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Artesania Cuero
Artesania Cuero
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Cuello
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Pata
Cola
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la decadenc ia del grem ialismo ci6n de " chapi nes", un calzado de
ti ene su fiel refle jo en la Real Cédula moda hast a el S. XVIII (Mari n, 1889).
de l 28 de Ju nio de 1707, po r la que
Feli pe V li mi taba la gra n influenci a Seis zapateros tr abajaban en
de aquél en los Concejos, y se otor- Cadalso de los Vid rios , en 1752, así
gaba la li bertad en el eje rcic io de co mo cinco en 8 runete, cuatro en
los of ic ios . Si bien continúa aún Chapinerla, dos en Cenic ientos,
pervivie ndo el pequ eño tall er arte- otros dos en El Alamo , y uno en
sano, aparece la fábri ca prop iamen- Colmenar de Arroyo y en Casarru-
te di ch a. buelos; seg uramente , estos artesa-
Durante la primera mitad del nos, en buena parte ded icados más
S. XVIII, los Catas tros del Marqués al remiendo que a la con fecc i6n ,
de la Ense nada (1749) y el Censo de serían más numerosos, (Ji menez de
Flo ridab lanca (1786) con statan la Gregor io , 1982).
ex is tencia de una c inc uente na de
las referenci as a fábricas de
tenerías en la prov incia, cuy o núme-
cu rt ido nos llevan a Chapinerla, San
ro desciende hacia la segunda
Mart in de Valdeig les ias y Villa del
mitad. El Catas tro menciona ade-
Prado , y dos mo linos de corteza de
más la labor de 201 zapate ros , 11 jal·
pin o, curti ente ef icaz, a Cenicientos,
meros, o guarn ic ioneros, 3 co lete-
(Madoz, 1847). la cita, para la pri-
ros , que con fecc ionaban el " coleto" ,
mera locali dad menc ionada, se llml -
o vestidura de piel , 4 bote ros y 5 cur o
ta a confi rmar una " tenería pobre " ;
tidores , (Gonzalez Arpide , 1985).
con respecto a San Martin de
A raíz de la Guer ra de la Indepen-
Valde ig resias la tenería operaba a
den c ia, la artesan ia se ve notable-
princ ip ios del siglo pasado (Guía,
mente diezmada , si bien Madrid
1829) co ntinuando a fina les de la
co nt inua manteniendo rasgos de su
cent uri a (Valverde, 1885).
importanc ia en este apartado , dado
que mantiene en cierta medida sus las curtiduri as de Villa del Prado
expo rta ciones de obr as de imprent a se agrupaban en una mi sma calle ,
y curtiduria. La " Guia Mercantil de que aún conse rva la denom inaci6 n
España" (1823) plasma el func iona- de «Arroyo de las Tenerías», de
miento de nueve teneri as en la pro- acue rdo a las cos tu mb res grem iales
vin cia; dos en San Martin de del medi evo y la proximidad a un
Vald eigl esias y en Vill a del Prado, cur so de agua, im presci ndi ble para
dentro del área de nuestro estudio, esta ocupación .
asi com o también en Carabanchel
de Abajo , en Chinch6n, que los primeros datos ret roceden al
fabricaba suela, cor dobán y bald e- S. XVII; en el siglo sigu iente, el
ses , dos en Alca lá de Hen ares, que Cuestionario del Arzobispo loren-
producían badanas, baldeses, cor- zana deja constanci a de la produc-
dobanes, suela, piel de becerro y de ci6n de cuatro teneri as, co nsistente
cabra, y tres en Vicá lvaro, Pozuelo en co rdobán , badana y suela, co n
de Alarc6 n y Aravaca, cuy os produc- un valor cercano a los vein te mil
tos eran los más d ifund idos por reales , señaladas también en el
toda la regi 6n. Censo de Flor idab lanca, co nteccío-
nado sólo seis años después.
No obs ta nte, la decadencia de
este secto r a medi ados de l S. XVIII En el sig lo pasado , las tenerías se
era eviden te , especialmente notoria reducen a dos , (Guia, 1836), hasta
en la cap ital, lejos de la florec iente que en 1855 los arch ivos rnunic lpa-
producci6n de sig los atrás , (Capell a, les co nfirman la reducci ón a una
1963). En la provinc ia aún quedaba n úni ca curti durí a, con doce emp lea-
en 1862, 19 fábric as de curtici6n , 2 do s, que permanecería hasta fina les
fábricas de cu erdas de gu it arra, y 1 de la centuria, (Morcillo, 1890). En
dedicada a los sombreros de piel ; la 1921 habría desapareci do definitiva-
capita l contaba con 50 establecí- mente, (Ortega, 1921).
mientos fabriles relacionados con
este material , (Memoria, 1862). En suma, y a part ir de la escasa
Centrándonos en el área que nos informaci ón existe nte, podrí a dedu-
ocupa, las primeras noticias part en c irse que en est as comarcas nunca
del S. XVIII, asl , un taller de guarni- se desarroll6 una artesa nía irnpor-
c ionería y otro de corambres, en el tante , siendo la base de la economia
que se reparaban bot as y pell ejo s, la agricultura y la ganaderla. Un
en Cadalso de los Vidrios (80x, 1945). factor decisivo para esta sit uaci6n
En el caso de Chapinería, la es la cercanía de la cap ital, asl
to pon im ia ha cons ervado el recu ero como la competenci a de importan.
do de la principal ocu pación de su tes centros cerc anos , como Port illo
comunidad originaria, la confec- y El Tiemb lo.
