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Historia Del Trabajo Social 1
Historia Del Trabajo Social 1
Pagina
\nboduccIón
R*” !• !
Caracterización del Trabajo Social
1. La espacfcidad profesional: una aproximación epiGtemológica 3
2. Los elementos constitutivos de la especificidad profesional 4
3. Las dimensiones dEt \á especificidad profesional 6
4. Acerca del concepto dBl Trabajo Social 7
5. Objetivos generales del trabajo 10
6. Funciones genéricas del Trabajo Social 10
7. El campo profesional del Trabajo Socfial 11
capfiulo ll
Etgpaa del Desarrollo Histórico del Trabajo Social \7
2.O El proceso Histórico SDCiaI de Gonstftución de la especificidad
profesional 17
2.1 Elapas Históricas del TrabajD Social 18
2.1.1 Etapa prstécnica 18
- Las primeras formas de ayucla an la humanidad 18
- Et I2jerci0tO de la caridad y de la filantropia 27
- Los pioneros del Trabajo Social an Europa 29
- La caridad privada y religiosa en ía Nueya España Z3
- Instlluciones de caridad y beneficencia creadas
durante la Conquista y la Colonia 38
- La institucionaliZAción de la beneficencia 42
- Las primeras instituciones derivadas del naciente 45
capitalismo
2.1.2 Elapa Técnica del Trabajo Social 46
- Antecadanlas en los Estados Unidos da NOneal Itf ca 4B
- La obra de Mary Ellan Richmond 4B
- El Trabajo Social en aT contexto de America Latina 51
139
3B
b.1 Oeclataclón e nacional da prlnc!pios éticos a8l Trabejo
140
144
álicos ntemactonalas para us lrabajadores y Princípios básicos y del Tr
147
152
S COleglación de loe lrabajadores socialçs 6 Cõd
154
182
CAPITULO I
łos su@łx›s sa< fit er . Individual, grupos a lnstanclas sociaIes que estăn
Invołucrados en la IntervencÖn profesónal, porque partîcipan de alguna manera
signifìcatìva en relacön con el probłema soclal que se constiruye en objeto de
tntervención.
be enbe las definkJaæs fiia taalas aæe dd Trabajo Snclal (Alayón: Jg8jj, æ
han seIeccIc•›ado acludbs que nos çermłten œmparar b caracte‹tæcióu que æ ha
tenKÖ de esta profesÖn en las úlbrnos vøntîcîrœ ańœ:
"E/ / d w -W ‹•• •w Wrx4t/ú ‹x• j«t ruxu
ób‹ abs y ozs morns ‹á• rryłs’w«ts f›xá'jo y, //c/r/rpr y
ao zinc› so /»r orádUe› y /rr//ta+, /vo «r/ ry
escs c vx ss”
Desde nuestra Perspective Ø Trabajo S‹xJal, pue‹:k ser defłnłdo desde dos çunu›s
El pñrneæ ‹Je elłos se ubłœńa der›t›o de la dMsldn s€< dl del babajo, par la ænto el
Trabajo Sc<›ał œ conceptualîza œmo u»a p‹ołèslón, ya que:
10
* Eduœr a la çobladón a fin de promover su desarrollo humano.
PzæcIe dedrse que œrro marco de œtas áreas de Interyenoćri del babajad‹x
soóal se dls0ngue de manœa nibda el papel cle b Política Social. En œpítufas
anteri‹xes se ha cŒervado come a paror de la generacłćri ‹Je fomas superi‹xes de
prcducclón œp‹taIísta, æ van generando tamblén praæsos de dlferœaaaćr›
s0Ôoeconömîca y una g‹an gama de çzoIomas, cuyo peso reœe sabre pząx›s
mayod‹arIos ae la pobbci6n; œ ent‹xcœ que b foliaa soctaJ se consrtuye, desde
esta perspecbva, en una rnedMón a& Estaao para ase9urar a conbnuktad y el
desarrolb de la s œlad Y del sbtema.
