Está en la página 1de 10

1

La compañía entre mujeres en contexto rural. Una experiencia de


ayuda mutua en la lucha por la preservación del monte, lo sucedido
con las “Madres del Monte”
María Alejandra Leguizamón OP
Introducción
Las inquietudes que me planteo a raíz de leer, escuchar y conocer de cerca la realidad de
las mujeres en la zona rural en Santiago del Estero, suscitaron en mí preguntas y las
preguntas me han llevado a buscar respuestas o por lo menos a ensayar un modo de ser
compañeras de camino de mujeres que están en un espacio de lucha donde su propia
vida y la de sus familias están amenazadas.
Me propongo hacer un recorrido desde la experiencia del grupo de mujeres que se
convocaron con el nombre “Madres del Monte”; este grupo se forma a raíz de la tala
indiscriminada del monte donde viven, en el paraje de Algarrobal Viejo, un pequeño
lugar que se encuentra en el límite de las provincias de Santiago del Estero y Salta
Para leer la experiencia desde otras miradas diálogo con tres autoras Hannah Arendt,
Fina Birulés y Graciela Di Marco, cada una de ellas me ayuda a mirar éste hecho desde
tres perspectivas epocales diferentes que me permiten hacer una lectura teológica de
este acontecimiento.
Con Hannah Arendt, filósofa que desarrolló su pensamiento en la década (1950) con la
lectura de algunos capítulos de su obra La Condición Humana (1958); me permite
explorar este hecho desde los presupuestos históricos de la autora para la comprensión
del cambio social en la distinción de las actividades fundamentales de la vida humana:
labor, trabajo y acción.
El segundo enfoque me acerco a Fina Birulés para interpretar la trayectoria del hecho al
relato del acontecimiento tomando los elementos del pensamiento de la autora,
comprendiendo que la construcción subjetiva de los hechos tienen impacto en el modo
de comprensión de la realidad.
El tercer enfoque corresponde a Graciela Di Marco en la reflexión sobre la Justicia
Social y la Democratización.
Las tres autoras me permiten tener en cuenta el relato inicial como el lugar de la crítica
y la construcción de una propuesta válida de la organización de las mujeres a favor del
proceso de “empoderamiento” en los espacios públicos de las mujeres de ámbitos
rurales.
Destaco el hilo conductor de este trabajo en relación a una situación mucho más
compleja en nuestro país y que forma parte de todas las luchas entabladas por diferentes
grupos que denuncian que sus derechos no son respetados. Las “Madres del Monte” es
un grupo formado por cuatro mujeres y sólo es una pequeña historia de una denuncia
que impacta a toda la región del norte del país y las consecuencias de esta protesta es
beneficio para todos los lugares que viven situaciones similares.
La confluencia de los tres enfoques planteados los ubico en relación a la Teología
Pastoral como marco metodológico referencial y en perspectiva ecofeminista.

I. En contacto con las mujeres del norte del país


1. La situación de la lucha

El problema ocasionado por la práctica de la tala indiscriminada de bosques y montes en


el país ha traído seria consecuencias en poblaciones originarias.
2

Santiago del Estero es una de las provincias del NOA que se destaca por una historia
particularmente marcada por la riqueza de sus tierras y el gran despojo que ha sufrido y
sufre todavía.
La problemática de Tierra tiene varios perfiles; la iglesia santiagueña ha dado muchos
pasos con respecto a este tema; uno de ellos fue la convocatoria a la formación de la
Mesa Provincial de Tierras, dentro del ámbito de la pastoral social. Otros espacios
generados por Organizaciones no Gubernamentales (ONG) han ido develando la
situación del desmontes y la tala indiscriminada desde la mirada específica de cada
organización (ambiental, niños y jóvenes, familias campesinas, agua, salud, etc.).
En febrero del 2006 un grupo de mujeres marchó desde un paraje llamado Algarrobal
Viejo ubicado en la zona norte de la provincia de Santiago del Estero limitando con la
provincia de Salta, hasta Calafate en la provincia de Santa Cruz,

La situación que se vive en Algarrobal Viejo es muy similar a la que viven muchísimos otros pueblos de
nuestro país. Con los desmontes, cientos de campesinos e indígenas, tradicionales ocupantes de nuestros
bosques, son desalojados por las topadoras, y muchas veces esto sucede con permiso de las provincias. Es
por eso que necesitamos que de manera urgente se apruebe la Ley de Bosques, señaló Noemí Cruz,
coordinadora en el NOA de Greenpeace1.

