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ORIGINAL

Hipotonía en el período neonatal: 12 años de experiencia


Erika Jiménez, Àngels García-Cazorla, Jaume Colomer, Andrés Nascimento, Martín Iriondo, Jaume Campistol

Servicio de Neurología Pediátrica Introducción. La hipotonía es uno de los signos más frecuentes de patología neurológica en el neonato.
(E. Jiménez, A. García-Cazorla,
J. Colomer, A. Nascimento, Objetivos. Determinar, en un estudio retrospectivo a 12 años, la frecuencia relativa de patologías neurológicas que pue-
J. Campistol). Servicio de
Neonatología (M. Iriondo).
den cursar con hipotonía durante el período neonatal y describir la evolución neurológica a los dos años de seguimiento.
Hospital Sant Joan de Déu. Pacientes y métodos. Revisión sistemática de los recién nacidos hipotónicos sin causa identificable que ingresaron en la
Universitat de Barcelona. Esplugues
de Llobregat, Barcelona, España. unidad neonatal del Hospital Sant Joan de Déu de enero de 1996 a diciembre de 2008. Se han recogido antecedentes
familiares, datos relacionados con el embarazo y parto, características clínicas y pruebas complementarias.
Correspondencia:
Dra. Erika Jiménez González. Resultados. Se identificaron 73 recién nacidos hipotónicos, de los cuales 21 (28,7%) cumplieron los criterios de inclusión.
Servicio de Neurología Pediátrica. El 81% (n = 17) se clasificó como hipotonías centrales y el 19% (n = 4) como hipotonías periféricas. En el primer grupo, el
Hospital Sant Joan de Déu.
Pg. Sant Joan de Déu, 2. 47% (n = 8) presentó alteraciones cromosómicas; el 29,4% (n = 5), enfermedades metabólicas, y el 23,5% (n = 4), mal-
E-08950 Esplugues de Llobregat formaciones del sistema nervioso central.
(Barcelona).
Conclusiones. Las causas centrales de hipotonía siguen siendo las más prevalentes en el período neonatal y, dentro de
E-mail:
erika.jimenezgonzalez@gmail.com
éstas, las cromosomopatías. Las causas periféricas son menos frecuentes y de pronóstico más grave. Los avances en ge-
nética molecular han permitido el diagnóstico genético y molecular de numerosas enfermedades neuromusculares. La
Trabajo presentado como diversidad y complejidad de patologías justifica el abordaje multidisciplinar de estos recién nacidos.
comunicación oral [16] en la XXXVI
Reunión Anual de la Sociedad Palabras clave. Biología molecular. Cromosomopatías. Genética. Hipotonía central. Hipotonía neonatal. Hipotonía peri-
Española de Neurología Pediátrica.
Santander, 31 de mayo-2 de junio
férica.
de 2012.

Aceptado tras revisión externa:


04.12.12.

Cómo citar este artículo: Introducción cer el pronóstico y las posibles implicaciones gené­
Jiménez E, García-Cazorla A, ticas para el resto de la familia.
Colomer J, Nascimento A, Iriondo M,
Campistol J. Hipotonía en el período El término ‘neonato hipotónico’ designa a un recién Asumiendo que el conocimiento del perfil diag­
neonatal: 12 años de experiencia. nacido con un tono muscular bajo. La hipotonía del nóstico de los neonatos hipotónicos podría ayudar­
Rev Neurol 2013; 56: 72-8.
neonato se puede reconocer con facilidad en la pri­ nos a mejorar nuestra aproximación diagnóstica,
© 2013 Revista de Neurología mera exploración neonatal. Sin embargo, el proceso nuestro objetivo primario ha sido determinar, en
diagnóstico que iniciaremos con el fin de encontrar un estudio retrospectivo a 12 años, la frecuencia re­
la etiología de este signo es complejo, dado que nu­ lativa de las diferentes patologías que pueden cur­
merosas enfermedades del recién nacido pueden sar con hipotonía en el período neonatal.
presentarse con hipotonía. El diagnóstico puede ser El objetivo secundario es describir la evolución
sencillo en ocasiones, mientras que en otras supone neurológica a los dos años de los recién nacidos hi­
un verdadero reto para el neonatólogo y el neu­ potónicos que cumplieron los criterios de inclusión
ropediatra, precisando múltiples exámenes comple­ en el estudio y en los que el seguimiento ha sido po­
mentarios. sible.
El desarrollo de la genética y técnicas de biología
molecular en las dos últimas décadas ha sido de gran
ayuda en la evaluación de estos niños, dado que en Pacientes y métodos
muchas ocasiones permite realizar el diagnóstico de
forma rápida y no invasiva con la simple sospecha Se han incluido todos los recién nacidos que ingre­
clínica (síndrome de Prader-Willi, distrofia miotóni­ saron en la unidad neonatal por hipotonía sin causa
ca congénita, atrofia muscular espinal) [1,2]. aparente desde enero de 1996 a diciembre de 2008.
La necesidad de un diagnóstico precoz y preciso Se han excluido aquellos neonatos en los que po­
se justifica por la necesidad de establecer un trata­ día constatarse una causa que justificara la hipoto­
miento específico en algunas enfermedades, cono­ nía, siendo ésta secundaria a su patología de base:

