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CRITERIOS DE ANÁLISIS Y DISEÑO

El diseño estructural abarca las diversas actividades que desarrolla el proyectista para
determinar la forma, dimensiones y características de una estructura; es decir, de aquella parte de una
construcción que tiene como función absorber las solicitaciones que se presentan durante las distintas
etapas de su existencia.

El diseño sismorresistente de estructuras difiere del que se realiza para el efecto de otras
acciones, tales como cargas gravitacionales, viento u oleaje, en donde se pretende que el
comportamiento de la estructura permanezca dentro de su intervalo elástico lineal y sin daño, aún para
los máximos valores que pueden alcanzar las fuerzas actuantes. En el diseño sísmico se reconoce
que no es económicamente viable diseñar las edificaciones para que se mantengan dentro de su
comportamiento lineal ante el sismo de diseño, por lo que resulta necesario buscar un equilibrio entre
la inversión realizada en la seguridad de la estructura con la probabilidad del daño que pueda ocurrir
ante un determinado sismo. A grandes rasgos, el diseño sísmico de una estructura implica las
siguientes fases:

a) La elección de un sistema estructural adecuado.


b) El análisis sísmico con modelos analíticos representativos.
c) El dimensionamiento de las secciones transversales de los diferentes elementos
estructurales.
d) Detallado de la estructura.

Con el fin de clasificar las distintas etapas de comportamiento de una estructura se han
proyectado los siguientes estados límite:

i. Estado límite de servicio.- para el cual no se exceden deformaciones que ocasionen


incomodidad a los ocupantes, interferencia con el funcionamiento de los equipos e
instalaciones, ni daños en elementos no estructurales.
ii. Estado límite de integridad estructural.- para el cual se puede presentar daño no
estructural y daño estructural menor, como agrietamiento en estructuras de concreto,
pero no se alcanza la capacidad de carga de los elementos estructurales.
iii. Estado límite de supervivencia.- para el cual puede haber daño estructural
significativo, y hasta en ocasiones más allá de lo posiblemente reparable, pero se
mantiene la estabilidad estructural de la estructura y se evita el colapso.

Con base en los estados límite de comportamiento, se definen los siguientes objetivos del
diseño sísmico:

1. Evitar que se exceda el estado límite de servicio para sismos de intensidad moderada,
que pueden presentarse varias veces en la vida de la estructura.
2. Que el estado límite de integridad estructural no se exceda para sismos severos que
tienen una posibilidad significativa de presentarse en la vida de la estructura.
3. El estado límite de supervivencia no debe excederse ni para sismos extraordinarios
que tengan una muy pequeña probabilidad de ocurrencia.

Para cumplir cabalmente con los objetivos del diseño sísmico, se deberían realizar tres
diferentes análisis, uno para cada etapa; sin embargo, esta secuencia de análisis resulta muy ardua y
sólo se aplica para el diseño de estructuras de excepcional importancia. Los Reglamentos de diseño
de edificios acuerdan cumplir con los objetivos señalados, mediante una sola etapa de análisis; el
procedimiento adoptado por la mayoría de los Códigos actuales consiste esencialmente en un diseño
elástico con fuerzas reducidas por un factor dependiente de la ductilidad.

Se acepta que parte de la energía introducida en la estructura por el sismo, se disipe por
deformaciones inelásticas y, por ello, las fuerzas que deben ser capaces de resistir las estructuras son
menores que las que actuarían si su comportamiento fuese elástico – lineal.

Las NTC - Sismo definen un marco de referencia para el diseño de estructuras que no pueden
tener deformaciones inelásticas significativas, pero aprueba que dichas fuerzas se reduzcan por el
Factor de Comportamiento Sísmico, Q, que depende del tipo de estructura en función de su capacidad
de disipación de energía inelástica o de su ductilidad. Con estas fuerzas reducidas se analiza un
modelo lineal de la estructura y se revisa que no se rebasen los estados límite de falla, que tienen que
ver con las resistencias de las secciones transversales de sus principales miembros estructurales.

Para evitar daños no estructurales ante sismos moderados, el Cuerpo Principal de las Normas
requiere que se mantengan los desplazamientos laterales del edificio dentro de límites admisibles. El
procedimiento de diseño no incluye una revisión clara de la seguridad contra colapso (estado límite de
supervivencia); sólo se supone que al respetar ciertos requisitos de ductilidad, la estructura dispondrá
de capacidad de disipación inelástica de energía suficiente para evitar el colapso.

El cumplimiento de los objetivos anteriores implica que la estructura disponga de una rigidez
adecuada para limitar sus desplazamientos laterales, proporcionándole características dinámicas que
eviten amplificaciones excesivas de la vibración; que cuente, además, con la resistencia lateral
suficiente para absorber las fuerzas de inercia inducidas por la oscilación; y, que tenga alta capacidad
de disipación de energía mediante deformaciones inelásticas, lo que se logra proporcionando una
adecuada ductilidad.

El objetivo del diseño sismorresistente es proveer a la estructura de una adecuada capacidad


de resistencia y de rigidez lateral, de disipación de energía y de deformación en el rango inelástico tal
que permitan evitar daños a la estructura y en los componentes no estructurales durante temblores de
frecuente ocurrencia, así como evitar pérdidas humanas y lesiones a seres humanos en sismos
intensos poco frecuentes.

Lograr lo anterior implica mucho más que la simple aplicación de una serie de procedimientos
reflejados en un Reglamento de diseño; involucra la comprensión de los principales factores que
determinan la respuesta sísmica de las estructuras con las características requeridas. Para poder
cumplir con lo anterior, las Normas deben presentar los principales criterios de diseño de una manera
racional, clara y lo más simple posible para lograr que el usuario conozca y comprenda no sólo las
bases de dichos procedimientos, sino también sus limitaciones.

