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MECANICA CELESTE

La mecánica celeste es una rama de la astronomía y la mecánica que tiene por


objeto el estudio de los movimientos de los cuerpos en virtud de los efectos
gravitatorios que ejercen sobre él otros cuerpos celestes. Se aplican los principios
de la física conocidos como mecánica clásica (Ley de la Gravitación
Universal de Isaac Newton). Estudia el movimiento de dos cuerpos, conocido
como problema de Kepler, el movimiento de los planetas alrededor del Sol, de sus
satélites y el cálculo de las órbitas de cometas y asteroides.

Con ayuda de la mecánica celeste podemos estudiar con detalle el movimiento de


los planetas alrededor del Sol, el de la Luna alrededor de la Tierra, el de una nave
espacial a través del sistema solar, etc. La Mecánica Celeste pretende describir de
forma matemática los tipos de fuerzas que actúan sobre un determinado sistema
de cuerpos celestes (gravitación, resistencia atmosférica, presión de radiación,
etc.) logrando así conformar un conjunto de ecuaciones diferenciales que en
teoría, al ser resueltas, permiten hallar el vector posición y velocidad de cada
cuerpo para todo tiempo.

La mecánica celeste, que ahora denominamos “clásica”, fue creada por el físico y
matemático inglés Isaac Newton, quien descubrió las tres leyes del movimiento de
los cuerpos que llevan su nombre como también la ley de atracción gravitacional.
Posteriormente fue refinada y formalizada por Laplace, Lagrange y Hamiltón y
muchos otros matemáticos y astrónomos notables.

BREVE HISTORIA DEL DESARROLLO DE LA MECÁNICA CELESTE

Kepler fue el primero en desarrollar las leyes que rigen las órbitas a partir de


observaciones empíricas del movimiento de Marte apoyadas, en gran parte, en
observaciones astronómicas realizadas por Tycho Brahe. Años
después, Newton desarrolló su ley de gravitación basándose en el trabajo de
Kepler.
Isaac Newton introdujo la idea de que el movimiento de los objetos en el cielo,
como los planetas, el Sol, la Luna, y el movimiento de objetos en la Tierra, como
las manzanas que caen de un árbol, podría describirse por las mismas leyes de la
Física. En este sentido él unificó la dinámica celeste y terrestre por eso su Ley de
gravitación se llama Universal.

Usando la ley de Newton de gravitación, se pueden demostrar las leyes de Kepler.


Esta demostración es fácil para el caso de una órbita circular y más difícil para las
órbitas elípticas, parabólicas e hiperbólicas. En el caso de la órbita de dos cuerpos
aislados, por ejemplo el Sol y la Tierra, encontrar la situación en un momento
posterior, conociendo previamente la posición y velocidad de la Tierra en un
momento inicial, se conoce como el problema de los dos cuerpos y está
totalmente resuelto, es decir, hay un conjunto de fórmulas que permiten hacer el
cálculo.

Si el número de cuerpos implicados es tres o más el problema no está resuelto. La


solución del problema de los cuerpos (que es el problema de encontrar, dado las
posiciones iniciales, masas, y velocidades de unos cuerpos, sus posiciones para
cualquier instante) no está resuelto por la mecánica clásica. Solo determinadas
simplificaciones del problema tienen solución general.

Los movimientos de tres cuerpos se pueden resolver en algunos casos


particulares; el movimiento de la Luna influido por el Sol y la Tierra refleja la
dificultad de este tipo de problemas y ocupó la mente de
muchos astrónomos durante siglos.

DESARROLLO DE LA ASTRONOMIA

La astronomía es la ciencia que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes del
universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas y meteoroides, las
estrellas y la materia interestelar, los sistemas de materia oscura, estrellas, gas y
polvo llamados galaxias y los cúmulos de galaxias; por lo que estudia sus
movimientos y los fenómenos ligados a ellos.

Su aplicación viene llevándose a cabo desde hace varios siglos, muchas


civilizaciones antiguas realizaban estudios sobre los astros, otras, vieron en ellos
sus Dioses.

La admiración al cielo es algo que no escapa de nadie, es algo que crea


cuestiones en todos, y la astronomía intenta encontrar estas respuestas. En la
astronomía encontraremos estudios de toda clase, se analiza la materia en su
estado más pequeño, hasta en enormes e inimaginables masas. Hablamos de
cuerpos tan enormes, que la astronomía puede solamente dedicarse a la
observación de ellos, y no así a experimentar; pero no sólo se dedica a observar y
analizar los cuerpos celestes, sino que también intenta encontrar el origen del
universo, pretende conocer lo que fue, lo que es, y lo que será.

