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TEMA SIETE
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ORGANIZACIÓN Y COMPETENCIAS MUNICIPALES
ORGANIZACIÓN MUNICIPAL
La organización municipal se rige por los principios fundamentales recogidos en la Constitución
y en la legislación básica sobre el régimen jurídico para las Administraciones Públicas.
Debemos referirnos así en primer lugar a la Constitución española, en cuyo artículo 103.1
establece que la Administración pública actúa de acuerdo con los principios de eficacia,
jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación con sometimiento pleno a la ley
y al derecho, principios que desarrollados por la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen
Jurídico del Sector Público (LRJSP), siendo también de aplicación a las entidades locales (con la
excepción de las previsiones relativas a los órganos colegiados para los órganos de gobierno
locales, de acuerdo con la disp. adic. vigesimoprimera de la citada LRJSP).
Igualmente hay que referirse al artículo 140 de la Constitución española, que señala que el
gobierno y la administración de los municipios corresponde (salvo el caso singular del régimen
del concejo abierto) a sus respectivos Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los
Concejales.
Por otra parte, la organización, uno de los tres elementos de los municipios junto al territorio y
la población, según el artículo 11 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las bases del
Régimen Local (LRBRL), viene regulada en los artículos 19 a 24 de la misma, que sufrieron una
importante modificación por la Ley 11/1999, de 21 de abril, y más tarde por la Ley 57/2003, de
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Según el artículo 20.2, las leyes de las comunidades autónomas sobre el régimen local podrán
establecer una organización municipal complementaria a la prevista en el número anterior.
Finalmente, de acuerdo con el artículo 20.3, los propios municipios, en los reglamentos
orgánicos, podrán establecer y regular otros órganos complementarios, de conformidad con lo
previsto en este artículo y en las leyes de las comunidades autónomas a las que se refiere el
número anterior.
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puede ser destituido a través de una moción de censura o puede procederse a una nueva
elección en caso de que prospere una cuestión de confianza o la Alcaldía resulte vacante por
fallecimiento, renuncia, etc.
Las competencias propias del Alcalde se regulan, con carácter general, en el artículo 21 de la
LRBRL.
Podernos así destacar, a título enumerativo:
a. Dirigir el gobierno y la administración municipal.
b. Representar al Ayuntamiento.
c. Convocar y presidir las sesiones del Pleno, salvo los supuestos previstos en la presente
ley y en la legislación electoral general, de la Junta de Gobierno Local y de cualesquiera
otros órganos municipales, y decidir los empates con voto de calidad.
d. Dirigir, inspeccionar e impulsar los servicios y obras municipales.
e. Dictar bandos.
f. El desarrollo de la gestión económica de acuerdo con el presupuesto aprobado,
disponer gastos dentro de los límites de su competencia, concertar operaciones de
crédito, con exclusión de las contempladas en el artículo l 58.5 de la Ley 39/1998, de
28 de diciembre, reguladora de las Haciendas Locales (hoy TRLRHL), siempre que
aquellas estén previstas en el presupuesto y su importe acumulado dentro de cada
ejercicio económico no supere el 10% de sus recursos ordinarios, salvo las de tesorería
que le corresponderá cuando el importe acumulado de las operaciones vivas en cada
momento no superen el 15 % de los ingresos corrientes liquidados en el ejercicio
anterior, ordenar pagos y rendir cuentas, todo ello de conformidad con lo dispuesto en
porcentaje indicado, referido a los recursos ordinarios del presupuesto del primer
ejercicio, ni la cuantía señalada. Esta previsión ya no se contempla en el artículo 21 de
la LRBRL, sino en la disposición adicional segunda del Texto Refundido de la Ley de
Contratos del Sector Público, aprobado por el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14
de noviembre (en adelante, TRLCSP).
p. La aprobación de los proyectos de obras y de servicios cuando sea competente para
su contratación o concesión y estén previstos en el presupuesto.
q. La adjudicación de concesiones sobre los bienes y la adquisición de bienes inmuebles
y derechos cuando su valor no supere el I0% de los recursos ordinarios del
presupuesto ni los 3.000.000 de euros, así como la enajenación del patrimonio que no
supere el porcentaje ni la cuantía indicados, todo ello igualmente según la disposición
adicional segunda de la LCSP.
r. El otorgamiento de las licencias, salvo que las leyes sectoriales lo atribuyan
expresamente al Pleno o a la Junta de Gobierno Local.
s. Ordenar la publicación, ejecución y hacer cumplir los acuerdos del ayuntamiento.
t. Las demás que expresamente le atribuyan las leyes y aquellas que la legislación del
Estado o de las comunidades autónomas asignen al municipio y no atribuyan a otros
órganos municipales.
Le corresponde asimismo al Alcalde el nombramiento de los Tenientes de Alcalde.
