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NOVENA IRRESISTIBLE AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

1. Oh Jesús mío que dijiste: "En verdad les digo: pedid y recibiras, buscad y encontraréis,
golpead y se la abrirá", he aquí que golpeo, busco y pido la gracia….
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Sagrado corazón de Jesús, ¡en Vos confío!

2. Oh Jesús mío, que dijiste; "en verdad os digo: Cualquier cosa que pidáis a mi Padre, en mi
nombre Él os la concederá", he aquí ha vuestro Padre, en vuestro nombre, pido la gracia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Sagrado corazón de Jesús, ¡en Vos confío!

3. Oh Jesús mío, que dijiste; "en verdad os digo: "Pasarán el cielo y la tierra, pero mis palabras
no pasarán jamás".
Sagrado corazón de Jesús, ¡en Vos confío!
Oh Sagrado corazón de Jesús, a quien sólo una cosa es imposible, esto es, la de no tener
compasión de los infelices, ten piedad de nosotros, miserables pecadores, y concédenos la
gracia que le pedimos por el intermedio del corazón inmaculado de vuestra y nuestra tierna
madre.
San José, amigo del Sagrado Corazón de Jesús, ¡Ruega por nosotros!

INVOCANDO AL DIOS DEL AMOR:


"Señor mío,
Sé la esperanza y la fuerza de mi corazón para no sucumbir ante las dificultades,
Sé el alimento de mi alma, el auxilio de mi debilidad, el escudo contra los que me quieren hacer
tropezar.
Sé mi fortaleza impenetrable en mis batallas más duras,
Sé mi refugio en tiempos de crisis.
Dame las fuerzas para resistir a toda tentación y de superarme cada vez con más fuerzas.
Se que no he conocido a una omnipotencia lejana, sino que eres un Dios vivo que camina
conmigo, una presencia viva que me acompaña en mi viaje hacia la eternidad.
Te amo Señor, no me ocultes tu rostro, que nunca me pierda ni me aleje de ti, ni de la
Santísima Virgen María.
Dios mío ven en mi auxilio, date prisa en socorrerme, Amén".

Oh Madre de bondad
Oh Madre de bondad, no me olvides cuando yo de ti me olvide.
No me abandones cuando yo te abandone.
Sígueme con tu celestial mirada
Y llámame cuando me aparte de ti
Búscame cuando me esconda
Ven a mi encuentro cuando huya
Domame en caso me rebele contra ti
🙇
Levantame cuando caiga
Condúceme por tu camino cuando me extravíe. Amén
______________________________
NOVENA A LA VIRGEN DE GUADALUPE
PRIMER DIA
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*
POSTRADO DELANTE DEL TRONO DE TU MAJESTAD. TE ELIJO POR MI REINA Y MI SEÑORA

Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.
Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis
pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para
nunca más pecar.

Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén".

Primer Día
"¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con que ciñes tus sagradas sienes publica que eres
Reina del Universo.

Lo eres, Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del Altísimo tienes absoluto poder y
justísimo derecho sobre todas las criaturas.

Siendo esto así, yo también soy tuyo; también pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento con
ser tuyo por tan alta jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto es, por
elección de mi voluntad.

Ved que, aquí postrado delante del trono de tu Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este
motivo quiero doblar el señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los
designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos.

Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por tu cuenta.
Confío en tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel Señor
que tanto complace al mundo. Amén.

Se dicen las intenciones de la novena


y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

¡Oh Virgen Inmaculada


Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial
confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de
nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y
nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo
ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su
Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a
los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el
Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor
con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy
unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos,


ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas y pecados en el
sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son como las
huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de
odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

SEGUNDO DÍA:
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*
ENRIQUEZCAS CON LOS DONES DE CARIDAD FERVOROZA, HUMILDAD PROFUNDA Y OBEDIENCIA
PRONTA

Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío
por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar.
Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén".

Segundo Día

¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué bien se conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de
Dios, pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante el pecho en
ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde el trono de gloria como Reina de
los Ángeles y hombres haces también oficio de abogada, rogando y procurando a favor nuestro.

¿Con qué afectos de reconocimiento y gratitud podré pagar tanta fineza? Siendo que no hay en todo mi
corazón suficiente caudal para pagarlo.

A ti recurro para que me enriquezcas con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de
una humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor.

Esfuerza tus súplicas, multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al Todopoderoso me haga suyo y me
conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu intermediación en la gloria. Amén

Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

¡Oh Virgen Inmaculada


Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial
confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de
nosotros, los pecadores te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y
nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo
ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su
Iglesia:
No nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a
los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el
Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy
unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos,


ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son como las
huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de
odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

TERCER DIA:
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*

"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío
por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar.
Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén".

Tercer Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del sol, sino
que estás íntimamente unida al Sol de la Divinidad, que no hay en tu casa ninguna cosa que no sea luz,
que no sea gracia y que no sea santidad!
¡Qué puedo creer sino que estás anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios
te tiene siempre en su Corazón! Sea para bien, Señora, tan alta felicidad.
Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ello me causa, me presento delante del trono de tu soberanía,
suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón: ilumina con su luz mi
entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que acabe yo de persuadirme de que vivo
engañado todo el tiempo que no empleo en amarte ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de
persuadirme que me engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi Dios y cuando no
te amo a Ti por Dios. Amén.

Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

*Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe*


¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor
nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de
nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y
nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo
ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su
Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos
por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y
de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el
Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.


con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy
unidas, y bendice la educación de nuestros hijos. Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos
a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de
nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son como las
huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de
odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

CUARTO DIA
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*

ENTRA A REGISTRAR MI CORAZÓN Y VERÁS QUE NO LA MUEVEN OTRAS ALAS SINO


LAS DEL DESEO DE SER TUYO

Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien
sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.
Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me
daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora
la Virgen de Guadalupe. Amén".

Cuarto Día
¡Oh Santísima María de Guadalupe! Si un ángel del cielo tiene por honra tan grande suya estar
a tus pies y que en prueba de su gozo abre los brazos y extiende las alas para formar con ellas
repisa a tu Majestad, ¿qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, no ya
la cabeza, ni los brazos, sino mi corazón y mi alma para santificándola con tus divinas plantas
se haga trono digno de tu soberanía?

