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El ángel inclinado
1937
Esta edición electrónica reproduce por escaneo la parte correspondiente a este poemario,
de la monumental edición de las Obras Completas, realizada por el Departamento de
Publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral, hoy lamentablemente muy difícil,
sino imposible, de hallar. Se ha dejado el número de página original para referencia
en citas.
Puesto que la sección de notas está al final de la poesía editada y antes de la inédita
y la prosa, no sigue la secuencia de números de página.
Fui al río...
La corriente decía
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
pero no podía.
Regresaba
en la angustia vaga
corría en mí
En el dorado milagro...
En el dorado milagro
de la tarde,
en el último momento
transparente de la tarde,
de la alegría de ellos,
aún ignoran
En el aura del sauce El ángel inclinado 231
la pesadilla cortada
despertados en el fuego 30
y la sangre—,
en el dorado relámpago 40
cómo danzaría,
Orillas.
¿Las gracias?
humana?
Y la tarde, la tarde,
Apenas si el presentimiento
de un resplandor efímero 30
menos ahora.
os llega
y como eternizadas.
García Lorca...
Qué soplo en los cantos! Aveces, oh, qué viento! en las canciones.
resplandor: el más puro; aroma: el más etéreo, del gran niño doliente que hoy madura entre las balas,
o música de las músicas que venían como un río viejo de los primeros sufrimientos y de las primeras
[ nostalgias,
Azucena aparecida
increíblemente tronchada,
Un arroyo, un arroyito,
Un arroyo, un arroyito,
en el mediodía de otoño.
profundidad sensible. 10
Sería hermoso
—¿detenida?—
¿Dónde estaba...?
El cielo sonrió,
y la lejanía
Y déjanos pasar...
Y déjanos pasar
ahora?
percibiría también
La ribera
Luciérnagas...
En este momento...
Ligero el día...
Sonrisa
Un palacio de cristal...
Un palacio de cristal
rodeado de sombras
¡Con todo!
Luna y rocío...
Luna y rocío.
Soledad.
La belleza llorando,
la belleza afligida.
de las estrellas?
La belleza llorando.
Mujer, te veo
y absortos
en esta noche
tiembla,
en que tu armonía
y de grillos latentes?
y estás sola.
Manos ajenas
de muerte
su dinastía brutal.
En el aura del sauce El ángel inclinado 253
A través de tu faz
melancólica
de la tormenta de hierro
en la paz húmeda
y apenas rítmica 40
de esta noche,
de esta noche
en el creciente de Abril,
ensangrentados.
Lloras belleza
porque no hay
corazones apacibles.
Lloras tu soledad.
y en todo momento.
En el aura del sauce Notas 887
El ángel inclinado
Por no hallarse ningún ejemplar del libro, no y ahora soy un ave que esta paz
se han podido cotejar las variantes con la edi- canta [...]
ción Vigil.
y en el poema "Rama de sauce" también del
Protosauce:
Es el único poema de En el aura del sauce Pero de estos poemas sólo sobrevivió, en el
donde se presenta una relación concreta de libro, el acápite al poema "Señor..." en la cita
empatia entre el poetay el paisaje. En el poema libre del conocido poema de Empédocles
"En el Parque" del Protosauce (ver nota) se (poeta, por otro lado, arquetípico como "hom-
dice: bre divino"):
Juan L. Ortiz Obra Completa 888
He sido, tal vez, una rama de árbol, Iniciamos con la presente la traducción de algu-
una sombra de pájaro, nas de dichas notas, deseosos de que ellas, ahora
el reflejo de un río en que la estación nos lleva más hacia la natura-
leza, puedan ayudar a sentir y observar a ésta con
Ahora, en el poema "Fui al río..." el tema de la
mayor delicadeza y atención.
empatia poeta-paisaje se retoma en su variante
"era yo un río" donde el pasado imperfecto (el Son artículos que tienen un marcado acento
tiempo del relato) produce una distancia entre autobiográfico y que tratan, precisamente, de
el hecho relatado y el poema. la "experiencia" en el "contacto íntimo con las
En un reportaje que se le hizo en 1976, a casi cosas". Dada la relación estrecha de Ortiz con
cuarenta años dei poema, ante la pregunta: estos textos de Marie Colmont durante los
"¿Se sentía usted mismo un río?", Ortiz con- años de la escritura de El álamo y el viento, se
testa: podría pensar que el mismo título de este libro
es un homenaje a la joven escritora que termi-
|Cómo no! Eso es lo que llegué a sentir. Es
na de esta manera el artículo que tiene por
absolutamente cierto. Los que me habrán obser-
título "Mi hermano, el árbol":
vado entonces me habrán creído loco. Me creía
un río y caminaba como un sonámbulo. En el Un árbol en el viento: la imagen del dolor huma-
poema "Fui al río" cuento eso. no.
estarás bien cerca de conocer la paz, pues perde- cional limitar a algunos seres su abrazo.
rás esta actitud de defensa y de orgullo que falsea
a lo que el poema contesta:
tus relaciones con el mundo.
¿Amar la tierra entera? ¿Por qué no? El corazón v. 14/5 Sí, desde el abrazo humano, como tú dices,
del hombre ha sido hecho generoso; es conven- nos elevaremos a la gran hermandad.
© Centro de Publicaciones, Universidad Nacional del Litoral,
Santa Fe, Argentina, 19%.
ISBN 950-9840-73-4
Reservados todos los derechos.
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.