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COLEGIO ISLA DEL SOL IED

ME PONGO AL DÍA DESDE MI CASA

CURSO: Séptimo
AREA: Tecnología e informática
ASIGNATURA: Informática.
Docente: David Pérez García

Hoja de relación contextual-temática Periodo IV de 2021


NORMAS APA PRESENTACIÓN DE TRABAJOS ESCRITOS

En el mundo académico el trabajo escrito es una actividad pedagógica que permite la evaluación de
importantes procesos de pensamiento que se encuentran mediados por la lectura y la escritura; y
promueven la construcción, organización e integración del conocimiento para el desarrollo de un
pensamiento crítico. Por tener una intención divulgativa, el conocimiento debe cumplir con
estándares que faciliten su comprensión y difusión. Por esta razón, desde 1929, la American
Psychological Association (APA) estableció un conjunto de criterios para la presentación de los
trabajos escritos que actualiza y perfecciona cada año.

El colegio Isla del Sol IED considera importante que su comunidad educativa conozca y se apropie
de estas normas, de manera que pueda emplearlas en el contexto donde las requiera.

TIPO DE PAPEL Tamaño: Carta (Letter) / papel 21.59 cm x 27.94 cm (8 1/2” x 11”).

MÁRGENES Hoja: 2.54 cm (1 pulgada) en cada borde de la hoja (Superior, inferior, izquierda,
derecha).

Sangría: Es necesario dejar 5 espacios con la barra espaciadora o 0,5 cm desde la pestaña diseño
de Word, al comienzo de cada de cada párrafo.

NUMERACIÓN DE PÁGINAS Los números comienzan en la página del título o portada del
documento y deben estar ubicados en la esquina superior derecha. La numeración desde la página
de copyright hasta las listas de tablas y figuras incluyendo las páginas de dedicatoria y prefacio
deben estar numeradas con números romanos. En el formato APA el contenido del documento
(desde introducción en adelante) debe estar numerado con números arábigos.

PORTADA
FUENTE O TIPO DE LETRA

Times New Roman


Tamaño: 12 pts.
Alineamiento: Izquierda
Interlineado doble.

ABREVIACIONES EN FORMATO APA

Las normas APA permiten abreviar ciertas palabras que se listan a continuación:

Capítulo: cap.
Edición: ed.
Edición revisada: ed. rev.
Editor (es): Ed. (Eds.)
Traductor (es): Trad. (Trads.)
Sin fecha: s.f.
Página (páginas): p. (pp.)
Volumen (Volúmenes): Vol. (Vols.)
Número: núm.
Parte: Pte.
Suplemento: Supl.

Las abreviaturas deben emplearse de forma moderada y sólo cuando ayuden al lector a entender.
Generalmente se utilizan para evitar una repetición, pero no como un atajo de escritura, ya que a
veces es más fácil leer una frase de dos letras que recordar el significado de una abreviatura.

ORGANIZACIÓN DE LOS ENCABEZADOS

El Manual APA recomienda la jerarquización de la información para facilitar el ordenamiento del


contenido. Los encabezados no llevan números, ni tampoco mayúsculas sostenidas.

Nivel 1: Encabezado centrado en negrita, con mayúsculas y minúsculas. Ej.


EL TÚNEL
Nivel 2: Encabezado alineado a la izquierda en negritas con mayúsculas y minúsculas. Ej.
EL Túnel
Nivel 3: Encabezado de párrafo con sangría, negritas, mayúsculas, minúsculas y punto final. Ej.
El túnel.
TABLA DE CONTENIDO

La tabla de contenido se realiza de acuerdo con los temas a desarrollar. Debe siempre contar con
Presentación, Conclusiones y Referencias. Puede que el trabajo escrito contenga tablas o anexos;
para ello, puedes profundizar con un manual o en internet. Ejemplo de posible tabla de contenido.

TABLA DE CONTENIDO

p.

PRESENTACIÓN ii
TÍTULO NIVEL 1 3
Título Nivel 2 5
Título Nivel 3 6
CONCLUSIONES 8
ANEXOS (opcional) 9
REFERENCIAS 10

NORMAS BÁSICAS PARA CITAR AUTORES Y/O DOCUMENTOS

La citación de autores o textos es uno de los aspectos más extensos para la conocer de las normas
APA. Para familiarizarnos con ellos, comenzaremos por los más empleados. A medida que se vayan
interiorizando y las necesidades escritoras en los trabajos vayan aumentando, podremos avanzar
consultando por internet o en los respectivos manuales.

LA CITA

Es una mención o reconocimiento de las ideas, teorías o investigaciones de autores que han influido
directamente en el autor del trabajo escrito.

PLAGIO

Es la copia parcial o total de las ideas, teorías o investigaciones de un autor o una obra escrita que
puede traer hasta consecuencias legales. Aunque se diga con propias palabras lo que ha expuesto
otro autor, es importante citar el autor original.

AUTOPLAGIO

Se presenta cuando se utilizan ideas o textos que han sido utilizados con anterioridad por el autor,
sin hacer la cita correspondiente. Además se considera una acción antiética.

CÓMO CITAR

La cita en un trabajo escrito puede ser DIRECTA o INDIRECTA (parafraseo).

Cita Directa

Se presenta cuando se dice textualmente lo que se ha dicho en otro trabajo propio o de otro autor.
Se debe escribirse entre comillas.