î2
D SC PL NA
CAPŹ¥ULON
re e de la
Afirma bien, este sujeto soóal infermed ano oo a ed único mediador de las
reIacxx›es enbe las gruç<s, las clases y !a• i‹1W^õds s‹xtaIes, alrededor de las
abadk ones que furdan r›Ian sus vin¢ulõs. Por et contraria, los sindicatos, el
Parlamento. k›s partidos Pditkos, las o gan* aoones Ix›putares, los rnedk›s de
comun‹caci6n de masa, la escuela don otros ejemp/os de prácocas y
represe tac x›es que in ienen en esta medlación, desde oba exPerjer›cta \’
descle otro Iugar social. La especifíÔdad de cada una de ellas deriva, justamente,
de que se consti‹uyen a bavés de y marcos de referenóas d‹sbntos a
k›s que dan oúgen a Trabajo Social.
Y mucho antes aun (hacia el año 3550 a. C.) preseptuaba Ptafl Hotep que °eI pan
hay que compartlrlo", exigencia moral de cuyo cumplimiento y anbgüedad russ han
Ik›gado numerosos testimonios.
Asi, unos 4,000 años a. C. Nu dejó esoito en el /Yóro ob' lbs oerfos:“Yo di pan al
hambriento y agua al sedlento y vesteIo al desnudo. 0e forma ariék›ga se
expresan, dlec›rx •o sigk›s después, Arimtef: "Yo di pan al hambriento, cerveza al
sediento, puse al nóufrago en su ruta". O Henku, gOf›efTIór T te egipcio que vivlÓ
hada el af\D 2850 d. C. y que perfiló para la p0SteÑdad SU retrato moral con este
epltaflo grabado en su tumba:
Y ello, pese a que, según las enseñanzas de Buda, "t‹xX›s los miemtxos de una
familia det›en trabajar duro como las dlTipentss hormigas y las laborlosas abe}e5.
‹zaaie aet• aePenaer de la abodos›dad de potros o esperar su caridad”.
Tuvieron, sin duda, más ero otras enseñanzas suyas confíe d egoísmo ›' sabe ^
ayuda a los demás, o sobre la propiedad en el ser tklo dg qUg el hombrE NO debe
‹:anuóerar b que ha ganaoo corno de su entera propiedad, y de que nada e‹› e!
mundo puede nadle Ilamar jxopiarnmte ”suyo”, o sobre el kleal de la "hermandad
budlsta“ que deben llevar a la préc0ca k›s dfsclpuTos de Buda, en Pos de la
yfu mInac/¿tr›, etc., y, por supuesto, la mucho més antlgua doctrina hlndulsta, que,
entre otras cosas, predk:ó II Cdrldad como Uno de x›s tesoros dlvinos, dones o
aiztbul • que adoman a k›s eleqklos, fusbpó a los ricos, recrlmlnó la codkla,
dedaró no hechas las dádlvas nO lmpulsadas o motivadas wr la fe, etc.
4. Mención especial merece el pueblo hetxeo, cuyo arralgado monoteJSf¥lO,
estructurado por Nolsás sobre las célebres Yablas de la Ley, lfrlpregnó toda su vkla
sociai y roiiaca, conf\gu‹ando a Israel en una verdadera
pobres, los enfermos, las
vludas, los huérfanos y las ancianos.
rue, realmente, muy temprana la preocupación que }os judios stnffePon POr IOs
limitados, pues ya sus r›rirneras tribus desde los uemços de Abraham (hacia d
g XVI1 a. C.) practlcaron las ayudas mutua, adopzJndose las palmeras
dtsp›sicIones f‹xmai•s en tal sentXlo en tlempos ÓeJ Rey David (hacla el aí'in 1000
a. C.
El pueblo de Israel abrigó Siempre la convkc\ón de que Dlos mandaba ayudar a los
iy›enesterosos. Y, en Bf0C*O, ^ IO largo del Anfigua Testamento, Jehová se
maniResta fún amentalmente comD un Dios de jusbCt9, Cu'/O fDdndüt0 S6f'l6l6bd:
A)Obł›ga a la œrîd Nos huérfanœ, las viudas, bs enfërrnos, țO5 tUiÏIÓO5
‹›ecesidad de cuya proteccłón aparece en mułtltud de
&^ textos:
) LU g y jø de los pobres, ponlendo de relieve su
ă
desvaiłmienØ;
b) otros ‹nan ^ socorrer at infortunado łTdtdPİO COfl jHSîlÒă*
m,mø çl con eł œstigo divlno a qulenes Ie
čï
oprirnan a denieguen su ayUda, y
d) no faiØn Ømp‹x:a los que prometeri la divina recompense a cudrłto5
œmpadezœn de ÏoS pobres y Yes presten amparo.
