
espacios públicos en Iberoamérica. Ambigüedades y problemas. Siglos XVIII-XIX, 40
Lavardén, Manuel José, Sátira, en Ré, Dante: Manuel J. de Labardén. Estudio
FCE, México D.F., 1998. biográfico y crítico, Buenos Aires, pp. 12-18.
18
Díaz, Cesar: Intelectuales y periodismo. Debates públicos en el Río de la Pla- 41
Estos datos están extraídos de Di Stéfano, Roberto, op . cit., p.72.
ta, 1776-1810, Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 42
Manuel José de lavardén, op. cit.
2005. 43
Gutierrez, Juan María: Estudios biográficos y críticos sobre algunos poetas sud-
19
“…la vida de la Iglesia estaba de tal modo entrelazada con las demás ma- americanos anteriores al siglo XIX, Imprenta del Siglo, Buenos Aires, 1865, p.
nifestaciones de la vida social y con los intereses concretos de los diferentes 316.
grupos que constituían la sociedad –familias, corporaciones- que es difícil 44
Su recuperación se debe a José Toribio Medina. Véase su obra La imprenta
admitir su existencia como una entidad homogénea y diferenciada”, Di Sté- en Buenos Aires, La Plata, Museo de la Universidad de la Plata, 1892.
fano, Roberto: El púlpito y la plaza. Clero, sociedad y política de la monarquía 45
En Puig, Juan: Antología de poetas argentinos, t. I, Martín Biedma é hijo,
católica a la república rosista, Siglo XXI, Buenos Aires, 2004, p.19. Buenos Aires, 1910, p. 7.
20
Vide Weber, Max: El político y el científico, Alianza, Madrid, 1984, pp. 89- 46
“Residencia”, se refiere a la Iglesia de San Pedro Telmo.
92.. 47
AGN, VII, Colección Segurola.
21
La tesis sobre la inexistencia del Estado puede verse en Gelman, Jorge, Un 48
Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata,
funcionario en busca del Estado, UNQ, Avellaneda, 1997. Edición digital a cargo de Laffont Ediciones Electrónicas, Buenos Aires,
22
Aunque se hallan dado casos en los que los curas de parroquias muy po- 1998, t. I, nº 1, folio 2 (subrayado en el original).
bres y sin beneficios hayan debido trabajar bajo relaciones de servidumbre, 49
“Oda al Paraná”, en Telégrafo Mercantil…op cit., t. 1 nº 1, folio 7.
hasta el siglo XV. Situación que viene a remediar el Concilio de Trento 50
Telégrafo Mercantil…op.cit., t. I, nº 3, folio 18.
(1545-1563). 51
Vide Diaz, Cesar: op. cit., pp. 72-73 y Olsen de Serrano Radonnet, María
23
Con la excepción de María Luisa Olsen de Serrano Radonnet. Véase su Luisa: op. cit, p. 264.
artículo “¿Quién fue el poeta satirizado por Lavardén? Enfrentamiento con 52
Idem, t. I, nº 12, folios 90-92.
el Parnaso de Buenos Aires”, en Boletín del Instituto de Historia Argentina y 53
Chiaramonte, José Carlos: Ciudades, provincias. Estados op. cit., p.
Americana “Dr. Emilio Ravignani”, nº 17, 1982, pp. 239-290. 54
Idem, t. I, nº 25, folios 193-195.
24
Así lo refiere Francisco Avellá Cháfer, en su Diccionario Biográfico del clero 55
Idem, t. I, nº 29, folios 228-231.
secular de Bueno Aires, Avellá Cháfer-Arzobispado de Buenos Aires, Buenos 56
Idem, t. I,
Aires, 1983, t. I, pp. 110-111. 57
Idem, t. II, nº 29, folios 218-222
25
En Olsen de Serrano Radonet, María Luisa: op .cit., p. 279. 58
Vide Gandía, Enrique de: Historia de las idea políticas en el Río de la Plata,
26
Referencia de Avellá Cháfer, Francisco, op. cit. vol. 1, Ediciones Desalma, Buenos Aires, 1960, pp. 320-339.
27
Archivo General de la Nación (en adelante AGN), IX, 1-2-3. 59
Olsen de Serrano Radonnet, María Luisa: op. cit., p.263.
28
En Toribio Medina, José: La imprenta en Lima, Santiago de Chile, 1903, 60
AGN, IX 25-2-5.
t.3, p. 171. 61
Agüero y Echave, Juan Manuel: Discursos varios..., en la presente obra, p.
29
AGN, IX, 8-5-13. 148.
30
AGN, IX, 8-7-2. 62
Idem, p. 155.
134
63
Ibidem, p. 155.
64
Vide Prelot, Marcel y Georges Lescuyer: Historia de las ideas políticas, La Ley,
Buenos Aires, 1986.
65
Agüero y Echave, Juan Manuel: op. cit., p. 172.
66
Idem, p. 177.
67
Ibidem, p. 182. Concluyendo…
68
Ibidem, pp. 186-187.
69
Ibidem, p. 195.
70
Ibidem, p. 207.
71
Ibidem, p. 209.
72
Ibidem, p. 205.
73
Señalado por Mariluz Urquijo, en El Virreinato del Río de la Plata en la época
del Marqués de Avilés (1799-1801), Plus Ultra, Buenos Aires, 1987, p. 508.
74
Idem, p. 485.
75
En Caillet-Bois, Ricardo: Ensayo sobre el Río de la Plata y la Revolución Fran-
cesa, Publicación del Instituto de Investigaciones Históricas, Facultad de Fi- A esta altura vale un balance. La revolución sufrió derrotas en sus
losofía y Letras, nº 40, Bueno Aires, 1929. expediciones, su aventura terminó con el fracaso del fisco y en las lu-
chas faccionales que mantuvieron en vilo a toda la región durante los
primeros diez años de la revolución. Si uno se detiene en la coyuntura
de los primeros cinco años puede llegar a concluir que la revolución
fue un fracaso. Sin embargo, todo esto tiene una relevancia más bien
relativa en vista de las conclusiones vertidas hasta aquí. La revolución
no sólo dio rienda suelta al capitalismo agrario, sino que también abolió
la servidumbre, la esclavitud, el trabajo gremial y los privilegios. Todavía
hay historiadores que discuten si hubo “afán independentista”, habida
cuenta la distancia entre mayo de 1810 y julio de 1816, como si seis
años de tiempo (o tres, ya que en 1813 se aprueban los nuevos sím-
bolos nacionales, entre ellos el himno nacional) fueran una magnitud
histórica importante o pudieran aislarse del proceso político general a
escala mundial. Esos “historiadores” prefieren escudriñar en las “identi-
dades” regionales para demostrar el fracaso de toda voluntad consciente
de cambio social.
Es cierto que la burguesía revolucionaria no pudo afianzar su hegem-
onía sobre todo el territorio, pero eso no implica que no haya construido
dominio alguno. La burguesía porteña se erigió clase dominante dentro
de sus marcos provinciales, pero apenas veinte años más tarde se dará
el gusto de poner de rodillas al país entero a través de Juan Manuel de
Rosas. Cumplirá allí el resto de su tarea progresiva: la construcción de
una experiencia histórica llamada Argentina, experiencia cuyo futuro
descansa hoy en otras manos, en otra clase llamada a salvarla de quien
la trajo al mundo, ya agotada su potencia creativa. El proletariado rev-
olucionario, si quiere estar a la altura de esta necesidad histórica, no
puede despreciar las enseñanzas de quienes supieron destruir un orden
y construir otro, a sangre y fuego.
135
Apéndices
Sobre las fuentes
Las fuentes que ofrecemos a continuación son los Discursos varios dirigidos
á conservar la autoridad de los soberanos y la fidelidad debida á sus sagradas
personas, escrita en 1799 por Juan Manuel de Agüero y la Representación
del Real Consulado Universidad de Cargadores á Indias de Cádiz, escrita
en 1809 por Miguel Fernández de Agüero. La primera fue tomada
del manuscrito original que se encuentra en el Archivo General de la
Nación, Sala IX, Marina de Guerra y Mercante, 1794-1799. La segunda
fue extraída de la recopilación Documentos relativos a los antecedentes de la
independencia de la República Argentina, publicada en 1912 por la Facultad
de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, por lo que no
representa mayor dificultad en la trascripción, debido a que se trata de
una fuente édita.
Los Discursos varios…fueron objeto de un intento de edición en 1960, a
partir de la iniciativa de Enrique de Gandía. Sin embargo, ese trabajo
adolece de más de 80 errores de trascripción. Por lo que no puede ser
considerada una reproducción fidedigna del texto. El que presentamos
aquí fue sometido a rigurosas revisiones. Cuenta, asimismo, con la
traducción al castellano de las citas y frases en latín a cargo de la Prof.
Josefina Nagore, titular de la cátedra de Lengua y Cultura Latina de la
carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires. Las normas de
trascripción que utilizamos son las siguientes:

- Se ha respetado al máximo la ortografía del documento original.


Sólo se han actualizado en el caso de nombres propios, para su
mejor reconocimiento.
- Las grafías “Xptus” y sus derivados se transcribieron como
“Christus”.
139
140
- Todas las abreviaturas y siglas han sido desplegadas.
Apéndice I
- Se separaron las palabras unidas indebidamente y se agruparon
las letras o sílabas de una palabra que se encontraban
separadas.
- Las mayúsculas y minúsculas se modificaron según el criterio
actual, prescindiendo de las que ostenta el documento.
- Se ha modificado también de arbitraria puntuación antigua,
sustituyéndola por la actualmente vigente.
- En caso de errores del texto -tales como repetición de palabras
o palabras escritas indebidamente- se ha mantenido el original,
Juan Manuel de Agüero y Echave
consignando el equívoco con la seña “(sic)”.
- Se han conservado las tachaduras y las enmiendas tal cual
aparecen en el texto, consignando el estado en que hallamos el
original.
- Las notas del autor han sido conservadas y puestas a pie de
página, con sus respectivos íconos de referencia. Discursos varios dirigidos á
conservar la autoridad de
los soberanos y la fidelidad
debida á sus sagradas personas

Obra novisima que escribe el Licenciado Don Juan Manuel


de Agüero y Echave, Clérigo Presbítero, Capellán de la
Real Armada, la que dedica obsequioso a la Excelentisima
Señora Doña María Josepha Rosa de Mioño Bravo de
Hoyos, dignisima esposa del Señor Don Nicolás Antonio de
Arredondo, Teniente General de los Reales Exércitos, Virrey,
Gobernador y Capitán General de la Provincias Unidas del
Río de la Plata y Presidente de la Real Audiencia Pretorial de
Buenos Ayres &&&.
Señor Doctor Don Juan Manuel de Agüero:

Amigo y Señor: lei con sumo gusto y agrado la obrita que se sirvio
remitirme y que escrivió vuestra merced en obsequio de la autoridad, dominio
é indemnidad de los soberanos en circunstancias que el hombre enemigo há
sembrado una mortal zizaña, cuyas creces han sofocado en todo un reino los
sentimientos mas propios de la religion y de la humanidad acia sus sagradas
personas. Devo confesar á vuestra merced, ingenuamente, que al paso que me
divirtio su lectura, me instruyó su erudicion. No se dexa ver en ella, es verdad,
aquel estilo pomposo y surtido de frases misteriosas, que arrebata la atención
al primer golpe, pero ha sostituido (sic) vuestra merced un lenguaje llano, puro
y natural acomodado al asunto de que se trata, sin faltarle por esto la viveza y
energia correspondiente. Una eleccion acertada de los mejores monumentos de
la historia sagrada y profana. Unas máximas, las mas politicas y christianas, para
la instruccion de un principe. Unas reflexiones naturales que convencen y una
aplicación oportuna de los mejores pensamientos para extender la materia de
los capitulos. Todo esto dispuesto con orden, proporcion y hermosura, presenta
al publico una obrita completa en su genero y eleva el merito de vuestra merced
de un modo mui distinguido. Otro menos reflexivo huviera dado de ojos en un
asunto de suyo peligroso y en el dia el mas delicado y escrupuloso, que pueden
tratar los ecclesiasticos, contra quienes milita la presunción (bien que mal
fundada) de querer establecer su inmunidad sobre las ruinas de los fueros y
derechos natos del soberano. Vuestra merced supo dar con el verdadero medio
que une estos extremos, al parecer tan distantes, dando al rey lo que es del rey
y á Dios lo que es de Dios. Esta sola excelencia hace recomendable su trabajo,
para el que realmente han concurrido de acuerdo el ingenio, la erudicion, el
methodo y el gusto. En esta inteligencia deve vuestra merced no escasear su
lectura á los literatos y á los que no lo son, ut de plenitudine ejus accipiant

143
144
universi.1 Asi lo pienso, quedando de vuestra merced afectisimo amigo y
seguro capellán que

B. S. M.

Fray Cayetano Joseph Rodríguez.

Prólogo al lectór

Prudente y discreto lectór, si lo eres, espero tendrás á bien el corto trabajo que
he impendido (sic) en esta obra para la utilidad de los pueblos y conservacion
de las repúblicas y reynos, escribiendola en lengua vulgar á fin de que pueda
ser entendida de todos y ninguno alegue ignorancia de las obligaciones que
tiene para con sus soberanos. Pues con el motivo de las actuales alteraciones
del Reyno de la Francia parece que algunos se han excedido á aprobar sus
detestables atentados y persuadido á que les puedan asistir algunas razones
para el establecimiento de sus perversos designios. Si se quiere lograr el
desengaño y salir de las falsas preocupaciones, lease atentamente esta pequeña
obra que en ella se encontrará quanto se estime conducente á este fin. Y si
encontrares algo ménos conforme, y no muy sazonado á tu gusto, podrás
corregirlo y dispensarlo. Mas si te adaptáre y lo conceptuases útil y provechoso:
Veniam pro laude peto1.
Vale.

Indice de Discursos varios

1º Sobre el origen de la dominacion.


2º Sobre la indemnidad y fidelidad que es debida a los Soberanos.

3º Sobre las mudanzas de algunos particulares reynos y sus nuevos


establecimientos o erecciones.

4º Sobre las causas de la mudanza y ruina de las repúblicas y primero del


decreto y voluntad de Dios.

“Para que todos conozcan su perfección” [Nota de la Traductora]


1
1
“Pido la venia en lugar de la alabanza” [N. de la T.].

145
146
5º Sobre los remedios contra la mutación o ruina del principado o república
quando amenaza por el decreto de Dios.

6º Sobre el arte de gobernar las repúblicas que es buen consejo.

Dedicatoria

Excelentísima Señora Virreyna

El dedicar á vuestra excelencia esta obrita no es un obsequio que la tributa


el cariño sino una deuda que le exige el reconocimiento: no solicíta su autor en
vuestra excelencia un mecenas que la proteja sino un superior respeto que con
su nombre la autorize. Tampoco aspíra á lograr por este medio su patrocinio,
porque ya se lo tiene acreditado su beneficencia. Esa excelente recomendable
qualidad -que tiene tan poderosa eficacia para la correspondencia- que obligó
á los etnicos á que, en demostracion de su gratitud, tributasen honores divinos
aun á los astros celestes y á los entes sublunares, de quienes se consideraban
beneficiados, por ignorar que sus influxos eran derivados del Ser Supremo. Asi
lo testifica el apóstol en su epistola á los romanos.
En efecto, el dedicarse á vuestra excelencia esta pequeña obra es un tributo
debido de justicia y quando la ofrenda no sea aceptable por la cortedad de
su mérito parece que la hará digna de sus aras la nobleza de su objeto. Si
yo debo prometerme que el haga sus delicias y llene de complacencias sus
afectos. Pues todos sabemos que en los empleos gubernativos que ha obtenido
vuestra excelencia, en compañía de su fidelisimo esposo, ha merecido sus
primeros cuidados y principales atenciones la fidelidad á sus soberanos y el
amor, lealtad y respeto que ácia sus personas siempre ha demostrado. ¿Pero
cómo no había de emplearse vuestra excelencia en desempeñar estos debéres,
quando á esto la estimulan su esclarecido orígen y su ilustre claro nacimiento?
¿Cómo, digo, quando sus heroicos progenitores, que se han distinguido por
las armas y las letras, la han servido de modelo y pauta para el más puntual
cumplimiento de estas obligaciones? Sus títulos, sus timbres, sus blasones, los
enlaces mas gloriosos y los mas felices entroncamientos que han dado mérito á
que se le declare inmediato succesor á la grandeza de España, y a que solicite

147
148 149
su propiedad por diferentes lineas el ylustre hermano de vuestra excelencia, la Magestad Divina prospere y dilate por siglos su importante vida en la mayor
el señor Don Joseph Luis, Alferez Mayor y Regidor perpetuo de la Villa de grandeza como necesito.
Reynosa, Señor y Mayor de las Casas Fuertes y Torreones de sus apellidos y
Casas solariegas. Toda esta brillante celsitud y mucha mas que omito por no Excelentísima Señora
ofender su modestia y mortificar su humildad, ha empleado siempre su mayor
fidelidad, en el servicio y obsequio de la magestades supremas. Queda rendido ante vuestra excelencia con el debido respeto su más obligado,
Por eso vuestra excelencia, imitando el exemplo de sus mayores, ha atento servidor y menor Capellán
manifestado en las ocasiones ocurrentes el más distinguido zelo por la
conservacion de los derechos y regalías de sus amados soberanos, sin que jamás El Licenciado Juan Manuel de Agüero.
haya olvidado las obligaciones de christiana y los debéres de católica. Pues todos
han observado su vida religiosa, su exemplar recogimiento, la moderacion en Excelentísima señora Doña Maria Josepha, Rosa de Mioño Bravo de Hoyos.
su trage, la modestia en su aspecto, la civilidad de su trato, lo cortés de su
comedimiento y, por decirlo de una vez, el complexo de todas las virtudes
politicas y morales. De modo que ha sido vuestra excelencia como pauta y
modelo por donde han reglado sus acciones y ordenado sus procedimientos las
demás personas de su sexo, que han logrado la dicha de conocerla y la felicidad
de tratarla. Las excelsas dotes de que el cielo y la naturaleza han colmado á
vuestra excelencia la hacen acreedora á que se le tributen los mas preciosos
encomios, sin que se noten de encarecimientos. Ellos no son hyperbólicas
expresiones sino unas verdades que las acreditan los mismos hechos. Vuestra
excelencia ha heredado y reunido en su persona las ilustres qualidades de sus
nobles ascendientes, que por la generosidad de sus almas verdaderamente
grandes, lograron empuñar los bastones militares, las sillas archiepiscopales y
hasta la primera magistratura de la nación: premios constantes de sus heroicas
virtudes que parece ha realzado vuestra excelencia ennobleciendo su espiritu
con la piedad y con el exacto cumplimiento de nuestra religion.
Vuestra excelencia me parece el mas cabal retrato de aquella muger fuerte
que nos describe el sagrado texto. Nosotros la observamos desempeñando
los debéres de su estado, laboriosa, diligente y digna de que su fiel esposo le
deposite su corazón y su confianza. Vuestra excelencia le ayuda, se asocia en
sus cuidados y desvelos y al punto le vemos salir victorioso y distinguidamente
premiado. ¿Y que diremos del cuidado que impende en la educacion de sus
preciosos hijos y del arreglo y conducta de toda su familia? Ninguna otra cosa,
sino que este es el testimonio mas fiel del desempeño de sus obligaciones y que
nos da á conocer que aquellos han recibido los mas saludables documentos de su
liberal y generosa mano. Ellos, al fin, cogerán el fruto de tan laboriosos, eficaces
empeños, quedando á vuestra excelencia la gloriosa satisfaccion de haberlos
dirigido con acierto. Por el buen egemplo con que los ha edificado, igualmente
que á los pueblos de su gobierno, se ha hecho vuestra excelencia acreedora á
los mayores elogios y se ha adquirido un justo derecho a los eternos premios.
Su irreprehensible conducta, sus ilustres perfecciones, sus nobles, excelentes
prendas nunca podrá mi pluma justamente describirlas pues, para ser bien
ponderadas, requieren mayor facundia y un talento superior al mio. Y quando
yo pretendo elevarlo, creyendo desempeñar el asunto que me he propuesto,
reconozco que mis fuerzas no son bastantes á sostener tanto empeño, sin que
me quede otro arbitrio al ver la inutilidad de mis esfuerzos que el significar á
vuestra excelencia sin intermisión mis afectos, suplicando con eficaces ruegos á
Discurso I

Sobre el origen de la
dominación é imperio
Tan antigua es la dominacion y el imperio como el mismo mundo. Apenas
lo sacó Dios del profundo caos en que se hallaba y crió todas las cosas que
en el existen, quando destinó al primer hombre para que dominase sobre la
tierra. Adán no reconoce otro superior que al Supremo Ser que lo ha formado,
dandole la presidencia sobre todo lo que ha producido. Él le hace temible y
respetable sobre toda la carne, segun la expresion de la escritura al capitulo 17
del Eclesiástico. A él le presenta todos los vivientes irracionales para que á su
beneplácito les imponga sus nombres: el sol, la luna, las estrellas y demás astros
se destinan por su criador á que se sirvan á beneficio y utilidad del hombre, y
aun al mismo tiempo y el número de sus dias lo sugeta á su dominación. En una
palabra: Adán es el absoluto monarca de la tierra, el primero de los reyes y el
origen de los emperadores. Porque en efecto convenia, y aun era necesario, que
siendo padre de todos, por la propagacion de la carne, fuese tambien monarca
universal y que toda criatura, reconociendo la autoridad que Dios le había
comunicado, se le subordinase y le reconociese como á un emperador baxo
de cuyos pies habia sugetado el Supremo Hacedor todas las cosas, segun el
lenguaje de la Escritura: Omnia subjecisti sub pedibus ejus.1 (Psalm. 8.7)
Aunque Adán, por la fraccion del divino mandato, merecio que se le
revelasen las criaturas al mismo tiempo que el se reveló contra Dios, haciendose,
por la transgresión, indigno de exercer tan noble y absoluto imperio, con
todo, seguida la generación, comenzó otro imperio necesario sobre los hijos y
de este se originó que los padres de familia fuesen como los reyes de ellas. Y
divididas estas, y aumentadas, se juntaron mayores sociedades, formandose
pagos y aldeas. Y ultimamente se establecieron ciudades y en ellas se eligieron
personas que rigiesen á la sociedad en lo civil y temporal. Elegianse estas con

1
“Sometiste todas las cosas bajo sus pies” [N. de la T.].

153
154 155
respecto á la cosanguinidad, de manera que durante la vida del mas anciano
de la familia, ninguno otro sino este exercia el imperio y todos los demas le nacidos de ellos y de los suyos los conducian á diferentes y apartadas regiones.
estaban subordinados aun respecto de sus mismos hijos, para cuyo regimen no Y alli, por razon del regimen, fueron llamados reyes. Mas, falleciendo aquellos
se reputaban principes sino guias y conductores con precisa subordinación á la principes sin hijos, ó hallandose inútiles para el imperio y régimen de las
cabeza ó senior de la familia. Como se demuestra en el capítulo treinta y seis familias, por comun consentimiento de los habitadores de cada region ó por el
del Génesis, quando trata de los gefes de los ydumeos, viviendo Esaú, que era arbitrio de los ancianos, se elegian principes. Ó por comun sentír, los elegidos
el padre de ellos. Muerto pues, el abuelo, ó mas anciano, cada uno de los hijos cuidaban y tenian la solicitud y gobierno de aquellas cosas que se habian de
tenian á los que habian nacido de ellos y los imperaban. Y estos juzgo fueron hacer para el comun ó eran pertenecientes á la utilidad de los particulares.
los primeros principios de los reynos legitimos, pareciendome que chancean
ó hablan de burlas aquellos que fingen primeramente hombres erráticos que Sección II
habitaban como fieras en las selvas y que, despues, convocados á la sociedad y
civilidad, se originaron de allí los principes, como parece lo sostiene Vitruvio2 Como el hombre sea por naturaleza un animal sociable, y haya elegido
y otros. Yo pienso pues que primero fue la sociedad natural de los hombres, para si la sociedad de algunos y su compañía, era tambien necesario que se
despues la civíl y que esta nació y se continuó de la natural hasta que, por inventasen los modos de contener y regír á la sociedad, y que con comun
la tirania y ambicion, se comenzó por fuerza á dominar á los pueblos que consentimiento se comprobase consiguientemente la autoridad de aquellos
rehusaban el imperio. que se habian de emplear en este grave negocio. Por eso, dice el Padre San
Con todo, no se puede negar que huvo algunos hombres de naturaleza Agustín que es un pacto general de la humana sociedad el obedecer a sus reyes.
fiera que, habitando lugares desiertos, se separaron de toda humanidad y de El Jurisconsulto Hermogeniano4 claramente afirma que por derecho de gentes
la verdadera vida civíl y sociable, de donde provino llamarse vagamundos, se introduxeron las guerras, se separaron las naciones y se fundaron reynos y
sylvestres, barbaros, incultos en las costumbres, sin religion y sin Dios. Los que dominios. Y Pomponio5, otro jurisconsulto, se adelanta á decír que del derecho
degeneraron de sus mayores no ménos que la cizaña de la naturaleza del trigo. de gentes, esto es, de aquel de que usan casi todas las naciones, se ha derivado
Mas hubo tambien, entre ellos, alguna sociedad y fórmula de justicia, qual se la religion y respeto para con Dios, y el que obedezcamos á los padres y á la
halla entre los ladrones. Á la manera que ántes del diluvio, Caín, apartandose patria. De todo lo qual sostiene la causa, el principe legitimo aprobado por el
de la presencia del Señor, después de haber muerto á su hermano Abel, habitó mismo Dios, como ministro de la justicia y equidad divina, con una potestad
prófugo en la tierra ácia la region oriental. Y se dice que fue el primero que dependiente de la Suprema Deydad. De aquí es que el derecho humano,
edificó una ciudad á la que puso el nombre de su hijo Enoch, segun se refiere al establecido por los reyes y emperadores, quiso el señor que se guardase y que
capitulo quarto del Génesis. No obstante, asegura Josefo3 que antes de aquella fuesen honrados los mismos reyes, como lo mandó por San Pedro: “vosotros
edificó Caín otro lugar llamado Nais. Mas, aumentada despues su familia, (dice) reverenciareis á los reyes y guardareis los derechos humanos, que por
construyó otra á la que denominó Enoch y allí fixó la forma y el trono del primer medio de los emperadores del siglo distribuyó Dios al genero humano”.
reyno, ó mas bien del latrocinio, en donde los pios y buenos se infestaron hasta De lo dicho colegimos la causa por qué se encuentra en las historias que
la venida del diluvio. Ántes de estos tiranos -y despues- perseveraron los hubo tantos reyes en todas las regiones del orbe ó, mas bien diremos, régulos
legitimos principados en los principales de las familias. Y asi, en la division de que eran como rectóres o principes de ciudades particulares, los que contentos
la tierra en tiempo de Phaleg, quando se empezó á edificar la torre de Babel, con sus pequeños lindes y colonias, empezaron la primera vez á llamarse reyes.
tenia cada una de las familias sus particulares gefes y rectóres, los que á los Y así se denominan y numeran en el capitulo catorce del Génesis: Amraphel,
Rey de Sennar; Arioch, Rey del Ponto; Codorlahomor; Rey de los Elamitas;
Thadal, Rey de las Gentes; Bada, Rey de los Sodomitas; Bersa, Rey de Gomorra;
2
Marco Vitruvio Polión: arquitecto del siglo I a.C. Autor del tratado sobre arquitectura más
antiguo que se conserva, y el único de la Antigüedad clásica, De Architectura, en 10 libros
Senaab, Rey de Adama, Senebeth Rey de Seboim, el Rey de Bala ó Segor;
(probablemente escrito entre los años 23 y 27 a.C). Inspirada en teóricos helenísticos, la obra Melchisedech, Rey de Salem, las quales eran ciudades de casi una sola region,
trata sobre órdenes, materiales, técnicas decorativas, construcción, tipos de edificios, hidráulica
y mecánica. Sus estudios fueron reeditados durante la Edad Media y ejercieron una notable
influencia sobre los intelectuales renacentistas. De sus tratados sobre las proporciones, Leonardo 4
Juriconsulto romano del siglo IV. Creador del código del derecho privado que lleva su nombre,
da Vinci crea el “Hombre de Vitruvio”, donde se examina la cuadratura del círculo [Nota del adoptado por los emperadores Teodocio II y Justiniano [N. del E.].
Editor]. 5
Pomponio Mela: geógrafo romano del siglo I d.C. Redactó una Geografía (Chorographia) en la que
3
Flavio Josefo (37-95): historiador judeo-romano, nacido en Jerusalén. En su Guerra de los judíos de manera concisa describe todos los pueblos de las riberas del Mediterráneo [N. del E.].
describió la caída de su ciudad natal a manos de Tito [N. del E.]. 6
Tachado en el original [N. del E.].
156 157
como puede colegirse del capitulo 19 del Génesis. Hubo tambien (1) otros 6
reyes, se erigieron otras monarquías que, interviniendo algunas alteraciones y
reyes hasta 31 cerca del Jordán, como consta del capitulo 12 de Josué. Entre transfiriendose de unos á otros, se continuan hasta nuestros tiempos parte de
todas estas potestades se encuentran algunas que antiguamente se llamaron ellas por todo el ámbito de la tierra. Nosotros tratarémos en otro lugar de las
justas y legitimas y aora se dicen malas como, por el contrario, algunas que mutaciones de algunos particulares reynos, contrayendonos aora á establecer,
en otros tiempo fueron injustas y al presente se excusan de tiranas por haber en el segundo discurso, la indemnidad de las personas de los soberanos y la
prevalecido en principados legitimos por medio de la voluntad de Dios, ó fidelidad que se les debe guardar por sus subditos y vasallos.
efectiva ó permisiva. Porque permite alguna vez Su Magestad que sea afligido
el pueblo por los malos principes para corregirlo, ó para vengar el pecado por
él cometído, como dice Job al capitulo 34: Qui facit regnare hypocritam propter
peccata populi7. Porque, en efecto, es justo que los malos sean castigados, como
se explica el Padre San Agustín en el libro de sus retractaciones. Pero siempre
los buenos y malos principes, como tambien los demonios, tienen el poder
del Señor. Mas no por eso, si ellos son malos ó si abusan de la potestad, que
por si es buena, serán libres del juicio divino. Asi, ciertamente, es necesario
que sean castigados los malos, mas, no por eso, los que reciben la potestad de
castigarlos se podrán eximir de sus propios delitos, asi como es preciso que
haya escandalos, pero ¡ay del hombre por quien viene el escandalo!