Cuando posee menos de cuarenta palabras, la cita hace parte del párrafo. En paréntesis debe ir el
apellido del autor, el año de publicación, número de página donde se extrajo la cita. Ejemplo:

“La película The Runaway Bride muestra una disyuntiva hacia la mujer pues mezcla los deseos y su
integración en la sociedad por medio del matrimonio” (Gil, 2003, p. 25). Esta apreciación del autor
muestra que sí puede encontrarse en el medio cinematográfico películas que ponen a pensar al
público femenino en su papel histórico y social.

Cuando la cita posee de 40 o más palabras, ésta se menciona en un párrafo aparte. En paréntesis
debe ir el apellido del autor, el año de publicación, número de página donde se extrajo la cita.
Ejemplo:

The Runaway Bride no fue más que otro intento fallido del cine. Su director sólo buscó realizar una
copia de otras películas afamadas de años anteriores.

“Novia a la fuga' fue un intento de repetir el éxito de 'Pretty Woman'. Se convocó a la misma pareja
protagonista, Richard Gere y Julia Roberts, y al mismo director, Garry Marshall para orquestar otra
historia de amor improbable, aquí entre un famoso periodista de Nueva York conocido por su
misógina y una empleada de una ferretería de un pueblo idílico con tendencia a huir en el último
momento de sus propias bodas.” (Gil, 2003, pp. 25 - 27)

Cita Indirecta

La cita indirecta es una paráfrasis que se realiza del texto original. Es decir que se convierte en un
texto con palabras y sintaxis u organización diferente del texto a citar elaborado por el autor del
trabajo escrito. Observa cómo se hace mención del autor Ejemplo:

Siempre he sido fanático de las películas y series que muestren la dualidad social del individuo;
particularmente, cuando hemos de referirnos a la mujer, The Runaway Bride es una película de esas.
Tal como lo menciona Gil (2003) señala dicha dicotomía donde la mujer es dueña de sus deseos,
pero es sólo por medio del matrimonio que puede satisfacerlos.

Cómo citar Autores


Los autores en una obra pueden ser personales, corporativos o simplemente, desconocidos.

El personal se refiere a una persona natural, el corporativo a una institución, fundación o empresa
que figure como autor de la obra referenciada.

En cuanto al autor anónimo o desconocido, como no existe nombre de autor, entonces se


colocará el título de la obra.

- De dos a cinco autores la cita puede ir al final o como parte el párrafo, así:

(Apellido autor & Apellido autor, año) ej: (Gonzáles, Martínez & Pérez, 2007) o así:

Apellido autor y apellido autor (año) ej: Gonzáles, Martínez y Pérez (2007),...

- Si el autor es desconocido, la cita queda así:

"parte del título original" (año) ej: "Las vocales en la niñez..." (2005)

Cuando la fecha es desconocida, la cita debe utilizar las abreviaturas s.f. (sin fecha), así:

Apellido autor (s. f.) ej: Castillo Prada (s.f.)

- Para la cita con más de seis autores se coloca el apellido del primer autor seguido de la
abreviación 'et al.' . Ej:

(León Márquez et al., 2011) o León Márquez et al. (2011)

- Si existen dos o más autores con el mismo apellido y la misma fecha de publicación, es
necesario colocar las iniciales del nombre, ej:

Rodríguez D.A. (2009)

- Cuando se cite un trabajo de tres a cinco autores, en la primera cita se debe colocar todos los
apellidos de los autores, en las citas siguientes coloque el primer autor y la sigla et al, ej:

Primera cita… (Marquez Vidal, Pérez Rodriguez, Rincon Páez, Zambrano Ortíz, 2014)

- Para los autores corporativos, se debe utilizar su nombre completo. Ej:

Colegio Isla del Sol (2019) o (Colegio Isla del Sol, 2019)

- Si el autor corporativo se identifica por siglas, estas deben junto al nombre completo en la
primera cita del texto, en las citas siguientes puede utilizarse solo las siglas. En las referencias se
debe escribir el nombre completo. Ej:

Secretaría de Educación Distrital (SED, 2019) ó (Secretaría de Educación Distrital [SED], 2019)

Paginación

Las páginas de una cita se deben referenciar siempre en las citas directas utilizando las siguientes
abreviaciones:

p. Si la cita está en una sola página, Ej: (Gil, 2003, p. 149)

pp. Si la cita está en dos o más páginas, se indica la primera y la útlima separadas por un guión. Ej:
(Gil, 2003, pp. 151-152)

párr. (Piscitelli, 2014, párr. 4)Si el texto no tiene paginación o es una página web. Se cuenta el
número de párrafo al que corresponde la cita.
LISTA DE REFERENCIAS

Las referencias son las fuentes de consulta empleadas para la elaboración de los trabajos. Utilizan
sangría francesa y se ordenan alfabéticamente. Éstas son las más empleadas:

Libro: Apellido, A. A. (Año). Título. Ciudad, País: Editorial

Libro con editor: Apellido, A. A. (Ed.). (Año). Título. Ciudad, País: Editorial.

Libro electrónico: Apellido, A. A. (Año). Título. Recuperado de http://www…

Capítulo de libro: únicamente en os casos de libros compilatorios y antologías donde cada capítulo
tenga un autor diferente y un compilador o editor: Apellido, A. A., y Apellido, B. B. (Año). Título del
capítulo o la entrada. En A. A. Apellido. (Ed.), Título del libro (pp. xx-xx). Ciudad, País: Editorial.