Ahora bien, el Alcalde puede delegar el ejercicio de sus atribuciones, salvo las de convocar y
presidir las sesiones del Pleno y de la Junta de Gobierno Local, decidir los empates con el voto
de calidad, la concertación de operaciones de crédito, la jefatura superior de todo el personal,
la separación del servicio de los funcionarios y el despido del personal laboral, y las enunciadas
4 en los apartados a), e), j), k), l) y m). No obstante, podrá delegar en la Junta de Gobierno Local
el ejercicio de las atribuciones contempladas en el apartado j).
LOS TENIENTES DE ALCALDE
La misión específica de los Tenientes de Alcalde es sustituir al Alcalde en casos de vacante,
ausencia o enfermedad. A su vez, como el sustituto puede también ausentarse o enfermar,
cabe, y es lo frecuente en la mayor parte de los municipios, que existan varios Tenientes de
Alcalde, en cuyo caso debe especificarse en su nombramiento el orden en que concurrirán a la
sustitución (primer, segundo, tercer ... Teniente de alcalde). Dacia esta concreta finalidad de
sustitución personal, es lógico que sea el Alcalde quien designe a quienes hayan ele sustituirle.
Todo ello se recoge en el artículo 23.3 de la LRBRL, según el cual «los Tenientes de Alcalde
sustituyen, por el orden de su nombramiento y en los casos de vacante, ausencia o
enfermedad, al Alcalde, siendo libremente designados y revocados por este de entre los
miembros de la Junta de Gobierno Local y, donde esta no exista, de entre los concejales». En
todo caso, el número de Tenientes de Alcalde no podrá exceder del tercio del número legal de
los miembros de la corporación. Dicho precepto que se complementa con los artículos 21 y 22
del TRRL y con el artículo 46 del ROF, que contiene el modo de efectuar los nombramientos y
ceses.
EL PLENO
El Pleno del Ayuntamiento, órgano igualmente necesario, tiene naturaleza colegiada y se
compone de todos los concejales, siendo presidido por el Alcalde (art, 22.1 de la LRBRL). Sus
atribuciones se recogen en el artículo 22 ele la LRBRL, a las que debemos ele añadir las
recogidas en el artículo 23 del TRRL. Podemos así destacar, a título enumerativo:
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al Pleno) y especiales (las que acuerde constituir el Pleno para un asunto en concreto y se
extinguen automáticamente una vez dictaminado o informado el asunto, entre ellas, por
mimetismo con el plano estatal y autonómico, las llamadas comisiones de investigación, si bien
no están expresamente previstas en el ROF).
LA COMISIÓN ESPECIAL DE CUENTAS
La Comisión Especial de Cuentas es un órgano de existencia preceptiva en todos los
municipios. Corresponde a la misma el examen, estudio e informe de las cuentas anuales que
debe aprobar el Pleno de la corporación, de acuerdo con lo establecido en la legislación
reguladora de las haciendas locales (arts. 116 de la LRBRL y 212 del TRLRHL). A tales efectos las
cuentas habrán de ser sometidas a dicho informe antes del 1 de junio.
En cuanto a su constitución, composición y funcionamiento se ajusta a lo establecido para las
Comisiones Informativas, según lo establecido en el artículo 127 del ROF. De hecho, bien a
través del reglamento orgánico o mediante acuerdo adoptado por el Pleno de la Corporación,
la Comisión Especial de Cuentas podrá actuar corno Comisión informativa permanente para los
asuntos relativos a la economía y hacienda de la entidad, lo que es bastante habitual.
LA COMISIÓN ESPECIAL DE SUGERENCIAS Y RECLAMACIONES
La Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones es un órgano de existencia preceptiva en
los municipios a los que se les aplica el Título X de la LRBRL (en el resto solo existirá si así lo
decide el Pleno, por el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de miembros, o
así lo dispone su reglamento orgánico), cuyo objeto es la defensa de los derechos de los
vecinos ante la Administración municipal, podrá supervisar la actividad de la Administración
7 municipal, y deberá dar cuenta al Pleno, mediante un informe anual, de las quejas presentadas
y de las deficiencias observadas en el funcionamiento de los servicios municipales, con
especificación de las sugerencias o recomendaciones no admitidas por la Administración
municipal. También podrá realizar informes extraordinarios cuando la gravedad o la urgencia
de los hechos lo aconsejen.
En el caso de que exista, según el artículo 132 de la LRBRL, su funcionamiento debe regularse
en normas de carácter orgánico y deberá estar integrada por representantes de todos los
grupos que integren el Pleno, de forma proporcional al número de miembros que tengan en el
mismo.
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- Los vecinos representantes personales del Alcalde en cada uno de los poblados y
barriadas separados del casco urbano y que no constituyan entidad local, con el
carácter de autoridad en el cumplimiento de sus funciones.