Dígnate, Señora, de admitir este obsequio; no lo desprecies por indigno a tu soberanía, pues el
mérito que le falta por mi miseria y pobreza lo recompenso con la buena voluntad y deseo

Entra a registrar mi corazón y verás que no lo mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo
y el temor de ofender a tu Hijo divinísimo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá
dándole entrada a la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Haz que no vivan en él sino
Jesús y María. Amén.

Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un


Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe


¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con
filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al
encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo
nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras


enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos
lo ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo
en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que
conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a
Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda


hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de
sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares


la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste
en tu seno la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si


caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas y
pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son
como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de
mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de
tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén

QUINTO DIA
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*

BENDITA MIL VECES LA MANO


DE AQUEL DIOS QUE SUPO UNIR EN TI HERMOSURA CON PUREZA
Acto de Contrición

"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien
sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.
Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me
daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora
la Virgen de Guadalupe. Amén".

QUINTO DIA
¿Qué correspondía a quien es un cielo por su hermosura, sino uno lleno de estrellas? ¿Con
qué podía adornarse una belleza toda celestial, sino con los brillos de unas virtudes tan lúcidas
y tan resplandecientes como las tuyas?

Bendita mil veces la mano de aquel Dios que supo unir en ti hermosura tan peregrina con
pureza tan realzada, y gala tan brillante y rica con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora,
absorto de hermosura tan amable, y quisiera que mis ojos se fijaran siempre en ti para que mi
corazón no se dejara arrastrar en otro afecto que no sea el amor tuyo.

No podré lograr este deseo si esos resplandecientes astros con que estás adornada no
infunden una ardiente y fervorosa caridad, para que ame de todo corazón y con todas mis
fuerzas a mi Dios, y después de mi Dios a Ti, como objeto digno de que lo amemos todos.
Amén.

Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe


¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con
filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al
encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo
nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,


nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos
lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo
en su Iglesia:
No nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que
conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a
Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda


hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de
sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares


la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste
en tu seno la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si


caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas y
pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son
como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de
mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de
tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.

SEXTO DIA
QUE SEA COMO LA LUNA QUE ESTÁ A TUS PIES, ESTO ES, FIRME SIEMPRE EN TU
DEVOCIÓN AMOR
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*

Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien
sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.
Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me
daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora
la Virgen de Guadalupe. Amén".

Sexto Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué bien dice a tu soberanía ese tapete que la
luna forma a tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y
quedando superior a todo lo creado jamás padeciste el menguante de la más ligera
imperfección: antes de tu primer instante estuviste llena de gracia.

Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo
estabilidad en la virtud y sólo soy constante en mis viciosas costumbres.

Duélete de mí, Madre amorosa y tierna; ya que soy como la luna en mi inconstancia, sea como
la luna que está a tus pies, esto es, firme siempre en tu devoción y amor, para no padecer los
menguantes de la culpa. Haz que esté yo siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya
no temeré los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones,
detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios. Amén.
Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un
Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe


¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con
filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al
encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo
nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras


enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos
lo ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo
en su Iglesia:
No nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que
conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a
Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en
todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en
la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el
mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si


caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas y
pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son
como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de
mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de
tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.

SÉPTIMO DÍA
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*
PUES MI DESEO ES QUE MI CORAZÓN NO SE EMPLEE EN OTRA COSA QUE EN AMARTE Y AMAR A DIOS

Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien
sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.
Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me
daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora
la Virgen de Guadalupe. Amén".

Séptimo Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Nada, nada veo en este hermosísimo retrato que
no me lleve a conocer las perfecciones de que te dotó el Señor a tu alma inocentísima.

Ese lienzo grosero y despreciable; ese pobre pero feliz ayate en que se ve estampada tu
singular belleza, dan claro a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y
fundamento a tu asombrosa santidad.

No te desdeñaste de tomar la pobre tilma de Juan Diego, para que en ella estampase tu rostro,
que es encanto de los ángeles, maravilla de los hombres y admiración de todo el universo.

Pues, ¿cómo no he de esperar yo de tu benignidad, que la miseria y pobreza de mi alma no


sean embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima?

Yo te ofrezco las telas de mi corazón. Tómalo, Señora, en tus manos y no lo dejes jamás, pues
mi deseo es que no se emplee en otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amén.

Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un


Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe


¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con
filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al
encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo
nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras


enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos
lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo
en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que
conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a
Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en
todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en
la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares


la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste
en tu seno
la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si


caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas y
pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son
como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de
mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de
tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.

OCTAVO DÍA
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*

ABRE EL SENO DE TUS PIEDADES A QUIEN ES TAN MISERABLE: DALE LA MANO A


QUIEN CAÍDO TE INVOCA

Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien
sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.
Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me
daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora
la Virgen de Guadalupe. Amén".

Octavo Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué misteriosa y qué acertada estuvo la mano del
Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa orla de oro finísimo que le sirve de guarnición!
Aludió sin duda a aquel finísimo oro de la caridad y del amor de Dios con que fueron
enriquecidas tus acciones. Y ¿quién duda, Señora, que esa tu encendida caridad y amor de
Dios estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no, por verte triunfante en la patria
celestial, te has olvidado de nosotros?

Abre el seno de tus piedades a quien es tan miserable; dale la mano a quien caído te invoca
para levantarse; tráete la gloria de haber encontrado en mí una misericordia proporcionada,
más que todas, a tu compasión y misericordia. Amén.

Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un


Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

¡Oh Virgen Inmaculada


Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con
filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al
encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo
nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras
enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos
lo ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino


de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
No nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que
conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a
Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda


hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de
sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.

Con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si


caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas y
pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son
como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de
mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de
tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.

NOVENO DÍA
DIGNATE SOLO A MIRARME Y YA CON ESTO ALENTARE MIS ESPERANZAS
*de la Novena a la Virgen de Guadalupe*

Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien
sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.
Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me
daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora
la Virgen de Guadalupe. Amén".