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Hipotonía en el período neonatal

prematuridad (< 37 semanas de edad gestacional),


infección, pérdida de bienestar fetal, cardiopatías Tabla I. Características de la población.
congénitas, encefalopatía hipóxica, hemorragias in­
tracraneales y fármacos maternos. También se han Total Hipotonía Hipotonía
(n = 21) central (n = 17) periférica (n = 4)
excluido las hipotonías neonatales transitorias de
menos de 24 horas de evolución y los recién naci­ Niño 11 9 2
dos con síndrome de Down. Sexo
Se han recogido los siguientes datos demográfi­ Niña 10 8 2
cos y de la historia clínica: antecedentes familiares
Movimientos fetales disminuidos 1 1 0
(consanguinidad, enfermedades), sexo, edad gesta­
cional, peso al nacimiento, antecedentes prenatales Historia
Polihidramnios 3 3 0
(movimientos fetales disminuidos, polihidramnios, prenatal
crecimiento intrauterino retrasado, amniocentesis), Crecimiento intrauterino retrasado 2 2 0
tipo de parto (eutócico, instrumental, cesárea), an­
tecedentes perinatales (líquido teñido, tipo de reani­ Parto vaginal 8 8 0
mación, asfixia perinatal, distrés respiratorio inicial,
Cesárea 13 9 4
dificultades de alimentación, convulsiones), necesi­ Historia
dad de intubación o ventilación mecánica, presen­ perinatal
Líquido teñido 2 2 0
cia de dismorfias, organomegalias o artrogriposis,
pruebas complementarias (analítica básica, enzi­ Reanimación 6 6 0
mas musculares, estudios metabólicos, estudios ge­
néticos y moleculares, estudio de líquido cefalorra­ Edad gestacional (media ± DE) 39 ± 1,6 semanas 39 ± 1,7 semanas 38 ± 1,7 semanas
quídeo, ecografía y resonancia magnética cerebral,
Peso (media ± DE) 2.909 ± 591 g 2.793 ± 592 g 3.222 ± 522 g
electroencefalograma, electromiografía y neurogra­
fía, test de Tensilon, biopsia muscular y de nervio Distrés respiratorio inicial 8 5 3
con microscopía óptica y electrónica, así como es­
Historia
tudio de la cadena respiratoria, estudios molecula­ posnatal
Dificultades de alimentación 10 8 2
res y necropsia).
Intubación/Ventilación mecánica 3 2 1
Se ha revisado la evolución neurológica de los
pacientes incluidos en el estudio a los dos años, Convulsiones 3 3 0
describiendo su situación desde el punto de vista
motor, cognitivo y sensorial. Fallecimiento 7 6 1
La hipotonía se clasificó inicialmente como cen­
tral o periférica de acuerdo con los hallazgos en­ DE: desviación estándar.

