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Género, Salud y Derechos sexuales y

reproductivos de las mujeres en el


4_ contexto de la reforma
Documento preparado por la doctora María Isabel
Matamala Vivaldi, Consultora de la Organización Paname-
ricana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/
OMS), Representación en Chile. Fue enriquecido con el
aporte de protagonistas de las Jornadas Participativas que
impulsó en regiones del país el Proyecto Equidad, Género
y Reforma de la Salud en Chile, de la misma Organización,
durante el año 2001.

Antecedentes generales

Las problemáticas que existen en Chile en La sociedad chilena ha asignado a las muje-
materia de sexualidad y reproducción están res la responsabilidad de la anticoncepción,
condicionadas no sólo por carencia de infor- y las acciones del sector salud se han orien-
mación. Tienen que ver, predominantemen- tado hacia mujeres en edad fértil. Las cifras
te, con la construcción cultural de roles parciales existentes señalan que 55.6% de
sexuales femenino y masculino, lo que otor- mujeres urbanas y 53.6% de mujeres rurales
ga desigual poder a mujeres y hombres para son usuarias de métodos anticonceptivos2.
tomar decisiones sobre su sexualidad, su vida
reproductiva y su cuerpo, que es el lugar en Llama la atención que en tres décadas la ofer-
que ambas se realizan. Esta brecha entre mu- ta de métodos anticonceptivos del Ministe-
jeres y hombres se expresa a través de dife- rio de Salud prácticamente no varió y estu-
rencias en sus perfiles epidemiológicos, cuyo vo reducida a dispositivos intrauterinos
ejemplo más evidente es la violencia sexual. (67.1%) y anticonceptivos hormonales ora-
les (29.9%)3. En el año 2001, se agregaron
Numerosas investigaciones realizadas en los progestágenos e inyectables. La esteriliza-
últimos años coinciden en que se han pro- ción femenina estuvo muy restringida y re-
ducido cambios en las prácticas sexuales y gulada hasta diciembre del 2000, año en el
comportamientos reproductivos de la pobla- que se abrió una mayor posibilidad de acce-
ción chilena, que impactan con mayor fuer- so, pero cuya implementación ha sido lenta.
za a adolescentes y jóvenes. A diferencia de otros países de la región, la
anticoncepción masculina no se ha incorpo-
Se ha constatado un descenso de la edad de rado a los programas, lo cual constituye un
iniciación sexual en hombres y mujeres, ma- ostensible sesgo de género.
yor aceptación de las relaciones sexuales
prematrimoniales, así como la validación del pla- Ante controversias ligadas a la regulación de
cer sexual por parte de las mujeres. Estos cam- la fecundidad, como el cambio normativo de
bios varían según estratos socioeconómicos y la esterilización quirúrgica y la solicitud para
pertenencia generacional. Por ejemplo, la tasa comercializar la anticoncepción de emergen-
global de fecundidad ha descendido a 2.21, cia («píldora del día después»), las encues-
pero se ha acrecentado en el caso específico tas de opinión efectuadas por los medios
de mujeres de 15 a 19 años, lo que se traduce demuestran un deseo de autodeterminación
en aumento del porcentaje de nacimientos por parte de las personas, así como mayores
en mujeres adolescentes. libertades públicas.