Noveno Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué cosa habrá imposible para ti, cuando multiplicando
los prodigios, ni la tosquedad ni la grosería del ayate le sirven de embarazo para formar tan
primoroso tu retrato, ni la voracidad del tiempo en más de cuatro siglos ha sido capaz de
destrozarle ni borrarle?

¡Qué motivo tan fuerte es este para alentar mi confianza y suplicarte que abriendo el seno de
tus piedades, acordándote del amplio poder que te dio la Divina Omnipotencia del Señor, para
favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi alma la imagen del Altísimo que han
borrado mis culpas!

No embarco a tu piedad la grosería de mis perversas costumbres, dígnate sólo mirarme, y ya


con esto alentaré mis esperanzas; porque yo no puedo creer que si me miras no se conmuevan
tus entrañas sobre el miserable de mí. Mi única esperanza, después de Jesús, eres tú, Sagrada
Virgen María. Amén.

Se dicen las intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un


Gloria.

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

¡Oh Virgen Inmaculada


Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con
filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al
encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo
nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras


enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos
lo ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
No nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que
conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a
Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda


hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de
sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.

Con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si


caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas y
pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son
como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de
mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de
tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.

______________________________NOVENA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

PRIMER DIA
Te suplicamos te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto al cielo.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad
infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo.

Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad. Dios, Padre
celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los
fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvandolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio.

Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial
por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi
plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día primero:
Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad
perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están
purificando en el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas
penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.

Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
Segundo Día
Nos unas más contigo y que nuestras oraciones aprovechen a la ánimas del purgatorio

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre
todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque
podéis castigarme con las penas del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia


propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere
impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las
almas de los fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha.

Te pido que por tu misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular,
N... Llévalas de la prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de
tu gloria. Amable Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu
preciosísima Sangre, salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero
aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis
difuntos padres, hermanos,hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria
para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día segundo:
Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como
miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y
que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros
hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.

Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
TERCER DIA
Concédenos la gracia de nunca pecar , y ten misericordia de los que lo pudieron.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad
infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere
impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las
almas de los fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Djios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero
aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis
difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria
para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día tercero:
Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra:
concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no
pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo,
satisfacer en ésta vida y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos
llévalos pronto a su descanso.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.
Oración por los padres difuntos
¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.

Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
Cuarto Día
Danos temor de los pecados veniales y librarlos a ellos de sus penas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad
infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las
almas de los fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero
aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis
difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria
para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día cuarto:
Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o
en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por
haberlos cometido, están ahora purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los
pecadores de sus penas, llevándoles a la gloria eterna.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.

Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
Quinto Día
Concédenos las virtudes de la mortificación y de la Caridad.
Y acepta nuestra Caridad.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad
infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las
almas de los fieles difuntos.
Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero
aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis
difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria
para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día quinto:
Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no
tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no
hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso
nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.
Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
Sexto Día
TE ROGAMOS POR LOS PADRES PARIENTES Y AMIGOS DE CUANTOS HACEMOS ESTA
NOVENA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo.

Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad. Dios, Padre
celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los
fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio.

Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial
por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi
plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna.
Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del
Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del Reino que ha sido
preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día sexto:
Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y
distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero
especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, para que
logren el descanso eterno.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.
Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
SEPTIMO DIA
TE SUPLICAMOS SEÑOR POR LOS QUE MURIERON SIN PREPARARSE Y POR TODOS
LOS DEMÁS

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las
almas de los fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvándolas de la muerte eterna.
Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero
aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis
difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria
para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día séptimo:
Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien
los últimos sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en
el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse
y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir
bien los últimos sacramentos.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.

Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
OCTAVO DIA
OYE MI CLAMOR DE COMPASIÓN POR ELLOS Y HAZ QUE DISFRUTEN PRONTO DEL
DESCANSO ETERNO.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las
almas de los fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero
aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis
difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria
para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.
Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

Día octavo:
Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los
bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se
purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus
deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera
los bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.

Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
______________________________
NOVENO DÍA
TE OFRECEMOS NUESTRAS OBRAS.
LOS DE TODOS TUS SANTOS Y SANTAS
LOS DE TU MADRE Y TUS MÉRITOS

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de
las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de
tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las
almas de los fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu
misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... Llévalas de la
prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable
Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre,
salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta
benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero
aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis
difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria
para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido
y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con
la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras
que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del
Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).

DIA NOVENO:
Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus
hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de
descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para
pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y
Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus
manos su libertad y la gloria eterna.

Oración por un miembro de la familia


¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con
piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por
ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto
del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.

Oración por los padres difuntos


¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre
(madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno
fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración para las almas del purgatorio


(El Señor le dijo a Santa Gertrudis, vidente del Sagrado Corazón de Jesús, que cada vez que
rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio).

Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las
Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por
todos los pecadores del mundo.

Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia.
Amén.

Oración final
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti
glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de
su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y
el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han
muerto en el regazo del Señor. Amén.
INTENCIONES PARA TODA LA NOVENA

🙏🏼 Por las benditas almas del purgatorio más olvidadas, para que nuestras oraciones les
alcancen su pronta liberación.

🙏🏼 Por aquellos que se encuentran purgando una pena por haber sido malos
gobernantes, y haber cometido pecados de omisión en acciones que hacían bien al
pueblo que Dios puso en sus manos.

🙏🏼 Por aquellos padres y madres de familia que no cumplieron con la misión de ser
padres bajo la visión de Dios, formando a sus hijos en valores éticos y cristianos.

🔥 Ofrezcamos las Eucaristías en la que participemos, por las almas de los Sacerdotes
que estén en estado purgante. 🔥

En esta novena, nos encomendamos a Santa Teresa de Calcuta.