Sección III

Ya hemos visto que, desde el principio del mundo, fué Adán constituido
principe de todas las cosas y que conservó su imperio en sus hijos y
descendientes, durando su monarquía por todo el tiempo de su vida, llegando
á ver á los hijos de sus hijos y de sus nietos hasta la septima generación. Mas no
fue hasta los fines tan universal su dominio, pues hemos observado igualmente
que Caín, viviendo aun su padre Adán, estableció una especie de reyno ó
tiranía y se continuó esta dominación en su descenencia y posteridad hasta el
mismo tiempo del diluvio, siendo el lugar donde fixó su trono, la que intitula
Beroso, la maxima ciudad de los gigantes que dominaban á todo el orbe desde
el oriente al poniente. Llámo tirania al imperio de Caín con mas verdad que
reyno por haberse sustraido del imperio paterno y haber usurpado su potestad,
sugetando á si, y oprimiendo por medio de la fuerza, á los que, descendiendo
de su padre Adán, le debian estar subordinados por derecho natural.-
Pasado ya el diluvio se erigieron en Egipto las primeras dynastías ó
potencias hasta el año 43 de Nino, como escribe Eusebio. Éstas llegaron hasta
15, que aquí se omiten por evitar proligidad. Y de aquí se fueron estendiendo
los reynos y monarquias, siendo la mas diuturna la de los asyrios en la que hubo
36 reyes, siendo el primero de ellos Nino y el último Sardanápalo. Y después de
este imperio, que fue el primero en el orbe, y duró según Eusebio, Metástenes,
Beroso y Justino, 239 años, y al fin trasladado á los medos por la malicia de sus

“Quien hace que reine un hipócrita a causa de los errores del pueblo” [N. de la T.].
7
Discurso II

Sobre la indemnidad
y fidelidad que es
debida á los soberanos
Sección I

Si nunca mas que aora se ha calificado la verdad de que los reyes y


soberanos de la tierra solo reconocen por superior á la Deydad Suprema, y
el mismo Dios, de quien son ellos vicarios ó en cuyo nombre exercen las
potestades de que estan revestidos, es el que privativamente puede juzgar sus
causas y corregir sus excesos, ¿Quien habrá que pueda justamente sostener que
las sagradas personas de los reyes estan sugetas y expuestas á los insultos de
los vasallos, siempre que no les acomode su dominio ó que juzguen tirana su
dominacion? Parece que no podrá haber quien establezca un aserto tan ruinoso
y un despropósito tan sin acuerdo, porque si aun respecto de aquellos que,
con dolo y malas artes, usurpáron el imperio ó principado se han excitado no
leves disputas y controversias sobre la licitud de su expulsión y la impunidad
de su castigo, ¿qué podremos decir de los legitimos poseedores del trono,
aun quando se versen tiranicamente en el Imperio? ¿Qué de aquellos que
gozan de una suprema potestad y, siendo de su derecho, no reconocen en lo
temporal algun superior (en cuya clase están constituidos los reyes de España,
Francia, Moscovia y otros semejantes monarcas)? Nosotros, apoyados en los
mas solidos fundamentos, aseguramos que el legitimo principe, por mas impía
y tiranicamente que impére, no puede legitimamente ser acometido por sus
subditos y vasallos, ni estos pueden, de facto, intentar ó maquinar juridicamente
alguna cosa contra él, su estado, honor, vida ó dignidad. Porque los subditos no
tienen alguna jurisdicción sobre su monarca, el que no pende de la potestad del
pueblo y, por eso, no puede este determinar contra él, ni imperarle. Y aunque
en algun tiempo residió la potestad de Roma en el pueblo, con todo, despues
que trasladó al Principe toda la potestad, se despojó de ella de modo que no
pudo usarla por haberla concedido perpetuamente. Así se vé que, elegido
emperador Valentiano y siendo rogado por los soldados que agregase un socio
al imperio, respondió conforme á la dignidad de un emperador: “A vosotros,

161
162 163
les dixo, os tocó el elevarme á la dignidad imperial siendo yo un particular, exemplar. Y asimismo harémos vér las razones que tenemos para obedecerlos y
mas la administración del Imperio no os toca á vosotros, sino es cosa peculiar respetarlos, aun quando se portasen tiranicamente con sus vasallos.
del Principe, como vosotros mismos lo confesareis. Y asi en adelante haced lo Celebra Xiphilino1 -en su Nerón Córbulo- á Romano, insigne capitan de
que se os mandáre y manteneos quietos pues a mí me conviene cuidar de lo Nerón, solo por haberle guardado á este fidelidad, no obstante que su crueldad
que debo hacer”. Y en efecto, por entónces no cedió á los soldados, aunque (tan notoria en el mundo) parece que pudiera haber disculpado la perfidia.
despues que volvio á Constantinopla, pasados treinta dias de la aceptación del Sigismundo, obispo quinqueesclesiese, habiendole prometido Maximiliano2
Principado, agregó por socio del Imperio á su hermano Valente. Primero, Emperador de los romanos, el arzobispado saltzburgense por premio
Toda la jurisdicción pues, en el estado de la monarquía y la potestad de la de la desercion, solicitandolo para que se uniese á su partido, le respondió que
espada, pende de solo Dios. Por eso, los subditos que carecen de potestad no él tenía por grave delito el faltar á la fidelidad que una vez habia prometido
pueden juridicamente executar en su monarca algun exceso ó castigo, y en caso al rey Vladislao. Por lo que aun el mismo Maximiliano alaba la integridad
que lo intentasen, serian reputados por reos de crimen de majestad. Y no solo de este prelado. Es célebre el dicho de Miguel Orsaco, Palatino de Hungría:
si efectivamente cometiesen algun atentado contra la persona del principe, su “Como pensasen los demás próceres derribar á Matías del trono, á cualquiera
seguridad y vida, sino tambien quando interviniesen á la facción y consejo de (dixo Miguel) que viereis coronado con la sagrada corona, aunque sea un buey,
los conspirados, aunque en la realidad no hayan consentido á la accion mala. adoradle y tenedle por sacrosanto rey y respetadle”.
Pues aun el solo pensamiento de acometer al principe, aunque despues se Acerca de la obediencia para con los reyes, vemos que, aunque nuestro
siga el arrepentimiento, tiene por pena, según las leyes, el suplicio de muerte. señor Jesucristo reprehendió muchas veces la avaricia, impiedad y demas
Refierese á este proposito un exemplo memorable de cierto personage de iniquidades de los escribas y fariseos, con todo, él mandó que se les obedeciese
Normandía, el que, habiendo determinado matar á Francisco I, Rey de Francia, por estar sentados en la cátedra y trono de la potestad. Preguntado en otra
y habiendo confesado esto mismo, movido del arrepentimiento, á cierto ocasión acerca del tributo que los judios habian de pagar al César y al Rey,
minorita, y absuelto en el sacramento, con todo denunciado al rey y remitido respondió: “Dadle al César lo que es debido al César, y á Dios dadle lo que le
por él al respectivo tribunal para que se examinase su causa, fue condenado al corresponde”. Tambien observamos el respeto y sumisión á los reyes en los
último suplicio. Hubo tambien un hombre mentecato, nombrado Caboche, el exemplos que nos dexaron los christianos, que desde la pasion de Cristo hasta
que habiendo desembaynado la espada á presencia de Enrique II, rey tambien Dioclesiano, por espacio de casi 300 años, padecieron innumerables y crueles
de la Francia, aunque ni le acometió, ni hizo algun otro movimiento, fue, con tormentos, y muertes atrocísimas, siendo muertos en una ocasión veinte mil
todo, condenado al último suplicio. Y ni el furor ó locura, que suele excusar de y en otras arruinados enteramente sus pueblos. Y no se lee en alguna parte
la pena en los delitos, pudo eximir de ella á aquel mentecato por la gravedad que ellos, aunque iguales en fuerzas y en número, ó maquinasen lo menor ó
del hecho. Pues se juzga que ninguna hay tan sin juicio que por un instinto se revelasen por fuerza y armas contra las leyes, la república, el magistrado, el
natural no respete de algun modo á la magestad de su principe, quando aun los emperador ó su seguridad. Como que sabian bien que se llamaban christianos
leones y otras bestias feroces disciernen entre los demás á su curador, pastor y por solo el amos de Dios y del Divino Culto, de donde proviene el piadosisimo
conductor y no se levantan contra ellos como contra los otros. dogma de que obedezcan al magistrado. Por lo qual habiendose promulgado
Hannon, general de los cartagineses en la África, habiendo intentado en Nicomedia un cruel edicto de los emperadores Dioclesiano y Maximiano
emplear sus riquezas -con las que superaba las fuerzas de la República- á contra los christianos, y siendo castigado uno de ellos con el último suplicio
efecto de ocupar la dominación, y esforzandose á acometer el reyno matando al por haberse atrevido (movido de indignación de tanta severidad y rigor)
senado, y habiendo ultimamente ocupado las fortalezas contra la Democracia, á arrebatarlo, despedazarlo y dividirlo en minutísimas partes, dixeron los
conmovidos y amotinados contra su partido, los republicanos, siendo apresado, restantes christianos que justamente se le habia privado de la vida. Tambien
le azotaron con varas, le sacaron los ojos, le quebraron brazos y piernas, como hace á nuestro propósito lo que escribe Evaristo á los obispos por el Egipto: “No
si exigiesen penas de cada miembro, y al fin, le mataron a presencia del pueblo. debe ser arguido ni acusado (dice) ningun obispo por la plebe ó por los hombres
Su cuerpo despedazado con los azotes fue puesto en una horca y todos sus hijos vulgares, aunque sea desordenado, porque por los méritos de los subditos
y parientes, aun los inculpados, fueron entregados al suplicio á fin de que no dispone Dios la vida de los que gobiernan”. Por eso digo estas cosas, porque
quedase alguno de tan infame raza que intentase imitar su maldad ó vengar el azechador suele muchas veces convertir los bienes en mal y en los escogidos
su muerte. Restan aún otros exemplos, que omitimos, los que amonestan no pone Dios mancha. Y tambien permite que reynen los malos principes por los
ser licito á los subditos y vasallos maquinar acechanzas, rebelarse ni poner las pecados del pueblo, aunque no los aprueba, y asimismo promete que reynará
manos en su principe y señor natural que ha alcanzado y obtiene legitimamente
el Imperio.
Hemos convencido ya, con razones y exemplos, los motivos de la indemnidad
1
Juan Xiphilino: sacerdote y rector de la Universidad de Constantinopla a fines del siglo XI.
Intelectual de la dinastía comnena (1081-1185), encabezó la reacción clerical contra el espíritu
de las sagradas personas de los reyes y aora es consiguiente que hagamos
helenista y platónico de los intelectuales bizantinos [N. del E.].
manifiesta la fidelidad que algunos les han guardado á fin de que nos sirva de 2
Se refiere a Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico [N. del E.].
164 165
el hypócrita (como dice Job) por la pertinácia del pueblo. que Phinées mató á Zambri sin algun mandato de Dios ó de otro, é igualmente
Hubo algunos que temerariamente sostubieron que á qualquier vasallo Moisés al egipcio, y que por eso merecieron. Y que asimismo San Pedro quiso
y subdito le era licito con autoridad propia matar al rey tirano valiendose de matar al siervo del Pontifice. Tambien el decir que es meritorio, y que se da
ocultas azechanzas, sutíles alhagos y fraudulentas adulaciones, no obstante por qualquiera ley licencia á qualesquiera personas para matar al tirano, y que
el juramento prestado y confederación hecha con él, sin aguardar á ninguna peca mortalmente todo el que teniendo oportunidad de matarlo, por cautelas,
otra providencia. Mas contra estos insolentes libertínos y su infame opinion acechanzas ó torpemente, no lo executa.
fulminaron los más formidables anatemas los padres de los Concilios de El mismo Gerson, en la censura de los errores afirmados por Juan Parvo5
Aquisgrán, de Toledo y el constanciense. Éste, en la sesión decimo quinta, cerca del precepto Non occides6, enseña que estos errores repugnan á las leyes,
declarando y definiendo ser aquella doctrina falsa, errónea en la fé y en las natural y divina, y á las costumbres, como el afirmar ser licito á qualquiera
costumbres -y como herética y escandalosa, y que abre camíno á fraudes, persona el matar ó hacer que se mate el tirano. Añade tambien las circunstancias
decepciones, mentiras, traiciones y perjurios- la reprueba y proscribe de todo que juntas deben concurrir en su occision, pudiendo probarse ser tal tirano,
punto. Declara demás de esto y determina que los que afirman pertinazmente de las quales una sola que falte -dice- que se debe reprobar dicha occision. La
semejante doctrina son hereges y como tales deben ser castigados con arreglo a primera circunstancia es que sea ciertamente tirano y que aparezca condenado
las canónicas sanciones. por sentencia, pues de inciertos y leves argumentos no se debe proceder á la
Tambien Juan Gerson3, en la primera parte de sus obras y en el tratado que muerte. La segunda, que sea notorio que tal tirano no pueda ser comprimido
intitula: De la anferibilidad del Papa, en la consideración 14, escribió de él mismo por su superior. La tercera, que sea igualmente notorio que dicho tirano no
por las siguientes palabras, después que enseñó que no se debia obedecer al puede ser muerto por otro igualmente bien, de otra suerte concurririan muchos
Papa contra la utilidad de la Iglesia, ó quando manda que se haga fuerza á sin ley y sin orden. La quarta, que sea probable el que no se puede tolerar al
qualquiera reyno: “Confesamos (dice Gerson) estas dos cosas: que no debe tal tirano, y que acontezca otra cosa peor, de otro modo pereceria el consejo del
hacerse la suspension ó substraccion de la obediencia del Papa á no haber Señor de no arrancar las cizañas. La quinta, que no sea probable que semejante
manifiestas causas urgentes; no sea que en el cuerpo de la Iglesia se haga é tirano facilmente se pueda corregir, ó que pueda de otra manera ser comprimido
induzca una division peor y mas general, acostumbrandose los miembros con mayor facilidad. La sexta, que no se haga la occision de tal tirano insidiosa
particulares á no obedecer, pues como nota Aristóteles In politicis, es pesima y repentinamente con cierto detrimento de su alma quando puede hacerse de
cosa el acostumbrarse a no obedecer al principe o al rey. Quanto mas erronea y otra suerte como lo requiere la utilidad de la república y la salud de su alma.
dañable es la asercion de que es licito á qualquier subdito, luego que algun rey Pues en esto sé funda la decretal: pro humani generis (sic),7 de homicidio in sexto.8
se hace tirano por todas las vias fraudulentas y dolosas, sin alguna autoridad La séptima, que, para matar al tal tirano, no se tomen medios de si malos,
ó declaracion judicial, entregar al mismo á la muerte. Principalmente si añade como son fingidas confederaciones, falsos juramentos, mentiras, quia non sunt
esta asercion que se debe reputar por tirano todo aquel que no gobierna para la facienda mala, ut inde eveniant bona.9 Y porque la equidad simulada no es equidad
utilidad de sus subditos ó vasallos”. Hasta aquí Gerson en el lugar citado. Mas sino doble iniquidad y la simulación es iniquidad, y tambien porque lo que es
en la primera parte de sus obras, en el tratado de errores acerca del precepto: No justo se debe executar justamente. La octava, que se haga con buen ánimo y
matarás, repite que, entre los errores condenados en el Concilio Constanciense, sana intención, no para la venganza -ó para el rencor ó por ambicion- sino con
hubo algunos que afirmaron que el ladron nocturno, el herege, el salteador respecto á la ley divina y civil y por la utilidad de la república. Deben tambien
de caminos y el sortilego podian ser muertos meritoriamente por qualquiera, concurrir todas las circunstancias morales, á saber: como se le ha de matar,
aun quando pudiesen ser presentados á su propio juez sin peligro de muerte. quando y en donde y por quien convenga, por lo que no debe ser muerto por
Asimismo afirmaban que la occision del hombre hecha con buena intencion se un sacerdote, ni en lugar santo. Mas aun tambien añade que, sin embargo, de
vuelve justa y escusable, llamando intencion buena, el zelo de la ley ó de su concurrir dichas circunstancias, -según la sentencia de Santo Tomás en el libro
principe. Tambien que aunque se haya de guardar fidelidad al enemigo, pero no de Regimen de Principes y del Maestro Nicolao Oresinense en su translacion
al tirano. Igualmente aseguraban que, del quinto precepto citado, se exceptúa el cerca del principio del libro quinto de los Politicos de Aristóteles y de otros
tirano y que este puede ser muerto, segun aquella ley: non patieris maleficos vivere muchos teólogos- el tal tirano mas bien se debe reservar para el juicio de Dios
super terram4. Y, hablando del tirano que no impera en la república con derecho que ser muerto por privada autoridad y sedicion, y que se debe creer mas á los
-ó sostener que no lo tiene-, se condenó el decir que el arcángel San Miguel
mató á Luzbel sin mandato de Dios con una muerte eterna, del mismo modo 5
Se refiere a Juan de Parvo Ponte, eclesiástico y docente en la Universidad de Paris a finales del
siglo XII (N. del E.).
6
“No matarás” [N. del E.].
3
Jean Gerson (1363-1429): teólogo francés al que durante largo tiempo se le atribuyó la imitación 7
Error del autor o del copista. Sospechamos que quiso escribir “A favor del género humano”. En
de Cristo. Fue canciller de la Universidad de Paris. Compuso obras dogmáticas, morales, místicas tal caso, debería decir: “Pro humano genere” [N. de la T.]
y exegéticas, entre ellas, Sentencia de modo se haberdi tempere schismatis. [N. del E.]. 8
“Acerca del homicidio en el sexto” [N. de la T.].
4
“No tolerarás que los malvados vivan sobre la tierra” [N. de la T.] 9
“Porque no hay que hacer el mal para que de ahí surga el bien” [N. de la T.].
166 167
autores católicos que a los paganos que dixeron lo contrario. los mandó matar sin dexar solo uno. A Besso, que traidoramente, por reynar en
Fue tambien concluido, contra las aserciones del maestro Juan Parvo y su Persia, habia muerto á su rey, Alejandro Magno, aunque Darío le habia sido
libro que había intitulado: De la Justificación del Duque de Borgoña, el que habia enemigo, mandó que se le diese un cruel castigo, para expiar de este modo
muerto á Luis, Duque aureliacense, unico hermano del Rey de Francia, como el grave parricidio del subdito contra su rey. Los Esséos, que entre los judios
á tirano, y afirmaba que esto debia tenerlo á bien el rey. Las razones de la profesaban la execusion de la palabra de Dios, resolvieron tambien que los
reprobacion fueron: la primera, porque contra el precepto de Dios, Non occides, principes supremos, qualesquiera que sean, debian ser inviolables entre los
lo habia muerto sin autoridad judicial. La segunda, por estar escrito: siquis per subditos como consagrados y enviados por Dios. Por la ley divina está asimismo
insidias occiderit proximum ab altari eum evelles, ut moriatur.10 (1) La tercera, porque escrito: “No maldeciras al principe de tu pueblo”. Mucho mas tambien debe
habia sido asesino, de cuya condenacion se trata en el capitulo primero de estar prohibido el matarle. Principalmente, porque el que resiste á la potestad,
homicidio in sexto. La quarta, porque, si esto se permitiese, se abriria camino resiste á la ordenación de Dios, como dice el apostol en el capitulo trece de su
para los homicidios de qualesquiera reyes ó principes, y para la violacion de epistola á los romanos. Y pueden ser, y las mas veces son los principes sugetos
la fidelidad y juramento. Si se permitiese impunemente matarlos por propia á vicios incurables, mas no por eso se les ha de quitar la potestad. A la manera
autoridad, ó maquinar contra ellos fraudes, se daria tambien ocasión de rebelarse que aunque los hijos de Samuel degeneraron de las virtudes de su padre, y
á los subditos y de menospreciar á los principes, y de desconfianza de estos vivieron tiranicamente en el pueblo, de modo que parecia tener este justa causa
para con sus subditos. No habria algun ambicioso, ó justamente castigado por de establecerse un rey y sentarlo en el trono. Con todo, consultado Dios, parece
su principe, que no fingiese contra él grandes crimenes para hacerlo aborrecido llevó á mal la peticion de ellos, diciendo á Samuel: “No te despreciaron á ti sino
del pueblo y, finalmente, no habria alguna seguridad en el Imperio. á mi”, dando á entender que la potestad con que juzgaban, regian ó imperaban,
Por eso, tambien los que vengaron severamente la muerte de aquellos no era de ellos, sino de Dios.
executaron igualmente gravisimos castigos en los conjurados por no dexar Apenas imperó alguno mas tiranicamente que Nabucodonosor, rey de los
á otros con la impunidad ocasión de conjurarse contra ellos mismos. Asi, el asyrios, el que invadio á la ciudad de Jerusalén, profanó su templo y santuario,
emperador Severo mandó que fuesen muertos todos los sabedores de la destruyó las casas y la ciudad: Mató al Rey de Israel y á la mayor parte del
muerte de Pertináz. Vitelio ordenó igualmente que muriesen los conjuradores pueblo y á la otra la trasladó á distinta region. Y, finalmente, mandó que
y homicidas de Galba. Y demás de eso sugetó á Epafrodito al último suplicio, adorasen su estatua. Con todo, los profetas de Dios, que estaban oprimidos baxo
porque, rogado por Nerón, cooperó á que se le infiriese la muerte, como David de su tirania, tan lexos estubieron de tomar las armas contra él y de aconsejar al
al criado Amalecita por haberle dicho que habia ayudado al rey Saúl, herido pueblo que lo matasen que, por el contrario, mandaron al punto que se hiciese
en la batalla de los philisteos, á que se diese la muerte diciendole: “Tu sangre oracion por el rey, para que á él y á sus hijos les concediese Dios una larga y
sea sobre tu cabeza, pues por tu misma boca te has condenado quando dixiste: eterna vida. Y asimismo les exhortáron á que pidiesen por su reino. Y Ezequiel,
‘yo maté al ungido del Señor’”. Fue tambien Saúl, rey impiisimo, el que mandó irritado, detestó la rebelión del rey Sedecías11 contra el mismo Nabucodonosor.
matar á los sacerdotes de Dios é incendiar á Niobe, ciudad de ellos, é hirio á Ciertamente, no se debe obedecer á los principes si mandasen algo contra
punta de espada á hombres y mugeres, parvulos, infantes, al buey, al jumento la Ley Divina, mas no por eso es licita la insurrección contra el rey y su real
y oveja. Y así imperó tiránicamente. Y persiguiendo sin razón á David, consultó potestad. Y como decía con verdad Livio de los subditos contra los tiranos, mas
á los pytones ó nigrománticos. Con todo, fue criado rey legítimamente desde el bien se debe tomar contra ellos el escudo que la espada. Llamase escudo todo
principio, y por eso no pudo David aprobar su muerte. Y el mismo, habiendo aquello que puede servir para la defensa, y la espada se toma por la invasión.
podido matarle en la cueva en que se habia ocultado, se abstuvo y dixo: “No Pues, como los reyes reynan por Dios, como antes hemos dicho, es dudoso y
estendere la mano contra mi Señor y contra el ungido de Dios”. Antes bien, peligroso el ensangrentarse con la muerte de qualquiera principe. Por eso decía
dicen los hebréos que entonces David entrandose en la cueva cortó la fimbria Homero en su Odisea, que era cosa grave el matar á la regia estirpe.
del vestido del rey Saúl, que estaba exonerando el vientre en la cueva y por esta Tampoco es conveniente procurar la mudanza quando se duda de un peor
accion fue castigado por Dios en adelante, de modo que en pena de ella estaba sucesór, principalmente porque las mudanzas por si mismas suelen ser dañosas
yerto de frio en su vejéz con una perpetua frialdad, no pudiendo entrar en calor á la república, como todas las innovaciones de qualquier genero. Y las guerras
aun por medio de los vestidos con que se cubria. civiles que preceden ó siguen á estas mutaciones son peores que la misma
Teófilo, Emperador de Constantinopla, mandó llamar á todos los que, tirania é injusto imperio que se intenta destruir. Debe, pues, tolerarse lo que
muerto el emperador Armenio, habian elegido á su padre para esta dignidad no es permitido corregirse. El desear que Dios nos de buenos principes y á
con el pretexto de compensarles el beneficio. Y hallandose todos en su presencia los que se nos diesen respetarlos, obsequiarlos y obedecerlos, y á qualesquiera

10
“Si alguien mata a su prójimo mediante una emboscada, lo arrancarás del altar, para que
11
Sedecías: hijo de Josías y último Rey de Judá. Gobernó desde el 598 al 587 a.C. Colocado en el
muera” [N. de la T.]. trono por Nabucodonosor, se reveló contra este, desoyendo los consejos del profeta Jeremías. El
(1)
Exodi., c. 2 r. monarca babilonio tomó a Jerusalén, apresó a Sedecías y mandó sacarle los ojos [N. del E.].
168 169
que sean sufrirlos con paciencia, son las principales obligaciones de los encerrado y cercado, lo hizo matar en una jaula.
subditos y vasallos. Así como toleramos la esterilidad, los malos temporales Mas, si tratamos de los principes ó reyes que penden de la potestad de otros,
y las demás cosas que nos parecen perjudiciales á nuestra naturaleza, del demos caso de la investidura de alguno, como del Sumo Pontifice, del Emperador,
mismo modo debemos tolerar el luxo, la avaricia, la aspereza y demas cosas del Rey ó de la eleccion de personas determinadas, ciertamente diremos que el
que nos parecen malas en los que dominan. Los frutos amargos con el tiempo imperio tiranico de estos debe ser corregido y castigado por aquellos de quienes
se dulcifican y los naturales crueles é incultos de los tiranos pueden tambien penden. Y entónces pueden ser juzgados por la autoridad de los mismos y expuestos,
suavizarse, principalmente si conocen estar ya confirmados y seguros entre como dicen, á la proscripcion para que en fuerza de tal permision, y no por la propia
los populares. Y podrán considerar los subditos que no porque Julio César, autoridad, puedan ser muertos, recibida la potestad de aquellos que pueden cometer
como tirano, fue muerto proditoriamente, por eso la República estuvo libre la espada, ó comisionar la facultad.
de tiranos. Mas, por uno, experimentó al punto otros mas crueles. De aquí, si Y esto es quanto he pensado decir acerca de la indemnidad de los legitimos
los homicidas de los reyes quedan impunes ó no son castigados con bastante soberanos, y de la fidelidad que se les debe guardar para utilidad de los príncipes y
aspereza, pasa fácilmente la libertad de matar al principe á costumbre, cosa la de los pueblos christianos, á quienes se sirva el Señor conceder una paz inalterable
mas miserable que puede acontecer al pueblo, y apenas habria principe alguno y perpetua.
que reynase como padre con sus subditos. Siempre estaria encruelecido con Habiendonos parecido concerniente al asunto que nos hemos propuesto tratar: el
ellos y multiplicaria las custodias en daño de sus vasallos, por evadirse de los decir algo sobre las alteraciones y mudanzas que han padecido algunos particulares
parricidios y no ser acometido de los audazes asesinos. Asi, nota Aymonio12, reynos y las causas, que para ello interviniéron, procederémos á formar el tercer
que este vicio pasó antiguamente entre los godos á costumbre, de suerte que discurso sobre ésta materia, que juzgamos pueda ser interesante, asi para que se
quando les desagradaban sus reyes, eran muertos por los suyos secreta ó conozca la instabilidad (sic) de la cosas humanas como para que se eviten por medio
publicamente, de donde resultaba estar siempre la república de ellos turbada y de la prudencia tan ruinosas y fatales transmutaciones.
llena de sangre. A la manera que tambien sucedio entre los ingleses que usaron
de la misma crueldad, matando con inhumanidad á muchos de sus reyes buenos y
malos, cuyos exemplos refiere Juan Gerson. Peores en esto que las bestias fieras, de
las que apenas, ó rara vez , seria oido que se hayan levantado y revelado tantas veces
contra sus armentarios ó guardas.
Quanto hemos dicho hasta aquí se debe entender tratando de un principe
supremo que no reconoce superior, el que no puede de modo alguno ser muerto
lícitamente por el vasallo, aunque haya vivido ó imperado tiranicamente. Mas, si
fuesemos preguntados si otro distinto del subdito, á saber otro Principe puede, en
guerra ó de otro modo, oprimir al que reyna tiranicamente, podriamos responder
que aquel que tiene potestad para hacer guerra tambien la puede tener justa y
laudable para oprimir al tirano no menos que Hércules, de quien se refiere que
domó monstruos semejantes á Busiris13, tirano de Egipto, el que tenía costumbre de
sacrificar á sus huéspedes. Por lo que aun el mismo Dios, quando la tierra abunda de
pequeños tiranos que imperan por su arbitrio, las mas veces suele excitar un grande
tirano que quite del medio á aquellos que no pueden, ni deben ser castigados por
los suyos, qual fue aquel que se llamaba El azote de Dios, nombrado Atila Rotila y
otros muchos. Y asi se venga Dios de sus enemigos por medio de otros enemigos.
Ni por otra razon Tamerlan,14 Emperador de los tartaros, hizo guerra á Piazetin, rey
de los turcos, sinó para castigar su tirania, y por eso, habiendolo vencido, apresado,
12
Se refiere a Amonio Sacas (175-250), filósofo alejandrino, quien fue maestro de Plotino y de
Orígenes y fundador de la escuela neoplatónica [N. del E.].
13
Busiris: rey fabuloso de Egipto al que se atribuye la fundación de Tebas. Inmolaba a todos los
extranjeros que llegaban a su reino. Intentó doblegar a Hércules, pero éste lo mató [N. del E.].
14
Conquistador tártaro, coronado Rey de Samarcanda en el año 1369. Sometió a la mayor parte de
Persia, invadió la India, saqueó a Delhi y llevó a cabo una famosa campaña contra los turcos y los
egipcios [N. del E.].
Discurso III

Sobre las mudanzas


de algunos particulares
reynos y sus nuevos
restablecimientos ó erecciones
Sección I

Asi como acontece á los hombres el no tener siempre una misma figura,
vigor é ingenio, pues son distintas estas cosas en los ancianos, que fuéron en
los infantes, jóvenes y varones. Y después de la muerte, sino es alguna memoria
con el cadáver, tal vez ni aun el mismo cadáver aparece, y lo que es mas, ni aun
queda las mas veces alguna memoria. Asi sucede á las repúblicas en quienes
no es uno mismo el aspecto, el vigor, el imperio y tal vez ni la memoria ni otras
muchas cosas que en ellas florecieron. Mudanse, ciertamente, y se corrompen,
crecen y descrecen, cesan y se acaban, y alguna vez perece la memoria con
el sonido, segun la expresion de la Escritura: perit memoria eorum cum sonitu.1
Esto es, naturalmente, las cosas corruptibles y terrestres, que las que estan
baxo del continuo movimiento de la celestes rotaciones nunca permanezcan
en un mismo estado, crezcan por grados, se adelanten, decrezcan, se alteren,
se destruyan, sientan males, reciban algunos remedios. Y otras, cercadas de
morbos fatales, se hagan naturalmente inmedicables.
La misma República Romana, ella por si sola, dará un fiel testimonio de todas
sus alteraciones. Si consideramos sus mudanzas de reyes en consules, de estos
en decemviros en tribunos militares, tribunos de la plebe, dictadores, maestros
de los soldados, tyranos, emperadores y estos florecientes, caidos y restituidos
ó repuestos por los anastásis ó resurrección. De modo que aquella república
me parece semejante á un enfermo y mal dispuesto cuerpo, el que recae de un
morbo en otro y por algunos intervalos de tiempo se mantiene bueno hasta
que, destituido del humor radical ó vital calor, se enfria para morir. Lo que
ésta república sintió en si exercitó tambien en los principados de otros. Unas
1
“El recuerdo de ellos perece con su sonido” [N. de la T.].

