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Modulo 1
Modulo 1
colectivos y acción
social
P08/80510/02097
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CC-BY-SA • P08/80510/02097 Procesos colectivos y acción social
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 7
7. Anexos................................................................................................... 56
7.1. Anexo 1 ....................................................................................... 56
7.2. Anexo 2 ....................................................................................... 60
CC-BY-SA • P08/80510/02097 Procesos colectivos y acción social
Resumen....................................................................................................... 64
Actividades.................................................................................................. 67
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 67
Solucionario................................................................................................ 68
Glosario........................................................................................................ 69
Bibliografía................................................................................................. 70
CC-BY-SA • P08/80510/02097 5 Procesos colectivos y acción social
Introducción
Del mismo modo, difícilmente podremos olvidar las imágenes que pocos días Hundimiento de una de las Torres Gemelas.
Por desgracia, nos encontramos ante una situación que permite ilustrar per-
fectamente gran parte del contenido de este módulo dedicado a los procesos
colectivos. Un grupo de afganos contempla los destrozos
producidos por la bomba de EE.UU. lanzada
por error en su barrio. Fuente: El País, 14 de
octubre de 2001.
Desde el día 11, estos rumores han circulado y se han difundido ampliamente
por medio de la Red, del mismo modo que han circulado comunicados, refle-
xiones, solicitudes de firmas de apoyo a las víctimas, solicitudes de firmas de
oposición a la guerra/venganza, y de la misma manera que han circulado chis-
tes, etc. La Red, anatematizada por algunos por ser vehículo de pornografía
y herramienta al servicio de la delincuencia y el terrorismo internacionales,
ha dejado patente su utilidad como vehículo de información, pero también,
como veremos en el último apartado de este módulo, "Control social y resis-
tencia en las redes interactivas", como vehículo de resistencia.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 7 Procesos colectivos y acción social
Objetivos
En este módulo se pretende que conozcáis los principales aspectos que son
tratados desde la Psicología social bajo la etiqueta de procesos colectivos. Por
tanto, los objetivos consistirán en que, una vez finalizada su lectura, seáis ca-
paces de hacer lo siguiente:
Manifestaciones en contra del ataque norteamericano a Afganistán. El Cairo, Nueva Delhi y Peshawar (Pakistán), 12 de octubre
de 2001.
Así, por ejemplo, Ovejero (1997) plantea la necesidad de distinguir entre masa Masa y multitud
y multitud, dado que, según él, son dos conceptos que suelen utilizarse como
No todos los autores compar-
sinónimos, pero que, a pesar de sus similitudes, se diferencian en el hecho de ten esta diferenciación. Mos-
que las masas, en relación con las multitudes, son más abstractas y difusas, y covici, por ejemplo, afirma:
"Una multitud, una masa, es
presentan fronteras menos definidas. el animal social que ha roto su
correa" (S. Moscovici, 1985, p.
13).
Por su parte, Jiménez Burillo (1981) distingue entre agregados, públicos y mul-
titudes (sin establecer diferencia entre multitudes y masas). Los agregados se-
rían conjuntos de personas con conductas semejantes, pero que no comparten
objetivos; los públicos, en cambio, pueden tener intereses comunes, pero no
CC-BY-SA • P08/80510/02097 10 Procesos colectivos y acción social
tienen una relación directa entre sí; finalmente, las multitudes se caracteriza-
rían por estar formadas por personas próximas entre sí con un punto o foco
común de atención, pero sin necesidad de que exista organización ni objeti-
vos propios.
El uso de tipologías
"Aunque es muy difícil recoger en castellano, existen unas diferencias sutiles entre masa,
muchedumbre y multitud y otras, desde luego más claras, entre multitud y conceptos
expresivos de acciones colectivas como motines, revoluciones, etc. Quizá podamos rete-
ner para nuestros propósitos la idea de que la multitud en el sentido antes descrito es la
unidad básica de análisis del comportamiento colectivo, siendo luego otros factores los
que cualifican diversamente el comportamiento de esa multitud."
Para acabar este subapartado, ofreceremos otra definición que adelanta parte
de lo que nos encontraremos en el apartado dedicado a los condicionamientos
ideológicos. Se trata de una caracterización por oposición: si la preocupación
de la sociología es el orden, ¿significa esto que el comportamiento colectivo
es el desorden?
"Conviene recordar que en inglés la expresión collective behaviour designa esos "residuos"
que una sociología esencialmente preocupada por el orden social no llega a asimilar:
comportamiento de masas, modas, agitaciones o desórdenes sociales, fenómenos de con-
tagio, motines, histeria de masas, etc."
Cada vez es más frecuente poder leer advertencias sobre la "perversidad" de Un poco de historia
determinadas historias de la Psicología social, sobre los datos incorrectos que
Entre los "datos" transmitidos
aparecen en los manuales y que se han ido transmitiendo de generación en a partir de Allport, destacan la
generación de psicólogos sociales sin que se hayan cuestionado hasta fechas mención de los experimentos
realizados en 1897 por Nor-
relativamente recientes. man Triplet, considerados co-
mo fundacionales de la inves-
tigación científica en la Psico-
logía social, y que 1908 cons-
Cuando se hacen estas advertencias es típico referirse a los diferentes capítulos tituye una fecha clave para la
sobre la historia de la Psicología social publicados por Gordon W. Allport en disciplina, dado que coincide
con la publicación de los con-
sucesivas ediciones del Handbook of Social Psychology, el "relator" oficial del siderados primeros manuales
de Psicología social por parte
estado de la Psicología social. A partir de estos textos, Allport ha conseguido del sociólogo estadounidense
reificar ciertas verdades que han pasado a ser algo asumido por gran parte de Edward Ross y el psicólogo bri-
tánico William McDougall.
psicólogos sociales hasta la fecha.
En las obras siguientes podéis encontrar datos adicionales sobre la historia de la Psicología
social:
Farr,�R. (1991). The long past and the short history of Social Psychology. European Journal
of Social Psychology, 21, 371-380.
Samelson,�F. (1974). History, origin mind and ideology: discovery of Social Psychology.
Journal for the Theory of Social behavior, 2, 217-231.
A falta de análisis de ADN, podemos basarnos en algunos datos que nos ofrece
Jaap Van Ginneken (1985) para resolver la polémica. Entre éstos, este autor
reproduce la afirmación que en 1895 hacía Sighele en la revista Cultura e Es-
cuola dirigiéndose a Le Bon:
"El primer capítulo de su primer libro es una completa copia de la línea de pensamiento
y frecuentemente una copia literal en su forma. En las páginas 12 y 15 usted resume la
introducción a mi volumen; en las páginas 17, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 28, 30, 38, 39, 40,
45, 46, 47 usted copia las ideas que he desarrollado en mi primer capítulo."
Todos estos datos nos ofrecen una idea de cómo no sólo es evidente que antes
que Le Bon otros autores trataron el tema por el que se hizo famoso, especial-
mente Sighele, sino que también probablemente Le Bon hizo algo más que
inspirarse en estos autores sin mencionarlos.
Scipio�Sighele�(1868-1913)
En concreto, siguiendo a Mauro Fornaro (1996), las leyes que elabora Sighele
sobre las masas se podrían resumir de la manera siguiente:
Gabriel�Tarde�(1843-1904)
Para Tarde, la Sociología, o lo que él denomina Psicología colectiva o intermen- Lectura recomendada
tal, se debe basar en la Psicología. La imitación, la conversación o la invención
Años más tarde, la Psicolo-
constituyen los mecanismos que permiten la transmisión de unas mentes a gía social encontrará otro
otras. A pesar del individualismo radical que caracteriza sus primeras obras, "abanderado" de la postura
individualista-psicologista
acentuado por su polémica con Durkheim, con posterioridad adopta una pos- en Floyd Allport. Podéis en-
contrar una exposición de su
tura más interaccionista, conceptualizada como Interpsicología o Psicología in-
planteamiento en "La falacia
termental, menos teñida de individualismo y de determinismo social, mani- de grupo en relación con la
ciencia social", publicado ori-
fiestamente evidente si lo comparamos con las posturas de Durkheim. ginalmente en 1923, y tradu-
cido en el libro de Francis-
co�Morales y Carmen�Huici
El habernos detenido en esta polémica entre Tarde y Durkheim va más allá de (1989). Lecturas de Psicología
Social. Madrid: UNED.
lo anecdótico, puesto que pone de manifiesto una tensión pertinaz en el seno
de la Psicología social, la tensión entre las explicaciones psicologistas y las
sociologistas, la tensión entre las explicaciones individualistas y las grupales.
Para la primera, los grupos no existen. Grupo es un término, nada más que
un nombre, que se refiere a una multiplicidad de procesos individuales, y la
noción de grupo se convierte en superflua en cuanto se describen las acciones
de los individuos. No hay nada que exista en el grupo que no haya existido
previamente en el individuo.
El siglo de Le Bon
El 19 de julio de 1870 Francia, gobernada por Napoleón III desde 1851 (tras la derrota del
levantamiento de los trabajadores en 1848), declara la guerra a Prusia tras unas disputas
por la sucesión al trono de España. La guerra (franco-prusiana), que se prolonga hasta
1871, termina con la victoria de Prusia y la captura de Napoleón III, que una vez liberado
se exilia a Inglaterra tras ser depuesto del trono.
l'heure était arrivée pour eux de sauver la situation en prenant en main la direction des
affaires publiques." Ha nacido la Comuna.
Sin embargo, este gobierno del proletariado durará muy poco, puesto que las tropas de
Thiers entran en París el 21 de mayo de 1871 y acaban sangrientamente con la breve
vida de la Comuna.
Thiers es elegido presidente de la III República, pero su mandato también será efímero,
dado que en 1873 la mayoría monárquica lo obliga a dimitir y es elegido como nuevo
presidente el monárquico Marie Edmé Patrice de MacMahon. Tras fracasar en 1875 el
intento de aprobar una constitución monárquica, el 16 de mayo de 1877 (le seize mai),
obliga a dimitir al primer ministro republicano Jules Simon y, tras las nuevas elecciones,
a pesar de la mayoría republicana, nombra a un primer ministro monárquico hasta que
es obligado a nombrar a otro que tuviera el apoyo de la Cámara de Diputados.
(1)
Ésta es la época que le toca vivir a Gustave Le Bon, una época marcada por Gustave Le Bon fue jefe del servi-
cio de ambulancias durante la Co-
guerras, revueltas y revoluciones, una época de cuestionamiento del orden
muna de París.
establecido1.
"Hacia 1890, los temores sobre los efectos nocivos de la extensión del igualitarismo y la
democracia a la vida política y cívica hallaron un eco más amplio entre el público de
los pensadores políticos y de los filósofos sociales de diversas tendencias que los que se
habían estado expresando hasta entonces."
