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CUBA: REFORMAS Y LA EMPRESA PUBLICA DEL NEOCASTRISMO II

“No se puede dar marcha atrás al reloj, pero si se puede darle cuerda nuevamente”
Anonimo

“Baño Publico” o “Emprendedora por cuenta propia Vs. Pichones”


Foto: Joisy García Martínez

De acuerdo con un despacho de EFE, un día después de la publicación del


documento contentivo de las reformas económicas aprobadas por el VI Congreso
del Partido Comunista Cubano, las opiniones de los cubanos se encuentran entre la
apatía y la expectativa. [1]

El documento final denominado “Información sobre el resultado del Debate de los


Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”,
incorpora las modificaciones y contribuciones a los lineamientos originales,
resultado de su análisis en diferentes instancias y que concluyo en el Congreso

De los 291 lineamientos originales, solo el 32% [94] no sufrieron cambios, mientras
resultaron modificados el 68% [181] y el 6% [16] fueron integrados a otros. Por
otro lado se incorporaron 36 nuevos lineamientos para elevar la cifra a 311 [6.9%].

A lo anterior no se le ha prestado la atención que requiere, en tanto revela


elementos significativos del complejo proceso de conformación del Neocastrismo.
En primer lugar denota la necesidad y voluntad política del líder [es] por
consensuar el nuevo paradigma social en torno a la opción preestablecida, con sus
bases directas [militancia partidista y burocracia política y administrativa] e
indirecta con el conjunto de la sociedad.
De hecho el proceso se estructuro en tres etapas [1ra Discusión del proyecto de
Lineamientos por todo el “pueblo”; 2da Discusión en las provincias por los
delegados al VI Congreso y los invitados; 3ra Discusión por las Comisiones durante
el VI Congreso], provocando la catarsis necesaria para conformar consensos,
siguiendo una “tormenta de cerebros” dirigida y controlada en todo momento

Denota asimismo que siempre y cuando la discusión se mantenga dentro de la


nueva entelequia revolucionaria raulista-neocastrista, se permiten los disensos y las
contribuciones, como demuestra elocuentemente que solo el 32% de los
lineamientos originales no experimentaron modificaciones, algo sin dudas
impensable en el coro de focas anónimas de anteriores procesos conducidos por
Fidel Castro.

Por otro lado, la propia presentación del documento final por temas precisos y en
forma tabulada que facilita su lectura y precisa el objetivo a lograr acordado y su
fundamentación, ponen de relieve la estricta organización del equipo que organizo
el proceso.

Numero actual y fundamentación del


Numero y redacción Lineamiento
cambio
original aprobado

definitivo de los llamados "Lineamientos de la política económica y social del partido


y la revolución" contiene el plan de ajustes para actualizar el modelo socialista de la
isla con el objetivo de superar la aguda crisis que arrastra desde hace décadas, y
propone varias novedades para la vida de los cubanos.

Como era de esperar, la propuesta de "estudiar" una política que facilite a los
cubanos residentes en el país viajar al exterior como turistas, y la posibilidad de
que puedan comprar y vender automóviles y viviendas a título particular, acaparo la
mayor atención, provocando un efecto esperanzador tal y como era la intención del
régimen. No importa si la Organización Mundial de Café considera que el café
mezclado con chicharos no es café, si podemos hacer turismo y comercializar autos
y viviendas.

La firme decisión de no permitir la concentración de la propiedad en personas


jurídicas o naturales al menos en el mediano plazo, con la excepción de los que por
poder heredado o asociado están por encima de tales nimiedades formales,
constituirá en el futuro mediato un escollo al desarrollo de la iniciativa privada que
ya habrá acumulado experiencia y capital para dar nuevos pasos. Sera asimismo
fuente de todo tipo de ilegalidades.

Y es que los procesos de privatización particularmente en los casos de reformas


fragmentarias como los ocurridos en los países de Europa del Este que siguieron
ese curso, tienen la potencialidad de crear una fuerte concentración de la propiedad
que generan poderosos grupos de intereses económicos que en el afán por
asegurarse medidas favorables que eviten la competencia, inmovilizan al estado y
ralentizan el desarrollo institucional y democrático del país [Hellman y
Schankermann-2000]. De hecho en Cuba esos grupos de poder económico existen
y están encabezados por sus respectivos zares, con la particularidad de lo han
asumido desde el poder político.