contrados en la exploración física inicial según los


criterios de Dubowitz [3]. La presencia de movi­
mientos antigravitatorios de los miembros, tono
muscular normal o aumentado, contacto pobre, con­ han clasificado en uno de los dos grupos principa­
vulsiones y reflejos osteotendinosos profundos vi­ les atendiendo a la afectación predominante.
vos se consideró indicativa de hipotonía central. La
debilidad muscular, ausencia de movimientos anti­
gravitatorios de los miembros, hipotonía global, Resultados
contacto conservado y reflejos osteotendinosos po­
bres o ausentes se consideraron indicativos de hi­ El número de recién nacidos vivos en el período
potonía periférica. que va de enero de 1996 a diciembre de 2008 en el
Una vez obtenidos los diagnósticos definitivos, Hospital Sant Joan de Déu fue de 48.967. Tras una
se clasificaron en dos grupos: el grupo de patología búsqueda inicial por diagnósticos, se identificaron
central, que incluye lesiones o malformaciones del 73 recién nacidos hipotónicos (0,15% del total de
sistema nervioso central (SNC), cromosomopatías recién nacidos); de éstos, finalmente 21 (28,7%)
y enfermedades metabólicas; y el grupo de patolo­ cumplieron los criterios de inclusión. Se excluyeron
gía periférica, que incluye todas las enfermedades 52 pacientes (69,9%). Los diagnósticos de los recién
que afectan a la unidad motora (asta anterior, ner­ nacidos excluidos fueron los siguientes: 22 prema­
vio periférico, unión neuromuscular y músculo). Los turos (< 37 semanas de edad gestacional), siete hi­
casos de hipotonía mixta (central y periférica) se potonías transitorias, cinco cardiopatías congéni­

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E. Jiménez, et al

dos y polihidramnios en un paciente con síndrome


Tabla II. Tipos de hipotonía, diagnósticos y número de casos (n = 21). de Prader-Willi, y polihidramnios leve en otro con
síndrome de Carey-Fineman-Ziter). En el caso de
Cromosomopatías/genéticas 8 (47%) las hipotonías periféricas, no se constataron altera­
Síndrome de Prader-Willi 5 ciones durante la gestación. En lo que respecta al
parto en el grupo de patología central (n = 17), ocho
Trisomía parcial del 15q 1
fueron eutócicos y nueve mediante cesárea (en la
Síndrome de Beckwith-Wiedemann 1 mayoría de los casos por registro fetal patológico o
presentación podálica). En todos los casos de pato­
Síndrome de Joubert 1
logía periférica, la gestación finalizó mediante cesá­
rea. La reanimación en paritorio (ventilación con
Enfermedades metabólicas 5 (29,4%)
presión positiva e intubación en algunos casos) fue
Hiperglicinemia no cetósica 1 necesaria en seis pacientes del grupo de patología
Síndrome de Lowe 1 central. En el grupo de patología periférica no se
Hipotonía central
(n = 17; 81%) precisaron medidas de reanimación en paritorio.
Defecto de la biogénesis peroxisomal 1
La mayoría de los pacientes del grupo de patología
Déficit de la coenzima Q10 1 periférica presentó distrés respiratorio inicial, y di­
Sospecha de metabolopatía (no confirmada) 1