Este grupo de mujeres toma el nombre de “Madres del Monte” y representan la


comunidad donde viven. El nombre que eligen para llamarse, quizás tiene raíces en
otras agrupaciones de familias, mujeres sobretodo que años anteriores comenzaron a
reclamar por casos de “gatillo fácil”2.
Cada una de éstas mujeres ha tejido relaciones de pertenencia en la población donde
vive; Saturnina Sequeira, tiene 50 años y vive cerca de Algarrobal Viejo, en la fracción
COBADI, con el desmonte ha sufrido la perdida de sus animales; Elsa del Carmen
Gerez tiene 49 años, madre de 12 hijos, la mayoría ha emigrado en busca de trabajo a
Buenos Aires, Salta y La Rioja es una líder comunitaria en Algarrobal; Juana Rosario
Arias tiene 47 años y es madre de 7 hijos, trabaja como cocinera desde hace 12 años en
la escuela de Algarrobal, en su casa, junto a su esposo, Dante Luna, es donde se
organizan las asambleas comunitarias y Delma Marcelina Aranda ella tiene 61 años,
madre de 9 hijos, trabaja y vive del campo en Algarrobal Viejo. Las cuatro mujeres
fueron acompañadas en el recorrido que hicieron por Noemí Cruz, ella es la
coordinadora del NOA de la organización ambientalista Greenpeace y por Nelly Véliz,
ella ha sido presidenta del MOCASE hasta abril de 2007 (Movimiento Campesino de
Santiago del Estero).
El motivo del reclamo que realizan es porque están acabando con el monte, lugar donde
nacieron y viven hoy, junto a sus familias, también es el lugar de trabajo que les brinda
el alimento necesario para vivir y criar a sus majadas de animales,

Las Madres del Monte, sin el bosque tenemos una vida sin futuro", dijo por su parte Juana Arias, cocinera
de la escuela del pueblo, y se preguntó "¿Adónde vamos a ir con nuestros hijos.(Comunicado de prensa
de Greenpeace del 2de febrero de 2007).

El desmonte es una de las acciones más frecuentes que se realizan en muchas regiones
del país, sobretodo en zonas donde la tierra no ha sido utilizada para la siembra directa.

1
Comunicado de Prensa publicado el 1 de febrero de 2006 en www.greenpeace.com.ar
2
Son casos donde la policía, haciendo abuso de poder, disparaban sus armas contra jóvenes (en su
mayoría) a quemarropa. Hubo muchos casos que me pueden consultar por internet en los diarios El
Liberal entre los años 2000 a 2002. La agrupación se denomina Madres del Dolor.
3

Los pobladores de Algarrobal son muy humildes, viven del monte y crían animales (cerdos, gallinas y
cabras). Pero el pueblo está a punto de desaparecer debido a una solicitud de desmonte por 13.260
hectáreas, que estaría próxima a ser autorizada por la provincia de Salta a la empresa Rumbo Norte SA.
(Comunicado de prensa de Greenpeace del 2 de febrero de 2007)

Las condiciones de vida de muchas comunidades campesinas y aborígenes son muy


precarias y en su mayoría cuentan con el monte como el lugar no sólo para obtener el
alimento y el trabajo sino también y sobre todo en la conformación de su identidad.
Son muchos antecedentes de este tipo de reclamo; el problema de los desmontes se
agudizado estos últimos años3.

La acción de "pelar" la selva (quemar lo que queda y sobre la tierra desnuda colocar un extenso
monocultivo, de caña soja o poroto) está dándole una estocada mortal a las Yungas. (Comunicado de
prensa de Greenpeace, 10/4/03)

El problema ocasionado por la devastación del monte tiene varias aristas. Desde hace
muchos años que se reclama en diferentes instancias de gobierno no sólo provincial sino
también nacional e internacional.