La astronomía es una ciencia de enormes campos y que requiere muchos


conocimientos físicos, matemáticos y mucha, mucha observación. Tanto es así
que existen muchos astrónomos aficionados que han realizado importantes
avances en la astronomía.
En la física, la astronomía dan las leyes que nos permiten entender los diferentes
procesos que ocurren en el Universo. Ejemplo son las leyes del movimiento de los
planetas y satélites (y otros cuerpos), el por qué las estrellas brillan, etc.

LEYES DE KEPLER

Desde la Antigüedad clásica los filósofos, matemáticos y astrónomos griegos


trataron de explicar el movimiento de los planetas y las estrellas tal y como los
vemos desde la Tierra. Existían dos modelos para describir dicho movimiento:

Sistema geocéntrico: La Tierra se encontraba en el centro del Universo y,


alrededor, el resto de astros. La mayoría de los filósofos griegos como Platón,
Aristóteles o Ptolomeo defendían este modelo.

Sistema heliocéntrico: El Sol se encontraba en el centro del Universo y, alrededor,


la Tierra y el resto de astros. Galileo fue, en el S. XVII, el principal difusor de esta
teoría, basándose en trabajos realizados por Nicolás Copérnico.

Ambos sistemas se basaban en la idea de que los cuerpos celestes siempre se


movían según el movimiento circular uniforme. Pero tenían que recurrir a
complicadas sumas de trayectorias circulares (epiciclos y deferentes)  para
explicar las observaciones desde la Tierra.

Sistema geocéntrico
Ptolomeo explica sus observaciones
recurriendo a los epiciclos,
representados en naranja y a los
deferentes, en color azul. Copérnico
también recurre a ellos, aunque los
emplea de manera mucho más
limitada.

En el año 1600 un joven Johannes


Kepler fue a trabajar como ayudante matemático de Tycho Brahe, quién había
estado recopilando exhaustivamente datos astronómicos sobre la posición de los
planetas en el cielo. A la muerte de Brahe, y a partir de los datos recopilados,
Kepler intentó obtener la órbita circular de Marte. Sin embargo ningún círculo se
ajustaba a las medidas de Tycho. En lugar de círculos, Kepler encontró que
utilizando elipses el ajuste con las observaciones era perfecto. Así surgieron
las leyes de Kepler. 

Kepler no comprendió el origen de sus leyes. Fue Newton, que años más tarde,
fue quien describió con precisión las magnitudes que permitían explicarlas,
enunciando así la ley de la gravitación universal.

PRIMERA LEY DE KEPLER: LEY DE LAS ÓRBITAS

La primera ley, conocida como ley de las órbitas, acaba con la idea, mantenida
también por Copérnico, de que las órbitas debían ser circulares.

Los planetas giran alrededor del Sol siguiendo una trayectoria elíptica. El Sol se
sitúa en uno de los focos de la elipse.

La excentricidad (e) de una elipse es una medida de lo alejado que se encuentran


los focos del centro. Su valor viene dado por: 


2
b
e= 1− 2
a

Pues bien, la mayoría de las órbitas planetarias tienen un valor muy pequeño de
excentricidad, es decir e ≈ 0. Esto significa que, a nivel práctico, pueden
considerarse círculos descentrados.

SEGUNDA LEY DE KEPLER: LEY DE LAS ÁREAS


La segunda ley, conocida como ley de las áreas, nos da información sobre
la velocidad a la que se desplaza el planeta.

La recta que une al planeta con el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales.

Para que esto se cumpla, la velocidad del planeta debe aumentar a medida que se
acerque al Sol. Esto sugiere la presencia de una fuerza que permite al Sol atraer
los planetas, tal y como descubrió Newton años más tarde.