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RELACION DE ARTESANOS DEL CUERO Y DE LA PIEL EN LAS COMARCAS DE
NAVALCARNERO y SAN MARTIN DE VALDEIG LES IAS
El Alamo - - - - - - -
Aldea del Fresno - - 1 - - - -
Arro yomo linos - - - - - - -
Batres - - - - - - -
Brunete - - - - - - -
Cadalso de los Vidr ios - - 2 1 - - -
Casar rubue los -- - 1 1 - 1 -
Cenic ientos - 1 - - - -
Colmenar de Arroyo - - - - - - -
Cubas - - - - - 1 -
Chapinería - - 1 - - - -
Fuenlabrada - - 2 - - - 2(a)
Griñó n - - 1 - - 1 -
Humanes de Madrid - - - - - - -
Moraleja de Enmedio - - 1 - - - -
M6stoles - - 1 - 1 - - (a)
Navalcarnero - - 1 - - - -
Navas del Rey - - - - - - -
Pelayos de la Presa - - - - - - -
Quijorna - - - - - - -
Las Rozas de Puerto Real - - - - - - -
San Martín de Valde igl esias - 1 2 1 - - -
Serranillas del Valle - - - - - - 1
Sevilla la Nueva - - - - - - -
Torrej6 n de la Calzada - - - - - - -
Torrej6n de Velasco - - 2 - - - 1
Villa del Prado - 1 1 - - - -
Villa manta - - - - - - -
Villamantilla - - 1 - - - -
Vil lanueva de la Cañada - - 1 - - - -
Villan ueva del Pardillo - - 1 - - - -
Villa nueva de Perales - - - - - - -
Villav ic iosa de Od6n - - - - - - -
(a) Nota: No se ha ten ido presen te en esta relaci6n , a los traba jadores de grandes emp resa s resident es en Fuenlabrada y
M6s to les, si bien puede n realizar trabajos individualizados al margen de la empresa.
Ac larac i6n: Pese a tener datos de artesanos ya fallecidos, estos no se con tabilizan en esta relación por trata rse de un re-
cuento de artesanos act uales; no obst ante muchos de ellos no ejercen en la actu alidad las profes ione s de las
que trat amos, pero si pueden informar a cerc a de ell as.
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Fig.2.- ..Collera » y ..Trincha » ,
Fig. 3.- Frontil de las Fiestas de San Bias. Museo de Artes Tradicionales deVlllamanla.
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más común , presenta ojetes en el sim ilares a los borcegu ies , abroc ha-
empeine para ser atado med iante das con nueve botones y tan ajus ta-
cordones. das que era prec iso abrocharlas con
- Abarcas o Albarcas; es un tipo una horqu illa del pelo . Por otro lado
de calzado menos frecuente al estaban los zapatos " sensu
parecer entre la producción de esta stricto" , seg uido res también de la
zona. la suela se realizaba prime ra- moda , pero en largos espacios de
mente en piel de vacuno (toro), a ti empo, los ti pos más repetidos
ella se grapaban gruesas ti ras de un eran los de cordones y su materia
cuero más fino , si bien no mucho, prima más com ún los tafiletes .
pues se trata también de un - Otros tipos de botas eran las lla-
resistente calzado de trabajo. Con madas " de elástico " por tener este
la popularización de la goma tipo de cier re (son más rec ientes
neumática se emplearía junto con la que los t ipos anteriores), y las botas
lona , este material. destinadas a la Guard ia Civil, (reali-
- Sandalias ; la variedad dentro de zadas por Felipe Plaza en Aldea del
este grupo es mayo r. Hoy se cont i- Fresno) entre otros que segu ian una
nuan realizando de forma esporádi- tipología y material fijos, y que al
ca, pero siguiendo las pautas de la parece r eran frecuentemente reali-
moda. Fue trad icionalmente el cal- zadas por estos artesanos has ta
zado de los meses de verano , reali- hace algunos años .
zadas normalmente con restos del - Prendas de cuero; en ocasio nes ,
cuero empleado para otro calzado, y los zapateros reali zaban zajo nes
cueros de baja cal idad . para el trabajo del campo y más fr e-
- Zapatos mascu linos; en el c uentemente delanta les para si
periodo que se ha considerado en el mismos o para otras profesiones,
presente apartado, la producción de hoy so n mu y pocos lo s zapateros
este t ipo era escasa con respecto al que aún conservan estos delanta les
calzado de tr abajo. Como es lógi co de cuero, hab iéndose sus tituido
so lla ut ilizarse cuero de buena cali - estos por teji dos. También pod ría
dad , y se segu ían las directrices de comentarse aqu i la realización de
Ja mada. cin t urones de c uero o de c uero co n
- Zapatos femen inos ; t ampoco for ro de te la. Hoy so lo se reali zan
era este un tipo de mucha demanda, piezas decoradas, ya que su
pues no era dif ícil el acceso al demanda ha dejado de exígir una
comercio de la cap ita l. No obstante uti lidad y busca la calidad y el at rac-
se realizaba calzado femeni no de tivo del ob jeto. Son cas i todos, cin-
dos tipos las botas " de 9 bo tones" , t urones para muje r, en alg ún caso a
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juego con unos zapatos y un bolso; créd ito" ; cuando el artesano hab ia
nada t ienen pues que ver con la vendi do un cierto número de pares ,
producción t rad ic ional. pagaba sus compras.
