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Capítulo 6

Autora: Begoña Alonso Ruiz

Enrique Egas
(ca. 1460-1534)

—ORÍGENES Y FORMACIÓN—

E
nrique Egas (Toledo, ca.1460-Toledo, †1534. Activo 1490-1534) era hijo de Egas Cueman (†1495), un
maestro escultor flamenco originario del ducado de Brabante que pertenecía a una familia de canteros
documentados trabajando en Bruselas desde comienzos del siglo XV. Cueman había llegado a Castilla
en una fecha incierta (posiblemente hacia 1443-1445) para trabajar en la catedral de Toledo, que a raíz de la lle-
gada del obispo don Juan de Cerezuela vivía una importante reactivación constructiva. Formaba parte de una
amplia cuadrilla de canteros y escultores, entre los que destacan sus hermanos Hanequin Coeman de Bruselas
(†1471-1472) y Antón Martínez de Bruselas. Hanequin será maestro mayor de la catedral de Toledo desde
antes de 1448; mientras, en la Puerta de los Leones (realizada entre 1452 y 1465) comenzarán sus carreras en
Castilla como oficiales Egas Cueman y un joven Juan Guas, siendo este último el maestro que marque la trayec-
toria profesional de la siguiente generación de Cueman toledanos.
En este contexto familiar y profesional, enmarcado en las obras de la catedral de Toledo, nacía Enrique
Egas hacia 1460 fruto del matrimonio de su padre con la toledana María Gutiérrez. Su hermano Antón será
también un destacado arquitecto y colaborará con Enrique en gran número de compromisos profesionales. El
arquitecto Alonso de Covarrubias (1478-1570) se casó con “una sobrina o nieta” de Antón, emparentando así
con la familia Egas, con quienes trabajó en numerosas ocasiones, especialmente con Antón, al que se conside-
ra su maestro.

—CARRERA PROFESIONAL—

PRIMERAS INTERVENCIONES
De su período de formación no se conservan referencias documentales; como era práctica habitual en el
medio canteril, el aprendizaje en el oficio de la piedra debió de realizarse en el entorno familiar, primero junto
a su tío y su padre, que desde 1493 será aparejador vitalicio de las obras catedralicias de Toledo, de las que era
Izquierda:
maestro de obras Juan Guas. En una fecha indeterminada de los años ochenta el joven Egas pasaría a trabajar vista
de forma directa con Guas, el nuevo maestro mayor de la catedral de Toledo desde la muerte de Hanequin y de Granada.
La remodelación
también arquitecto de obras reales. A Guas le acompañaba Antón Egas en la obra de la catedral de Segovia en de la ciudad
tras ser
1487, por lo que podríamos pensar que Enrique acompañase a Guas en otras obras como cantero, pero este reconquistada
será
punto aún no ha sido ratificado documentalmente. El hecho cierto es que este período de formación realizan- responsabilidad
do tareas de construcción y de entallador —especialidad que cultivaron tanto su padre como su hermano de Enrique Egas
como arquitecto
Antón— marcará su estilo posterior, fuertemente vinculado al tardogótico toledano, que no abandonará en su real.
Foto: José M.
dilatada carrera. Salgado

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• Monasterio de San Juan de los Reyes (Toledo)
Respecto a las obras reales, el primer encargo en este
Arquitectos
sentido fue la continuación de una obra que Egas conocía
Escultores bien: San Juan de los Reyes. Entre el diseño de Guas y la lle-
Hanequin Egas Cueman (activo 1452-†1495) Antón Martínez de Bruselas
Coeman de gada de los hermanos Egas a la fábrica jerónima en ese agos-

§
Bruselas María Gutiérrez
(muerto 1471-1472) to de 1496 media una significativa simplificación del proyec-
to vinculada con la idea de construir otra capilla funeraria en
la recién conquistada ciudad de Granada. Por ello, Egas y su
taller debían acometer las reformas dictadas por Simón de
Martín Hanequin Antón Egas Enrique Egas Margarita Miguel Andrés Isabel Gómez Donís

§
(activo 1475- (activo 1490- Gutiérrez Sánchez Gutiérrez Gutiérrez Fernández (†1503), Colonia, sobre todo en lo referente a la simplificación del
-muerto †1534, Toledo) de Egas (de Toledo) de Egas, de Egas de Gómara mozo
hacia 1531) escribano (†1496), de capilla
escribano y soldado
cimborrio. La obra se debía acabar para el mes de junio de
1499. Pero aún en 1500 se pagaba a los hermanos por ciertas
obras en la iglesia y el claustro, y se trabajaba también en la
Egas de Enrique María Alonso de Antón Gómez
construcción de un cuarto real, la sacristía y la portería, así
Acevedo, Egas Gutiérrez

§
Covarrubias de Gómara,
capellán “el Mozo” de Egas (1488-1570) escribano como el refectorio y un segundo claustro tasado en 1517 y
dispuesto simétricamente al gótico, como harían los Egas
en la planimetría hospitalaria. En 1506 seguía sin concluirse
la obra. El 24 de septiembre de ese año, los reyes Felipe y
Juana ordenaban su finalización ya que “luis de aguirre e
En 1490 parece que ya ha culminado su período de aprendizaje ya que contrata por primera vez obra de
garcia perez de rojas e maestre enrique e anton hegas veci-
forma independiente como maestro de cantería fuera de la catedral y lo hace en obras vinculadas a Guas. Azcá-
nos de la dicha cibdad tienen cargo de acabar ciertas partes
rate (1958, p. 28) le cita ese año y el siguiente trabajando en el desaparecido palacio del duque de Alba en Alba
de la hobra que se haze en el dicho monesterio e claustra e
de Tormes (Salamanca), así como en la obra escultórica del monasterio de San Leonardo.
sacristanya” pero que no quieren acabar pese a tener “reci-
Debió de ser por esas fechas de la década de los noventa cuando Enrique pasó a trabajar como destajista
bidas muchas mas costas de maravedies de mas de lo que
en otra de las grandes obras de Juan Guas, el monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo, ya que cuatro
han labrado”. (Archivo General de Simancas, Registro Gene-
años más tarde recibía una merced real de 20.000 maravedíes como gratificación por el destajo que había con-
ral del Sello, septiembre de 1506, fol. 7). La situación se
cluido en la obra (Archivo General de Simancas, Cámara de Castilla, Cédulas), 1, 20 de agosto de 1494) y que
mantenía aún dos años después, pues por un documento
podría vincularse con la construcción de la nave, primera etapa del complicado proceso constructivo de la
del Archivo General de Simancas se comunica al corregidor
iglesia según Pérez Higuera.
de Toledo que los cuatro maestros, como herederos que
Mientras, su hermano Antón seguía vinculado a la obra de la catedral toledana ayudando a su padre, has-
eran de Juan Guas, no habían concluido “los destajos prime-
ta que en septiembre de 1495 Antón es nombrado aparejador catedralicio tras la muerte de Egas Coeman.
ro e segundo de la yglesia e capilla mayor e sacristanya e
Poco antes, hacia agosto, Enrique comenzaba la construcción de los pilares de la capilla mayor de la catedral
Superior:
claustra primera de dicho monasterio” (Azcárate, 1957, p. 7,
de Coria (Cáceres), demostrando que ya en esa fecha era un maestro reconocido y que parecía volar en soli-
cuadro nota 9).
genealógico tario.
de la familia • Catedrales de Toledo y Plasencia (Cáceres)
Egas-Cueman.
(elaboración En la sede primada de Toledo, a partir de 1498 se encar-
propia). MAESTRO DE CATEDRALES Y ARQUITECTO REAL ga de la remodelación de la capilla mayor por un encargo
Derecha: Un año después de la muerte de su padre moría Juan Guas, y las obras reales y de la catedral quedaban sin del cardenal Cisneros, comenzando una larga dirección de
cabecera
de la iglesia dirección. Enrique vuelve a Toledo al convertirse, junto con su hermano Antón, en el maestro de la obra de obra hasta su muerte en 1534. Se le vincula con el traslado
monasterial
de San Juan San Juan de los Reyes (Toledo) por un documento firmado en el puerto de Laredo (Cantabria) el 2 de agosto de la capilla de los Reyes Viejos, con el ensanche del presbi-
de los Reyes
en Toledo. (Arribas Arranz, 1963). Poco tiempo después, ambos hermanos eran nombrados también maestros mayores terio y con la dirección del retablo que hará Pedro Gumiel.
Dibujo atribuido de la catedral toledana, heredando de esta forma los principales encargos que Guas había dejado sin concluir. También tasará las esculturas del maestro Copín para las
a Juan Guas
(Museo Se inicia entonces una nueva etapa en la carrera de Enrique Egas en la que muchas de sus actuaciones se vincu- tumbas reales entre 1507 y 1509. Cronológicamente sigue la
del Prado,
Madrid). lan también a su hermano, de tal modo que en ocasiones resulta difícil determinar el papel de uno y otro. reforma de la capilla mozárabe entre 1518 y 1519, y se encar-