Referencia a páginas webs: Apellido, A. A. (Fecha). Título de la página. Lugar de publicación: Casa
publicadora. Recuperado de http://www…

.Películas: Apellido del productor, A. (productor) y Apellido del director, A. (director). (Año). Nombre
de la película [cinta cinematográfica]. País: productora.

Serie de televisión: Apellido del productor, A. (productor). (Año). Nombre de la serie [serie de
televisión]. Lugar: Productora.

Video: Apellido del productor, A. (Productor). (Año). Nombre de la serie [Fuente]. Lugar.

Podcast: Apellido, A. (Productor). (Fecha). Título del podcast [Audio podcast]. Recuperado de
htpp://www…

Autor, (Día, Mes, Año) Título del mensaje [Descripción de la forma] Recuperado de htpp://www…

Si quieres ampliar esta información. Puedes acceder a estos sitios Web:

REFERENCIAS

Normas APA 2019. A Chegg service. Recuperado de https://normasapa.com/

El eterno estudiante. Recuperado de http://eleternoestudiante.com/normas-apa-2019/

Normas APA para trabajos escritos. Recuperado de https://www.mundonets.com/normas-apa/

TEXTO: LA BIBLIOTECA DE BABEL

El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito,
de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas
bajísimas. Desde cualquier hexágono se ven los pisos inferiores y superiores: interminablemente.
La distribución de las galerías es invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos anaqueles por lado,
cubren todos los lados menos dos; su altura, que es la de los pisos, excede apenas la de un
bibliotecario normal. Una de las caras libres da a un angosto zaguán, que desemboca en otra
galería, idéntica a la primera y a todas. A izquierda y a derecha del zaguán hay dos gabinetes
minúsculos. Uno permite dormir de pie; otro, satisfacer las necesidades finales. Por ahí pasa la
escalera espiral, que se abisma y se eleva hacia lo remoto. En el zaguán hay un espejo, que
fielmente duplica las apariencias. Los hombres suelen inferir de ese espejo que la Biblioteca no es
infinita (si lo fuera realmente ¿a qué esa duplicación ilusoria?); yo prefiero soñar que las
superficies bruñidas figuran y prometen el infinito... La luz procede de unas frutas esféricas que
llevan el nombre de lámparas. Hay dos en cada hexágono: transversales. La luz que emiten es
insuficiente, incesante.
Como todos los hombres de la Biblioteca, he viajado en mi juventud; he peregrinado en busca de un
libro, acaso del catálogo de catálogos; ahora que mis ojos casi no pueden descifrar lo que escribo,
me preparo a morir a unas pocas leguas del hexágono en que nací. Muerto, no faltarán manos
piadosas que me tiren por la baranda; mi sepultura será el aire insondable; mi cuerpo se hundirá
largamente y se corromperá y disolverá en el viento engendrado por la caída, que es infinita. Yo
afirmo que la Biblioteca es interminable. Los idealistas arguyen que las salas hexagonales son una
forma necesaria del espacio absoluto o, por lo menos, de nuestra intuición del espacio. Razonan
que es inconcebible una sala triangular o pentagonal. (Los místicos pretenden que el éxtasis les
revela una cámara circular con un gran libro circular de lomo continuo, que da toda la vuelta de
las paredes; pero su testimonio es sospechoso; sus palabras, oscuras. Ese libro cíclico es Dios.)
Básteme, por ahora, repetir el dictamen clásico: La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es
cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible.

A cada uno de los muros de cada hexágono corresponden cinco anaqueles; cada anaquel encierra
treinta y dos libros de formato uniforme; cada libro es de cuatrocientas diez páginas; cada página,
de cuarenta renglones; cada renglón, de unas ochenta letras de color negro. También hay letras
en el dorso de cada libro; esas letras no indican o prefiguran lo que dirán las páginas. Sé que esa
inconexión, alguna vez, pareció misteriosa. Antes de resumir la solución (cuyo descubrimiento, a
pesar de sus trágicas proyecciones, es quizá el hecho capital de la historia) quiero rememorar
algunos axiomas.

El primero: La Biblioteca existe ab aeterno. De esa verdad cuyo colorario inmediato es la eternidad
futura del mundo, ninguna mente razonable puede dudar. El hombre, el imperfecto bibliotecario,
puede ser obra del azar o de los demiurgos malévolos; el universo, con su elegante dotación de
anaqueles, de tomos enigmáticos, de infatigables escaleras para el viajero y de letrinas para el
bibliotecario sentado, sólo puede ser obra de un dios. Para percibir la distancia que hay entre lo
divino y lo humano, basta comparar estos rudos símbolos trémulos que mi falible mano
garabatea en la tapa de un libro, con las letras orgánicas del interior: puntuales, delicadas,
negrísimas, inimitablemente simétricas.