- Piezas de guarn ic ionería; al ir El mate rial pr incipa lmente ern-
haci éndose ext raña la fi gura de l pleado era el cuero, de forma cas i
guarn ic ionero , pero no haber desa- exc lus iva; hoy se unen a él tej idos y
parec ido aún los últimos aniles de pl ást icos; en menor medida goma
t rabajo, los zapa te ros pudieron rea- neum ática. Para rea lizar las sue las
Iizar alguna cabezada o c incha. se emp leaban las pie les fuertes
Tambié n encontrar iamos este como es la de toro. El becerro se uti-
aspecto productivo en aque llos Iizaba para zapatos , bo lsos, cartu-
pueblos que care cían de gua rn ic io · cheras y ci ntu rones. La badana no
neros desde un princip io ; pero respon de sie mp re al mi smo con-
desde lu ego no po demos pensar en cep to , pero como veíamos en un
nin gún momento en un a producc ió n apa rtado ante rio r, se t rata de una
frecu ent e co mo por ot ro lado es pie l f ina y por ello la encontraremos
lógi co. en el fo rro de algunos zapatos,
- También de forma ocasional, botas y rec ientemente en bi lleteros
pod ia un zapatero real izar carteras y est uches. La pie l curt ida de vaca y
para niños o para cobradores y ternera se emp leaba para los botos.
carteros. El cerraje o ante se emplea hoy ,
- Zamar ras ; es mas frecuente que para el llamado " zapato de
estas sean obra de l propio pastor, ocasión " . La napa se utiliza,
pero también podemos encontrar- también actualmente, para reali zar
las ent re la producció n espo r ádica for ros y fu ndamental mente ropas.
de estos artesanos. Se realizaban Tafilet e, para piezas más de licadas.
en cu ero de vacuno y se cosian co n Por último es des tacable la pie l de
pie l de gato; in dicando siempre las gato , ya que vari o s artesanos la ut ili-
ini ci al es de l artesano . zaba n no para las piezas de l calzad o
La mate ria prima utilizada por en si , sino para el cosido de algunos
estos artesanos, se adq uiría ya ela- ob je tos, (también los boteros
bo rada , es decir curti da y tei'lida en po dían em plear este material).
su caso. Las compras se efect uaba n Además de estas materias , eran
po r regl a ge nera l en los almacenes necesarias ot ras para la con teccíón
de la c apital , en call es cé nt ricas del calzado: eng rudos de distintas
co mo Santo Domingo y la Plaza fórmulas, cáñam o para coser, ce ra
Emba jadores . Algunos de es tos virg en , pez, sebo y ace ite (en raras
almace nes aún se con servan si ocasiones se empleaban tintes,
bie n, muchos se encuentra n act ual- esto s es taba n reali zado s ya co n
men te cerr ad os . No obstant e las produc tos qu im ico s co mp rados en
com pras podí an efec t uarse indi rec- la capit al).
tamente en puntos tan ale jados de La gama de herrami ent as
nuestra zona como seria Barce lo na. emp leada por un zapatero puede se r
En I unc l ón de los preci o s requ erí- muy am plia si confecc iona el
dos en cada pun to y las pos ib ili· ca lzado , y bastante lim itada si
dades de tra nsporte para el cuero un icamente lo repara.
(ferrocarril en la mayor ía de los Si el zapatero dise ña sus propios
casos). La co mp ra se reali zaba " a modelos (c osa poco frecuent e,
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Fig. 6- Algunas herramientas de zapatería: lima , punzón, hierro encerador, tij eras y marco.
