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Salmo 124:2-8

Un salmo muy conocido, que habla de lo bien que nos hace Dios cuando llega a nuestras
vidas, cuando tenemos de la fortuna o el privilegio de poder decir Jehová está conmigo,
porque es un privilegio contar con Dios en nuestras vidas, y conocemos la historia de David,
la fama de David era que él era un hombre entregado en íntegro delante de Dios, que claro
como toda persona como ser humano David cometía errores y fallaba, pero si podemos
describir como era David, un hombre que andaba conforme al corazón de Dios.
Y David era consciente de las bendiciones de Dios en su vida, y las bendiciones sobre el
pueblo de Israel, a veces con el pasar de los días, o con nuestras ocupaciones llegamos a
olvidar las cosas que Dios hace por nosotros, o cuando ya llevamos un tiempo viviendo se
nos olvida de dónde Dios nos sacó, claro uno no quiere recordar las cosas de nuestra vida
pasada, lo que hacíamos lo que sufrimos lo que lloramos, porque nos causan dolor los
recuerdos, decía una mujer cuando le tomaron la temperatura con el termómetro de
pistolita, “máteme el recuerdo de ese amargo amor” pero recordar de dónde Dios nos
rescató, no significa querer volver a nuestra vida pasada, sino estar conscientes siempre,
cada día, de dónde Dios nos levantó. De cuando Dios estuvo ahí para ayudarnos, cuando
nadie más estuvo para nosotros, nadie.
Cuando nadie estuvo para escuchar tus problemas, para acompañarte en los momentos de
soledad, en años de luto, cuando nadie estuvo para ti cuando no dejabas de llorar por las
noches. Cuando los problemas se te acumulaban y no encontrabas la salida. Ahora
sabemos y entendemos que el Señor siempre estaba ahí dándonos vida, y fuerza y hoy
estamos aquí por su misericordia, por su amor, Él te ama iglesia. Amén.
Y David le dice al pueblo, Diga ahora a Israel, “A no haber estado Jehová por nosotros”
- Vivos nos habrían tragado
- Nos habrían inundado las aguas
- Nuestras almas habrían sufrido
Bendito sea Jehová que no nos dio por presa a los dientes de la depresión, de la soledad,
del alcoholismo, del engaño. Bendito sea Jehová que nos libró.
Además, David tenía que salir a la guerra, y la guerra implicaba dormir fuera de casa,
recorrer bosques, desiertos, valles, cuidar de norte a sur y de este a oeste.
Sabemos que era un total peligro la guerra, pero necesaria, y David reconoce que incluso
en la guerra de no haber estado Jehová por ellos, no habrían salido victoriosos.
Y nosotros iglesia sabemos que nuestra lucha no es contra carne ni sangre sino contra
principados y potestades, y sinceramente amados hermanos, de no haber estado Jehová
no imagino que hubiera sido de nuestra vida.
Pero bendito sea Jehová que nos dio libertad, amén. “Nuestra alma escapó cual ave del
lazo de los cazadores. Se rompió el lazo y escapamos nosotros”
Volvamos a leer el versículo 8, ponte de pie mientras el grupo de alabanza toma lugar.
Leemos el versículo 8 todos juntos, “Nuestro socorro está en el nombre de Jehová. Que
hizo el cielo y la tierra”
Iglesia, nuestro socorro, nuestra esperanza, nuestra salvación, está en el nombre de
Jehová.
Alabemos juntos a Dios, y bendito sea porque nos ha hecho libres, ¿Cuántos dicen Gloria a
Dios?
Que el señor te bendiga.

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