Le Bon, ante estos cambios, se preocupa por lo que considera que puede llevar
a la desaparición de la civilización europea tal como se había conocido hasta
la época, y se preocupa especialmente por la desaparición de los valores tradi-
cionales, la pérdida de las creencias religiosas, etc., y responsabiliza de todo
ello al encumbramiento de las masas, al ascenso del proletariado al poder.
En la actualidad, las reivindicaciones de las masas se hacen cada vez más definidas y
tienden a destruir radicalmente la sociedad actual, para conducirla a aquel comunismo
primitivo que fue el estado normal de todos los grupos humanos antes de la aurora de
la civilización."
"Por su poder exclusivamente destructivo, actúan como aquellos microbios que activan
la disolución de los cuerpos debilitados o de los cadáveres. Cuando el edificio de una
civilización está carcomido, las masas provocan su derrumbamiento. Se pone entonces
de manifiesto su papel. Durante un instante, la fuerza ciega del número se convierte en
la única filosofía de la historia."
Por último, la posibilidad de que las multitudes puedan conseguir algún obje-
tivo social pasa, según Le Bon, por tener algún mito unificador, algo que sólo
pueden conseguir gracias a los líderes, que son los únicos capaces de interpre-
tar, administrar y oficiar los mitos, dado que la masa no es capaz de interpretar
sus significados.
José�Ortega�y�Gasset�(1833-1955)
Ortega y Gasset, uno de los pensadores españoles más importantes del siglo XX,
publica en 1930 una obra que continúa la línea iniciada por Sighele y Le Bon:
La rebelión de las masas, que también ha gozado de un número importante de
ediciones y traducciones y que según Giner (1979) es, dentro de esta temática,
el libro que más influyó en el gran público internacional.
"Hay un hecho que, para bien o para mal, es el más importante en la vida pública euro-
pea de la hora presente. Este hecho es el advenimiento de las masas al pleno poderío Ortega visto por Zuloaga, 1931.
social. Como las masas, por definición, no deben ni pueden dirigir su propia existencia,
y menos regentar la sociedad, quiere decirse que Europa sufre ahora la más grave crisis
que a pueblos, naciones o culturas, cabe padecer. Ésta ha tenido lugar más de una vez
en la historia. Su fisonomía y sus consecuencias son conocidas. También se conoce su
nombre. Se llama la rebelión de las masas."
Ortega, influido (igual que lo estuvo treinta y cinco años antes Gustave Le
Bon) por los acontecimientos políticos de su época, se plantea el papel que
juegan las masas y las minorías, haciendo un planteamiento elitista, puesto
que según él, mientras las masas son el conjunto de personas no especialmen-
te cualificadas, la minoría son aquellos individuos o grupos de individuos es-
pecialmente cualificados.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 19 Procesos colectivos y acción social
El problema que se plantea es que las masas se "olvidan" de que son masa por
esto mismo, por su no cualificación; sin embargo, aun así pretenden imponer
sus ideas cuando éstas, por definición, no existen, dado que no están cualifi-
cadas para tenerlas.
Este hecho las lleva a ser indóciles frente a las minorías, que son las auténti-
cas forjadoras de la sociedad, del progreso, ambos amenazados por las masas,
que pretenden alcanzar todo sin esforzarse por conseguirlo y que consideran
que los logros (de unos pocos) es algo dado por naturaleza y que no hay que
esforzarse para mantenerlo o mejorarlo.
Así, el hombre masa se caracteriza por "la libre expansión de sus deseos vitales"
y por "la radical ingratitud hacia todo aquello que ha hecho posible la facilidad
de su existencia".
La conclusión es lógica, el único recurso de esas masas sin ideas y sin capacidad
para defender lo que pretenden es la acción directa, la violencia.
"Cuando la masa actúa por sí misma, lo hace sólo de una manera, porque no tiene otra:
lincha. [...] Ni mucho menos podrá extrañar que ahora, cuando las masas triunfan, triunfe
la violencia y se haga de ésta la única ratio, la única doctrina."
"ha venido al mundo para ser dirigida, influida, representada, organizada [...] Pero no
ha venido al mundo para hacer todo eso por sí. Necesita referir su vida a la instancia
superior, constituida por las minorías selectas. [...] [Puesto que] el hombre es, tenga ganas
de ello o no, un ser constitutivamente formado a buscar una instancia superior".
Lecturas recomendadas
Morán,�G. (1998). El maestro en el erial. Ortega y Gasset y la cultura del franquismo. Tusquets.
Por último, también es muy recomendable la lectura de sus intervenciones sobre el Es-
tatuto de Cataluña en las Cortes constituyentes (12 de mayo, 2 junio y 27 de julio de
1932). Los podéis encontrar en:
Por cierto, al inicio del "Prólogo para ingleses", Ortega habla de la "nerviosidad
de los últimos meses". ¿Será necesario recurrir a los libros de historia para saber
a qué se puede estar refiriendo, en abril de 1938, con este eufemismo?
Estamos casi seguros de que un número relativamente importante de psicólo- Simposio sobre Ortega
gos sociales españoles no está de acuerdo con el enfoque que hemos dado a este
El VII Congreso Nacional de
apartado sobre Ortega. El interés renovado por su redescubrimiento ha llevado Psicología social, celebrado
a que, últimamente, se le califique de antecedente importante de la Psicología en septiembre de 2000, tuvo
un simposio dedicado a Orte-
social histórica, de algunas psicologías sociales actuales como la etogenia, o ga con el título "El hombre y
la gente: perspectivas sobre
incluso de la Psicología social posmoderna (Ovejero, 1997). Sin embargo, re- el pensamiento psicosocial en
Ortega".
conocer la importancia y la influencia de la obra de Ortega, que nadie puede
poner en duda, no debería ser obstáculo para poder realizar, al mismo tiempo,
un planteamiento ideológicamente crítico de, como mínimo, parte de ella.
"La Völkerpsychologie puede ser considerada como una rama de la Psicología [...] Su obje-
tivo es el estudio de los productos mentales que son creados por una comunidad huma-
na y que son, por lo tanto, inexplicables en términos de una conciencia individual, al
presuponer la acción recíproca de muchos."
dimensión social del individuo pasa, necesariamente, por el estudio del len-
guaje, no en su consideración individual, sino formando parte de la historia
de la comunidad. La Völkerpsychologie consiste en un intento de estudio de la
génesis de la mente humana como producto social e histórico, lo que hace de
la misma una psicología social histórica (Álvaro, 1995).
Para muchos, Sigmund Freud (1856-1939) no sólo fue el creador de la teoría Freud y la Psicología social
psicoanalítica, sino también uno de los grandes psicólogos sociales de princi-
En el libro de James A. Sche-
pios de siglo, puesto que en algunas de sus obras trata temas muy afines a la llenberg, Freud aparece junto
Psicología social. Un ejemplo de ello es la publicación, en 1921, de Psicología a Mead, Lewin y Skinner como
uno de Los fundadores de la
de las masas y análisis del yo, en la que retoma el tema planteado por Le Bon. psicología social.
"Hemos utilizado como punto de partida la exposición de Gustavo Le Bon, por coincidir
considerablemente con nuestra psicología en la acentuación de la vida anímica incons-
ciente. Mas ahora hemos de añadir que, en realidad, ninguna de las afirmaciones de este
autor nos ofrece algo nuevo."
Lecturas recomendadas
No consideramos que éste sea el lugar adecuado para un desarrollo completo de los plan-
teamientos de Freud, por lo que sólo os ofreceremos unas breves pinceladas. Si estáis in-
teresados en ampliarlas, os podéis remitir a Moscovici (1985) o al artículo:
Pick,�D. (1995). Freud's Group Psichology and the history of the crowd. History Workshop
Journal, 40, 39-61.
"Nuestra esperanza se apoya en dos ideas. En primer lugar, la de que la masa tiene que
hallarse mantenida en cohesión por algún poder. ¿Y a qué poder resulta factible atribuir
tal función si no es a Eros, que mantiene la cohesión de todo lo existente?"
Para ilustrar esta idea, Freud señala, en primer lugar, la diferencia entre dis-
tintos tipos de masas, y resalta la diferenciación entre aquellas que tienen un
director y las que no disponen de este último. Los ejemplos que utilizará serán
los relativos a dos tipos de masas que cumplen este requisito: el Ejército y la
Iglesia, y en los que puede apreciarse la influencia de la líbido.
"En la Iglesia [...] y en el Ejército reina, cualquiera que sean sus diferencias en otros as-
pectos, una misma ilusión: la ilusión de la presencia visible o invisible de un jefe [...] que
ama con igual amor a todos los miembros de la colectividad."
Por tanto, en estas masas, y en otras con estas características, se produce una
doble relación de tipo libidinoso, hacia el jefe y hacia el resto de los miembros,
que es la que mantiene unida a la masa. Esto es lo que hace que se observe la
desaparición de las características individuales, el sentimiento de unidad.
"Tal masa primaria es una reunión de individuos que han reemplazado su ideal del 'yo'
por un mismo objeto, a consecuencia de lo cual se ha establecido entre ellos una general
y recíproca identificación del 'yo'."
En la práctica, las teorías del contagio, como señala Jiménez Burillo (1981), no
son teorías, puesto que cuando se habla de contagio se está aludiendo a un
mecanismo explicativo presente en la obra de diferentes autores, de los cuales
el más representativo es Le Bon, para quien el contagio constituye uno de los
tres procesos implicados en el comportamiento colectivo.
Por tanto, todos ellos afirman que la presencia de otras personas puede dar
lugar a lo que podríamos denominar procesos de influencia interpersonal, que
hacen que un sentimiento, una actitud o una conducta se cierren difundiendo
de una persona a otra, y contagiando así a todo el grupo como si se tratara
de un virus.
Por otra parte, diferentes investigaciones clásicas de la Psicología social han Lectura complementaria
mostrado que la interacción con los pequeños grupos da lugar a la aparición de
Probablemente, la investiga-
normas o estándares de conducta que ejercerán, una vez formadas, una fuerte ción más representativa sobre
influencia sobre su conducta. la aparición de normas es la
de Muzafer Sherif.
Sherif,�M. (1936). La forma-
Éstos son los puntos de partida de la teoría de la norma emergente formulada ción de las normas sociales:
el paradigma experimental.
originalmente por Turner y Killian (1957), quienes afirman que la actuación de
H.�Proshansky�y�B.�Seiden-
la persona depende de su percepción sobre las normas que rigen en la situación berg (1973). Estudios bási-
cos de Psicología Social (pp.
en que se encuentra. Estas últimas no son las convencionales o institucionales, 566-567). Madrid: Tecnos.
no provienen de fuera, sino que son creadas en el transcurso de la interacción
con el grupo. Lo mismo que en la investigación de Sherif, la ambigüedad de
la situación favorece la aparición de estas normas.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 25 Procesos colectivos y acción social
"Según Smelser (1963), la conducta colectiva ocurre cuando las personas se preparan para
actuar sobre la base de una creencia que se centra en el cambio de algunos aspectos
de la sociedad; pero surge sólo cuando no hay forma de conseguir el resultado deseado
mediante las instituciones normales de la sociedad. Es, por lo tanto, conducta que ocurre
fuera de las instituciones, y que está propositivamente orientada hacia el cambio."