Suponiendo que el tiempo que se tarda en recorrer un espacio S1, S2 y S3 es el
mismo, las áreas A1, A2 y A3 también serán iguales. Esto se debe a que a medida
que disminuye la distancia al Sol, la velocidad aumenta (v1 < v2 < v3)

Velocidad areolar:

Se define la velocidad areolar vA como el área barrida por el vector de posición de


un cuerpo por unidad de tiempo. Según la segunda ley de Kepler, vA es constante.
Por tanto:
v dA
A= =cte
dt

En un instante, es decir, un diferencial de tiempo dt, el planeta se desplaza


 ⃗
dr =⃗v ∙ dt . Ya que se trata de un diferencial podemos considerar que ⃗ dr   es una
línea recta. Pues bien, los vectores r⃗   y ⃗
dr determinan un paralelogramo cuya área
es justo el doble que dA. En la siguiente imagen puedes observar el área
correspondiente a dA, que supone la mitad de la del hipotético paralelogramo.
Estudio de un diferencial del área

Recuerda que el módulo del producto vectorial de dos vectores es justamente el


área del paralelogramo que forman. Así, nos queda:

La segunda ley de Kepler establece que la velocidad areolar vA permanece


constante a lo largo del recorrido del planeta. Por ello, dados dos puntos de la
trayectoria cualesquiera, nos queda: 

r 1 ∙ v 1 ∙ sin(θ1 ¿ )=r 1 ∙ v 2 ∙ sin ¿ ¿

Dónde:
 r1 y r2 : Módulos de los vectores de posición del planeta en los puntos 1 y 2
respectivamente. Su unidad de medida en el Sistema Internacional es el
metro (m)

 v1 y v2 : Módulos de los vectores velocidad del planeta en los puntos 1 y 2


respectivamente. Su unidad de medida en el Sistema Internacional es el
metro por segundo ( m/s)

 θ1 y θ2 : Ángulos que forman los vectores de posición de los planetas con
los de velocidad en los puntos 1 y 2 respectivamente. Su unidad de medida
en el Sistema Internacional es el radián ( rad)

En definitiva, aunque la velocidad areolar vA sí permanece constante en todo el


recorrido, para que se cumpla la segunda ley de Kepler la velocidad instantánea
del planeta debe variar según el punto de su trayectoria en que se encuentre y el
ángulo θ que formen r⃗  y  ⃗v. 

Además, si la trayectoria de un planeta fuese aproximadamente circular


(excentricidad e ≈ 0), θ = 90º en cualquier punto y v1 = v2, es decir, estaríamos
ante un movimiento circular uniforme.
Movimiento circular uniforme
Cuando la excentricidad de la órbita del
planeta es mínima (e ≈ 0), se encuentra
siempre a la misma distancia del Sol y por
tanto su velocidad se puede considerar
constante. De ahí que el movimiento descrito
por este sea un M.C.U.

Perihelio y afelio

 Perihelio: Es el punto de la órbita del planeta más próximo al Sol. La


velocidad en las proximidades del perihelio es la máxima.

 Afelio: Es el punto de la órbita del planeta más lejano al Sol. La velocidad


en las proximidades del afelio es la mínima.

En el perihelio (p) y en el afelio (a) θ = 90º y por tanto:

r a ∙ v a=r p ∙ v p

TERCERA LEY DE KEPLER: LEY DE LOS PERIODOS

La tercera ley, también conocida como armónica o de los periodos, relaciona los
periodos de los planetas, es decir, lo que tardan en completar una vuelta alrededor
del Sol, con sus radios medios.

Para un planeta dado, el cuadrado de su periodo orbital es proporcional al cubo de


su distancia media al Sol. Esto es,

T 2=k ∙ r 3

Dónde:

 T: Periodo del planeta. Su unidad de medida en el Sistema Internacional es


el segundo ( s )
 k: Constante de proporcionalidad. Su unidad de medida en el Sistema
Internacional es el segundo al cuadrado partido metro cúbico ( s2/m3 )
 r: Distancia media al Sol. Por las propiedades de la elipse se cumple que su
valor coincide con el del semieje mayor de la elipse, a. Su unidad de
medida en el Sistema Internacional es el metro ( m )

Observa que como consecuencia de esta ley, los planetas se mueven tanto más
despacio cuanto mayor es su órbita. El valor concreto de la constante k será
estudiado cuando hayamos introducido la ley de la gravedad formalmente. De
momento señalaremos que su valor es el mismo para todos aquellos cuerpos que
giran en torno a uno determinado. Así, por ejemplo, los planetas del Sistema Solar
comparten el valor de k al girar todos ellos alrededor del Sol. También los satélites
de un planeta compartirán un valor de k entre ellos.

