Comenzando el documental, nos da una demostración muy creativa. Empieza resaltando lo
diminutos que estamos a comparación de la tierra la cual es nuestro Cosmos. Nuestra tierra se ha desarrollado por miles de años. Y puede que para muchas personas esto sea mucho tiempo, pero el universo ha existido por más de 13 mil millones de años. Un número tan grande (la verdad) no posee mucho significado para la mayoría de la gente. Cosas como un año-luz, o un millón de años se puede desvanecer muy fácilmente entre las palabras. Empezando por la edad de la Tierra, la cual tiene: 4 mil 500 millones de años de edad. Desde su nacimiento, ha estado rotando alrededor de una estrellita a la que llamamos Sol, la cual está a 4.2 años-luz de su vecina más cercana llamada Próxima Centauri. Esto significa que a la luz (la cosa más rápida que existe) le tomaría 4.2 años llegar desde Próxima Centauri (estrella enana roja) al Sol. La verdad es que estamos supremamente aislados aquí en nuestro “pálido punto azul” (así le llamaba Carl a la Tierra), pero poco a poco nos hemos enseñado a nosotros mismos las maravillas del Cosmos, a través de la observación. Han pasado 400 años desde que Galileo vio a Venus por primera vez usando su telescopio, y desde entonces hemos descubierto e identificado muchísimos cuerpos celestes. Entre estos encontramos las gigantes rojas, las enanas blancas, las nebulosas, los púlsares, y muchos otros. Objetos que son tan grandes, y que están tan lejos que no podemos hacer más que observarlos desde la tierra. Pero, aun así, los humanos hemos aprendido muchísimo sobre el Cosmos a pesar de las distancias astronómicas. Obviamente todavía hay muchos misterios que no hemos resuelto. Y lo que es aún más sorprendente es que no sabemos por qué no hemos encontrado otros tipos de vida, matemáticamente el universo debería estar “lleno de vida” ¿Entonces dónde está todo el mundo? No sabemos, tal como dijo Carl, “estamos parados a las orillas de un océano cósmico...” Y apenas hemos metido los tobillos. Los humanos empezamos a meter los pies en este océano cósmico miles de años atrás, gracias a nuestra curiosidad. Una de las primeras personas que pensó seriamente sobre el lugar donde estaba parado fue Eratóstenes. . Él fue el primero que propuso que la Tierra no era plana, y esta ‘idea loca’ se le ocurrió porque se puso a mirar las sombras de dos palos enterrados en el suelo apuntando hacia arriba. El truco es que estos dos palos estaba en dos ciudades diferentes, con latitudes diferentes. Eratóstenes notó que, en cierto día del año, uno de estos palos (el que estaba más lejos de la línea ecuatorial) tenía una sombra al medio día, mientras que el otro (el que estaba más cerca de la línea ecuatorial) no tenía sombra. Cualquier otra persona hubiera ignorado este detalle, pero Eratóstenes lo tomo como un dato muy relevante en dicho experimento y con esta poca información, y un poco de geometría, calculó el diámetro de la Tierra y lo calculó bastante cerca de su valor real. Es impresionante lo inmensa que es la tierra y los demás cosmos. Tanto que, individuos diminutos descubra y sigan descubriendo más sobre el más allá del espacio.