Trató de apagar la sed de Cristo clavado en la cruz atendiendo con eximia caridad a los
hermanos más pobres, y fundó las congregaciones de Misioneros y Misioneras de la
Caridad, para servir a los enfermos y abandonados.
Empecemos a seguirla con más atenció con sus obras que daban testimonio de la
alegría de amar y de la grandeza y dignidad de cada persona humana.

Nació un 26 de agosto de 1910 en Skopje, Albania. Fue la menor de los hijos de Nikola y
Drane Bojaxhiu. La bautizaron con el nombre de Gonxha Agnes.
Al final de su vida y a pesar de sus problemas de salud, Madre Teresa continuó sirviendo
a los pobres. Después de encontrarse por última vez con San Juan Pablo II, retorna a
Calcuta y el 5 de septiembre de 1997 volvió a la Casa del Padre.
______________________________
Semana del 30 -31 de octubre y 1 de noviembre

🔥
*Esta semana nos unimos como Iglesia militante por la iglesia purgante, por motivo del
próximo día de los fieles difuntos.*

Juan 11, 1-45


_Le dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí , no habría muerto mi hermano.
Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas”. Jesús dijo: “Tu
hermano resucitará”. Marta respondió: “Ya sé que resucitará en la resurrección del
último día”: Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, no morirá
para siempre. ¿Crees tú esto? Ella le contestó: “Sí, Señor, creo firmemente que tú eres el
Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”.
______________________________NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA
VIRGEN MARÍA
PRIMER DIA
En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS:


Virgenn María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor,
porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo,
ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón.

Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza
en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma,
y lo que Te pido en esta Novena, si él, así lo quiere, según la Voluntad de Dios Padre, para
mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

PRIMER DÍA:
Virgen María, ¡Bendita Tú entre todas las mujeres!.

Tú que fuiste predestinada desde toda la eternidad, y elegida entre todas las mujeres, para ser
la Madre del Hijo de Dios, por lo cual Dios infundió en tu alma todas las virtudes y el Espíritu
Santo te colmó con todos sus dones e inflamó tu corazón en el amor de Dios.

Te ruego, -ya que dicen que amarte es señal de predestinación-, que enriquezcas mi alma con
el amor, las virtudes y frutos que necesito, para que mi vida sea digna de hija de Dios y de hija
tuya, para que imitándote a Ti, vaya uniendo más y más estrechamente mi voluntad a la
Voluntad de Dios y así como con tu "SI", a Su Voluntad dio inició la Historia de la Salvación , al
tomar carne el Hijo de Dios en tus entrañas por obra del Espíritu Santo, también yo, haga de mi
vida un "SI", y pueda emplear mi vida en el amor y servicio de Él y de la Iglesia, convirtiéndose
en instrumento de salvación para los demás.

Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad.
Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu
Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
______________________________
SEGUNDO DIA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS:


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón.

Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza
en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma,
y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria
Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

SEGUNDO DÍA:
Virgen María, siempre inmaculada, "bendito el Fruto de tu vientre".

Tú que desde el primer instante de tu concepción fuiste preservada por Dios de toda mancha
de pecado y llena de gracia , para que llegada la "Plenitud de los tiempos" su Divino Hijo,
llevando a cumplimiento el plan providencial de la Santísima Trinidad sobre la salvación de los
Hombres, se encarnase en Ti por obra del Espíritu Santo, quedando Tú introducida ya desde
aquel primer anuncio en el Misterio de Cristo tu Hijo para siempre.

Te suplico por tu Inmaculada Concepción que me concedas Tu auxilio para que mantenga
siempre mi alma limpia de pecado y el Espíritu Santo pueda formar Contigo y en Ti a Jesús en
mi corazón y llena de sus dones como Tu, sea una digna morada de la Santísima Trinidad.

Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad.
Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu
Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
______________________________
TERCER DÍA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS:


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón.

Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza
en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma,
y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria
Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

TERCER DÍA:
Virgen María, Modelo de humildad y de obediencia a la Voluntad de Dios.

Tú que te llamaste a Ti misma "esclava del Señor", Tú que te gozaste en tu pequeñez, que Te
consagraste del todo a Ti misma, ¡con todo tu ser a la Persona y a la obra salvífica de Jesús!,
haciendo de tu vida no sólo un continuo canto de amor, de alabanza y de gratitud a Dios, sino
también un continuo acto de servicio, cooperando así en la redención con humildad y fidelidad.

Te suplico que me alcances del Señor que llena de ese amor, llena de fe y con un corazón
humilde y generoso, pueda a ejemplo Tuyo, hacer de mi vida un continuo acto de servicio a su
Persona y a su misión salvadora, siendo instrumento de salvación en sus Manos para otros y
para la total y completa instauración de su Reino y de la Iglesia en el mundo, para que así un
día Contigo pueda proclamar las grandezas de Dios y cantar por siempre sus Misericordias.

Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad.
Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu
Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen
______________________________
CUARTO DÍA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón.
Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza
en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma,
y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria
Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

CUARTO DIA:
Virgen María, Maestra de oración y de silencio, primera oyente y discípula de Jesús.

Tú que como nadie conociste y viviste los Misterios de la Encarnación y de la Redención, Tú


que guardaste y meditaste en tu Corazón con fe, esperanza y amor, las palabras que te fueron
dichas de parte de Dios y los acontecimientos que constituyeron los Misterios de la infancia y
de la vida de Jesús, descubriendo poco a poco a través de todo ello los misteriosos e inefables
designios de Dios Padre sobre la salvación de los hombres Te ruego que me alcances de Dios
esa fe fuerte , firme e indestructible, esa esperanza contra toda esperanza y ese amor ardiente,
pleno y total que adornaron tu Corazón, para que acepte siempre en mi vida los misteriosos
designios de la Voluntad de Dios, vea en todo su Providencia que sólo desea mi bien y sea
para otros testimonio de fe y de esperanza.

Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y
en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo
siglos de los siglos. Amen.
______________________________
QUINTO DÍA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón.
Por esto te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza
en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma,
y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria
Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

QUINTO DIA:
Virgen María, madre, auxilio, salud, refugio, consuelo, socorro, abogada de todos aquellos que
te necesitan y acuden a Ti con confianza y amor.