173
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veces, erigiendo provincias en reynos, otras reduciendo los reynos é imperios á Depues de Codro, ultimo rey de los atenienses, muerto por los dones,
provincias por faltarle las propias fuerzas, siendo otras predominantes. regionarios de Grecia, se mudó el estado de la República por Cecrope, fundador
El Imperio de Cartago, destruida la ciudad por Scipión, fue reducido á de Atenas, y, cesando la regia potestad, se disminuyó el imperio de los reyes.
provincia. Por la África, seis provincias fueron hechas de los Moros y Numidas. De modo que, en lugar del rey, fue criado un supremo magistrado sugeto á dar
Los reynos extinguidos por todos los españoles se hicieron de nuevo seis cuentas, de los quales fue el primero Medón, de donde fue llamada la familia
provincias, las que después fueron reynos, y otra vez están aora unidas baxo de de los medontidas. Y al tal magistrado se le dió el imperio vitalicio del modo
un rey. Por Julio César, muchos reynos de las Galias, reducidos á provincias, se dicho, hasta Alcmeon, último de los archontas perpetuos, como ántes hemos
hicieron otra vez reynos, y de estos, pasaron á monarquía. Trajano venció á los dicho. Muerto este, agradó á los atenienses que los archontas solo gobernasen
dacos baxo del rey Decibalo, á Dácia la hizo provincia romana y á Pannonias, por diez años, y fue criado tal el primero Charope en el año quarto de la
Macedonia, y Tracia, las que otra vez se volvieron reynos, unas veces ocupados olympiada quinta. Y duró éste modo de imperar por espacio de setenta años,
por los alemanes y otras por los turcos, como la Asia, que habia venido por hasta la olympiada 24, en cuyo tiempo fue mudada otra vez la República en
testamento al dominio de Atalo, después se le quitó. Lo mismo se diria de Lidia Democrácia, despues de 867 años de la fundacion de Atenas. Y asi, abrogado el
y de otros casi infinitos reynos reducidos á provincias, restituidos, arruinados imperio de los archontas decennales, se encomendó por cada un año la suprema
y trasladados, sino temieramos ser prolixos, como tambien de los persas, de dominacion á nueve archontas y se permitió que por un archonta se nominasen
los partos, de los sarracenos y de otros pocos que vinieron al dominio de los cada uno de los años, según los chronólogos.
romanos, como nota Sexto Rufo, consular en el libro de la historia romana y Casi semejante fue la mudanza general del imperio de los lacedemonios. Porque
otros historiadores. asi como Pausanias en los Lacónicos cuenta algunos reyes que reynaron por la
En tiempo de Achaz, Rey de Judá, dexaron de existir en Atenas los perpetuos succesión y generacion de sus hijos entre los esparciatas, desde Lelege, primer rey,
archontas ó supremos magistrados, en el último, Alcmeon Decimotercio, y hasta Tisameno, hijo de Orestes. Asi, después, pone mudada la forma del reyno y
comenzaron á criarse de diez en diez, por espacio de setenta años, después de dice que, por un rey, comenzaron á criarse dos de las dos familias de Eurístenes, de
los quales se encomendó la república á los magistrados annuales. De estos, que los agidas, y de Proclo, de los euripontidas ó beocios, conforme á la respuesta del
presidieron por cada diez años, fue Charope el Primero, como escribe Veleyo oráculo. La qual forma duró hasta el rey Cleómenes, hijo de Leónidas, el mayor de
Paterculo.2 Los albános fueron los primeros, como dice Licinio, que después de edad que era de la familia de los agidas, el que suponiendo tirania á Eurydámides,
la muerte de Amulio, y Numitor, faltando la estirpe real, criaron magistrados rey de otra familia, le mató con veneno y con nuevo exemplo substituyó en su lugar
annuales con potestad annual, como refiere Dionisio Halicarnáseo.(1) Diodoro á su hermano Epiciclides. Y fueron los primeros dos reyes que reynaron de una
Siculo escribe que los egypcios, confundidas las cosas por las guerras civíles, misma familia. Asimismo quitó á los ephoros, é inducida la igualdad de los bienes,
muerto el rey Sethon en el interregno que duró por quince años, administraron restituyó las antiguas leyes y república. Mas después, siendo combatida por Arato
la república doce ancianos elegidos para presidir y gobernar el reyno. Periandro Lacedemonio, mató este en la batalla á los epiciclidas. Cleómenes, vencido por los
El Primero trocó el imperio de los corintios, inducida nueva forma y despedidos achéos, huyó al Egipto y alli fue muerto. Y los lacedemonios, libre ya de los reyes,
los ministros que tenia, remitiendo los tributos á los que no permitia vivir en fundaron una república popular. Mas esta segunda vez, instituida, volvio á recaer
la ciudad y quitando las posesiones á los siervos, como escribe Heráclides en los tiranos. Y el primero, Machámidas, invadió la tirania y, muerto este, Nabis.
Theopompo, Rey de los Espartános, mudó el estado de la república haciendo Hubo en algún tiempo, entre los galos, reyes poderosisimos de los arménios,
que los ephoros, ó magistrados de los lacedemonios, fuesen criados por el cuyo imperio, según Strabon, se estendía hasta los terminos de los narborenses
pueblo, los que se opusiesen y resistiesen al Rey, como los tribunos entre los y masilienses y Montes Pirineos y aun hasta el océano y el Rhin, con quienes los
romanos á los consules, según dice Valerio Máximo. Licurgo, como dice Nabis, romanos tubieron guerras con no pequeña efusión de sangre. Como lo enseña
tirano de los lacedemonios en Livio Lib. 34, quiso que la república estubiese no Floro, en el epitome del libro 61de Livio, quando hace memoria que Quinto
en manos de pocos, al que llamaron Senado los romanos, y que no sobresaliese Favio Máximo, consul romano, peleó contra Bituito, rey de los arvernos, en cuyo
ninguno ó algun orden en la ciudad, sino que fuesen iguales en la fortuna y certamen fueron muertos del exército de este ciento veinte mil. Con todo, el mismo
dignidad para que hubiese muchos que tomasen las armas por la patria. Strabon asegura que, después de pasados algunos otros reyes, recayó el imperio ó
se redúxo á república libre, como afirma que lo era en su tiempo Julio César, en su
comentario de Bello Gallico. Después, estubo baxo de los romanos y, últimamente,
2
Cayo Veleyo Patérculo: historiador romano del siglo I d.C. Luego de prestar servicios militares
en Germania se hizo memorista de Tiberio. En los diez libros de su Historia de Roma, se dedica a se sugetó á los reyes de Francia+.
justificar la legitimidad de la autoridad de su príncipe [N. del E.].
(1)
Diodoro Siculo Lib. 2, c. 2. En el dia se halla reducida á repúbica con que pequeña efusión de sangre y gravísimos excesos y
+

desordenes que se han cometido por los franseses libre, advirtiéndose que la transformación, y otras
176 177
Por dolo se mudaron muchas democrácias en reynos, cebado el pueblo el año 700 de Cristo. Entonces pues, hecha la transición á los sarracenos, estuvo
paulatinamente por los tiranos. Al modo que la mudanza de la República baxo de un calipha de la estirpe de Mahomet, por el qual se llamaron en adelante
Romana, de la Democrácia al Imperio, se hizo poco á poco, no al punto y de reyes los demás caliphas, como dice Sabelio. Después, apresado el calipha casi
una vez. Luego, después de la muerte de Julio César, que se tubo por tirano por al año 1153, Saraco, general medo, ocupando á Egipto se intituló Sultan, hasta
haberse usurpado la potestad. Mas Augusto y los demás césares que siguieron, que perdida por sus pósteros, cedió en el reyno de los mamelucos.
en cierto modo, acostumbraron á los romanos al yugo regio. Pues queriendo Observaron algunos historiadores -y los que ordenaron los anales de los
Augusto establecer el gobierno monárquico, sin opinión ó sospecha de tirania, monarcas y reynos- que la union de las estrellas ó de los cuerpos celestes
consiguió este fin con la rogacion de los Quinquennios y Decennios, como produxo, ó causó, cierta variación de los imperios ó potestades é innovación
escribe Zonáras. Mas los otros césares que siguieron, aunque fueron designados de las republicas y religiones ó supersticiones, por cada uno de los siglos y, de
emperadores, no para cierto tiempo sinó para toda la vida, con todo, celebraron este modo, el principio y el fin por las alteraciones y mudanzas de los reynos.
los quinquennales y decennales, como renovando entonces el imperio y, de este Computan, pues, estos siglos ciertos desde el año del mundo de 3638, en cuyo
modo, engañaron al pueblo. En tiempo que Ludovico (para las dichas Galias ó tiempo -casi 500 años antes de Cristo- comenzó el estado y monarquia de los
Francia llamado Clodoveo) sugetó á los alemanes y enteramente los derrotó, babilonios y caldéos, imperando Nabucodonosor. Cien años despues, se pone
el Reyno de Alemania, que antiguamente estaba dividido en muchas partes la segunda monarquia de los Persas por medio de Ciro. En el centesimo de alli
(como consta de Amiano Marcelino), se reduxo á ducado.Y en esto imitaron los adelante, la tercera de Alexandro Magno. En el centesimo siguiente, comenzaron
franceses á los romanos, que llamaban entónces generales á los gobernadores los reynos de los indios, de los parthos y de los cartagineses. En el inmediato
de las provincias. centesimo, comenzó á estenderse el Imperio de los romanos por el Asia por
Refiere Junio, en el libro primero de las historias, que llegó en algun tiempo medio de sus gefes ó generales. Hasta que apareció en el mundo el nuevo Rey
á tanta grandeza el Estado de la Pisa que cien familias ilustres de esta gente de Reyes Jesucristo, Nuestro Señor, en cuyo tiempo empezó la monarquía
edificaron, a costa de los particulares, otras tantas naves rostradas (como de los romanos baxo de Augusto César. En el centesimo posterior, comenzó
si dixesemos de alto bordo) y habiendolas empavesado las destinaron á la el Imperio Romano á gobernarse por principes estraños, y fué trasladada
guerra ligústica. Mas como por la fuerza bélica, y por la aplicación en parte á primeramente aquella potestad á Nerva Trajano, á Adriano Españoles y á otros.
la mercatúra, floreciesen algun tiempo en riquezas, despues la sobervia, que es Doscientos años despues del nacimiento de Cristo, fue destruido el Imperio
convite de la opulencia, habiendose originado al punto de la misma felicidad Pártico y levantado el nuevo de los persas por Artajerjes. En el año trecientos,
intestinas sediciones, trastornada la república, los desconcertó, y precipitó á su fue trasladado el Imperio Romano á los principes christianos, á Constancio y
ruina. Y aconteció que, consumidas las riquezas por la discordia, é intermitida Constantino el Grande.
entretanto la negociación, se vieron obligados por diversos tiempos á servir á En el quatrocientos desde Cristo, comenzó á dividirse ó lacerarse el Imperio
varios tiranos. Fue tambien, antiguamente, Mántua ciudad libre del Imperio. Romano, de donde se originaron otros nuevos reynos en Italia, Francia, España,
Mas, agitada despues por varias alteraciones y males civiles, destinó al Imperio África, Asia é Inglaterra. En el quinientos, fue extinguido el Imperio de los
á Luis Gonzaga por haber expulsado la tirania de Paserimo. romanos del Occidente hasta Carlo Magno y contraido al constantinopolitano
Por el contrario, Carlo Magno, arruinado el reyno de los longobardos á los ó de los griegos.
pueblos y ciudades que estaban sitas en el reyno, es decir, en Liguria, Emilia, En el año 600, floreció la impiedad de Mahomet y, juntamente, de los
Venecia, en la Toscana citerior y en los Alpes, los estableció en nueva gobernacion sarracenos por la declinación de la fé, y se produxo un horrendo imperio. En el
y los limites, y pueblos del reyno, los entregó á administradores y á estos les 700, tubieron origen los nuevos ó diversos reynos de sarracenos, arabes, turcos,
confió toda la jurisdicción pública y privada. A los limites llamaron marca, de moros, los que tubieron sus príncipes nombrados caliphas ó sultanes. En la
donde los prefectos de los limites fueron llamados marqueses y condes de la India, Asia, Siria, Egipto, Libia, África, en las Indias del Mar Mediterraneo,
marca. Envió tambien algunos legados extraordinarios con potestad, á los que Océano Etiópico, Indico, y Atlántico. En el 800, el nuevo Imperio del Occidente
llamó enviados, como dice Sigonio en el libro 4 del reyno itálico. La última por los francos ó franceses, saludable á las naciones septentrionales y prénuncio
que reynó, con titulo regio en Egipto, fue Cleopátra y, muerta esta, la reduxo de Cristo. En el 900 la translación del Imperio de Occidente de los francos á
Augusto en forma de provincia. Dividido despues el Imperio entre los hijos de los longobardos, la que fue mucho tiempo luctuosa á la silla apostólica. En
Constantino, obedeció el Egipto á los orientales, ó emperadores griegos hasta el milesimo tubieron su principio los nuevos reynos de Polonia, Hungria,
Bohémia y de los pueblos septentrionales. En el mil ciento, los nuevos reynos
alteraciones que últimamente han acaecido, son posteriores a la conclusión de esta obra [tachado y de los christianos occidentales, principalmente de los francos en la Asia, Siria
enmendado en el original]. y Judéa, y en otras partes. En el mil doscientos, el nuevo imperio y barbárico
178 179
de la nación de los tártaros, con grande calamidad de los indicos y de todo el ruin vulgo, se expone á innumerables muertes. Estas son las mismas palabras
Oriente. En el 1300, el nuevo servil y cruel Imperio de los otomános ó turcos. En del vaticino sin añadirles nada. Júzgue aora el que quisiere, si convienen á los
el 1400, el nuevo de Tamerlán Seythor, el que reprimió algun tanto la fiereza de tiempos presentes y si adaptan á las actuales ruinosas calamidades. Y procure
los turcos. En el 1500, los nuevos imperios del Sophi en Persia, de los lusitanos cada uno concurrir del modo que pueda y permitan sus facultades, á fin de
ó portugueses, y de los españoles en las Indias, y Nuevo Mundo. que se restituya la paz y se restablesca un reyno que, estando de si mismo
Lo que sucederá en los tiempos futuros no lo podemos asegurar. Solo si que dividido, debe precisamente esperar ser desolado, según el oráculo divino(a).
las calamidades presentes en el reyno de Francia, España y otras partes no se Admirable es la vicisitud de las cosas, unas veces á lo mejor, otras á lo peor
que infaustas novedades y mutaciones me parece que nos están anunciando. por los tiempos que corren de los siglos. Todas, quando llegaren á lo sumo,
Dios solo lo sabe, y á nosotros no nos toca proferir sobre esto nuestro dictamen. es necesario que desciendan. Y quando á lo infimo, no pudiendo subsistir alli
Mas con todo, seame permitido el decir que la monarquía ó reyno de Francia mas tiempo, es preciso que se levanten á las superiores, como que respirando
nunca llegaria á faltar si se conservase y prevaleciese en ella la fé y la verdadera poco á poco las fuerzas quebrantadas. Y vencidas y destruidas las repúblicas,
religión. Porque con especial favor y distinguida señal es consignada por Dios reconocen -aunque tarde- la causa de sus males. Mas, como los decretos de
por la mision del Sagrado Chrisma, y por los milagros que por la regia magestad Dios casi siempre se ocultan á los hombres, deben entretanto los gobernadores
se han hecho. Tambien se me permitirá el referir el vaticinio acerca de la Francia y principes cuidar de favorecer, según la humana prudencia -ó en parte, ó en
de que hace mencion (Aymonio Lib. 1. de Gestis Francôrum3 cap.8). Es pues el el todo- al pueblo ó republica quando padecen, para que si las cosas suceden
vaticinio concebido en estos terminos: Basina, muger que fue de Basino, Rey de otra suerte que quisieran, no se les pueda arguír á lo menos de negligencia.
de los toringos, habiendo dexado á su marido, casó con Childerico, Rey de Nosotros, pues, atendiendo á esto, expondremos en los siguientes discursos
Francia, que aun era pagáno. Como en el primer dia de las nupcias se hubiese -con la posible claridad, mediante el auxilio divino- las causas de la ruina ó
juntado con el nuevo esposo, le amonestó que aquella noche se abstubiese del mutación de las republicas y principados. Y juntamente los remedios con que
thoro conyugal y, asimismo, le rogó que saliese ante las puertas del palacio se puede ocurrir, ó que en otras ocasiones se tubieron á la vista, y con las que
y le denunciase lo que alli viese. Childerico, condescendiendo con su esposa podrán enmendarse los pecados que en ellos acontecieren, si aun son capaces de
Basina, salio y vió primeramente las formas ó figuras de unas grandes bestias recibir algun remedio. Y de este modo, se tratará juntamente de la conservación
en accion de pasearse. Las especies representadas eran de pardos, unicornios del estado público, aun quando no pueda conservarse, como de las causas
y leones. Atemorizado Childerico con tan estraña visión, volviendo á su porque suele llegar á su ruina y fin, tomando las debidas precauciones para
consorte, la refirió lo que había visto. Ella le manda tenga buen ánimo y que que no nos suceda á nosotros lo que á otros acontece.
repita por segunda y tercera vez la misma salída. Verificóla el rey y en el acto
se le aparecieron unas imágenes de osos y lobos que andaban discurriendo por
todos lados. Repitió á salir tercera vez y, en esta ocasión, miró las figuras de
unos perros y otros animales menores que mordazmente se despedazaban.
Cuyas visiones le dixo Basina que eran presagios de las costumbres de los
futuros sucesores: el primero -le dice á Childerico- que naciere de nuestra
semilla y nuestro hijo se juzgará por el nombre, será insigne en poder, y este es
el que viste en figura de leon, y unicornio. Mas en la forma del lobo y del oso
se representan sus pósteros, que serán prevalentes en el valor y ávidos en la
rapiña. Mas el perro libidinoso y menos prevalente en el valor es presagio de
la desidia y floxedad de aquellos que se apoderarán de los cetros de este reyno
en los últimos siglos. Demás de esto, la turba de animales menores, que mútua
y recíprocamente se despedazaban, es el pueblo sin temor de los principes, el
que quando obedece con mas atencion á los principales del reyno, que con odio
reciproco se impugnan, se implica en los tumultos de varias causas. Y quando
los próceres intentan privar a unos á otros de los honores, favoreciendoles el

3
“Sobre las hazañas de los Francos” [N. de la T.]. Luca, c.11,v17.
(a)
Discurso IV

Sobre las causas de la


mudanza y ruina de las
repúblicas, y primero
del decreto y voluntad de Dios
Sección I

Nadie duda que el hombre mortal está sugeto por naturaleza á las
mudanzas y vicisitudes, igualmente que á la muerte. Ninguno tampoco niega
que una ciudad se forma de la sociedad de los hombres, y que estos mismos
son las partes del cuerpo civil. Y por eso, nadie puede negar que las republicas
ó administraciones civiles, por las partes de que se componen, estan expuestas
á los mysmos afectos y morbos que padecen los hombres. Y aumentados estos
individuos, tambien aquellos crecen y se aumentan. Y siendo disminuidos,
mudan ellas su esplendor y, afligidas, ellas padecen; muertos igualmente,
mueren y perecen ellas mismas. Y este es el primer modo como natural -y mas
bien fatal- con que aun la república bien ordenada y el principado óptimamente
establecido pueden en algun tiempo ceder. Difícil es á la verdad, dice Platón
(c.8 de Repub.) que se mueva de su estado una ciudad bien establecida. Mas,
como todo lo engendrado esté sugeto a corrupción, aun la tal constitución no
podrá siempre permanecer, sino que se disolverá. Mas ésta disolución no solo
se observa acerca de las plantas, sino tambien cerca de los animales terrenos,
la fertilidad y esterilidad del alma y de los cuerpos, acontece quando las
revoluciones unieren y juntaren los ámbitos á cada uno de los circulos. Para
aquellos, pues, que son de vida corta, los ámbitos ó circuitos son más breves,
como por el contrario. Añade demás de esto Platon que aun las generaciones
de los sábios no son semejantes á los padres. La misma seqüela observan otras
cosas y se juzgan tan difíciles estos misterios, que aun los mas doctos platónicos
no los pudieran entender.
Mas otros los refieren al órden fatál de las cosas, el que se revuelve
perpetuamente por los celestes circuitos que hay dentro de la luna. De modo
que las cosas que se compusieron con ciertas configuraciones de las esferas
y cursos de los tiempos, en algun tiempo se disuelvan por los contrarios. Y
asi parece que concibió Aristóteles (Lib. 5. Politic. Cap. 12.) la sentencia de

183
184 185
Sócrates ó Platon, diciendo que Sócrates expresó la causa de la mutación de las de todas sino juntamente de algunas, pero de las ciertas y determinadas por
repúblicas con concepto á que la naturaleza había dispuesto de tal manera las si mismas. Asi tratamos primeramente de aquella fuerza superior, é inferior,
cosas: que nada permanezca sin que reciba en el ámbito ó circuito del tiempo en las mismas cosas de las repúblicas, ó principados, que mudan ó alteran el
una cierta mutación. Nada hay pues que haya tenido principio en las acciones aspecto de la misma república, ó el Estado, despues de las personas y acciones.
de la sociedad humana, que no haya de tener fin. Asi concluye Lucano, tratando En todo lo qual observamos la disolución de este cuerpo público, que imita
de la república (Lib. 1º. Beliorum civilium).1 la razon del cuerpo humano, el que de otros tantos modos puede disolverse,
inmutarse, trabajar y perecer: ó por fuerza, por la superior voluntad de Dios,
Fert animus causas tantarum expromere rerum. immensumque aperitur por las acciones ó revoluciones celestes ó elementares (sic) por la fuerza exterior
opus quid in arma furentem imputerit populum: quid pacem excusserit orbi. humana, por la interior de los elementos por medio de su misma operación ó
In vida fatorum series, summique negatum. Stare diu, nimioque graves sub por la de otras personas, como se puede hacer constar.
pondere lapsus.2 Huvo pues, algunos, principalmente entre los etnicos como Platón y otros,
que juzgaron que los reynos se daban por voluntad de Dios, se elegian los
Lo que ciertamente es muy verdadero en las cosas corporales, las que se reyes, imperaban y, últimamente, se quitaban. Tambien pensaron que por el
mudan en el mundo por la doble materia supuesta al circulo de la luna por mismo caían las repúblicas, se deprimian y levantaban. De los quales nos será
el fuego y el ayre, las que circundan al agua en la region eterea y con sus permítido consultar á algunos para que despues, al dar la resolucion christiana,
mutaciones alteran y mudan los vegetables. De aqui, los quatro tiempos del prosigamos en este asunto mas facil y libremente. Hubo tambien otros que,
año, las mudanzas y variaciones de los conceptos y los frutos de los árboles, con toda certeza, dixeron que nadie se podia quitar asimismo el succesor como
además que, por la volubilidad de estas cosas, la tierra se calienta y se enfría. que era designado por el hado. De este dictamen refiere Suetonio Tranquilo
Y tambien por el incremento y decremento de la luna, por la circunvolución lo que fue Tito Vespasiano, el que á dos del linaje patricio convencidos en la
de las estrellas errantes y fixas, entre las quales prevalece el Sol á las demás. Y afectación del Imperio, nada mas le amonestó, sino el que desistiesen diciendo
otras en algun tiempo lo ayudan, mas nunca lo impiden, como dice Ptolomeo que el principado se daba por el hado, y que les prometía dar qualquiera cosa
(Lib. 8: Quadrupartiti operis,3 cap.2). Peucero parece atribuir absolutamente á que pidiesen á erogacion del Imperio. Ciceron (1, De oficiis5) hace recuerdo de
los decretos ó direcciones de las estrellas la duraciones y fenecimientos de los los versos de Ennio, los que parece atribuyen á Dios (á quien él llama Hera) la
principados. Y parece que de ellas constituye ó pone en el espacio de 500 años fuerza de imperar con el valor:
el mas largo periodo de las monarquías, dentro del qual refiere que faltan, ó
se transmutan en otras. Asi lo establece en el libro. Mas, se nota en la duracion Ferro non auro vitam cernamos utrique
de los principados que muchos han excedido y pasado aquella edad y termino Vos ne velit an me regnare Hera quid ve ferat sors
de 500 años De divinatronum generibus,4 que el mismo Peucero les señala, otros Virtute experiamus6
se han acabado mas presto. Por tanto no se debe fixar alli el pie, ni en una sola
causa, por lo que me esforzaré á mostrar que las mutaciones y terminos de las Temiendo Astyages que le naciese succesor en el reyno por su hija Mandane,
monarquias, reynos y principados consisten en muchas. según el sueño que se le habia revelado, quiso perder al hijo que nacio de ella,
Yo pienso que tantas vicisitudes y ocasiones de mudanzas, ruinas y llamado Ciro, lo que no pudo verificar, como dice Herodoto Lib. 1º. Quiso
destrucciones nacen y provienen ó por parte de las cosas que hay en la misma Amulio, oprimido su hermano Numitor,7 consorte en el imperio, trasladar el
república, ó por causa de las personas, ó por parte ó causa de las acciones ó de reyno á si y á la succesion de su linaje. Encarcelada Sylvia, hija de Numitor, y
la administración, ó, finalmente, por causa exterior ó intrinseca. Asimismo de haciendo exponer y matar su parto de Rómulo y Remo, por no tener succesor
la causa extrinseca, que provenga de fuerza superior ó inferior, las que unas de aquella estirpe, mas al fin no lo pudo lograr. Pues, conservados aquellos por
veces concurren y otras con proximidad mutuamente se siguen. De modo divina providencia, se elevaron por succesion al imperio, como dice Justino
que es difícil tratar separadamente todas las causas por la necesaria razon (Lib. 40), Livio y otros.
de union. Y, por eso, no hemos podido decir separadamente, ó en particular, Amonestado en sueños Cambyses, hijo de Ciro, que despues de él habia
de suceder Smerdin, pensando eludir el oráculo, procuró que fuese muerto
su hermano Smerdin. Mas al fin no evitó lo que estaba decretado. Saúl quiso
1
“De las guerras civiles” [N. de la T.]. muchas veces matar á David, sospechando que como mejor y elegido por Dios
2
“El espíritu procura desplegar las causas de hechos tan importantes, y se inicia una obra
inmensa: que impulso al pueblo, que expulsó la paz del orbe. La sucesión envidiosa de los
hados, y una permanencia duradera, negada a los más grandes, y las cañidas severas a causa de
5
Error del autor o copista. La obra es De Officiis (Sobre los deberes), [N. de la T.].
un peso excesivo”. La cita es de Lucano, en Farsalia, 1, 67-71. [N. de la T.].
6
“Resolvamos uno y otro nuestra vida con el hierro, no con el oro. Hera podría querer que reinárais
3
“La obra está dividida en cuatro” [N. de la T.]. vosotros o yo; experimentemos con nuestro valos qué trae la Fortuna” [N. de la T.].
4
“Sobre las clases de adivinación” [N. de la T.].
7
Numitor: Rey de Alba Longa. Se supone que vivió a comienzos del siglo VIII a. C. [N. del E.].
186 187
habia de reynar, mas no pudo, como se dice en el libro primero de los Reyes. conocido y determinado. Con razones fixas dice Arnobio (lib. 2. Adversus 11