ficultades de succión y alimentación. Uno de ellos
necesitó ventilación mecánica durante 11 días (sín­
Malformaciones del sistema nervioso central 4 (33,4%)
drome miasténico congénito por déficit de rapsina).
En el grupo de patología central, presentaron ini­
Síndrome malformativo + epilepsia 1 cialmente dificultades de alimentación y succión un
Síndrome malformativo 1 paciente con síndrome de Prader-Willi, otro con
síndrome de Beckwith-Wiedemann y un neonato
Síndrome dismórfico + retraso 1
con un síndrome malformativo del SNC sin filiar.
Síndrome de Carey-Fineman-Ziter 1 Precisaron intubación y ventilación mecánica pro­
longada el paciente con síndrome de Carey-Fine­
Distrofia miotónica 1 man-Ziter y una sospecha de metabolopatía no fi­
liada. Dentro del grupo de patología central, presen­
Miastenia congénita (déficit de rapsina) 1
Hipotonía periférica taron convulsiones tres pacientes, el paciente con
(n = 4; 19%) defecto de la biogénesis peroxisomal, una sospecha
Distrofia neuroaxonal no filiada 1
de metabolopatía no filiada y el neonato con síndro­
Enfermedad neuromuscular no filiada 1 me de Beckwith-Wiedemann por hipoglucemia. Nin­
guno de los pacientes del grupo de patología perifé­
rica presentó convulsiones.
De los 21 pacientes que cumplieron los criterios
de inclusión, 17 (81%) fueron clasificados como hi­
tas, cuatro encefalopatías hipóxico-isquémicas, dos potonías centrales y 4 (19%) se clasificaron como
sepsis precoces, una fractura de clavícula, una trom­ hipotonías periféricas. Dentro de los 17 casos de
bopenia hereditaria congénita, una aspiración meco­ hipotonías centrales, 8 (47%) presentaron alteracio­
nial, una tubulopatía no filiada y un neonato en el nes cromosómicas o trastornos genéticos, 5 (29,4%)
que no se confirmó la hipotonía. También se exclu­ enfermedades metabólicas y 4 (23,5%) malforma­
yeron siete recién nacidos en los que no se hizo el ciones del SNC. Dentro de las hipotonías periféri­
diagnóstico durante el ingreso en la unidad neona­ cas, se diagnosticaron un paciente con miastenia
tal y que no siguieron los controles. congénita por déficit de rapsina y otro con distrofia
Las características demográficas y de la historia miotónica. Dos pacientes con sospecha de enfer­
clínica se resumen en la tabla I. La distribución por medad neuromuscular permanecen sin diagnóstico
sexos fue similar en ambos grupos. Con respecto a (Tabla II).
las alteraciones durante el embarazo, se constata­ En lo que respecta a la exploración inicial, junto
ron en varios casos de hipotonía central (crecimien­ con la hipotonía, el hallazgo más frecuente fue la hi­
to intrauterino retrasado en un paciente con un poactividad (presente en todos los casos). La hipo­
síndrome malformativo del SNC sin filiar, un pa­ mimia facial se objetivó en todos los neonatos con
ciente con síndrome de Lowe y otro con un síndro­ patología de origen periférico y en algunos casos
me de Prader-Willi, movimientos fetales disminui­ de patología central (síndrome de Prader-Willi y sín­