Tú que yendo a visitar a tu prima Sta. Isabel y luego en las Bodas de Caná, me diste ejemplo
de amor ,de generosidad y solidaridad con el prójimo, manifestándose en ambos momentos a
través de Ti, la Divinidad y el poder de Jesús.
Enséñame a tener ese espíritu de generosidad y de solidaridad para con todos los que forman
parte de mi vida, con todos aquellos que de algún modo necesiten mi ayuda, especialmente
con los mas pobres y también en aquellas necesidades por muy lejanas que estén en las que
sea necesario el "milagro" y el poder de la caridad; que como Tú y con tu ayuda también yo
lleve a Jesús allí adonde vaya , para que descubran a través de mí "sierva inútil", el poder y la
misericordia de Jesús y como Tú en mi oración presente siempre y sin cesar a Dios Padre las
necesidades de los hombres y del mundo.

Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad.
Pídeselo por mi y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu
Santo por todos lo siglos de los siglos. Amen.
______________________________
SEXTO DÍA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te
suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de
corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas
y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido
en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza
Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

SEXTO DÍA:
Virgen Santísima de los Dolores.
Tú que como nadie viviste, "sentiste" y sufriste en Tu Corazón de Madre , el desamor, la
persecución, la calumnia , la dolorosísima Pasión y Muerte que sufrió Jesús por nuestra
salvación, alcánzame del Espíritu Santo la fe, el amor y el don de fortaleza que llenaron tu
Corazón en aquellos momentos, para que también yo acepte con amor y una los sufrimientos
de mi vida, a los de Jesús y a los Tuyos, para completar en mi carne -como decía S. Pablo- lo
que le falta a su Pasión en bien de la Iglesia y por la salvación de las almas.

Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y
en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo
siglos de los siglos.
Amen.
______________________________
SÉPTIMO DIA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te
suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de
corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas
y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido
en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza
Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

SÉPTIMO DIA:
Virgen María, Madre de Dios y Madre de todos los Hombres.

Tú que estuviste junto a Jesús clavado en la Cruz, y sin duda te asociaste con entrañas de
Madre a su sacrificio, y te ofreciste con Él al Padre para la salvación de todos los Hombres ,
engendrándonos como hijos tuyos al pie de la Cruz en la persona de S. Juan a costa de
dolores tan inmensos y amargos, defiende nuestra causa con tu protección maternal y tu
intercesión "omnipotente" ante Dios. Obtennos a los que amamos y seguimos a Jesús el
incesante socorro de su gracia, para que nos mantengamos fieles a las exigencias y a los
compromisos de nuestro Bautismo y demos testimonio de Él con toda nuestra vida y para que
podamos luchar contra los enemigos de nuestra salvación y no nos alejemos de Él por el
pecado. Y ya que eres Madre de Bondad y de Misericordia ora sin cesar por tantos Hombres,
que viven en pecado, cerrados a su Misericordia; de espaldas a Él o negando su existencia.
"Pon" ante Dios Padre, los brazos de Jesús abiertos en la Cruz, para que mantenga siempre
sus brazos abiertos dispuestos a acoger en un abrazo de amor y de perdón a todos los
hombres por los que Jesús entregó su vida, aunque sea en el último instante de las suyas.
Madre de los pecadores y Madre de la Vida, ruega por nosotros.

Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y
en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo
siglos de los siglos. Amen.
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OCTAVO DIA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te
suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de
corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas
y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido
en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza
Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

OCTAVO DIA
Virgen María, Madre y Modelo de la Iglesia.

Tú que unida como una discípula más, a los Apóstoles y discípulos en el Cenáculo, esperaste
orando e invocando sin cesar, el Don del Espíritu Santo prometido por Jesús antes de su
Ascensión al Cielo. Alcázares, que unida en oración con la Iglesia, implore a Dios que se
realice en Ella un Nuevo Pentecostés, que El la una en la paz y en el amor y renueve y
transforme los corazones de todos los cristianos, para que llenos de sus dones nuestra vida
sea un testimonio de fe, de esperanza y de amor como la tuya y seamos ejemplo de santidad
en este mundo tan secularizado, adonizado y alejado de Dios, para que así los Hombres crean
que Jesús es el Salvador, el Hijo enviado, predilecto y amado del Padre y escuchando su voz,
crean y amen al Padre, y aceptando la Salvación vivan como salvados.

Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y
en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo
siglos de los siglos. Amen.
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NOVENO DIA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de confianza y amor, porque
creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha
querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te
suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de
corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas
y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido
en esta Novena, si es según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza
Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

NOVENO DIA:
Virgen María, Reina y Señora de los Ángeles.

Tú que fuiste Asunta en cuerpo y alma al Cielo, y coronada como Reina y Señora de Cielos y
Tierra y gozas ya sentada a la diestra de Jesús de la Unión , de la Gloria eterna y del Amor de
la Santísima Trinidad . Guíame acompáñame y protégeme en mi peregrinaje de la fe hacia la
vida eterna, para que no me aparte de Jesús, único y verdadero Camino hacia el Padre y en la
hora de la muerte experimente tu poderosa intercesión y protección maternal .y así Contigo
pueda alabar, adorar y gozar de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo por toda la eternidad.

Rezar tres Ave María en honor de la SantísimaTrinidad y Gloria.

ORACIÓN FINAL
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te
solicita en favor mío ; "sentirla", amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su
intercesión "todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada" y defendida por
Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos
los Ángeles y Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mi y
en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos lo
siglos de los siglos. Amen.
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VIACRUCIS 2019
(14 estaciones)
Iniciamos este viacrucis
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo

Señor, que esta meditación de tu pasión nos anime y ayude a tomar la Cruz de nuestra vida y a
seguirte.

🙇💖🌹
Te lo pedimos por la intercesión de Santa María Virgen, y en el nombre poderoso de Jesús.
Amén

1- Estación: 1
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE:
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Pilatos, mandó sacar a Jesús y dijo a los judíos, aquí tienen a su Rey, pero ellos gritaban,
¡fuera!, ¡fuera!, ¡crucifícalo!, entonces Pilatos, se los entregó para que fuera crucificado.