Es por ello que, en ocasiones, esta ley se presenta de acuerdo a la siguiente


expresión:
2 3 3
T 1 r 1 a1
2
= 3= 3
T 2 r 2 a2

Donde los subíndices 1 y 2 indican los periodos (T), distancias medias ( r ) y
longitud del semieje mayor (a = r ) de las órbitas de dos cuerpos que giran en
torno a uno común, por ejemplo, dos planetas cualquiera alrededor del Sol.

Finalmente, calcular la longitud de la elipse requiere de herramientas matemáticas


que están fuera del alcance de este nivel. Sin embargo, para valores de
excentricidad pequeños (  e ≈ 0 ), su longitud viene a ser aproximadamente igual a
la de un círculo que tuviese como radio, el radio medio de la elipse asociada, es
decir, el semeje mayor “a”. Tal y como dijimos cuando hablamos de la primera ley,
las órbitas de los planetas, al tener una excentricidad pequeña, se pueden
considerar círculos descentrados.

Valor del radio medio de una elipse


La distancia media r de un planeta al foco
de su órbita (ocupado por el Sol) coincide
con la longitud del semieje mayor a de la
elipse. Consideraremos este valor a la
hora de determinar la longitud de la elipse
cuando esta tenga una excentricidad
pequeña. Así, en la figura, podríamos
aproximar la longitud de la elipse, en
verde, por la del círculo en rojo
siendo Lelipse ≅ Lcircunf. = 2·π·r=2·π·a.
Kepler dedujo estas tres leyes a partir de la observación del movimiento de los
planetas alrededor del Sol, y por ello, a lo largo de este apartado hemos
enunciado las leyes en relación al Sol y a los planetas. Sin embargo, gracias a
ellas podemos estudiar también:

 El movimiento de cualquier cuerpo que orbite alrededor del Sol:


o planetas
o asteroides
o cometas
 Satélites orbitando alrededor de planetas
o Naturales ( por ejemplo, la Luna )
o Artificiales

LEY DE LA GRAVITACION UNIVERSAL

La ley de la gravitación universal, o simplemente, ley de la gravedad, establece


la fuerza con la que se atraen dos cuerpos por el simple hecho de tener masa.
Esta ley fue desarrollada por Sir Isaac Newton en el tercer libro de su
obra Principios matemáticos de fillosofía natural, titulado Sobre el sistema del
mundo.

Fuerza de la gravedad

La expresión de la ley de gravitación universal se plasma en la expresión de la


fuerza gravitatoria o fuerza de la gravedad.

Dos cuerpos se atraen con una fuerza directamente proporcional al cuadrado de


sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las
separa, y está dirigida según la recta que une los cuerpos. Dicha fuerza se conoce
como fuerza de la gravedad o fuerza gravitacional y se expresa de la forma:

⃗ M ∙m
F g=−G ∙ 2 ∙ ⃗u r
r

Dónde:
 ⃗F g: Es el vector fuerza gravitatoria. Su unidad de medida en el Sistema
Internacional es el newton (N)
 G: es la constante de gravitación universal, que no depende de los cuerpos
que interaccionan y cuyo valor es G = 6,67·10-11 N·m2/kg2, 
 M y m: son las masas de los cuerpos que interaccionan. Su unidad de
medida en el Sistema Internacional es el kilogramo (kg)
 r : es la distancia que los separa. Es el módulo del vector r⃗  , que une la
masa que genera la fuerza con la masa sobre la que actúa.
 u⃗ r : es un vector unitario que posee la misma dirección de actuación de la
fuerza aunque de sentido contrario.

Por tanto, la interacción gravitatoria entre dos cuerpos siempre se manifiesta como
una pareja de fuerzas iguales en dirección y módulo pero sentido contrario. El
carácter atractivo de la fuerza se indica mediante el signo - de la expresión
anterior. La siguiente imagen ilustra este concepto. 