1 INE,;1999.
2 CERC-APROFA; 1989-1990.
3 SERNAM-INE. Mujeres chilenas. Estadísticas para el nuevo siglo. Santiago, Chile; 2001. 1
Género, salud y derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres en el contexto de la reforma
sexual cada 26 minutos).
Un estudio de la Fundación Futuro4 revela
insuficiente acceso a la información sobre El 80% de las víctimas son mujeres y el 65%,
sexualidad y reproducción. El 82.3% de las menores de 15 años. Los victimarios perte-
personas dice estar desinformado o media- necen en un 35.5% al grupo familiar y en un
namente informado, sin incluir en esta insu- 36% al entorno de relaciones inmediato5.
ficiencia el desconocimiento de sus derechos
sexuales y reproductivos. Un estudio reciente6 revela que 11% de las
mujeres ha vivido situaciones de violencia
Viejos y nuevos temas y problemas de salud sexual y un tercio de aquellas que sufren epi-
sexual y reproductiva sodios de violencia física dentro de la pareja
son luego agredidas sexualmente.
En los diferentes momentos del ciclo de vida
ocurre una amplia gama de sucesos y proble- A pesar de las campañas de difusión y de la
mas sexuales y reproductivos determinados aparente sensibilización de la sociedad, pre-
por factores culturales, psicosociales, ocupa que aún existan casos en que se pone
biomédicos, medioambientales, económicos y en duda la palabra de las víctimas, o se las
políticos. Las relaciones de poder asimétricas culpabiliza.
entre mujeres y hombres; el desconocimien-
to de la población chilena respecto de sus de- Además, la legislación, los procedimientos
rechos humanos y, en particular, de sus derechos jurídicos y los servicios de acogida y recupe-
sexuales y reproductivos; la insuficiente volun- ración para las víctimas todavía tienen insu-
tad estatal para modificar intersectorialmente ficiencias que impiden una adecuada repa-
este injusto contexto cultural a través de políti- ración. No se ha avanzado con la celeridad
cas públicas planificadas con enfoque de gé- que requiere la gravedad del problema.
nero; la injerencia ideológica de poderes
fácticos en materias de salud que no son de su • ETS
competencia; la insuficiente asignación pre- Casi 60% de las enfermedades de transmi-
supuestaria a las políticas públicas referidas a sión sexual (ETS) notificadas corresponde a
sexualidad y reproducción; la medicalización mujeres, principalmente trabajadoras sexua-
de los cuerpos y las vidas de las personas como les y dueñas de casa. La mayoría son muje-
resultado del modelo médico vigente y de las res en edad fértil y una de cada tres es me-
presiones de la industria farmacéutica; la nor de 25 años, situación preocupante debi-
mercantilización y deshumanización de la do a las secuelas de infertilidad, cáncer de
atención de salud; la soledad creciente en que cuello uterino y malestar pélvico crónico que
se desenvuelven las personas, en especial acarrean estas enfermedades. En la década
aquellas de edades avanzadas; todo ello ge- recién pasada, la tendencia a la disminución
nera y mantiene problemas sexuales y del número de casos notificados de ETS ha
reproductivos que en la actualidad se pueden sido mayor en los hombres. Mientras para
prevenir. éstos el descenso fue de 89.3%, en las muje-
res sólo alcanzó a 70.3%7.
• Violencia sexual Si bien se enfatiza que la anatomía y la fisio-
logía uterina favorecerían la intromisión de
Las cifras de denuncias de violencia de géne- agentes infecciosos, en el caso de las muje-
ro visibilizan progresivamente el problema, res existe una vulnerabilidad cultural de gé-
aun cuando aproximadamente 80% del to- nero que incide epidemiológicamente.
tal de las agresiones permanece silenciado. A pesar que está comprobado que el condón
Según el Centro de Atención a Víctimas de masculino de látex es el método de barrera
Atentados Sexuales (CAVAS), se producen a más protector contra las ETS8, que los hom-
diario 50 delitos sexuales (una agresión bres chilenos están informados y pueden ac-
4 Fundación Futuro. Encuesta de opinión pública. La vida sexual de los chilenos. Santiago, Chile; 2000.
5 SERNAM-INE. Mujeres chilenas. Estadísticas para el nuevo siglo. Santiago, Chile; 2001.
6 SERNAM. Detección y análisis. Prevalencia de la violencia intrafamiliar. Doc. de trabajo. Santiago, Chile; agosto 2001.
7 SERNAM-INE. Mujeres chilenas. Estadísticas para el nuevo siglo. Santiago, Chile; 2001.
2 8 Family Health International. El condón protege contra las ITS. Network en español, Vol 20, Nº 4, E.U.A.; 2001.
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de las mujeres en el contexto de la reforma

ceder al método, éstos no han modificado • La sexualidad, los embarazos y la materni-


su comportamiento tradicional y tienden a dad-paternidad en adolescentes
no usarlo o a hacerlo en raras ocasiones9. No
obstante, es probable que más amplios sec- La mayoría de las abuelas y bisabuelas de hoy
tores de hombres lo estén usando en forma iniciaron sus relaciones sexuales en la ado-
discontinua, ya que CONASIDA registra un lescencia, algo que en aquellos tiempos no
incremento en la venta de condones. constituía problema. Sin embargo, lo que a
lo largo de la historia formó parte de la vida
• VIH/SIDA de la sociedad, se ha convertido en algo in-
La epidemia de VIH/SIDA ha sido calificada deseable. En la actualidad, la realidad eco-
de incipiente en el país, porque la nómica y social exige alargar la preparación
seroprevalencia sería baja en comparación educacional para la vida adulta, así como el
con otros países. Existen ONGs que discre- período de dependencia económica de la
pan de estas afirmaciones. población joven, lo cual se contrapone con
la posibilidad de contraer compromisos
Según CONASIDA, en casi 92% de los casos sexuales y reproductivos.
la transmisión ha sido por vía sexual. El 70%
de las mujeres reconoce haberse infectado Eso demuestra que las razones de fondo de
mediante relaciones heterosexuales10. El esta problemática emergente son sociales,
50% de las mujeres contagiadas correspon- económicas y culturales. Presiones políticas
de a dueñas de casa, porcentaje muy supe- y religiosas, más la carencia de un enfoque
rior al de las trabajadoras sexuales (12%)11. de género intersectorial, han impedido in-
corporar en las políticas públicas la sexuali-
Si bien 90% de las personas que vive en Chi- dad de mujeres y hombres adolescentes, en
le con el virus son hombres, la cantidad de todas sus dimensiones.
varones enfermos aumentó en 3.1 veces en-
tre 1990 y 1999, mientras el aumento en Mientras las mujeres mayores de 20 años
mujeres fue de 15.2 veces12. Esto evidencia la han disminuido progresivamente el núme-
feminización de la epidemia, en lo que inci- ro de sus hijos desde la década del 60, la fe-
den el desconocimiento de los derechos cundidad de las mujeres menores se man-
sexuales de la mujer, la imposibilidad de de- tiene o tiende a aumentar, sobre todo en la
cidir sobre su cuerpo y sexualidad, falta de última década.
poder para negociar con su pareja relacio-
nes sexuales protegidas y sin riesgo para la Un aspecto crucial del problema es que la
salud integral, entre otras barreras. mayoría (83.2%) de los nacimientos en mu-
jeres adolescentes ocurre al margen de unio-
La educación sexual y la promoción del uso nes legales13. Aunque no debiera serlo, esto
de condón desde las instituciones correspon- se convierte en un problema porque existe
dientes, han enfrentado campañas conser- un contexto de desprotección social que di-
vadoras que dificultan las acciones estatales ficulta vivir la monoparentalidad. Entre
de prevención y protección frente a la epi- otros riesgos, está la interrupción de los es-
demia. tudios de las adolescentes embarazadas y
madres. Se ha logrado proteger legalmente
En los últimos años, el MINSAL ha la continuidad de la enseñanza, pero no está
enfatizado el acceso a las terapias anti- asegurada la compatibilidad de los estudios
retrovirales, pero aún no se ha logrado una con el ejercicio cotidiano de la maternidad,
cobertura total con triterapia. especialmente en los sectores pobres.