Otro punto importante es garantizar que los desplazamientos laterales sean menores que
ciertos límites, a fin de preservar la comodidad y seguridad de los ocupantes del edificio y de las
personas en general, y así prevenir el pánico ante los sismos moderados o severos principalmente.

Las NTC – Sismo exigen que los desplazamientos laterales no generen efectos adicionales
de segundo orden, ni propicien una sensación de inseguridad y el daño de los elementos no –
estructurales; asimismo, dan recomendaciones para que la separación entre edificios vecinos sea tal
que no exista riesgo de golpeteo.

Al diseñar una estructura que va a ser desplantada en una zona sísmica, se deben tomar en
cuenta la combinación de las fuerzas de la componente horizontal del movimiento del terreno y cierto
porcentaje de los de la otra componente horizontal ortogonal a la primera, más los efectos de las
cargas gravitacionales; en caso de que se tenga certeza de que las vibraciones verticales son de
importancia, deben incluirse sus efectos, que suelen ser considerados en el diseño sísmico de
estructuras que están cerca del foco, como en aquellas que tienen grandes claros y/o volados.

Las características estructurales definen fundamentalmente el comportamiento inelástico de


los edificios. La mayoría de los Reglamentos modernos proporciona coeficientes sísmicos y espectros
de diseño que consideran el comportamiento inelástico de las estructuras, lo cual permite utilizar
valores de diseño inferiores que los necesarios para mantenerse en el rango elástico. De aquí que sea
necesario clasificar a las estructuras en función de las características que definen su capacidad para
absorber energía en el rango inelástico. Esta clasificación permite asignar diferentes valores de los
parámetros utilizados para el cálculo de las fuerzas sísmicas encada caso. En aquellas Normas en
que se proporcionan coeficientes sísmicos o espectros de diseño elásticos, la clasificación de los
edificios según sus características estructurales permite elegir el factor de reducción por
comportamiento inelástico (factor de ductilidad) adecuado.

El coeficiente sísmico define el cociente del peso total de la estructura que se debe considerar
como fuerza cortante actuante en su base, con fines de diseño. Para una región sísmica específica,
la mayoría de las Normas proporcionan valores de coeficientes sísmicos en función de las
características estructurales, del uso del inmueble y del tipo de suelo. Los valores de coeficientes
sísmicos para suelos compresibles suelen ser mayores que para los firmes, ya que consideran la
amplificación que sufren las ondas sísmicas en este tipo de suelos.

Para el análisis sísmico dinámico de estructuras se proporcionan espectros de diseño, que


son envolventes de los espectros de respuesta obtenidos para varios sismos en una cierta región; se
deben calcular con herramientas estadísticas, analizando la información disponible de manera que
tiendan a garantizar una probabilidad reducida de excedencia. Los espectros de respuesta son
gráficas de la respuesta máxima de sistemas de un grado de libertad con diferentes periodos, sujetos
a la acción de un sismo determinado. Para fines ingenieriles, se suelen utilizar espectros de
aceleración: son gráficas de periodo contra seudo - aceleración espectral en función de la aceleración
de la gravedad, considerando un cierto porcentaje del amortiguamiento viscoso crítico, por lo general
del 5%

Tipos de Sistemas Estructurales y Efecto del Movimiento del Terreno


en las Edificaciones.

Introducción

La presente unidad tiene como objetivo principal presentar algunos aspectos básicos del
comportamiento de los edificios sometidos a movimientos originados por un sismo. Una vez que se
conoce sobre el origen de los sismos y las consecuencias que pueden generar, en esta unidad se
hace una breve descripción de las características de las edificaciones y de sus propiedades ante la
incidencia de un sismo, de las cuales dependerá su comportamiento ante sismo.

También se hace una descripción sencilla sobre los diferentes tipos de estudios del
comportamiento de las estructuras de edificaciones sujetas a los efectos de sismos, finalizando con
una reseña de los reglamentos de construcción, que son los que regulan el análisis y diseño sísmico
de las estructuras y que proporcionan las herramientas mínimas para lograr que las edificaciones
presenten comportamientos adecuados ante la incidencia de movimientos del terreno.

¿Cómo están conformadas las edificaciones?

Las edificaciones, en general, tienen el propósito primario de solventar la necesidad social de


proporcionar un espacio seguro de vida para un grupo de seres humanos, esto se cubrió inicialmente
con cuevas y chozas de materiales naturales; actualmente se cuenta con una gama importante de
materiales que pueden usarse para las construcciones que se destinan a ser vivienda. Además, las
propiedades de los materiales para construcción han permitido que se realicen edificios de más de un
nivel, llegando incluso a rascacielos como apartamentos para vivienda.

De manera similar al cuerpo humano, para poder mantenerse en pie, las edificaciones
requieren de un esqueleto, que en este caso está constituido por los denominados elementos
estructurales, los cuales se dividen en verticales y horizontales, dentro de los primeros se puede
mencionar a las columnas y los muros; y para los segundos se tienen a las trabes o vigas y las losas.
Además, de la misma manera que los humanos, que mientras mejor tengan los pies en la tierra, mejor
será el comportamiento ante la vida, en el caso de las edificaciones, estas no pueden estar en el aire,
necesitan apoyarse en el suelo, así como todo el peso del mobiliario y los usuarios. Las fuerzas que
provoque la incidencia de un sismo o vientos fuertes deben ser transmitidas y, por lo tanto, resistidas
adecuadamente por el suelo. Para tal efecto es necesario conocer las características de
comportamiento del suelo, por ejemplo cuánto resiste y se espera que se deforme ante las cargas que
se le aplicarán. Con base en esos parámetros se elegirá y diseñará una cimentación suficientemente
resistente, la cual, junto con el suelo y la estructura, conformarán finalmente a la edificación.