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ga de su segundo cuerpo. También se le relaciona con las capillas de la Concepción, de la Epifanía, de San Mar- dación de Cisneros; en 1521 se le encarga la nueva catedral de Granada; y en 1523 se encuentra en Salamanca informan-
tín y de doña Teresa de Haro, con el triforio del crucero, los soportes del claustro alto y las portadas de la sala do sobre las posibles modificaciones del plan original de la catedral nueva.
capitular. En 1521, la documentación catedralicia recoge su presencia en la obra de forma más continuada ya De los últimos años destacamos que entre 1526 y 1532 trabaja en la iglesia parroquial de Alhama, en el arzobispado de
que “residía en esta ciudad agora más que de antes y no iba tantas veces fuera” (Azcárate, 1958, p. 29), lo que Granada; en 1528 continuaba dirigiendo la obra de la parroquial de Mora (Toledo), reedificada tras la guerra de las
era muy cierto ya que Egas compaginó estas tareas con la dirección o asesoramiento en las obras de las princi- Comunidades; en 1528 aprueba la traza y el sitio para la catedral de Málaga; en 1529 informa sobre la obra de la capilla de
pales catedrales del reino. Sirva de ejemplo que en 1497 consta como maestro de las obras de la catedral de los Reyes Nuevos de la catedral de Toledo, sobre la ruina de la librería de la Universidad de Salamanca y visita la catedral
Plasencia, donde lleva a cabo el diseño del cuerpo de naves y la tasación de la sillería de coro realizada por salmantina junto a Alonso de Covarrubias, Juan de Álava y Felipe de Bigarny (estos informes se conservan en la catedral
Rodrigo Alemán, pero parece que pronto abandona la obra (que será continuada a partir de 1513 por Juan de de Segovia; Castro Santamaría, 1994). Vuelve a informar sobre las obras de la catedral nueva de Salamanca en 1532 y
Álava y Francisco de Colonia). 1534. Estos informes resultaron decisivos para la resolución final: no solo porque Egas era el maestro que más veces
• Santiago de Compostela, Jaén, Alcalá de Henares... había visitado la catedral y al que más se le paga por sus visitas, sino porque fue su parecer el que se envió a la corte el 17
En 1499 traza, junto con su hermano, el hospital Real de Santiago de Compostela después de que los reyes de abril. Será esta estancia salmantina su último trabajo documentado ya que moría al poco en Toledo, el 5 de septiem-
diesen su aprobación a la traza que habían enviado; en 1501 informa sobre el estado de las obras de la catedral bre de 1534.
de Jaén. En ese año trabaja en la iglesia Magistral de Alcalá
de Henares para el cardenal Cisneros, haciéndose cargo del
destajo del coro y trascoro; diez años después tratará de
exculparse ante el cardenal de la acusación de robo de dine-
ro destinado a la obra. En 1504 —también con su hermano—
traza la iglesia de San Andrés en Toledo como capilla funera-
ria del embajador don Francisco de Rojas siguiendo el
modelo de San Juan de los Reyes, y dirige las obras del hos-
pital de Santa Cruz en misma ciudad.
• Catedral de Zaragoza
Su visita a la seo de Zaragoza ha sido resituada en 1504, y
no en 1500 como se creía hasta ahora; a instancia del arzo-
bispo don Alonso de Aragón, se encargó de informar sobre
el desmonte del cimborrio medieval, ya que la estructura
del edificio se había visto dañada durante las obras de
ampliación realizadas a partir de 1490. Como consecuencia
de este hecho, en el año 1500, una junta de maestros deci-
dió el derribo del cimborrio de tiempos de Benedicto XIII y
la construcción de uno nuevo cuyo diseño fijó el propio
Egas en su visita de 1504. Los trabajos de este nuevo cimbo-
rrio fueron dirigidos por Juan Lucas Botero y se extendieron
hasta 1522.
• Granada, Sevilla, Madrid, Oviedo, Salamanca...
En su periplo profesional siguen las obras granadinas,
Derecha:
como la capilla Real y el hospital Real (iniciado en 1511); via-
en 1449 jará a Sevilla al año siguiente junto al maestro de Jaén Pedro
Egas traza,
junto con López; en 1513, con Pedro Gumiel, trabaja en el claustro del
su hermano,
el hospital convento franciscano de Torrelaguna (Madrid) de nuevo
Real
de Santiago
para Cisneros; en 1513 tasa el retablo mayor de la catedral
de Compostela. de Oviedo; entre 1519 y 1523 dirige la obra del monasterio
Foto: José M.
Salgado de clarisas de San Juan de la Penitencia en Toledo como fun-

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—OBRAS EN ANDALUCÍA—

INFORME SOBRE LA CATEDRAL DE JAÉN


Egas visitaba en 1500 la obra de la catedral de Jaén. Se
trataba de un edificio del siglo XIV que reaprovechaba la
estructura de la antigua mezquita con cinco naves y cabece-
ra recta. Al menos desde 1494 estaba a cargo de la obra el
maestro Pedro López, primero bajo la prelatura de don Luis
de Osorio y desde 1500 de don Alonso Suárez. En ese año,
Egas llega a Jaén para tasar la obra, así como para “echar la
cinta de la moldura” que Navascués relaciona con la moldu-
ra exterior de la cabecera y como único elemento que con-
templamos de esa fase de construcción de la catedral.

LA CAPILLA REAL DE GRANADA


La remodelación de la ciudad tras ser reconquistada será
responsabilidad de Enrique Egas como arquitecto real. Él
será el encargado desde 1505 de trazar y supervisar la cons-
trucción de los nuevos edificios levantados “al modo caste-
llano”, “el ejecutor de la ciudad gótica, proyecto sustituido
por el programa imperial elaborado por arquitectos como
Siloé y Machuca, de formación italiana” (López Guzmán,
1987). Las cuentas reales ratifican varias visitas de Egas a
Granada, que le permitían compaginar sus obligaciones en
Toledo y otras fábricas castellanas con la dirección de las
obras reales en la ciudad; de los 85 pagos librados entre 1509 y 1513 al maestro, según las cuentas reales, solo
16 fueron cobrados por él, lo que indica su presencia efectiva en Granada. Serán maestros como Pedro de
Morales, Diego de Cáceres y Juan de Marquina, como canteros de confianza de Egas, quienes se encarguen de
la dirección continuada de dichas obras durante las ausencias del maestro. Según declaración del capellán
mayor, a fecha de 1509 se habían gastado en las obras reales de Granada 15.374.000 ducados y en la obra de la
Superior capilla Real y los cimientos de la catedral 10.256.218 ducados (Alonso Ruiz, 2007).
izquierda:
bóvedas Pese a la falta de documentación, se puede presumir la presencia de Egas en Granada con anterioridad al
de la nave
de la capilla 15 de octubre de 1505, cuando ya consta como realizada la traza de la nueva capilla Real y la de la catedral,
Real
de Granada.
como se deduce de la correspondencia del conde de Tendilla, entonces alcaide de la Alhambra. Sin embargo,
Foto: Begoña no será hasta casi un año después cuando se firme el contrato para la realización de la obra de la capilla Real.
Alonso Ruiz
Esta demora está en relación con las críticas recibidas al proyecto por parte del conde y el capellán mayor
Derecha:
portada Pedro García de Atienza, que habían comenzado a mover sus hilos para intentar acaparar la dirección del que
de acceso
a la sacristía se dibujaba como el principal proyecto de la Corona, destinado a ser panteón de la monarquía, inclinado el
de la Capilla conde de Tendilla hacia el arquitecto Alonso Rodríguez, entonces maestro mayor de la catedral de Sevilla. De
Real
de Granada). hecho, la discutida traza para la capilla fue mostrada en Sevilla y después volvió al control de Cisneros, quien
Foto: José M.
Salgado como testamentario de la reina zanjó toda discusión sobre el proyecto al firmar un contrato (del que sería tes-