9 Olavarría J, et al. Masculinidades populares.Varones adultos jóvenes de Santiago. FLACSO, Santiago, Chile; 1998.
10 CONASIDA, cifras de 1999.
11 MINSAL.Campaña comunicacional de televisión. Chile; 1994.
12 SERNAM - MINSAL; 2001.
13 SERNAM-INE. Mujeres chilenas. Estadísticas para el nuevo siglo. Santiago, Chile; 2001. 3
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de las mujeres en el contexto de la reforma

Otro aspecto a tomar en cuenta es la caren-


cia de servicios de salud sexual y reproductiva
exclusivos para adolescentes de ambos sexos,
con información, educación y regulación de
la fecundidad suficientemente financiadas.

• La mortalidad materna (MM)

En Chile, la cifra absoluta de 60 muertes y la


tasa de 2.0 por cada 10.000 nacidos vivos se
ubican entre las mejores de América Latina
y el Caribe. Sin embargo, estas cifras son 10
veces mayores que las de los países ricos. A
pesar que se han alcanzado altas coberturas
de control de embarazo y de atención profe-
sional del parto (próxima al 100%)14, es ne-
cesario evaluar la orientación y contenido de
éstas para mejorar los resultados.
Es preciso recalcar que toda muerte mater-
na es un exceso, tanto porque los embara-
zos, partos y puerperios no son en sí fenó-
menos patológicos, como porque en la ac-
tualidad las dificultades que pueden presen-
tarse son suceptibles de ser superadas me-
diante los avances de la tecnociencia y la
humanización de la atención. El leve aumen- buye a modificar los rígidos roles de género
to de muertes post parto observado última- que excluyen a los hombres de las responsa-
mente y la persistencia de las muertes bilidades cotidianas implicadas en la crian-
intrahospitalarias por aborto complicado se za. Por su parte, el Departamento Programa
pueden evitar modificando normativas de las Personas del MINSAL entrega en su
obsoletas y mejorando la calidad de los ser- resumen estadístico de diciembre 2001, un
vicios, lo que incluye el enfoque de género porcentaje de 19.9% de partos con presen-
en la práctica diaria. En esa línea, cabe resal- cia de padre, en el país.
tar la medicalización y la deshumanización
que conlleva la atención del parto en pabe- Aunque en nuestro país la mortalidad por
llones quirúrgicos fríos y aislados, que sepa- aborto ha descendido en la última década,
ran a la mujer de su familia y entorno du- continúa incidiendo en cerca de 10% en la
rante un hito vital tan importante como es mortalidad materna16. La prevención de es-
el nacimiento de un hijo. Esta soledad tas muertes aliviaría el costo social, y dismi-
afectiva disminuye las sanadoras energías nuiría la brecha entre la MM de Chile y la de
que los seres humanos ponen en juego para los países ricos.
promover y preservar su salud.
Detrás de la mortalidad por aborto está el
Son valorables los esfuerzos que desarrolla ambiente de clandestinidad e inseguridad en
el sistema público de salud para incorporar a que éste se realiza. Es difícil saber exacta-
la pareja de la mujer en el pre parto y parto. mente cuál es la realidad de este problema
Según SERNAM-INE, sólo 10% de los hospi- de salud pública en Chile, debido a la extre-
tales ha asumido este desafío15 que contri- ma penalización existente. Eso dificulta su
abordaje desde el sector salud.