El trabajo por cuenta propia por ahora limitado solamente a 178 ocupaciones,
deberá sin dudas expandirse hacia otros segmentos del mercado en la medida en
que el mismo se desarrolle. El clima general de “entretenimiento” de los
gobernados frente al fuerte ajuste del mercado laboral, esta validando el paradigma
social del Neocastrismo, al punto que no solo se están haciendo inversiones
familiares por parte de la emigración, sino que incluso como expone la escritora
cubana residente en la isla Wendy Guerra en su crónica “El viaje al revés”, ya
algunos emigrados están sonando con regresar a vivir y a hacer negocios en la
tierra natal.

El bloguero Joisy García Martínez que publica desde Cuba, postea una magnifica
anécdota “Un susto tecnológico” que ilustra cómo se mueve la sociedad cubana en
un nivel tan básico como el de satisfacer las necesidades fisiológicas de primer
grado, en tiempos de tormentas reformistas. Las injustificadas y exageradas
reacciones de los apremiados por el vientre o la vejiga, ante el precio por cuenta
propia fijado por la cuidadora del baño en cuestión, revela la inercia del esquema
“pichón” por parte de los “necesitados”, y las oportunidades de cubrir demandas
insatisfechas por otro. Lo cierto es que el baño además de estar decentemente
limpio, ha quedado claro que los precios siguen las relaciones de la oferta y la
demanda incluso ante necesidades tan apremiantes, aunque muchos aun no lo
comprendan. Por lo pronto los platanales siguen siendo free, aunque quizás un hijo
de buen vecino tenga la iniciativa empresarial de ofrecer el servicio por un precio
acorde con la calidad del recinto platanero.  

Mas allá de las anécdotas y la vocación democrática de las fuerzas que se oponen al
régimen, lo corroborado es que la única reforma económica valida es aquella que
acomete una experimentación deliberada, desde la certeza que el experimento y el
error es el único camino cierto para ejecutarla. Lo demás es sustituir deseos por
realidades o irresponsabilidades políticas o académicas. Raúl Castro al igual que los
líderes chinos en más de 30 años de reformas, se refiere al proceso en términos
imprecisos para los “conceptologos”: “Actualización del modelo económico cubano”,
pero actúa como Deng Xiaoping: “cruzando el río palpando cada piedra”,
porque sin dudas, si pudiéramos planificar las reformas, podríamos planificar la
economía.
Los ansiosos que critican al General-1er Secretario-Presidente cuando arrojo un
jarro de agua helada a la nomenclatura y la población, al alertar que las medidas
acordadas tomarían al menos un quinquenio en implementarse [a ritmo de rana
hervida], y confían en saltos espectaculares a corto plazo ya sea con el programa
neocastrista de Raúl Castro o
con otra alternativa
improbable, debieran recordar
que las reformas graduales en
China condujeran a que más
de 80 millones de chinos vivan
aun por debajo del índice
mundial de la pobreza de un
dólar diario [unos 1,300
yuanes] luego de más de 30
anos.

Por otra parte, estudios del


Instituto de Investigación
Económica Nacional de China,
han mostrado que la corrupción y el
fraude tributario conjuntamente con el
favoritismo en las grandes empresas
monopolizadas por el estado entre
otros elementos, provocan que el 55%
de la riqueza sea detentada por menos
del 8% de la población. De hecho el
Índice de Gini que relacionado con la
Curva de Lorenz, cuantifica el grado de
la distribución de la renta nacional,
está muy próximo al nivel de alerta del
0.45 del Banco Mundial.

En cualquier caso el equipo al mando


sin mas ideología que la mínima
necesaria para la conservación y
monopolización del poder, son
conocedores de las experiencias de
muchos países que remontaron los niveles de pobreza y alcanzaron la prosperidad
como Malasia, Hong Kong, Singapur y en gran medida la propia China, luego de
muchos años de experimentar un sostenido crecimiento del ingreso per cápita.