Salomón quiso matar á Jeroboam su siervo, ó Prefecto de los tributos, porque gentes) se hacen las cosas de Dios. Y lo que una vez se decretó hacer, por
habia entendido que aquel habia de reynar en las diez tribus después de su ninguna novedad puede mudarse. Otros distinguen el hado de la naturaleza,
muerte por la profecia de Ahías Silomita, pero no lo consiguió, pues el Señor como quando dice Cicerón en la primera de las Antonianas, que se ven suceder
lo habia decretado asi por el pecado de Salomón, como se dice en el tercero de muchas cosas preternaturales y tambien fuera del hado ó sin dependencia de él.
los Reyes. Y por eso, huyendo de sus manos, se retiró á Egipto, hasta que murio De lo que disputa Gelio, (lib. 13. c. 2), y dice que con nombre de hado se entiende
Salomón, succedió Roboam en el reyno, el que consultado por el pueblo sobre una muerte violenta é inopinada, la que puede acontecer preternatural ó fuera
la remision de los tributos y no habiendo querido remitirlos, dio ocasión de del órden de la naturaleza, el que cita por la misma sentencia á Demóstenes.
que se cumpliese la voluntad de Dios y eligieron las diez tribus por su Rey á Pero con mas verdad se concluye que se puede llamar vida fatal lo que toca
Jeroboam, según la predicion del Profeta, como se refiere en el tercero de los un periodo de vida fuera del qual se niega el vivir, según aquello de Job (cap.
Reyes, y en el segundo del Paralipomenos.8 Aunque tampoco fue mejor Jeroboam 14. v.9): Breves dies hominis sunt, numerus mensium ejus apud te est. Constituisti
que Salomón, porque tambien él fué idólatra. terminos ejus, qui preteriri nom poterunt. 12
Tiberio César, habiendose hecho cruel despues de la muerte de Germánico, Algunos dicen que el termino de 120 años, otros que mas, es ó natural, hasta
se dedicó á la astrología, para ruina de los hombres. Pues á muchos, indagado el que permite vivir la constitución natural, ó casual y fortuito, producido por
el nacimiento de ellos, si encontraba algo excelente ó concerniente al Imperio, la casualidad y violencia. Á otros asimismo parece que el hado se toma ó por
los mataba. Pero no mató al que habia de ser emperador, como dice Dion la general constitución del periodo, que no puede traspasarse, sinó prevenirse,
Casio (lib. 57. Historiae). Vero César, habiendo pensado en la muerte de Avidio ó por la divina providencia, que no puede engañarse, ni fuera de ella hacerse
Casio, que despues fue tambien César, y escrito acerca de esto á Marcos, le alguna cosa. Mas este hado tiene sus causas de las quales se colige según la
respondio este: “Si á aquel se le debe por Dios el imperio, no podrémos matarlo, definición de Crisipo, quando dice que el hado es una sempiterna é indeclinable
aunque queramos, pues sabes que ninguno mató al que se decia que habia de serie de cosas y una cadena que se envuelve ella a si misma, é implica por
ser succesor de su visabuelo Adriano”, como escribe Vulcano Galicano (in Vita los eternos órdenes de consequencia, por los que es apta y connexa. Explica
Avidi casii9). Como hubiesen sucedido muchos prodigios, que declararon los Gelio (lib.6.c.2.) quando refuta á los que de la doctrina del mismo autor sacaban
arúspices ó adivinos que anunciaban la muerte de Nerón, los mataba éste como esta conseqüencia: si todas las cosas son traídas por el hado, se sigue que
á futuros enemigos, hasta que fue amonestado por Séneca, diciendole que necesariamente suceda quanto ha de suceder y que tambien los hombres sean
aunque matase muchos no podría con todo matar á su succesor, asi lo refiere traidos, no por la voluntad, sinó por el hado, y por eso las leyes iniquamente
Xiphilino Ex dione in Nerone (sic).10 han establecido penas contra ellos. Pues nuestros naturales, como tienen (dice)
Cuentase que Alejo Comneno, Emperador de los griegos, recibió un su propia qualidad, estan sujetos al hado, mas aquella qualidad está puesta en
oráculo en que por ambáges ó rodéos, se le habia declarado que la serie de el libre alvedrío, que quieran ó no quieran. De este modo el órden, la razon y
la familia Comnena duraría tanto quantas letras tubiese el nombre “Alma”, á la necesidad del hado engendra á los mismos naturales y mueve los principios
saber, quatro, que fueron: Alejo, Juan, Manuel y su hijo Alejo El Joven (Nicetas de las causas. Mas á los impulsos de los designios y pensamientos nuestros y
lib. 5). En el último, pues, acabó la succesion del Imperio por industria del á las mismas acciones los gobierna la voluntad y natural de cada uno. Citase
tutor Andrómico, constituido por parte de Manuel, el que, por imperar, el tambien la sentencia de los pitagóricos: “Conocerás (dice) que los hombres
mismo mató á su pupilo, Alejo. Asi pues, no pudo evitarse el hado, aun con la padecen espontaneas calamidades”, como si los menoscabos y daños, que
precaucion tomada por el padre. cada uno experimenta, los causase uno mismo, delinquiese por su impulso y
se precipitase en sus propias incomodidades, por su eleccion é intencion. Mas
Sección II no es de nuestro proposito el decir mas cosas del hado, ni como se han de
desenvolver sus contradicciones. Por lo que resolvemos aquí que tambien por
Agreguemos ya la opinión de los gentiles á la sentencia de los christianos, la voluntad de Dios, como otras cosas que cuida la inefable providencia divina,
conciliando ambas, si decimos, como es justo, que el hado es la voluntad de
Dios y que de ella pende la ordenación y coligacion de las cosas y el estado
y destrucción de ellas. En efecto, todo se encuentra en su mente y sabiduría, 11
Se refiere a Arnobio de Sicca (El Viejo), filósofo africano convertido al cristianismo hacia el año
295, quien enseñó retórica y tuvo entre sus alumnos a Lactancio. La obra citada es, en realidad,
Adversus nationes, un ataque a las creencias paganas. En estos siete libros se refuta las acusaciones
8
Paralipómenos: Nombre dado a dos libros canónicos del Antiguo Testamento, que vendrían a al cristianismo de ser el culpable de las calamidades que azotaban al Imperio, por haber sucitado
ser un suplemento de los llamados Reyes [N. del E.]. la ira de los dioses romanos. Arnobio de Sicca sostuvo que deben separarse las causalidades de
9
“En Vida de Avidio Casio” [N. de la T.]. la naturaleza de las disposiciones divinas [N. del E.].
10
Error del autor o del copista. En caso que se quisiera citar el texto “Desde Dión hasta Nerón”, 12
“Los días del hombre son breves. La cantidad de sus meses está en ti. Estableciste sus límites,
debería haberse escrito “Ex dione in Neronem” [N. de la T.] que no podrán ser traspasados” [N. de la T.].
188 189
nacen y se levantan los reynos, se mudan y perecen. Y por la misma, son reyes de Israel de su presencia y los afligio hasta perderlos, según consta del 4º de los
elevados al trono y derribados de él. Reyes. Executó el mandato de Dios, Baassa, y por eso reynó y no fue expulsado
Mas, no se sigue por consequencia de la resolucion que hemos dado que del reyno. Mas porque estaba tambien inficionado de la idolatria fue castigado
deben aprobarse los tiranos, porque Dios les permite el que imperen. Pues el otra vez en su hijo. Y despues que Ela reynó dos años, por la voluntad de Dios,
Señor llama y excita algunos principes para la utilidad del pueblo y á otros tal vez otro tirano destruyó del todo la familia del tirano Baassa, y se rebelo contra él
para el castigo. Quanto tiempo quiera que ellos imperen, no nos es manifiesto, el gefe de la mitad del partido de la caballeria de Zambri, y asoló enteramente
de modo que lo podemos juzgar sino en quanto el se digna de significarlo, todo el linage de Baassa según la palabra del Señor, que habia hablado á Baassa
ó por un oráculo ó con el mismo hecho. Y asi como pende de su voluntad la en manos ó por el organo del profeta Jehú, según se refiere en el 3º de los Reyes
institución de aquellos, asi tambien la destitucion. Usa de los principes como (c.16.) Mas Zambri reynó solamente siete dias, despues de los quales, sitiado
de ministros de su voluntad: á las veces aprueba sus hechos y reprueba sus por Ambri, á quien el pueblo habia llamado rey, se abrazó con la familia real y
personas, para que ni deban ensobervecerse (sic) si Dios les permite reynar con murio en los pecados que habia hecho delante del Señor y siguiendo el camino
pesimas acciones, las que se convierten en utilidad de los buenos y en venganza de Jeroboam, como se dice en el libro precitado. Asi despues, según la palabra
de los malos. Para los mismos fines usa Dios de los demonios, los que por eso del Señor, siempre se dice que Acab succedió á Ambri, su padre, y á Acab,
no se hacen mejores, sino se encruelecen peores por la intencion que tienen de Joram. Mas al mismo con Jezabel,15 por causa de la idolatria, lo mató su siervo
dañar, quando Dios usa de ellos para la probación y exercicio de los buenos, y Jehú, siendo Joram su señor natural. Y asimismo á toda la descendencia de él
para executar las penas de su justo juicio. De quienes distan los angeles buenos, ó de la familia de Acab. De modo que no dexó al que meaba á la pared, ni á
los que executan el mandato de Dios según su voluntad, y no conforme al ánimo lo que se encerraba debaxo del texado ó casa de Acáb y, justamente, á Jezabel,
propio de vengarse ú ofender, si entrambos los buenos y malos espiritus son madre de los Reyes -como se dice en el libro 4 de ellos-, á setenta hijos de Acab,
ministros de la voluntad de Dios. Mas son diversas sus voluntades, como las á quarenta hermanos del mismo y á los sacerdotes de Baal, á todas las personas
de los principes buenos y malos. Es verdad que executan la voluntad de Dios principales de sus familia y á su hermano Ochozías, Rey de Judá, según se
y su venganza, mas á las veces con diversa intencion, por lo que no estubieron refiere en el libro 4 de los Reyes. A esto se llega que Dios quiso remunerar el
seguros los tiranos, los que tambien se glorian de recibir la potestad de Dios. hecho de Jehú, por haber destruido, por su mandato, la casa y familia de Acab.
Llamó Su Majestad al principado á algunos que sin que precediesen de su Mas porque el mismo incidió en los pecados de Jeroboam, despues de la quarta
parte ningunos meritos, como escogio á Jacob para que dominase y no á Esau, generacion, extinguió tambien su casa, como se dice en el libro precitado de
estando ambos juntos en un vientre, antes que obrasen algun bien ó mal. Y los Reyes. De este modo, pues, Jeroboam, porque según el dicho del Señor y
llamó para gobernar á su pueblo á Moisés, como consta del capitulo tercero del permitiendolo él por la venganza del pecado de Salomón, habia quitado del
Éxodo. Mas no llamó despues de él á sus hijos para el reyno, sino á Josué, según imperio de Roboam, hijo de él las diez tribus, reynó recibiendo la retribución
consta del Deuteronomio. Llamó tambien á otros muchos numerados en el libro en este mundo conforme á la palabra del mismo Señor y lo que habia ordenado
de Los Jueces. Habia llamado á Heli,13 mas lo despojó del principado por los en venganza del mismo Salomón y de sus pósteros. Mas en su hijo Nadab
pecados de sus hijos, como se dice en el primero de los Reyes. Habia llamado á vengó el pecado de Jeroboam por haber aquel caido en la idolatria, como queda
Saúl al reyno por propia elección, segun se dice en el mismo libro. Mas, por sus dicho. Y Baassa, hijo de Ahías, de la familia de Isascar, según la palabra del
pecados, lo reprobó después, como consta del mismo libro. Llamó á David y á su Señor, destruyó todo su linage y no dexó una sola alma de la descendencia de
descendencia al reyno de Israel, según se lee al capitulo 16 del libro citado. Mas Jeroboam, como se refiere en el libro 3º de los Reyes. Y asi, en otros tiranos de
por los pecados de Salomón y Roboam quitó del reyno á las diez tribus, según Israel, como se ha dicho, por haber obrado segun la palabra del Señor, es decir,
el tercero de los Reyes, (c.12). Llamó Dios á Jeroboam para vengar el pecado por haber cumplido su voluntad, pero no por eso fueron ellos mejores.
de Salomón y quitarle las diez tribus del reyno de su hijo Roboam por haber Siguese tambien despues la freqüente mudanza de los reyes de Israel por
favorecido á la idolatria y edificado templos á los idolos, como se refiere en el 3º los mutuos homicidios y delitos del pueblo y de los reyes, de modo que al fin
de los Reyes. Este Jeroboam pues cayó en peor idolatria que Salomón, según se Dios -despues de muchas moniciones para que volviesen á la verdadera ley,
dice en el mismo libro. Y otra vez sucitó Dios por rey en Judá á Baassa,14 el que según su palabra, que habia predicho por las bocas de los profetas- quitó el
mató á Nadab, hijo de Jeroboam, y á toda á la familia de este, de modo que no reyno de Israel, trasladado el pueblo á los asyrios y dexado solo el pueblo de
dexó ni al que meaba á la pared, según la expresión de la misma escritura del 3º Judea baxo de su rey (lib. 4º. Reg. c. 17). Y esto fue lo que, segun la palabra del
de los Reyes. Mas tambien desde aquel tiempo en que fue dividido el pueblo de Señor, se hizo con el reyno ysraelitico, y este su fin, al qual habian precedido
Israel y separado de la familia de David, arrojó el Señor á toda la descendencia tantas innovaciones y muertes de tiranos. Y estas cosas verdaderamente se
deben anumerar (sic) entre los certisimos hados divinos, á los quales no nos es
posible resistir quando tiene Dios decretado que succeda asi, a la manera que
13
“Heli” significa “Mi Dios” en hebreo [N. del E.].
14
Baassa: Rey de Israel que puso fin a la dinastía de Jeroboam asesinando al rey Nadab y a toda su
familia. También dio muerte al profeta Jehu por recriminarle su conducta [N. del E.]. Jezabel: Esposa de Acab y reina de Israel. Sustituyó el culto de Jehová por el de Baal [N. del E.].
15
190 191
quando, por los pecados del pueblo, la monarquía de Caín, juntamente con sus de los principes- sin grandisima calamidad de muertes y de todo genero de
subditos, tubo fin por la sentencia de Dios mediante el diluvio. Pues, habiendo males. Y ha dado Dios señal á sus dilectos para que huyan de la presencia del
visto el mismo Dios que toda la carne habia corrompido sus caminos sobre la arco -como se dice al (Psalmo 59) -ó, por particular providencia de aquellos,
tierra, dixo á Noé: “El fin de todas las carnes (es decir, de todos los hombres) substrae Dios de esos peligros á los mismos á quien ama, ó transfiriendolos á
ha venido delante de mi. Llena está la tierra de iniquidad á la vista y presencia otros lugares, sin pensarlo ellos, ó arrebatandolos de este mundo á mejor vida
de todas las gentes, y por eso yo perderé á los mismos hombres con la tierra”, antes del tiempo de las miserias. Al modo que en la ruina de Sodoma hizo salir
según se expresa al capitulo sexto del Génesis. á Lot de alli con sus hijas, aun contra su voluntad, según consta del capitulo
Admirable y verdaderisima es la prediccion de los reynos ó monarquías, 19 del Génesis. Y acercandose el diluvio, mandó entrar á Noé con sus hijos y
hecha por Daniel al capitulo once, en cuyo lugar -no obstante y en semejantes muger á el Arca, como se dice al capitulo 7º del Génesis. Y ántes que enviase el
predicciones, como la del reyno de Ciro y otros- haré vér que la prediccion diluvio mandó que se predicase que habia de llegar este fin, como se refiere en
no es la causa porque despues haya acontecido aquella suerte, sino que se el citado lugar. Antes que los judios fuesen invadidos por Antíoco en tiempo de
predixo de aquel modo porque asi debia acontecer. Y por eso la profecia no los macabeos,18 aparecieron en el cielo exercitos armados, según lo expresa el
es causa de tantas muertes y males como los que acontecieron en la mutación segundo de los mismos macabéos.
de las repúblicas. Mas porque asi debian succeder, como verdaderamente fue Reveló Dios, y predixo por Daniel, la futura ruina del reyno de Persia, y la
predicho por Dios, que conocia todas las cosas, segun conoce la certidumbre inclyta victoria de Alejandro Magno por la vision del ariete y del hirco y otros
de ellas. Algunas cosas juzgáron aun los etnicos tiranos, que executaban por secretos misterios que la prenotaban, como se refiere al capitulo 8 de Daniel.
si mismos, movidos u obligados por el hado, pero que en ellos eran dañables, Refiere Sabélico que se le predixo á Faraón que habia de nacer uno de la gente
como Palaris atribuía á el hado lo que hacia tiránicamente, pues, en su espistola de los judios, el que causaria grandes calamidades al Egipto, y esto por un
62, dice: “Yo soy condenado por haber hecho muchas y muy crueles cosas sacerdote egypciaco, que se ignoraba si habia sido inspirado por espiritu divino
por necesidad del hado”. Y el Padre San Crisóstomo á aquellas palabras del ó instruido por algun oraculo. Por cuyo miedo, mandó el Rey que fuese muerto
(capitulo 18 de San Mateo), necesse est, ut veniant scandala:16 “Este necesario, dice, todo varon, que naciese de los hebreos, como se dice al capitulo 1º de Éxodo.
no destruye la libertad, ni supone la necesidad de algunas cosas sino predice Mas, con todo, no pudo matar á Moisés, el que executó la voluntad de Dios.
lo que absolutamente ha de suceder ni tampoco porque predice esto, se hace”. Abiertamente, predixo Dios, por Samuel á Saúl el que le quitaria el reyno y lo
Y concluye el citado doctor diciendo: “para que entiendas, pues, que no son privaria de él. Y, asimismo, predixo Jeremías el cautiverio y destrucción de los
necesarios los escandalos, oye lo que se sigue: si autem manus tua scandalizat te judios. Y por medio de la Sibyla, como consta de su oráculo, claramente predixo
exerceam.”17 la bélica gloria de los macedones, adquiridas reynando Filipo, hijo de Amintas,
Los juicios de Dios y las determinaciones de los fines de los reynos son, á la y que habia de caer en los tiempos de otro Filipo. Pues, escribe Pausanias (in
verdad, ciertas delante de Dios, al modo que nada sucede sin su providencia. Achaicis), los romanos que estan al occidente, auxiliados por Atalo y los misos,
Mas los tiempos y las revoluciones de estos no son conocidas de los hombres, que son orientales, privaron de la vida y del reyno á Perseo, hijo de Filipo.
sino en quanto agrade á Dios revelarselas. Asi como nuestro Señor Jesucristo Poco antes de la venida de los españoles á la América, el rey ó gobernador
amonestó á los discípulos, pues tratando de la destrucción de Jerusalén, y de una isla, que despues se llamó Española por sus descubridores, consultó al
su magnificencia, y siendo preguntado quando sucederian aquellas cosas de idolo de Zenio, observado religiosamente un ayuno de cinco dias, y habiendo
que les hablaba y llegaria el fin del mundo, y asimismo quando se restituiria tambien recibido una buena disciplina, sobre que le dixese lo que seria de su
el reyno de Israel, les respondio: “No toca á vosotros conocer los tiempos y reyno despues de su muerte. Respondio pues el demonio que diria la verdad
momentos que el Padre puso en su potestad”. Como se dice en el capitulo 1º de de parte de Dios, como en otras ocasiones, siendo muchas veces compelido
los Hechos Apostólicos. No obstante, revela Dios las mas de las veces las futuras á saber que habian de venir unos hombres barbados, vestidos, los que
proximas mutaciones de las repúblicas: ó con señales ó con prodigios, con sujetarían el reyno por fuerza, y con un solo golpe de sus espadas dividirian
profecias ó de otros modos, según le parece convenir á su incomprehensible muchos cuerpos y oprimirian á los habitadores con gravisima servidumbre.
sabiduria, ó para amonestar á los mortales á fin de que vuelvan sobre si y se El qual oráculo el rey para aplacar al numen, quiso que se comprehendiese
conviertan á Dios, y de este modo puedan evadirse de su ira; ó para que esten en un poema y se cantase en los dias festivos con solemne ceremonia. Y por
aparejados y dispuestos á la paciencia, la tolerancia, y contra los dardos futuros esto muchos de los habitadores de aquella ysla, luego que vieron venir á los
que, previstos, dañan menos; ó para que finalmente huyan del lugar donde españoles, emprendieron la fuga con la memoria del oráculo. Refierelo Pedro
amenaza alguna mutación. No se hacen, pues, estas mudanzas de los reynos, Cieza (T. 2. Rer. Indic. C. 20).
y de las fórmulas de gobernar -ó las ocupaciones tiránicas, ó las expulsiones Ántes que cayese del todo la república democrática del pueblo romano,
sucedió un prodigio en Roma, como escribe Julio Marato, en el qual se anunciaba
“Es necesario que haya escándalos” [N. de la T.].
16

“Pero si tu mano tiende trampas, te atormentaré” [N. de la T.].


17
Familia judía que acaudilló la rebelión de Judea contra la dominación griega [N. del E.].
18
192 193
que producuria la naturaleza un rey del pueblo romano, y esto, pocos meses que fue tomada Troya, aparecieron ciertos dioses -como dice Maron- que salian
ántes que naciese Augusto, que fue el primero legitimo monarca de los romanos. de los templos y sacaban sus simulacros. Y que fuese costumbre que los dioses
Y por eso, el Senado, atemorizado, juzgó que ninguno que naciese aquel año abandonasen aquellas ciudades que despues habian de venir á manos de los
fuese educado. Pero este decréto del Senado no se llevó al erario, cuidando enemigos fué por lo ménos opinion de los antiguos, como lo demuestra Esquilo.
aquellos que temian á las mugeres preñadas que no se hiciese, trayendo cada Refiere tambien Heródoto que en el tiempo que Jerjes21 invadio á la Atica, los
uno para si la esperanza, como dice Suetonio in Augusto. Tienen tambien los atenienses, á quienes Jerjes era muy contrario, propusieron un edicto dirigido
principados y reynos sus angeles tutelares ó defensores, por cuyo auxilio y á que cada uno conservase á los suyos del modo que pudiese. Y que, en aquel
ministerio se conservaran los reynos y son protegidos. Para unos son llamados tiempo, un grande dragón custodio de la fortaleza, á quien solían proponer unas
inteligencias, para otros, genios. San Clemente,19 (lib.2 Recognitio num), refiere ofrendas menstruales hechas de miel, las dexó entónces intactas y sin gustarlas,
que afirmó San Pedro, que cada nacion tiene su propio angel, lo mismo aseguran como si tambien el mismo Dios (asi llamaban los idolatras á su idolo) pareciese
San Clemente Alejandrino y San Dionisio Areopagita. La sinagoga de los judios que dexaba su trono y su asiento. Escribe tambien Suetonio Tranquilo, in Flavio
tubo por peculiar custodio á San Miguel y otro custodio tubieron los persas, y Domitiano cap 15, que entre los prodigios de la futura muerte de este, soñó el
el reyno pérsico, como dice (Daniel c.10. et 12) y asi tambien asegura Daniel, en que Minerva (á la que veneraba supersticiosamente) salia del sagrario ó templo
el mismo lugar, que le defendian los angeles á quienes estaba encomendado, y diciendo que no podia protegerlo mas por haberla desarmado Júpiter.
que estos no ceden el nombre del Señor Dios de ellos sino por su mandato ó por Abandonan tambien la custodia de los reynos, de los principados, de los
los pecados con los quales se irrita. Mas quando ceden, ó no retienen el nombre lugares y personas los santos angeles por los pecados é iniquidades de los
del Señor, se dice que en cierto modo se igualan á los hombres. Ni pueden pueblos, las que provocan la indignación de Dios de quien son ministros los
ser sugetadas las naciones á no ser superadas, ó ceder aquellas soberanas angeles. Y asi, dexada la custodia, se manifiestan con robos, hostilidades y lazos
inteligencias, como se enseña en la Teología en el libro de Angelis, deduciendolo los enemigos visibles y las potestades invisibles, á saber: los mismos demonios,
de los lugares de la Escritura Sagrada. Y esto está tambien recibido entre los de lo que puede dar fé David al Psalmo 70 donde dice: “No me abandones Dios
étnicos ó gentiles, los que ántes de acometer à las ciudades y reynos sitiados, mio en el tiempo de la vejéz, ni me desampares cuando me falte la fortaleza,
procuraban invocar á los dioses tutelares para expugnarlos con mas facilidad. porque se revelaron contra mi mis enemigos. Y los que custodian mi alma se
Añadiré, demás de eso, que quando entraban la primera vez los principales juntaron en un consejo diciendo: ‘perseguirlo y aprehenderlo porque Dios lo ha
gefes á la tierra enemiga, rogaban á los tutelares de ellas y á los genios de los abandonado y no hay quien pueda librarlo’”. Ni yo apruebo la explicacion de
héroes que los recibiesen con voluntad. Asi lo hizo Alejandro Magno, el que los que dicen sobre este lugar: los que me custodiaban, es decir los que observaban
habiendo pasado el Helesponto encaminandose á el Asia, y siendo llevados ó azechaban mi alma, ó la ponian azechanzas. Pues alli está la dicción veschomere
los macedones por las olas al continente, arrojó Alejandro el Primero un tiro hebrea, la que significa los que custodian ó guardan mi alma.22
ó lanza á la tierra enemiga y armado se desembarcó de la nave, semejante al Es singular lo que refiere Sempronio en el libro de la division de Italia: que
que danza y salta de contento. Y ofrecio sacrificios rogando á aquellas tierras el nombre de Roma no es el verdadero nombre de aquella ciudad, sinó que fue
no le recibieren forzadas como á su rey, segun se refiere en el (lib.2 Supplemento ocultado, y que establecio la saluberrima religion, que él y su origen estuvieron
Quinti Curtii).20 ocultos para que el Dios baxo cuya tutela estaba -y de quien tiene la derivación- no
Poco ántes que Jerusalén fuese tomada por Tito y Vespasiano, entre los se manifestase y fuese invocado como los demás. Y por eso Angerona, numen del
principales presagios de la ruina y perdicion de aquella ciudad fué aquel silencio, antes de los dias festivos de Jano, era venerada á las puertas, para que á
que antes del ocaso del sol puntualmente fuéron vistos unos carros vacios, ninguno se le permitiese llevar manifiestamente y á las claras. Porque, para la salud
que cursaban por todas las regiones y unos exércitos armados que subian y de la República, quisieron los antiguos que con la boca sellada se mantuviesen
se paseaban por las nubes, cercando á la misma ciudad. Entrando tambien dentro de los pechos los arcanos. Y siente Plinio, (lib.3.c.6.ec.lib.28), que Sorano23
de noche los sacerdotes, segun su costumbre, á celebrar los divinos oficios al fue el primero á quien se castigó por haber violado aquella religion. Platon, (in
templo mas secreto, sintieron primeramente un movimiento y cierto estrépito. fine Dialogi 5 de legibus, vel de legumlatore),24 mucho dice. Difieren los lugares de la
Mas despues oyeron una subita voz que decía: salgamos de aquí, asi lo refiere región en los quales hay alguna inspiracion divina, y á los que tocó por suerte á los
Josefo (7. de Bello judaico c. 12). Lo que igualmente refiere Cornelio Tácito, (lib. demonios que fuesen propicios á sus habitantes ó que les fuesen contrarios.
5 Historiae), tratando del sitio de aquella ciudad. Tambien en aquella noche, en Hemos visto ya las diferentes y notables mutaciones de los reynos, imperios
21
Se refiere a Jerjes I, quien reinó en Persia desde el 485 al 465 a.C. [N. del E.].
19
Clemente de Alejandría: filósofo cristiano nacido en Alejandría. Su verdadero nombre era Tito
22
En realidad, la dicción hebrea es “vaishamru”, pero vale la traducción del autor [N. del E.].
Favio Clemente. Fue maestro de Orígenes. Descubrió en la tradición platónica la verdadera
23
Se refiere a Sorano de Efeso, médico romano en el II siglo d.C. Escribió una biografía sobre
trascendencia de Dios. Respecto a la verdad, postuló que la Iglesia es la máxima y última Hipócrates, de la que se conserva un fragmento. Famoso por su libro acerca de las enfermedades de
autoridad y que el conocimiento de la virtud es la base fundamental de la fe [N. del E.]. la mujer. Se lo considera el gran ginécologo de la Antigüedad [N. del E.].
20
“Suplemento de Quinto Curcio” [N. de la T.].
24
“Al final del Diálogo 5 de Las Leyes, o acerca del legislador” [N. de la T.].
194
y principados y las causas que han intervenido para las mudanzas y fines de las
repúblicas, siendo la principal y única el decreto y voluntad de Dios. Verémos ahora,
en el siguiente discurso, los remedios que se han de prescribir y tomar contra las
mismas mutaciones y ruinas del principado ó republica quando amenazaran por
el mismo decreto del Altisimo.

Discurso V

Sobre los remedios contra


la mutación ó ruína del
principado ó república, quando
amenaza por el decreto de Dios
Sección I

Contra la voluntad de Dios absoluta no hay para los hombres algun general
remedio, ni por alguna potestad puede impedirse el que llegue a tener su efecto,
pues no hay ninguno que la pueda resistir. Porque, como sea Dios, ninguno es
sobre él y todos se sugetan baxo de el mismo. El solo es el Altísimo, el solo
Señor y solo omnipotente, el que no se puede decir que determina alguna cosa
injusta, temeraria ó inconsideradamente, de suerte que deba ó pueda retractar
absolutamente su decreto. Todas las cosas preteritas y futuras siempre para
él constan como presentes para resolverlas y determinarlas en circunstancias
necesarias, certisimas y con ciencia y verdad indubitable. Esto solo queda á
favor de los pios y justos que á los que quiere puede librar del general castigo
por la involucion de las miserias y de su justicia. Y por un singular beneficio
dexó el remedio de dar á sus dilectos la significacion ó señal “para que huyan
de la presencia del arco”, segun la expresion ó lenguaje de la escritura. Asi
compelio á Lot á que saliese de Sodoma en compañía de sus hijas, decretada
la subversion de los sodomitas, como se dice al capitulo 19 del Génesis. Asi,
mandó á Noé que se preparase un Arca para que se salvase con su familia del
diluvio decretado, segun consta del mismo libro en el capitulo 6 y 7. Antes de
la última cautividad de la ciudad de Jerusalén, baxo de Tito y Vespasiano, la
Iglesia de los christianos que alli habia, por consejo de Dios, se trasladó á la otra
parte del Jordan, á Pala, ciudad del rey Agripa, el que estaba por los romanos,
como dice (Egesippo lib. 5. 6. c. 2). Asi, Tobías, por el espiritu de Dios, amonestó
a su hijo Tobias que, muerto él, dexase á Nínive y pasase a Ecbatana, ciudad
de la Media, porque, ciertamente, habia de suceder que Nínive fuese destruida
por los Babilonios, como lo habia vaticinado el Profeta Jonás. Obedeció Tobías
y, estando en Ecbatana, oyó el excidio de Nínive tomada por Nabucodonosor,

197
198 199
como se refiere al capitulo 14 de Tobías. Y en el año en que Donaldo, rey de los todos los Reyes. Y asimismo conozcan que, rebelandose contra su Principe, Dios
escoceses, compró a los ingleses y britános una paz afrentosisima, dicen que les hace experimentar la pena que les corresponde. Como tampoco evadiran el
en Laudomia de Escocia amonestó con clara voz á su madre un infante de seis castígo los mismos soberanos, siempre que se muestren infieles á Dios de quien
meses que dexase aquella región o provincia con toda su casa lo mas presto, dependen, sin que puedan los vasallos tomar por si la venganza.
porque sucederia que los enemigos ocuparian á Laudomia quitándola á los Asi, rebelde é inobediente á la Deydad Suprema, el hombre constituido
escoceses, (Héctor. boeth. Lib.10). principe de todas las cosas sintió al punto armadas contra él á todas las criaturas,
Mas quando absoluta ó determinadamente no ha decretado Dios la ruina de espinas, abrojos y trabajos, como se nos dice en el Génesis (3).Y despues que
la ciudad, ó república, hay todavia lugar a la retractación si el pueblo retractáre pecó Salomón leemos, (3. Reg., C. 11, v. 4), que fue dementado por las mugeres y
la causa por la qual amenaza Dios la vengaza -como dice Jeremías, (cap18. v. que Dios le suscitó por adversario á Adad Idumeo y á Jeroboam, hijo de Nabat,
8)- ó suspende Su Magestad el juicio y lo difiere a otro tiempo. Como cuando el (3. Reg., v .27). Consta tambien de la misma bondad de Dios que las ciudades é
pueblo pecó en el desierto adorando el becerro de oro, por lo qual oró Moisés imperios arruinados fueron despues restituidos. Bajo del rey Sedecías, por las
y se remitió algun tanto la venganza sobre todo el pueblo, como se refiere al heregias y pecados, fue del todo arruinada Jerusalén por Nabucodonosor. Mas,
capitulo (32 y 33) del Éxodo. Asi los Gabaomitas, habiendo oido el decreto de baxo de Ciro, fue restituida despues de 70 años. Luego, báxo del pontifice Onias,
Dios dado á los hijos de Israel acerca de perder á todos los habitadores de la fue tomada por Epifanes y profanado el templo. Pero después fue recuperado
tierra de promision, mirando cautamente por si, evitaron la subversión de sus por Judas Macabeo. A esta misma, originada una disención entre Hircano y
ciudades y el peligro de muerte que les amenazaba, Josué (c. 9). Atemorizados Aristóbulo por el supremo principado, la sugetó Pompeyo al romano Imperio.
los ninivitas por la predicacion de Jonás -expresada por mandato de Dios Y baxo de Tito y Vespasiano fue despues destituida desde sus fundamentos,
baxo de estas precisas palabras: Abhinc quadraginta dies et Ninive subvertetur1- como á cada paso se refiere por la sagrada página, y por algunos otros.
, provocaron la misericordia de Dios haciendo penitencia. Y vió el Señor las Hay tambien remedios que pueden prevenir la ira de Dios y precaver que no
obras de ellos, porque se apartaron de su mal camino. Y se compadecio Dios se excite, los cuales son muy saludables, á saber: el procurar que, con justas leyes,
sobre la malicia que habia prometido hacer con ellos y no la hizo. Y, rectamente, y con los mejores magistrados, se temperen de tal modo las costumbres de los
dixeron aquellos, que todos los que confian en Dios deben tambien pensar y gobernadores y del pueblo que no haya alguna ocasion de irritar aquella severa
decir “¿quien sabe si se convierta y perdone el mismo Dios y se vuelva del venganza de Dios. Asi, en los morbos, las precauciones mas útiles y fáciles son la
furor de su ira y no perecerémos?”. En grande manera es misericordioso Dios misma medicina que se suele prescribir quando asaltan las enfermedades. Demás
quando se trata de quitar una ciudad, reyno ó imperio. Y no sino tarde llega de esto, las artes ó reglas de gobernar bien la república son las que forman una
á estos extremos, de modo que nunca deben desconfiar los christianos de su buena república y ordenada potestad. Y que, estando bien fundada, la conservan
bondad. Por la sobervia vanidad de David, que mando á numerar su pueblo, para que no caiga. Y aquí es donde se desea y necesita la solicitud y prudencia
cayó la ira de Dios sobre Israel. Y habiendo estendido su mano el angel del del principe, con el conocimiento de aquellos que pueden invadir el estado de la
Señor sobre Jerusalén para perderla, se compadecio el Señor sobre la aflicción república y mudarlo ó transformarlo. Porque á la verdad se introduce el vicio como
y dixo al Angel que heria al pueblo: “Basta por aora, detén tu mano” (2 Reg., c. el incendio y de leves centellas se excita un fuego inextinguible, el que no desampara
24) A Ezequías se le dixo en un tiempo por la boca de Dios: “Dispon tus cosas y abandona la materia hasta consumirla, dexando solo las cenizas. Muchas veces
porque has de morir”. Mas luego que se convirtio á la oración y á la penitencia, permite Dios que se prospére el principe impío hasta cierto tiempo, á fin de que
oyó de Dios: “Ya te he sanado y añadiré á tus dias quince años”. Y para mostrar con mas grave caida se castigue de una vez su malicia con pena exemplar. Acaso
Dios que esto pendia de su mera bondad y absoluto poder hizo que la sombra hizo alguna obra buena el principe malo, la que Dios no dexa sin remuneracion
del relox retrocediese diez grados: (4 Reg., c. 20. et 2º Paralig. c.38 et Isaie., c. 38) en esta vida para que despues en la otra sufra las penas merecidas por las demás
impiedades. Á la verdad ninguna obra buena dexa Dios sin remuneracion en este,
Sección II ó en el futuro siglo, ni tampoco ninguna mala sin venganza en esta ó en la otra vida.
Por lo que los buenos principes y los malos deben temer para si y sus pósteros, no sea
Permite pues, muchas veces el Supremo Señor las rebeliones y alteraciones que despues de la felicidad que acaso han experimentado al fin, se siga la venganza
de los reynos (como en el día con no poco dolor observamos en el miserable de Dios quitandoles la vida y el principado. Sirvales de exemplo Polícrates,2 tirano
reyno de la Francia) para que con aquella vexacion vuelven sobre si mismos los
delinquentes y se arrepienten de los pecados con que ofenden al Emperardor de
Polícrates se destacó por su crueldad. Atacada y tomada Samos por Orontes, lugarteniente de
2

Darío, cayó prisionero y fue crucificado [N. del E.].