FUERZA GRAVITACIONAL

La segunda masa (m2) es la responsable de aparezca una fuerza de atracción


sobre el primer cuerpo (m1) denominada ⃗ F 2,1. Este a su vez también es el
responsable de que aparezca una fuerza de atracción denominada ⃗ F 1,2 sobre el
cuerpo m1.  
Ambas fuerzas son de igual dirección aunque de sentido contrario. Vectorialmente
podemos expresar esto diciendo que:

u⃗ r 1,2=−⃗u r 2,1 ⇒ ⃗
F 1,2=− ⃗
F 2,1

Efectos sobre un conjunto de masas

La fuerza gravitatoria resultante que actúa sobre una masa cualquiera de un


conjunto de más de dos masas se calcula, según el principio de
superposición, calculando la resultante de las fuerzas gravitatorias que las demás
ejercen sobre ella. 
Así, si por ejemplo tenemos n masas, la fuerza gravitatoria que actuará sobre la
primera de las masas se calculará según:


F 1= ⃗
F 2,1+ ⃗
F 3,1 +. ..+ ⃗
F n ,1

La siguiente imagen ilustra el principio anterior:


Fuerza gravitatoria resultante
Las tres partículas de la figura
interaccionan entre sí a través de la
fuerza gravitatoria. Cada una de ellas
experimenta un par de fuerzas,
debido a las otras dos partículas, y a
su vez genera una fuerza sobre cada
una de ellas.

DEDUCCIÓN

La leyenda de Newton sobre la teoría de la gravedad cuando vio caer una


manzana de un árbol, permite relacionar fenómenos aparentemente tan distintos
como la aceleración de los cuerpos que caen en la superficie de la Tierra (la
manzana de la leyenda, por ejemplo) y las órbitas que tienen los planetas o los
satélites (la Tierra alrededor del Sol, por ejemplo).

La expresión anterior de la fuerza gravitatoria no tiene demostración matemática


alguna, sino que podemos llegar a ella usando algunos datos experimentales y
algo de intuición: Newton llegó a ella basándose en una minuciosa observación de
la realidad. Para deducirla vamos a partir de la órbita que describe la Tierra
alrededor del Sol, con algunos matices, y deduciremos la dependencia con la
distancia y con la masa de la fuerza.

Deducción de la ley de la gravedad


Para deducir la ley de la gravedad podemos
considerar una órbita circular de la Tierra
alrededor del Sol. Para que se produzca
dicho movimiento circular será necesaria una
fuerza centrípeta que será precisamente la
fuerza de la gravedad. Por otro lado, dado
que las fuerzas actúan a pares por
el principio de acción y reacción, podemos
considerar que Fc' como la fuerza de reacción
a Fc.

Modelo de trayectoria
Consideramos que la Tierra y el Sol son partículas puntuales. Podemos hacerlo
porque las distancias consideradas son mucho mayores que los tamaños de los
astros. Así mismo, sabemos que las órbitas de los planetas son elípticas, pero
podemos suponer, para simplificar, que la Tierra tiene una trayectoria circular
alrededor del Sól. Al fin y al cabo, una circunferencia no es más que un caso
particular de una elipse en el que su excentricidad es cero y la excentricidad de la
Tierra es, de hecho, próxima a 0. Finalmente, podemos suponer que la única
fuerza significativa que actúa sobre la Tierra es la gravitatoria ejercida por el sol.

La fuerza gravitatoria depende de la distancia


Sabemos que la aceleración centrípeta es la responsable del movimiento
circular de la Tierra alrededor del Sol. Dicha aceleración se genera gracias a
la fuerza centrípeta, que en este caso, es precisamente la fuerza gravitatoria. Por
tanto, teniendo esto en cuenta y a partir del principio fundamental, podemos
escribir:
F g=F c=m T ⋅ a c

Conociendo la expresión de la aceleración centrípeta, podemos escribir:


2
v
a c= =¿ ¿
r
|1||2|

|1| v=w ∙ r
2∙ π
|2|w=
T

A partir de las observaciones de Kepler y su tercera ley T2=k⋅ r3 , y sustituyendo la


aceleración centrípeta en la expresión de la fuerza correspondiente anterior,
podemos escribir:
4 ∙ π2 4 ∙ π2 4 ∙ π 2 1 mT ∙ k̕
F g=F c =mT ∙ 2 ∙ r =mT ∙ ∙ r=mT ∙ ∙ =
T k ∙ r3 ⏟k r 2 r 2
ctek̕

O, dicho de otro modo, la fuerza gravitatoria es inversamente proporcional al


cuadrado de la distancia.