Entre otros, el modelo de Harrod-Domar [2] es muy útil dada su fácil compresión,
para entender la compleja operatoria del proceso de crecimiento sostenido y
sustentable seguido por muchos países y que de una manera u otra tendrá que
seguir el plan de “ajustes” del régimen.
Desarrollado de manera independiente por los economistas keynesianos Roy Harrod
[ingles] y Evsey D. Domar [norteamericano] examina los factores que determinan
el ritmo de crecimiento de la economía nacional, como la tasa de ahorro e
inversión, la productividad del capital, la productividad del trabajo y la tasa de
crecimiento del trabajo. Conocido también como la tasa natural del ritmo de
crecimiento de la oferta de trabajo [3], distingue a los bienes [y servicios] de
consumo de los de capital.

Pero la oferta de trabajo no se refiere solamente al incremento de la mano de obra


como en los maratones “productivos” cubanos incluyendo las jornadas de trabajo
“voluntarias” o de las horas laboradas al más clásico estilo fidelista de los
contingentes, sino que también considera la capacidad productiva de esa fuerza de
trabajo. Por consiguiente, el proceso de reordenamiento laboral que impulsa el
régimen ciertamente espaciado por el rechazo que provocó, genera más
interrogantes que respuestas satisfactorias.

Porque un crecimiento económico sostenido acompañado de un real pleno empleo y


no aquel que indicaba el presidente anterior desde su despacho, requiere que los
bienes y el capital productivo crezcan a igual ritmo. En su momento Mesa-Lago
llamo la atención sobre la tasa negativa de creación de capital, lo que
recientemente ha sido reconocido por el régimen. Corroborando lo anterior, el
desempleo que llama a resolver Raúl Castro por la vía del crecimiento del trabajo
por cuenta propia, la “campenizacion” del citadino y la pequeña empresa, no está
causado por el “inflamiento” de las plantillas como quiere hacer ver, sino por la
tasa negativa de crecimiento del capital productivo que determina el alto índice de
desempleo estructural que hoy presenta la económica cubana.

En todas las intervenciones del actual jefe de todo, así como en los medios de
comunicación que actúan ante todo como propagandistas de la política oficial, no
se escatiman esfuerzos para indicar que el ahorro es la principal fuente de ingresos
del país. Desde un análisis de una economía de supervivencia puede ser aceptado,
pero no desde la perspectiva de un proyecto de desarrollo económico. El
crecimiento de los bienes y servicios está indisolublemente asociado al incremento
del capital productivo lo que solo se consigue sustentablemente por la vía del
ahorro, es decir, destinar aquella magnitud necesaria de la renta nacional a ser
invertida como capital.

Al margen de otros factores entre los cuales ocupa un lugar prominente la errática,
caprichosa, voluntarista y aleatoria política económica de Fidel Castro durante 48
años, el estado ruinoso y crónico actual de la economía cubana y de la sociedad en
su conjunto, a pesar de los billonarios subsidios y ayudas de la extinta Unión
Soviética durante 30 años y la ya prolongada de Hugo Chávez, radica en última
instancia, en que los mismos fueron ahorros exógenos y no endógenos a la
economía cubana.

Siendo la solución al modelo de Harrod-Domar exponencial, ello permite dentro de


ciertos rangos rendimientos constantes en el crecimiento económico. Sin embargo
cuando no se logra verificar que la tasa de incremento del producto se corresponda
con la tasa natural, se generan deformaciones estructurales con pronósticos
pesimistas en el largo plazo, tal y como se aprecia en Cuba; a pesar de los equipos
de coordinación y apoyo del comandante, de los esfuerzos del ministerio de
economía y de todo el aparato del partido.

Los autoproclamados marxistas-leninistas que usurpan monopólicamente el poder


en Cuba durante más de 52 años, solo tomaron de sus maestros y aplicaron
despiadadamente, aquellos elementos que les permitían el control social y les
garantizaba el poder incompartido. Porque de hecho, los esquemas de Marx sobre
la reproducción ampliada fueron un intento infructuoso de lo que posteriormente
explicaría la Frontera de Posibilidades de Producción más conocidas como FPP.