14 SERNAM-INE. Mujeres chilenas. Estadísticas para el nuevo siglo. Santiago, Chile; 2001.
15 Ibídem.
4 16 Ibídem.
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de las mujeres en el contexto de la reforma

Según cifras disponibles, cada año ocurren impacta negativamente la salud de las afec-
en Chile entre 150.00017 y 160.000 abortos18. tadas y a sus familias, debilita la ética del sis-
La mayoría se efectúa en condiciones de in- tema de salud y vulnera los consensos en
seguridad, con enormes costos económicos materia de atención de aborto complicado,
para las involucradas y riesgos considerables suscritos por Chile en la CIPD El Cairo’94 y
de complicaciones y secuelas, que se eviden- en la IV Conferencia Mundial de la Mujer,
cian en las abultadas cifras de egresos por Beijing ’95.
aborto que registran los hospitales. En 1996,
éstos fueron 36.70919, lo que permite afirmar Hay que destacar algunos sesgos de género
que una importante proporción de mujeres en relación con la MM:
debe acudir a un hospital debido a complica-
ciones graves20 que las obligan a arriesgarse * Las políticas, programas y servicios de re-
a una eventual denuncia y penalización. gulación de la fecundidad no proporcionan
información y educación adecuada, debido
En el grupo de 10-14 años se ha registrado a que no incorporan la noción de derechos
un aumento en los egresos hospitalarios por sexuales y reproductivos y, además, porque
aborto complicado. Esto tiene doble relevan- trabajan sin perspectiva de género. Desde esa
cia, si se considera que los embarazos y abor- mirada, la procreación siempre se vincula a
tos en ese grupo de edad pueden estar indi- la unión, se ejercen estrictos controles sobre
cando violencia sexual. la sexualidad femenina y se considera que la
sexualidad es inseparable de la reproduc-
Las complicaciones del aborto demandan 15 ción23. Esto impide que los servicios ayuden
millones de dólares anuales del presupuesto a las mujeres a apropiarse de sus decisiones
de salud21. Cabe preguntarse el impacto que reproductivas. Por el contrario, se fomenta
tendría utilizar esos recursos en la preven- la dependencia de éstas respecto de las pres-
ción del aborto. cripciones de prestadores/as de servicios
(matronas, asitentes sociales, enfermeras,
Aunque Chile es uno de los seis países del médicos/as).
mundo con legislaciones más punitivas en
relación con el aborto, es al mismo tiempo * Los servicios de anticoncepción no asegu-
uno de los que ostenta las tasas más altas en ran una oferta amplia de anticonceptivos
América Latina. El 35% de los embarazos modernos y verdaderamente accesibles, lo
termina en aborto y ocurren 4.5 abortos por cual dificulta alcanzar coberturas efectivas
cada 100 mujeres de 15 a 49 años22, lo que en adolescentes y adultas. Así, miles de mu-
evidencia la inutilidad de una legislación re- jeres se ven enfrentadas a embarazos no pla-
presiva para enfrentar el problema. nificados y obligadas a regular su fecundi-
dad por medio del aborto, como recurso lí-
A lo anterior se agrega la penalización a priori mite, aunque las normativas afirmen que el
en hospitales que denuncian a la policía a las aborto no es un método anticonceptivo. En-
mujeres que demandan atención por la com- tre otros aspectos, es preciso revisar los cri-
plicación de un aborto. Esta paradoja terios con que se define la cantidad de con-

