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EMPECEMOS
¿Hay un comercial en la televisión, radio o en la Internet que le guste mucho? ¿Por qué?
¿Ha comprado el producto que anuncian en el comercial? ¿Por qué sí o por qué no?
¿Cuál es la diferencia entre que te agrade un comercial solamente y comprar lo que el comercial
anuncia?
LEAMOS
¿De qué manera esta la palabra de Dios “en” nosotros? ¿Qué efecto tiene en nosotros?
Recordemos que Santiago le está escribiendo a una audiencia principalmente de creyentes judíos
esparcidos alrededor del mundo. Muy probablemente con una crianza moralmente fuerte en la fe judía.
Ellos ya estarían rechazando la inmundicia lujuriosa de sus vecinos gentiles, esa sería la expectativa. Pero
tal vez Santiago los está retando a deshacerse de los pecados del enojo y el orgullo también. Siempre
es fácil para uno criticar los pecados ajenos. Es más difícil confrontar el pecado de uno mismo.
UN VISTAZO AL GRIEGO
Si usted quiere escudriñar más profundo, considere esto. La palabra griega para “andrajoso” (jruparós) se
encuentra solamente aquí en el Nuevo Testamento (Santiago 2:2), pero una palabra relacionada (jrúpos)
sucede en la traducción griega de Zacarías 3:3-4. Esas referencias incluyen vestimenta andrajosa y vil. En
Zacarías, es una fuerte ilustración de salvación—Dios está limpiando al sumo sacerdote. Esto lleva a que
algunos expertos sugieran que Santiago está siguiendo la liturgia del bautismo— el retiro de la ropa
andrajosa, la purificación, para después escuchar la Palabra.
Continuemos con Santiago 1:22, ¿cómo nos “engañamos a nosotros mismos” con tan solo escuchar la
Palabra de Dios?
¿Cuál es la razón por la que nos vemos en un espejo? La razón por la que uno se ve en el espejo es
para ver su reflejo, y saber que tiene uno que hacer, tal vez le falto afeitarse un lugar en su cara,
o lo que sea. Pero si no va a recordar cómo se ve, no hay razón para verse en el espejo. De la
misma manera, si vamos a un estudio bíblico y no hacemos nada al respecto, si vamos y nos
sentamos en la iglesia o congregación y no hacemos, o actuamos de alguna manera después,
Santiago dice: ¿Para qué hacerlo? Es inútil.
¿Cree usted que sea “inútil” escuchar la Palabra de Dios sin hacer nada al respecto? ¿Por qué o por
qué no?
¿Qué siente el Señor acerca de aquellos que conocen su Palabra, pero no la llevan a cabo?
¿Qué siente el Señor acerca de aquellos que conocen su Palabra, pero no la llevan a cabo?
ÚLTIMAS PALABRAS
Santiago le está escribiendo a gente religiosa. Gente que probablemente ha crecido en la fe judía. Ellos
conocen la ley de Dios. Pero Santiago continúa empujándoles a tomar el siguiente paso. No tan solo lo
oigan—háganlo. No solo rechacen la inmoralidad de la cultura alrededor de ustedes, sino también tengan
cuidado con su propio enojo y orgullo. Y si creen que son religiosos, ¡qué bueno! Pero, ¿qué quieren
decir con eso? El soportar las pruebas y rechazar la tentación de este mundo, es un buen comienzo —
Dios ama eso— pero también ama cuando cuidamos de los más necesitados de la comunidad. Y,
además, ¿tiene usted cuidado con las cosas que dice?
Tal vez usted también se considera religioso. Tal vez ha sido cristiano por algo de tiempo. Y ya descifro
esto de la religión. Pero Santiago nos sigue empujando a seguir adelante. ¿Escuchamos más de lo que
hablamos? ¿Mantenemos nuestro enojo bajo control? ¿Tenemos cuidado con lo que decimos?
¿Practicamos lo que dice la Palabra de Dios? ¿Permitimos que la Palabra implantada de Dios crezca
dentro de nosotros?
Probablemente hay partes de la religión cristiana que usted practica bastante bien. Pero necesita ser más
que un grupo de reglas y rituales, porque estamos hablando de la poderosa Palabra de Dios trabajando en,
dentro, y a través de nosotros.
Así que, ¿cuál es el siguiente paso para usted? ¿Qué asunto le está exhortando Santiago a enfrentar?
APLICACIÓN PRÁCTICA
El libro de Santiago enfatiza el lado activo de nuestra fe, así que consideremos varias maneras en la que
podemos poner por obra estas enseñanzas.
Memorización: memorice Santiago 1:22. Tal vez podría anotarlo en una tarjeta, que podría colocar
(apropiadamente) en su espejo.
Conversación:
¿necesita usted desarrollar la habilidad para ser “pronto para oír, tardo para hablar”?
¿Hay una persona en particular en su vida con quien necesita oír más? Practique esto. Usted también
puede considerar hacer algunas preguntas en su próxima conversación. Enfóquese en ellas, y no en sus
propias respuestas.
Tome nota: si tiene un estudio bíblico en forma de bitácora o diario que le permita hacer anotaciones,
agregue este componente. Si no lo tiene, intente hacer anotaciones esta semana. Tome seis páginas y ponga
cuatro títulos en cada página: Leer. Pensar.
Orar. ¡Hacer! Después seleccione Escrituras para leer todos los días. Al hacer esto, registre sus
pensamientos en el texto, escriba palabras clave de oración, y después—recuerde a Santiago—y determine
lo que a Dios le gustaría que usted hiciera en respuesta al texto. Y por supuesto—¡Hágalo!
Oración: ore específicamente acerca de dos cosas esta semana: (1) su enojo. (aunque usted no se enoje
fácilmente, ¿almacena su enojo y permite que se convierta en amargura?) (2) Contaminación del alma.
Pídale a Dios que le muestre las maneras en la que posiblemente esté permitiendo que el mundo le
“contamine”.
“Viudas y Huérfanos.” en muchas partes de las Escrituras— y aquí en Santiago —se nos exhorta a
cuidar de los miembros más necesitados de la sociedad. Por donde usted vive, ¿quiénes son estas
personas y como puede ayudarles? Es posiblemente que sean literalmente, viudas y huérfanos, que
hayan sufrido la pérdida de algún miembro de la familia. Pero también considere a los indigentes, los
hospitalizados, los, retirados, y los niños y adultos con discapacidades, los desempleados, inmigrantes,
prisioneros, etc. Vea si su iglesia tiene algún ministerio en el que usted pueda servir, pero también
considere organizaciones cristianas fuera de la iglesia y otras organizaciones benéficas.