- El Pleno podrá establecer otros órganos desconcentrados, distintos de los anteriores,
así como de entes descentralizados con personalidad jurídica propia, cuando así lo
aconsejen la necesidad de una mayor eficacia en la gestión, la agilización de los
procedimientos, la expectativa de aumentar o mejorar la financiación o la
conveniencia de obtener un mayor grado de participación ciudadana en la actividad de
prestación de los servicios, si bien inspirándose en el principio de economía
organizativa. El establecimiento de todos estos se regirá por la legislación del régimen
local, relativo a la forma de gestión de servicio y se inspirará en el principio de
economía organizativa.
- Como hemos dicho, es posible la existencia de otros órganos complementarios
distintos de los referidos, ya sea por previsión al respecto de la normativa autonómica
de desarrollo, ya obedezcan a su creación por cada reglamento orgánico, como suele
ocurrir con la llamada Junta de Portavoces, órgano deliberante y consultivo de
asistencia al Alcalde a la hora de la formación del orden del día de las sesiones
plenarias y otras cuestiones afines con el funcionamiento del Pleno.
2. Las entidades de gestión descentralizada dentro del municipio que, en todo caso, gozarán
de personalidad jurídica y se sujetarán al Derecho Administrativo podrán adoptar la forma
de entidad vecinal o de entidad local autónoma, en función del alcance de la
descentralización.
- Las entidades vecinales son entidades locales para la gestión descentralizada de
servicios locales de interés general y ejecución de obras de la competencia municipal
9 -
que asumen por delegación del ayuntamiento. (artículos 117 y siguientes)
Son entidades locales autónomas aquellas entidades locales creadas para el gobierno
y administración de sus propios intereses diferenciados de los generales del municipio,
a cuyo efecto ostentan la titularidad de competencias propias y las que puedan serle
transferidas por el ayuntamiento. (artículos 122 y siguientes)
EL CONCEJO ABIERTO. OTROS REGÍMENES ESPECIALES
Una de las críticas que justificadamente ha venido formulándose por la doctrina a los sucesivos
sistemas legales reguladores del régimen local en España ha sido la de su excesiva
uniformidad, puesto que, en principio, y salvo pequeñas variaciones, idénticas reglas habían de
aplicarse a los grandes municipios que a los de escasa población. Este rasero igualitario no dio,
en general, buenos resultados, pues la diversidad de los problemas específicos de las grandes
concentraciones urbanas es muy diferente de las de los pequeños núcleos rurales que no
pueden tratarse con los mismos procedimientos, por lo que la legislación local actual ha
intentado superar dicho sistema unitario de regímenes municipales. Tal es el caso de las
figuras del Concejo Abierto y los regímenes especiales del artículo 30 de la LRBRL, además del
régimen especial de los municipios de gran población, introducido por la Ley 57/2003, de 16 de
diciembre, de medidas para la modernización del Gobierno local.
RÉGIMEN DE CONCEJO ABIERTO
Es el sistema alternativo al de Ayuntamiento y cuenta incluso con un reconocimiento en el
artículo 140 de la Constitución, El artículo 29 de la LRBRL establecía que funcionaban en
régimen de concejo abierto los municipios con menos de 100 habitantes, aquellos que
tradicionalmente cuenten con este singular régimen de gobierno y administración y aquellos
otros en los que su localización geográfica, la mejor gestión de los intereses municipales u
otras circunstancias lo hagan aconsejable, requiriendo, en este último caso, petición de la
mayoría de los vecinos, decisión favorable por mayoría de 2/3 y aprobación por la comunidad
autónoma.
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Sin embargo, con la reforma operada por la Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero, se suprimió
la obligatoriedad de su aplicación a los municipios de población inferior a 100 habitantes,
quedando únicamente como supuestos los otros dos. No obstante, los municipios que con
anterioridad venían obligados por ley en función del número de residentes (menos de 100) a
funcionar en Concejo Abierto podrán continuar con ese régimen especial de gobierno y
administración si tras la sesión constitutiva de la corporación, convocada la asamblea vecinal,
así lo acordaran por unanimidad los tres miembros electos y la mayoría de los vecinos.
En el régimen de Concejo Abierto, el gobierno y la administración municipales corresponden a
un Alcalde y una Asamblea Vecinal de la que forman parte todos los electores, a la que
corresponden todas las atribuciones enumeradas en el artículo 22 de la LBRBL para el Pleno.
Según este artículo 29, ajustan su funcionamiento a los usos, costumbres y tradiciones locales
y, en su defecto, a la propia LRBRL, y a las leyes de las comunidades autónomas sobre el
régimen local (como, por ejemplo, es el caso de la Ley aragonesa 9/2009, de 22 de diciembre,
reguladora de los Concejos Abiertos). En defecto de ello se aplicará lo preceptuado por el
artículo 111 del ROF de las entidades locales, el cual establece que las Asambleas Vecinales se
reunirán donde lo tengan por costumbre, celebrarán sesión ordinaria como mínimo una vez al
trimestre en día festivo, y serán convocadas a toque de campana, por pregón, por anuncio o
por cualquier otro medio de uso tradicional en el lugar.
