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UNIVERSIDAD NACIONAL DE MEDELLÍN

Maestría en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales


Conocimiento y Procesos de Formación

Nombres y apellidos: Jesús Antony Jurado Vallejo

1. ¿Cómo ha obtenido los conocimientos que tiene? ¿Hasta qué punto está seguro de
ellos?

Primero debo decir que demoré varias horas tratando de comprender la pregunta y al final, sin
haber investigado en ninguna parte, decidí que no la puedo responder.

Claro, pero el ejercicio en sí fue definir conocimiento, lo cual no logré hacerlo. Inclusive, recordé
que este verbo no puede utilizarse en la planeación de objetivos de clase por la dificultad que
representa su evaluación.

Si conocimiento es toda la información guardada en mi memoria, diría que la he obtenido a partir


del contacto con el medio y con las demás personas. Pero esta información es incalculable. Mucha
de ella requiere de concentración para recordarla ya que desde que nací estoy recibiendo
información.

La mayor cantidad de ella la obtuve a través de los órganos sensoriales. Pero hasta aquí, solo es
información.

Si el conocimiento es la capacidad de realizar algo con base en esta información, lo cual implica
procesos mentales que se realizan dentro del cerebro, diría que el conocimiento lo he obtenido no
solo por el contacto con los medios, sino que también por la experiencia.

Si el conocimiento son saberes, los he obtenido por ejercicio mental, que de alguna manera – que
no lo sé – están alojados en mi cuerpo. No me atreví a decir que es en el cerebro, porque puede
ser que estén en otras partes.

Sin embargo, ante mi incapacidad de definir, intuyo que en cuanto al “conocimiento” que tengo
estoy completamente seguro de ellos. Llegado el caso, podría morir si llegase la hora de tomar una
decisión que dependa de mis conocimientos. Es decir, que moriría por mi propia causa – por
desconocimiento – creyendo haber hecho lo correcto. Por ejemplo, yo sé que el monóxido de
carbono es tóxico para muchos seres vivos; pero que producimos en gran cantidad con los
motores de combustión de nuestros vehículos, pero como dichos niveles aún no son letales, sigo
en mi carro, tal vez condenando la próxima generación. Pero qué tal si dejo el carro prendido
dentro del garaje de mi casa…

2. ¿Cómo puede ampliarlos, mejorarlos o sustituirlos por otros más fiables?

No es normal que uno se dedique a cambiar los conocimientos que se tienen. Lo más común es
mejorarlos. Esto lo he logrado mediante la práctica, manipulando consciente o inconscientemente
variables, deteniéndose a analizar los procesos en cada una de sus etapas y cómo las variables
afectan los resultados, los cuales se facilitan mediante los procesos de medición.
Indudablemente, la mejor manera de hacerlo es mediante el estudio. Es y ha sido la academia el
factor que más ha influido en la mejora de mis conocimientos. Indudablemente ha sido el maestro
quien me ha ido enseñando las cosas más importantes que sé.

3. ¿De qué fuentes ha aprendido lo que sabe?

Si la fuente es el origen de las cosas. Son los científicos de todas las ramas quienes han generado
los conocimientos. Pero ha sido a través de la labor juiciosa e intencionada de quienes han sido
mis maestros quienes facilitaron el aprendizaje de mis conocimientos, a veces sin que ni ellos ni yo
mismo conozcamos el gestor de dichos conocimientos.

En cierta ocasión realicé estudios de ingeniería de sistemas a distancia (UNAD) y tuve la


oportunidad de aprender desde los libros. Hasta no adquirir la práctica, fue una tarea difícil. La
presencia del maestro es importante e irremplazable. Nos ayudábamos unos a otros,
compartíamos experiencias, pero el conocimiento adquirido no fue muy seguro. Y analizándolo
bien, no fue tan sustancial, pues se ha ido olvidando poco a poco.

Pero también he aprendido de mí mismo, quemándome, recibiendo descargas eléctricas, haciendo


daños, desbaratando, cortándome, cayéndome, golpeándome, etc. Experimentando con los
medios.

