Está en la página 1de 2

Nuestra actitud ante el peligro:

 No debemos de tener temor a la muerte, debemos de recordar


que somos inmortales hasta que Dios no
haya cumplido su voluntad en nosotros.
Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y
después nada más pueden hacer. 5Pero os enseñaré a quién debéis temer:
Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de
echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. Lc 122:4-5

 Pero si debemos conservar una actitud de


alerta permanente.
8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar; I Ped 5:7

 No debe convertirse en un impedimento para el ministerio:


salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan
prisiones y tribulaciones. 24Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí
mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar
testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:23-24

 La actitud correcta debe ser por lo tanto: Estar dispuestos a


morir por Cristo, si fuera necesario, pero no vocear la
intención de que la tomen.
Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; 29y levantándose, le echaron fuera de la
ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos,
para despeñarle. 30Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue. Lucas 4:28-30

 La característica fundamental es: Prudencia-


He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y
sencillos como palomas. Mateo 10:16

Texto Bíblico para reflexionar: I Sam 21

Conclusiones:

Aunque no podemos estar completamente seguros en un mundo lleno de peligros, daños y muerte. Hoy
podemos tener la absoluta confianza de que al poner nuestra fe en Jesús, sabremos que si nos tocara partir

Elaborada por Byron Arana - Para más estudios y reflexiones: www.scribd.com/roberto_arana_1


ahora, iremos al Cielo por la gracia. Jn 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me
envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.

Elaborada por Byron Arana - Para más estudios y reflexiones: www.scribd.com/roberto_arana_1

También podría gustarte