134
tigo Jerónimo de Palacios) el 30 de septiembre del siguiente año en Burgos con Enrique Egas. Este contrato
(publicado por Rosenthal en 1974) establecía por primera vez las medidas totales de la capilla: el largo se
determinaba en 170 pies, 78 de ancho con las capillas y 70 de altura, exceptuando el alto de las capilletas latera-
les al presbiterio, de las que se dice que lo que determine su vuelta. La capilla se debía realizar en un plazo de
cinco años por un precio total de 10.500.000 maravedíes. El documento también nos habla de la existencia de
un alzado (“sobre dicho cimiento se a de echar una baza como esta en la muestra en el pergamino”) y dos
plantas; la de la capilla es citada como “traça de la capilla Real sola”, mientras que existe una “traça mayor” que
firma Egas, lo que evidencia su paternidad sobre este proyecto global.
Este primer proyecto repetía un modelo funerario por entonces ya muy extendido en Castilla: el de tem-
plo conventual de predicación caracterizado por la existencia de una nave única con capillas laterales entre los
contrafuertes. La capilla se proyectaba con esa planta de cruz latina de nave única y una cabecera ochavada
(“donde ha de ser la sepultura”) a la que, como novedad, se añadían dos “capilletas” de discutida interpreta-
ción abiertas a ambos lados, transepto de brazos cortos y cuatro capillas hornacinas en la nave, una de ellas
abierta al crucero de la futura catedral, ya en previsión de una comunicación entre ambas.
Respecto a la marcha de la construcción, deducimos la llegada a Granada de Egas quizá a comienzos de
Izquierda:
1507, si bien no tenemos constancia documental de pagos al maestro hasta febrero de 1509. La información cenotafios
de los Reyes
sobre la marcha de las obras durante este período comprendido entre 1507 y 1509 procede de fuentes indirec- Católicos
tas, como la correspondencia del conde de Tendilla que indica que el templo no iba bien encaminado. Estas en la capilla
Real (Granada).
críticas parece que están en la raíz de la suspensión de la obra el 23 de junio de 1509, razón por la que Egas no Foto: José M.
Salgado
vuelve a figurar en estas cuentas granadinas hasta diciembre de 1509. Resulta muy significativo que en abril
Superior
visiten la obra el conde de Tendilla junto al capellán mayor; como ya había hecho en 1505, el conde pedía ayu- derecha:
da a su amigo el arquitecto Alonso Rodríguez a través de una carta al arzobispo sevillano en la que manifestaba ataúdes
con sus restos
su preocupación por la marcha de la obra: “(si) se acaba como esta traçada ella sera una amarga cosa”. Conse- en la cripta.
Foto: José M.
guida la paralización, pasó por la obra el maestro Cristóbal de Adonza y en julio el conde, de nuevo, transmitía Salgado

Proyecto Andalucía 137


Izquierda:
interior
de la capilla Real
de Granada.
Foto: José M.
Salgado

139
teniendo en cuenta la reciente ruina del sevillano en
diciembre de 1511. El eco de este suceso y la presencia en
Granada de Juan Gil —entonces maestro mayor de Sevi-
lla— favorecerán la definitiva mutilación del cimborrio
granadino, lo que demuestra la vinculación en el desarro-
llo de los hechos entre Granada y Sevilla, así como la solu-
ción similar adoptada en ambos casos: la sustitución del
cimborrio por ricas bóvedas de crucería ajenas al diseño de Egas (Alonso Ruiz, 2007). Al maestro toledano sí
que pertenecen el diseño de las bóvedas de la nave —inspirado en los modelos de Juan Guas de cruz griega
con brazos alargados, en este caso con un torpe empleo de los nervios curvos — y el modelo de ventana del
transepto. La portada de la sacristía –hoy de acceso al museo– nos remite a la portada de la sala capitular de la
su preocupación (“va en ello ir perdida la obra o ganarse para siempre”) y las supuestas razones del fallo que
catedral de Toledo. La portada de los pies también parece deberse al taller de Egas, tanto por el modelo de
aluden directamente a nuestro arquitecto (“quel que la tiene no querria que se enmendase por no confesar su
arco trebolado como por el empleo de la decoración exclusivamente vegetal, sin frutos.
yerro y de quien se la encomendo”). El 12 de septiembre, el conde escribía al rey para informarle de la visita y
La que fuera la portada principal de la capilla quedó embutida dentro del buque catedralicio prácticamen-
por este documento sabemos que el propio Egas había manifestado ya en el concierto de 1506 que la capilla
te al poco de ser construida. Su programa decorativo hace referencia a los santos Juanes y la Adoración de los
era estrecha y baja, pero a pesar de ello no había consentido en enmendarla (“que la tomase a haser quien la
Reyes, y su ejecución puede ser fechada después de 1515 al incluir Navarra en el escudo real. Gómez-Moreno
enmendase”). De este momento deben de datar las dos reformas de las que existe constancia documental: una
atribuye la escultura a Jorge Fernández, autor del retablo de la catedral de Sevilla. Otros elementos decorati-
debida a Adonza, Alonso Rodríguez, Lorenzo Vázquez y Pedro Morales —a los que se les pagan 300.770 marave-
vos también se deben al taller de Egas, ya que los encontramos en otras obras reales granadinas, como la utili-
díes “de su salario quando venyeron a ver la capilla a trezar el cimborrio”—; a su vez, Alonso Rodríguez, junto al
zación de pomas y el empleo de las iniciales reales como recurso decorativo en la cornisa exterior. Superior
maestro de la catedral de Jaén Pedro López y al menos dos anónimos maestros de Úbeda, firmaban otro dise-
Según la inscripción que recorre el perímetro interior del templo, la capilla se concluyó tres años después izquierda:
ño, pero, a la vista de lo que cobraron —13.413 maravedíes—, no debieron de realizar un trabajo determinante. detalle
de la nueva reforma, en 1517, si bien esta fecha indicaría exclusivamente el fin de las labores arquitectónicas. de decoración
La reforma supone la inclusión de un cimborrio en el edificio, como pretendía Tendilla (el cimborrio “es una de la cornisa
Hacia 1518, Egas pudo dar las trazas de la lonja de la capilla Real, construida por Juan García de Praves —al que exterior de remate
cosa que da mucha vista y ahermosea en gran manera la capilla y hase el edificio real y magnifico que agora no de la capilla Real
líneas más abajo veremos en la segunda fase de las obras del hospital Real—, y en 1521 haberse encargado de la (Granada).
lo es”). Poco antes del 2 de septiembre de 1510, Egas firmaba un nuevo contrato en el que se incluían estos Foto: Begoña
Superior:
portadilla exterior de la capilla. Egas firmaba el finiquito de la obra el 5 de octubre de 1519:
cambios. Alonso Ruiz
detalle “primeramente averiguamos todas las dubdas e debates que avia con pedro patiño mayordomo de las dichas
del piso superior Tras casi dos años de trabajo, en mayo de 1512 la obra era objeto de una nueva junta de maestros, ahora labores e maestre enrique egas a cuyo cargo hera la labor de la dicha capilla real por el destajo que con el se hizo e por
Superior
de la lonja derecha:
de la capilla relacionada con una simplificación del proyecto. Cobran en junio por esta labor Juan Gil de Hontañón, maes- las mejoras que se avian concertado de mas de destajo conforme a la determynaçion que avian dado los maestros puerta
Real quel rey catolico que esta en gloria mando venir a visytar la dicha capilla y a lo que nos parecio que se devia proveer de ingreso
de Granada, tre Martín y Juan de Ruesga. Pero serán los informes de la visita de 1513 de Juan Gil de Hontañón, Juan de Ála- a la capilla Real
construido cerca dello. y parecio quel dicho maestro ha cunplido su destajo como hera obligado e le fue mandado por los dichos desde los pies
a partir
va, Juan de Badajoz “el Viejo” y Cristóbal de Adonza, los que se realicen por mandato real fechado en Madrid el del templo
maestros y lo que le falta por cunplir es muy poca cantidad y esta averiguado por nosotros [...] y el dicho maestro enri-
de 1518. 19 de enero de 1514 y que suprimía definitivamente el cimborrio incluido en el proyecto en la reforma ante- que egas esta pagado de todo lo que ovo de aver de la labor de toda la dicha capilla asy por el destajo primero como
(Granada).
Foto: José M. Foto: Begoña
Salgado rior. Ahora podía resultar dificultoso levantarlo sobre una estructura no proyectada para tal fin, sobre todo por todas las otras mejoras” (Alonso Ruiz, 2007). Alonso Ruiz