“Dentro de cuarenta días también Nínive será destruida”, en Jonás, 2: 3-4 [N. de la T.].
1
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en Samos, el qual mientras vivió no experimentó alguna adversidad sino toda guardate, porque los venecianos y franceses se han de unir para tu daño, a fin
fortuna prospera y favorable. El que aun para temperar con alguna adversidad de apartar de tu estirpe tu dominación. Mas, si me dieres tres mil escudos de
á su misma fortuna, que le alhagaba demasiado, arrojó al mar un anillo de oro, yo procuraré que, reconciliados los espiritus, se destruyan los siniestros
excesivo valor que estimaba mucho, el que al fin recuperó encontrandolo en el hados. Y espero conseguirlo, si no, volviendome el rostro, lo concedieres. Vale”.
vientre de un pez. Mas despues apresado por el satrapa Oronte, puesto en una La firma era “de Galeacio, tu hermano el espiritu”. Habiéndose, pues abstenido
horca, cerró su último dia con el genero de muerte mas cruel (Strabo. 14). Ludovico de esta dadiva ó limosna, poco despues experimentó para su mal la
Siguese de aquí que alguna vez Dios por algun bien hecho á la república prediccion y fue derrivado del principado, y llevado cautivo por Luis XII, Rey
permite ó entrega el reyno á la sugeción y potestad de algun principe y de su de Francia.
hijo ó nieto. Asi como por los males permite igualmente que del todo se aparte Acaso tambien Luis Aloisio, Principe de Imola, si avisado por la sombra de
el imperio de los pósteros y que en estos se venguen los delitos de sus mayores. su padre que se hiciese presente en cierto lugar hubiese venido á él, hubiera
Irritado Dios contra el rey Salomón por el culto de la idolatria, le dixo: (3, Reg., recibido de la misma los remedios que por mandado de Dios se le prescribian,
c.11, v. 11), “Porque habeis executado esto, y no habeis observado mi pacto cuyo presagio se verificó siendo aprehendido en el dia que se le señalaba y, en el
y preceptos que te he ordenado, rompiéndolo, dividiré tu reyno y lo daré á mismo, privado de su imperio. Refiere, pues, Sabélico, (Lib.4.c.4, exemplorum),
tu siervo. Mas no lo haré en tus dias por respecto (sic) á tu padre David. De que el padre de Luis Aloisio, no mucho tiempo despues que habia muerto, se
mano de tu hijo lo dividiré aunque no le quitaré todo el reyno, sinó le daré aparecio en el camino montado á caballo con un alcón -como tenia de costumbre
una tribu á tu hijo por David mi siervo, y á Jerusalén que he escogido”. Lo quando iba á la caza- á un secretario, que su hijo Luis enviaba á Ferrara, y le dixo
que puntualmente acontecio en tiempo del hijo de Salomón, Roboam, nieto de avisase á su hijo viniese al dia siguiente á aquel mismo lugar, porque tenía que
David, á quien quitó las diez tribus Jeroboam, Rey del Israel (3. Reg., c. 12). Mas predecirle un asunto de grande importancia. Mas oido este Luis, ya porque no
porque Jeroboam habia executado la voluntad de Dios, determinada contra lo creia y ya porque recelaba traicion si enviaba á otro en su lugar, habiéndosele
Salomón y su hijo, reynó él y su hijo Nadab despues de él (3, Reg., c. 84, v. 20). hecho presente, á aquel mismo hombre, la propia sombra que antes se le habia
Mas, fenecido este, fué extrañado el linage de Jeroboam del solio de Israel por aparecido, le dixo que se dolia en grande manera de que no hubiese venido
el pecado de idolatria del mismo Jeroboam y por que habia hecho idolatrar á su hijo. Pues, afirmaba que á él le diria muchas mas cosas, mas por entonces
los hijos de Israel (3, Reg., c. 13, v. 33 et 34 et c.15 v. 29 et 30). Lo mismo acontecio solo le mandaba que le refiriese que, pasados veinte y dos años, un mes y un
en el reyno de Baassa, el que fue extinguido en su hijo (3 Reg., cap. 16). Como dia añadido tambien específicamente, perdería el imperio que tenia de aquella
dice tambien Heródoto (lib.8º) que Creso, rey felicísimo, fue apresado por Ciro. ciudad, lo que efectivamente acontecio, pues, en aquella misma noche en que
Y que éste, por la voluntad de Dios, puso fin de reynar á la estirpe del mismo habia visto la sombra de su padre, los soldados de Filipo, Duque de Milan, con
Creso, porque éste pagase el crimen de Giges -su tatarabuelo, de quien él era el quien él tenia hecha alianza y por eso no lo temia, cercados los fosos con grande
quinto- por haber muerto aquel á Candaule, rey de los asiáticos, por mandado elada, penetraron á la ciudad y, habiéndola escalado, la tomaron juntamente
de la muger con quien casó. Y mediante aquella occision habia alcanzado el con su principe.
reyno. Y Horacio, detestando la guerra civil de los antonianos y cesarianos, Restituye alguna vez Dios la fuerza, la fortaleza y esplendor al pueblo á
atribuye la causa á la cruenta muerte de Remo inferida por Rómulo, (Epoda 7). quien ama. Después que lo obligó á venir con azotes al arrepentimiento, es
Es, sin duda, maravilloso lo que refiere como testigo ocular Arbuno en la derribado, de modo que se levante mas fuerte. Primero, es el mismo castigado,
seccion primera de la Historia de Milán acerca del juicio de Dios en la pérdida para que con mas ventaja y excelencia impére vencedor á los vencedores,
de este ducado, el que podia conservarse con la limosna de tres mil escudos como dice San Gregorio (lib14 in Job. 15) y lo explica y declara, referido por
por el alma de Galeacio Sforza. Escribe pues, aquel autor, que dos mercaderes Graciano, (in cap. 3 qui sine peccato. 3, g., 7), como la tribu de Benjamín (dice)
no plebeyos, habiendose de partir á la Francia por los Montes Taurinos, estuviese sumergida en el delito carnal, unido y armado todo Israel, quiso
encontraron un hombre de más que humana figura. Y habiéndolos llamado, vengar la maldad. Mas con todo una y otra vez en el certamen de la guerra
recibieron de él un mandato, concebido en estas palabras: “Hablad á mi el fue derrivado y echado por tierra. Consultado pues el Señor si él debia ir
hermano, Luis de Sforza, y dadle en mi nombre esta carta”. Pasmados aquellos á tomar venganza, le fue mandado que fuese el que conforme al imperio de
hombres y preguntándole quien era, respondio que era Galeacio Sforza, y luego la divina voz, se encaminó y primera y segunda vez perdió. Y al fin, hiriendo
desaparecio de la vista de ellos. Por lo que se volvieron con prisa á Milán, y de grandemente á la tribu pecatriz casi de todo punto, la extinguio: ¿que significa
allí á Viglevano. Y al entregar la carta, fueron burlados por los áulicos. Al fin, que se inflame en la venganza del delito y con todo primero sea el postrado?
abierta aquella, que estaba cerrada á manera de breve pontificio, y sellada con Sinó que antes han de ser purgados aquellos, por quienes las culpas de otros
unos tensísimos hilos de cobre, se leyeron estas palabras: “ó, ó, ó Ludovico sean castigados para que lleguen por la venganza ya purificados los mismos,
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que se apresuran á corregir los vicios, y defectos de otros. David tambien, Y serán congregados vuestros espolios, como se recoge el brusco quando los
(Psalm. 77), refiere el orden que usó Dios en castigar y en levantar á su pueblo fosos están llenos de él. Fue engrandecido el Señor, porque habitó en la altura,
Israel, al que libró de la servidumbre egypcia. “Sacó (dice el real profeta) á llenó á Sión de juicio y de justicia. Y habrá fé en sus tiempos, riquezas de salud,
los ysraelitas en la esperanza y no temieron. Y á sus enemigos cubrio el mar y sabiduría y ciencia. El temor de Dios el mismo es su tesoro. Veis aquí los que
los conduxo al monte de su santificación, al monte que adquirio su diestra. Y ven clamarán afuera y los angeles de paz llorarán amargamente”.
arrojo de la presencia de ellos á las gentes, y por suerte les repartio la tierra en Los angeles buenos son, en efecto, nuestros pedagogos ó ayos que nos
el cordel de la distribución. Mas luego despues que tentaron y provocaron al asisten. Los quales, apartados al punto, nos exponemos á la plena potestad de
Dios excelso, y no guardaron sus testimonios y se apartaron, y no guardaron los enemigos, esto es de los angeles malos, lo que tambien parece se ha de decir
el pacto, y excitaron a Dios á la ira. Oyó Dios y desprecio y redujo á nada en de los lugares y reynos. Y por eso, restituidos los angeles apartados, ó a lo
grande manera á Israel. Y arrojó el tabernáculo de Silo, su tabernáculo, donde menos restituida á ellos por Dios la potestad de defender y amparar, se expele
habitó entre los hombres, y entregó á la cautividad la virtud y fortaleza de ellos por consiguiente el poder de los demonios. Pugnan, pues, los angeles buenos
y su pulcritud en manos de su enemigo. Y concluyó con la espada á su pueblo, y en la virtud de Dios con la potestad tiránica de Satanás, como consta de Daniel
menosprecio su herencia. A sus jóvenes los consumió el fuego y sus vírgenes no (cap.12, v.7 et 8). Manda tambien el Señor que sea atado Satanás hasta cierto
fueron lloradas. Sus sacerdotes murieron en la espada y las viudas de ellos no tiempo y hasta otro determinado que se suelte (Apoc., 20).
eran tampoco lloradas. Mas, al fin, fue despertado como el que duerme el Señor, Mas quando los ángeles malos ven que el hombre, u otra cosa, es desamparada
como el poderoso embriagado, hirio á sus enemigos en las partes posteriores, de Dios, al instante le acometen con violencia para perderlo. Y por eso será el
les causó un oprobio sempiterno y firmó su reyno en David”. remedio convertirse al Señor y volver á la gracia con él. Lo que con mucha
Oigamos a Isaías (c. 63, v. 9) prediciendo, ciertamente, ambas caidas á los excelencia enseña y describe David, (in Psalm., 70 et seqq.), por estas palabras:
hijos de Israel y de Judá: “Y dixo Dios á Isaías: ‘Anda y dirás á ese pueblo: oid “Llenese mi boca de alabanza para cantar tu gloria todo el dia y tu grandeza.
los oyentes y no querais entender. Ved la vision y no la querais conocer. Ciega No me abandones en el tiempo de la vejez. Quando faltáre mi fortaleza, no
el corazon de este pueblo, agrava sus oidos y cierra sus ojos, no vea acaso con me desampares. Porque me dixeron mis enemigos y los que cercaban mi
ellos y oiga con sus oidos, y entienda con su corazon y se convierta y yo lo sane’. alma hicieron un consejo diciendo: ‘Dios lo ha abandonado: perseguidlo y
Y dixe: ‘¿Hasta quando Señor?’ Y dixo: ‘Hasta que sean desoladas las ciudades comprehenderlo porque no hay quien lo libre’. Ó Dios, no te alexes de mi,
sin habitador, y la casa sin hombre, y la tierra será dexada desierta. Y alexará atiende á mi socorro”, y en otro lugar, (Psalmo., 50, v. 14): “Vuelveme la alegria
el Señor á los hombres, y será multiplicada la que habia sido abandonada en de mi salud y confirmame con el espiritu principal”.
medio de la tierra. Y aun habrá en ella decimacion y se convertirá y será en la Enojase á la verdad, y se provoca contra nosotros, el espiritu custodio y
ostension como el terevinto, y como encina que estiende sus ramas, semilla pedagogo cuando ofendemos á nuestro Dios y Señor de él, cuyo rostro vé y
santa será aquello que estuviere en ella’”. Y otra vez Isaías (c. 7, v. 7): “Estas observa por nuestra defensa y lo interpela, (D. Math., c. 19). Lo que no fue
cosas, dice el Señor Dios, no estará y no será esto, sino la cabeza de Siria, desconocido á los estoycos prudentes del mundo y antes de ellos á Hesíodo,
Damasco, y la cabeza de Damasco, Rahasin. Y todavía sesenta y cinco años aunque esto lo concibieron obscuramente. Parecenos conveniente referir
y dexará Efraín3de ser pueblo y la cabeza de Efrain, Samaria, y la cabeza de las palabras de Séneca á este propósito, (Ex epit., 110): “Mandote que tengas
Samaria, el hijo de Romelia”. (dice) una buena mente, es decir, propicios a todos los dioses, á los que tiene
aplacados y favorables qualquiera que se reconcilio con ellos. Separa al presente
Sección III
las cosas que á algunos agradan. A cada uno de nosotros se nos da un Dios por
Es evidente que los tutelares y genios buenos, aun quando estén airados, ayo ó custodio, no ciertamente al ordinario, sino á aquel de inferior nota del
se aplacan si tenemos aplacado á Dios. Aquellos le obedecen y nos miran número de aquellos á quienes Ovidio llama dioses de la plebe. Mas quiero que
como que estamos encomendados á su cuidado, ni se apartan de los lugares y separes esto, de modo que tengas presente que nuestros mayores, que creyeron
reynos á quienes son dados por tutores. Esto parece significa Isaías, (c. 31, v. 2 et esto, fueron estoycos. Á cada uno dieron, pues, un genio y una juno. Despues
segg.), diciendo: “Señor, apiadaos de nosotros, pues esperamos en ti. Se nuestra verémos si estén tan desocupados los dioses, que procuren los negocios de las
fortaleza en la mañana y nuestra salud en el tiempo de la tribulación. De la voz personas privadas y particulares. Entretanto, sabed que ya estemos oprimidos,
del angel huyeron los pueblos y de tu exaltacion estan esparcidas las gentes. ya seamos menospreciados y entregados á la suerte, ninguno te puede desear
mas grave mal que el que tengas aquel Dios enojado. Mas no hay, porque desees
3
Efraín: Segundo hijo de José. Aquí se refiere a la tribu de su nombre, poderosa en tiempo de los que tenga á los dioses irritados qualquiera que juzgues digno de castigo, tienelo
jueces [N. del E.]. este en verdad enojado, aunque parezca que el es protegido de los mismos
204
dioses”. Temian tambien los etnicos el tener á su genio ayrado, y se tenia esto
por un grande infortunio, como en la comedia de Menandro: Nemini relinqui
(sic) me Deo irato meo.4
Juzgaban pues que este genio tenido por el Dios tutelar, era el moderador y
el que gobernaba la vida de cada individuo, como se lee en Horacio:

Scit genius, natale Deus, qui temperar astrum.


Naturae Deus Humanae mortalis in unum quodque caput &c5
Discurso VI
Hemos concluido ya el quinto discurso, en el que se han señalado diferentes
y útiles remedios para que se puedan evitar las mudanzas y ruinas de los reynos
y principados, siempre que no esten decretados por la voluntad absoluta de
Dios, con cuyo auxilio tratarémos en el sexto discurso -con el que darémos fin á
esta obra- sobre el arte de gobernar las repúblicas, juzgado que esto pueda ser
útil para su mejor establecimiento, conservacion de la paz pública, tranquilidad
de los reynos y seguridad de conciencia de todos los reyes y soberanos de la
tierra.
Sobre el arte de
gobernar las repúblicas,
que es el buen consejo

4
Error del autor o del copista. Tal vez quiso escribir “Nemini reliqui me Deo irato meo”, lo que se
traduce como “Cuando mi dios (mi genio) está airado, no me abandono a nadie” [N. de la T.].
5
La cita está adulterada. El texto original de Horacio reza: ”…scit Genios, natale comes qui temperat
astrum, naturae deus humanae, mortales un unum quodque caput”, cuya tradución es “…lo sabe
el Genio, compañero que atempera nuestro astro natal, dios de naturaleza humana, mortal con
cada individuo…”. Cfr. Horacio, Epístolas, 2, 2, 187-189 [N. de la T.].
Sección I

El modo general y comun de conservar en todas las republicas el estado
de ellas, es usar de consejo. “Despues que, (dice Salustio, in Fragminibus, que ei
tribuntur1) crecio mi edad y mi ingenio, casi no exercité el cuerpo en las armas
y en los caballos, sino que apliqué el ánimo á las letras. Lo que por naturaleza
era mas firme, me dedique á trabajarlo. Y yo, en esta vida, oyendo y leyendo
mucho, he encontrado que todos los reynos y ciudades en tanto imperáron
prósperamente, en quanto valieron entre ellos los verdaderos consejos. Mas en
qualquiera parte que prevalecieron la gracia ó favor, el temor y el deleyte ó
recreo, corrompieron los reynos, despues se disminuyeron las riquezas, de alli
se quitó el imperio y, finalmente, se impuso la servidumbre. Ninguna republica,
si ha sido buena casi desde el principio, fue fundada, á la que no se haya dado
consejo de alguna forma como por regla del alma. Busca prudente consejo, pues
es conocido por mas estudioso aquel que se muestra mas cauto preguntando
con frequencia, de lo que se encuentra exemplo en la fórmula de los archiatros
en (Casiodóro lib. 6, cap.19)”.
Esto dice Quintiliano, (lib. 6 in. titud., c. fin): “Tengo bastante que decir:
que nada hay no solo en orar, sino en toda la vida, primero que el consejo”. Y
comunmente se dice, como refiere Platon (lib. 3): Seu in theage vel de sapientia,2
que dixo Sócrates, que el consejo era una cosa sagrada y que no habia alguna mas
divina de la qual se pueda consultar, como del modo de ordenarse á si mismo, y
á los suyos por el arte de la gubernatoria. Y en otro lugar dice el mismo Platón,
(lib. 5), que el arte del hombre y la ciencia de gobernar las repúblicas, ninguna
otra se dice sinó el buen consejo. Buen consejo, pues, se llama aquello que

1
“En los fragmentos que se le atribuyen” [N. de la T.].
2
“Ya sea en Theages o Sobre la sabiduría” [N. de la T.]

207
208 209
pertenece al mejor orden de la ciudad, al provecho, concordia y tranquilidad del sino la cabeza y el buen consejo, Ita Spartianus in Severo. Catón, en los libros De
9

pueblo. Y Lampridio,3 en Alejandro Severo, decia que era mas segúro el estado re rustica10 dice que quedó en provervio: “El romano, estando sentado, vence”.
público baxo de un mal principe á quien asísten buenos consejeros, que baxo Á la verdad fué mas ayudada, aumentada y conservada la romana República
de un principe bueno á quien asísten consejeros malos. Porque un malo puede con los consejos del Senado, y la prudencia de los magistrados, que con las
corregirse por muchos buenos, mas muchos malos no pueden ser vencidos por armas. Los pensamientos, dice Salomón, (Proverb., c. 20, v. 18) se fortalecen y
uno bueno. Entre las virtudes imperantes enumera Cicerón, pro lege masnilia,4 firman con los consejos, y las guerras se han de tratar con el gobierno.
el consejo, diciendo que son tales: el trabajo en los negocios, la fortaleza en los
peligros, la industria en obrar, la presteza en concluir y el consejo en proveer. Sección II
“Verdaderamente, se miran mejor, dice el mismo Cicerón, (1. De invent),5
las cosas que se hacen por consejo, que las que se administran sin él. Y poco Las consultas, los consejos y los consejéros pueden reducirse no solo á la
importa que haya armas afuera, si no hay consejo en casa”. causa del bien, sino tambièn del mal. De aquí los buenos y malos consejos,
Antes que se emprenda qualquier negocio se debe tener una preparación los buenos y malos conséjeros, es decir, los que sugieren y persuaden buenos
diligente. Y, principalmente, en los asuntos graves y dignos de memoria, ó malos consejos. Los malos á las veces por la ignorancia del bien, y otras por
primeramente se atienden y miran los consejos, luego los hechos y despues los dolo y malicia. Asi, los griegos distinguen del consejo la buena consulta, que
efectos. El consejo no admite á uno solo, sino para una sentencia se requiere es la prudencia en los consejos. Los buenos consejéros conservan la república,
la conferencia de muchos, por lo que parece nombre compuesto. Varias cosas, los malos le hacen mal y la destruyen. Es buen consejo y saludable el que se
pues, pueden conferirse, ó por uno solo muy experto, ó por qualquiera otro, ó dirige al fin de la utilidad pública. Y, lo que por los griegos se dice, contribución
por muchos. Por lo que puede decirse que algunos se consultan, examinan su de consejos se toma ó del preterito, ó del presente, ó del futuro. Y asi decia
causa y deliberan lo que han de hacer ó decir. Platón(a)que el consejo era tripartido. El tiempo preterito da exemplos quando se
Juzgase tambien la parte principal de un general y emperador bueno el obrar atiende que cosa, por qué y que nación ha padecido, para que nos guardemos,
con consejo. De aquí aquel excelente elogio de Mitridates en Veleyo Patérculo,6 ó que haya hecho con prudencia, para que la imitemos. Mas el tiempo presente
que, decia, era general por los consejos y soldado por las armas. Dictys Cretense7 amonesta considerar el mismo asunto que está entre manos. Demos caso: los
dixo en aplauso de Héctor8que nunca fueron para él mas poderosas las fuerzas muros debiles, los hombres timidos, la carestia del mantenimiento y otras cosas
que el consejo. Asi como Pacato Dregano atribuyó á Teodosio el haber sido semejantes. El futúro aconseja el mirar que no se haga la cosa temerariamente,
general por el consejo y soldado en el exemplo. Decia tambien Terencio que que se tenga razon de la buena opinión, como que no se han de violar, por
convenia al sabio experimentarlo todo ántes con el consejo que con las armas. sospecha, las legaciones, no sea que Grecia pierda la gloria de la honestidad.
Porque, segun Horacio, la fuerza sin consejo cae por su propia mole. Del mismo sentir, en Clemente Alejandrino (lib.1, pedagogis., c. 10): “Tres
Enseñó Severo por el mismo hecho, que el consejo pertenecía no á las fuerzas (dice) son las partes de dar consejos: una que toma exemplo de las cosas
del cuerpo sino á las del espiritu. Pues, como estuviese con su hijo Basiano en el preteritas, como lo que acontecio á los hebreos por haber idolatrado (Exod.,
exercito, y por padecer de gota, hubiese mandado le traxesen una litéra ó silla c. 32) adorando el becerro; otra que se entiende de lo presente, como en que
de manos. Habiendo entendido que se quexaban los soldados por tener un gefe sentido se comprehende que Dios respondio á los que le preguntaban si era el
gotoso, y que querian elegirse por emperador á Basiano, mandó que se juntase mismo Cristo (Math.c.14): ‘Id y decid á Juan, los ciegos ven, los sordos oyen, los
todo el exército. Y, hablando á presencia de todos, mandó que fuesen muertos leprosos son mundificados &c’. Asi, David (Psalm.47), como oimos, asi vimos
los que se quexaban, añadiendo que advirtiesen que no imperaban los pies, &c; la tercera de las cosas futúras y la que manda que procuren precaverse las
venidéras, como el que pecáre será arrojado á las tinieblas exteriores, (Math., c.
8 et 22) y Polibio (in 1º) enseña que el que consulta bien no solo debe mirar las
3
Elio Lampridio: historiador romano del siglo V. Escribió, además, Historia augusta, donde relata, cosas presentes, sino tambien las futuras. Mas podemos emprender fácilmente
entre otras cosas, los excesos del emperador Heliogábalo [N. del E.]. algunas cosas que tienen dificil éxito, como es fácil la consulta y expedicion de
4
“A favor de la ley Manilia”, discurso de Cicerón. [N. de la T.] acometer á los vecinos que nada piensan en la guerra, pero necesita de mayor
5
“Sobre la Invención” [N. de la T.].
consulta el deliberar si despues que alguno acometio de improviso los campos
6
El subrayado es nuestro [N.del E.].
7
Poeta romano del siglo IV a.C. Se inscribe en la tradición anti-homérica, que se opone a los
relatos míticos por introducir la acción de los dioses, humanizándolos [N. del E.]. 9
“Así Espartiano en Severo” [N. de la T.].
8
Personaje de la Ilíada caracterizado por la prudencia. Fue asesinado por Aquiles a las puertas de 10
“De la agricultura” [N. del E.].
Troya, determinando la caída de dicha ciudad [N. del E.]. a)
Diggen Laertius. Lib. 3 in vita Platón (sic).
210 211
vecinos pueda consistir alli sin peligro ó regresar. Facil es el descenso del averno Sección III
pero el retroceder: hoc opus, hic labor est.”11
Añadese á lo dicho una circunstancia del buen consejo, es decir, que Al modo que del mal consejo se sigue daño, asi, del bueno, una grande
no sea precipitado sino deliberado y maduramente examinado y tratado utilidad. Y las razones de uno y otros las expone Pitágoras en sus versos de oro
principalmente quando se trata de ordenar, conservar y defender la república y (v. 27 et. segg.):
de sus negocios mas graves de guerra ó de paz. La perra porque pare mas presto,
Consilium procedat opus, ne absurda sequantur,
pare los cachorros ciegos como aun no maduros. Octavio César nada juzgaba
est miseri (sic), quoquis (sic) stulte loquiturque facitque.
que convenía ménos en un general perfecto que la priesa (sic) y temeridad. Y
Effice qum potius nequeant que facta dolere.
por eso frequentemente echaba de si esas palabras: “toma medio entre priesa
Nec tu quod nescis gerito: sed discere cura
(sic) y tardanza, porque es mejor el general cuerdo y recatado, que el temerario y
que fas, perjucunda sic tibi vita futura14
arrojado, y bastante presto se hace quanto se bastante bien”, (Suetonio in Octavio
c. 25). Por medio de lo cual movia á que se tomasen juntamente para un asunto Asi pues, como los buenos consejos afirman y establecen la república, asi,
la presteza de la industria y la tardanza de la diligencia. Aquel provervio de los malos obran efectos contrarios, y como se suele decir, el consejo malo es
que usaba con frecuencia Octavio era verdaderamente real. Y aunque tambien pésimo para el consultór (Sófocles in Electra). Ninguna cosa hay mas dañosa
pueda comodamente adaptarse á las personas particulares, con todo, conviene que un mal consejo y por eso es aun mas dañoso, porque aquellas cosas que
mas á los que gobiernan la república. Porque se peca mas gravemente en se introducen ó insinúan con especie y apariencia de bien y consejo aparentan
aquellas cosas que ofenden y dañan á muchos, que en las que perjudican á pocos. ó tienen vicios de traicion. Y la señal de que la república se ha de mudar ó
Pecan, pues, fácilmente, por demasiada presteza los prepósitos ó gobernadores, destruir, es ver ó entender que el principe aborrece y evita el consejo de los
porque por un vicio natural sigue la sobervia á la potestad, la que por afectos sabios y perítos. Como asimismo, el vér que admite para sus consejos, para
y movimientos repentinos tuerce y desconcierta á los principes, de modo que las dignidades y honores, y tiene por dignos de su trato y familiaridad á unos
las mas veces obran sin meditacion y apresuradamente, de donde resulta que hombres nuevos, necios, imperitos, aduladores, violentos y presuntuosos.
se precipitan á si mismos, á los particulares y á toda la maquinaria del imperio ¿Quién, pues, á no ser totalmente estólido, diria que una nave en medio del
en infinitos y detestables males. La tardanza de Máximo Favio vencio mas á mar combatida por todas partes de recias tempestades, podria librarse de la
Aníbal y conservó la República romana vacilante, que el fervor y demasiada subversion que la amenazaba con un piloto imperito, y que no ponia algun
presteza de pelear de Quinto Minucio, como dice Plutarco in Vitâ Fabii Maximi. cuidado en el gobierno del timon? Y por eso, entre las señales de la desolacion
Dañaria, con todo, la misma tardanza si ella no se temperaze con el consejo, y del Reyno de Israel fueron dadas por Dios aquellas que se expresan en el libro
si no hubiese necesidad de accelerarse. Pero, en la consulta, es mas segura la 2º del Paralipomenos (c. 15, v. 3), concebidas por estas palabras: “Pasarán, pues
tardanza que la presteza, porque los hechos no pueden tenerse por no hechos á (dice el Señor) muchos dias en Israel sin Dios verdadero y sin sacerdote, sin
lo que se aplica Luciano (in Andalogia): doctór y sin ley”. Todo lo qual acontece quando el principe desecha los consejos
de los prudentes y sabios y promueve, á sabiendas y de intento, á los indignos.
Refiere Cromero, (lib. 7, Historiae Polonôrum15), que, como muerto Miecislao,
Tardum consilium longe praestatum est principe anciano de Polonia, los polónos ofrecieron el reyno á Lesco Albo,
preceps autem sobrino del rey Casimiro con la condicion de que removiese a Govoricio. Lesco
Semper habet comitem penitentiam12 quiso, mas bien, desechar el reyno que le ofrecían que abandonar á Govoricio,
su fidelisimo consejéro. Hay ciertamente consejeros fieles -asi como perros que
Es tambien sentencia de Bias (uno de los siete sabios de Grecia): Celeritatem
sirven de presidio á las ovejas contra los lobos- los quales, removidos, andan
in loquendo oderis ne aberres: sequitur enim penitentia.13
vagueando los principes y se exponen a muchas falácias y engaños.