El segundo: El número de símbolos ortográficos es veinticinco. Esa comprobación permitió, hace


trescientos años, formular una teoría general de la Biblioteca y resolver satisfactoriamente el
problema que ninguna conjetura había descifrado: la naturaleza informe y caótica de casi todos
los libros. Uno, que mi padre vio en un hexágono del circuito quince noventa y cuatro, constaba
de las letras MCV perversamente repetidas desde el renglón primero hasta el último. Otro (muy
consultado en esta zona) es un mero laberinto de letras, pero la página penúltima dice «Oh
tiempo tus pirámides». Ya se sabe: por una línea razonable o una recta noticia hay leguas de
insensatas cacofonías, de fárragos verbales y de incoherencias. (Yo sé de una región cerril cuyos
bibliotecarios repudian la supersticiosa y vana costumbre de buscar sentido en los libros y la
equiparan a la de buscarlo en los sueños o en las líneas caóticas de la mano... Admiten que los
inventores de la escritura imitaron los veinticinco símbolos naturales, pero sostienen que esa
aplicación es casual y que los libros nada significan en sí. Ese dictamen, ya veremos no es del todo
falaz.)

Durante mucho tiempo se creyó que esos libros impenetrables correspondían a lenguas pretéritas o
remotas. Es verdad que los hombres más antiguos, los primeros bibliotecarios, usaban un
lenguaje asaz diferente del que hablamos ahora; es verdad que unas millas a la derecha la lengua
es dialectal y que noventa pisos más arriba, es incomprensible. Todo eso, lo repito, es verdad,
pero cuatrocientas diez páginas de inalterables MCV no pueden corresponder a ningún idioma,
por dialectal o rudimentario que sea. Algunos insinuaron que cada letra podía influir en la
subsiguiente y que el valor de MCV en la tercera línea de la página 71 no era el que puede tener
la misma serie en otra posición de otra página, pero esa vaga tesis no prosperó. Otros pensaron
en criptografías; universalmente esa conjetura ha sido aceptada, aunque no en el sentido en que
la formularon sus inventores.

Hace quinientos años, el jefe de un hexágono superior dio con un libro tan confuso como los otros,
pero que tenía casi dos hojas de líneas homogéneas. Mostró su hallazgo a un descifrador
ambulante, que le dijo que estaban redactadas en portugués; otros le dijeron que en yiddish.
Antes de un siglo pudo establecerse el idioma: un dialecto samoyedo-lituano del guaraní, con
inflexiones de árabe clásico. También se descifró el contenido: nociones de análisis combinatorio,
ilustradas por ejemplos de variaciones con repetición ilimitada. Esos ejemplos permitieron que un
bibliotecario de genio descubriera la ley fundamental de la Biblioteca. Este pensador observó que
todos los libros, por diversos que sean, constan de elementos iguales: el espacio, el punto, la
coma, las veintidós letras del alfabeto. También alegó un hecho que todos los viajeros han
confirmado: No hay en la vasta Biblioteca, dos libros idénticos. De esas premisas
incontrovertibles dedujo que la Biblioteca es total y que sus anaqueles registran todas las
posibles combinaciones de los veintitantos símbolos ortográficos (número, aunque vastísimo, no
infinito) o sea todo lo que es dable expresar: en todos los idiomas. Todo: la historia minuciosa del
porvenir, las autobiografías de los arcángeles, el catálogo fiel de la Biblioteca, miles y miles de
catálogos falsos, la demostración de la falacia de esos catálogos, la demostración de la falacia del
catálogo verdadero, el evangelio gnóstico de Basilides, el comentario de ese evangelio, el
comentario del comentario de ese evangelio, la relación verídica de tu muerte, la versión de cada
libro a todas las lenguas, las interpolaciones de cada libro en todos los libros, el tratado que Beda
pudo escribir (y no escribió) sobre la mitología de los sajones, los libros perdidos de Tácito.

Cuando se proclamó que la Biblioteca abarcaba todos los libros, la primera impresión fue de
extravagante felicidad. Todos los hombres se sintieron señores de un tesoro intacto y secreto. No
había problema personal o mundial cuya elocuente solución no existiera: en algún hexágono. El
universo estaba justificado, el universo bruscamente usurpó las dimensiones ilimitadas de la
esperanza. En aquel tiempo se habló mucho de las Vindicaciones: libros de apología y de profecía,
que para siempre vindicaban los actos de cada hombre del universo y guardaban arcanos
prodigiosos para su porvenir. Miles de codiciosos abandonaron el dulce hexágono natal y se
lanzaron escaleras arriba, urgidos por el vano propósito de encontrar su Vindicación. Esos
peregrinos disputaban en los corredores estrechos, proferían oscuras maldiciones, se
estrangulaban en las escaleras divinas, arrojaban los libros engañosos al fondo de los túneles,
morían despeñados por los hombres de regiones remotas. Otros se enloquecieron... Las
Vindicaciones existen (yo he visto dos que se refieren a personas del porvenir, a personas acaso
no imaginarias) pero los buscadores no recordaban que la posibilidad de que un hombre
encuentre la suya, o alguna pérfida variación de la suya, es computable en cero.

También se esperó entonces la aclaración de los misterios básicos de la humanidad: el origen de la


Biblioteca y del tiempo. Es verosímil que esos graves misterios puedan explicarse en palabras: si
no basta el lenguaje de los filósofos, la multiforme Biblioteca habrá producido el idioma inaudito
que se requiere y los vocabularios y gramáticas de ese idioma. Hace ya cuatro siglos que los
hombres fatigan los hexágonos... Hay buscadores oficiales, inquisidores. Yo los he visto en el
desempeño de su función: llegan siempre rendidos; hablan de una escalera sin peldaños que casi
los mató; hablan de galerías y de escaleras con el bibliotecario; alguna vez, toman el libro más
cercano y lo hojean, en busca de palabras infames. Visiblemente, nadie espera descubrir nada.

