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Actividad a Realizar:

● Prepara un Esquema sobre las diferentes formas de solución pacífica


de controversias.
● Toma un ejemplo de una solución real y elabora una Síntesis, de 2
páginas como mínimo, sobre la misma.

La prevención de las guerras y las violaciones de los derechos humanos en


gran escala, al igual que la reconstrucción de las sociedades a raíz de esas
situaciones, requieren un enfoque en el que se incorporen las perspectivas
tanto de los defensores de los derechos humanos como de los profesionales de
la solución de conflictos. Esto resulta más fácil de decir que de hacer. Estos
dos grupos parten de supuestos diferentes, aplican metodologías diferentes y
tienen limitaciones institucionales diferentes. De ahí que tiendan a recelar unos
de los otros.

A corto plazo, ambos procuran poner fin a la violencia, las pérdidas de vidas y
demás sufrimientos lo antes posible. A largo plazo, tanto los defensores de los
derechos humanos como los profesionales de la solución de conflictos tratan
de ayudar a las sociedades tomando medidas para garantizar que no se repita
la violencia y se respeten los derechos de todos los seres humanos. Sin
embargo, los métodos que utilizan para lograr estos objetivos y los supuestos
en que se basan son diferentes. De resultas de ello, a veces ante un mismo
problema adoptan enfoques contradictorios o que se excluyen mutuamente.
Por ejemplo, los encargados de solucionar el conflicto, ansiosos de lograr una
solución negociada con un mínimo de pérdidas de vidas, podrían dejar de
considerar la pertinencia de los derechos humanos para el buen resultado de
su labor a largo plazo y para los protagonistas a los que se proponen reunir.
Los defensores de los derechos humanos, cuyas actividades se limitan a
avergonzar a los responsables, hacerles una publicidad negativa y lograr su
condena judicial, podrían perder oportunidades de mejora de los derechos
humanos que tal vez se conseguirían mediante la negociación y las técnicas
diplomáticas en que se apoyan los solucionadores de conflictos.

A fin de estudiar con más detalle estas diferencias aparentes, en colaboración con
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una colega del campo de los derechos humanos, la fallecida Ellen Lutz, solicité un g
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rupo de estudios de caso acerca de conflictos en los que, tanto los profesionales de
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derechos humanos como los de solución de conflictos, han realizado una extensa l
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abor: Uno de ellos es la tensión que existe entre el establecimiento de relaciones pa


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cíficas sostenibles entre los grupos contendientes en un país, y el procesamiento d
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e los miembros de esos grupos por abusos de los derechos humanos o crímenes d
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e guerra o ambas cosas. El segundo es el importante papel que desempeña la com


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unidad internacional en cuanto a respaldar o socavar las normas que ayudarían a i


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ntegrar las prácticas de derechos humanos y las de solución de conflictos.


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La contraposición de la rendición de cuentas y la inclusión es un desafío predomina


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nte no solo después de la firma de un acuerdo de paz, sino en todas las fases de un
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conflicto.

Una de las cuestiones más problemáticas que surgen en el período posterior a la co


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ncertación de un acuerdo de paz es la manera en que han de tratarse los crímenes


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de guerra y los abusos de los derechos humanos cometidos por el Gobierno anterio
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r. En tanto que los defensores de los derechos humanos presionan para que se rind
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an cuentas de los crímenes cometidos y se impongan castigos para evitar abusos u


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lteriores, a los partidarios de la solución del conflicto les preocupa la posibilidad de


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que el castigo de los perpetradores ocasione más desintegración de la sociedad, lo


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cual dificultaría más el proceso de restablecimiento.


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Una de las conclusiones interesantes de nuestros estudios de caso es que el desac


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uerdo acerca de si se debe castigar o rehabilitar a los perpetradores ocurre no solo


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después de concertado un acuerdo, sino también en todas las demás fases del con
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flicto. ã

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