Por la envidia de los fariseos y la debilidad de Pilatos, Jesús fue juzgado injustamente y
condenado a muerte…

Porque yo también te he juzgado y condenado en mis hermanos y hermanas, y he dejado


con mi silencio, que otros lo hagan.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo…

2- Estación 2
JESÚS CARGA CON LA CRUZ.
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Los judíos tomaron a Jesús, y cargando la Cruz, salió hacia el lugar, llamado calvario.
Simplemente se la echaron encima, sin ninguna consideración y Él no la rechazó.

Por las veces, que yo he dejado, caer la Cruz de mis obligaciones diarias y he renegado
de la de mis penas y enfermedades,
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo…

3- Estación: 3
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste
al mundo.

He ofrecido mi espalda, a los que me golpeaban, mis mejillas, a los que me arrancaban la
barba, no aparté la cara, ni de los ultrajes, ni de la salivas que me echaban.

No es fácil llevar la Cruz, muchas veces cae uno vencido bajo su peso.

Por las ocasiones en que he tardado tanto en levantarme y por todos mis hermanos que
ya no se han levantado.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo…

4- Estación: 4
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz, redimiste al mundo

Y a ti, una espada te atravesará el alma, hay muchas ocasiones en que lo único que se puede
hacer por otro es acompañarlo en su viacrucis.

Por las veces en que he dejado, a tantos enfermos y ancianos solos, en ese penoso
camino.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo…

5- Estación: 5
SIMÓN DE SIRENE AYUDA A JESÚS .
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Cuando llevaban a Jesús al calvario detuvieron a un tal Simón de Sirene y lo cargaron con la
Cruz, para llevarla detrás de Jesús.

No quería, claro que no, era como muchos de nosotros que no queremos ayudar.

Por haber dejado sólos en sus cruces de hambre, de desnudez, de abandono, a tantos
hermanos, cuando podría haberlos ayudado a llevarla.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo…

6- Estación: 6
LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Muchos se horrorizan al verlo, tan desfigurado su semblante, que no tenía ya aspecto de


hombre. Aquella mujer supo descubrir el rostro de Cristo, bajo aquella capa de sudor, polvo y
salibazos.

Por no haberte descubierto, en tantos rostros sudorosos de obreros, campesinos y no


haberte enjugado tantas lágrimas,
Perdón Señor perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo...

7- Estación: 7
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Eran nuestros sufrimientos, los que llevaba, nuestros dolores, los que le pesaban, ha sido
traspasado por nuestros pecados, desecho por nuestras iniquidades.

Fue un tropezón con una piedra esta vez o un empujón, no sabemos.

Por las veces que con nuestro ejemplo, hemos hecho que los demás tropiecen y por las
veces, quizá que deliberadamente los hemos empujado.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo...

8- Estación: 8
JESÚS HABLA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN.
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Seguían a Jesús muchas mujeres que se golpeaban el pecho y lloraban por Él, pero Jesús,
volviéndose a ellas, les dijo, hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por ustedes y
por sus hijos.

En medio de su propio dolor, Cristo no deja de preocuparse, por la pena de aquellas mujeres.

Por las veces, en que mis penas, me han hecho olvidar, los sufrimientos de los que me
rodean.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo...

9- Estación: 9
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Venid a mí todos los que están cansados y oprimidos, yo los aliviaré, carguen mi yugo sobre
ustedes, y aprendan de mí que soy humilde de corazón.
Y por tercera vez hace un esfuerzo supremo y se levanta.

Por esas ocasiones, en las que ante las dificultades, no he perseverando, en la obra
emprendida, en favor de los demás.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo...


10- Estación: 10
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.
Te adoramos, Cristo y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Los soldados cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la
túnica, era una túnica sin costura tejida toda de una pieza de arriba abajo.
Antes de ponerlo en la Cruz, lo despojaron de sus vestiduras.

Por las veces en que yo he despojado a otros de su fama, de sus bienes, de sus
derechos, de su inocencia, de sus ilusiones.
Perdón Señor, perdón

Padre Nuestro que estás en el cielo…

11- Estación: 11
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Te adoramos, Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Cuando llegaron al calvario crucificaron allí a Jesús y a dos malhechores uno a la derecha y
otro a la izquierda.

Y desde la Cruz, pidió a su Padre que los perdonara.

Por tantos perdones, que yo he negado, por tantas represalias y venganzas que he
tomado.
Perdón Señor, perdón

Padre Nuestro que estás en el cielo…

12- Estación: 12
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Te adoramos, Cristo y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Hacía la hora sexta, las tinieblas cubrieron la tierra, hasta la hora nona, el sol se eclipsó y el
velo del templo se rasgó por medio y Jesús con voz fuerte dijo.

Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu, y al decir esto expiró.

No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.

Por la facilidad, con que me olvido, de lo que me quisiste, de lo que me quieres y de lo


que te costaron mis pecados.
Perdón Señor, perdón
Padre Nuestro que estás en el cielo…

13- Estación: 13
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ.
Te adoramos, Cristo y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

Un hombre llamado José, hombre bueno y justo, quien esperaba también el reino de Jesús, fue
a ver a Pilatos y le pidió el cuerpo de Jesús, después lo bajó y lo amortajo en una sábana.

Y su cuerpo es puesto en brazos de su madre.

Por ese tierno niño, que tú nos diste en la nochebuena y que una mala tarde, te
devolvimos muerto, por nuestros pecados.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo…

14- Estación: 14
JESÚS ES SEPULTADO
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque, por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

José, toma el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, y lo sepultó en su propio
sepulcro nuevo, que había hecho cavar en la roca, hizo rodar una piedra grande a la puerta del
sepulcro y se retiró.

Aquel que los judíos esperaban que fuera el libertador de Israel, ha sido sepultado.

Por las veces, en que he olvidado, como los discípulos de Emaús, que es necesario
pasar por todas estas cosas para entrar en la gloria.
Perdón Señor, perdón.