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Hipotonía en el período neonatal

dromes malformativos del SNC sin filiar). En todos a los dos años fue más grave en los pacientes con
los casos de patología periférica, los reflejos osteo­ enfermedades metabólicas, presentando en la ma­
tendinosos estuvieron ausentes o fueron débiles. La yoría de los casos una discapacidad motora grave
presencia de dismorfia facial se encontró tanto en (déficit motor persistente, sin conseguir la deambu­
patología central como periférica, siendo poco orien­ lación o consiguiéndola con ayuda), y un defecto
tativa, salvo en los síndromes bien definidos. cognitivo y de lenguaje importantes. En la mayoría
Con respecto a las pruebas complementarias, de las cromosomopatías, el retraso motor fue leve
existe una gran variabilidad en los exámenes reali­ (déficit motor persistente leve, consiguiendo la
zados. Las técnicas de neuroimagen (ecografía y re­ deambulación con ayuda) y también existió en al­
sonancia magnética cerebral) se realizaron en todos gunos cierto grado de retraso cognitivo y del len­
los pacientes, siendo decisivas para el diagnóstico guaje. Fallecieron siete pacientes, seis con patología
de malformaciones del SNC, hemorragias y en la de etiología central y uno con patología periférica.
confirmación de la sospecha clínica de encefalopa­ En cuatro de ellos, la muerte se produjo durante el
tías hipóxico-isquémicas. El electroencefalograma período neonatal (primeros 28 días de vida). En el
contribuyó al diagnóstico de algunas enfermedades grupo de patología central fallecieron un paciente
metabólicas (hiperglicinemia no cetósica). Se reali­ con síndrome de Carey-Fineman-Ziter a los 21 días,
zó cariotipo en 15 pacientes, siendo definitivo para un neonato con hiperglicinemia no cetósica a los 9
el diagnóstico en un solo paciente (trisomía parcial días, otro con un defecto de la biogénesis peroxiso­
del 15q). Se realizaron estudios de ADN en 14 pa­ mal a los 12 meses, otro con un defecto del coenzi­
cientes y fueron decisivos para el diagnóstico en ma Q10 a los 3 años, una sospecha de metabolopatía
ocho de ellos (cinco pacientes con síndrome de no confirmada a las 48 horas y un paciente con un
Prader-Willi, un paciente con distrofia miotónica, síndrome malformativo del SNC sin filiar a los 3 años.
un paciente con síndrome de Lowe y un paciente En el grupo de patología periférica falleció un pa­
con síndrome de Beckwith-Wiedemann). Se hicie­ ciente con sospecha de enfermedad neuromuscular
ron estudios metabólicos en todos los pacientes in­ a los 10 días.
cluidos en el estudio (básicamente la determinación
en la sangre de lactato, amonio y aminoácidos, áci­
dos orgánicos en la orina, aminoácidos en el líquido Discusión
cefalorraquídeo y en casos seleccionados la deter­
minación de ácidos grasos de cadena muy larga La investigación de la hipotonía neonatal con fre­
en la sangre), contribuyendo al diagnóstico final en cuencia se aborda desde un punto de vista teórico.
cuatro casos (un paciente con hiperglicinemia no Existen pocos estudios publicados que incluyan se­
cetósica, otro con síndrome de Lowe, un defecto de ries largas de pacientes y la mayoría son anteriores
la biogénesis peroxisomal y un paciente con defecto a la disponibilidad de las técnicas de análisis genéti­
de la coenzima Q10). El cribado metabólico básico co y molecular [4-6]. Algunos estudios están sesga­
siempre fue normal en los casos de hipotonía aisla­ dos por un reclutamiento de pacientes específico,
da. Se practicaron estudios neurofisiológicos (elec­ por ejemplo, limitado a unidades de cuidados in­
tromiografía y velocidad de conducción) en 16 pa­ tensivos [7], o basados en subgrupos determinados,
cientes, contribuyendo al diagnóstico en cinco ca­ como enfermedades neuromusculares [8-12] o tras­
sos (un paciente con distrofia miotónica, otro con tornos metabólicos o genéticos [1].
síndrome miasténico congénito por déficit de rap­ Este trabajo, pese a las importantes limitaciones
sina, dos pacientes con sospecha de enfermedad derivadas del estudio retrospectivo, trata de anali­
neuromuscular y otro con un defecto de la biogéne­ zar de forma sistemática el proceso de evaluación e
sis peroxisomal con neuropatía motora y sensitiva investigación del recién nacido hipotónico en un
desmielinizante). La biopsia muscular se realizó en hospital de tercer nivel en la era de los avances en
tres pacientes, ayudando al diagnóstico final en uno las técnicas de genética molecular.
de ellos (defecto de la coenzima Q10). Nuestros resultados confirman el predominio
La edad al diagnóstico y la evolución neurológi­ de causas centrales de hipotonía neonatal sobre las
ca a los dos años se muestran en la tabla III. En la causas periféricas (81% frente a 19%, respectiva­
mayoría de los casos, el diagnóstico se realizó pre­ mente), similar a los porcentajes descritos en estu­
cozmente, incluso durante el período neonatal. En dios recientes [1,6]. Dentro del grupo de patología
algunos pacientes (síndrome de Prader-Willi) se de­ central, el síndrome de Prader-Willi y otras cromo­
moraron los resultados por la tardanza de los análi­ somopatías ocupan el primer lugar (47%), seguidos,
sis de biología molecular. La evolución neurológica en segundo lugar, por las enfermedades metabóli­

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E. Jiménez, et al

Tabla III. Edad al diagnóstico y evolución neurológica a los dos años.

Edad al diagnóstico Evolución neurológica a los dos años Fallecimiento

Deambulación con apoyo, torpeza motora.


