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(18-25 AÑOS)
Lección 3 Pedir su dirección (Salmo 119:26-35) 03
03
JOV
A continuación, verás la guía para enseñar el tema bíblico. Estas páginas representan un mapa
que puedes seguir. Lo importante es el destino final, es decir, el objetivo de aprendizaje. Tú eres la
persona mejor calificada para adaptar el contenido de cada guía, porque tú conoces muy bien a
tu grupo. Así que, acomoda la ruta según sus características, y procura percibir en cada paso que ellos
estén llegando al objetivo deseado. Usa cada guía para generar diálogo, estimular la comprensión
y desafiar a la aplicación de los temas estudiados. Nuevamente, ¡añade tu propia personalidad y
creatividad sin restricción!
Adicionalmente, considera utilizar la reflexión interactiva. Este documento tiene el fin de ayudarte a
generar conversaciones y motivar el interés de aprendizaje. Úsala donde mejor te convenga.
Por último, encontrarás una hoja reproducible para que el aprendizaje continúe en casa. Puedes
entregarla a cada participante de forma impresa o bien enviarla de forma digital. Esta no es una tarea
que deben entregar, sino la oportunidad de seguir la conversación entre semana. Es una experiencia
que les ayudará a conocer mejor a su Dios y vivir para Él. También queremos apoyar a los papás o
tutores de los chicos para que puedan seguir teniendo conversaciones significativas en casa y juntos
acercarse a la Palabra de Dios. Así que encontrarás una guía de estudio para que la desarrollen en
familia.
Tu equipo de e625
JOV
• ¡Y muchas otras más! Son preguntas que podemos hacernos, pero no hallamos respuestas
directas en la Biblia al respecto.
• Pregúntales a tus jóvenes dónde suelen buscar dirección para tomar sus decisiones.
La oración es parte importante de nuestra vida. Es la forma en que nos comunicamos con el Señor y
le alabamos. Para entender el propósito de la oración, es importante entender lo que no es la oración.
Hay muchos puntos de vista errados en el mundo y en la cultura sobre la oración, incluso entre los
cristianos.
La oración no es:
Muchos creen que la oración es solo pedirle cosas a Dios. Aunque la súplica es parte de ella
(Filipenses 4:6), no es el único propósito. Orar por nuestras necesidades y las de los demás
es necesario y beneficioso, pero la oración es mucho más que eso. Dios no es un genio que
responde a todos nuestros deseos, ni un Dios débil al que podemos manejar.
La mejor manera de aprender sobre el propósito de la oración es estudiar el ejemplo de Jesús durante
su ministerio. Jesús oraba por sí mismo y por los demás, y oraba para estar en comunión con el
Padre. Juan 17 es un buen ejemplo del propósito de la oración. Jesús no solo ora para que el Padre sea
glorificado, sino que también ora por sus discípulos.
Además de interceder por los demás, la oración es también una forma de fortalecer nuestra relación
con Dios.
Nuestras vidas están llenas de libros de reglas, pero los autores nunca vienen a ayudarnos a seguirlas.
Dios sí. Esta es la singularidad de la Biblia. Dios no solo nos da reglas y principios, sino que viene
personalmente cada día a donde estamos para ayudarnos a vivir de acuerdo con esas leyes. Por
supuesto, tenemos que invitarlo a hacerlo y responder a su dirección.
Todos tenemos noción sobre la verdad y cómo seguirla, pero ¿cómo sabemos que esas ideas vienen
de Dios? ¿Estoy oyendo a Dios? ¿O sólo me oigo a mí mismo? Peor aún, ¿escucho las tentaciones de
Satanás disfrazadas de la guía del Espíritu Santo? A veces es difícil diferenciar mis propias ideas de la
guía de Dios. ¿Y qué pasa si nuestros deseos vienen en realidad del enemigo de nuestras almas y no de
Dios? ¿Cómo podemos “hacer que todo tipo de pensamiento se someta para que obedezca a Cristo”
(2 Corintios 10:5) cuando no estamos seguros de dónde vienen los pensamientos?
Veamos los que el Salmo 119 nos dice en los versículos 26 y 27 (léanlo juntos).
El deseo del autor del Salmo es ¡Enséñame tus decretos! Ayúdame a entender el significado de tus
mandamientos.
Lo común es que Dios se comunique a través de la Biblia, su Palabra inspirada, preservada para
nosotros a través de los siglos. Es a través de su Palabra que Dios nos da luz para nuestro camino
(Salmo 119:105).
