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Enrique Egas
(ca. 1460-1534)
—ORÍGENES Y FORMACIÓN—
E
nrique Egas (Toledo, ca.1460-Toledo, †1534. Activo 1490-1534) era hijo de Egas Cueman (†1495), un
maestro escultor flamenco originario del ducado de Brabante que pertenecía a una familia de canteros
documentados trabajando en Bruselas desde comienzos del siglo XV. Cueman había llegado a Castilla
en una fecha incierta (posiblemente hacia 1443-1445) para trabajar en la catedral de Toledo, que a raíz de la lle-
gada del obispo don Juan de Cerezuela vivía una importante reactivación constructiva. Formaba parte de una
amplia cuadrilla de canteros y escultores, entre los que destacan sus hermanos Hanequin Coeman de Bruselas
(†1471-1472) y Antón Martínez de Bruselas. Hanequin será maestro mayor de la catedral de Toledo desde
antes de 1448; mientras, en la Puerta de los Leones (realizada entre 1452 y 1465) comenzarán sus carreras en
Castilla como oficiales Egas Cueman y un joven Juan Guas, siendo este último el maestro que marque la trayec-
toria profesional de la siguiente generación de Cueman toledanos.
En este contexto familiar y profesional, enmarcado en las obras de la catedral de Toledo, nacía Enrique
Egas hacia 1460 fruto del matrimonio de su padre con la toledana María Gutiérrez. Su hermano Antón será
también un destacado arquitecto y colaborará con Enrique en gran número de compromisos profesionales. El
arquitecto Alonso de Covarrubias (1478-1570) se casó con “una sobrina o nieta” de Antón, emparentando así
con la familia Egas, con quienes trabajó en numerosas ocasiones, especialmente con Antón, al que se conside-
ra su maestro.
—CARRERA PROFESIONAL—
PRIMERAS INTERVENCIONES
De su período de formación no se conservan referencias documentales; como era práctica habitual en el
medio canteril, el aprendizaje en el oficio de la piedra debió de realizarse en el entorno familiar, primero junto
a su tío y su padre, que desde 1493 será aparejador vitalicio de las obras catedralicias de Toledo, de las que era
Izquierda:
maestro de obras Juan Guas. En una fecha indeterminada de los años ochenta el joven Egas pasaría a trabajar vista
de forma directa con Guas, el nuevo maestro mayor de la catedral de Toledo desde la muerte de Hanequin y de Granada.
La remodelación
también arquitecto de obras reales. A Guas le acompañaba Antón Egas en la obra de la catedral de Segovia en de la ciudad
tras ser
1487, por lo que podríamos pensar que Enrique acompañase a Guas en otras obras como cantero, pero este reconquistada
será
punto aún no ha sido ratificado documentalmente. El hecho cierto es que este período de formación realizan- responsabilidad
do tareas de construcción y de entallador —especialidad que cultivaron tanto su padre como su hermano de Enrique Egas
como arquitecto
Antón— marcará su estilo posterior, fuertemente vinculado al tardogótico toledano, que no abandonará en su real.
Foto: José M.
dilatada carrera. Salgado
§
Bruselas María Gutiérrez
(muerto 1471-1472) to de 1496 media una significativa simplificación del proyec-
to vinculada con la idea de construir otra capilla funeraria en
la recién conquistada ciudad de Granada. Por ello, Egas y su
taller debían acometer las reformas dictadas por Simón de
Martín Hanequin Antón Egas Enrique Egas Margarita Miguel Andrés Isabel Gómez Donís
§
(activo 1475- (activo 1490- Gutiérrez Sánchez Gutiérrez Gutiérrez Fernández (†1503), Colonia, sobre todo en lo referente a la simplificación del
-muerto †1534, Toledo) de Egas (de Toledo) de Egas, de Egas de Gómara mozo
hacia 1531) escribano (†1496), de capilla
escribano y soldado
cimborrio. La obra se debía acabar para el mes de junio de
1499. Pero aún en 1500 se pagaba a los hermanos por ciertas
obras en la iglesia y el claustro, y se trabajaba también en la
Egas de Enrique María Alonso de Antón Gómez
construcción de un cuarto real, la sacristía y la portería, así
Acevedo, Egas Gutiérrez
§
Covarrubias de Gómara,
capellán “el Mozo” de Egas (1488-1570) escribano como el refectorio y un segundo claustro tasado en 1517 y
dispuesto simétricamente al gótico, como harían los Egas
en la planimetría hospitalaria. En 1506 seguía sin concluirse
la obra. El 24 de septiembre de ese año, los reyes Felipe y
Juana ordenaban su finalización ya que “luis de aguirre e
En 1490 parece que ya ha culminado su período de aprendizaje ya que contrata por primera vez obra de
garcia perez de rojas e maestre enrique e anton hegas veci-
forma independiente como maestro de cantería fuera de la catedral y lo hace en obras vinculadas a Guas. Azcá-
nos de la dicha cibdad tienen cargo de acabar ciertas partes
rate (1958, p. 28) le cita ese año y el siguiente trabajando en el desaparecido palacio del duque de Alba en Alba
de la hobra que se haze en el dicho monesterio e claustra e
de Tormes (Salamanca), así como en la obra escultórica del monasterio de San Leonardo.