aunque se daba este hecho ent re (flexi bles y res is tentes para pasar el
los tres zapate ros que aún vende n hilo) , cristal (para diversos fines ,
el calzado que real izan), necesitaba esenc ialmente puli r el bo rde de la
una mesa en la que dibu jar, hacer suela), tenazas de cortar y de mono
patrones y cortarlos (com prar los tar (esta últ ima par a ir dob lando
co rtes ya hechos era bastante la piel sob re la horma), li mas o tr ián-
frec uent e entre los zapateros de gu los , lijas, escof ina, piedra de
estas comarcas). Una mesa alta y esmeril (aunque era frecue nte que
amp lia es su fic ien te para dic has las herrami entas fu esen afiladas
func iones. por los afiladores), mart illo s, candi -
Entre los ob jetos que se guardan leja para calentar la ce ra, hierros
en el Museo de Artes Trad ic iona les encerados (como el que se repre-
de Vil lamanta, se conserva un senta en el dibujo), rulet a est riada,
banco de zapatero (reproduci do en fresas , compás de pu nt o fijo, pince-
el dib ujo), que aunque no era impres- les para teñ ir, mordazas (en form a
cind ib le como tal , pero si muy fre- de horquilla, se trat a de un in stru-
cuente. Presen ta un punto de apoyo mento de madera que se sujet aba
alto para coser, pega r o retocar el co n una pierna, emp leá ndose para
zapato. cose r el calzado), hormas (de dist in-
En las fot ografías pueden verse tos tamaños, realizadas en made ra;
algunas de estas herram ien tas . Son los añad idos que se les po nían en el
frecuentes: cuch il las de varios tipos , caso de un pie más ancho, por ejem -
punzones y leznas, tijeras, agu jas o plo , eran aje nos a la est ructura del
más antiguamente cerdas de jabal! ob jeto , aunque algunas hormas po-
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dian modificarse levemente), cintas igual que en el caso de la pata de
métricas dobles (por un lado la divi - cabra, para pulir el borde de la
sión estaba expresada en centíme- suela); por último citaré el extremo
tros, mientras que por el contrario vac iado de un cuerno de toro, em-
se daba en puntos -medida algo pleado para conservar el sebo.
menor que el centímetro, aprox ima- Vemos pues , que la variedad for-
damente 3 puntos equivaldrian a mal es muy grande, ello sin contar
2 cm-), marco (también utilizado con las máqu inas indust riales de
para tomar medidas; se trata de una cosido, con las que algunos zapate -
superficie li sa graduada, que pre- ros cuentan.
senta dos piezas móviles perpendi- Por lo que respecta al proceso de
culares, que actuan como tope y elaboración del calzado, podemos
perm iten la toma exacta de medidas decir que en poco dif iere de un arte-
del pie), pata de cabra (inst rumento sano a otro; si bíen pudieran presen-
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de madera, flg. 8, ut il izado para dar tar facetas dist intas, que responde-
br illo y alisar el borde de la suela) rán más a la experienc ia y gustos
burro o necesaria (muy común personales que a una trad ic ión
aunque presente pequeñas variac io- seguida.
nes formales), canto de rio (herra- Entre los artesanos estudiados
mienta ciertamente simple, que se pod ríamos separar a aque llos que
emplea para cortar sobre ella, o al siempre han realizado o realizan un
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calzado trad ic ion al (fundamental- evitar rasguños al perforar. Este
me nte destinado al traba jo en el proceso de " empalmill ado" requería
campo), de qu ienes realizan en la igualmente de una ranura en la
actualidad tipos completamente suela que fac ilitaba la costura. Pese
nuevos. En el primer caso no se rea- a ello, no pued e olvidarse que tam -
li zaba la labor de diseño y mode laje bién se realizaban zapatos de baja
de l ca lzado , es más, era frec uente ca lidad (como ser ían las abarcas,
que el artesano comprase los co rtes por ejemplo), y por lo tanto no se les
de l calzado ya prepar ados. En el prestaba la misma atención. Este
segundo grupo, los artesanos son calzado de baja ca lidad, se grapaba
los diseñadores del prod uc to (cuya o clavaba; añadiéndose las piezas
finali dad se ha seña lado ya que es de refuerzo (por ejemp lo las punte-
bien diferente). ras), med iante engrudo o co la de
Entre los zapateros tradic ionales, carpintero. La sujección de estos
se tomaban primeramente las medi- clavos y grapas era menor, a lo que
das del pie en un cart ón (di buján- co nt ribu ía la oxidación de l meta l.
dose la silueta de dicho pie), se Las costu ras se reali zan con dos
media con la doble c inta o se ut ili- agujas o bien con «c eldas » (pelo de
zaba el marco. En el caso de un cal- jabali) , de direcc ión contraria. Mien -
zado bajo , estas med idas de la plan- tr as se cose el zapato, es prec iso
ta del pie junto con la del empeine, su jetarlo . Para ello pueden util izar-
so lia n ser suficientes para realizar se varias herramie ntas, todas ellas
el zapat o. Para los borceguíes se muy simples, como son , la mordaza
precisaba también las med idas del o el " tirapies" (correa).
tob illo y en el caso de realizarse una Las costuras se real izaban co n
bota camp era, las med idas igual- hil o de cáñamo untado en una
mente de la pierna. mezc la de resi na, pez y aceite o en
Seguida mente se buscaba la cera . Las proporc iones de estas
hor ma más adecuada, añadiéndo- substa nc ias eran diferentes segú n
sele si era prec iso alg ún cart ón all í la époc a del año , así en invierno se
donde hic iese falta. Con los alicates añadía una mayor cant idad de ace ite
" de mo ntar" se va dob lando el cuero para evitar la formac ión de grumos.
elegido para la pieza a reali zar, Al co rta r las heb ras de cáñamo
sob re la horma , y se co loca la era prec iso " deshil acharlas" en
" palmill a" o planti ll a interior, y la lugar de cort arlas " en sec o" me-
suela. Actualmente la mayor parte diante un instr umento metál ico ;
de l calzado se hace med iante el este est rangu lam ien to de las hebras
engom ado de las piezas ; antes lo perm itia que estas fuesen enheb ra-
más frecu ent e era coserlas (lo que das y fi jadas a sí mismas retorci én-
do las seg ún el esquema (fig. 9). La
pez o cera , contribu ian a la const i-
tución de un so lo cabo de cáñamo
nuevament e.