6) Control social: actuaciones por parte de los agentes de control social para
intentar evitar (aunque a veces sea para fomentar) la acción.
La explicación a esta conducta aparentemente ilógica da pie a una de las teo- Teoría de la comparación
rías capitales de la Psicología social, la teoría de la categorización, comparación social
de la identidad social. La necesidad de obtener una identidad social positiva es Años antes, Leon Festinger
la que provoca que procuremos diferenciar positivamente a nuestro grupo con planteó una teoría similar, en
la que la identidad de la perso-
respecto a otros. Si en el proceso de comparación nuestro grupo sale favore- na era el resultado de un pro-
ceso de comparación con otras
cido, nosotros salimos favorecidos, obtenemos una identidad social positiva, personas. La diferencia con
Tajfel consiste en que mientras
definida de la manera siguiente: Festinger plantea un proceso
de comparación interpersonal,
Tajfel propone un proceso de
"Aquella parte del autoconcepto de un individuo que deriva del conocimiento de su per-
comparación intergrupal. Aun-
tenencia a un grupo (o grupos) social junto al significado valorativo y emocional asocia- que en ambos casos se habla
do a dicha pertenencia." de identidad, en el primero se
trata de una identidad perso-
Tajfel, H. (1984, p. 292). nal, mientras que en el segun-
do es una identidad social.
El haber traído hasta aquí esta teoría obedece al hecho de que nos permite
una explicación de la homogeneidad de la conducta de la masa que va más
allá de las explicaciones en términos de contagio en las que se afirma que el
individuo pierde su identidad, que se convierte en un miembro indiferenciado
de la masa sufriendo un proceso de "desindividualización".
"La despersonalización se refiere a los procesos de 'auto-estereotipado' por los que las per-
sonas se perciben a sí mismas más como ejemplares intercambiables de una categoría so-
cial que como personalidades únicas definidas por sus diferencias individuales de otros."
Para Reicher, los miembros de una masa comparten una misma autocategori- Lectura complementaria
zación; es decir, se consideran a sí mismos miembros de un grupo y, por con-
Reicher aplica este modelo
siguiente, con unas características comunes que los diferencian de otros gru- al análisis de distintos distur-
pos. Aunque la teoría de la autocategorización afirma que los miembros del bios.
El más famoso de entre ellos
grupo se conforman a las normas estereotipadas asociadas con su grupo, en el es el análisis que realiza de
caso de las masas, caracterizadas por la novedad y la ambigüedad, no parece los "Disturbios deSt. Paul's".
Para tener una visión real-
probable que existan tales normas. En ese caso, según Reicher, tales normas, mente clara de la propuesta
las conductas adecuadas a la situación, se infieren a partir de la percepción de de Reicher, es muy recomen-
dable que hagáis esta lectura.
las conductas realizadas por otros miembros del grupo (aspecto inductivo de la Reicher,�S. (1984). The St.
categorización en términos de Turner). Cuanto más representativa del grupo Paul's riot: an explanation of
the limits of crowd action in
sea considerada una persona, más influencia tendrá ésta en la definición de terms of a social identity mo-
del. European Journal of Social
la conducta normativa.
Psichology, 14, 1-21.
Las conclusiones básicas a las que llega Reicher son las siguientes:
Para resumir el planteamiento de Reicher, nada mejor que hacerlo con sus
propias palabras:
"El argumento clave es que las personas no tienen una identidad singular y única, sino
que más bien son capaces de definirse a diferentes niveles de abstracción. Pueden defi-
nirse en términos de sus diferencias personales con respecto a otras personas, pero igual-
mente pueden definirse también en términos de cómo su grupo se diferencia de otros
grupos (identidad social). Además, cuando las personas actúan en términos de cualquier
identidad social dada (un hombre, un católico, un socialista), su conducta está determi-
nada por los significados asociados con el grupo (masculinidad, catolicismo, socialismo),
más que con sus creencias y valores personales. Aplicado a la Psicología de las masas,
el argumento es que las personas no pierden su identidad en la masa, ni su conducta
refleja una personalidad defectuosa, más bien cambian de una identidad personal a una
identidad colectiva. De la misma forma, no es que la conducta de una persona esté sujeta
a una pérdida de control, más bien se pasa de actuar individualmente en términos de
creencias y valores individuales a actuar colectivamente en términos de creencias colec-
tivas compartidas."
Aunque este modelo presenta evidentes ventajas con respecto a los anteriores,
recientemente el mismo Reicher (1996) ha planteado que presenta dos limi-
taciones importantes.
De este modo, se puede entender que una masa, con independencia de las ca-
racterísticas de sus miembros, puede redefinir el curso adecuado de acción, la
conducta normativa en ese contexto, en función de las relaciones que manten-
ga con el otro grupo. Una ilustración interesante de este modelo la podemos
encontrar en el análisis que realiza Reicher de los conflictos entre estudiantes
y policías en 1988 en la conocida como "la batalla de Westminster" (Reicher,
1996) y, más recientemente, en el análisis de los conflictos entre aficionados
ingleses y la policía francesa durante las finales de 1998 de la copa mundial
de fútbol (Scott, Hutchinson y Drury, 2001).
"La mayoría de los estudiantes partieron con una idea de sí mismos como personas res-
petables ejerciendo el derecho democrático a protestar (y por tanto se distanciaron de los
radicales que convocaban a acciones de confrontación). La policía, sin embargo, consi-
deró a la masa de estudiantes como homogénea, como una amenaza peligrosa y actuaron
con el objetivo de impedir su progreso hacia el Parlamento. Esta acción fue vista como
ilegítima por los estudiantes en su conjunto y los unificó en oposición a la policía. In-
cluso, esa unidad les fortaleció para enfrentarse activamente al cordón policial."
"A comienzos del presente siglo, se estaba seguro de la victoria de las masas; a su término,
nos encontramos por completo cautivos de quienes las conducen."
Un grupo de mineros en huelga asalta una mina reabierta con mineros no sindicados.
Los esquiroles son capturados y se los obliga a dirigirse hacia la ciudad. De repente, los
huelguistas les dicen que empiecen a correr y, cuando lo hacen, les disparan.
Por su parte, Steve Reicher (1987) comenta cómo se podría haber descrito este
mismo acontecimiento de una manera diferente.
"[La huelga] reivindicaba las mejoras de las condiciones descritas oficialmente como 'peo-
res que los esclavos antes de la guerra civil'. Después de ocho semanas la compañía llevó
a trabajadores para reabrir la mina. Cuando los huelguistas intentaron hablar con esos
hombres, los guardias de la mina dispararon y mataron a cinco de ellos. Poco después
otro minero fue disparado cuando se encontraba a media milla de la mina. Empezaron
entonces escaramuzas bajo el mando de veteranos de guerra. Un avión dejó caer dinamita
sobre la mina. A medida que avanzaban se encontraban bajo el fuego de ametralladoras
de los guardias, pero a pesar de ello tomaron la mina y sólo después ocurrió la masacre".
Este ejemplo ilustra uno de los problemas con los que se enfrenta el estudio
del comportamiento colectivo: el efecto de la ideología.
Tanto la obra de Le Bon como la de otros autores supone un ataque a los movi-
mientos de protesta colectiva, enfatizando los aspectos de violencia e irracio-
nalidad. Incluso Allport, defensor de concepciones individualistas, opta por lo
mismo, puesto que afirmará que en la masa se acentúan las características in-
dividuales y se eliminan o reducen las conductas aprendidas. En ambos casos
se rechaza el papel de los determinantes sociales en la conducta de las masas.
Sin embargo, como ya avanzaba Carl J. Couch en 1968, los estereotipos domi-
nantes sobre las masas resaltan su carácter emocional y su violencia, sin tener
en cuenta que, en realidad, según el autor, no son antisociales; aunque pueden
perseguir cambios en el statu quo de una sociedad, esto les puede convertir
en antisocietales, pero no antisociales, entre otras cosas porque los cambios
colectivos constituyen un fenómeno social.
2) Una negación de la voz, puesto que la masa es estúpida, no tiene nada que
decir, no tiene nada significativo que expresar.
"Se debe reconocer, sin embargo, que con la 'psicología de las multitudes' el estudio psi-
cosociológico de los fenómenos colectivos había tomado un rumbo desastroso. El lamen-
table éxito de las ideas así lanzadas al público, a finales del siglo XIX, ha deformado por
largo tiempo las perspectivas, desalentado las investigaciones y producido en muchos
científicos un descrédito de la psicología social de los fenómenos colectivos, que no me-
rece ya."
En su análisis de dos disturbios ocurridos en Argentina en la década de los no- Lectura recomendada
venta (Santiago del Estero, 1993 y Corrientes, 1999), Santiago Auyero (2001)
Walton,�J.,�y�Rabin,�C.
recuerda las dos condiciones que, según Walton y Rabin (1990), dan lugar a la (1990). Global and national
emergencia de las protestas en los países del Tercer Mundo: la sobreurbaniza- sources of political protest:
Throw World responses to
ción, es decir, las tasas de urbanización que van más allá de las posibilidades the deabt crisi. American So-
ciological Review, 55, 876-890.
de una población en función de su grado de industrialización, y los efectos
derivados de las intervenciones político-económicas en estos países por par-
te de agencias internacionales, en concreto, las actuaciones o demandas por
parte del Fondo Monetario Internacional. Al análisis de estas condiciones de
ámbito global, Auyero añade la necesidad de analizar a los mediadores locales
(lo que da pie para que hable de Glocal Riots), que en el caso argentino tienen
su máxima expresión en la endémica corrupción económica por parte de la
clase política.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 33 Procesos colectivos y acción social
"Parte de las críticas ideológicas parecen basarse en una identificación de los estudios
del comportamiento colectivo, pasados y presentes, con un enfoque sociopsicológico
que resalta los aspectos irracionales o emocionales, es decir, la patología social. Esto se
opone, implícita o explícitamente, al interés sobre la racionalidad y la organización social
del fenómeno del comportamiento colectivo. [...] El enfoque sociopsicológico, con un
enfoque sobre el individuo y la patología social lleva, según los críticos, a una imagen
distorsionada del fenómeno que lo aboca a una denigración por parte de los defensores
del statu quo."
Clifford Stott y Steve Reicher (1998) añaden que otro problema o limitación,
evidentemente de tipo ideológico, presente en gran parte de las investigacio-
nes sobre masas, consiste en no considerar su carácter de interacción inter-
grupal y, especialmente, el que hace referencia a la interacción entre la ma-
sa (manifestantes) y la policía. Si, como señalan diferentes investigaciones, el
conflicto se desencadena principalmente cuando intervienen las fuerzas del
orden, el análisis de los disturbios y los desórdenes debería analizar también
el comportamiento de tales fuerzas.