La fuerza gravitatoria depende de la masa

La deducción de Newton, en este caso, se basa en los siguientes puntos:


 Sabemos que la fuerza gravitatoria del Sol sobre la Tierra es proporcional a
mr ∙ k̕
la masa de la Tierra (como hemos visto en la expresión  F g=f C = 2
¿
r
 Por el principio de acción y reacción, si el Sol ejerce una fuerza de atracción
sobre la Tierra, esta última debe ejercer una fuerza sobre el Sol de igual
módulo Fc=Fc'  ( y dirección pero sentido contrario )
 Cómo buscamos una expresión universal que represente ambas fuerzas (la
de acción y la de reacción), esta debe incluir la masa de ambos astros.
Dicho de otro modo, como 
Fc ∝ mT ⇒ Fc ' ∝ mS ⇒ F g ∝m T ⋅mS

Con todo ello, la constante k' anterior, debe ser, a su vez, proporcional a la masa


del planeta Sol, quedando finalmente:
m ⋅ k ' m ⋅ G⋅ m m ∙m
F g=F c= T 2 = T 2 S =G⋅ s 2 r
r r r
[ 1]

[ 1 ] ḱ =G ∙ms

La expresión anterior determina la fuerza con la que se atraen dos masas


cualesquiera por el simple hecho de tener materia. La constante G es una
constante de proporcionalidad independiente, esta vez, de ambas masas. 

Obtención del valor de la constante universal g

Aunque resulta inmediato despejar la constante G de la expresión dada para la


fuerza gravitatoria, lo cierto es que en tiempos de Newton existían serias
dificultades para ello. Por un lado, si considerásemos dos masas cualesquiera, los
efectos de su atracción (necesarios para conocer Fg y despejar G) quedaban
enmascarados por la acción de la Tierra. Por otro lado, si considerásemos una
masa cualquiera y la masa de la Tierra, podríamos conocer Fg a partir de la
aceleración de la gravedad en la Tierra ( facilmente medible ). El problema aquí es
que, en aquella época, no se conocía la masa de la Tierra.
La primera medición precisa del valor de G fue obtenida en 1798 por H. Cavendish
con una balanza de torsión como la que se muestra en la figura.

Balanza de torsión
La masas grandes, fijas, atraen a
las masas pequeñas, móviles,
provocando un giro en la varilla que
las soporta y una torsión del hilo del
que esta cuelga. Gracias a un haz
de luz y a un espejo colocado en
dicho hilo se puede medir el ángulo de giro. A partir de él, y conocida la constante
de torsión del hilo, se puede determinar el momento de fuerza que actúa y, a partir
de él, la constante G.

El valor obtenido por Cavendish fue de


−11 2 2
G= (6.6 ± 0.041 ) ∙10 N ∙m /kg

Cercano al valor que hoy le damos:


G=6.67∙ 10−11 N ∙ m2 /kg2
Significado físico de la constante de kepler
La tercera ley de Kepler establece la relación entre el periodo de un planeta
alrededor del Sol y su radio medio a través de la constante k según la
expresión T2=k⋅r3 . Kepler supuso que la razón del movimiento plantario residía
en el Sol. A partir de la expresión de la fuerza gravitacional, podemos comprobar
que no le faltaba razón.
La fuerza gravitacional es centrípeta, al ser la responsable de que el planeta, de
masa mP gire en torno al Sol, de masa mS. Por tanto, podemos escribir:
ms ⋅ m p v2 ms ⋅ m p 2
Fg=m p ⋅a c ⇒ G ⋅ =m p ⋅ ⇒G⋅ =m p ⋅ w ⋅r
r 2
r r 2

[ 1]
[ 1 ] v=ω ⋅r
2⋅ π
Como sabemos que ω= podemos despejar de la siguiente forma:
T

ms ∙ m p 4⋅π
2
2 4⋅π
2
G⋅ =mp ⋅ 2 ⋅ r ⇒ T = ⋅r 3
r
2
T G∙ ms

La expresión anterior es, precisamente, la tercera ley de Kepler, considerando:


2
4∙ π
k=
G ∙ ms

https://astronomia.fandom.com/wiki/Mec%C3%A1nica_celeste
https://notialternativo.wordpress.com/2013/07/11/que-es-la-mecanica-celeste/
https://es.wikipedia.org/wiki/Mec%C3%A1nica_celeste
https://es.wikipedia.org/wiki/Mec%C3%A1nica_celeste
http://fisicayastronomia-af.blogspot.com/2012/07/cuestiones-de-fisica-y-
astronomia.html
https://prezi.com/snvuwblrgvmu/desarrollo-de-la-astronomia/
https://www.fisicalab.com/apartado/leyes-kepler#contenidos

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