Los datos desde el sector científico son cada vez más alarmantes. Un informe de la Fundación
ProYungas, cuya sede se encuentra en Tucumán, alertó meses atrás sobre esta situación. Estas
advertencias fueron constatadas varias veces en el terreno por Greenpeace que documentó varios
desmontes en esta Selva. (Comunicado de prensa de Greenpeace, 10/4/03)

El impacto ambiental ocasionado por el desmonte tiene consecuencias graves a corto y


largo plazo.
Las voces de las comunidades tienen distintos timbres de sonoridad puesto que el modo
de reclamar comienza por poner en evidencia el quiebre de la calidad de vida en todos
sus aspectos.

Desde los altoparlantes, Lucas Arias de la CCC y Fernando Acosta de la CTA dijeron: “Los desmontes
son más de lo mismo: es el despojo de los recursos naturales en beneficio de unos pocos. Es mentira que
destruir la selva genera empleo genuino, porque siempre se pagan miserias y se deja un tendal de
destrucción que sólo genera más pobreza. El trabajo forestal debe ser un empleo sustentable. Basta de
desmontar”. (comunicado de Prensa 16/4/03)

El engaño y la mentira ha ido ganando terreno a través de las promesas políticas y lo


único que facilitó es empobrecer la tierra,

Según el último monitoreo realizado por Greenpeace en la zona, en la tarde de este miércoles, continúan
desarrollándose desmontes en la zona de Urundel (límite entre Salta y Jujuy), pese a que esta zona ha sido
declarada Reserva de Biosfera por la UNESCO. El gobierno salteño había prometido enviar inspecciones
al lugar, pero la destrucción de esta selva continúa. (comunicado de Prensa de Greenpeace, 23/6/03

El territorio usurpado a las comunidades campesinas y originarias son cada vez más
extensos, no hay responsabilidad en el cuidado de la tierra donde viven poblaciones
centenarias.

El conflicto se suscita con el Ingenio San Martín que ha surgido como empresa feudal por el trabajo
forzado a los indígenas que vivían desde tiempos remotos en esa región. Los ava guaraní y kollas tuvieron
que aceptar forzosamente esta situación para seguir viviendo allí pero ahora el ingenio pretende seguir

3
Comunicados de Prensa de Greenpeace en internet www.greenpeace,org.ar .
4

desmontando para la plantación de azúcar y por ello fueron obligados a desalojar. (Comunicado de Prensa
de Greenpeace 18/9/03)

La realidad de sometimiento que sufren los pobladores del monte, con el avance de las
fronteras agropecuarias y sobre todo el desmonte trae no sólo el trabajo forzado sino
también el desalojo de los lugares donde vivieron por generaciones. Las fronteras de la
producción agropecuarias tienen beneficios para todos; en cambio el desmote y la tala
indiscriminada es el peor de agotar y extinguir muchas especies de semillas que las
comunidades campesinas y aborígenes utilizan para alimentarse y curarse.

El desmonte es una práctica peor que la tala indiscriminada, dado que su impacto es irreversible: destruye
totalmente el bosque, sin posibilidad de regeneración, y convierte su suelo en campos de monocultivo de
soja, caña de azúcar o poroto. (Comunicado de Prensa 21/2/04)

El empobrecimiento del suelo es daño que en algunos casos es irreversible porque se ha


exterminado los nutrientes esenciales que posee la tierra. El ciclo del desgaste que sufre
el suelo con los desmotes y con la tala indiscriminada del monte tarda décadas en
recuperarse
Las comunidades indígenas y criollas de Pizarro, en la provincia de Salta, advirtieron que se opondrán a
la venta de parte de una reserva natural que el gobierno salteño planea concretar en los próximos días para
que allí se cultive soja. La advertencia la hacen en la víspera del Día de la Tierra. Para Greenpeace, “no
hay nada que festejar” en este día, cuando los últimos bosques del norte argentino están siendo
amenazados por el reemplazo indiscriminado de monocultivos.( comunicado de Prensa de Greenpeace
21/4/04)

2. El viaje con las mujeres


El conflicto tiene raíces que se hunden en el tiempo; un punto de partida (que no es el
primero) voy a tener de referencia en el año 2002 cuando la comisión de Recursos
Naturales de la Cámara de Diputados de Nación formuló una declaración en contra de
los desmontes en el norte del país particularmente en Salta y Jujuy,