Por otra parte, la Ley Orgánica 2/201 1, de 28 de enero, introdujo la posibilidad de que los
Alcaldes de las corporaciones de municipios de menos de 100 residentes podrán convocar a
sus vecinos a concejo abierto para decisiones de especial trascendencia para el municipio. Si
así lo hicieren deberán someterse obligatoriamente al criterio de la Asamblea Vecinal
constituida al efecto.
10 OTROS REGÍMENES ESPECIALES
Las leyes sobre el régimen local de las comunidades autónomas, señala el artículo 30 de la
LRBRL, en el marco de lo establecido en la LBRL, podrán establecer regímenes especiales para
municipios pequeños o de carácter rural y para aquellos que reúnan otras características que
lo hagan aconsejable, como su carácter histórico-artístico o el predominio en su término de las
actividades turísticas, industriales, mineras u otras semejantes. Ejemplos claros son aquí las
regulaciones existentes en Galicia, Cataluña, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad
Valenciana ... , dando lugar, especialmente en el caso de los municipios más pequeños, a la
dispensa de la prestación de los servicios municipales mínimos obligatorios, diseño de un
régimen simplificado de organización y funcionamiento.
Otros regímenes especiales vienen a ser los de Ceuta y Melilla (resultante de las Leyes
Orgánicas 1 y 2/1995, de 13 de marzo) y las especialidades de los dos municipios de mayor
población, Madrid (la Ley 22/2006, de 4 de julio, de Capitalidad y de Régimen Especial de
Madrid, derogatoria del texto articulado de su ley especial, aprobado por el Decreto
1674/1963, de 11 de julio) y Barcelona (la Ley catalana 22/1998, de 30 de diciembre, por lo
que se aprueba la Carta Municipal de Barcelona, y Ley 1/2006, de 13 de marzo, por la que se
aprueba el régimen especial del municipio de Barcelona, derogando al texto articulado,
aprobado por el Decreto l 16/1969, de 23 de mayo), además de las peculiaridades forales de
los municipios vascos y navarros.
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COMPETENCIAS MUNICIPALES
EL CONCEPTO DE COMPETENCIA
La competencia es el elemento más característico en toda organización administrativa. En
términos muy elementales, la competencia puede definirse como la medida de la capacidad de
cada órgano y también como el conjunto de funciones y potestades que el ordenamiento
jurídico atribuye a cada órgano, y que unos y otros están autorizados y obligados a ejecutar. En
esta línea se pronuncia el artículo 8 de la Ley 40/2015, de I de octubre, de Régimen Jurídico del
Sector Público al establecer que «la competencia es irrenunciable y se ejercerá por los órganos
administrativos que la tengan atribuida como propia, salvo los casos de delegación o
avocación, cuando se efectúen en los términos previstos en esta u otras leyes», de forma
semejante a lo que señalaba el artículo 12.1 de la derogada Ley 30/1992, de 26 de noviembre,
de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común.
Para entender el concepto de competencia deben ser analizados los criterios fundamentales
para su distribución, materializándose en una distribución jerárquica, el territorial y el
material, lo que da origen a otras tantas clases de competencias denominadas de igual forma:
- La competencia jerárquica es la medida de la distribución de las funciones y
potestades entre los diversos grados de jerarquía, tratándose de un reparto vertical,
comportando este criterio la atribución a órganos superiores de las funciones y
potestades de mayor trascendencia y a los inferiores las de menor importancia.
- La competencia territorial supone una distribución horizontal, en razón del territorio,
de las funciones y potestades, y en relación con otros órganos que se encuentran
11 -
situados al mismo nivel jerárquico.
La competencia material supone una distribución por fines, objetivos y funciones, y es
la que da origen a la diversidad de atribuciones en el seno de la organización.
Pero la distribución de competencias no tiene hoy los nítidos perfiles que parecen derivarse de
los sencillos conceptos y clases de competencia. Por el contrario, la complejidad creciente de
la vida administrativa española, sobre todo desde la instalación de las comunidades
autónomas, así como el entendimiento de la autonomía de los entes locales y de sus
competencias como supuestos de coparticipación en las atribuidas a las instancias territoriales
superiores, ha originado nuevas formas o criterios de atribución de competencias. Con esta
concepción aparece una nueva noción de competencia, definida como aquel conjunto de
potestades o funciones atribuidas por el ordenamiento jurídico a un ente público o a alguno de
sus órganos, destacando como nota esencial de la noción de competencia su especialidad, es
decir, que ha de tratarse de una atribución específica de potestad o potestades en relación con
una determinada materia u objeto, pues, cuando este carácter específico falta, no puede
hablarse de verdadera competencia, sino simplemente de capacidad de legitimación.
