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Rev Esp Salud Pública 2004; 78: 293-295 N.

º 3 - Mayo-Junio 2004

EDITORIAL

EVALUACIÓN ECONÓMICA EN SALUD: DE LA INVESTIGACIÓN


A LA TOMA DE DECISIONES

Juan Rovira
Senior Health Economist (Pharmaceuticals) HDNHE, The World Bank

La evaluación económica se está consoli- En los párrafos siguientes analizaré algu-


dando en muchos países como una herra- nas de las causas e inconvenientes de esta
mienta para el análisis de las tecnologías y situación y propondré algunas líneas de
programas sanitarios. Existe un sector avance.
importante de empresas consultoras y cen-
tros académicos que se dedican de forma Posiblemente, la causa más importante es
exclusiva o preponderante a lo que se cono- la inadecuación de los incentivos que actúan
ce como investigación de resultados en sobre los gestores de los sistemas sanitarios
para decidir de forma eficiente. En muchos
salud, que incluye la propia evaluación eco-
casos se obtienen mayores ventajas económi-
nómica, los estudios de calidad de vida y uti-
cas y prestigio utilizando tecnologías nuevas
lización de tecnologías y otras técnicas que
de baja o incierta evidencia que utilizando las
van más allá de la investigación clínica tradi- opciones más eficientes o coste-efectivas. En
cional. Sin embargo, la utilización sistemáti- la situación habitual de precio nulo para el
ca, explícita y transparente de la evaluación consumidor de servicios y de retribución no
económica para la toma de decisiones y la ligada al comportamiento ni al uso de recur-
asignación de recursos por parte de los entes sos para el profesional, es muy optimista
aseguradores y reguladores del sistema sani- esperar que las consideraciones de coste jue-
tario sólo se da en un número relativamente guen un papel importante. La ética médica, la
reducido de países, entre los que destacan el medicina defensiva o el prestigio asociado a
Reino Unido, Australia y Estados Unidos. la utilización de las novedades tecnológicas
son todos ellos factores que a menudo juegan
España es uno de los países en que, a pesar contra el criterio de eficiencia. Los estudios
de que existe la capacidad para llevar a cabo de evaluación económica no son más que
estudios de calidad y un volumen significati- información sobre los costes y beneficios
vo y creciente de trabajos sobre el tema, su potenciales de opciones de decisión, y sólo
aplicación práctica es esporádica y poco tendrán un impacto real en la mejora de la efi-
conocida. ciencia del sistema sanitario si informan las
decisiones de asignación de recursos, pero no
Correspondencia: si se utiliza sólo para defender o legitimar
Joan Rovira decisiones tomadas por otras razones.
Mailstop G7-7021818 H Street
NW Washington DC 20433, USA
Teléfono: 202 458 4302 Pero incluso en los casos en que existe por
Fax: 202 522 3489 parte de los gestores una motivación o preo-
Juan Rovira

cupación por la eficiencia, existen importan- comparadas ha sido recientemente criticada