B) Humaniza la
insdtucîón de la eSÖdVł s. hacłéndola mäs tolerable de Io que b
y g/ , øø los Esœdös Unóos duran¢e eł pasado siglo -y asi, for ejempło, no
podía durar măs de siete años. pud«mdo ej esdavo en cuałquîer m0mento comprar
su lłbertad, y, sl alguîeri se vendia como esclavo, a los słete años vołvîa a ser fibre.
a) su falta de libertad
b) su inmolación en provecho de los más ‹x›s,
c) su óesdxt›ada voa.
d) su autoperpetuacjón,
e) su reducción a una masa lnnomlnada,
g) su desprecio
h) su e itao6n, .
De á hí que no fallaba quan esa‹»ase preferible la mlsma
muerte a 6Star Sumldo eri
ÓN áhi ÉBlYlÓiÁfT que nuestro in$gr›e rÇtgorg
con ello €0+dobéS anímate a dar, ahi
se pudiera imj •dlr que alguien cayera, SU culpa suya, en la pobreza.
“Créeme, es cosa d • -orrer
6 los \r+contables elogios de a tos desva/idos, encomiará Ovidio, sum9ndose
sablduria çx›pular, eco de la
en la prosperidad”. la presta
Y a ase9urar, 9FI ISO ÑLU”. Id fFlPjOr práCtKó dei s€X•orro cotldiano gbedeo@ de
KrakoVta-, B€lemós de delatar "serv¥úo-, Wncjón", "oficjo", ej., significa @mbjéri
*S€K€KTO", "fifIIOSFI6".
Ite aclMi CÓf¥Io Se ÓesCfiÓe ef CD‹»etI¢Io del "rr›odeIg más Temp ang d al
qLf CD£tOCeF0DS"; 9FI f¢dS4 Óe BegSC{, y Crue ¡Xg•ú'p @ /jjg{¡ y-§ a q@p
BSC8ld OD IDS t+emPOS anteriores a id COnvB”giÓFI rI+• Constannno §$ qg
comProbar que no solo no resulta an lejano del cuai Rr*a ‹te esf›erar, sino
que parece lncretC hasta qué punt€i íos man k•$ php /a instFucciÓn de igs
diÁcOn& de) 5 gb I. §W n LSK Ó § hoy ltamagiamos
que otra cosa, Oenen un sabor sorprendentemente
2S
la Jglesla ericomendar su dlreccJón a los obspos, y no sóło a Nos sacer0otes y a los
diáconos.
Par b dernãs, durante łas tres primeras slgłos de nuestra era, y a rneğkła que el
Flzlpe‹fo Romano fue degradãndoæ, elevando su corrupdóri, abandonar›óo las
dlferencas de clase y aurnenØndo k›s lmpuestos, œn el Iógico tncremeuto de la
ĘQÖŒ2d, lă Ïgł95la hJe deSarr0ltańd0 progreslvamente su infłuencia, łogrando a
princlpłos del sigło íV un nueyo szafus; c‹ri el conslguiente poder, en vlrtud del
fdlïloso EdiCt€i de Constanüno, del aï\a 3I3, p›r el que se mconocé al crłst›anlsmo
como la religön o9cial det Imperio.
Nos monasterîos, œnventos, abadias, etc., cobraron una gran importancla como
cent›os cariao as, ois‹r›ôuyef›ao allmentas y limosnas a su puerla, sirviendo de
rEfugło para Peregrines y Otros viajeros, sddados, mendipos, etc., y ofïeclendo
t‹Afa ÖaÆ de servîCios asistenctales pard IDS pobres, ÏoS enferrn0S, IOS inváfidos, los
ancianos, los huérfanos, bs niños abandonados, łas mujeres encinta, etc.,
CODVłI11éfl tales cen0os en kms prlmer0s hospìtaÏes, asilgs, orfanaŁos, casas de
rłtlserİc¢łtdia, refugîos para US min hoga‹ etc. que surgiæon en el occİdente
cristiano.