Felipe preguntó al eunuco etíope que estaba leyendo Isaías 53, “¿comprendes lo que lees?” (Hechos
8:30). El salmista sabía que Dios era la mejor fuente de instrucción.
El autor del Salmo está inquieto, miren lo que expresa en los versículos 28 y 29. El dolor o el pesar por
el pecado lo angustia, lo carcome y desanima; y los caminos torcidos son una constante tentación.
Necesita la guía y la dirección del Señor.
Aparte de su Palabra Dios también puede guiarnos a través de las circunstancias (2 Corintios 2:12),
la guía del Espíritu Santo (Gálatas 5:16), y los mentores piadosos que nos brindan un consejo sabio
(Proverbios 12:15).
Si estamos confundidos sobre si estamos o no escuchando a Dios, es bueno orar por sabiduría (Santiago
1:5) ¡Es bueno orar por sabiduría incluso cuando no pensamos que estamos siendo engañados!
Debemos pedir a Dios que nos dé a conocer claramente su voluntad. Cuando oramos, hemos de creer.
Vayan juntos a Santiago 1:7.
4. El Propósito de la oración
Para el cristiano, orar se supone que es como respirar, más fácil de hacer que de no hacer. Miren
juntos los versículos 30-32.
(1) Oramos porque Dios nos manda que lo hagamos (Filipenses 4:6-7).
(2) El orar es un ejemplo dado por Cristo y la iglesia primitiva (Marcos 1:35; Hechos 1:14;
2:42; 3:1; 4:23-31; 6:4). Si Jesús pensó que valía la pena orar, nosotros también debemos
hacerlo. Si Él necesitaba orar para permanecer en la voluntad del Padre, ¿cuánto más
nosotros?
(3) Otra razón es que Dios decidió que la oración sea el medio para obtener su
intervención en determinadas situaciones.
(4) Venimos a Dios con nuestras peticiones específicas y tenemos la promesa de Dios
de que nuestras oraciones no son en vano, aún si no recibimos específicamente lo que
pedimos (Mateo 6:6; Romanos 8:26-27).
(5) Él ha prometido que cuando oremos por cosas que estén de acuerdo a su voluntad, Él
nos las concederá (1 Juan 5:14-15).
La oración no debe ser vista como el medio por el cual Dios cumple nuestra voluntad en la
tierra, sino como el medio para hacer que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra.
En situaciones en las que no sabemos específicamente cuál sea la voluntad de Dios, la
oración es el medio para discernirla. Nunca veremos los resultados de la respuesta a la
oración hasta que oremos.
Veamos lo que nos dicen los versículos 35-36. ¿Qué debemos hacer?
¿Cuál es la manera correcta de orar? Filipenses 4:6-7. La manera correcta de orar es derramar tu
corazón ante Dios, siendo honesto y abierto con Él, puesto que ya nos conoce mejor de lo que nos
conocemos. Presentemos nuestras peticiones a Dios, pero teniendo en mente que Dios sabe lo que es
mejor, y no nos concederá una petición que no sea su voluntad para nosotros. Expresemos nuestro
amor, gratitud y adoración a Dios en oración sin preocuparnos por tener las palabras correctas para
hacerlo. Dios está más interesado en el contenido de nuestros corazones, que en la elocuencia de
nuestras palabras.
La oración es nuestro principal medio para ver la obra de Dios en nuestra vida y en la vida de
otros. Y siendo el medio por el que nos “conectamos” al poder de Dios, es nuestro medio para
defendernos de Satanás y su ejército, ante quien estamos indefensos por nosotros mismos. Por
eso, que Dios nos encuentre con frecuencia ante su trono, porque tenemos un Sumo Sacerdote
en el cielo que puede identificarse con todo lo que atravesamos (Hebreos 4:15-16). Tenemos su
promesa de que la oración ferviente del hombre justo puede lograr mucho (Santiago 5:16-18).
Que el nombre de Dios sea glorificado en nuestras vidas, creyendo en Él tanto como para
acudir con frecuencia ante Él en oración.
JOV
Reflexión interactiva
Esta serie de preguntas y afirmaciones tiene el fin de ayudarte a generar conversaciones y motivar el
interés de aprendizaje. Úsalas donde mejor te convenga para hacer el tiempo juntos más interactivo.
1. ¿Cuál fue la decisión más difícil que has enfrentado hasta ahora? ¿Cómo te ayudó la
oración en ese proceso?