De aquellos factores considerados por los economistas clásicos como Smith, Ricardo
y el propio Marx [tierra-renta, capital-interés, trabajo-salario], hoy se ha pasado a
una estructura más compleja propia de la economía del conocimiento y que
esquemáticamente se pudiera representar como capital estructural, capital físico,
capital inmaterial y trabajo físico.

La mejor imagen que describe la gerencia castrista de la economía cubana, es la


conocida “parábola del cristal roto” de Frederic Bastiat. Tanta ha sido la “sapiencia”
económica aplicada al control social mediante la pobreza estructural, que nunca
acertaron a vislumbrar los costos de oportunidad lanzados al vertedero nacional
creados por ellos mismos.

Por ello nunca comprendieron y siguen en las mismas, que los recursos y factores
con que se cuentan siempre son limitados, por lo que la estructura de la aplicación
de los mismos conlleva costos de oportunidades a asumir. La “tarea” Álvaro
Reynoso ordenada personalmente por Fidel Castro que destruyo la industria
azucarera cubana, a lo que habría que añadir el impacto social que generó, la
destrucción del bosque y la manigua natural cubana por la brigada mecanizada
“Ernesto Che Guevara” en la década del 60, la proletarización forzada de buena
parte del campo cubano, las construcciones en las dunas de las playas y un sinfín
mas virtualmente imposibles de enumerar, fueron todas evaluadas
“cuidadosamente” en la libreta de notas del Comandante de Todo.

El análisis de los factores y recursos y de su posible empleo de que dispuso Cuba,


pero sobre todo de los magros con que cuenta hoy, sigue estando ausente en los
lineamientos acordados que rigen, al menos públicamente, el programa
socioeconómico del Neocastrismo. En tanto que la capacidad productiva es siempre
limitada, cualquier acción destinada a incrementar la producción de medios de
consumo deprimidos en extremo en Cuba, ejercerá un efecto negativo en el
volumen de los bienes de capital. De igual manera la priorización de los factores de
capital afectara los bienes de consumo. Esta dinámica dicotomía en Cuba se
resuelve de un plumazo dado una orden desde la oficina correspondiente. Mientras
mayor jerarquía disfrute el despacho, más virulento será su efecto.
Y es que el destino de los recursos productivos en Cuba no considera el criterio de
optimilidad [Richard Bellman] ni la función de producción [4], por lo que las
respuestas a definiciones estratégico-tácticas esenciales como:

 ¿Qué producir?
 ¿Cómo producir?
 ¿Cuánto producir?
 Fuentes del Crecimiento
 Cambio de técnica
 Tasas de Crecimiento

Son determinadas según la visión particular del tomador de decisiones sin efectuar
el mas simple análisis socioeconómico y técnico-productivo. Pura inspiración
totalitaria.

Sin embargo, el empleo de la función de producción como factor de optimización de


alternativas, permitiría correlacionar los factores de producción con un volumen de
productos. Dicho de otra manera, permitiría determinar la relación óptima factor-
producto. Desconozco si al menos a nivel académico en Cuba se ejecutan estos
análisis.

La función de producción presenta la siguiente representación matemática:

X = AF (L,K)

Donde:

 L: Trabajo
 K: Capital
 A: Parámetro especifico

La FPP se representa geométricamente en una curva cóncava hacia el origen, para


considerar los variados recursos que un país posee. De lo que se trata y que
aparece analizado en la hoja de ruta del Neocastrismo, es lograr la optimización del
empleo de esos recursos en la producción de bienes de capital y bienes de
consumo. Muchos de los recursos pueden tener aplicaciones en ambas direcciones,
pero en una de ellas su empleo será optimo, mientras que en la otra se estarán
pagando elevados costos de oportunidad.