Puede dedrse, en fin, que todo bps de necesidades hu«›anas fueron asishdas, y,
CON Ol tłem{ 0, hôstd SO fUfXłdFOn ÓfÓłžrlOS F9lİgkjsdS d€• QITIbCiS pgp
esç›eclal/zarse en su debida atenclôn.
Tan substancla/ funcØn asistœóal se debłó ernblén, sin duda, a que la propîa
dlnămîœ intema de la iglœła fue decisivamente fórnenBda en œl sentido par la
aadlcłòn resuełlarnenœ rægad‹xa de la neą-onsabilyiad dd p‹:der civlł r del
bienestar ndMduał y colectłvo de sus subdltos, la CuaI ImPerante en la antiqúedad
cláslca, persfstîó a la largo de todo eł I łedîevo, determlnan do que cuestłones Bn
Tmportantes œmo la educacłón, el cuoado de los enfğrzTl €is, eł soœrro de los
QTY, etc., ni p paran, por lo general, a is poderes públłcos, sent que
quedarãn relegadas a la 1gks›a, convlrbëndose predominantemente, o en d
comeôdo de lnsütuclonœ ecłesiástlcas o en el objeto be fu dacjones catiØbvas
carã‹żer privado, y, en amb‹zs œsos, eo alga, en deflnltlva, directa 0
indirectamente diñgido y sosteu›do por la lgłesia bajo su excluslva res» sablIldad.
’’ Moix. Op Cit.
Proçx›gnaba țxx la redBtrlt›udón de la rłqueza; d recoglmlento y claslfłcacidn de
bs pobres; el cukłado de los ceijłcœ asistenctales par parte de la auIx›rTdad, y su
metIcuk›so cœtrol a través de do sen«dores y un secreFaöa; el nguroso regisl a de
łos potxes que vivan e sus tesas; ta Invesfłgacbn de sus medios y de sus
verdederas r›ecesóa‹Ks; a óenbfkacón y control de ios vagos y vegabundos,
c›bIłqãndołes a trabqar; la de ołucłói de bs r^end›gos sanos a sus lugares de
orgeu, cuando f‹e‹en krastsos; su form0Cłón profes/gnal, st carecíesen de o0cło;
su adscripcłón f‹xzosa a łas patr‹x›os concesłonarłos de las obras púbłlcas, en.; la
jmpaskjón de a los vklosos y dilapidadores; la concesión ‹h' un
suph+nento dd ssbro para k›s traba)adores que no ganaban I0 suF<lente, para
man\ener a su famila; le cotocecłón de łos desempleadœ en las obras públkas; la
rrlãs Cuktada aslsten¢la de los Of fecrn0s, Oh lanlo fîslcas COIvlO mentAÏes, e‹”I los
hosp‹aIes, con estr›cta œparacłón æ ko infeccłosos, pxiłendo ef mayor empeßo
en curar a los dados del uso de ia razóo“; el esnwado cu›dado de ios mños,
cuestłón a la que dedka un solo capluIo dentto de su obra, encarecłendo en que
rio æ mre en gastos a la hoa de su educacłón; la prohlt¥cłóri de las
con œsb0c a los re¢omendantes, etc.
\. *en primer lugar, haÒa que lnõagar culdadosamente sabre eloa, determinar
so verdadera ra isa , y desarrollar las poslbîlldades de automantenimlento del
ii. si esto úlbmo no fúera poslbłe. se debia alentar a los parientes, amlgos y
vectros, para que se hioesen cargo de ios huérfanos, de las ancianos, de
los enfermos, de łos invãłidos, etc.;
îîi. st de œe modo no se pudk e revolver la necesidad en cuestion, hab/a que
enc‹x›dar õe eøöe has ciudadanos rkos queen mantuvfera a tal fãmIITa, y
îv, sólo en el supuesto de que fracasaran tcôas estas actuaciones, el díãcDNO
dei dîstrîto deberia pedlr la ayuda a los fîełes".