Síndrome de Prader-Willi 18 meses –
Lenguaje expresivo pobre, buena comprensión

Síndrome de Prader-Willi 4 meses Marcha a los 18 meses, torpeza motora. Lenguaje aceptable –

Síndrome de Prader-Willi Período neonatal Bipedestación con apoyo, no deambulación. Lenguaje pobre –

Síndrome de Prader-Willi Período neonatal Sin seguimiento –

Deambulación con apoyo, torpeza motora.


Síndrome de Prader-Willi 2,5 meses –
Lenguaje expresivo pobre, comprensión aceptable

Trisomía parcial del 15q 6 meses Desarrollo motor y cognitivo normal –

Síndrome de Beckwith-Wiedemann 6 meses Desarrollo motor y cognitivo normal –

Sedestación y bipedestación con apoyo, sin deambulación.


Síndrome de Joubert 1,5 meses –
Lenguaje pobre
Hipotonía central
Hiperglicinemia no cetósica 2 días – 9 días

Sedestación y bipedestación con apoyo, sin deambulación.


Síndrome de Lowe 2 años –
Déficit cognitivo moderado

Defecto de la biogénesis peroxisomal Período neonatal – 1 año

Déficit de la coenzima Q10 Post mortem Tetraparesia distónica 3 años y 4 meses

Sospecha de metabolopatía Sin diagnóstico – 48 horas

Síndrome malformativo y epilepsia Sin diagnóstico Tetraparesia espástico-distónica –

Síndrome malformativo Sin diagnóstico Deambulación con apoyo. Retraso del lenguaje 3 años y 11 meses

Síndrome dismórfico y retraso Sin diagnóstico Deambulación con apoyo. Retraso del lenguaje –

Síndrome de Carey-Fineman-Ziter Período neonatal – 21 días

Marcha a los 16 meses. Debilidad al levantarse.


Distrofia miotónica 1 mes –
Déficit cognitivo leve y dificultades de lenguaje

Síndrome miasténico congénito Desarrollo motor normal, ptosis al final del día.
Período neonatal –
por déficit de rapsina Desarrollo cognitivo y del lenguaje normal
Hipotonía periférica
Sedestación, sin bipedestación ni deambulación.
Sospecha de distrofia neuroaxonal Sin diagnóstico –
Debilidad importante. Retraso del lenguaje

Sospecha de enfermedad neuromuscular Sin diagnóstico – 10 días

cas (29,4%) y malformaciones del SNC (23,5%). Es­ las enfermedades metabólicas que ha tenido lugar
tos porcentajes también son similares a los encon­ en nuestro centro puede explicar el mayor porcen­
trados en otros estudios [6,13], salvo en el caso de taje de diagnósticos de esta patología. El escaso nú­
las enfermedades metabólicas, que parecen diag­ mero de pacientes con causas periféricas de hipoto­
nosticarse con más frecuencia en nuestra serie. Pen­ nía (cuatro pacientes en nuestra serie) representa
samos que el importante desarrollo en el campo de una limitación para extraer conclusiones certeras

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Hipotonía en el período neonatal