Existen diferentes propuestas de configuración de las estructuras para edificación, entre las
que se pueden mencionar y ejemplificar gráficamente a las siguientes:

(CENAPRED). (2008). Edificación de marcos resistentes a momento [fotografía]. Tomada de Acervo


de fotografías y figiuras de la Subdirección de Riesgos Estructurales del CENAPRED.

(CENAPRED). (1997). Edificación [fotografía]. Tomadas de Acervo de fotografías y figuras de la


Subdirección de Riesgos Estructurales del CENAPRED.
Las soluciones estructurales anteriores se pueden encontrar principalmente con materiales
como el concreto reforzado, el acero estructural y la mampostería confinada, ya sea de manera
independiente, o con alguna combinación de ellos.

Materiales de construcción
Concreto reforzado: Es la combinación del concreto simple y del acero de refuerzo. El
concreto simple resulta de la mezcla de agua, cemento, arena y grava principalmente. Al acero de
refuerzo también se le conoce como varilla o barra de acero. Con este material se pueden hacer
columnas, muros, trabes, losas y elementos de cimentación.

Acero estructural: Son elementos obtenidos de un proceso de fabricación y laminación


metalúrgica controlado, del cual se pueden lograr placas simples y elementos de configuración más
compleja, un ejemplo, tanto de las placas, como de los diferentes tipos de configuraciones que se
obtienen de un proceso de laminación se muestran en la imagen. Con este material se pueden hacer
columnas, trabes y, en algunas ocasiones, losas y muros.

Mampostería confinada: Probablemente es el material más conocido en nuestro país, está


constituido por la combinación de tabiques y elementos de concreto reforzado que contiene o confina.
Estos, a diferencia de las estructuras formales de concreto reforzado, son de dimensiones pequeñas
(determinadas principalmente por el tamaño de los tabiques) y tienen pocas varillas de acero de
refuerzo de diámetro pequeño. Un detalle de este tipo de material se muestra en la imagen.
Fuerzas generadas por el sismo en las edificaciones.
¿Por qué se mueven las edificaciones?

La mayor parte del tiempo un edificio está sometido a fuerzas cuya intensidad (su tamaño) no
cambia. Un ejemplo es el peso propio del edificio, ya que el peso de los diferentes elementos que
forman parte de este (columnas, trabes, losas, muros, etcétera) permanece constante con el paso del
tiempo. A estas se les denomina fuerzas estáticas.

El tamaño de las fuerzas estáticas, como el peso propio del edificio, o el de sus contenidos,
se puede cuantificar fácilmente, ya que se conoce el tamaño de cada elemento y el peso del material
del que está hecho. De manera similar, el peso del contenido de un edificio también se puede estimar.
Por ejemplo, si en una escalera caben 20 personas y se sabe el peso promedio de un adulto, se puede
estimar el peso total que puede llegar a actuar sobre una escalera.

Un edificio, durante un temblor, además de resistir su peso propio, el de sus ocupantes y de


sus contenidos, debe soportar las fuerzas que le genera el sismo. Este tipo de fuerzas que experimenta
un edificio durante un temblor son semejantes a las que percibe una persona que está parada sobre
un tapete, el cual es jalado repentinamente. Si bien nadie la empuja, esta siente como si lo estuvieran
haciendo en dirección opuesta a la dirección en que se jala el tapete.

Los edificios ciertamente no se encuentran sobre un tapete; sin embargo, durante un sismo,
el suelo sobre el que se apoyan se mueve, lo que produce fuerzas invisibles que parece empujan al
edificio como se muestra en el esquema. Estas actúan de forma semejante al ejemplo de la persona
sobre el tapete, pero son aún más complejas porque se trata de fuerzas de tipo dinámico, cuya
intensidad (su tamaño) varía en el tiempo, es decir, tienen un tamaño diferente en cada fracción de
segundo.

(s.a.). (s.f.). Fuerzas laterales por sismo [esquema].


Fuerzas generadas por el sismo en las edificaciones.

Comparativamente hablando, el movimiento absoluto del terreno y de un edificio durante un


sismo no es realmente muy grande, aun durante la ocurrencia de un gran temblor. Es decir, las
edificaciones regularmente no presentarán desplazamientos grandes en comparación con las
dimensiones propias de los edificios. No es solo el desplazamiento que presente el edificio el que
generará daño este; también juega un papel importante la fuerza abrupta que el sismo hace incidir en
la masa de la estructura.

Volviendo al ejemplo de la persona sobre el tapete, cuando este es jalado de forma rápida,
independientemente de que del desplazamiento de este y el de la persona resulte pequeño (problema
de gran aceleración y poco desplazamiento), el efecto sobre la persona puede resultar en su caída.
Por otro lado, si es jalado de manera lenta, amén de que se recorran grandes distancias (problema de
aceleración pequeña y grandes desplazamientos), el efecto sobre la persona puede ser no tan
desafortunado como el primer caso. Entonces, el daño en un edificio estará determinado
principalmente por dos factores: la aceleración y el desplazamiento.

La aceleración durante los sismos y el acelerograma Es ampliamente reconocido que para


estudiar el movimiento de los edificios cuando incide un sismo en ellos, en muchas regiones de
sismicidad importante en el mundo (en el caso de México, sería la costa del Océano Pacífico) algunos
edificios han sido preparados con acelerómetros, instrumentos que permiten conocer cuáles fueron
las aceleraciones que presentó la parte del edificio donde se encuentra el instrumento cuando sucedió
el sismo. El registro de las características del movimiento recabado por el acelerómetro se conoce
como acelerograma. En la imagen se muestra un par de acelerogramas registrados en la azotea y en
la base de un edificio en la colonia Roma de la Ciudad de México.