sacristanya” pero que no quieren acabar pese a tener “reci-
Debió de ser por esas fechas de la década de los noventa cuando Enrique pasó a trabajar como destajista
bidas muchas mas costas de maravedies de mas de lo que
en otra de las grandes obras de Juan Guas, el monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo, ya que cuatro
han labrado”. (Archivo General de Simancas, Registro Gene-
años más tarde recibía una merced real de 20.000 maravedíes como gratificación por el destajo que había con-
ral del Sello, septiembre de 1506, fol. 7). La situación se
cluido en la obra (Archivo General de Simancas, Cámara de Castilla, Cédulas), 1, 20 de agosto de 1494) y que
mantenía aún dos años después, pues por un documento
podría vincularse con la construcción de la nave, primera etapa del complicado proceso constructivo de la
del Archivo General de Simancas se comunica al corregidor
iglesia según Pérez Higuera.
de Toledo que los cuatro maestros, como herederos que
Mientras, su hermano Antón seguía vinculado a la obra de la catedral toledana ayudando a su padre, has-
eran de Juan Guas, no habían concluido “los destajos prime-
ta que en septiembre de 1495 Antón es nombrado aparejador catedralicio tras la muerte de Egas Coeman.
ro e segundo de la yglesia e capilla mayor e sacristanya e
Poco antes, hacia agosto, Enrique comenzaba la construcción de los pilares de la capilla mayor de la catedral
Superior:
claustra primera de dicho monasterio” (Azcárate, 1957, p. 7,
de Coria (Cáceres), demostrando que ya en esa fecha era un maestro reconocido y que parecía volar en soli-
cuadro nota 9).
genealógico tario.
de la familia • Catedrales de Toledo y Plasencia (Cáceres)
Egas-Cueman.
(elaboración En la sede primada de Toledo, a partir de 1498 se encar-
propia). MAESTRO DE CATEDRALES Y ARQUITECTO REAL ga de la remodelación de la capilla mayor por un encargo
Derecha: Un año después de la muerte de su padre moría Juan Guas, y las obras reales y de la catedral quedaban sin del cardenal Cisneros, comenzando una larga dirección de
cabecera
de la iglesia dirección. Enrique vuelve a Toledo al convertirse, junto con su hermano Antón, en el maestro de la obra de obra hasta su muerte en 1534. Se le vincula con el traslado
monasterial
de San Juan San Juan de los Reyes (Toledo) por un documento firmado en el puerto de Laredo (Cantabria) el 2 de agosto de la capilla de los Reyes Viejos, con el ensanche del presbi-
de los Reyes
en Toledo. (Arribas Arranz, 1963). Poco tiempo después, ambos hermanos eran nombrados también maestros mayores terio y con la dirección del retablo que hará Pedro Gumiel.
Dibujo atribuido de la catedral toledana, heredando de esta forma los principales encargos que Guas había dejado sin concluir. También tasará las esculturas del maestro Copín para las
a Juan Guas
(Museo Se inicia entonces una nueva etapa en la carrera de Enrique Egas en la que muchas de sus actuaciones se vincu- tumbas reales entre 1507 y 1509. Cronológicamente sigue la
del Prado,
Madrid). lan también a su hermano, de tal modo que en ocasiones resulta difícil determinar el papel de uno y otro. reforma de la capilla mozárabe entre 1518 y 1519, y se encar-
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tigo Jerónimo de Palacios) el 30 de septiembre del siguiente año en Burgos con Enrique Egas. Este contrato
(publicado por Rosenthal en 1974) establecía por primera vez las medidas totales de la capilla: el largo se
determinaba en 170 pies, 78 de ancho con las capillas y 70 de altura, exceptuando el alto de las capilletas latera-
les al presbiterio, de las que se dice que lo que determine su vuelta. La capilla se debía realizar en un plazo de
cinco años por un precio total de 10.500.000 maravedíes. El documento también nos habla de la existencia de
un alzado (“sobre dicho cimiento se a de echar una baza como esta en la muestra en el pergamino”) y dos
plantas; la de la capilla es citada como “traça de la capilla Real sola”, mientras que existe una “traça mayor” que
firma Egas, lo que evidencia su paternidad sobre este proyecto global.