El número de hebras emp leadas ,
depe ndia deltipo de calzado que se
fuese a coser co n ellas, por ejemplo
para coser un bo to se empleaba n
siete hi los (Cadalso de los Vid rios).
Para cub rir estas costuras (en los
zapatos de mayo r calidad), se había
reali zado un cort e sesgado a unos 2
Flg.8.
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cm del borde . Esta pequeña lenq üe- enco nt rado en estas com arcas,
ta se levantaba y cosía bajo ella ; te r- pese a la des tacada produ cc ión
minada la costura, volví a a dejarse vin icola de áreas como la de Villa
caer la pieza parcialme nte co rtada del Prado. Al parecer era frecuente
que cub rirla (una vez fij ada co n que los com prado res de vino apo r-
co la), la costu ra. taran ya los pelle jos en los que
Se proced la después a dar brillo transportarlo ; en las plazas eran
al filo de la suela (lo que perm it ía al expuestos al so l, despues se iban
mismo tiempo igualarlo y limar Inflando" medi ant e fue lles en su
pequeños defectos ); esto se realí- caso se tapaban los aguje ros que
zaba aplica ndo agua y cera virgen presen tasen , con bo ta nas de
mediante la "pata de cabra", made ra.
cantos, lij a, cr is ta l, etc . Los bote ros realizaba n od res,
Con los hierros encerado res se botas y pelle jos , para contener y
procedía a tapar los pequeño s ori- tr ansport ar agua, aceite o vino . Nor -
fi cios que hubieran pod ido quedar. malm ente solo se real izaban od res
Con la " ruleta" (hierro c uya cabeza para aceite o vino, requeriendo la
es una rueda est riada), se simulaban piel en cada caso un tratamiento
puntadas pequeñas. disti nt o (" encasque" o " en verde" .
En el caso de proceder a teñir el esto es, sin labrar, o bien labr adas y
zapato , se preparaba éste primera- empezgadas).
men te co n alcohol, después se apli- Las botas (esenci alm ent e para
caba el tinte (normalmente marrón o vi no), pod ian tener dis tin tas formas ,
negro). predom inando en lin ea general las
Por últ imo , algunos zapatos eran form as cu rvas. El broc al o boquill a
t ratados con grasa de caballo para se co mpraba ya hech o, so lía ser de
garantizar una mejor con servac ión cuerno de toro o de mad era (para
e impermeabilidad (norm alm ente botas grand es). Los tam años que
botos y borceg uíes). presentaban est as bo tas eran igual-
El ritm o de tr abajo era estac ional, mente variabl es (com o las formas),
ya que se trabajaba seg ún las horas os cilando desde 1 litro a 10 li tr os.
de luz. Según esto y muy parc ial- Los pell ejos adquirian la form a y
ment e puede calc ularse qu e un capacidad de las pieles emp leadas ,
zapatero podía hacer diari amente ya fu esen cosid as, co mo es el caso
de 8 a 10 pares de sandalias , o bien de la piel de cab ra, o bien sin costu-
un icamen te un par de botos. ras como ocurre en las pieles de
Por lo que respect a a la di visi ón gato. Evidentemente pues , la capa -
del trabajo ; puede dec irse que en c idad tamb ién presenta not ables
realidad ésta quedo reduc ida al variacio nes .
periodo de aprend izaje , cas i exc lusi- Los boteros empleaban fund a-
vament e; siendo pues frecu ent e, mentalmente piel de cabra y gato ,
que un so lo artes ano reali zase todo más raramente piel de ternero.
el trabajo desde lo s prim ero s pasos Entre ell as, se pref ería la piel de los
hast a el acabado de la pieza. No macho s cabrios cas t rados o
ob stant e en los talleres en los que hembras no cr iadoras; ya que según
trabajaba más de un artesano, las estos artesanos, se desprend ia
labores más delicadas, podi an est ar mejor la grasa y era más fác il li mpiar
a cargo del " maest ro" (como era el las pieles.
caso de Aurelio Garc ia Conde en Los útiles requeridos para estos
Villa de l Prado) si bien esto no tr abajos de bote ría, eran escasos:
siem pre ocu rría co mo ya hemos tijeras de esqu ilar, leznas (para prac-
dic ho. ti car los orifi ci os de costura),
Las vent as de calzado , no sufrian guadaña (empleada comunmente
grandes oscilaciones a lo larg o de en dis tinta s áreas, para labrar la
los diferent es meses del año; si piel), patrones, agujas, " t renzas" y
bien pod ian considerarse más des- cabo s de cañamo para la cost ura;
tacadas en mom entos concretos, así como pez derre tida y mezc lada
como es el caso de las fiest as de la con aceit e, y fu elles para infl ar los
locali dad; así ocu rría en Cenic ientos pellejos.
hac ia el 15 de agosto, fest ividad de Según Vic tor io, botero jubi lado,
la Virgen del Roble; según nos in- de Cadalso de los Vidrios se se-
for mó And rés Puentes, zapatero de gu ian esto s pasos: Elegida la res,
Cenic ien tos . esta era des o llada extrayendo la
piel, si n más co rtes que los de
11I.0. Boteros cabeza y pata s por el " codo" (unión
de húmero con radio-ulna, y fémur
Muy pocas son las referencias co n tibia-fibula); en machos se eli-
que de estos artes anos hemo s min an tambi én los genitales.