140 Proyecto Andalucía 141


EL HOSPITAL REAL Y OTRAS OBRAS REALES EN GRANADA
La administración de las otras obras reales de Granada (el hospital Real, el convento de Santa Isabel o el de
San Francisco) tuvieron en común con la capilla Real una misma administración y un mismo equipo de trabajo
dirigido por un único maestro: Egas. Sin embargo, a diferencia de la celeridad en el comienzo de las obras de
la Capilla Real y de Santa Isabel, el hospital granadino –fundado, como las demás, por la reina Isabel la Católica
en septiembre de 1504—, tardó siete años en iniciar sus obras. No se encontró ubicación hasta 1511 en un osa-
rio fuera de la Puerta de Elvira, lugar calificado a finales del siglo como “de sol y aires que limpian los malos
vapores que salen de los enfermos” (Félez Lubelza, 1979). Mientras, las cuentas de la Corona recogen pagos
para el “espital del alhanbra”, como, el 23 de octubre de 1510, cuando constan 6.500 maravedíes para dicha
institución (Alonso Ruiz, 2006).

EL HOSPITAL REAL
Respecto al nuevo hospital Real, por la documentación del Archivo General de Simancas se puede precisar
la relación directa con la obra de Enrique Egas y sus colaboradores; además de Pedro de Morales, se cita al
albañil Miguel Sánchez de Toledo (que llegará a ser alarife de la ciudad), los canteros Gonzalo Díaz, un Pedro
López (diferente al maestro de la catedral de Jaén) y Francisco de Zamora, a los que se han añadido nombres
como Alonso López (“gascón”), Pedro del Río y Pedro de la Rambla. Los descargos del año 1513 evidencian
que la obra del hospital avanzaba bajo la supervisión de Juan de Marquina, el encargado de cobrar los dineros
de Enrique Egas ese año. Significativamente, Marquina provenía de contratar obras en el hospital Real de San-
tiago de Compostela, por lo que no resulta complicado imaginarle dirigiendo las cuadrillas del hospital grana-
dino. Morales consta como el veedor de las obras desde 1514 y hasta enero de 1520, coincidiendo en 1519 en
el cargo con Jerónimo de Palacios, también del círculo de Egas. embargo en Granada queda cada piso independiente, desarrollando su propia bóveda en este espacio (de cru-
cería, rebajada en forma de cuadrifolio de nervios curvos con cuadrado inscrito). A los lados, en los dos pisos
PRIMERA ETAPA se abren arcos carpaneles sostenidos por haces de columnillas que comunican el crucero con las cuatro cru-
Este primer período de la obra (desde su comienzo al relevo de los maestros en 1519) se corresponde con jías. El cuerpo superior del cimborrio, tal y como lo vemos hoy, con su decoración desaparecida y reformado
la finalización de los muros, de una novedosa estructura, ya que en 1521 se cubría el segundo piso. Se trata de en sucesivas ocasiones tras el incendio de 1549, es el elemento fundamental de toda esta mole de cantería
una planta de cruz inscrita en un cuadrado con cuatro patios, desarrollo de planimetrías previas aplicadas por gótica, el único elemento destinado a subrayar la verticalidad de un conjunto marcadamente horizontal. Des-
Egas en el hospital de Santiago de Compostela (trazado en 1499 y comenzado en 1501) y en el de Santa Cruz tacan los contrafuertes con pilares recambiados y su crestería; en este sentido, es el elemento más “decorado”
de Toledo (trazado en 1504). Los muros perimetrales se hacen en sillería de Alfacar, en ellos apenas se abren de toda esta etapa gótica.
vanos y son marcadamente góticos. Quizá también correspondan a Egas las galerías de arcos escarzanos del
muro meridional y del occidental, decoradas con capiteles de pomas (mientras los antepechos con los emble- SEGUNDA ETAPA
mas de los monarcas católicos y del joven Carlos V corresponderían a la segunda etapa). En el resto del sobrio Una segunda etapa se inicia en 1519 con la visita realizada a la obra por orden de Carlos V, lo que da como
muro se aprecia la moldura que separa las entreplantas del resultado cambios fundamentales en la dirección (desde 1521, Juan García de Praves estará a cargo de la can-
segundo piso y la amplia cornisa de remate, decorada en la tería y Juan de Plasencia será responsable de la carpintería) destinados a agilizar la conclusión del conjunto
fachada central con las características iniciales de los Reyes hospitalario. A esta fase corresponden la decoración de los patios, así como la portada principal y las ventanas
Católicos sostenidas por ángeles. Interiormente también es de la fachada, sin que se pueda relacionar a Egas con estas piezas, en las que parece decisiva la intervención de
palpable la desnudez decorativa en toda esta estructura de artistas italianizantes como Martín de Bolívar (discípulo de Siloe). Conviene resaltar en este punto la figura de
cantería; apenas destaca la portada de acceso a las crujías — Juan de Marquina, el discípulo de Egas ya comentado en los inicios de la obra granadina pero que, a diferencia
Superior:
en cuyo sencillo alfiz se repite la característica decoración de su maestro, daría el paso hacia el nuevo lenguaje renacentista, sin duda apoyado en sus contactos con artis- fachada
Derecha: del hospital
planta del de pomas—, mientras que el resto tiene un marcado carác- tas italianos (Rubio Lapaz, 1990). Este maestro parece tener un peso decisivo en esta segunda fase renacentis- Real
hospital Real ter arquitectónico. El único elemento que podría destacar ta del hospital, si se comparan las ventanas de la fachada principal con sus portadas para las iglesias de San de Granada,
de Granada obra del
(publicada en el conjunto hospitalario sería el crucero, que en el hospi- Andrés, San Cecilio o Niñas Pobres (Granada) (Félez Lubelza, 1979, p. 128). El hospital inicia su actividad en siglo XVII.
en Félez Lubelza, Foto: José M.
1979). tal de Santiago sirve para subrayar la unidad en altura y sin 1526 con la llegada de los enfermos, si bien su conclusión definitiva se retrasó por el incendio de 1549. Salgado