Este primer proyecto repetía un modelo funerario por entonces ya muy extendido en Castilla: el de tem-
plo conventual de predicación caracterizado por la existencia de una nave única con capillas laterales entre los
contrafuertes. La capilla se proyectaba con esa planta de cruz latina de nave única y una cabecera ochavada
(“donde ha de ser la sepultura”) a la que, como novedad, se añadían dos “capilletas” de discutida interpreta-
ción abiertas a ambos lados, transepto de brazos cortos y cuatro capillas hornacinas en la nave, una de ellas
abierta al crucero de la futura catedral, ya en previsión de una comunicación entre ambas.
Respecto a la marcha de la construcción, deducimos la llegada a Granada de Egas quizá a comienzos de
Izquierda:
1507, si bien no tenemos constancia documental de pagos al maestro hasta febrero de 1509. La información cenotafios
de los Reyes
sobre la marcha de las obras durante este período comprendido entre 1507 y 1509 procede de fuentes indirec- Católicos
tas, como la correspondencia del conde de Tendilla que indica que el templo no iba bien encaminado. Estas en la capilla
Real (Granada).
críticas parece que están en la raíz de la suspensión de la obra el 23 de junio de 1509, razón por la que Egas no Foto: José M.
Salgado
vuelve a figurar en estas cuentas granadinas hasta diciembre de 1509. Resulta muy significativo que en abril
Superior
visiten la obra el conde de Tendilla junto al capellán mayor; como ya había hecho en 1505, el conde pedía ayu- derecha:
da a su amigo el arquitecto Alonso Rodríguez a través de una carta al arzobispo sevillano en la que manifestaba ataúdes
con sus restos
su preocupación por la marcha de la obra: “(si) se acaba como esta traçada ella sera una amarga cosa”. Conse- en la cripta.
Foto: José M.
guida la paralización, pasó por la obra el maestro Cristóbal de Adonza y en julio el conde, de nuevo, transmitía Salgado
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teniendo en cuenta la reciente ruina del sevillano en
diciembre de 1511. El eco de este suceso y la presencia en
Granada de Juan Gil —entonces maestro mayor de Sevi-
lla— favorecerán la definitiva mutilación del cimborrio
granadino, lo que demuestra la vinculación en el desarro-
llo de los hechos entre Granada y Sevilla, así como la solu-
ción similar adoptada en ambos casos: la sustitución del
cimborrio por ricas bóvedas de crucería ajenas al diseño de Egas (Alonso Ruiz, 2007). Al maestro toledano sí
que pertenecen el diseño de las bóvedas de la nave —inspirado en los modelos de Juan Guas de cruz griega
con brazos alargados, en este caso con un torpe empleo de los nervios curvos — y el modelo de ventana del
transepto. La portada de la sacristía –hoy de acceso al museo– nos remite a la portada de la sala capitular de la
su preocupación (“va en ello ir perdida la obra o ganarse para siempre”) y las supuestas razones del fallo que
catedral de Toledo. La portada de los pies también parece deberse al taller de Egas, tanto por el modelo de
aluden directamente a nuestro arquitecto (“quel que la tiene no querria que se enmendase por no confesar su
arco trebolado como por el empleo de la decoración exclusivamente vegetal, sin frutos.