14
Texto con errores. Una traducción probable es: “Que la deliberación preceda la obra, para que
no sigan cosas desatinadas. Es desdichado todo el que habla y actúa estúpidamente. Logra más
11
“Éste es el trabajo, éste es el esfuerzo”, en Virgilio, Eneida, Canto IV, v. 129 [N. de la T.].
bien que los hechos no puedan hacerte sufrir. Y tú, no hagas lo que no sabes; sino ocúpate de
12
“De lejos, es mejor una decisión pausada; por otra parte, la apresurada siempre tiene como
aprender lo que es correcto, así será muy agradable para ti la vida futura”. Esta frase requeriría
compañero el arrepentimiento” [N. de la T.].
que se reemplace “miseri” por “miser” y “quosquis” por “quisquis”. [N. de la T.].
13
“Odia la rapidez al hablar, para no equivocarte; en efecto, sigue el arrepentimiento” [N. de la T.]. 15
Historia de los Polacos [N. de la T.].
212 213
En efecto, la necesidad y utilidad del consejo y de los consejéros, para el firme bastante instruido por naturaleza ó por sabiduría para imperar, parece no
establecimiento y conservacion de las repúblicas, la persuaden los repetidos tendrá necesidad de tomar consejo. Pero hará mejor si no se fia de si solo en
exemplos, que nos presenta la historia, de los que apuntarémos algunos todas las cosas, principalmente en aquellas que tienen éxito dudoso. Antes, si
brevemente para poner fin á esta obra. Rómulo, queriendo dar leyes al pueblo toma ó implora el socorro de otros muchos y de aquellos que pueden ayudarlo
y formalizar la república, convocó á consejo a toda la muchedumbre y, después, con el consejo, lo que no quita alguna cosa á su potestad y autoridad, pues
escogio de ella cien padres para consejeros (Livius in V. Dionis. Halicarras in 2, esto no lo hace forzada sino espontáneamente. Hay salud donde hay muchos
Pompomius juris consultus in l,116). En los tiempos antiguos de los emperadores consejos, dice el sabio(a). Y es peligroso, al mismo principe, el fiar de si solo, pues
Trajano y Adriano, fué costumbre que, quando los principes romanos conocian puede su recta razon, como la de qualquiera razon sabia, ser ocupada del odio,
las causas se valian del consejo de senadores y caballeros romanos y daban las del amor, de la ira, de la concupiscencia, de la avaricia, de la ambicion y de la
sentencias conforme á la opinion de ellos (Spartian. In Adrian). En la Francia, las ignorancia de los negocios. Hace tambien la philancia (sic), ó la complacencia
Córtes Generales, que se llamaban estados del reyno, ó mejor, de los regnicolas. de si mismo y la presunción, que nos ceguemos acerca de lo que nos agrada.
Es decir, la convocacion de todo el pueblo de tres estados -eclesiástico, nobleza Los principes, ciertamente, son hombres y no se despojan de la naturaleza
y plebe- se hizo para un lugar determinado, principalmente, por tres causas, humana por haber obtenido el principado. Y asi, deben creer que pueden errar
que á algunos parecieron pertenecer en grande manera al cuidado monárquico y engañarse como hombres.
y popular, pero perversa y falsamente á la democrácia (que es lo que parece Tambien es en grande manera peligroso al principe el fiar, ó confiarse del
se quiere establecer en el dia). Omito, por no ser mas prolixo, los motivos de dictamen, ó parecer de uno ú otro por la incertidumbre de las voluntades de los
estas córtes, consejos ó congregaciones, que se podrán ver en los autores, y solo aduladores y traydores, de quienes, como de insectos, abunda la corte y palacio
digo de paso que entiendan algunos que sienten lo contrario que el Reyno de de los principes. Y como todo hombre no sepa en todas las horas y alguna vez
Francia no pende de estas juntas, porque ellas no eligen rey, como en Polonia dormita el mismo Homero. Asi, sera mas seguro tomar el consejo de muchos,
y en otras partes, sinó las congregaciones y comunidades penden del rey, que como dice Filipo Commineo, que fue muy exercitado en los negocios aulicos
las ha de congregar quando le agradáre, pues aquel reyno es monárquico y (1)17 el que prescribe, como conducente, á los principes el saludable documento,
succesivo. De otro modo, si el rey se sugetase á las juntas, no seria reyno sino que si tienen muchos consejeros, jamás encomienden de uno solo de ellos las
fuera democrática su potestad, qual fue en otro tiempo la de los cónsules ó direcciones de sus negocios, de modo que á todos sus consejéros los tengan
dictadóres de Roma. iguales. Porque de otra suerte, si parece favorecer á uno mas que á los otros,
Sección IV es la naturaleza de los hombres por el favór de los principes, tan inclinada y
propensa á sus satisfacciones, que aquel querrá imperar á los demás. Y de esta
Aunque hemos establecido la necesidad y utilidad del buen consejo para manera, son despues ménos libres los dictámenes en la consulta, temiendo los
el acertado gobierno de las repúblicas y reynos, hay con todo algunos que otros no oponerse al parecer y sentencia del predilecto, lo que ha de procurar
sostienen que el monarca por si solo sin consejo puede resolver aun de cosas el principe que no acontezca. Pues de aquí se sigue facilmente la ruina y
graves, como de guerra, de paz y de otros negocios semejantes. Otros lo niegan destruccion de la república, y la corrupcion de los consejos. Asi, en las juntas
y juzgan que en aquellos negocios arduos no son de su derecho. Yo me aplico á privadas de Roma, quando se habia de tratar algun negocio, se obraba primero
la primera sentencia, pero con algun temperamento, á saber: que quando el rey á presencia de los particulares con el pueblo, que con los que obtenian el
ó principe tiene potestad suprema y absoluta no está obligado necesariamente, magistrado, á fin de que ninguno de los menóres, prevenido de la sentencia ó
si no quiere, á tomar consejo, ó de sus subditos, ó de otros en qualesquiera parecer del mas poderoso como se acostumbraba, suprimiese el suyo, sino que
negocios que sean. Mas, si acepta el imperio, obligandose á estas leyes, está con suma libertad expresase su sentir, como escribe Dion Casio (lib. 39, Romana
obligado á seguirlas. Sin embargo, digo que á aquel le conviene, para imperar historiae).
mejor, con mas seguridad y mas tiempo, usar del consejo de los prudentes y Puede, en efecto, el principe instruido en los asuntos del principado, y perito
expertos en los negocios ocurrentes, pues muchas cosas son permitidas que con en el arte de gobernar, hacer sin consejo muchas cosas pertenecientes a su cargo
todo no conviene hacer. Hay tambien algunas que son licitas en cierto modo (pues en algun tiempo se dio la regia potestad por eleccion á personas que
y no de otra suerte. Los preceptos de vivir bien, y de imperar bien, se dan por supiesen y pudiesen imperar por si mismas) presidia á los negocios quotidianos,
Dios y por la razon humana á los principes para conservar, no para perder y
oprimir al pueblo que le es encomendado. Por lo que, si el principe estuviese
prover. c. 11, v. 11, 14.
(a)

17
Tachado en el original [N. del E.].
“Livio en Vida de Dionisio de Halicarnaso en 2, Pomponio Juriconsulto en…” [N. de la T.].
16
214 215
y manejarse rectamente en los casos súbitos y repentinos. El conocer las determinará tomar mas amplia y plena deliberacion.
ocasiones oportunas de cada negocio y juzgar que cosas pueden lograrse con Debe pues, el principe, quando quisiere mas elegir la sentencia contraria
palabras benignas y quales se han de sacar por fuerza, es oficio y obligación de á los consultóres, no desechar con arrogancia lo consultado, sino determinar
los gefes que presiden y estan encargados de los negocios públicos, como dice ó resolver como que há tomado sobre aquel asunto mas madura deliberacion.
Demóstenes (Epistola ad senatums). Mas, si el principe conoce que sus fuerzas Pues entonces, no llevarán á mal aquello mismo los consejéros, porque saben
y talentos no son bastantes para este arte y ciencia, hará asi y á la república que ellos han sido elegidos para el consejo del principe, no para que concluyan
una obra muy provechosa y laudable, usando de un bueno y experto consejo. y profieran, ó den un dictamen y juicio absoluto, sino solamente propongan
Pues como ántes se ha dicho, ni el esplendór de la majestad, ni el poder de la lo que les pareciere mejor y mas acertado. Á no ser tales que hayan recibido
autoridad se disminuirá por eso, ántes bien será mas honrada y celebrada. De la potestad de juzgar ausente el principe, como han sido en la Francia y en
otra suerte, se hará semejante al asno, que no sabiendo el camino ni dexandose otras partes los senados y regias curias, que á nombre del principe establecen
dirigir, se precipitó de un peñasco. Y rectisimamente dixo, al intento, Hesíodo: y determinan lo que les parece mas justo y equitativo. Ni el mismo principe,
por las reglas aun del derecho comun, está obligado á seguir el consejo de
Omnia qui per se sapiat, longe optimus est, multo ante expendens, que jam aquellos á quienes estuviese aun obligado á pedirles consejo. Puede tambien,
sunt optima factu. Is tamen et frugi est, qui paret recta momenti (sic). At qui sin alguna nota de reprehension, por causa que ocurra y sobrevenga, mudar el
nec per se sapiat neque mente reponat. consejo, pues aun los prudentes y sabios deben hacer lo mismo. Porque vale
Ex aliis audita, vir indeque inutilis est.18 mas mudarlo en mejor, que proceder sobre lo mal establecido. Y como decia
Luciano, es mejor tornar á correr del medio de la carrera, que correr mal. Ni
Yo juzgo ciertamente que no habrá principe alguno que desprecie nuestro es cosa fea ó indigna con concepto á la cosa ó negocio, mudar el consejo, como
sentir, que establece que aquellos se hacen mas excelentes y recomendables, dice Séneca, pues gran parte de él está, ó consiste, en el tiempo. Es preciso que
imperando con mas seguridad y sabiduría, que usan y se valen del buen acontezca que de algunas cosas se anuncie al principe, ó á otro, el parecer ó
consejo. Pudiendo congeturar que lo es quando se toma de personas que tienen sentencia de alguno, quando ya la contraria sea mejor, segun el mismo Séneca,
las calidades de un buen consultór, que ya hemos indicado en esta obra. Y en la epistola 71.
la prudencia del principe que atiende ó asisite al consejo podrá, por el juicio Los consejos deben acomodarse á los asuntos ocurrentes y á las circunstancias
natural y por el frequente uso de negocios semejantes que han tenido buen ó que suelen variarse. Y el consejo debe nacer con el mismo dia. Asi, puede el
mal éxito, considerar atentamente que es lo que le conviene de aquello que se principe sostener y amparar su parecer y sentir contrario al consejo. Mas, como
le dice, y meditar ántes consigo mismo qué debe concluir y resolver. Pues no ántes se ha dicho, será lo mejor que él difiera al consejo ó á la parte que siente
hay alguno de los consultores á quien pertenezca mas la utilidad, ó el daño del con mas acierto, que á su mismo dictamen. No sea que, por llevarse de él á
consejo, que al mismo principe. Y son diversas las voluntades de los consejéros sabiendas y de propósito, se arroje á si mismo y á la república á un precipicio
que á las veces se oculta baxo del dolo y no se manifiestan en las palabras, sinó de que no pueda salir.
que muchas veces las voces suelen ser distintas de los pensamientos, mientras Y estas son las cosas que me propuse escribir para alabanza y gloria de
dolosamente se descubren, ó manifiestan á otros, las voluntades y pensamientos Dios, como tambien para utilidad de los principes y pueblos christianos y de
de sus propios soberanos. la fé católica é inmaculada universal Iglesia, á cuya censura, y al juicio de los
Por esto, será prudencia en el principe oir con paciencia todo lo que se dixere hombres doctos, sugeto las mismas, si hay algunas que no sean aprobadas por
por los contrarios, por los iguales y desiguales sufragios ó votos, y afirmando todos.
con razones, lo observaran. Mas si el mismo principe juzga no convenir todavía
que se divulgue el consejo, y lo que se ha de hacer ó se ha de seguir, entretanto Sea dada á Dios toda alabanza.
no añadirá á lo consultado la resolución ó sentencia propia, sino que despues Fin de los Discursos vários.
procurará executar con diligencia lo que admita ó juzgue de lo deliberado,
sabiéndolo todos ó pocos de los consultóres. Pero si lo consultado no le satisface, Si se tuviere por conveniente, atendiendo á las actuales circunstancias,
se suprimirá la que se comprehende en la pagina 21y 22 perteneciente á la
Republica Francesa.19
Una traducción probable es: “Quien sabe todas las cosas por sí, es de lejos el mejor, porque
18

sopesa mucho antes qué cosas son las mejores para hacer ya. Con todo también es fructífero
quien cumple en seguida con lo moralmente correcto. Pero quien no sabe por sí mismo y no
Tachado en el original [N. del E.].
19
reacomoda en su mente lo que ha oído de los demás, de ahí es un hombre inútil” [N. de la T.].
Apéndice II

Miguel Fernández de Agüero

Representación del Real


Consulado Universidad de
Cargadores á Indias de Cádiz
Buenos Ayres 13 de septiembre de 1809.
Agreguese al Expediente de la materia y entreguese todo al Apoderado
del Consulado de Cádiz, reprehesentante, á fin de que, en el termino preciso y
perentorio de tres días, exponga lo conducente á su derecho, en la inteligencia
de que, no verificandolo en el termino señalado, devolverá el expediente por la
urgencia y brevedad con que interesa su resolucion.
( hay una rúbrica)
Uclés.

Excelentísimo Señor:

Exerzo en esta Capital la representacion del Real Consulado Universidad


de Cargadores á Indias de Cádiz, á virtud de sus poderes de que está tomada
razon en este Superior Gobierno, é instrucciones sobre los particulares en que
sea interesado aquel cuerpo y su matrícula. Y como respecto al comercio de los
puertos avilitados de América, tenga aquel el mas principal interes, noticioso
que vuestra excelencia se á dignado formar expediente sobre permiso de
introduccion del comercio ingles que solicitan los de aquella nacion residentes
oy aqui, pidiendo dictamen á las corporaciones de esta capital. Es de mi
dever, por el Real Consulado que represento y en uso de los encargos que me
tiene echos, pedir y suplicar á vuestra excelencia que, despues de oydas las
corporaciones y magistrados que estime, se digne darme vista del expediente
obrado para representar lo que en justicia corresponda por el derecho de mi
parte, en utilidad y precaucion del comercio nacional y bien del Estado.
Dios guarde la importante vida de vuestra excelencia muchos años. Buenos
Ayres 4 de septiembre de 1809.