"Es posible que las condiciones de guerrilla creadas por criminales violentos
hayan provocado en algunos casos excesos en el uso de la fuerza por parte de la
policía, y en otros casos episodios individuales de comportamientos ilegales,
los cuales serán severamente castigados". La policía italiana carga contra los
manifestantes mientras Carlo Giuliani yace en
el suelo.
Con esto no queremos decir, por supuesto, que las masas no puedan realizar
actos violentos (tenemos demasiados ejemplos de ello como para poder ob-
viarlos) ni que la violencia se sitúe únicamente al lado de la policía (o que
ella sea la instigadora). Simplemente, queremos resaltar los efectos ideológicos
que conllevan las explicaciones en las que no se reconocen los elementos que
hemos señalado.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 35 Procesos colectivos y acción social
"Mensajero del error y del mal tanto como de la verdad, el rumor, la más rápida de todas
las plagas, va desencadenando el terror y se fortifica difundiéndose."
(Virgilio, La Eneida)
Citado por J. Stoetzel (1965, p. 243).
ALERTA.
Si recibes un mensaje cuyo asunto diga: "Se necesitan agallas para decir Jesús" o en inglés:
"It takes Guts to say Jesús"
¡¡¡NO LO ABRAS!!!!!
Borrará todo en tu disco duro. IBM, AOL sostiene que se trata de un virus muy peligroso
que, por el momento, NO HAY REMEDIO.
Éste es un virus nuevo y muy maligno, el cual es desconocido por mucha gente. Por favor,
pasa esta advertencia a todas tus direcciones y a tus amistades ASAP en línea, para parar
esta amenaza. Toma medidas de precaución y advierte a cualquier persona que tenga
acceso a tu computadora.
Casi con toda seguridad habréis recibido en alguna ocasión algún mensaje de Enlace recomendado
este estilo, en el que se avisa de la aparición de un peligrosísimo nuevo virus.
Podéis obtener más infor-
Prácticamente en su inmensa mayoría se trata de falsas informaciones, que se mación sobre los hoaxes en
transmiten por la Red a una gran velocidad y que se convierten, ellas mismas, http://es.wikipedia.org/wi-
ki/Bulo
en el virus que preconizan, "infectando" a un gran número de usuarios que, en
ocasiones, pueden llegar a inutilizar sus ordenadores siguiendo los "altruistas"
consejos del mensaje.
Leyendas urbanas
"Las cloacas de Nueva York están habitadas por cocodrilos que son lanzados a los inodoros
por sus propietarios al comprobar cómo crecen sus pequeñas mascotas."
Sin embargo, no siempre los rumores son tan inofensivos como las leyendas
que suelen circular en una comunidad. Un ejemplo dramático de la peligro-
sidad potencial de los rumores lo podemos encontrar en el análisis que reali-
za Edgar Morin (1969) de un rumor surgido ese mismo año en la ciudad de
Orleans.
Rumor de Orleans
Lectura complementaria
"En mayo de 1969 nacía en Orleans un rumor según el cual una serie de muchachas,
tras haber sido narcotizadas en tiendas de modas de comerciantes en su mayoría judíos, Morin,�E. (1969). La rumeur
habían sido víctimas de la trata de blancas. d'Orleans. París: Seuil.
Morin y su equipo pudieron establecer diversas fases en la historia de este rumor. En una
primera fase, el ruido parece que se había originado en el medio constituido por mucha-
chas de diversos institutos de enseñanza media. La información relativa al rapto de las
jóvenes era atribuida a fuentes reconocidas como competentes (la policía, la enferme-
ra que había cuidado a una víctima salvada,...) o próxima (un familiar, un amigo, cuya
credibilidad no se ponía en tela de juicio). Por lo que respecta a los periódicos, perma-
necerían mudos. Luego siguió una fase de amplia propagación de la noticia, que ahora
circulaba entre los adultos. Los profesores aconsejaban a sus alumnas que no acudiesen
a estos lugares peligrosos solas, y ni siquiera acompañadas, y su competencia en realidad
no hacía más que acentuar la credibilidad del rumor. Éste, al tiempo que se extendía, se
inflaba: el número de comerciantes implicados aumentaba, así como el de víctimas. Se
alcanzó entonces la metástasis, la fase culminante del rumor: la red de trata de blancas se
convierte en patrimonio de la policía, corrompe al gobierno local, el silencio de los cuales
no es sino la prueba evidente de su colaboración culpable. En lo más vivo del rumor, los
comerciantes reciben amenazas telefónicas anónimas y se forman tumultos ante las tien-
das cuyos propietarios eran incriminados. Las mujeres no entraban sino acompañadas, y
salían lo antes posible, o dejaban de frecuentar los comercios en cuestión. Las autorida-
des, puestas fulminantemente al corriente, rehusaron intervenir un fin de semana en que
había elecciones, lo que no hizo más que abonar las sospechas de connivencia que pesa-
ban sobre ellas. Una vez pasadas las elecciones sobrevino la respuesta; las autoridades, los
periódicos, los grupos antirracistas, los partidos de la oposición pasaron a la contraofen-
siva: se desmintió la verosimilitud de los hechos, se ridiculizó lo absurdo del rumor, se
amenazó a quienes lo favorecieron, se acusó a los fascistas. Este contraataque no hizo más
que contener el rumor, pero sin atacarlo en su base: no se pudo reconocer como fuente
del rumor a ninguna persona ni a ningún grupo antisemita de extrema derecha. Esto no
era más que un retroceso ante la amenaza, puesto que las mujeres continuaban evitando
esos comercios o, si acudían a ellos otra vez, lo hacían acompañadas. Finalmente, circu-
laron unos nuevos 'minirrumores': el hermano de un comerciante sospechoso había sido
detenido por la policía y se habían producido nuevos raptos. Además, frente al antimito
(la denuncia del rumor) apareció un anti-antimito: que si los partidos de la oposición
habían hecho de ello un caballo de batalla, que si los periódicos habían inventado un
tema para llenar sus columnas, que si los comerciantes judíos habían ideado una odiosa
publicidad. Sea como fuese, y pese a las amenazas, el rumor, aparentemente extinguido,
había dejado sus huellas grabadas en la historia de la ciudad."
Efectos
Distorsión
Los rumores posteriores al ataque a la base de Estados Unidos de Pearl Harbor en 1941
hicieron que una parte de la población llegara a creer que se había destruido la totalidad
de la flota del Pacífico, creencia que no se ve completamente rechazada a pesar del des-
mentido radiofónico del presidente Roosvelt.
Conducta�irracional
Diversos autores destacan la omnipresencia del fenómeno de los rumores, afir- Lecturas
mando que podemos encontrar manifestaciones de los mismos en épocas re- complementarias
motas (la cita con la que empezábamos este apartado es buena muestra de Stern,�L.�W. (1902). Zur Psy-
ello). Esto lleva a Jean-Nöel Kapferer (1989a) a denominarlos "el medio de di- chologie der Aussage. Ex-
perimentelle Untersuchun-
fusión más antiguo del mundo". gen über Erinnerugenstreue.
Zeitschrift für die gesamte Stra-
frechtswissenchaft, vol. 23,
Sin embargo, si bien como fenómeno de comunicación se le puede atribuir tal cuaderno 2/3.
antigüedad, como concepto teórico el nacimiento del rumor tiene su origen Bartlett,�F. (1920).Some ex-
periments on the Reproduc-
en los inicios del siglo XX. En concreto, según Froissart (2000), dichos orígenes tion of Folk-Stories. Folk-Lore,
vol. 31.
se sitúan en la obra de William Stern (1902), Fréderick Bartlett (1920) y Klif-
Kirkpatrick,�C. (1932). A
ford Kirkpatrick (1932), como antecesores inmediatos de la obra que supone Tentative Study in Experi-
mental Social Psychology.
el punto de referencia en el estudio del rumor, la Psicología del rumor, de Floyd
American Journal of Sociology,
Allport y Leo Postman (1947). vol. 38, p. 2.
Modelos de diseños de investigación. (1) Stern(2) Kirkpatrick, Bartlett, Allport y Postman P = Participante.
I = Investigador. R = Relato. L = Lectura. Basado en Froissart (2001).
Por su parte, Allport y Postman (1947) utilizan también el mismo método de Vínculos entre
repeticiones seriadas, tomando como material de base una serie de viñetas que investigadores
"El enfoque de Allport y Postman es diferente del que trata el rumor como una forma
de opinión pública y a la opinión pública como un complejo proceso colectivo. Asumen
que el contexto social en el que se producen los rumores puede reducirse a una simple
cadena de sujetos; que, por implicación, la amplia circulación del rumor no es nada más
que la adición de tales cadenas; y que el rumor puede ser explicado, al menos en parte,
por referencia a mecanismos psicológicos uniformes y omnipresentes como 'el proceso
economizador de memoria'.
Además, y quizás más importante, Allport y Postman proceden sobre la asunción de que
el rumor resulta básicamente de la distorsión en la percepción y en la comunicación
verbal unilateral."
"La principal limitación en el estudio experimental del rumor y otras formas de compor-
tamiento colectivo radica en el fracaso en producir, o incluso simular, estados motiva-
cionales comparables a los que se producen en la vida real."
4.1.2. Definiciones
Objeto Información
Objetivo Convencer
A éstas podemos añadir las que, según Kapferer (1989), serían las características
básicas del rumor:
4.1.3. Tipos
"Un hombre atrapado en la explosión de una de las torres del World Trade Center se subió
sobre restos del edificio que caía y eso lo salvó."
Allport y Postman (1946, 1967) idearon la fórmula probablemente más exten- Fórmula de transmisión
dida para explicar la difusión de los rumores. Según estos autores, la cantidad del rumor
Los autores ilustran de la manera siguiente el papel que tiene la importancia ¿Predecir el futuro?
del tema:
Evidentemente, al menos en
esta ocasión y a pesar del tópi-
"Por ejemplo, no podría esperarse que un ciudadano de Estados Unidos fuera a pasar co desinterés hacia otros países
rumores relativos al precio de los camellos en Afganistán, puesto que el asunto carecería por parte de los norteamerica-
de importancia para él, aunque es en verdad ambiguo. No estará tampoco dispuesto a nos, los ejemplos no son los
esparcir chismes sociales de alguna aldea albanesa, porque nada le importará lo que allá más acertados.
hagan."
• Acentuación
• Asimilación
Mugny (1980) plantea, basándose en estas leyes, que se está hablando de tres
tipos de transformaciones: 1) transformación simplificadora, es decir, omisión
de contenidos; 2) transformación racionalizante, es decir, adaptación, y 3)
transformación acentuadora, es decir, énfasis de algunos elementos.