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Podía ser el carn icero quien ven- sano que siga trabajando de forma
diese la piel, o bien el mismo botero trad ic ional en este ramo , y aún as i
qu íen desollase al animal. Si la piel se trata de un antiguo trabajador
quería emp learse para contener madrileño (de la capital); dicho
aceite, el pr imer paso era salarla, se artesano tiene su taller en la actua-
esquilaba y cosia con cabos de lidad en M6stoles, donde como es
cañamo embadurnados en pez. Los bien sab ido es dificil encontrar rai-
recipientes para vino necesitaban el gambre popular.
" labrado" mediante el cual se El taller de este artesano mide
despoja a la piel de la carne y grasa. aproximadamente unos 20 m 2, y en
Una vez esquilado y cosido por él se realiza todo el proceso de
fuera el pellejo, se le daba la vuelta encuadernaci6n. Se encuentra en
(quedando atado po r dent ro), y una buenas condiciones de co nserva-
vez inflado y tenso se espolvo reaba cl ón, ya que en realidad está situado
con yeso o cen iza para después ras- en un área de rec iente construcc i6n .
parlo con la guadaña. Después se No puede presentarse una
procedía a curt ir co locando la pieza t ipología de lo s t raba jos reali zados
en una so luc i6n de agua, corteza por este artesano ya que estos
(de pino , encina o roble) mo lida. Se serian muy variados (como por otro
dejaba alli durante 156 30 días ; se lado es frecuente en este sector);
le daba la vuelta a las pieles aña- pero si habria que señalar que no
diendo más tan ino y se "relabraba" s610 se hac ian encuadernaciones
eliminando los últimos restos de en piel , sino también en te jidos y
pelo y grasa. Una vez curtida la piel , papel , hoy en dia más frecuentes al
se engrasaba co n una mano de resultar más econ6m icos para el
aceite y se procedia al " sobado"; comprador del producto. Funda-
real izado con las manos o pies , sin mentalmente el trabajo de este
ayuda de inst rumentos; la finalidad artesano se ded ica a la enc uaderna-
de este proceso, era suav izar la pie l. ci6n propiamente dicha, pero oca-
El sigu ien te paso era inflar y dejar sionalmente también reali za
secar unos dias la pieza , para aña- carpetas, ficheros y otros acceso-
dirle después med ian te embudos la rios de pape le ría.
pez. Por último, se co locaba el
brocal o tap6n de t res piezas en la La materia pr ima más emp leada
bota o el de dos en el pellejo (que no por este artesano es el cuero de
requiere dos grosores de orificios). badana; que nunca lIeg6 a curt ir per o
Muchas veces se hacia necesaria sonalmente (no era este un hecho
la reparac ión mediante botanas, frecuente en este ramo profesional),
siendo particu larmente déb il la comprando el cuero en los almace-
zona de la boca. Como ya se ha men- nes de la capital (en lo s que tam o
c ionado, estas botanas pod ian rea- bién se abastec ían lo s zapa teros).
li zarse en cuerno o madera (prefe- Pese a que el tamaño de l talle r es
rentemente de chopo o de pino). aceptable para un so lo trabajador,
El curt ido sol ia realizarse en el tamaño de las mesas, estan te-
invierno para proceder al empez - rías y máqu inas hacen de él un
gado a pr inc ip ios de l verano. La espacio sofocante. Las herrami en-
venta se efectuaba en el mismo tas esenc iales con las que trabaja
ta ller; que acostumbraba incl uso a este artesano son: la gu il lo ti na, la
alquilar los odres y pellejos po r prensa, banda de troquelar, t roque-
dias. les , punzones, agujas , peines , y
El transporte de l vino en c isternas chifla.
restó final idad a este ofic io . Hoy no Llegada la plancha de cuero al
queda ning ún bo te ro en el sector ta ller, se procedía a cortar la pieza
SW de la provincia de Madrid ; los según el tamaño de lo s cart on es
que aún viven (en Cada lso de los con los que se confeccio narían las
Vid rios y en San Mart in de Val- po rtadas de l li bro, (un o s dos centí-
de ig les ias ), ll evan muchos años met ros mayores para que de es te
alejados de estas labores artesa- modo el cuero pud iese cubrir tot al-
nales . mente el cart6n a modo de forr o); en
los extremos de la pieza se proced ia
a " chi fl ar" , esto es , a reba jar el
III.E. Encuadernadores grosor de la piel para asegurar
mejor su encolado y aspecto f ina l.