17 The Alan Guttmacher Institute. Aborto clandestino York, E.U.A.; 1994.


18 APROFA; 2000.
19 SERNAM-INE. Mujeres chilenas. Estadísticas para el nuevo siglo. Santiago, Chile; 2001.
20 Strickler J; 2001.
21 Lavín P, et al. Informe preliminar sobre la caracterización de los casos y costos del tratamiento del aborto hospitalizado en
Santiago de Chile. Presentación al Encuentro de Investigadores sobre Aborto Inducido en América Latina y el Caribe, Universidad
Externado de Colombia, Bogotá; 1994.
22. Proyecto de Ley Marco sobre Derechos Sexuales y Reproductivos. En trámite. Santiago, Chile; 2000.
23 Contreras J.M., Hakkert R. La sexualidad y la formación de uniones. En: Diagnóstico Salud Sexual y Reproductiva de
Adolescentes en América latina y el Caribe.EAT-FNUAP, México; 2001. 5
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dones que se entrega a los/as jóvenes que relacione con el uso de anticonceptivos ora-
los solicitan y preguntarse si disponen de recur- les hormonales combinados, de dosis alta -
sos económicos para suplir las insuficiencias. utilizados hasta 1975-, según informa un es-
tudio reciente de la Clínica Mayo y la Uni-
* Al no incorporar un enfoque de género, la versidad de Minnessota, E.U.A.25. Si bien esos
calidad de atención en los servicios de anticonceptivos fueron reemplazados por
preparto, parto y atención de aborto com- otros de dosis baja, las generaciones que los
plicado, refuerza desigualdades basadas en usaron pueden seguir teniendo mayor ries-
los roles asignados socialmente. En forma ex- go de cáncer de mama.
plícita o implícita se castiga la sexualidad de
las mujeres. Durante muchos años, la industria farmacéu-
tica y los investigadores decidieron sobre la
* La formación de recursos humanos directi- salud reproductiva y los cuerpos de las mu-
vos, profesionales, técnicos y auxiliares tie- jeres, al afirmar que los anticonceptivos hor-
ne que ver con lo señalado. En general, no monales que ofrecían eran inocuos -a pesar
han incorporado conocimientos ni desarro- que no podían garantizarlo- y al no investi-
llado procesos que les permitan aplicar en su gar o proponer el uso de anticonceptivos
práctica análisis y planificación de género. hormonales masculinos. Así, descargaron la
responsabilidad y los riesgos de la
• Cáncer del aparato reproductivo anticoncepción exclusivamente sobre las
mujeres, reforzando inequidades de género
La detección precoz del cáncer cérvico ute- e impactando los perfiles epidemiológicos.
rino y de mama ayuda a reducir la mortali-
dad por esas causas. En la última década se • Menopausia
aprecia un descenso de 10% en la mortali-
dad por cáncer cérvico uterino, lo que puede Las mujeres mayores de 45 años suman
atribuirse al aumento de los exámenes de aproximadamente 2.000.00026 en nuestro
detección (Papanicolau), que alcanzaron una país. Las chilenas tienen una esperanza de
cobertura de 63.1%24. Aunque ésta aún no vida al nacer de 78.3 años27 -más de 20 años
es plenamente satisfactoria, si consideramos que hace medio siglo- y viven efectivamen-
la baja en la mortalidad se comprueba lo acer- te un promedio de 6 años más que los hom-
tado de las estrategias orientadas a detectar bres. Estas cifras avalan la necesidad de pre-
el cáncer en etapas tempranas, tratando ocuparse por los problemas de las mujeres
oportunamente de impedir su avance. que dejan atrás su edad fértil. Con mayor
razón, si se toma en cuenta que este grupo
El problema reside en los tiempos de espera de edad seguirá creciendo, y que las
para acceder a tratamiento especializado inequidades de género, estrato social, etnia
después de la detección precoz, la y origen territorial se superponen con ma-
deshumanización de la atención y la escasez yor dramatismo en esa etapa de la vida.
de consentimiento informado.
Ante esta realidad, surge el desafío de ven-
Aunque el MINSAL también cuenta con un cer miedos y ansiedades que resultan de la
Programa de Pesquisa y Control del Cáncer forma en que individual y socialmente se
de Mama orientado a descubrir la enferme- valora la menopausia y el envejecimiento.
dad en sus primeras etapas, el resultado es También supone enfrentar incertidumbres y
inverso al obtenido con el cáncer cérvico ute- angustias que provoca vivir esta etapa en un
rino. La mortalidad aumentó en 10% duran- país con escasa protección social, sobre todo
te la última década. Es posible que esto se

24 MIDEPLAN; 1998.
25. FHI. Anticonceptivos orales y el riesgo de cáncer mamario.Network en español, Vol 20, N° 4, E.U.A.; 2001.
26 SERNAM-INE. Mujeres chilenas. Estadísticas para el nuevo siglo. Santiago, Chile; 2001.
6 27 FNUAP. 6 mil millones. Es hora de optar. Estado de la población mundial 1999, Nueva York, E.U.A.; 1999.
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de las mujeres en el contexto de la reforma

para las mujeres que, en su mayoría, no han


integrado la fuerza de trabajo o forman par-
te de los más pobres entre los pobres.

A lo anterior se agrega la discriminación,


mucho más marcada en las mujeres que en
los varones de igual edad. En general, los
hombres mayores de 50 años son valorados
como inteligentes, experimentados, y con
posibilidades de proyectarse laboral y
sexualmente. En cambio, a las mujeres se las
valora negativamente, debido al valor extre-
mo que la publicidad y los medios asignan a
la juventud, y al rol totalizante de
reproductoras biológicas y sociales que asig-
na a las mujeres el sistema de géneros. El El impuesto a la salud reproductiva de
término de su capacidad reproductiva tien- las mujeres en ISAPRES
de a identificarse con el fin de su actividad
sexual28. Dado que este problema se aborda en otro
documento de este dossier, sólo señalaremos
En relación con la medicalización del cuerpo que las ISAPRES han introducido una nueva
y la salud de las mujeres, investigadores y la forma de desigualdad de género. Esto es, co-
industria farmacéutica han establecido como brar un impuesto a las mujeres por el hecho
norma la terapia hormonal denominada «de de tener la capacidad reproductiva de gestar
reemplazo». Esta puede ser beneficiosa para un nuevo ser humano. Tal discriminación con-
muchas mujeres, pero en ningún caso para traviene los derechos humanos y la noción
todas e, incluso, para muchas es un serio ries- de salud previsional. Un estudio efectuado
go. por Sernam el 2001 en seis ISAPRES muestra
que en las distintas etapas de la vida, hasta
Quienes trabajan en salud de las mujeres con los 70 años, las mujeres pagan más de 100%
enfoque de género destacan positivamente- que los hombres por sus planes de salud, con
además de la inserción social y laboral, acti- un máximo de 310% en el grupo de 30 a 35
vidad física, nutrición y terapias alternativas, años.
incluyendo fitoestrógenos- la importancia
del desarrollo personal, la autoestima y la
reelaboración de los roles aprendidos, por La calidad de la atención en salud sexual
medio de grupos de autoayuda. Ellas acce- y reproductiva
den a un conocimiento más profundo sobre
sus derechos, sus cuerpos y sus cambios bio- Diversos estudios revelan insatisfacción de las
lógicos, al mismo tiempo que previenen sín- usuarias por el trato que reciben cuando con-
tomas desagradables y mejoran su calidad de sultan en los servicios de salud sexual y
vida. Se ha demostrado que las mujeres sa- reproductiva. La percepción de mal trato se
tisfechas y con poder de decisión sobre sí refiere a las relaciones interpersonales -espe-
mismas viven mejor su menopausia29. cialmente con el personal administrativo y
paramédico-; indiferencia ante sus preocu-