yerro y de quien se la encomendo”). El 12 de septiembre, el conde escribía al rey para informarle de la visita y
La que fuera la portada principal de la capilla quedó embutida dentro del buque catedralicio prácticamen-
por este documento sabemos que el propio Egas había manifestado ya en el concierto de 1506 que la capilla
te al poco de ser construida. Su programa decorativo hace referencia a los santos Juanes y la Adoración de los
era estrecha y baja, pero a pesar de ello no había consentido en enmendarla (“que la tomase a haser quien la
Reyes, y su ejecución puede ser fechada después de 1515 al incluir Navarra en el escudo real. Gómez-Moreno
enmendase”). De este momento deben de datar las dos reformas de las que existe constancia documental: una
atribuye la escultura a Jorge Fernández, autor del retablo de la catedral de Sevilla. Otros elementos decorati-
debida a Adonza, Alonso Rodríguez, Lorenzo Vázquez y Pedro Morales —a los que se les pagan 300.770 marave-
vos también se deben al taller de Egas, ya que los encontramos en otras obras reales granadinas, como la utili-
díes “de su salario quando venyeron a ver la capilla a trezar el cimborrio”—; a su vez, Alonso Rodríguez, junto al
zación de pomas y el empleo de las iniciales reales como recurso decorativo en la cornisa exterior. Superior
maestro de la catedral de Jaén Pedro López y al menos dos anónimos maestros de Úbeda, firmaban otro dise-
Según la inscripción que recorre el perímetro interior del templo, la capilla se concluyó tres años después izquierda:
ño, pero, a la vista de lo que cobraron —13.413 maravedíes—, no debieron de realizar un trabajo determinante. detalle
de la nueva reforma, en 1517, si bien esta fecha indicaría exclusivamente el fin de las labores arquitectónicas. de decoración
La reforma supone la inclusión de un cimborrio en el edificio, como pretendía Tendilla (el cimborrio “es una de la cornisa
Hacia 1518, Egas pudo dar las trazas de la lonja de la capilla Real, construida por Juan García de Praves —al que exterior de remate
cosa que da mucha vista y ahermosea en gran manera la capilla y hase el edificio real y magnifico que agora no de la capilla Real
líneas más abajo veremos en la segunda fase de las obras del hospital Real—, y en 1521 haberse encargado de la (Granada).
lo es”). Poco antes del 2 de septiembre de 1510, Egas firmaba un nuevo contrato en el que se incluían estos Foto: Begoña
Superior:
portadilla exterior de la capilla. Egas firmaba el finiquito de la obra el 5 de octubre de 1519:
cambios. Alonso Ruiz
detalle “primeramente averiguamos todas las dubdas e debates que avia con pedro patiño mayordomo de las dichas
del piso superior Tras casi dos años de trabajo, en mayo de 1512 la obra era objeto de una nueva junta de maestros, ahora labores e maestre enrique egas a cuyo cargo hera la labor de la dicha capilla real por el destajo que con el se hizo e por
Superior
de la lonja derecha:
de la capilla relacionada con una simplificación del proyecto. Cobran en junio por esta labor Juan Gil de Hontañón, maes- las mejoras que se avian concertado de mas de destajo conforme a la determynaçion que avian dado los maestros puerta
Real quel rey catolico que esta en gloria mando venir a visytar la dicha capilla y a lo que nos parecio que se devia proveer de ingreso
de Granada, tre Martín y Juan de Ruesga. Pero serán los informes de la visita de 1513 de Juan Gil de Hontañón, Juan de Ála- a la capilla Real
construido cerca dello. y parecio quel dicho maestro ha cunplido su destajo como hera obligado e le fue mandado por los dichos desde los pies
a partir
va, Juan de Badajoz “el Viejo” y Cristóbal de Adonza, los que se realicen por mandato real fechado en Madrid el del templo
maestros y lo que le falta por cunplir es muy poca cantidad y esta averiguado por nosotros [...] y el dicho maestro enri-
de 1518. 19 de enero de 1514 y que suprimía definitivamente el cimborrio incluido en el proyecto en la reforma ante- que egas esta pagado de todo lo que ovo de aver de la labor de toda la dicha capilla asy por el destajo primero como
(Granada).