Según esto, competencia es la capacidad de una persona jurídico-pública para obrar,
válidamente y revestida de potestad, en un ámbito determinado a través de aquel de sus
órganos que en cada caso corresponda.
La LRJPAC incorporó en su articulado esta acepción (que mantiene la Ley 40/2015). Por su
parte, la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las bases del Régimen Local (LRBRL), utiliza en
este sentido el concepto de competencia, reservando para referirse a los órganos el término
atribuciones, tradicional en el derecho local,
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-El segundo pilar o fundamento básico, de carácter material y objetivo, consiste en la clara
determinación de las competencias del ente, toda vez que si este pudiera llegar a ser
desposeído de todas o la mayor parte de ellas por los de mayor ámbito territorial, cabría el
riesgo de que llegara a quedar vacío de contenido, volatilizándose su pretendida
autonomía.
12 -El último requisito, de tipo instrumental, radica en la suficiencia de los medios económicos
necesarios para el cumplimiento de sus fines, pues la carencia o insuficiencia de tales
medios que ha sido el problema secular de la Administración local española, todavía no
resuelto satisfactoriamente limitaría en gran manera sus posibilidades de actuación, que de
esta forma quedaría subordinada a los condicionamientos que determinaran imponerle los
entes que hubieran de venir a suplir tales carencias. Como ya dijimos, este trascendental
principio de suficiencia financiera debe constituir la auténtica garantía para la existencia de
una efectiva autonomía local. El principio de suficiencia financiera y el de autonomía se
coadyuvan mutuamente: no cabrá la realización material del uno sin el otro (así nos lo
indicaba ya la Exposición de Motivos de la Ley 39/1988, de 28 de diciembre, reguladora de
las Haciendas Locales, y lo mantiene ahora su texto refundido).
En cuanto al pilar competencial, según el profesor Tomás Ramón Fernández, la autonomía
local carece de una garantía constitucional precisa, toda vez que no es la Constitución sino el
legislador el que habrá de determinar y cuantificar esa relación de competencias. Al hilo de
esta cuestión, el Tribunal Constitucional ha venido a indicar que el conjunto de competencias a
atribuir a las entidades locales no puede identificarse con unos intereses específicamente
locales, ya que el Estado, las comunidades autónomas y las entidades locales despliegan sus
funciones, superponiéndolas, sobre los mismos territorios y se dirigen a unos mismos
individuos. Es por ello por lo que de lo que se trata es de reconocer a los entes locales el
derecho a intervenir activamente en todos aquellos asuntos que afecten a sus propios
intereses, esto es, un derecho a participar en cuantos asuntos les atañan, graduándose esa
participación en función de la relación de intereses locales y supra locales. Ahora bien, el
Tribunal Constitucional viniera a añadir que concretar este interés respectivo no siempre es
fácil, de ahí que, en ocasiones, solo pueda llegarse a distribuir la competencia en función del
«interés predominante».
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LRBRL, realmente el sistema competencia ha venido pasando, hasta la reforma operada por
la LRSAL, por los siguientes aspectos principales, recogidos todos ellos en el Capítulo III del
Título ll:
- La legislación sectorial (estatal o autonómica) como mecanismo de atribución de
competencias propias, obligatoriamente en las materias del artículo 25.2 de la LRBRL,
pero en función de los criterios recogidos en el artículo 2 de la LRBRL.
- La posibilidad de ampliar las competencias municipales propias atribuidas por ley,
mediante delegaciones (art. 27 de la LRBRL).
- El reconocimiento de una capacidad genérica para actuar ( 25.1 de la LRBRL), también
conocida como cláusula de capacitación general, así como la posibilidad de llevar a
cabo las actuaciones complementarias en asuntos que no son propios del municipio
( 28 de la LRBRL). La conjunción de estos dos preceptos (arts. 25.1 y 28 de la LRBRL) dio
origen a las llamadas competencias «impropias» o asumidas de manera voluntaria por
los municipios.
- Todo ello junto al reconocimiento en el artículo 26 de los servicios mínimos u
obligatorios, que se integran en el contenido básico de la autonomía local.
- La LRSAL ha venido a introducir importantes matizaciones a este esquema,
especialmente bajo el espíritu constante de la sostenibilidad financiera de las
Administraciones Públicas y el principio de «una Administración, una competencia».
Sin embargo, como ahora veremos, algunos aspectos de la LRSAL han sido declarados
inconstitucionales o su interpretación ha sido delimitada por el Tribunal en las SSTC
41/2016, de 3 de marzo, y 111/2016, de 9 de junio, estando aún pendientes de
resolver diversos recursos de inconstitucionalidad.