3. ¿Cuáles son algunos de los caminos del mundo a los que debemos renunciar para seguir
a Dios?
5. ¿Qué significa para ti deleitarte en los mandamientos de Dios? ¿Cómo puedes cultivar
ese deleite en tu vida?
6. ¿Cuál es tu experiencia personal con la oración? ¿Tienes alguna historia en la que Dios
te haya guiado en la toma de decisiones?
9. ¿Cuáles son algunas situaciones en las que te resulta difícil buscar la dirección de Dios
antes de tomar decisiones?
10. ¿Qué puedes hacer esta semana para aplicar lo que hemos aprendido hoy sobre la
oración y la toma de decisiones en tu vida?
JOV
Devocional
Es importante para tener buena dirección en la vida tener el hábito de leer la Biblia, por una razón: es
la forma principal en que Dios nos habla. También es la forma en que aprendemos sobre el carácter de
Dios y sobre la forma en que se relaciona con las personas a lo largo de la historia. Mientras hablamos
con Dios en oración, Él nos habla a través de su Palabra.
Al leer, debemos considerar que las palabras de la Biblia son las mismas palabras de Dios.
Cualquier pensamiento, deseo, inclinación o necesidad que tengamos debe ser llevado a la Palabra de
Dios para su comparación y aprobación. Dejemos que la Biblia sea el juez de cada pensamiento. Por
muy urgente que sea el deseo, si va en contra de lo que dice la Escritura, entonces no es de Dios y se
debe rechazar.
Recuerda que Dios quiere mostrarnos el camino correcto que debemos tomar. Él no está empeñado
en ocultar su voluntad a los que le buscan.
Aquí hay algunas preguntas que podemos hacer para examinar si estamos escuchando a Dios
o no: ¿Son los pensamientos confusos o imprecisos? Dios no es el autor de la confusión; Él es
el que trae la paz (1 Corintios 14:33). ¿Los pensamientos van en contra de la Palabra de Dios?
Dios no se contradice. ¿Seguir estos pensamientos nos llevará a pecar?
Además, es bueno buscar el consejo de un amigo cristiano, un familiar o un pastor (Proverbios
15:22). Nuestros pastores están ahí para ayudarnos a pastorear (Hebreos 13:17).
Dios no quiere que fallemos. Cuanto más escuchemos a Dios, mejor sabremos distinguir su
voz de los demás ruidos en nuestra cabeza. Jesús, el Buen Pastor, nos da su promesa. Otros
pueden hablar, pero las ovejas no les escuchan. Cuanto mejor conozcamos a nuestro Pastor,
menos tendremos que preocuparnos por hacer caso a la voz equivocada.
-La oración es la comunicación del hombre con Dios. Los salmos pueden describirse como una
colección de cánticos–oraciones. Tal vez la característica más asombrosa de estas oraciones es su
sinceridad. A menudo las palabras expresan nuestros sentimientos, esos que preferiríamos que nadie,
menos Dios, conocieran. Convertir estos salmos en nuestras oraciones puede enseñar mucho acerca
de cómo Dios quiere que nos comuniquemos con Él. Demasiado a menudo le ofrecemos una versión
ligera de nuestros sentimientos, esperando así no ofenderlo con nuestros motivos. Cuando usamos
los salmos para expresar nuestros sentimientos, aprendemos que la honestidad, la receptividad y la
sinceridad son valiosas para Dios.
Considera que los escritores de los salmos se comunicaban con Dios de diversas formas y por un sin
número de razones. A cada uno de nosotros se nos invita a comunicarnos con Dios. Utilizar los salmos
enriquecerá tu vida personal de oración. Oraciones de Salmos:
Curiosamente, el modelo de oración que Jesús dio a los discípulos en Mateo 6:9-13, conocido
como el Padrenuestro, tiene todos estos elementos. La primera parte incluye la alabanza y la
adoración a Dios (Mateo 6:9), y luego la segunda parte pasa a la oración para que se haga la
voluntad de Dios (Mateo 6:10). Después de esto, hay una súplica por nosotros mismos y por
los demás (Mateo 6:11-12), así como una petición de fortaleza para hacer frente a la tentación
(Mateo 6:13). Jesús modeló esta oración para Sus discípulos, y muestra todas las razones para
la oración con el enfoque central de la adoración.
Toma un momento para orar. Puedes usar cualquiera de las oraciones que vimos anteriormente
como modelo.
Recuerda, ¡persiste en la oración!