La Declaración aprobada el miércoles hace referencia al desmonte solicitado por la firma Ledesma, sobre
una superficie de 1400 hectáreas en la zona de Sauzalito, provincia de Jujuy. Si bien Ledesma ha dicho
que por 18 a 24 meses no intervendrá en esa zona, el alerta sobre la selva pedemontana de las Yungas, su
primer piso selvático y hogar de un 30% de toda la diversidad del ecosistema más rico del país junto con
la Selva Misionera, se mantiene en pie debido a las múltiples intenciones de desmonte que aun
permanecen sobre este ambiente.(Comunicado de prensa de Greenpeace 3/10/02)

El camino ha implicado marchas y contramarchas a veces se ha facilitado el proceso y


en otros casos se obstruido significativamente el reclamo que se realizaba. La
declaración de Diputados ha sido un mojón en el camino que ha ayudado a una serie de
reclamos posteriores a este hecho,

En marzo pasado, más de 500 expertos nacionales e internacionales reunidos en el Primer Congreso
Nacional de Áreas Protegidas solicitaron “en forma urgente” a los gobernadores de Salta y Jujuy, y a la
Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación detener “por un período de dos años toda
actividad de transformación (desmonte) a tierra agrícola de la Selva Pedemontana de las Yungas, debido
al carácter irreversible del impacto que provoca esta transformación, que a la tasa actual indica una alta
probabilidad de extinción de este ambiente”.(Comunicado de prensa de Greenpeace 3/10/02).

Las protestas presentadas por diferentes organizaciones sociales son expresadas a través
de movilizaciones; es así que el registro de estas manifestaciones son motivaciones
válidas para continuar ésta lucha,
5

Desde los altoparlantes, Lucas Arias de la CCC y Fernando Acosta de la CTA dijeron: “Los desmontes
son más de lo mismo: es el despojo de los recursos naturales en beneficio de unos pocos. Es mentira que
destruir la selva genera empleo genuino, porque siempre se pagan miserias y se deja un tendal de
destrucción que sólo genera más pobreza. El trabajo forestal debe ser un empleo sustentable. Basta de
desmontar”. (Comunicado de Prensa de Greenpeace 16/4/03)

El viaje que estamos realizando nos ha llevado por paisajes que cambian las tonalidades
de colores y texturas, de rostros y formas de vida. Los grupos sociales que también han
padecido duramente este conflicto son los aborígenes o también llamados los pueblos
originarios,

La Comunidad del pueblo ava guarani fue brutalmente desalojada de La Loma, sus tierras ancestrales; las
mujeres , hombres, ancianos y niños indígenas, más de una cincuentena de personas están en estos
momentos detenida en la Ciudad de Orán, incluyendo niños. (Comunicado de Prensa de Greenpeace
18/9/03).

La amenaza y provocación a las familias campesinas comienza por el robo y matanza de


los animales de la majada, quienes realizan éstas acciones son grupos conformados por
policías que hacen “adicionales” para finqueros de la zona; todos se conocen y por esa
razón causan mayor malestar porque son, en muchas ocasiones, los mismos campesinos
que tuvieron que emigrar a la ciudad y vuelven a su poblado como policías. El caso de
Algarrobal Viejo no se diferencia de muchos otros casos de abusos que sufren las
familias campesinas, en especial porque las reacciones de defensa por parte de la gente
del lugar responde a buscar y rescatar aquello que ha sido quitado, en este caso en
particular una porción de tierra donde pastaban las majadas de varias familias del lugar,

Este caso comenzó hace varios meses atrás, al ver que no tenían respuestas un grupo de mujeres había
viajado a Calafate “Las Madres del Monte” para pedir por sus montes y esperanzadas en las promesas del
gobierno volvieron a su casas a esperar que alguien las ayudara sin pensar que tendrían que llegar a esta
situación, donde hoy sus maridos e hijos aproximadamente estuvieran detenidos porque los mecanismos
del estado no funcionan cuando la gente mas desprotegida los necesita. (Comunicado de Prensa de
Greenpeace 12/4/07)

El viaje tiene un comienzo pero el final es difícil de detectar, en algunos momentos


parece que se está cambiando de rumbo, pero el propósito de la lucha vuelve a orientar
hacia el final del camino, la meta a alcanzar es justa y necesaria, porque las razones de
la lucha se reflejan en la defensa y respeto por la vida.