219
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Excelentísimo Señor. la libertad del comercio extrangero y la manifiesta justicia con la que yo exijo
Miguel Fernández de Agüero. el exacto cumplimiento de nuestras leyes, por la gran parte que en ello toca al
Excelentísimo Señor Virrey Don Baltasar Hidalgo de Cisneros comercio de Cádiz, mi representado.
Qualesquiera que se haya detenido alguna vez á considerar las reglas que,
**************************** en orden al comercio de ambas Américas, han establecido nuestras leyes y
reglamentos particulares, conoce inmediatamente las miras que en ello tubieron
Excelentísimo Señor: nuestros soberanos y no puede dexar de descubrir el cúmulo de males que se
propusieron precaber quando, con tanta severidad, prohibieron el comercio con
Don Miguel Fernández de Agüero apoderado del Real Consulado las naciones extrangeras. Males, señor excelentísimo, de tanto bulto que no hay
Universidad de Cargadores á Indias de Cádiz, usando de la vista que alguno que sea comparable con qualesquiera de ellos. Pues que de evitarlos,
vuestra excelencia se ha servido conferirme del expediente formado, sobre no solo pende la properidad (sic) del Estado en general, sino especialmente la
permitir ó nó en estos puertos el libre comercio á los vasallos de su Majestad union y necesaria dependencia de estas provincias con la metropoli. Si el tiempo
Británica. Con quanto en esta razon hasta el presente se ha deducido, digo: me lo permitiera, podria aglomerar una multitud de leyes y reales ordenes en
que he examinado -con la detencion que exige la gravedad del asunto y me ha que, bien claramente, se insinuan los incalculables perjuicios que es capaz de
permitido la estrechez del tiempo concedido- el oficio de vuestra excelencia, inferir semejante libertad y franqueza. En las presentes circunstancias en que
fecha 20, del pasado agosto, dirijido al Real Consulado y Excelentísimo Cavildo se halla la nacion entera, y especialmente las provincias del mando de vuestra
de esta Capital y lo que en contestacion han expuesto á vuestra excelencia excelencia -circunstancias que no pudieron preveer nuestras leyes-, los riesgos
estos dos respetables cuerpos, en los suyos de 6 y 12 del presente mes. Y son mas proximos, mas fundados los temores y mas irreparables los males que
despues de axaminados (sic), con la escrupulosidad que corresponde, todos los tanto ocuparon la atencion de nuestros legisladores en el establecimiento de sus
fundamentos alegados en la materia, no he podido menos que observar, con el sabias máximas de comercio. Esta sola consideracion bastaba para convencer
mayor asombro, la adhesion que han manifestado los cuerpos informantes á la que, en ningun caso, debe permitirse en estos puertos la entrada al extrangero,
libre entrada y franco comercio en estos puertos de las mercaderias inglesas, sin pues que a ninguna autoridad fue jamas lícito pasar por sobre alguna de
detenerse á reflexionar los gravisimos males que ba á causar, forzosamente, la aquellas leyes primordiales en que se funda el gobierno económico y toda la
realizacion de este proyecto. Si en el dia no tubiera yo otra representacion que felicidad de un Estado.
la de un particular individuo de este comercio, acaso esperaria con constancia Pero porque, regularmente, hace menos impresion el contexto desnudo
el fatal golpe que bá á darse á todos los de mi clase, si se toma la resolucion de de la ley que la atencion á los daños que pueda causarnos su infraccion, boy
darse semejante franquicia ó de abrir las puertas á los negociantes ingleses. á detallar algunos de los mas principales que sufririamos, necesariamente,
Pero rebestido con la representacion del Real Tribunal del Consulado de Cádiz, si vuestra excelencia, adhiriendo á las ideas de este Real Consulado y
de quien soy apoderado en esta Capital, é juzgado como uno de mis principales Excelentísimo Cavildo, permitiese la entrada á los búques y efectos ingleses en
deberes el exponer á vuestra excelencia, con la energia que corresponde, la los puertos de su mando. En 1er lugar, esta providencia consumaria la ruina
necesidad en que estamos en las presentes circunstancias, mas que nunca, de del comercio nacional y particularmente del de Cádiz, cuyo fomento es de tanto
observar lo que nuestras sabias leyes tienen dispuesto en el particular, sin que á interes á la nacion. A mas de esto acabaria con las ultimas reliquias de nuestra
vuestra excelencia quede arvitrio en esto para su infraccion. Para convencer este marina mercantil, que despues de tantos años de continua guerra empezaba
aserto -unico objeto de la presente representación- boy á exponer sencillamente ahora á respirar. Nuestras fabricas, cuyo estádo no és ciertamente el de mayor
los funestos males que causaria la concesion del libre comercio á los ingleses prosperidad, recibirían, con esto, el ultimo golpe, que será sin duda irreparable.
en estos y otros qualesquiera puertos de la América española y á demostrar, Las artes, la industria y aun la agricultura misma, en estos dominios, llegarian
al mismo tiempo, de un modo el mas concluyente, que aun adoptado este al ultimo estado de desprecio y abandono. Muchas de nuestras provincias
desesperado arvitrio no solo no se facilitarán fondos suficientes para llenar las de (sic) arruinarian necesariamente, resultando acaso, de aqui, desunion y
graves atenciones -que vuestra excelencia justamente recomienda en su citado ribalidad entre ellas. Cabalmente, en el tiempo en que mas importa estrechar
Superior Oficio-, sinó que tambien se cerrarían, con éste, otros recursos legales los vinculos y las relaciones que las unen. Y ultimamente, señor excelentísimo,
capaces por si solos de sacar á vuestra excelencia de qualquier apuro en que en concedido á los ingleses el comercio con estas Américas, es muy de temer que á
las actuales circunstancias se béa comprometido por lo exausto de este erario. la buelta de pocos años beamos rotos los vinculos que nos unen con la peninsula
Estas dos reflexiones, tanto mas tristes quanto mas fundadas, ban á poner á española y separados del suabe gobierno de nuestro lexitimo soberano estos
vuestra excelencia, como de bulto, la irreflexiba ligereza de los que claman por ricos dominios, á que tanto interes há manifestado, en estos ultimos tiempos, la
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extrangera codicia. No son estos males que figura un vano temor o que supone infelicidad y miseria. Tampoco perderé el tiempo en contestar á aquellos
y abulta algun interes particular. Vuestra excelencia los bá á ver demostrados, ignorantes egoistas que tienen, por una especie de despotismo, la necesidad de
uno por uno, con la mayor evidencia. depender, en nuestras relaciones mercantiles, de las plazas y puertos de nuestra
He dicho en 1er lugar que, abierta la puerta á estos dominios al comercio peninsula. Estas especies son mas dignas de desprecio que de contestacion, pues
ingles, bá a consumarse la ruina del comercio nacional y, especialmente, del de á nadie se le oculta que las relaciones y dependencia mutua de las ciudades y
Cádiz. Pocos convencimientos sobran para justificar este infausto pronostico. provincias de un reyno son tan necesarias que ellas son, propiamente, las que
¿Por qué, qual será el comerciante español que pueda prosperar al lado de constituyen su mas solida riqueza. Y, sobre todo, ¿qué importa á la nacion en
los comerciantes ingleses? Qualesquiera expedicion que benga de los puertos general que en Buenos Aires, ó en toda América, se compren los efectos mas
avilitados de nuestra peninsula no ofrecera á los interesados sinó quebrantos varatos ó que no vengan por el canal y con la dependencia que han establecido
y quiebras. Los ingleses nos daran, en estos payses, sus efectos en la mitad del nuestras leyes, quando por este veneficio, que resulta á la América aun quando
justo precio por que se compran hoy en las plazas comerciales de España. Y en la realidad fuera tal, se arruina el comercio nacional y, por consiguiente,
estos perjuicios no seran ciertamente momentaneos ó por poco tiempo. Pues, pierde el erario su principal sosten, pasando á manos del extrangero nuestras
aun quando solo dure la libertad de comercio por dos años -como lo propone riquezas?
el Real Consulado en su informe-, sobre este tiempo para que nos veamos A este daño es consiguiente el que va á sufrir nuestra marina mercantil.
abarrotados de sus efectos para muchos años, por la multitud de expediciones Quando despues de una guerra tan dilatada, en que no nos ha quedado mas
que en tal caso recalarian en nuestros puertos. Reflexione ahora, vuestra que el esqueleto de ella, empezaba esta á tomar algun incremento. Quando
excelencia, qual será, en toda esta epoca lastimosa, la situacion de nuestros vemos que empiezan á llegar á estos puertos nuestros buques, cuya navegacion
negociantes nacionales. Escarmentados por sus repetidos quebrantos habrán, estava esteramente (sic) cortada por las poderosas fuerzas britanicas, y quando
necesariamente, de abandonar su giro y comunicación mercantil con estas los infelices navieros pensaban reparar los incalculables perjuicios y gastos
provincias y, para no sufrir mayores quiebras, ó habrán de estarse mano sobre que han tenido que impender para la conservación de sus buques. He aquí,
mano, ó habrán de entablar nuevas especulaciones, siempre sujetas á perjuicios señor excelentísimo, que veen, muy á los principios, burladas sus esperanzas y
difíciles de preveerse. Este mal, que es comun á todo el comercio nacional, aun en la triste, pero forzosa, necesidad de abandonar las naves, para no contraer
es mayor respecto de la Unibersidad de Cargadores á Indias de Cádiz y demas nuevos empeños y acabar de arruinarse enteramente. Porque ¿quales seran los
puertos avilitados de España. Estos, cuyas principales y acaso unicas relaciones cargamentos que habran de conducir nuestros puertos? Parado enteramente el
son con estas Américas, se verán en la necesidad de variar enteramente el comercio nacional y cortadas las relaciones mercantiles de la peninsula con estas
sistema de su giro. Y nadie ignora quan expuesto es á descalabros semejante Américas, no les queda mas que el triste recurso de venir en lastre para llevar
variacion. Sobre todo, para convencer los daños y perjuicios que bá a sufrir el á su bordo nuestros frutos. Pero no, señor excelentísimo, ní aun estos recursos
comercio de la peninsula, basta solo el considerar el estado de las expediciones les queda, pues hasta la conduccion de los frutos será enteramente privativa
que han venido ultimamente en derechura de aquellos puertos. Todas ellas de los buques ingleses, y esto aun quando ellos se sugeten escrupulosamente
no ofrecen, á los interesados, sinó quebrantos de la mayor consideracion. á las trabas y precauciones dictadas por este Real Consulado en su informe
Esto sucede por la concurrencia que ha habido de efectos extrangeros, ya por antecitado. Entre ellas, es una la de que deban llevar las dos terceras partes
permisos particulares, ya por el contrabando escandaloso, causado acaso por de su cargamento en cueros al pelo, y la otra tercera parte restante en otros
los mismos permisos. ¿Hasta que punto no subiran pues, señor, los perjuicios frutos de estas colonias. Comparese ahora el valor de todos los cueros que
que sufrirá el comercio nacional quando los ingleses tengan libre entrada en hay acopiados en esta capital, aun quando sean tantos como supone este Real
nuestros puertos? Entonces, sin duda, se verificará lo que tengo expuesto Consulado, cuyo calculo es ciertamente demasiado arvitrario. Comparese,
anteriormente: que vá á consumarse la ruina de nuestro comercio nacional. repito, el valor de todos esos cueros -y aun el de los que puedan acopiarse en
Dexo aparte las quiebras que es necesario que haya en los comerciantes de esta, el espacio de dos años- con el valor de los efectos que nos entrarian ingleses
y demas plazas, de estos dominios, ¿y todos estos daños los sufre acaso solo en este tiempo, si habriesemos nuestros puertos á los negociantes de aquella
el particular negociante? Siendo indudable que el principal sosten y nervio de nacion, y veremos, sin temor de abenturar nuestro calculo, que ni duplicada
un Estado es el comercio, aquél és el que bá á sufrír mas de lleno todas estos la partida de los cueros que podemos acopiar en dicho tiempo bastarian
ponderados perjuicios. para cubrir las dos terceras partes del valor, ó producto, de las negociaciones
No me detendré en rebatir á los que aspiran á la libertad del comercio inglesas. Ahora pues, si segun la quarta condicion ó traba, propuesta por el Real
extranjero, engolocinados con la baratura y vaxo precio de los efectos. Sola la Consulado, todos estos frutos, y aun otros mas que hubiera, debian llevarlos los
ignorancia podria proponer semejante fundamento, que bá á decidir nuestra ingleses en cambio de sus mercaderías ¿que carga queda, señor excelentísimo,
224 225
para los nacionales que se propongan el desesperado recurso de venir en lastre principado de Cataluña: ¿sus excelentes pintados podran acaso venderse a la
para conducir á Europa nuestros frutos? La reflexion, señor excelentísimo, es par de zarazas y pañuelos que nos introduciran los ingleses? Ahora, por solo las
demasiado cencilla y combence de un modo, el mas concluyente, la proxima que se han introducido de contrabando, los pintados catalanes venidos en las
ruina que amenaza á nuestra marina. ultimas expediciones estan arrinconados en nuestros almacenes, sin esperanza
Pero aun no es todo: ni los ingleses observaran a condicion de llevarse de poderse enagenar sino és á costa de una perdida muy considerable. Pues
nuestros frutos en retorno y cambio de sus efectos, ni nuestros buques ¿que será quando una multitud de expediciones inglesas vengan á nuestros
nacionales los podran llevar á Europa de nuestra cuenta. Pues lo que vá á puertos á gozar de la franqueza y libertad que se les pretende conceder? ¿No
suceder es que los ingleses, despues de llevarnos en dinero efectivo el producto será este el golpe mayor que puede darse á todas las provincias de Cataluña,
de sus negociaciones, nos ban á fletar sus buques para conducir nuestros cueros dignas por su conocida industria de toda proteccion de nuestro gobierno? En
y demas frutos del pays. Con esto, logran el hacer creer que han cumplido con tal caso, le seria preciso abandonar enteramente la mayor parte de sus fabricas
la condicion referida y, á mayor abundamiento, reportan la utilidad de su flete y 150.000 personas, que se computan empleadas en sus hilares y texidos y sobre
que, simulada y fraudulentamente, les daran los mismos españoles, debiendo 30.000 en sus pintados, se verian reducidas á una rigorosa (sic) mendicidad, en
esperarse, por una conseqüencia necesaria, que seran siempre preferidos para la qual observarian, con despecho, haber pasado á manos extrangeras lo que
un flete simulado los buques ingleses á los nacionales. Pues aquellos fletaran debiera ser el fruto de su laboriosa honradez. Lo que he dicho de las fabricas
en menos de la mitad que estos, ya porque teniendo precisión de regresar a del Principado de Cataluña debe, por la misma razon, extenderse á las demas
Europa, qualesquiera flete, por exiguo que sea, les es toda utilidad, ya porque que hay en nuestra peninsula. Todas ellas serian, indudablemente, victimas del
con este arvitrio y engaño se eximen de la obligacion de llevar frutos de su inconsiderado empeño con que algunos claman por la libertad del comercio
cuenta y ya, finalmente, porque aun en igualdad de circunstancias la marina extranjero, y verianse, con dolor, consumada su ruina, cabalmente, en la epoca
mercantil inglesa puede, facilmente, costearse con la mitad acaso de lo que feliz en que la sabiduria, y proteccion de un gobierno justo, debiera prometerse
necesita la nuestra, por las razones que á vuestra excelencia, mas que á otro sus adelantamientos y mejoras.
alguno, son bien manifiestas. Y mediando el interes del menor flete, ¿podrá Volvamos ahora los ojos á nuestras provincias, especialmente á las del
dudarse que nosotros mismos demos á los buques britanicos nuestros frutos mando de vuestra excelencia. No puede oyrse sin asombro, señor excelentísimo,
con preferencia á los nacionales? Concluyamos, señor excelentísimo, que la que con el conocimiento del actual estado de nuestras ciudades en América
libertad del comercio extranjero, sea limitado á buques ó á tiempo, sea con las se haya opinado por la libertad del comercio extranjero. Pues, á nada que
precauciones que propone este Real Consulado ó con otras qualesquiera que se hubiera reflexionado la materia, se hubiera visto palpablemente que con
pueda dictar el celo de vuestra excelencia, bá á acabar de golpe con las reliquias semejante proyecto las artes, la industria y aun la agricultura misma llegaran al
de nuestra marina mercantil y á arruinar enteramente el gremio de navieros, ultimo estado de desprecio y abandono. No hablemos ahora de las diferentes
que no teniendo efectos que traher de la peninsula, por la concurrencia de los fabricas de generos ordinarios que tenemos en nuestras provincias interiores,
ingleses, ni frutos que llevar de estos puertos, por las razones indicadas, habran pues que de ella trataremos acaso despues con mas oportunidad. ¿Que seria
de poner fuego á sus buques si no quieren perpetuar sus quebrantos. del infeliz artesano, digno en todos tiempos de la proteccion de un gobierno
Despues de esto, dignese vuestra excelencia considerar, tambien, el golpe ilustrado? ¿No es verdad que se verian en la necesidad de cerrar sus tiendas y
fatal que bá á darse con la admicion de generos extrangeros á todas nuestras abandonar para siempre sus talleres el zapatero, el herrero, el carpintero y tanta
fabricas nacionales. Estas, señor excelentísimo, cuyo estado ciertamente no multitud de artesanos que, con el sudor de su rostro, sostienen con honradez
es el de mayor prosperidad por la falta de extraccion y consumo, en tantos muchas numerosas familias? ¿Que lucro podran sacar de sus artefactos á la par
años de guerra, por los escandalosos permisos concedidos á extrangeros, por de los que nos traheraran (sic) los ingleses en cantidad, seguramente mayor
el contravando exesibo que, de todos modos y en todas partes, han hecho á la necesaria para el consumo? Buen pago es el que recibiran estos infelices
siempre los negociantes ingleses y por otras muchas consideraciones, que no despues que, con las armas en la mano y derrame de su sangre, acaso han sido á
se ocultan á la sabia comprehension de vuestra excelencia no habian podido quienes singularmente hemos merecido la reconquista de esta capital, defensa
hasta ahora prosperar. Y que bajo la proteccion de nuestro actual sabio y conservacion de la tierra. Es voz demasiado comun que, entre los buques que
gobierno se lisongeaban, con fundamento, de sus adelantamientos y progresos, tenemos á nuestra vista, uno solo tiene a su bordo diez y nueve mil pares de
quedarán reducidas al ultimo estado de miseria adoptada en estas Américas el botas, sin contar con las demas de esta especie y de toda clase de zapatos hechos,
antipolitico sistema de la libertad para el comercio extrangero. ¿Que multitud que casi nunca faltan en las negociaciones inglesas. ¿Que golpe este, señor
de reflexiones podria presentar á vuestra excelencia para conbencer esta excelentísimo, para el gremio de zapateros y de curtidores de toda especie de
berdad? Figemos, unicamente, la consideracion en las fabricas del industrioso cueros ó pieles? Llegará el caso que, para sostener sus respectivas obligaciones,
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se hechen á mendigar -quando no sea á robar- lo necesario para su propia transportarlos á Europa. El principal fruto de nuestra industria, en estos payses,
manutencion. La misma suerte espera, sin duda, á todos los demas artesanos: son los cueros al pelo y, para formar juicio del valor que les dará la entrada de los
el herrero cesará en su labor, pues que no puede competir ni en el luxo, ni en el ingleses en nuestros puertos, no tenemos mas que observar lo que actualmente
bajo precio con la ferreteria de toda especie que nos trahen los ingleses. Hasta sucede en el Río de Janeiro, donde á pesar de la extraordinaria concurrencia de
el lomillero, que en su clase es un artesano peculiar de estos payses, tendrá que buques ingleses, se conservan los cueros al despreciable precio de siete á ocho
buscar otro exercicio, porque ya los ingleses nos traen lomillos identicos á los reales liquidos vaxado el flete de su conducción, pero no derechos y demas
del uso de la tierra. En una palabra: toda arte y todo ramo de industria queda gastos y costo causados en esta para su embarque. Por manera que en cada uno
sin recurso, perdido en estos dominios, y, por consiguiente, arruinados de un de los remitidos desde aquí á aquella feria vaxo la comodidad del comercio de
modo que no podra jamas sentirse, bastantemente, tantos brazos utiles como se ensayo, se han perdido de 6 á 8 reales. A lo que debe también agregarse que su
ocupan en estos diferentes exercicios. enagenación allá, á tan vajo precio solo, se consigue á cambio de efectos por el
Ni se crea que este mal queda, de algún modo, precavido con lo que el valor arvitrario que los negociantes ingleses les quieren dar. ¿Y es posible que
Real Consulado indica en la tercera condicion que propone en su informe, esto estos datos, que no se ocultan aun á los mismos individuos del Consulado, no
es, que se prohiba la introduccion de ropa hecha, muebles, coches etc. ¡Debil han de bastar para que escarmentemos con los quebrantos ya sufridos y que se
barrera, señor excelentísimo, para atajar la irrupcion de tamaños males! La nos quiera alucinar con el excesibo valor que, se figura, podrá dar á nuestros
indicada precaución es buena, ciertamente, para estamparla en el papel, pero frutos la concurrencia de los ingleses?
su execucion, en la practica, es absolutamente imposible. Vuestra excelencia
no puede menos de conocerl, y aun al mismo Consulado que la propone no Pero quando en la realidad debiera esperarse con fundamento que
puede ocultarse esta verdad. Si estandoles prohibida á los ingleses la entrada así sucediese, no por eso seria menor el perjuicio que sufriria nuestra
de sus efectos nos han apestado de toda clase de ferretería -como se observa en agricultura: lo primero porque esto seria trastornar enteramente el sistema de
los almacenes de esta ciudad- de botas y zapatos para hombres y mugeres, de navegación y transportación de nuestros frutos; y qualquiera que se detenga
sillas y otros muebles, de lomillos y ponchos, como lo asienta el Excelentísimo á meditar la materia, conoce inmediatamente que este es para la agricultura
Cavildo en su informe, y hasta de los despreciables estribos de palo que se usan un mal incomparablemente mayor, que el bien ó provecho momentaneo, y
en nuestra campaña. Si esto ha sucedido, repito, quando les está prohibida toda verdaderamente precario que pudiera resultarle por la estimación que hayan
introduccion, y por solo los conocimientos que adquirieron en el corto tiempo de tomar los frutos en el tiempo que dure este proyecto: Y lo segundo porque
que ocuparon sus armas esta plaza y la de Montevideo ¿que será quando les á pesar de todas quantas razones se pueden alegar para engolosinarnos con la
sea libre la entrada y quando su quieta permanencia en esos dominios les estimación de nuestros frutos, ellas no pasaran jamas de la clase de congeturas
facilite mejores y mas exactos conocimientos de nuestros usos y costumbres muy falibles, que nunca deben tenerse en consideracion quando se trata de
particulares? Si ahora no se ha podido impedir la clandestina introducción de evitar un daño grave y evidente. Si hemos de juzgar antes, de lo por venir por
ropa hecha, muebles, zapatos etc. ¿como piensa el Consulado que, abierto el lo pasado, hes preciso que confesemos que á pesar de todas esas congeturas al
libre comercio, se podrá impedir el que, á la sombra de otros efectos de licita fin los ingleses nos han de poner la ley aun en el precio de nuestros frutos. Así
introducción, entren también todas esas especies que trata de excluir en la a sucedido no ha muchos dias con respecto al sebo, que habiendo subido con la
tercera condicion que propone en su informe? Repito, señor excelentísimo, que saca que ellos mismos hacian de contrabando, se unieron todos juntandose en
estas y otras precauciones son buenas para escritas, pero de ningun modo para la posada de los Tres Reyes, é imponiendose una multa considerable que debia
reducirlas á la practica. Y que, a pesar de todas ellas y de otras que se mediten, pagar el que la comprase al mayor precio del que ellos acordaron, haciendo
es infalible la ruina de nuestras artes y de toda la industria en estos dominios, con solo esto que vajase de golpe, y recibiesen nuestros negociantes la ley que
si se adopta la libertad del comercio extrangero. quisieron ellos imponerles. Esto sucedió Señor excelentísimo con el sebo, que
Ni son menos funestos los daños que sufriria, en tal caso, nuestra agricultura en las circunstancias de estar en guerra con la Rusia, les és el articulo mas
que, por su decadente estado, es ciertamente acrehedora á la proteccion de apreciable, y que hecha la paz con aquella potencia no nos lo tomarán ya por
vuestra excelencia. Parecera sin duda una estrabagante paradoxa, pero sin ningun precio que reporte utilidad en nuestra agricultura. ¿Pues que deberemos
disputa es una verdad tan indudable como las antecedentes. Se ha creido esperar respecto de cueros y otros frutos que no les son de tanta necesidad
generalmente -y asi lo asientan en sus informes los cuerpos municipal y consular- y aprecio, y sobre los quales se cargan en su isla exorvitantes derechos como
que por este medio se bá á dar un gran valor á nuestros frutos estancados y, por perjudicial la introduccion á su agricultura en Irlanda y Escocia? ¿Les será
consiguiente, á fomentarse nuestra agricultura. Pero este es un error de quien acaso muy dificil imponerse ellos la misma ley que se impusieron, respecto del
no tenga los precisos conocimientos de nuestros frutos ni menos del sistema de sebo quando mas lo necesitaban, y de consiguiente darnosla también a nosotros
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fixandonos á su arvitrio el precio de cueros y demas? Todo el que tiene alguna proporciona el precio -aunque á el parecer infimo- logran para su comercio la
idea del carácter ingles comprehende la urgente eficacia de esta reflexion, y ella grande ventaja de arruinar para siempre nuestras groseras fabricas y dar, de esta
sola basta para combencer que la libertad del comercio extrangero seria la ruina suerte, mas extension al consumo de sus manufacturas que nos daran despues
de nuestra agricultura, lejos de facilitarse por este medio su fomento. al precio que quieran, quando no tengamos entre nosotros donde surtirnos.
Ya ve, vuestra excelencia se hará cargo la impresión que haria en aquellas
Pero el mal mas sensible, y que tocamos mas de cerca, es el que ban á industriosas provincias un golpe que bá á consumar su infelicidad. Y esto es
sufrir muchas de nuestras provincias interiores que, con la entrada de mas digno de la superior atencion de vuestra excelencia, en las circunstancias
efectos ingleses en estos puertos, ban á experimentar una ruina inebitable y a presentes y estado de commocion en que se hallan algunas ciudades del Perú,
encenderse acaso, entre ellas, el fuego de la division y ribalidad, cabalmente, pues no seria estraño como he dicho anteriormente, que la libre entrada del
en un tiempo en que conviene estrechar mas los vinculos y relaciones que comercio ingles en estos puertos fomentase, en aquellas, el espiritu de division
las unen. Esta sola consideración basta, señor excelentísimo, para decidir y de partido, en una epoca en que mas se necesita sostener y estrechar las
á qualquiera hombre despreocupado sobre lo que mas nos conviene en el relaciones de union y dependencia. Por esta consideracion, creo que no solo será
particular. Y sinó, refleccionese que será de la provincia de Cochabamba si perjudicial la libertad del comercio extrangero, sinó que seria muy conveniente
se abarrotan estas ciudades de toda clase de efectos ingleses. Esta provincia, el que vuestra excelencia, sin perdida de tiempo, se negase á semejante solicitud,
de las mas industriosas que tenemos, cuya principal -y acaso unica- riqueza haciendo circular inmediatamente su superior resolución, antes que buelen al
consiste en sus hilados y texidos, con los quales abastecen este reyno y el de Perú voces vagas que puedan encender un fuego que nunca se apagará, sinó á
Chile. ¿Que salida les darán ó a que precio podran venderlos á la par de las costa de grandes sacrificios.
manufacturas inglesas que se introduzcan, bien sea á consequencia del permiso
ó, clandestinamente, á la sombra de él? Si en el dia, con solas las que se han Últimamente, señor excelentísimo, el ultimo y peor mal que puede causar
introducido de contrabando y algún particular permiso, ha vajado tanto su la concesion del libre comercio al extrangero en estas Américas es el riezgo
precio ¿Que deberan esperar quando empiecen á recálar en nuestros puertos eminente á que pone el gobierno español de perderlas. Pues que, cebada la
la multitud de expediciones que vengan á disfrutar de la franqueza? ¿Que codicia extrangera con las riquezas que por este medio sacarán de este suelo,
recurso les quedará á los que sostienen todas aquellas fabricas? Ningun otro haran dentro de poco, por ocuparlo, mayores exfuerzos que los pasado, y acaso
se descubre que el de abandonarlas para siempre, poner fuego á sus telares y con mayor exíto, por los mejores conocimientos de nuestro estado y situacion
quedar reducidas á la mayor indigencia, acaso mas de sesenta mil almas que que les facilitará su permanencia en esta plaza y que, para adquirirlos, no
se ocupan con honor en este exercicio. Y consistiendo en esto todo el giro y la escusarán qualesquiera sacrificio. Cada individuo ingles de los que pisen este
principal riqueza de aquella provincia, cortado este, como es necesario suceda, suelo sera un fiscal de las operaciones del gobierno. Y si quando esta Capital
su total ruina es inebitable. fue ocupada por las tropas britanicas, no faltaron ingleses ó americanos que nos
La misma suerte espera á las provincias de Córdoba, Santiago del Estero hiciesen tracion, ¿quanto no deberá temerse quando se hallen y quebranten las
y Salta de este virreynato, Pugno, el Cuzco, y otras del de Lima. Sus ponchos, estrechas prohibiciones de nuestras leyes sobre la permanencia de extrangeros
fresadas (sic), gergas, picotes, pañetes, bayetas y bayetones ordinarios, de que en los dominios de América?
hay tanto consumo en todas estas provincias y reynos, no habra seguramente Dignese vuestra excelencia pasar la vista por el informe del Excelentísimo
quien los compre, pues que seran siempre preferidas las manufacturas de lana Cavildo y, en su exordio, observará que el origen de los padecimientos que ha
ordinarias que los ingleses sabran traher equibalentes á aquellas. Y que, siendo sufrido, en la presente epoca, ésta parte de América cree haber sido el trato y
de mejor vista, seran también mas comodas en el precio. Y este perjuicio seria comunicación con el extrangero, ya en el comercio de ensayo y ya en el que por
seguramente mayor si se adoptase el pensamiento que propone el Consulado, particulares permisos han hecho en estos ultimos tiempos en nuestros puertos.
en el tercer punto de su informe, de que se recarguen con derechos los generos Si el comercio de ensayo con las colonias extrangeras, concedido privativamente
de luxo y se alivien los ordinarios. A la verdad, que si este cuerpo hubiese á los nacionales, ha avierto tanto los ojos á otras potencias que hemos estado á
reflexionado la propuesta, advertiria que ella sola es bastante á la desolación de punto de ver separada esta América de la dominación española, ¿con quanto
estas provincias. Si los ingleses han ofrecido traher a nuestros puertos tucuyos mas fundamento no deberemos temerlo, si se concede un comercio libre á los
semejantes á los de Cochabamba, al infimo precio de un real la vara, no dejarán ingleses ú a otra qualesquiera potencia de nuestras aliadas que pueda solicitarle?
de hacer contratas de picote, bayeta, cañete y fresadas (sic), semejantes, y acaso Estos justos y fundados recelos fueron los que mas presentes tubieron nuestras
mejores, que las que se travajan en las provincias referidas, por la quarta parte leyes quando con tanta severidad prohibieron el comercio directo de estas
del precio que en ellas tiene. En esto, á mas de la utilidad que á los ingleses les colonias con toda nacion extrangera. Y por estos mismos motivos, toda nacion
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que tiene colonias jamas ha permitido en ellas otro trato y comunicación que de del comercio de la peninsula con la América y la detencion de los frutos y
sus propios vasallos, de lo qual nos dan el mejor exemplo los ingleses mismos. producciones de esta, tubo el rey á bien permitir á nuestro comercio nacional
Creo haber demostrado, concluyentemente, los funestos males que bá a hacerlo en buques neutrales, desde nuestros puertos ó de los extrangeros
ocasionar la libertad del comercio extrangero en estos payses. Pero, si despues de para sus Américas; se dictaron también varias reglas en precaucion de los
las solidas reflexiones que he apuntado, aun queda algun escrupulo, no tenemos daños que podia causar este recurso extraordinario. Pero, al poco, tiempo
mas que observar lo que esta sucediendo á nuestros vecinos, los portugueses, se observó que todas aquellas reglas eran ó inutiles, ó impracticables. Y que
en las colonias del Brasil. Desde el momento que se abrieros aquellos puertos aquel arvitrio,adoptado en beneficio del mismo comercio, se habia convertido
al comercio ingles, el nacional paró y á quedado enteramente arruinado. Los en su ruina y destruccion. Consideraciones que obligaron á su magestad á
negociantes portugueses se han visto en la necesidad de cerrar sus almacenes. derogar la antecedente Real Gracia, por su orden de 20 de abril de 1799, cuyas
Su navegación, enteramente cortada, hasta el extremo de ceder sus buques á espresiones por tan oportunas á nuestro caso voy á trasladar aquí: “Lejos -dice-
los ingleses por el precio que se los han querido tomar. Todos sus artesanos de verificarse los efectos favorables á que se dirijia esta soberana resolucion, ha
reducidos á la necesidad de buscar otros arvitrios para vivir. Todo ramo de convencido la experiencia, de un modo incontestable, que no pudiendo guardarse
industria arrancado de raiz, y su misma agricultura, ese ramo que se piensa las precisas formalidades con que se estableció, y abusando los españoles mismos
fomentar con la concurrencia del extrangero, en el ultimo estado de abatimiento. del privativo favor que se les dispensaba, se ha convertido todo en daño general
A mas de que todos estamos impuestos de estas verdades, los mismos del Estado, y particular de los vasallos de América y España, y en aumento de la
negociantes ingleses que han dirijido á vuestra excelencia la representación industria y del comercio de sus enemigos, poniendo en su mano la fuerza mas
que ha dado merito á este expediente, nos presenta el convencimiento mas poderosa para continuar la guerra”. Ahora bien, señor excelentísimo, si las
completo de los perjuicios que á ocasionado su comercio á aquellas colonias, precauciones y reglas dictadas por el soberano mismo para giro y comercio
y de los que causaria en estas, especialmente en el ramo de agricultura. En esa extraordinario, de que habla la Real Orden de 97, se vieron burladas, como
representación verá, vuestra excelencia, que los mismos negociantes confiesan el mismo soberano se queja, por el abuso de los españoles, en cuyo privativo
no haber podido vender cosa alguna de su cargamento, ni á dinero efectivo, ni á veneficio se dispensó aquella gracia, ¿no es mas que probable que los ingleses
cambio de frutos. Siendo asi que los de aquellas colonias son, seguramente, mas por si, ó por medio de confidentes españoles, burlaran tambien la vigilancia
á proposito para los ingleses que los nuestros, quando por otra parte sabemos del gobierno y pasara por sobre qualesquiera reglas o condiciones a que se les
que sus precios, lexos de haber subido con la concurrencia de los muchos quiera sugetar en la introducion (sic) de sus efectos? ¿Se atreverá, pregunto,
buques ingleses que han recalado á aquellos puertos, al contrario, han tenido el Real Consulado a salir garante de la observancia y cumplimientos de las
una vaja de no poca consideración. Para que se vea, con este exemplo que tan que él propone ó de otras qualesquiera que pudiera adoptar la ilustracion de
cerca tenemos, con quanto fundamento he asentado anteriormente que, lejos vuestra excelencia? Si el giro y comercio de que habla la Real Orden de 97 -á
de fomentarse los diferentes ramos de agricultura con el libre comercio del pesar de las trabas con que fue concedido por solo haber salido del orden y
extrangero, antes ban todos ellos á sufrir los mayores quebrantos. Sobre todo, sistema establecido por nuestros códigos- produxo los gravisimos males que
para desengañarnos de las ventajas que puede proporcionarnos este proyecto, pondera la de 99, ¿quales no serán los que cause, necesariamente, una libertad y
basta observar que el gobierno portugues -viendo que los ingleses, en lugar franqueza absoluta, qual se pretende dar en estos puertos al comercio ingles?
de llevar sus frutos, solo llebaban su plata y oro, hasta el extremo de haber Una refleccion semejante nos ofrece la gracia del comercio de frutos por via
agotado el numerario- se ha visto en la necesidad de cellar moneda provincial, de ensayo con las colonias extrangeras concedidas en 4 de marzo de 95. Este
cuyo peso y ley menor que de la comun, sirviese á los ingleses de embarazo permiso, á pesar de todas sus trabas, ha ocasionado gravisimos daños al comercio
para extraerla. ¡Triste recurso, señor excelentísimo, que demuestra el estado de y al Estado como lo ha acreditado la experiencia, lo asienta el Excelentísimo
miseria del gobierno que se veé en la dura precision de adoptarla! Pero recurso Cavildo en su informe, y lo tiene representado al rey este Consulado. Y esto,
á que nos veriamos también nosotros dentro de poco obligados, sinó bastase por el abuso que los mismos españoles han hecho de esta gracia. Ella, entre
este exemplo para que escarmentemos en caveza de nuestros vecinos. otras cosas, ha sido concedida privativamente á nacionales como ya lo expuso
Solo nos resta ya examinar si estos males, ó al menos parte de ellos podran antecedentemente. ¿Pero, que es lo que estamos viendo en nuestros puertos?
evitarse por medio de las precauciones que aconsejan, á vuestra excelencia, Es, ciertamente, muy considerable el numero de buques que han traficado
este Real Consulado y Excelentísimo Cavildo en sus respectivos informes. de ellos á los de las colonias portuguesas. Y, sin embargo, se puede asegurar
Pero sobre que las mas de ellas son en la practica imposibles, todas, y aun que acaso no haya habido uno solo de propiedad española, sobrando siempre
otras muchas, no serán jamas suficientes para precaver los males indicados. negociantes nacionales que se finjan dueños de los buques y sus cargamentos.
Quando en 18 de noviembre de 1797, para evitar en lo posible la interrupcion Con este motivo, se ha abierto la puerta al contravando, y nos hemos llenado de
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extrangeros que, contra las sabias disposiciones de nuestras leyes y contra las ni los que piensen introducir clandestinamente. Introducirán los primeros por
intenciones del soberanos en la concesion de esta gracia, se han establecido en el orden regular y no dejarán de introducir los otros, por no haber hecho su
esta y otras ciudades, expendiendo por si mismos sus negociaciones de frutos y manifiesto. A la sombra de aquellos, entraran tambien estos por qualesquiera
las de efectos que a la sombra de aquellos introducen clandestinamente. de los muchos arvitrios que ha inventado la codicia y autorizado la corrupcion
Pero para que se vea quan dificil es poner, en estos lances, barrera a la de los que debieran celar el contrabando. ¿Se ha presentado, por bentura,
codicia del comerciante extrangero, basta tener presente la Real Orden de 22 manifiesto de los muchos millones de pesos en efectos ingleses de que estan
de febrero de 1806(1). En ella, se prohive absolutamente la entrada en estos abarrotados nuestros almacenes? Sin embargo, ellos han entrado y entran todos
puertos de alguien en pavilo, ni en ninguna otra clase de manufacturas del los dias. Muchas veces, acaso, con guias de la Aduana de Montevideo, dadas
Brasil, por haberse juzgado estos articulos destructivos de la industria de lexitimamente, por aquellos xefes y puesto en ellas el cumplido del embarque
nuestras provincias interiores. Sin embargo, los almacenes portugueses en por algun guarda, á quien se ha sovornado. Y al abrigo de este documento
esta ciudad están llenos de algodón hilado y texido que, siendo mas comodo se reciben, en los buques ingleses fondeados en este rio, las piezas ó bultos
en su precio que el tucuyo de Cochabamba, á causado no poca alteracion en que reza la referida guia y ó marchamados con marchamo falso -que no será
este ramo, tan considerable, de nuestra industria. En vista de esto, y de otros estraño traigan, fabriquen ó hagan fabricar los mismos ingleses-, ó cosidas á
muchos particulares que pudiera tocar, entre este Consulado á poner trabas al las cavezas de los fardos, las cavezas de otros que han recibido el marchamo
comercio ingles, despues que se conceda su libertad y franqueza. Repito que en la Real Aduana, como ha sucedido ya mas de una vez, entran libremente
todas ellas serán inutiles para precaber los daños ponderados, porque siempre y sin el temor de ser sorprehendidos ó embargados. Si ahora, que no es en
seran impracticables. Los españoles mismos, confidentes de los ingleses, les modo alguno permitida la entrada de efectos ingleses, se cometen tales y otros
harán sombra para su infraccion, como la hacen á los portugueses, para no muchos fraudes, ¿cuantos no se cometerán después que se hábra franca puerta
observar las prevenidas en la gracia del comercio de frutos por via de ensayo, a su introducion (sic)? ¿Será, por bentura, vastante precaucion para contener el
y la hicieron á toda suerte de extrangeros, y aun á los mismos enemigos de la desorden, obligar á los ingleses á presentar manifiesto de los efectos de licito
nacion, mientras duró el permiso del comercio en buques neutrales, concedido comercio?
por la Real Orden de 97. La 2ª condicion que el Consulado propone es que los ingleses nombren
Mas, para acabar de demostrar a vuestra excelencia quan inutiles son en apoderados españoles matriculados por él para que entiendan en el recibo
estos casos las reglas y precauciones -y que no hay barrera que no traspase el de los efectos, ventas etc. Pero tampoco bá á abanzarse cosa alguna con esta
interes y la codicia- voy á analizar cencillamente las catorce condiciones que el prevencion. Recuerde vuestra excelencia lo que he dicho anteriomente,
Consulado propone en su informe. Y me parece que no quedará la menor duda ablando del comercio de frutos y por via de ensayo y del permiso concedido
acerca de su inconducencia ó imposibilidad de su cumplimiento. por la Real Orden de 97. En uno y otro no han faltado españoles que se han
La 1ª es que los ingleses presenten los manifiestos fieles de sus cargamentos figurado dueños de cargamentos extrangeros. ¿Si faltaran pues ahora quienes
de licito comercio, pero yo no sé como se les obligara al cumplimiento de esta se supongan consignatarios de los ingleses, no siendolo en la realidad, y
fidelidad, ni qual el fruto de su observancia. Ellos presentaran, en horabuena, manejando estos por si mismos sus intereses y negociaciones? Y, sobre todo,
los manifiestos de los efectos que quieran, sin incluir los de comercio ilicito, aun quando sean propiamente sus consignatarios, ¿quien saldrá de fiador de
que estos no cometeran fraudes, al menos en la extraccion del producto de
los efectos de que se hagan cargo? Este recelo es tanto mas fundado quanto
Excelentisimo señor:
(1)
que se les deja á los ingleses la libertad de elegir consignatario, siempre que
Enterado el rey de lo que vuestra excelencia expone, en su carta de 10 de octubre proximo pasado,
numero 271, en la que dá cuenta de que entre los frutos de colonias extrangeras permitidos a sea de los matriculados en este Consulado. Buen cuidado tendrán, en tal
comercio, por las Reales Ordenes de 4 de marzo de 95 y 10 de julio de 96, se hán introducido caso, de elegir alguno de aquellos que el mismo Consulado conoce y hemos
del Brasil algunas partidas de algodón hilado en pavilo, de que se hase gran consumo en esas visto todos con escandalo: que, sin embargo de ser matriculados, han hecho
provincias y algunos texidos toscos y solicita, vuestra excelencia, se declare si há de continuar
el contrabando con ellos, sacando el dinero é introduciendo efectos sin pagar
su introducción. Se há servido su majestad resolver que en manera alguna permita, vuestra
excelencia, la entrada en ese virreynato del algodon en pabilo ni de ninguna otra clase de un real de derechos. O, lo que es mas seguro, eligirian á alguno de aquellos
manufacturas del Brasil. Lo que participo á vuestra excelencia de real orden para su inteligencia matriculados, bien conocidos, que no dudan vender su representazion por un
y cumplimiento. Dios guerde á vuestra excelencia muchos años . jornal diario. Puesta la consignacion en semejantes manos, ¿quantos males no
Aranjuez 22 de febrero de 1806. deberá experimentar el erario, como ya ha experimentado, y el comercio en
Soler
general? Ya que el Consulado propuso este arvitrio, mas regular hubiera sido
Señor Virrey de Buenos Aires
proponer dos, quatro ó mas individuos de este comercio, personas de providad
234 235
y opinion en quienes si vuestra excelencia los contemplase tales, debiese recaer decadente de las rentas reales, hubiera propuesto á vuestra excelencia otros
tan delicado encargo, sin libertad al ingles para escoger otros. analogos á su instituto, y que no los resistan nuestras leyes, semejantes á los
La tercera precaucion aconsejada por el Consulado es que se formen que ha adoptado el Consulado de Cádiz, mi representado, y á los que en otras
aranceles de los valores de los generos, al precio corriente de la plaza por ocasiones ha preferido nuestro gobierno como menos perjudiciales, y no tan
mayor, para la exaccion de derechos, recargandose los de luxo, aliviando los precarios, como este. Jamas podria llevar á bien el gobierno supremo de la
ordinarios y proibiendo toda ropa hecha, muebles, coches etc. Por lo que hace nacion un proyecto enteramente contrario á nuestras leyes. Cabalmente, por
á la formacion de aranceles en los terminos que el Consulado propone, sobre las mismas razones que quedan expuestas, tenemos ahora el reciente dato de
no ser este arvitrio para precaver ninguno de los males que dexo ponderados, que la Suprema Junta Central, sin embargo de haber solicitado los ingleses,
tampoco me parece una operación tan cencilla como se supone. Sobre el alivio con instancia, el permiso de venir con sus buques á estas Américas, no solo
de derechos, ya dixe antes -y ahora lo repito-, que este seria el medio mas seguro lo ha resistido constantemente sinó que tambien, celosa de la observancia de
de consumar la ruina de muchas de nuestras provincias interiores, dar por nuestras leyes, acaba de derogar por Real Orden de 25 de marzo del presente
tierra con sus fabricas de texidos ordinarios y acabar enteramente con un ramo año, comunicada por vuestra excelencia á este Real Consulado las gracias que,
de industria tan interesante. En orden á la prohivision de ropa hecha, muebles, de antemano, estaban concedidas á Don Tomás Romero de este comercio y Don
coches etc., ya dexo dicho tambien que si antes de ahora hemos visto entrar Benito Patrón del de Cádiz. Ni podra decirse que la Suprema Junta no pudo
todas estas, y muchas otras especies destructivas de nuestras artes, entrarán preveer las urgencias que se alegan como fundamento para la admision de los
despues, á la sombra de los efectos que se permiten, tantas mas que sobrarán efectos ingleses, pues los apuros y sacrificios que ha sufrido este virreynato
para hacer infelices á todos nuetros artesanos. en estos ultimos tres años son tan manifiestos á toda la nacion que á nadie,
La 4ª condicion es tan impracticable que llega a ser estravagante: ¿cómo y menos á nuestro gobierno, podia ocultarse el estado de estas rentas reales.
podremos esperar que los ingleses lleven las dos terceras partes de sus Y acaso, vuestra excelencia, antes de su salida de España, tenia ya de ello
expediciones en cueros al pelo, quando habrá negociación cuyas dos terceras los conocimientos necesarios. Pero aun quando la Suprema Junta hubiese
partes de valor sóbre para cargar quarenta o cinquenta barcos de cueros, insistido en esta parte en el cumplimiento de nuestras leyes sin prevision
aunque sean mayores de trescientas toneladas? ¿En que buques habrán de de esas graves urgencias, ellas tampoco dan merito para abrir el comercio al
llevar estos retornos? Quando ellos no han querido vender sus generos en el extrangero, pues que por este arvitrio no podrá vuestra excelencia hacerse de
Janeiro á cambio de este fruto, sin embargo del infimo precio á que allí está los fondos necesarios para cubrirlas en toda su extension; quedando por otra
¿Nos lo compraran aquí á otro mayor y tan lisonjero como este Consulado parte privado por este medio de otros recursos legales suficientes para llenar
supone? Desengañemonos, señor excelentísimo, bá a suceder necesariamente las ideas de vuestra excelencia, manifestadas en su superior oficio. Esta es la
lo que dexo expuesto antes de ahora: entrará en efectos el valor de muchos segunda reflexccion que indiqué en el exordio y con que voy á dar fin á esta
millones que se sacará en efectivo, los buques ingleses no hiran acaso de vacio, representacion.
pero llevaran cueros y otros frutos de cuenta de españoles que les pagarán En efecto, señor excelentísimo, yo no se como pueda alguno figurarse
el flete que debian reportar los buques nacionales que tenemos en nuestros que con la libre entrada de los efectos ingleses y derechos que deberan pagar,
puertos. Y los que si no han venido ya con abundancia es por estar ocupados engrosará este erario hasta el punto de cubrir el deficit en que se halla y
en el interesante servicio de conducir prisioneros á las Islas Azores y otros las atenciones del virreynato, socorros á España etc. Me parece que, á poco
desempeños de la Madre Patria. que se discurra, se manifiesta que este es un lastimoso error. Hábra, vuestra
Omito el analizar las demas condiciones propuestas por este Real excelencia, las puertas al comercio extranjero, pongase todas las trabas que
Consulado por no dilatar mas esta representación, pues lo dicho hasta aquí sean imaginables, apurense para cuidar de su cumplimiento todos los resortes
basta para convencer que ni ellas todas, ni otras qualesquiera que se adopten del celo y vigilancia del gobierno, ¿que sucederá? Entrarán muchos millones
seran capaces para remediar los grandes males que habria de causar la libertad de pesos en manufacturas y artefactos. Su extraordinaria cantidad podemos
del comercio extrangero. Yo crehia mas regular, y propio del instituto de un calcularla por la que hemos visto entrar en nuestros dias clandestinamente. A
cuerpo consular, que en lugar de dictar remedios para hacer el mal menos la sombra de uno que pague los correspondientes derechos, beinte, y acaso
sensible hubiese instado á vuestra excelencia, con la debida energia, para que cinquenta, se introducirán por contrabando. Todos ellos se expenderán en esta y
se cortase de raiz, prohibiendo no solo la entrada de los efectos ingleses en estos otras plazas del reyno. ¿Y su producto? No lo retornarán en frutos, aun quando
puertos, sinó tambien la de los negociantes de esta nacion, cuya permanencia con esta condicion se les permita la entrada, pues necesitando muchos buques
es tan contraria á nuestras leyes. Parecia mas regular que en lugar de proponer vacios, que no tienen, para llevar el de un solo cargamento, biene á resultar
tal arvitrio para llenar las graves atenciones, que no basta a cubrir el estado aquella condicion imposible y, de consiguiente no debe esperar el gobierno
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que la cumplan. Recuerde, vuestra excelencia, lo que sobre el particular dexo sus primeras materias en veneficio de sus propias fabricas y ya, tambien,
expuesto, ablando de los perjuicios que causaria á nuestra marina mercantil la prohibiendo la introduccion en sus islas de las manufacturas que podian
libertad del comercio extrangero. No pudiendo, pues, tener efecto en todo ó perjudicar algunos de sus ramos de comercio ó ya, finalmente, sugetandolos á
en parte la condicion referida, ó aun quando pueda tenerlo, debiendo esperar derechos quantiosos. ¿Y nos desviaremos de unos principios consagrados por
que no escusaran los ingleses fraudes y engaños para libertarse de cumplirla el tiempo y la experiencia, por la mera voluntad del Gobernador de Cádiz?
-á lo que les ayudan seguramente los mismos españoles-, bendrá á resultar ¿Derribaremos en un momento lo poco bueno que tenemos en nuestro sistema
que el producido de sus negociaciones lo sacarán en plata y oro, a pesar de mercantil porque es opuesto á las maximas de este militar? ¿Arruinaremos de
las mas escrupulosas medidas que puedan tomarse para impedirlo. Y antes un golpe nuestra industria, nuestro comercio nacional, porque los derechos que
de mucho tiempo, veremos con dolor agotado todo nuestro numerario como pueden exigirse de las manufacturas inglesas son un conducto por donde pueden
ha sucedido en las colonias del Brasil. Y, obligados como aquellas, á adoptar el entrar algunas sumas en las arcas del Estado? Todo el que está medianamente
triste desesperado recurso de cellar moneda provincial, cuyo menor peso y ley instruido en la ciencia del gobierno, sabe que las aduanas no son un mero
la estanque entre nosotros mismos. Aquí, de la razon, señor excelentísimo, ¿un arvitrio fiscal, sino también un termómetro para graduar los intereses del
pueblo, un reyno en donde no corre el numerario puede presentar idea mas comercio. Sabe que, en la aritmetica politica, aumentar los derechos no es
funesta de su pobreza y de su miseria? ¿Y quien ha dudado hasta ahora que la aumentar los ingresos sinó, muy frequentemente, disminuirlos con la ruina de
riqueza y pobreza de las rentas reales estan siempre en una exacta proporcion, la produccion y del productor”.
con la pobreza y riqueza de los pueblos? Es fuerte delirio que, para enriquecer Nada queda ciertamente que añadir á tan energicas reflexiones. En breves
nuestro erario, se crea un excelente arvitrio el hechar fuera, y á manos del lineas, ve vuestra excelencia demostrados los gravísimos males que causará
extranjero, todas nuestras riquezas y tesoros. Por el contrario, yo estoy forzosamente la libertad del comercio extranjero. Y convencido, sabiamente,
persuadido que este es el medio mas seguro para acabar de empobrecernos y que los tesoros que puedan juntarse con la exsaccion de derechos que se les
arruinar para muchos años nuestras rentas reales. impongan, lejos de contribuir á enriquecer el erario, no sirben para otra cosa
Permitame, vuestra excelencia, trasladar aquí lo que, con mejor pluma y que para consumar su pobreza. Esto, que en los puertos de la peninsula llaman
al mismo intento, representaron á la Suprema Junta Central en dos de octubre los diputados de Cataluña maxima ó principio inconcuso (sic) de la ciencia del
del año pasado de 1808 los diputados del principado de Cataluña, quejandose gobierno, lo es sin duda con mayor razon en los de América, por los mismos
del gobernador de Cádiz Don Thomas de Mola, que con el mismo pretexto motivos que tubieron las leyes presentes para prohibir en ellas todo trafico
de hacer dinero para atender á las extraordinarias urgencias de la monarquia, con el extrangero. Ojala que no llegue jamas el caso en que una lastimosa
sostubo en sus oficios al Consulado de Cádiz, mi representado -que han experiencia no haga (sic) conocer esta verdad y sufrir los funestos irreparables
circulado impresos- la conveniencia, y aun necesidad, de permitir en los que son consiguientes. Qualesquiera debe compadecer la situacion de vuestra
puertos de nuestra peninsula la entrada de generos de algodon ingleses, de excelencia por la en que se allan las rentas reales en las provincias de su mando.
ilicito comercio: Pero solo quien desee ver á vuestra excelencia comprometido en mayores
apuros, puede aconsejarle como un medio oportuno, para mejorar de suerte,
“Ha sido -decian los diputados en su representacion, que entre otros papeles el admitir á los ingleses su comercio en estas Américas. Puede ser que, llegado
publicos hemos visto impresa- ha sido principio consagrado por todos ese caso, entrasen en arcas reales, como producto de los derechos que pagarian
gobiernos sabios que la industria nacional debia protexerse y fomentarse á algunos de aquellos, 500.000 ó un millón de pesos. Con ellos, podria vuestra
costa de qualquier sacrificio, principalmente sobre frutos del pays, y estando excelencia cubrir las urgencias mas ejecutivas. Pero, dentro de poco, agotado
las fabricas en su nacimiento. Porque si es una verdad que las naciones en tanto como es necesario que suceda nuestro numerario, no entrará ya ni un solo
son ricas y poderosas, en quanto auxilian su agricultura con la industria y el real. Los ingleses y sus mismos comisionados españoles presentarán efectos
comercio, lo es también que estos dos brazos del poder y de la riqueza publica por los derechos que adeuden. Y después de haberse arruinado, con semejante
no pueden hacer, ni crecer, sinó á la sombra de las exclusivas indirectas. Este permiso, nuestro sistema mercantil, nuestra industria, artes, agricultura, etc.,
principio ha hecho que todas las naciones, para poner sus fabricas al nibél de observará, vuestra excelencia, con sentimiento, que el defecit del erario se
las extrangeras, ó para proporcionarles ciertas ventajas en el mercado interior ó aumenta: ban adelante los empeños, las atenciones no son menores y, sobre
exterior, han prohibido en algunos casos la introduccion de las manufacturas de todo, que el daño es ya irreparable, qual se aumentará hasta la estacnacion de
su clase é impuesto en otros derechos, mas ó menos crecidos, á su importacion. los derechos y arvitrios subsidiarios en la peninsula, por lo que pára ó césa la
Los ingleses mismos, en cuyo favor se quiere hacer una excepcion odiosa y relacion de aquel comercio con el de esta América. Si, señor excelentisimo, será
destructora, nos han dado este exemplo, ya prohibiendo la extraccion de sin duda el daño irreparable, porque lo que hay en el particular mas digno de
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la atencion de vuestra excelencia es que, despues de no bastár los derechos que mi representado, que después de los muchos millones de pesos con que ha
paguen los efectos ingleses que entren para las actuales urgencias y atenciones, concurrido al Estado por via de donativo, préstamo y subsidio en el gobierno
se verá vuestra excelencia imposibilitado para adoptar otros recursos, tanto mas del Rey Padre -despues de la ingente deuda que se le reconoce de los reynados
preferibles quanto que, siendo compatibles con las disposiciones de nuestra ley, del señor Don Felipe 5º-, ahora, en el presente, á abierto un emprestito, vaxo
pueden sin duda bastar para llenar las justas ideas de vuestra excelencia. la responsabilidad, á mas de las rentas reales de las suyas propias, de dos
Porque, ¿que arvitrio podra excogitarse quando toda nuestra plata y oro millones de pesos habonando á los prestamistas el excesibo premio de uno por
la hayamos cambiado por las manufacturas inglesas? No podra ya, entonces, ciento al mes. Si este Consulado y Excelentísimo Cavildo hubieran propuesto
pensarse en empréstitos y este vecindario que, como á vuestra excelencia no á vuestra excelencia este legal recurso en lugar del libre comercio ingles, y
puede ocultarse, los ha hecho en esta epoca tan quantiosos como generosos, comprometidose ambos á realizarlo, hubieran dado ciertamente una prueva
solo podrá presentar á vuestra excelencia los generos y brozas inglesas que menos equivoca del desvelo con que travajan en llenar los deberes propios del
formaran todo su caudal. No habrá lugar á contribuciones, pues que con ellas en instituto de tan respetables cuerpos.
ningun estado se grava á los pobres y, entonces, lo seremos todos, porque arta 2º Tambien puede contribuhir el gravar con algun nuevo impuesto el
pobreza y miseria es estár reducidos nuestros caudales á efectos extrangeros, comercio de ensayo en su internación y exportación y aun el de la Metropoli,
sin esperanza de enagenarlos á dinero efectivo. En una palabra: verá vuestra Mendoza y San Juan sobre los caldos que ingresen, que siendo moderados
excelencia serrados todos aquellos caminos que suelen tomar los gobiernos en serán poco gravosos y no dexan de producir alguna utilidad al erario. Lo mismo
sus apuros y urgencias, sin que necesite vuestra excelencia para convencerse de pudiera hacerse sobre otros ramos como se hizo no ha mucho sobre la carne.
esta triste verdad, de otro convencimiento que el que nos presenta el exemplo 3º Si ,á mas de esto, se impone la moderada contribucion por frutos cibiles,
de nuestros vecinos, los portugueses, en el Brasil. Pues -omitiendo ahora otras propiedad de tierras de campo, renta de fincas en los pueblos, industrias
consideraciones que nos dan una caval idea del estado lastimoso en que se particulares, sueldos fixos militares, civiles y eclesiastico y si se enagenan las
hallan en el dia aquellas colonias y, consiguientemente, su erario- basta traher á propiedades pertenecientes al Estado por razon de temporalidades ú otra
la vista las gazetas del Río de Janeiro, donde se han publicado las erogaciones nominación, será tambien otro recurso que puede ayudar para las actuales
y donativos para auxiliar y socorrer a su Europa en los apuros en que la ha urgencias.
puesto la presente guerra. Sin embargo, de ser el motivo el mas justo, el mas 4º En la guerra de 1780 se cercenó, á los empleos mayores, una parte
interesante á estos colonos, de tener á la caveza á su principe soberano y toda considerable de sus sueldos, con cargo de reposicion y reintegro despues de
su corte, estimulo ciertamente el mas poderoso, los donativos y socorros del la guerra, como en efecto se verificó, no sé si por disposición particular de este
gobierno han sido tan miserables como en las mismas gazetas puede notarse. gobierno, ó á conseqüencia de alguna real orden particular. Entonces, señor
No debiendo esto atribuirse á otra cosa, sinó al estado de pobreza á que el libre excelentísimo, se arvitró este medio sin embargo de tener en arcas un rico tesoro,
comercio de los ingleses ha reducido á aquellas colonias y sus rentas reales. y con solo el objeto de aumentarlo para el caso de una ocurrencia extraordinaria.
No es, á la verdad, de mi resorte el proponer á vuestra excelencia los ¿Qué extraño seria, pues, que en el dia en que esta exsausto nuestro erario
diferentes arvitrios que pudiera preferir en las actuales circunstancias á la empeñadas todas sus rentas y con atenciones incomparablemente mas graves,
admision del comercio ingles. Todos quantos yo pudiera indicar, y otros se cercenase a los empleos mayores, desde la una hasta las dos terceras partes
muchos mas, están muy al alcance de los conocimientos de vuestra excelencia y de los sueldos altos, siempre con consideración a la calidad y circunstancia de
de los ministros que el rey tiene puestos para consultar y meditar en estos casos los mismos empleados y vajo el supuesto de reponerse estas revajas quando
lo mas conveniente y conforme al cumplimiento de nuestras leyes. No obstante, mejore nuestra suerte y la de nuestras rentas?
por quanto he asentado la existencia de otros recursos y la imposibilidad de 5º No estaria tampoco demas el que, por este gobierno superior, se oficiase
hacerlos valer en el caso del libre comercio ingles, apuntaré aquí algunos para con energia á los de Lima y Chile para que, impuesto de las gravisimas
que vuestra excelencia haga de ellos el uso que tubiere por conveniente. atenciones que rodean á vuestra excelencia, le auxiliasen con algunos fondos de
1º El 1º que se me ofrece es el que se ábra sobre las rentas reales un aquellas rentas, pudiendo esperarse con fundamento que aquellos xefes, como
emprestito considerable, vajo la reponsabilidad para el pago de los premios y buenos servidores del rey, satisfechos de la justa inversion que haria vuestra
sus capitales, no solo de las mismas rentas, sinó tambien de las del Consulado excelencia de los reales intereses é igualmente interesados en la conservación y
y Cavildos del virreynato. Por este arbitrio no sera dificil juntar crecidas sumas defensa de este continente y en la absoluta prohibision del comercio extrangero,
de dinero, siempre que se proponga un premio lisongero que, exsediendo de harian los mayores esfuerzos propios de su actividad y notorio celo para
el 5 por % comun, llegue hasta ócho, diez ó doce al año. Este es, cavalmente, el proporcionar á vuestra excelencia algunos auxilios que, quando no bastasen á
arvitrio que a adoptado en las actuales circunstancias el Consulado de Cádiz, cubrir las actuales urgencias, ayudarian al menos á llenarlas con otros recursos
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que pudieran arbitrarse. el origen y berdadera causa de tanto contrabando y de los males que él ha
6º Pudiera, tambien, establecerse una gran loteria, bien sea por el estilo ocasionado. Haga, vuestra excelencia, valer todo el lleno de su autoridad para
de la Real de Madrid, ó bien según la establecida en México, designandose remover aquellas causas y verá cortado, inmediatamente, el mal de raiz. No
algunas suertes de buena fortuna como son desde 300 hasta 2000 ó 3000 pesos, debemos temer que el gobierno britanico, nuestro aliado en la justa guerra que
capaces de lisongear el interes de pobres y ricos, viudas etc., para que entren á sostenemos contra la Francia, lleve á mal el que en los dominios españoles se
jugar con poca ó mucha cantidad. Este y algunos de los arbitrios que quedan cele el cumplimiento de nuestras leyes, aun quando este sea perjudicial á los
indicados, con otros mas que puedan meditarse, no producirán cada uno por sí intereses particulars de algunos vasallos de aquellla nacion. Ningunos mas
solo cantidades muy considerables, pero todos ellos juntos pueden, sin duda, celosos que los ingleses en la observancia de las suyas y, especialmente, de las
sufragar una gran parte, y quizá la mayor, de nuestros gastos y atencion á la que prohiben la comunicación y comercio de todo extrangero en sus colonias.
Madre Patria. A pesar de nuestra intima alianza, en la que la Inglaterra es tan interesada
7º Ultimamente, señor excelentísimo, el medio mas seguro para aumentar como la España, no consentirian, por cierto, que los españoles hicieran en sus
nuestras rentas -en terminos de que vuestra excelencia no sienta, en lo subcesivo, colonias lo que estan haciendo ellos en las nuestras. ¿Por qué, pues, hemos
iguales ó mayores apuros que los presentes- és el llevar adelante la observancia de recelar que se llebe á mal una resolucion que para dejar de tomarla no le
de nuestras leyes, en orden al comercio extranjero. Celando, al mismo tiempo, dejan á vuestra excelencia nuestras leyes el menor arvitrio? El mismo gobierno
con todo el rigor que sea posible, el contrabando. Vuestra excelencia sabe muy ingles solicitó del nuestro la navegacion de sus buques á los puertos de nuestra
bien -la experiencia nos lo hace conocer á todos y ló da a entender bastantemente América y, sin embargo de la entereza con que la Suprema Junta de la Nacion
el rigor de nuestras leyes- que no hay un abuso más perjudicial á la prosperidad se negó á su solicitud, no por eso ha formado el menor sentimiento, no se ha
de nuestras rentas que el comercio clandestino. Me hago cargo de las reflexiones resfriado nuestra amistad, ni han escado (sic) los abundantes auxilios con que
que vuestra excelencia apunta en su superior oficio para convencer la dificultad estan socorriendo á nuestra peninsula. Si esto ha sucedido quando la repulsa ha
que sé toca, en las presentes circunstancias, de impedirlo como corresponde, sido del Gobierno Supremo, ¿por que hemos de temer otra cosa, quando nazca
proponiendose acaso la libre introduccion á los ingleses como el mejor medio de un xefe que, aunque superior en este virreynato, tiene las manos mas atadas
para evitarla en lo subsesivo. Yo estoy persuadido que vuestra excelencia solo por las estrechas disposiciones de nuestras leyes?.
ha indicado estas consideraciones con el justo objeto de analizar la materia todo Aun quando para hacerlas respetar fuera preciso algun acto de violencia,
lo posible para podér, en vista de los varios dictamenes, tomar la resolucion que este -como tan justo- no es de creer ocasionase el menor resentimiento á
con sus superiores luces juzgase mas arreglada y oportuno. Por lo mismo, voy á nuestros aliados. Pero yo creo que ni llegará el caso de que sea preciso á vuestra
tomarme la libertad de exponer á vuestra excelencia algunos reparos sobre los excelencia hacerse respetar por la fuerza. Una intimación amistosa para que
que apunta en su citado Superior Oficio. abandonen nuestro puerto bastará sin duda, sin la necesidad de tomar otras
Ya he dicho, en el discurso de esta representación que, si se permite la libre providencias. Mas, si esto no basta, á lo menos no puede ofrecerse el menor
entrada á los efectos ingleses, bá á abrirse una puerta franca á la introduccion inconveniente en obligar á todos los ingleses que se hallan en tierra á que se
clandestina y que, a la sombra de uno que entre pagando los correspondientes restituyen (sic) a bordo de sus buques, haciendoles entender el rigor con que
derechos, se introducirán por alto veinte, y aun cinquenta. Si en el dia no se irremisiblemente serán tratados si volvieren á desembarcarse. Este será un
há podido evitar el contrabando, en los terminos escandalosos que a vuestra medio indirecto para que ellos se vean en la precision de abandonar nuestro
excelencia no se le oculta, ¿que celo, que vigilancia bastará para impedirlo en el puerto. Mas quando así no suceda, al menos con esto solo, y con las medidas
sistema del libre comercio extrangero? ¿Que freno podrá bastar para contener de vigilancia que puede tomar el celo de viestra excelencia, quedará cortado en
entonces á los negociantes ingleses, quando en el tiempo que les está prohibido mucha parte el contrabando.
por las leyes su permanencia en nuestras Américas, no solo nos han metido Por conclusion, señor excelentísimo, yo suplico á vuestra excelencia que
negociaciones considerables, usurpando al rey y sus derechos y corrompiendo antes de resolver este expediente se sirva traher á la vista otros varios que deben
á los ministros, que están puestos para celar estas introducciones, sinó que obrar en su Secretaria de Camara, ya sobre el comercio de frutos con las colonias
tambien han puesto, publicamente, sus almecenes abusando de nuestra extrangeras por via de ensayo, ya sobre permisos particulares, ya también el que,
consideración y burlandose, acaso, de nuestra debil condescendencia? ultimamente, se obró con respecto á la multitud de efectos que dejaron los ingleses
Ahora és, señor excelentísimo, el tiempo mas oportuno para cortar este en Montevideo quando evaquaron aquella plaza. En ellos, encontrará vuestra
mal. La estada de los buques ingleses en las inmediaciones de nuestro puerto excelencia los mejores convencimientos y quantos datos pudiera desear para
y, mas que todo, la condescendencia con que se consiente á los negociantes hacerse cargo de los gravisimos perjuicios que, por cada uno de aquellos motivos,
en tierra. Condescendencia que no cesan de reclamar nuestras leyes son (sic) ha causado en estas provincias el comercio extrangero y, por ellos, podra vuestra
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excelencia calcular los que deben justamente temerse concedida su absoluta el Estado en general. Pero si sucediese lo contrario, que no lo espero, no puedo
libertad, aun quando sea por poco y determinado tiempo ó con qualesquiera menos que hacer desde haora, como hago á nombre del Consulado de Cádiz,
trabas y precauciones. En ellos, verá vuestra excelencia quan distintamente mi representado, las mas solemnes y reverentes protestas á que haya lugar en
han pensado en aquellas epocas los dos cuerpos consular y municipal, que tan derecho y sean arregladas á justicia.
decididamente han adherido hoy á la solicitud de los comerciantes ingleses. En
ellos, hallará vuestra excelencia pintados con los mas vivos colores todos quantos Ella mediante.-
perjuicios he procurado yo ponderar en el discurso de esta representación.
A vuestra excelencia pido y suplico que, habiendo por evaquada la vista
Acaso encontrará allí, vuestra excelencia, convencidos con documentos de esta
pendiente, se sirva proveer y mandar conforme á lo pedido en el exordio y cuerpo
Real Aduana que, sin embargo de haber sido muchos los millones de pesos en
de esta representación que repito en conclusion con el juramento en derecho
efectos que dejaron los ingleses en Montevideo despues de su desalojo -cuya
necesario y para ello, etc.
introducción en esta Capital se permitió bajo el pago de los derechos del circulo-
no se pagaron al rey ni los correspondientes acaso á medio millon de pesos. Allí Excelentísimo Señor.
encontrará, vuestra excelencia, sobradas luces para calcular hasta que punto Miguel Fernández de Agüero.
subirá la ruina de estas provincias, si se trastorna, de esta suerte, nuestro sistema
mercantil. Y, en los juiciosos fundamentos producidos en ellos por el comercio
en general, por este Real Consulado y por el Excelentísimo Cavildo, descubrirá,
vuestra excelencia, las cencillas razones por las que no podemos, ni debemos,
seguir el exemplo de la Intendencia de Caracas, en cuyas costas se dice haberse
abierto las puertas al comercio de los ingleses. Quando estos tanto se empeñaron
en venir á los puertos del mando de vuestra excelencia, y otros de esta América,
es con solo el objeto de enriquezerse con nuestros tesoros, sacandonos toda la
plata y oro que producen estas ricas provincias. Como en Caracas no hay minas,
ni mas plata que la precisa que se lleva de Veracruz y aun de la misma peninsula,
no es temible aquel perjuicio. Antes, puede ser el comercio extrangero ventajoso
al expendio de sus frutos, pues como se decia en la Real Orden del 10 de julio
de 1796, comunicada á esta superioridad en aquella intendencia: “se tolera una
comunicación frecuente con las colonias extrangeras para la venta de mulas,
ganados, viveres, y otros articulos permitidos”.
Ultimamente, en esos expedientes hallará vuestra excelencia, á mas de los
males ya indicados, el que sufriria necesariamente nuestra moral, nuestras
costumbres y nuestra religion santa. Sola la comunicacion con los portugueses,
que ha facilitado el comercio de ensayo, ha aumentado el luxo con tal exceso que
no es facil se lo pueda figurar vuestra excelencia. Ha introducido el libertinaje
y la corrupcion con el mayor sentimiento de todos los sensatos y con no poco
trabajo de los magistrados, que podran informar á vuestra excelencia sobre el
particular. Si el frequente trato con esta nacion ha producido tamaños males,
¿quantos no deberemos, justamente, temer de el de los ingleses cuya religion
es en los puntos mas substanciales tan diferente de la nuestra? Este daño debe
llamar, ciertamente, toda la religiosa atencion de vuestra excelencia. Y quando
los demas que se han ponderado no merecieran la menor consideracion, este
solo debe sobrar para decidir á vuestra excelencia á negarse al libre comercio
que solicitan los negociantes ingleses. Por el y por todo lo demas, que dejo
manifestados espero que vuestra excelencia dará las providencias mas oportunas
para la exacta observancia de nuestras leyes en una materia tan interesante á todo
Índice