LAS COMPETENCIAS PROPIAS
14 Reiterando el principio sentado en el citado artículo 2 de la LRBRL, señala de nuevo la ley en su
artículo 7.2 que las competencias propias de los municipios, las provincias, las islas y demás
entidades locales territoriales solo podrán ser determinadas por ley. Este principio de reserva
de ley constituye el instrumento necesario para institucionalizar la garantía de la autonomía
local, sustrayendo a la voluntad de los órganos de gobierno estatales o autonómicos las
posibles tentaciones de recortar las funciones y ámbito de actuación de corporaciones locales
políticamente poco propicias.
Pues bien, las materias en las que las entidades locales podrán ejercer competencias propias
se regulan, con carácter general, en el artículo 25.2 en su redacción proveniente de la LRSAL.
Para el ámbito municipal el artículo 25.2 de la LRBRL viene contemplar aquellas materias
donde, siguiendo la doctrina del Tribunal Constitucional, se reconoce un interés local y por ello
dan lugar a las llamadas competencias propias, en la que se hace eco del principio «una
Administración, una competencia», de manera que existirá la obligación de la legislación
sectorial (del Estado o la de las comunidades autónomas, dependiendo a quien corresponda la
competencia ele conformidad con los arts. 148 y 149 de la Constitución española y los
estatutos de autonomía) de atribuir al municipio competencias en las siguientes materias:
a. Urbanismo: planeamiento, gestión, ejecución y disciplina urbanística. Protección y gestión
del Patrimonio histórico. Promoción y gestión de la vivienda ele protección pública con
criterios ele sostenibilidad financiera. Conservación y rehabilitación ele la edificación.
b. Medio ambiente urbano: en particular, parques y jardines públicos, gestión de los residuos
sólidos urbanos y protección contra la contaminación acústica, lumínica y atmosférica en
las zonas urbanas.
c. Abastecimiento ele agua potable a domicilio y evacuación y tratamiento de aguas
residuales.
d. infraestructura viaria y otros equipamientos de su titularidad.
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A partir de aquí la legislación sectorial ha de atribuir las competencias propias a los municipios,
tanto la estatal corno la autonómica. Es sin embargo en este último ámbito, en el autonómico,
donde debe incidirse para profundizar en la idea de la segunda descentralización o verdadero
Pacto Local, que ha de llevar a cabo el legislador autonómico pues es el que en definitiva
define las competencias de las entidades locales, dada su creciente extensión.
15 Continúa así indicado el artículo 25 que las competencias municipales en las materias
enunciadas se determinarán por ley debiendo evaluar la conveniencia ele la implantación ele
servicios locales conforme a los principios ele descentralización, eficiencia, estabilidad y
sostenibilidad financiera.
Ahora bien, dicha ley deberá ir acompañada de una memoria económica que recoja el impacto
sobre los recursos financieros de las Administraciones Públicas afectadas y el cumplimiento de
los principios de estabilidad, sostenibilidad financiera y eficiencia del servicio o la actividad,
debiendo preverse la dotación de los recursos necesarios para asegurar la suficiencia
financiera de las Entidades Locales sin que ello pueda conllevar, en ningún caso, un mayor
gasto de las Administraciones Públicas. Por ello los proyectos de leyes estatales se
acompañarán de un informe del Ministerio de Hacienda y Función Pública (MHFP) en el que se
acrediten los criterios antes señalados.
Y por último el artículo 25 concluye indicando que, en sintonía con el principio «una
Administración, una competencia», la ley determinará la competencia municipal propia de que
se trate, garantizando que no se produce una atribución simultánea de la misma competencia
a otra Administración pública.
Sin embargo la STC 41 /2016, de 3 de marzo, declaró la interpretación jurídica constitucional
del precepto en el sentido de que las comunidades autónomas pueden ampliar el listado del
artículo 25, dentro de su ámbito competencial y siempre que se den el resto de requisitos del
artículo, esto es, los referidos a las sostenibilidad.
En este sentido la Ley de Autonomía Local de Andalucía atribuye competencias propias a los
municipios en las siguientes materias:
1. Ordenación, gestión, ejecución y disciplina urbanística, que incluye:
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El artículo 27.3 de la LRBRL recoge entre otras las siguientes competencias que el Estado y las
de las comunidades autónomas podrán delegar, siguiendo criterios homogéneos:
a) Vigilancia y control de la contaminación ambiental.
b) Protección del medio natural,
c) Prestación de los servicios sociales, promoción de la igualdad de oportunidades y la
prevención de la violencia contra la mujer,
d) Conservación o mantenimiento de centros sanitarios asistenciales ele titularidad de la
comunidad autónoma,
e) Creación, mantenimiento y gestión de las escuelas infantiles de educación ele titularidad
pública de primer ciclo ele educación infantil.
f) Realización de actividades complementarias en los centros docentes.
g) Gestión ele instalaciones culturales de titularidad de la comunidad autónoma o del Estado,
con estricta sujeción al alcance y condiciones que derivan del artículo 149.1.28." de la
Constitución española.
h) Gestión de las instalaciones deportivas de titularidad de la comunidad autónoma o del
Estado, incluyendo las situadas en los centros docentes cuando se usen fuera del horario
lectivo.
i) Inspección y sanción de establecimientos y actividades comerciales. j) Promoción y gestión
turística.