3. El encuentro que provoca...


Las situaciones de conflicto entre los finqueros y las familias campesinas siempre han
provocado malestares que no en todas las ocasiones de conflicto se han resuelto de
manera equitativa,

“Como mujeres del campo iniciamos esta lucha hace 20 años –precisa Nelly Veliz, vicepresidenta del
MoCaSE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero)–. En ese entonces, cuando veíamos los
desmontes nos parecía lindo, porque veíamos el sembradío, todo verde, y era una ilusión de progreso o
algo así. Hoy nos estamos dando cuenta de que nuestro ambiente está cambiando todo, y cuando llegan
grandes empresarios para seguir destruyendo nuestro bosque, ahí nos damos cuenta de esta realidad que,
después de 20 años, la estamos viviendo en carne propia. El empresario hasta compra al mismo
campesino diciéndole que van a dar trabajo, le hablan de biodiesel, que tampoco sabe qué significa pero
le puede hacer pensar que trae un progreso. ¿Hasta dónde podemos creer en eso, si ya lo hemos vivido?”
(Página 12, 13/7/07)
6

El deseo de progreso, como lo expresa Nelly, ha motivado la aceptación de la presencia


de los empresarios en el campo porque traía un trabajo con mayor tecnologización; pero
la bondad del inicio fue de alguna manera engañoso puesto que la implementación de
nueva tecnología dejaba afuera a quienes no podían acceder al aprendizaje con éstos
recursos y no había ganancia para los que vivían en el lugar.

II. El encuentro de otras mujeres


Las mujeres de las organizaciones campesinas han ido transformando desde otro espíritu, ni desde el
autoritarismo ni el clientelismo, sino desde un ejercicio de poder más horizontal. Mucho más
democrático. Además, tienen un protagonismo más importante todavía considerando nuestra fuerte
tradición machista. Es un gran aporte el que las mujeres de las organizaciones campesinas están haciendo
a la cultura política de Santiago. (Página 12, 13/7/07).

La afirmación anterior la hace Sergio Lamberti4, desde aquí plantea un nuevo horizonte
para la reflexión teológico pastoral indicando la importancia del liderazgo de las
mujeres en movimientos tradicionalmente liderados por varones.
El puente que trazamos aquí nos permite escuchar otras voces, otras mujeres que
recogieron voces y miradas en épocas anteriores, nos dan algunas pistas para continuar
esta reflexión.

1. ¿Porqué éstas mujeres?


La obra de Hannah Arendt es un gran aporte para el pensamiento político y filosófico
actual, es referente por su originalidad y honestidad en el planteo que realiza en torno al
tema de la vida pública y privada en la sociedad organizada en su obra “La condición
humana”; dice que la relación entre los seres humanos y el medio ambiente es
constitutivo de un modo de construcción política Arendt entiende que “los hombres”
viven en la Tierra y habitan el mundo siguiendo esta afirmación sostengo que la
experiencia narrada por “Las Madres del Monte” es un modo de construcción política
desde la vida privada del hogar, la casa al protagonismo público, a través del reclamo
que realizan, sentando un precedente para las mujeres campesinas del NOA..
Fina Birulés, trae a ésta reflexión el planteo de la subjetividad como el tiempo y el
espacio en donde se entrecruzan muchos caminos, miradas y voces brindándonos la
posibilidad de salir de si mismo para ir al encuentro del otro produciendo cambios que
nos sorprenden. El camino emprendido por las “Madres del Monte” responde, de alguna
manera, a este tiempo y espacio donde se entrecruzan experiencias personales entre
ellas y con las compañeras y compañeros de camino encontrados en el viaje que
realizaron desde su casa-hogar-privado a la casa de otros/ as-casa de gobierno-público.
Con Graciela Di Marco me acerco a la problemática del “empoderamiento” de las
mujeres en los espacios privados, en relación a la casa-hogar, los hijos, marido y en lo
público respecto a las actividades colectivas sociales.