142 Proyecto Andalucía 143


Derecha:
dos imágenes
de la portada
de acceso
al crucero
del hospital
Real de
Granada.
Foto izda.: Clotilde
Lechuga
Foto dcha.:
Begoña
Alonso Ruiz

Superior:
Izquierda: muro
puerta de poniente
de acceso del hospital
a la capilla Real de Granada.
del hospital Foto: José M.
Real Salgado
de Granada.
Foto: Inferior:
Clotilde Lechuga detalle
de la galería
Derecha: del muro
cimborrio de poniente
del hospital Real del hospital Real
de Granada. de Granada.
Foto: Begoña Foto: Begoña
Alonso Ruiz Alonso Ruiz

144 Proyecto Andalucía 145


Convento
de San Francisco
de La Alhambra
(Granada).
Foto: Clotilde
Lechuga
OTRAS OBRAS REALES
• Convento de San Francisco de la Alhambra
Siguiendo con otras obras reales granadinas relaciona-
das con el período de maestría de Egas en la ciudad, las
cuentas del capellán mayor nos informan de la realización
de las mejoras que desde tiempo atrás reclamaba don Íñigo
López de Mendoza para San Francisco de la Alhambra, don-
de presuponemos la presencia del equipo de Egas. El conde
de Tendilla, en correspondencia epistolar con el rey don
Fernando entre los meses finales de 1504 y los primeros de
1505, expresaba su preocupación por la “excesiva” austeri-
dad del convento franciscano de la Alhambra donde reposa-
ba el cuerpo de la reina de manera provisional. El capellán
mayor nos da cuenta de que estas obras fueron realizadas;
declara el gasto de 393.623 maravedíes, desglosados en
71.627 maravedíes para engrandecer la iglesia “con vna tre-
bunylla” y otros pagos por hacer el arco de la capilla y ado-
bar el portal, losas para solar la capilla, engrandecer la puer-
ta de la iglesia, madera para los florones de los tableros de
las capillejas, dorar los tableros y dorar la capilla mayor, abrir
las ventanas en la capilla y adobar los mocárabes.
• Portada del convento de Santa Isabel la Real
En el mismo contexto se enmarca la fundación del nuevo convento de Santa Isabel la Real por la reina Isabel,
establecido primero en la Alhambra tras la dotación inaugural de 1504 y trasladado posteriormente a un antiguo
palacio de los reyes musulmanes, más tarde ocupado por el secretario real Hernando de Zafra. Sobre el conjun-
to de huertas y construcciones que configuraban este palacio se levantó el nuevo conjunto monasterial con su
compás, la portada de acceso de finales del siglo XVI, la iglesia y el claustro clasicista. Al período que nos ocupa
corresponde la iglesia donde se encuentra el único elemento relacionado con el arquitecto real: su portada. Se
trata de un espacio sencillo, de una única nave y coro a los pies, cubierto en el presbiterio ochavado con carpin-
tería gótica en forma de estrellas curvas con pinjantes en su interior, pechinas ojivales y un friso decorado con
grutescos, mientras la nave mantiene una armadura de madera decorada con pinturas renacentistas.
La intervención de Egas hubo de concentrarse en la portada de la iglesia. Aunque desconocemos detalles
documentales relativos a la construcción de este elemento y del conjunto, solo podemos aventurar que la
Izquierda:
intervención de Egas tuvo que producirse en torno a 1505, ya que en 1506 el maestro no estuvo en Granada y portada
de la iglesia
en 1507 el conjunto era habitado por las monjas clarisas. Sabemos, sin embargo, que el convento recibía entre de Santa Isabel
la Real
1509 y 1513 la cantidad de 378.000 maravedíes —aunque la documentación real no especifica si esta cantidad (Granada),
estaba destinada a obras o al común mantenimiento del convento, y bien podría corresponder a pagos de tra- realizada
hacia 1505.
bajos de decoración—. El hecho cierto es que en el escudo real de la portada que nos ocupa no figuran las Foto: Ximena
Hidalgo.
armas de Navarra, por lo que su cronología queda muy limitada. La portada de Santa Isabel está realizada en
Superior:
cantería, enmarcada por sendos contrafuertes de pilares recambiados que sostienen una moldura de cardi- detalle del
nas; sobre el arco de ingreso mixtilíneo, decoran el yugo y las flechas de los monarcas y su escudo en el centro. escudo real,
en la misma
Un segundo cuerpo tripartito albergaría unas esculturas hoy desaparecidas, todo ello decorado con las carac- portada.
Foto: Clotilde
terísticas pomas de la escuela toledana. Lechuga

Proyecto Andalucía 149


VISITAS A LA CATEDRAL DE SEVILLA
Cubiertas de la catedral
Por mandato del cabildo sevillano de febrero de 1512, se de Sevilla. En 1512
el cabildo sevillano
encarga a un peón que viaje a Toledo a llamar a maestre consulta a Egas
Enrique para que acuda a informar sobre la obra de recons- acerca de la
reconstrucción
trucción del cimborrio de la catedral de Sevilla, derrumbado del cimborrio
de la catedral,
a finales del año anterior. Es significativo que Egas sea el pri- derrumbado
el año anterior.
mer maestro al que se busca para ser consultado al respec- Foto: Javier Andrada
to, en esta ocasión junto con otros maestros de Jerez cuyos
nombres no se citan. El pago a Egas es de 50 ducados de oro
librados por el cabildo el 24 de febrero de 1512 “por la costa
que fiso en venir a ver la obra desta Sancta Yglesia e aconse-
jo como se tornará a fezer el zimborio que se cayo” (Archivo
de la catedral de Sevilla, Libro de Fábrica, 28, folio iv. Dato
cedido por Alfonso Jiménez Martín). A finales de abril, de
nuevo se acuerda enviar un peón a Granada “a llamar a
maestre Enrique y a otros maestros”. La visita se produjo en
mayo, siendo maestro mayor Pedro Morales, el ayudante de
Egas en el hospital Real. Consta en la documentación que en
la inspección acompañó a Egas otro viejo conocido, Pedro
López, maestro mayor de la catedral de Jaén, y que ambos
cobraron por el trabajo 30 ducados:
“[Al margen] Pedro de Morales maestro mayor. Item por
otro mandamiento del contador fecho a xviii de mayo de mdxii
años di al dicho Pedro de Morales diez mill e ochocientos qua-
renta e cinco maravedíes por los maravedíes e pan de su salario
de cuatro meses y medio que residio en la obra de esta Sancta
Yglesia e por doce dias que dio de comer a Maestre Enrique e a un
escudero e dos mozos e dos bestias por un mandamiento del
cabildo”. (Archivo de la catedral de Sevilla, Libro de Fábrica, 28,
folio v. Dato cedido por Alfonso Jiménez Martín).
Egas vuelve más tarde a Sevilla en mitad de los proble-
mas que habían surgido con el proyecto de cimborrio del
entonces maestro catedralicio Juan Gil de Hontañón. El 16
de junio de 1515 ya estaban en Sevilla maestre Enrique Egas
y Juan de Álava, “que son venidos a ver la obra desta santa
yglesia e que de todo lo neçesario”. Su visita a la obra se pro-
duce entre los días 20 y 28 de ese mismo mes, ya que en esta
última fecha en las actas del cabildo se puede apreciar el descontento ante las soluciones aportadas por los visitantes. Las cia de estos maestros en Sevilla, el cabildo decidió pedirles opinión sobre el otro gran problema de la catedral, la capilla de
palabras son contundentes: “Vista la mucha necesidad desta obra que tiene de maestros e como en estos reynos no ay los Reyes, “que estaba comenzada”. Siguiendo las actas capitulares, sabemos que el 7 de julio se escucha el parecer de los
persona que pa(ra) la dicha obra sea sufiçiente segun la experiencia lo ha mostrado”, piden que se busque “un maestro de tres arquitectos pero las actas solo recogen que se ocuparon del “cerrar la capilla de en medio e las colaterales a ella”, vota-
cantería que sea singular onbre en el dicho ofiçio de canteria” para que acuda a ver la obra. Recomiendan que no se escatime ron y decidieron, de acuerdo con el criterio de Juan Gil, la correspondencia entre todo el cuerpo de capiteles, volteando las
en dinero y “sino le fallare en Roma que lo busquen en fagan buscar a costa de la dicha fabrica en florençia e mylan o en otras bóvedas desde este. Acabada la labor de estos maestros (no existe constancia de su intervención en nada relacionado con la
partes” (Falcón Márquez, 1991). Aunque Egas y Álava habían sido llamados por el cabildo, sus informes no hicieron sino capilla Real), se paga a Egas y Álava el 11 de junio. El 24 de julio, una orden del cabildo mandaba averiguar las cuentas del gas-
reforzar la posición de Juan Gil frente al cabildo hispalense que defendía un crucero de carpintería. Aprovechando la estan- to realizado por el racionero Francisco López “con los maestros que vinieron a ver la obra” (Alonso Ruiz, 2005).