ș como observamos que las obras de Juan Luis Vives, San Vłcer›te de Paúf,
(Benjamin Thompson) Conde RUllłford y Thomas Chąln ers, evofucionando cadc
u’O su país respectivo durante un perialo que se exbende def sIg/o XVI
estaban guiados, sin embargo, por pnnclpios comunes, espeaalrnent ' r :
O la
Iñdívidualizaciün de personas, problemas y bataml tp-
0 la posibiliddÓ0S ÓE fEhabililacÓn d€ ser humano;
0 ta Importancia del bata enbe los hombres;
0 la necesidad de invesbgar las caracterisócas de la Problemática de
& áreas de que se dbpone y b no dePendenca de b a stencfa por parte
sUktos y sus famlfas.
de
Las DdS, Ideas y redIiZBCÍ‹xjn ge
estos cuatro europeos se inspira en
prin*ipi•s 9‹' algunos sigbs más tarde se reproducinán /dénticamente en el
ninguna
de esto, sin duda
33
baba;o, I‹xt›a que se s, ya que el capital lo s›ste
d#e‹axtas é
oxxlAres Ian
las hambrunas y b
propuso se aur‹›entaran
rrds en los de Santo Oondngo, San Frar›dsx›, @O dk›go ta‹xX'4t y San Agustín;
cuatro mós. E/ ayunBmierito furdó dos una para nIf\ s y p nlñas
3S
v re d a demædar •a cbero y a r‹eritœ"
Ipaban a b Junta O n0
El
2.Redulr en el gj
Ó• se les delia dar abjamlento
al dia. .Par en bs CÉFBS blkBS ü a€§J J]0S que
tba)ar, a fin &
ü trabajar en ej
3785 1786
S' 6 Y tomaron a su
6dUftDS que andaban vagando
!*86 ya e›óstian 27
37
b prinæa mltaJ dd sigb XVI, y se ¢leœrrollaron durable
kr ados reœgimtœtos para españdas, mestizas e indias.
QS ded ados a id enseî\d‹›zô de niÑdS \' jôverms irldias CjIÆ te‹3iar›
ts Ccn ¥sta y durée la CŒx›ta m c‹z trarrŒ q‹Æ el æfï erzo pñvad0 dl0 ¥Ö0 8
aí\os la produaaón f‹Wa infêrxr a las necesk des de c‹x›su no; atender y ense/\ar
P‹dér terrente a be rei\os y jóveres fara que a‹a‹xxi estas saJioan del Hospital
Iowa› capaa•s de ganarse b vda y ensú\ar a t‹ s b apmdido. Cabe destacar qu
40
En 1536, furdó el Imçerìal Cołegb de SanB Cruz de Santago Tbfteblro, de educacÖn
En b Caçflal del virreinaØ, Œri AnØnio de Nerdoæ fundó el Gdeglo de San Juan de
Letrãn, para nîńœ rr›esttzns; dc¥xJe se les ens¢śîabd desde las jXirræas k'ttas hasta
cursns suçerórœ œ 7 años de estanóa, axi ażwgue y aGrrentœ.
43
En esB perspectiva de Intewenóón se k›caiíza ya la estructura rnetoddógica que
caracteriza a la ktura profesión: e‹ estudio, el diagnóstico v la planlficación, corno
pasos previos y recesarios para el ba¢amiento del problema y ía organizaaón r
admlnlstraclón de los servicios invo#xrados en dicho tratamiento.
En esta época el Esta:lo amplia sus funciones de "guardián d£*T Orden" para
convertjrse en la Instancia sodaI de regulación de los Intereses cDntradictonos que
dinamizan e la sociedad. Este pr¢<eso desemboca, en la década de los 30, m la
CDnflguraclón de un E5tado encargado de la elaboración e implementación |m
Poli0cas Sociales.