2. De la casa al pronunciamiento público


Ubicarme frente a una mujer como Hannah Arendt me invita a un momento de silencio
para escuchar las voces que ella representa. El tono de su obra tiene la firmeza del
debate público con la íntima certeza de haber tomado la palabra en el lugar y el tiempo

4
Sacerdote diocesano delegado de la Pastoral Social del Obispado de Santiago del Estero, formó parte
desde el inicio en la Mesa Provincial de Tierra y conoce de cerca el proceso que han realizado las
comunidades campesinas en la diócesis.
7

oportuno y sobre todo puede narrar en sus escritos lo que ella ha vivido tratando de
analizar lo que sucede en los acontecimientos históricos presentes en su época.
Según su obra la acción humana significa el comienzo de algo, es decir que no está
determinada por leyes históricas sino que depende de la iniciativa del sujeto. Los
hombres son iguales y pertenecen a la misma especie; pero al mismo tiempo son
distintos, cada uno tiene su "yo" particular. Es a través de la acción que los hombres
expresan sus diferencias, demuestran que vienen al mundo a decir y hacer algo distinto;
de esta forma, la autora otorga especial importancia a la idea de pluralidad. Y mediante
la acción en conjunto surge el poder, que sólo pertenece a hombres reunidos y
desaparece cuando éstos se separan. En este sentido analiza cómo la modernidad ha
transformado la acción en conducta; y a la política en administración, con lo que pierde
su carácter de creadora.
Los capítulos tomados de la obra de “La condición humana” me ayuda a enmarcar la
experiencia de las “Madres del Monte” en su condición de mujeres que viviendo una
realidad que les aflige a ellas y a otros muchos más; buscan una salida desde una acción
responsable y acorde a su condición de mujeres, madres, campesinas y ciudadanas.

Un lectora crítica de la obra de Hannah Arenth es la filósofa española Fina Birulés; el


paso intuitivo que da en relación al tema de la subjetividad en “Del sujeto a la
subjetividad. Duro deseo de durar”5, puedo conocer a la autora cuando sostiene diciendo
que el tiempo de la modernidad ha subestimado el “espacio de la experiencia”de esta
manera debilita el horizonte de las expectativas, entendiendo que el pasado no aporta
nada al presente y que el futuro de diluye y no se vuelve atractivo como propuesta. Este
tiempo presente desafía a integrar las diferencias escuchando al “otro concreto” implica,
por lo tanto, reconocer la fragmentación, lo inaprensible, la contingencia de la
subjetividad,6

(...)el hecho de introducir la noción del “otro concreto” como complemento crítico a la del “otro
generalizado”, le permite mostrar a los individuos no sólo como sujetos de derecho y, por tanto iguales,
sino también como diferentes en función de su singularidad o de su condición de miembros de una cultura
o forma de vida. 7

Las expresiones de la filósofa orientan a comprender que el escenario donde se


desarrolla el encuentro de las diferencias es el espacio público, es donde el sujeto asume
identidad y responde de acuerdo a su propia experiencia,

(...) la identidad puede pensarse derivada de los sucesivos intentos de ordenar la experiencia como propia,
de decir: el tiempo. Lo cual permite introducir la idea de que acaso el sentido de una acción esté
relacionado hasta cierto punto con el carácter que ésta otorga al tiempo, con el modo como
experimentamos el tiempo en el transcurso de la acción y de su relato (...) 8

El texto de Birulés concluye indicando que la identidad de los sujetos, el sentido


construido por el “otro concreto” desplegado en el espacio público abre la posibilidad
de ordenar las experiencias recogidas de cada sujeto dando cuerpo a la memoria como
una de las formas de generar sentido, asumiendo el pasado, respondiendo en el presente
y construyendo un futuro.

5
En: MANUEL CRUZ (comp.), Tiempo de subjetividad, Piados, BsAs/ Barcelona, 1996, 223-234.
6
Cf. Oc., 230.
7
En: MANUEL CRUZ (comp.), Tiempo de subjetividad, Piados, BsAs/ Barcelona, 1996, 231.
8
Ibidem, 233.
8