150 Proyecto Andalucía 151


CATEDRAL DE GRANADA LA IGLESIA MAYOR
Los comienzos de la obra de la catedral de Granada tam- DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN 1

bién están relacionados con la polémica sobre la capilla Real (ALHAMA DE GRANADA, GRANADA)
y las críticas del conde de Tendilla al proyecto de Egas para
ambas obras. Según se desprende de la carta crítica del con- La iglesia de Alhama se había iniciado al comienzo del siglo en
de de Tendilla del 12 de septiembre de 1509, existía desde la parte más elevada de la medina medieval de la villa reconquista-
14
1505 un plan global para la capilla Real y la nueva catedral de da en 1482. Por su importancia simbólica (prueba es su decora-
Granada. En el ya citado contrato de 1506 para la construc- ción con la divisa de los Reyes Católicos), se concibe como un 2

ción de la capilla Real, este punto también queda sobrada- templo de sillería de grandes dimensiones, con gran desarrollo en
mente claro en diversas cláusulas: “Yten, quel maestro que altura y tres tramos de nave cubiertos con bóvedas estrelladas,
13
esta obra [la capilla Real] hiziere sea obligado a sacar los más una cabecera cuadrangular. El maestro Bernardo Ximénez 3

çimientos de los quatro medios pilares de la yglesia [cate- dirige, desde 1505, la obra de la capilla mayor y los dos primeros
dral] que se ha de hazer, porque estos dichos çimientos se tramos hasta la tasación de esta parte por el maestro Rodrigo Her-
an de sacar juntamente con la pared de la capilla que viene a nández, al que Gómez-Moreno Calera le atribuye la traza del tem-
la parte de dicha yglesia, e sea de altura de una tapia en alto plo (Gómez-Moreno Calera, 1985-1986, p. 156). En el arco triunfal
12
4
sobre el suelo”, y más adelante se alude a la existencia de un campea el escudo de fray Hernando de Talavera, primer obispo
diseño para la catedral firmado por el propio Egas, el arzo- de Granada. En 1507 se encargaba a Pedro de Azpeitia la apertura
bispo y el contador Juan López. de dos nuevas capillas, una torre (de la que haría el primer cuer-
En ese año 1509 se habla de los “cimientos de la yglesia mayor” y Tendilla centra sus críticas a este proyecto po) y una ventana nueva en la capilla mayor. La decisión de 5 11
por la distancia entre el coro y el altar mayor , además de la situación de este desviado hacia oriente. Parece ampliar el templo con una nueva nave a los pies a partir de 1526 es
que esta crítica tenía más relación con el proyecto que con la apertura efectiva de los cimientos catedralicios, la razón que justifica la presencia de “maestre Enrique” en la obra,
ya que se acabó descontando al maestro de la obra (Egas) lo que podía valer abrir dichos cimientos, por lo que según la referencia del archivo de la renta de diezmos del arzobis-
se supone que Egas no cumplió en esta primera fase con lo acordado respecto a la catedral en el contrato de pado granadino (publicada por Gómez-Moreno Martínez, 1925,
1506. La obra catedralicia no se reactivó hasta 1518 ante el deterioro de la antigua mezquita cristianizada como p. 46). Este “maestre Enrique” —que trabajaría en la obra entre
Santa María de la O. Los esfuerzos del arzobispo Rojas y de los canónigos consiguieron que se produjera la 1526 y 1532— en un primer momento fue identificado con el 6 10

ansiada apertura de los cimientos del nuevo templo a mediados de 1521; consta entonces como maestro maestro de la capilla Real y la catedral granadina (Gómez-Moreno
mayor de las obras de las iglesias de esta ciudad “Rodrigo Hernández”, pero es Egas el supervisor de la obra Martínez, 1925), hipótesis mantenida por unos (Gila Medina, 9
desde comienzos de diciembre de 1521. Se le paga el 8 de diciembre por 32 días “que se ocupó en la venida 2003, p. 51) y discutida por otros (Gómez-Moreno Calera, 1985-
estada y vuelta a su casa, que vino a dar orden en la obra desta santa iglesia”. -1986).
Superior: Hernández presentaba en marzo de 1523 un informe sobre los gastos de la excavación de todos los cimien- Además de que Egas solía utilizar como firma un sencillo
planta
de la catedral tos; la primera piedra se colocaba el 25 de marzo, actuando Egas como maestro y Sebastián de Alcántara como “Enrique” (véanse sus informes para Salamanca), existen razo-
de Granada. aparejador. En mayo consta un nuevo pago a maese Enrique, “maestro mayor del edificio de esta santa yglesia nes de índole estilística para vincular el templo de Alhama con el
Fuente:
7 8
Rosenthal, de Granada”, por su estancia en la ciudad y “traza en el dicho edificio”. En abril de 1528 se paga a Egas por una arquitecto toledano. La portada de mediodía, que hoy se escon-
1990.
Foto: Begoña nueva inspección a la obra y por “ciertas muestras y traças que hizo para el edificio de la dicha Iglesia”, que de detrás de un pórtico barroco, está trazada en arco carpanel
Alonso Ruiz
Rosenthal identifica con dibujos parciales, de construcción, que no debían de apartarse mucho del proyecto de tres centros, similar al empleado por Egas en la portada de los
Derecha:
planta
original decidido en 1505 y discutido en 1509 según el cual se seguía el modelo toledano de templo de cinco pies de la capilla Real granadina y también decorada con cardi- E

de la iglesia 1. Capilla mayor


naves y cabecera con doble girola semicircular. Del proyecto, Egas dejó abiertos los cimientos y levantó los nas. En la de Alhama luce, además, el escudo del arzobispo 2. Altar de la Inmaculada
de Nuestra
3. Altar del Corazón de Jesús
Señora de la muros perimetrales de la cabecera, pero parece que no empezó a levantar ningún pilar interior. El nuevo arzo- Antón de Rojas (1507-24), el encargado de activar la apertura de 4. Altar de San Francisco de Paula
N S
Encarnación 5. Puerta lateral norte
(Alhama bispo don Pedro Ramiro de Alba contrataba, en junio de 1528, a Diego de Siloé, quien modificaba el proyecto, los cimientos catedralicios y buen conocedor, por tanto, del tra- 6. Altar de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
de Granada, 7. Acceso al coro
O
Granada). ajustándose al largo y ancho establecido por Egas, y dejaba sin usar algunos de los cimientos interiores de la bajo de Egas. El diseño de las bóvedas, así como la vinculación 8. Baptisterio
9. Capilla penitencial
Fuente: cabecera para abrir los de la nueva rotonda. Se materializaban así unos cambios en el proyecto que se habían de la obra con los Reyes Católicos y los arzobispos granadinos, 10. Capilla de San José
Gila Medina, 11. Puerta lateral sur
2003. ido fraguando desde que Carlos V visitase el edificio en 1526 y se decidiese la nueva función que debía cumplir son razones suficientes para mantener la vinculación de Egas 12. Altar y camarín de la Virgen del Rosario
13. Capilla de la Virgen de Fátima
Foto: Begoña
14. Antesacristía, sacristía y museo parroquial
Alonso Ruiz la cabecera como futuro panteón de la monarquía. con el templo.