Un ejemplo clásico cubano es la agroindustria cañera. Las tierras permiten sembrar


diferentes cultivos de acuerdo a su microlocalizacion que les confieren particulares
variables químicas en la composición del suelo y de temperatura, iluminación
natural y humedad. Luego esa tierra se puede destinar a criar ganado o productos
agrícolas para la alimentación humana directamente o se pueden construir obras de
infraestructura o viviendas, etc. En el caso que se decida cultivar cana de azúcar,
su producción final puede adquirir la variante de producto terminado azúcar, que es
un alimento humano y como producciones secundarias alcohol refinado, alimento
animal e incluso destinar los residuos finales de la planta [bagazo] a generar
energía eléctrica en las propias fábricas azucareras. Otra variante entre muchas
otras, seria priorizar la producción de alcoholes de uso automotriz, tableros de
bagazo para su uso industrial y biopreparados, minimizando la producción de
azúcar.

Este tipo de estudio de optimización de los recursos y su función productiva


siguiendo la curva de la demanda estructurada del mercado, es una tarea pendiente
por parte de las instituciones y economistas cubanos.

Mientras mayor sea la diversificación del empleo de los recursos productivos de un


país, la derivada de la curva FPP en cualquier punto de la misma se acercara
proporcionalmente a cero. Por el contrario, mientras menor sea la diversificación
como es el caso cubano, la misma tendera al valor máximo de 1.

Por consiguiente, el incremento de la capacidad productiva se verifica en el


crecimiento económico y se expresa en la expansión de la FPP. Pero a su vez no es
posible un crecimiento en iguales proporciones para los bienes de capital y de
consumo, en tanto el destino final de estos últimos se agota en sí mismo en el acto
de consumo, mientras que los bienes de capital permiten crear tanto bienes de
capital como de consumo. La clave es determinar fundamentadamente las
proporciones adecuadas entre ambos, para luego reflejarlas adecuadamente en la
política económica del gobierno, y no como ha sucedido en Cuba y continúa
ocurriendo en el caso de los “lineamientos”, cuando se fija primero la política
económica y su fundamentación es asunto sin importancia.

La siguiente grafica muestra la FPP de tres países -P, M y R- en el año 2000. Para
el 2010 han experimentado significativos crecimientos, pero el país R que ha
priorizado la expansión de la capacidad productiva de sus bienes de capital, el ritmo
ha sido significativamente superior. Graficas [5]
Por otro lado, cuando las condiciones técnico-productivas son paupérrimas o
notablemente deterioradas o obsoletas como es el caso cubano, las políticas
sociales suelen tener supremacía sobre la racionalidad económica [incluso por
razones populistas y de sostenimiento del paradigma social] tendiendo a priorizar la
producción de bienes de consumo en detrimento de los de bienes de capital que les
permitiría expandir su frontera productiva y por ende dinamizar el crecimiento y el
desarrollo socioeconómico integral, tal y como se muestra en la grafica siguiente: 

Donde:
 P: País pobre
 R: País rico

Sintéticamente expresado, es por ello que todas las teorías del subdesarrollo muy
en boga a partir de los años 60, fracasaron en explicar las reales causas del mismo
y por consiguiente en definir las coordenadas del progreso socioeconómico.

El anterior paréntesis ha sido necesario por cuanto existe un vacío conceptual que
explique las causas del actual estado de empobrecimiento crónico de Cuba, tanto
desde las posiciones del gobierno recientemente anunciadas, como desde los que
sostienen otras posiciones en este asunto. Ni el castrismo fidelista populista y
populachero ni el neocastrismo raulista vulgarmente gradualista y anti-shock no por
convicción sino por temor, tienen respuestas precisas y convincentes a nivel
popular y viables y factibles conceptualmente, sobre como revertir la situación
actual y encauzar a la sufrida Cuba por el sendero de la riqueza y la prosperidad
social.

Sobre las semejanzas y diferencias entre los modelos de gestión de Castro I y de


Castro II se han referido en extenso analistas, medios de comunicación, opositores,
población y de cierta forma hasta las propias “correas de transmisión” del régimen,
incluyendo a los escribanos del primero que insertan sus “parrafadas”
convenientemente orientadas en sustitución de las “reflexiones” que escriben.