"No hay evidencia en este estudio de un 'proceso economizador de memoria'. Parece más
probable que personas con poco interés olviden detalles, mientras que aquellas que están
interesadas los recuerden, al menos los detalles que consideren cruciales."
Una ligera variación de este modelo podría ser la representada por el modelo
2, en el que cada uno de los participantes puede interaccionar con más de un
receptor. No obstante, este modelo, tal y como lo hemos representado aquí,
seguiría teniendo la característica de linealidad, aunque en éste la transmisión
del rumor quedaría prácticamente asegurada, puesto que en un momento de
tiempo determinado no hay una única persona responsable de su transmisión
en el grupo o que tenga la capacidad para detenerla.
Por último, el tercer modelo, con una estructura de red, se acerca mucho más a Influencia
la realidad, puesto que en éste podemos apreciar que cualquier persona puede
Algunos autores se basan en
ser emisora y al mismo tiempo receptora de un mismo rumor, y puede tener, el modelo de influencia de La-
en cada momento, diferentes interlocutores. zarsfield, según el cual la in-
fluencia de una comunicación
persuasiva tiene que ver, so-
bre todo, con la actuación de
"Y una vez que el rumor ha entrado en una determinada estructura social, comienza a
"líderes de opinión", que son
circular repetidamente, transformándose y diversificándose a cada paso, hasta diluirse quienes reciben el mensaje en
por completo la responsabilidad por el origen del mismo. Es decir, el rumor va transitando primer lugar (y son influidos
por entre una red de relaciones interpersonales múltiples que no sigue normalmente un por el mismo) y, a su vez, lo
patrón lineal, incluso se adaptan al patrón ramificado. Más bien ofrecen el aspecto de una transmiten a los miembros de
red que implica múltiples conexiones en las que el mensaje se envía a distintas personas sus grupos en un proceso de
dentro del grupo, donde circula repetidamente. A medida que se envía y se recibe por "flujo en dos pasos". Ocurriría
distintas fuentes, los patrones de transmisión se van complicando, de tal manera que lo mismo con los rumores. Ha-
cualquier individuo no sólo envía mensajes a más de una persona, sino que también bría unas personas que serían
quienes los iniciarían y orienta-
los recibe de más de una. A lo que habría que sumar la circunstancia del traspaso de la
rían al resto del grupo.
información desde unas redes a otras a partir de posibles vínculos comunes."
Sánchez García, F. M. (1997). Los rumores. En L. Gómez y J. M. Canto Ortiz (eds.). Psico-
logía Social (pp. 321-338). Madrid: Pirámide.
Pascal Froisart (2000) menciona la descripción que realiza en 1911 una cola-
boradora de Stern, Rosa Oppenheim, de un caso de transmisión de rumor en la
prensa mundial. Según dicha autora, un periodista publica la información so-
bre la invención, por parte de un psicólogo (Hugo Münsterberg), de un detec-
tor de mentiras increíblemente eficaz. Durante semanas, la noticia circula por
los diarios de Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, llegando a publi-
carse unos trescientos artículos. Todo esto a pesar de los intentos del supuesto
inventor de negar la veracidad de la noticia, puesto que sus desmentidos, al
contrario que la falsa información, viajan lentamente y son poco resaltados.
Es fácil encontrar ejemplos de este tipo, casos en los que una noticia se pro-
paga a pesar de los desmentidos públicos de personas o instituciones. Con
anterioridad hemos visto la dificultad para desmentir el rumor sobre la trata
de blancas por parte de comerciantes judíos ("Rumor de Orleans"). A pesar de
la oficialidad de los desmentidos y de la relevancia de las fuentes, fue preciso
que transcurrieran dos meses hasta que desapareciera y la población volviera
a frecuentar aquellos comercios. Sin embargo, aquel periodo queda ridículo
ante la permanencia temporal de otros rumores que, como en el caso de las
leyendas urbanas que mencionábamos más arriba, pueden llegar a durar años.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 44 Procesos colectivos y acción social
Allport y Postman comentan que, durante los años de la Segunda Guerra Mun-
dial, cierto alto funcionario de la Oficina de Informaciones Bélicas afirmaba
que "el rumor corre por falta de noticias. Por consiguiente, debemos proporcio-
nar al pueblo noticias lo más exactas posibles, pronta y completamente" (All-
port y Postman, 1967, p. 32).
Sin embargo, para ellos esta afirmación no es del todo correcta, puesto que, en
ocasiones, es la existencia de noticias lo que hace que circulen todavía más ru-
mores. Por tanto, dar información no es la forma de eliminarlos o controlarlos.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 45 Procesos colectivos y acción social
El control de los rumores puede, por tanto, orientarse en dos direcciones: dar
la máxima información de la forma más precisa o combatir directamente el
rumor, difundiéndolo para atacarlo y ridiculizarlo.
La segunda fue inspirada por los hermanos Allport (Gordon y Floyd), quienes
crearon las "Clínicas del Rumor" (Floyd en Syracuse y Gordon en Harvard),
concebidas como una forma de combatir los efectos distorsionadores de los
rumores por medio de su examen y posterior publicación en la prensa local
de informaciones que los desmintieran. En esta labor colaboraban tanto psi-
cólogos como periodistas y empresarios, junto a grupos de voluntarios que
"recogían" los rumores que circulaban entre la población y los enviaban a los
coordinadores, que se encargaban de su crítica. La efectividad de los artículos Cartel propagandístico impreso por la Oficina
de Información de Guerra (Ben Shahn, 1942).
publicados, según Allport y Lepkin (1945), es alta, puesto que quienes leían
con regularidad la columna de la Clínica del Rumor era menos probable que
creyeran en los rumores antinorteamericanos.
Por último, Knapp menciona una serie de elementos que se deben tener en
cuenta para poder controlar los rumores:
"En el país de la felicidad tranquila y serena, la Arcadia, Pan guiaba tranquilamente sus
rebaños. Este dios de los pastores, medio hombre medio chivo, monstruo y seductor
a la vez, virtuoso de la flauta e incansable amante de las ninfas, poseía los rasgos más
inquietantes: podía surgir de repente desde detrás de un arbusto e inspirar súbito terror:
el pánico."
"Hablo desde el tejado del edificio de radiotransmisiones de la ciudad de Nueva York. Las
campanas que ustedes oyen advierten al pueblo que evacue la ciudad, debido al avance
de los marcianos. Se estima que en las dos últimas horas tres millones de personas se han
trasladado por las carreteras hacia el Norte; los automóviles pueden aún transitar por la
Avenida del Río Hutchinson. Eviten los puentes para ir a Long Island; están atascados
por la aglomeración del tráfico. Hace diez minutos quedó cortada toda comunicación
con la ribera de Jersey. No hay más defensa. Nuestro ejército, liquidado... La artillería, la
fuerza aérea, todo liquidado. Quizá sea ésta la última radiotransmisión. Permaneceremos
aquí hasta el final... En la catedral, debajo de nosotros, la gente se ha reunido (Voces que
cantan un himno).
Ahora mismo miro hacia el puerto. Toda clase de embarcaciones están abarrotadas de
gente que huye y se aleja de los muelles (Sirenas de vapor).
Las calles están atestadas de gente. La multitud hace un ruido parecido al que se oía en la
ciudad cuando se festejaba el Año Nuevo... Un momento... Ahora se divisa al enemigo.
Cinco grandes máquinas. La primera cruza el río. Puedo verla desde aquí vadeando el
Hudson como un hombre podría vadear un arroyo [...] Esto es el final. Sale humo..., humo
negro que se esparce sobre la ciudad. La gente en las calles lo ve ahora. Corren hacia East
River... Miles de ellos caen como ratas. Ahora el humo se esparce más rápidamente. Ha
llegado a la plaza Times. La gente intenta huir, pero inútilmente. Caen como moscas.
Ahora el humo cruza la Sexta Avenida... La Quinta Avenida... Está a cien metros... Está
a quince metros..." El dios Pan.
Cuando escribimos esto han pasado casi sesenta y tres años desde que, en la
noche de Halloween (30 de octubre de 1938) Orson Wells aterrorizara a un
gran número de estadounidenses con la emisión radiofónica de una adapta-
ción de La guerra de los mundos de Herbert George Wells (1898).
CC-BY-SA • P08/80510/02097 47 Procesos colectivos y acción social
Las afirmaciones de Cantril y otros sobre el impacto de esa difusión han sido
cuestionadas, e incluso se ha llegado a afirmar que, en realidad, no existió tal
nivel de pánico y que lo que hoy día conocemos sobre tal acontecimiento es
principalmente el resultado de una creación mediática (Miller, 1985). No obs-
tante, haya sido de mayor o menor intensidad, hayan sido unos cientos de
miles más o menos las personas que se han sentido impresionadas por una
emisión que creían real, haya sido mayor o menor el número de personas que
se sintieron presa del pánico, lo cierto es que la emisión de Wells constituye un
hito en los estudios sobre el pánico. Asimismo, se afirma que el pánico gene-
rado por esta emisión se ha replicado en fechas y contextos diferentes. Según
Bulgatz (1992), se produjeron resultados similares en las emisiones realizadas
en Santiago de Chile en 1944, en Quito en 1949, o en Portugal en 1974.
Sin embargo, la investigación realizada por Cantril, a partir de una serie de Una vez más, la guerra
entrevistas que realiza con posterioridad a la emisión radiofónica mencionada
Es importante señalar que aun-
con anterioridad, muestra que no se puede hablar de contagio de sentimien- que el libro de Cantril se refie-
tos, como podría desprenderse de los trabajos clásicos sobre multitudes, sino re a un acontecimiento ante-
rior, su publicación se produce
que, más bien, existe un amplio abanico de posibilidades en cuanto al tipo de durante el periodo de guerra.
En aquel mismo periodo publi-
reacciones que mostrarán las personas afectadas, dependiendo éstas de facto- ca otro artículo, dirigido explí-
citamente a la prevención de
res tanto sociales como psicológicos. posibles disturbios y conductas
de pánico con los que pueden
encontrarse los aliados al recu-
• Nivel de espíritu crítico (relacionado con el nivel de instrucción de la per- perar territorios de la Europa
ocupada.
sona).
Cantril, H. (1943). Causes
• Vulnerabilidad psicológica (relacionada con la confianza en uno mismo). and control of riot and panic.
Public Opinion Quarterly, 4,
• Preocupaciones. 669-679.
• Sentimiento de seguridad o inseguridad.
• Situación física y social (cercanía/lejanía del lugar del acontecimiento y de
la familia, y posibilidad o no de comportamiento autónomo).