22 k) Comunicación, autorización, inspección y sanción de los espectáculos públicos.
l) Liquidación y recaudación de tributos propios de la comunidad autónoma o del Estado.
m) Inscripción de asociaciones, empresas o entidades en los registros administrativos de la
comunidad autónoma o de la Administración del Estado.
n) Gestión de oficinas unificadas de información y tramitación administrativa.
o) Cooperación con la Administración educativa a través de los centros asociados de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia.
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23 Las facultades de dirección y control que se reserve la Comunidad Autónoma podrán ser:
notablemente el ámbito competencial de los municipios, tal como queda ya delimitado por el
artículo 25 de la LRBRL, por lo que quiere decirse que esas «actividades complementarias» de
ninguna forma pueden menoscabar o configurarse como un obstáculo a las competencias que
corresponden al Estado o a las comunidades autónomas.
Estos dos preceptos han sido frecuentemente utilizados para legitimar la asunción municipal
de una multiplicidad de labores, que constituyen uno de los elementos más importantes de los
llamados «gastos impropios», esto es, los que se derivan de competencias que no
corresponden a los municipios pero que en la práctica vienen siendo ejercidas por ellos, ya sea
voluntariamente, ya sea por exigencia ciudadana o de otras instancias superiores.
Sin embargo, como ya ha sido indicado, la reforma operada por la LRSAL ha venido a acotar la
cláusula de capacitación general y a suprimir el artículo 28 de la LBRL.
En su lugar introduce el artículo 7.4 de la LBRL, según el cual, las Entidades Locales solo podrán
ejercer competencias distintas de las propias y de las atribuidas por delegación cuando no se
ponga en riesgo la sostenibilidad financiera del conjunto de la Hacienda municipal, de acuerdo
con los requerimientos de la legislación de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad
financiera y no se incurra en un supuesto de ejecución simultánea del mismo servicio público
con otra Administración pública. A estos efectos, serán necesarios y vinculantes los informes
previos de la Administración competente por razón de materia, en el que se señale la
inexistencia de duplicidades, y de la Administración que tenga atribuida la tutela financiera
sobre la sostenibilidad financiera de las nuevas competencias. En todo caso, el ejercicio de
estas competencias deberá realizarse en los términos previstos en la legislación del Estado y de
las comunidades autónomas.
24 Como consecuencia de este nuevo artículo 7.4, la disposición adicional novena de la LRSAL
prevé, en relación a los llamados convenios sobre ejercicio de competencias y servicios
municipales, que los convenios, acuerdos y demás instrumentos de cooperación ya suscritos,
en el momento de la entrada en vigor de la LRSAL, por el Estado y las comunidades autónomas
con toda clase de entidades locales, que lleven aparejada cualquier tipo de financiación
destinada a sufragar el ejercicio por parte de estas últimas de competencias delegadas o
competencias distintas a las enumeradas en los artículos 25 y 27 de la LRBRL, deberán
adaptarse a las nuevas previsiones de la LRBRL a 31 de diciembre de 2014 (si bien se prevé que
la adaptación de los instrumentos de cooperación suscritos por las entidades locales para el
funcionamiento de Centros Asociados de la Universidad Nacional de Educación a Distancia
deberá realizarse en el plazo de tres años). Transcurrido este plazo sin haberse adaptado
quedarán sin efecto. En realidad todas estas nuevas previsiones se relacionan íntimamente con
la LOEP, que establece importantes limitaciones en esta materia al conjunto de entidades que
integran el sector público, entre ellas a las entidades locales, como garantía del crecimiento
económico sostenido y la creación de empleo, en desarrollo del artículo 135 de la Constitución
española, previendo el obligatorio cumplimiento de los siguientes principios:
a) El principio de sostenibilidad financiera, esto es, la capacidad para financiar
compromisos de gasto presentes y futuros dentro de los límites de déficit y deuda
pública, conforme a lo establecido en la propia LOEP y en la normativa europea.
b) El principio de eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos, de
modo que la gestión de los recursos públicos estará orientada por la eficacia, la
eficiencia, la economía y la calidad, a cuyo fin se aplicarán políticas de racionalización
del gasto y de mejora de la gestión del sector público. Las disposiciones legales y
reglamentarias, en su fase de elaboración y aprobación, los actos administrativos, los
contratos y los convenios de colaboración, así como cualquier otra actuación que
afecten a los gastos o ingresos públicos presentes o futuros, deberán valorar sus
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BQIII. TEMA SIETE
Sobre la base de la nueva regulación incorporada por la LRSAL, varias comunidades autónomas
han procedido a dictar sus propias normas de adaptación a la misma en lo que a la cuestión
competencial concierne, lo que en la práctica en buena parte de las ocasiones ha venido a
suponer en cierta medida una posposición de la aplicación de algunas de las previsiones de la
LRSAL. Ejemplo claro es en Andalucía, el Decreto-ley 7/2014, de 20 de mayo, por el que se
establecen medidas urgentes para la aplicación de la LRSAL.
