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Como definición en general las reservas para contingencias, conocidas también como
provisiones para contingencias, se analizan con la intención de considerar en los
costos de un proyecto, la incertidumbre en los mismos para cubrir riesgos
identificados o conocidos por la organización. Éstas mismas reservas, se consideran
como un presupuesto destinado para cubrir todos los factores definidos como
conocidos-desconocidos que pueden afectar al proyecto y que, a su vez, son parte de
la línea base de costos de este. Este análisis asocia la necesidad que se tiene en
respuesta a una contingencia o a una mitigación de un problema, para que así sea
considerada la cantidad desconocida de retrabajo que puede llegar a ser utilizada por
estas posibles situaciones que deben ser incluidas.
Un ejemplo pudiera ser el siguiente: Con la crisis de salud en México por COVID 19,
supongamos que los gobiernos del estado deciden elaborar proyectos de plataformas
digitales para todo tipo de gestión y trámites. El equipamiento hardware quizá no
tenga la capacidad para soportar el incremento del número de trámites por día y los
costos de renovación, actualización y reparación en caso de suceder una saturación.
La reserva para contingencia en este caso sería la cantidad considerada para suponer
la reparación, o sustitución de los equipos, la asesoría y la mano de obra
especializada, considerada con el fin de mitigar el riesgo que esta situación pudiese
representar si llegase a presentarse.
Es así como podemos definir que la reserva para contingencias forma parte de la
línea base de costos y de los requisitos generales de financiamiento del proyecto y
durante el avance de este se puede usar, reducir o eliminar al momento de
materializarse alguno de los riesgos individuales considerados del proyecto con
impactos ya sea positivos o negativos en el mismo.