Foto: José M. Foto: Begoña
Salgado rior. Ahora podía resultar dificultoso levantarlo sobre una estructura no proyectada para tal fin, sobre todo por todas las otras mejoras” (Alonso Ruiz, 2007). Alonso Ruiz
EL HOSPITAL REAL
Respecto al nuevo hospital Real, por la documentación del Archivo General de Simancas se puede precisar
la relación directa con la obra de Enrique Egas y sus colaboradores; además de Pedro de Morales, se cita al
albañil Miguel Sánchez de Toledo (que llegará a ser alarife de la ciudad), los canteros Gonzalo Díaz, un Pedro
López (diferente al maestro de la catedral de Jaén) y Francisco de Zamora, a los que se han añadido nombres
como Alonso López (“gascón”), Pedro del Río y Pedro de la Rambla. Los descargos del año 1513 evidencian
que la obra del hospital avanzaba bajo la supervisión de Juan de Marquina, el encargado de cobrar los dineros
de Enrique Egas ese año. Significativamente, Marquina provenía de contratar obras en el hospital Real de San-
tiago de Compostela, por lo que no resulta complicado imaginarle dirigiendo las cuadrillas del hospital grana-
dino. Morales consta como el veedor de las obras desde 1514 y hasta enero de 1520, coincidiendo en 1519 en
el cargo con Jerónimo de Palacios, también del círculo de Egas. embargo en Granada queda cada piso independiente, desarrollando su propia bóveda en este espacio (de cru-
cería, rebajada en forma de cuadrifolio de nervios curvos con cuadrado inscrito). A los lados, en los dos pisos
PRIMERA ETAPA se abren arcos carpaneles sostenidos por haces de columnillas que comunican el crucero con las cuatro cru-
Este primer período de la obra (desde su comienzo al relevo de los maestros en 1519) se corresponde con jías. El cuerpo superior del cimborrio, tal y como lo vemos hoy, con su decoración desaparecida y reformado
la finalización de los muros, de una novedosa estructura, ya que en 1521 se cubría el segundo piso. Se trata de en sucesivas ocasiones tras el incendio de 1549, es el elemento fundamental de toda esta mole de cantería
una planta de cruz inscrita en un cuadrado con cuatro patios, desarrollo de planimetrías previas aplicadas por gótica, el único elemento destinado a subrayar la verticalidad de un conjunto marcadamente horizontal. Des-
Egas en el hospital de Santiago de Compostela (trazado en 1499 y comenzado en 1501) y en el de Santa Cruz tacan los contrafuertes con pilares recambiados y su crestería; en este sentido, es el elemento más “decorado”
de Toledo (trazado en 1504). Los muros perimetrales se hacen en sillería de Alfacar, en ellos apenas se abren de toda esta etapa gótica.
vanos y son marcadamente góticos. Quizá también correspondan a Egas las galerías de arcos escarzanos del
muro meridional y del occidental, decoradas con capiteles de pomas (mientras los antepechos con los emble- SEGUNDA ETAPA
mas de los monarcas católicos y del joven Carlos V corresponderían a la segunda etapa). En el resto del sobrio Una segunda etapa se inicia en 1519 con la visita realizada a la obra por orden de Carlos V, lo que da como
muro se aprecia la moldura que separa las entreplantas del resultado cambios fundamentales en la dirección (desde 1521, Juan García de Praves estará a cargo de la can-
segundo piso y la amplia cornisa de remate, decorada en la tería y Juan de Plasencia será responsable de la carpintería) destinados a agilizar la conclusión del conjunto
fachada central con las características iniciales de los Reyes hospitalario. A esta fase corresponden la decoración de los patios, así como la portada principal y las ventanas
Católicos sostenidas por ángeles. Interiormente también es de la fachada, sin que se pueda relacionar a Egas con estas piezas, en las que parece decisiva la intervención de
palpable la desnudez decorativa en toda esta estructura de artistas italianizantes como Martín de Bolívar (discípulo de Siloe). Conviene resaltar en este punto la figura de
cantería; apenas destaca la portada de acceso a las crujías — Juan de Marquina, el discípulo de Egas ya comentado en los inicios de la obra granadina pero que, a diferencia
Superior:
en cuyo sencillo alfiz se repite la característica decoración de su maestro, daría el paso hacia el nuevo lenguaje renacentista, sin duda apoyado en sus contactos con artis- fachada
Derecha: del hospital
planta del de pomas—, mientras que el resto tiene un marcado carác- tas italianos (Rubio Lapaz, 1990). Este maestro parece tener un peso decisivo en esta segunda fase renacentis- Real
hospital Real ter arquitectónico. El único elemento que podría destacar ta del hospital, si se comparan las ventanas de la fachada principal con sus portadas para las iglesias de San de Granada,
de Granada obra del
(publicada en el conjunto hospitalario sería el crucero, que en el hospi- Andrés, San Cecilio o Niñas Pobres (Granada) (Félez Lubelza, 1979, p. 128). El hospital inicia su actividad en siglo XVII.
en Félez Lubelza, Foto: José M.
1979). tal de Santiago sirve para subrayar la unidad en altura y sin 1526 con la llegada de los enfermos, si bien su conclusión definitiva se retrasó por el incendio de 1549. Salgado
Superior:
Izquierda: muro
puerta de poniente
de acceso del hospital
a la capilla Real de Granada.
del hospital Foto: José M.
Real Salgado
de Granada.
Foto: Inferior:
Clotilde Lechuga detalle
de la galería
Derecha: del muro
cimborrio de poniente
del hospital Real del hospital Real
de Granada. de Granada.