A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión excesiva. La certidumbre de


que algún anaquel en algún hexágono encerraba libros preciosos y de que esos libros preciosos
eran inaccesibles, pareció casi intolerable. Una secta blasfema sugirió que cesaran las buscas y
que todos los hombres barajaran letras y símbolos, hasta construir, mediante un improbable don
del azar, esos libros canónicos. Las autoridades se vieron obligadas a promulgar órdenes severas.
La secta desapareció, pero en mi niñez he visto hombres viejos que largamente se ocultaban en
las letrinas, con unos discos de metal en un cubilete prohibido, y débilmente remedaban el divino
desorden.

Otros, inversamente, creyeron que lo primordial era eliminar las obras inútiles. Invadían los
hexágonos, exhibían credenciales no siempre falsas, hojeaban con fastidio un volumen y
condenaban anaqueles enteros: a su furor higiénico, ascético, se debe la insensata perdición de
millones de libros. Su nombre es execrado, pero quienes deploran los «tesoros» que su frenesí
destruyó, negligen dos hechos notorios. Uno: la Biblioteca es tan enorme que toda reducción de
origen humano resulta infinitesimal. Otro: cada ejemplar es único, irreemplazable, pero (como la
Biblioteca es total) hay siempre varios centenares de miles de facsímiles imperfectos: de obras
que no difieren sino por una letra o por una coma. Contra la opinión general, me atrevo a
suponer que las consecuencias de las depredaciones cometidas por los Purificadores, han sido
exageradas por el horror que esos fanáticos provocaron. Los urgía el delirio de conquistar los
libros del Hexágono Carmesí: libros de formato menor que los naturales; omnipotentes,
ilustrados y mágicos.

También sabemos de otra superstición de aquel tiempo: la del Hombre del Libro. En algún anaquel
de algún hexágono (razonaron los hombres) debe existir un libro que sea la cifra y el compendio
perfecto de todos los demás: algún bibliotecario lo ha recorrido y es análogo a un dios. En el
lenguaje de esta zona persisten aún vestigios del culto de ese funcionario remoto. Muchos
peregrinaron en busca de Él.

Durante un siglo fatigaron en vano los más diversos rumbos. ¿Cómo localizar el venerado hexágono
secreto que lo hospedaba? Alguien propuso un método regresivo: Para localizar el libro A,
consultar previamente un libro B que indique el sitio de A; para localizar el libro B, consultar
previamente un libro C, y así hasta lo infinito... En aventuras de ésas, he prodigado y consumido
mis años. No me parece inverosímil que en algún anaquel del universo haya un libro total; ruego
a los dioses ignorados que un hombre - ¡uno solo, aunque sea, hace miles de años! - lo haya
examinado y leído. Si el honor y la sabiduría y la felicidad no son para mí, que sean para otros.
Que el cielo exista, aunque mi lugar sea el infierno. Que yo sea ultrajado y aniquilado, pero que
en un instante, en un ser, Tu enorme Biblioteca se justifique.

Afirman los impíos que el disparate es normal en la Biblioteca y que lo razonable (y aun la humilde y
pura coherencia) es una casi milagrosa excepción. Hablan (lo sé) de «la Biblioteca febril, cuyos
azarosos volúmenes corren el incesante albur de cambiarse en otros y que todo lo afirman, lo
niegan y lo confunden como una divinidad que delira». Esas palabras que no sólo denuncian el
desorden sino que lo ejemplifican también, notoriamente prueban su gusto pésimo y su
desesperada ignorancia. En efecto, la Biblioteca incluye todas las estructuras verbales, todas las
variaciones que permiten los veinticinco símbolos ortográficos, pero no un solo disparate
absoluto. Inútil observar que el mejor volumen de los muchos hexágonos que administro se titula
«Trueno peinado», y otro «El calambre de yeso» y otro «Axaxaxas mlo». Esas proposiciones, a
primera vista incoherentes, sin duda son capaces de una justificación criptográfica o alegórica;
esa justificación es verbal y, ex hypothesi, ya figura en la Biblioteca. No puedo combinar unos
caracteres dhcmrlchtdj que la divina Biblioteca no haya previsto y que en alguna de sus lenguas
secretas no encierren un terrible sentido. Nadie puede articular una sílaba que no esté llena de
ternuras y de temores; que no sea en alguno de esos lenguajes el nombre poderoso de un dios.
Hablar es incurrir en tautologías. Esta epístola inútil y palabrera ya existe en uno de los treinta
volúmenes de los cinco anaqueles de uno de los incontables hexágonos, y también su refutación.
(Un número n de lenguajes posibles usa el mismo vocabulario; en algunos, el símbolo biblioteca
admite la correcta definición ubicuo y perdurable sistema de galerías hexagonales, pero
biblioteca es pan o pirámide o cualquier otra cosa, y las siete palabras que la definen tienen otro
valor. Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?).

La escritura metódica me distrae de la presente condición de los hombres. La certidumbre de que


todo está escrito nos anula o nos afantasma. Yo conozco distritos en que los jóvenes se
prosternan ante los libros y besan con barbarie las páginas, pero no saben descifrar una sola
letra. Las epidemias, las discordias heréticas, las peregrinaciones que inevitablemente degeneran
en bandolerismo, han diezmado la población. Creo haber mencionado los suicidios, cada año más
frecuentes. Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana - la
única - está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita,
perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta.