4. ¿Qué conocimientos fundamentales (estructurales) le ha dado la educación en todos sus


niveles (preescolar, básica, media, pregrado, posgrado)?

Preescolar: ninguna, pues no lo hice. En su lugar, aprendí a leer, a escribir y a realizar las
operaciones básicas porque mi madre me los enseñó. Estamos hablando de unos 45 años,
vivíamos en Puerto Asís, Putumayo. No había preescolar.

Primaria: aprendí valores como la amistad, a querer el estudio, a respetar a mis profesores.
Descubrí mi inclinación por los números, los animales y la tecnología.

Secundaria: de sexto a octavo vivíamos en Pasto. En este nivel, tuve la oportunidad de seleccionar
la modalidad de ciencias y matemáticas, lo cual me permitió sentar las bases de lo que más
adelante sería mi profesión. De noveno a undécimo en Ibagué, Tolima. Casi de manera
inconsciente aprendí las matemáticas, la biología y la química. O mejor, se me facilitó de manera
significativa su aprendizaje. Fui docente durante algo más de 20 años de estas tres asignaturas, en
los cuales enseñe lo que aprendí en este nivel. Lo más curioso, es que casi lo hago de la misma
manera que lo hicieron mis respectivos docentes. El de matemáticas con problemas de la
cotidianidad de nosotros como sus estudiantes, la de biología era la esposa del matemático, una
persona muy seria, que le gustaba que nosotros expusiéramos. Y el químico, Guillermo, con sus
chistes, cuentos, fonomímicas y ejercicios explicados casi que con plastilina. Yo estaba dedicado
exclusivamente a mi estudio. En mi casa, gozaba de un caluroso hogar sin problemas económicos.

Pregrado: Profundicé lo que mayoritariamente ya sabía. Mis conocimientos se ampliaron extensiva


y profundamente. Aunque reconozco que me falta muchísimo. Esto me permitió ser docente por
el mismo tiempo (unos 20 años) a nivel de pregrado en algunas universidades e instituciones de
educación superior del Putumayo. Siempre trabajé simultáneamente en colegio y universidad, ya
que los salarios eran bajos. Por eso fue que tomé la decisión de salir y experimentar otras
oportunidades en las que ganara un poco más. Hace 6 años soy coordinador en Medellín.

La situación en mi hogar cambió drásticamente, por eso, mi paso por la universidad se tornó
tedioso y en cierta forma esclavizante. Debía trabajar mientras estudiaba y mis padres se
separaban. Solo esperaba terminar mi carrera para salir de casa. Así fue que al terminar mi carrera
en la Universidad del Tolima, regresé al Putumayo a trabajar como docente.

Posgrado: ha motivado mi deseo de escribir lo que sé. Relatar mis experiencias y métodos. He
hablado con mis exalumnos y siempre han reconocido que fueron buenos los momentos que
pasaron conmigo dentro del aula. Todo estudiante merece vivir bonitas experiencias dentro del
aula. También ha motivado mi interés en procurar estrategias para que el docente de hoy día
enseñe mejor a sus estudiantes. Lo más importante es que a pesar de haber estudiado
licenciatura, reconozco que no se de pedagogía. A pesar de haber sido considerado en varias
ocasiones como un buen docente de mi colegio y uno de los mejores en la universidad; entre otras
porque la mayoría de los profesionales fueron alumnos míos, los conocimientos teóricos de
pedagogía no los tengo. Este interés apenas surgió en la maestría actual. Al inicio, elegí las
químicas, las biologías y muy poco aprendí de ellas. Esto quiere decir que es necesario evaluarlas.
Pero al realizar el trabajo de grado, me di cuenta que lo necesario es la pedagogía, y por eso curso
esta asignatura. Otra situación importante, es que en este posgrado he reflexionado sobre mi
quehacer como docente. Lástima que apenas lo hago, cuando ya no soy docente y estoy cerca de
mi retiro. Solo me queda dejar un legado a los que apenas incursionan en la labor docente, o al
menos eso espero.

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