Resulta claro que hay diferencias en las aceleraciones registradas en distintos sitios de la
edificación, lo cual se puede considerar producto de la mayor flexibilidad de las edificaciones
comparativamente con la gran masa del terreno donde se desplantan o apoyan, aspecto que se
representa de manera gráfica:
El fenómeno físico de la aceleración tiene una influencia importante en el movimiento de los
edificios y, por lo tanto, en la generación de daño en estos, debido a que al ser cuerpos un cierto peso
y con cierta masa, los edificios deberán obedecer la famosa Segunda Ley de Newton de la Dinámica.
La ecuación que representa de la manera más sencilla esta es:

La expresión anterior establece que la fuerza actuando sobre el edificio (específicamente


sobre la masa de este), definida como F, resulta igual al producto de la masa, M, y la aceleración que
incide en la misma masa, a. Por lo tanto, es claro que las fuerzas que actúen sobre la estructura del
edificio serán mayores a mayores valores de masa y aceleración. Por supuesto, a mayor valor de la
fuerza afectando al edificio, la densidad y nivel del daño que sufra será mayor; por lo anterior, tratar
de reducir la fuerza F, actuante sobre los edificios durante sismos, es una de las metas de mayor
importancia en el diseño sismo-resistente. Cuando se plantea un edificio nuevo, por ejemplo, es
deseable hacerlo lo más ligero posible, lo cual significa, por supuesto, que M, y por lo tanto, F se
reduzcan. En otro sentido, existen también desarrollos tecnológicos enfocados a la reducción de los
valores de la aceleración en el edificio. Es importante notar que F es realmente lo que se conoce como
fuerza de inercia, esto es, la que es generada por la tendencia del edificio a permanecer en reposo, y
en su posición original, aun cuando el suelo debajo de ella esté en movimiento. También resulta
importante mencionar que otro principio de la física establece que la masa afectada por una
aceleración tiende a moverse en dirección opuesta a la dirección de la aceleración que la trata de
mover, aspecto que se representa gráficamente en el siguiente esquema.
La fuerza inercial F impone cierta deformación en los elementos estructurales componentes
del edificio. Si estas deformaciones resultan suficientemente grandes, los elementos estructurales del
edificio sufrirán diferentes tipos de daño. Para ilustrar el proceso de generación de deformaciones en
la estructura producto de las fuerzas de inercia, se puede considerar el caso simple de una columna
rígida de piedra o concreto simple, como se muestra en el esquema. Durante un sismo, si la columna
esta simplemente apoyada sobre el terreno sin ninguna clase de fijación, la columna podrá moverse
libremente en la dirección opuesta a la del movimiento del terreno, y con una fuerza proporcional a la
cantidad de masa y a la aceleración que se transmita a la columna.

En la misma columna, considerando ahora fija o empotrada en el terreno y sin libertad de


desplazarse libremente sobre este, deberá absorber internamente, de alguna manera, las fuerzas de
inercia que le genera el movimiento del terreno. En el mismo esquema, se ilustra que estas fuerzas
internas generadas en la columna pueden resultar de un valor tal, que se genere la aparición de grietas
en la base de la columna. Por supuesto que las fuerzas sísmicas son difíciles de cuantificar porque su
tamaño cambia en cada fracción de segundo, y además su dirección también lo hace constantemente.
Al igual que un automóvil que se mueve con una determinada aceleración, el suelo, durante un sismo
lo hace con una determinada aceleración; sin embargo, en este caso, el suelo se mueve en todas
direcciones, no solo en un plano horizontal, sino en dirección vertical (de arriba a abajo) y gira en todas
direcciones.

Fuerzas generadas por el sismo en las edificaciones.


¿Qué tan grandes pueden ser las fuerzas sísmicas?

Como ya se comentó, el tamaño de las fuerzas sísmicas que actúan en un edificio depende
principalmente de dos factores:

Qué tan pesado es el edificio.

Qué tan grandes son las aceleraciones que el sismo provoca en el edificio.

Entonces, si se tienen dos edificios del mismo peso, pero a uno se le somete a una aceleración
del doble que al otro, las fuerzas sísmicas serán también del doble. De manera similar, si hay dos
edificios en un sitio dado, las aceleraciones que el sismo generaría en el terreno son iguales, pero uno
de los edificios es del doble de peso que el otro, también las fuerzas sísmicas que se generen en el
edificio pesado resultarían del orden del doble de las fuerzas que se generaran en el edificio ligero.
Esto implica, como ya se ha mencionado, que el tamaño de las fuerzas sísmicas depende del tamaño
de la aceleración provocada por el sismo, y del peso mismo del edificio.

A partir de las aceleraciones que se midan en un edificio y conociendo su peso, es posible


determinar el tamaño de las fuerzas sísmicas que actúan en la construcción. En ocasiones, las fuerzas
sísmicas son tan grandes que pueden llegar a ser más de la mitad del peso del edificio. Eso quiere
decir que si uno de 10 pisos pesa por ejemplo 9,000 toneladas (aproximadamente el peso de 10,000
coches compactos), el tamaño de las fuerzas sísmicas puede ser cercano o mayor a 5,000 toneladas.
Es por eso que los edificios construidos en zonas de alta sismicidad resultan de dimensiones más
robustas.