Acabo de escribir infinita. No he interpolado ese adjetivo por una costumbre retórica; digo que no es
ilógico pensar que el mundo es infinito. Quienes lo juzgan limitado, postulan que en lugares
remotos los corredores y escaleras y hexágonos pueden inconcebiblemente cesar, lo cual es
absurdo. Quienes la imaginan sin límites, olvidan que los tiene el número posible de libros. Yo me
atrevo a insinuar esta solución del antiguo problema: La biblioteca es ilimitada y periódica. Si un
eterno viajero la atravesara en cualquier dirección, comprobaría al cabo de los siglos que los
mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden (que, repetido, sería un orden: el Orden). Mi
soledad se alegra con esa elegante esperanza.

Por Jorge Luis Borges

Revisa el enlace: http://libraryofbabel.info/ para ir comprendiendo el universo de Borges.

CONCEPTO: EL TIEMPO

 El tiempo (del latín tempus) es una magnitud física con la que se mide la duración o
separación de acontecimientos.
 El tiempo permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo un pasado, un futuro y
un tercer conjunto de eventos ni pasados ni futuros respecto a otro.
 En mecánica clásica a esta tercera clase se llama «presente» y está formada por eventos
simultáneos a uno en particular.
 En mecánica relativista el concepto de tiempo es más complejo: los hechos simultáneos
(«presente») son relativos al observador, salvo que se produzcan en el mismo lugar del
espacio; por ejemplo, un choque entre dos partículas.
 El tiempo ha sido durante mucho tiempo un importante tema de estudio en la religión, la
filosofía y la ciencia, pero definirlo de manera aplicable a todos los campos sin circularidad ha
1
eludido sistemáticamente a los estudiosos. No obstante, campos tan diversos como los
negocios, la industria, los deportes, las ciencias y las artes escénicas incorporan alguna
noción de tiempo en sus respectivos sistemas de medición.
 El tiempo en física se define operativamente como "lo que lee un reloj".

El concepto físico del tiempo

Dados dos eventos puntuales E1 y E2, que ocurren respectivamente en instantes de tiempo t1 y t2, y
en puntos del espacio diferentes P1 y P2, todas las teorías físicas admiten que estos pueden cumplir
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una y solo una de las siguientes tres condiciones:

1. Es posible para un observador estar presente en el evento E1, y luego estar en el evento E2,
y en ese caso se afirma que E1 es un evento anterior a E2. Además, si eso sucede, ese
observador no podrá verificar E2.
2. Es posible para un observador estar presente en el evento E2 y luego estar en el evento E1, y
en ese caso se afirma que E1 es un evento posterior a E2. Además si eso sucede, ese
observador no podrá verificar E1.
3. Es imposible, para un observador puntual, estar presente simultáneamente en los dos
eventos E1 y E2.
Dado un evento cualquiera, el conjunto de eventos puede dividirse según esas tres categorías
anteriores. Es decir, todas las teorías físicas permiten, fijado un evento, clasificar a los eventos en:
(1) pasado, (2) futuro y (3) resto de eventos (ni pasados ni futuros). La clasificación de un tiempo
presente es debatible por la poca durabilidad de este intervalo que no se puede medir como un
estado actual sino como un dato que se obtiene en una continua sucesión de eventos. En mecánica
clásica esta última categoría está formada por los sucesos llamados simultáneos, y en mecánica
relativista, por los eventos no relacionados causalmente con el primer evento. Sin embargo, la
mecánica clásica y la mecánica relativista difieren en el modo concreto en que puede hacerse esa
división entre pasado, futuro y otros eventos y en el hecho de que dicho carácter pueda ser absoluto
o relativo respecto al contenido de los conjuntos.
El tiempo en mecánica clásica
En mecánica clásica, el tiempo se concibe como una magnitud absoluta, es decir, es un escalar cuya
medida es idéntica para todos los observadores (una magnitud relativa es aquella cuyo valor
depende del observador concreto). Esta concepción del tiempo recibe el nombre de tiempo
absoluto. Esa concepción está de acuerdo con la concepción filosófica de Kant, que establece
el espacio y el tiempo como necesarios para cualquier experiencia humana. Kant asimismo concluyó
que el espacio y el tiempo eran conceptos subjetivos. Mas, no por ello, Kant establecerá que tiempo
y espacio sean dimensiones absolutas, ni en sí mismas, sí apoyadas, en cambio, por Newton y
Leibniz respectivamente. Para Kant no son dimensiones sino formas puras de la intuición
suministrada por la experiencia, de manera que, al no tratarse de magnitudes, no hay posible choque
entre ellas. Fijado un evento, cada observador clasificará el resto de eventos según una división
tripartita clasificándolos en: (1) eventos pasados, (2) eventos futuros y (3) eventos ni pasados y ni
futuros. La mecánica clásica y la física prerrelativista asumen:
1. Fijado un acontecimiento concreto todos los observadores sea cual sea su estado de
movimiento dividirán el resto de eventos en los mismos tres conjuntos (1), (2) y (3), es decir,
dos observadores diferentes coincidirán en qué eventos pertenecen al pasado, al presente y
al futuro, por eso el tiempo en mecánica clásica se califica de absoluto porque es una
distinción válida para todos los observadores (mientras que en mecánica relativista esto no
sucede y el tiempo se califica de relativo).
2. En mecánica clásica, la última categoría, (3), está formada por un conjunto de puntos
tridimensional, que de hecho tiene la estructura de espacio euclídeo (el espacio en un
instante dado). Fijado un evento, cualquier otro evento simultáneo, de acuerdo con la
mecánica clásica estará situado en la categoría (3).
Aunque dentro de la teoría especial de la relatividad y dentro de la teoría general de la relatividad, la
división tripartita de eventos sigue siendo válida, no se verifican las últimas dos propiedades:

1. No existe una noción de simultaneidad independiente del observador como en mecánica


clásica, es decir, dados dos observadores diferentes en movimiento relativo entre sí, en
general diferirán sobre qué eventos sucedieron al mismo tiempo.
El tiempo en mecánica relativista
En mecánica relativista la medida del transcurso del tiempo depende del sistema de referencia donde
esté situado el observador y de su estado de movimiento, es decir, diferentes observadores miden
diferentes tiempos transcurridos entre dos eventos causalmente conectados. Por tanto, la duración
de un proceso depende del sistema de referencia donde se encuentre el observador.
De acuerdo con la teoría de la relatividad, fijados dos observadores situados en diferentes marcos de
referencia, dos sucesos A y B dentro de la categoría (3) (eventos ni pasados ni futuros), pueden ser
percibidos por los dos observadores como simultáneos, o puede que A ocurra "antes" que B para el
primer observador mientras que B ocurre "antes" de A para el segundo observador. En esas
circunstancias no existe, por tanto, ninguna posibilidad de establecer una noción absoluta de
simultaneidad independiente del observador. Según la relatividad general el conjunto de los sucesos
dentro de la categoría (3) es un subconjunto tetradimensional topológicamente abierto del espacio-
tiempo. Cabe aclarar que esta teoría solo parece funcionar con la rígida condición de dos marcos de
referencia solamente. Cuando se agrega un marco de referencia adicional, la teoría de la Relatividad
queda invalidada: el observador A en la Tierra percibirá que el observador B viaja a mayor velocidad
dentro de una nave espacial girando alrededor de la Tierra a 7000 kilómetros por segundo. El
observador B notará que el dato de tiempo al reloj se ha desacelerado y concluye que el tiempo se
ha dilatado por causa de la velocidad de la nave. Un observador C localizado fuera del sistema solar,
notará que tanto el hombre en tierra como el astronauta girando alrededor de la Tierra, están
viajando simultáneamente —la nave espacial y el planeta Tierra— a 28 kilómetros por segundo
alrededor del Sol. La más certera conclusión acerca del comportamiento del reloj en la nave espacial,
es que ese reloj está funcionando mal, porque no fue calibrado ni probado para esos nuevos cambios
en su ambiente. Esta conclusión está respaldada por el hecho de que no existe prueba alguna que
muestre que el tiempo es objetivo.
Solo si dos sucesos están atados causalmente todos los observadores ven el suceso «causal» antes
que el suceso «efecto», es decir, las categorías (1) de eventos pasados y (2) de eventos futuros
causalmente ligados sí son absolutos. Fijado un evento E el conjunto de eventos de la categoría (3)
que no son eventos ni futuros ni pasados respecto a E puede dividirse en tres subconjuntos:
(a) El interior topológico de dicho conjunto, es una región abierta del espacio-tiempo y
constituye un conjunto acronal. Dentro de esa región dados cualesquiera dos eventos resulta
imposible conectarlos por una señal luminosa que emitida desde el primer evento alcance el
segundo.
(b) La frontera del futuro o parte de la frontera topológica del conjunto, tal que cualquier
punto dentro de ella puede ser alcanzado por una señal luminosa emitida desde el evento E.
(c) La frontera del pasado o parte de la frontera topológica del conjunto, tal que desde
cualquier punto dentro de ella puede enviarse una señal luminosa que alcance el evento E.
Las curiosas relaciones causales de la teoría de la relatividad, conllevan a que no existe un tiempo
único y absoluto para los observadores, de hecho cualquier observador percibe el espacio-tiempo o
espacio tetradimensional según su estado de movimiento, la dirección paralela a
su cuadrivelocidad coincidirá con la dirección temporal, y los eventos que acontecen en las
hipersuperficies espaciales perpendiculares en cada punto a la dirección temporal, forman el
conjunto de acontecimientos simultáneos para ese observador.
Lamentablemente, dichos conjuntos de acontecimientos percibidos como simultáneos difieren de un
observador a otro.
El tiempo en mecánica cuántica
En mecánica cuántica debe distinguirse entre la mecánica cuántica convencional, en la que puede
trabajarse bajo el supuesto clásico de un tiempo absoluto, y la mecánica cuántica relativista, dentro
de la cual, al igual que sucede en la teoría de la relatividad, el supuesto de un tiempo absoluto es
inaceptable e inapropiado.
La flecha del tiempo y la entropía
Se ha señalado que la dirección del tiempo está relacionada con el aumento de entropía, aunque eso
parece deberse a las peculiares condiciones que se dieron durante el Big Bang. Aunque algunos
científicos como Penrose han argumentado que dichas condiciones no serían tan peculiares si
consideramos que existe un principio o teoría física más completa que explique por qué nuestro
universo, y tal vez otros, nacen con condiciones iniciales aparentemente improbables, que se reflejan
en una bajísima entropía inicial.
Fuente: Wikipedia

ENSAYO

¿Qué es un ensayo literario?