152 Proyecto Andalucía 153


LA TRAZA DE LA CATEDRAL DE MÁLAGA
El 29 de marzo de 1528, Enrique Egas y Pedro López apro-
baban la traza y señalaban la superficie que debía ocupar la
cabecera de la nueva catedral de Málaga. El documento del
Archivo de la Catedral de Málaga refiere como ese domingo se
reunieron el provisor y el cabildo con el “maestro Enrique,
maestro mayor de la Yglesia de Toledo” y Pedro López cante-
ro (quizá el maestro de Jaén). Tras explicar el provisor que
“quería hazer començar a edificar la yglesia mayor desta çib-
dad, para lo qual él ha hecho hazer una de muestra e traça”
(de la que no se incluye autor), los citados maestros “dizen
que la dicha traça era muy buena y el tamaño de la yglesia es
muy buena y han señalado donde la dicha yglesia se edifique”.
“…E luego todos los dichos señores començaron a platicar
muy largamente con los dichos maestros, preguntándoles que tan-
ta largura, anchura y altura habia de tener la dicha yglesia y
quantas navadas —naves— y quantas capillas y que tan gran
cada una; y los dichos maestros dando cuenta y razón a cada cosa
que les hera preguntada. Y después de muy largamente aver prati-
cado en ello fue acordado por todos los dichos señores que la ygle-
sia se comiençe conforme a la traça y manera que los dichos maes-
tros allí mostraron, la qual se firmó del dicho provisor y de los
dichos maestros” (Suberbiola Martínez, 2001).

La primera piedra se colocaba el 29 de junio de 1529 y se


encarga del comienzo de los cimientos y parte del alzado de la
cabecera el propio Pedro López, que figura como maestro
hasta su muerte a comienzos de 1539: estuvo más de una
década vinculado a la obra. Diego de Siloé aparece en la fábri-
ca en 1539 y llega a la dirección de la obra malagueña en 1541.

• Colegiata de Santa María (Huéscar, Granada)


—ATRIBUCIONES— También dentro del campo de las atribuciones, se ha relacionado al maestro toledano con los primeros
• Iglesia de San Jerónimo (Granada) momentos de la construcción de la colegiata de Santa María de Huéscar, sin que se puedan hacer mayores pre-
En Granada se atribuye a Egas el modelo espacial de la iglesia de San Jerónimo por la semejanza de su cisiones documentales. Se trata de un templo que en origen sería de tres naves sin girola, cuyo cuerpo de
cabecera con la de la capilla Real. Las “capillejas” que figuran a los costados del presbiterio se encuentran tam- naves se levanta a mitad del siglo XVI según un diseño atribuido a Siloé y posiblemente realizado por Vandelvi-
Superior:
portada bién en esta iglesia, como primera copia del modelo cercano. De hecho, la fundación de San Jerónimo está ra con la presencia documentada de Rodrigo de Gibaja. A Egas en concreto le correspondería la portada de la
barroca
tras la que vinculada en un primer momento a la Corona y a Hernando de Talavera. Es en esta primera fase tardogótica en sacristía vieja por la semejanza con el momento estilístico de la capilla Real granadina.
se esconde
la portada la que intervino el ya conocido Pedro de Morales; un testigo informaba de que con anterioridad a 1505 había • Otras obras atribuidas a Egas fuera de Andalucía
gótica visto a este maestro junto a Pedro Ruiz, “alarifes de la ciudad”, trazando y acompasando una haza para abrir los Fuera de Andalucía, a Egas también se le relaciona con la iglesia de los Jerónimos de Madrid (De la Superior:
atribuida vista interior
a Egas, cimientos de la obra (Espinar y García, 2003, p. 13). Cabría pensar, por tanto, en un diseño del arquitecto real Morena, 1974, p. 57) por el modelo tan inusual de crucería que prescinde de terceletes en dos de los lados hacia la cabecera
en la iglesia de la iglesia
de Nuestra para esta obra no solo por la presencia de uno de sus discípulos más allegados, sino por la ya comentada cabe- de la bóveda, uniéndolos con ligazones transversales, como también ocurre en la colegiata de Torrijos de Nuestra
Señora de la Señora
Encarnación cera y la presencia de elementos góticos de su claustro principal. En esta fase apenas se abrirían los cimientos (Toledo). Esta obra, fundación de doña Teresa Enríquez —esposa del contador real don Gutiérrez de Cár- de la Encarnación
(Alhama (Alhama
de Granada,
de su iglesia y se comenzarían a levantar los muros, ya que se sabe que en 1520 se trabajaba a la altura de los fri- denas—, se relaciona con los hermanos Egas, que residían en dicho lugar. En Toledo, a Egas se le atribuye de Granada,
Granada). sos, y que Jacopo Florentino y Diego de Siloe llegarían en 1525 y 1528 respectivamente, cuando la iglesia cam- también la parroquial de Tembleque por la planta de una sola nave y su portada principal (Domínguez Granada).
Foto: Ximena Foto: Ximena
Hidalgo bia su función para convertirse en panteón del Gran Capitán y su familia, los duques de Sessa. Casas, 1993, p. 45). Hidalgo

154 Proyecto Andalucía 155


En 1528,
Enrique
Egas y Pedro
López
aprobaban
la traza
de la catedral
de Málaga, aquí
en su estado
actual, tras la
intervención
de Siloe,
Vandelvira
y Hernán Ruiz II.
Foto: José M.
Salgado
—HISTORIOGRAFÍA—
Enrique Egas fue para Justi el “mejor técnico”
en el final del gótico, como sin duda demuestra
su papel en obras como las catedrales de Toledo,
Coria, Plasencia, Sevilla, Salamanca, la seo de
Zaragoza, Jaén, Málaga o Granada, además de su
papel como arquitecto real en las obras de los
hospitales reales de la Corona o la capilla Real
granadina. Desde Ceán Bermúdez se le conside-
raba “el primer maestro que había importado a la
Península el nuevo arte toscano” al atribuirle
obras como el colegio de Santa Cruz de Vallado-
lid y el hospital de Santa Cruz de Toledo. Fue
Gómez-Moreno Martínez el primero que habló
de Lorenzo Vázquez en relación con Valladolid, y
más tarde se colocó a Alonso de Covarrubias en
Toledo, desmontando ese papel pionero de Egas
respecto al lenguaje renacentista. Desde los tra-
bajos de Azcárate sobre la arquitectura toledana
del siglo XV y de Chueca Goitia sobre la catedral
de Salamanca, Egas se presenta como un maestro
fuertemente apegado al último gótico toledano
en el que se había formado, “el más calificado
representante de la última etapa en la evolución
de la arquitectura gótica toledana”, lo que le llevó
a chocar con los nuevos planteamientos de la
arquitectura del primer tercio del siglo XVI, tanto
la corriente “romana” como la “moderna”, la tar-
dogótica.
Su disconformidad con los criterios de la
nueva arquitectura “al uso moderno” la demos-
tró en sus informes de 1523-1534 sobre la conti-
nuación de la catedral Nueva de Salamanca, en
los que se decantaba por el lenguaje gótico clási-
co caracterizado por la correspondencia entre
forma y función, como evidenciará toda su obra.
Gracias a estos informes podemos conocer
mejor su pensamiento arquitectónico, que justi-
Izquierda:
fica la individualización de cada moldura en la claustro
salida de los pilares de modo que quede clara la del monasterio
de San Jerónimo
diferencia entre las molduras de los arcos per- (Granada).
Foto: Clotilde
piaños y formeros y las de los nervios de la bóve- Lechuga