- el am,o/o ‹á sa‹zo/ü ‹á• /ss Es bctrW a aro'r dé la uoob migo’ p¡•
Trabajo sodai nace entonces, a prlnclpios del slglo XX, como prcxJucto de Ta
artYulaclón de bes elementos:
1 ru >Sb-o deseo de dar UFIa I£fed aproximaÓd de UDS ongenes y fúrlçldnmj$oS ÓPI
trabajo s‹x›al de casos eu k›s Estados Un«Jos, nos ocuparemos, s‹gu›endo un
Orderj crs tolDg›Co. Óe ta suCesióil de tas heChos /›istór+cas y soc›oJggjcgs que han
‹determinado la evoiuóón del trabajo social en aquel pais.
contra los ñesgos de la vida. Es\cs paises vivieron una politics de prevención que
garantizó a sus respectivas poblaciones una protección legal contra el para, Ta
enfermedad, los accidentes de trabajo o, la veJez, etc. AT prlnctplo, esțDs seguros
se ap\icaban principa!mente a la clase obrera, pero poco a polo fueron
extendiéndose a las obas capas de la población, llegando finalmente a englobar a
todos los ciudadanos del pais. Los seguros particulates se desarroiiaron tamblén,
dando origen a un sistema de seguras en el pIano national, at ejemplo del baüajo
saniØño en et Reina Unido a de las pens‹ones de vejez en los paises escandlnavos.
Sln embargo, alqunos païses, estaban aún hace pocos años en una fase lnicial de
su desarrollo, como, pot ejemplo, Canadá o Australia. FI indivlduo que en œtos
paises sufre un primer fracaso encuentra grandes oportunidades para rehacer su
vida. Cuando alguien no ha\la salõa en su propia profeslón puede lanzarse par otio
carnino; si no tlene éxito en determinada localldad, vuelve a empezar en la
siguiente; cuando el Este del pais le parece superpoblado, puede encaminarse
hacia el Oeste, en donde hay vastas extenslones de tierra que necesitan ser
exploœdas; eT go ›•wr, ›‹o can se ha convertido en esas regiones en un
axioma popular.
En América,
como en todos los demás paises, œtos socorros empezaron insprados
pot mòvlles
carltahvos, pdf w luega organizados de una manera sistemática.
En II Xlx, el baba) D social en los pa›ses nortearnericanos tendia a alivi
siglo
necesdades individuales de orden material proCurando trabajo d
desempleados, çonced endg ayuda ńnanciera a los necesiBdos, hospitalizando a
los enfermos, etc. Se trataba de un socorro puramerite extemo
0 pg¡pS con‹xJeron también nurnerosos problemas refererites a
los lnmigrantes: iedad en que estos se Introduces no tiene en realldad
obllgacloПes pdFä can eIk›s. üue han de ser ąyudados en su adaptación el airs
47
rr›æzá ¢ ' la socægad a›zæxana; Y en este terrœo esf:ecîal, un
pxarrerXe matenai y extæro tæne we íŒ f‹'rza totalrnerite ^adecuado e
En t918, la Escuela de Filanoopia que ella Fabia fundado en Nueva York cam’bia su
nombre lxx el de Escuda de Trabajo So¢ial, o¢upando eo ella la cátedra de Casa
S‹xîd Individual.
49
c) la accón directa de mente a mente;
d) la acclón irdlrecta en e medio sodal.
estar
en bs Tr4xriaks c›bIenx nfamaoón ‹le s› medo farn¥ar y en o0zs rasns de a
, a pesar de esta tests faltaba rn‹xfo pa hacer, ya que era indudable que
53
runslrJerù que mœllante b óerda y b técnłca sería posif e combatîr vtzjas
»flKr.Iune• de la humanktad: pbgas, hamLre, młser›a, çŒxeæ, igr<›ranaa, rnuerte
jxeina\ura, etc ; esk›s aportes surgłdos en d sero de una s‹xnjad eurcçea p‹x ańos
cumhauva, en esta čpxa estaban ayudando a extender sus fææfœs a zzx›as hasta
Como antecedents de esta actMdad t›ć'lœ, tererros que eł òxnlngo 7 ale dìdernbe
de tg'łj, el Lombardeo japonés score las basœ rxnearreñœ›as y tx\tánkas q‹æ se
encœtraban ar›dzdas en la Bahła de la PerIa (;æarI ł•Iarb‹r) oxMrn‹uxb œte f›e‹Jo en
un cordllcto que gere‹arIã b Guerra H‹›‹›aid. AI aa slç r te d Congreso de b Ur›lón
‹łe los Estacbs Unklos al qual que Irigbterra dedaran B Gaza al ap6n; cuabo dîas
mós tar‹fe Alernanła a ltalla dedaran b guer›a a bs Estacbs Unk:Ic›s.
57