En este sector artesanal tan lrn- Hecho esto se procedía a pega r la
portante en Mad rid cap ital , no piel al cart6n ; te rminado lo cual , se
hemos encontrado por el con t rario fijarían las guardas, (láminas in teri o-
demasiada atenci ón a este aspecto. res que ocultan los dobleces de la
S6 10 hemos encontrado un arte- portada).
99
En li neas generales esto es lo res de Casarrubuelos y Griñón aún
fundamental, pero faltarlan aún las conservan y usan objetos de cuero
posib les decoraciones y desde realiz ados por ellos, inc luso hoy
luego las letras. El que estas últi- hacen algunos.
mas se le añadan al li bro en un Las piezas elaboradas son de una
momento u otro, depende del tipo gran varied ad. Bien prend as de ves-
de libro que se esté encuadernando tido y cal zado , - c haquetas , cintu-
y del material elegido para ello. ron es, " zahones" o delant eras,
Durante mucho tiempo (en general
" Ieguis" (tipo de botas sin pie),
hasta el S. XVIII), las letras se reall - albarcas -, bien obj eto s relacio-
zaban con pintura, pero hoy el pro - nados con la vida pastoril , -colla·
cedim iento más utilizado es dorar- rones para perros y cencerros de
las a volante (mediant e una res is- ovejas- , o bien otros complemen-
tenci a en caliente). Las decoracio- tos - zurrones y morrales -. En
nes que se aplicaban a estas pastas algún caso se ut ilizaba cuero y lona,
del li bro pod ían tener el mismo ti po con adornos de hueso tallado para
de impresi ón que las letras o por el realizar: - petacas, carteras, fundas
con t rarío consistir en añad ídos que de navaja , lIaveros- , e incluso
proporcionaban volumen al cue rpo objetos tán dispares como una zam-
del li bro y que normalmente se bomba para los niños o dediles de
colocaban en el lomo del mismo, segador. Los adorn os de estas
recibiendo el nombre de " nervios" . piezas son a vec es muy cuidados
La decoración podia igualment e como lo s que realiza Antonio del
residir en la alt ernancia de los mate- Moral, pastor de Casarrubuelos en
riales emp leados (tela/cuero), en hueso.
cuyo caso el más noble sa lia reser-
varse para los lomos y canteros . Las pie les empleadas, t anto curo
Un libro con decoración del tipo ti das como sin curtir , sue len proce-
expuesto tardaba en reali zarse unas der de los animales de su rebaño , y
5 horas, lo que sumado al cos te de ocas io nalmente alg ún équido , gato
las materias ut il izadas hacia de él o fru to de caza como el ciervo. Las
un producto caro . herram ientas necesarias caracte-
El trabajo lo realizaba enterarnen- rizan cua lqu ier trabajo del cue ro.
te una s óla persona, (aunque en Las pieles sue len ser adqu iridas
ocasiones recíba ayuda), y por lo una vez curtidas , o se encarga su
tanto desempeña todas las labores curtido a las fábricas cercanas ,
prec isas . aunque excepcionalmente el pastor
El producto se encargaba en el pod ía curtir alguna pieza.
mismo ta ller de encuadernación , Claro es que nuevos materiales,
como también ocurre actualmente, como llantas de neumático , se
siendo la demanda muy variada vienen emp leando desde hace ya
(col eccioni st as, edic iones espec ia- ti empo como sue las de albarcas, a
les, etc .). Desde luego todo el t raba- las que se inco rporan cor reas de
jo se haci a por encargo. píel de gato, al parecer, las más indi -
El rit mo de venta no era, ni es, cadas. Este calzad o se reserva rla
marcadamente estacional; si bien para el verano , mient ras que en la
se nos aseguró que las ventas as- época fria .se emp leaban los
cend ian entre los pr imeros dias del "lequls" de piel de co rdero u oveja
año y las vacaciones veran iegas. pelada.
Al tratarse de un trabajo muy
minucioso que requerla mucho Los productos de esta labor son
tiempo, era y es dedicación exclu- de uso personal , como puede
siva de qu ienes a él se entregan. Se observarse. Habrla que puntualizar
trata de un traba jo basado en su que los dos pastores de quie nes
capac idad art íst ica ya que de otro hablamos proceden de prov inc ias
modo no podría co mpet ir co n la Iimi trof es, en las que aprendieron el
in du stria. ofic io y la artesan ía de manos de
sus padres , también dedicados al
pastoreo. Si bien ambos ll evan
muc hos años res idiendo en las loca-
m.F. Pastores li dades menc ionadas.