28 Matamala, MI. Mujeres, menopausia y larga vida. Necesidad de una nueva ética occidental. En: La revolución de las canas.
Cuadernos de Salud Nº 4, RSMLAC, ed. Adriana Gómez, Santiago, Chile; 2000.
29 Araujo, MJ. Vivir la menopausia. En: La revolución de las canas. Reflexiones y experiencias sobre el envejecer de las mujeres.
Cuadernos de Salud N° 4, RSMLAC, ed. Adriana Gómez, Santiago, Chile; 2000. 7
Género, salud y derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres en el contexto de la reforma

paciones; subvaloración de su cultura y sub- bres en circunstancias similares, visibilizando


jetividad; atención deshumanizada del par- diferencias32, inequidades y desigualdades;
to; tiempos de espera y falta de privacidad. * comparar la atención que brindan
En general, las expectativas de las usuarias prestadoras/es según el sexo de pertenencia,
son más bien bajas -porque su ejercicio de identificando la puesta en juego de sesgos
ciudadanía y su autoestima son escasas- y de género.
pasan por alto la no satisfacción de necesi-
dades de salud o la vulneración de derechos, Intersectorialidad
en particular, los sexuales y reproductivos30.
Entre otros ejemplos, existe escasa oferta de La intersectorialidad es requisito básico e
Métodos anticonceptivos; carencia de espa- imprescindible de un abordaje integral para
cios de información y apoyo a las usuarias; garantizar un verdadero proceso de reforma
infantilización de éstas; invisibilización de que dé cuenta del máximo de variables que
su sexualidad31; irrespeto del consentimien- determinan la salud.
to informado; abusos médico-quirúrgicos
(exceso de cesáreas); promoción de relacio- MINSAL y SERNAM
nes sumisas por parte de las mujeres, y no
potenciación de su empoderamiento y au- Estos deben ser los ministerios líderes en la
todeterminación sexual y reproductiva. adecuación del contexto jurídico legal y en
los cambios político programáticos
Con mirada de género, se considera una aten- intersectoriales referidos a salud sexual y
ción de buena calidad la que provee máximo reproductiva. Deben asegurar la incorpora-
bienestar a la usuaria, desde el punto de vis- ción del análisis y la planificación de género,
ta de sus necesidades, expectativas, derechos el marco ético de derechos humanos y la
humanos y empoderamiento, esto es, la noción de salud integral, que incluye proce-
apropiación de sus decisiones sexuales y sos de participación ciudadana.
reproductivas.
MINEDUC
Mejorar la calidad desde ese enfoque impli-
ca impactar diversos ámbitos: Debe cumplir un papel central en la promo-
ción de la salud y derechos sexuales y
* sistema de salud en general, incluyendo reproductivos, mediante la puesta en mar-
políticas, normativas y recursos; cha de un currículo que favorezca el
* personas prestadoras de salud, 70% de las empoderamiento de las niñas y jóvenes de
cuales son mujeres; sexo femenino, y que elimine las desigual-
* mujeres usuarias, que acuden a los servi- dades de género. La desaparición del sexismo
cios más como madres y mediadoras que en la educación formal es uno de los aspec-
como ciudadanas autónomas con derechos. tos protectores más importantes en salud
sexual y reproductiva.
A su vez, evaluar la calidad de atención con
enfoque de género supone: CONAMA, ministerios del Trabajo, Minería
y Agricultura.
* indagar si la atención de salud refuerza o
debilita los roles y el poder desigual de mu- Las políticas de Reforma de Salud requieren
jeres y hombres respecto de sus cuerpos, interactuar con estas instancias para asegu-
sexualidad y reproducción; rar a la población un medio ambiente de tra-
* comparar la atención entre mujeres y hom- bajo y vivienda libre de agentes químicos

30 Matamala M.I., Berlagoscky F.y col. Calidad de la atención, género ¿salud reproductiva de las mujeres? COMUSAMS.
Santiago, Chile; 1995.
31 ICMER/FONDECYT. Evaluación y mejoramiento de la calidad de atención en servicios de planificación familiar. Santiago,
Chile; 1997.
32 Pittman P. Género y calidad de atención. El caso de hipertensión y diabetes en Avellaneda, provincia de Buenos Aires,
Argentina. OPS/OMS, División de Salud y Desarrollo Humano, Programa Mujer, Salud y Desarrollo, Washington, D.C., E.U.A.;
1999.
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Género, salud y derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres en el contexto de la reforma

carcinógenos y teratogénicos, especialmen- ejercicio pleno de los derechos enunciados