acerca de la frecuencia relativa de las patologías de no presentaban solamente hipotonía, sino afectación
este grupo. En la mayoría de los trabajos que inclu­ sistémica. Por tanto, parece razonable solicitar estos
yen series largas de recién nacidos, las patologías estudios en casos seleccionados de hipotonía acom­
periféricas más frecuentemente encontradas son la pañada de afectación de otros órganos y sistemas.
atrofia muscular espinal infantil y las miopatías con­ El perfil diagnóstico de los neonatos que presen­
génitas [4,6,13]. tan hipotonía durante el período neonatal es muy
La anamnesis detallada y la exploración física diverso, y encontrar la etiología en ocasiones puede
son de vital importancia para orientar el diagnósti­ ser un verdadero reto. La historia clínica y la explo­
co y la solicitud de pruebas complementarias. La ración física siguen siendo pilares fundamentales
ausencia de movimientos antigravitatorios de los en la aproximación diagnóstica y permiten la selec­
miembros y reflejos osteotendinosos ausentes o dis­ ción orientada de pruebas complementarias.
minuidos son muy sugestivos de patología periféri­ La importancia del diagnóstico rápido y fiable
ca, así como la necesidad de intubación, alimenta­ radica en iniciar precozmente un tratamiento en las
ción con sonda nasogástrica y ventilación mecánica enfermedades tratables, establecer un pronóstico,
durante más de cinco días [6,14]. ofrecer consejo genético y realizar un diagnóstico
Ante la sospecha de patología de origen periféri­ prenatal en casos seleccionados.
co, debe recomendarse la realización de estudios Las causas centrales de hipotonía siguen siendo
neurofisiológicos. A pesar de la disponibilidad ac­ las más prevalentes en el período neonatal. Las cau­
tual de los estudios genéticos y moleculares para sas periféricas son menos frecuentes y de pronósti­
muchas de estas patologías, la electromiografía y la co más grave. Los avances en genética y biología
velocidad de conducción continúan siendo muy im­ molecular en la última década (sobre todo, el mejor
portantes para orientar los diagnósticos diferencia­ conocimiento de las proteínas de la fibra muscular)
les. No se deben olvidar las dificultades en su reali­ han permitido el diagnóstico genético específico y
zación e interpretación en los recién nacidos, sien­ molecular de numerosas enfermedades neuromus­
do necesario personal entrenado. Una excepción culares.
podría ser la distrofia miotónica. Todos los pacien­ La comprensión de las bases genéticas, neuroló­
tes con esta patología de herencia autosómica do­ gicas y metabólicas en esta entidad está alcanzando
minante tienen una madre o excepcionalmente el altos niveles de complejidad, que justifican la nece­
padre afectos, por lo que esta entidad puede ser rá­ sidad de un abordaje multidisciplinar (neonatólo­
pidamente diagnosticada clínicamente. La confirma­ gos, neurólogos, genetistas, especialistas en enfer­
ción diagnóstica vendrá dada por tests específicos medades neuromusculares y metabólicas), tanto en
que detectan la expansión del triplete CTG [6]. la aproximación diagnóstica como en las interven­
Cuando los hallazgos electromiográficos sugie­ ciones terapéuticas.
ren la presencia de una miopatía, el paso siguiente
es la realización de una biopsia de músculo y ner­
vio. La realización de una biopsia muscular se reco­
Bibliografía
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neurofisiológica de afectación del asta anterior, ner­ 1. Prasad AN, Prasad C. Genetic evaluation of the floppy infant.
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Hypotonia in the neonatal period: 12 years’ experience

Introduction. Hypotonia is one of the most frequent signs of neurological pathology in newborn infants.
Aims. To determine, in a 12-year retrospective study, the relative frequency of neurological pathologies that can be accompanied
by hypotonia during the neonatal period and to describe the neurological development after two years’ follow-up.
Patients and methods. We conducted a systematic review of the newborn infants with hypotonia due to an identifiable
cause who were admitted to the neonatal unit of the Hospital Sant Joan de Déu between January 1996 and December
2008. Information collected referred to family history, data related with the pregnancy and childbirth, clinical features
and complementary tests.
Results. A total of 73 hypotonic newborn infants were identified, 21 (28.7%) of whom met eligibility criteria. The majority,
81% (n = 17), were classified as central hypotonias and the remaining 19% (n = 4) were graded as peripheral hypotonias.
In the first group, 47% (n = 8) presented chromosomal disorders, 29.4% (n = 5) had metabolic diseases and 23.5% (n = 4)
displayed malformations of the central nervous system.
Conclusions. The central causes of hypotonia continue to be the most prevalent in the neonatal period and, within these,
chromosomal disorders are the most frequent. Peripheral causes are less common and have a more severe prognosis.
Advances in molecular genetics have allowed many neuromuscular diseases to be diagnosed both genetically and at the
molecular level. The diversity and complexity of the pathologies justifies a multidisciplinary approach being taken to treat
these newborn infants.
Key words. Central hypotonia. Chromosomal disorders. Genetics. Molecular biology. Neonatal hypotonia. Peripheral hypotonia.

78 www.neurologia.com  Rev Neurol 2013; 56 (2): 72-78

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