Foto: Begoña Foto: Begoña
Alonso Ruiz Alonso Ruiz
bién están relacionados con la polémica sobre la capilla Real (ALHAMA DE GRANADA, GRANADA)
y las críticas del conde de Tendilla al proyecto de Egas para
ambas obras. Según se desprende de la carta crítica del con- La iglesia de Alhama se había iniciado al comienzo del siglo en
de de Tendilla del 12 de septiembre de 1509, existía desde la parte más elevada de la medina medieval de la villa reconquista-
14
1505 un plan global para la capilla Real y la nueva catedral de da en 1482. Por su importancia simbólica (prueba es su decora-
Granada. En el ya citado contrato de 1506 para la construc- ción con la divisa de los Reyes Católicos), se concibe como un 2
ción de la capilla Real, este punto también queda sobrada- templo de sillería de grandes dimensiones, con gran desarrollo en
mente claro en diversas cláusulas: “Yten, quel maestro que altura y tres tramos de nave cubiertos con bóvedas estrelladas,
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esta obra [la capilla Real] hiziere sea obligado a sacar los más una cabecera cuadrangular. El maestro Bernardo Ximénez 3
çimientos de los quatro medios pilares de la yglesia [cate- dirige, desde 1505, la obra de la capilla mayor y los dos primeros
dral] que se ha de hazer, porque estos dichos çimientos se tramos hasta la tasación de esta parte por el maestro Rodrigo Her-
an de sacar juntamente con la pared de la capilla que viene a nández, al que Gómez-Moreno Calera le atribuye la traza del tem-
la parte de dicha yglesia, e sea de altura de una tapia en alto plo (Gómez-Moreno Calera, 1985-1986, p. 156). En el arco triunfal
12
4
sobre el suelo”, y más adelante se alude a la existencia de un campea el escudo de fray Hernando de Talavera, primer obispo
diseño para la catedral firmado por el propio Egas, el arzo- de Granada. En 1507 se encargaba a Pedro de Azpeitia la apertura
bispo y el contador Juan López. de dos nuevas capillas, una torre (de la que haría el primer cuer-
En ese año 1509 se habla de los “cimientos de la yglesia mayor” y Tendilla centra sus críticas a este proyecto po) y una ventana nueva en la capilla mayor. La decisión de 5 11
por la distancia entre el coro y el altar mayor , además de la situación de este desviado hacia oriente. Parece ampliar el templo con una nueva nave a los pies a partir de 1526 es
que esta crítica tenía más relación con el proyecto que con la apertura efectiva de los cimientos catedralicios, la razón que justifica la presencia de “maestre Enrique” en la obra,
ya que se acabó descontando al maestro de la obra (Egas) lo que podía valer abrir dichos cimientos, por lo que según la referencia del archivo de la renta de diezmos del arzobis-
se supone que Egas no cumplió en esta primera fase con lo acordado respecto a la catedral en el contrato de pado granadino (publicada por Gómez-Moreno Martínez, 1925,
1506. La obra catedralicia no se reactivó hasta 1518 ante el deterioro de la antigua mezquita cristianizada como p. 46). Este “maestre Enrique” —que trabajaría en la obra entre
Santa María de la O. Los esfuerzos del arzobispo Rojas y de los canónigos consiguieron que se produjera la 1526 y 1532— en un primer momento fue identificado con el 6 10
ansiada apertura de los cimientos del nuevo templo a mediados de 1521; consta entonces como maestro maestro de la capilla Real y la catedral granadina (Gómez-Moreno
mayor de las obras de las iglesias de esta ciudad “Rodrigo Hernández”, pero es Egas el supervisor de la obra Martínez, 1925), hipótesis mantenida por unos (Gila Medina, 9
desde comienzos de diciembre de 1521. Se le paga el 8 de diciembre por 32 días “que se ocupó en la venida 2003, p. 51) y discutida por otros (Gómez-Moreno Calera, 1985-
estada y vuelta a su casa, que vino a dar orden en la obra desta santa iglesia”. -1986).
Superior: Hernández presentaba en marzo de 1523 un informe sobre los gastos de la excavación de todos los cimien- Además de que Egas solía utilizar como firma un sencillo
planta
de la catedral tos; la primera piedra se colocaba el 25 de marzo, actuando Egas como maestro y Sebastián de Alcántara como “Enrique” (véanse sus informes para Salamanca), existen razo-
de Granada. aparejador. En mayo consta un nuevo pago a maese Enrique, “maestro mayor del edificio de esta santa yglesia nes de índole estilística para vincular el templo de Alhama con el
Fuente:
7 8
Rosenthal, de Granada”, por su estancia en la ciudad y “traza en el dicho edificio”. En abril de 1528 se paga a Egas por una arquitecto toledano. La portada de mediodía, que hoy se escon-
1990.