te aquellos ligados a la producción minera y en la Ley Marco.
agroindustrial con evidente impacto negativo en
la reproducción humana (ej. plaguicidas). 1.4. La Ley de Regulación del Sistema
ISAPRES debe asegurar el término del im-
MINVU puesto a la reproducción que se impone a las
mujeres a través del sobreprecio de los pla-
Las políticas y planes del MINVU necesitan nes de salud. Hay que hacer hincapié en la
relacionar vivienda y entorno con ejercicio solidaridad al interior de las ISAPRES para
de la sexualidad. Así podrán cumplir un pa- distribuir equitativamente los costos de la re-
pel mediador entre la noción de derechos producción entre todos los usuarios, de am-
sexuales y reproductivos, y la posibilidad real bos sexos.
que la población ejerza cotidianamente su
sexualidad en forma privada y placentera. 1.5. Es preciso terminar con la norma que
impone un tope en el grado 10 en la carrera
Ministerio de Hacienda funcionaria de las profesiones no médicas.
Como en estas profesiones predominan las
La salud sexual y reproductiva de la pobla- altamente feminizadas (enfermería,
ción no se puede promover y sostener si este matronería), la restricción constituye una
ministerio no asigna los recursos necesarios. desigualdad de género que afecta a una ma-
Es preciso asegurar infraestructura, tecno- yoría de profesionales que trabajan en los
logía, equipos, medicamentos, procesos de servicios de salud sexual y reproductiva.
participación, así como personal de salud que
disponga de condiciones de trabajo compa-
tibles con sus derechos y condición huma- • 2. Operacionalizar el Plan de Igualdad de
na. Oportunidades en las políticas de Reforma
de Salud, enfatizando aspectos de salud
Propuestas desde una perspectiva de género sexual y reproductiva
para incorporar en las políticas de Reforma
de Salud
En lo político programático:
• 1. Contexto jurídico legal a asegurar desde
el proceso reforma: 2.1. Asegurar la participación ciudadana de
la sociedad civil, en especial de las mujeres
1.1. Impulsar la aprobación del proyecto de organizadas con perspectiva de género y
Ley Marco sobre Derechos Sexuales y adolescentes de ambos sexos, mediante ins-
Reproductivos, a partir de su reconocimien- tancias válidas que les permitan incidir en el
to como una de las legislaciones indispensa- diseño, seguimiento y evaluación de las po-
bles para la Reforma de Salud. líticas, programas y planes referidos a sexua-
lidad y reproducción. Es importante facilitar
1.2. Eliminar las disposiciones jurídicas y nor- monitoreos de la sociedad civil con
mativas institucionales que no sean coheren- indicadores de género, como los que se rea-
tes con la Ley Marco. lizan desde la Red de Salud de las Mujeres
Latinoamericanas y del Caribe (sobre dere-
1.3. Explicitar la necesidad de contar en el chos sexuales y reproductivos, de acuerdo
más breve plazo con las secciones Defensoría con los consensos de la CIPD Cairo 94) y des-
de Derechos de la Mujer y Derecho a la Sa- de el Grupo Iniciativa (seguimiento de la Pla-
lud, integradas a la Defensoría de Derechos taforma de Beijing ’95).
de la Ciudadanía, que deberán resguardar el

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Género, salud y derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres en el contexto de la reforma

Se requiere crear a nivel nacional y regional * Facilitar a los hombres el acceso a la


instancias participativas para auditar la mor- vasectomía, una intervención de menor ries-
talidad materna, al estilo de las existentes go, envergadura y costo financiero que la
en Brasil (Comites de Morte Materna), en esterilización femenina.
las que se incorporen, al menos, la
institucionalidad de salud, la academia, mu- * Incorporación de los hombres a la atención
jeres organizadas con trabajo en género y del preparto, parto y puerperio en todos los
salud, instituciones que trabajan en bioética servicios de salud del país.
y colegios profesionales.
2.6. Humanizar la atención del preparto y
Es necesario que el MINSAL haga realidad parto, acercándolo a la comunidad y a sus
el Consejo Intersectorial de Salud de la Mu- patrones culturales, mediante Casas de Par-
jer que propuso en el Programa Salud de la to Natural que den a la mujer la posibilidad
Mujer en 1997. de elegir el tipo de parto, una vez diagnosti-
cada la ausencia de riesgo. Esta iniciativa
2.2. Impulso y mantención de una amplia permitiría generalizar el trabajo
política comunicacional que difunda los de- psicoprofiláctico y asumir que la mayoría de
rechos sexuales y reproductivos, así como las los partos son normales, sacándolos de los
condiciones sociales indispensables para su pabellones hospitalarios y situándolos en
ejercicio. Esta política debe constituir uno forma adosada a consultorios. También ha-
de los esfuerzos prioritarios en Atención Pri- ría posible redistribuir la dotación de matro-
maria. nas y médicos/as, así como reducir los cos-
tos de la atención.
2.3. Programa integral de prevención, te-
rapia y reparación de la violencia sexual, par- 2.7. Programas y servicios para personas
ticularmente hacia la niñez y adolescencia. adultas mayores, que provean información,
Llámese plan de salud garantizado, plan bá- educación y servicios integrales sobre meno-
sico o canasta básica, el sistema institucional pausia, más allá de las exclusivas terapias
de cuidado de la salud debe incluir esta pro- hormonales de reemplazo.
blemática y coordinarse con las ONGs con
experiencia y aportes desde enfoque de gé- 2.8. Acceso de mujeres y hombres a la pre-
nero. vención, detección precoz y tratamiento
efectivo y oportuno de cánceres del aparato
2.4. Programas y servicios de salud inte- reproductivo. Además de plantearse metas
gral para adolescentes de ambos sexos, que cuantitativas respecto de la detección pre-
incorporen prioritariamente información, coz, se deben fijar metas respecto de la co-
educación y servicios sobre sexualidad y re- rrespondencia entre detección precoz y tra-
producción, que respeten la tamiento adecuado, y en relación con la re-
confidencialidad, y aseguren la participación ducción de la mortalidad.
y el control social.
2.9. Programas de prevención del aborto
2.5. Promover la responsabilidad compar- inseguro y de la mortalidad por aborto com-
tida entre hombres y mujeres en plicado, que incorporen estándares de cali-
anticoncepción y crianza de hijos/as, dad de atención en todos los hospitales pú-
operacionalizando servicios y acciones blicos y privados del país, en cumplimiento
como: de los acuerdos internacionales vigentes.
*Acceso efectivo a una amplia gama de Esto implica privilegiar una intervención
anticonceptivos masculinos y femeninos menos agresiva (AMEU), atención humani-
(mínimo 8), incluida la anticoncepción de zada y confidencial, además de eliminar el
emergencia:

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Género, salud y derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres en el contexto de la reforma
*Promover y practicar la privacidad y la
rol policial de los hospitales, en concordan- confidencialidad en la atención de salud
cia con los compromisos de nuestro país ante sexual y reproductiva.
la comunidad internacional.
Para evaluar la calidad de la atención, el pro-
2.10. Asegurar la prevención y la terapia mo- ceso de Reforma de Salud requiere, por una
derna y efectiva del VIH/SIDA (triterapia), parte, consensuar indicadores con enfoque
enfatizando acciones comunicacionales y de género y, por otra, modificar el significa-
participativas hacia ambos sexos orientadas do de eficiencia y productividad, asignando
a impedir el avance de la epidemia en las preeminencia a los resultados que se tradu-
mujeres. cen en bienestar integral por sobre los resul-
tados medidos en términos financieros. La
2.11. Desarrollar programas efectivos de pre- atención debe promover y movilizar cambios
vención y tratamiento de las ETS tanto en culturales determinantes en materia de sa-
hombres como en mujeres, que superen la lud sexual y reproductiva. Para eso se requie-
simple cobertura cautiva. re contar con suficiente tiempo de atención
y con capacidad técnica-humana. Habrá que
En aspectos de gestión: reorganizar recursos humanos y reasignar
tareas, asumiendo la importancia central de
2.12. La calidad de la atención requiere ase- las matronas.
gurar un abordaje integral de la salud sexual
y reproductiva, lo que supone integrar enfo- • 3. Producción de indicadores
que de género y derechos. La evaluación de
calidad debe incorporar, como indicadores, Es indispensable avanzar en la producción de
el empoderamiento de las mujeres respecto indicadores que incorporen perspectiva de
de su cuerpo y decisiones, como también la género para evaluar y monitorear el ejerci-
erradicación de inequidades y desigualdades cio real de los derechos sexuales y
de género identificadas como predominan- reproductivos a partir de las políticas de sa-
tes en la práctica cotidiana. lud formuladas en el proceso de reforma.
Tanto la sociedad civil como la
En esa línea, se deben priorizar aspectos institucionalidad de gobierno deben elabo-
bioéticos en la práctica diaria, como: rar sus respectivas matrices de indicadores
desde el comienzo del proceso de formula-
* Erradicar juicios y expresiones peyorativas ción de políticas y aprobación de leyes.
acerca de la sexualidad de las mujeres en aten-
ciones de salud (ETS, anticoncepción, parto), • 4. Formación de recursos humanos
que retroalimentan condicionamientos de
género perjudiciales para la salud.
Para que la práctica cotidiana de los servi-
cios de salud sexual y reproductiva incorpo-
* Incorporar el consentimiento informado en
re enfoque de género es imprescindible con-
la práctica cotidiana, elaborando los instru-
tar con recursos humanos capaces de movi-
mentos correspondientes.
lizar el cambio. Por consiguiente, es requisi-
to formar en esta materia a todos/as quie-
* Erradicar el abuso de procedimientos mé-
nes trabajan en salud sexual y reproductiva.
dico quirúrgicos (cesáreas, histerectomías),
en especial en las ISAPRES.

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• 5. Investigaciones

Las investigaciones en salud sexual y reproductiva, especialmente las referidas a


anticoncepción, deberán regirse por los consensos internacionales suscritos por Chile. Por
lo tanto, evitarán los sesgos de género que históricamente las han centrado en los cuerpos
de las mujeres, sin respetar su consentimiento informado ni sus derechos humanos y expo-
niéndolas muchas veces a riesgos innecesarios (ej. investigación de esterilización química a
base de quinacrina).

SERVICIO NACIONAL DE LA MUJER

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