158 159
— AZCÁRATE RISTORI, J. M.ª, 1968, “Castilla en el tránsito al Renacimiento”, en España en las crisis del arte europeo, Consejo Superior de Investiga-
da (nervios cruceros y terceletes) “porque el arte lo pide”. Egas habla un lenguaje aún gótico, en el que existe una per- ciones Científicas, Madrid, pp. 129-135.
fecta correspondencia entre función y forma, por lo que no puede haber unificación de tamaños en formas con dife- — AZCÁRATE RISTORI, J. M.ª, 1971, “Sentido y significado de la arquitectura hispano-flamenca en la corte de Isabel la Católica”, en Boletín del Semi-
rentes funciones. Las iglesias deben mantener el planteamiento basilical y no el de naves a la misma altura con el que nario de Arte y Arqueología de Valladolid, tomo XXXVII, pp. 201-223.
“la yglesia no quedava alumbrada como conviene y parescería antes otra cosa que iglesia y pruévolo con la iglesia de — CASTRO SANTAMARÍA, A., 1992, “La polémica en torno a la planta de salón en la catedral de Salamanca”, en Academia, n.º 75, pp. 389-422.
— CASTRO SANTAMARÍA, A., 1994, “Un error de Llaguno que se arrastra hasta nuestros días: la supuesta visita a la catedral de Segovia de los maestros,
León, que ya vuestra merced avrá oydo dezir quén ynsigne es y quanta perfectión tiene”. Para Egas, las iglesias “de tres Álava, Covarrubias, Egas y Bigarny en 1529”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, n.º 6, Universidad Autónoma de
naves que mueven las dos hornezinas, la de en medio de una altura y en my verdad que tiene más corte de bodega que Madrid, pp. 109-120.
no de yglesia”. — LÓPEZ DE MENDOZA, Í. (Conde de Tendilla), 1973, Correspondencia del conde de Tendilla. I (1508-1509),(Biografía, estudio y transcripción de
Azcárate subraya que Egas se mantuvo fiel al estilo hispano-flamenco a lo largo de su vida, incluso acentuando el goti- Emilio Meneses García), Madrid, Real Academia de la Historia.
— CHUECA GOITIA, F., 1951, La catedral nueva de Salamanca. Historia documental de su construcción, Universidad de Salamanca, Salamanca,
cismo y apartándose de las referencias islámicas que se podían encontrar en la obra de uno de sus maestros (Guas); pp. 237-240.
“obtiene los efectos decorativos mediante la multiplicación y combinación de elementos puramente góticos. Combina — DE LA MORENA, A., 1974, “La iglesia de San Jerónimo el Real”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, X, pp. 47-78.
de las más diversas maneras los arcos más variados, entre los que sobresale, por su constante repetición, el arco de cua- — DE LA MORENA, A., 1979, “Nueva obra documentada de Antón y Enrique Egas; la iglesia Magistral de Alcalá de Henares”, en Anales del Instituto
tro centros de lados convexos”. En la misma línea, M. A. Zalama añade que “La falta de riqueza decorativa que esto supo- de Estudios Madrileños, pp. 65-67.
— DÍEZ DEL CORRAL, R. Y CHECA, F., 1986, “Typologie hospitalière et bienfaisance dans l´Espagne de la Renaissance. Croix grecque, pantheón,
ne la suple con la acentuación de los elementos estructurales que combina y multiplica”. chambre des merveilles”, en Gazette des Beaux Arts, CVII, París, pp. 118-126.
Todos los autores que se han ocupado de su obra coinciden al señalar que su aportación más original se realiza en el — DOMÍNGUEZ CASAS, R., 1993, Arte y etiqueta de los Reyes Católicos. Artistas, residencias, jardines y bosques, Ed. Alpuerto, Madrid, pp. 41-50.
campo de la arquitectura hospitalaria (a él se deben los hospitales Reales de Santiago, Toledo y Granada) y su original — DOMÍNGUEZ CASAS, R., 1995, “El entorno familiar y social del escultor Egas Cueman de Bruselas”, en Archivo Español de Arte, pp. 341-352.
planimetría basada en la planta de cruz con cuatro patios que articula de forma racional el espacio, y que rompe con lo — ESPINAR, M. Y GARCÍA, A. L., 2003, Conocer y visitar el Monasterio de San Jerónimo, Granada.
— FALCÓN MÁRQUEZ, T., 1991, “El edificio gótico”, en La catedral de Sevilla, Sevilla, pp. 100-144.
que hasta entonces había sido la tradición de plantas irregulares. Las influencias subrayadas para el desarrollo de esta — FÉLEZ LUBELZA, C., 1979, El hospital Real de Granada, Universidad de Granada, Granada.
tipología por parte de Egas van desde el posible conocimiento del hospital Mayor de Milán a través del tratado de Filare- — GALLEGO Y BURÍN, A., 1931, La capilla Real de Granada, Granada.
te, el hospital del Santo Spirito in Sassia en Roma o el de Santa María Nuova en Florencia. El primer ensayo lo realizan — GALLEGO Y BURÍN, A., 1953, Nuevos datos sobre la capilla Real de Granada, Granada.
los dos hermanos Egas en el hospital de Santiago de Compostela, donde construyen el hospital de patrocinio real — GARCÍA GRANADOS, J. A., 1988, “Problemas arquitectónicos en la capilla Real de Granada”, en Cuadernos de Arte. Universidad de Granada, 19,
pp. 45-63.
entre 1501 y 1511 distribuyendo su planta en forma de “T” por la adición de dos patios. Le sigue el hospital de Santa — GILA MEDINA, L., 2003, Alhama de Granada. Patrimonio artístico y urbano, Excelentísimo Ayuntamiento de Alhama de Granada, Granada.
Cruz de Toledo, levantado entre 1504 y 1515 por los testamentarios del cardenal Mendoza; ahora sus naves se dispo- — GÓMEZ-MORENO CALERA, J. M., 1985-1986, “Aproximación al gótico y mudéjar granadinos. La iglesia de la Encarnación de Alhama y el maestro
nen en cruz griega, situando en su crucero la capilla. La obra fue concluida por Alonso de Covarrubias con decoración mayor Rodrigo Hernández”, en Cuadernos de arte, Universidad de Granada, n.º 17, pp. 155-171.
ya renacentista. El tercero sería el hospital Real de Granada, iniciado en 1511, también dispuesto en cruz aunque — GÓMEZ-MORENO MARTÍNEZ, M., 1925, “Sobre el renacimiento en Castilla. II. En la Capilla real de Granada”, en Archivo Español de Arte, I, Madrid,
pp. 245-288.
posteriormente ampliado con la adición de más patios. El hospital Real de Valencia se añadía a esta lista en 1992 — GÓMEZ-MORENO MARTÍNEZ, M., 1926, “Documentos referentes a la Capilla real de Granada”, en Archivo Español de Arte, II, Madrid, pp. 99-128.
(Azcárate). En relación con el carácter conservador de su arquitectura, se ha discutido su autoría sobre obras como el — HEIM, D. Y YUSTE GALÁN, A. M.ª, 1998, “La torre de la catedral de Toledo y la dinastía de los Cueman. De Bruselas a Castilla”, en Boletín del Semi-
tramo del crucero del hospital toledano y la bóveda de la capilla del hospital gallego, ahora atribuidos a su hermano nario de Estudios de Arte y Arqueología, Valladolid, pp. 229-253.
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Este trabajo se incluye en el proyecto de investigación Arquitectura y poder: el tardogótico castellano entre Europa y América. Plan Nacional de — JUSTI, C., 1892, Estudios sobre el Renacimiento en España, Barcelona .
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