Por último, se ha considerado un
oficio que , si bien no está directa-
men te vinculado al trabajo de la IV. NEOARTE5ANIA
piel , suele ir acompañado de una
artesanla destacada en este mate- En este apartado inc lui rlamos
rial; y este es el caso de algu nos esencialmente a zapateros tan ale-
pastores de la comarca. Los past o- jados de la tradi ci ón de nuestra
100
zona, como pueda ser un matrimo- ayuda famil iar en la real ización del
nio chileno afincado en uno de los producto.
pueblos de nuestras comarcas, es- En realidad , más que como zapa-
pecialmente desarraigado por otro teros, podriamos cons iderarlos
lado (Fuenlabrada); también entra- artesanos de l cuero, en genera l; ya
rían en este sector tap iceros resi- que realizan labores muy dis tintas
dentes en una local idad de sim ila - en el deseo de atrae r una demanda
res circunstancias (Móstoles), inci erta (zapatos , maletas, carteras,
quienes traba jan para las grandes repujados, etc).
empresas y excepcionalmente rea-
lizan obras de encargo, muy pocas El cuero, ya preparado , se sigue
veces emp leando cue ro o piel. adquiriendo en los almacenes de la
Algunas producciones de los zapa- cap ital ; en distin tos tipos y callea-
te ros " tradici onales" tendrían igual- des según el uso a que se vayan a
mente que enmarcarse aqu i, ya que destinar. Emp lean el becerro para
suelen realizar lo que se viene zapatos, bo lsos, cartucheras y cin -
llamando «zapato de ocasió n" . turones (por ser una piel más con-
No obstante los neoartesanos a sistente y rig ida); el ante se ut iliza
qu ienes haciamos referenc ia en para zapatos ligeros; badana para
primer lugar , aprend ieron el ofic io forrar zapatos, botas , billeteros,
en nuestra provinc ia, ut il izan las estuches , etc ; napa para forros y
mismas herramientas y siguen el prendas de vest ir y box calf para el
mismo proceso de elaborac ión ; zapato de mayor calidad .
aunque los materiales se han diver- Las herram ientas ya hemos d icho
sificado, la comercial ización difiere que en nada difieren de las emplea-
notablemente y es frecuente la das por otros artesanos , si bien
Revista Narria
Editada por el Museo de Artes y
Tradiciones Populares de la
Universidad Autónoma de Madrid
101
pueden sufrir pequeñas transforma- La elaboraciOn manual de
ciones a ju icio del artesano. calzado, más lenta y costosa que la
A diferencia de los otros artesa- resultant e de la industria, pervive
nos que vend ían sus trabajos en el sólo de modo esporádico, siendo
propio taller, estos, se desplazan aún frecuente la presencia del
los fines de semana a los mercad i- zapatero remendOn en las princi-
Ilos de la capital , para vender en pales localidades de l área.
ellos sus obras. El ritmo de traba jo
depende de la demanda que sue le La bo ter la cont ó con 'una larga
aumentar en las fechas navideñas tradi c ió n pen insu lar , como básico
para d ism inu ir en la primavera. med io de envase y t ransport e de
Como ocurría entre los otros arte- vinos y ace ites. El uso de barriles ,
sanos , el ritmo de producción es cubas y cisternas han acabado con
lento, 3 pares de zapatos diarios la func ionalidad econOmica de su
const itu irían el máximo. producción , relegada hoy -la de
menor tamaño, sobre todo- a
objeto turistico, recipiente de una
ocasional salida al campo, o
V. CONSIDERACIONES elemento de una fiesta. Actual-
mente, y como se ha pod ido
GENERALES
comprobar, esta labor ha desapareo
cido de los términos en cuestión .
Los datos histOricos nos adver-
tian ya de la ausencia de una impor-
La encuadernaciOn , apenas poco
tante trad iciOn artesanal de la piel y
mejor representada, se man tiene en
el cuero, y por tanto, de una desta-
algún pun to según una producció n
cada artesanía actual.
relegada a enca rgos puntua les de
alta proyecc iOn art is tica .
La prospecciOn " in situ" ha mos -
trado, incl uso, la prog resiva y rápida
Quizás sea la elaboración en piel
desapariciOn de esta labor, si bien
y cuero por parte de los pastores la
esta situaciOn se sitúa dentro de un
más rica y de mayor cal idad , aunque
fenOmeno más amp lio , que atañe al
no parece escapar, junto a la forma
viejo mundo rura l desde hace unas
de vida de sus art if ices, a una
décadas.
pronta elim inac iOn.
Ya se ha apu ntado la influencia
dec is iva que supuso la cercan ía a Si bien en su mayor parte esta
importantes focos como Mad rid situaci ón decadente es o parece
cap ita l, y otros centros situados en irreversi bl e, el sector artesanal del
las prov inc ias Iimitrofes; de hecho, cuero deberla merecer una mayor
algunos de los artesanos de la atenc iOn por parte de los estudiosos
comarca proceden de este entorno. del mundo popu lar , que dejara co ns-
tanc ia de estas pervivenc ias así
Otros factores que deben como, en su caso , de las pos ib il ida-
apuntarse son la Int rod ucc i ón de des de revit ali zaci On.
nuevos materiales : la gutapercha,
en un primer momento, y el
plás tico; y por supuesto, la fuerte
competencia de la industria,
demoledora en el caso de las viejas
tenerlas . La antigua organ izac iOn
familiar ha dado paso , a empresas VI. BIBLIOGRAFIA
un ipersonales , en las que la elabo ra-
c iOn, la fin ali dad de l trabajo y la
demanda se han modi fi cado nota- Comentario Bibliográfico
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