Estos dos tipos de explicaciones quedan recogidos en el trabajo de Helbin, Far- Enlaces recomendados
kas y Vicsek (2000, p. 488), quienes describen de la siguiente forma la secuen-
Podéis encontrar informa-
cia típica de acontecimientos en una situación de escape ante una catástrofe: ción interesante sobre el pá-
nico (simulaciones, vídeos,
referencias, etc.) en http://
• Las personas se mueven o intentan moverse más rápido de lo normal. angel.elte.hu/~panic Asi-
mismo, podéis encontrar un
• Las personas empiezan a empujarse, y sus interacciones empiezan a ser de
amplio listado de progra-
naturaleza física. mas de simulación en http://
ces.iisc.emet.in/energy/
• El movimiento, y especialmente el paso de embotellamientos, se hace des- HC270799/ibm.html (no de-
coordinado. jéis de consultar la sección
"Human crowds: motion and
• Se observan atascos en las salidas. psychology").
• Se incrementan las interacciones físicas entre la masa embotellada, que
producen presiones peligrosas, que pueden llegar a derribar paredes u otras
barreras físicas.
• La huida se ralentiza a causa de las personas caídas que actúan como obs-
táculos.
• Las personas muestran una tendencia a la conducta de masa, es decir, a
hacer lo que hacen los demás.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 49 Procesos colectivos y acción social
a) Simulación de grupo de personas intentando escapar de una sala con humo y dos salidas no visibles. b) Número de personas
que consiguen escapar dependiendo del nivel de pánico. Helbin, Farkas y Vicsek (2000).
La artificialidad experimental
Las simulaciones realizadas por Helbin, Farkas y Vicsek pueden ofrecer datos Modelo de botella utilizada para el
experimento de Alexander Mintz.
Tras el atentado de 1993 en las Torres Gemelas del World Trade Center, Agui-
rre, Wanger y Vigo (1998), llevaron a cabo una investigación entrevistando
a personas que se encontraban en las torres en el momento de la explosión,
para evaluar en qué medida estas predicciones eran correctas. Sus resultados
indican, en primer lugar, que a pesar de la confusión generada por la explosión
(que inutilizó el sistema eléctrico y los sistemas de comunicación) la evacua-
ción se hizo de forma relativamente ordenada, sin que se produjeran escenas
de pánico. El segundo resultado, probablemente el más relevante, indica que
el tiempo de evacuación era superior en los casos de grupos de personas que
se conocían entre sí.
Así, los autores concluyen que, cuanto mayor es la extensión en que la bús-
queda de significado, inherente en el proceso de milling, se focalice en la defi-
nición de la situación como una crisis grave que requiere una respuesta fuera
de lo común, mayor será el tiempo necesario para movilizar e iniciar la evacua-
ción. Igualmente, desde esta teoría se reconoce que el proceso de interacción
simbólica en situaciones de comportamiento colectivo se centra en parte en la
identificación de las habilidades, experiencias previas y otras instrumentalida-
des entre los participantes. Estos elementos de la situación constituyen los re-
cursos que emplean las personas para responder al cambio con que se enfren-
tan. Su uso lleva tiempo y ralentiza el inicio del comportamiento colectivo.
Como vemos, la explicación teórica parece razonable, aunque los efectos prác-
ticos parece que vayan en contra de la lógica y, sobre todo, no sean del todo
halagüeños. Si estamos en una situación de emergencia, reaccionaremos con
más rapidez si estamos aislados que si nos encontramos junto a otras personas,
y nuestra reacción será todavía más lenta si esas personas son conocidas nues-
tras. El único consuelo que nos queda es que, aunque lenta, probablemente
la respuesta, dado que ha implicado una evaluación de la situación y de los
recursos disponibles para afrontarla, también sea más correcta, más eficaz.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 52 Procesos colectivos y acción social
A nadie, por lo menos en nuestro contexto sociocultural, le resultará extraña la La red universal
referencia a las "comunidades virtuales", un concepto que ha pasado a formar
Evidentemente, somos cons-
parte de nuestro lenguaje cotidiano y, en algunos casos, de nuestras prácticas cientes de que las afirmaciones
cotidianas. Desde la aparición de Internet, las comunidades de usuarios han que hacemos son totalmen-
te contextuales. A pesar de la
ido floreciendo a un ritmo imparable, adoptando las más diversas formas. Sin pretendida universalidad de "la
red de redes", todavía hoy día
embargo, no es nuestra intención hablar de Internet o de las comunidades es muy fácil encontrar en nues-
tro contexto a muchas perso-
virtuales en general, sino que lo que haremos en este apartado será ofrecer nas que, aunque han oído ha-
unos breves "apuntes" sobre un aspecto concreto, la resistencia en la Red, es blar de Internet, no saben, en
realidad, en qué consiste. Más
decir, los movimientos (colectivos, sociales) de oposición, protesta, lucha, etc. preocupante es quizá que aún
hoy día existen muchos luga-
surgidos gracias a Internet. res del planeta en los que ni si-
quiera se ha oído hablar de la
Red. El impacto social de las
Es evidente que relacionar de una manera tan directa Internet con movimien- transformaciones vinculadas a
Internet sigue siendo un privi-
tos de protesta y resistencia puede llevarnos a confundir el contenido con el legio de unos pocos.
medio (aunque McLuhan decía que "el medio es el mensaje"). No es privilegio
de Internet ser el medio de difusión de este tipo de contenidos. Los periódicos
alternativos, las radios libres, etc. existen desde hace tiempo. Por tanto, ¿qué
es lo que, desde nuestro punto de vista, hace tan especial a Internet?
Agencia alternativa
Uno de los capítulos del libro de Boyd-Barret y Rantanen está dedicado a una agencia de
noticias "alternativa" (Inter Press Service), que desde 1990 se preocupa por " hacer oír las
voces de los países en vías de desarrollo", que considera que deben jugar un papel en la
promoción de una forma de comunicación democrática y participativa, y que centra su
atención en temas relacionados con la globalización.
Una opinión en cierta forma parecida es la que mantiene Pierre Lévy (1998),
quien, desde nuestro punto de vista, plantea una acertadísima diferenciación
entre los medios de comunicación de masas tradicionales e Internet. Los pri-
meros se caracterizan, en términos de Lévy, por la "universalidad totalizante",
es decir, por la transmisión de mensajes en una sola dirección y que tienen
la pretensión de ser acontextuales, interpretables de la misma forma en todo
CC-BY-SA • P08/80510/02097 54 Procesos colectivos y acción social
ciones políticas aparte, lo que destaca en este caso no es que se utilice Internet
como medio de comunicación, sino que también se utiliza como una forma
de organizar y mantener una red internacional de apoyo que dificultó la re-
presión gubernamental sobre los zapatistas.
"Ésta fue la clave del éxito de los zapatistas. No que sabotearan deliberadamente la eco-
nomía. Pero estaban protegidos de la represión abierta por su conexión permantente con
los medios de comunicación y sus alianzas a escala mundial a través de Internet, forzan-
do a la negociación y poniendo el tema de la exclusión social y la corrupción política a
la vista y oídos de la opinión pública mundial."
Software libre
"tienes la libertad para ejecutarlo, sea cual sea el motivo por el que quieres hacerlo; tienes
la libertad de modificar el programa para adaptarlo a tus necesidades (en la práctica, para
que esta libertad tenga efecto, tienes que poder acceder al código fuente, ya que introducir
modificaciones en un programa del que no se dispone del código fuente constituye un
ejercicio extremadamente difícil); dispones de la libertad de redistribuir copias, ya sea
gratuitamente o a cambio de una cantidad dinero; tienes libertad para distribuir versiones
modificadas del programa, de tal manera que la comunidad pueda beneficiarse de tus
mejoras."
"La verdadera innovación del sistema GNU/Linux no sólo reside en su dimensión 'tec-
nológica' (el núcleo portable), sino también en los mecanismos sociales de producción
de la innovación que se ponen en juego alrededor suyo. En efecto, una de las mayores
fuerzas de este sistema operativo –que puede explicar ampliamente su éxito actual– es no
solamente su fuerte contenido innovador, sino sobre todo haberlo basado en el poten-
cial creativo existente en el software libre, y después en la utilización de la red Internet
como espacio donde se elaboran nuevos proyectos y en el que se pone en marcha una
cooperación masiva y abierta."
"Es un consuelo y un placer cuando veo un regimiento de hackers excavando para man-
tener la trinchera, y caigo en cuenta que esta ciudad sobrevivirá –por ahora. Pero los peli-
gros son mayores cada año que pasa, y ahora Microsoft tiene a nuestra comunidad como
un blanco explícito. No podemos dar por garantizado el futuro en libertad. ¡No lo dé por
garantizado! Si usted desea mantener su libertad, debe estar preparado para defenderla."
Quizá es ahora el momento de volver a leer las explicaciones teóricas que he-
mos ofrecido sobre el comportamiento colectivo. Es posible que, tras ver estas
nuevas formas, sea más difícil (si no lo era ya antes) aceptar teorías como la
del contagio o como la de la convergencia. Estamos hablando de comunida-
des, de comunidades virtuales, sin contacto físico, que son capaces de actuar,
de reaccionar frente a lo que consideran opresión. Quizá sea el momento de
repasar las explicaciones en términos de identidad.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 56 Procesos colectivos y acción social
7. Anexos
7.1. Anexo 1
Hijos de la ira
Una minoría de violentos destruye el mito del oasis cívico en Barcelona, donde la policía
calcula que 1.300 jóvenes de grupos antifascistas se enfrentan a 1500 cabezas rapadas.
GUILLEM MARTÍNEZ
Es difícil definirlos con precisión. Son los jóvenes anti. Los que se rebelan contra las em-
presas de trabajo temporal, los que ocupan viviendas abandonadas. Pero lo que despier-
ta inquietud es el tono cada vez más violento de sus protestas. El último estallido del
pasado 12 de octubre en Barcelona ha puesto al descubierto un movimiento de miles de
jóvenes con ideas diversas, anarquistas, comunistas o genéricamente antifascistas. En la
otra orilla, los jóvenes de estética skin, de ideología ultra, desafían a las ciudades con su
actitud violenta.
Es difícil realizar un dibujo. Los movimientos alternativos desconfían mucho de los me-
dios de comunicación. La comunicación de un periodista con estos movimientos no
acostumbra a ser fluida. La impresión visual y auditiva es que son jovencísimos, con un
discurso político elaborado que, como sucede en todos los discursos elaborados, tiene sus
propias palabras sagradas. Quizá son palabras como asamblea, o autogestión, o anti.
Un joven golpea los cristales de un establecimiento en la manifestación antifascista del pasado 12 de octubre (C. Ribas).
CC-BY-SA • P08/80510/02097 57 Procesos colectivos y acción social
La violencia desatada tras la marcha antifascista del 12-O ha desdibujado la imagen difusa
que se tenía de estos colectivos. Al final de la marcha antifascista del 12-O hubo tomate
entre la policía y, en esta ocasión, un grupo de unos 200 jóvenes alternativos, desgajados
de la manifestación. Los enfrentamentos fueron duros y, al parecer, más planificados y
preparados en ambos bandos que en años anteriores.