Foto: Begoña nueva inspección a la obra y por “ciertas muestras y traças que hizo para el edificio de la dicha Iglesia”, que de detrás de un pórtico barroco, está trazada en arco carpanel
Alonso Ruiz
Rosenthal identifica con dibujos parciales, de construcción, que no debían de apartarse mucho del proyecto de tres centros, similar al empleado por Egas en la portada de los
Derecha:
planta
original decidido en 1505 y discutido en 1509 según el cual se seguía el modelo toledano de templo de cinco pies de la capilla Real granadina y también decorada con cardi- E
158 159
— AZCÁRATE RISTORI, J. M.ª, 1968, “Castilla en el tránsito al Renacimiento”, en España en las crisis del arte europeo, Consejo Superior de Investiga-
da (nervios cruceros y terceletes) “porque el arte lo pide”. Egas habla un lenguaje aún gótico, en el que existe una per- ciones Científicas, Madrid, pp. 129-135.
fecta correspondencia entre función y forma, por lo que no puede haber unificación de tamaños en formas con dife- — AZCÁRATE RISTORI, J. M.ª, 1971, “Sentido y significado de la arquitectura hispano-flamenca en la corte de Isabel la Católica”, en Boletín del Semi-
rentes funciones. Las iglesias deben mantener el planteamiento basilical y no el de naves a la misma altura con el que nario de Arte y Arqueología de Valladolid, tomo XXXVII, pp. 201-223.
“la yglesia no quedava alumbrada como conviene y parescería antes otra cosa que iglesia y pruévolo con la iglesia de — CASTRO SANTAMARÍA, A., 1992, “La polémica en torno a la planta de salón en la catedral de Salamanca”, en Academia, n.º 75, pp. 389-422.
— CASTRO SANTAMARÍA, A., 1994, “Un error de Llaguno que se arrastra hasta nuestros días: la supuesta visita a la catedral de Segovia de los maestros,
León, que ya vuestra merced avrá oydo dezir quén ynsigne es y quanta perfectión tiene”. Para Egas, las iglesias “de tres Álava, Covarrubias, Egas y Bigarny en 1529”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, n.º 6, Universidad Autónoma de
naves que mueven las dos hornezinas, la de en medio de una altura y en my verdad que tiene más corte de bodega que Madrid, pp. 109-120.
no de yglesia”. — LÓPEZ DE MENDOZA, Í. (Conde de Tendilla), 1973, Correspondencia del conde de Tendilla. I (1508-1509),(Biografía, estudio y transcripción de
Azcárate subraya que Egas se mantuvo fiel al estilo hispano-flamenco a lo largo de su vida, incluso acentuando el goti- Emilio Meneses García), Madrid, Real Academia de la Historia.
— CHUECA GOITIA, F., 1951, La catedral nueva de Salamanca. Historia documental de su construcción, Universidad de Salamanca, Salamanca,
cismo y apartándose de las referencias islámicas que se podían encontrar en la obra de uno de sus maestros (Guas); pp. 237-240.
“obtiene los efectos decorativos mediante la multiplicación y combinación de elementos puramente góticos. Combina — DE LA MORENA, A., 1974, “La iglesia de San Jerónimo el Real”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, X, pp. 47-78.
de las más diversas maneras los arcos más variados, entre los que sobresale, por su constante repetición, el arco de cua- — DE LA MORENA, A., 1979, “Nueva obra documentada de Antón y Enrique Egas; la iglesia Magistral de Alcalá de Henares”, en Anales del Instituto
tro centros de lados convexos”. En la misma línea, M. A. Zalama añade que “La falta de riqueza decorativa que esto supo- de Estudios Madrileños, pp. 65-67.
— DÍEZ DEL CORRAL, R. Y CHECA, F., 1986, “Typologie hospitalière et bienfaisance dans l´Espagne de la Renaissance. Croix grecque, pantheón,
ne la suple con la acentuación de los elementos estructurales que combina y multiplica”. chambre des merveilles”, en Gazette des Beaux Arts, CVII, París, pp. 118-126.
