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“En la orilla del océano cósmico” Cap.

1 de la Serie de Carl Sagan

Comenzando el documental, nos da una demostración muy creativa. Empieza resaltando lo


diminutos que estamos a comparación de la tierra la cual es nuestro Cosmos. Nuestra tierra
se ha desarrollado por miles de años. Y puede que para muchas personas esto sea mucho
tiempo, pero el universo ha existido por más de 13 mil millones de años. Un número tan
grande (la verdad) no posee mucho significado para la mayoría de la gente. Cosas como un
año-luz, o un millón de años se puede desvanecer muy fácilmente entre las palabras.
Empezando por la edad de la Tierra, la cual tiene: 4 mil 500 millones de años de edad. Desde
su nacimiento, ha estado rotando alrededor de una estrellita a la que llamamos Sol, la cual
está a 4.2 años-luz de su vecina más cercana llamada Próxima Centauri. Esto significa que a
la luz (la cosa más rápida que existe) le tomaría 4.2 años llegar desde Próxima Centauri
(estrella enana roja) al Sol. La verdad es que estamos supremamente aislados aquí en
nuestro “pálido punto azul” (así le llamaba Carl a la Tierra), pero poco a poco nos hemos
enseñado a nosotros mismos las maravillas del Cosmos, a través de la observación. Han
pasado 400 años desde que Galileo vio a Venus por primera vez usando su telescopio, y
desde entonces hemos descubierto e identificado muchísimos cuerpos celestes. Entre estos
encontramos las gigantes rojas, las enanas blancas, las nebulosas, los púlsares, y muchos
otros. Objetos que son tan grandes, y que están tan lejos que no podemos hacer más que
observarlos desde la tierra. Pero, aun así, los humanos hemos aprendido muchísimo sobre el
Cosmos a pesar de las distancias astronómicas.
Obviamente todavía hay muchos misterios que no hemos resuelto. Y lo que es aún más
sorprendente es que no sabemos por qué no hemos encontrado otros tipos de vida,
matemáticamente el universo debería estar “lleno de vida” ¿Entonces dónde está todo el
mundo? No sabemos, tal como dijo Carl, “estamos parados a las orillas de un océano
cósmico...” Y apenas hemos metido los tobillos. Los humanos empezamos a meter los pies en
este océano cósmico miles de años atrás, gracias a nuestra curiosidad. Una de las primeras
personas que pensó seriamente sobre el lugar donde estaba parado fue Eratóstenes.
. Él fue el primero que propuso que la Tierra no era plana, y esta ‘idea loca’ se le ocurrió porque
se puso a mirar las sombras de dos palos enterrados en el suelo apuntando hacia arriba. El
truco es que estos dos palos estaba en dos ciudades diferentes, con latitudes diferentes.
Eratóstenes notó que, en cierto día del año, uno de estos palos (el que estaba más lejos de la
línea ecuatorial) tenía una sombra al medio día, mientras que el otro (el que estaba más cerca
de la línea ecuatorial) no tenía sombra. Cualquier otra persona hubiera ignorado este detalle,
pero Eratóstenes lo tomo como un dato muy relevante en dicho experimento y con esta poca
información, y un poco de geometría, calculó el diámetro de la Tierra y lo calculó bastante cerca
de su valor real. Es impresionante lo inmensa que es la tierra y los demás cosmos. Tanto que,
individuos diminutos descubra y sigan descubriendo más sobre el más allá del espacio.

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