Como se mencionó anteriormente, durante un sismo el suelo se mueve en todas direcciones,


así el movimiento horizontal del suelo produce fuerzas predominantemente horizontales, o también
llamadas laterales, sobre los edificios (figura 1); mientras que el movimiento vertical del suelo produce
fuerzas predominantemente verticales (figura 2).

Figura 1

Figura 2.
Deberá entenderse que no existen propiamente los “sismos oscilatorios”, o bien los “sismos
trepidatorios”, en realidad, durante la ocurrencia de un sismo siempre se presentan movimientos tanto
laterales, como verticales, por lo que en cualquier caso habrá fuerzas sísmicas laterales y verticales.
Desde luego, dependiendo de la localización geográfica del sitio de interés habrá sitios donde el
movimiento predominante sea el horizontal, y otros con movimiento predominante vertical. En ambos
casos siempre se presentará también el otro tipo de movimiento.

Factores que afectan al movimiento de un edificio durante un sismo

El tamaño de las fuerzas sísmicas sobre un edificio depende del valor de la aceleración que
el sismo le incida, por lo que es necesario conocer los principales factores que afectan el tamaño de
la aceleración en la construcción.

En términos generales, la aceleración máxima que experimenta un edificio durante un sismo


depende de los siguientes factores:

La aceleración máxima del suelo;

El periodo dominante del movimiento del suelo; y

El periodo de vibración del edificio.

Factores que determinan la aceleración máxima de un edificio durante un sismo.

La aceleración máxima que experimenta un edificio durante un sismo depende de los


siguientes factores: 1. La aceleración máxima del suelo 2. El periodo dominante del movimiento del
suelo 3. El periodo de vibración del edificio 1. Aceleración máxima del terreno. Como se mencionó
anteriormente, la aceleración del suelo cambia de valor en cada fracción de segundo. Para ver qué
tanto, en la imagen se muestra la historia de aceleraciones horizontales del suelo en la dirección norte-
sur medida en el poblado La Unión, durante el sismo del 19 de septiembre de 1985. Esta población
está relativamente cercana al epicentro del sismo. En la figura puede verse que el movimiento de
terreno medido en este sitio tuvo una duración de poco más de un minuto. Asimismo, puede
observarse que durante los 10 primeros segundos, las aceleraciones del suelo fueron muy pequeñas
y crecieron en tamaño entre los 10 y los 30 segundos del sismo, y que a partir de ese instante fueron
disminuyendo poco a poco.
Si a un edificio se le sacude con una historia de aceleraciones como la mostrada en la imagen
superior, la aceleración máxima y, por tanto, la fuerza sísmica máxima, depende de la aceleración
máxima del suelo. Para el movimiento mostrado en la figura, la aceleración máxima del suelo ocurre
aproximadamente 23 segundos después de iniciado el movimiento, cuando alcanza un valor de
aproximadamente 160 cm/s2, lo que equivale aproximadamente a una sexta parte de la aceleración
de la gravedad. 2. Periodo dominante del movimiento del suelo. La aceleración máxima en un edificio
y, por lo tanto, las fuerzas sísmicas máximas en el edificio, no solo dependen de la aceleración máxima
del suelo, sino de las características de movimiento, aspecto que se resume con el conocimiento del
periodo dominante de éste. Para entender mejor este concepto, consideremos el ejemplo de la música.
El que los vecinos de una fiesta se pongan a bailar con la música que escuchan, no solo depende del
volumen, sino también de si les agrada o no el tipo y ritmo. Aunque la escuchen al mismo volumen,
algunos vecinos no bailarán rock porque no les agrada ese ritmo, mientras que sí salsa porque ese es
el tipo que les gusta. En forma semejante, los sismos también tienen diferentes periodos dominantes,
o sea diferentes ritmos. El ritmo de un sismo lo podemos medir en forma aproximada contando el
número de picos que tiene el movimiento en un determinado lapso de tiempo. A continuación muestra
la imagen el registro de aceleraciones del suelo medido en la colonia Roma de la Ciudad de México
durante el sismo del 25 de abril de 1989. En el detalle de esta figura se observa un acercamiento de
un segmento de 10 segundos de duración. Puede verse que en este caso el número de picos es de
siete, teniendo el suelo un periodo de 10/7 ≅ 1.42 segundos.
Sigamos un ciclo de oscilación mostrado en la imagen. En la posición marcada con 1, el
edificio tiene un desplazamiento nulo, no se está moviendo ni a la derecha ni a la izquierda. En ese
instante comienza a moverse hacia la derecha, hasta que llega al máximo desplazamiento en la
posición 2. A partir de este punto el desplazamiento hacia la derecha disminuye y regresa a su posición
de desplazamiento lateral nulo en la posición 3, es decir, nuevamente no tiene movimiento lateral ni a
la derecha ni a la izquierda. Después el edificio continúa moviéndose, ahora hacia la izquierda, hasta
alcanzar el máximo desplazamiento de ese lado en la posición 4. Después de este punto, el edificio
comienza de nuevo a desplazarse hacia la derecha hasta alcanzar nuevamente la posición de
desplazamiento nulo en la posición 5. Un ciclo completo de movimiento o de vibración está dado por
las posiciones 1-2- 3-4-5. En la posición 5 el edificio está en una situación semejante a la de la posición
1, en la cual está listo para iniciar un nuevo ciclo de vibración. Todo edificio tiene un tiempo
característico que se tarda en completar ese ciclo de vibración, a esto se le conoce como periodo de
vibración. Por lo general, los edificios completan un ciclo de vibración en un tiempo relativamente
rápido. Por ejemplo, un edificio de 10 pisos tarda aproximadamente un segundo en completar dicho
ciclo de vibración. Entre mayor sea el número de pisos de un edificio mayor es su periodo de vibración,
o sea, se tarda más en completar un ciclo de vibración. Por ejemplo, un edificio de 4 pisos tiene un
periodo de vibración de aproximadamente medio segundo, o sea que es capaz de completar dos ciclos
de vibración en tan solo un segundo, mientras que un edificio de 15 pisos tiene un periodo de vibración
de aproximadamente un segundo y medio. El periodo de vibración del edificio representa una de las
características dinámicas que permiten identificar el tipo de excitación que mayormente afectaría a la
estructura. En el esquema a continuación se muestra la historia de aceleraciones del suelo medida en
la colonia Roma durante el sismo del 25 de abril de 1989 y la historia de aceleraciones en la azotea
de un edificio de cuatro niveles. En este caso el periodo dominante o característico del suelo es de
aproximadamente un segundo y medio y el periodo de vibración característico del edificio es de medio
segundo, o sea que el edificio recorre tres ciclos completos de vibración en el mismo tiempo en que el
suelo completa un ciclo de vibración. Puede verse que cuando el suelo tiende a moverse más
lentamente de lo que lo hace la estructura, la aceleración máxima que experimenta el edificio (el
tamaño del pico más grande del movimiento en la azotea del edificio) es semejante a la aceleración
máxima del suelo (el tamaño del pico más grande del movimiento en la base del edificio).