3. Hacia la constitución de un nuevo espacio social


Una verificación en el campo de la observación, es que las mujeres se reunieron con
otras mujeres que tienen la misma preocupación por el conflicto del desmonte; por un
lado con una organización internacional9 que promueve el cuidado ambiental y por otro
lado con una organización nacional de familias campesinas10 que luchan por la tenencia
legítima y perfecta de sus tierras; ambas organizaciones lideradas por mujeres que
aportan al conflicto distintas perspectivas. Las “Madres del Monte” se convocan desde
su necesidad más sentida: vivienda, alimento, trabajo, salud, educación, son derechos
que todo ser humano debe tener para vivir con dignidad, la presencia de las otras
mujeres que no viven en el lugar pero que les interesa desde su organización respectiva,
acompañar, facilitar los recursos necesarios para que este conflicto sea puesto en el
escenario nacional desde la voz de las mujeres que habitan en ese lugar.
El encuentro entre mujeres que se plantean un objetivo común en los conflictos y se
posicionan como compañeras de camino hacen evidente un nuevo modo de ser y estar
en la vida pública. En este caso particular, ninguna de las mujeres de Algarrobal Viejo
había salido del poblado donde nacieron; el viaje hasta Calafate después hasta la Casa
Rosada, la entrevista con el ministro del interior, todas son nuevas experiencias para
ellas, siempre acompañadas por éstas otras mujeres que decidieron tener una presencia
no sólo afectiva sino también efectiva para ellas.

En el artículo “Justicia Social y Democratización” de Graciela Di Marco11, la autora


hace una lectura de las experiencias de las mujeres en el proceso de construcción de la
autoridad en el espacio público a través de las relaciones en sus propios grupos
familiares como también de las relaciones en organizaciones colectivas; este proceso Di
Marco lo llama “empoderamiento”12. El marco de referencia para la reflexión está
planteado en el proceso de democratización que ha vivido el país desde 1983 y de la
aplicación de políticas neoliberales que han agudizado la pobreza sobre todo a partir de
la crisis del 2001. Ambas referencias han encontrado en el espacio público una
respuesta novedosa a la que históricamente se había visto; por un lado el crecimiento de
la sociedad civil como organización de base que promueve la participación de todos los/
as ciudadanos/ as en la corresponsabilidad y subsidiariedad del bien común; en ésta
instancia las mujeres forman parte activa y creativa de las propuestas de construcción
social y por otro lado como consecuencia del protagonismo que han cobrado las
organizaciones populares la agenda política se ha visto transformada porque los canales
de socialización de las necesidades sufridas por los sectores sociales excluidos hoy
tienen nuevos escenarios donde manifestarse, espacios que 20 años atrás no existían.
Puesto en la mesa de debate estos elementos brindados por la autora, nos ofrece una
perspectiva del proceso de democratización de las relaciones sociales, dentro de ellas las
relaciones familiares.

9
Es la organización ambientalista Greenpeace; Noemí Cruz es una activista salteña que se encarga de
coordinar las actividades en la región NOA.
10
Es el MOCASE, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero liderado hasta principio del 2007
por Nelly Véliz, presidenta de dicha organización.
11
Es coordinadora del Programa de Democratización de las Relaciones Sociales. Centro para la
Promoción y Educación en Derechos Humanos. Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de San
Martín.
12
La referencia que la autora toma para la definición de este concepto es el da Magdalena León diciendo
que es una acción de “hacerse dueño de una cosa”, Cf M. LEÓN (comp.), Poder y empoderamiento de las
mujeres, Bogotá 1997.
9

En el caso particular de las “Madres del Monte”, ellas se presentan en el espacio


público13 desde una necesidad de la vida cotidiana, como lo citaba antes: vivienda,
alimentos, educación, salud que el monte les provee y que al ser invadidas/ os y
violentadas/ os no le son reconocidos sus derechos como campesinas/ os y ciudadanas/
os.

III. El encuentro entre las mujeres

1. Lectura teológico pastoral de la experiencia


Cuando pensé en el modo de concluir el trabajo me imaginé a cada una de éstas
mujeres, compañeras en la vida cotidiana a Saturnina, a Elsa, a Juana y a Delma
también a Nelly y a Noemí que viven en otro lugar pero que se unen a la causa por la
cual reclaman las primeras. Todas ellas quieren preservar la naturaleza, la tierra porque
es la casa de todas y todos. Éste dato de realidad tiene tal relevancia porque implica no
sólo la pequeña porción del paraje Algarrobal Viejo sino que representa la lucha de
muchos otros lugares donde la problemática se repite y no son visibilizadas como en
este caso.
La nota distintiva que me brinda la experiencia de estas mujeres es destacar el valor que
tiene para ellas (las protagonistas y las que acompañan), poner en el escenario público
un conflicto que cobra aristas cada vez más injustas.
La segunda nota que destaca esta acción de “presencia y compañía” tiene que ver con la
capacidad de cada una de las mujeres, desde los roles determinados, de ver lo que pasa,
juzgar lo que ven y tomar la iniciativa, desde los recursos que cuentan, para que pueda
cambiar la situación inicial.
La tercera nota es la más evidente de todas y corresponde a la movilización de
Saturnina, Elsa, Juana y Delma, junto a Nelly y a Noemí desde el norte al sur, pedir a
quién corresponde la solución final al problema.
La elección sobre el enfoque teológico de este hecho de las “Madres del Monte” es a
propósito de los datos que se hacen evidentes; por eso considero que el Ecofeminismo
es una pista certera para la reflexión. También es importante destacar que los valores
que sostiene esta lucha corresponde a una dimensión de Reino de justicia y paz, que las
redes se fortalecen con acciones concretas, y esta es una de ellas.