Padre Nuestro que estás en el cielo..

Señor mío Jesucristo, que con tu pasión y muerte diste vida al mundo, líbranos de todas
nuestras culpas y de todo mal y concédenos vivir apegados a tus mandamientos y jamás
permitas que nos separemos de ti y de la Santísima Virgen, que vives y reinas por los siglos de
los siglos.
Te lo pedimos por la intercesión de Santa María Virgen y en el nombre poderoso de Cristo

🙇💖🌹
Jesús
Amén
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NOVENA A LOS ÁNGELES CUSTODIOS
Súplica contra las potestades de las tinieblas.
Dios omnipotente, que refugias a los desolados y confortas a los prisioneros, mira mi aflicción y
manifiesta tu poder para auxiliarme; vence al detestable enemigo; y haz que, superada la
presencia del adversario, pueda recuperar la paz y la libertad y así, sirviéndote con sincera
piedad, pueda confesar que tú eres admirable y manifestar la grandeza de tus obras. Por Cristo,
nuestro Señor.
Amén.
San Miguel Arcángel, ruega por nosotros!
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ORACIÓN A SAN MIGIEL ARCÁNGEL
San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla; contra las maldades y las insidias del diablo sé nuestra
ayuda. Te lo rogamos suplicantes: ¡que el Señor lo ordene! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el
poder que te viene de Dios, vuelve a lanzar al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que
vagan por el mundo para perdición de las almas.
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ORACIÓN DEL PADRE PIO AL ÁNGEL DE LA GUARDA
Santo Angel Custodio, San Miguel Arcangel mi alma y mi cuerpo.
Ilumina mi mente para que conozca mejor al Señor y lo ame con todo el corazón.
Asísteme en mis oraciones para que no ceda a las distracciones y ponga la más grande atención.

Ayúdame con tus consejos, para que vea el bien y lo cumpla con generosidad.

Defiéndeme de las insidias del enemigo infernal, sostenme en las tentaciones para que siempre sea
capaz de vencerlas.

Sustituye, elimina mi frialdad en el culto al Señor: no dejes de atender a mi custodia hasta que me lleves
al Paraíso, donde alabaremos juntos al Buen Dios por toda la eternidad.
Amen.

(San Miguel Arcángel asistiendo almas del purgatorio de Jacopo Vignali)


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NOVENA A LOS ÁNGELES CUSTODIOS
“Invoca a tu Ángel de la Guarda, que te iluminará y te conducirá. Dios te lo ha dado por este motivo. Por
tanto válete de él”, decía San Pio de Pietrelcina, quien durante su vida tuvo una gran cercanía con su
ángel custodio y que se convirtió en su confidente y consejero.
Cercanos a la fiesta de los ángeles custodios, que se celebra el 2 de octubre, aquí una novena para pedir
la intercesión del Ángel de la Guarda y que Dios ha puesto a nuestro lado para que nos proteja, ayude y
aliente a seguir a Cristo.
__________________________________
PRIMER DÍA. Por la señal de la Santa cruz..
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta.  Amén.

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

PRIMER DÍA
¡Oh buen Ángel custodio! ayudadme a dar gracias al Altísimo por haberse dignado destinaros para mi
guarda.
Os pido qué por intercesión de María, me alcancéis de Dios un fervoroso espíritu y la práctica de una
oración constante para agradecer a Dios todos sus beneficios, y especialmente el de teneros por celestial
custodio mío. (Se dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes sola que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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9
SEGUNDO DIA. Por la señal de la Santa cruz …..
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén.

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

SEGUNDO DÍA
¡Oh Príncipe celestial!, dignaos obtenerme el perdón de todas las ofensas que he hecho a Dios y a Vos,
despreciando vuestras amenazas y vuestros consejos.
Os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios un verdadero dolor de los pecados, que me
obtenga el perdón de todas las faltas y caídas de la vida pasada. (Se dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
__________________________________
TERCER DIA Por la señal de la Santa cruz..
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

TERCER DÍA
¡Oh mi Tutor amoroso!, infundid en mi alma un profundo respeto hacia Vos, de tal manera que jamás
tenga el atrevimiento de hacer cosa alguna que os desagrade.
Os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios el recuerdo de la presencia divina y el
respeto a vuestra presencia continua, las cuales han de guardarme del pecado. (Se dicen las intenciones
de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
__________________________________
CUARTO DIA Por la señal de la Santa cruz…
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén.

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

CUARTO DÍA
¡Oh Médico compasivo!, enseñadme el remedio y dadme el auxilio para curar mis malos hábitos y tantas
miserias como oprimen mi alma.
Os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios un verdadero espíritu de mortificación, con
el cual domine mis malas pasiones y la sensualidad, y obtenga la paz y la libertad de espíritu, juntamente
con las demás virtudes. (Se dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
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QUINTO DIA. Por la señal de la Santa cruz….
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

QUINTO DÍA
¡Oh, mi Guía fiel!, alcanzadme fuerza para vencer todos los obstáculos que se encuentren en el camino
de la existencia y para sufrir pacientemente las tribulaciones de esta miserable vida.
Os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios una verdadera paciencia y conformidad en
todas las contrariedades y penas de la vida que Dios pueda permitir para mi santificación.
(Se dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen Maria, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.
ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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SEXTO DIA Por la señal de la Santa cruz…
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta.  Amén.

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

SEXTO DÍA
¡Oh Intercesor eficaz cerca de Dios!, alcanzadme la gracia de seguir prontamente vuestras santas
inspiraciones y de conformar, en todo y para siempre, mi voluntad a la de Dios.
Os pido que, por la intercesión de María, me alcancéis de Dios una obediencia absoluta a todos mis
superiores, la cual me santifique por el cumplimiento de la voluntad divina en ella manifestada. (Se
dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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SEPTIMO DIA. Por la señal de la Santa cruz…
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta.  Amén.