Sin embargo hay un aspecto de notable importancia que no ha sido considerado. A


pesar que los generales comunican sus instrucciones mediante órdenes de
obligatorio cumplimiento, se observa que por primera vez en los más de 52 años de
existencia del régimen, una inflexión en el modelo de gestión voluntarista de la
economía que lo va acercando lenta y gradualmente al establecimiento de métodos
y procedimiento propios de la política económica. Expresado de otra manera, si
anteriormente no se puede encontrar una Política Económica con mayúsculas, hoy
el estado comienza a sustituir la voluntad económica mandataria por un conjunto
de medidas conductuales que influyen mediante leyes, regulaciones, impuestos,
licencias, etc., que actuando a través de estímulos de naturaleza eminentemente
económica y no prioritariamente extraeconómicos como ocurría anteriormente,
conducen a la modificación de las conductas de los sujetos económicos con vistas a
alcanzar los objetivos propuestos.

El estado mayor estratégico del Neocastrismo tiene una elevada presencia de


uniformados, pero es aun mayor su vocación y operatoria militar. De hecho todo el
proceso se halla enmarcado en lo que se ha dado en llamar Operación Caiguaran
que ha transitado con éxitos indudables de una fase a otra hasta llegar a la actual
que debe ser la penúltima antes de la sucesión generacional que la concluirá.

Fieles a esa vocación, la transición transcurre en un mapa de guerra donde se


plotean los avances y retrocesos de las diferentes batallas y frentes que conforman
el conflicto. Profundos conocedores de la importancia de conquistar esa cota que
decide el curso de una batalla o el avance victorioso de un frente, aplican a plenitud
a Pareto prestándole toda la atención aquel 20% que decide el curso de la guerra y
relegando a un segundo nivel de atención el 80% de los objetivos no estratégicos.

Y la aplicación de la doctrina militar de la guerra de todo el pueblo desde la


supervivencia al desarrollo socioeconómico, es el principal escollo que presenta la
voluntad económica del actual jefe de todo para articular una integrada, factible y
viable política económica. En cualquier caso el general debe percibir que ello será
un objetivo a alcanzar por el estado mayor en proceso sucesorio, en tanto su única
misión es ganar esta guerra. La otra, es de los “otros”.

Los objetivos generales de toda política económica deben proponerse ante todo
asegurar un clima social de igualdad, libertad, justicia e independencia, pero ellos
como es natural no están en la agenda del régimen.

Con la excepción de la alerta de Raul Castro que el programa acordado requeriría al


mes un quinquenio para ser implementado, no existe, como es natural en el
habitual secretismo conspirador, otra referencia temporal sobre el cumplimiento de
cada objetivo. Ello impide, como es el objetivo premeditado, evaluar su evolución
periódica.

Y no es meramente curiosidad académica, sino que los objetivos a corto plazo se


remiten a temas de alta sensibilidad popular y de significativa importancia en la
dinámica de todo el sistema socioeconómico y que pueden dar al traste con la
mejor elaborada política económica como las bombas de tiempo que constituyen
para el régimen el control del desempleo y el subempleo y los deprimentes ingresos
asociados; así como la inflación que ya va siendo galopante por las decisiones en
materia de precios del gobierno y la eliminación de numerosos subsidios a
productos de primera necesidad e igualmente por la exposición de los mismos a las
dinámicas ofertas-demandas.

Lo que podemos definir como la situación actual en Cuba que sería coyuntural en
otros países, es estructural por sus causas, crónica por su dinámica, sin dejar de
ser una emergencia a atender en cada una de sus manifestaciones diarias. Toda la
isla es un cuartel de bomberos 24/7, sofocando solo los incendios de mayores
potenciales destructivos.

Luego aquellos objetivos de la política económica que requieren plazos de tiempo


en ocasiones considerables para concretarlos, están en serio peligro de ser
desplazados por las urgencias diarias. El equilibrio del sector externo de la
economía incluyendo la balanza de pagos y las soluciones que abran las puertas al
imprescindible financiamiento externo no solo en forma de las previstas inversiones
directas, la solución del desempleo estructural y la definitiva creación y
estabilización de un mercado laboral, así como las políticas de precios coherentes y
no la imposición o liberalización arbitraria y sin fundamentación de los mismos
como está ocurriendo en estos precisos momentos.