2. Una palabra sobre el ecofeminismo


El Ecofeminismo es un concepto que combina las intuiciones de la ecología profunda
con las del feminismo radical o cultural.14Por un lado la ecología profunda ve el
mundo como una red de fenómenos que están fundamentalmente interconectados y
son interdependientes. La imagen primordial es la de un tejido en el cual todo ser
viviente tiene un valor intrínseco y donde el ser humano es sólo una hebra más. 15 Por
otro lado el feminismo radical o cultural exalta el "principio femenino" y sus valores
y denigra lo "masculino".

13
Es el momento de aclarar que ellas toman la decisión de hacer este reclamo porque sus maridos han
sido intimados, algunos encarcelados por la policía y otros violentados físicamente por grupos de
seguridad privada que cuentan algunos finqueros de la zona del conflicto.
14
MARY JUDITH RESS. Las Fuentes del ecofeminismo: una genealogía en: Con- spirando 23 (1998) 3-8,
5-6
15
ibidem.
10

Creo que lo que más nos acerca al planteo realizado es el de la ecología profunda
porque en el caso de las “Madres del Monte” y sus compañeras de camino reflejan
esta red interconectada que va más allá de las distancias y del lugar físico donde
viven, porque existe comunión en la iniciativa de cuidar la “casa”. En cuanto a la
segunda intuición que sostiene el ecofeminismo no hay evidencia cierta sobre la
oposición a los varones ya que en muchos casos son los primeros que son víctimas de
la violencia policial o de las guardias de seguridad que invaden el lugar de trabajo;
son intimados a abandonar el lugar y si se resisten son golpeados y/ o llevados a
prisión. Si, es observable que en sociedades tan conservadoras y tradicionales como
lo son las campesinas siempre han sido los varones los que resolvían los conflictos,
ya sea negociando y/ o yéndose del lugar o sea aceptando el desalojo. El cambio que
si es verificable en este caso es que son las mujeres las que toman iniciativas
novedosas frente conflictos antiguos. La convicción del cuidado del lugar está dada
por la experiencia vital, por la conexión con la naturaleza que le brinda todo lo que
necesitan para vivir con dignidad.
Las sabidurías adquiridas de estas mujeres no tienen una sola raíz o mejor dicho es la
comunión de motivos que hacen de este hecho una instancia de ayuda mutua en la
lucha por la preservación del monte y de la vida.

3. Con una tensión que permanece


La lucha por la tenencia y el cuidado de la tierra son dos aspectos de una realidad que
para la vida de las familias campesinas provoca una tensión permanente. La experiencia
de las “Madres del Monte” visibilizan una realidad doliente que interpela y desafía.
El rumbo que ha tomado la situación posterior a la manifestación expresadas por estas
mujeres, ha sido un granito de arena en la situación problemática que viven también en
otras zonas rurales en el país.
Retomando los elementos de valoración, análisis y de acciones consecuentes de esta
situación descripta me permite hacer una lectura teológico – pastoral poniendo en
evidencia los valores del Reino. El camino realizado por Saturnina, Elsa, Juana y Delma
en compañía de Noemí y Nelly sientan un predecente muy importante en el proceso de
concientización y protagonismo de las mujeres en el espacio público y en la protesta
social.

Bibliografía
 MANUEL CRUZ, Tiempo de subjetividad, Paidós, BsAs/ Barcelona, 1996.
 HANNAH ARENDT, La condición humana, Paidós, España, 1993.
 , Los orígenes del Totalitarismo, Alianza Editorial, Madrid,
1981, 1987, 2002.

Rosario, setiembre 2008

También podría gustarte