Prólogo a la segunda edición 9

Comentario a la segunda edición 13

Introducción 17

Acerca de la divulgación, los profesores


universitarios y los manuales de historia 21

Cuando los siglos se hacen horas: ¿qué es una revolución? 39

El proceso político de la Revolución de Mayo 67

Lucha cultural y conciencia burguesa 97

Conclusiones 135

Apéndices 137

Apéndice I: 141

Juan Manuel de Agüero y Echave: Discursos varios dirigidos á conservar la


autoridad de los soberanos y la fidelidad debida á sus sagradas personas

Apéndice II: 217

Miguel Fernández de Agüero: Representación del Real Consulado


Universidad de Cargadores á Indias de Cádiz
Ediciones r r Serie Clásicos

El tribuno del pueblo, Graco Babeuf


Títulos publicados
La agonía de la cultura burguesa, Christopher Caudwell
Historia de la Revolución Rusa, León Trotsky
Desocupados en la ruta. Dibujos con programa, Nancy Sartelli
La Herencia, Rosana López Rodriguez
Contra la cultura del trabajo, Eduardo Sartelli (comp.)
La plaza es nuestra, Eduardo Sartelli
Lucha de calles. Lucha de clases, Beba Balvé, et al
El ´69, Beba Balvé, Beatríz Balvé
La cajita infeliz, Eduardo Sartelli
La Contra, Fabián Harari
Entre tupas y perros, Daniel De Santis
Lecciones de batalla, Gregorio Flores
La guerrilla fabril, Héctor Löbbe
Valor, acumulación y crisis, Anwar Shaikh
Historia del trotskismo, Osvaldo Coggiola
Rojo Amanecer, Osvaldo Coggiola
Lenin, Georg Lukács
Bolivia: La revolución derrotada, Liborio Justo
Belleza en la barricada, Vicente Zito Lema

Investigaciones CEICS

Del taller a la fábrica, Marina Kabat


Costureras, monjas y anarquistas, Silvina Pascucci
Descalificados, Damián Bil
El ingrediente secreto, Verónica Baudino
Patrones en la Ruta, Eduardo Sartelli et al.

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