Pero igualmente importantes son la estabilidad del ciclo económico que reduzca la
influencia en muchas ocasiones catastrófica de los impactos negativos de la
economía global, una adecuada distribución de la renta nacional y en definitiva el
crecimiento y desarrollo socioeconómico sostenido que genera riqueza, prosperidad
y bienestar a la nación y a sus ciudadanos, en virtud de haber logrado que los
estímulos a aquellos sectores de mayor potencialidad hayan sido concretados.

Esta en condiciones el neocastrismo raulista de cumplir con los objetivos que el


mismo se ha fijado? No

Puede el neocastrismo sucesorio llevar a vías de hecho esa gigantesca tarea de


reformular todas las coordenadas y conducir a la nación cubana a la prosperidad y
el bienestar? No.

Sucumbira el proyecto neocastrista al fracasar en los dos retos que


inexorablemente tiene que enfrentar? No.

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Notas:

[1] Para Roberto Góngora, de 67 años, hay que esperar a ver cómo se desarrolla el
"proceso" de implementación de esos "lineamientos", porque ahí se puede "trabar el
paraguas" y lo que más le interesa como cubano, dijo a Efe, de la nueva política es lo con el
trabajo privado porque es "lo más novedoso".

En opinión de Gustavo, de 42 años, quien tiene una licencia para trabajar en el sector
privado como "gestor de viajes", existe "mucha contradicción" entre los discursos de Raúl
Castro y la aplicación de sus políticas.

Su opinión es que es "urgente" sindicalizar a los "cuentapropistas", eliminar "obstáculos" y


que, como ha advertido Castro en sus últimas intervenciones, el PCC y el Gobierno logren
eliminar los "estigmas" que hay sobre ellos.

Ulises, otro trabajador privado de 44 años, opinó que más importante que divulgar las
reformas, es que se cumplan las leyes propuestas por Raúl Castro porque hay funcionarios e
instituciones que hacen "totalmente lo contrario".

Fuera de los temas relacionados con el sector privado, las novedades sobre los créditos a
particulares, la compra y venta de automóviles o viviendas, y la futura política de "cubanos
turistas" despiertan el mayor interés.

"Ya nos toca. Que abran agencias de viaje y que lo haga el que pueda", dijo a Efe Yurian, de
33 años, aunque dice no tener dinero para comprar un pasaje aunque ahora mismo
levantaran las restricciones.

Según declaróa a Efe, a Alexander, de 27 años, no le importa ningún punto del plan, salvo
el de la política de viajes, que podría cambiar su vida porque, dijo, su hija de seis años vive
en España y nunca ha podido visitarla ya que el Gobierno cubano le niega el Permiso de
Viaje al Exterior (PVE) por no haber cumplido con su "servicio social" tras graduarse en la
universidad.
Por su parte, el economista disidente Óscar Espinosa ve en el documento definitivo algunos
"progresos" aunque todavía "están muy lejos de lo que necesita el país".

Valora que, por primera vez en cincuenta años, se abra la posibilidad de los viajes al
extranjero o que se autorice la compraventa de automóviles y viviendas entre particulares.

Sin embargo, "habrá que esperar" a ver cómo se concretan esas medidas en las leyes y
normativas correspondientes sobre todo en el caso de los viajes, un asunto que según
Espinosa "no es fácil" porque puede provocar que muchos más cubanos abandonen el país.

En cualquier caso, opina que a pesar de esos tímidos avances aún perviven muchos
"dogmas" y "ataduras" para mantener un sistema económico sustentado en la "planificación
centralizada".

[2] La principal critica al modelo de Harrod-Domar proviene de que el mismo no es


compatible con la teoría de la productividad marginal, asi como con funciones distributivas
de la renta.

[3] Por oferta de trabajo se entiende aquí no sólo el aumento del número de trabajadores, o
de horas que están dispuestos a trabajar, sino también al aumento de su capacidad
productiva y de su productividad. En otras palabras, es la tasa de crecimiento de la
población activa más la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo.

[4] Medianero Burga, David/ La función de producion y la medición de productividad

[5] ] Medianero Burga, David/ Ibidem.

Lazaro Gonzalez

Toronto - Mayo 12/2011

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