Por otro lado, a continuación se muestra el mismo movimiento de suelo en la colonia Roma,
pero ahora moviendo la base de un edificio de 12 pisos. En este caso el periodo de vibración del
edificio es aproximadamente uno y medio segundos, o sea aproximadamente igual al periodo del
suelo. Cuando el periodo del edificio es igual o aproximadamente igual al del suelo, el movimiento del
edificio es mucho mayor al del suelo, o sea que el edificio amplifica el movimiento del suelo y, por lo
tanto, el tamaño de las fuerzas sísmicas se incrementa.
Por último, en el último esquema se muestra el mismo movimiento de suelo, pero ahora
moviendo la base de un edificio de 20 pisos. En este caso el periodo de vibración característico del
edificio es aproximadamente dos y medio segundos, mientras que el del suelo es de uno y medio
segundos, o sea que el edificio se mueve más lento de lo que lo hace el suelo. Puede verse que en
este caso el movimiento del edificio es aproximadamente igual o inclusive un poco menor al del suelo.

De manera semejante, si los tres edificios de las imágenes son vecinos y están ubicados en
la colonia Roma, a pesar de ser sacudidos en su base por el mismo movimiento de suelo, no se
mueven igual. Como se vio en la figura del apartado dos, tiende a moverse más aquel que tiene un
periodo de vibración más semejante al del suelo.

Daño en edificaciones
Al revisar los temas anteriores, sabemos que el comportamiento de las estructuras depende
de varios factores (aceleraciones máximas del terreno, periodo dominante del movimiento del suelo y
del periodo de vibrar del edificio), pero ¿qué es lo que hace que los edificios sufran daños durante un
sismo? La respuesta se ofrecerá muy brevemente en el siguiente documento.
¿Cómo identificar el nivel de daño que tenga un elemento estructural?

Cuando una edificación tiende a presentar un comportamiento considerado como anómalo,


es necesario identificar las características o tipo de mecanismo que generó el daño, por ejemplo, la
flexión o el cortante. Además, será importante saber y determinar si pone en riesgo la estabilidad de
la estructura y, por lo tanto, de la edificación. La forma de identificar un posible comportamiento
anómalo de los materiales de las edificaciones parte de la presencia de agrietamiento, deformación
de los elementos estructurales o desplazamientos de la estructura. En relación con la aparición de
agrietamientos deberá diferenciarse, sobre todo cuando se emplean materiales pétreos como las
mamposterías y los concretos, entre los agrietamientos por variaciones de temperatura durante los
primeros meses de vida de la edificación y los agrietamientos por trabajo estructural propiamente
dicho, este último tipo será ejemplificado en párrafos subsecuentes.

Por otro lado, los desplazamientos en las edificaciones o en sus componentes generalmente
estarán asociados con insuficiencia en el tamaño del elemento estructural y no necesariamente con
una insuficiencia en la resistencia. El caso más común y claro es el de las losas de pisos y techos, las
cuales en algunas ocasiones pueden presentar desplazamientos verticales grandes, generando que
“la losa se cuelgue”, aspecto que resulta inadecuado desde el punto de vista de la funcionalidad del
edificio y de la sensibilidad del usuario, pero en la mayoría de las veces no pone en riesgo la estabilidad
de la estructura.

Entonces, surge un sinnúmero de preguntas, de las cuales podemos extraer algunas, como
las siguientes:

¿Todas las grietas en las edificaciones son peligrosas? y ¿Todas las deformaciones en las
edificaciones son peligrosas?, de las cuales la respuesta es: no necesariamente.

Con el propósito de que nosotros, usuarios de edificaciones, como nuestro hogar o centro de
trabajo, podamos identificar el nivel de peligro que se tendría en una edificación con algún síntoma de
anomalía, en el archivo Nivel de daño en las edificaciones se presentan algunos aspectos que durante
los años se han podido establecer para identificar y, de manera aproximada, determinar el nivel de
daño que tendrían los diferentes elementos estructurales que conforman a las edificaciones.

Reducción del daño en las edificaciones

El ser humano se caracteriza, respecto a los demás animales, por su necesidad de saber el
origen de las cosas y los fenómenos que lo rodean; en el caso del sismo, y del efecto de éste en las
estructuras de las edificaciones, es el profesional de la ingeniería estructural quien se encarga de
desarrollar los diferentes tipos de estudios que permiten entender el comportamiento de las
edificaciones ante cualquier tipo de excitación externa ante el efecto del sismo.