En Asturias, el Decreto 68/2014, de I O de julio, por el que se regula el procedimiento para la
No obstante todo lo anterior, hay que destacar que en noviembre de 2015, mediante nota
informativa de la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas, ante la incertidumbre y
las consultas que se venían planteando en relación con el régimen transitorio de la LRSAL, se
estableció que «en tanto no sean aprobadas las normas reguladoras del nuevo sistema de
financiación autonómica y local, las competencias a que se refieren las citadas disposiciones
transitorias primera y segunda y adicional decimo- quinta deberán continuar siendo prestadas
por los Ayuntamientos.
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BQIII. TEMA SIETE
Por lo que respecta a los servicios mínimos, el artículo 26 de la LRBRL, tras la reforma operada
por la LRSAL señala que los municipios deberán prestar, en todo caso, los siguientes servicios:
a) En todos los municipios: alumbrado público, cementerio, recogida de residuos, limpieza
viaria, abastecimiento domiciliario de agua potable, alcantarillado, acceso a los núcleos de
población y pavimentación de las vías públicas (con la reforma de 2013 desaparece el
servicio de control de alimentos y bebidas).
b) En los municipios con población superior a 5.000 habitantes, además: parque público,
biblioteca pública y tratamiento de residuos (con la reforma de 2013 desaparece el servicio
de mercado).
a) En los municipios con población superior a 20.000 habitantes, además: protección civil,
evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inmediata a
personas en situación de riesgo o exclusión social (hasta 2013 era una mención genérica al
servicio de prestación de servicios sociales), prevención y extinción de incendios,
instalaciones deportivas de uso público.
b) En los municipios con población superior a 50.000 habitantes, además: transporte
colectivo urbano de viajeros y medio ambiente urbano (hasta 2013 era protección del
medio ambiente).
Junto a estos servicios mínimos hay que tener en cuenta otras previsiones de la legislación
sectorial. Así, por ejemplo, el artículo 21 de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos
Contaminados, dispone que las autoridades ambientales en su respectivo ámbito
competencia! tomarán medidas para fomentar un reciclado de alta calidad y, a este fin, se
establecerá una recogida separada de residuos, entre otros de aceites usados, cuando sea
técnica, económica y medioambiental mente factible y adecuada, para cumplir los criterios de
26 calidad necesarios para los sectores de reciclado correspondientes, debiendo antes de 2015
estar establecida una recogida separada para, al menos, papel, metales, plástico y vidrio,
debiendo habilitar espacios, establecer instrumentos o medidas para la recogida separada de
residuos domésticos y, en su caso, comerciales a los que es preciso dar una gestión
diferenciada bien por su peligrosidad, para facilitar su reciclado o para preparar los residuos
para su reutilización, adoptar las medidas necesarias para asegurarse de que los residuos se
sometan a operaciones de valorización, y fomentar métodos de recogida eficientes de acuerdo
con las características y posibilidades de cada territorio o población, para facilitar el
cumplimiento de los objetivos de preparación para la reutilización, reciclado y valoración.
En los municipios con población inferior a 20.000 habitantes será la Diputación provincial o
entidad equivalente la que coordinará la prestación de los siguientes servicios:
a) Recogida y tratamiento de residuos.
b) Abastecimiento de agua potable a domicilio y evacuación y tratamiento de aguas
residuales.
d) Limpieza viaria.
e) Acceso a los núcleos de población. e) Pavimentación de vías urbanas.
f) Alumbrado público.
Para coordinar la citada prestación de servicios la Diputación propondrá, con la conformidad
de los municipios afectados, la forma de prestación, consistente en la prestación directa por la
Diputación o la implantación de fórmulas de gestión compartida a través de consorcios,
mancomunidades u otras fórmulas.
En la redacción originaria se preveía que dicha propuesta se debía dirigir al Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas el que, para reducir los costes efectivos de los servicios,
decidiría sobre la propuesta formulada con el informe preceptivo de la comunidad autónoma
si es la Administración que ejerce la tutela financiera. Sin embargo, estas previsiones han sido
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Esta materia se halla también regulada en la Ley de Autonomía Local de Andalucía que
establece que, en los términos del artículo 128.2 de la Constitución Española, las entidades
locales andaluzas podrán ejercer la iniciativa pública para el ejercicio de actividades
económicas en el marco de sus políticas propias, en régimen de libre concurrencia. El ejercicio
de actividades económica en régimen de libre concurrencia requiere acuerdo de la entidad
local adoptado por mayoría
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