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

SÉPTIMO DÍA
¡Oh Espíritu purísimo, encendido todo en amor de Dios!, alcanzadme este fuego divino, y al mismo
tiempo una verdadera devoción a vuestra augusta Reina y buena Madre mía, la Virgen Santísima.
Os pido que, por intercesión de María, me obtengáis de Dios la caridad perfecta y la devoción a María,
que sean para mi fuente abundantísima de méritos, camino segurísimo de salvación y el más dulce
consuelo en la hora de la muerte. (Se dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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OCTAVO DIA. Por la señal de la Santa cruz…
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén.

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

OCTAVO DÍA
¡Oh invencible Protector!, asistidme a fin de corresponder dignamente a vuestro amor y a vuestros
beneficios, y para trabajar con todas las fuerzas en promover vuestro culto y vuestra devoción.
Igualmente os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios un celo fervoroso para la
práctica del bien y una fervorosa devoción angélica, que sean mi propia santificación y la del prójimo. (Se
dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno:
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo:
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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NOVENO DIA. Por la señal de la Santa cruz...
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta.  Amén.

ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA


A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por
custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de
mi corazón. Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados. Vos, que
sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el
corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me
alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi
alma. Así sea.

NOVENO DÍA
¡Oh bienaventurado ministro del Altísimo!, alcanzadme de su misericordia infinita que llegue yo a ocupar
un día uno de los tronos que dejaron vacíos los ángeles rebeldes.
Os pido que, por intercesión de María, me obtengáis de Dios la gracia de una santa muerte, confortada
con los Santos Sacramentos, que me abra las puertas de la gloria eterna.
(Se dicen las intenciones de la novena)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: 
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame. Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN A MI ÁNGEL DE LA GUARDA


Ángel de la guarda de mi alma, a quien Dios me envió como compañero en la tierra, protégeme de las
trampas del maligno, y ayúdame a caminar siempre como hija de Dios, mi Creador.

Ángel de Dios, que eres mi custodio, ilumíname, custódiame, guíame ahora y siempre.

Te suplico Ángel mío que así como me has guardado y protegido en esta noche, me guardes y me

🙇💖🌹
protejas en este día de todo mal y peligro.
Amén
__________________________________
__________________________________
oración para pedirle al ángel guardián que proteja a nuestros niños.

“Oración de una madre a los ángeles de la guarda de sus hijos”:


Humildemente los saludo,
¡fieles amigos celestiales de mis hijos!
Les doy gracias de todo corazón
por todo el amor y la bondad
que les muestran.
Les suplico sigan velando sobre ellos.
Provean todas sus necesidades
de cuerpo y alma.
Oren, del mismo modo, por mí,
por mi esposo y mi familia entera,
para que sea todo el día un regocijo
en su bendita compañía.
Amen.

En algún día futuro lo haré,


con un agradecimiento más digno
del que ahora se puede dar,
ante la corte celestial entera
reconociendo mi deuda
para con su guía y protector.
_________________________________
4 enseñanzas del Papa Francisco sobre el Ángel de la Guarda.

1. - El Ángel Guardián existe, no es una fantasía.


2. - Los ángeles luchan contra el demonio.
3. - Para escuchar a nuestro ángel debemos ser dóciles.
4. - Al Ángel de la Guarda se le debe respeto porque siempre nos aconseja.
_________________________________
Oración a mi Padre Eterno
Padre Eterno, yo te ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús, con todo SU AMOR, todos SUS SUFRIMIENTOS y
todos SUS MÉRITOS.

1º Para expiar los pecados que he cometido en este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

2º Para purificar el bien que he hecho mal en este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

3º Para suplir por el bien que yo debía haber hecho, y que he omitido en este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

4° Para que tú amado Padre eterno, le concedas la salud a mi yerno Juan Mauricio Arango Arias, en el
nombre poderoso de Jesucristo Nuestro señor, resucitado y por la intercesión de la Santísima Virgen.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amen
__________________________________
Oración a la Santísima Trinidad
Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen Maria, Madre de Dios y Madre nuestra,
saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria
al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

Ángel de mi Guarda
Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha
encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame.
Amén.

Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me
perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre.
Amén.
______________________________
Ángel custodio de mi alma, cuyo conocimiento perfecto sirve lo que es verdadero, líbrame de engaños y
tentaciones. Ayúdame a conocer la verdad, y siempre a vivir en ella.

Ángel custodio de mi alma, que alabas a Jesucristo, el único Hijo de Dios, que sacrificó su vida por amor a
nosotros, ven y sé mi sostén a medida que aprendo los caminos del amor divino, de la generosidad del
sacrificio, de la mansedumbre y la humildad de corazón.
Gracias te doy, mi amigo celestial, por tu cuidado vigilante perenne. En el momento de mi muerte,
llévame al cielo, donde el único y verdadero Dios, que es la luz, la verdad y el amor, vive y reina por los
siglos de los siglos.

ÁNGEL DE MI GUARDA
Te pedimos Ángel custodio de Dios y nuestro, que así como nos has guardado en esta noche, nos guardes

🙇💖🌹
en este día de todo mal y peligro.
Amén
______________________________
Oración para antes de la confesión:
Oh Señor, ilumíname para verme como TU me ves y dame la gracia de un arrepentimiento verdadero y
efectivo de mis pecados. Oh María, ayúdame a hacer una buena confesión.
_____________________________
Bien purificados por el fuego de grandes tribulaciones y unidos al gran amor de Dios
Llevarán en el corazón, el oro del amor y el incienso de la oración en el Espíritu y en el cuerpo la mirra de
la mortificación
Serán en todas partes el buen olor de de Jesucristo
______________________________
Buscar estos pasajes bíblicos y leerlo. Dosis diaria octubre 26.
La riqueza no se busca, se produce.
- 1tesalonisenses 4, 11 y 12 y aplicarlo en nuestra vida
a. Principios en la palabra de Dios, "la pereza crónica en nuestra vida diaria y en
nuestra vida espiritual"
- Proverbios 6, 9 y 11
- Proverbios 26, 13-16
- Proverbios 6, 6-8
- Romanos 12,11
- Efesios 5, 15-16
______________________________

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