Dentro de los procedimientos que emplea el profesional de la ingeniería estructural se pueden


mencionar de manera resumida los siguientes:

Estudios analíticos
Estudios experimentales en laboratorios

Estudios experimentales en mesa vibradora

Estudios experimentales en sitio

Estudios de ingeniería estructural

Estudios analíticos: Son aquellos desarrollados usando procedimientos teóricos, ya sea de


forma manual o con la ayuda, cada vez más frecuente, de las computadoras. En este tipo de estudios
siempre se parte del planteamiento de un modelo que trate de representar con la mejor aproximación
el comportamiento del material, elemento estructural y/o sistema estructural en estudio, un ejemplo de
un modelo, el caso de una edificación a base de marcos se muestra en el esquema. Para poder lograr
una buena aproximación en los resultados de este tipo de estudios se requiere de información para el
adecuado planteamiento del modelo de estudio, ésta se obtiene generalmente a partir de estudios
experimentales en laboratorios, así como estudios o visitas a sitios afectados por sismos, de los cuales
se comenta enseguida.

Estudios experimentales en laboratorios: Para definir de manera segura y controlada, entre


otras cosas, si una estructura alcanza a ser dañada ante diferentes tipos de fuerzas externas, además
se desea conocer el nivel de daño que presenta y, conjuntamente, poder determinar la repercusión de
éste en la estabilidad global de las edificaciones, se desarrollan los trabajos experimentales en
laboratorios creados ex profeso. A los destinados a este tipo de estudios se les denomina “laboratorios
de estructuras grandes” y, para el caso del sismo, el tipo de pruebas que se desarrollan en ellos se
logran por medio de la aplicación de una carga o fuerza en algunos puntos predeterminados, fuerzas
que se consideran equivalentes a las fuerzas de inercia que la aceleración del sismo incidente genera
a las masas de la estructura. Las pruebas en estos estudios no son dinámicas, son básicamente
estáticas, es decir, la carga se aplica y mantiene en el modelo durante lapsos relativamente largos de
tiempo. Así, por ejemplo, si la fase intensa de un sismo tiene una duración de 15 segundos, la
representación del efecto del sismo en un modelo estructural dentro de un laboratorio de estructuras
se puede desarrollar en 8 horas. El estudiar el efecto que pudiera generar un sismo en una edificación
“alargando” artificialmente el tiempo de duración de un sismo en particular, permitirá que el estudioso
del tema observe claramente el proceso de daño de la estructura e identifique los mecanismos de
resistencia dominantes. Es necesario hacer mención al hecho de que en los laboratorios de estructuras
grandes se cuenta con una losa y un muro de reacción, los cuales son considerablemente más rígidos
y resistentes que la mayoría de los modelos que se colocarán sobre ellos para prueba. Generalmente
los modelos a probar se fijan en el piso de reacción y se les aplica una carga por medio de gatos que,
a su vez, se fijan en el muro de reacción, de modo que en los estudios realizados en estos laboratorios
no se mueve la base de la estructura, simplemente se aplica una fuerza simulando el efecto del sismo.
Existen una gran cantidad de laboratorios de este tipo en el mundo, uno de ellos, de gran envergadura,
por cierto: el de estructuras grandes del Cenapred, en el cual se tienen un muro y una losa de reacción,
sobre los que se fijan los modelos a probar, así como los diferentes dispositivos con los que se
aplicarán las fuerzas laterales con las que se simula el efecto del sismo; una fotografía de este
laboratorio se muestra en la imagen. En los laboratorios de estructuras grandes se pueden llegar a
probar modelos de edificaciones a escala real y de varios pisos sobre el nivel del terreno de desplante.

Estudios experimentales en mesa vibradora: A diferencia de los laboratorios denominados


de estructuras grandes, en los que se cuenta con un dispositivo denominado “mesa vibradora” se
pueden realizar pruebas para estudiar el comportamiento y modo de falla de estructuras sujetas a
movimiento acelerado de la base, que en este caso es la mesa vibradora misma. Estos dispositivos
son tarimas de material metálico con preparaciones para poder fijar modelos de edificaciones sobre
éstas. Una vez fijado un modelo sobre la mesa, se le aplica un movimiento similar al de un sismo con
la misma aceleración que presentó el sismo en la base del sitio donde se registró. Las pruebas
realizadas se pueden considerar como lo más cercano a la realidad en cuanto al estudio del
comportamiento de las edificaciones sujetas a sismo, entonces se preguntarán: ¿Por qué no hay
muchas mesas vibradoras y todos los estudios experimentales se realizan en ellas? Algunas de las
respuestas serían: 1) Para una prueba en un laboratorio de estructuras grandes se puede requerir un
solo gato, el cual sería controlado de manera manual; contrariamente, para una mesa vibradora se
requieren cuando menos un actuador o gato dinámico, cuyo movimiento se logrará por medio del flujo
de aceite controlado por medio de una computadora; 2) Para lograr que la tarima o mesa vibradora se
mueva igual a cuando incidió un sismo, se requiere de gran potencia y capacidad de flujo de aceite
hacia el gato, aspecto que tiene un límite, por lo que para poder representarlo se requiere que la masa
de la estructura sea relativamente pequeña; es decir, no se pueden probar en mesas vibradoras
modelos de edificaciones de gran peso, lo cual limita las dimensiones de los modelos y generalmente
se emplean modelos a escala, aspecto que resta certidumbre a los resultados que se pudieran
obtener. Claro que existen algunas mesas vibradoras de grandes dimensiones en las que se pueden
probar modelos de edificaciones escala real, pero el costo resulta considerablemente alto (un ejemplo
es la mesa vibradora del proyecto e-Defense localizado en la provincia de Hyogo en Japón, la cual
tiene dimensiones de 20x20 metros y costó aproximadamente 25 millones de dólares. La imagen
muestra una vista de la mesa vibradora del proyecto e-Defense). Como se puede ver, el problema de
mayor relevancia para el uso de las mesas vibradoras en estudio experimentales resulta ser el
económico.