Entre carga y carga, los manifestantes infligieron daños a comercios y a mobiliario ur-
bano por valor de cuatro millones de pesetas. Esos destrozos, poco habituales en la ciu-
dad, fueron condenados al día siguiente por el Ayuntamiento y por todos los partidos, y
quedaron registrados por las cámaras de los medios de comunicación. Fueron vistos por
los habitantes de una ciudad que no entendía nada.
Diversos colectivos del barrio forman una Plataforma Antifascista, que organiza la con-
tramanifestación matutina, y luego, comidas populares y debates. "Este año, el ambiente
estaba caldeado. La noche anterior apalearon en el barrio de Sants a tres chicos que lle-
vaban el pelo largo. Por la mañana se apuñaló a otro. En Sabadell se vivía una escalada
de ataques skins a diversos locales ocupados".
Resulta difícil hablar con personas que estuvieron en los sucesos acaecidos tras la ma-
nifestación. Los movimientos alternativos culpan a los medios informativos de crear la
"alarma social" argumentada por la juez en sus decisiones. También se ha dado el caso
de que todos los miembros de un colectivo okupa que participaron en un programa de
la televisión autonómica TV-3 fueron detenidos por la policía acusándoles de un hecho
ocurrido posteriormente en Terrassa.
El portavoz de la asamblea plantea serias dudas sobre los verdaderos causantes del albo-
roto. Explica que no estuvo en los hechos ocurridos tras la manifestación, "pero por lo
visto pasaron cosas raras. Había encapuchados en la mani que luego resultaron ser secre-
tas. Me han dicho que los grandes animadores de una barricada se sacaron unas esposas
de sus mochilas y esposaron a los que había al lado. Pero yo no lo he visto".
Una madre de una detenida, funcionaria, cuarenta y tantos años, vecina del barrio, expli-
ca: "Cada año, desde hace seis, la gente del barrio, jóvenes, vecinos, marujas, participa en
la contramanifestación antifascista. Este año no pude ir, pero me han explicado historias
de provocaciones como las de antes, cuando era hippy e iba de manis. Se vio a gente
tirando piedras que luego detuvieron a manifestantes en la calle de Brasil. La pregunta
es: si cada año se ha convocado esta manifestación, ¿por qué este año se ha pasado todo
de vueltas? Este año ha habido muchos cambios. Por ejemplo, han detenido a mi hija. Y
CC-BY-SA • P08/80510/02097 58 Procesos colectivos y acción social
se ha tratado todo de manera que, al final, Ynestrillas ha quedado como un santo, y los
jóvenes del barrio, como peligrosos violentos".
Un portavoz de una asociación de vecinos del barrio, un señor de 60 años que habla
muy fluidamente y conoce a los chicos de los movimientos alternativos del barrio por
sus nombres de pila, explica así la violencia del 12-O: "La manifestación fascista es un
acto cargado de violencia por sí mismo. Cada año pedimos al distrito que no la autorice.
El distrito es el responsable de la violencia resultante". Respecto de los destrozos prota-
gonizados por los 22 jóvenes, el vecino razona: "¿Qué pasó? Ni idea. Supongo que pa-
só la mímesis. Alguien rompió un vidrio y luego alguien rompió otro. Es una pena. A
los chicos de los movimientos alternativos les ha costado introducirse en el tejido social
del barrio. Ahora estaban plenamente introducidos. Toda esta violencia que practicaron
cuatro gatos les ha perjudicado".
¿Cómo visualizan la violencia los movimientos alternativos? ¿La ven como una posibi-
lidad? El portavoz de la asamblea matiza que hay muchos tipos de violencia cotidiana:
"Veo que la sociedad distribuye injustamente su riqueza y que hay diferencias en la igual-
dad de oportunidades. Esto también es violencia". Respecto de los destrozos violentos
del 12-O opina que esta violencia es esporádica y que no es comparable a la violencia
de los jóvenes fascistas: "La violencia nazi es cotidiana y dirigida hacia los más débiles.
Los movimientos sociales alternativos tienen, en general, una buena relación con el te-
jido asociativo de las ciudades. El movimiento okupa, por ejemplo, no es agresivo por
sí mismo. Lo que genera violencia es el capitalismo, que condena sectores sociales a la
exclusión, al paro, a la precariedad".
Un okupa de Sabadell, ciudad en la que en los últimos días diversos inmuebles ocupados
han recibido cócteles molotov lanzados por skins, habla de la violencia. Tiene 19 años,
estudia sociología: "La violencia es un fenómeno existente en la sociedad. El Estado tiene
el monopolio de la violencia, y tú aceptas un grado de violencia sobre ti. En la sociedad se
producen diversos grados de violencia. Lo que tú llamas violencia juvenil es una respuesta
violenta a las situaciones que sufre la juventud ante el mercado de trabajo, los contratos
precarios y la imposibilidad de sindicarse. No sé si lo sabes, pero en una ETT no puedes
estar sindicado. No está prohibido, claro, pero a mí, por ejemplo, me han echado de dos
ETT por estar afiliado a un sindicato. A la CGT. Existe una necesidad de organización y
una imposibilidad de llevarla a cabo, que no veo positiva. Para lograr cambios estamos
volviendo a unas formas de participación obrera parecidas a las que había a principios
de siglo: la clandestinidad, hacer las cosas encapuchados".
Una de las detenidas, una chica de veintipocos años, vestida con alguna prenda lila,
explica que la única relación que ha tenido con la violencia fue su detención tras los
sucesos del 12-O: "No pertenezco a ninguna organización. Me detuvieron cuando venía
de tomar el vermú. Por dos razones: era joven y gastaba cierta estética. En comisaría, una
policía me abofeteó. Le pedí el número de su placa. No me lo dio. Me trasladaron a otra
comisaría. Pasé 28 horas en un calabozo, sin abogados. No se me dejó ir al váter. A una
chica que venía con una herida en la cabeza no se le dio atención médica. Nos debieron
de poner alguna cosa en la comida, pues tras la comida nos quedábamos dormidas. Estoy
indignada: mientras la juez decidía sobre mi futuro, los diarios decían que tenía contactos
con Jarrai".
El mito catalán es el oasis catalán, una sociedad civil poderosa que sabe gestionar sus
problemas con cierta gracia, que tiende a rechazar las estridencias, que es permeable al
diálogo consigo misma y que ha sabido transmitir cierta cultura democrática y tolerante
a través de las generaciones. En un periodo de pocas semanas, el oasis se ha sorprendido,
además de por los hechos del 12-O, por la detención de varios jóvenes fascistas acusados
de ejercer la violencia física contra inmigrantes.
En Sabadell, diversos inmuebles ocupados por movimientos alternativos han sufrido va-
rios atentados por parte de skins derechistas –uno de los agresores ha sido detenido es-
ta misma semana. En diversas poblaciones catalanas se han producido atentados contra
comisarías, coches de policías, cajeros automáticos y el domicilio de una concejal del PP.
La escalada skin se atajó con una presión policial y judicial. "Se produjo un efecto di-
suasorio. Pero en poco tiempo los grupos se regeneran. Entre septiembre y octubre, por
ejemplo, se han practicado 60 detenciones en 22 operaciones de distintos cuerpos poli-
CC-BY-SA • P08/80510/02097 59 Procesos colectivos y acción social
ciales. Esto tendrá su efecto, pero reaparecerán". Describe a los skins como un fenómeno
interclasista asociado al fracaso escolar, al paro, a la frustración por no alcanzar los niveles
económicos de sus padres. "Hay mucho skinqui que va rapado y que utiliza simbologías
fascistas, pero son eso, quinquis, y que hacen lo que hacían las bandas de barrio en los
setenta".
Aunque también hay skins de izquierda, como los redskins y los skinsharps, "actualmente
hay en Cataluña unos 1.500 skins derechistas que son activos u ocasionalmente activos.
La actividad de unos 1.300 tiene que ver con el fútbol, aunque practiquen la multimi-
litancia. Unos 1.000 son boixos nois, y unos 300, brigadas blanquiazules". Los últimos
nueve skins detenidos y vinculados al grupo de Ynestrillas eran de este tipo, ultras del
RCD Espanyol. "Yo diría que activos, en total, habrá unos 600, de los cuales unos 200
son realmente violentos".
El dibujo que hace la seguridad del Estado de los movimientos alternativos es diferen-
te. "A los okupas, yo prefiero llamarles antisistema". La policía fija en un centenar los
inmuebles ocupados en Barcelona. "Con la ocupación del cine Princesa" –ocupación que
finalizó con una aparatosa y criticada intervención policial, que la ciudadanía pudo ver
por televisión–, "el fenómeno se extendió. Yo diría que tiene algo de moda. Hay mucha
gente que hace de okupa los fines de semana y hace en las casas ocupadas lo que todo el
mundo cuando es joven. Los antisistema tienen también un origen interclasista. A veces,
en una casa ocupada, hay mucho niño bien".
La policía cuantifica el movimiento en unos 1.300, de los cuales unos 900 serán inde-
pendentistas, de los cuales, a su vez, 450 serían muy activos. Otros 400 serían anarquistas
o comunistas. De éstos, 100 serían muy activos. "Los violentos no sobrepasarán, en total,
los 200. En la contramanifestación del 12-O, éste era el número de violentos. Tenían la
contramanifestación planificada. Se retiraron de manera ordenada y destructora. Eso aquí
no es normal". La policía ve en esto un cambio cualitativo importante: "Las situaciones
violentas, antes no se daban con esta gente. Sólo ofrecían resistencia en los desalojos.
Ahora hay otra respuesta".
Parece, no obstante, que los vínculos con Jarrai no están tan claros. Otra fuente policial
opina que "algún grupo independentista y marxista-leninista clásico habrá tenido con-
tactos con Jarrai. Y con otros grupos de diversa índole. Esto se puede hacer hasta por
Internet, y no creo que sean contactos organizados. Lo que aquí hay es una copia del
estilo. Después de lo del 12-O se han producido ocho atentados y en alguna manifesta-
ción se han coreado nombres de periodistas. Esto es el estilo de Jarrai, aunque es posible
que sea puro mimetismo". El policía también opina sobre la prisión incondicional de los
detenidos: "En cuanto a la actuación posterior de los jueces..., mira, nos hubiera parecido
adecuado el cargo de asociación ilícita a los skins detenidos hace unos días y vinculados
al grupo de Ynestrillas".
Un suboficial de la policía analiza los datos de esta problemática: "En el informe Raxen,
elaborado por el Movimiento por la Tolerancia y subvencionado por el Ministerio de
Asuntos Sociales, se fija que en Cataluña hay 3.000 intolerantes. Yo creo que se trata,
en su mayoría, de personas con estética skin e ideología muy superficial, que cuando en-
cuentran a una persona débil se aprovechan. Últimamente ha habido muchas agresiones
skins de este tipo.
