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3. Razonamiento Inductivo
Cualquier proceso de pensamiento que utilice nuestro conocimiento de circunstancias
específicas conocidas para realizar una deducción sobre circunstancias desconocidas es
un caso de razonamiento inductivo. Los tipos comunes de razonamiento indicativo se
basan con frecuencia en las inducciones basadas en categorías: bien generalizando desde
circunstancias conocidas a todas las circunstancias (lo que es una inducción general),
o
bien generalizando desde algunos miembros de una categoría, de la que se sabe que tiene
una cierta propiedad, a otros casos de esa categoría (lo que es una inducción específica).
3.1. Inducciones generales
La investigación sobre la inducción general comenzó de forma efectiva durante los años
cincuenta; donde se recurrió a una tarea parecida al Mastermind: a partir de los datos
que se le proporcionaba al experimentador los sujetos debían descubrir las reglas del
juego.
4. Razonamiento deductivo
Muchos teóricos de Aristóteles han creído que el razonamiento deductivo representa
uno de los logros más altos del pensamiento racional, las tareas de razonamientos
deductivos son una de las herramientas fundamentales utilizadas por los psicólogos
cognitivos en la búsqueda para entender la racionalidad humana.
Una herramienta que se utiliza para estudiar el razonamiento deductivo es el
silogismo como argumentó que consiste en dos afirmaciones y una conclusión, lo que
puede ser tan cierto como falso.
La idea básica del razonamiento deductivo es que una conclusión válida se sigue de las
tres mesas como una cuestión de necesidad lógica.
4. Razonamiento Deductivo
La actividad cognitiva que consiste en la organización y la estructuración de ideas para
alcanzar una conclusión. Al ser Deductivo, por su parte, nos referimos a lo que proviene
de la deducción que no es otra cosa que el método lógico que lleva desde lo universal
hasta lo
particular esta clase de razonamiento permite inferir necesariamente una conclusión
a partir de una serie de premisas.
Por ejemplo,
Premisa: Todos los perros ladran. Mi mascota es un perro.
Conclusión: Necesariamente, mi perro ladra.
Otro ejemplo que utiliza el texto es que Todos los Porsche son automóviles fiables. Dado
que el Boxster es un Porsche, entonces, esperamos que el nuevo Boxster sea un coche
fiable. Sin embargo, el resultado no puede ser así de simple. Así que cogemos el nuevo
Porsche Boxster para una prueba y tenemos una avería a los 10 minutos de circular con él.
Por consiguiente, La única conclusión lógica que podemos hacer es que una de nuestras
premisas debe ser falsa: o bien es falsa la premisa 1 —«todos los Porsche son
fiables»— (lo más posiblemente), o bien lo es la premisa 2 —«El Boxster es un Porsche»—
(bastante improbable). Es un claro ejemplo del funcionamiento del razonamiento deductivo
En un razonamiento deductivo (al contrario que en uno inductivo), si las premisas son
ciertas, la conclusión no puede ser falsa. Una herramienta que se utiliza para estudiar el
razonamiento deductivo es el silogismo, como un argumento que consiste en dos
afirmaciones y una conclusión. Una conclusión que se sigue de premisas dadas por
las leyes de la lógica deductiva es una conclusión válida.
El razonamiento deductivo también es una de las herramientas fundamentales utilizadas por
los psicólogos cognitivos en la búsqueda para entender la racionalidad humana.
El lógico y matemático inglés John Venn (1834-1923) traslada estas relaciones entre los
dos términos con diagramas.
4.2. Silogismos condicionales
Es algún hecho o acontecimiento que puede estar condicionado por que ocurra otro: esta
relación entre acontecimientos se puede describir como un silogismo condicional. Que
consisten en dos premisas y una conclusión.
Una de las tareas utilizadas más comúnmente para el estudio del razonamiento condicional
es la tarea de selección de Wason, Te muestran un grupo de cuatro cartas en una mesa.
Cada una tiene un número de un lado y un color del otro. Las caras visibles de las cartas
muestran 3, 8, rojo y marrón. ¿A qué dos cartas deberían dar vuelta para comprobar la
veracidad de la proposición de que si una carta muestra un número par, por un lado,
entonces la cara opuesta muestra un color primario?
Premisa 1: Ningún A es B.
Premisa 2: Ningún B es C
Conclusión: Ningún A es C
Puede que no sea obvio que esta conclusión no es válida. Reemplacemos las
abstracciones
A, B y C con términos concretos y veamos cómo queda el
silogismo:
¿Es válida cualquiera de estas dos conclusiones? ¿Cuál de ellas? los sujetos aceptan dos
veces más la primera conclusión como válida antes que la segunda. Al parecer, somos
más propensos a aceptar como válida lógicamente una conclusión si las premisas y
la conclusión son afirmaciones ciertas.
Cerca del 90% de los sujetos en los que se presentó este silogismo juzgaron que la
conclusión era válida. La conclusión es lógica (se sigue necesariamente de las premisas) y
creíble (hay muchas cosas adictivas que no son cigarrillos). ¿Qué ocurre cuando
reordenamos el contenido del silogismo?
Sólo el 50% de los sujetos reconocen esta conclusión como válida. Pero por supuesto que
lo es: la conclusión sigue lógicamente a las premisas. La conclusión, sin embargo, no es
creíble.
El contenido increíble del problema influencia la habilidad de muchos sujetos para
hacer una reducción válida lógicamente.