Estudios experimentales en sitio: Este tipo de estudios son relativamente comunes para
determinar si una estructura presenta alguna anomalía de comportamiento cuando se le sujeta a las
cargas verticales de diseño, a esto se les llama pruebas de carga (un ejemplo en una vivienda tipo pie
de casa se muestra en la imagen). En muy pocas ocasiones se realizan pruebas de carga en
edificaciones reales aplicando fuerzas laterales con algún dispositivo. En este sentido, para poder
determinar si las características de comportamiento de una edificación ante la posible incidencia de
fuerzas laterales provocadas por sismo se han modificado, por ejemplo, que manifiesten deterioro por
daño difícil de percibir a simple vista, se realizan pruebas de medición de la vibración ambiental, lo
cual consiste en medir la forma de moverse de la edificación cuando vibra debido a la presencia de
algún agente externo de poca intensidad, como puede ser el paso de un camión pesado o la colocación
de algún dispositivo mecánico que genere vibración en algún piso de la edificación. Con pruebas de
este tipo se puede llegar a determinar con cierta precisión si una estructura presenta algún daño y,
posteriormente, de manera analítica, estudiar cuál sería el comportamiento de la edificación dañada
ante la incidencia de un sismo importante en el sitio.
¿Cómo impacta el avance del conocimiento en la reducción del riesgo ante la
incidencia de sismo?
Para lograr reducir la vulnerabilidad de las edificaciones y, por lo tanto, la reducción de la
densidad y nivel de daño probable que se presente en ellas producto de la incidencia de un sismo, la
sociedad, a través de las autoridades que la representan, emite una serie de normas, reglamentos,
códigos o recomendaciones que presentan los aspectos de mayor relevancia que se deberán cumplir
durante los procesos de diseño y construcción para lograr que las edificaciones, aun presentando
cierto daño durante un sismo, no fallen y definitivamente nunca se presente una pérdida de vida
humana.

Por ejemplo, como parte de un reglamento de construcciones, existen una serie de normas,
emitidas por un comité de especialistas en el tema y avaladas por la autoridad, cuyo objetivo es
salvaguardar la seguridad de la población, dando con estas normas un nivel adecuado de seguridad
en las construcciones. Para la elaboración de las normas el comité de especialistas toma en cuenta
toda la información que, a la fecha de la revisión o proceso de emisión del documento, se haya
generado por los estudiosos de los temas relacionados con el comportamiento de las edificaciones
ante los efectos del sismo.

Los procesos de revisión y emisión de las normas son periódicos, con una frecuencia variable,
generalmente entre cinco y diez años, tiempo en el que se genera gran cantidad de información y
conocimiento sobre el tema y éste se trata de plasmar en las recomendaciones de la normatividad.
Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, los procesos de revisión de las normas guardan una
relación directa con el impacto de un sismo que haya generado daño significativo en las edificaciones.
Las incertidumbres en la respuesta de las edificaciones ante solicitaciones sísmicas son
muchas, y de ahí ha provenido la necesidad de efectuar cambios en los procedimientos de diseño,
cada vez que un nuevo temblor ocurre, la información y enseñanza generada por el impacto del
fenómeno hace que aumenten nuestros conocimientos sobre el tema. Algunos de los aspectos
principales en que los sismos recientes han ampliado significativamente el conocimiento del
comportamiento de las edificaciones ante sismo se pueden resumir de la siguiente manera:

Parámetros ajenos a la edificación misma, como son la magnitud del evento, la distancia del
epicentro al sitio de interés, así como otros aspectos estructurales del mecanismo generador del
sismo, se constituyen en parámetros que influyen significativamente en las características del
movimiento y sus efectos sobre la edificación. También, parámetros propios de la estructura de la
edificación, como son su geometría general en planta y elevación, así como las propiedades de los
materiales componentes, constituyen parámetros que impactan en el comportamiento de la
edificación. Aunado a los aspectos propios de la edificación, se ha identificado que elementos no
necesariamente considerados como importantes para lograr un comportamiento adecuado ante la
incidencia de un sismo, también influyen en buena parte de las características de movimiento de la
estructura, tal es el caso de los sistemas de piso (que es un elemento estructural), muros divisorios,
fachadas, escaleras y otros elementos aparentemente no estructurales.

La edificación ha de planearse, diseñarse, detallarse y construirse de manera que todos los


elementos que la constituyen trabajen en conjunto.

Ha de evitarse, en la medida de lo posible, que los edificios presenten configuraciones


irregulares y complejas.
De la misma manera que lo indicado en el punto anterior, es recomendable tratar de evitar
que los periodos naturales de vibración de las edificaciones resulten cercanos a los periodos
dominantes del terreno en el que se construyen.

Una manera simple y conservadora de obtener edificios que, siendo factibles económica y
funcionalmente, tengan al mismo tiempo una probabilidad lo suficiente alta de que su comportamiento
ante sismos futuros resulte satisfactorio, es presentando una atención mucho mayor a aspectos que
hasta ahora no se han considerado básicos e importantes. Entre estos aspectos se incluyen,
prioritariamente, los relativos al diseño arquitectónico: uno de los aspectos altamente recomendados
en la normatividad radica en estimular la construcción de estructuras regulares en planta y en
elevación.

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