Todo esto provocó que la Plataforma Antifeixista, que cada año convoca la contramani-
festación del 12-O, participara de actitudes más contundentes. A los manifestantes que
se enfrentaron a la policía, los vi organizados, pero no entrenados como se ha dicho".
"Existe información para preparar esos actos en libros que se pueden comprar el día de
Sant Jordi en la calle. No creo que haya habido contactos con Jarrai. La organización PUA
ha reconocido contactos. Pero son contactos normales entre grupos políticos homólo-
gos, y se han producido en periodos de vacaciones. No han sido contactos técnicos ni
formativos. El hecho de que el Ministerio del Interior y la delegada del Gobierno, Julia
García Valdecasas, hayan vinculado a los detenidos con Jarrai tiene cierta intención que
se me escapa".
Para las fuentes policiales, la violencia skin y esta violencia ejercida por minorías de los
movimientos alternativos no tienen mucho que ver. El suboficial incluso matiza que "el
antirracismo es más amplio que el fascismo. Engloba aquí a toda la sociedad, es amplio
y da cabida a mucha más gente. La pregunta es: ¿estas actividades violentas que estamos
viendo tendrán lugar cuando se libere a los 14 detenidos o, por lo contrario, adquirirán
una plataforma estable? Yo, personalmente, creo que los okupas no son un radicalismo
violento. Necesitan sentirse aceptados por la sociedad. Sobre todo en Sants, donde los he-
chos violentos del 12-O han creado cierto distanciamiento de la gente hacia los okupas".
El portavoz de la seguridad del Estado plantea otra diferencia entre ambas violencias: "El
radicalismo de derechas se encauza sin problemas. La gente quiere que detengas skins, y
CC-BY-SA • P08/80510/02097 60 Procesos colectivos y acción social
se alegra cuando eso se hace. Con el radicalismo de izquierda, la cosa es más difícil. La
izquierda política no debería dar alas a ese tipo de violencia. Hay que condenar lo que se
hizo el 12-O. Hay que condenar los ocho atentados posteriores. Hay que aceptar que los
jóvenes tienen que expresar su descontento de otras maneras".
El oasis, que condenó unánimemente los hechos violentos del 12-O, ha movilizado a
su famosa sociedad civil para condenar también la prisión preventiva indefinida de los
detenidos. El Ayuntamiento, la Universidad, el Colegio de Abogados, catedráticos de De-
recho Penal, se han declarado en contra. Jaume Asens, uno de los abogados de los dete-
nidos y experto en el tema okupa –ha sido defensor de varios colectivos y está escribien-
do su tesis doctoral sobre ese tema–, se plantea así los autos de prisión preventiva: "Es
una medida drástica y sin precedentes, que invalida los valores del Estado democrático
e implican que hay colectivos que reciben un trato diferente". Es aquí donde encuentra
cierto peligro social: "El movimiento okupa, por ejemplo, está compuesto por gente jo-
ven, superpolitizada, con inquietudes, que quiere cambiar la realidad. Este y otros movi-
mientos se relacionan con la tradición asociativa de la sociedad civil catalana. Cuando se
reprimen y se criminalizan estos movimientos tengo miedo a que no se puedan integrar
en positivo en la sociedad. Tengo miedo a que las experiencias personales que muchos de
esos chicos y sus padres han vivido en tribunales, comisarías y furgonetas de las brigadas
antidisturbios se traduzcan en desengaño y en actitudes de crispación personal".
7.2. Anexo 2
Día de la Hispanidad
EFE. Barcelona
Un grupo de unos 200 jóvenes radicales han destruido hoy contenedores, coches, enti-
dades bancarias y un sinfín más de bienes públicos y privados en el barrio de Sants de
Barcelona, como protesta por la celebración del Día de la Hispanidad.
Durante una hora, los alborotadores, entre los que se contaban adolescentes supuesta-
mente independentistas, okupas, radicales de izquierdas, extranjeros e incluso boixos
nois, han destrozado todo lo que encontraban a su paso, sin que la Policía haya buscado
el enfrentamiento.
Fuentes policiales han indicado que el objetivo primordial era evitar que se encontraran
estos descontrolados y los cerca de 400 asistentes ultras al acto de homenaje a la bandera
española, celebrado en Montjuic con motivo del Día de la Hispanidad.
7.3. Anexo 3
NORMAN BIRNBAUM
Sería fácil excusar a los medios de comunicación con razones bíblicas ('Perdónales por-
que no saben lo que hacen'). Sin embargo, la mayoría de nuestros directores y periodistas
no son simplemente ignorantes: son conformistas y venales. Tal vez sus energías críticas
quedaron exhaustas en sus luchas homéricas contra los lances libidinosos de Clinton.
Están indefensos ante las dudas europeas sobre nuestra capacidad, la hostilidad musul-
mana hacia nuestro respaldo a Israel y la guerra contra Irak y los estragos de la globali-
zación. No está claro cuál es su característica más sobresaliente, si la complacencia o el
provincianismo. La prensa que piensa de sí misma que es libre es en realidad un gigan-
tesco ministerio de propaganda, que recicla interminablemente las razones, cada vez más
huecas, con las que Estados Unidos se justifica a sí mismo.
7.4. Anexo 4
El pánico
Las cámaras sólo enfocaban la cima de las Torres, una de las construcciones más altas
del mundo. Pero imagínense a miles de personas presas de pánico corriendo hacia la
parte alta de Manhattan. Cientos de personas saliendo despavoridas de las Twin Towers
y otras tantas muertas, aunque aún se desconoce el número de víctimas. Según la CNN,
los conductores que circulaban por el corazón de Manhattan han "saltado" de sus coches
para ayudar a la gente aterrorizada.
"Hubo gente que se lanzó al vacío desde el World Trade Center (las Torres Gemelas). Fue
una situación horrible, horrible", dijo el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.
Algunos empleados que se encontraban trabajando en las Torres Gemelas dijeron sentir
una "enorme explosión" y cómo el edificio entero comenzó a temblar, tras lo cual salieron
corriendo escaleras abajo para evacuar el edificio.
Afuera, "había gente llorando, gritando, corriendo, ya fueran policías, particulares o bom-
beros. Todos", exclamó un testigo.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 64 Procesos colectivos y acción social
Resumen
En este módulo hemos presentado algunos puntos de referencia que nos per-
miten definir, situar e identificar el comportamiento colectivo y los fenóme-
nos a los que se hace referencia con este término, examinar sus características
principales y conocer y valorar las explicaciones que diferentes perspectivas
teóricas en la Psicología social nos ofrecen de estos fenómenos.
En segundo lugar, hemos realizado un breve recorrido por las principales pers-
pectivas teóricas del comportamiento colectivo. Con este objetivo hemos par-
tido de las explicaciones más psicologistas, que asumen la homogeneidad del
comportamiento de los miembros de la masa, así como la irreflexibilidad e
irracionalidad de la misma (como las teorías del contagio y de la convergen-
cia), hemos pasado por las explicaciones que ponen mayor énfasis en la defi-
nición de la situación y las condiciones en que se da la conducta de masas en el
seno de un grupo (como las que nos ofrecen la teoría de la norma emergente y
la del valor añadido o tensión estructural), hasta llegar y prestar especial aten-
ción a las explicaciones más propiamente sociales que nos ofrecen las teorías
de la identidad social.
Actividades
Éstas que os proponemos sólo constituyen una pequeña muestra del tipo de actividades que
podéis realizar, dado que, básicamente, consisten en mirar el mundo que nos rodea para
intentar "leerlo" con una determinada perspectiva; en este caso, la de los comportamientos
colectivos. Os sugerimos que, además de estas actividades, realicéis un ejercicio constante
de análisis de la actualidad, identificando fenómenos del tipo de los desarrollados en este
capítulo, e intentando explicarlos en función de los conceptos desarrollados.
1. Leed los artículos de los anexos 1 y 2. Intentad explicarlos según las diferentes teorías
desarrolladas para la explicación de los comportamientos colectivos. Comparad estos acon-
tecimientos con otros similares en los que se hayan producido enfrentamientos entre mani-
festantes y policías.
2. Leed el artículo del anexo 3 ("Peor que el ántrax") y analizadlo desde el punto de vista de
las teorías sobre la transmisión y control del rumor.
3. Leed el artículo del anexo 4. Intentad encontrar en la prensa (o en otras fuentes) otras des-
cripciones de la evacuación de las Torres Gemelas. Haced lo mismo con alguna otra catástrofe
reciente. Describid los acontecimientos y el tipo de conducta de las personas implicadas.
Ejercicios de autoevaluación
1. La ... afirma que, cuando las personas se enfrentan a una situación inusual, crean signifi-
cados que definen y dirigen la situación.
2. El autor que ha ejercido una mayor influencia en la teorización sobre las masas ha sido...
a) Scipio Sighele.
b) Gustave Le Bon.
c) Gabriel Tarde.
d) Sigmund Freud.
3. Los procesos que, según Le Bon, llevan a la conducta violenta de las masas son...
a) Turner y Killian.
b) Steve Reicher.
c) Smelser.
d) ninguno de los autores anteriores.
a) falsa.
b) no confirmada.
c) improbable.
d) Todas las anteriores son correctas.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 68 Procesos colectivos y acción social
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
1.�c
c)�Correcta. Teoría de la norma emergente.
2.�b
b)� Correcta. Gustave Le Bon. Aunque puede que sus planteamientos no fueran del todo
originales, es sin duda quien ha ejercido una mayor influencia, tanto teórica como ideológica.
3.�c
c)�Correcta. Anonimato, contagio y sugestibilidad.
4.�d
d)�Correcta. Ninguno de estos autores. Turner y Killian proponen la teoría de la norma emer-
gente, Reicher defiende el modelo de identidad social (o el modelo elaborado de identidad
social) y Smelser plantea la teoría del valor añadido.
5.�b
b)�Correcta. Información no confirmada. Aunque a posteriori pueda llegar a demostrarse
que la información que contienen es falsa, lo que los caracteriza es que se transmiten sin que
haya confirmación de su veracidad.
CC-BY-SA • P08/80510/02097 69 Procesos colectivos y acción social
Glosario
categorización social f Conjunto de procesos que permiten ordenar el entorno e identi-
ficarnos con el mismo en términos de determinadas agrupaciones, por ejemplo, como grupo
de pertenencia o de referencia.
conducta normativa f Conducta regida por las normas existentes en un grupo, normas
generadas por el propio grupo. Es, por tanto, una conducta que el mismo grupo trata como
esperable, adecuada o que se debía dar.
masa f Conjunto de personas, próximas las unas a las otras, en el que la conducta de unas
ejerce algún tipo de influencia sobre la de las otras.
pánico m Miedo colectivo experimentado simultáneamente por todos los miembros de una
población y que se traduce, por ejemplo, en reacciones de huida, de agitación desordenada,
de violencia o de suicidio colectivo.
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