Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Es de carácter esencial y obligatorio que en las funciones del estado se preocupe por
promover acciones de políticas en las que busque una mejor calidad de vida para cada
ciudadano en la que se brinde el derecho a poder recibir la atención médica adecuada,
según las enfermedades o tratamientos que sean requeridos para la necesidad de cada
persona. Por esto es que debe ser el Estado el actor principal para responsabilizarse y
comprometerse con el progreso y la mejoría de la sociedad al dar respuestas ante la
atención de una buena salud en la que se le cumplan las necesidades físicas o de salud que
requieran de una atención respecto a las entidades de la salud, por lo que cada año es más
frecuente los malos servicios que son prestados en cuanto a la salud y al saneamiento
ambiental en las que el estado no establece como prioridades los derechos de cada persona.
Por esto se requiere la acción de tutela que ha sido consagrada para proteger los derechos
constitucionales fundamentales de carácter individual, es procedente intentar esta, cuando
se trata de la presunta vulneración o amenaza de un derecho relativo al ambiente sano, pues
en estos casos, en presencia de la conexidad de los derechos colectivos y fundamentales
vulnerados, prevalece la acción de tutela sobre las acciones populares, convirtiéndose así en
el instrumento judicial adecuado para el amparo oportuno de los derechos amenazados.
Este derecho se concibe como un conjunto de condiciones básicas que rodean a la persona
y le permiten su supervivencia biológica e individual, lo cual garantiza a su vez su
desempeño normal y su desarrollo integral en el medio social.
En este sentido, el ambiente sano es un derecho fundamental para la supervivencia de la
especie humana; sin embargo, la vulneración del mismo conlleva en determinados casos, al
quebrantamiento de derechos constitucionales fundamentales como la vida o la salud. Por
consiguiente, como lo dispuso el constituyente de 1991, el Estado debe garantizar el
derecho a gozar de un ambiente sano y adoptar las medidas encaminadas a obtener el
mejoramiento de la calidad de vida de la población y el aseguramiento del bienestar
general, a fin de evitar que se causen daños irreparables a la persona, ya que en tales
circunstancias, dicho derecho es susceptible de ser protegido, a través del ejercicio de la
acción de tutela.
La Corte Constitucional ha desarrollado el carácter fundamental de la salud como derecho
autónomo, definiéndolo como la facultad que tiene todo ser humano de mantener la
normalidad orgánica funcional, tanto física como en el plano de la operatividad mental, y
de restablecerse cuando se presente una perturbación en la estabilidad orgánica y funcional
de su ser”, y garantizándolo bajo condiciones de “oportunidad, continuidad, eficiencia y
calidad, de acuerdo con el principio de integralidad”. Además ha dicho que el derecho a la
salud obedece a la necesidad de abarcar las esferas mentales y corporales de la personas y a
la de garantizar al individuo una vida en condiciones dignas, teniendo en cuenta que la
salud es un derecho indispensable para el ejercicio de las demás garantías fundamentales.
La finalidad que tiene de la norma al establecer el requisito de la autorización previa del
Ministerio de la Protección Social para efectos de contratar con I.P.S. diferentes de las
E.S.E. los servicios de promoción y prevención en salud es la de garantizar el adecuado uso
de los escasos recursos económicos que alimentan el SGSSS, evitando que los mismos se
despilfarren o desvíen por efectos de la corrupción administrativa, e incluso, por la presión
de los grupos armados ilegales, habida cuenta de las dos excepciones que la medida
consagra (incapacidad e incumplimiento de labores previamente contratadas) para casos en
los que objetivamente el Estado no ha tenido la capacidad o la solvencia para salvaguardar
el derecho fundamental a la salud de la población más pobre del país.
Encuentra la Sala que la intervención del Ministerio de la Protección Social en los casos
previstos en la norma acusada, constituye una medida idónea y necesaria para lograr la
eficacia del derecho a la salud de los afiliados al régimen subsidiado cuando, en
determinada entidad territorial, las Empresas Sociales del Estado no tienen la capacidad
instalada o han demostrado incumplimiento de contratos acordados para prestar adecuada,
continua y eficientemente los servicios de promoción y prevención en salud, y resulta
razonable y proporcional, porque no sacrifica valores y principios constitucionalmente
protegidos, que el legislador hubiere permitido a dicho ministerio la valoración de
idoneidad y capacidad de las Empresas Sociales del Estado. Por lo tanto, la intervención del
Ministerio de la Protección Social en las situaciones previstas en el literal f) del artículo 14
de la Ley 1122 de 2007, se ajusta a la Constitución, siéndole aplicable al Ministerio como
término para contestar la solicitud el contemplado en las reglas generales previstas por el
Código Contencioso Administrativo.
Este trabajo nos muestra la importancia en el conocer y defender nuestros derechos
fundamentales como lo son el derecho a la salud y al saneamiento ambiental, para que así
cada ciudadano tenga las condiciones óptimas para vivir con una mejor calidad de vida, en
la que el Estado pueda brindar la garantía de velar por la protección y el cumplimiento de
los derechos de cada persona al permitir un mejor desarrollo de estabilidad en el bienestar
de las necesidades básicas de cada ser humano. Por ello es primordial que el estado se
preocupe por buscar las alternativas de ayuda en el avance de poder lograr construir una
mejor sociedad en la que se vea reflejado el cumplimiento de cada derecho al promover las
herramientas que necesite el pueblo en cuanto a de verdad los gobernantes observen las
realidades que puede afrontar en el vivenciar en cada momento las preocupaciones
alarmantes que sufre la sociedad en los derechos de no recibir una adecuada atención en la
sud y en el saneamiento ambiental