tes obstáculos a la utilización de la evalua- en el marco metodológico desarrollado por
ción económica. la Organización Mundial de la Salud (Análi-
sis Coste-Efectividad Generalizado) en el
El primero es que la mayor parte de los contexto del programa CHOICE. Dicha
estudios que se llevan a cabo son realizados metodología insiste en que las evaluaciones
o están promocionados por los productores o se lleven a cabo comparando todas las opcio-
proveedores de las tecnologías evaluadas, nes respecto a la opción o estado «nulo»,
que están obviamente interesados en la difu- para evitar que la comparación – intenciona-
sión y financiación de las mismas por razo- da o no - respecto a una tecnología ineficien-
nes comerciales o de otro tipo. Esto hace que te, haga aparecer «artificialmente» la nueva
muchos gestores supongan, no sin razón, tecnología como coste-efectiva1.
que los resultados de los estudios pueden
estar sesgados hacia las opciones que refle- La falta de adecuación de la información
jan los intereses del promotor del estudio. A sobre coste-efectividad disponible para los
este temor se le añade a menudo una incapa- gestores no termina aquí. Otras razones son,
cidad práctica para identificar y valorar críti- por ejemplo,
camente y de forma neutral la información
disponible. 1. La inadecuación del contexto, cuando
los estudios están hechos en países con
En este sentido, los estudios constituyen sistemas sanitarios, costes y condicio-
más bien una herramienta de marketing de nes de salud sustancialmente distintos
carácter científico que un instrumento al ser- a los del entorno del país que toma la
vicio específico de las personas que toman decisión.
las decisiones: ciertamente, los estudios pre-
tenden influir en estos últimos, pero no están 2. La falta de comparabilidad de los estu-
siempre diseñados y llevados a cabo de dios de tecnologías sustitutivas, reali-
acuerdo a sus necesidades específicas. Así, zados por distintos analistas sin una
por ejemplo, desde la perspectiva de la salud metodología estándar.
pública propia del asegurador o regulador, el
análisis se debería plantear en términos de 3. La dificultad de verificar rigurosamen-
qué opción –programa de salud, tecnología– te la validez de los estudios publica-
es la más eficiente para abordar un problema dos, que pocas veces son reproducibles
de salud determinado. Para el productor o por falta de transparencia del análisis o
proveedor el problema es demostrar a los de imposibilidad de acceso y verifica-
anteriores que su producto o programa es el ción de los datos originales.
más eficiente o, por lo menos, razonable-
mente eficiente. La estrategia analítica habi- Algunas iniciativas para mejorar la situa-
tual es comparar el producto –habitualmen- ción y avanzar hacia una mayor y más efec-
te, nuevo–con el más utilizado, es decir, se tiva utilización de los estudios de evaluación
trata de demostrar la superioridad respecto al económica pasarían por:
«líder» del mercado, aún en el caso de que
este último no sea la opción más eficiente. 1. Crear una cultura de la eficiencia en el
Cabe recordar que los manuales tradiciona- sistema de salud mediante una estrate-
les recomiendan comparar cualquier opción gia integral que incluya formación,
con todas las técnicamente disponibles para información e incentivos apropiados.
un determinado problema, incluyendo la
opción de «no hacer nada». Esta mala prácti- 2. La iniciativa debería estar liderada por
ca respecto a la selección de las opciones agencias de evaluación de tecnologías

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EVALUACIÓN ECONÓMICA EN SALUD: DE LA INVESTIGACIÓN A LA TOMA DE DECISIONES

con capacidad para identificar las Otro elemento importante sería conseguir
necesidades de los gestores desde una un creciente consenso social sobre los requi-
perspectiva de salud pública, estable- sitos de eficiencia para incorporar y finan-
cer prioridades en los temas y tecnolo- ciar tecnologías y programas, en base a crite-
gías a evaluar, promover la estandari- rios de decisión transparentes, razonables y
zación y la calidad metodológicas, flexibles, con obvias posibilidades de revi-
facilitar la recogida, elaboración y sión y actualización en función de la evolu-
diseminación de información para dis- ción de capacidad económica y las priorida-
tintos tipos de gestores, entre otras fun- des sociales. Este consenso constituiría a la
ciones. Una gran parte de la actividad larga un punto de referencia para las institu-
de las agencias de evaluación –espe- ciones implicadas en la investigación y desa-
cialmente en países con recursos limi- rrollo de nuevas tecnologías, las cuales
tados– debería centrarse en la revisión podrían ajustar adecuadamente sus estrate-
de la evidencia a partir de la literatura gias empresariales y organizativas a las pre-
internacional y su adaptación a las ferencias sociales.
condiciones locales.
Sería ingenuo suponer que con ello se
3. Los gestores comprometidos con la lograría eliminar la tensión entre necesida-
eficiencia y dispuestos a la aplicación des, desarrollo tecnológico y recursos que
de los estudios de evaluación econó- caracteriza la mayor parte de las actividades
mica deberían hacer los procesos de sociales, con un especial dramatismo en el
decisión lo más transparentes posible, caso de la salud. Pero sí se puede pretender
indicando los criterios de decisión y la abordar los inevitables conflictos con una
prioridad en la asignación de recursos mayor racionalidad y transparencia, en
y el papel que tienen los estudios de
beneficio, finalmente, de la eficiencia, la
evaluación por ejemplo, explicitando
equidad y el bienestar social.
qué orden de magnitud de la razón cos-
te-efectividad –el coste por AVAC
ganado– se considera razonable para la BIBLIOGRAFÍA
inclusión de una nueva tecnología
entre las que el sistema financia2. Esto 1. Hutubessy R, Chisholm D, Edejer TT. Generalized
no implica que se tengan que aplicar cost-effectiveness analysis for national-level prio-
dichas reglas de forma automática, sin rity-setting in the health sector. Cost Eff Resour
Alloc 2003 Dec 19;1(1):8
consideración de otros factores rele-
vantes no considerados en la evalua- 2. Ortún V. 30.000 Euros por AVAC. Economía y
ción económica. Salud. Boletín Informativo 2004; núm 49: 1-2.

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