Todos los autores que se han ocupado de su obra coinciden al señalar que su aportación más original se realiza en el — DOMÍNGUEZ CASAS, R., 1993, Arte y etiqueta de los Reyes Católicos. Artistas, residencias, jardines y bosques, Ed. Alpuerto, Madrid, pp. 41-50.
campo de la arquitectura hospitalaria (a él se deben los hospitales Reales de Santiago, Toledo y Granada) y su original — DOMÍNGUEZ CASAS, R., 1995, “El entorno familiar y social del escultor Egas Cueman de Bruselas”, en Archivo Español de Arte, pp. 341-352.
planimetría basada en la planta de cruz con cuatro patios que articula de forma racional el espacio, y que rompe con lo — ESPINAR, M. Y GARCÍA, A. L., 2003, Conocer y visitar el Monasterio de San Jerónimo, Granada.
— FALCÓN MÁRQUEZ, T., 1991, “El edificio gótico”, en La catedral de Sevilla, Sevilla, pp. 100-144.
que hasta entonces había sido la tradición de plantas irregulares. Las influencias subrayadas para el desarrollo de esta — FÉLEZ LUBELZA, C., 1979, El hospital Real de Granada, Universidad de Granada, Granada.
tipología por parte de Egas van desde el posible conocimiento del hospital Mayor de Milán a través del tratado de Filare- — GALLEGO Y BURÍN, A., 1931, La capilla Real de Granada, Granada.
te, el hospital del Santo Spirito in Sassia en Roma o el de Santa María Nuova en Florencia. El primer ensayo lo realizan — GALLEGO Y BURÍN, A., 1953, Nuevos datos sobre la capilla Real de Granada, Granada.
los dos hermanos Egas en el hospital de Santiago de Compostela, donde construyen el hospital de patrocinio real — GARCÍA GRANADOS, J. A., 1988, “Problemas arquitectónicos en la capilla Real de Granada”, en Cuadernos de Arte. Universidad de Granada, 19,
pp. 45-63.
entre 1501 y 1511 distribuyendo su planta en forma de “T” por la adición de dos patios. Le sigue el hospital de Santa — GILA MEDINA, L., 2003, Alhama de Granada. Patrimonio artístico y urbano, Excelentísimo Ayuntamiento de Alhama de Granada, Granada.
Cruz de Toledo, levantado entre 1504 y 1515 por los testamentarios del cardenal Mendoza; ahora sus naves se dispo- — GÓMEZ-MORENO CALERA, J. M., 1985-1986, “Aproximación al gótico y mudéjar granadinos. La iglesia de la Encarnación de Alhama y el maestro
nen en cruz griega, situando en su crucero la capilla. La obra fue concluida por Alonso de Covarrubias con decoración mayor Rodrigo Hernández”, en Cuadernos de arte, Universidad de Granada, n.º 17, pp. 155-171.
ya renacentista. El tercero sería el hospital Real de Granada, iniciado en 1511, también dispuesto en cruz aunque — GÓMEZ-MORENO MARTÍNEZ, M., 1925, “Sobre el renacimiento en Castilla. II. En la Capilla real de Granada”, en Archivo Español de Arte, I, Madrid,
pp. 245-288.
posteriormente ampliado con la adición de más patios. El hospital Real de Valencia se añadía a esta lista en 1992 — GÓMEZ-MORENO MARTÍNEZ, M., 1926, “Documentos referentes a la Capilla real de Granada”, en Archivo Español de Arte, II, Madrid, pp. 99-128.
(Azcárate). En relación con el carácter conservador de su arquitectura, se ha discutido su autoría sobre obras como el — HEIM, D. Y YUSTE GALÁN, A. M.ª, 1998, “La torre de la catedral de Toledo y la dinastía de los Cueman. De Bruselas a Castilla”, en Boletín del Semi-
tramo del crucero del hospital toledano y la bóveda de la capilla del hospital gallego, ahora atribuidos a su hermano nario de Estudios de Arte y Arqueología, Valladolid, pp. 229-253.
Antón. — IBÁÑEZ FERNÁNDEZ, J. Y CRIADO MAINAR, J. F., 2004, “Alonso de Aragón, Isabel la Católica, Enrique Egas y la primera ampliación de la catedral de
Zaragoza (1490-1522)”, en Isabel La Católica y su época: actas del Congreso Internacional, vol. 2, 2007, Valladolid-Barcelona-Granada,
pp. 1421-1444.
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Este trabajo se incluye en el proyecto de investigación Arquitectura y poder: el tardogótico castellano entre Europa y América. Plan Nacional de — JUSTI, C., 1892, Estudios sobre el Renacimiento en España, Barcelona .
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