Un ensayo literario, a veces referido simplemente como ensayo, es una disertación breve y en prosa,
que analiza o reflexiona en torno a un tema de libre escogencia y abordaje por parte del autor. Se
lo considera uno de los géneros literarios, junto con la narrativa, la poesía y la dramaturgia,
heredero de la didáctica y por lo tanto emparentado con la enseñanza.Los ensayos pueden ser
diversos y variopintos, ya que se trata de un abordaje subjetivo y personal, aunque riguroso, de la
materia a tratar. Esto significa que posee opiniones y argumentaciones del autor, pero
sustentadas en la lógica, la información y las sensibilidades. Su propósito no es otro que
argumentar en torno al tema elegido.En cuanto a sus dimensiones, el ensayo suele ser
relativamente breve, organizado didácticamente para aproximarse gradualmente al tema,
haciendo uso de los recursos estilísticos y literarios del idioma para dar fuerza poética y
argumentativa a sus ideas.No debe, por tanto, confundirse un ensayo con una monografía o un
documento técnico (como una tesis). Los temas abordados por el ensayo son virtualmente
infinitos: desde la política, la sociedad y los saberes, hasta el deporte, las artes o la propia
imaginación. Ha habido a lo largo de la historia grandes pensadores ensayistas, que hicieron de
este género uno de los principales vehículos ilustrados de la comunicación y debate de ideas,
sobre todo en tiempos previos a la masificación de la información. Algunos nombres importantes
en ese sentido son los de Aristóteles (384-322 a.C.), Yoshida Kenkö (1283-1350), Michel de
Montaigne (1533-1592), Sir Francis Bacon (1561-1626) - Fuente: https://concepto.de/ensayo-
literario/

Partes de un ensayo literario

La estructura de un ensayo es sumamente libre, ya que se trata de un texto que valora el discurrir
sobre la materia y cuyo valor principal es el de argumentar y reflexionar libremente, al antojo del
escritor. Sin embargo, en su estudio sistemático se puede identificar tres formas de estructura a
muy grandes rasgos, que son:

 Analizante o deductiva. Expone en primer lugar la tesis o el tema que abordará, y luego
desarrolla los argumentos vinculados con la materia.
 Sintetizante o inductiva. Explora los argumentos y datos en primera instancia, y luego a partir
de ellos recompone el tema como conclusión final.
 Encuadrada. La estructura más escolar, inicia con la exposición de la tesis o del tema, luego
debate los argumentos y las posturas, y finalmente reelabora la tesis tomando en
consideración lo hallado en el medio. - Fuente: https://concepto.de/ensayo-literario/
COLEGIO ISLA DEL SOL IED
ME PONGO AL DÍA DESDE MI CASA

Hoja de Actividades
Periodo IV de 2021

Apreciado estudiante: Después de realizar una lectura seria y profunda de la sección teórica de estas
guías, debes desarrollar las siguientes actividades de refuerzo y afianzamiento del tema, para la
posterior revisión por parte de tu docente. Recuerda que solamente debes entregar estas
actividades, sin las páginas iniciales de explicación de los temas. Al final, realiza tu autoevaluación
de manera muy consciente y responsable.

Nota: Entrega todas las actividades en hojas cuadriculadas tamaño carta.


Para entregar estos trabajos no olvides marcar todas tus hojas de la siguiente manera:

Estudiante (Apellidos y Nombres completos):

Curso: ________________

Actividades De Refuerzo Y Afianzamiento


Actividad

Después de realizada la lectura de toda la guía realiza.

1. Un ensayo que relacione el TEXTO con el CONCEPTO. Para ello, determina cual es la
definición que prefieres del CONCEPTO para poder hacer el análisis del TEXTO.

Es decir. Según la definición del concepto del tiempo que elijas, debes hacerte una pregunta para
realizar un ensayo literario que exponga tu pensamiento para comprender el texto, el concepto y su
relación, exista o no. No olvides seleccionar una estructura del ensayo, e indicar cuál es el tipo de
ensayo que realizaras.

2. Realiza un glosario con todas las palabras que no entiendes del texto.
3. Realiza la presentación de tu ensayo bajo las indicaciones de las normas APA.

Auto-evaluación: GUIAS EN FISICO APRENDE EN CASA

Instrumento para la valoración del componente actitudinal.

Apreciado estudiante, el concepto que tiene de su proceso es de gran importancia para la


valoración del componente actitudinal, sea objetivo y honesto, reconozca sus fortalezas e
identifique sus debilidades. El auto-reconocimiento es fundamental para el mejoramiento
continuo.

Valore en la escala con una X de acuerdo con el grado de cumplimiento.

VALORACIÓN
ASPECTO ITEMS PARA TENER EN CUENTA
Muy Bajo Medio Alto Muy alto
Me he comprometido con el trabajo presentado. bajo

Mi actitud hacia las actividades ha sido buena


Me he esforzado en superar mis dificultades.

He sido exigente conmigo mismo (a) en los trabajos


del curso.

Responsabilid Me siento satisfecho (a) con el trabajo realizado.


ad Entrego actividades, proyectos y demás
evidencias, siguiendo las instrucciones del
docente.
Autorregulo mi tiempo y genero rutinas diarias para
el desarrollo de las actividades propuestos

¿Si la autoevaluación fuese Numérica que nota pondrías? (de 1.0 a 5.0)

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